adie te cuenta lo que supone la maternidad, todo está enfocado en prepararnos para el embarazo y el parto, pero poco o nada para el Npostparto, el puerperio y la crianza de nuestros hijos.

Estoy orgullosa de haber dejado mi trabajo de enfermera para estar más tiempo con mi hijo, confiar en mí y poner en marcha un nuevo proyecto, “NacemosJuntos”, que se nace con mi familia y que ha ido creciendo, transformándose con nosotros en una filosofía de vida. Me encanta colechar, haber hecho piel con piel, portearlo, dar teta a demanda, no castigar, respetar sus tiempos, cubrir sus necesidades… amarlo incondicionalmente.

Todo eso está genial, más que nada porque lo sentí así y por tanto fue lo mejor, pero cuidado, creo que los extremos no son nada buenos, que tenemos que cuidarnos para poder cuidar, que tenemos que sentirnos y no poner toda la atención fuera, sino dentro, donde el corazón nunca miente. Cada día escucho a mamás decir lo cansadas que se encuentran, lo agotadas que están, la falta de cuidados que tienen, la falta de tiempo que anhelan tener para ellas, el desgaste que ha sufrido la pareja y que cuesta tanto remontar, etc., etc., etc… y me identifico con todo esto como madre criando un hijo de 15 meses.

NOELIA GARCÍAnacemosjuntos@gmail.com

CRIANDO DESDE EL CORAZÓN www.nacemosjuntos.com

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Por una parte, tenemos el desgaste físico que sufrimos en el parto, el postparto y la crianza de nuestros hijos que a medida que crecen también van demandando cubrir otro tipo de necesidades, pero creo o por lo menos así lo he vivido yo, que es mayor el desgaste psíquico y emocional, que es a veces abrumador.

En el intento de ser “la mejor” madre del mundo para nuestros bebés, nos informamos todo lo que podemos y hoy día estamos “saturados” de fuentes para ello, casi se convierte en una carrera de cursos, talleres,

charlas, actividades… desde el embarazo hasta la crianza, a veces sin medir hasta donde necesito y donde está “el límite” para no tener el efecto contrario, es decir, des-empoderarme y depositar todo el poder nuevamente fuera de mí, justo lo que intentábamos “no” hacer y por lo que empezamos esa maratón.

Además y por si fuese poco, últimamente existe una fuerte presión donde te debes colocar o definirte por una “corriente” de crianza… el caso es que es tan penoso y dañino, ser juzgado por miradas de desaprobación cuando das la teta a un bebé de dos años, como aquellas miradas de desaprobación cuando das un biberón a un recién nacido. Nos presionamos entre nosotras mismas, exigiendo con discursos de “libro” a cerca de estar 24 horas pendientes de nuestros bebés, dando teta a demanda y dejando a la pareja y nuestros cuidados en un segundo o tercer plano, pero…¿hasta cuándo?, ¿hasta dónde? , en mi opinión hasta donde y cuando una lo sienta.

Es casi peor forzar la situación, estar desbordada, agotada, dando “mala” leche en todos los sentidos y más aun compartiendo el mismo territorio emocional con nuestros hijos los primeros años de vida, pues le estamos pasando ese estado de estrés que no beneficia a ninguno.

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Por una parte, tenemos el desgaste físico que sufrimos en el parto, el postparto y la crianza de nuestros hijos que a medida que crecen también van demandando cubrir otro tipo de necesidades, pero creo o por lo menos así lo he vivido yo, que es mayor el desgaste psíquico y emocional, que es a veces abrumador.

En el intento de ser “la mejor” madre del mundo para nuestros bebés, nos informamos todo lo que podemos y hoy día estamos “saturados” de fuentes para ello, casi se convierte en una carrera de cursos, talleres, charlas, actividades…

No pasa nada por hablar de nosotras, de nuestras necesidades, de nuestros cuidados, del anhelo de tiempo para nosotras, de nuestros miedos, de nuestra relación de pareja, de sexo, de trabajo…

La mujer, la madre, la compañera, la amante, la amiga…somos una misma persona, solo que nos hemos transformado y estamos encajando piezas de un puzle que se formó al gestar a nuestro bebé, al gestarnos como familia.

La maternidad nos deja una gran apertura, estamos en el “dar” pero también es vital “permitirnos” recibir, permitirnos un espacio sin juicios para nosotras, para la pareja, para soltar, para sanar y cargarnos… podemos y debemos cuidarnos sin castigarnos por ello, siendo además el mejor legado que ofrecer y dejar a nuestros hijos.

No tienes que creerte nada hasta que no lo experimentes, hasta que no lo sientas, si te sirve pues genial y si no, no pasa nada, sigue buscando dentro de ti, no hay verdades iguales para todas ni maternidades sin sombras.

Desde ese lugar, en ese continuo aprendizaje y sin intentar “enseñar” sino compartiendo experiencias y sentimientos, me gus ta acercarme persona l y profesionalmente a las familias que acuden a NacemosJuntos, proyecto que apuesta por una crianza desde la intuición y el instinto, desde el sentir-nos, donde la familia hace siempre “lo mejor” por su bebé. El corazón como dije, nunca miente.

Noelia Garcia Rodriguez