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Periódico mensual del 15 de febrero al 14 de marzo de 2010 QULLASUYU Bolivia Año 4 Número 50 Bs 4 S/ 2.50 Elecciones y candidatos indígenas en Bolivia 1979 - 2009 Agravios y fantasías en la TV española El racismo en la política y en nuestra historia Un libro que pone el dedo en la llaga que más nos duele Félix Patzi, el candidato desposeído ¿Qué hay detrás de la campaña contra el ex candidato por el MAS? La democracia virtual en Perú Lo que existe es continuidad de la opresión colonial Simbolismo y política Lo que nos ilustra la posesión de Evo Morales en Tiwanaku

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La Paz, 15 de febrero - 14 de marzo de 2010 Página

Periódico mensualdel 15 de febreroal 14 de marzode 2010QULLASUYUBolivia

Año 4Número 50

Bs 4S/ 2.50

Elecciones ycandidatos

indígenas en Bolivia1979 - 2009

Agraviosy fantasías en la

TV españolaEl racismo en lapolítica y ennuestra historiaUn libro que poneel dedo en la llagaque más nos dueleFélix Patzi, elcandidatodesposeído¿Qué hay detrás dela campaña contrael ex candidato porel MAS?La democraciavirtual en PerúLo que existe escontinuidad de laopresión colonialSimbolismo ypolíticaLo que nos ilustrala posesión de EvoMorales enTiwanaku

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La Paz, 15 de febrero - 14 de marzo de 2010 Página

Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal Mollinedo

Comité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboDominga Quispe Q.Liborio Uño A.Marina Ari

Colaboran en este número:

Alicia Tejada SorucoMartha Luza ZamalloaAntonio PérezPepo

Félix Patzi, unomás fuera...

Portada: Anuncio de «pérdidos en la selva», extractado de: http://eardevol.files.wordpress.com/2009/05/tv-perdidos-en-la-tribu-05-09.jpg..

Un gobiernoque presenta alos indígenascomo lospeoreselementos

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¿Hay gobierno en los bosques de Bolivia?Alicia Tejada Soruco*Desde el año dos mil tres la institucionalidad forestal en Bolivia fue víctima de

interinatos, experimentos descentralizadores y de la improvisación de «expertos»de la forestería social.

Desde entonces también los índices de desmonte se han incrementado encien mil hectáreas por año y esta cifra no expresa ni lejanamente las pérdidascuantiosas de vida, conocimientos y valores de cientos de culturas que viven enlos bosques.

Si en el año dos mil nueve, se enterraron definitivamente los vestigios vergon-zosos de la Super Intendencia Forestal para abrirle el paso a la pomposa Autoridadde fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras, ABT, hasta la fecha nadase ha hecho para demostrar la validez de tal autoridad.

De otro lado las prefecturas, con competencias en el tema que nos ocupa, yen plena defensa de las autonomías departamentales, tuvieron el cuidado deexcluir de sus censuras sobre traiciones, a la ilegalidad en los bosques que secampeó en sus narices y de la mano de sus protegidos.

Se ha demostrado abundantemente que los problemas de destrucción de losbosques en Bolivia, no ocurren por la falta de mejores leyes o de mejoresconceptos que incorporen los aspectos sociales: Adolecemos de malesinstitucionales e institucionalizados que nadie aún se ha atrevido a erradicar.

La ABT va por el mismo camino; en materia administrativa, ignoró la necesidadde un gobierno de los bosques; un sistema institucional en el que se sustentey tenga validez la legislación forestal en Bolivia y más de medio centenar deleyes que contemplan derechos indígenas incluidos convenios y tratadosinternacionales.

Desde los años 60 los bosques fueron el botín de los poderes estatales y delas redes de corrupción locales que éstos fomentaron y la historia no ha cambiadomucho: Los nuevos «requisitos» para acceder al aprovechamiento forestal, sopretexto de la eficiencia, constituyen hoy la carretera, muy bien asfaltada, quetransitan la informalidad, la ilegalidad y la insostenibilidad, del brazo con lospoderes locales.

Lejos están los conceptos de mercados, impulsados y regulados por losgobiernos, que valoren, e incorporen en los precios, la reciprocidad, lacomplementariedad, el conocimiento del bosque, la cultura, los símbolos, lasinstituciones indígenas; los atributos que hacen a los pueblos que viven en losbosques comunitarios de tierras bajas.

Con la ABT, cuyas autoridades hemos heredado de interinatos y negociacionespartidarias y no de un proceso serio de institucionalización, se han reproducidoviejos males como la incapacidad de asumir responsabilidades institucionaleslegales y responsabilidades administrativas estatales:

Nadie exige y nadie rinde cuentas por el patrimonio forestal que administranlos servidores públicos quienes se mantienen en sus cargos otorgandoindulgencias a mañosos seudo dirigentes campesinos e indígenas.

Gestión forestal Comunitaria se reduce hoy a un conteo de árboles maderablesque media docena de individuos (Intocables y poderosos) venden a nombre decomunidades inexistentes o de las que nunca serán beneficiarias de susnegociados millonarios.

Los CEFO, mecanismo de control del Estado para el transporte de la maderadesde el bosque comunitario de origen, se compran hoy en quioscos junto a unacerveza o un café.

Desde hace seis años las auditorias, audiencias, registros de contratos,autorizaciones a privados en TCO quedaron sin efecto; el Estado «reparte» losbosques, no los administra y las autorizaciones de aprovechamiento las obtienecualquier ciudadano que acceda a las desprestigiadas «certificaciones» de«dirigentes» politiqueros que hoy se asumen como propietarios de bosques.

Los compradores de madera en comunidades deben aprenderse un manualde cumplimiento de requisitos y papeleos sin preocuparse por un plan de manejosostenible ni por el respeto a un solo derecho de los pueblos indígenas, porqueesto es lo último que evaluará la ABT.

Los PGMF perdieron su estatus de Declaración Jurada ante el Estado Bolivianoy desde el año 2009, la ABT hasta realiza cobros ilegales a las comunidadespara pagar a los dirigentes de organizaciones supra-comunales y así prevenirque «no se corrompan».

Esta es la situación actual del manejo o forestería comunitaria en el país y nocorresponde a la ausencia de leyes ni de normas sino al manejo institucionaldiscrecional, abusivo y plagado de corruptelas y clientelismos de «servidorespúblicos» en complicidad con «dirigentes».

¿Dónde queda entonces la verdadera Forestería Comunitaria y qué evalúa ycontrola el Estado sobre el aprovechamiento forestal en comunidades indígenasy campesinas? ¿A qué queda reducida la relación jurídica entre Estado y usuariosdel bosque cuando el límite se ha diluido hasta perderse la distinción entre unoy otro? ¿De qué control social se habla si no existen mecanismos administrativosy formales para el ejercicio del mismo?

Si acaso el manto sagrado de la madre tierra alcanza a los bosques de lasgrandes regiones del Oriente y de la amazonia, esperemos que el Presidente delos Bolivian@s, a quien felicito por su apabullante re-elección, institucionalice elgobierno de los bosques tanto a niveles estatales como en las organizacionesindígenas y campesinas, con responsabilidad legal sobre el patrimonio que losbolivian@s y la humanidad entera hemos depositado en sus manos.* Fue Coordinadora de la Red de Forestería Social en Santa Cruz y Responsable de la implementación delRégimen Forestal en las TCO de Bolivia, Directora de la Cámara Social en el Concejo de CertificaciónForestal de Bolivia, Co-Autora de la Directriz UCPOI. Actualmente es asesora voluntaria de comunidadesindígenas en la TCI Gwarayu.

Félix Patzi, uno más fuera delMAS. ¿A qué se debe esasangría de militantes yoperadores del partido degobierno?

Un caso emblemático es el deAndrés Soliz Rada, el másconsecuente defensor de losrecursos naturales, despedidodel gobierno aparentementepor contrariedades fundamen-tales respecto a lo que debería haber sido una verdaderanacionalización de hidrocarburos.

¿Qué pensar de una administración en la que los mejores,técnica e ideológicamente, se van? ¿Qué pensar de un gobiernoque se dice indígena y que presenta a sus mismos indígenas,como los peores elementos con los que puede contar?

Un Santos Ramírez encarcelado por ladrón y escarnecidocomo cómplice en mayores delitos. Un Abel Mamani,vilipendiado por ser ligero en su moralidad sexual: sorprendido(fotografiado, precisamente) en cama con quien se suponeser una mujer que trabaja en ese rubro. Un Guillermo Aruquipadespedido y procesado, por inepto y culpable de asociacióndelictuosa... y así, varios, hasta llegar a Félix Patzi, presentadopúblicamente por el propio Evo Morales como borracho, traidory embustero.

Es legítimo preguntarse si esa rigidez la tiene el Presidentecon quienes son conocidos como «su entorno»,predominantemente «q’ara» y en el que destaca un sóloindígena, el Canciller Choquehuanca, pero al cual muchosconsideran inocuo, pues solamente se hace conocer porfilosofar sobre las arrugas de los abuelos y su relación con elproceso educativo; sobre el sexo de las piedras y la diplomaciamundial y cosas por el estilo.

Es «vox populi» que el actual gobierno carece de elementohumano idóneo. Es algo que seguramente debe remediar ariesgo de que lo que son por el momento susceptibilidades,lleguen a ser certezas. De ser así, el haber ganadomayoritariamente en los sectores populares e indígenas, deser su mejor garantía de estabilidad se le puede convertir enla peor amenaza que penda sobre su cabeza.

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La Paz, 15 de febrero - 14 de marzo de 2010 Página 3

Nación ficticia, estado fallido:

La democracia virtualen el PerúMartha Luza Zamalloa*

* Es doctora en Derechos Humanos y SecretariaGeneral de Patria Libre.

ANTECEDENTES DE LADEMOCRACIA EN EL PERU

Junto a la historia diremos que, laexistencia del ESTADO, en el Perú, seremonta a la formación de la sociedadpreinka 8-10 mil años antes de Cristo-e Inka 500 años antes de la llegada delos españoles; en la instauración delGRAN TAHUANTINSUYO, que anali-zando A LA LUZ DE LAS CIENCIASPOLITICAS DE OCCIDENTE, tal comoindica el nombre, es inclusivo y quieredecir el ESTADO DE LAS NACIONES DELOS CUATRO SUYOS (REGIONES,PUNTOS CARDINALES, O CUATROESTACIONES, ETC.) ES DECIR ELESTADO CONFEDERADO INKA, CUYAUNIDAD BASICA, EN LO ECONOMICO,POLITICO, SOCIAL FUERA EL AYLLU,una organización COLECTIVISTA ENESENCIA, testimoniando de esta formaque para nada fuera un imperialismo.Por tanto: si hablamos de antigüedad,la nuestra es una formación milenariaancestral, contra una de las farsas delos “vencedores occidentales”, quetienen una formación de dos mil añosde la era cristiana, con antecedentesremotamente hablando hasta de 4 milA.C., de lo cual podemos colegir¿QUIENES SON DEL VIEJO MUNDO?¿La europea, occidental o LA CULTURAANDINA AMAZONICA? Por otro lado,a la luz de la ciencia política, decimosque el ESTADO INKA NO FUE IMPERIO,algo que resulta, insultante paranuestros padres inkas, que llegaron atal grado de organización político,social, económica; e impulsar yconstruir un ESTADO CONFEDERADO,con mayor DEMOCRACIA; por lascaracterísticas que tuvo el Tahuan-tinsuyo (agrupar a mas de 30 milnacionalidades, cada una con su orga-nización propia, sus costumbres,creencias, idiomas) y que fuera centra-lizada en el Qosqo, como capital fede-ral, inclusiva, por esto el nombre estáen plural, cabe recordar que el ejerciciode la conquista era de persuasión, yno de invasión, o tierra arrasada, comosí es una de las características del

imperialismo: a decir de Porras Barre-nechea. (“Los inkas hasta para laguerra eran hombres de paz”).

Recopilando estos cuantos datos,nos obliga a todos los peruanos, en es-pecial los qosco runas, investigar, estu-diar más, para poder conocer el pasa-do inmediato, sin mentiras, ni su pocio-nes falsas, que arrastramos hasta lafecha, fruto de la literatura escrita porlos vencedores, quienes escribían sutestimonio en base y mérito a sus pro-pios intereses y de acuerdo a la menta-lidad invasora e imperialista que traíandesde España. Otro cronista españolcuando arribó al Qosqo, le llama laatención la presencia de todos los cita-dinos, bien vestidos, buenas viviendas,limpias, y eran ciudades donde “noexistían pobres ni gente desvalida” yse conoce ahora que la resistencia inkaduro 80 años como mínimo, antes dela toma del Qosqo, es decir era unestado de guerra, sin embargo, laorganización inka, tenía resultadosóptimos en el correcto funcionamientode servicios para los ciudadanos.

QUÉ ES LA DEMOCRACIACon estos antecedentes diremos que,

toda sociedad aspira al BUEN VIVIR, a

ser una sociedad modelo; esto se tra-duce en salud, educación, vivienda ylos servicios elementales, bien y correc-tamente distribuidos a favor de lasmayorías, ¿será correcto decir que, enun estado, donde falta los servicios ele-mentales, hay democracia? ¿Sera co-rrecto decir en el Perú, hay democra-cia, con un Estado altamente CENTRA-LISTA, de espaldas al Ande y la Ama-zonia, es decir a más de dos terciosdel territorio y de sus ciudadanos?

Como concepto ideal, se habla deque la democracia es la “VOZ DELPUEBLO, QUE ES LA VOZ DE DIOS”, estadefinición, implica, inclusión, la aspi-ración a que absolutamente TODOS loscomponentes de una sociedad, seamospartícipes de los beneficios, seguridady prosperidad de ese estado.

El Estado peruano, desde su fun-dación republicana, es decir 188 años,fue secuestrado por una pequeñacostra de la (oligarquía) burguesíafinanciera nacional, (¿20 familias/cienricos?) en su mayoría extranjeros, ehijos criollos de los colonialistas espa-ñoles, cuya concepción de país y depatria es lógicamente extranjerizante,mas occidental ¿que, peruana?, ¿que

andina amazónica? Por lo tanto no esde extrañar de la forma de gobierno yde los intereses que estos defienden,que son sus intereses de clase. Enestas condiciones, ¿podemos decir quehay democracia, en el Perú?.

Si analizamos la economía, como unode los pilares fundamentales de la su-perestructura del Estado; es de exclusi-vidad y desde entonces se mantiene,en esas pocas manos de la burguesíafinanciera nativa en complicidad congrandes monopolios y oligopolios prin-cipalmente norteamericanos, institucio-nalizando la PLUTOCRACIA= «GOBIER-NO DE LOS RICOS Y PARA LOS RICOS»,motivo por el cual en el país todos losgobiernos de turno son fracaso, arras-trando CRISIS PERMANENTE, y si revi-samos la historia peruana, desde lainvasión española hasta nuestros días,cada diez o 15 años hay sublevaciones,rebeliones, levantamientos, como pro-ducto de la imposición de esta claseburguesa sobre las grandes mayoríasque, pugnan por volver a reencontrarsecon sus raíces, su historia y su realidad,arrancada a sangre y fuego.

Este sometimiento es silenciado contumbas clandestinas masivas, como lo

Los indígenas en el Perú siguen substancialmente marginados, fruto de la enajenación del poder político a partir de la invasiónespañola. En la foto, un niño aymara durante las heladas que asolaron Puno el 2009, ocasionando muertes, especialmente entreniños. Ahora son las inundaciones las que asolan la región de Cusco. Fuente foto: http://caviardecianuro.wordpress.com/

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La Paz, 15 de febrero - 14 de marzo de 2010 Página 4

ocurrido en los últimos años especial-mente en Ayacucho y en todo el país,torturas, cárceles inhumanas, para losperuanos que osan reclamar y exigirla vigencia de derechos fundamentales,como el legítimo y mas sagrado de losderechos: el derecho a una VIDA ENDIGNIDAD, y ser parte de las deci-siones que se toman sobre las in-gentes riquezas del país (petróleo,gas, oro, maderas, forestación, agua,etc.), porque eso servirá para la políticade implementar mejor vivienda, salud,educación, justicia; estos derechos fun-damentales que en algunas sociedadesdel mundo moderno, es normal y elestado se encarga que se cumplan lasleyes y estas funcionen, sin embargoen el Perú, es un privilegio de unoscuantos, disponer entre gallos y media-noche con firmas debajo de la mesa,como ocurrió con el Gas de Camisea,“concesión que el pueblo del Cusco seenteró por los periódicos y hasta el díade hoy no tiene ningún beneficio en sufavor”, salvo las regalías, que obtene-mos irrisoriamente como mendigos,mientras que las empresas concesiona-rias se llevan MILLONES DE DOLARES,¿SERÁ ÉSTO LA SIERRA EXPORTADO-RA de la que tanto se jacta GarcíaPérez, presidente de los apristas? ¿Se-rá posible que el gas de Camisea estépor el sur de California, México, Lima,con un costo más barato (9 nuevossoles al mes) a miles de kilómetros deEcharati, donde el balón de gas indus-trial cuesta hasta 50 nuevos soles?¿Por qué pagamos más los cusqueñospor el gas procesado en la región? ¿De-mocracia participativa? ¿Para quien ellibre comercio que habla MercedesAraoz? ¿Para los extranjeros?

DONDE HAY POBREZAEXTREMA, ¿HABRÁDEMOCRACIA?

Lo que ocurre en estos días, despuésde comprobar lo VULNERABLE, queestá la región Cusco y el país entero,donde no EXISTE NINGUNA PLANIFI-CACION de viviendas. Eso está demos-trado estos días, pues la pobreza y faltade apoyo de las autoridades a una pla-nificación ordenada para desarrollar lasciudades, hace que cada uno construyadonde pueda y como pueda, con unaINFORMALIDAD por demás terrible yajena en estas épocas de tecnología yavance de la ciencia. Contradictoria-mente el centralismo limeño que tantodaño hace al Perú desde 188 años,funciona en las redes de internet y enlos titulares de la PRENSA oligopólica,que pertenece a los “dueños del país ysus fuerzas fácticas”. En la totalidadde programas de televisión que llega alas grandes mayorías, observamos adiario la frase: EL PERU AVANZA, y elApra en su afán de perennizarse en lapolítica peruana, aprovecha dicho sím-bolo, igualmente las pinta en piedras,paredes, murales, gigantografías; conun gasto desmesurado de pintura que

malogra el medio ambiente, amén delas salidas de García Pérez el presiden-te de los apristas, justificando el saqueodel país y pretendiendo mostrarnos, unaimagen de optimismo inclusive afir-mando sin el menor rubor que, ya esta-mos entrando a formar parte de lospaíses del “PRIMER MUNDO”. ¿Esto esun comportamiento democrático?

No sabemos en qué mundo virtual,de nubes vive dicho presidente, lo ciertoes que la tragedia de las inundacionesproducto de las torrenciales lluvias yel cambio climático, del que nada qui-sieron hablar en Copenhague los norte-americanos, aliados de Alan, la pérdidade vidas humanas y vías de comunica-ción, nos revela su indiferencia, asícomo ninguna presencia del propioAlan García en el Cusco, que ademáses tierra de sus ancestros (su abuelaera de Combapata-Canchis), loconmueven, baja de esas nubes y larealidad de la extrema pobreza queviven nuestros conciudadanos, que hanperdido todo, sus hogares, objetos per-sonales y enseres, nos muestran quede ninguna manera HAY DEMOCRA-CIA en el país. Si esta solo es VIRTUAL,DE ACUERDO CON LOS TIEMPOS DELINTERNET, es decir solo en la cabezay en los discursos y la propaganda dela derecha y sus representantes, estala frase de avanza el país, cuando estacruda realidad nos dice que hay pueblosaislados, donde los víveres están esca-seando, es tierra de nadie, pues estánsubiendo de precio los alimentos, laspostas médicas no cuentan con lo ade-cuado. Defensa civil, que debería haberdado una respuesta mínima ocurridolos desastres, hasta la fecha no reac-ciona como debe ser. Ninguna de lasentidades del Estado, de esta demo-cracia virtual,está en capa-cidad de contra-rrestar estafuria de la natu-raleza, en lomás mínimo, ydar seguridad ala población. Elabandono estotal, hay queesperar losvuelos del Anto-nof desde Lima,que recién lle-gan trayendoa l g u n o simplementosdespués de casiuna semana deldesastre y ¿có-mo los distri-buirán, sólo alos del carnet dela estrella, susallegados, ahi-jados y demásoportunistas detoda laya?

¿Se formará otra COIMISION, comola de Ica después del terremoto, que“desapareció” la ayuda internacional,o la de Bagua después de la pérdidade vidas humanas, y luego nos diránque no pudieron preveer y que discul-pen los cusqueños? ¿Estas cosas ocu-rrirían en un país, donde mínimamentefuncione la llamada DEMOCRACIA?

No quiero terminar con una fraseque no debe pronunciarse en política,sin embargo, las circunstancias queatraviesa nuestro pueblo, una vez másgolpeado, castigado, sufriente, me obli-ga hacerlo: ¿HASTA CUANDO? Signifi-ca para millones de peruanos 188 añosmás de la misma crisis estructural, cen-tralismo brutal; desencuentros, extremapobreza, saqueo de recursos naturales,abusos, desigualdades, destrucción,muerte. ¿O diremos mejor BASTA YA?

Para que respeten nuestros dere-chos tenemos que conocerlos y recla-marlos, para ello es imprescindible laUNIDAD, LA ORGANIZACIÓN, de todaslas fuerzas que aspiramos con el cora-zón en la mano defender a nuestro pue-blo y estemos dispuestos a decir BASTAYA, con las consecuencias que conoce-mos de la bestialidad de los ricos, en larepresión, criminalización de la pro-testa, que lo único que imponen por lafuerza, no tienen razón alguna, paraque continuemos permitiendo que, sólodefiendan sus intereses, ¡BASTA YAUNA Y MILES DE VECES MÁS!

¡A CONSTRUIR LA AUTENTICA DE-MOCRACIA, REALMENTE PATICIPA-TIVA, INCLUYENTE, JUSTA, COMO LOHICIERON EN EL TAWANTINSUYO HOYCONOCIDA COMO LATINOAMERICA!

Cusco, 28 de Enero del 2010

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Por: Pepo

Las relaciones entre el MAS yel partido del alcalde de La Paz,el MSM, van de mal en peor. Parael gobierno el MSM se ha conver-tido en el basurero del MAS, alacoger en su seno a disidentes ydirigentes frustrados en sercandidatos por el partidooficialista. Como buen alcalde,Juan del Granado piensa que sepuede hacer buen negocioreciclando la basura: después detodo es pura ecología.

Podrá ganar con la basura,pero ya perdió en otros frentes.El MSM y su jefe del Granado sonbastante rencorosos. Hastaahora no se le pasa el odio contrasu ex partido madre, el MIR, ycontra sus principales jefes. Porello le quiso quitar represen-tatividad ante la InternacionalSocial Demócrata. Sin embargoahora el MIR tiene más gentedentro del gobierno del MAS quelos que pudo tener antes el MSM.Si la social democracia interna-cional se mueve, parece que noes a favor de Juan del Granado.

Mientras tanto, Evo Moralesy los del MAS felices de hacerse«asesorar» por social demó-cratas, extremoizquierdosos,fundamentalistas y quien quieraque se ofrezca. Lo malo es quedespués se alaban por ello...Incómodo para don Evo y suscuates.

Quien fuera uno de los mejo-res ministros de Evo Morales,Andrés Soliz Rada (ahora en elbando de los «resentidos»), enuna columna que publica en laprensa nacional, destacó que elsociólogo portugués Boaventurade Sousa Santos se jacta en sulibro «Plurinacionalidad, Democra-cia en la Diversidad (Quito, febre-ro 2009, página 52) que él coad-yuvó a incluir el reconocimientode 36 naciones en la Constituciónboliviana. Textualmente sostiene:«Yo he propuesto en La Paz laidea de que esta Constitucióncorresponde a un Estadoexperimental. Si estamos en unproceso de refundación, nadietiene las recetas, todas lassoluciones pueden ser perversasy, en esas circunstancias, lo mejores experimentar».

Bolivia, refugio de experimen-tadores. ¡Vengan, vengan aBolivia teóricos incomprendidos,reformadores fantasiosos, trans-formadores fracasados, utopis-tas desorientados...! Vengan, queaquí estarán mejor que en sucasa. Disponemos de millones desujetos de experiencia, de nom-bre indígenas, que dócilmentedejan que se hable y se haga loque sea en su nombre. Sin rencor,pero también (hasta ahora) sinmucho amor propio. Vengan queen Bolivia hay cero teóricos, cerotransformadores, cero reforma-dores. ¡Vengan, que el éxito deeste proceso de cambio dependede ustedes!

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La Paz, 15 de febrero - 14 de marzo de 2010 Página

¿Falso, auténtico o deformado?:

Sobre la Declaración de Seattlepublicada en PukaraRedacción Pukara

El artículo reproducido en el PukaraNº 49, La declaración fraudulentadel jefe Seattle (ver: http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-49.pdf ), ha provocado un abundantecorreo a nuestra redacción. Esta abun-dancia de reacciones, comparable a laproducida por otros artículos de Pukaracomo los relacionados a Pedro Domin-go Murillo, nos indica que uno de losobjetivos de nuestro mensual, el deprovocar una polémica sobre hechoshistóricos o políticos que pueden incidirnegativamente en los objetivos histó-ricos indígenas, ha sido logrado.

La declaración atribuida a Seattle esabundantemente citada como piezamaestra en la interpretación de lo quesería el pensamiento indígena. La refe-rencia a ese documento va desde gru-pos políticos hasta asociaciones deamantes de las flores y los animales.Empero, hay predilección por ese textopor grupos de esoterismo y ocultismo,que confunden la parasicología con losobjetivos sociales y políticos indígenas,desarrollando así una parasociologíaque parece responder más al imagi-nario del mundo occidental que a larealidad de nuestros pueblos.

Tres son los aspectos que hemosconstatado mediante una revisiónbibliográfica y en internet sobre laincedencia de esa Declaración en larealidad de nuestros pueblos.

Primero: Existe un sentimiento cadavez más intenso en el mundo occidentalde autocrítica a su propio desarrollo ya su propio sistema cultural y econó-mico, sentimiento acentuado en sec-tores marginales (pero que tiende aganar más público, entre otras cosaspor la tan en boga denuncia del cambioclimático). Esos sectores, sin embar-go, no canalizan su crítica en accionesconcretas y de relevancia social ypolítica, sino que de más en más seencierran en reacciones de tipo senti-mental y de contestación simbólica.Esos sectores necesitan una referenciay creen haberla encontrado en elindígena, impresión que se refuerzamediante el contenido de la citadaDeclaración.

Dada la situación de opresión colo-nial que deforma el cerebro del colo-nizado, éste en los inicios de su luchasigue un proceso doloroso de autoidenti-ficación (condición previa y necesariapara su liberación). Las imágenes quele lanza el colonizador puede deformary perjudicar su proceso si no es vigi-lante y crítico. Si la situación políticade los indígenas es una situación colo-nial, entonces algunas visiones que deél tiene el mundo occidental son perju-diciales, al corresponder a angustiasdel primer mundo y no a espectativasde los colonizados. Pues, ¿quién puedeafirmar que los pueblos indígenas nonecesitan de la técnica y el sabercontemporáneo para su liberación?

Segundo: En el mundo occidental unsector presto a enarbolar y adueñarsede la simbología indígena es aquelremanente del «retorno de los brujos»,del «realismo fantástico». El pensa-miento de estos sectores refleja unaantigua tradición paganista y natura-lista europea, que presenta sus propiasconclusiones como si fuesen premisasdel mundo indígena. Así, ciertas cos-movisiones que se atribuyen al indígena

sólo son viejas ex-pectativas occi-dentales anti racio-nalistas y anti pro-gresista. Plantea-mos otra interro-gante: ¿quién pue-de afirmar quepara constituirseen nacionas váli-das en el contextocontemporáneo,los pueblos indíge-nas no necesitendel saber y la es-peculación cien-tífica coetánea?

Tercero: EsaDeclaración entodo caso refleja-ría el sentir y pen-sar de los indíge-nas de norteamé-rica, y quizás deentre ellos de unsector determina-do (¿indios de las

llanuras?) y de una determinada vi-vencia social (¿nómadas cazadores?).Si se generaliza esa visión a los demáspueblos indígenas, se concurre en unnuevo imperialismo, esta vez entreoprimidos. ¿Con qué derecho se am-pliaría esa visión a pueblos y culturascon otra realidad socio económica ycon experiencias socio políticas disí-miles? Estamos viviendo esa nuevacolonización en Bolivia. El tema de lasprofecías no es tradicional ni tienenasidero entre los pueblos mayoritariosquechuas y aymaras. Sin embargo, lapropaganda política que busca pre-sentar al actual gobierno como indígenacon una misión redentora mundial, haceabundante uso de ese tema, ¡alpresentar a Evo Morales como elcumplimiento de profecías milenarias!

El asunto se vuelve picante cuandoexiste la posibilidad de que algunas delas fuentes en que se asientan los quealegremente navegan en los puntosanteriormente analizados, sean simplesfalsificaciones, como la Declaracióndel Jefe Seattle.

La publicación del texto sobre Seattleen el Pukara 49 busca, en conse-

cuencia, incentivar la búsqueda de laveracidad histórica de ese documentoy reflexionar sobre sus repercusionessociales y políticas.

En ese contexto nos parece impor-tante relatar algunas de las reaccionescríticas que recibimos a esta iniciativa.Vamos a sintetizar las que juzgamosmás relevantes.

Un buen amigo nuestro, FrankBracho, piensa que tocando esostemas como lo hemos hecho se haceflaco favor a la causa indígena y secorre el riesgo de dar agua al molinode la reacción. Por otro lado, segúnFrank, el manifiesto en cuestión seríaauténtico, habiendo él elaborado alrespecto un importante trabajo, que sepuede consultar ingresando al siguientelink: http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/4027348.asp

Otro lector, el señor GustavoPortocarrero Valda, es más incisivo.Para él, Pukara estaría publicitando aun «ultrareaccionario argentino Eduar-do Ferreira, formado por el ejércitogorila de este país en la lucha antigue-rrillera de los años 70», al reproduciruno de sus trabajos, que ni siquierasería su trabajo, pues ese señor «prestasu nombre para trabajos que hacenotros». Pukara se convertiría así «enun sirviente más del capital extranjeroal dar paso a un exponente negadorde la verdad histórica de aquél mani-fiesto». El señor Portocarrero afirmahaber escrito (en inglés) un libro,Earth’s Destructon and our Hope in theEcologist, en el que responde a todadifamación sobre esa Declaración.

Finalmente, otro lector, el señorDavid Rojas Elbirt, se muestra másecuánime: la Declaración del jefeSeattle, tal como la conocemos ahora,no sería falsa pero estaría «ensalsada».Se habría vuelto «poética» la versiónde las palabras originales, pero talembellecimiento, estarían en «conso-nancia con la versión registrada por elperiodista de aquel entonces».

Las reacciones provocadas muestranque se trata de un tema sensible y esun desafío a la investigación ¿Se puedeaceptar la solidez de un edificio cuandoexisten serias dudas sobre la validezde sus cimientos?

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«Tribus interactivas»:

Ultraje a los indígenas en latelevisión españolaAntonio Pérez*

En el reality show Perdidos en la Tribu, la familia Rocuero Oliva debe preparar a un lechón,provocando chillidos del animal, discusiones entre adultos y el «trauma» de sus hijos.Fuente foto: http://maqondo.files.wordpress.com/2009/06/sin-titulo-2.jpg

El 31 de enero de 2010, el CanalCuatro de la televisión española emitióla segunda serie de Perdidos en latribu. En la primera serie, tres familiasespañolas de clase baja dijeron (sic)haber convivido durante 21 días consendos pueblos indígenas: los Himba,los Mentawai y los San, mal llamados“bosquimanos”. En esta segunda serie,otras tres familias, de clase un pocomenos baja, dicen que convivirándurante 30 días con los pueblosKamoro (Papúa Occidental, antes IrianJaya o Papúa bajo ocupación indo-nesia), Hamar (Etiopía meridional) y“Nakulamené” (Tanna, Vanuatu).

La primera serie, (mayo y julio de2009), dejó la inesperada sensación deque los ridiculizados no fueran los indí-genas sino, ¡oh, sorpresa!, las familiasespañolas. De ‘las tribus’ se ofrecía laimagen de pueblos prístinos sin contac-to con el mundo circundante. Obvia-mente, esa imagen era tan falsa comoverdadera parecía ser la ofrecida porunas familias españolas que — ¿pornecesidades del guión? — rondaban laimbecilidad.

Pese a esta ingeniosa vuelta de tuer-ca intercultural, la serie levantó pro-testas variadas, tanto coyunturales ypragmáticas como generales y teóri-cas. La ong CEAR-Habitáfrica aclaróque los “desconocidos bosquimanos”les eran perfectamente conocidospuesto que llevaba años trabajando conellos; Survival International denuncióel “lenguaje racista” de la serie, mien-tras que el profesor Bartolomé Claverodemostraba en un corto, documentadoe implacable ensayo que la serie erauna muestra de “racismo gratuito másallá del negocio del espectáculo”1.

La mayoría de las críticas evitarontemas irrelevantes, como cuán exactoera el plazo de esos 21 días de ‘convi-vencia con las tribus’, o el verdaderoestatus económico de las familiasseleccionadas. Soslayaron tambiéntemas como el que las “tribus ignotas”contaban todas con una voluminosa

bibliografía — tanto en bibliotecascomo en internet — y que, desde haceaños, las “aldeas tribales” escogidasestaban integradas en los circuitos delturismo internacional. Tampoco se in-cidió en lo obvio: que todas las secuen-cias fueron grabadas por un enormeequipo profesional lo que, tecnica-mente, supone una laboriosa prepara-ción de horas por cada minuto de emi-sión. Resultan así grotescas laspretensiones del Canal Cuatro2 dehaber conseguido enfrentar dos com-portamientos muy distintos: el absolu-tamente previsible de una familiaeuropea y el ‘relativamente impre-visible’ de unos indígenas puros.

Los requisitos técnicos que anulanla sorpresa nos dan medida de la habili-dad actoral — performativa, ahora sedice — de los grupos en escena. Paraquien suscribe, la representación de lasfamilias españolas fue muy aceptabley simplemente excelsa la de la indí-gena. Esta desigualdad en la actuacióntiene un factor de corrección: que lasprimeras carecían de la experienciadramática de la segunda, indígenasobligados desde hace décadas a ‘hacerel indio’ delante de las cámaras.

Pero había — y hay — otro aspectomás interesante: ¿Qué perjuicios y québeneficios reportó para los indígenassu participación en aquél guiñol?

Incluso dejando aparte el problemafundamental de la voluntariedad oinvoluntariedad de sus actuaciones, noes pregunta fácil. Nos atreveríamos aseñalar que ambos, daños y bienes,fueron efímeros y escasos tratándosede aldeas turistizadas de antemano. Lainvasión de la televisora española (enrealidad holandesa-hispanoargentina)fue una más dentro de unas relacioneslaborales desiguales, humillantes y malpagadas, por ellos conocidas de sobra.

Hasta ahora nos hemos referido ala microscópica incidencia sobre unasaldeas concretas. Otro gallo cantaríasi ubicamos este episodio en el marcoque les corresponde: el de las relacio-nes neo coloniales. Aquí, el balance nopuede ser más negativo, para losindígenas y para los españoles. Bien asu pesar, los primeros contribuyeroncon su mera presencia a reforzar elmás racista de los imaginarios colec-tivos eurocéntricos: el de la creenciade que al colonialismo occidental toda-vía le quedan ‘tribus’ por democratizary alfabetizar (antes, cristianizar yreducir).Todos deberíamos saber que,por desgracia, las “tribus sin contactar”se reducen a unas pocas docenas.

Esos pocos miles de personas dequienes Occidente sabe poco más queuna vaga ubicación geográfica repre-sentan, sin embargo, un importantísimocapital simbólico. La maquinaria delespectáculo — intrínseca al capitalis-mo actual — funciona en buena medi-da gracias a ellas, como lo pruebanengendros al estilo Perdidos en latribu, engendros que engendran a suvez un nuevo género televisivo: el de“las tribus interactivas”.

Parece que el eurocentrismo nuncava a descansar en su invasión del pla-neta. No mientras cuente con familiascristianas felices de ser baboseadas yridiculizadas a cambio de un plato deeuros. Occidente, sin crisis o con ella,dispone de una gigantesca fuerzalaboral de sumisión — islam, en árabe— bastante bien articulada por unahegemonía cultural a la que sólo resis-ten, precisamente, los pueblos indí-genas. De ahí que, para cerrar el círculode la globalización perfecta, Occidenteutiliza contra los últimos bastiones dela diversidad cultural una variopintapanoplia de armas, en este caso la mez-cla perversa del empresariado transna-

* El autor es antropólogo español. El presentetexto es una versión condensada del [email protected]

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cional y del proletariado cualificado —los técnicos del espectáculo — y sincualificar — las familias de clase baja.

Por involucrar a clanes indígenas ar-chiconocidos3, era fácil calificar de en-gañosa y racista a la primera serie. Enlo que respecta a la segunda, se man-tienen estas características, con la sal-vedad de que a una de las tres ‘tribus’,los Tanna, no se la disfraza de ‘salvaje’.En efecto, se visten cotidianamente“casi” como aparecen en pantalla. Elpormenor es poco significativo, perovista la impudicia con la que losvideastas cambian los harapos de losfigurantes por atuendos tradicionales,este detalle deja de ser trivial.

Las mitades del nuevo génerotelevisivo

Cuando todos los pueblos indígenashabían sido filmados, grabados y sono-rizados — así lo creíamos4 — , cuandono quedaba indígena por retratar y des-cribir — eso esperábamos —, cuandotodos los indígenas del mundo estabanalmacenados en las videotecas, la muyboyante industria del espectáculo dictóla necesidad de seguir utilizando elmotivo nativo. Y es que, al mismo tiem-po que se acababa una era etnográficacinematográfica que tenía en su haberjoyas como Las Hurdes de Buñuel oTabu de Murnau y Flaherty, el mundomoderno, ahíto de orientalismos,desarrollaba una enfermiza glotoneríade exotismos indigenoides.

Comienza así la era de los modernosdocumentales “interactivos”5, géneroen que ya no se estilan las fugaces ocontinuas apariciones de un narrador-director con aires omniscientes, sinoque el eje de la narrativa es ahora larelación entre el equipo de rodaje y losindígenas. Es verdad que resultabademasiado cansina la manía de ignorara los indígenas reales, así fueran comomano de obra en aquellos rodajes enlos que su (esclavista) utilizaciónhubiera representado un ahorroeconómico y un aporte de realismo6 .

La productividad, rentabilidad e in-cluso popularidad de este nuevo géneroson apabullantes y es tan prolífico que,a efectos de análisis, debemos sub-dividirlo en dos categorías básicas:

a) Los hacer el indio (going native),son productos grabados en territoriosindígenas en los que los equipos occi-dentales interactúan simétricamentecon los nativos, intentando aprender suforma de vida: un dislate coloquialmen-te expresado como “ser adoptados porla tribu” (en su caso extremo inclusopretenden “casarse con una princesaindia”). Las series objeto de estasnotas se incluyen en esta categoría.

b) Los descubrimientos del ViejoMundo7, productos que pretendennarrar las visitas de los indígenas aOccidente, categoría con bastantesmenos ejemplos que la anterior.

Las diferencias entre estas categoríason evidentes, con gran ventaja moraly de calidad documental a favor de lasegunda. Las enseñanzas etnográficasde la primera suelen limitarse a com-probaciones del avance de la fronteraturística, datos descorazonadorescuando no superfluos. Por el contrario,la palabra del indígena en su visita aOccidente tiene valor en sí misma,amén de que su comportamiento sueleser digno, cuando se lo permite laempresa productora.

Además, cuando el occidental deci-de ‘hacerse nativo’ (intención ridículaen extremo) esa pretensión suele estaracompañada de la inicua explotaciónde sus anfitriones. Si la aproximacióna los indígenas se realiza desde la desi-gualdad política y la óptica eurocen-trista, poco importa que el occidentalde turno haya vivido largamente entrelos indígenas. Tal suele ser el caso denostálgicos hijos de misioneros o deextravagantes que se casan (temporal-mente) con alguna “princesa india”: alañadir la prepotencia al sarcasmo sobrelas coyundas interétnicas, el resultadoes doblemente sombrío8.

Triplemente sombrío cuando, comoempieza a estar de moda, son mujeresoccidentales las que se ayuntan con“guerreros indígenas” — el sinónimode “príncipes indios” —9. En 2006, laBBC Two envió a seis inglesas a ‘con-vivir’ durante un mes con “some of theworld’s most remote communities”.Según sus promotores, Tribal wives(Esposas tribales), pretendía ofrecer“una investigación profunda sobre lavida real de las mujeres tribales”. Pero,al utilizar a mujeres occidentales saca-das del arroyo, se inculca al televidentela vieja y retorcida idea paternalista deque los indígenas lo saben todo y,además, pueden curar los males denuestra sociedad. Ya lo avisaban lostítulos de algunos capítulos: “Cómo latribu Waorani consiguió relajarme”, “Lavida de los Mudhut fue suficiente paraque Lana dejara el alcohol”… Todo ellosin olvidar el atractivo del morbo sexualimplícito en el atisbo de unas inglesasa pecho descubierto, esta vez no por“exigencias del guión” sino porrequisitos de la interculturalidad.

La observación de la segunda cate-goría, el Descubrimiento del viejomundo, es menos deprimente, aunquesólo sea porque podemos extraer algúnpárrafo ilustrativo, mientras que enHacer el indio sólo encontramosejemplos a cual más monstruoso.

Describir Occidente según la miradadel extranjero es todo un géneroliterario con larga tradición10 querepresenta una concesión, cuando noun mero lujo, en el marco furibundodel eurocentrismo que caracteriza aOccidente. Por lo demás, su traduc-ción al lenguaje de las series televisivases reciente pero ya cuenta con

ejemplos muy dignos, entre los quedestacamos la adelantada aportaciónhispano-lacandona de Bilbao (ver nota6), el caso de los Tanneses o la micro-serie que documenta la gira porFrancia de una pareja de Papúas11 .

En esta categoría, todo depende delgrado de autonomía permido a losindígenas visitantes. Lo quedebería seruna invitación regida a estrictas leyesde hospitalidad, en manos de desapren-sivos puede convertirse en cautiverio.Hasta hace pocas décadas, todos losindígenas que ‘visitaban’ Occidente lohacían encadenados como esclavos o,luego, en la más caritativa pero siem-pre indignante condición de monos deferia. Es interminable la lista de losindígenas vivos expuestos en ferias,circos e incluso modernas exposicionesuniversales. Otro tanto puede sucederen las series televisivas y ya hayejemplos españoles de ello12.

El valor de estas series está en razóndirecta al tiempo que dejan la palabraal indígena. El modelo óptimo prescin-diría de todo comentario occidental yde tendenciosidad en la selección delugares a visitar y de personas conquienes dialogar. Llenos deben estarlos archivos audiovisuales del EstadoVaticano con documentos de visitas deindígenas a Occidente pero, ¿nos sir-ven de mucho cuando éstas se reducena la Piazza de San Pedro o al obispadode turno? La selección de lo que debever un indígena puede ser más o menosacertada pero, al menos, debe aspirara descubrir la variedad intraespecíficadel bosque occidental. No estoy nadaseguro de que la antropología acadé-mica, demasiado encerrada en su torrede marfil, esté a la altura de este reto,aunque nada me sería más placenteroque estar equivocado.

Una primera aproximación a esteproblema consistiría en priorizar lossegmentos de la sociedad occidentalque protagonizan la invasión directa delos territorios indígenas. Ahora bien,¿quiénes caracterizarían a éstos mal-vados? Cada director de serie tendríasu propia respuesta. Una segundaaproximación podría ser repetir enOccidente el clásico esquema deldocumental holístico etnográfico (asaber, paisaje-aldeanismo-trabajo-familias-cena-fiesta), pero es obvioque así no resolvemos el problema, sinoque solamente lo atomizamos.

Familias españolas optan porhacer el indio

Ante las críticas a la primera seriede Perdidos en la tribu, el CanalCuatro y Cuatro Cabezas — la produc-tora in situ —, arguyeron que su pro-ducto “no pone el foco en los pueblosanfitriones del programa, sino en elchoque cultural” (comunicado del 12.V.2009). ¿Realmente creen que si talfuera el objetivo, habría más de unadocena de espectadores dispuestos a

tragársela? ¿A cuántos les interesaríael choque cultural experimentado portres familias absolutamente anodinas?El exotismo pseudo-sociológicocamufla las verdaderas tendenciasactuales del mercado televisivo.

Antes, la televisión buscaba des-lumbrar al espectador presentándolegentes sobrehumanas y sitios lujosos;el televidente tenía que inclinarse antela ostentosa superioridad de personajesque se paseaban por lugares política oeconómicamente prohibitivos. Ahora,la televisión más moderna ofrece figu-rones de inconcebible bajeza y salonesal alcance de cualquiera — incluso defamilias pobretonas. Ayer, el propósitoera humillar al televidente; hoy, aca-riciarle el ego para que piense: “yo soyinfinitamente mejor que esos facinero-sos/as y, además, puedo ir a los mismossitios”. A mi juicio, tal es la clave deseries como Perdidos en… y no unafán antropológico propio de especia-listas (el 90% de los adictos a la drogatonta, ¿sabe siquiera lo que significa laexpresión “choque cultural”?).

Es de subrayar que estas series semueven en el azucarado ámbito de lacorrección política, por lo que estánobligadas a olvidarse de los tópicosracistas predominantes, aunquesiempre anclándose en lo fundamental:la superioridad del hombre blanco.

De las variadas opciones ideoló-gicas que la productora pudo disponera la hora de mantener su productodentro del eurocentrismo, escogió tres:una fundamental — el feminismo —y dos accesorias — las maneras demesa y las maneras de excretas.

Las familias españolas son superio-res moralmente a las indígenas porqueéstas son machistas; de hecho, el lemadominante en su campaña publicitariarezaba: Las mujeres de la tribu estánpeor consideradas que cerdos. Paralos productores (desconociendo datosetnográficos y etnohistóricos), entrelos aborígenes de todo el planeta esimposible que exista el matriarcado: elprimitivo es machista y punto. Escurioso que la última trinchera en ladefensa de Occidente pase por el hoyllamado “enfoque de género”.

Las “maneras de mesa”, la comidaaborigen, constituyen el siguiente bas-tión del eurocentrismo. La productoradestaca como espectáculo la mesaindígena: Los gusanos, arañas, víscerasy demás manjares asquerosos propiosde la dieta indígena serán repugnantes,pero son muy televisivos por sutremendismo facilón. En lo que nosocupa — lo ideológico —, son cuasineutros. En las reacciones que pro-voca, son potencialmente conflictivos,porque los “políticamente correctos”nos escandalizaríamos ante cualquiersarcasmo proferido contra la dietaindígena. Más aún, ante una provoca-

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Un libro interesante:

El racismo en la política y ennuestra historiaDaniel Sirpa T.

La historia boliviana tiene muchasomisiones y bastantes deformaciones.Y es que, ante todo, un historiador eneste país tiene la difícil tarea de justi-ficar (o no) el objeto de su estudio, esdecir, la existencia misma de Bolivia.

No estaba en la lógica de los acon-tecimientos políticos de mediados delsiglo XIX el nacimiento de Bolivia. Elanhelo de Bolívar era no despedazarsu sueño de una Gran patria Latino-americana, que por lo menos abarcaseuna Gran Colombia y un Gran Perú.Cuando una vez vencidos los españo-les, se definieron las nuevas fronteras,la norma jurídica que la reguló fue eluti possidetis juri, que indicaba quelas nuevas repúblicas se funden sobrelos límites de los antiguos virreinatos,capitanías generales o cualquier formade administración política autónomagenerada por la Colonia. Y, ¡caramba,lo que ahora es Bolivia – en eseentonces llamado Alto Perú – hacíaparte del virreinato de Buenos Aires!En toda lógica «Bolivia» debió serparte integrante de la RepúblicaArgentina o, en su defecto, de laRepública del Perú.

¿Cómo fue entonces que naciónuestra Bolivia, patria querida? JhonnyLazo Z. en su reciente libro, Historiadel racismo en Bolivia, es uno de lospocos autores que ponen el dedo en lallaga del nacimiento espurio de estapatria que nos vio nacer. Un SimónBolívar «embrollado por los abogados»(abogados que antes embrollaron aAntonio José de Sucre) se vio forzadolaa nueva república cuyo nacimientocontribuía a hacer pedazos su sueñode integración latinoamericana.

Para «doblar el brazo» de Bolívar,estos doctores «utilizaron toda suexperiencia discursiva hipócrita-demagógica y su carácter servil»:nombrandon primero a Bolívar admi-nistrador provisional del Alto Perú«mientras se resuelve el pleito con elBajo Perú y el Río de la Plata. Comoese pleito se resolvía en contra dequienes anhelaban «su» propia repú-blica, endiosaron la figura del Liber-tador. Bolívar envió a la AsambleaDeliberante instalada en Chuquisaca

un despacho (desde Arequipa, el 16 demayo de 1825), en que les indicaba sudecisión de sujetarlos a la autoridad delcongreso del Perú y suspendía susdeliberaciones. Los deliberantes esta-llaron contra ese avance del Libertador,profiriendo denuestos contra Bolívar ydecidiendo constituirse en estadoindependiente. Sin embargo, el 18 dejulio esta misma Asamblea envió unamisiva a Bolívar en la que entre otrasllunk’eadas indicaban que se acogían«a la mano protectora del padre comúndel Perú, del salvador de los pueblos,del hijo primogénito del Nuevo Mundo,del inmortal Bolívar…». Posterior-mente, la Asamblea decretó que elnuevo estado llevara el nombre deBolívar, declarándolo padre, protectory su primer presidente.

Lo anterior lo sabe cualquier histo-riador y lo detallan, de una manera uotra, los libros y manuales de historia.

Pero la mayoría atribuyen la creaciónde Bolivia no a la viveza de unos doc-tores (sin preguntarse qué intereseseran los que motivaban esa viveza ni aqué objetivos se encaminaba), sino,incluso, ¡a cierta venalidad moral delmismo Bolívar! Así, J.M. Camacho ensu Historia de Bolivia, escribe: «Tanvivamente lisonjeada la vanidad delhombre (Bolívar n.d.r.), las resolu-ciones de la Asamblea fueron acatadaspor éste con muestras de marcadoreconocimiento llegando en un raptode gratitud y entusiasmo a llamar suhija predilecta a la nueva República».

Poco grandioso y exaltante el naci-miento de nuestra patria. Pero, ¿porqué el empecinamiento de algunos paraese tendencioso y calamitoso parto?El libro de Jonny Lazo recuerda episo-dios como los ejércitos auxiliaresargentinos que, antes que los colom-bianos, derrotaron en varias batallas a

los españoles en territorio Altoperuano.Estos ejércitos, como lo indica tambiénLiborio Justo, Quebracho, en su libroBolivia, la revolución derrotada, nocontemplaban la independencia delcriollo, sino la emancipación del indio.Por ello, los criollos altoperuanosesperaron diez años más para ser libe-rados por otro ejército extranjero enuna coyuntura que sí les permitía conti-nuar los ideales hispanos y prolongarla expoliación del indio, bajo el cubiertode una república independiente.

Historia del racismo en Boliviatoca esos temas espinosos, lástima quede manera sucinta. Tiene párrafosinteresantes sobre los darwinistassociales, aquellos que para certificarel nacimiento ilegítimo de Bolivia escri-bían: «…el cerebro indígena y el cere-bro mestizo eran celularmente incapa-ces para concebir y entender la libertadrepublicana, con su altivez deliberativay sus prestaciones de civismo». Detallaasí mismo características de la historiacontemporánea. Las sublevaciones de1946 y el programa del MovimientoNacionalista Revolucionario sontratados, a nuestro modo de ver, demanera escueta, insuficiente para sacarconclusiones de tan interesante periodohistórico. Lo mismo podemos indicarde sus párrafos dedicados a las teoríasindigenistas e indianistas.

Un aspecto que merece reflexión esel análisis de la presente coyuntura.Para entender este momento debemosremontarnos a lo que fueron los AyllusRojos y Qhananchiri, seudónimo delactual vicepresidente, Álvaro GarcíaLinera (a quien el autor presenta comoel principal teórico de los primeros), yver cómo un proceso similar al estudia-do por Liborio Justo (el de 1952), losacontecimiento desembocan en unverdadero parto de los montes: «Elcontenido ‘Pro Burgués’ del programadel MAS y las modificaciones a la NCPEson demasiado evidentes hasta para unneófito socialista…»

Historia del Racismo en Bolivia… noes en una historiografía o historiologíasobre el racismo en este país. Es unaserie de ensayos sobre el tema en unmarco histórico determinado, quepresenta aspectos de nuestra historiaque merecen ser leídos y que prefi-guran nuevos estudios a ser debatidosy profundizados.

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Entrampados, se deben sentirlos del MAS y los del actualgobierno en Bolivia: Entrampadosen la perversa lógica que elloscrearon y que denominaron“cosmovisión indígena”.

Sucede que el candidato de esepartido para gobernador por La Pazen las próximas elecciones de abrildel presente año 2010, Félix Patzi,ha engrosado las filas de los nota-bles políticos amantes en excesodel licor. Selecto grupo de podero-sos, del cual hace parte el expresidente norteamericano GeorgeBush. Boris Yeltsin, el fallecido expresidente ruso, también honorabaesos rangos.

A Félix Patzi lo sorprendió la poli-cía (y la prensa, milagrosamenteconvocada al efecto) conducien-do borracho su vehículo. El Presi-dente Evo Morales en persona, elVicepresidente Álvaro García Li-nera y el novato ministro del inte-rior, Sacha Llorenti, se rasgaronprecoz y dramáticamente las ves-tiduras, escarneciendo al beodoinfractor y despojándole pública-mente de su derecho a repre-sentar ese partido y ese gobiernoen las próximas elecciones.

Confundido y anonadado (nosabemos si por efectos del ch’akhi,o por lo inaudito y desorbitado delas repercusiones de su farra) FélixPatzi al día siguiente, lloroso ycompungido, aceptaba el castigo,se mortificaba reconociendo suculpa y llamaba a todos los auto-movilistas a no seguir su mal ejem-plo. Patética imagen, que evoca-ba las autocríticas de los conde-nados en las purgas estalinistas.

Debió ser no más efecto delch’akhi, porque luego Félix Patzise dio cuenta de que según lasleyes boliviana para ya no ser can-didato, él personalmente tiene querenunciar (y con formalidades)ante la Corte Nacional Electoral.Por otro lado, partidarios, simpati-zantes, organizaciones sociales ydemás gentíos que normalmentese en este país para apoyar a uncandidato, le recriminaron su lige-

reza (no el haber bebido enexceso, sino el haber precipi-tadamente anunciado su retiro).

Tras un ritual aymara a la Pacha-mama, en el que participaron indí-genas de las veinte provincias deldepartamento de La Paz y delega-dos de importantes organizacionessociales y luego de que la justiciacomunitaria le impuso el castigode fabricar mil adobes para limpiarsu error, Patzi (vestido con ponchowayruru y tocado con sombrerode ala ancha) fue levantado enhombros y ratificado por sus basescomo candidato del MAS. Luegode la ceremonia, dirigiéndose aEvo Morales, Patzi dijo: “HermanoPresidente, por la unidad de nues-tro partido, tú eres jefe..., perotambién tomá en cuenta a todasestas organizaciones”.

Así, están confrontadas dos vi-siones de la cosmovisión andina,dos interpretaciones de la idiosin-crasia indígena y dos consecuen-cias de la justicia comunitaria.

Es legítimo preguntarse por quétanto alboroto por un político

embriagado. Por qué a Félix Patzile alcanzaron los rayos justicierosde una sanción política; rayos queen sus respectivos países nirozaron a George Bush o a BorisYeltsin, por ejemplo.

Lo que sucede es que en BoliviaEvo Morales (y el MAS) trata dedemostrar como verdadera la fic-ción que le endosaron sus aseso-res (más extranjeros que bolivia-nos) sobre el rol que debe repre-sentar como indígena salvador dela humanidad. En la mentalidadoccidental perviven estereotiposy fantasmas sobre los indígenas(no hay más que ver la películaAvatar). Es relativamente fácil dejugar ese rol cuando se trata derituales y ceremonias laboriosa-mente preparados en su mistifica-ción, como la reciente entroniza-ción de nuestro Presidente enTiwanaku. Es más difícil cuandose trata de incidir en el verdaderopauta e identidad indígena.

Para la farsa que se ha puestoen marcha sobre la naturalezaindígena, es imprescindible que el

indio sea prístino, que encarne el“ama sua, ama llulla, ama qella”,que conozca intuitivamente laverdadera naturaleza del cosmos,que respete y conviva armoniosa-mente con la naturaleza y, si esposible, que sea vegetariano…Pero sucede que los indios quejuegan esa comedia, no son preci-samente quienes pueden incidir enlo concreto, administrar y dirigirlos destinos de su pueblo, puesgobernar significa simplementeadministrar lo real. Así, es bonitotener indios de decorado (quehablen, por ejemplo, sobre el sexode las piedras en reuniones inter-nacionales). Pero, para quienesrealmente disponen es incómodotener indios que puedan quitarlesla pega de dirigir. No es pues raroque en este gobierno se hayahecho una sangría de los pocosindios que había en su seno:Santos Ramírez, Abel Mamani, FélixPatzi… Todos excluidos porrateros, por llevar vida disipada ypor dipsómanos. ¿Es que, por

El MAS en su salsa:

Felix Patzi, un candidatodesposeido por una cúpula q’araPedro Portugal Mollinedo

Félix Patzi en un encuentro internacional sobre educación, cuando todavía era Ministro en ese rubro y el gobierno lo exhibíacomo ejemplo de un buen indígena, cultivado y progresistas. Ahora para el MAS y para el gobierno, el mismo Félix Patzi es un«borracho, traidor y mentiroso». Fuente foto: http://educationanddevelopment.files.wordpress.com/

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Vestimenta e ideología:

Símbolismo y política en laposesión de Evo MoralesPedro Portugal Mollinedo

Los ritos y ceremonias con que algunos gobernantes quieren reclacar su pertenencia al mundo indígena, pueden cumplir unafunción contraria a la esperada, cuando se desprenden de la realidad e incurren en el espectáculo. Ese mecanismo, sin embar-go, puede no afectar la relación con quienes buscan justamente la mistificación de la realidad indígena.Foto: http://www.lv12.com.ar/fotos/201001/00431b.jpg

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Jueves 21 de enero, en un barriopopular de La Paz una familia observaatenta la transmisión por televisión dela posesión en Tiwanaku de EvoMorales. Un miembro de la familiaentra, echa un vistazo a la pantalla yreconociendo al personaje dice: «Pero,es el Evo. ¿Qué hace vestido de cura?»

Es que el presidente boliviano, EvoMorales, vistió para esa ocasión unatuendo inusitado. Es ya parte de lahistoria anécdotica la muy famosa«chompa» de Evo, con que escandalizóa Europa antes de su primera gestióncomo Presidente de Bolivia. Quienesquerían ver en el uso de esa chompaun símbolo vestimentario de cierto tipode ideología y de gobierno, quedaronfrustrados. La chompita fue al baúl, enespera de tiempos de insolvenciapolítica y de crisis de popularidad, enque podría ser rescatada y usada nue-vamente. Mientras tanto, el presidentede Bolivia eligió a una de las más carascostureras fashion de nuestro país(que también engalanó a JimenaSánchez de Lozada, la esposa delpresidente depuesto el 2003) para quelo vista decentemente, pero con unapincelada étnica que lo reivindique.

Entre la chompita y los modelos dela emperatriz de la alta moda en lanade alpaca, Beatriz Canedo Patiño, Evobrevemente utilizó una ropa excéntricaen su primera posesión en Tiwanaku.Cuatro años después nuestro presi-dente reincide.

La indumentaria que vistió esta vezno fue la misma que la anterior.¿Puede una vestimenta «tradicional»y ritual variar, estar también sujeta ala «moda»? En realidad no fue laexigencias de la moda la que impusoesos cambios, sino el parecer de losinnumerables asesores que circundana Evo Morales y que hacen lo mejorque pueden en su tarea de convertirloen un auténtico indígena gobernante,aun cuando deban, para ello, vestirlocomo ningún indígena en este país seviste actualmente. Sin embargo, estavez los estilistas del presidente ya noincurrieron en el anacronismo mayorde surtir vestimenta supuestamente

antigua con calzados notoriamentemodernos: Nuestro presidente luciósandalias que se las conoce ahoracomo ojotas.

La prensa fue informada oficial-mente que la vestimenta (fundamen-talmente un unku o túnica de colorblanco con decorados negros y grisesy un ch’uku o sombrero de cuatropuntas), permanecería «durante dosnoches, antes del acto, en el templetede Kalasasaya, para que reciba lasfuerzas espirituales andinas».

La «ceremonia» se realizó en unambiente cargado de expectativa y de«vibraciones místicas», aportes sobretodo de la gran cantidad de visitantessudamericanos y europeos, principal-mente jóvenes, imbuidos de unaconcepción esotérica y extática delproblema de los pueblos indígenas.Mientras, para el común de losbolivianos e indígenas presentes, losactos presenciados carecían de

sentido, al responder a un orden ydisposición ajeno a la tradición culturalandina.

Muchos conocedores hicieron notarlas distorsiones indigenistas de eseacto. Así, Sergio Tarqui Alarcón,miembro de la Confederación SindicalÚnica de Trabajadores Campesinos deBolivia, CSUTCB, en un artículo difun-dido electrónicamente hacía notar quelos diseños del unku no tienen nadaque ver con la simbología de los tejidostiwanacotas o aymaras. Por otro lado,la entrega por parte de un niño de unbastón de mando a Evo Moralescontradice la concepción andina tradi-cional, pues sólo ancianos, autoridadeso amawt’as pueden hacerlo, puestoque se considera al niño un ser enformación que todavía no ha llegadoal estatuto de jaqe, por tanto incapazde trasmitir ningún poder a quien esresponsable de mantener el ordensocial comunitario.

Por otra parte, la ofrenda a lapachamama que se quemó en el lugardenominado Pirámide de Akapana,fue una verdadera caricatura. Sehicieron cuatro mesas en cuatrohogueras, en cada una de las esquinasde la pirámide. Evo Morales colocó lasofrendas encima de los fuegos pren-didos, para luego ubicarse rápidamenteen el centro de Akapana. En realidadese tipo de ofrenda es único, no sehacen en esquinas. Además, tradicio-nalmente el oficiante y el ofrendantedeben esperar que la mesa se consumatotalmente, pues la interpretación delos restos y de las cenizas es parteinseparable e importante de laceremonia.

Pero ¿se buscaba realmente ejecutaruna ceremonia tradicional enTiwanaku? Desde luego que no, pueslas «ceremonias» en ocasión de laposesión de una nueva autoridad en elmundo andino no tienen nada que ver

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con lo que se hizo en esa ocasión. Enrealidad, se buscaba impresionar aquienes precisamente no conocen nadade la cultura indígena, para canalizarasí un objetivo puramente político. Yel efecto fue logrado, ¡pues sonjustamente todos aquellos que nohacen parte de la cultura indígena,quienes están convencidos de haberasistido a una auténtica ceremoniaindia!

La parodia de ceremonia aymara, sinembargo, se la presentó al público NewAge como una ceremonia «de lospueblos indígenas de Bolivia», como sicabría tal generalización. En realidad,ni siquiera había representantes de lassupuestas 36 naciones indígenas quepoblarían este país, pues los 36abanderados que las representaban¡eran todos aymaras!

Este espectáculo de uso y abuso delo indígena es parte constitutiva de laidiosincrasia occidental (ver artículo«Ultraje a los indígenas en la televisiónespañola», en la página 6 de estePukara. N.d.e.). Políticamente ya fueutilizado en Bolivia. El MovimientoNacionalista Revolucionario, MNR,manipuló a partir de 1952 abundan-temente la simbología de Tiwanaku.Carlos Palenque, en los años 1990, fueun artífice en los procedimientos derecuperación del «ritualismo andino»,para fines banalmente políticos. Sinembargo, quien de manera másespectacular utilizó estos recursos fueel ex presidente peruano AlejandroToledo Manrique, quien el año 2001asumió la presidencia del Perú en unasolemne y aparatosa puesta en escenaen pleno Machu Picchu.

El «ceremonial» de Toledo no sola-mente fue precursor en el tiempo delde Evo Morales, sino que lo dejópequeño en cuanto a lo aparatoso yfingidamente «étnico». «Sacerdotes»incas sorbieron chicha y la escupierona los cerros, como en los antiguosrituales religiosos del Imperio Inca. Serealizó además una ceremonia «depago» a los Apus «con la presencia de14 súbditos del Inca». Mientrastocaban los tradicionales pututos, lossacerdotes pidieron permiso a Toledo,considerado el nuevo Pachacutec,para prender fuego a una gran ofrendadestinada a los dioses, consistente enawayus sobre la cual había semillas,cebo, flores y azúcar…

El timo es relativamente antiguo,pero resulta más cedible si viene deEvo Morales. ¿Por qué un Presidenteque llegó al poder sin ninguno de estosartificios, ahora recurre abundante-mente a ellos? Es bien sabido que EvoMorales no hizo parte ni orgánica niideológicamente de las corrienteskatarista e indianistas, quieneshistóricamente en Bolivia fueron lasque enarbolaron banderas etnicistas yculturalistas. Si damos crédito a

antiguos y probados luchadores de lacausa indígena, como ConstantinoLima y Felipe Quispe Huanca, EvoMorales hacía mofa de cualquierideología que tuviese que ver con unpretendido «retorno al pasado»: Paraél eso era, despectivamente, regresaral ch’unch’u pacha, es decir, a laépoca de los salvajes…

Un Evo Morales transculturalizado(y orgulloso de ello en sus tiempos dedirigente sindical) es ahora disfrazadoy proclamado «líder espiritual», através de ceremonias supuestamenteancestrales. Curioso desarrollo de losacontecimientos. Pero más curioso esquien así lo disfraza. No es ningúnsecreto que el entorno de Evo Moraleses parte de una izquierda frustrada, quesolamente pudo llegar al poder bajo elponcho de un indio. Esta izquierda esla más entusiasta en ese «cosmovi-sionismo», no porque así defiende a loque hacen parte, pues justamente unacosmovisión es un hecho cultural, yellos pertenecen a la otra cultura, laque históricamente ha sojuzgado ydominado a los indios. Tal parece queesa izquierda, en su agotamiento, haechado por la borda sus principiosracionalistas y cientifistas y susposibilidades de construir un ordensocial diferente, imbuyéndose en unrelativismo que tiene como única guía«el odio al imperialismo».

Y cuando se asume un relativismo,este consume totalmente cualquiercoherencia ideológica y programática.El caos ideológico y conceptual quevive cierta izquierda se combina,nutriéndose, con una de las caracte-rísticas constitutivas del mundooccidental: su eurocentrismo. Europaha tenido siempre una actitudambivalente hacia el indígena. Elindígena es parte del mito europeo.Unas veces como el «mal salvaje»,negación de la cultura: el antropófago.Otras como el «buen salvaje», salvadorde la humanidad: el sabio natural.Huelga decir que ambas imágenes sonfalsas y que sólo hacen parte delimaginario colonialista.

Y es justamente esta dimensióncolonialista la que da sentido a lasmascaradas que ahora vivimos enBolivia. Si el mito del buen indígena,ecologista y todo, que tiene comomisión salvar a la humanidad (el únicoque puede hacerlo, pues es bien sabidoque hablamos con las plantas,dialogamos con los animales ymantenemos coloquiales relacionescon las nubes cuando necesitamosagua para los cultivos) es falso,mantenerlo tiene significadoúnicamente si lo interpretamos comoun elemento que impide ladescolonización del indígena.

Así, curiosamente, quienessupuestamente iban a revolucionar lasociedad y conducirla a paraísos de

justicia social, al la plenitud del saber ydel dominio de las fuerzas productivas,se dan ahora la mano con quienes hantenido siempre a la utopía comoargumento para el statu quo.

La perversidad del mito occidentallo tenemos actualmente, por ejemplo,en el mensaje de la taquillera películaAvatar. Parece ésta una condena aoccidente y un homenaje a losindígenas. En realidad es un roda-miento más en la perversa maquinariade hacer dinero y negocio, a costa delimaginario y de la insatisfacciónhumana. Podemos alabar el mundorústico de los primitivos, pero misentradas económicas se las concretizaen las sofisticadas salas de proyecciónde películas. Y para que la máquinamarche bien, cada quien debe asumirel rol que les corresponde, sin salirsedel guión. No importan las inco-herencias, lo que interesa es el efectoen el espíritu del consumidor (y en elbolsillo del director y del productor).

Tampoco importan las incoherenciaspolíticas en quienes adoptan el servilpapel de justificadores de las ilusionesoccidentales. Así, después de haberescuchado la proclamación de EvoMorales como «líder espiritual» de losindígenas (no existe esa categoría enel mundo andino) y como encarnaciónde las profecías que lo proclamaban(tampoco existe esa tradición ennuestra cultura), nadie tuvo tiempo defijarse en los festejos alcoholizados queremataron esa «ceremonia» ni en elestado en que quedó el «sitioceremonial», convertido en verdaderoy nada cósmico basurero de desechos,principalmente plásticos.

Curiosamente son muchas ONG’s lasinteresadas en mantener esta ficciónsobre el indígena y su actual rol«respecto a la humanidad». Lesconviene que seamos buenos y correc-

tos guardabosques; bosques que así yano son nuestros, sino sobre todo deellos. Para que cumplamos adecua-damente el rol que nos encomiendan,debemos interiorizar nuestra verdaderaidentidad, no la que creemos que esnuestra, sino la que ellos nos dictan.Survival Internacional, una conocida yprestigios institución, hizo reciente-mente un llamamiento en nombre delos pueblos indígenas de la India aJames Cameron, el director de Avatar,pidiéndole que ayude al pueblo indígenade los dongria kondh de Orissa (India),«cuya historia es asombrosamentesimilar a la de los na’vi de Avatar» yque «está luchando para defender sutierra contra una minera empeñada endestruir su montaña sagrada».

Según declaraciones del director deSurvival, Stephen Corry: «Así como losna’vi describen el bosque de Pandoracomo ‘su todo’, para los dongria kondhvida y tierra siempre han estadoprofundamente conectadas. La historiafundamental de Avatar, si no tienes encuenta los lémures multicolores, loscaballos de largos troncos y losandroides guerreros, está sucediendoen este mismo momento en las colinasde Niyamgiri de Orissa, en la India.»

Quienes buscamos el plenodesarrollo de las potencialidades denuestros pueblos, quienes pensamosque es justicia el autogobierno y elacceso a los recursos de saber y detécnica que pueden garantizar nuestraliberación, quienes sabemos que esjustamente la colonización la que haestorbado la adecuación contempo-ránea de nuestros derechos y denuestra identidad, ¿estaremos deacuerdo que conseguiremos nuestrosobjetivos siendo simples figurante encualquiera de las películas de unoccidente decadente, pero siempreaprovechador?

Resulta curioso que, incluso en las obras creadas por occidente para «defender» alindígena, este siempre es subalternizado. El héroe en la película Avatar no es unindígena, sino un «colonizador» arrependido que «adopta» la figura del indígena.En términos políticos, es la misma pretensión de quienes siempre han querido jugarel rol de redentores de los indios; es decir, de todas maneras ser siempre los jefes.

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ventura, los q’aras que manejaneste gobierno son los verdaderosindígenas del cuento?

Félix Patzi nos recuerda que elindio bebe en festividades y con-memoraciones (él indica que bebióporque hubo un encuentro familiarcon motivo del deceso de uno desus miembros); y si escucháramosa un cocalero, éste nos ilustraríasobre el verdadero respeto quetiene los indígenas sembradoresde coca hacia la Madre Naturale-za. ¿Cuál es la verdadera “justiciacomunitaria”: la embellecida yadulterada para consumo exteriorpor los doctrinarios del régimen ola que devolvió sus derechospolíticos a Félix Patzi? ¿Quién esel verdadero jefe indio: el queviste ropa de modista de lujo ensus actividades ordinarias yrecreaciones de arqueólogos ensus extraordinarias o el que se vis-te comunmente en su vida ordina-ria y de poncho wayruro en suseventos extraordinarios? ¿Cuál esel verdadero ritual: el efectuadoen Tiwanaku ante un auditoriopredominantemente hippie y NewAge para Evo Morales o el oficiadoen la provincia Aroma, entornadoy realizado por verdaderos ayma-ras, para Félix Patzi? Interrogan-tes como estas son fáciles dedesprender de lo que sucede… Larespuesta puede ser difícil ypolíticamente incómoda.

El gobierno está entrampadoentre el discurso y la realidad y elcaso de Félix es apenas un preám-bulo. Lo dramático vendrá, ponga-mos el caso, cuando las treinta ytantas pretendidas nacionesindígenas que la actual Constitu-ción Política del Estado reconoce,reclamen sus derechos y atribu-ciones. El Artículo 2 de esta Cons-titución indica: “Dada la existenciapre colonial de las naciones ypueblos indígena originario campe-sinos y su dominio ancestral sobresus territorios, se garantiza sulibre determinación en el marco dela unidad del Estado, que consisteen su derecho a la autonomía, alautogobierno, a su cultura, alreconocimiento de sus institu-ciones y a la consolidación de susentidades territoriales, conformea esta Constitución y la ley.”

Indicar que estos pueblos tienen“libre determinación” en el marcode la “unidad del Estado” es comoque un padre de familia recono-ciese la mayoría de edad de sushijos, pero siempre bajo la tutelaparental. Mientras se mantenganlos reflejos coloniales no habrápueblo indígena que vislumbre esaanomalía, pero después es seguroque se darán cuenta que lo querecubre esta Constitución es unaverdadera autodeterminación…Ojalá no veamos entonces la re-petición del caso Patzi en escalasmás grandes y dramáticas.

Félix Patzi, un candidato......viene de la página 9 El entorno blancoide de

Evo Morales, según Félix PatziEl caso del ex candidato Félix Patzi conmocionó a la opinión pública,

suscitando diversos comentarios entre analistas y personalidades políticas.La opinión popular se hizo eco del sentimiento de que Patzi fue objeto de

una “trampa política”, armada por quienes desde el MAS ven con recelo elascenso de indígenas en el control político del actual “proceso de cambio”.En efecto, si pensamos que después de estos cinco años de gobierno EvoMorales no se presentaría más como candidato a Presidente, sería necesariootro originario como principal candidato para justificar el argumento de queel MAS representa un “gobierno indígena”. Sectores de la opinión públicacreen que en el MAS y en el gobierno existe un entorno q’ara que manipulaa Evo Morales y que sería el principal perjudicado en caso de que indígenascon fuerza y personalidad puedan ascender a posiciones importantes. Esossectores serían los principales interesados en perjudicar a Félix Patzi.

Recientes declaraciones del ex candidato a gobernador por La Pazcontribuyen a consolidar y precisar esa apreciación.

Reproducimos extractos de declaraciones de Félix Patzi aparecidas enlos periódicos La Prensa y La Razón de la ciudad de La Paz, entre el 12 yel 14 de febrero de 2010, que precisan esa opinión y que dan luces sobre elfuturo accionar de este político aymara:

- - - -“El aspirante y líder indígena pidió a sus seguidores no dejarse engañar

con los “k’aras” (blancos), como el vicepresidente Álvaro García Linera y elministro de Gobierno, Sacha Llorenti, quienes habrían provocado esteproblema. ‘A todos los conozco, no se hagan los santos; ellos su concienciala tienen podrida, esa podredumbre de sus corazones de éstos que me hanhecho sabrán, se acordarán, pagarán, pagarán, y lo digo con esa palabra,pagarán, pagarán, lo digo desde esta tierra donde ha nacido Túpac Katari,donde estuvo Zárate Willca, donde ha estado Bartolina Sisa. Estos adobessignifican millones de personas que van a juzgar a los que nos handiscriminado, a los que nos han humillado, y se acordarán porque serápronto, creo que llegó la hora verdadera, esa hora verdadera se llamadescolonizar Bolivia’.

En su discurso, el líder indígena lanzó una serie de ataques al vicepresidenteÁlvaro García Linera y al ministro de Gobierno Sacha Llorenti. ‘Nopermitamos que los blancos nos humillen, no permitamos que el Álvaro(García Linera) me humille, no permitamos que el Sacha (Llorenti) me humille,subrayó Patzi, quien luego envió un consejo al presidente Evo Morales:

’Desde aquí le digo Presidente, no se haga rodear con esos k’aras, losk’aras te van a arruinar Presidente y están empezando a arruinarte Presidente,no te dejes arruinar Presidente, salvemos al partido, salvemos al MAS, túeres el líder del MAS y no dividas señor Presidente por culpa de estosk’aricitos que te están haciendo meter la pata’, dijo Patzi.

- - - -“El ex Ministro de Educación dijo: ‘Ésta es la primera división seria del

MAS que va a surgir, son ideologías distintas, una descolonizadora queplantea un sistema comunitario como sociedad y, el otro, que es el actual,con decisiones muy filantrópicas basadas en el asistencialismo social’.

Ésta es la cuarta escisión de ideólogos del MAS: primero fue el sindicalistaFilemón Escobar, luego el dirigente quechua Román Loayza, el dirigentecocalero Lino Villca y ahora Patzi.

- - - -“Félix Patzi: El ex candidato del MAS asegura que los movimientos sociales

están con él porque se han dado cuenta de que a los indígenas los utilizancomo masa y manifestantes”

- - - -“- ¿Quiénes son los del “entorno blaicoide” que usted señala y que le

hacen daño al MAS y al gobierno de Evo?- Héctor Arce, Sacha Llorenti, Álvaro García Linera, Luis Arce Catacora,

Walker San Miguel, aunue éste se fue a otra estructura, pero no cambia defondo, por eso las políticas obedecen a esa estructura, a ese pensamientode la escuela tradicional, ellos hacen que las utopías soñadas por losindígenas no se hagan realidad. (…)

- Háblenos de las debilidades y fortalezas del Presidente frente al entornoblancoide…

- El Presidente es muy pragmático, y eso hay que aprender de él, pero suvisión y su pragmaticidad son tergiversadas, y quien lo tergiversa es eseentorno de la izquierda tradicional. Ellos ponen su pensamiento, su ideología,su fundamentalismo y su dogmatismo. Están convencidos de que elsocialismo es bueno para ellos (…), pero hay que se honestos, no estamosyendo hacia el socialismo, ni hacia el comunismo, estamos sin norte.

En venta librossobre la realidadindígena en BoliviaEn las oficinas de Pukara, EdificioChuquiago, Calle México 1554,Oficina 5, Planta Baja, en La Paz,se pueden adquirir libros sobre larealidad de los pueblos originariosde Bolivia, estos son algunos de lostítulos en venta:

«Historia del racismo en Bolivia»,libro que presenta los principalesacontecimiento de la historia bolivia-na, que explican la conformación yla práctica del pensamiento racistaen este país.

«El Discurso de la ‘CosmovisiónAndina’», un ensayo crítico desde laperspectiva de la dialéctica marxistade lo que se ha popularizado como«cosmovisión andina».También puede encontra estos títúlos:«Tupak Katari vive y vuelve...carajo» de Felipe Quispe Huanca.«Los Tupakataristas revolucionarios»,de Ayar Quispe«Asamblea Constituyente y PueblosOriginarios», de varios autores.Calle México 1554, oficina 5, PlantaBaja, La Paz.Teléfono 71280141

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indígena. Más aún, ante una provoca-ción racista, el público televidente (grantragón de marisco y casquería que sólocomparte con los indígenas su deleitepor esa excrecencia de unos tipos demoscas, a la que llamamos miel) podríarecapacitar sobre sus prejuiciosgastronómicos y ya sabemos que, entelevisión, recapacitar es tabú.

La última frontera eurocéntrica serefiere a la higiene, la ropa y el excu-sado. Son las “maneras de excretas”.Según la serie, comparativamente lasfamilias españolas son muy limpias,muy cautelosas en su vestimenta y,sobre todo, muy discretas en la disposi-ción de sus excretas. Ergo, son supe-riores a unos indígenas siempre sucios,que usan taparrabos y que cagan asaber dónde. Para este último rasgo latraducción visual es demasiado proble-mática, no así para los anteriores, degran fuerza visual. Respecto a los dosprimeros puntos, procede enfatizar que:a) La ropa indígena es más adaptadaal medio que la eurocéntrica pero, aveces, la estética desvirtúa su funciona-lidad; en la vestimenta occidental estarelación se invierte. Otra diferencia esque los criterios estéticos son consen-suados entre los indígenas y sujetos depolémica entre los occidentales. b) Losindígenas son más limpios que losoccidentales y este aserto no es xeno-filia pura sino sentido común; los abo-rígenes son más limpios no sólo porquese lo permite un entorno natural menosindustrializado sino por la simple razónde que, de otra manera, no hubieransobrevivido. Huelga añadir que la pro-ductora no comparte esta evidencia.

Finalmente, la productora miente alquitar los harapos de fibra sintética quecotidianamente visten los indígenas —fruto venenoso de su proximidad a lasempresas de turismo — para disfra-zarlos de ‘prístinos nativos’. ¿Mientetambién cuando altera las condicionesde higiene en las que realmente vivenlos clanes anfitriones?, pues, a falta deinformes etnográficos detallados, nosabemos muy bien cómo son.

Estos temas resultan minucias si lascomparamos con la prohibición abso-luta de situar a los indígenas en unaperspectiva histórica. Estamos anteun punto clave compartido por estaserie con los demás productos quehacen el indio. En todos ellos, laetnohistoria es anatema. Negando elpasado, se niega una historia abarro-tada de infamias que comienzan en laesclavitud y llegan a su apogeo con elgenocidio. Los pueblos indígenas dehoy son el resultado de la invasión deayer — y también de hoy. No vivenasí porque quieren, sino por imposiciónajena. Presentarles como aislados porvoluntad propia — que más quisiéra-mos —, es ocultar que nuestra prospe-

ridad y su marginación son fenómenosinseparables. Retratarles como inde-pendientes y autárquicos es la últimainfamia que se le obliga a figurar.

Sobre otros aspectos menos relevan-tes, añadiríamos que las (imprudentes)familias españolas confían en laproductora, confianza basada en elpresupuesto que los indígenas estándomesticados. Por ello, las familias semueven en las aldeas como por unhotel de perros, con cierto recelo perocon el íntimo convencimiento de sudominio sobre unos animalillos quedependen de sus euros para sobrevivir.

La última ratio de su seguridad estri-ba en la (no menos imprudente) certezade que los indígenas son bloque homo-géneo, “como lo son los perros”. Laimportancia concedida por la producto-ra a esos fantasmagóricos “ConsejosTribales” que deben decidir la suertede las familias españolas no radica enalguna clase de respeto por la realidadétnica sino en un estereotipo: que losindígenas son unánimes. Estamos anteotro de los últimos refugios del racismo:Los pueblos indígenas han de sermonolíticos, cuerpos sociales en losque no hay diferencias individuales,cual si fueran una colonia deparamecios o una enorme ameba.

Otro aspecto secundario pero signi-ficativo es que las familias españolasno hacen regalos ostentosos a sus con-trapartes indígenas, aunque constante-mente se insinúa que las mercancíasoccidentales — benéficas per se —,pueden forzar el cambio social —perogrullada habemus —, olvidandoque toda mercancía tiene un precio, asísea un regalo de ong. La antropologíamoderna se fundó desfaciendo entuer-tos muy arraigados en el imaginarioeurocéntrico, entre ellos el conceptode regalo. El regalo no es unívoco, gra-tuito ni siquiera generoso sino queimpone obligaciones al (supuesto)beneficiario. En otras palabras, que loscaramelos pueden estar envenenados.Aparentemente, las familias no repar-ten caramelos pero ¿y la productora?

No menos perverso es comunicar lailusión de un protagonismo indígenacuando, lo subraya Clavero en su opús-culo antes mencionado, los indígenasparticipantes en este nuevo génerotienen un margen de decisión menorque “en los tiempos colonialistas de LaReina de África o de Mogambo… yno digamos en la actualidad… comolos contratos que se suscribieron conlas comunidades donde iba a rodarseEl jardinero fiel”. Que su autonomíalaboral indígena es menor resultapalmario si observamos que las redesempresariales eurocéntricas son cadadía más densas, robustas y efectivas.1 Ver: http://clavero.derechosindigenas.org/?p=28212 Cuando se iniciaron estas series, Canal Cuatropertenecía casi exclusivamente al grupo político

-mediático PRISA. A finales del 2009 y graciasa los manejos del ultra-franquista R. MartínVilla, pasó a control del premier italiano S.Berlusconi. La nueva dirección, abiertamenteneofascista, no alteró la continuación de la serie.3 Tenemos pruebas fotográficas y testimonialesde que los mismos Mentawai que aparecen enpantalla trabajaron en el turismo desde princi-pios de los años 1990’s. Recurriendo a otrosinformes las fechas se retrotraerían no menosde otra década. Si del turismo en particularpasamos al contacto intenso con la sociedadenvolvente en general, hemos de señalar que A.Cannizzaro, el primer misionero de los tiemposmodernos, llegó al territorio mentawai en 1953.4 Se llegó al extremo de grabar los primeroscontactos con “pueblos indígenas en aislamien-to voluntario”. Sobra decir que no todos losindígenas descubiertos ante cámaras son real-mente desconocidos, ni que estos primeros en-contronazos son casuales, sino siempre provo-cados por la industria del espectáculo. Véaseuna narrativa de la mercantilización de esteturismo de aventura (que no etnográfico) entierras próximas a los Kamoro (PapúaOccidental), en BEHAR, Michael y DUPONT,S., “The Selling of the Last Savage”, pp. 96-113, en Outside, vol. XXX: 2, febrero 2005.5 Interactividad, neologismo cuya moda seasienta en la (supuesta) igualdad entre susactivistas pero cuya realidad no se compadececon ninguna simetría social, salvo en sectoresmuy limitados –los chats et allii-. La desigual-dad entre sus actores se manifiesta con mayorcrudeza cuando se trata de documentales con(a menudo, contra) los pueblos indígenas.6 Ya estábamos hartos del desaforado racismode un Victor Mature haciendo de indio, un BurtLancaster de apache, un Yul Brinner de mongol,de actuaciones inverosímiles incluso en sustiempos relativamente lejanos. Si fuéramoscoherentes y no padeciéramos el culto a lapersonalidad (artística), también nos resultaríangrotescas magnas obras como Fort Apache(John Ford, 1948), película en la que el JefeCochise habla ¡en español! Aún más retorcidoes el caso de los indígenas Diné (alias“Navajos”) figurantes en la película El grancombate (Cheyenne Autumn, John Ford, 1964)pues aunque son Diné reales los que actúan y,hablan en lengua diné… en la película estransformada en lengua cheyenne.7 Tomo prestada esta expresión del título deun excelente trabajo dirigido por Paz Bilbao(la galardonada Crónica del Descubrimientodel Viejo Mundo, por Kayun Maax, 1989-1990). Este documental narrala visita de un indígena‘lacandón’ a España y el relato,a su regreso, a los sabios de supueblo. La altura de lasdiscusiones que Kayunmantuvo con toda clase deespañoles y la calidad de suspinturas — expuestas enMadrid, en el Museo Nacionalde Antropología —, fue grataexperiencia para quienes cola-boramos en aquel emprendi-miento. En el plano literario,también en España se hautilizado el recurso estilísticode las ‘Conquistas al revés’.Por ejemplo, en 1977, Avel.líArtís Gener publicó Palabrasde Opotón el Viejo. Crónica delsiglo XVI de la expediciónazteca a España, Eds. 29,Barcelona, 217 pp.8 Sabine Kuegler, hija de misio-neros evangélicos, vivió suniñez entre los Fayu de PapúaOccidental. Años después sehizo famosa comercializando enmultimedia los recuerdos reco-gidos en el libro Das Dschun-gelkind (La niña de la selva)Lamentablemente, lo que re-cuerda es que los niños fayu “no

se reían jamás” puesto que vivían en unasociedad “que se caracterizaba por una bruta-lidad terrible y por el canibalismo, que vivíaen la edad de piedra y que un día [gracias a losmisioneros] aprendió a amar en lugar deodiar”.9 A cada ensayo de nupcias interculturales lesigue indefectiblemente su traducción audio-visual. Así ha ocurrido con los casos de la japo-nesa Maki Nagamatsu, la francesa JacquelineRoumeguere-Eberhardt y la suiza CorinneHofmann casadas todas ellas con Masai.Hofmann es la más conocida gracias a sus librosy, sobre todo, la película dizque autobiográficaLa masai blanca (H. Huntgeburth, 2005).10 Por ejemplo las Cartas persas (1721) deMontesquieu o su correlato español, las Cartasmarruecas (1788-1789) de Cadalso. Para elcaso específico de los indígenas, Los PapalagiDiscursos de Tuiavii de Tiavea, jefe samoano(1920) son un referente ineludible.11 Una tribu en Francia, producción de Canal+ y Bonne Pioche, dos capítulos, 2008. Lospapúas Palobi y Mudeva son invitados por elfotógrafo Marc Dozier a visitar lugares caracte-rísticos de Francia. Tratados con respeto, susreacciones no tienen desperdicio. Por ejemplo,contemplando a unos deportistas de riesgo,comentan entre ellos: “¡Esta gente no tiene apre-cio a la vida!”. La trascripción termina sin quepodamos saber si los papúas se refieren a lavida en general, a la vida humana o a las vidasindividuales de los deportistas suicidas, lo quenos plantea una interrogante antropológicasobre la noción de aprecio a la vida propia y sucorrelato hacia la vida ajena entre los papúasy, en general entre los pueblos indígenas.12 En noviembre del 2009, la periodista Merce-des Milá tuvo la “graciosa ocurrencia” de ence-rrar en la jaula de su programa Gran Hermanoa tres indígenas, probablemente del pueblo Dani(Papúa Occidental) aunque más de un medioles denominara “zulúes” (sic). Es de admirar laubicuidad y productividad mediática de esospueblos, pero aún más nos emociona la sabidu-ría que esos individuos demostraron lidiandocon genuinos “desechos de discoteca”, (no otradefinición merecen los españoles/as enclaustra-dos en ese panóptico). La infamia es contagiosaasí que debemos prepararnos para una ava-lancha de indígenas incrustados en la televisiónbasura; que el delito está en muchas cabezasdirectivas lo demuestra (groseramente) una fácilconsulta a Google: solicitándole el 01.V.2009“reality-shows+with+indigenous+ peoples”obtuvimos 272.000 items.

Ultraje a los indígenas......viene de la página7

El colonialismo persiste: Antes los indígenas debíamosfingir ser «civilizados» cuando se aproximaba el blanco;ahora debemos fingir ser «salvajes».Fuente caricatura: http://minchinela.com/blog/

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Noticias breves...Página web de comunicadores indígenas

Comunicadores indígenas se reuniránen Buenos Aires, Argentina, para lafirma de convenios y la presentaciónde una página Web. Tras la inclusiónde la propiedad indígena de los me-dios de comunicación audiovisualescomienza a desarrollarse la comuni-cación con identidad en los territorios.La presentación de la página podrá

ser seguida a través de Internet. Los días 10, 11 y 12 de febrero, en laciudad autónoma de Buenos Aires, el equipo de comunicación del encuentrode organizaciones de pueblos originarios junto a autoridades originarias de23 pueblos preexistentes al estado argentino presentaran una página Web,firmaran convenios, abordaran el desarrollo en los territorios de la comuni-cación con identidad y harán importantes anuncios. Juan Chico integrantedel Pueblo Qom definió a la comunicación con identidad como «una herra-mienta que viene a dar visibilidad al reconocimiento constitucional de lapreexistencia étnica y cultural de los Pueblos Indígenas para que transfor-me la relación con el Estado y sus instituciones sociales, políticas, económi-cas y jurídicas a fin de confrontar y transformar estas relaciones de poderque han naturalizado las asimetrías sociales, superando la actual situaciónde dominación, dependencia y discriminación». La comunicación con iden-tidad fue incluida en la ley de servicios de comunicación audiovisual 26.522luego de que el equipo de comunicadores conformado por 35 comunicadorasy comunicadores de las organizaciones territoriales debatieran , consensuarany elaboraran la propuesta que luego seria incluida tras meses de incidenciapública y política para garantizar el derecho a la comunicación de los pue-blos originarios.Para mayores informaciones: [email protected]

Kurakas de la nación qhara qhara perseguidos Los Kuracas de la Nación Originaria de QHARA QHARA, son perseguidos ydetenidos por el solo hecho de exigir el cumplimiento de los derechos origi-narios. Hilarión Chávez, kuraka mayor de Qhara Qhara Suyu fue detenidopreventivamente a inicios del mes de febrero por Iván Sandóval, Juez dePrimero de Partido en lo Penal, vinculado a los racistas de Sucre, a deman-da de familias que dominan Sucre, actual capital de Bolivia, pero esta vez sesuman los de la Federación de Campesinos a la cabeza de Esteban Urquizucandidato a Prefecto por el MAS, mediante su abogado y apoderado FelipeMolina y el abogado Ever Almendras, vinculado al INRA Departamental deChuquisaca. De esta manera, autoridades tradicionales son demandadas enuna extraña alianza MAS – COMITÉ INTERINSTITUCIONAL DE SUCRE, fa-mosos en humillar y negar los derechos Indígenas Originarios. La moviliza-ción de los ayllus, que se enfrentaron a la policiía, no permitieron que seencarcele al Kuraca valeroso incorruptible y luchador, que sigue el ejemplodel Kuraca TOMAS KATARI en 1781, quien fue encadenado y asesinado enQuila Quila Marka y sus hermanos procesados y ejecutados por los españo-les. Esta conducta parece que no ha cambiado.Mayor información y contactos: [email protected]

Empresa minera invade territorio indígenaLa dirigencia aymara del norte de Chile está en estado de alerta por lairrupción de la empresa minera Southern Cooper Corporation, de capitalesnorteamericanos y mexicanos, que impulsa el proyecto «Exploración Mi-nera Catanave». El proyecto se localiza a 15 kilómetros de la localidadTignamar, comuna de Putre, provincia de Parinacota, al interior de la Reser-va Nacional de Las Vicuñas, que forma parte del Sistema Nacional de ÁreasSilvestres Protegidas por el Estado (SNASPE). Según el Estudio de ImpactoAmbiental presentado por la transnacional -que se encuentra en califica-ción- el proyecto busca llevar a cabo una campaña de perforación condiamantina para caracterizar y estimar las condiciones de alteración de

mineralización en profundidad,basándose en los indicios favo-rables obtenidos de los estudiossuperficiales del área. También

se trata de focalizar o delimitar el sistema hidrotermal, que alteró y mineralizóla zona. Para este propósito se han programado 14 sondajes distribuido ensiete plataformas. La superficie que comprende el proyecto, indica el infor-me, corresponde al área que será intervenida por la instalación de las plata-formas y la habilitación de la huella de acceso a plataformas, lo que involucraun área de 2,2 hectáreas, con una inversión ascendente a 950.000 dólares($ 481.650.000 aproximadamente), una vida útil de 26 semanas y la ocupa-ción de 20 operarios calificados para este tipo de faenas.Fuente: [email protected]

Riesgo de enfrentamiento entre campesinos e indígenasEn medio de dinamitazos, al menos 500 indígenas y 400 campesinos, prota-gonizaron amagues de enfrentamiento durante el fin de semana en la loca-lidad de Apolo, ubicada en la provincia Franz Tamayo del norte paceño.Según el reporte de la radio «Franz Tamayo» de la Red Erbol, los miembrosde la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo, que aglutina 16 comuni-dades, se aprestaban a celebrar el 30 de enero un fallo a su favor del Tribu-nal Agrario Nacional, que declaró improbado el recurso de nulidad que haceun par de años presentó el sector campesino sobre uno de los TerritoriosComunitarios de Origen, TCO, Leco. De acuerdo al reporte de la emisora,los miembros de la Federación de Campesinos de la Provincia Franz Tamayo«Túpac Katari», que agrupa 68 comunidades, nuevamente evitaron que losindígenas ingresen a la plaza principal de Apolo en celebración por el fallodel Tribunal. El problema entre indígenas Lecos y campesinos data desde ladécada de los 90, cuando se creó la Central Indígena del Pueblo Leco deApolo y la disputa entre ambos bandos aumentó cuando los indígenas logra-ron hacer reconocer sus propiedades como una TCO a través del InstitutoNacional de Reforma Agraria, INRA. La Federación de Campesinos cali-fica a la Central Indígena de una organización de «falsos indígenas» porqueconsidera que ya no existen los verdaderos Lecos, los que así seautodenominan serían migrantes, por lo que entre ambos bandos no habríaninguna diferencia, ni siquiera en el idioma, debido a que los dos sectoreshablan quechua.Fuente: Erbol

Convocatoria Canto de AméricaEscritores en Lenguas Indígenas, A. C.,con el apoyo del Fondo Nacional parala Cultura y las Artes, convoca al IIIPremio Continental: «Canto de Améri-ca» de Literatura en Lenguas Origina-rias de este Continente. Podrán parti-cipar autores que de manera individualpresenten una obra literaria inédita, enlos géneros de poesía o narrativa, es-crita en una lengua originaria de Amé-

rica, y su correspondiente traducción al español. La temática de la obra eslibre, pero habrá de considerarse el pensamiento, la cosmovisión, la lenguay la cultura representativos de la comunidad lingüística a la que perteneceel autor. Para inscribirse, deberá entregarse tres ejemplares de la obra,impresa en forma bilingüe, con una extensión mínima de 60 cuartillas, en lalengua original. Además, deberá acompañarse de una copia en CD. El for-mato de presentación del texto será de 1.5 de espacio, escrito en fuenteArial, en hoja tamaño carta, en una sola cara. La obra se presentará firma-da con seudónimo, adjuntando en sobre cerrado todos los datos del autor yde la obra.La responsabilidad de la obra literaria es atribuible exclusiva-mente al concursante. En caso de presentarse alguna falta o irregularidad,particularmente relacionada con la violación a la Ley de Derechos de Au-tor, o de alguna otra disposición legal, a nivel nacional o internacional, lassanciones correspondientes serán conferidas a quien entregue la obra lite-raria como de su autoría.Para mayores informaciones:Gante 4, Interior 602.Col. Centro. Delegación Cuauhtémoc.C. P. 06010 México, D. F.Tel. 55-21-62-60 55-21-62-60;

e-mail: [email protected]

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