vamos al grano

Entre mayo y junio pasado la Coordi-nación y Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej, llevó a cabo tres encuen-tros juveniles de preparación en igual número de regiones de Guatemala (centro, norte y occidente), que con-vocaron a representantes de las dife-rentes expresiones juveniles, quienes discutieron y aportaron ideas, como parte de la preparación rumbo al IV

Congreso de los Pueblos, Comunida-des y Organizaciones, realizado del 07 al 09 de agosto reciente.

Tenencia de la tierra y soberanía ali-mentaria son algunos de los temas en torno a los cuales las y los jóvenes expusieron y compartieron sus ideas durante las jornadas de trabajo, sin dejar a un lado otras problemáticas

Año 4Mayo - junio - julio 2014Boletín No.25

Encuentro Juventud Campesina en Xela

Foto: Waqib’ Kej

Pueblos, comunidadesy organizacionesJuventud llegó con propuestas al IV CONGRESO DE

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que les afecta, siendo las principales: falta de educación y escaso acceso a la salud, introducción de megapro-yectos en sus territorios que provoca migración y desempleo para las ma-yorías. Ante ello, los representantes juveniles coincidieron en que la tierra es vital para resolver gran parte de la problemática que afrontan actual-mente ellos y sus comunidades en el campo.

Las propuestas emanadas durante los tres encuentros efectuados en ciudad de Guatemala, Cobán, Alta Verapaz y Quetzaltenango, respec-tivamente, fueron elevadas por las distintas delegaciones en el IV Con-greso de Pueblos, Comunidades y Organizaciones.

En este período también hubo un Encuentro de la Niñez, sector que también tuvo participación en el IV Congreso y que arribó con el lema: “Desde nuestras raíces, sembramos las semillas para una nueva socie-dad”, según indicaron organizadores del evento nacional.

Todos los encuentros contaron con la participación de jóvenes prove-nientes de distintos departamentos, municipios y comunidades, cuyas preocupaciones y propuestas sobre la problemática agraria, soberanía ali-mentaria, entre otras, fueron expues-tas y entregadas en el IV Congreso.

Mujeres rurales posicionaron propuestas en el IV Congreso de Pueblos, Comunidades y OrganizacionesPrevio a participar y aportar en el IV Congreso de Pueblos, Comunidades y Organizaciones, realizado del 07 al 09 de agosto pasado, la Alianza de Mujeres Rurales –AMR-, miembra de la Campaña Vamos al Grano – CRECE, realizó durante

el mes de mayo seis precongresos en diferentes regiones de Guatemala, para dialogar y recoger las preocupaciones y propuestas de alrededor de 500 mujeres, quienes resaltaron su preocupación en temas como: acceso a tierras, soberanía

Mujeres rurales en encuentro

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alimentaria y la violencia en sus distintas manifestaciones contra su integridad.

Los precongresos específicos para mu-jeres rurales propiciaron “que desde las mujeres se discutieran las problemáti-cas que las afectan, en un espacio pro-positivo y trazando rutas para alcanzar sueños en esta sociedad”, indicó Dalila Vásquez, integrante de la AMR. Los pre-

congresos también se constituyeron en espacios donde las mujeres rurales hablaron abiertamente y rompieron el silencio respecto a los problemas que afrontan en sus comunidades y en la sociedad, tales como la extracción de recursos naturales, la criminalización de sus luchas en defensa de la tierra y el te-rritorio y la violencia contra las mujeres.

Sus demandas y propuestas quedaron bien planteadas y tomadas en cuenta.

Un plan de seguimiento que contempla la postura de las mujeres.

Acciones que buscan la igualdad en acceso a recursos y participación.

Fijaron el cómo asumirán los hombres la parte que les corresponde; es decir, garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres, más allá de los documentos.

ALGUNOS LOGROS DE LAS MUJERES RURALES EN EL IV CONGRESO

Las conclusiones de los seis precongre-sos efectuados, confirmaron la situación de desventaja en que se encuentran las mujeres, quienes siguen exigiendo el re-conocimiento al derecho a la propiedad, uso, tenencia y beneficios de la tierra. Además, durante las jornadas de trabajo las representantes de las distintas re-giones denunciaron que siguen siendo vistas solo como un apoyo o ayuda, sin dimensionarlas ni valorarlas como su-jetas de derecho, por lo que demandan ante el Estado una urgente necesidad de que se reconozca y se invierta en las mujeres, propiciando el acceso a la tierra y forjando el tema productivo alimentario con recursos acordes al contexto y rea-lidad de sus comunidades.

Las mujeres rurales, a decir de Vásquez, llevaron al IV Congreso un planteamiento

político que va enfocado en derechos y búsqueda de igualdad para las mujeres, tanto en el movimiento social y desde las políticas públicas. “Se trata de sue-ños de las mujeres, quienes aspiramos a cambios desde la familia, la comunidad, en las relaciones de género, promoción de los derechos y respeto hacia todas las mujeres en las instancias públicas como la educación, la salud. Buscamos que las políticas y decisiones incluyan y aborden seriamente estos elementos, que tienen que ver con el no patriarcado, no machismo, no violencia y un recono-cimiento al aporte de las mujeres rurales para la economía familiar, nacional y para la vida”, resaltó la entrevistada.

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Global Land Meeting

En el norte de Guatemala, específicamente en Ix-cán, El Quiché, existe una red de mujeres que hace muchos años empezó a gestarse en la montaña, donde junto a sus fami-lias encontraron refugio ante una guerra que les interrumpió la vida comu-nitaria, pero no les quitó el espíritu de organizarse y luchar por un objetivo común: reivindicar sus derechos y ejercerlos plenamente. En esta en-trevista Juana Bacá, de la

“Es tiempo de que nuestras voces sean escuchadas”

Guatemala dijo presente en la Cumbre Global de la TierraUn histórico encuentro fue organizado por Oxfam en Camboya, Asia, del 16 al 20 de junio pasado, denominado Cum-bre Global de la Tierra, que fue la primera reunión internacional enfocada específi-camente en el trabajo que efectúa Oxfam en relación a la tierra, donde la Campaña Vamos al Grano – CRECE estuvo repre-sentada.

Como parte del contenido desarrollado, se expuso el caso paradigmático de los desalojos en el Valle del Polochic, Gua-temala, que en el año 2011 fue conocido a nivel mundial y que dejó a 769 familias sin vivienda y sin su medio de vida: la tie-rra. A través de este espacio, los asis-

tentes se solidarizaron con las familias desalojadas y pidieron al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, honrar los compromisos de entregar tierras y un reasentamiento digno para todas las familias afectadas.

En dicho evento participaron repre-sentantes de 27 países de África, Asia, América y Europa, quienes se mostraron dispuestos a ser parte de un programa global para abordar el tema de la tierra, para contribuir a una distribución justa de los recursos naturales y otros aspec-tos relacionados a la tierra y una gober-nanza sostenible de alimentos.

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Organización de Mujeres en Resistencia –OMR-, in-tegrante de la Red de Orga-nizaciones de Mujeres de Ixcán – ROMI-, relata parte de ese pasado y la actual lucha por los derechos de las mujeres y la defensa de su territorio.

¿A qué se dedica actual-mente la organización que representa?

Somos una red de organi-zaciones de mujeres que a diario busca tejer la lu-cha, la historia y aportar a nuestras comunidades. Contamos con pequeños proyectos de panadería y un comedor, que por el mo-mento no están funcionan-do como quisiéramos, ya que las ventas son bajas. Sin embargo, nos satisfa-ce que nuestros objetivos siguen siendo los mismos y seguimos avanzando en el fortalecimiento de la or-ganización y participación de las mujeres en nuestro municipio, quienes ahora conocen más sus dere-chos y unen fuerzas para luchar contra la violencia. Buscamos ser escuchadas e incidir para lograr mayor equidad de género entre hombres y mujeres.

¿Cómo fueron los inicios esta red de mujeres?

Nosotras empezamos a luchar en las montañas, ya que fuimos parte de las Comunidades de Población en Resisten-cia –CPR- donde aprendimos que nuestra lucha sin armas tenía que centrarse en la organización, mientras nuestra región Ixil y el país eran azotados por la guerra que duró 36 años. Así fue nuestro co-mienzo y aquí seguimos.

¿Cuáles son las líneas de trabajo organizacional?

Esta red nació con el objetivo de for-talecer a las organizaciones en Ixcán, y entre nuestros logros destacamos la participación de mujeres en diferentes espacios de toma de decisiones. Traba-jamos también para garantizar el ejerci-cio pleno de los derechos de las mujeres; estos derechos abarcan los civiles, polí-ticos, económicos, sociales y culturales. Hemos detectado que en la actualidad la violencia y la discriminación no han mermado, y esto afecta más a las mu-jeres, por lo que llevamos procesos que buscan prevenir y erradicar las diferen-tes formas de violencia contra la mujer.

¿Qué opina sobre la lucha de las mujeres desde su organización?

Como mujeres vemos que es importante defender a la madre naturaleza, porque cuando atentan contra ella, atentan contra la vida y contra nosotras y no-sotros. Tenemos derecho a informarnos

Juana Bacá, de la Organización de Mujeres en Resistencia -OMR- y Red de Organizaciones de Mujeres de Ixcán -ROMI-

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y decir no a los mega-proyectos, tales como la expoliación de petróleo, minería, hidroeléctricas, monocultivos, que son traídos a nuestras comu-nidades, pero sin mayores beneficios para quienes al final nos quedamos con la contaminación que le causan a la madre tierra. Vemos casos lamentables como el de San Marcos, donde nuestras hermanas y hermanos ya padecen diferentes enfermedades, víctimas del no cumpli-miento de compromisos de las empresas mineras con las comunidades, ya que cuando llegan dicen que cumplirán las normas de no contaminación y respe-to a las comunidades. Es-tán contaminando los ríos y están dañando el suelo.

¿Qué piden ustedes ante esta situación?

Nuestra experiencia nos dice que estos proyectos no significan beneficios para las comunidades, pero aclaramos que no estamos en contra del de-sarrollo, sino pedimos que se nos consulte a nosotros y a nuestras autoridades propias antes de imple-mentar algún proyecto en nuestras comunida-des. Es como si nosotros entráramos a la casa de ellos sin ningún permiso, porque eso es lo que han hecho con nosotros, en-tran a nuestras casas sin permiso y eso es violación a los derechos humanos y de los pueblos indígenas.

Necesitamos organizarnos más entre todos los sectores y defender nuestro territorio, porque están haciendo nego-cios con nuestros recursos, y nosotros nos estamos quedando sin nada.

¿Percibe usted la unidad como algo vital?

Obreros, campesinos, todas y todos te-nemos que entender que esta es una gran necesidad y de urgencia, porque ahora nos están empezando a tratar como narcotraficantes o delincuentes, por lo que tenemos que estar alertas a nuestra realidad y ser parte de la lucha.

¿Que acciones recomienda desde su organización?

Hay que ser conscientes partiendo de la realidad y dar a conocer la misma. Vea-mos el ejemplo de otros países que ad-ministran sus propios recursos y no los entregan a otros. Aquí habría que empe-zar a demostrar voluntad, transparencia y dar a conocer la verdad. Pero en las co-munidades la realidad es otra y se puede constatar ahora mismo, cuando empie-zan los partidos políticos a dar pequeñas cosas como láminas, pollos, bolsa segu-ra, pero nosotras lo que necesitamos y demandamos es una buena educación para las futuras generaciones, que los hospitales estén equipados y carreteras en buen estado.

¿Alguna consideración adicional?

Invito a las mujeres a participar porque nuestras intervenciones son muy impor-tantes. Tenemos que sentir que somos parte de la sociedad y estar en las re-uniones comunitarias, porque aunque es difícil dar nuestro tiempo, debido a nuestros diferentes roles, tenemos que estar en la lucha, porque nuestras vo-ces tienen que ser escuchadas y ya no es tiempo de quedarnos en casa sólo dedicándonos al cuidado de los hijos.