Integrantes:

Mur Yamila Ciraulo Micaela

Materia:

Historia Profesora:

Dalma Echauri

En la última dictadura militar argentina, se utilizó como punto de partida una marcada política contra los “subversivos” y por otro lado una política económica que como base tenía posibilitar más la llegada de capitales extranjeros, destruyendo así el estado benefactor.

Para llevar a cabo esta política económica desestabilizadora, el Estado deja de intervenir, se da un pase libre a empresas internacionales, se desalienta la industria nacional, se generaliza el IVA (todos los productos comienzan a pagar IVA), la Nación no se hace cargo de hospitales y colegios, se aumenta el endeudamiento externo pidiendo créditos al FMI o bancos norteamericanos que los utilizaron para la creación de obras públicas, y entre otras cosas, la corrupción fue moneda corriente.

En cuanto al terrorismo de Estado, es donde más pérdidas se pueden ver. El saldo de esta terrible política, no es más que 30.000 desaparecidos. El objetivo más claro, fue desestabilizar al pueblo, generándoles miedo, acorralándolos, privándolos de su libertad sin una causa justificable, torturándolos y matándolos.

El Estado se encargó de evitar una subversión, mediante la represión. Jorge Rafael Videla afirmó que matarían a quien fuera necesario para lograr la paz del país. Luego de apresada la presidente constitucional María Estela Martínez de Perón, un 14 de marzo de 1976, las Fuerzas armadas tomaron el poder ilegítimamente.

Inmediatamente, se impuso el Estado de Sitio, suspendieron la actividad política y gremial, intervinieron la CGT y la CGE, se estableció la pena de muerte, a pesar de no haber sido aplicada legalmente. El terror durante esta época, fue utilizado para eliminar enemigos, intimidar, y acallar, mientras que los militares delinquían sin que les temblara la mano.

Los militares tenían cierto desdén por aquellos a quienes consideraban Marxistas, creyéndolos, entre otras cosas, un enemigo potencial que debía ser aniquilado. En este grupo, ellos enmarcaban al grupo guerrillero Montoneros, ya que los veían como peligrosos para el régimen que querían implementar. Así inicia por su parte una interminable persecución, logrando que esta guerrilla se disuelva poco a poco, con la muerte ó desaparición de sus dirigentes.

También consideraban marxistas a chicos de cualquier edad que tuvieran tendencias ideológicas a favor del marxismo. Los docentes de esos chicos, creaban una lista con quienes consideraban que tenían afinidad con esta ideología, y los militares procedían a secuestrarlos. Es conocido que el 43% de los desaparecidos tenía entre 16 y 25 años.

Dentro de lo que fue la dictadura, se dio la conocida noche de los lápices, donde los militares secuestraron a unos adolescentes de entre 13 y 18 años por defender sus derechos, encerándolos en uno de los campos de secuestro, donde todos fueron torturados y desaparecidos, a excepción de uno, Pablo Díaz.

Muchos artistas fueron censurados por este régimen autoritario. Muchos optaron por el exilio. Otros se quedaron, y fueron secuestrados, y desaparecidos. Caso parecido ocurrió con lo que fue llamada la fuga de cerebros, donde médicos de nuestro país se exiliaron, escapando a esta siniestra dictadura.

Es así como se violaron incontables cantidades de derechos humanos, donde los secuestrados eran llevados a los distintos centros clandestinos de detención; llegaron a tener 610 centros de detención. El país estaba sufriendo una de sus peores etapas, y para ocultar tantos delitos, los militares utilizaban pantallas como la prensa, para hablar de temas que no tuvieran que ver con la realidad del país, bajando línea de lo que tenían que transmitir, y lo que no.

Una de estas pantallas fue el mundial del 86, donde tuvo sede en nuestro país, y Argentina ganó. Es así como se mezcló la alegría de un pueblo por ganar un campeonato mundial, y la tristeza y desesperación de un pueblo que estaba más inestable que nunca, con tantas violaciones a los derechos humanos, tantos desaparecidos, tantas familias destruidas.

Como habíamos dicho antes, parte del presupuesto otorgado por el FMI fue destinado a la adquisición de armas de guerra que compraron a las grandes potencias. Con este arsenal, se disputó la guerra de Malvinas, donde jóvenes de 18 años eran llevados, sin ninguna preparación militar, a esta guerra que de antemano estaba perdida. La toma de Malvinas por parte de los militares constituyó un acto de soberanía, y muchos estuvieron a favor de esta medida. Más, cuando la prensa cubría la guerra informando que estábamos ganándole a los ingleses.

Incontables formas de genocidio fueron aplicadas durante esta época, donde el último intento de seguir adelante con este gobierno de facto, fracasó rotundamente, ya que la pérdida de las Malvinas, marcó un antes y un después en la credibilidad del gobierno autoritario, quienes debieron abandonar sus cargos, permitiendo así el retorno de la democracia.