La encrucijada actual de América Latina ante los grandes cambios y la mueva

polarización tendencial del mundo.

Introducción.

A. El contexto mundial y la incipiente polarización del mundo.

El advenimiento del capitalismo actual basado fundamentalmente en la revolución

informática, la globalización y el neoliberalismo, hizo su aparición en las condiciones de

agotamiento del capitalismo fordista­keynesiano tras la crisis de 1974­1975, de la caída al

Estado de Bienestar de Occidente y, más tardíamente, del capitalismo nacional­populista de

América Latina. El nuevo capitalismo, que por su base productiva y configuración espacial

podríamos denominar capitalismo informático­global conducirá a una nueva oleada muy 1

desigual de desarrollo mundial bajo la hegemonía absoluta de Estados Unidos, al mismo

tiempo que dará el golpe final a la Unión Soviética y a lo que quedaba del campo socialista

y el nacionalismo periférico. Esta nueva composición del capitalismo y del Orden Mundial,

conducirá a una nueva polarización del mundo y a una descomposición del régimen

neoliberal dominante bajo la dirección de Estados Unidos

A1. El Nuevo capitalismo y la polarización creciente del mundo.

1 Se han dado diversas denominaciones al capitalismo actual, atendiendo a la priorización de sus aspectos fundamentales. A las ya existentes de sociedad posindustrial (Touraine, Bell), se le agregaron otras como las de capitalismo flexible (Harvey), capitalismo cognitivo (Rulani, Gorz o Negri), nueva economía (Michael Mandel), capitalismo del conocimiento (Ordoñez), capitalismo global (Martínez Peinado, Robinsón), neoliberalismo a secas (Valenzuela Feijó o De la Garza Toledo) o financiarización (Chesnais, Dumenil, Palazuelos). En este trabajo, se privilegia la centralidad de los dos rasgos más generales y estructurales del fenómeno, como es el caso de la nueva base tecno­productiva mundial del sistema (revolución informática). aunque bajo distintas modalidades, y la nueva configuración espacial del mundo (globalización) derivada sobre todo del rasgo anterior (que también se estaba dando bajos formas distintas de intervención estatal), sin descartar para nada otros aspectos centrales como el neoliberalismo, el nuevo sistema financiero especulativo o la hegemonía de EUA, que a pesar de su nueva importancia, no lograron incorporar de manera permanente el mundo entero, y aún menos, en el nuevo siglo.

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El nuevo capitalismo integrará competitivamente al mercado mundial a todos los países

del mundo, aunque con efectos muy desiguales: a) Los de integración pasiva y neoliberal,

sufrirán las peores consecuencias de la apertura comercial, del debilitamiento del Estado y

de la enorme extensión de la desigualdad social; b) Los de integración activa basada en

Estados desarrollistas fuertes, aprendizaje tecnológico en la base de la sociedad y

aprovechamiento de sus bajos “costos laborales unitarios” como complemento por el del

aprendizaje tecnológico que ascenderán competitivamente dentro de la globalización a un

ritmo muy rápido de crecimiento económico e inclusión social (muy por encima de EUA y

de los países desarrollados). Este será inicialmente el caso de países como Corea del Sur,

Singapur, Taiwán y Hong Kong, pero sobre todo y más recientemente, de China desde los

años 80s, 90s y especialmente a comienzos del nuevo siglo, cuando aplastará en la

competencia internacional a los países desarrollados alcanzando altos niveles de desarrollo

tecnológico y pasará a ser acreedor de EUA. Detrás de China seguirán países como India, la

nueva Rusia de Putin , Brasil, para solo mencionar algunos de los nuevos países 2

emergentes, entre los que también debería incluirse a la República Islámica de Irán por su

importancia geopolítica y nivel de desarrollo económico, social y tecnológico . 3

2 Cualquiera sea el juicio que merezca algún aspecto del gobierno o la vida nacional de la Rusia de Putin, es una realidad histórica fundamental de nuestra época, que revirtió tanto la catástrofe neoliberal y gansteril de la Rusia yeltsinista, como la del estatismo comunista­stalinista que lo precedió, convirtiendo al país en una potencia internacional renovada y pujante, aliada con la nueva China. Como este fenómeno (resultante de una tradición histórica y cultural muy diferente a la Occidental) ha sido muy distorsionado por la visión dominante en Occidente bajo el influjo del pensamiento neoliberal y de los grandes monopolios de información, no puede comprenderse adecuadamente sin la lectura de trabajos como los del ex embajador británico en Rusia, Peter Truscott,Vladimir Putin, líder de la nueva Rusia,Ateneo Buenos Aires, 2004; o los de Ana Teresa Gutiérrez del Cid (ex asesora de la Cancillería mexicana) Rusia en la era de Vladimir Putin: la búsqueda del interés nacional ruso, Revista Mexicana de Política Exterior, No. 74, oEl ascenso del Vladimir Putin y la consecución del interés nacional de Rusia, Cuadernos sobre Relaciones internacionales, Vol 5, No 10, julio­diciembre 2010. 3 Irán, a pesar de haber sufrido la invasión de Irak con apoyo estadounidense entre 1980 y 1988 y las duras sanciones económicas de EUA, primero por la ocupación de la embajada estadounidense durante la revolución de 1979, y luego, en conjunción con países de la OECD, por sus programas de energía nuclear, ha tenido un desarrollo económico, social, cultural y tecnológico muy importante, que sitúa actualmente su producto por habitante (ppp) por encima del de Brasil y cercano al de México y Turquía. Además de tener las mayores reservas mundiales de gas natural y ser un gran exportador de petróleo, tiene un importante desarrollo en licuación del gas y en energías renovables. Cuenta además con una economía predominantemente publica y un importante sector social, y ha efectuado grandes avances educativos y a nivel científico técnico,

2

La contrapartida de este fenómeno será la declinación de Estados Unidos y su crisis de

hegemonía incluyendo países y fuerzas seguidoras, ante la insostenibilidad de un régimen

socio­institucional individualista, especulativo, derrochista y militarmente destructivo. Tras

la euforia de la última década del siglo XX, los fenómenos mencionados conducirán a EUA

a las crisis del siglo XXI que arrastrarán a Europa Occidental y otros países aliados, de la

que solo podrán librarse en parte los países productivistas y más basados en el interés

público y elrechazo al intervencionismo político y militar.

Es a partir de estas condiciones internacionales como se conformará un incipiente

bloque alternativo de Estados nacionales de economía mixta, constituido por países muy

diferentes por su poderío nacional y regional, niveles de desarrollo y relaciones

económicas, sociales y culturales, delimitación espacial o de papel dentro de la división

regional e internacional del trabajo. En él convergirán Estados y sociedades civiles muy

diferentes, tanto en lo socio­institucional como en lo cultural; distintas relaciones entre

Estado, mercado y economía social; sectores productivos y financieros; laicismo y

religiosidad; desarrollo económico y medio ambiente; o una gran cantidad de otros

problemas como la concepción de la democracia, los derechos humanos o las relaciones de

género.

El agotamiento de la globalización neoliberal y la actual crisis internacional, afectará al

mundo en casi todos sus aspectos. Pero también abrirá amplios espacios para la emergencia

de proyectos nacionales y regionales alternativos, como sería el caso de los gobiernos

progresistas de América Latina. Las rupturas y disputas internacionales en los primeros

años del siglo XXI, gestaron nuevas vías de desarrollo distanciadas de la ortodoxia 4

sobre todo en ramas como energía nuclear, electrónica, ciencias biomédicas (incluidas células madres) o nanotecnología (CIA, 2013), 4 La aparición de amplios movimientos sociales y gobiernos progresistas ha generado una nueva línea de investigación aún en ciernes en Latinoamérica, que define al posneoliberalismo como una categoría descriptiva que engloba procesos diferentes de negación del neoliberalismo, como base de nuevos proyectos “alternativos” (Sader, 2011).En este sentido, parece oportuno el uso de la noción de “vías alternativas de desarrollo” (Dabat, 1993) como aprovechamiento de las potencialidades existentes en una dirección clara de cambio alternativo, impulsado por las fuerzas político­social activas al interior del proceso.

3

intelectual, política e institucional del neoliberalismo y mucho más cercanas al llamado

“posneoliberalismo” (Figueroa y Cordero, 2011) o, más precisamente, de “productivismo”

(Ffrench­Davis, 2099). Dentro de él, caben países muy diferentes entre sí por las relaciones

de Estado y mercado, la concepción de la democracia, papel de la empresa pública, social y

privada, las relaciones entre desarrollo económico y medio ambiente, los derechos humanos

o relaciones de género, etc., pero que tendrán en común su alineamiento contra el

neoliberalismo, la financiarización especulativa o la hegemonía estadounidense.

Como resultado de este rechazo, se ha ido formado en los últimos años un frente

mundial de hecho, contra el neoliberalismo y la hegemonía mundial de EUA, encabezado

por China y su creciente alianza con Rusia, los BRICS, la UNASUR, Irán o África del Sur,

a la cabeza de una parte mayoritaria de los países en desarrollo. Este bloque emergente

incluirá a un conjunto muy amplio de organizaciones y acuerdos entrelazados, entre los que

se destacarán los BRICS, la Organización de Cooperación de Shangai, el Foro Trilateral

IBSA (Brasil, India y Sudáfrica), la Comunidad Euroasiática en torno a Rusia, la

Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), la UNASUR, el Mercosur

o el ALBA en América Latina, el Acuerdo marco de Cooperación militar y técnica entre

Rusia e Irán, los acuerdos de ambos países con el nuevo Irak independiente y Líbano en

torno a la cooperación económica y militar, el Foro de Cooperación China­África, el Grupo

de los 77 reforzado por China (G­77 + 1) dentro de la ONU, o la alianza de hecho de Rusia

e indirectamente de China con Irán y con el shiismo musulmán en Medio Oriente 5

5 El shiismo es una corriente minoritaria del Islam, aunque mayoritaria en Irán e Irak y con fuerte presencia en el resto de Medio Oriente. Se diferencia del sunnismo integrista por su tolerancia religiosa e interpretación más flexible del Corán. Sus posturas políticas en el caso de la República Islámica de Irán (RII), expresión política más visible del shiismo a los ojos del mundo, oscilarán entre un populismo conservador en derechos civiles y los gobiernos modernizadores, democráticos y opuestos a la discriminación de la mujer. En el primer sentido se sitúan los gobiernos de Joimeni 1979­1989 (tras la revolución popular contra el Sha respaldado por EUA y la resistencia a la invasión de Irak) y de Ahmadineyad, 2005­2013 (en la época de la invasión estadounidense de Irak y la amenaza de ella contra Irán). En una segunda dirección más progresista, los gobiernos de Jatamí, 1997­2005 (Ramonet, 2000) o, actualmente, de Rouhani (The Guardian, 2013). La pugna entre corrientes atravesó todas las instituciones de la RII: liderazgo religioso, Consejo de Vigilancia con funciones judicial­constitucionales, parlamento (Maylis) y poder ejecutivo, elegidos ambos por el voto popular, incluido el de la mujer. Pero a pesar de esos vaivenes, el nuevo Irán mantuvo siempre un amplio sistema de seguridad social y

4

encabezado por Irán.

Esta convergencia entre distintos países, regiones y bloques se expresa en múltiples

planos. Aparte de los aspecto más conocido, y también más cuestionado y discutido del

comercio con China , el nuevo tipo de interacción a que nos referimos también dio un 6

enorme salto en muchos otros planos y espacios económicos y políticos, no solo en lo que

hace al comercio y la inversión recíproca, sino también a la cooperación científica y

técnica, a grandes obras de internacionales de infraestructura, a los nuevos sistemas

internacionales de pagos basados en monedas nacionales al margen del dólar (como las que

han comenzado a desarrollarse en una gran cantidad de convenios entre esos países, entre

los que destacan los acuerdos recientes del BRICS) o incluso acuerdos de seguridad que en

algunos casos incluyen aspectos militares. La cooperación política de estos países, se ha

dado también en el seno de la organización mundial, especialmente a partir de la

conformación del Grupo de los 77 + 1 en la ONU, o en organizaciones regionales como la 7

OEA, donde EUA ha perdido totalmente el control de la misma. Pero también, con distintas

modalidades y alcances, en torno a conflictos militares locales, como las incursiones

militares israelíes en la Franja de Gaza o la guerra de Medio Oriente contra Siria y su

alianza con Irán promovida por EUA y sus aliados europeos, Israel y más tarde, el

Yihadismo ; el despedazamiento y la yihadización de Libia tras los ataques aéreos de la 8

una política internacional opuesta a Israel, EUA y Arabia Saudita y actualmente, de lucha frontal contra el yihadismo. 6 El intercambio con China de productos primarios por industriales que hacen los países en desarrollo, tiende a generar tendencias “reprimarizadoras” para estos últimos. Pero esta cuestión no puede separarse de la canalización fiscal del sobre­beneficio comercial obtenible y su canalización hacia la industria y el desarrollo social y científico­tecnológico. Tampoco, como el caso de otros países emergentes, de inversión en infraestructura, cooperación científica y tecnológica, crédito “blandos” sin condiciones políticas, o pagos en monedas nacionales prescindiendo del dólar. 7 El “Grupo de los 77” (hoy 133 países) se creó en 1964 para defender a los países desarrollo en la ONU, y paso a llamarse “Grupo 77+1” por la entrada de China. Este Grupo tiene un brazo (el G­24) para cuestiones financieras, y ambos están cumpliendo un gran papel en defensa de la restructuración argentina de la deuda de 2005, o en establecer una Convención Multilateral general para tales procesos, con apoyo de premios nobel como Stiglitz o Solow. 8 El yihadismo fue directamente promovido por Arabia Saudita, ideológica (wahhabismo) financiera y militarmente. Pero, paradojalmente, también por EUA y otros países de Occidente, que ayudaron a construir un monstruo que posteriormente se volvería contra sus coautores. El

5

coalición dirigida por EUA, Gran Bretaña y Francia, o la actual “guerra civil” ucraniana . 9

A2. La descomposición del actual Orden Mundial.

Los sucesos mencionados se unen a la creciente magnitud y aparición de nuevos aspectos

de la crisis de EUA, la Unión Europea y el neoliberalismo en general, ahora principalmente

en un gran desestabilización económica, geopolítica y de seguridad pública (tanto militar

como policial expresada sobre todo por el ascenso del yihadismo), la proliferación de la

delincuencia internacional y la corrupción pública o el nuevo ciclo de guerras regionales

que generan un altísimo grado de incertidumbre económica, política y jurídica. Este hecho,

por ejemplo, golpea al corazón mismo de la economía especulativa y de libre mercado

sustentada teóricamente por la Escuela de las “Expectativas Racionales” (que hace de la

previsibilidad del comportamiento de los mercados el fundamento de sus modelos de

ingeniería financiera y de planeación estratégica empresariales). Como consecuencia de la

crisis, sus nuevas manifestaciones y su lógica de pensamiento, el capitalismo neoliberal

apoyo de EUA y países europeos a este fenómeno está ampliamente documentado en varios momentos: a) El apoyo directo a Bill Laden y al núcleo original deAl Queda durante la guerra de Afganistán de 1978­1989 (Hartun, 2006) ; b) La inacción o magnificación posterior del ataque de Al Qaeda del 11 de septiembre, en beneficio de los preparativos del Pentágono para invadir Irak (Meyssan, 2002; Scahill; 2013); c) El sustento económico y aéreo a las fuerzas yihadistas que contribuyeron decisivamente a la derrota de Gadafi en Libia; d) El financiamiento directo en 2012 (e indirecta después) de la rama siria de Al Qaeda (al Nusra) como principal eje militar de la coalición antisiria (The Atlantic, 04­02­15); y e) la invariable alianza con Arabia Saudita, principal base ideológica, política y financiera del yihadismo. 9 Ucrania es un país bilingüe dividido étnica y políticamente entre la adhesión a Unidad Europea y la OTAN (población del Oeste) o el acuerdo con Rusia. Tanto el presidente Yanucovich como el Este y Sur del país, apoyaban la última opción, lo que llevó al golpe “blando” de 2014 en Kiev (capital del país situada en el Oeste), apoyada por cadenas de comunicación, fundaciones, servicios de inteligencia occidentales o grupos paramilitares de ultraderecha como Svoboda o Pravy Sector (Pilger, 2014). El gobierno prooccidental suprimió el idioma ruso en la regiones bilingües del Este, lo que luego revocó ante la magnitud de la protesta, sin lograr evitar que Crimea, la región de mayor peso étnico ruso (80 % de la población), convocara a un referéndum masivo de autonomía seguido de la incorporación a Rusia. La guerra separatista se extendió a otras regiones étnicamente rusas como Donetsk y Lugansk, con apoyo de la Unión Europea y la OTAN al régimen de Kiev y de Rusia a los separatistas, esto último tanto por razones étnicas, como geopolíticas y militares (preservación de la base naval en Sebastopol y evitar bases de la OTAN en sus fronteras). Lo que hoy se discute en Ucrania, no es la incorporación de Donetsk y Lugansk a Rusia, sino la autonomía lingüística y política de dichas provincias dentro del país y la presencia o no de bases de la OTAN en la frontera rusa (Pilger, 2014).

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afronta una profunda crisis de rentabilidad y previsibilidad, en un contexto de

desnaturalización y desviación del crédito productivo hacia la especulación y el

atesoramiento, de arrolladora competencia china y de otros países en desarrollo, de

descapitalización de los Estados nacionales por la evasión fiscal en momentos en que más

requieren de capacidad de gasto y de desviación de la producción hacia la economía de

guerra y seguridad o bienes de consumo superfluo para los ricos, que agregan cada vez

menos (como insumos) a la reproducción ampliada del capital.

Lo expuesto se traduce en una nueva suerte de “trampa de liquidez” que reduce a 10

cero las tasas de interés (0.17% la tasa Libor en febrero de 2015 de acuerdo con la FED de

EUA), haciendo depender la inversión empresarial de la adquisición de bonos privados por

los bancos centrales, a tasas de subsidio y al costo de un creciente incremento de la deuda

pública interna y externa de los Estados. Como consecuencia, tiene lugar un enorme

atesoramiento de los fondos especulativos no reportados contablemente en los bancos más

seguros de los paraísos fiscales (los considerados “puertos seguros”) que hacen que los

países receptores, para evitar la consecuente sobrevaluación excesiva de sus monedas que

saquen sus productos del mercado mundial, se vean obligados a substituir el pago de

intereses a los a los depositantes, por cobros a los mismos como ya lo hicieron los bancos

suizos (Ornelas, 2015). A ello se le agrega la crisis y casi paralización política que viven

EUA y la UE, tras la derrota y retirada del primero de esos países del Medio Oriente, el

enorme dilema de optar por la reducción de impuestos a los ricos o el ahondamiento de la

miseria social de crecientes sectores de la población mediante la reducción del gasto social,

10 El concepto de “trampa de la liquidez” fue formulado por Keynes hace casi un siglo para describir los efectos de la reducción a un punto mínimo de la tasa de interés que induce al atesoramiento y paraliza la inversión privada, y forzaba al Estado a afrontar tal hecho mediante el gasto publico deficitario. Lo que actualmente vivimos, es el mismo fenómeno objetivo de entonces (Krugman, 1999 y 2010)), aunque con distinta salida política. Lo que era gasto público deficitario en Keynes pasa a ser hoy compra pública de bonos a los bancos privados a precios de liquidación o pérdida, para que ellos reactiven el crédito a las empresas privadas, a costa del endeudamiento público. O sea una suerte de nuevo “keynesianismo neoliberal” (mas propiamente “neokeynesianos” en la jerga técnica de hoy) que tiene cierta similitud con lo que en su momento fuera el “keynesianismo militar” de Reagan en la penúltima década del siglo pasado.

7

dentro de un contexto de estrechamiento presupuestal fiscal generalizado, o de

desmembramiento en ciernes de la UE. Estos hechos convierten a la crisis económica

internacional iniciada en 2008, en una crisis política mundial de muy amplio alcance y

variadas manifestaciones, que cuestiona en sus raíces mismas las bases del orden neoliberal

predominante.

En lo que hace a la recuperación de la economía estadounidense, expresada sobre todo

en la recuperación de la producción y las exportaciones, la revalorización del dólar o el

auge de la producción de petróleo y gas no convencional, creemos que aunque no puedan

descartarse logros significativos en esa dirección por el gran potencial científico

tecnológico, empresarial y territorial del país, ello es un hecho poco probable por las

consideraciones ya efectuadas en parte (baja rentabilidad y enorme deuda pública y externa,

pérdidas de competitividad internacional, parálisis política, tendencias hacia la

descomposición social, incremento explosivo del yihadismo, aumento sólo episódico de

consumo alentado por las bajas tasas de interés, debilitamiento de sus alianzas

internacionales y enormes dificultades para ordenar institucionalmente su reservorio de 11

trabajo barato mexicano y centroamericano tan necesario para el “renacimiento” de su

industria, etc.). En ese sentido, por ejemplo, la revalorización del dólar atenta directamente

contra la competitividad exportadora; el programado elevamiento de las tasas de interés

impactará los costos industriales, el consumo interno o el valor del dólar; la recuperación de

su producción energética tiene escasa importancia sobre su balanza comercial (solo diez por

ciento de su anterior déficit comercial) sino también por el derrumbe de los precios del

11 En Medio Oriente, tras su retirada miliar de la región, el enorme vacío político dejado por la misma y la irrupción arrolladora del yihadismo, EUA se encuentra ante la necesidad de modificar su anterior prioridad contra Siria e Irán (los grande enemigos regionales de Israel y Araba Saudita), para recurrir a una entente de hecho con los países shiitas, para contener al yijhahdismo, dado su carácter de únicos combatientes terrestres organizados contra el mismo junto a las milicias kurda. Pero este cambio político, afectará seriamente las relaciones con Israel, Arabia Saudita e incluso Turquía, provocando múltiples problemas políticos y económicos para los propios EUA y sus aliados más cercanos en la región

8

petróleo que si bien favorece a la economía en general, saca del mercado a gran parte de los

productos de hidrocarburos no convencionales.

Dentro de este contexto general, EUA y el capitalismo neoliberal ha desencadenado o

amplificado nuevos y viejos tipos de conflictos de muy distinta naturaleza, que han

desestabilizado y conducido al mundo a una enorme tragedia de desconfianza generalizada,

brutalidad, odio y muerte. Al respecto, tratando de sintetizar ese tipo de problemas, podrían

señalarse:

a) El nuevo tipo de espionaje, sabotaje y guerra cibernética, posibilitadas por la

tecnología actual, como el ciber­espionaje civil, político y económico denunciado por

Snowden, la paralización de dependencias gubernamentales a partir de virus informáticos,

empresas o instalaciones militares, o el empleo de drones con fines criminales.

b) Las guerras civiles de destrucción masiva y genocidio, nacionales y regionales, que

apelan a muy diversos métodos de destrucción y exterminio respaldadas por potencias

regionales o mundiales del bloque neoliberal dominante; como los que tuvieron lugar en

Libia, la Franja de Gasa, Siria, Afganistán, Somalia, Ucrania, Yemen o Nigeria.

c) Las grandes movilizaciones “pacíficas” de desestabilización de gobiernos

progresistas por medios “blandos” , que integran la amplificación de protestas 12

12 El término soft power (“poder blando” en inglés), está siendo muy utilizado en las ciencias políticas estadounidenses, especialmente en Relaciones Internacionales (Ikemberry, 2004), en un sentido muy similar al de “consenso” de Gramsci, como complemento del de coerción en la constitución de la hegemonía del poder político. Hace referencia a acciones culturales, ideológicas, diplomáticas, concesiones, o de espionaje y apoyo económico y logístico, como complemento del “poder duro” de carácter militar o coercitivo. En su implementación práctica, el concepto ha pasado a ser implementado en los intentos de desestabilización­destitución de gobiernos supuestamente “antidemocráticos” (en realidad opuestos a EUA y al neoliberalismo) mediante planes precisos sintetizados recientemente por Gene Sharp (2013), en los que participan tanto instituciones oficiales de gobiernos (no solo el estadonidense) como de instituciones privadas como el “National Endowment for Democracy (NED), “The Centre for Applied Nonviolent Action and Strategies” (Canvas) o la Strategic Forecasting inc (Sraford) (ver Wikipedia), las que cumplieron un papel central, por ejemplo, en la destitución del gobierno pro­ruso de Ucrania democráticamente electo en 2014 (nota 9). A su vez, el Departamento de Defensa de EUA lanzó en 2008 el Proyecto Minerva, para el financiamiento de investigaciones académicas. que contempla la creación de modelos de implementación de movimientos socio­políticos con tales propósitos (The NewYork Times, 10 de octubre de 2011; The Guardian, 12 de junio 2014, etc.).

9

socio­políticas opositoras diversas (ambientalistas, anti­corrupción, institucionales, etc.)

mediante provocaciones externas, financiamiento o respaldo de agencias de espionaje y

fundaciones extranjeras, grandes cadenas de comunicación o iglesias evangélicas y afines, o

incluso grupos paramilitares (casos de Venezuela, Brasil, Argentina Bolivia, Ecuador,

Honduras, Paraguay en América del Sur, con distinto éxito).

d) La discriminación o represión chovinista violenta contra las minorías étnicas por

grupos xenófobos de extrema derecha, como la que tiene lugar en Estados Unidos contra la

inmigración latina o la población negra, y en diversos países de Europa contra la

inmigración islámica o africana que alcanzan su punto en Israel con su “apartheid” anti

palestino.

e) Finalmente, aunque de hecho y no a nivel político, la delincuencia internacional a

gran escala (narcotráfico, comercio ilegal de armas, trata de mujeres y niños u órganos

humanos, comercio ilegal de diamantes u otros bienes valiosos vinculados a las guerras

africanas, etc.) La diferencia con los puntos anteriores, es que la relación con el

neoliberalismo, no resultan de acciones conscientes del mismo, sino de sus consecuencias

sociales objetivas, como el desempleo, la miseria y las enormes desigualdades sociales

(Stiglitz, 2012; Piketty, 2014), la opacidad de los enormes capitales en juego, la

“amoralidad” a ultranza del sistema, o la asociación o complicidad con gobiernos o

empresas legales . 13

A.3. Las perspectivas del curso conflictivo de mundo actual.

13 La máxima expresión de la colusión de los gobiernos con las empresas en actividades que podrían catalogarse como casi delictivas, es la complicidad de la Unión Europea con el Gran Ducado de Luxemburgo, al nombrar como presidente de la Comisión Europea a Jean­Claude Juncker, lo cual ha desatado una profunda investigación por parte del Consorcio Internacional de Periodistas, en la cual una treintena de diarios demuestran las prácticas para favorecer la evasión fiscal en Luxemburgo beneficiando cuando menos a 340 empresas multinacionales. Estos pactos fiscales (en los cuales las compañías podían llegar a pagar un 2% sobre sus ganancias frente al 28,6% que rige en Luxemburgo o la media europea) se firmaron entre los años 2008 y 2010 coincidiendo con el periodo en que Juncker compatibilizó su labor como primer ministro con la de ministro de Finanzas de Luxemburgo (El País, 2014). El costo de estas acciones se estiman en varios millones de euros en detrimento de las arcas públicas, en un marco de continuos recortes presupuestales en toda Europa

10

Este conjunto de hechos tan cínicos y brutales, parecieran conducir al mundo a una nueva

guerra mundial más espantosa aún que las anteriores. Pero ello resulta históricamente muy

difícil en las actuales condiciones mundiales, por tres tipos de razones distintas: a) las

propias condiciones tecno­económicas de la globalización, que entrelazan al mundo de tal

manera (redes de comunicación, cadenas productivas globales, sociedades pluriétnicas muy

diversas e interdependencia económica, energética, tecnológica o científica especialmente

entre EUA y China (Ernts, 2011; Biden, 2011), entre Alemania (el cerebro y músculo de la

UE) y Rusia (Prieto Vázquez, 2014); b) La cuidadosa estrategia de mundial de China

(cabeza indiscutible del nuevo mundo emergente) que concilia su ininterrumpido avance

económico, tecnológico y aun militar, con un política silenciosa de evitar y soslayar

conflictos y proponer soluciones mundiales no excluyentes, sin dejar de respaldar a los

países del mundo en desarrollo que luchan contra el neoliberalismo; y c) La creciente

alianza china­rusa manifestada fundamentalmente en el poder de veto dentro de Consejo de

Seguridad de la ONU y la cooperación cada vez más amplia de ambos países en cuestiones

económicas, políticas, tecnológicas, y militares. La conjunción de estos hechos (sobre todo

el primero de ellos) hace muy improbable una nueva guerra mundial, aunque no imposible.

Dentro de lo indudable es que, para intentar revertir su situación mundial desfavorable,

EUA está impulsado un intento de contraofensiva general a nivel mundial (acuerdos

tras­atlántico y tras­pacifico para ampliar su alcance comercial, revalorizar su propiedad

intelectual y aislar en lo posible a China), junto a otras políticas regionales que atiendan a

espacios neurálgicos del conflicto mundial utilizando medios muy variados adecuados a

ellos: Medio Oriente, fronteras rusas, África o América Latina, aunque en general con poco

éxito, pero muy peligrosas para nuestra región por las grandes dificultades económicas que

atraviesa (ver sección siguiente).

En síntesis podría decirse que los grandes males mundiales no son provocados por la

revolución informática o la globalización en sí misma, sino por la institucionalidad,

ideología y moralidad neoliberal que ha presidido hasta ahora esos fenómenos. En ese

sentido lo que el mundo requiere no es menos innovación tecnológica o globalización, sino

más bien su ampliación y profundización civilizada de las mismas, liberándolas de sus

11

ataduras socio­institucionales con el neoliberalismo y el belicismo dominante para afrontar

las espantosas carencias sociales actuales y las no menos lúgubres amenazas genocidas y

ambientales futuras, que no pueden lograrse sin una dura lucha internacional contra el

Orden neoliberal mundial aún dominante, en marcha hacia una nueva globalización pacifica

de la humanidad, de ampliación de los poderes públicos, el conocimiento y la inclusión

social, que racionalice, humanice y amplié los logros de la interdependencia mundial,

aunque con fines sociales, ambientales y democráticos.

En términos históricos generales, en ello se conjugan y entremezclan dentro de ese

bloque anti­neoliberal y de búsqueda de un nuevo Orden Mundial multipolar, dos vías

distintas de desarrollo forzadas por la historia a caminar juntas en la gran pugna mundial de

hoy: la que podríamos llamar vía tecnocrática y autoritaria con rasgos patriarcales (aunque

en gran parte heredados de tradiciones histórica­culturales pretéritas) como sería el caso de

China o de Rusia (o de los principales países islámicos progresistas, aunque no solo de

ellos), y lo que podríamos considerar como otra vía opcional aun en gestación con los que

se estarían desarrollado en América del Sur o Europa (aunque también presente en el

conjunto del mundo, con rasgos más participativos y democráticos desde abajo, y con

visiones más avanzadas en derechos humanos, sociales, relaciones de género).

Estas diferentes vías no solo diferencian a naciones, sino que las atraviesan en cuanto

relaciones sociales y culturales de clases, grupos sociales y fuerzas político­sociales

internas a cada localidad, nación o regiones multinacionales; por ello, no pueden dejar de

debatirse y confrontarse a lo largo del desarrollo histórico de esta etapa de vida de la

humanidad. Pero ese debate y diferenciación, deberá necesariamente darse dentro de lo que

hoy en día es la principal contradicción socioeconómica y política del mundo entre dos

grandes frentes opuestos. La que separa a países, clases y fuerzas sociales agrupados en

favor o en contra del neoliberalismo, del dominio mundial unipolar de EUA o de la

utilización especulativa o social de las enormes riquezas privadas escondidas ilícitamente

en paraísos fiscales o de la eliminación del peligro de una nueva guerra mundial

devastadora o una catástrofe ambiental. Cuestiones que nos llevan necesariamente a la

construcción de un nuevo orden mundial multipolar, de grandes bloques regionales, de

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desarrollo productivo con pleno empleo, conocimiento científico y tecnológico en beneficio

de la sociedad e inclusión social participativa. Solo dentro de un entorno internacional de

ese tipo podrá ser viable la opción popular, democrática y solidaria desde abajo, cuya

cercanía dependerá fundamentalmente de acumulación histórica de fuerzas que la misma

logre en la lucha común de hoy contra el neoliberalismo.

B) La encrucijada actual de América Latina.

Como hemos visto, AL se encuentra ante un panorama económico muy difícil y complejo

resultante de la conjunción inseparable de factores internos y externos, que requieren del

estudio integrado de ambos componentes de la situación actual: Estos son, a saber:

|a) Finalización del periodo de altos ingresos de la exportación de productos

primarios y de su canalización, vía estatal, a la redistribución del ingreso con ampliación

del empleo y el mercado interno, y altas tasas de inversión pública en la economía y

crecimiento económico con incremento neto de reservas internacional e incluso, con

desendeudamiento externo.

b) Vinculado al problema anterior, agotamiento de una fase de crecimiento

extensivo (de baja composición de capital y moderados elevamientos de la productividad) y

necesidad de pasar a otra mucho más intensiva en capital y de mayor diversificación

productiva, más dependientes de la integración económica regional sobre todo en materia

de infraestructura, monetaria y de financiamiento, así como de nuevas fuentes de

financiamiento externo no convencional.

c) Los países de América del Sur y Central orientados en una perspectiva

progresista, se encuentran hoy ante la necesidad de resistir a los intentos de

desestabilización­restauración neoliberal­conservadora en la que convergen las fuerzas

internas restauracionistas con la política de EUA y el capital financiero internacional,

aprovechando la difícil coyuntura económica y social de la región, el gran peso de la alta

clase media y las nuevas tecnologías políticas de Soft Power.

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d) En el caso de México y los países de América Central y el Caribe incorporados de

hecho al espacio económico y político estadounidense hoy dominados por la delincuencia

internacional y la violación sistemática de los derechos humanos, lo que tiende a darse es

una mayor integración a la economía estadounidense vía la industria maquiladora dentro 14

del plan del Presidente Obama de recuperar parte de la producción industrial del país

exageradamente distribuida por el mundo en búsqueda de salarios baratos y a costa del

empleo nacional. Pero aparte de los inconvenientes que plantea ese tipo de desarrollo

maquilador, el mismo se contrapone a la expulsión de la migración mesoamericana y

caribeña del país, a costa del agravamiento de las condiciones sociales de vida en esos

países.

La conjunción de estos factores conduce a una coyuntura muy difícil, de carácter

principalmente defensivo, de graduación mucho más fina entre economía, política y lucha

cultural, que conlleva un mucho mejor uso de los recursos económicos disponibles para

conjuntar la preservación de los logros sociales obtenidos y posibles avances relativamente

modestos en este terreno (sin lo cual será imposible resistir a la contrarevolución

neoliberal), con el elevamiento gradual de la inversión en infraestructura básica, ciencia,

educación e innovación tecnológica imprescindibles para el pasaje a la nueva etapa de

acumulación intensiva y diversificada de capital. Para ello resultará fundamental tratar de

dividir a la oposición política con formas institucionales e impositivas y aprovechar mucho

mejor las nuevas condiciones internacionales favorables.

2a. El fin de la bonanza de las exportaciones de bienes primarios.

Como es sabido el rápido crecimiento de las economías de América Latina se apoyó

fundamentalmente en las favorables condiciones del comercio internacional,

particularmente en los precios muy elevados de las exportaciones de bienes primarios. Tal

14 Sobre todoMéxico (aunque también ciertos países centroamericanos) son piezas fundamentales del proyecto del presidente Obama de repatriar parte de la industria estadounidense excesivamente distribuida por el mundo, a partir de la ampliación de la industria maquiladora (Dabat, Leal y Romo, 2012). Pero ello no es posible o, por lo menos muy limitado, si EUA no logre restablecer algo parecido a un Estado de derecho en México, hoy totalmente dominado por la inseguridad y el gran poder territorial de los grandes grupos de delincuencia organizada en enormes partes del país.

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nivel de precios comenzó a deteriorase a lo largo de 2014 para convertirse en un derrumbe

casi general durante los primeros meses de 2015, que afectó particularmente al petróleo y el

mineral de hierro (caídas cercanas o superiores al 50% en relación a 2013), seguidos muy

de cerca por el maíz, y a menores niveles (entre 20 y 30 %) por el trigo, la soya, el arroz, el

cobre, el carbón, el azucar o los plátanos, en un proceso del que solo se salvaron (entre los

principales productos de exportación) la carne de res, el aluminio o el níquel y en cierto

sentido, por su leve caída, al gas natural o al café (FMI, 2015a).

Este proceso obedeció a un conjunto de factores como la desaceleración de la

economía china y reorientación hacia el mercado interno, la persistencia de la crisis europea

o el incremento de la producción mundial ante los altos precios precedentes, agravados por

fenómenos coyunturales como el cambio de tendencias de la especulación con los precios

de futuros (que exacerbó en buena medida la caída) o la ruptura de hecho de la OPEP por el

aumento de las ventas de Arabia Saudita destinado a golpear sobre todo a las economías

iraníes y rusa y, en alguna medida, a detener el auge de la producción del petróleo no

convencional de altos costos dentro de Estados Unidos (ver nota 11). En términos

generales podría decirse que es un fenómeno que ha afectado más a los precios del petróleo

y de los metales que a los de los productos alimenticios y materias primas de origen

agrícola, cuya caída promedio estuvo entre un 10­15 % en el periodo estudiado (FMI, Ibid)

por razones que consideramos que se hallan muy vinculadas a las nuevas características de

la demanda china . En general, se trata de un fenómeno que aunque pueda ser 15

parcialmente revertido por una caída de la producción, un rebote de las operaciones

15 La reorientación de la economía china hacia el mercado interno y el mejoramiento de los salarios y los bienes de consumo (que también alienta objetivamente cl consumo de carne vacuna y de granos y forrajes para su alimentación), al conjugarse con la reducción del ritmo general de crecimiento económico, debiera afectar más fuertemente a la demanda de energéticos y bienes de infraestructura, que a la de alimentos y materiales empleador para la producción de bienes de consumo, aunque esto depende de los logros de ese país en la substitución de importaciones de diversos tipos. En lo que hace a la caída de precios de ls exportaciones de alimentos y materias primas agrícolas de 2014 y 2015. Paren también haber jugado el volumen de las extraordinarias cosechasen en EUA y otros países, lo que dificultan aún más el pronóstico, pues la producción agrícola también depende en gran medida de las condiciones climáticas.

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especulativas o una eventual recuperación de la economía europea, tiene visos de constituir

el comienzo de un nuevo ciclo (esta vez de bajos niveles) del precio de las commodities,

Aunque tal fenómeno pudiera ayudar a la recuperacíón económica de ciertos países

y regiones importadores sobre todo de petróleo y mineral de hierro, significa un golpe para

la gran mayoría de los países latinoamericanos, sobre todo para aquellos países muy

dependientes de los productos más afectados por la caída de precios, que lastima tanto a sus

balanzas comerciales, productos internos y, sobre todo, ingresos fiscales. Este es, sobre

todo, el caso de Venezuela por su extremada dependencia del petróleo, pero también

En esta situación, América Latina y el Caribe se han partido en dos grandes bloques. A) Países neoliberales integrados a Estados Unidos como México y Colombia y otras naciones y B) naciones anti­neoliberales como Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Chile, Uruguay que buscan integrarse como un bloque que busca una mayor inserción con China y Rusia.

¿Por qué surgió ese fenómeno?

Desde finales de los ochentas se vienen acumulando cambios en América Latina y el Caribe. La primera precondición es la crisis de Estados Unidos y del neoliberalismo. También están los resabios de las dictaduras militares en las naciones latinoamericanas que

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vivieron ese proceso como Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, etc., que implicaron la destrucción del aparato estatal del Estado del bienestar y crearon gran resentimiento social, así como luchas de resistencia contra las dictaduras y rechazo a los gobiernos militares.

China se convierte en el principal inversor en América Latina a partir de 2014 superando a Estados Unidos. Otra precondición de esos cambios en América Latina y el Caribe lo representa la crisis política de los gobiernos neoliberales y de los sistemas políticos (crisis del sistema de partidos, etc.). Asimismo, deben considerarse las condiciones económicas y sociales durante los años ochenta que plantean cambios estructurales. También está la pobreza creada por el neoliberalismo en los años ochenta. Hay una suerte de rechazo potencial a las políticas neoliberales. Otra precondición fueron las reformas neoliberales que fueron salvajes, aunque en algunos casos productivas como fue el caso de la creación de infraestructura de transportes y comunicaciones. Otra precondición son las tradiciones populistas, guerrilleras e insurgentes, como es el caso de Argentina y Bolivia. En este contexto, la conjunción de este conjunto de cambios hacen posible las transformaciones que se viven actualmente en algunas economías de América Latina. Entre ellos está la crisis de 2001­2002 que impacta con singular importancia a la Argentina y desencadena una serie de cambios en la región.

Además, deben considerarse otros hechos que están ocurriendo en otras partes del mundo que concentran la atención mundial en esas regiones y no en América Latina. Se reduce la inversión de Estados Unidos en América Latina y empieza el empuje de la inversión europea. Hay cambios de muy diferentes características en América Latina. Por ejemplo, en Venezuela, ante la falta de organización de la sociedad civil, el ejército da un golpe de Estado de orientación izquierdista en 1992 con la insurgencia militar del MBR­200 dirigido por Chávez que fracasa y Chávez tiene que pasar dos años en la cárcel, aunque su figura se catapulta a partir de este intento de golpe de Estado, quien luego se dedica a organizar el Partido Quinta República y gana las elecciones en 1998, luego en 2002 sufre un golpe de Estado impulsado por la derecha agrupada en la FEDECÄMARAS, la Federación Médica Venezolana (FMV), la CTV, los partidos políticos tradicionales, un pequeño sector del ejército y medios de comunicación como Globovisión y Radio Caracas Televisión (RCTV) pero la movilización del pueblo y el apoyo del ejército, quien lo rescate lo restituyen de nuevo en el poder. En Argentina se combinan una serie de condiciones y de fuerzas como el peronismo de izquierda y la guerrilla que dan lugar a una fuerza nueva que emerge cuando se derrumba la economía en 2001.

En Brasil el proceso de cambio se incuba desde antes, pero es un partido (el Partido de los trabajadores) quien recibe el apoyo de amplios sectores de la población empobrecida y de un sector de la iglesia vinculada a la teología de la liberación que hace eclosión en 2002 cuando Lula gana las elecciones después de 3 intentos previos. Este triunfo es resultado en primero lugar, de la fuerza acumulada a lo largo de la resistencia a la dictadura y, en

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segundo lugar, de la oposición al neoliberalismo en la etapa de redemocratización, en la década de 1990.

En Bolivia se da un movimiento cocalero, porque la coca, que es un cultivo tradicional en esa nación, pretende ser erradicado por los Estados Unidos con la supervisión de la DEA. Este movimiento cocalero se conjuga con otros movimientos sociales como como el guerrillero y el movimiento de los mineros, que venían de una derrota ante los patrones. También recibe apoyo de un sector del ejército. Hay que recordar que Bolivia tiene una tradición de resistencia sindical de varias décadas. En Evo Morales se conjuga la cultura campesina del cultivo de coca, donde este cultivo se pretende erradicarlo. También recibe apoyo de los cuadros revolucionarios mineros que vienen de una derrota ante la patronal, se alían a Evo y ganan las elecciones.

En el caso de Ecuador, existe una fuerza populista de masas. También existe una gran crisis económica y política, donde Correa en calidad de Ministro de Economía de ese país y en desacuerdo con las políticas neoliberales, logra aglutinar a todas las fuerzas políticas de oposición y aprovecha su posición de Ministro de Economía y logra ganar las elecciones y arriba al poder en enero de 2007 y reelegido en2009.

En Chile no hay grandes cambios políticos. Hay una crisis del pinochetismo que abre paso a las fuerzas políticas de la Concertación Democrática, que es una alianza de sectores de la izquierda y la derecha.

En Uruguay, los cambios son producto de la existencia de fuerzas que forman el Frente Amplio, que se ve favorecido por las repercusiones de la crisis Argentina de 2001 sobre la población, donde su candidato José Mújica Cardano gana las elecciones en octubre de 2009 y va a una segunda vuelta en noviembre de ese año y vuelve a ganar para tomar posesión en marzo de 2010. Casi por concluir su mandato, otorga una entrevista al periódico La Jornada, que aparece el 22 de febrero de 2015, P. 2, donde asienta que en esa nación una de las cosas que no pudo lograr fue hacer competitiva a la burocracia estatal que se colocó en el aparato de la administración pública desde los años cuarenta, que creo una categoría de funcionarios prácticamente intocable que tiene su porvenir asegurado; entrando en el Estado, dentro de 40 años se jubila y nadie lo toca, haga lo que haga. El Estado perdió vigor, y obviamente los sindicalistas defienden esas conquistas, con lo que se transformaron en defensores del statu quo que maniataba al Estado… Tocar eso en el Uruguay es como hacer una revolución… Entonces, quedamos a medio camino.

A. Señaló que El Frente Amplio trató de vigorizar las conquistas siendo menos demagógico, tratando de usar y hacer las cosas un poco mejor, pero tenemos que transformar el Estado, hacer esa revolución. Tenemos los instrumentos, pero debemos ponernos de acuerdo: además de la energía, las comunicaciones, etcétera, el Estado tiene en sus manos el principal banco del país; el 60 por ciento del movimiento bancario está en

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manos del Estado y nosotros (el FA) vamos levantando la consigna hay que nacionalizar la banca… B. ¿Para qué vas a nacionalizar la banca? La banca estatal tiene que funcionar a cara de perro, de tal manera que la banca privada no tenga otro remedio que aceptar las reglas de juego. Ese es uno de los desafíos que tenemos por delante.

También señaló que la justicia y no sólo respecto a los crímenes de la dictadura, Uruguay funciona con un sistema jurídico acorde con el pasado, pero no con los cambios necesarios en el presente. Si tú en Uruguay le querés poner un impuesto a la tierra, a la concentración de la tierra, te lo terminan declarando inconstitucional. Como en todo el mundo y siempre en la historia, la juridisprudencia fue pensada e instalada por las clases dominantes, las capas conservadoras. Tenemos que lidiar con eso; no lo hemos transformado. Nosotros (el FA) hace rato que tendríamos que haber impulsado una reforma constitucional, porque si no cambias los instrumentos jurídicos, después te encontrás con esas contradicciones, con un freno formidable. La Justicia, esa señora que ponen con una venda en los ojos y una balanza en las manos… eso no existe, porque la justicia refleja el peso de las clases que dominan en una sociedad. Los instrumentos jurídicos están sometidos a la historia, y la historia es una lucha de clases… Todo está pues influenciado por la política. Creo que no existe acto más político que una revolución, y todas las revoluciones han sido fundadoras de derecho, fuente de jurisprudencia. O sea que la o las clases que predominan son las que establecen las leyes. Eso es lo que necesitamos ahora, cambios democráticos, es decir aprobados por la mayoría, pero de fondo, que reflejen y al mismo tiempo permitan los cambios que necesita Uruguay en el presente.

Con respecto a la integración señaló que en América del Sur, y en toda América Latina, tenemos un gran desafío por delante. Si no creamos mecanismos que nos vayan integrando, que nos puedan dar una presencia internacional de peso, vamos a continuar como hojas sueltas en el viento. Es evidente que en el mundo se están organizando gigantescas unidades. China es un estado plurinacional viejísimo; la India por el estilo. Estados Unidos con el poder y las necesidades que tiene, con Canadá detrás y México, ese bocado al alcance de la mano, ya está de hecho convertido en una unidad. Europa, con todos los problemas que atraviesa, sigue en el proyecto de conformar una gigantesca unidad. Y si mañana fracasa, acabará tragada por una unidad mayor.

En Paraguay un obispo Fernando Lugo que no tiene partido político se presenta como candidato y gana a todos en 2008, que abrió un paréntesis en la larga hegemonía del Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana). Ello fue posible a través de una alianza de partidos y movimientos sociales, Alianza Patriótica para el Cambio, en la cual uno de los socios institucionales más importantes fue el Partido Liberal Radical Auténtico quien habilitó una estructura partidaria nacional. Tal presencia tuvo como contraparte el acompañamiento de Federico Franco en la fórmula presidencial, quien fue propuesto como presidente de ese país a partir de movimiento golpista desde el Congreso, que gobernó el

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Paraguay desde junio de 2012 y fue sucedido en el cargo por Horacio Cartes desde el primero de agosto de 2013, quien ganó las elecciones.

En Honduras arriba al poder Zelaya tras ganar las elecciones en 2005 por el Partido Liberal, quien no era de izquierda, pero se vuelve demócrata liberal. Asume el poder en enero de 2006 e impulsa una política social que molesta a la oligarquía que lo derrumba del poder mediante un golpe de Estado el 28 de junio de 2009, acusado por la Suprema Corte de la nación por delitos graves como traición a la patria, por lo cual lo destituyó el Congreso en sesión solemne y lo expulsa del país. Este golpe es orquestado por Roberto Micheletti, quien ocupaba el cargo de presidente del Congreso de ese país a quien le correspondía constitucionalmente remplazarlo.

En suma, en América Latina hay necesidad de cambios ante la crisis de la región ante la benevolencia de la socialdemocracia que ve esos cambios de manera positiva, lo cual también favorece esos cambios.

Los nuevos gobiernos no neoliberales logran ascender rápidamente en popularidad y aceptación, porque hacen cambios en la economía y también sociales. Este ascenso de la economía es posible por el aumento en los términos de intercambio con el mercado mundial gracias al elevamiento del precio de las materias primas a partir de principios de los años noventa y luego después de la crisis mundial de 2001­2002.

La entrada de China a la región de América ayuda al crecimiento económico por la demanda de materias primas a favor de América del Sur.

En México es más importante el proceso maquilador. México entra tardíamente al boom de las materias primas como el cobre, por los problemas laborales de Peñoles. En América Latina hay una gran capacidad ociosa, hay un desarrollo extensivo de aprovechamiento de capacidad instalada sin cambios tecnológicos. El elemento común de estos gobiernos es contra el neoliberalismo, quienes promueven el fortalecimiento del Estado, contrario al neoliberalismo que promueve la reducción del Estado. Los nuevos gobiernos fortalecen al Estado, elevando impuestos. También sus reformas sociales fortalecen políticamente al Estado, junto con las reformas sociales, desarrollan sistemas de combate a la pobreza y elevamiento de los salarios. También amplían la cobertura de los sistemas de jubilatorios que volvió a manos del Estado.

Se derechizaron ciertos sectores de la clase media baja que pasaron a ser inversores en los fondos de pensiones y a la especulación, junto con la clase media alta. Los sectores que tienen grandes ahorros en relación al consumo entran a la especulación y al consumismo y los sectores que no elevan sus ahorros no derechizan.

Los gobiernos se mantienen en el poder porque hacen reformas sociales, que les permiten crear base social de apoyo. En Venezuela el subsidio se universalizó, pues, país que no tiene compradores no puede desarrollar su mercado interno. Para la CEPAL, una clase

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media con poder de compra es tal. Los nuevos antineoliberales tienden a impulsar las exportaciones con el desarrollo del mercado interno, que es diferente al populismo nacionalista. También están a nivel internacional contra el neoliberalismo.

Lula hace el acuerdo de hacer política social e internacional, que él decide sin tomar la aprobación de la clase dominante. Ese es el acuerdo con la burguesía. Los pactos políticos tienen diferentes vías. Hay cuatro cambios. Cambios sociales, cambios económicos, inserción al mercado internacional y política internacional.

Poder del Estado y poder del gobierno y el poder del soporte institucional, que comprenden a las fuerzas que influyen sobre todo lo demás. Venezuela controla casi todo, no puede controlar a las cadenas de información internacionales, como tampoco los fondos de procedencia extranjera que sirven para apoyar a la oposición al gobierno. El poder informal del dinero cumple un papel fundamental en la conformación del poder mediante el financiamiento a las campañas políticas. El dinero organizado, el poder del dinero organizado. Venezuela avanza en el control del poder.

Argentina se parece a Venezuela, pero con menos fuerza. Con la renegociación de la deuda logró reducir la mitad por vía del descuento. Controla los medios de comunicación, el sistema de pensiones, redujo al ejército por todas las tropelías que cometió en el pasado. Aunque sigue sin controlar mecanismos de poder vitales. Hay resentimiento social en su pueblo. En Venezuela, Ecuador y Bolivia, el ejército no puede dar golpes de Estado porque pertenecen la cúpula militar está controlada por personas afines al partido de los presidentes. En algunos países se agregan otros elementos. Nuevas organizaciones internacionales como Unasur, OEA, CELAC, etc.

El agotamiento de boom de precios vulnera a los gobiernos de esos países rebeldes. También hay agotamiento del crecimiento extensivo, sustentado en el crecimiento de la inversión pública, creación de infraestructura, et., sin nuevas tecnologías. Brasil hizo cambios tecnológicos e invierte en investigación y desarrollo, aunque no hubo cambios en la composición técnica y orgánica del capital en un contexto de reducción de los precios de las materias primas y la fuga de capitales por lento crecimiento económico y el neoliberalismo que predominó por varios años en ese país.

Elementos favorables:

Conformación del bloque social­productivista a nivel internacional que apoya a las economías del cono Sur, entre los que están China, Rusia, que implican mayores inversiones y créditos de China.

Populismo significa mayor capacidad productiva, pero no empoderamiento de la gente.

Ahora los países rebeldes están viviendo la contraofensiva del neoliberalismo internacional, aprovechando la debilidad de los movimientos sociales y aprovechando la debilidad del

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gobierno. En Brasil las cadenas de comunicación no las controla el gobierno. También hay debilidades particulares de algunos gobiernos rebeldes.

Al hablar de los orden neoliberal dominante y de los países social­productivistas, Dabat señaló que los conflictos en Medio Oriente por el gas y el petróleo, así como la situación particular de algunos gobiernos rebeldes de América Latina son puntos centrales del conflicto mundial.

América Latina se ha dividido en dos espacios en los últimos años, países neoliberales como México, Colombia, Etc.,que se han integrado a Estados Unidos y países social­productivistas de América del Sur que han seguido la confrontación con el neoliberalismo.

Entre 2002 y 2013 asistimos al gran boon del precio alto de las materias primas por la demanda china y de los países en general, que fue detenido por la crisis mundial de 2007­2009 y su recurrencia desde 2011 hasta la actualidad. Esto fue detenido también por la crisis y el cambio en la política china que pasó de inserción al mercado mundial a una política de desarrollo de su mercado interno desde 2005, con la consecuente reducción de sus exportaciones e importaciones. También la especulación jugó un papel central en la caída de los precios de las materias primas. Actualmente (2015), estamos viviendo la caída más aguda de esta caída y posiblemente se estabilicen en los siguientes años, pero ya nunca en precios altos.

La integración de México se rige por las maquiladoras y la automotriz y no enteramente de las materias primas. El proceso actual de América Latina es el agotamiento de una etapa de industrialización extensiva, en el sentido de incorporar a la demanda final bienes de capital y fuerza de trabajo sin cambios tecnológicos materiales. Argentina incorporó las nuevas tecnologías pero no lo hizo por los altos precios primarios, eran productivistas porque privilegiaban la producción por encima de las finanzas, pero no invertían en la capacidad tecnológica productiva y al agotarse esta industrialización, donde llegaban grandes sumas de dinero por precios altos de las materias primas, no se buscó profundizar la industrialización.

México tiene las altas tecnologías, pero no son de México, porque se hacen con capital ajeno. Brasil invierte un punto de su PIB a investigación y desarrollo. En México tenemos un raquítico mercado interno que vegeta con los mismos métodos de producción. Esta crisis extensiva se cubre de diferentes maneras y las consecuencias del boom de las materias primas. Afecta poco al total de los ingresos por exportaciones, pero sí afecta a los ingresos petroleros. El Estado se endeuda para cubrir este descenso de ingresos petroleros, ahora se acabaron los ingresos petroleros y al bajar los precios del petróleo si van a afectar las inversiones de los particulares en otras áreas, como las de obra pública.

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En América Latina se ha descubierto una nueva ciencia (soft power), que significa golpes blandos de Estado, porque ahora las agencias internacionales financian los movimientos de oposición a los gobiernos rebeldes, que en nombre de una supuesta preservación de la democracia promueven los golpes de Estado contra los gobiernos rebeldes al neoliberalismo. Se están construyendo agencias en el mundo para derrotar a gobiernos que no se pliegan al neoliberalismo y a las potencias. Hasta la política se está privatizando, por el papel de las agencias en la lucha por derrocar a gobiernos rebeldes, a quienes se encarga esa tarea. La forma de derrotar gobiernos incluye a personajes claves, lanzar rumores, procesos antilogros, usan a los medios de comunicación.

Otro proceso que agrava a los países de América Latina es la extensión de estos métodos que agraven las dificultades del precio de las materias prima.

Lo positivo para los gobiernos rebeldes es el cambio en las relaciones de fuerza entre neoliberalismo y antineoliberalismo, las inversiones chinas que compra menos pero vende más.

América Latina es clave para Estados Unidos y sobre todo México, porque la recuperación de esa nación depende de la influencia en la región y quienes regresan ese capital a Estados Unidos invertido en México, mientras más se profundice la crisis en Estados Unidos se comprará menos y a la inversa. No hay ningún factor mecánico, las materias primas no van a subir rápidamente ni tampoco el asunto del agotamiento de la industrialización y el asunto de la correlación de fuerzas no va a cambiar de la noche a la mañana, pues esos son los datos reales. Se hablará sólo de los países más industrializados de América Latina, porque son los que comandan la acumulación en la región. México es distinto al resto de naciones de América Latina. Su sector externo y su crecimiento dependen de la inversión extranjera directa y de Estados Unidos, así como de la descomposición de su mercado interno, así como de la situación política de un Estado fallido, donde el Estado de derecho no se aplica en México.

En este país el narco puede tomar el poder para usar al Estado para robar más. Esto se confronta con la entrada de inversión extranjera directa y a los ingresos por turismo. Las remesas caen por la protección de la entrada de mexicanos a Estados Unidos, al mismo tiempo que caen los precios de las materias primas. El Estado mexicano tiene una política nacional que media entre los intereses particulares de cada grupo y se ve obligado a lanzar programas sociales, pero no tiene autonomía relativa, sino que responde a los grandes grupos económicos, donde los funcionarios de las empresas desempeñan funciones públicas al margen de que tengan conflicto de intereses. La principal medida para luchar contra el narcotráfico es evitar que financien candidatos, así como congelar sus cuentas bancarias y evitar el lavado de dinero. México es un Estado fallido que requiere cierta autonomía.

Perspectivas para México. Salvo un movimiento tipo Grecia con Syriza puede conformar un gran frente que cambie esta situación, porque esta situación actual puede llevar incluso a

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la desintegración del territorio nacional o incorporarse más a Estados Unidos. La otra alternativa es que los narcos tomen el poder o un golpe militar de dos tipos; el narco es similar al yihadismo. Se contraponen a los Estados árabes, podrían dar un golpe de Estado.

C. Venezuela es el caso más interesante de América del Sur, porque el uso extremo de los altos precios del petróleo en el marco del crecimiento extensivo sin una industrialización del país y la depredación de los recursos públicos en un momento de la ofensiva de los sectores que promueven los golpes blandos. Venezuela está desde 2014 hasta la fecha en vilo y también el ALBA. Para Cuba es fundamental el subsidio del petróleo de Venezuela. Las reformas cubanas vienen abandonando las políticas estatistas y a promover a la empresa privada. Si el gobierno de Venezuela se salva, será por las contradicciones que hay entre la oposición al gobierno de Madura que le echa la culpa a todos los sectores de ser pro­imperialistas, sin distinguir que la oposición no está conformada de manera homogénea. En ese país, el Estado controla a los medios de comunicación, al legislativo y al poder judicial, así como al ejército. Su debilidad está en la sociedad civil por la caída de los precios del petróleo y a la que no ha podido incorporar a su proyecto de desarrollo a partir de alianzas específicas en función de los sectores que conforman a esa sociedad. D. Como dice Almeira (La Jornada, 03/15/2015), “Maduro Es torpe, pretende luchar contra la derecha extrema con el aparato y las instituciones, no enfrenta a la burocracia y ve a obreros y campesinos como simple infantería, que para él pesa mucho menos que los mandos militares, educados en un pensamiento verticalista y conservador, de los que depende. Su cesarismo, al mismo tiempo, le aleja amigos en una izquierda que no sabe distinguir entre un proceso social de cambio, confuso e inédito, y la dirección transitoria del mismo y es, por lo tanto, chavista acrítica o antichavista ciega ante el hecho de que el imperialismo ataca a Venezuela por temor al contagio a otros países sudamericanos de las experiencias de autorganización popular venezolanas y no por las torpezas de Maduro. Casi la mitad de los electores venezolanos no son chavistas, y en ese sector sólo un grupo es proimperialista y fascista. Cuando Maduro acusa a toda la oposición de terrorismo y de servir a Estados Unidos en realidad la une, cuando lo elemental es separar los simplemente atrasados o conservadores de los explotadores y agentes de la CIA”.

Venezuela sigue una política populista pero no de desarrollo. Es pionero en políticas sociales. Necesita cambiar sus políticas y no depender del gasto petrolero. Diversificar su economía, aprovechar su relación con Colombia, donde la burguesía dirigido por el presidente Santos ha privilegiado el diálogo con las fuerzas rebeldes. Necesita abandonar su política protagonista y estar a la expectativa. En caso de una derrota afectaría a América del Sur. Tiene ventajas el gobierno, porque no están a las vista las elecciones para renovar al presidente.

En cuanto a los otros países de América del Sur, igual que en Venezuela, hay baja inversión en investigación y desarrollo. No se han incorporado a las nuevas tecnologías. Brasil cuenta con la industria aeroespacial, 50 por ciento de sus exportaciones son de materias primas. El golpe blando que sufrió el gobierno de Dilma durante el mundial de futbol en 2014, que fue

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muy fuerte, pero finalmente fue vencido. El gobierno no tiene el control del poder. Venezuela controla todo, Brasil no. Sólo al ejército a medias. El poder legislativo no está controlado y tampoco el ejército.

A Argentina le pasa lo mismo que a Brasil. Aunque ha avanzado en el control de los de los resortes del poder. El ejército casi no existe, por todos los problemas que generó a la sociedad civil en décadas anteriores y también por la gran reacción del pueblo contra la dictadura y sus secuelas y por la correlación de fuerzas internas. También han reducido el poder de los monopolios de los medios de comunicación. El poder judicial está dividido y existe una enorme división de la oposición. En Brasil el partido de la derecha es más reformista que en Argentina. El gobierno de este país está con el tiempo encima porque ya vienen las elecciones y los fondos buites y la cuestión del asunto de los que lanzaron bombas contra una iglesia judía son usados como estrategia para derrocar al gobierno en turno.

En el contexto mundial, hay una situación favorable, donde Rusia ha ganado el conflicto de Ucrania. Europa se está resquebrajando con el triunfo en Grecia de Syriza y en España se va a vencer a la derecha. En América Latina hay una situación de relativa decadencia de los gobiernos rebeldes. Los cubanos se están confrontando menos a Estados Unidos y hacen las reformas que hay que hacer.

El populismo centrado en lo social, así como en políticas redistributivas del ingreso, sin que implique elevar el poder político y económico de los beneficiarios de los programas sociales.

Ese populismo de antaño consistió en promover la producción, el empleo, el fordismo y las políticas sociales en Estados Unidos, donde se da crédito al pueblo, pero después de evitar las crisis.

Venezuela tiene un sesgo populista. En Brasil se da trabajo a la gente.

Desarrollismo sería hoy no sólo impulsar el empleo y la producción, sino también elevar las tecnologías para resolver los problemas de producción y empleo. En Venezuela se elevó el empleo por los términos de intercambio favorable durante varios años, en cambio en China se aceleró por la productividad y las nuevas tecnologías. Ahora se tiene que distinguir entre sindicalismo de distribución y el sindicalismo de producción, como lo planteó Gramsci con el ensayo de los consejos obreros en Italia, donde se impulsaba la participación de los obreros en la dirección de las empresas, para preocuparse por la eficiencia de la empresa capitalista. Tomar el poder requiere de un aprendizaje previo de cómo administrar a una empresa, no sólo para ganar más, sino para innovar por parte de los mismos trabajadores, para lograr mejoras en todos los niveles a partir de propuestas que partan de los mismos trabajadores y recibir premios por parte del patrón, como parte de un acuerdo obrero­patronal, que Gramsci llamó consejos obreros.

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América Latina invirtió en las últimas décadas con las mismas tecnologías, pero no hacía innovación tecnológica. Siguieron las recetas de Keynes del Estado que elevaba la demanda y Kalecki le agregó elevar los salarios, para elevar la demanda. Esto fue posible en los años treinta donde no había la tecnología actual. crean demanda efectiva en un contexto de crecimiento extensivo. Elevar la productividad hoy día, requiere no sólo meter más máquinas, sino también elevar la educación del pueblo, hacer que el trabajador tenga compromiso social con la producción, invertir en investigación y desarrollo y desarrollar una cultura de trabajo social, de solidaridad social.

Hoy día cuentan los grandes bloques económicos para competir exitosamente.

Resumen New Deal

La serie de legislaciones aprobadas incluyeron: seguro de desempleo, precios de garantía para los

agricultores, contratación de jóvenes por parte del gobierno, generación de obras públicas,

reorganización de la industria privada (nótese la similitud con las políticas públicas que

posteriormente se pondrán en marcha en México), el plan de rescate a hipotecas, creación de un

seguro sobre los depósitos bancarios (en los hechos figura de prestamista de última instancia) y

regulación al mercado de valores. Una de las leyes más importantes fue la promulgada en 1933

Emergency Banking Act, mejor conocida como Glass­Steagal que implicó entre

fundamentalmente la total separación entre la banca de depósito y la banca de inversión (bolsa), la

creación de un sistema bancario conformado por bancos nacionales, estatales y locales y los

banqueros fueron vetados de participar en los consejos de administración de las empresas

industriales, comerciales y de servicios. En los hechos restringía la posibilidad de que se

generaran grandes bancos que luego fueran demediado importantes para dejarlos quebrar, con lo

que se disminuía el riesgo sistémico . 5 El círculo vicioso bursátil que contribuyó de forma

importante a la crisis del 29 consistió en un incremento desmedido del crédito,

sobreendeudamiento, impago de las hipotecas y posterior solicitud de crédito, (ver Adams 2008).

12 12 Sin embargo para fines de 1934 e inicios de 1935 se había perdido en cierta medida la

confianza en el primer New Deal. Los empresarios abandonaron el pacto en el verano de 1935

preocupados por el déficit público, la debilidad de la demanda efectiva, la incapacidad de seguir

reduciendo el desempleo y lo lento de la recuperación económica (Adams 2008), ante esta

situación todavía hubieron dos procesos más que favorecieron a final de cuentas la recuperación

económica el segundo New Deal y la entrada de EUA a la Segunda Guerra Mundial.

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ii El segundo New Deal 1935­1941 y las consecuencias económicas de la Segunda Guerra El

segundo New Deal consistió en una serie de disposiciones que fueron vistas por un sector de los

empresarios como medidas “socialistas”, entre otras incluyó: una Ley para la creación masiva de

vivienda, generó un complejo aparto de seguridad social, incluyó un ambicioso plan de desarrollo

regional (superior al de Tennessee), una miscelánea fiscal que incluyó un incremento a la tasa

impositiva a los estratos de mayores ingresos, pero sobre todo un importante apoyo y promoción a

los sindicatos, sobre todo a aquellos de industrias bienes de consumo masivo (Adams 2008),

políticas muy similares a las implementadas enMéxico por Cárdenas y en general en el desarrollo

estabilizador.

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