Profesora: María Antonia Rojas Serrano

INTRODUCCIÓNEl sistema inmunitario o inmune, es el sistema de defensa que presenta el cuerpo humano. Está formado por un conjunto de órganos y mecanismos cuya función es la lucha contra los elementos extraños (patógenos) y sustancias que puedan dañar el organismo. El sistema inmunitario nos proporcionan inmunidad, es decir, resistencia y capacidad de lucha contra cualquier patógeno.

Hay dos tipos de inmunidad:

Inmunidad innata o inespecífica: la presentamos desde que nacemos.

Inmunidad adquirida o específica: se va desarrollando y perfeccionando a lo largo de la vida.

Inmunidad innata o inespecíficaConstituye la primera línea de defensa y responde de igual manera ante cualquier patógeno que invada nuestro organismo.Consta de barreras externas y barreras internas. BARRERAS EXTERNAS: pueden ser de tres tipos: • Físicas, como la piel (que cuando está intacta es

infranqueable) y las mucosas (que al estar recubiertas por moco los microbios se adhieren y quedan atrapados en él).

• Químicas, como el ácido clorhídrico del estómago y la lisozima presente en la saliva y las lágrimas; que destruyen a los microorganismos.

• Biológicas, como nuestra flora bacteriana, que es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo aportándonos algún beneficio. Impide que los microorganismos patógenos nos infecten ya que compiten con ellos.

BARRERAS INTERNAS: actúan cuando los patógenos han atravesado las barreras externas. Son tres:

• Fiebre e inflamación: al aumentar la temperatura corporal, debido a la fiebre, se favorece el funcionamiento de algunas células inmunes y se dificulta el crecimiento de los microorganismos patógenos (principalmente bacterias); la inflamación se debe a la vasodilatación de la zona, que favorece que lleguen y se concentren más células inmunes a la zona infectada.

• Fagocitosis: es el proceso de captura y digestión de partículas infectivas. Y las células que lo llevan a cabo son los fagocitos.

• Sistema de complemento: es un conjunto de proteínas de la sangre que se unen a los agentes patógenos y pueden destruirlos o favorecer su fagocitosis.

Inmunidad adquirida o específica

Esta inmunidad se va desarrollando a lo largo de la vida, a medida que el organismo entra en contacto con los agentes patógenos.

Viene dada por los linfocitos que son un tipo de glóbulos blancos capaces de reconocer los agentes patógenos de forma específica.

Este reconocimiento puede darse mediante:

RESPUESTA HUMORAL: la realizan los linfocitos B producen unas proteínas llamadas anticuerpos que liberan a la sangre.

Los anticuerpos son específicos para cada agente patógeno, estos se adhieren a él y lo bloquean o destruyen.

RESPUESTA CELULAR: la llevan a cabo los linfocitos T que producen anticuerpos que permanecen unidos a la membrana de la célula.

Estas células reconocen a las células infectadas por el patógeno, se adhieren a ellas y las destruyen.

La inmunidad adquirida produce memoriaLa inmunidad adquirida además de responder específicamente frente a cada patógeno también será capaz de responder de forma más eficaz frente a una segunda infección del mismo agente patógeno.

Cuando un patógeno entra en el organismo, se produce una respuesta inmune primaria que tarda varios días en aparecer. Es el tiempo que se necesita para que algunos linfocitos encuentren el patógeno, lo reconozcan como un agresor, se dividan numerosas veces, y maduren para convertirse en linfocitos T o en linfocitos B.

Cuando acaba la infección, algunos de estos linfocitos maduros que saben reconocer el patógeno permanecen en el organismo y constituyen una memoria inmunitaria.

Así el organismo va adquiriendo memoria frente a muchas infecciones.

Si el mismo patógeno vuelve a infectar el organismo en otra ocasión, la memoria inmunitaria permitirá disponer de linfocitos maduros y preparados para reconocerlo.

La respuesta inmunitaria será muy rápida y destruirá el patógeno antes de que produzca la enfermedad.

Por eso hay enfermedades, como el sarampión, que sólo se sufren una vez en la vida.

Prevención de la enfermedades infecciosasPodemos prevenir las enfermedades infecciosas mediante hábitos de vida saludables (evitar contagios) y la vacunación.

La vacunación es un método preventivo que consiste en una inmunización artificial del organismo.

Se introducen los microorganismos causantes de una enfermedad en un individuo sano para que este produzca anticuerpos específicos contra ese patógeno. Como el agente patógeno está debilitado, muerto o sólo se introducen las partes que produzcan respuesta inmunitaria; el individuo sano no padecerá la enfermedad.

Algunos de estos linfocitos, que producen anticuerpos contra ese patógeno, permanecerán como células de memoria. Y así, cuando volvamos a ser infectados por ese agente patógeno nuestro cuerpo responderá rápidamente y de manera muy eficaz, destruyendo el agente infeccioso antes de que se desarrolle la enfermedad.

EL SISTEMA LINFÁTICO Y LOS ÓRGANOS LINFOIDES

Aunque los componentes del sistema inmune se encuentran diseminados por todo el cuerpo, el sistema linfático va a desempeñar un papel muy importante a la hora de llevar a cabo la respuesta inmunitaria, también los órganos linfoides están muy implicados en este proceso.

Sistema linfáticoParalelo al sistema circulatorio se encuentra el sistema linfático cuyas funciones son:

- Devolver el líquido intersticial a la sangre, cuando se encuentra en exceso.

- Intervenir en la respuesta inmunitaria, ya que favorece el encuentro entre el agente infeccioso y los linfocitos.

- Absorber las grasas en el intestino delgado.

El sistema linfático está compuesto por:

• Capilares linfáticos: son vasos finos con extremos cerrados (ciegos). Son permeables, por lo que permiten recoger el exceso de líquido intersticial que cuando se encuentra dentro de los capilares linfáticos pasa a llamarse linfa.

• Vasos linfáticos: similares a las venas, recorren todo el cuerpo y devuelven el líquido intersticial sobrante, al sistema circulatorio. También presentan válvulas que impiden el retorno de la linfa.

• Ganglios linfáticos: son zonas ensanchadas que aparecen a lo largo de los vasos linfáticos. Aquí se agrupan y activan los linfocitos. Estos ganglios aparecen principalmente en las regiones de las axilas, las ingles y el cuello.

Órganos del sistema inmunitario

Los órganos que forman el sistema inmune se pueden clasificar en dos grupos:

- Órganos linfoides primarios: son aquellos donde se produce la maduración de los linfocitos. Dentro de este grupo encontramos la médula ósea roja y el timo.

- Órganos linfoides secundarios: en ellos se reagrupan los linfocitos y tiene lugar gran parte de la respuesta inmunitaria. Comprenden los ganglios linfáticos, el tejido linfoide asociado a mucosas y el bazo.

Órganos linfoides primarios* Médula ósea roja: situada en los espacios dejados por el tejido

óseo esponjoso, en ella se encuentran las células madre que serán las precursoras de todas la células sanguíneas, incluyendo los linfocitos (glóbulos blancos). Los linfocitos B, maduran en la médula ósea.

* Timo: en este órgano se produce la maduración de los linfocitos T. Se sitúa en el tórax detrás del esternón. El timo se encuentra totalmente desarrollado en el momento del nacimiento y va creciendo a lo largo de la infancia, hasta alcanzar la pubertad donde comienza su involución, reduciendo su tamaño y funcionalidad en edades adultas.

Órganos linfoides secundarios

* Ganglios linfáticos: se encuentran dispersos a lo largo de los vasos linfáticos por todo el cuerpo, los ganglios son abundantes en cuello, cerca de las glándulas mamarias y en las axilas e ingles. Se encuentran recubiertos por una cápsula de tejido conjuntivo y presentan gran concentración de linfocitos y fagocitos. Su función es poner en contacto los antígenos con los linfocitos.

* Tejido linfoide asociado a mucosas: son concentraciones linfáticas que no están rodeadas por una cápsula de tejido conjuntivo. Las amígdalas, las placas de Peyer situadas en el intestino y el apéndice, son tejido linfoide asociado a mucosas.

* Bazo: es un órgano oval y la masa más grande de tejido linfático del cuerpo, situado en la parte izquierda entre el estómago y el diafragma. El bazo, al igual que los ganglios y el tejido linfoide asociado a mucosas, presenta gran cantidad de linfocitos y células fagocíticas que atrapan partículas. En el bazo, los materiales extraños entran por la vía sanguínea y no por la linfática, motivo por el que este órgano es de máxima importancia en presencia de infecciones que se propagan por la sangre.

AGENTES INFECCIOSOS

Los principales agentes infecciosos que pueden originar enfermedades son:

• Bacterias: son organismos unicelulares y procariotas. Algunas liberan sustancias perjudiciales denominadas toxinas.

• Protozoos: son organismos parásitos unicelulares y eucariotas.

• Hongos: organismos unicelulares o pluricelulares, eucariotas que necesitan humedad para vivir y cuyas infecciones se denominan micosis.

• Virus: son parásitos intracelulares obligados, no se consideran seres vivos pero infectan las células y utilizan la maquinaria celular para la reproducción del virus.

BACTERIAS PROTOZOOS

HONGOS VIRUS