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El proceso de envejecimiento es universal y afecta a todos los seres humanos. Durante mucho tiempo este concepto ha tenido connotaciones negativas y ha sido considerado como sinónimo de deterioro y degradación. Sin embargo, estas ideas han quedado obsoletas en la actualidad. El nuevo concepto entiende que el envejecimiento está basado en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores.

Existen múltiples aspectos relacionados con la salud y la calidad del envejecimiento de una persona: estado emocional, movilidad, relaciones sociales, presencia de enfermedades, etc. No obstante, hay uno que destaca sobre el resto: la autonomía y funcionalidad del desempeño en la realización de actividades cotidianas.

Dentro de las habilidades que están en la base del desempeño autónomo y funcional se encuentran los procesos cognitivos, que son “aquellos procesos mentales involucrados en el procesamiento de la información -tanto la proveniente del ambiente como la ya almacenada en la memoria- mediante los que se logra el aprendizaje y la reelaboración de habilidades, conocimientos y valores”1.

Los procesos cognitivos se pueden clasificar como:

básicos (percepción, atención y memoria)

superiores (lenguaje, razonamiento, aprendizaje y control de la conducta)

1 Zeballos, Carolina (2015) “Programa de entrenamientos cognitivo PEC”. Ineco Salud.

Procesos y estimulación cognitiva

Módulo 3

Procesos cognitivos

BÁSICOS

Percepción Atención Memoria

SUPERIORES

Lenguaje Razonamiento Aprendizaje

Control de la conducta

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La importancia de los procesos cognitivos radica en que permiten tanto la realización de actividades cotidianas (conversar, preparar una taza de café, manejar dinero) como de tareas más complejas (leer sobre un tema sobre el que tiene poco conocimiento, encontrar la mejor solución a un problema, aprender a tocar un instrumento musical).

Al envejecer, se deterioran los sistemas biológicos del organismo y esto afecta a procesos cognitivos como la velocidad de procesamiento de la información, la atención y la memoria. Por lo tanto, para favorecer el envejecimiento activo es esencial mantener ágil la actividad mental.

1. Estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva abarca todas las actividades encaminadas a potenciar y mantener las capacidades cognitivas existentes. La atención, la memoria y el lenguaje son, entre otros, procesos mentales susceptibles de ser desarrollados mediante técnicas de estimulación cognitiva.

Los programas de estimulación constan de variedad de actividades para desarrollar la agudeza mental. Además, éstas favorecen la participación activa y el desempeño autónomo y funcional de los adultos mayores en las actividades que desempeñan normalmente o en otras nuevas que deseen aprender.

Este módulo se centrará en la estimulación cognitiva de dos procesos cognitivos básicos: la atención y la memoria.

2. La atención

La atención es un “mecanismo que pone en marcha una serie de procesos u operaciones gracias a los cuáles somos más receptivos a los sucesos del ambiente y llevamos a cabo una gran cantidad de tareas de forma más eficaz.” (García, 2007)2.

2 García Sevilla, J. (2007). “Psicología de la Atención”. Madrid, Síntesis.

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Existen diferentes clasificaciones de la atención. Dos de las más conocidas son las que distinguen según el nivel de control (voluntaria e involuntaria) o según el nivel de interés de la persona (selectiva, dividida y sostenida) (Ballesteros, 2002)3.

2.1. Clasificación según el nivel de control

Atención voluntaria: el sujeto tiene una actitud activa y es el que decide atender hacia un estímulo. Por ejemplo, prestar atención a alguien que está hablando.

Atención involuntaria: la persona adopta una actitud pasiva y es el estímulo el que tiene el poder de atraer al sujeto. Por ejemplo, un dolor de muelas capta la atención, no por quererlo, sino por su intensidad.

2.2. Clasificación según el interés de la persona

Atención selectiva: es la capacidad que tiene una persona en centrarse en la tarea o situación que le interesa y obviar las que son irrelevantes. Por ejemplo, ser capaz de leer mientras otra persona está hablando por teléfono cerca. Los trastornos de distracción están relacionados con este tipo de atención. Algunos ejercicios que permiten estimular la atención selectiva son buscar objetos en una fotografía o en una habitación, localizar lugares en un mapa o plano, etc.

Atención dividida: es la capacidad de realizar varias tareas o atender a varias situaciones de forma simultánea. Por ejemplo, hablar mientras se conduce, mantener una conversación a la par que se redacta una nota o cocinar mientras se habla por teléfono. Las alteraciones más frecuentes relacionadas con la atención dividida aluden a problemas para llevar a cabo tareas simultáneas que antes se realizaban de forma automática. Agrupar formas, letreros o fotografías según un criterio preestablecido o buscar diferencias entre dibujos ayudan a estimular este tipo de atención.

Atención sostenida: es la capacidad de concentración en una tarea durante un periodo de tiempo prolongado. Por ejemplo, leer un libro o ver una película. Alteraciones frecuentes de este tipo de atención son la fatiga y el bajo rendimiento 3 Ballesteros, S. (2002): Psicología general. Vol. II. Atención y percepción. Madrid, UNED.

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en una tarea. Algunos ejemplos de actividades que potencian la atención sostenida son la realización de puzles, cubo de Rubik, etc.

3. La memoria

Una de las definiciones más simples de memoria es la de Baddeley (1986)4: “la memoria es lo que nos permite organizar experiencias pasadas y hacerlas accesibles cuando las necesitamos”.

Se pueden distinguir tres procesos básicos en la memoria:

Codificación: supone preparar la información para guardarla, codificándola como imagen, sonido, acontecimiento, experiencia, etc.

Almacenamiento: se caracteriza por la conservación y la consolidación de la información y por la reconstrucción de nuestros esquemas cognitivos para adaptarse a este nuevo material.

Recuperación: alude a la selección y el recuerdo de esa información cuando se necesita.

Existen variedad de clasificaciones de tipos de memoria. Una de las más básicas es la siguiente (Etchepareborda y Abad-Mas, 2005)5:

Memoria inmediata o sensorial: es la capacidad de captar una información que se percibe a través de los sentidos, reteniéndola de forma espontánea. Algunas de las informaciones que se perciben se olvidan casi de inmediato, mientras que otras se guardan en la memoria y quedan disponibles para ser recuperadas a través del

recuerdo. Un ejemplo de alteración de este tipo de memoria es interpretar de forma errónea los mensajes recibidos por los sentidos (no reconocer el olor a gas).

Memoria a corto plazo (M.C.P.): es un almacén transitorio que recibe la información desde la memoria inmediata. Dicha información

4 Baddeley, A. D. (1986). “Working memory”. Oxford: Oxford University Press.

5 Etchepareborda, M.C. y Abad Mas, L. (2005). “Memoria de trabajo en los procesos básicos del aprendizaje”. Rev. Neurol., 40.

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se analiza e interpreta y posteriormente se guarda en la M.C.P. por un breve periodo de tiempo. Ejemplos de alteraciones de este tipo de memoria son ver la televisión y no recordar de qué programa se trataba a los pocos minutos, tener dificultad para seguir el argumento de una película, etc.

Memoria a largo plazo (M.L.P.): en la memoria a largo plazo la información se almacena de forma indefinida. Puede considerarse como “la base de datos permanente”, donde la información se mantiene de forma duradera. Es el depósito donde se almacenan las experiencias vividas, imágenes, conceptos, procedimientos, etc. Algunas alteraciones relacionadas con este tipo de memoria son olvidar fechas o eventos relevantes, no conocer el significado de palabras de uso diario, etc.

Algunos ejercicios para estimular los distintos tipos de memoria son los siguientes6:

MEMORIA SENSORIAL

Identificar el número de cubos que forman una figura geométrica.

Escuchar una canción conocida y recordar las palabras que dice en su estribillo.

Recordar y repetir una secuencia rítmica realizada con las manos, golpeando la mesa, etc.

MEMORIA A CORTO PLAZO

Buscar palabras en una sopa de letras.

Deletrear palabras en orden directo e inverso.

Ejecutar operaciones aritméticas mentalmente.

Realizar los pasatiempos del periódico: las siete diferencias, crucigramas, etc.

Jugar a las cartas, hacer rompecabezas, etc.

6 Cantón Hernández, J. C. “Atención y apoyo psicosocial” Editex.

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MEMORIA A LARGO PLAZO

Recordar mensajes, avisos o recados inventados o notas importantes para el usuario.

Clasificar u ordenar distintos objetos, como alimentos, ropa, fotografías, etc.

Completar palabras de un texto leído previamente.

Explicar de memoria una receta de cocina.

Asimismo, algunas de las técnicas más empleadas para estimular la memoria son:

Repetición: sirve para desarrollar la capacidad de almacenamiento de la información. Ejemplos de actividades pueden ser la repetición mental, la copia de un dibujo, etc.

Organización: favorece la integración de la información nueva. Algunas tareas características son agrupar palabras, clasificar conceptos según categorías, etc.

Elaboración: relaciona la información nueva con datos que ya están almacenados. Por ejemplo, el uso de rimas o refranes, metáforas, etc.

Recuperación de la información, reconocimiento de objetos, personas, recuerdo y reconstrucción. Sirven para mejorar la memoria a largo plazo.

3.1. Consejos para ejercitar la memoria

Escribir resúmenes de lo que se ha hecho durante el día: ayuda a afianzar la información en la memoria. El proceso de resumir la información obliga a concentrar la cantidad de cosas que hay que recordar.

Poner las cosas siempre en el mismo lugar: por ejemplo las llaves siempre encima de la mesita del recibidor, la calculadora en el cajón del despacho...

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Crear una lista de tareas pendientes: realizar una lista de todas las tareas que hay que hacer e ir tachándolas una vez realizadas.

Utilizar un calendario semanal o mensual: facilita recordar visitas con el médico, aniversarios y otros acontecimientos.

Tener una agenda: pueden ser de mano o electrónicas.

Crear rutinas: las rutinas facilitan el funcionamiento cotidiano en personas afectadas de déficits de memoria.

4. Bibliografía

Álvarez, Rubén. (2011) “Desarrollo de los procesos cognitivos (aprendizaje-memorización)” http://www.monografias.com/trabajos91/aprendizaje-procesos-cognitivos-observacion-comparacion-resumen/aprendizaje-procesos-cognitivos-observacion-comparacion-resumen.shtml

Baddeley, A. D. (1986). “Working memory”. Oxford: Oxford University Press.

Báez-Hernández. E.M. (2013). “Estudio de la memoria inmediata y memoria de trabajo en el ser humano”. Revista Anales Universitarios de Etología. http://www.webs.ulpgc.es/etologia/revista2013/Elia%20Mar%C3%ADa%20B%C3%A1ez%20Hern%C3%A1ndez%207-18.pdf

Ballesteros, S. (2002): Psicología general. Vol. II. Atención y percepción. Madrid, UNED.

Cantón Hernández, José Carlos “Atención y apoyo psicosocial”. Unidad 4, pág. 144.Editex.

Etchepareborda, M.C. y Abad Mas, L. (2005). “Memoria de trabajo en los procesos básicos del aprendizaje”. Rev. Neurol., 40.

Franco Módenes, P &Sánchez Cabaco, A (2008). “Saber envejecer: aspectos y nuevas perspectivas”. Foro de Educación, nº10. www.forodeeducacion.com/numero10/022.pdf

García Sevilla, J. (2007). “Psicología de la Atención”. Madrid, Síntesis.

Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES). (2010) “Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales”. Módulo Formativo 4. Apoyo Psicosocial, Atención Relacional y Comunicativa en Instituciones. IFES http://www.formacionyempleo.ugtaandalucia.com/uploads//M%C3%B3dulo_4_UF_2.pdf

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Marta Lupón, Aurora Torrents, Lluïsa Quevedo “Apuntes de Psicología en Atención Visual”. file:///C:/Users/lucia/Desktop/tema_4.__procesos_cognitivos_basicos-5313.pdf

Zeballos, Carolina (2015) “Programa de entrenamientos cognitivo PEC”. Ineco Salud http://www.ineco.org.ar/event/ineco-salud-programa-de-entrenamiento-cognitivo-pec-2/