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ReaccionaComprometidos con el medio ambiente

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Editorial

Dato curioso

SuperbacteriasLas bacterias, a pesar de ser muy pequeñas, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de nuestras vidas al ser las responsables de la transformación de los alimentos, la degradación de nuestros desechos y la causa de múltiples enfermedades. Esta última relación ha ocasionado que usemos sustancias químicas llamadas antibióticos, que con el paso del tiempo y mal uso han alterado la naturaleza biológica de las bacterias generando graves consecuencias en la salud de la población humana. En este número de Reacciona conocerás el origen y consecuencias de la resistencia bacteriana y las acciones que podemos tomar en nuestra vida cotidiana para no contribuir a este grave problema de salud y ambiental.

¿Sabías que se han encontrado restos de medicinas en el agua?

En los últimos años, el desarrollo de nuevos y más sensibles métodos de análisis ha permitido alertar de la presencia de contaminantes emergentes en aguas dulces de todos los continentes, entre estos contaminantes se encuentran restos de fármacos empleados para tratar el ganado, como antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios; pero también se han encontrado fármacos de uso humano como psiquiátricos, antiepilépticos, medios de contraste, esteroides y hormonas.

A los antibióticos que se han encontrado en los cuerpos de agua se les ha catalogado dentro de los contaminantes emergentes, que son compuestos cuyo vertido puede suponer un problema sanitario y ambiental que aún no está suficientemente investigado ni regulado. Posiblemente los fármacos sean los contaminantes emergentes más importantes. No son persistentes, pero son compuestos relativamente poco biodegradables que se vierten continuamente y los sistemas convencionales de depuración no son capaces de eliminarlos, lo que exige el desarrollo de nuevos sistemas de eliminación.

¿En qué afecta que en la aguas existan los antibióticos?

En el agua se encuentran de manera natural bacterias y otros microorganismos. Estas bacterias al entrar en contacto con los antibióticos que desechamos empiezan a ser exterminadas. Sin embargo, si el flujo de antibióticos no es regular pueden sobrevivir las más resistentes generando una nueva colonia de bacterias resistentes. Esto es muy peligroso si tomamos en cuenta que el agua de muchos cuerpos de agua recircula en muchos sistemas siendo utilizada para consumo humano o para regar cultivos.

Como te habrás dado cuenta, la contaminación del ambiente por antibióticos es un problema grave y todo un reto para la sociedad. Es importante que reaccionemos e implementemos medidas eficaces para limitar el crecimiento de súper bacterias que podrían generar una epidemia para la cual no tendríamos cura.

Año 6 No. 3


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Prohíben jabones antibacteriales

En los últimos años, algunas investigaciones han demostrado el riesgo a la salud que implica el uso excesivo de los jabones antibacteriales; en especial en lo que se refiere a la relación entre el uso frecuente –durante pocos segundos– y la resistencia de las bacterias a los antibióticos que se les agregan a estos jabones. Desgraciadamente no se habían tomado medidas necesarias para evitar la propagación de enfermedades, hasta ahora: la Administración de Alimentos y Drogas –FDA, por sus siglas en inglés– ha realizado análisis de estos jabones para saber cuán saludables son para los usuarios, y los resultados obtenidos fueron insólitos.

La FDA descubrió que existen en los jabones que se anuncian como antibacteriales agentes antibióticos que contribuyen a generar resistencia bacteriana. Por ello ha prohibido estas sustancias, dando el lapso de un año a los productores de este tipo de jabones para eliminarlos de sus productos antisépticos.

Los estudios dan a conocer que alrededor del 40% de los productos antisépticos poseen estos ingredientes, entre los cuales se encuentran los jabones líquidos, jabones en barra y gel de ducha, que requieren forzosamente agua para remarcar sus propiedades antibacteriales. De hecho, se cree que este tipo de jabones pueden producir más daño a largo plazo; e incluso, que el jabón regular es mucho más efectivo para prevenir enfermedades e infecciones.

Para Janet Woodcock, directora del Centro de Evaluación e Investigación de Drogas en la FDA, “los consumidores pueden pensar que los jabones antibacteriales son más efectivos a la hora de prevenir la expansión de gérmenes, pero no existe evidencia científica que realmente lo demuestre. Incluso, existen datos que sugieren que los ingredientes antibacteriales hacen más daño a largo plazo.”

Además, la FDA agregó que en caso que los productores requirieran usar alguno de estos ingredientes deberán de proveer datos científicos sobre la seguridad y efectividad de estas sustancias, entre los cuales se encuentren estudios clínicos que demuestren que estos productos son superiores a los jabones no-antibacteriales a la hora de prevenir una enfermedad humana o reducir una infección y no generar resistencia microbiana.

Noticias ambientales


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Consejos ambientales

¿Cómo podemos reducir las posibilidades de generar nuevas bacterias resistentes a los antibióticos?

El ser humano ocupa muchos productos químicos para mejorar los alimentos o la higiene de sus espacios cotidianos. Estos productos químicos son dañinos para las bacterias pero no para todas, generando una resistencia en las que sobreviven. Para combatir las posibilidades de que se generen nuevas súper bacterias, tan sólo tenemos que seguir una serie de medidas sencillas que nos ayudarán a generar ambientes más sanos para nosotros y nuestras familias.

1. Antes que nada la prevención

Los expertos coinciden en que nada como la prevención para evitar el uso indebido de antibióticos. Si no hay infección, no hay paciente qué tratar. Es importante tener un buen acceso a agua potable, lavarse las manos antes y después de comer y de ir al baño, lavar los alimentos aun los que se van a cocer, evitar el contacto con personas enfermas y tener acceso a un servicio de salud permanente.

2. Evita el uso indiscriminado de desinfectantes

En los últimos años se han agregado a los productos de higiene en el hogar pequeñas dosis de antibióticos para aumentar su poder desinfectante. La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha emitido una alerta acerca de las desventajas de estos productos. Al tener pequeñas dosis de antibióticos lo único que consiguen es matar a las bacterias más débiles dejando vivas a bacterias ligeramente más resistentes, las cuales se multiplican generando una nueva colonia con esa resistencia, si este fenómeno se repite de manera frecuente con el paso del tiempo generaremos en casa una colonia de bacterias más resistentes.

Para evitar esto, debemos cerciorarnos de que los productos de limpieza que usamos en el baño, la cocina y para higiene personal no contengan ningún tipo de antibiótico.

3. No automedicarse y tomar el tratamiento completo

La automedicación es la acción por la cual un individuo consume un fármaco sin la supervisión de un especialista en salud. Algunos fármacos producen resistencia en las bacterias si se administran en forma incorrecta y sin consultar al médico, y fortalecen los agentes infecciosos en vez de debilitarlos. Es el caso de los antibióticos, que por ello sólo se venden con receta, al tomarlos sigue estrictamente las instrucciones del especialista, no te saltes dosis y completa el tratamiento aunque ya te sientas mejor.


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4. Evita el consumo de alimentos tratados con antibióticos

Aunque no existen aún evidencias sólidas que respalden la transmisión de súper bacterias al ser humano a través de alimentos tratados con antibióticos, los especialistas sospechan cada vez más de que esta posibilidad es real y muy viable. Como consumidores debemos exigir que los alimentos (animales y vegetales) deben ser más explícitos en la información que se nos proporciona en las etiquetas. Si sospechas o tienes conocimiento de alimentos que han sido tratados con antibióticos evita su consumo.

Saber convivir

El problema del despilfarro

Cuando Alexander Fleming descubrió la penicilina en septiembre de 1928 y se inició la aplicación de dicha sustancia para controlar enfermedades bacterianas, la historia de la medicina dio un gran giro. Enfermedades de múltiple naturaleza se vieron curadas de manera muy rápida y casi milagrosa, enfermedades que anteriormente eran mortales ahora eran padecimientos muy sencillos de curar gracias a los antibióticos.

Esta facilidad con la que los antibióticos controlan a las bacterias nos hizo caer en la tentación de ocupar antibióticos de manera indiscriminada, tomando dosis al menor síntoma de cualquier enfermedad sin saber si el agente causante del problema de

5. Precaución en los hospitales

La mayoría de las bacterias súper resistentes se originan y habitan en los espacios hospitalarios ya que en ellos el uso de antibióticos es muy frecuente y en dosis muy elevadas. Se recomienda que las personas que hagan visitas a los hospitales sólo lo hagan por necesidad, que no estén debilitadas de su sistema inmune (inmunosuprimidas) y que de ninguna manera se permita la entrada de niños o adultos mayores a zonas de alta presencia de bacterias. Para esto es importante seguir las instrucciones del personal médico.


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salud era en realidad una bacteria (esto es importante porque los antibióticos sólo funcionan contra bacterias), o sin saber a qué tipo de antibiótico es sensible la bacteria que nos estaba causando la enfermedad.

Pero no toda la responsabilidad recae en los médicos al recetar antibióticos de manera indiscriminada, los pacientes contribuimos a este problema al tomar antibióticos no prescritos, no tomar los tratamientos completos, modificar las dosis o no seguir las instrucciones para tomar el medicamento (consumir alcohol durante un tratamiento por ejemplo).

Esto ha generado que muchas bacterias empiecen a ser resistentes a los antibióticos, debido a que al tomarse de manera incorrecta un tratamiento de antibióticos sobreviven las bacterias más resistentes, si éstas se reproducen irán generando colonias cada vez más resistentes al grado de que ningún antibiótico sea capaz de combatirlas.

De esta manera muchas enfermedades que se curaban con penicilina actualmente son resistentes a este fármaco y tienen que ser tratadas con otros antibióticos mucho más potentes. Si este esquema se sigue repitiendo estamos ante un panorama muy desolador: la posibilidad de que nuestros hijos y nuestros nietos vivan en un mundo en donde las enfermedades por bacterias no se puedan curar. Este mundo sería muy parecido al que se vivió durante la edad media, en donde millones de personas perecían de enfermedades infecciosas sin tener un fármaco o sustancia que los ayudara a curarse.

Es importante reflexionar sobre la salud de nuestros descendientes y el mundo que les vamos a heredar. Tenemos un gran reto ante nosotros: Asumir una actitud responsable con el uso de los antibióticos para garantizar su funcionamiento en las generaciones futuras.


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Bacterias que causan enfermedades transmitidas por alimentosBacteria Encontrada en Transmisión Síntomas

Campylobacter jejuni Tracto intestinal de los animales y aves, leche cruda, aguas sin tratar, aguas residuales y lodo

Agua, leche cruda, carnes crudas o sin cocinar, aves y mariscos contaminados

Fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular seguido con diarreas (algunas veces con sangre) dolor abdominal y nauseas pueden aparecer de 2 a 5 días después de haber ingerido el alimento, puede durar de 7 a 10 días

Clostridium botulinum Ampliamente distribuido en la naturaleza, suelo, agua y en las plantas, y en el tracto intestinal de los animales y pescados y mariscos. Crece solamente en presencia de poco o de ningún oxígeno.

Bacteria produce una toxina que afecta el sistema nervioso y que causa la enfermedad. Alimentos mal enlatados, ajo en aceite, alimentos empacados al vacío.

Los síntomas usualmente aparecen de 18 a 36 horas, pero puede aparecer algunas veces en sólo 4 horas o hasta 8 días después de ingerir el alimento, visión doble, parpados caídos, problemas al hablar y al tragar, y dificultad al respirar. Puede ser fatal de 3 a 10 días si no es tratada.

Clostridium perfringens

Suelo, polvo, aguas residuales, tracto intestinal de animales y humanos. Crece solamente presencia de poco o de ningún oxígeno.

“Germen de cafetería” ya que numerosos brotes de enfermedades han resultado por alimentos dejados por largos períodos en mesas de vapor o a temperatura ambiental.

Diarreas y dolores causados por gases que podrían aparecer de 8 a 24 horas después de haber ingerido el alimento; usualmente dura como 1 día, pero síntomas más severos pueden persistir de 1 a 2 semanas.

Escherichia coli Tracto intestinal de algunos mamíferos, leche cruda, aguas sin tratar; una de las cepas de E. coli que puede causar enfermedades en los humanos.

Aguas contaminadas, leche cruda, carne de res cruda sin cocinar, jugo de manzanas o cidra de manzanas sin pasteurizar, frutas y vegetales sin cocinar; y de persona a persona.

Diarreas o diarreas con sangre, calambres abdominales, nauseas, y malestar; pueden comenzar de 2 a 5 días después de haber ingerido el alimento, durando como 8 días,

Listeria monocytogenes

Tracto intestinal de humanos y de animales, leche, suelo, vegetales en hojas; puede crecer lentamente a temperaturas de refrigerador.

Alimentos listos para comer como salchichas hot dogs, carnes de fiambrería, cortes fríos, salchichas o embutidos fermentados o secos, y otros estilos de carne de deli y aves, quesos suaves y leche sin pasteurizar.

Fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de espalda, algunas veces malestar estomacal, dolor abdominal y diarreas, puede tomar hasta 3 semanas para enfermarse; puede desarrollar una enfermedad más seria en pacientes de alto riesgo (mujeres embarazadas y recién nacidos, personas de edad avanzada, y personas con el sistema inmunológico débil).

Salmonella Tracto intestinal y las heces fecales de animales; Salmonella enteritidis en huevos.

Huevos crudos y sin cocinar, aves y carnes; leche cruda y productos lácteos; pescados y mariscos y personas que manejan alimentos.

Dolor de estómago, diarreas, nausea, escalofríos, fiebre, y dolor de cabeza que usualmente aparece de 8 a 72 horas después de haber ingerido el alimento; puede durar de 1 a 2 días.

Shigella Tracto intestinal humano; raramente encontrado en otros animales.

De persona a persona vía ruta fecal-oral; contaminación fecal de los alimentos y agua.

Enfermedades referidas como “shigellosis” o disentería bacilar. Diarreas con sangre, y mucosidad, fiebre, calambres estomacales, escalofríos y vómitos; de 12 a 50 horas después de la ingestión de la bacteria; puede durar por unos pocos días hasta 2 semanas.

Staphylococcus aureus

En humanos (piel, cortaduras infectadas, granos, nariz, y en la garganta).

De persona a persona a través de los alimentos mal manejados. Produce una toxina que causa la enfermedad.

Nausea severa, calambres abdominales, vómitos y diarreas, ocurren de 1 a 6 horas después de haber ingerido el alimento.


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Para estar enterado

Uso indiscriminado de antibióticos,un peligro para los seres humanos

Uno de los mayores logros de la medicina puede convertirse en un enemigo de la salud de las personas.

El descubrimiento de los antibióticos se convirtió en un avance significativo para la salud mundial. Estos medicamentos destinados a destruir o impedir la multiplicación de bacterias curan enfermedades, disminuyendo así las cifras de mortalidad.

Sin embargo, como muchos de los problemas ambientales que tienen que ver con el consumo, el uso excesivo o mal uso de los antibióticos, provoca un aumento de la resistencia de las bacterias; adquiriendo éstas las suficientes defensas para hacerse cada vez más fuertes, convirtiéndose en un peligro para la salud mundial. Pero no es la única fuente de contaminación por antibióticos; otras fuentes de amenaza proviene de las granjas, criaderos de animales para consumo humano y zonas de cultivo.

Pollos, vacas y cerdos son tratados con antibióticos, tanto en caso de enfermedad como de manera preventiva (también se ha detectado que los animales tratados con antibióticos crecen más rápido), provocando una resistencia inmunológica de estos animales a enfermedades que también se presentan en los seres humanos. Determinadas cepas de bacterias resistentes se transfieren de los animales a las personas cuando estas los consumen, exponiéndolas a enfermedades dónde los antibióticos ya no causan el efecto esperado,

debido a que estas bacterias se han vuelto resistentes (esta transferencia de agentes patógenos de animales a humanos ya se ha observado en enfermedades virales como la gripe aviar y la influenza AH1N1).

Las plantas también se enferman

Este fenómeno no solo se está dando en los animales de granja, sino que afecta a los productos vegetales. Residuos de antibióticos en altas concentraciones se encuentran en el estiércol de los animales, así como las bacterias resistentes a los mismos. Esas heces son utilizadas como abono o fertilizante en el cultivo de verduras y frutas, para consumo humano; de la misma manera, los antibióticos terminan en aguas subterráneas y en los ríos, contaminando el medio ambiente.

Aun cuando el uso de los antibióticos en plantas es menor en relación con el uso en animales, la aplicación de antibióticos en el agroecosistema presenta circunstancias únicas que podrían tener un efecto en el aumento y persistencia de bacterias multiresistentes en el ambiente. Primero, los antibióticos se aplican en áreas


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físicamente extensas. En regiones de producción densa de manzana, pera, nectarina o durazno, los antibióticos se aplican a cientos de hectáreas de huertos casi contiguos. Esto ha creado una situación análoga al ambiente clínico donde los pacientes inmunocomprometidos viven en condiciones de hacinamiento –ambientes relacionados con la proliferación y dispersión de bacterias resistentes a los antibióticos.

Segundo, la pureza de los antibióticos usados en la protección de los cultivos se desconoce. Se ha encontrado que los antibióticos de calidad reactiva o veterinaria generan resistencia en bacterias que son comunes en los humanos. Es improbable que los antibióticos utilizados en las plantas sean más puros que los usados para tratar animales. Por lo tanto, es posible que los antibióticos de calidad agrícola sean un origen potencial de genes de resistencia bacteriana, pero que no estén necesariamente presentes y activos en las bacterias patógenas de plantas.

La OMS ya alertó sobre el resurgimiento y surgimiento de enfermedades mortales causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, pero pese a la gravedad de esta situación, rara vez estas sustancias aparecen en la etiqueta de estos productos, o advierten al comprador al momento de adquirirlos. Es necesario ejercer nuestro derecho como consumidores para exigir la revisión de normas que regulan la industria de la cría de animales y la agricultura, de modo que las mismas persigan como objetivo primordial la seguridad de que el producto a consumir esté libre de sustancias que puedan provocar consecuencias no deseadas en la salud de los seres humanos.


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Recomendaciones

Resistance ¿Cómo ha sucedido? Con filmaciones microscópicas, historias personales impactantes y comentarios de expertos, Resistance clarifica el problema de la resistencia a los antibióticos, cómo llegamos a ello y qué podemos hacer para remediarlo. Disponible en Netflix.

Antibióticos revolución médica: El nacimiento de un imperio. La historia de la relación entre los seres humanos y las bacterias es tan antigua como el hombre mismo. Esta relación dio un giro radical cuando se descubrió el papel de los antibióticos para combatir a estos agentes infecciosos. A partir del uso de los antibióticos se hizo posible la cura de muchas enfermedades que eran mortales. El uso de los antibióticos parecía ser el fin de las preocupaciones de los hombres. Sin embargo, a las bacterias esto les ocasionó estrés y ese estrés derivo en estrategias de adaptación generando mecanismos de resistencia. En este breve documental podrás ver esta historia narrada de una manera amena e interesante. https://www.youtube.com/watch?v=F1g2QmemVEg

Adaptarse o Morir: bacterias resistentes a los antibióticos. El incremento reciente en la aparición de cepas de bacterias multirresistentes a los antibióticos plantea un serio reto a la comunidad científica y a las autoridades sanitarias: la pérdida de eficacia de estos fármacos supondría para la salud pública una auténtica catástrofe. Una de las causas más importantes de este incremento es el abuso de los antibióticos. Descubre en este video los mecanismos por los cuales las bacterias se vuelven resistentes. https://www.youtube.com/watch?v=5Mb0ICsd3L8

Euronews Science - La amenaza de las "superbacterias". En esta cápsula informativa se hace una revisión de casos clínicos de personas infectadas con bacterias súper resistentes a antibióticos. La revisión de estos casos nos muestra cómo se tratan, los orígenes de las enfermedades y la manera en la que podemos prevenirlas. https://www.youtube.com/watch?v=XPGhrIiiE-I


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Buzón ambiental

¿Los antibióticos sirven para curar la gripe?

Se acerca la temporada de frío en el país y durante esta época las posibilidades de enfermar de un padecimiento de la garganta son mayores. Es importante mencionar que muchas de las infecciones de las vías respiratorias altas (oído, nariz y garganta) son ocasionadas por virus, pero al acudir al médico esperamos que este nos recete un antibiótico para curarnos de manera rápida. Pero aquí viene la pregunta que nos hacen ¿realmente estos medicamentos nos van a curar si la enfermedad que padecemos es una gripe?

La respuesta es no. Los antibióticos solamente funcionan contra las infecciones causadas por bacterias, hongos y ciertos parásitos. Estos no funcionan contra ninguna infección causada por virus. Los virus causan resfriados, la gripe y la mayoría de toses y dolores de garganta. Sin embargo es necesario que un médico te revise si los malestares duran más de tres días.

CMP pregunta

El equipo de los Compayitos 2 nos pregunta desde Monterrey

¿Por qué si México es potencia productora y exportadora de alimentos ocupamos el primer lugar en obesidad?

Efectivamente según reportes de la OCDE somos el país con mayor índice de obesidad entre los países miembros de esta organización. Pero ¿Cómo fue que nos convertimos en el país más obeso? Los especialistas explican que este fenómeno es producto de la combinación de varios factores: mayor consumo de alimentos con alta concentración calórica; la reducción de precios en este tipo de alimentos; la disminución en la actividad física; la inseguridad para desarrollar actividades en espacios públicos y un estilo de vida que disminuye el tiempo dedicado para elaborar alimentos. Además, se analiza la posible predisposición genética de los mexicanos a metabolizar de manera diferente las grasas y azúcares.


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Si tienes alguna duda o comentario sobre algún tema ambiental en par-

ticular escribenos a: [email protected]

Según un análisis de la nutrióloga Cecilia García Schinkel, directora en México del International Life Science Institute (ILSI), asociación especializada en salud pública y fundada en Estados Unidos en 1978, el aumento de la obesidad en México tiene que ver con el individuo, su genética, gustos y costumbres; también con la organización de la familia y la ciudad en la que vive; con la disponibilidad de alimentos, el precio y la facilidad para prepararlos; con la seguridad pública y la posibilidad de hacer ejercicio en espacios abiertos, y también con las políticas públicas y la normatividad hacia las empresas.

Un factor determinante es el aumento en el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas, con un promedio de 163 litros por persona al año, al que se suma el cambio en los hábitos de compra de alimentos en los mexicanos, la FAO explica que tanto las procesadoras de alimentos como los supermercados están creciendo rápidamente en muchos países en desarrollo (entre ellos México). Estas tiendas modernas reemplazan a los mercados tradicionales y aumentan la disponibilidad de alimentos procesados y empacados, lo cual puede contribuir a los problemas de obesidad y sobrepeso ya que frecuentemente estos alimentos procesados son altos en azúcar, grasas y sal y pobres en fibras, micronutrientes y macronutrientes importantes

Especialistas en el área de nutrición y genética explican que todavía no hay estudios concluyentes sobre la aparente predisposición genética de los mexicanos para desarrollar obesidad, aunque existen grupos sólidos de investigación que estudian la interacción entre los nutrimentos y los genes de la población indígena y mestiza en México, estos grupos de investigación han determinado que una dieta alta en grasas o en hidratos de carbono hace que nuestros genes se expresen de manera diferente hacia distintas enfermedades, esto podría tener relación con enfermedades metabólicas asociadas a la nutrición. También hay estudios genéticos que informan que cuando la madre o la abuela tuvieron desnutrición, sus hijos y nietos tienen mayor probabilidad a ciertas condiciones, entre las que están el sobrepeso y la obesidad. México tuvo procesos de alta desnutrición durante la década de los 30 y hasta los 50. Estos son los motivos por los que somos un país obeso.

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