Hablar de presupuesto y su relación con el sector público implica la revisión de

algunas categorías básicas e inclusive de un contexto histórico, para conocer de dónde

provienen cada una y cómo se han ido desarrollando a lo largo del tiempo. De ahí, que vale

mencionar un poco de historia con respecto al presupuesto y la fecha específica que se

conoce es a finales del siglo XVIII, específicamente en el Parlamento Británico, luego se

puede mencionar a Francia y Estados Unidos, que logran adoptar lo que se conoció como el

Sistema en el sector gubernamental, y el sector privado comenzó a hacer uso del llamado

presupuesto. Posterior a ese dato, se precisa que también se aprobó una Ley de Presupuesto

Nacional en 1930, y así fueron surgiendo otros temas referidos a Control Presupuestal en

Ginebra, Presupuesto por Programas y Actividades, Sistema de Planeación por programas y

presupuestos y la creación de un departamento de presupuesto para llevar las estadísticas de

cualquier sistema financiero

De igual manera se ajustan estas categorías y programas a las Leyes, es decir, se van

creando y modificando algunas con la intención de brindar un soporte jurídico a todo

cuanto tenga que ver con la materia de presupuesto nacional. Por tanto, se puede hacer

mención a las siguientes leyes: Ley Orgánica de Hacienda Pública, Ley Orgánica de la

Administración Financiera del Sector Público, entre otras.

Aunado a esto es oportuno clarificar la definición de presupuesto, considerado por

Muños (s/f) como “Plan Económico de las actividades que durante un período determinado

ha de realizar el Gobierno” (s/p), es decir que toda actividad o programa que planifique el

ente gubernamental debe estar orientado hacia la atención de las necesidades sociales,

porque ese debe ser su interés primordial. De igual manera, en ese presupuesto debe

considerar lo referido a gastos, aplicaciones, ingresos, recursos que cada organismo adjunto

al Estado tendrá para administrar en pro de políticas sociales.

Una vez especificado el término presupuesto, vale citar lo referido a sector público,

conocido como aquellas corporaciones, instituciones y oficinas que dependen del Estado,

por tanto todo aquello considerado como estatal es público, porque no pertenece a un solo

individuo sino a todos los habitantes de una nación.

De ahí que, al mencionar lo referido a sector público se debe destacar que mediante

el apoyo de los funcionarios públicos el Estado logra ejecutar las políticas en pro del

desarrollo del país. Para ello se deben conocer los tipos de presupuestos que existen, a

continuación se puede hacer mención a: presupuesto tradicional que consiste en la

asignación de recursos tomando en cuenta, básicamente, la adquisición de los bienes y

servicios, sin ofrecer la posibilidad de correlacionar tales bienes con las metas u objetivos

que se pretenden alcanzar. Luego se plantea el sistema de planeamiento-programación-

presupuestación, aplicada específicamente en Estados Unidos y sirvió para tomar

decisiones en cuanto a la asignación y distribución de recursos al sector público. También

existe el llamado presupuesto por proyectos, cuyo objetivo está centrado en los proyectos,

todo ello para lograr la asignación y distribución de los recursos públicos. Orientados por

los entes u organismos nacionales, estadales y municipales.

Esta información permite establecer un marco de relación en cuanto a presupuesto y

sector público, de ahí que se mencione que hay una relación directa, estrecha, es decir el

presupuesto va de la mano con el sector público debido a que éste se convierte en la base

legal para la ejecución del gasto público. Se debe por tanto planificar anualmente y de esa

manera, llevar un control de la gestión del ente gubernamental, pues al organizar los

recursos financieros el Estado precisa las necesidades e intereses de los habitantes de una

nación.

Por eso se dice que la relación es directa, porque todo cuanto se conoce como

presupuesto de un Estado debe proyectarse en bienes y servicios para los ciudadanos, pues

los ingresos que se capten y sus gastos deben justificarse de acuerdo a los planes y

programas necesarios en un contexto y tiempo determinado. Pero es necesario destacar que

esto exige el rendir cuentas públicas y ejercer una contabilidad fiscal, para determinar que

los recursos realmente se han destinado al sector público y no a intereses personales. Otro

elemento crucial en esta relación es que, mediante la ejecución del presupuesto por parte de

los órganos del Estado, todo público puede conocer los programas del gobierno y evaluar

cómo los beneficia. Además de reconocer su importancia en la economía nacional, dado

que realiza inversiones millonarias, emplea a miles de personas, y tiene una gran influencia

en actividades sociales, políticas, administrativas, económicas, financieras y jurídicas.