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Nº 70 Septiembre de 2015 LA VOZ DEL PAPA GRATITUD Y LABORIOSIDAD: DOS PILARES DE LA VIDA ESPIRITUAL “Esta tarde, queridos hermanos y hermanas, he venido a rezar con ustedes, sacerdotes, consagradas, consagrados, para que nuestra vocación siga construyendo el gran edificio del Reino de Dios en este País. […] Con el propósito de ayudarles a seguir en el camino de la fidelidad a Jesucristo, me permito hacer dos breves reflexiones. La primera se refiere al espíritu de gratitud. La alegría de los hombres y mujeres que aman a Dios atrae a otros; los sacerdotes y los consagrados están llamados a descubrir y manifestar un gozo permanente por su vocación. La alegría brota de un corazón agradecido. Verdaderamente, hemos recibido mucho, tantas gracias, tantas bendiciones, y nos alegramos. Nos hará bien volver sobre nuestra vida con la gracia de la memoria. […] ¿Somos capaces de enumerar las bendiciones recibidas, o me las he olvidado? Un segundo aspecto es el espíritu de laboriosidad. Un corazón agradecido busca espontáneamente servir al Señor y llevar un estilo de vida de trabajo intenso. El recuerdo de lo mucho que Dios nos ha dado nos ayuda a entender que la renuncia a nosotros mismos para trabajar por Él y por los demás es el camino privilegiado para responder a su gran amor. Sin embargo, y para ser honestos, tenemos que reconocer con qué facilidad se puede apagar este espíritu de generoso sacrificio personal. Esto puede suceder de dos maneras, y las dos maneras son ejemplo de la «espiritualidad mundana», que nos debilita en nuestro camino de mujeres y hombres consagrados, de servicio y oscurece la fascinación, el estupor, del primer encuentro con Jesucristo. Podemos caer en la trampa de medir el valor de nuestros esfuerzos apostólicos con los criterios de la eficiencia, de la funcionalidad y del éxito externo, que rige el mundo de los negocios. La cruz nos indica una forma distinta de medir el éxito: a nosotros nos corresponde sembrar, y Dios ve los frutos de nuestras fatigas… El otro peligro surge cuando somos celosos de nuestro tiempo libre. Cuando pensamos que las comodidades mundanas nos ayudarán a servir mejor. […] Poco a poco, pero de forma inexorable, disminuye nuestro espíritu de sacrificio, nuestro espíritu de renuncia y de trabajo. Y además nos aleja de las personas que sufren la pobreza material y se ven obligadas a hacer sacrificios más grandes que los nuestros, sin ser consagrados. El descanso es necesario, así como un tiempo para el ocio y el enriquecimiento personal, pero debemos aprender a descansar de manera que aumente nuestro deseo de servir generosamente. La cercanía a los pobres, a los refugiados, a los inmigrantes, a los enfermos, a los explotados, a los ancianos que sufren la soledad, a los encarcelados y a tantos otros pobres de Dios nos enseñará otro tipo de descanso, más cristiano y generoso”. (SANTO PADRE FRANCISCO, De la Homilía en las Vísperas con el Clero, los Religiosos y las Religiosas, Catedral de S. Patricio, Nueva York, 24-9-2015) PRESBITERIO Boletín de la Delegación para el Clero del Arzobispado de Santiago Vº Centenario del nacimiento de Sta. Teresa de Jesús Año de la Vida Consagrada

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Nº 70 Septiembre de 2015

LA VOZ DEL PAPA

Este es el primer testimonio: que se vea que Jesús es el centro.

HEMOS VISITADO A …

GRATITUD Y LABORIOSIDAD:

DOS PILARES DE LA VIDA ESPIRITUAL

“Esta tarde, queridos hermanos y hermanas, he venido a rezar con ustedes, sacerdotes, consagradas, consagrados, para que nuestra vocación siga construyendo el gran edificio del Reino de Dios en este País. […] Con el propósito de ayudarles a seguir en el camino de la fidelidad a Jesucristo, me permito hacer dos breves reflexiones.

La primera se refiere al espíritu de gratitud. La alegría de los hombres y mujeres que aman a Dios atrae a otros; los sacerdotes y los consagrados están llamados a descubrir y manifestar un gozo permanente por su vocación. La alegría brota de un corazón agradecido. Verdaderamente, hemos recibido mucho, tantas gracias, tantas bendiciones, y nos alegramos. Nos hará bien volver sobre nuestra vida con la gracia de la memoria. […] ¿Somos capaces de enumerar las bendiciones recibidas, o me las he olvidado?

Un segundo aspecto es el espíritu de laboriosidad. Un corazón agradecido busca espontáneamente servir al Señor y llevar un estilo de vida de trabajo intenso. El recuerdo de lo mucho que Dios nos ha dado nos ayuda a entender que la renuncia a nosotros mismos para trabajar por Él y por los demás es el camino privilegiado para responder a su gran amor.

Sin embargo, y para ser honestos, tenemos que reconocer con qué facilidad se puede apagar este espíritu de generoso sacrificio personal. Esto puede suceder de dos maneras, y las dos maneras son ejemplo de la «espiritualidad mundana», que nos debilita en nuestro camino de mujeres y hombres consagrados, de servicio y oscurece la fascinación, el estupor, del primer encuentro con Jesucristo. Podemos caer en la trampa de medir el valor de nuestros esfuerzos apostólicos con los criterios de la eficiencia, de la funcionalidad y del éxito externo, que rige el mundo de los negocios. La cruz nos indica una forma distinta de medir el éxito: a nosotros nos corresponde sembrar, y Dios ve los frutos de nuestras fatigas…

El otro peligro surge cuando somos celosos de nuestro tiempo libre. Cuando pensamos que las comodidades mundanas nos ayudarán a servir mejor. […] Poco a poco, pero de forma inexorable, disminuye nuestro espíritu de sacrificio, nuestro espíritu de renuncia y de trabajo. Y además nos aleja de las personas que sufren la pobreza material y se ven obligadas a hacer sacrificios más grandes que los nuestros, sin ser consagrados. El descanso es necesario, así como un tiempo para el ocio y el enriquecimiento personal, pero debemos aprender a descansar de manera que aumente nuestro deseo de servir generosamente. La cercanía a los pobres, a los refugiados, a los inmigrantes, a los enfermos, a los explotados, a los ancianos que sufren la soledad, a los encarcelados y a tantos otros pobres de Dios nos enseñará otro tipo de descanso, más cristiano y generoso”.

(SANTO PADRE FRANCISCO, De la Homilía en las Vísperas con el Clero, los Religiosos y las Religiosas,

Catedral de S. Patricio, Nueva York, 24-9-2015)

PRESBITERIO Boletín de la Delegación para el Clero del Arzobispado de Santiago

Vº Centenario del nacimiento de Sta. Teresa de Jesús

Año de la Vida Consagrada

ECOS DEL PRESBiTERiO…

Presencia de nuestra Archidiócesis en la XXVIª Asamblea Nacional del Apostolado del Mar. El Párroco de Santiago de Arteixo, D. Ramón Caamaño Pacín, participó en la convocatoria, no sólo como representante de nuestra Diócesis, sino también como Director nacional del Apostolado del Mar. Los actos se desarrollaron en Santander, del 3 al 5 de septiembre. Fueron presididos por el Obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro Fiuza, responsable de la Conferencia Episcopal Española.

Reunión de Vicarios y Arciprestes para poner en marcha el curso pastoral. Tuvo lugar el 7 de septiembre en la Casa de Ejercicios Espirituales de Santiago. Fue presidida por el Obispo auxiliar y Vicario General de Pastoral, Mons. Jesús Fernández González. Se presentó el Plan Pastoral Diocesano 2015/16, que estará centrado en la celebración del Año de la Misericordia y en el Sínodo Diocesano. Además, el encuentro sirvió para tratar otros temas relacionados con el Clero: retiros y Ejercicios Espirituales, resultados de la encuesta realizada a los sacerdotes,… El Secretario General del Sínodo, D. Alfonso Novo Cid-Fuentes informó también sobre la marcha del proceso sinodal, que continúa su singladura lenta pero segura.

Gran ambiente sacerdotal en la XXIIIª Semana de Formación Permanente del Clero de Galicia. Organizada por las Delegaciones para el Clero de las diócesis gallegas, la 23ª edición de este encuentro del Clero gallego se desarrolló en el monasterio de Poio, del 9 al 11 de septiembre, bajo el lema “Sacerdote, ¡lánzate a la misión!”. Casi 110 sacerdotes de las Diócesis gallegas asistieron a los distintos actos. De nuestro Presbiterio participaron cerca de 50 sacerdotes, en su mayor parte de la Vicaría de Pontevedra.

Las Jornadas fueron inauguradas por el Obispo de Ourense, Mons. Lemos Lemos Montanet, que estuvo acompañado por el Obispo auxiliar de Santiago, Mons. Jesús Fernández González, y por el Administrador diocesano de Mondoñedo-Ferrol, D. Antonio Rodríguez Basanta. En los días sucesivos también se hicieron presentes en Poio los Obispos de Tui-Vigo, Mons. Quinteiro Fiuza, y de Lugo, Mons. Carrasco Rouco, que fue el encargado de clausurar las jornadas.

El ponente del primer día fue D. Fernando Gonzalo Bilbao, Vicario general de Vitoria, sacerdote de gran experiencia pastoral. Pronunció dos conferencias: "Llamados a una conversión pastoral" y "Renovar nuestras comunidades: Discípulos y misioneros”. La ponencia del segundo día corrió a cargo del Profesor de Filosofía D. José Manuel Domínguez Prieto, que disertó sobre el tema: “¿Qué le pide hoy un laico a un sacerdote?”. A Mons. Fernández González le correspondió la ponencia del último día, titulada: “La renovación de las estructuras parroquiales”. Cada ponencia fue seguida de un diálogo, en el que los sacerdotes pudieron expresarse con gran libertad.

Los sacerdotes participantes en las jornadas de Poio pudieron asistir también a varios talleres prácticos de pastoral: “Retos para una nueva administración”, dirigido D. Jesús Río Ramilo, sacerdote de la U.P. de Quiroga (Lugo); “Cómo acercar Sta. Teresa a los fieles”, a cargo del P. Augusto Guerra, Carmelita descalzo; Proyecto “Raquel”, de atención a mujeres que sufren síndrome post-aborto, impartido por D. Martiño Rodríguez González, director del COF diocesano de Lugo; “Música y liturgia”, a cargo de D. Óscar Valado Domínguez, director del Secretariado de Música Sacra en la Archidiócesis de Santiago.

El último día tuvo lugar una mesa redonda sobre “Experiencias de Nueva Evangelizacion”, en la que intervinieron tres sacerdotes: D. Óscar Martínez Caamaño habló de su experiencia en la Unidad de Atención Parroquial de Verín; D. Manuel Couceiro Cachaldora habló sobre la Pascua Xoven de Arousa, decana de las Pascuas juveniles de España; D. Víctor Blanco Naveira presentó su proyecto “Raíña” de evangelización de “alejados”. Los tres testimonios fueron muy aplaudidos por los oyentes.

Otros actos muy valorados por los sacerdotes fueron: las celebraciones litúrgicas; la vigilia de oración “por el cuidado de la Creación”, en sintonía con la Encíclica “Laudato Si´”; la tradicional excursión marítima, que este año tuvo como meta las Islas Cíes;… Una vez más, hay que destacar el ambiente de confraternización entre los sacerdotes de las distintas Diócesis de Galicia. Todos estos ingredientes convierten al encuentro interdiocesano de Poio en una experiencia única.

XVIª Jornadas de Teología del I.T.C: “Y la Palabra se hizo Vida”. El Instituto Teológico Compostelano organizó sus tradicionales Jornadas de Teología los días 14 y 15 de septiembre. En esta ocasión la temática se centró en la Constitución dogmática Dei Verbum, con motivo del 50º aniversario de su promulgación en el Concilio Vaticano II. Las Jornadas reunieron durante dos días a varios de los mejores especialistas en Biblia de nuestro país y congregaron a un numeroso grupo de oyentes, entre los que había sacerdotes, personas consagradas y seglares.

Homenaje al profesor Fernández Lago con motivo de su jubilación. En el marco de la inauguración de las Jornadas de Teología, tuvo lugar el homenaje al profesor de Sagrada Escritura D. José Fernández Lago, que deja las clases de I.T.C. tras 38 años de fructífera docencia. Se despidió de las aulas con una brillante conferencia titulada “La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia”. El Aula Magna se quedó pequeña para acoger a las casi 200 personas que acudieron al acto. D. José estuvo acompañado por el Arzobispo de Santiago y su Obispo auxiliar. También quisieron estar presentes el Obispo de Ourense, Mons. Lemos Montanet, y el Emérito de Tui-Vigo, D. José Diéguez Reboredo.

Apertura de Curso en el Seminario Mayor y en los centros de estudio teológicos. Los actos se iniciaron en la Capilla del Seminario Mayor, con una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago y concelebrada por el Obispo auxiliar y un grupo de 20 sacerdotes. Entre ellos, el Vicario General- Moderador de Curia, el Director del Instituto Teológico Compostelano, el Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, el Rector y formadores del Seminario Mayor, y varios profesores. En su homilía, Mons. Barrio dijo que sería una ilusión esperar a unos supuestos “tiempos propicios” para vivir la llamada a la santidad y al apostolado: “La hora ya ha llegado”. Subrayó también que es preciso enseñar a “pensar críticamente”, para poder contrarrestar los “valores débiles” presentes en nuestra sociedad. A continuación tuvo lugar un acto académico en el Aula Magna del I.T.C. En un primer momento, el Secretario D. Francisco Javier Buide leyó la memoria de actividades del curso pasado. Seguidamente tuvo lugar la lección inaugural, titulada “Los Padres de la Iglesia y su aportación a la construcción cultural y espiritual de Europa”, pronunciada por el profesor Dr. D. José Andrés Fernández Farto. Intervino después el nuevo Director del I.T.C, D. Segundo Pérez López, que agradeció el trabajo del Director anterior y anunció que contaría con la ayuda de un Vicedirector en la persona del profesor D. José Antonio Castro Lodeiro. Finalmente tomó de nuevo la palabra el Arzobispo de Santiago, para dar por inaugurado el curso 2015/2016.

Presentación del Plan Pastoral Diocesano para el Curso 2015/2016. Tuvo lugar el día 18 de septiembre en las localidades de A Coruña y Vimianzo; y el día 25 en las de Santiago y Pontevedra. Los Vicarios territoriales se encargaron de exponer las líneas principales del nuevo Plan. En algunas sedes también se hicieron presentes el Arzobispo y su Obispo auxiliar. Mons. Barrio intervino en la presentación que se realizó en Santiago y animó a los asistentes a ser “constantes en la oración”, ya que ésta “será la fuerza que necesitamos para llevar adelante el plan programado para este año”. D. Julián invitó, además, a realizar todas las actuaciones pastorales bajo el impulso del Año Jubilar de la Misericordia.

Reunión de la Comisión General del Sínodo para aprobar los nuevos Cuadernos de trabajo. La reunión tuvo lugar el 19 de septiembre en la Casa de Ejercicios de Santiago, y fue presidida por Mons. Jesús Fernández. El Secretario General del Sínodo, D. Alfonso Novo Cid-Fuentes, expuso los contenidos principales de los nuevos cuadernos: el nº 4, dedicado a “Iglesia y sociedad”, y el nº5, que aborda “La renovación pastoral”. Hubo un diálogo en el que los miembros de la Comisión pudieron hacer sugerencias a los dos cuadernos, que están ya disponibles en la web oficial de la Archidiócesis para ser trabajados en los grupos sinodales (http://www.archicompostela.es/sinodo-diocesano).

Tanda de Ejercicios Espirituales para sacerdotes en Pontedeume. Nueve sacerdotes de nuestro Presbiterio participaron en la tanda que tuvo lugar del 20 al 25 de septiembre en la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales. Fue dirigida por el sacerdote D. José Antonio González Montoto, Párroco de St. Tomás de Cantorbery en Avilés (Archidiócesis de Oviedo), que mostró una gran sabiduría espiritual y pastoral, acumulada en los múltiples servicios que ha prestado a su Diócesis: Rector del Seminario, Vicario episcopal, Delegado para el Clero…

Firma del convenio entre la Iglesia y las Administraciones públicas para completar la restauración de la Catedral. El convenio, dotado con cerca de 17 millones de euros, garantizará la continuidad de las obras de reforma y conservación en la Catedral, que deberán estar terminadas antes del Año Santo 2021. En la firma, que tuvo lugar el 23 de septiembre, participaron como representantes de la Iglesia el Arzobispo D. Julián Barrio, el Deán D. Segundo Pérez y el Canónigo D. Daniel Lorenzo. En su intervención, D. Julián Barrio agradeció la colaboración del Gobierno central y de la Xunta, que estuvo representada por su Presidente.

LLAMADA A LA SOLiDARiDAD…

UNA AMBULANCIA PARA CHILE

D. Manuel Mosquera Sánchez, sacerdote de nuestra Archidiócesis, natural de La Coruña,

lleva 40 años de misionero en Chile. Su labor pastoral y social es para “meritisimus”. La

Parroquia abarca una superficie de 30 Km de radio y 7 centros de culto.

D. Manuel fundó una escuela con 8 unidades, que hoy son ya 28. Puso en marcha

también un centro de rehabilitación de alcohólicos. Soy testigo de todo esto, pues lo visité hace unos años.

Ahora quiere adquirir una ambulancia para la Parroquia. Nos suplica si podemos hacer una colecta para

ayudarle.

Aunque ya ha recibido algunos donativos, aún le faltan 30.000 euros. ¿Podemos nosotros poner

nuestro granito de arena?

La cuenta donde podéis hacer vuestras aportaciones es ES 38 2080 0065 3730 4001 0311

Manuel Domínguez Patiño

Párroco de S. Esteban de Culleredo y Unidas

Delegado para el Clero en la Vicaría de Coruña

(e-mail: [email protected] / tlfno. 981 678 004)

ORAMOS POLOS SACERDOTES ENFERMOS…

En especial, encomendamos a:

- D. Simón David Castro Ouzal, Párroco de S. Pedro de Visma.

- D. Manuel Silva Magariños, Párroco de Sta. María de Dodro e S. Xián de Laíño.

- D. Antonio Torreira Torreira, Párroco de S. Miguel de Cabanas e Sta. Cristina de Marcelle (A Baña).

- D. Alejandro Moscoso Sabell, Párroco de S. Xulián de Bastabales e Sta. Mariña de Ribasar.

ESPiRiTUALiDAD…

EL SACERDOTE, HOMBRE DE LA INTERCESIÓN

El Papa Francisco, en su exhortación apostólica Evangelii gaudium ha querido

destacar la importancia de la oración de intercesión de cara a la

evangelización: “Hay una forma de oración que nos estimula particularmente

a la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la

intercesión” (n. 282). Nos recuerda el Santo Padre que “los hombres y

mujeres de Dios fueron grandes intercesores” y que “podemos decir que el corazón de Dios se

conmueve con la intercesión” (n. 283).

¿Qué es la oración de intercesión? La intercesión es una forma de oración que consiste

en rogar por alguien, en pedir a favor de otro. El modelo de nuestra intercesión es Jesucristo, al

cual los Evangelios presentan con frecuencia pidiendo al Padre por las necesidades de los

hombres. Así, en el discurso de la última cena, Jesús ruega al Padre por sus discípulos y por

los que creerán a través de la predicación de ellos: “Te ruego por ellos, no ruego por el mundo;

sino por los que Tú me diste, porque son tuyos… No sólo por ellos ruego, sino también por los

que crean en mí por la palabra de ellos” (Jn 17, 9.20). En particular, Jesús ora por Simón

Pedro: “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha reclamado para cribaros como trigo. Pero yo he

pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus

hermanos” (Lc 22, 31-32).

La intercesión que Jesús comenzó en la tierra la continúa

realizando en el cielo, en su condición gloriosa y resucitada, en favor

de su Iglesia y de toda la humanidad. La Carta a los Hebreos dice que

Él es capaz de "salvar perfectamente a los que se acercan a Dios por

medio de él, pues vive siempre para interceder a favor de ellos"

(Hb 7, 25). Como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica,

Jesucristo “es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los

hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8, 34; 1 Jn 2, 1; 1 Tm

2. 5-8)” (CEC 2634).

Todos los discípulos de Cristo también estamos llamados a pedir los unos por los

otros, uniéndonos a la intercesión del Señor: “la intercesión cristiana participa de la de

Cristo: es la expresión de la comunión de los santos” (CEC 2635). Las primeras comunidades

cristianas vivían intensamente esta forma de oración, como nos muestra el libro de los Hechos

de los Apóstoles (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9, 14).

Si todo bautizado ha de hacer suya la oración de intercesión, mucho más aquellos que

hemos sido llamados al ministerio ordenado, ya que nos hemos configurado de manera

especial con Jesucristo, en cuanto Cabeza y Pastor. Además, hemos hecho una promesa

explícita ante Dios y su Iglesia. En efecto, el día de nuestra Ordenación como presbíteros

respondimos afirmativamente a la pregunta que nos hizo nuestro Obispo: “¿Estáis dispuestos a

invocar la misericordia divina con nosotros, a favor del pueblo que os sea encomendado,

perseverando en el mandato de orar sin desfallecer? (Pontifical Romano, Ordenación de

presbíteros, n. 152).

Quisiera referirme a tres ámbitos concretos de la vida sacerdotal

en los que estamos llamados a ejercer nuestra misión de

intercesores. Uno es en la oración de la Liturgia de las Horas, que

no hemos de rezar como si fuera un simple acto de piedad personal,

ni mucho menos como una “carga” que nos ha impuesto la Iglesia,

sino con la conciencia clara de que nuestra fidelidad al Breviario está

sosteniendo al Pueblo de Dios.

Otra manera preciosa de ejercitar la intercesión es a través de la

oración mariana del Rosario, tan recomendada por la Iglesia.

Mientras meditamos los misterios y vamos desgranando las cuentas del Rosario podemos ir

presentando a María los rostros de tantas personas que se encomiendan a nuestras

oraciones.

El último ámbito de intercesión al que quería referirme es para nosotros el principal: la

celebración de la Eucaristía. El Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros subraya

que los sacerdotes han de celebrar siempre con la “viva conciencia de que en Cristo, y por

Cristo, son intercesores delante de Dios” (n. 69). En la Plegaria eucarística oramos por la

Iglesia y por la humanidad entera, al mismo tiempo que presentamos las necesidades e

intenciones particulares de los fieles. La llamada Misa pro populo, que los Párrocos tienen la

responsabilidad de celebrar todos los Domingos, es una bella expresión de la solicitud del

presbítero por los fieles que han sido encomendados a su cuidado pastoral.

En definitiva, se puede decir que la oración de intercesión es, para un sacerdote, la medida

de su amor por la Iglesia y, en particular, por la grey que se le ha confiado. Como reza el

responsorio de las II Vísperas del común de Pastores: “Éste es el que ama a sus hermanos,

el que ora mucho por su pueblo”.

Ricardo Vázquez Freire

Director Espiritual del Seminario Mayor

Delegado para el Clero en la Vicaría de Santiago

LEMBRAMOS E ORAMOS… :

Polo sacerdote falecido no último mes:

- D. Santiago Vázquez Riveiro (+ 19-9-215), Párroco. Emérito de S. Pedro de Cícere e S. Xoan de Grixoa (Sta. Comba)

Polos defuntos dos que se cumprirá o Cabodano do seu pasamento en outubro:

- D. Benedicto Cambeiro Santabaya (+27-10-2014), Párroco Emérito de S. Pedro de Ponte do Porto. Colaborador en varias Parroquias de A Coruña (1º Cabodano).

- D. José María Fernández Blanco (+28-10-2013), Párroco Em. de S. Román de Cabovilaño (2º Cabodano).

D.E.P.

¡NORABOA! - A Cáritas diocesana, que, a iniciativa do noso Arcebispo, respostou con prontitude á chamada do Papa

Francisco a acoller ós refuxiados da guerra de Siria. Puxéronse a disposición da Xunta 128 prazas de acollida.

- A “Proxecto Home”- Galicia, que o día 11 de setembro celebrou a Festa da Solidariedade e reuniu a 2.000 persoas, dentro do marco do 20 aniversario da súa fundación. Houbo una peregrinación dende o Monte do Gozo, seguida dunha Eucaristía na Catedral. Fixo a ofrenda o presidente, D. Ramón Gómez Crespo.. Finalmente tivo lugar o xantar no Multiusos do Sar.

- A D. Manuel Couceiro Cachaldora, Párroco de Nosa Sñra. da Xunqueira (Vilagarcía) e responsable da Pascua Xoven de Arousa, e a D. Víctor Blanco Naveira, encargado do proxecto “Raíña” de pastoral de alonxados. As súas intervencións na mesa redonda que tivo lugar o día 11 de setembro, dentro das XXIIIª Xornadas do Clero de Galicia, tiveron un gran impacto nos oíntes e foron moi aplaudidas.

- A D. Marcelino Bretal Rego, Párroco de S. Martiño de Calvos de Sobrecamiño e Unidas (Touro). Recibiu unha emotiva homenaxe dos seus fregueses o 13 de setembro, con motivo do 50º aniversario da súa Ordenación sacerdotal. Á Misa de acción de gracias e á comida de confraternización asistiron cerca de 400 persoas, incluindo moitos compañeiros sacerdotes e a Corporación municipal do Concello de Touro. Nos actos estivo presente D. Víctor Maroño Pena, Vicario Xeral-Moderador de Curia do Arcebispado.

- A D. Roberto Martínez Díaz, Párroco de Santiago de Padrón e profesor do Instituto Teolóxico Compostelán. Foi o encargado da coordinadión da XVIª edición das Xornadas de Teoloxía do I.T.C, que tiveron lugar o 14 e 15 de setembro en Santiago con gran éxito de asistentes.

- A D. José Fernández Lago, Profesor emérito do I.T.C, que recibiu unha multitudinaria e agarimosa homenaxe o día 14 de setembro, dentro das Xornadas de Teoloxía do I.T.C, con motivo da súa xubilación. D. José

despediuse cunha lección maxistral sobre “A Palabra de Deus na vida da Igrexa”.

NON ESQUECER…

Curso de Teoloxía para sacerdotes. Tódolos mércores, de 10:20 a 13:00, a partir do 7 de outubro, nas aulas do I.T.C. A s primeiras sesión estarán adicadas a “Liturxia práctica” (Prof. Elisardo Temperán) e a “Psicoloxía e relación de axuda” (Prof. Carlos Gómez).

Xornadas sacerdotáis. Terán lugar en outubro, nas sedes de A Coruña (Fogar Sta. Margarida, 19 a 21); Pontevedra (Raíña da Paz, 20 a 22); Baio (Igrexa parroquial e casa Cruz, 21 a 23); Santiago (Casa de Exercicios Espirituáis, 26 a 28 de outubro).

Para estar informado de las actividades de formación permanente del Clero y de otras noticias de la Iglesia, síguenos en http://clerocompostela.blogspot.com.es/