FORO 2 Daniel González Reyes

2.1 ¿En qué consiste para Agustín el obrar mal? ¿La distinción entre bienes eternos

y bienes temporales es relevante para comprender el obrar mal?

Se pueden deducir de sus textos varias respuestas coherentes entre sí para explicar lo

que considera obrar mal, ya que preguntar de qué es obrar mal, se basa y remite a su

concepción del mal en sí mismo.

Las acciones son un mal por el deseo de cometerlas, ya que el deseo de hacer el mal aunque este no se haga, sería algo mal. El origen del mal se encuentra en la intención/deseo de hacer tal acción. O dicho de otra forma: en actuar/desear conforme a la libídine (lujuria).

Despreciar los bienes eternos y amar los temporales (que se pueden perder contra la propia voluntad.

Por lo tanto, la distinción entre bienes eternos y temporales es fundamental, ya que sin

esta distinción, no se podría saber qué tipo bienes querer y desear.

2 .2. ¿Cuál es el origen del mal?

El origen del mal y la razón de que el hombre padezca penas y miserias es la propia voluntad. S. Agustín distingue entre tener una buena voluntad y una mala voluntad. La buena voluntad es aquella por la que deseamos vivir recta y honestamente, esta es aquella por la que deseamos deseos buenos (no podemos perder contra nuestra propia voluntad), es por lo tanto el origen del mal el deseo o búsqueda de bienes males. Afinando la respuesta: la causa del mal viene de la libre voluntad del hombre, aunque esto no es un mal en sí mismo, le permite obrar y padecer el mal.

2. 3. Si Dios es el creador de todo lo que existe, ¿por qué no se le puede atribuir la

responsabilidad del mal moral?

Porque todos los bienes (incluido el bien moral) procede de Dios, según se demuestra así:

Premisa uno: “todo ser mudable tiene una forma” La forma es lo que hace que un ser sea lo que es y no otra cosa.

Premisa dos: “esa forma procede de Dios”. Ya que nadie puede darse la forma a sí mismo. Este otro que da la forma, no puede darse la forma de nadie más, se la da a sí mismo.

Premisa tres: “todos los bienes forman una forma”. Esta forma que precede Dios.

Conclusión: “todos los bienes proceden de Dios”

Y por lo tanto, una vez demostrado que todos los bienes proceden de Dios, y dado que el libre albedrio es un bien (no se puede perder eternamente, es un bien eterno), la responsabilidad del mal moral es en última instancia responsabilidad del hombre. El libre albedrio es la capacidad del libre obrar, necesaria para poder vivir rectamente y obrar bien, pero no se obra bien por el libre albedrio, sino haciendo un buen uso de él. Por lo tanto, el mal moral deviene del uso equívoco que hace el hombre de su libre voluntad. No de Dios, que únicamente pone a disposición del hombre, el libre albedrio para su uso voluntario.

3. 1. ¿Cuál es el tema de los libros II y III de Contra los académicos? ¿Cuáles son los

argumentos centrales de la doctrina de los académicos?

El tema de los libros segundo y tercero es el conocimiento.

Concretando, el libro segundo es una exposición de la postura escéptica de los

Académicos. Agustín sin embargo, critica y da razones para anular la postura académica a

grandes trazos que luego argumentará más detalladamente en el libro tercer. En concreto

en este libro llega a conclusiones contrarias a las tesis académicas. Estas conclusiones

son: la verdad puede hallarse, el sabio puede llegar a conocer la verdad y por lo tanto, que

no se puede suspender el asentimiento.

En el libro tercer, S.Agustín refuta completamente las doctrinas académicas y de Zenón

(en las que en gran parte se basan). Concluye analizando las posibles consecuencias

morales de seguir las tesis de los Académicos y plantea su propia concepción de lo que

puede ser el conocimiento (filosofía) verdadera y esboza una salida de la que partir.

Los argumentos centrales son:

- La felicidad consiste en la búsqueda diligente de la verdad (sin poder alcanzarla).

Es dichoso y sabio el que esto hace.

- Nada puede percibirse, conocerse con certeza (según la definición de Zenón)

- A nada se le debe prestar asentimiento, obrando conforme a la verosimilitud,

evitando así el error y la opinión (según la concepción de Arcesilao del propio

Zenón)

3. 2. ¿Cómo refuta Agustín la tesis "nada puede percibirse"?

Se entiende “percibirse” como : conocer con certeza. Agustín empieza mostrando las

contradiciones de la definición de Zenón de conocimiento cierto: “aquel objeto que de tal

modo resplandece de evidencia a los ojos, que no puede aparecer como falso”. De aquí

deducen los académicos que ya que no hay nada que reúna estas condiciones, nada

podrá percibirse. Esto no es verdad en los siguientes casos:

-en el caso de conocer la propia definición y juzgarla como verdadera o falsa. En cualquier

caso habrá siempre algo cierto que “no aparece como falso”, sea incluso esto la propia

definición y su contenido. Dice Agustín: “porque sabemos que es verdadera o falsa. Luego

sabemos algo”.

-en los casos de las proposiciones disyuntivas verdaderas de las que Agustín obtiene

conocimientos relativos al mundo. Ejemplos: el mundo es o no es, los mundos son finitos

o infinitos etc.

-en el caso de verdad que proporcionan los sentidos al percibir, ya que ellos perciben

siempre bien o certeramente lo que tienen que percibir y por lo tanto también será

verdadera la sensación que me trasmiten. Ejemplifica esto con el caso paradigmático del

palo en el agua que se ve torcido a nuestros ojos, que perciben con realidad aunque no

haya que dar asentimiento a la apariencia percibida, sólo lo percibido es verdad.

-en el caso de las proposiciones dialécticas que son verdaderas en sí mismas, sea cual

fuere el estado de nuestros sentidos. Ejemplos: no es a la vez de día y noche, si el sol es

único, no hay dos etc.

3. 3. ¿Qué conclusión final extrae Agustín de las diversas refutaciones de las tesis

de los académicos?

Llega a la conclusión de que; ya demostrado y refutado que el sabio puede conocer

alguna cosa, y por lo tanto comprender algo; también podrá asentir a alguna cosa, y dejar

de tener que suspender el juicio, para al menos, poder asentir al conocimiento de la misma

concepción de sabiduría.

1.1. ¿De qué trata la obra Sobre el orden?

Estos libros sobre el orden tratan el sentido en el que el bien y el mal están comprendidos en el orden de la providencia divina: en qué sentido se puede decir que ante la postulación de un dios providente (que se preocupa de su creación) y benevolente, se puede explicar la presencia de mal en un mundo ordenado: es decir: como algo aparentemente contrario al orden puede explicarse en un mundo ordenado en contra de una prominencia de un dios bueno.

1. 2. ¿Cuál es la objeción que plantea Trigecio a la afirmación de que los males están

también dentro del orden?

Trigecio cree que es impío decir que el mal pertenece al orden, ya que si esto fuera verdad y dado que el orden viene de Dios y este lo quiere/ama (esto es aceptado por los dos); se deduciría que el mal proviene también de Dios y que lo quiere. Lo cual, aunque no se dice expresamente, se entiende que no puede ser de ningún modo.

1.3. ¿Cómo resuelve Licencio la objeción anterior de Trigecio? ¿Socava su

respuesta la idea de que Dios es justo, o más bien la apoya?

Licencio resuelve la objeción de Trigecio con dos argumentos:

Primero: “Dios no ama o quiere los males, sino el orden”, Dios ama al orden, y este orden incluye en su naturaleza los males para que exista una armonía mediante la combinación de contrarios.

Segundo argumento: “la pertenencia del mal al orden es exigida por la justicia de Dios”. Dios es justo, porque da a cada cual lo suyo.La Justicia Divina pertenece al orden de las cosas y la Justicia Divina exige la existencia de bienes y males para que se pueda dar esa justicia. Por lo tanto se vincula la existencia del mal con el orden. O en otras palabras: Dios necesita primeramente de una distinción de lo bueno y lo malo, para que así se puede dar la distribución justa, o lo que es lo mismo: “a cada cual lo suyo”.

Sin duda, la respuesta de Licencio apoya la idea de que dios es justo, dado el segundo argumento antes explicado. Licencio; “Dios es justo, sin duda lo es, porque da a cada cual lo suyo”.