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Portada del libro
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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De esta edición: Ajuntament de Valencia
Coordinador José Frco. Ballester-Olmos y Anguís
ISBN.:84-8484-151-0
Depósito Legal: V-2431-2005
José Vicente Gómez Bayarri
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Portada artículo
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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EL “CORPUS CHRISTI” EN LA VALENCIA
BAJOMEDIEVAL Prof. Dr. José Vicente Gómez Bayarri
(Académico de número de la RACV)
Durante los siglos bajomedievales la religiosidad popular valenciana se expresó
mediante diversas manifestaciones. Una de las que goza de más tradición y raigambre
en el antiguo Reino de Valencia, por su simbología histórica y espectacularidad, es la
del culto a la Eucaristía. La adoración al Santísimo Sacramento alcanzó su eclosión con
la institución de la festividad del Corpus Christi por el papa Urbano IV, cuyo
pontificado se extendió desde 1261 a 1264. Se celebra el jueves siguiente al domingo
de la Santísima Trinidad u octava de Pentecostés. Desde hace siglos, la ciudad de
Valencia, por su gran devoción al Misterio Eucarístico, conmemora la festividad del
“Corpus” (1).
Grabado procedente de la Biblioteca del Estudio General-Universidad de Valencia
José Vicente Gómez Bayarri
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Existen diversas opiniones sobre la fecha de su institución oficial.
Pascual Esclapes, historiador del siglo XVIII, en la tabla cronológica de sucesos
memorables de la ciudad de Valencia desde su conquista cristiana, asevera que fue en
1261 cuando se instituye en Valencia, como en el resto de la Cristiandad, la fiesta del
Corpus Christi (2).
El notario y escritor Carlos Ros y Hebrera (1703-1773) en uno de los “coloquis”
que describe la fiesta del Corpus Christi, Coloqui entretengut, hon se referixen les
Dances, Misteris, Aguiles y altres coses exquisites, tocants a la Gran Festa del Corpus
ques fa en Valencia dignes de tot apreci (1734), a una pregunta, sobre “les Dances” y
“els Misteris” del Corpus, de uno de los interlocutores -Lluch- que participa en el
“coloqui”, le responde -el notari- con una explicación sobre los orígenes históricos del
“Corpus” en el reino de Valencia, los “Corporales de Daroca”, la celebración de la
“Gran Festa del Corpus” y sobre los personajes bíblicos que la protagonizan, relatando
los hechos en forma de diálogo. Este autor da la fecha de 1264 como año de su
institución (3).
Notari. Encara li vull dir mes.
Lo Pontifice Urbà Quart,
quan lany mil doscents sixanta,
y quatre, estava ocupant
la Cadira de Sanct Pere,
en tota Espanya ordenà
celebrar esta Gran Festa
del Corpus, com es ben clar (...).
El historiador Antonio Arinyo señala que las primeras manifestaciones de este
culto eucarístico surgieron en la diócesis de Lieja, en el año 1246, siendo arcediano en
dicha ciudad Jacques Pantaleón. Años más tarde fue nombrado obispo de Verdún y
posteriormente elegido pontífice, con el nombre de Urbano IV (4).
El también historiador y archivero Juan Luis Corbín afirma que la institución de
la festividad del Corpus Christi se produjo el 11 de agosto de 1264 con la expedición de
la bula Transiturus de hoc mundo (5).
Según Joan Moraleda fue el papa Urbano IV, el 2 de setiembre de 1264, al
promulgar la bula Transiturus de hoc mundo, quien instituyó formalmente en toda la
Iglesia la celebración del Corpus Christi. Dicha bula fue confirmada por Clemente V,
en 1311, y cinco años después ratificada por Juan XXII, sirviendo para que se
extendiera la fiesta del “Corpus” por toda la Cristiandad (6).
El motivo que le indujo al Pontífice a dictar la bula e instituir la celebración en
toda la Cristiandad fue el “Milagro de la Hostia Sanguínea” en la población italiana de
Bolseda.
En Valencia y su reino la devoción al Sacramento de la Eucaristía se difundió
pronto debido al profundo sentimiento religioso medieval de los valencianos, lo que
propició la celebración del Corpus, con gran entusiasmo y esplendor. Tres hechos
milagrosos acontecieron en nuestras tierras, según recoge la Tradición y cuenta la
Historia, que contribuyeron a la propagación de la devoción Eucarística: El Milagro de
los Corporales de Luchente o Daroca, el Milagro de las Sagradas Formas de Alboraya o
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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“Milacre dels Peixets” y el Milagro que tuvo lugar en la villa castellonense de
Torreblanca cuando los piratas berberiscos robaron la arqueta con el Santísimo
Sacramento y se organizó una expedición para rescatar las Formas en tierras africanas.
Los Corporales y las improntas de las Sagradas Formas
Durante algún tiempo la celebración de esta festividad corría a cargo de la
iniciativa que tomara el obispo de cada diócesis. Pronto con la aprobación de la
mencionada bula, algunas importantes ciudades de la Península y de Europa
comenzaron a organizar procesiones. La ciudad de Valencia fue una de las primeras
poblaciones de la Cristiandad en celebrar esta festividad.
La progresiva delegación de la autoridad papal en los prelados de las diócesis y
la sintonía de éstos con el poder urbano, junto con la labor difusora de esta celebración
por las órdenes religiosas de los cistercienses y posteriormente de dominicos y
franciscanos, favorecieron la pronta difusión de esta tradición eucarística.
El Corpus conmemoraba el triunfo de la Eucaristía. La exhibición de la Sagrada
Hostía en una solemne procesión pronto se convirtió en un acto religioso-cívico
suntuoso en ciudades y villas valencianas. En la ciudad de Valencia ya se celebró con
anterioridad a 1326, aunque en sus inicios este culto no tuvo el eco y notoriedad
popular que alcanzaría unos años más tarde. Según Manuel Carboneres, oficial del
archivo del Ayuntamiento de Valencia en el siglo XIX, e investigador de la historia y
antigüedades de Valencia, no existe documento que confirme que Valencia celebrara la
procesión del Corpus antes de 1355. Ahora bien, admite que la Iglesia valentina a partir
de Decreto de Urbano IV celebraba con oficio particular, el jueves después de la octava
de Pentecostés, la festividad del Corpus, y a pesar de no poner en práctica, en principio,
el Decreto de Juan XXII relativo a la procesión general o solemne, si se celebró el acto
religioso-cívico, aunque no revistió la majestuosidad que merecía el Misterio.
A partir del año 1355 abunda la documentación que confirma la celebración de
esta solemnidad con gran boato, como testimonian las fuentes archivísticas de los
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Manuals de Consells, los Libres de Clavería Comuna, la Colección de Letres Misivas,
el Libre de Certificacions, Libres Judiciaris, Libre de Actes, etc., conjunto de fuentes
documentales que se conservan en el Archivo Municipal de Valencia (AMV).
Grabado de la Contraportada del Informe sobre la Procesión del Corpus de la ciudad de
Valencia del año 1812
Siendo obispo de la diócesis de Valencia Hugo de Fenollet, los “Justicies,
Jurats, i prohomens del Consell General de la Ciutat”, con la aquiescencia del obispo,
hicieron una “crida” el día antes de la festividad convidando a los clérigos, religiosos y
toda gente de la ciudad a participar en la procesión, como registra el Manual de
Consells.
Ara, ajats queus fa hom saber de part dels honrats Justicies, Jurats e prohomens de la
ciutat de Valencia a tuyt (sic) en general que com per lo molt reverent pare en Jesucrist e senyor,
lo senyor Huch per divinal comiseracio bisbe de Valencia, e per los dits honrats Justicies e
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Jurats e prohomens novellament es stat estatuit e ordenat que cascun any daquiavant en lo dia de
la festa del Corpus Cristi a honor e reverencia de Jesucrist e del seu precios cors una general e
solemnial processo per la Ciutat sia feta, en la qual sien e vajen tots los clerques e religiosos e
encara totes les gents de la dita Ciutat ab les creus de lurs parroquies (7).
El obispo de Valencia Hugo de Fenollet (1348-1356), impulsor de la celebración de la Procesión
del Corpus. Retrato del taller del artista valenciano Juan de Juanes. Catedral de Valencia
En dicha “crida” o “pregó” se especifica las calles por donde pasaría “lo molt
Sant e precios Cors de Nostre Senyors Deu Jesu Crist”.
Los gastos que ocasionaron a las arcas municipales el mandamiento del rey don
Pedro el Ceremonioso en 1354 para reedificar, ensanchar y mejorar la ciudad, y la
muerte del obispo Hugo de Fenollet en 1356 aconsejaron a los magistrados municipales
en pensar suspender la procesión general, y que la organizara una parroquia cada año,
de manera alternativa, pues la hacienda municipal estaba exhausta y no había asignado
fondos, ese año, para sufragar los gastos del evento. Esta fue la causa que motivó que la
celebración del Corpus la organizara las parroquias hasta que don Jaime de Aragón,
cardenal y obispo de esta diócesis, solicitara en 1372 al “Consell General Municipal”
que en la fiesta de aquel año se hiciera procesión solemne. Aprobada la celebración se
hizo pregón público. El Manual de Consells recoge la disposición en los siguientes
términos:
Com per lo consell de la dita Ciutat celebrat a XXX dies del proppasat mes de abril del
present any MCCCLXXII fos acordat e ordenat que en la festa de Corpore Cristi ladonch e ara
propvinent fos e sia feta una e general processo en reverencia de la dita festa axi com cuans (sic)
solien eser (sic) fetes moltes processons ço es en cascuna parroquia la sua. E la manera e
ordenacio de la dita processo fos comanada als honrats jurats de la dita Ciutat presents o
esdevenidors e a IV prohomens per ells elegidors. (…) Per tal los dits honrats Jurats e
prohomens de part del dit Consell e lur ordenaren e manaren fer la crida publica seguent.
Ara ojats queus fan saber los honrats Justicies, jurats e prohomens de la Ciutat que per
lo Reverent senyor bisbe de Valencia e per lonrat (sic) Consell de la dita Ciutat es estat
novellament ordenat que dijous primervinent festa de corpus cristi (sic) a reverencia de nostre
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senyor deu Jesucrist, e del seu sant precios cors sia feta una general e solemnial processo per la
dita Ciutat ab les creus e penons de lurs esglesyes parroquials (…) (8).
En la “crida” o pregón del año 1355 ya se invitaba a las parroquias:
(…) en la qual sien e vajen tots los clergues e religiosos e encara totes les gents de la
dita Ciutat ab les creus de lurs parroquies.
“Crida” similar se hizo en 1372, y entre otras consideraciones se recomienda
que asistieran
(…) ab les creus e penons de lurs esgleyes parroquials.
Con la reorganización parroquial de las procesiones, a impulso del Consell
General de la Ciudad, se consiguió la unificación conmemorativa en 1372 y junto con
el Cabildo episcopal instaron a participar al clero parroquial, a algunas órdenes
religiosas, gremios y cofradías y a los ciudadanos en la celebración del Corpus. Cabe
recordar el gran peso y representación que tenían en el gobierno de la ciudad las
instituciones gremiales.
El pregón constata:
(…) E que cascuns aixi de officis e caps de mesters com altres qualsevol vajen e
seguesquen ordenadament la dita processo ab lurs ciris segons quals sera designat per les
ordenadors de la dita processo (9).
En la “crida” del Corpus de 8 de junio de 1384 se refleja de nuevo, en términos
similares, la invitación a los gremios para que participasen en la Procesión.
Los gremios y cofradías, hasta su extinción, fueron participantes habituales en la
fiesta del Corpus. Llevaban grupos de música, cantantes y danzas, y desfilaban con
cirios que portaban cada uno, acompañando las monumentales imágenes de sus santos
patrones. Tenían establecido un orden en la procesión y rivalizaban entre ellos.
Las Asociaciones gremiales en la Procesión del Corpus de Valencia
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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La procesión partía de la Catedral y seguía un recorrido por las principales
calles y plazas, -volta del Corpus-, participando “los honorables Justicies e Jurats e
prohomens de la Ciutat de Valencia”.
El Consell General de la Ciudad de Valencia aprobó el 10 de marzo de 1377 el
orden del desfile en la procesión y aconsejó que las parroquias vayan representadas por
sus sacerdotes y fieles que deseen acompañar, llevando cada iglesia o convento unas
andas con la imagen de su santo o de su devoción.
Durante unos años las arcas de la ciudad y los jurados no destinaron los recursos
necesarios para celebrar con esplendor la conmemoración. En 1380 la ciudad ya
dispuso de fondos para organizar solemnemente y con todo boato la procesión del
Corpus, convidando a clero, caballeros y gremios de la ciudad. La ciudad pagó, lo
concertado, a músicos que hacían sonar instrumentos de cuerda y a cantores para que
ambientasen la procesión con himnos y alabanzas al Santísimo (10).
Las Asociaciones gremiales en la Procesión del Corpus de Valencia
El libro de Clavería Comuna registra que en la procesión del año 1382
desfilaron doce notables prohombres de la ciudad delante del cuerpo precioso de
Jesucristo en la festividad de Corpus Christi, portando “blandones” de cera blanca
pintada de oro. El origen de los llamados “Els Cirialots” se fundamenta en este hecho.
En 1395 desfilaron 24 en “ciris blanchs ab senyals, dor fi, reyals e de carnesí los quals
portaven alguns barons cavallers davant lo precios cors de Jesucrist”(11) y simbolizaban
el número de los ancianos que refiere el evangelista San Juan en el Libro del
Apocalipsis en la adoración al Cordero Místico. Los asistentes a la procesión, en un
principio, los denominaron “Ancianos”, pero no tardaron en recibir el nombre de
“Cirialots” por portar inmensos cirios. En 1456, en el reinado de Juan II de la Corona
de Aragón, con motivo de la exaltación del Misterio de la Purísima Concepción, se
incrementó el número en dos más y pasaron a ser 26, que son los que marchan en la
procesión actualmente.
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En 1385, los jurados ordenaron confeccionar un palio y hacer una custodia para
llevar el sagrado y precioso cuerpo de Jesucristo (12).
Según constata un documento de la sección de Clavería Comuna del Archivo
Municipal de Valencia, en 1389, se acordó ofrecer una buena comida a los que
desfilaban en la procesión representando a los ángeles, santos, patriarcas y otros
personajes. Los frailes que escenificaban papeles en la representación de los misterios y
entremeses comían en mesas aparte y eran diferenciados con suculentas viandas. Esta
costumbre quedó abolida el año 1439 por los abusos que se cometían y por lo costoso
del festín, aunque en 1444 volvió a ofrecerse comida a los que salían de la Catedral.
Item que daciavant fos donat a dinar als que hirien en la dita processo, ço es als que
ixien de la Seu e de la Sala be e decentment ab bona administracio e diligencia (13).
En 1393, aprovechando la estancia del rey Juan I y su esposa, se organizó una
hermosa procesión, invitando a la ciudadanía y a notables de la ciudad, y se convidó a
que participasen los frailes mercedarios del Monasterio de Santa María del Puig,
quienes continuaron asistiendo a dicha celebración durante años. Se justifica la
invitación a dicha Orden religiosa al señalar en una “carta misiva”, dirigida “Al molt
honorable e saui senyer (sic) en P. de Solanes, ciutada de Valencia e Batle del Puig.”,
que es costumbre que la procesión pase por el portal de la iglesia que dicha Orden tiene
en la ciudad; y les conmina a que la iglesia esté a punto y la adornen con esplendor.
Als mols honrats e religioses, lo lochtinent de Comanador e lo Sagrista de la esgleya de
nostra dona Santísima María del Putg (sic) de Valencia e a cascun dells.
Segon vostra sabiea (sic) sab, en aquesta Ciutat á la festa de Corpore Cristi se acostuma
fer cascun any, general e solemne processo, e al present any, se aparella ab alcuna specialitats
per esguard de la presencia del senyor Rey e de la senyora Reyna. E com la dita processo segon
es acostumat deja passar denant (sic) lo portal de la esgleya, que vostre orde ha aci. Es convinga
que la dita vostra esgleya estia per son punt, pregan afectuosament vostra sauiea religio de dues
coses, la una, que aquells mes frares daqueix monestir que trametre porets sens gran fretura, vos
placia trametre aci per esser a tanta solemnitat. E laltra que de tots draps, capes, argent e joyes
vostres o de vostra esgleya que bons o bells sien, trametats aci los mes que porets a aquesta
vostra esgleya por ornar aquella, car ordenat es, que tots los Religioses que poran hauer capes,
vajen ab capes (…) E tengaus en sa comanda la Santa Trinitat. Scrit en Valencia a XXX de
Matg de MCCCXCIII (14).
El recorrido de la procesión del Corpus no siempre fue el mismo. A principio
del siglo XV, en acta de 8 de agosto de 1416, se expresa que la procesión que hasta
entonces al llegar a la plaza del Mercado embocaba por la calle de la Puerta Nueva,
debía en adelante subir hacia el convento de la Merced, calle dels Porchets, plaza de
Cajeros, San Martín, Santa Catalina, etc. Pues este era, generalmente, el itinerario de las
entradas públicas de los reyes cuando visitaban Valencia.
En la transición de los siglos XIV al XV, con la incorporación de misterios,
alegorías y personajes, la dimensión de la celebración del “Corpus Christi” convirtió la
festividad en un acto que combinaba las vertientes religiosa, popular y política, con
participación de autoridades municipales. La fiesta suscitaba gran clamor popular,
concitando la venida de forasteros incluso antes de la festividad y provocaba, según se
especifica en el Libre de Clavería Comuna, cuantiosos gastos. Ni los jurados ni las
órdenes religiosas, dentro de sus posibilidades, escatimaron medios para incrementar el
esplendor de la función del Corpus.
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El Libre de Certificacions constata el dispendio que suponían los actos que se
celebraban.
Item pagui al honrat e discret en Jacme Jofre notari subsindich de la cita Ciutat de
Valencia LXXXIII lliures VI sous III diners reals los quals precedent ordinacio dels honrats
jurats per mans de aquell son estades despeses per rao de la processo e solemnitat de la festa de
corpore cristi que fon a XXXI de maig del any MCCCCXXXI la qual segons costum antich
cascun any se celebra en la dita Ciutat (15).
Alcanzó tanta solemnidad y prestigio en los distintos reinos peninsulares que
doña Blanca, hija del rey de Navarra y nuera del rey don Martín el Humano, monarca
de la Corona de Aragón, con motivo de la visita a la ciudad, escribió a los Jurados de
Valencia, en el año 1401, solicitando tuviesen a bien diferir por algunos días la
procesión del Corpus, como así se hizo, complaciendo a la Princesa para que tuviera la
satisfacción de presenciarla.
Tan vistosos y ricos eran los adornos, con los que los valencianos engalanaban
sus cases y calles, que don Fernando de Aragón -Fernando de Antequera- envió una
misiva a los jurados de la Ciudad solicitando que los adornos del Corpus se prestasen
de la ciudad de Valencia a la de Zaragoza, donde el Monarca había pensado celebrar la
coronación el 7 de enero de 1414.
La ciudad de Valencia celebró una fiesta similar a la del Corpus el día de
entrada del Papa Benedicto XIII en la Ciudad. A tal efecto hizo una “crida” pública,
como se deduce del Libre de Actes de 28 de noviembre de 1414.
Item que lo dia que entrara lo Sant Pare isca tota la processo acostumada fer lo dia e
festa de corpore cristi ab totes aquelles luminaries e altres celebritats quen lo dit dia se
acostumen fer, exceptat los entrameses dels convents, sino solament los de la Seu, e de la dita
Ciutat. E que sien de fet amprats cantadors, sonadors, e altres qui a la dita festa de corpore cristi
se acostumen haver.
Item que totes les carreres per on passara lo dit sant pare sien empaliadas e denejades e
sia feta de aço crida publica (16).
En 1427 para satisfacer la petición de Alfonso el Magnánimo y su esposa la
reina María se repitió la procesión del Corpus, -se alude a la “volta”-, el día 3 de agosto
para que pudieran contemplar la solemnidad del acontecimiento y agasajar así a los
monarcas.
Ya a finales del siglo XIV se convocó un concurso poético que recogió
“cançons” sobre el “Corpus Christi”, compuestas entre 1387 y 1392. Unas décadas más
tarde, en 1456, los frailes carmelitas organizaron otro concurso literario sobre el tema
eucarístico, actuando de jurado el canónigo Jordi de Centelles.
El Manual de Consells de fecha 26 de mayo de 1445 consta la “crida” para la
celebración de la procesión del Corpus en los siguientes términos:
A laor e gloria de Nostre Senyor Deu e de la gloriosa Verge Nostra Dona Sancta Maria
e del Benaventurat martir Sent Vicent, Patro singular d’aquesta Ciutat e de tota la Cort Celestial
Ara hoiats que us fan saber los molts honorables Justicia e Jurats de la Ciutat de
Valencia: que ells, ab lo poble e clero de la dita Ciutat (…) dema, qui sera digmenge, començat
per lo mati, faran e celebraran gran, notable e devota processo, ab solemne e celebre festivitat, a
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laor e gloria de Nostre Senyor Deu e gran reverencia e honor d’aquell Sanct Sagrament de la
Eucaristía e Cos precios de Jhesu Christ (…)
Per ço los dits honorables Justicia e Jurats preguen, exorten e manen, a tots e singles
habitants en los carrers per on deu passar e anar la dita processo, e los carrers e lurs enfronts
façen nets, enramen e empalien be e ordenadament, segons mils (sic) poran, a reverencia e
honor del Cos de Jhesu Christ e honor de la dita Ciutat (17).
La “crida” compila una serie de ruegos, exhortaciones, amonestaciones y
mandatos que deben cumplir los valencianos para que la festividad tenga toda la
solemnidad que merece.
Otras fuentes documentales constatan hechos que se produjeron en esta
festividad. Concretamente, el Dietari del capellà d’Anfos el Magnánim, en la rubrica
titulada “Del gran avalot del Corpus Christi”, narra uno suceso insólito acontecido el
día de esta conmemoración, en los siguientes términos:
En lo dit any (1455) e lo digous apres, a VI del dit mes de juny, que fon dia del Corpus
Christi, a les dos hores despres quan lo Corpus fonch en dret casa del batle, a les dues hores
apres mig jorn, se moch tan gran i tan spantable avalot, “moros venen”, que en hun punt foren
mes de XII. milia persones en punt, en tant avalot e comoviment que font cosa de molt gran
espant, e lo Corpus Christi fonch mes en la casa de mossen Berenguer Mercader, batle general, e
pasat la avalot feren la processo (18).
Folio del Dietari del capellà de Alfonso el Magnánimo. Biblioteca del Real Colegio de Corpus Christi
del Patriarca San Juan de Ribera. Código del siglo XV
Pero no es la única rubrica del Dietari que alude a esta celebración. Concretamente en
la titulada “Lo senyor infant acompanya lo Corpus”, correspondiente a un relato de
1478 se lee:
Diumenge, a XII de abril, apres vespres, lo senyor infant cavalgava ab molts cavales
per Valencia, e fonch en lo mercat e encontra lo Corpus Domini que venia de combregar, e de
continent descavalca ell e tots los cavales, e acompanya lo Corpus Domini fins a Sent Johan
(19).
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Asimismo, en la rubrica “De la profeso del Corpus Cristi” del mismo Dietari
de fecha 21 de mayo de 1478 se afirma:
Digous, a XXI de maig, dia de Corpus Cristi, fent la profeso plogue. Lo Corpus Domini
meteren en la sglesia de Santa Clara; tota la profeso fonch desbaratada (20).
También los Anales Valencianos aluden a esta celebración y relata lo que
sucedió el día de Corpus Christi del año 1455:
Lo dejous apres que fon lo Corpo Crist (sic), a les dues ores apres mig jorn, fon gran
avalot en la Ciutat com passava lo Corpo Crist, que fon en lo carrer dels Cavallers, dient que los
moros entraren en Valencia de que en un instant yach (sic) de les presones (sic) XV milia
passades tots armats, que fon una bella mostra y de gran terror (21).
Este alboroto producido en el día de la festividad del Corpus en la ciudad de
Valencia y que estalló en el momento de la procesión ha sido registrado también en la
Coleccio de Letres pertenecientes al año 1455 que se conservan en el Archivo del
Reino de Valencia
En carta que los “jurats” dirigieron:
Al molt honorable e molt savi monsenyer en Manuel Suau, Racional e misatger de la
Ciutat de Valencia en Napols e en sa absencia, al honorable mossen Perot Mercader, Conseller e
Tresorer del Senyor Rey.
Le comunicaron:
(…) Lo jorn de Corpore Cristo fahentse la proseso que era a les tres hores apres mig
jorn, essent los entremesos a la bosseria se mogue una brega e fon mesa veu per quins vulla que
ho fes, cridant moros, moros entren en la Ciutat. Lo poble se avolota (sic) en tal forma que en
fort poch de temp tota la Ciutat fonch a les armes e anant corrents vers los portals, ades á la hun,
ades al altre que may gents beren(sic) tal abolot (sic) que no era persona en lo mon, ne oficials
ne ningun li pogues dar recapte. E con veren que no era veritat que els moros entrasen, cridaven
anem a casa del batle, e dels oficials, a robarlos hi metam hi foch, e matemlos (22).
Tres documentos diferentes relatan este extraordinario acontecimiento que tuvo
lugar en el momento de la procesión del Corpus del citado año.
Con el auge económico y crecimiento demográfico de la ciudad en el siglo XV
la procesión gana en ceremonial y fasto. “Els jurats del Consell Municipal de Valencia”
aprobarán estipendios públicos destinados a enriquecer la procesión con elementos
simbólicos. También establecerán el orden protocolario del desfile en función de los
estamentos y corporaciones, así como los lugares donde tenían que escenificar los
misterios.
En la fuente histórica de los libros de Claverías Comuna se registra, con
precisión, los elementos simbólicos que participaban en la procesión. De esta
documentación y del contenido de Els Manuals de Consells de la ciudad de Valencia se
deduce que ya a principios del Cuatrocientos valenciano la celebración del Corpus era
una fiesta plenamente institucionalizada.
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Manual de Consells de la Ciutat de Valencia
En el transcurso de los años, concretamente desde 1355 hasta 1506, el acto más
emblemático de la fiesta, la Procesión, se celebró por la mañana, después de finalizada
la misa. A partir de esa fecha se trasladó su celebración a la tarde. Asimismo, la
estructura y organización del acto sufrió modificaciones, pero sin afectar a la esencia de
la solemnidad y a la participación ciudadana.
La festividad y la solemnidad de actos procesionales se fueron generalizando
por todo el Reino. La advocación del “Corpus” simbolizó un acto de adoración a la
Eucaristía. Pronto numerosas poblaciones valencianas comenzaron también a celebrar
fiesta. La ciudad de Morella, la segunda población más grande del Reino por estas
fechas, tiene constancia que ya la celebró en 1358. Unos años después de ser
conquistada Morella se instituyó en ella una “Confraría del Santissim Sacrament”. El
papa Eugenio IV, en 1433, otorgó a esta cofradía indulgencias a los que asistieran a la
procesión del Corpus y acompañasen al Santísimo cuando el viático era llevado a los
enfermos (23). Del año 1333 son las “Ordinacions” de la Cofradía de Nuestro Señor
Jesucristo y la Vera Cruz de Xátiva, y en 1406 ya están consignados gastos en la
administración municipal para sufragar la fiesta del Corpus (24). En Orihuela está
datada esta festividad en 1400. El papa Martín V concedió una bula, en 1428, que se
conserva en el archivo de la Catedral de Orihuela, en la que se otorga el privilegio de
aumentar las indulgencias dadas por Urbano IV a quienes participasen en la celebración
del Corpus. En dicha ciudad se dispuso la construcción de ocho “Roques” para la
conmemoración del Corpus en 1462. En Castellón la documentación refleja que ya se
celebraba en 1409. Segorbe, sede episcopal, tuvo una gran tradición en la celebración
de esta conmemoración. En la ciudad de Alzira la documentación del Archivo Histórico
Municipal testimonia los acuerdos y deliberaciones sobre la procesión del Corpus desde
el siglo XV, y otras ciudades importantes valencianas como, Burriana, Algemesí,
Gandía Elche y Alicante también realizaron actos religiosos para festejar la celebración
del “Corpus Christi”.
La Devoción al Misterio Eucarístico se difundió con la veneración del Santo
Cáliz de la Cena en nuestra catedral desde el año 1437, y con el desarrollo de
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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actividades de varias cofradías del Santísimo Sacramento, la producción artística, la
tradición teológica, los escritos de místicos, las leyendas del Santo Grial, etc.
Esta conmemoración tuvo sus celebraciones externas en actos procesionales y
otras manifestaciones populares. El fervor de los valencianos, nacido de los más
profundos sentimientos, hizo que se realizaran lujosas custodias, surgieran rivalidades
entre cofradías para organizar actos, se representaran escenas bíblicas en las
procesiones, se convocaran concursos poéticos, construyeran “roques” o carros
triunfales, se danzaran bailes folclóricos, etc.
En el año 1413 se puede datar la construcción de tres majestuosos carros
triunfales para obsequiar la visita del rey Fernando I de la Corona de Aragón, la reina y
su primogénito. Estas “roques”, con cuyo nombre son conocidas generalmente por los
valencianos, simbolizaban; una, la divisa del Rey, otra, las siete sillas, y la tercera, las
siete edades. Fueron fabricadas por el “fuster” Johan Oliver, como se puede leer en el
Manuals de Consell del Archivo Municipal de Valencia de 1415. En el transcurso del
tiempo, el número de “roques” construidas se incrementó y contribuyeron a enaltecer
más la festividad (25).
En 1435 comenzaron las obras de la casa que debía albergar estos carros
triunfales, figuras, vestidos y toda clase de objetos que tenían relación con la fiesta del
Corpus. En esta vivienda residía el personaje conocido por el nombre de “el capellà de
les roques”. El local sufrió diversas modificaciones y ampliaciones para dar cabida a las
necesidades de los objetos que allí se custodiaban.
Otras figuras bíblicas y adornos fueron creados para reverenciar a Jesucristo en
la procesión del Corpus. En un documento de 12 de junio de 1432 se registra que el
Consell Municipal aprobó la propuesta del “pavorde” de la Iglesia valentina, don
Antonio Sanz, que propuso la invención alegórica de tres personajes que simbolizaban
los tres Reyes Magos de Oriente que adoraban al niño Dios, acompañados de pajes
que entonaban coplillas alusivas al Misterio de la Eucaristía. También se inventaron
otros personajes y representaciones que proporcionaban mayor solemnidad a la
procesión del Corpus.
Los entusiastas de la celebración del Auto eucarístico afirman: “de la festa la
vespra”, pues la víspera era un día de manifiesta alegría en la que los “jurats”
anunciaban, vestidos de gala y siguiendo el itinerario de la procesión, la celebración del
Corpus, convidando “el capellà d’honor” a participar al pueblo en los festejos. La
conmemoración afectaba a todo el tejido social y a la vida cotidiana: se hacían correr
toros ensogados por las calles, cesaban la actividad de los tribunales, de los “obradors”,
etc., y una ingente multitud de ciudadanos nativos y foráneos esperaban al alba, con
gran júbilo, el inicio del día del Corpus.
Para que los carros triunfales, “roques”, pudieran ser contemplados eran
expuestos en la “Plaça de la Seu”, siendo iluminados, y se celebraba un concierto.
La regulación del orden y preferencia de las personalidades y asociaciones que
participaban en la procesión está contemplada en el Libre de Actes de diversos años.
José Vicente Gómez Bayarri
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La devoción eucarística del pueblo valenciano hace que esta festividad del
Corpus Christi siga celebrándose con un esplendor inusitado en los primeros años del
XXI, siendo la manifestación más exuberante y folclórica del calendario eclesiástico
valenciano, procesión en la que participan autoridades eclesiásticas y civiles,
representantes de las parroquias, gremios, cofradías y asociaciones diversas (26). La
recuperación y la fastuosidad actual se la debemos al impulso infundido por la dinámica
Asociación de los “Amics del Corpus”.
M. Carboneres, en su obra Relación y Esplicación (sic) Histórica de la solemne
Procesión del Corpus, que anualmente celebra la ciudad de Valencia expuso la
simbología de los personajes y misterios representados en la procesión del Corpus.
Asimismo, los folletos, en forma de trípticos y dípticos, que edita anualmente el
Ayuntamiento de Valencia para divulgar el conocimiento de la procesión explican el
desarrollo de la procesión, la significación de los personajes bíblicos que participan, la
iconografía que representan, el orden del desfile y datos sobre las “roques”(27).
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1 Numerosos estudiosos del Corpus han escrito sobre su origen, evolución, significación y celebración
eucarística en la ciudad y reino de Valencia. Abunda la bibliografía sobre aspectos religiosos, históricos,
escenificación de entremeses sobre temas bíblicos relacionados con la conmemoración. Ya a finales del
siglo XIX, Juan Chirat recoge en su obra Apuntes para escribir una bibliografía eucarística valenciana,
(Valencia, 1894), diversas publicaciones sobre el tema Eucarístico. Entre la mucha bibliografía que
existe sobre la festividad del Corpus Christi se puede consultar; ORTIZ, Joseph Mariano, Disertación
histórica de la festividad y procesión del Corpus que celebra cada año la Muy Ilustre Ciudad de
Valencia. Valencia, 1780. BOIX RICARTE, V., Fiestas reales. Descripción de la cabalgata y de la
procesión del Corpus. Valencia, 1858, reimpresión, 1980, y Solemne Función del Corpus que se celebra
en esta Ciudad de Valencia. Año, 1861. CARBONERES, Manuel, Relación y explicación de la solemne
procesión del Corpus que anualmente celebra la ciudad. Valencia, 1873. Existe edición facsímil,
patrocinada por la Delegación de Fiestas y Turismo del Ayuntamiento de Valencia. CORTABÓ,
Hermenegildo, Los misterios del Corpus de Valencia. University of California, Berkeley, 1932.
ARENAS ANDÚJAR, M., Orígenes de la fiesta del Santísimo Corpus Christi y la primera procesión
que la ciudad anunció por pública “Crida” en 1355. Ayuntamiento de Valencia, 1964. Del mismo autor,
Breve historia de las rocas y otras noticias referentes sobre el Corpus valenciano. Valencia, 1977.
Institución de la festividad y procesión del Corpus Christi y la antigua Custodia del día del Corpus de
nuestra Catedral. Valencia, 1978. CALATAYUD BAYÁ, J., La institución de la fiesta del Santísimo
Corpus Christi. Valencia, 1975. CARRERES ZACARÉS, S., El Corpus Valenciano. Valencia, 1977.
SANCHIS GUARNER, M., La processó valenciana del Corpus. Valencia, 1978. BRU Y VIDAL, S.,
Las rocas del Corpus y su refugio temporal de las atarazanas. Valencia, 1981. MORALEDA I
MONZONÍS, J., El Corpus en Valencia. Estudi de la Processo i dels seus personages del dels origens.
Ajuntament de Valencia, 1992. Del mismo autor, La musica en el Corpus de Valencia, Ajuntament de
Valencia, 1993. Historia dels carrers per a on passa la Processo del Corpus de Valencia. Ajuntament de
Valencia, 2001. CASTELL MAIQUES, V., Tríptico eucarístico español. El Corpus de Sevilla, Toledo y
Valencia. Valencia, 1993. CATALÁ GORGUES, M.A., La procesión del Corpus en los antiguos dietaris
y llibres de memorias. Valencia, 1993. COVES I TORRALBA, Mª J., Orige i evolucio dels carros
triumfals del Corpus. Valencia, 1995. BUENO TÁRREGA, B., La Festa del Corpus. Valencia, 1997. Se
adjunta a la publicación de Baltasar Bueno un boceto histórico del año 1800 de láminas de la Procesión
del Corpus en Valencia, conocido con el nombre de Álbum del Corpus, que son un conjunto de acuarelas
dibujadas y coloreadas por Francisco Tarín Juaneda (1857). Se conservan en la caja fuerte del Archivo
Histórico Municipal. ARIÑO VILLARROYA. A., “Corpus Christi”. Calendario de fiestas de primavera
de la Comunidad Valenciana. Bancaja, Valencia, 1999. Del mismo autor. El Corpus republicano.
Evolución de la fiesta del Corpus entre 1860 y 1875. Ayuntamiento de Valencia, 1988. NARBONA
VIZCAINO, R., Memorias de la Ciudad. Ceremonias, creencias y costumbres en la historia de Valencia.
Valencia, 2003.
2 ESCLAPES DE GUILLÓ, P., Resumen historial de la fundación i antigüedad de la ciudad de
Valencia. Valencia, 1738. Edición facsímil. Ayuntamiento de Valencia, 2004, p. 166.
3 ROS I HEBRERA, C., Coloqui entretengut, hon se referixen les dances, misteris, y altres coses,
tocants à la Gran Festa del corpus, ques fa en Valencia. Valencia, 1734. Existen otras ediciones de 1759
y 1772. GÓMEZ BAYARRI J.V., Carlos Ros i Hebrera. Vida y obra de un ferviente apologista de la
lengua valenciana. Real Academia de Cultura Valenciana. Serie Filológica, núm. 23. Valencia, 2001, p.
112.
4 ARIÑO VILLARROYA. A., “Corpus Christi”. Calendario de fiestas de primavera de la Comunidad
Valenciana. Bancaja, Valencia, 1999, pp. 281-303.
5 CORBÍN FERRER, J, L., “La devoción eucarística de Valencia”. Artículo periodístico publicado en
Las Provincias, el domingo 25 de junio de 2000. “Especial Corpus”, 2000, p. 9.
6 MORALEDA I MONZONÍS, J., Historia dels carrers per a on passa la Processo del Corpus de
Valencia. Ajuntament de Valencia, 2001, p.11.
7 Els Manuals de Consells y Establiments de la ciutat de Valencia. Son libros de actas que recogen las
deliberaciones, acuerdos y disposiciones tomadas por el Consell General de la ciudad de Valencia. Es
una fuente documental imprescindible para elaborar la historia de la ciudad y Reino durante el período
José Vicente Gómez Bayarri
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foral. Se conservan en el Archivo Municipal de Valencia (A.M.V.). Comenzaron a redactar se 1306. El
primer libro abarca desde 1306 hasta 1326. En él observamos la utilización simultánea con el mismo
significado de latinismos y valencianismos. Algunas actas registradas se inician con el encabezamiento
en latín y prosiguen en valenciano. Para extraer documentación sobre la celebración del “Corpus Christi”
son esenciales las actas contenidas en los libros correspondientes a los acuerdos tomados a partir de
1355. El texto de la cita se recoge en el Manual de Consells del año MCCCLV. CARBONERES,
Manuel, lo incluye en su obra Relación y explicación de la solemne procesión del Corpus que
anualmente celebra la ciudad. Valencia, 1873. Existe edición facsímil patrocinada por la Delegación de
Fiestas y Turismo del Ayuntamiento de Valencia, pp. 12-13. En el “dietario” valenciano del seiscientos
de JOSÉ AGRAMUNT, Libro de casos sucedidos en la ciudad de Valencia, tanto antiguos como
modernos (…), se constata que “El año 1374 fue el primer año que empezó la Ciudad de Valencia a
celebrar la fiesta del Corpus con tanta ostentación y majestad como se celebra cada año”. La fecha no
corresponde con la que nos proporciona El Manual de Consells. Dicho dietario forma parte de la obra
Memoria Escrita, Historia Viva. Dos dietarios valencianos del seiscientos. Introducción, trascripción y
notas a cargo de Emilio Callado y Alfonso Esponera. Valencia, 2004.
8 Archivo Municipal de Valencia. (AMV.) Manual de Consells, año MCCCLXXII. CARBONERES,
Manuel, op. cit., pp. 13-15.
9. AMV. Manual de Consells. Año MCCCLXXII.
10 Los jurados destinaron CLVIII sous y VIII diners para sufragar los gastos de la festividad y la
procesión de Corpus Christi, como testifica el notario subsíndico de la ciudad Jacme Felemir. Ciertas
personas con instrumentos de cuerda los hacían sonar durante toda la procesión, desfilando delante del
Santíssimo. AMV. Sección de Clavería Comuna, MCCCLXXXI. Documento recogido por
CARBONERES, M., op. cit., p.15
11 AMV. Clavería Comuna MCCCCVII Documento trascrito en CARBONERES, M., op, cit., p.16
12 AMV. Clavería Comuna MCCCLXXXVI. Documento completo en CARBONERES, M., op, cit.,
p.21.
13. AMV. Clavería Comuna. Acuerdo de 25 de mayo de 1444. CARBONERES, M., op, cit., pp. 21-22.
14 AMV. Colección de Cartes Misivas, núm. 5. Documento recogido trascrito completo en
CARBONERES, M., op, cit., p. 17.
15 AMV. Libre de Certificacions MCCCCXXXI. CARBONERES, M., op, cit., pp. 28-29.
16 AMV. Libre de Actes de 1414, correspondiente al día 28 de noviembre de ese mismo año.
CARBONERES, M., op, cit., p.45.
17 AMV. Manual de Consells, t. A.33, fol. 113, correspondiente a 26 de mayo de 1445. Documento
recogido por ROCA TRAVER, F., y FERRER NAVARRO, R., Historia de la Cultura Valenciana
(1401-1499). Real Academia de Cultura Valenciana. Valencia, 2004, doc. 1884, p. 654.
18 Dietari del capellà d’Anfos el Magnanim. Introdució, notes y transcripció per SANCHIS I SIVERA,
J., Valencia, 1932, p. 194. El Dietari es una crónica valenciana del Cuatrocientos, escrita por un
“prevere” -¿Melchor Miralles?- . El manuscrito se encontraba en la Biblioteca del Convento de los frailes
Predicadores de Valencia. Una copia de ésta se conserva en la Biblioteca Universitaria de Valencia. El
Título que tiene y que transcribió Vicente Ximeno es “Canoniques Despanya dels Reys de Aragó, e dels
comptes de Barcelona, e de la Hunitat de Aragó ab lo compdat de Barcelona, e memoria de les coses e
fets antich, e passats, e dels presents”. En la copia impresa el 18 de julio de 1742 aparece con el título
“Dietari de varies coses sucseides en el regne de Valencia y en altres parts, escrites per un capellà del rey
Don Alfonso el V de Aragó, fins al any 1478. Añadides altres memories Diaries desde 1516 hasta 1588”.
En la edición valenciana publicada por “Acción Bibliográfica Valenciana”, 1932, se reproduce fielmente
el texto original con la misma extraña ortografía, erratas, descuidos de redacción, etc. Jamás se ha dado a
conocer el nombre del autor del “Dietari”. Actualmente, con fundamento, se atribuye a Melchor
Miralles. De la lectura de la obra se deduce fácilmente que el autor no es escritor, ni tiene condiciones de
historiador. Contiene numerosas equivocaciones fácilmente constatables. Su estilo es duro, pesado, seco
El Corpus en la Valencia Bajomedieval
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y desaliñado. A pesar de ello, el Dietari del capellà d’Anfos el Magnanim es una de las crónicas más
interesantes que se conocen, por las noticias que proporciona y por escribir el ambiente de la época que
trasluce todo el volumen. Existe otra edición más reciente, basada en el manuscrito conservado en la
Biblioteca del Colegio de Corpus Christi - Iglesia del Patriarca San Juan de Ribera - , Dietari del capellà
d’Anfos V el Magnanim. Textos Medievales, 85. Edición e índices de CABANES PECOURT, Mª D.,
Zaragoza, 1991, p.181. Existe también otra edición del Dietari del capellà d’Anfos V el Magnanim, con
introducción, selección y trascripción de ESCARTI, V.J., Edicions Alfons el Magnanim. Valencia, 1988;
y una selección de textos de la misma obra con estudio y notas históricas de GÓMEZ BAYARRI J.V., y
selección, edición y notas lingüísticas de GINER, Joseph. Edicions L’Oronella.Valencia, 1999. Sanchis
Sivera, en nota de pie de página, mantuvo que el “avalot” tuvo lugar el 5 de junio, y que mossen
Berenguer Mercader, en memoria de haber entrado el Santísimo en su casa, regaló una magnífica cadena
de oro que era una joya de la familia. Esta joya rodeaba el segundo cuerpo de la custodia, p. 194.
19 Dietari del capellà d’Anfos V el Magnanim. Textos Medievales, 85. Edición e índices de CABANES
PECOURT, Mª D., Zaragoza, 1991, p. 403. “Lo senyor infant” es el infante don Enrique, virrey de
Valencia, duque de Segorbe, que entró en la ciudad de Valencia el jueves 26 de febrero de 1478 para
regir de virrey.
20 Dietari del capellà d’Anfos V el Magnanim. Textos Medievales, 85. Edición e índices de CABANES
PECOURT, Mª D., Zaragoza, 1991, p. 408.
21 Anales Valencianos. Estudio preliminar, edición e índices de CABANES CATALÀ. Mª L., Colección
de textos Medievales. Zaragoza, 1983. La misma autora nos presenta un estudio complementario en Unos
Anales Valencianos anónimos, contenido en la colección de Anales de la Academia de Cultura
Valenciana, núm. 63, pp. 125-145. Valencia, 1978-1985. Estos Anales Valencianos se transcribieron en
1750 de un original que se conservaba en la biblioteca de Gregorio Mayáns y parece ser que son los
mismos que menciona Vicente Ximeno en Escritores del Reino de Valencia, 2. Valencia, 1749. Muchas
de las noticias y fechas mencionadas se pueden corroborar o corregir con otra fuente interesantísima,
Manuals de Consells del Archivo Municipal de Valencia (AMV) que se iniciaron a redactar en 1306.
22 ARV. Carta escrita en Valencia a VII de Juny del any MCCCLV. Los Jurats de Valencia a vostra
honor apparellats. Coleccio de Letres MCCCCCLV. Recogida en CARBONERES, M., op, cit, pp. 88-90.
23 Cfr. MORALEDA I MONZONÍS, J., Tradicio de las festa del Corpus Christi en els pobles del Regne
de Valencia. Valencia, 1994.
24 Cfr. SANCHIS MARTÍNEZ, J., Historia del Corpus de Xàtiva, 1996.
25 Cfr. CARRERES ZACARÉS, S., Las Rocas. Valencia, 1957. ARENAS ANDÚJAR, M., Breve
historia de las rocas y otras noticias referentes sobre el Corpus valenciano. Valencia, 1977. BRU I
VIDAL, S., Las rocas del Corpus y su refugio temporal de las atarazanas. Valencia, 1981. COVES I
TORRALBA, Mª J., Orige i evolucio dels carros triumfals del Corpus. Valencia, 1995.
26 Cfr. BUENO TARREGA, B., La Festa del Corpus. Valencia, 1977. El autor recoge en la obra una
exhaustiva exposición de la celebración del Corpus, estructurando el trabajo en veinte apartados que
están ilustrados con numerosísimas fotografías.
27. Cfr. Los impresos correspondientes a las festividades de la celebración del Corpus de 21 de junio de
1992; de 18 de junio de 1995; 14 de junio de 1998;de 6 de junio de 1999, de 17 de junio de 2001, entre
otros, redactados por REY DE ARTEAGA, José Mª.