polifonía de raíces: un viaje sonoro hacia el desarrollo...
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Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad,
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Polifonía de Raíces: Un viaje sonoro hacia el desarrollo humano
Laura Victoria Orozco Castillo
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Abril 02 de 2018
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Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad,
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Polifonía de Raíces: Un viaje sonoro hacia el desarrollo humano
Laura Victoria Orozco Castillo
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Abril 02 de 2018
Asesora de trabajo de grado:
Olga Lucía Olaya Parra.
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Dedicatoria
A mis padres y mi hermano, las fuerzas que me impulsan para volar, las que me sostienen en los
vientos más fuertes. A mis hermanos del alma, los amigos y viajeros de la velocidad, hacedores y
creadores que han enfrentado conmigo esta búsqueda obsesiva por la Raíz.
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Agradecimientos
A los artistas que abrieron su corazón y sus voces para esta obra. A Alekos que sin conocerme
abrió lo más íntimo de su vida, su casa y sus pensamientos. A Beto, mi maestro, el que preguntó
por primera vez dónde estaba mi raíz y el causante de todo esto. A Julián Naranjo hermano
teatrero y amoroso pensador. A Julián Povea buscador incansable y alma indescifrable. A
Johanna, que sin dudarlo volvió a abrir la puerta de su casa para bailar en ella. A Constanza, por
su alma que es poesía y por ser una casualidad de esas que no existen. A Sergio por el aire, por la
fuerza y las ganas de vivir esta vida que es arte. A mi asesora Olga Lucia Olaya Parra, por su
amor y apoyo inagotables.
A Andre, a Mauro, a Dianis, a Checho, a Nina, a Kathe, a Miche, a Rodri y a Diego. Y a todos
demás amigos y almas caritativas que hicieron posible la materialización de esta obra, por sus
ideas y sus manos.
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Resumen
Partiendo de un interés por indagar en los conceptos de raíz, arraigo y desarraigo y la
importancia de estos en el desarrollo humano, Polifonía de Raíces se crea como una obra
instalativa desarrollada como trabajo de grado para la Especialización en Desarrollo humano con
énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad de la Universidad Francisco José de Caldas.
Como proceso de Investigación Formativa en Creación en el campo Artístico y en la línea
general de investigación en Desarrollo humano se vincula a la sublínea cuerpo, sensibilidad,
pensamiento y cultura.
Esta obra propone un recorrido por las narrativas múltiples de siete artistas y sus diferentes
concepciones en relación con dichos conceptos, y cómo estos en una idea de metáforas sobre las
relaciones vinculares del ser humano han atravesado sus vidas, su desarrollo personal y sus
procesos afectivos y creativos.
Abstract
Based on an interest in exploring the concepts of root, deep-rooted and uprooting and the
importance of these in human development, Polyphony of Roots is created as an installation work
developed as a degree work for the Specialization in Human Development with emphasis on
Affective Processes and Creativity of the Universidad Francisco José de Caldas.
As a process of Formative Research in Creation in the Artistic field, and on the general line of
research in Human Development, is linked to the body, sensitivity, thought and culture subline.
This work proposes a journey through the oral narratives of seven artists and the different
conceptions that they have about these terms, and how these in an idea of metaphors about the
bounding relationships of the human being, have gone through their lives, their personal
development and their affective and creative processes.
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ÍNDICE DE CONTENIDO
Polifonía de Raíces: Un viaje sonoro hacia el desarrollo humano 7
Introducción 7
Justificación 8
Bases Conceptuales 10
Desarrollo Metodológico 13
Desarrollo conceptual 22
RAÍZ 26
ARRAIGO 288
DESARRAIGO 29
Conclusiones 37
Referencias 40
ANEXOS 41
Anexo 1- Transcripción de Entrevistas 41
1.1 Transcripción entrevista a Julián Povea- Actor y Director 41
1.2 Transcripción entrevista a Johana Sánchez- Bailarina 41
1.3 Transcripción entrevista a Julián Naranjo- Actor y politólogo 41
1.4 Transcripción entrevista a Beto Villada- Músico y Actor 41
1.5 Transcripción entrevista a Constanza Martínez- Escritora 41
1.6 Transcripción entrevista a Alekos- Artista multidisciplinar- 41
1.7 Transcripción entrevista a Sergio Vargas- Bailarín 41
Anexo 2 - Página Web y registro fotográfico de obra y exposición instalativa 41
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Polifonía de Raíces: Un viaje sonoro hacia el desarrollo humano
“Cada vez que los cimientos comiencen a temblar bajo tus pies, cada vez que no estés ya seguro
de la estabilidad de tus experiencias pasadas... regresa a tus orígenes”
Jersey Grotowski
(Citado por Barba, 2011)
Introducción
La raíz podría ser tanto un encuentro como un desencuentro y la pregunta por esta no es la
búsqueda por el final de un camino, es más bien un camino en sí mismo, el viaje a Ítaca, uno
interminable por nuestra psiquis, por nuestro cuerpo, por nuestras experiencias afectivas y nuestra
memoria.
Con el fin de la creación de una obra sonora de carácter instalativo o exposición, este trabajo
planteó la posibilidad de indagar y poner en diálogo las múltiples abstracciones que en 7 artistas
pueden suscitar las palabras raíz, arraigo y desarraigo, y cómo dichos conceptos han atravesado
sus vidas, la creación de vínculos afectivos y sus procesos creativos.
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Partiendo de las experiencias vividas durante la Especialización en Desarrollo humano con
énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad y de un interés muy personal sobre lo que constituye
en el ser humano y en su desarrollo el concepto de “Raíz”, nace Polifonía de Raíces: Un viaje
sonoro hacia el desarrollo humano.
Este documento se presenta como informe final de Investigación Formativa en Creación en el
campo Artístico, adscrita a la línea general de investigación en Desarrollo humano y en la
sublínea cuerpo, sensibilidad, pensamiento y cultura. Dentro de él se plantean los diversos
referentes e ideas fuerza desde los cuales se abordó el proceso creativo, así como sus diferentes
fases de creación. De igual, manera se exponen los conceptos que a partir del diálogo con los
artistas y el público asistente a la exposición de la obra, motivaron este trabajo.
Justificación
Las palabras Raíz, arraigo y desarraigo son para el ser humano en muchos casos símbolo de
vínculo con algo fundamental para el ser. Esta propuesta devino de una necesidad personal por
conocer y trabajar sobre las diferentes abstracciones que pueden surgir a partir de estas palabras y
a su vez comprender cómo el desarrollo de las mismas, que tienen un gran carácter emotivo y
espiritual, pero también social, se pueden relacionar o diferenciar con la imagen que diferentes
personas pueden construir de ellas, y cómo estos han atravesado su desarrollo personal.
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En términos creativos la obra adquiere relevancia para el desarrollo de capacidades en tanto
plantea una forma de narrar que involucra al espectador desde un estado sensorial más agudo y lo
invita a trabajar desde la imaginación y las asociaciones por estímulos principalmente auditivos.
Para el desarrollo humano plantea un vehículo artístico que hace foco en las necesidades y
capacidades de construcciones filiales, de la idea de historia de vida, de sostén, de posibilidad de
un tránsito y relaciones saludables con el entorno y de un ejercicio introspectivo sobre la
construcción de sujeto a través de la afectividad y la emociones a partir de las relaciones
vinculares que estos términos pueden suscitar.
No somos árboles, tenemos pies hechos para caminar, para movilizarnos y desplazar incluso
esas raíces que paradójicamente son una suerte de estabilidad física y emocional. Para el
desarrollo humano, para el desarrollo de capacidades afectivas y creativas en el hombre es
fundamental pensar constantemente qué es eso que nos sostiene y nos permite a la vez
movilizarnos y evolucionar. La palabra desarrollo implica cambiar y evolucionar, hace referencia
a la imperante necesidad de desprenderse de algo para que lo nuevo pueda llegar, desprenderse
no es olvidar. Para el caso, este trabajo plantea entonces la necesidad de conocer la raíz para
poder movilizar la idea de ella, conocerla para no olvidarla, y comprender el arraigo y el
desarraigo como procesos fundamentales en el desarrollo humano, en la transformación del ser y
en la construcción de sujetos y de sociedad. Los lazos no se hacen solos.
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Bases Conceptuales
Naciente de la imagen botánica, “la raíz” ha sido comúnmente tomada como metáfora de
adhesión, una idea muchas veces difícil de definir para el ser humano cuando separada de su
literalidad se pone en función de las relaciones vinculares humanas y cómo dicha imagen lleva
una fuerte carga simbólica en la construcción de sujeto. Weil (1943) afirma: “Echar raíces quizá
sea la necesidad más importante e ignorada del alma humana. Es una de las más difíciles de
definir” (P.42). Si bien esta frase deviene de un contexto sumamente político desde el cual se se
desarrolla una connotación de territorio en el texto “Echar Raíces” de Simone Weil, conjuga una
idea fundamental para este trabajo, y es que en la transición del nomadismo al sedentarismo que
trajo la agricultura, el hombre desarrolló una profunda necesidad por la propiedad, vista no solo
desde el apropiarse de algo sino también desde el pertenecer a algo, algo con lo cual identificarse
y que a la vez garantice su estabilidad y un sostenimiento, tanto en lo material como en lo
sicológico y lo emocional.
Pensar en la raíz nos lleva a definirla, a buscar el origen, los cimientos que dan estabilidad a
nuestra experiencia de vida, es también pensar en su fuerza, en la que tiene para unirse a algo y la
fuerza que necesita para soltarlo, es decir, en el arraigo y en el desarraigo. Estos dos términos,
que en el contexto colombiano están fuertemente ligados a la territorialidad, y al desplazamiento
muchas veces forzado, son ideas que se encuentran en todo ser humano y son muchas veces junto
con la raíz fuerzas movilizadoras o paralizadoras, son igualmente, símbolos de nuestras formas de
relacionarnos con el mundo, de habitarlo, sentirlo y transformarlo.
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En un sentido más preciso, podría decirse que el territorio es una dimensión relacional que surge
de los conceptos literales de raíz, arraigo y desarraigo, pero en otro tipo de diálogo sobre
desarrollo del ser humano hay muchas otras dimensiones desde las cuales se puede ampliar ese
proceso relacional, ese territorio, y que permiten para el caso de este ejercicio crear conceptos
más personales y profundos sobre los términos.
Al pensar entonces en diferentes dimensiones (incluyendo el territorio) que posibiliten la
construcción de imágenes y el desarrollo de nuevos conceptos, surgen las siguientes: Cuerpo,
espacio, objetos, territorio, personas, ideas, memorias, ritos.
El cuerpo es un punto de partida. Para el caso del arte (línea que atañe al proceso), éste es
también un , un espacio habitable en el cual transitan los afectos, las emociones, los
comportamientos y demás extensiones o afecciones de la raíz, el arraigo y el desarraigo. Es en
el cuerpo donde todo sucede, el que es atravesado por los diversos conceptos y experiencias y
finalmente el que busca algún tipo de respuesta desde la relación con este signo. El cuerpo se
enuncia como dimensión y no como eje porque este tiene dos connotaciones, la primera como
territorio vincular en sí mismo y la segunda como territorio vincular con las otras
dimensiones. Si bien hay varias ideas desde las cuales enunciar la relación entre el cuerpo y la
raíz, es a través del arte que se fundamenta el interés en el tema y desde éste donde se hace más
potente y clara la relación con él. El cuerpo es la materia en la cual residen nuestras experiencias,
y es en sí mismo receptáculo y vehículo de la creación.
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Así entonces, la raíz, así como el arraigo y el desarraigo dibujan vínculos con personas, con
objetos, con lugares, con ritos, con recuerdos, con pensamientos; se dibujan en el cuerpo y trazan
mapas de lo que somos y lo que nos une. Polifonía de Raíces es una obra sonora que responde
a un profundo interés por lo que constituye en la vida del ser humano el concepto de raíz, esa
ensoñación de que hay algo que nos sostiene y nos permite crecer, pero también lo que atraviesa
nuestra identidad y nos impulsa a proyectarnos al mundo con la libertad y certeza de que hay un
algo al cual volver, pues a diferencia de las plantas los seres humanos estamos por naturaleza
destinados a movilizarnos, incluso desde el mundo de las ideas.
Este ejercicio narrativo propuso un viaje por diversas raíces (conceptos o ideas de esta), las de
diversas personas que a través de su voz y su relato lograsen construir una raíz colectiva pero
singular, una polifonía que se convirtió también en una provocación para la movilización del
cuerpo, de los sentidos y del pensamiento, tanto de quien la vive como de quien la narra; transita
diversas formas de encuentro entre lo físico y lo virtual, pues para muchos las maneras de
conectarse con la raíz están incluso mediadas por esa virtualidad.
Somos una sociedad altamente visual, nos han enseñado que todo entra por los ojos y que es a
través de ellos que la mayoría de nosotros logramos una comprensión del mundo, sin
embargo, hacemos parte de un constructo cultural oral, nuestra historia antes de ser escrita y
fotografiada fue contada con palabras, es decir, nuestro origen, nuestras bases y costumbres
recorrieron los oídos de nuestros ancestros y construyeron en el cuerpo otro tipo de símbolos y
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formas de relacionarnos con el entorno, de construir mundo y significado de este a través de lo
que se puede crear dentro de nuestra mente.
Desarrollo Metodológico
Teniendo en cuenta las premisas aquí expuestas y el interés de consolidar una obra de creación
y su proceso investigativo, se disponen diversas narrativas con la intención de realizar una
exposición con las siguientes fases:
1. Búsqueda de conceptos y referentes que desde lo artístico, lo psicológico y lo afectivo
sustentan su importancia en el desarrollo humano.
2. Definición de un grupo de trabajo que desde un lenguaje común aporte a la creación de
una obra sonora. Ese lenguaje común fue el arte, y por tanto desembocó en la selección de
siete artistas para ser entrevistados: Alexis Forero (Alekos), Carlos Norberto (Beto)
Villada, Constanza Martínez, Johanna Sánchez, Julián Naranjo, Julián Povea, Sergio
Vargas.
3. Realización de siete entrevistas abiertas con registro de audio. Con cada uno de los
artistas se desarrollaron las ideas fuerza planteadas para el trabajo, teniendo en cuenta las
dimensiones y el interés en el proceso creativo. Además de estos tópicos se desarrollaron
también narrativas enfocadas a la sinestesia, es decir, a las relaciones sensoriales que
estos conceptos provocan. Este se convirtió de fondo en un ejercicio de percepción
emergente sobre lo que sucede al tratar de definir estas tres palabras. - Ver anexo 2-
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4. Transcripción de entrevistas: Estas transcripciones sirvieron como memoria escrita del
proceso y como apoyo para la gestión de conocimiento y la comprensión de la siguiente
fase. - Ver Anexo 1 -
5. Edición de sonido. Con un ejercicio paralelo entre la revisión de las transcripciones y
audios, se seleccionó el material necesario para la exposición teniendo en cuenta los
siguientes focos: Polifonía (Que agrupó los conceptos de raíz, arraigo y desarraigo),
Dimensiones (Agrupó todo el material relacionado con ellas), Sinestesia (Agrupó el
material de orden experiencial que afecta desde los sentidos a manera de collage de cada
uno: oído, olfato, vista, tacto, gusto), en este se incluyó también percepción. Por último se
hizo también una agrupación de piezas de audio por artista. -Ver anexo 2-
6. Producción de la exposición: Selección de herramientas y elementos a exponer. En esta
fase se tomó la decisión de crear una página web que recogiera la memoria sonora y que
sirviera como herramienta de reproducción con un acceso a través de códigos QR
(Códigos de respuesta rápida). Este tipo de interacción no sólo permitiría la navegación
en la página web sino también en el lugar de la exposición, posibilitando diferentes tipos
de recorrido y asociaciones con lo instalado y con las narraciones de los artistas durante la
exposición. Para esta misma se decidió consolidar un material fotográfico que acompaña
la obra sonora y permite crear otra relación entre el público y los artistas. Por último se
planteó el diseño de un dispositivo interactivo sobre relaciones sensoriales.
7. Montaje página web. Con el material sonoro se creó la página web a través de la cual se
puede acceder a la información. https://lauravickyorozco.wixsite.com/polifoniaderaices
8. Selección de material fotográfico. -Ver anexo 2- A partir de las narraciones orales
surgieron palabras provocadoras y asociaciones que llevaron a la construcción de
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narrativas visuales de orden personal sobre los conceptos de raíz, el arraigo y el
desarraigo. Este material que se seleccionó para la exposición hace parte de los archivos
personales de cada uno de los artistas. A continuación (Imagen 1) se exponen algunas de
las fotos seleccionadas durante esta fase.
Imágen 1
9. En paralelo se realizó la impresión de imágenes y textos para la exposición y se eligió el
espacio para la misma1.
10. Montaje. Se realizó primero el montaje de fotografías sobre retablo. Imagen 2.
Posteriormente el montaje de la exposición en el espacio. Allí se adecuaron 6 paneles para
fotografía, infografía, textos guía y dispositivo interactivo. Imagen 3
1 Espacio Cultural Marsella. Carrera 70b # 2b-46
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Imagen 2
Imagen 3
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11. Disposición Final del espacio. Imágen 4
Imágen 4
12. Exposición y socialización a público. Imágen 5
Imagen 5
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Durante el proceso de montaje y exposición de la obra se realizó registro fotográfico, al cual se
puede acceder a través de la página. -Ver anexo 2-
En el marco del desarrollo metodológico de este trabajo, el ejercicio de creación se dió en
múltiples fases. En lo que concierne al trabajo sonoro que partió de las entrevistas, pasó por un
segundo momento en la transcripción de las mismas y continuó con el trabajo de dramaturgia, es
decir, una composición sonora desarrollada a partir de “ejes de composición” (ampliados más
adelante) y que partieron de los mismos conceptos planteados por los artistas entrevistados.
Un punto fundamental en la nominación y escogencia de las piezas de entrevista fue tanto la
consonancia de conceptos como la disonancia de los mismos, es decir, se escogieron piezas o
voces que planteasen diversos conflictos entre ellas y que pudieran movilizar diferentes preguntas
o sensaciones en el público así. como puntos de encuentro, incluso desacuerdos. De igual manera
estos conceptos desembocaron en la composición visual de la obra; a partir de lo narrado por los
artistas, de la construcción de imágenes que se dió desde las entrevistas, se planteó la
compilación de fotografías que podían dar cuenta de aquellos símbolos que constituyen para cada
uno de los artistas los conceptos desarrollados. En un ejercicio de relación entre el sonido y la
imagen se diseñó y desarrolló el dispositivo interactivo; algunos de los sonidos reproducidos en
este fueron creados por los artistas y otros fueron sonidos que durante las entrevistas ellos
asociaron a sus narrativas.
Para la creación y montaje de la página web se tuvieron en cuenta diversas líneas de narración
que le permitieran al público acceder a las piezas escogidas desde diferentes puntos de
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asociación. La página abre contextualizando el ejercicio en marco de trabajo de grado para la
especialización y a través de diferentes pestañas agrupa los audios de la siguiente manera: Por
artista (compilando todas las piezas escogidas de cada uno), Polifonía por concepto (Raíz,
arraigo, desarraigo), por dimensiones (cuerpo, objetos, etc). Una última pestaña responde a
“Sinestesia”, en ellas se agrupan todos los audios que responden a este tema y se encuentran
únicamente en esta pestaña. Estos audios pasaron por un proceso diferente al resto, con el
intención de generar un impacto o sensación diferente en el público se crearon diferentes collage
de sonidos a partir de los sentidos. Para este tema se pueden encontrar tanto pequeñas narraciones
como frases cortas que se unen para formar una paleta de sonidos y de imágenes sonoras.
Para la instalación como culminación del proceso de creación, las fotos fueron impresas su
mayoría en blanco y negro y muy pocas con filtros que dibujaban líneas de color muy tenue, esto
con la intención de darle más énfasis al ejercicio mental que genera la escucha en términos de
composición de imagen. Es decir, se plantea la imagen en colores o tonos base que movilizan al
espectador a completarla a través de lo que escucha. Las imágenes se agruparon por artista como
un homenaje personal a sus historias de vida, fueron fotos principalmente de sucesos o de sus
cuerpos en acciones particulares que no mostrasen una imagen literal de sus rostros y que de
igual manera invitaran al espectador a imaginarlos desde la relación con sus historias.
Como se enunció anteriormente, a continuación se evidencia la estructura de composición
sonora.
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Ejes de composición sonora: para saber las cosas hay que nombrarlas
Raíz: Sobre este concepto se tuvieron en cuenta las siguientes dos preguntas transversales que
ponían en conflicto las historias y a partir de ellas se plantearon frases desde las cuales extraer las
piezas sonoras. Se plantearon preguntas porque durante las entrevistas y en cada narrativa
quedaba siempre una imagen de duda e incertidumbre, cada uno intentó relatar desde sus
experiencias de vida, sin embargo incluso desde allí no habían certezas sobre lo que este término
significa para cada uno. ¿Lo que nos conecta o lo que nos ata? ¿Lo que nos libera?
1. La raíz de la vida, la vida de la raíz: Se escogieron piezas que relataran el concepto de
Raíz en la construcción de sujeto, identidad y desarrollo de personal.
2. La raíz de la creación, la creación de la raíz: Se escogieron piezas que desarrollaran el
concepto de raíz a través del trabajo creativo o hacia la creación de algo.
3. Inexistencias de la raíz: raíces deshabitadas, olvidadas, ambiguas: Se escogieron
piezas que hablaran de la no raíz o la dificultad de hallar una.
4. La raíz de los sentidos, los sentidos de la raíz: Se escogieron las asociaciones
sinestésicas de la raíz. Una pieza por cada sentido.
Arraigo En una línea similar a la raíz, pero no en forma de preguntas se plantearon las
siguientes ideas que focalizaran el arraigo: Lo que elegimos y lo que nos elige.
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1. Arraigo, un movimiento invisible: Se escogieron conceptos del arraigo que se
enmarcaron en la construcción de sujeto. Se denominó de esta manera como una
asociación a esa fuerza invisible que moviliza a cada sujeto a arraigarse, a unirse con algo.
2. Sentidos arraigados, el arraigo del cuerpo: asociaciones sinestésicas del arraigo. Una
pieza por cada sentido.
Desarraigo: Al igual que los conceptos anteriores el desarraigo se plantea a partir de las
siguientes dos ideas que sirven de base para escoger las piezas. Lo que nos libera y lo que nos
une.
1. Desarraigo, un gesto inconsciente: Conceptos de desarraigo en la construcción de
sujeto. Esta denominación responde a la asociación con un impulso inconsciente de
liberación que muchas veces se traducía en desarraigo.
2. Sentidos desarraigados, el desarraigo del ser: asociaciones sinestésicas del desarraigo.
Una pieza por cada sentido.
Dimensiones: Cuerpo, espacio, objetos, territorio, personas, ideas, memorias, ritos.
A partir de las relaciones que cada uno generó con estas dimensiones relacionales, y desde las
cuales se puede entender de manera más profunda cada concepto en el desarrollo personal, se
escogieron las piezas que mejor planteaban estas ideas.
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Para el tema de Sinestesia y como se explicó anteriormente, se escogieron las piezas de cada
sentido, y se agruparon en audios completos de cada uno desarrollado en cada concepto. A estos
se sumó la percepción, ya que en la mayoría de entrevistas esta surgió dentro de las preguntas por
los sentidos como una forma de relatar eso que a veces no parece tan fácil de explicar. Se contó
entonces la percepción como un sexto sentido que dibuja un nuevo tipo de imagen y desarrollo de
cada concepto.
Desarrollo conceptual
De las siete entrevistas surgieron narraciones de raíz, arraigo y desarraigo, a través de
canciones, piezas musicales, paisajes sonoros, historias, poemas, descripciones de imágenes y de
movimientos, que permitieron durante la exposición, vincular a quien escucha con el narrador, y
a la vez suscitaron en el público preguntas sobre la propia configuración a la luz de estos relatos,
llevando a algunos participantes a la construcción de nuevos conceptos desde sus imaginarios, su
contexto o historia de vida.
En términos creativos la obra sonora responde a una forma de narrar que involucra al
espectador desde un estado sensorial, que implica la construcción y comprensión de una imagen
mental -una que se da a través de otros sentidos diferentes a la vista- y a quien narra desde la
posibilidad de construir una imagen únicamente desde el sonido, provocando también la
transformación de su lenguaje y gesto en función de quien escucha.
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La tecnología y la virtualidad -que fueron de gran curiosidad para el público-, en este caso
se plantearon como una forma de relacionar una imagen común en algunas entrevistas con la
distancia. Varios de ellos para quienes su “raíz” está vinculada a su familia y amigos han vivido o
viven fuera del país, y la forma de mantener vivo ese vínculo ha sido a través de la tecnología.
Tanto la idea como la herramienta misma detonaron en el público asistente diversas formas de
relacionarse con las narraciones y con el espacio, que proponía tanto un ejercicio individual como
colectivo en el caso de aquellos que no tenían acceso a dispositivos móviles aptos para el
ejercicio. Incluso desde esa idea, la exposición también contó con diversas propuestas que
invitaron al público a relacionarse con otras personas.
Por otro lado, el dispositivo electrónico interactivo planteado anteriormente se pensó como
una herramienta para posibilitar relaciones multisensoriales. A través de una imagen dibujada
sobre una superficie, en este caso raíces, el público pudo acceder a diferentes sonidos asociados a
las narraciones y a través de estos hacer diferentes composiciones sonoras. Este se expuso sobre
una superficie de tierra que hacía literalmente de esto (en términos electrónicos), de conductor
para poder activar el dispositivo, y ya que algunas de las piezas también estaban vinculadas a los
sentidos, este dispositivo tejió una relación entre lo táctil, lo sonoro, lo olfativo y lo visual.
Esa posibilidad sensorial, ese involucramiento de los sentidos hace entonces más contundente
y necesaria la idea del cuerpo y cómo este -físico y comportamental-, también se ve afectado por
estos tres conceptos que se convierten de alguna manera en cargas simbólicas de nuestro habitar
el mundo.
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En muchos contextos el desarraigo está asociado a la fragmentación y/o rompimiento del
vínculo físico y afectivo con el lugar de origen, con ese espacio al cual los individuos se sienten
arraigados, al cual pertenecen ellos y su memoria. Sin embargo para el marco de este trabajo la
relación entre la raíz, el arraigo y el desarraigo tiene una connotación más amplia que la
dimensión geográfica, como ya se ha enunciado, estas resuenan desde el proceso de desarrollo
personal y el ejercicio artístico de quienes narran, como otras formas de vinculación con el
cuerpo, con las personas y con los objetos; resuenan en los vínculos con los espacios y con las
ideas, con las costumbres y los recuerdos, en todas esas formas que nos permiten estar conectados
y que le dan peso a nuestra existencia. Para comprender la idea de arraigo y desarraigo es
fundamental reconocer la idea de “raíz” de manera personal como una construcción de vida,
comprenderla como una forma de ilustrar un conflicto fundamental del alma humana.
La identificación de la raíz en cada persona hace parte de los procesos de construcción de
identidad y desarrollo de la personalidad del ser, que en el marco del desarrollo humano son
fundamentales para la determinación de los diversos niveles de bienestar de este. A partir de la
construcción del individuo y de su desarrollo se identifican también las necesidades,
aspiraciones y capacidades que median su relación con el contexto y lo identifican como un ser
social.
Haciendo una relación entre el “Enfoque de Capacidades” de Martha Nussbaum con la
taxonomía de Necesidades humanas de Max Neef, puede decirse que para el marco de este
trabajo el primero pone a la definición de los conceptos de -raíz, arraigo y desarraigo- dentro de
varias capacidades y el segundo pone a esas comprensiones como necesidades.
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En el caso de las capacidades el trabajo se puede poner en consonancia con:
Los sentimientos, imaginación y pensamiento desde la capacidad de poder
razonar y usar la imaginación para poder producir conceptos que
garanticen su libertad de pensamiento pero también su construcción de
identidad.
Las Emociones, desde la capacidad de “poder sentir apego por cosas y personas”.
En tercera instancia la Afiliación, palabra que implica la capacidad y
libertad de poder pertenecer a diversos grupos.
En última instancia haciendo referencia al control sobre el propio entorno, la
capacidad material, de poseer propiedades hace un vínculo con aquellos
para quienes los ejes de este trabajo siguen vinculados a lo territorial, pero
también tiene relación con los objetos, con aquellos que como dimensión
hacen parte de eso que nos sostienen o a los cuales nos arraigamos.
Para el caso de Max Neef que expone nueve necesidades y las relaciona con cuatro categorías
existenciales -Ser, Tener, Hacer, Estar-, pueden establecerse relaciones con todas, incluso con el
Ocio. Este que contiene en la categoría de -estar-, a la privacidad y espacios de encuentro, expone
un familiaridad con varias de las voces de los artistas donde la raíz dibuja un vínculo con la
familia y los amigos, y la forma de mantenerlos vivos se da a través de esos espacios. No se
busca ampliarlas, pero cabe señalar que la raíz, el arraigo y el desarraigo tienen múltiples formas
de relacionarse con la subsistencia, la protección, el afecto, el entendimiento, la participación, la
creación, la identidad y la libertad, por ende pueden aportar a la construcción de un complejo y
necesario entramado de análisis sobre el desarrollo humano
Estas capacidades y la satisfacción de esas necesidades, identificadas como aquellas que debe
garantizar un país, desde el respeto a la vida, a la salud corporal, a la integridad, a los sentidos, la
imaginación y el pensamiento, entre otras, son aquellas que nos permiten conectarnos con nuestro
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propio desarrollo desde la identificación de eso que nos arraiga o desarraiga. Desde esta claridad
podría exponerse un aporte integral al desarrollo de una comunidad o un organismo social, de
otra manera, esos vacíos sobre nuestra propia existencia y sobre nuestro vínculo con el entorno,
serán siempre obstáculos para las construcciones y aportes valiosos a la familia y a la sociedad en
general.
Habiendo establecido un contexto sobre el interés e importancia del tema y sobre el proceso de
creación de esta obra, se expone a continuación una serie de planteamientos sobre cada uno de los
conceptos, un diálogo entre las diferentes significaciones de estos para construir uno solo, una
polifonía y una idea colectiva guardando las particularidades de quienes la integran.
RAÍZ
Según la RAE, la raíz es:
El órgano de las plantas que crece en dirección inversa a la del tallo, carece de hojas e,
introducido en tierra o en otros cuerpos, absorbe de estos o de aquella las materias necesarias para
el crecimiento y desarrollo del vegetal y le sirve de sostén. (RAE, 2014)
De esta definición botánica parten un gran número de conceptos que circundan al origen o la
base de algo; señala aquello que sostiene o edifica, que permite establecerse de forma duradera.
De alguna manera indica la construcción de un vínculo entre el nacimiento y el desarrollo de un
ser, sea animado o inanimado.
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Para Julián Povea y para Beto Villada -artistas entrevistados- la raíz evoca su historia y a la vez
la imagen de un árbol o planta, una imagen vertical. Mientras que al primero lo lleva a la falta de
libertad y a contar la historia de otros, a una historia que incluso no quiere conocer y que lo lleva
tal vez a la idea de no tener raíz por decisión propia, para el segundo constituye alimento y a la
vez su cuerpo constituido por la cultura y los cuerpos de su familia. Para Constanza Martínez es
el origen de las cosas que nos gustan y para Alekos el fundamento de lo que vivimos. A Sergio
Vargas la Raíz le sabe a tierra, a Julián Povea le huele a podrido, a Johanna Sánchez le suena a
algo aprisionado que quiere salir a la fuerza y Julián Naranjo la siente como cálida y acogedora,
la ve como hilos extendiéndose en la tierra (Anexo 1, Transcripciones).
Gastón Bachelard en su texto “La tierra y las ensoñaciones del reposo” dedica un capítulo
entero a la raíz, y de entre muchas ensoñaciones de poetas enuncia:
Es una palabra inductora, una palabra que hace soñar, una palabra que viene a soñar dentro
de nosotros. Pronúnciese suavemente con cualquier motivo y hará descender al soñador a su
pasado más profundo, al inconsciente más lejano, más allá incluso de lo que fue su persona. La
palabra “raíz” nos ayuda a ir “a la raíz” de todas las palabras, a la necesidad radical de expresar las
imágenes. (Bachelard, 2006, p.132)
Dentro de varios autores y referentes en el tema, Bachelard sin duda marca una pauta en la
construcción de la metáfora, en la imagen que mil palabras tratan de reconstruir para expresar el
mundo y para encontrarse con él. La raíz es para el marco de este trabajo esa imagen, esa
dimensión que se configura entre el recuerdo, el sueño y la ilusión de aquello que nos une con el
mundo, con las personas, con las cosas, los lugares y sobre todo con la memoria. La raíz es
cambiante, resistente e inagotable.
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ARRAIGO
Si la raíz es eso que nos une, el arraigo es esa fuerza con que nos mantenemos unidos, ese
acontecimiento que nos transforma con el otro, una fuerza espiritual que enlaza todo lo que nos
hace como individuos y a la vez seres sociales; nuestros vínculos, aprendizajes, experiencias o
sufrimientos, esa energía que nos permite volar y volver, pero también esa que nos ancla y
muchas veces nos ahoga.
Ilse Kretzschmar, experta en Psicoterapia corporal, afirma:
El estar arraigado se relaciona con estar en la realidad, con estar presente en el “aquí y
ahora”, con estar en contacto tanto con el mundo externo como con el ser interno. Dentro de la
estabilidad hay flexibilidad y dentro del intercambio con los demás hay independencia. El arraigo
está estrechamente relacionado con nuestra existencia como seres humanos sobre el planeta tierra
y, como señala Walid Daw, “es tanto un estado como un proceso (Kretzschmar, 2001)
Haciendo referencia a algunas de las voces de los artistas se encuentran al igual que en los
otros conceptos, consonancias y disonancias. Para Johanna Sánchez el arraigo es un sinónimo de
apego, un enamoramiento que te lleva a la costumbre y a la comodidad, y para Constanza
Martínez es un estado del alma que hace que te quieras quedar, sin embargo, expresa la
complejidad del término en su vida pues hace mucho no siente que el arraigo se de en su vida.
Para Beto Villada no está en el lugar sino en las personas, el arraigo es tener raíces en algo y en
su caso estas constituyen su familia, una familia volante. Para Julián Povea tiene una
connotación particular, es libertad; el arraigo es una decisión, es opcional y más propio. A
diferencia de la raíz, el arraigo le permite contar su propia historia y liberarse de aquello que no
quiere seguir cargando. Para Julián Naranjo tiene que ver con ese lugar al cual siempre puedes
regresar, pero éste visto como algo más grande que el espacio físico o un territorio geográfico, las
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personas entonces se convierten también en lugar, imágenes y situaciones que le permiten
concretar y sostenerse para afrontar la vida desde ellas.
El arraigo suena a pájaros, a alguien vendiendo mazamorra, a música típica, a la voz de los
hijos, a las polifonías Kunas. También suena a transmilenio, a la voz de la mamá cuando se juega.
Se siente como un súper poder, también como un cuerpo apretado, como la cama de una finca y
el calorcito del fuego pero también como el cuerpo en el río. Es telarañudo, confortable,
amarrado, circular y constante; huele a guardado, a casa de abuelos, a lo que no tiene aire pero
también al pelo de los amigos, a delantal de tía y a tizne. Sabe a agua, a sopa, a eso que alivia, a
arepa y a frutas tropicales. (Anexo 1, Transcripciones)
DESARRAIGO
Considerando el arraigo como la energía que nos vincula, el desarraigo constituye entonces
esa energía inexistente o que desaparece, quizá esas fuerzas que nos separan e impiden construir
bases para desarrollarnos. El desarraigo en nuestro contexto está fuertemente ligado a la ruptura
de lazos territoriales, sin embargo, el territorio como se ha enunciado antes, es una dimensión
mucho más amplia que el espacio geográfico, es también un espacio simbólico, una fuente de
identidades individuales y colectivas que permiten establecer lazos físicos y psicológicos.
Desarraigarse es también despojarse de todos esos símbolos, es una forma de fracturar nuestra
propia naturaleza de ser social.
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Si bien el foco de este trabajo no está en el desarraigo por desplazamiento geográfico y
violencia política, todo acontecimiento y principalmente el artístico, es un acto político, por tanto,
no sobra resaltar nuevamente el interés de Simone Weil en el tema.
El desarraigo constituye con mucho la enfermedad más peligrosa de las sociedades
humanas, pues se multiplica por sí misma. Los seres desarraigados tienen sólo dos
comportamientos posibles: o caen en una inercia del alma casi equivalente a la muerte...o se
lanzan a una actividad tendente siempre a desarraigar […] (Weil, 1943, p.44 ).
Volviendo nuevamente a las narrativas de los artistas que hicieron parte de este ejercicio, se
vuelven a encontrar puntos comunes, pero también grandes desacuerdos. Desde una perspectiva
muy similar a la que expone Weil, Alekos habla del desarraigo como la deshumanización, es
perder el fundamento de las cosas, es casi inexistente pues es más una actitud, la pérdida de las
sensaciones. Opuesto o mejor en disonancia a esta idea, Julián Povea ve aire en el desarraigo, es
liberarse de lo que uno mismo ha creado, es opcional y es también una decisión, es la posibilidad
de conocer nuevos caminos, es necesario para poder abrirse a nuevas posibilidades. Para Julián
Naranjo y para Johanna Sánchez traen la imagen de soltar y desapegarse, mientras Beto Villada
dialoga con dos imágenes, la sensación de no tener un lugar y la necesidad de invadirlo todo, de
habitar y apropiarse de los lugares que no son suyos. Esta idea resuena con la de Sergio Vargas
que al estar fuera del país es estar continuamente armando su lugar en otro lugar. Para Constanza
Martínez entre una consonancia y una disonancia con Sergio Vargas y con Beto Villada el
desarraigo es esa nostalgia de no tener a donde llegar, pero es también desprenderse de esa
necesidad de querer quedarse en algo, no hay una sensación de hogar, pero ese hogar visto cómo
las personas, las cosas, los lugares.
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En el desarraigo se ve la casa (como familia y amigos) cuando te vas, es la realidad cancelada,
una fotografía lavada, el pájaro en la jaula, pero también estar frente a la ventana a punto de
volar, es una neblina. Sabe a sabores extraños, pero a los conocidos en la extrañeza, a comida de
sobre, a corrosivo y metálico; también sabe a dulce y a amargo. Huele a tierra húmeda, a brisa de
la mañana y a cadáver quemado, a la ausencia y a extrañeza, a vela recién apagada. Se siente
vacío y ambiguo como todo lo bello; frío, a estar extraído y desprotegido. Suena a felicidad y
canciones contentas, también a “Movimiento” la canción de Jorge Drexler; a pitos y calles con
trancón. Suena también a baladas, a música sin alma, a contraste de sonidos donde no encuentras
los propios, a masa de gente, una sinfonía arrítmica y cambiante, un sonido maquinal, a extraer y
poner en otro lugar a la fuerza.
En cada concepto y en cada entrevista hay paisajes, hay partituras de movimiento, hay
canciones y poemas que cuentan cómo la -raíz, el arraigo y el desarraigo-son energías que se
crean, no siempre están ahí y no vienen para todos, de la familia, nacen también en el camino y
quedan incorporadas en la vida. A la vez son energías que movilizan la creación, pero también
son muchas veces sin saberlo las que la impiden o limitan.
Para Sergio Vargas, en la danza la imagen de raíz es fundamental, es el inicio y el lugar desde
el cual se edifica el cuerpo, tiene que ver con la conexión con el suelo, es también la raíz social
que se lleva en la música, los ritos, la forma de festejar, los sabores y olores que se cargan en la
infancia y que atraviesan el espíritu creativo, lo primario desde lo cual se impulsa el cuerpo pero
que está ligado a algo psicológico y emocional que es el estar en el aquí y en el ahora. Para
Johanna Sánchez que también es bailarina, la raíz es esa conexión con la tierra y el arraigo que se
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dibuja a través de la unión de dos cuerpos, una relación de pieles. Para Julián Naranjo que es
actor los términos lo llevan a impulsos y contenciones, a energías y fuerzas de atracción. Para
Alekos que es entre muchas otras cosas -pintor- existe una relación muy profunda con los peces y
el carnaval como imágenes primarias, pero también con la naturaleza y el color de lo tradicional.
Para Beto esas energías vinculares se dan a través de la música y el alimento y la capacidad que
tienen ambas para reunir familia y amigos en torno a ellas. Para Julián Povea son fuerzas que se
oponen, dialoga entre lo profundo de sus ser con sus pequeños ritos, con sus apegos a ideas que
lo impulsan a no abandonar la creación.
De esta manera se crean entonces relaciones, las afectivas a las cuales también nos arraigamos
y que al ser conscientes de que somos nosotros los creadores es mucho más fácil desarraigarse,
desenraizarse como en repetidas ocasiones surgió. Hay ritos, costumbres, gestos fundamentales
para la construcción de vínculos afectivos, el abrazo. La necesidad de conservar y soltar, la
necesidad de generar experiencias. Estos conceptos también se piensan como una energía que
nace en el cuerpo y se pone en diálogo con las energías de otros cuerpos, es la posibilidad de
tener un contacto preciso con seres que tienen una especie de magnetismo, pero que también en
algunas ocasiones se rompe. Estos conceptos (como ideas corporales) también se heredan, se
heredan en la enfermedad, en los vicios, en la fuerza, en los sueños. Se convierten en la
necesidad de decir algo, de manifestarse desde rituales creadores que permiten de una u otra
manera reconocerse como seres creadores.
El pensar estos términos desde diferentes dimensiones y relaciones sensoriales como vínculos
con un territorio que va más ligado a lo afectivo, mental y espiritual, es imaginar ese cuerpo
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como un territorio que se expande y que no tiene límites. Esta idea remite a lo que Barba llamó
“Islas flotantes” y “los viajeros de la velocidad”.
La isla flotante es el terreno incierto que puede desaparecer bajo los pies, pero que puede
permitir el encuentro, la superación de los límites personales. […] Existen personas que habitan
una nación, una cultura. Y existen personas que habitan su propio cuerpo. Son los viajeros que
cruzan el país de la velocidad, un espacio y un tiempo que no se confunde con el paisaje y la hora
del sitio atravesado. Se puede permanecer físicamente durante meses y años en el mismo sitio, y
ser, sin embargo, un “viajero de la velocidad” que atraviesa lugares y culturas distantes a miles de
años y kilómetros, que se siente en sincronía con pensamientos y reacciones de hombres lejanos
por la piel y por la historia. La velocidad es una dimensión personal […] En esta dimensión
personal, en el centro de este país que se limita a nuestro cuerpo-en-vida, se encuentra la capital,
el palacio del emperador, y en el palacio una cámara secreta, y en ésta el corazón. El corazón de
este país que es nuestro cuerpo-en-vida es una constelación de ideas fijas, de problemas muy
particulares, de obsesiones personales, de enfermedades individuales. (Barba, 2011, p.16-17)
En este trabajo es ese “cuerpo- en-vida” el que se expone a través de la obra, el sujeto como
cuerpo desde sus múltiples fisicalidades, desde ese que puede trascender los límites del tiempo y
el espacio y conectarse a través de esas “obsesiones personales y enfermedades individuales”
pero comunes. El sujeto creador es en sí mismo múltiples dimensiones, y en este caso -la raíz, el
arraigo y el desarraigo-, surgen como obsesiones y pretextos para llevar esos cuerpos a imágenes
que tal vez solo se habían llegado a pensar de manera superficial.
La metáfora y el símbolo juegan un papel fundamental, son un vehículo lingüístico que nos
permite un lenguaje común, el acceso a una dimensión estética y creativa que moviliza los
elementos de la obra, que si bien no es teatral, tiene un componente escénico que se plantea desde
la exposición del cuerpo tanto en las entrevistas como en las ideas que surgen de este dentro de
ella y que en el momento de la exposición traspasó a los cuerpos del público, les implicó nuevas
disposiciones y relaciones corporales para vivir la experiencia.
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Además de la relación con el cuerpo, tanto antes de las entrevistas, durante ellas y en el
ejercicio de exposición hubo un elemento que no desapareció, el espiritual, esa conexión
intermedia o quizá paralela al mundo físico y al mundo de las ideas. Para este caso Nabb (Citado
en Bailey, 2016) habla del arraigo:
A nivel espiritual: este es el arraigo de todo el Ser. La intención del espíritu de estar aquí haciendo
lo que estoy haciendo, y no otra cosa. Es ser lo que soy. Es pertenecer a un grupo pudiendo ser lo
que soy. Es centrar el Ser Superior.
Los conceptos abordados surgieron dentro de la exposición como un problema que nos atañe a
todos, aun cuando no lo estemos pensando, son ideas que se remueven porque van ligadas a esa
humana necesidad de saber que hay algo que va más allá de nuestro conocimiento, difícil de
comprender y difícil de definir y que además tiene un gran peso en nuestras almas y cuerpos, en
la fuerza para movilizarnos, desarrollarnos y trascender.
Este trabajo no tuvo como fin un ejercicio terapéutico, pero no se puede pasar por alto la
cantidad de autores que de alguna manera sustentan muchas de las voces que surgieron a través
de él en la construcción de cuerpo y afectividad. Como es el caso de la Psicoterapia corporal de la
Core energética con autores como Jerry Nabb, John Conger, Alexander Lowen, John Pierrakos,
que trabajan los conceptos de arraigo y desarraigo en el desarrollo del ser humano desde el
campo físico, afectivo y espiritual; se plantean como una forma de conectar con nuestro ser y con
otros seres vivos.
Lowen (Citado por Bailey, 2016) dice:
Arraigar es madurar (...) Arraigarse es un acto co-creativo, es vivir más responsablemente. Si
estamos arraigados nos apoyamos en nuestra vida y estamos en contacto con la realidad,
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estableciendo un contacto con el planeta, con la tierra. (...) El arraigo/desarraigo lo aprendemos
desde el comienzo de la vida: al gatear, chupar, mirar, sentir. Si contactamos con nuestra raíz ésta
nos hace crecer, (...) Estar arraigados, entonces, es estar sólidos, en este tiempo y en este espacio,
con los pies en la tierra. Cuando nos arraigamos nos damos cuenta de que estamos solos y a la vez
acompañados, y ésta es la base de la vida espiritual seria. El arraigo tiene mucho que ver con la
confianza básica real que tenemos hoy en nuestro mundo. Hablar de arraigo, es hablar de amor.
Si bien este postulado contiene tópicos de gran relevancia para el trabajo, es difícil entrar en
un acuerdo total con todas sus afirmaciones, pues desde lo expuesto en las entrevistas, y
considerando que hay diversos lugares desde los cuales se pueden comprender y apropiar los
conceptos, no podría decirse entonces que en consonancia con la última frase al hablar de
desarraigo se hablaría de desamor, tal vez para algunos resonaría, pero no para todos. De igual
manera cabe exponer el siguiente punto de vista que contiene diversas formas de ver el
desarraigo.
Estar desarraigados es algo muy peligroso en nuestro mundo. La energía invisible que nos arraiga,
cuando no está funcionando nos deja desamparados en los roles de un funcionamiento cotidiano
óptimo. (...) Entonces, el estar desarraigados es estar poco estables y desapegados de la propia
tierra que caminamos. No tenemos fundamento. La tierra no siente nuestro peso y estamos
desconectados de nuestros sentimientos y del de los demás. Una persona desarraigada no se
percata del medio ambiente, se tropieza, no es dueña de su ritmo (es crónicamente impuntual y/o
excesivamente estresado). Una persona desarraigada crónicamente tiene una falta de apoyo
interno y muy poca confianza. Generalmente se apega rígidamente a un punto de vista y evita los
conflictos lastimándose. Los guerreros de nuestra historia, han puesto una enorme atención a su
arraigo para establecer metas y balance en sus vidas, ya que no es suficiente plantarnos como un
árbol. Tenemos que poder movernos y arraigarnos: poner raíces y levantarlas. Necesitamos
establecer nuestros límites de protección y nuestro territorio para estar arraigados. (Bailey, 2016)
Hay algo en particular que llama la atención de este texto, plantea el desarraigo como un
movimiento peligroso en cuanto sea permanente, pero a su vez pareciera que lo deja ver como
una necesidad, pues le da a la raíces una cualidad móvil señalando la naturaleza nómada del ser
humano, y por tanto la imagen de alguna manera negativa del desarraigo no está en él como
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acción o decisión sino como un hecho continuo que puede tener fuertes repercusiones en el
desarrollo del ser humano. Además de este tema, hay una palabra que resuena de esta cita con
algunas de las voces de los artistas, la “energía”, algo “invisible” pero constante y para muchas
personas fuente de vida, de movilización de las ideas y del cuerpo.
Entrando a otra clase de postulados y haciendo una relación entre la energía y a la
espiritualidad mencionada anteriormente, hay un término que puede agruparlas hacia otra
abstracción de la raíz y de nuestras formas de relacionarnos. Las Védicas, provenientes del
hinduismo, exponen la idea de 7 centros o círculos de energía llamados “Chakras”, puntos
ubicados en diferentes partes del cuerpo que establecen una conexión con este y hacia diferentes
planos. Con números y relaciones cambiantes sobre la naturaleza y el espíritu, estos centros
tienen cualidades que ahondan en poder y energía que cada persona tiene a través de su cuerpo
sutil (energético). Desde este contexto cada uno de los chakras posee acepciones sobre las
diferentes formas en que el ser humano se relaciona con su entorno, para el caso de este trabajo
hay tres en particular que pueden servir como otra referencia para hablar de estas relaciones.
El primero y también llamado chakra raíz, está relacionado con nuestra identidad física,
forma nuestros cimientos, instintos de supervivencia y sensación de enraizamiento, así como la
conexión con nuestro cuerpo y el plano físico de la existencia. Este centro de energía, ubicado en
la base de la espina dorsal está asociado entonces a la seguridad y a la presencia, es decir, está
asociado la estabilidad y a la sensación de sostén.
El segundo, ubicado en el abdomen, está asociado a nuestra identidad emocional y nos conecta
con otros a través del sentimiento, el deseo, la sensación y el movimiento. Este chakra aporta
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fluidez, profundidad en el sentir, y la habilidad para aceptar los cambios. Podríamos decir que se
asocia con los vínculos afectivos que establecemos pero también con nuestra capacidad de
movimiento y la necesidad del mismo.
El tercer chakra, ubicado en el plexo solar, está asociado al poder, al ego y a la autonomía, se
relaciona para el caso de este trabajo en un poder no basado en la dominación, pues dentro de las
situaciones que surgen desde el arraigo, la sensación de propiedad y apego (que llevan a la
dominación) es una de las más recurrentes.
En el campo del desarrollo humano y lo recorrido durante la especialización el tema de la
psicogenealogía hace parte de esas otras referencias a la necesidad de conocer nuestros orígenes,
nuestra raíz, la raíz de nuestras conductas, el lugar de nacimiento y sostén de lo más íntimo y casi
desconocido de nuestra historia. Los ancestros, son indudablemente parte de ese ejercicio de
reconocernos como seres formados por un contexto, pero con un contenido bastante profundo que
lleva generaciones transformar, que no desaparece muchas veces ni por voluntad. Esa raíz, la
genética, no es posible cambiarla, es transformable, reprogramable quizá desde esa decisión,
necesidad o muchas veces imposición del arraigarse y el desarraigarse.
Conclusiones
En cada entrevista se repetía el mismo rostro que no es posible descubrir en las narraciones, el
rostro de la incertidumbre, de estar frente al abismo, del saber que estos términos no se piensan
todos los días, y que aun haciéndolo no hay una certeza de lo que significan y de su importancia
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ni siquiera tratando de definirlos. Incluso después de construir diferentes imágenes y
abstracciones, el mismo ser ya está cambiando, su pensamiento se está movilizando a través de la
reflexión, y cuando esto pasa el espíritu y sus necesidades también se trastocan.
El abismo es siempre el/lo otro: aquello que se me presenta insondable, incognoscible, y
que a la vez expone al peligro, se trata de la novedad como otredad, una diferencia que se me
aparece allí afuera, amenazante. Se trata de algo que además aparece intempestiva e
imprevistamente.
Se requiere de un pensamiento que asuma el vértigo de los abismos, que se desafíe a sí mismo a
pensar lo que aún no ha pensado. (Vignale, 2009)
Podría decirse entonces que desde diferentes postulados estos tres términos hacen parte de
nuestra cotidianidad en múltiples planos, pero que solo a través de la conciencia de ellos y de lo
que implican para la construcción de sujeto y de desarrollo personal, pueden apoyar o limitar el
potencial de cada persona.
El intento por definir lo que estos conceptos significan en la vida de cada persona, es un
intento por configurar una imagen de individualidad pero también de colectividad sobre aquello
que nos vincula como seres humanos. En el campo artístico estos conceptos suscitan una
movilización del espíritu creativo, son fuerzas que se expanden en el cuerpo del actor cuando
entra a escena y se conecta con el público, habitan la palabra y el pensamiento que se vuelve
poesía, llevan al bailarín a conectarse con la tierra y con el aire para fluir en ellos, son la energía
que vibra y resuena en la música que se construye en colectividad, como lo hacen los ritos y las
tradiciones de memoria. Estas palabras son imágenes, grafías mentales que se materializan en las
manos del fotógrafo y el artista plástico para poder narrar a lo que habita su alma y su
pensamiento.
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Desde lo planteado en la propuesta de este trabajo y como aporte al desarrollo humano, se
puede concluir a partir del proceso creativo y expositivo, que los conceptos abordados se tejen en
el ser humano a partir de asociaciones a un “territorio” sumamente amplio, ese que atraviesa lo
afectivo, lo físico, lo espiritual y lo psicológico desde los diversos contextos en que cada persona
se desenvuelve y no necesariamente al que estamos acostumbrados a ver, el geográfico. En cada
uno de los artistas se desarrolla la necesidad de una evolución, de un cambio a riesgo de pérdidas,
sin embargo en cada uno, esas pérdidas también se asumen diferente desde el rótulo negativo o
positivo que se le pone a cada palabra, eso también deviene del contexto, de las carencias o
deficiencias afectivas, desde la “noción personal de mundo” que cada uno tiene y la capacidad de
sobreponerse a situaciones adversas, esas que muchas veces plantea el sentirse “suelto” o
“desarraigado”, o incluso “arraigado”, también lo que es no conocer sus raíces.
Aun cuando los términos trabajados devienen de la botánica y tienen asociaciones políticas en
muchos casos, están profundamente asociados a las construcciones de vida de cada sujeto desde
su infancia como fragmentos de aquello que les permite relacionarse con el mundo, unirse y
liberarse sensiblemente de él . Cada palabra propone formas de dialogar y dibuja esas
necesidades vitales de cada persona, en cada artista propuso una forma de exposición muy
profunda de sus miedos, de sus incertidumbres y de la fortaleza con que afrontan la vida, para
todos ellos esa fortaleza está tanto en sus familias como en el arte, en la posibilidad crear y de
generar otras formas de narrar y de leer el mundo.
Para cerrar, en el marco creativo hay un hallazgo que tomó mucha fuerza durante el proceso de
creación, el poder de la metáfora. Las palabras “Raíz, arraigo y desarraigo” tienen un alto poder
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metafórico, suscitan una gran cantidad de palabras e imágenes en los artistas que se movilizan
desde y hacia el ejercicio artístico, surgen como una fuente inagotable de ideas y asociaciones
sensoriales que nutren la obra pero a su vez les dibujan a ellos algo que no habían llegado a
pensar antes, produciendo incluso extrañeza de lo que es propio pero había sido desconocido
hasta hace muy poco. Esto lleva entonces a preguntarse y a poner una pequeña piedra en otro
camino, ¿Que podrían suscitar estos términos en personas ajenas al campo artístico? ¿Cómo
podrían contarlo? ¿Cómo contarlo?
Referencias
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México: Fondo de Cultura Económica.
Bailey, M. (10 de Noviembre de 2016). “El Arraigo en la Psicoterapia Humanista Corporal”. Instituto
Integra. Recuperado de: http://www.instituto-integra.com/el-arraigo-en-la-psicoterapia-humanista-
corporal/
Barba, E. (2011). Más allá de las islas flotantes. México: Escenología.
Drexler, J. (2017) Movimiento. En Salvavidas de Hielo [CD] España, Warner Music.
Forero, A. Comunicación personal, 17 de Febrero de 2018
Kretzchemar, I. (2001). “Arraigarse en el Ser Superior”. Conferencia presentada en la Convención
Internacional de Core Energética, en Konocti Harbor, California, agosto de 2001 Recuperado de:
http://terapiasmentecuerpoalma.blogspot.com.co/2011/11/arraigo-estar-presentes-desde-el-
cuerpo.html
Las necesidades humanas según Max Neef (2007). Decrecimiento [Blog]. Recuperado de:
http://www.decrecimiento.info/2007/09/las-necesidades-humanas-segn-max-neef.html
Martínez, C. Comunicación personal, 13 de Febrero de 2018
Naranjo, J. Comunicación personal, 06 de Febrero de 2018
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Nussbaum, M. (2012). Crear Capacidades, propuesta para el desarrollo humano. Barcelona: Paidós.
Vignale, S. (10 de enero de 2009) “Pedagogía de la incertidumbre”. Revista Iberoamericana de Educación,
48/2, OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Povea,J. Comunicación personal, 25 de Enero de 2018
Sanchez J. Comunicación personal, 08 de Febrero de 2018
Vargas, S. Comunicación personal, 11 de Febrero de 2018
Villada, C. Comunicación personal, 05 de Febrero de 2018
Weil, S. (1943) Echar Raíces. Lectulandia. Recuperado de: https://kupdf.com/download/echar-raices-
simone-weil_58f9b566dc0d609c50959e91_pdf
ANEXOS
Anexo 1- Transcripción de Entrevistas
1.1 Transcripción entrevista a Julián Povea- Actor y Director
1.2 Transcripción entrevista a Johana Sánchez- Bailarina
1.3 Transcripción entrevista a Julián Naranjo- Actor y politólogo
1.4 Transcripción entrevista a Beto Villada- Músico y Actor
1.5 Transcripción entrevista a Constanza Martínez- Escritora
1.6 Transcripción entrevista a Alekos- Artista multidisciplinar-
1.7 Transcripción entrevista a Sergio Vargas- Bailarín
Anexo 2 - Página Web y registro fotográfico de obra y exposición instalativa
Las imágenes de repositorio y las piezas de entrevistas seleccionadas para la exposición
se pueden ubicar en siguiente página:
https://lauravickyorozco.wixsite.com/polifoniaderaices
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