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POBREZA,PRECARIEDAD LABORAL

Y EXCLUSIÓN SOCIALEN LA CIUDAD DE ZARAGOZA

Informe sobrela Exclusión2004-2005

LIBRO PARTE I 7/3/06 12:12 Página 1

POBREZA,PRECARIEDAD LABORAL

Y EXCLUSIÓN SOCIALEN LA CIUDAD DE ZARAGOZA

Informe sobrela Exclusión2004-2005


© Cáritas Española, EditoresSan Bernardo, 99 bis. 28015 Madrid. EspañaTelf.: 91 444 10 06 — Fax: 91 593 48 82E-mail: [email protected]<http: www.caritas.es>

© Cáritas Diocesana de ZaragozaEchegaray y Caballero, 100. 50001 Zaragoza. EspañaTelf.: 976 29 47 30 • Fax: 976 29 11 54E-mail: [email protected]<http://www.caritas-zaragoza.org>

Edición: 2006I.S.B.N.: 84-8440-352-1Depósito Legal: Z-5785/06

Trabajo de campo y elaboración de conclusiones del capítulo1:APPEND. Investigación de Mercadosc/ Josefa Amar y Borbón, 2 - 3ºA. 50001 Zaragoza.<http://w.w.w.append.es>

Maqueta: Fombuena Imprime: Repes

Impreso en España - Printed in Spain. Papel reciclado


Equipo de redacción y análisis sociológico

Santiago Boira Sarto (Coordinador)Luis Betés Palomo

Nuria Espeleta FernándezJavier Esteve Viñes

Gregorio García-Carpintero BrotoCristina García Uriel

Juan David Gómez QuinteroAlberto Niévedes ParamioMª Pilar Tirado Aramendi

Luisa Vega PezónLuis Vilas Buendía

Para el capítulo 1, APPEND, Investigación de Mercados

POBREZA, PRECARIEDAD LABORAL YEXCLUSIÓN SOCIAL

EN LA CIUDAD DE ZARAGOZA


ÍNDICE


Índice

PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

PARTE ILA POBREZA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL


CAPÍTULO 1. ANÁLISIS DE LOS PRINCIPALES RESULTADOS . . . . . – Caracterización de los hogares en base a criterios económicos . .– Composición y estructura del hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .– Nivel educativo y actividad desarrollada . . . . . . . . . . . . . . . . . – Fuentes de ingresos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – La vivienda y su entorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – La salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Relaciones familiares y sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Los servicios y prestaciones asistenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . – Autopercepción de la población sobre su calidad/nivel de vida .– Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

PARTE IIUNA MIRADA PRÓXIMA: LAS PERSONAS ATENDIDAS

EN CÁRITAS DIOCESANA DE ZARAGOZA

CAPÍTULO 2. DIAGNÓSTICO TRANSVERSAL Y SECTORIAL DE LOSPROCESOS DE POBREZA Y EXCLUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . .

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– Fenómeno migratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Inmigración e inserción laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Inmigración y familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Inmigración y situaciones graves de exclusión . . . . . . . . . . . . . – Inmigración y realidad educativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Personas mayores y dependencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Salud mental y pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Vivienda y otras realidades residenciales . . . . . . . . . . . . . . . . .

CAPÍTULO 3. PERFILES Y CARACTERÍSTICAS DE LAS FAMILIAS ATENDIDAS. EXPLOTACIÓN DE LA FICHA SOCIAL UNIFICADA . . . . . . . . – La Red de Servicios de Cáritas Diocesana. La distribución de las

ayudas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .– Características sociodemográficas de las familias atendidas . . . .

La tipología de los hogares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El perfil del demandante de los servicios de Cáritas Diocesana Los ingresos y los gastos de las familias . . . . . . . . . . . . . . . Situación laboral y mercado de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . La vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Problemas principales detectados . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CAPÍTULO 4. PRECARIEDAD, EMPLEO E INSERCIÓN SOCIAL . . . .– Empleo y trabajo en un mundo globalizado . . . . . . . . . . . . . . . – El Proceso de Precarización del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Actividad, empleo y ocupación en colectivos en riesgo

de exclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .– Actividad, trabajo y empleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Empleo, desarrollo vital e inserción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – El lado oscuro del mercado laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Oportunidades y amenazas de la inserción laboral.

Algunas prácticas disfuncionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – El empleo como solución mágica. Procesos de acompañamiento

social y de inserción para el empleo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Acciones y estrategias de intervención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – Empleo y pobreza desde la Doctrina Social de la Iglesia . . . . . . .

– ANEXO LEGISLATIVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Informe sobre la Exclusión 2004-200510


PRESENTACIÓN


Ser conscientes de la realidad en que Cáritas realiza su acciónes una obligación. Conocer la realidad de la pobreza y de la exclu-sión social, especialmente la que más directamente nos plantea sussituaciones, la que tiene rostros concretos y nos sale al encuentro,es un ‘mandamiento’, el del amor que primero hemos recibidocomo institución eclesial que reconoce en los pobres la presenciade Dios que nos pregunta por nuestro hermano, por sus heridas,por las causas de las mismas y por nosotros.

No otra cosa pretendemos en nuestra tarea de estudios y deinvestigación. No son pruritos eruditos, sino esfuerzos rigurosos yserios del compromiso, en particular del compromiso con los últi-mos de la sociedad. Esto es lo que en esta serie de publicacionesde Cáritas venimos proponiéndonos a través de la variedad detemas y de aspectos que hemos abordado.

Y en este caso la situación de la pobreza y la exclusión enZaragoza. Pero hay un aspecto peculiar en la publicación de esteinforme sobre "Pobreza, precariedad laboral y exclusión social en


14 Informe sobre la Exclusión 2004-2005

la ciudad de Zaragoza" que merece la pena ser destacado. Junto ala labor de investigación y conocimiento de la pobreza enZaragoza a través de un estudio metódico de su realidad (con larealización de una encuesta específica), este informe nos ofrecedatos, perspectivas y conocimiento de las situaciones de pobreza‘a pie de obra’. De la obra en que Cáritas está empeñada. El cono-cimiento que nos proporciona la acción realizada en nuestros cen-tros y servicios, debidamente recogido, organizado, anonimizado,nos desvela no sólo qué tipo de pobreza llega a Cáritas, cuestiónimportante para la evaluación de nuestra acción y para una res-puesta adecuada a la situación real; sino que también nos desve-la, a modo de punta del iceberg, cuáles son las situaciones másgraves que están ocurriendo en nuestra sociedad. Porque toda lapobreza no llega a Cáritas, incluso la que llega a Cáritas no llegasólo a Cáritas. Pero lo que sí tenemos confirmado es que la quellega a Cáritas desvela las situaciones graves y muy graves, quizálas más graves.

Por ello este tipo de informes no es sólo un servicio necesariopara Cáritas, sino un altavoz necesario para la sociedad, que ponevoz a la invisibilidad en que mayoritariamente viven las personascuya situación de pobreza y exclusión confiere el status de no-relevantes. Y nos desvela cuestiones importantes: la presencia dehogares con menores, el repunte de la pobreza en los mayores(fundamentalmente mujeres) y, en especial, la gran incidencia dela relación pobreza – trabajo, a través de historias laborales que nosólo no integran sino que muchas veces son vía de exclusión.

Cabría relacionar los datos recogidos desde los centros y servi-cios de Cáritas y elaborados en este informe, al que le han prece-dido dos más, con los de las últimas informaciones del INE (elPHOGUE y la última Encuesta de Condiciones de Vida). Es unatarea que desde Cáritas seguiremos impulsando.

Por eso, ahora sólo un breve comentario que nos confirma elreto que hay que abordar y afrontar. En primer lugar, los datos deestas encuestas nos dicen que no se está reduciendo la pobreza,eso a pesar del ciclo de crecimiento económico alto, como el que


15Presentación

se inició en 1995-96 y dura todavía. Pero más allá de este datosobre umbrales y porcentajes, nos parece muy relevante algunosrasgos que conforman los perfiles más graves de la pobreza.

Con la información estadística del INE seguimos confirmando lamuy alta relación entre la pobreza, la desigualdad, la precariedady la historia laboral. En un mercado laboral de mucha precariedadobservamos que se crean muchos puestos de trabajo, pero que a lavez se está generando un grupo de trabajadores pobres, personascon un contrato legal de trabajo que, por las condiciones delmismo, se ubican bajo el umbral de la pobreza.

También la relación entre pobreza y edad. Dada la historia labo-ral, muchos jóvenes están teniendo problemas gravísimos. Si losjóvenes se emanciparan a la edad en que lo hacían antes tendría-mos más hogares bajo el umbral de la pobreza. También siguehabiendo una alta relación entre educación y pobreza. Ha aumen-tado sensiblemente el número de jóvenes con fracaso escolar,sobre todo, entre los 16 y 20 años, jóvenes que no están incorpo-rados a ningún tipo de actividad educativa, laboral y económica.

Otro dato preocupante es que habíamos ido observando siste-máticamente la reducción de la pobreza en las personas de edadavanzada, 65 y más años, y sin embargo ahora ese grupo ya nosólo no disminuye sino que empieza a repuntar. Son mujeres, fun-damentalmente, que por su propia historia laboral o la de sus pare-jas tienen pensiones muy precarias, mientras que las pensiones nocontributivas o mínimas no suben lo suficiente en relación al costede la vida.

O sea, como nos muestra este Informe, la pobreza ha dejado detener el rostro de una persona de mucha edad y se ha rejuveneci-do, pero puede volver a envejecerse, y adopta los rasgos de lassociedades de servicios, lo que implica que tiene mucho más quever con las trayectorias laborales. Anteriormente pensábamos quela solución a la pobreza era tener empleo y ahora resulta que aunteniéndolo hay muchas personas que siguen siendo pobres.También empezamos a observar que una parte, todavía pequeña,



de la población con un nivel de estudios por encima del puro fra-caso escolar es pobre. Además hay una presencia importante de lamujer. Y, atención a esta situación, allí donde el sustentador prin-cipal del hogar es mujer, sobre todo si hay cargas familiares,aumenta el riesgo de pobreza. Los hogares con menores están enpeor situación que otros compuestos por el mismo número de per-sonas pero sin menores.

Creemos que es necesario conocer, especialmente cuando elconocimiento surge del compromiso con rostros concretos; conrigor y con proyección. Este camino debe poner la pobreza enci-ma de la mesa como punto principal de la agenda política. Nostememos que pudieran estar pasando estas situaciones a segundoplano. El crecimiento económico se convierte en el único referen-te. Pero las personas son primero, y las que por pobres figuran elúltimo lugar, más.

Victor RenesCáritas Española


INTRODUCCIÓN


Presentamos aquí, un año mas, el informe anual 2004-2005sobre la pobreza y la exclusión en la Diócesis de Zaragoza, con elcual deseamos dar a conocer públicamente los resultados del tra-bajo realizado por el Observatorio Permanente de la Pobreza deCáritas Zaragoza.

Las conclusiones de este análisis son el fruto del afán de muchaspersonas que trabajan tanto en la red territorial de Cáritas como ensus servicios especializados. Su esfuerzo, puesto, en este caso, alservicio del análisis de la realidad, nos ha permitido elaborar esteinforme y dotarlo de voz, de la contundencia que implica la sumade realidades personales y familiares inmersas en procesos depobreza y con las que diariamente nos relacionamos.

El análisis de la realidad es siempre una tentativa de aproxima-ción. Indudablemente, cualquier intento debe garantizar los máxi-mos niveles de objetividad aunque, como ya sabemos, la informa-ción nunca es neutral. Todos los agentes sociales que ofrecemosdatos y valoraciones sobre la pobreza somos, necesariamente, par-ciales en nuestro análisis. Cáritas, como agente privilegiado que seencuentra en contacto permanente con situaciones de pobreza,


tiene la responsabilidad de ofrecer su propia contribución a esteanálisis a partir de la información proporcionada por las personasque se aproximan a nuestros servicios.

Desde una primera aproximación general, entendemos lapobreza como la situación en la que se encuentran determinadaspersonas, colectivos, grupos o territorios, y que es fruto de unaserie de procesos estructurales que, a su vez, generan procesos deexclusión.

Así, los procesos de exclusión pueden producirse por la combi-nación de tres factores: la carencia de los recursos y bienes nece-sarios por parte de personas, familias, comunidades o territoriospara satisfacer sus necesidades de protección, seguridad y subsis-tencia; los procesos de dependencia entendidos como la imposi-bilidad de disponer de las capacidades y recursos personales ocomunitarios propios para saber afrontar la vida con dignidad,libertad, autonomía e identidad; y, por último, las situaciones deaislamiento que impiden a las personas, familias, comunidades oterritorios cubrir sus necesidades de protagonismo, participación,relación y entendimiento.1

Los fenómenos de exclusión, marginación y pobreza son cadavez más complejos y requieren una gran capacidad de análisis,adaptación, flexibilidad y organización en sus respuestas, pro-puestas y alternativas de solución. La exclusión necesita de mediosy recursos de todo tipo para reconvertirla en inclusión.

En un interesante trabajo sobre pobreza y exclusión social,publicado por la Fundación "La Caixa", se apuesta por "ampliarlos márgenes" del tradicional concepto de pobreza: "el conceptode exclusión social se revela como extraordinariamente útil para


1 Modelo de intervención social de Cáritas Diocesana de Zaragoza y PlanEstratégico de Cáritas Española 2003-2009.


hablar de todas aquellas situaciones en que, más allá de la priva-ción económica, se sufre una privación de la propia idea de ciu-dadanía, o dicho de otra manera, de los derechos y libertades bási-cas de las personas sea cual sea su origen o nacionalidad".(Fundación "La Caixa", 2004. p. 11)

En este mismo trabajo, se dice, también, que existe un porcen-taje de población en el que se va acumulando un número cre-ciente de factores de vulnerabilidad social y, por tanto, se colocaen una situación de mayor vulnerabilidad frente a la exclusiónsocial. Entre los factores que podían afectar a esta situación mane-jaban seis grupos: la precariedad laboral, los déficit de formacióno educacionales, dificultad de acceso a la vivienda, situaciones deprecariedad en la salud o una débil red de relaciones sociales.

De este modo, y como ya se ha descrito en otros informes deCáritas, políticas inadecuadas en estos grandes ejes colocarán enuna situación muy desprotegida a amplios sectores de la poblaciónpudiendo precipitar procesos de pobreza y exclusión. Sobre todo,si estas políticas inciden en aquellos sectores de la población queson más vulnerables bien por una cuestión de género, de edad, deprocedencia, etc.

Este es el tercer Informe sobre la exclusión que se publica2 y enél se aborda, como novedad este año, un apartado dedicado alanálisis de la pobreza y la exclusión social en la ciudad deZaragoza. El informe, por tanto, tiene dos partes diferenciadas aun-que absolutamente complementarias. Una primera parte que cons-tituye el análisis de la pobreza en nuestra ciudad y que surge de lainquietud de conocer cuál es la incidencia de la pobreza en lapoblación. Para su realización se llevaron a cabo 400 entrevistasen hogares zaragozanos3. La segunda parte del informe maneja los

21Introducción

2 Los Informes sobre la exclusión 2002-2003 y 2003-2004 pueden ser consultadosen la web de Cáritas Diocesana de Zaragoza: <http://www.caritas-zaragoza.org/>

3 Esta investigación ha sido supervisada desde Cáritas Diocesana, el trabajo decampo y la realización del informe de conclusiones ha sido realizado por laempresa APPEND.


resultados de las propias bases de datos de Cáritas procedentes delos equipos de acogida territoriales y de los centros y serviciosespecializados.

Para el análisis de la pobreza en Zaragoza, los objetivos especí-ficos que se han planteado han sido los siguientes: realizar undiagnóstico de las "tendencias de pobreza"; detectar factores devulnerabilidad social y establecer niveles de pobreza; establecercuáles son las situaciones que mayor riesgo de exclusión implican;identificar las situaciones que pueden ser transversales a diversoscolectivos; determinar cuáles son los segmentos de la población enriesgo de exclusión que no acceden o se benefician de los servi-cios sociales e identificar cuál es la percepción de la poblaciónsobre su nivel de vida.

Como se acaba de comentar, las aproximaciones a la descrip-ción y análisis de la realidad social son siempre parciales. En losestudios que tratan de cuantificar y contextualizar el fenómeno dela pobreza, existen muy diversas metodologías así como diferen-cias conceptuales de partida muy notables.

Por ello, es necesario considerar el hecho de que el estableci-miento de una línea de pobreza universal y definitiva ha sido, hastala actualidad, imposible en el estado español, no existiendo un con-senso al respecto. Además, resulta inviable comparar los resultadosderivados de la aplicación de una u otra metodología, ya que,tomando en cuenta diferentes aproximaciones al fenómeno de lapobreza, se derivan resultados muy diferentes, tanto en relación ala cuantificación de la pobreza como a la caracterización y líneasde vulnerabilidad de los hogares y las personas afectadas.

En el presente estudio, se ha planteado abordar dicha realidaddesde dos puntos de partida: por una parte, el análisis del fenó-meno de la pobreza ligado a las desigualdades económicas y elnivel de ingresos de la población estudiada y, por otra parte, ade-más de las desigualdades económicas, se han estudiado aquellassituaciones o factores que pueden llegar a ser desencadenantes deprocesos de vulnerabilidad o exclusión social.



La segunda parte de este informe se acerca a la mirada proce-dente de las personas atendidas desde Cáritas Diocesana deZaragoza. Esta parte se compone, a su vez, de tres monográficos.

El primero, realiza un diagnóstico transversal y sectorial de losprocesos de pobreza y exclusión recogiendo tanto los datos comolas reflexiones de los agentes de Cáritas.

El segundo, elabora una explotación estadística de los datosprocedentes de los expedientes familiares, para tratar de identificarlas características principales de las familias atendidas desde nues-tra Institución.

El tercero de los monográficos profundiza en el insidioso pro-blema de la precariedad laboral: sus prácticas, sus consecuencias,su relación con la inserción social y las aportaciones que laDoctrina Social de la Iglesia realiza en este sentido.

En cuanto a las conclusiones que se han obtenido desde lasdiferentes aproximaciones, han resultado ser bastante congruentesentre sí.

En el plano cuantitativo, estimamos que el 17% de los ciudada-nos de Zaragoza (110.600 personas) vive en hogares con bajosingresos y el 2,3%, (14.964 personas) viviría en hogares en situa-ción de pobreza extrema4. Además, un 10,3% de las personas de

23Introducción

4 Hasta este momento, los datos más actualizados que cuantificaban las situacio-nes de pobreza en la ciudad procedían del estudio de necesidades sociales rea-lizado por el Ayuntamiento de Zaragoza. Al considerar las situaciones de pobre-za severa, en este trabajo se afirmaba que el número de familias afectadas es de3.164, el 1,4% del total. Nos encontramos, por tanto, con una aumento de lassituaciones de gran precariedad. Estudio Diagnóstico de Necesidades SocialesCiudad de Zaragoza (2001). Ayuntamiento de Zaragoza.


referencia en los hogares admite que con los ingresos de su hogarse llega, con bastante o mucha dificultad, a fin de mes; en tres decada cuatro hogares empobrecidos, se afirma que se ha tenido quereducir gastos en alimentación, vestimenta y calzado. Esta situa-ción se corresponde con el hecho de que el 86% de las ayudaseconómicas de Cáritas durante el año 2004 se destinara a cubrirnecesidades básicas y el 57,35% de ellas, fuera de ayudas para ali-mentación.

Desde Cáritas, llevamos bastante tiempo denunciando que,pese a las buenas noticias respecto al desarrollo económico y alcomportamiento del mercado laboral tanto de Zaragoza como delresto de Aragón, a nosotros, estos datos no nos acaban de cuadrar.

Resulta sorprendente comprobar cómo en ciudades como lanuestra, persisten bolsas de pobreza que provocan brechas socia-les a menudo insalvables. Por una parte, Zaragoza tiene por delan-te retos importantes respecto a infraestructuras y desarrollo queestán ya implicando inversiones económicas de primer orden; porotra, rebrotes de fenómenos como el chabolismo, ya erradicados,nuevas situaciones de infravivienda detectadas y alta precariedadsocial en un número creciente de colectivos.

La experiencia de Cáritas hace pensar, en demasiadas ocasio-nes, que las situaciones relacionadas con la pobreza y la exclusiónsocial no son especialmente motivadoras para los círculos políti-cos ni para capas importantes de la población, salvo cuando pro-vocan situaciones de alarma social. La pobreza tiende a esconder-se y a hacerse invisible para el ciudadano.

En cuanto a la caracterización de los perfiles personales y fami-liares mayoritarios en los que se concentran un mayor número desituaciones de pobreza, debemos destacar la especial incidenciaen personas mayores, constituidos, en muchas ocasiones, comohogares unipersonales; la presencia de un número mayor de situa-ciones de empobrecimiento en función del género: la pobrezasigue hablando en femenino, y la incidencia de la pobreza en los



menores de 16 años. Por otra parte, se observan cambios en elmodelo de familia pobre: hogares de carácter unipersonal a losque acabamos de hacer referencia; monomarentales (encabezadospor una mujer); con más de un núcleo familiar, característicos defamilias inmigrantes que, económicamente, no pueden tener acce-so a un hogar independiente, etc.

Así, las personas mayores, la comunidad inmigrante, sobre todola que se encuentra en una situación administrativa irregular, lafamilias monomarentales y aquellas pertenecientes a la comuni-dad gitana son sectores de población especialmente sensibles asufrir el impacto y las consecuencias de la pobreza.

De las 1.531 familias atendidas en Zaragoza, en 500 de ellasconvive algún miembro de nacionalidad no española y en situa-ción administrativa irregular; 313 familias son de hogares mono-marentales y 201 familias pertenecen a la comunidad gitana.

En el aspecto laboral, nos preocupa que únicamente el 51,83%de las personas pertenecientes a las familias atendidas por Cáritasy que se encuentra en edad de trabajar lo esté haciendo; y que deéstas, el 12,8%, esté realizando una actividad laboral sin contratoni seguros.

En el apartado económico, el ingreso medio por familia es de494,19 euros, estas cuantías descienden en el caso de las familiasmonomarentales a 476,17 euros y en las familias pertenecientes ala comunidad gitana, cuyos ingresos medios son de 392,68 euros.Con estos niveles de ingresos, las posibilidades de cubrir las nece-sidades más básicas serán escasas, incluyendo el acceso a unavivienda digna.

Esta situación que vamos a describir detenidamente en esteinforme, revela la existencia en Zaragoza de un grupo de personasen situaciones de pobreza y exclusión al que no se está dando res-puesta por falta de políticas sociales que doten de recursos huma-nos y económicos sus servicios y que garanticen una intervención

25Introducción


social coordinada y planificada con todos los agentes sociales queintervienen en la acción social5.

En este sentido, se acaba de presentar el I Plan de InclusiónSocial en Aragón en el que Cáritas ha colaborado como asesorajunto a otras entidades sociales. Aun recordando que llega conretraso y que en otras comunidades autónomas se está trabajandoen el tercero, estamos esperanzados en esta apuesta de laComunidad Autónoma puesto que creemos que, sin una lucha glo-bal y planificada contra la exclusión, es imposible la obtención deresultados positivos. Esperemos que el Ayuntamiento de Zaragoza,en particular, y el resto de Ayuntamientos aragoneses se adhierany puedan configurar sus propios Planes específicos de actuación.

Por último, se acaba de cumplir un año de la declaración deZaragoza como Sede de la EXPO 2008, creemos, sinceramente,que esta Exposición va a suponer una oportunidad única de creci-miento y promoción de nuestra ciudad pero, también creemos,que tiene que ser motor de cambio e impulsora de sus políticassociales, que vertebre una sociedad acogedora, social, en la quequepan todos, especialmente sus ciudadanos más desprotegidos.


5 Señalamos, de nuevo, que, en esta ocasión, el análisis volcado en los distintosapartados de este Informe, se circunscribe, fundamentalmente, a la ciudad deZaragoza. No obstante, creemos que muchas de nuestras reflexiones pueden ser,fácilmente, aplicables a otros entornos. Una razón importante es la progresivacobertura del sistema de recogida de información (puesto en marcha a principiosdel año 2004) que implica que los datos procedentes de otras zonas de laDiócesis sean poco representativos. No obstante, desde Cáritas Autonómica deAragón, se está realizando una prolija tarea investigadora sobre la realidad ruralaragonesa que se ha concretado en distintos trabajos: Cáritas Autonómica deAragón (2005) Medio rural y calidad de vida (en prensa); Cáritas Autonómica deAragón (2003) Presente y futuro del medio rural de Aragón. Zaragoza: CáritasAragón.


PARTE ILA POBREZA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL



CAPÍTULO 1

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPALES RESULTADOS

CARACTERIZACIÓN DE LOS HOGARESEN BASE A CRITERIOS ECONÓMICOS

Atendiendo a criterios exclusivamente económicos, se puedellegar a caracterizar a los hogares por su situación económica, cla-sificándolos según variables objetivas, como el nivel de ingresos, osubjetivas, como la capacidad del hogar para sufragar sus gastos olas medidas de contención de gasto adoptadas por motivos eco-nómicos.

En primer lugar, se caracteriza a los hogares en base a la varia-ble "nivel de ingresos". En segundo lugar, se analizan los datos enfunción de variables subjetivas como aquéllas que hacen referen-cia a la capacidad económica del hogar o a la necesidad de reduc-ción de gastos en el hogar.

CUANTIFICACIÓN DE LA POBREZA: indicadores objetivos

Para clasificar a los hogares por sus ingresos económicos y conel objeto de calcular y cuantificar la pobreza en función de esteindicador objetivo, tal y como se explicaba y argumentaba en elapartado metodológico, se ha utilizado el método Eurostat.


A través de este método, se establecen los umbrales que deli-mitan cuáles son los ingresos mínimos disponibles por unidad con-vivencial en función del número de miembros en el hogar y laedad de los mismos.

Según el mismo, se caracteriza a la población entrevistada de laciudad de Zaragoza en tres grupos:

Hogares con situación de bienestar.Hogares con bajos ingresos (umbral del 60% de la mediana).Hogares en situación de pobreza (para el cálculo de pobrezagrave, se consideran situaciones graves las situadas por deba-jo del 50% del umbral de "bajos ingresos", equivalentes al30% de la mediana).

A modo comparativo, se ofrece el resultado de la cuantificaciónde la pobreza según el método EDIS/Cáritas. Este método estable-ce el umbral de pobreza de referencia en el 50% de la media delos ingresos nacionales netos disponibles por adulto equivalente.De esta forma, se consideran pobres los hogares con ingresos infe-riores al 50% de los ingresos medios disponibles por unidad deconsumo equivalente. Asimismo, la escala de equivalencia difierede la utilizada por el método Eurostat, y fue establecida previa-mente por la OCDE: 1er adulto (1,0), todo adulto suplementario(0,7) y cada hijo menor de 14 años (0,5).

El método establece los siguientes umbrales:

Hogares con situación de bienestar.Hogares con pobreza relativa (umbral del 50% de la media).Hogares con pobreza grave (para el cálculo de pobreza gra-ve, se consideran los hogares con ingresos situados por deba-jo del 50% del umbral de "pobreza relativa", equivalentes al25% de la media).

Finalmente, se obtienen los siguientes resultados al calcular losíndices de pobreza a través de los indicadores de pobreza relati-



va/bajos ingresos y pobreza grave, calculados a través del métodoeuropeo Eurostat y el método europeo tradicional EDIS/Cáritas.

Según el método Eurostat, las situaciones de bajos ingresos enlos hogares analizados asciende al 21,8% (intervalo de confianza± 4,1%), afectando las situaciones de pobreza al 2,0% de los hoga-res (intervalo de confianza de 1,4%). Con ello, extrapolando estosdatos al total de los hogares de Zaragoza, se estima que existen47.107 hogares que viven en situaciones de "bajos ingresos" enesta ciudad, mientras que 4.530 se encuentran en una situación depobreza grave.

Atendiendo al método europeo tradicional, indicadoresEDIS/Cáritas, los índices de pobreza relativa de los hogares anali-zados son del 19,3%, (intervalo de confianza ± 3,8%) afectando lapobreza grave al 1,3% de los hogares (intervalo de confianza ±1,1%). Estos niveles de pobreza relativa, afectan por tanto a 41.445de los hogares zaragozanos; 2.945 hogares se ven afectados por lapobreza grave en esta ciudad según este método de cálculo.

31Capítulo 1. Caracterización de los hogares en base a criterios económicos

Indicadores de riesgo de pobreza y/o bajos ingresos.Incidencia en los hogares de Zaragoza

EUROSTAT CÁRITAS

90,0%

0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0% 76,3%79,5%

2,0% 1,3%

21,8% 19,3%

Bienestar Bajos ingresos PobrezaBase (hogares): 400


De acuerdo con esta clasificación y según el método Eurostat,el 17% de los individuos de la ciudad de Zaragoza vive en hoga-res clasificados como de "bajos ingresos" (intervalo de confianza±2,3%). Las situaciones de pobreza afectan al 2,3% de la pobla-ción (intervalo de confianza ±0,9%). Estas cifras significan que,atendiendo al total de la población censada en Zaragoza en el año2005, 110.600 personas viven en la actualidad, en esta ciudad, enhogares con situaciones de bajos ingresos, y 14.964 en hogaresque sufren pobreza grave.

Las cifras, según el cálculo del método EDIS/Cáritas, son lassiguientes: las situaciones de pobreza relativa afectan al 16,1% delos individuos (intervalo de confianza ±2,2%), mientas que lapobreza grave afecta al 1,7% (intervalo de confianza ±0,8%). Estosporcentajes se traducen en que la pobreza relativa afecta a104.745 individuos en la ciudad de Zaragoza y 11.060 viven enhogares en situaciones de pobreza extrema.


0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%

90,0%80,7% 82,2%

2,3% 1,7%

17,0% 16,1%

Bienestar Bajos ingresos Pobreza

EUROSTAT CÁRITAS

Indicadores de riesgo de pobreza y/o bajos ingresos.Incidencia entre individuos en Zaragoza

Base (individuos): 1.056


CARACTERIZACIÓN DE HOGARES POR SU CAPACIDADECONÓMICA: indicadores subjetivos

Tras haber cuantificado la incidencia de las situaciones de bajosingresos y pobreza en la ciudad de Zaragoza a través del indica-dor objetivo de nivel de ingresos, resulta de interés conocer, asi-mismo, cuál es la percepción subjetiva de estos hogares en refe-rencia a su situación económica. Los indicadores subjetivos, que acontinuación se analizan, ayudan a contextualizar en mayor medi-da cuál es esta realidad económica.

En primer lugar, se clasifica a los hogares en función de su gradode dificultad para llegar a final de mes. Este indicador es amplia-mente utilizado en estudios sobre las condiciones de vida de lapoblación, como la "Encuesta Continua de PresupuestosFamiliares" del INE (Instituto Nacional de Estadística). En segundolugar, se examina la situación económica del hogar, teniendo encuenta si se han considerado medidas de control de gasto duranteel último año. Este indicador muestra cuáles han sido los recortespresupuestarios de los hogares.

Como resultado a los indicadores descritos, se observa cómo un47,1% del total son hogares cuya situación económica se puededefinir como holgada, ya que dicen llegar a fin de mes con facili-dad. Mientras que el 36,5% afirma vivir gastando sus ingresosmensuales, por lo que llegan a final de mes aunque con cierta difi-cultad. Este colectivo representa el 83,6% del total de la muestra.

Por otra parte, en el sentido contrario, se encuentra un 10,3%de hogares, los cuales afirman tener dificultades para llegar a finalde mes. Entre éstos, el 2,8% declara tener dificultades graves.

Al comparar estos datos con los ofrecidos por el INE a través dela "Encuesta Continua de Presupuestos Familiares" del primer tri-mestre del año 2005 para toda la Comunidad Autónoma deAragón, se observan los siguientes resultados: el 14,2% de los ara-goneses afirma tener dificultades para llegar a final de mes deacuerdo con los ingresos netos mensuales percibidos por hogar, el

33Capítulo 1. Caracterización de los hogares en base a criterios económicos


25,6% con cierta dificultad, y el 60,3% dice hacerlo con diferen-tes grados de facilidad.

La siguiente variable subjetiva estudiada es considerada comoun indicador válido acerca de la situación económica de los hoga-res. Y hace referencia a la posible reducción de gastos que algunoshogares han realizado por motivos económicos en el último año.

Como resultado, se observa cómo el 21,7% de los hogares se havisto en la necesidad de tomar alguna medida de reducción degastos en el último año, mientras que en el 78,3% de los casos nose ha reducido ninguna partida de gastos.

Entre aquellos hogares que han disminuido su capacidad degasto, el 11,3% ha reducido exclusivamente un grupo de gastos,mientras que en el 10,7% se han visto obligados a hacer cambioso reducción en dos aspectos o más.


Grado de dificultad de los hogares para llegar a fin de mes

Base (hogares): 400

Ns/Nc

45,0%

Con dificultad (gastando los ahorros para vivir)

Con cierta dificultad (gastando los ingresos mensuales)

Con cierta dificultad (ahorrando algo)

6,3%

7,5%

36,5%

42,8%

Con mucha dificultad (viviendo de dinero prestado) 2,8%

Con facilidad (ahorrando bastante) 4,3%

0,0% 5,0% 10,0% 15,0% 20,0% 25,0% 30,0% 35,0% 40,0%


Es destacable la alta correlación entre la clasificación del tipode hogar según el método Eurostat y las medidas de control degasto. En los hogares con bajos ingresos y pobres, aumenta el por-centaje de reducción de gastos en comparación con los hogares ensituación de bienestar. En concreto, el 51,6% de los hogares ensituación de bajos ingresos o pobres redujo algún gasto el añopasado. Por el contrario, en los hogares en situación de bienestar,tan sólo el 12,5% efectuó alguna medida de control de sus gastos.

En la siguiente tabla se muestra de forma más específica quétipo de reducciones de gastos ha sido la llevada a cabo en el últi-mo año en los reajustes del presupuesto de cada hogar. Se presen-tan los resultados mostrando exclusivamente las respuestas en lasque la persona entrevistada contesta afirmativamente a cada tipode reducción de gastos o medida.

Se observa cómo el gasto en vestimenta y calzado junto al dealimentación se ha reducido en el 12% y 10,3% de los hogares,respectivamente. Asimismo, un 10% dice haber tenido que pedirdinero prestado6.

35

Base (hogares): 400

Ninguna medida1 medida2 medidas3 o más medidasTotal

87,5%7,2%4,3%1,0%

100,0%

48,4%24,2%18,9%8,5%

100,0%

78,3%11,3%7,8%2,9%

100,0%

Medidas de controlde gastos Bienestar Bajos ingresos y pobreza

TotalNivel de ingresos

Número de medidas de control de gasto tomadas durante el últimoaño en los hogares, en función del nivel de ingresos

Capítulo 1. Caracterización de los hogares en base a criterios económicos

6 El concepto “pedir dinero prestado” puede referirse a situaciones de préstamoscon entidades financieras


Otro tipo de medidas, como son el cambio de domicilio, aban-dono de estudios por necesidad económica, necesidad de ponersea trabajar algún miembro de la familia o el impago de alguna letra,han afectado a un bajo porcentaje de hogares. En concreto, estaincidencia se registra en un porcentaje inferior al 1,8% de loshogares.

Se observa cómo la incidencia del control de gastos aumenta amedida que disminuye el nivel de ingresos de los hogares. En loshogares con bajos ingresos y pobres, las medidas que han afecta-do al mayor porcentaje de hogares han sido la de reducción degasto en vestimenta y calzado (35,8%) y la disminución de gastosde alimentación (29,5%). Del mismo modo, el 17,9% declarahaber pedido dinero prestado. El resto de reducciones de gastoshan sido menos usuales, aunque también con una mayor inciden-cia entre los hogares más pobres.


Base (hogares): 400

Reducir gastos en vestimenta y calzadoDisminuir gastos de alimentaciónPedir dinero prestadoCambiar de domicilio porque el que teníale resultaba muy caroPonerse a trabajar alguien de la familiaque no trabajaba anteriormenteAlguien de la familia ha abandonado los estudiosque realizaba (por necesidad de ingresos extras en el hogar)No pagar alguna letra o plazo pendiente o pago del alquilerTotal

Medidas de control de gastosBienestar

Bajos ingresosy pobreza

TotalNivel de ingresos

4,6%4,3%7,5%

1,0%

1,3%

0,3%-

100,0%

35,8%29,5%17,9%

4,2%

1,1%

3,2%3,2%

100,0%

12,0%10,3%10,0%

1,8%

1,3%

1,0%0,8%

100,0%

Medidas tomadas por motivos económicos durante el último añoSegún el nivel de ingresos.

Respuestas afirmativas


COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA DEL HOGAR

En este apartado, se define el perfil de los hogares de Zaragozaatendiendo a variables sociodemográficas y considerando su cla-sificación según el nivel de ingresos del hogar. El objetivo esobservar las diferencias existentes en estas variables entre aquelloshogares en situación de bienestar, frente a aquéllos definidoscomo de bajos ingresos y pobres.

El análisis acerca de la tipología de los hogares se ha caracteri-zado, en primer lugar, en función de su nivel de ingresos. Ensegundo lugar, se trata de conocer el perfil sociodemográfico delos miembros del hogar, atendiendo a la tipología contemplada enla presente investigación (bienestar, bajos ingresos y pobreza). Seutilizan para ello las siguientes variables de clasificación: estadocivil, sexo, edad y origen geográfico, ya que resultan de gran rele-vancia a la hora de estudiar los aspectos comunes que describenlas desigualdades económicas.



ESTRUCTURA DEL HOGAR

Para analizar la estructura de los hogares es fundamental cono-cer aspectos básicos tales como el número medio de personas porhogar y el tipo de unidad convivencial que lo conforma.

El número medio de la muestra analizada es de 2,66 personaspor hogar, media que aumenta en aquellos hogares definidoscomo en situación de bienestar económico (2,82) y disminuyenotablemente en los hogares con bajos ingresos y pobres (2,15).

El índice medio de personas por hogar obtenido es similar alregistrado en el "Censo de Población y Vivienda" para la ciudad deZaragoza del año 2001, que cifra el número medio de miembrospor hogar en 2,7 individuos.

Considerando estos datos a nivel porcentual, se registra un 19%de hogares unipersonales, siendo su incidencia notablementemayor en los hogares con bajos ingresos y pobres. El 33,5% de los

Número medio de miembros en la vivienda según el nivel de ingresos

0,5%

1,0%

1,5%

2,0%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza Media Total

2,5%

3,0

0,0%

Base (hogares): 400

2,82

2,15

2,66


hogares están conformados por dos individuos, siendo también suincidencia mayor en los hogares en situaciones de ausencia debienestar o pobreza. En un 39,8% de los casos se trata de hogaresformados por tres o cuatro miembros, porcentaje marcadamentemayor en los hogares con situación de bienestar. Finalmente, loshogares con más de cuatro personas representan el 7,9% del total.

Los datos obtenidos son similares a los registrados por el "Censode Población y Vivienda" del año 2001 para la ciudad deZaragoza, en el que los hogares unipersonales representan el21,3%, los hogares con dos personas el 27,7%, los de tres indivi-duos el 23,1% y los de cuatro el 20,7%.

En función de la situación económica de estos hogares, es nece-sario resaltar el hecho de que en aquellos hogares clasificadoscomo de bajos ingresos o pobres, el porcentaje de hogares com-puestos por uno o dos individuos es del 77,9%, notablementesuperior a aquellos hogares con una situación de bienestar(44,5%). Por el contrario, la mayor parte de los hogares en situa-ción de bienestar están compuestos por tres o cuatro miembros.Respecto a los hogares con cinco miembros o más no se observandiferencias significativas en función del nivel de ingresos; en loshogares con situación de bienestar este tipo de hogar representa el7,9% del total, frente al 7,4% en aquellos hogares con situacionesde bajos ingresos o pobres.

39

Base (hogares): 400

1 miembro2 miembros3 miembros4 miembros5 miembros6 miembros7 miembros9 miembrosTotal

Número de personasen la vivienda Bienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

13,4%31,1%27,5%20,0%5,9%0,7%1,0%0,3%

100,0%

36,8%41,1%5,3%9,5%4,2%1,1%2,1%

-100,0%

19,0%33,5%22,3%17,5%5,5%0,8%1,3%0,3%

100,0%

Número de personas en la vivienda según el nivel de ingresos

Capítulo 1. Composición y estructura del hogar


Respecto a la tipología de hogar, el tipo de hogar más común esel formado por parejas, ya que representan el 65,8% del total. Lasparejas con hijos (34,3%) son el grupo más abundante, seguido deaquellas unidades familiares compuestas por parejas solas, 26,0%(según el "Censo de Población y Vivienda del año 2001, las pare-jas solas representan el 26,5% de los hogares en la provincia deZaragoza). Por último, el 5,5% de los hogares está compuestos porparejas ampliadas, entendiendo por éstos aquéllos en los que con-vive una pareja junto a ascendientes y/o descendientes, y/u otrosfamiliares.

Tras las parejas, la estructura de hogar con mayor representa-ción es la de hogares unipersonales, registrado en un 19% de loscasos. Estos datos también son similares a los registrados en el"Censo de Población y Vivienda" del año 2001, donde el porcen-taje de hogares unipersonales en la ciudad de Zaragoza es del21,8%.

Otra tipología de hogar recogida con una incidencia significati-va, es la de adulto con padres (6,3%), acotando y definiendo a estegrupo del siguiente modo: núcleo familiar conformado por padrey/o madre y un hijo/s en edad adulta no emancipado y activo labo-ralmente.

La incidencia del total de hogares monoparentales/monomaren-tal en la muestra es del 1,0%, pertenecientes en su mayoría a hoga-res con situaciones económicas precarias. Si a esta clasificación seañade la de hogar monoparental/monomarental ampliado, refi-riéndose, en este caso, a un hogar compuesto por un adulto conhijos a su cargo que convive junto con otros individuos a los quele unen lazos consanguíneos o no, el porcentaje supone el 2,8%del total.

En el caso del "Censo de Población y Vivienda" del año 2001 enla ciudad de Zaragoza, el porcentaje de hogares formado por unhombre o mujer adulta con uno o más menores es del 2,3%.

El resto de tipologías, grupo familiar sin núcleo, más de unnúcleo familiar y el grupo sin parentesco ni núcleo, representa el



restante 5,8% del total. Entre el grupo de hogares en situación debienestar, este grupo suma el 6,2%, mientras que entre los hogarescon bajos ingresos y pobreza desciende hasta el 4,3%.

Considerando el análisis de la situación económica, destaca elhecho de que entre los hogares con bajos ingresos y pobres, pre-dominan los hogares unipersonales (36,8%) y las parejas solas(33,7%). El grupo de hogares que viven en pareja suma el 50,6%,de los cuales el 11,6% convive con hijos, porcentaje notablemen-te inferior al de los hogares en situación de bienestar, entre los queel 41,3% son parejas con hijos.

En este sentido, los hogares con situación de bienestar estáncompuestos en su mayoría por una pareja con hijos (41,3%). Laincidencia de las parejas solas y los hogares unipersonales entreeste colectivo es notablemente inferior al de los hogares en situa-ción de bajos ingresos y pobres, aunque también tiene una inci-dencia relevante; el 13,4% y 23,6%, respectivamente.

Al comprobar la significación de las diferencias entre grupos,se constata que éstas son en su mayoría significativas en términosestadísticos (Chi Cuadrado).

41Capítulo 1. Composición y estructura del hogar

Base (hogares): 400

Hogar unipersonalPareja solaPareja con hijosPareja ampliadaHogar monoparental (padre o madre con hijos)Hogar monoparental ampliadoAdulto con padresGrupo familiar sin núcleoMás de un núcleo familiarGrupo sin parentesco ni núcleoNcTotal

Tipología de hogarBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la tipología de hogar

13,4%23,6%41,3%5,6%0,7%2,3%6,6%2,3%0,3%3,6%0,3%

100,0%

36,8%33,7%11,6%5,3%2,1%

-5,3%2,1%1,1%1,1%1,1%

100,0%

19,0%26,0%34,3%5,5%1,0%1,8%6,3%2,3%0,5%3,0%0,5%

100,0%


A través del siguiente análisis, se identifica en qué medida afec-tan las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobreza a los dis-tintos tipos de hogar.

Se advierte cómo los hogares monoparentales/monomarentales,aquéllos con más de un núcleo familiar y los hogares unipersona-les son los más propensos a vivir en situaciones de bajos ingresoso pobreza. Mientras que en los hogares conformados por una pare-ja con hijos y en las viviendas en las que convive un grupo sinparentesco ni núcleo se registra menor incidencia de situacionesde bajos ingresos y pobreza.

EL ESTADO CIVIL

En relación a la tipología de hogar y considerando el total deindividuos que conforman la muestra, se pone de manifiesto cómolos hogares con situaciones de pobreza y bajos ingresos estáncompuestos en su mayoría por personas casadas (54,4%).


Hogar unipersonalPareja solaPareja con hijosPareja ampliadaHogar monoparental (padre o madre con hijos)Hogar monoparental ampliadoAdulto con padresGrupo familiar sin núcleoMás de un núcleo familiarGrupo sin parentesco ni núcleoNcTotal

Base (hogares): 400

Tipología de hogarBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la tipología de hogar

53,9%69,2%92,0%77,3%50,0%

100,0%80,0%77,8%50,0%91,7%50,0%76,3%

100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%

46,1%30,8%8,0%

22,7%50,0%

-20,0%22,2%50,0%8,3%

50,0%23,8%


Es importante fijar la atención en el hecho de que al compararlos hogares en bienestar con aquéllos en situación de bajos ingre-sos o pobres, se observa cómo el porcentaje de viudos, separadosy divorciados es mayor en los hogares con bajos ingresos y pobres(28,1%), que en aquéllos clasificados como en situación de bien-estar (7,6%). Además, se corrobora que estas diferencias son signi-ficativas en términos estadísticos.

En general, se pone de manifiesto que el estado civil determinaposibles situaciones de precariedad económica, ya que la inciden-cia de casos de bajos ingresos y pobreza afecta, sobre todo, a indi-viduos viudos, separados y divorciados y en mucha menor medi-da a aquéllos que viven en pareja o se encuentran solteros. Elcolectivo de individuos viudos, separados y divorciados supone el11,4% del total de individuos mayores de 18 años.


Base (indivíduos): 921 individuos mayores de 18 años

SolteroCasadoViudoSeparadoDivorciadoPareja de hechoNs/NcTotal

Estado CivilBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

28,5%56,9%6,8%0,7%0,1%4,1%2,8%

100,0%

14,6%54,4%24,0%3,5%0,6%1,2%1,8%

100,0%

26,0%56,5%10,0%1,2%0,2%3,6%2,6%

100,0%

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el estado civil de los miembros del hogar 7

7 A partir de ahora, con “Distribución...”, se analiza cómo se distribuye la varia-ble independiente (en este caso, estado civil) en función de la variable depen-diente, nivel de ingresos.


En este sentido, sería oportuno profundizar en el caso del colec-tivo de viudos, separados y divorciados, ya que son los más afec-tados por situaciones de pobreza o bajos ingresos. Concretamente,el 3,7% pertenece a hogares de bajos ingresos o pobres. No obs-tante, no se ofrecen datos acerca de este colectivo, ya que las cifrasque se desprenden del análisis no son significativas en términosestadísticos y su confiabilidad en las estimaciones no son acepta-bles.

LA VARIABLE SEXO

En términos generales, en el análisis de la variable sexo seadvierte que la distribución de la muestra es similar en cuanto a laproporción entre hombres y mujeres, destacando que los datosobtenidos se asemejan a los recogidos en el Padrón Municipal deZaragoza para el año 2005, que registra una distribución de un48,5% de hombres, frente al 51,5% de mujeres.


Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el estado civil de los miembros del hogar

Base (indivíduos): 921 individuos mayores de 18 años

SolteroCasadoViudoSeparadoDivorciadoPareja de hechoNs/NcTotal

Estado CivilBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

89,5%82,1%55,4%45,5%50,0%93,9%87,5%81,4%

10,5%17,9%44,6%54,5%50,0%6,1%

12,5%18,6%

8

100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%

8 A partir de ahora, con “Incidencia...”, se añaliza cómo incide la variable inde-pendiente (en este caso, nivel de ingresos) en función de la variable dependien-te (en este caso, estado civil).


Al considerar el género en función del nivel de ingresos de loshogares analizados, se observa cómo en los hogares en situaciónde bienestar habita un mayor porcentaje de hombres que en los debajos ingresos y pobres, en los que es mayor el porcentaje demujeres, constatándose que dichas diferencias son significativas anivel estadístico.

La incidencia de situaciones de bajos ingresos o pobreza esmayor entre las personas de sexo femenino; el 17,9% de los hom-bres pertenece a hogares con situaciones de bajos ingresos ypobreza, frente al 20,3% de mujeres que vive esta realidad.

LA VARIABLE EDAD

Al examinar el perfil de los hogares en función de su situacióneconómica y analizar la edad de sus componentes, se observa, enlos datos obtenidos, una distribución similar a la reflejada según

45

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el género


HombreMujerNcTotal

GéneroBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

50,7%48,0%1,3%

100,0%

49,8%48,6%1,6%

100,0%

46,1%51,0%2,9%

100,0%

GéneroBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el género


HombreMujerNcTotal

82,1%79,7%64,7%80,7%

100,0%100,0%100,0%100,0%

17,9%20,3%35,3%19,3%



los datos demográficos del Padrón Municipal de Zaragoza para elaño 2005. Esta fuente cifra a los menores de 24 años en el 24,4%,similar al 20,9% de la muestra analizada; a los individuos entre 25y 54 años en el 46,6%, frente al 44,0% de la muestra y, finalmen-te, los individuos de más de 55 años representan el 29% del totalde la población de Zaragoza, frente al 33% de la muestra.

El 57,4% de los hogares definidos como de bajos ingresos opobres están formados por personas mayores de 55 años, lo cualadvierte que la pobreza afecta en mayor medida a la población demayor edad. Al concentrarse la mayor parte de la población consituación de bajos ingresos o pobres en este tramo de edad seobserva cómo en estos hogares el 19,1% tiene entre 25 y 54 años,nivel muy inferior al de hogares con situación de bienestar(50,0%). Los individuos menores de 24 años componen el 20,6%del total de la población, frente al 21% en los hogares con bienestar.

Los hogares con una situación de bienestar están formados ensu mayoría por personas con edades comprendidas entre los 25 y54 años, correspondiendo a un tipo de hogar de una pareja conhijos, como se constataba en páginas anteriores. También se regis-tra un relevante 27,2% de personas mayores de 55 años que habi-ta en este tipo de hogares.

Por otra parte, se observa que las situaciones de bajos ingresosy pobreza afectan en mayor medida a la población con más de 55


Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la edad de los miembros del hogar


De 0 hasta 16 añosDe 16 a 24 añosDe 25 a 54 añosMás de 55 añosNs/ncTotal

EdadBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

8,2%12,8%50,0%27,2%1,8%

100,0%

11,8%8,8%

19,1%57,4%2,9%

100,0%

8,9%12,0%44,0%33,0%2,0%

100,0%


años; el 33,5% vive en hogares con bajos ingresos y pobres.También es destacable que entre los menores de 16 años, uno decada cuatro vive en hogares con bajos ingresos o pobres.

Considerando la edad media de los miembros de estos hogares,se observa que los componentes de los hogares definidos como ensituación de bienestar son en término medio más jóvenes que losmiembros de los hogares clasificados como de bajos ingresos ypobreza, siendo estos colectivos de mayor edad. La diferenciaentre un grupo y otro es notable, con 11,9 puntos por encima enlos hogares de bajos ingresos y pobres.

47

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la edad de los miembros del hogar


De 0 hasta 16 añosDe 16 a 24 añosDe 25 a 54 añosMás de 55 añosNs/ncTotal

74,5%85,8%91,6%66,5%71,4%80,7%

100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%

25,5%14,2%8,4%

33,5%28,6%19,3%

EdadBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

42,4%

54,3%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza Total grupo

40,0%

50,0%44,7%

60,0%Media de edad según el nivel de ingresos




EL ORIGEN GEOGRÁFICO

En la presente investigación se contabiliza un 8,2% de indivi-duos nacidos en países que no son España. Estos datos son simila-res a los últimos ofrecidos por el Padrón Municipal de la ciudad deZaragoza, que cifra la población extranjera en Zaragoza para elaño 2005 en el 8,18%.

Al analizar el origen geográfico de los entrevistados y su rela-ción con la variable nivel de ingresos, se ha comprobado que conla muestra analizada no existe significación estadística entre estosgrupos: ni el país de nacimiento ni la nacionalidad se relacionanen esta muestra con la pertenencia o no a un determinado tipo dehogar.

Atendiendo a los resultados globales, se observa que el mayorporcentaje de extranjeros entrevistados provienen de AméricaLatina (4,1%), de África (2,55%) y el 1,6% son nacidos en Europa(entre los nacidos en Europa, solo un caso es proveniente de unpaís comunitario).

Tal y como se refleja en la siguiente tabla, en los hogares másempobrecidos el porcentaje de extranjeros es del 10,9%, nivelsuperior al de los hogares en situación de bienestar donde los naci-dos fuera de España representan el 7,6%.


Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el país de nacimiento


EspañaEUROPAÁFRICAAMÉRICA LATINANcTotal

País de nacimientoBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Nivel de ingresos

92,2%2,0%1,7%3,9%0,2%

100,0%

88,2%-

5,4%5,5%1,0%

100,0%

91,5%1,6%2,5%4,1%0,4%

100,0%


En este sentido, analizando los datos, teniendo en cuenta la dis-tribución de las personas nacidas en España o en el extranjero,según la tipología de hogar establecida según nivel de ingresos, seconstata que en el caso de los individuos nacidos fuera de España,uno de cada cuatro (25,3%) vive en hogares con bajos ingresos opobres, frente al 18,7% de españoles que presenta la misma situa-ción.

Considerando la totalidad de personas entrevistadas, se reflejacómo el 7,5% del total carece de la nacionalidad española.

En función del nivel de ingresos de los hogares, se observacómo el porcentaje de personas sin nacionalidad española esmayor en los hogares con bajos ingresos o pobres.

Entre las personas sin nacionalidad española, es mayor la pro-porción de las que pertenecen a hogares con situaciones de bajos


0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%

90,0%

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el país de nacimiento

Bienestar Bajos ingresos y Pobreza

Nacidos en España Nacidos fuera de España Ns/Nc


81,3%

18,7%

50,0% 50,0%

74,7%

25,3%


ingresos o pobres, que entre los españoles. Concretamente, el27,8% de los no nacionalizados como españoles vive en hogarescon una situación de bajos ingresos o pobreza, frente al 18,6% deespañoles con esta situación.


Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la nacionalidad


0,0%10,0%

20,0%30,0%

40,0%50,0%60,0%

70,0%80,0%90,0%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza Total

100,0%

Nacionalidad española Otras nacionalidades Ns

6,7%0,8%

10,8% 7,5%1,0% 0,9%

92,5% 88,2% 91,7%

0,0%10,0%

20,0%

30,0%

40,0%50,0%60,0%

70,0%

80,0%90,0%

Bienestar Bajos ingresos y PobrezaNacionalidad Española Otras nacionalidades Ns

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la nacionalidad


81,4%

18,6%

77,8%

22,2%

72,2%

27,8%


Al profundizar en la situación legal del colectivo con distintanacionalidad a la española, se registra un alto porcentaje de norespuesta. El 44,3% no contestó, lo que muestra el alto nivel dedesconfianza de este colectivo, el cual opta por no dar informa-ción acerca de su situación legal en este país. Por tanto, descono-cemos cuál es la situación legal en España del 40,5% de los extran-jeros no nacionalizados como españoles en la ciudad de Zaragoza.

Por otra parte, se ha comprobado que las diferencias observa-das en esta variable no son significativas a nivel estadístico, por loque no se puede contrastar la incidencia de este factor en el nivelde ingresos de los hogares.

Entre los extranjeros sin nacionalidad española que proporcio-naron la información relativa a su situación legal en este país, hayque comentar que la mayor parte afirma disponer de permiso detrabajo y residencia (45,5%). Un 4,7% declara que tiene un per-miso de estudiante y el 4,5%, de residencia (permiso de residenciapor reagrupación familiar o asilo).

El porcentaje de no respuesta ante esta pregunta entre el colec-tivo que pertenece a hogares con bajos ingresos o pobres ascien-de hasta el 75%, es decir, que tres de cada cuatro individuos nohan facilitado información acerca de su situación legal en España(18 individuos pertenecientes a 5 hogares diferentes). Este porcen-taje es marcadamente superior al índice de no respuesta de losentrevistados pertenecientes a hogares en situación de bienestar(32,8%), ya que en este colectivo el 16,7% y el 8,3% disponen depermiso de trabajo y residencia, respectivamente.

A modo comparativo, se observa cómo entre los extranjeros quehabitan en hogares con una situación de bienestar, el 56,3% afir-ma disponer de un permiso de trabajo, el 7,8%, de estudiante y el3,1%, de residencia.



En definitiva, atendiendo a la situación legal de las personas nonacionalizadas como españolas, la situación menos favorecidasegún la tipología de hogar es la de aquellas personas de las quese desconoce cuál es su situación legal. En este caso, el 53,8% viveen hogares con una situación de bienestar, y un destacable 46,2%pertenece a hogares con situaciones de bajos ingresos o pobreza.

Entre los individuos que confirman disponer de un permiso deestudiante, un permiso de trabajo y residencia, la mayoría disfru-tan de situaciones de bienestar.

El colectivo del que se desconoce la situación legal representael 3,7% sobre el total de las personas entrevistadas. Mientras quesupone un 44,3% del colectivo de individuos no nacionalizadoespañol. Es importante señalar que ofrecer una información másdesagregada acerca de este colectivo supondría realizar una des-cripción de casos sin ninguna representatividad estadística, por loque no se profundiza en el mismo.


0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%

Permiso de trabajo Permiso de estudianteBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Ns

56,3%

7,8%3,1%

32,8%

45,5%

5,7%4,5%

44,3%

16,7%

0,0%

8,3%

75,0%

Permiso de residencia

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la situaación legal en España de los extranjeros sin

nacionalidad española

Base (individuos): 88


53

Ns0,0%

20,0%

40,0%

60,0%

80,0%

Permiso de estudiante Permiso de residencia

Bienestar Bajos ingresos y pobreza

100,0%

50,0%

0,0%

100,0%

50,0% 53,8%46,2%

90,0%

10,0%

Permiso de trabajo y residencia

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la situación legal en España de los extranjeros

sin nacionalidad española




NIVEL EDUCATIVO Y ACTIVIDAD DESARROLLADA

El nivel de estudios, según diferentes investigaciones acerca dela pobreza y la exclusión social, se muestra como un factor alta-mente correlacionado con los niveles de pobreza y ausencia debienestar, además de que puede llegar a convertirse en un factorde vulnerabilidad y/o exclusión social relevante. La formación aca-démica contribuye al desarrollo personal y social de un individuoy le capacita para su posible inserción sociolaboral.

Con el fin de hallar información acerca de este indicador, se hanconsiderado los estudios de mayor nivel realizados por los indivi-duos que conforman la muestra, haciéndose referencia exclusiva-mente a la formación reglada. Ello permite estudiar la relaciónexistente entre la tipología de hogar atendiendo a su nivel de ingre-sos y el nivel formativo.

Del mismo modo, la pobreza, la vulnerabilidad y la exclusiónsocial se relacionan de forma directa con la no ocupación, con el


desempleo y con condiciones de trabajo precarias. Por ello, eneste estudio se analiza la situación laboral de la población mayorde 16 años, examinando cuál es la actividad principal de estecolectivo y profundizando en cada caso en las circunstancias y/ocondiciones de la ocupación.

EL NIVEL EDUCATIVO

En el análisis acerca del nivel educativo, se consideran los estu-dios terminados de las personas con 16 años y más. Hay que tenerpresente que puede haber individuos que actualmente están cur-sando estudios de niveles superiores a los ya finalizados y portanto no contabilizados en el momento en el que se efectuó estainvestigación.

En términos globales, se ha contabilizado un 17,4% de indivi-duos sin estudios o analfabetos, porcentaje notablemente superiorentre los individuos pertenecientes a hogares con bajos ingresos opobres. Con un nivel educativo bajo, es decir, con estudios que seterminan entre los 14 y 15 años y son equivalentes a una educa-ción primaria, se registra un 41,9% de casos. Por otra parte, unode cada cuatro entrevistados posee un mayor nivel de instrucción,con estudios de Bachillerato Superior, BUP o COU o FormaciónProfesional. Finalmente, destaca que el porcentaje de universita-rios, de grado medio o superior, representa el 15,3% del total.

Según los datos ofrecidos por la "Encuesta de Población Activa"(EPA) del año 2005 para Aragón, el porcentaje de analfabetos parala provincia es del 1,1%, mientras que el 55,8% ha cursado estu-dios de primaria y educación secundaria de primera etapa (hastalos 16 años), el 20,4% posee estudios secundarios de segundaetapa terminados (hasta los 18 años) y el nivel de universitarios esdel 22,9%. Al comparar estos datos con la muestra analizada, seconstata que está conformada por individuos con niveles formati-vos inferiores a los de la provincia de Zaragoza.

El porcentaje de individuos con estudios primarios es similar enun tipo de hogar y otro: el 41,5% en hogares en situación de

55Capítulo 1. El nivel educativo y actividad desarrollada


bienestar, frente al 43,7% en hogares con bajos ingresos o pobres.Las diferencias más notables se detectan en lo que se refiere a nive-les educativos de menor grado, personas analfabetas o sin ningúnestudio finalizado, y niveles educativos superiores, formación desegundo grado y universitarios. En definitiva, las personas pertene-cientes a hogares con bajos ingresos y pobres, tienen un menornivel educativo que aquéllas que pertenecen a hogares en situa-ción de bienestar.

Respecto a los niveles educativos inferiores en los hogares conbajos ingresos y pobres, se detecta un 4,6% de individuos analfa-betos y un representativo 39,1% de casos que declara no disponerde estudios primarios finalizados; esto supone el 43,7% del totalde este colectivo. Por el contrario, en los hogares con una situa-ción de bienestar, tan sólo el 0,3% es analfabeto y un 11,1% notiene estudios primarios finalizados.

En los hogares clasificados de bienestar, el porcentaje de indivi-duos con estudios universitarios es del 18,0%, frente al 3,4% delos hogares con bajos ingresos y pobreza. La diferencia porcentualentre aquéllos que han realizado estudios profesionales entre estosgrupos es de 18,2 puntos, el 27,4% de los individuos pertenecien-tes a hogares en situación de bienestar ha cursado estudios hastalos 16-19 años, frente al 9,2% entre los integrantes de hogares consituación de bajos ingresos o pobres.


AnalfabetosNingún estudio (primarios sin terminar, EGB sin terminar)Estudios que normalmente se terminan a los 14-15 añosEstudios que normalmente se terminan entre los 16-19 añosEstudios Universitarios Grado Medio/Estudios UniversitariosEstudios Universitarios Superiores terminadosNcTotalBase (individuos): 941 entrevistados con 16 años y más

Nivel de estudiosBienestar

Bajos ingresosy pobreza Total

Nivel de ingresos

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el nivel educativo

0,3%11,1%41,5%27,4%9,5%8,5%1,8%

100,0%

4,6%39,1%43,7%9,2%2,3%1,1%0,0%

100,0%

1,1%16,3%41,9%24,0%8,2%7,1%1,5%

100,0%


A nivel estadístico, se comprueba que las diferencias entre estasvariables son significativas.

El grupo de individuos con un menor nivel de estudios, analfa-betos, sin estudios terminados o aquéllos con estudios primariosson los que en mayor medida pertenecen a hogares con las situa-ciones económicas más desfavorables. En sentido contrario, losindividuos con niveles formativos más altos forman parte, en lamayoría de los casos, de hogares en situación de bienestar.

SITUACIÓN EN RELACIÓN A LA ACTIVIDAD LABORAL

En el ámbito laboral, con el fin de investigar acerca de los obje-tivos propuestos en esta investigación, se hace necesario conocerfactores que pueden llegar a ser detonantes de situaciones de vul-nerabilidad o exclusión social, tales como situaciones de inactivi-dad, desempleo, y en el caso del colectivo de trabajadores en acti-vo, condiciones laborales precarias.

Además, la incorporación o no, al mercado laboral permite a lapersona acceder a la esfera económica de la sociedad, lo que faci-

57

AnalfabetosNingún estudio (primarios sin terminar, EGB sin terminar)Estudios que normalmente se terminan a los 14-15 añosEstudios que normalmente se terminan entre los 16-19 añosEstudios Universitarios Grado Medio/Estudios UniversitariosEstudios Universitarios Superiores terminadosNcTotal

Base (individuos): 941 entrevistados con 16 años y más

Nivel de estudiosBienestar


Nivel de ingresos

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún el nivel educativo

20,0%55,6%80,7%92,9%94,8%97,0%

100,0%81,5%

80,0%44,4%19,3%7,1%5,2%3,0%

-18,5%

100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%

Capítulo 1. El nivel educativo y actividad desarrollada



lita el acceso a otro tipo de ámbitos (social, político, cultural...). Lainserción laboral es fundamental no sólo porque supone una fuen-te de ingresos básica que puede determinar el nivel de ingresos enun hogar, sino también porque es un mecanismo de articulaciónde relaciones sociales.

Con este fin, en el presente epígrafe, se profundiza sobre cues-tiones básicas fundamentales para caracterizar un hogar, talescomo el número de personas trabajando por hogar, el porcentajede inactivos, jubilados, pensionistas o estudiantes.

Entre el colectivo de empleados, se investiga sobre la inciden-cia del empleo precario a través del estudio de indicadores comoel tipo de contrato, el tipo de jornada laboral, la ocupación profe-sional y casos de trabajadores sin contrato. Por otra parte, no seprofundiza en el colectivo de desempleados detectado, ya que secomprueba que los datos registrados no son estadísticamente sig-nificativos.

ACTIVIDAD PRINCIPAL

En primer lugar, se muestran los datos del colectivo con 16 añosy más, personas tanto activas como no activas laboralmente, clasi-ficándolas en función del nivel de ingresos del hogar al que perte-necen.

Así, se advierte que el 48,6% son personas que se encuentrantrabajando en el momento en el que se realizó el estudio, mientrasque el 5,1% se definen como desempleados. Por tanto, la pobla-ción activa representa el 53,7% del total, porcentaje que según la"Encuesta de Población Activa" (EPA) del año 2004 para Aragón esdel 54,3%.

El segundo grupo mayoritario está compuesto por jubilados,pensionistas o rentistas; 22,1% del total. El resto, población dedi-cada a las tareas del hogar o al cuidado de otras personas, estu-diantes, individuos con incapacidad permanente y otros inactivos,representan el 22,3%. La tasa de población inactiva se cifra por


59

tanto en el 44,5% del total, siendo este dato del 45,7%, según la"Encuesta de Población Activa" (EPA) del año 2004 para Aragón.

Las diferencias en función de la tipología de hogar son muynotorias. Así, en los hogares en situación de bienestar, el 57,2% desus miembros trabaja en la actualidad. Sin embargo, en los hoga-res con bajos ingresos y pobreza, el porcentaje de trabajadores esdel 10,3%; en este colectivo se registra el porcentaje más elevadode jubilados, pensionistas o rentistas (48,3%), así como de perso-nas dedicadas a las tareas del hogar o cuidado de otras personas(17,8%).

En el resto de categorías, también se observan diferencias nota-bles, así el porcentaje de estudiantes es mayor en los hogares ensituación de bienestar, mientras que en los hogares en situación debajos ingresos o pobreza, es mayor el porcentaje de desemplea-dos, personas con incapacidad permanente y otros inactivos.

Las situaciones económicas relacionadas con bajos ingresos ypobreza, afectan en mayor medida a desempleados, otros inacti-vos, aquellos individuos con incapacidad permanente y a jubila-dos y rentistas.

TrabajadoresJubilados/pensionistas/rentistasTareas hogar, cuidado niñosEstudiantesDesempleadosIncapacidad permanenteOtros inactivosNs/NcTotal

Actividad principal de los miembros del hogarBienestar Bajos ingresos

y pobreza Total

Nivel de ingresos

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la actividad laboral principal de los miembros del hogar

57,2%16,2%14,1%7,3%3,0%0,7%0,1%1,4%

100,0%Base (individuos): 941 entrevistados con 16 años o más

10,3%48,3%17,8%2,9%

14,4%2,3%0,6%3,4%

100,0%

48,6%22,1%14,8%6,5%5,1%1,0%0,2%1,8%

100,0%



Atendiendo al análisis de los hogares en función de su nivel deingresos, se observa cómo en los clasificados con bajos ingresos ypobres, en el 85,3%, no trabaja ninguna persona. Por el contrario,en el 79,3% de los hogares en situación de bienestar hay algunapersona trabajando en la actualidad.

Es reseñable que las diferencias encontradas entre los gruposson estadísticamente significativas.


1 persona2 personas3 personas4 personas7 personasNinguna personaTotal

Número de personas trabajando por hogarBienestar Bajos ingresos

y pobreza Total

Nivel de ingresos

Número de personas trabajando por hogar, según nivel de ingresos

32,5%32,1%10,5%3,9%0,3%

20,7%100,0%

Base (hogares): 400

10,5%4,2%

---

85,3%100,0%

27,3%25,5%8,0%3,0%0,3%

36,0%100,0%

Actividad principal de los miembros del hogarBienestar Bajos ingresos

y pobreza Total

Nivel de ingresos

TrabajadoresJubilados/pensionistas/rentistasTareas hogar, cuidado niñosEstudiantesDesempleadosIncapacidad permanenteOtros inactivosNs/NcTotal

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la actividad laboral principal de los miembros del hogar

95,9%47,9%59,6%77,7%55,6%91,8%50,0%64,7%81,5%

Base (individuos): 941 entrevistados con 16 años o más

100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%100,0%

4,1%52,1%40,4%22,3%44,4%8,2%

50,0%35,3%18,5%


POBLACIÓN LABORALMENTE ACTIVA: COLECTIVO DE OCUPADOS

Tipo de contrato

En términos generales, el contrato de tipo indefinido es el mayo-ritario, ya que seis de cada diez personas entrevistadas empleadasdeclaran disponer de este tipo de contrato.

Centrándose en los trabajadores por cuenta ajena, el 73,7%tiene un contrato indefinido Esta cifra es similar a la ofrecida en la"Encuesta de Población Activa" (EPA) del año 2004, donde se regis-tra un 75% de población asalariada con contrato indefinido paraAragón.

Las contrataciones de tipo temporal, considerando los trabaja-dores por cuenta ajena legalmente contratados, representan el26,3%. Según la "Encuesta de Población Activa" del año 2004 paraAragón, las contrataciones temporales suponen el 25% del total.Contabilizando a todo el colectivo empleado, el 21,9% tiene con-trataciones temporales.

Un 5,2% declara estar actualmente trabajando, bien por cuentaajena o propia, pero sin afiliación a la Seguridad Social y sin contrato.

Las diferencias en el tipo de contrato en función de la situacióneconómica del hogar no son estadísticamente significativas.

61

Tipo de contrato

Base (individuos): 457 entrevistados trabajando en la actualidad. Las respuestas son múltiples

Ns/Nc

Contrato temporal eventual

Contrato temporal finalización obraAutónomo (afiliado a la SS)

61,3%Contrato indefinido

Sin contrato (por cuenta ajena)

Contrato en prácticasPor cuenta propia sin afiliación a SS

6,6%

10,3%

9,6%7,9%

3,9%

2,0%

1,3%

0,0% 10,0% 20,0% 30,0% 40,0% 50,0% 60,0% 70,0%



Actividad laboral principal de los empleados

A continuación, se centra el análisis en el estudio de la pobla-ción de 16 años y más, que trabaja actualmente por cuenta propiay ajena, con contrato laboral y/o con afiliación a la SeguridadSocial, según la tipología de hogar determinado en función delnivel de ingresos9. No se contabiliza en este análisis al colectivode empleados sin un contrato laboral o sin afiliación a la SeguridadSocial (24 casos), ya que se trata de un grupo muy reducido y concaracterísticas especiales.

En el colectivo descrito, se detecta un 8,9% de individuos quetrabaja por cuenta propia, frente al restante 91,1% de empleadospor cuenta ajena.


Trabajadores por cuenta propiaAutónomo (sin empleados)Empresario Pequeño NegocioProfesional por cuenta propia sin asalariados o menos de 6

Trabajadores por cuenta ajenaResponsable de menos de 6 subordinadosResponsable de 6 y más subordinadosProfesional asalariadoMando intermedioOtros empleados con trabajo principalmente de oficinaOtros empleados con trabajo principalmente fuera oficinaTrabajador manual cualificadoTrabajador manual no cualificado

Total

Actividad principalBienestar


Nivel de ingresos

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún actividad principal de los miembros del hogar

Base (individuos): 414 entrevistados trabajando en la actualidad (de forma legal)

7,0%2,0%0,2%

0,2%0,5%6,2%3,0%

16,7%19,0%28,9%16,2%

100,0%

---

----

7,7%15,4%53,8%23,1%

100,0%

6,8%1,9%0,2%

0,2%0,5%6,0%2,9%

16,4%18,8%29,7%16,4%

100,0%

9 Respecto a las diferencias que se observan en función de la tipología de hogar,se comprueba que no son estadísticamente significativas.


Entre los trabajadores por cuenta propia, la mayoría son autó-nomos sin empleados y se registra un 1,9% de empresarios depequeños negocios.

Entre los trabajadores por cuenta ajena, la actividad laboralprincipal que desarrolla la mayor parte de entrevistados es la detrabajador manual cualificado. En segundo lugar, la ocupaciónmayoritaria es la de trabajos realizados principalmente fuera deoficinas.

La jornada laboral

La jornada laboral completa de 40 horas es la mayoritaria entreel colectivo de empleados: algo más de ocho de cada diez casos,mientras que el 12,1% dispone de media jornada laboral. El 2,3%son individuos que trabajan los fines de semana o en otro tipo dejornadas diferentes a las ya citadas.

Las diferencias observadas en función de la tipología de hogarno son significativas en términos estadísticos.

63

Jornada completa: (40 horas)Media jornadaFines de semana/festivosOtro tipo de jornadasNs/NcTotal

Base (individuos): 414 entrevistados trabajando en la actualidad (de forma legal)

Tipo de jornada laboralBienestar


Nivel de ingresos

Incidencia de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún tipo de jornada laboral

84,5%11,7%1,5%0,9%1,2%

100,0%

76,9%23,1%

---

100,0%

84,3%12,1%1,4%0,9%1,2%

100,0%



FUENTES DE INGRESOS

En el análisis de las fuentes de ingresos de las unidades convi-venciales, se ha recogido la información de forma detallada, con-siguiendo así profundizar sobre las diferentes fuentes de ingresosde estos hogares: por trabajo remunerado, por resultados de inver-siones, rentas de propiedad, etc. y por los ingresos provenientes deinstituciones u organismos públicos o privados. En este últimocaso, se profundiza sobre el tipo de prestación, subsidio, etc. reci-bido.

Este análisis se realiza teniendo en cuenta cuál es la fuente deingresos principal en cada tipología de hogar (bienestar, bajosingresos o pobreza) con el fin de perfilar en mayor medida dife-rentes características de cada hogar y conocer las situaciones queson transversales a uno y otro colectivo.

TIPOS DE FUENTES DE INGRESOS

En primer lugar, se examina el porcentaje de hogares con ingre-sos provenientes de un trabajo remunerado, sin considerar otrasfuentes de ingresos.


Capítulo 1. Fuentes de ingresos

El 64% de los hogares reciben ingresos provenientes de trabajoremunerado.

Las diferencias observadas en función del nivel de ingresos sonmuy notorias, caracterizándose los hogares en situación de bien-estar por recibir en su mayoría ingresos provenientes de un traba-jo remunerado, mientras que los hogares con bajos ingresos opobres, dependen en gran medida de otro tipo de ingresos (resul-tados que se ofrecen en páginas posteriores).

En casi ocho de cada diez hogares en situación de bienestar, losingresos provienen de un trabajo remunerado, mientras que en el res-tante 20,7% de los casos son de otra índole (pensiones, rentas, etc).

Por el contrario, en los hogares con situaciones de bajos ingre-sos y pobreza solamente el 14,7% recibe ingresos por un trabajoremunerado, mientras que en el 85,3%10 restante provienen deotro tipo de fuentes (pensiones, rentas, etc.

0,0%10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%90,0%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza TotalIngresos provenientes de trabajo remunerado Sin ingresos por trabajo remunerado

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la fuente de ingresos

Base (hogares): 400

14,7%20,7%

36,0%

79,3%85,3%

64,0%

10 Intervalo de confianza 7,2%+-

65


En el montante en el que se contabilizan los ingresos prove-nientes de instituciones u organismos públicos, se incluyen lossiguientes tipos de ingresos: prestaciones por desempleo, pensio-nes contributivas, no contributivas (asistencia social), subsidios afamiliares o menores y otras ayudas no periódicas (como ayudasde emergencia, becas, etc.), además de posibles ayudas no públi-cas de instituciones privadas.

Del total de hogares entrevistados, el 49,8% afirma estar perci-biendo en la actualidad algún ingreso proveniente de institucionesu organismos públicos o privados.

El porcentaje de hogares con ingresos, provenientes de institu-ciones u organismos públicos o privados, es mayor en los hogarescon bajos ingresos y pobres, donde el 82,1% percibe recursos eco-nómicos a través de las fuentes citadas. Este porcentaje es nota-blemente inferior en las unidades convivenciales en situación debienestar en las que, en cuatro de cada diez casos, reciben ingre-sos de alguna de estas fuentes.

Cabe recordar que los hogares con bajos ingresos son los queestán conformados por una población más envejecida, por lo quees más común que perciban ingresos provenientes de jubilaciones,pensiones o similares.


Hogares que reciben ingresos provenientes de instituciones uorganismos públicos o privados

0,0%10,0%20,0%30,0%40,0%50,0%60,0%70,0%80,0%90,0%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza TotalSI reciben ingresos NO reciben ingresosBase (hogares): 400

39,7%

60,3%

49,8% 50,3%

17,9%

82,1%


Los tipos de ayuda provenientes de organismos o institucionespúblicas o privadas, en los que se ha profundizado en la presenteinvestigación, se refieren a las ayudas de tipo económico. En lasiguiente tabla, se muestra el tipo de prestaciones económicasdeclaradas comparándolo con el nivel de ingresos de los hogares.

La pensión contributiva por jubilación es percibida en el 28,8%de los hogares entrevistados, siendo la prestación más común entreaquéllos que reciben algún tipo de ayuda.

Seguidamente, la prestación por viudedad es recibida en un15,3% del total de hogares, ocupando la segunda posición entrelas prestaciones más habituales.

En los casos de hogares con situaciones económicas más pre-carias, como es el caso de los hogares con bajos ingresos y en lospobres, también el ingreso por jubilación y por viudedad es el másfrecuente.

67Capítulo 1. Fuentes de ingresos

Sin ingresos por prestacionesIngresos por prestaciones

JubilaciónViudedadNo contributiva jubilaciónNo contributiva invalidezPrestación por desempleoInvalidezSubsidio desempleoA favor de familiaresOrfandadBecasAyudas de instituciones privadas (Cáritas, Cruz Roja…)Nc

Total

BienestarBajos ingresos

y pobreza Total

Nivel de ingresos

Tipo de prestación recibidas según nivel de ingresos(respuesta múltiple)

Base (hogares): 400

60,3%

24,9%11,1%2,6%3,0%2,3%2,0%0,7%0,3%0,3%0,7%

-0,7%

-

17,9%

41,1%28,4%9,5%3,2%2,1%2,1%1,1%2,1%1,1%

-2,1%1,1%

-

50,3%

28,8%15,3%4,3%3,0%2,3%2,0%0,8%0,8%0,5%0,5%0,5%0,8%

-


Respecto a los ingresos provenientes de otras fuentes, se hanconsiderado para la presente investigación ingresos provenientesde beneficios, rentas de la propiedad y de capital, alquiler de algu-na propiedad, intereses de cuentas de ahorros o similares, rendi-mientos de rentas temporales o vitalicias y de la propiedad inte-lectual o industrial. Tan solo 10 casos (2,5%) confirman recibiralgún ingreso de este tipo de fuentes. Y sólo 5 casos respondenacerca de la cuantía.

Igualmente, al indagar acerca de otras posibles fuentes de ingre-sos derivadas de alguna otra actividad en este colectivo, tan sóloen un hogar se declara tener otro tipo de ingresos diferentes a losya citados.

A modo de resumen, en el siguiente cuadro se muestran cuálesson las diferentes fuentes de ingresos en los hogares examinados,contabilizando para ello todas las fuentes posibles. Habiéndosecomprobado que las diferencias existentes entre grupos son signi-ficativas en términos estadísticos.

El 47,8% de los hogares ingresa recursos económicos prove-nientes de trabajo remunerado, registrándose una proporción nota-blemente mayor en los hogares en situación de bienestar, en com-paración con los hogares con bajos ingresos o pobres.

Respecto a los hogares que reciben ingresos que proceden úni-camente de pensiones, prestaciones o subsidios, se contabiliza al32,5% del total de hogares. Éstos son los tipos de ingresos de losque dependen en exclusiva el 77,9% de los hogares en situaciónde bajos ingresos y pobreza.

Destaca el 17,9% de hogares con ingresos que provienen de diver-sas fuentes, siendo mayor en los hogares en situación de bienestar.

También es reseñable que un 1,8% de hogares no declara susfuentes de ingresos, por lo que se desconoce cuáles son sus recur-sos económicos, siendo todos ellos hogares en situación de bajosingresos o pobres.



69

Ingresos provenientes de trabajo remuneradoIngresos por pensiones, prestaciones, subsidios, etc.Ingresos por trabajo remunerado y por pensiones, prestacionesFuentes de ingresos no declaradasIngresos por pensiones y rentasEstudiantesIngresos por trabajo remunerado, pensiones y rentasIngresos por trabajo remunerado y rentasTotal


y pobreza Total

Nivel de ingresos

Fuentes de ingresos

Base (hogares): 400

59,3%18,4%19,7%

-1,6%0,3%0,3%0,3%

100,0%

10,5%77,9%4,2%7,4%

----

100,0%

47,8%32,5%16,0%1,8%1,3%0,3%0,3%0,3%

100,0%

Capítulo 1. Fuentes de ingresos


LA VIVIENDA Y SU ENTORNO

A través del estudio del ámbito de la vivienda, se analizan laproblemática y las carencias en el equipamiento y condiciones dehabitabilidad de las viviendas de la población de Zaragoza.

Algunas de las variables principales estudiadas son el régimende tenencia de la vivienda principal y la tenencia de segundasviviendas en propiedad.

Del mismo modo, se ha profundizado en las diferentes proble-máticas de los barrios de residencia en relación con robos, vanda-lismo e incidencias similares. En relación a este último aspecto, nose han ofrecido datos en función de los distritos de la ciudad deZaragoza, ya que los datos obtenidos no son representativos debi-do a que la base muestral no permite realizar generalidades con lasuficiente fiabilidad estadística.

La residencia es un aspecto clave en la vida de una persona, quepuede ser reflejo de situaciones de dificultades económicas, porello, en este estudio, se investiga este ámbito en base a la variablevertebradora de esta investigación, como es el nivel de ingresos.


CARACTERÍSTICAS DE LA VIVIENDA

La superficie media útil habitable de las viviendas en la ciudadde Zaragoza es de 81,91m2. Los hogares que disfrutan de situacio-nes de bienestar económico disponen de mayor superficie en susviviendas que aquéllos con situaciones de bajos ingresos o pobres.En concreto, los hogares en situación de bienestar disfrutan, comotérmino medio, de 15,3 m2 más de superficie en sus viviendas queen los hogares con situaciones de bajos ingresos o pobreza.

Respecto a la ratio de hacinamiento, calculada en función delos metros cuadrados útiles y el número de habitantes por vivien-da, se observa que, en los hogares con situaciones de bajos ingre-sos o pobreza, este indicador es más ventajoso que en los hogarescon situaciones de bienestar. Esto es debido al alto índice de hoga-res con bajos ingresos o pobres en los que habitan una o dos per-sonas (77,9%).

71Capítulo 1. La vivienda y su entorno

0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%


85,2790,0%

Superficie útil de las viviendas según nivel de ingresos

Base (hogares): 400

Superficie útil habitable Ratio de hacinamiento

69,97

81,91

35,8 36,2438,14


Analizando los metros habitables de las viviendas según tramos,se advierte, de forma más concreta, que la mayor parte de lasviviendas tiene entre 46 y 90 m2 (65,1%). Con menor superficieútil habitable, se registra un 3,5% de viviendas y por encima de 90 m2 el 18,1%. Estos porcentajes hay que interpretarlos conside-rando que existe un 13,5% de no respuestas.

Comparando estos datos con los ofrecidos por el Censo dePoblación y Vivienda del año 2001 para la ciudad de Zaragoza, seregistra un porcentaje semejante en lo que respecta a las viviendascon menos superficie de 45 m2 y con más de 91 m2. Según estosdatos, existe un 3,2% de viviendas con menos de 46 m2; entre 46y 90 m2, el 75,3% del total de viviendas y por encima de 90 m2,el 21,7% de las viviendas.

En función del nivel de ingresos de los hogares, se aprecia cómoel 57,9% de las viviendas en las que habitan grupos con bajosingresos o pobres son de menos de 75 m2 útiles, porcentaje del42,7% entre unidades convivenciales en situación de bienestar, lascuales disfrutan de viviendas de mayor superficie, ya que el 45,8%habita en viviendas de más de 75 m2, frente al 22,1% de los hoga-res con bajos ingresos o pobreza.



Nivel de ingresos

Superficie útil habitable de las viviendas por tramos,según nivel de ingresos

Base (hogares): 400

31- 45 m246 - 60 m261- 75 m276 - 90 m291- 105 m2106 -120 m2Más de 120 m2Ns/NcTotal

8,4%28,4%21,1%12,6%3,2%4,2%2,1%

20,0%100,0%

2,0%19,7%21,0%25,2%10,5%2,6%7,5%

11,5%100,0%

3,5%21,8%21,0%22,3%8,8%3,0%6,3%

13,5%100,0%

Superficie útil habitable


Tal y como se muestra en el siguiente gráfico, el número mediode dormitorios por vivienda entre los hogares consultados es de2,89.

En los hogares con situaciones de bienestar el número medio dehabitaciones es de 2,97. Esta cifra es 0,36 puntos superior a lamedia de dormitorios de los hogares con situaciones de bajosingresos o pobreza (2,61).

En términos globales, la mitad de las viviendas de Zaragozacuenta con tres dormitorios, el 29,6% con menos de tres y el18,9% con más de tres dormitorios.

Los hogares con 1 ó 2 dormitorios se dan en mayor medidaentre los hogares con situaciones menos favorables económica-mente, ya que suponen un 42,1%, frente al 25,5% de hogares ensituación de bienestar.

73

2,5

2,6

2,7

2,8

2,97

2,61


2,9

3

2,89

2,4

Nº medio de dormitorios por vivienda según nivel de ingresos

Base (hogares): 400

Capítulo 1. La vivienda y su entorno


En los hogares con situaciones de bienestar, el 73,8% disponede viviendas de 3 o más dormitorios, frente al 55,9% entre aque-llas unidades convivenciales con situaciones económicas de bajosingresos o pobreza.

En lo que respecta a la tipología de vivienda, se observa que el78,8% de las familias visitadas habita en viviendas situadas en edi-ficios, pisos o apartamentos y el restante 21,3%, en viviendas uni-familiares.

Cabe señalar que los datos obtenidos son similares a los ofreci-dos por el Censo de Población y Vivienda 2001 para la ciudad deZaragoza, que registra un 22,75% de viviendas unifamiliares (setrata de un solo edificio con una o varias viviendas familiares).

Es destacable que entre los hogares con bajos ingresos o que,actualmente, se hallan en situaciones de pobreza, se registre un27,4% de familias que habita en viviendas unifamiliares. El tipo devivienda unifamiliar se refiere a un solo edificio, con una o variasviviendas familiares, incluyéndose en esta clasificación viviendasde cualquier antigüedad.



y pobreza Total

Nivel de ingresos

Nº de dormitorios según nivel de ingresos

Base (hogares): 400

1 dormitorio2 dormitorios3 dormitorios4 dormitorios5 dormitorios6 dormitorios8 dormitoriosNcTotal

3,9%21,6%52,5%17,7%2,3%1,0%0,3%0,7%

100,0%

4,8%24,8%50,8%15,8%2,0%0,8%0,3%1,0%

100,0%

Nº de dormitorios

7,4%34,7%45,3%9,5%1,1%

--

2,1%100,0%


EQUIPAMIENTO DE LA VIVIENDA

En este apartado, se realiza una descripción del equipamientocon el que cuentan las viviendas de Zaragoza, estudiando las posi-bles diferencias detectadas en función del nivel de ingresos deestos hogares.

En cuanto al equipamiento del que disfrutan las viviendas, el100% de los casos dispone de servicios básicos como aguacorriente, cocina y luz eléctrica. Sin embargo, hay que señalarque, aunque en la presente investigación no se ha detectado nin-gún caso de viviendas sin agua corriente, según el Censo dePoblación y Vivienda 2001 para la ciudad de Zaragoza, el 0,07%de las viviendas no disponía de agua corriente en la ciudad.

Por otra parte, se detectan hogares que no disfrutan de otros ele-mentos que también son considerados básicos para mantener unascondiciones dignas de habitabilidad, como pueden ser inodorocon agua corriente (0,5% de las viviendas) y bañera/ducha (0,8%).

En términos generales, la mitad de las viviendas no cuenta conascensor, lo que supone un 65,1% si se tienen en cuenta exclusi-vamente las viviendas en edificios y se excluyen las viviendas uni-familiares. Este porcentaje es superior al registrado por el Censo dePoblación y Vivienda para la ciudad de Zaragoza del año 2001, elcual cifra las viviendas sin ascensor en el 32,7%. Y destaca quesólo el 17,3% dispone de acceso para discapacitados.

75


y pobreza Total

Nivel de ingresos

Tipología de vivienda según nivel de ingresos

Base (hogares): 400

Vivienda unifamiliar (adosada, pareada o independiente)Casa en edificio (piso o apartamento)Total

19,3%80,7%

100,0%

Tipología de vivienda

27,4%72,6%

100,0%

21,3%78,8%

100,0%



Todas las viviendas de unidades convivenciales en situación debienestar cuentan con el siguiente equipamiento básico: aguacorriente, agua caliente, inodoro, bañera o ducha, cocina, luzeléctrica. Mientras que en los hogares con situaciones de bajosingresos o pobres se detectan casos en los que afirman no contarcon agua caliente (8,4%), no disponer de inodoro con aguacorriente (2,1%), ni bañera o ducha (3,2%).

En cuanto a otro tipo de equipamiento como la calefacción, elascensor o acceso para discapacitados, se advierte que una decada diez viviendas de hogares en situación de bienestar, frente atres de cada diez de hogares con bajos ingresos o pobres, no tienecalefacción. En el caso del ascensor, la proporción es de cuatrofrente a siete, respectivamente. También en el acceso para disca-pacitados, se registra un mayor porcentaje de viviendas equipadasen los hogares con situación de bienestar que en aquellos conbajos ingresos o pobreza.



y pobreza Total

Nivel de ingresos

Equipamiento de la vivienda según nivel de ingresos.Porcentaje de viviendas que no cuentan con el siguiente

equipamiento sobre el total de viviendas

Base (hogares): 400

Agua corrienteAgua calienteInodoro con agua corrienteBañera o duchaCocinaLuz eléctricaCalefacciónAscensorAcceso para discapacitadosTotal

------

9,8%44,3%76,1%

100,0%

Equipamiento de la vivienda

-8,4%2,1%3,2%

--

31,6%73,7%97,9%

100,0%

-2,0%0,5%0,8%

--

15,0%51,3%81,3%

100,0%


Teniendo en cuenta aquellos servicios que se consideran míni-mos e indispensables para que una vivienda sea habitable, talescomo agua corriente, inodoro con agua corriente, bañera o ducha,cocina y luz eléctrica, se computan cinco hogares en los cualesfalta alguno o varios de estos elementos de equipamiento básico.Esto supone el 1,25% del total de los hogares de la ciudad deZaragoza (intervalo de confianza ±1,1% para los totales). En todoslos casos, se trata de viviendas en las que viven familias con bajosingresos o pobres.

CONDICIONES DE HABITABILIDAD DE LA VIVIENDA

En general, computando a todos los hogares, el 90,5% declarano sufrir ninguno de los problemas de habitabilidad testados (con-diciones insalubres, hacinamiento, etc.) en sus viviendas de resi-dencia. El 9,6% de las familias padecen en su hogar de residenciaalgún problema de habitabilidad. Específicamente, el 7,0% sufre almenos uno de los problemas citados y en el 2,3% sufren variosproblemas de habitabilidad.

En términos globales, en las viviendas en las que habitan fami-lias en situación de bienestar, la casuística de condiciones insalu-bres, hacinamiento y problemas de plagas o falta de ventilación esnotablemente menor que en las viviendas pertenecientes a familiascon bajos ingresos o pobres.

En concreto, el 8,3% de las familias afirma tener problemas ensus viviendas tales como grietas graves, humedades o goteras(intervalo de confianza ±2,7%), dato notablemente superior en lasviviendas de familias pertenecientes a hogares con bajos ingresoso pobres (16,8%).

Otro de los problemas que afecta a mayor porcentaje de vivien-das es la falta de espacio o hacinamiento. Este problema llega aafectar al 3,0% de las viviendas de Zaragoza (intervalo de con-fianza ±1,7%), en concreto al 9,5% de las familias con bajos ingre-sos o pobres. Además, el 1,1% de este colectivo manifiesta tener

77Capítulo 1. La vivienda y su entorno


problemas de plagas o falta de ventilación, así como problemas dedesalojo, desahucio o similar.

EL BARRIO DE RESIDENCIA

Para concluir el análisis del ámbito de la vivienda familiar, eneste apartado se abordan algunos aspectos que configuran elentorno de las viviendas, investigando acerca de los posibles pro-blemas en el barrio de residencia relacionados con robos o agre-siones.

En general, en un 4,8% de los hogares, al menos uno de susmiembros ha sufrido algún robo o agresión en el último año, sien-do éste el tipo de incidencia más habitual. Asimismo, un 4%declara haber sufrido robo en el coche. Y en porcentajes inferioresse registran robos en viviendas y en otras propiedades, 2,0% y1,0% de los hogares de la ciudad de Zaragoza, respectivamente.

A nivel porcentual, se observan diferencias entre las distintastipologías de hogar en función de la casuística de incidencias, aun-que éstas no son significativas estadísticamente.


Condiciones insalubres: grietas graves, humedades, goterasHacinamiento, falta de espacioProblemas de plagas o falta de ventilaciónDesahucio / desalojo, carece de cédula de habitabilidad,fuera de ordenación urbanaTotal


y pobreza Total

Nivel de ingresos

Hogares que afirman tener problemas en la vivienda,según nivel de ingresos.

Porcentaje de respuestas afirmativas sobre el total de hogares

Base (hogares): 400

5,6%1,0%0,7%

-100,0%

Posibles problemas en la vivienda

16,8%9,5%1,1%

1,1%100,0%

8,3%3,0%0,8%

0,3%100,0%


RÉGIMEN DE TENENCIA DE LA VIVIENDA

En términos globales, el 65,8% de los hogares declara tener lavivienda en la que habitan en propiedad y totalmente pagada. Esteporcentaje es superior en los hogares con bajos ingresos (hay querecordar que la edad media de este colectivo también era superiora la del resto, por lo que es más probable esta situación) donde elíndice de viviendas en propiedad y totalmente pagadas es del69,5%.

También se analiza en este apartado la posibilidad de tenenciade segundas viviendas en propiedad y el número de vehículos porunidad familiar.

79

Bienestar Bajos ingresosy pobreza Total

Nivel de ingresos

Problemas en el barrio, según nivel de ingresos.Porcentaje de respuestas afirmativas sobre el total de hogares

Base (hogares): 400

Otras agresiones/robosRobo en cocheRobo en viviendaRobo en otras propiedadesAgresiones físicas/sexualesTotal

4,3%4,3%1,6%1,0%

-100,0%

Posibles problemas en el barrio de residencia

6,3%3,2%3,2%1,1%

-100,0%

4,8%4,0%2,0%1,0%

-100,0%


En propiedad y totalmente pagadaEn propiedad pero con pagos aplazadosEn alquilerEn realquilerCompartidaNs/NcTotal

Bienestar Bajos ingresosy pobreza Total

Nivel de ingresos

Régimen de tenencia de la vivienda según nivel de ingresos

64,6%20,0%12,5%0,3%1,3%1,4%

100,0%

Régimen de tenencia de la vivienda

Base (hogares): 400

69,5%11,6%16,8%1,1%1,1%

-100,0%

65,8%18,0%13,5%0,5%1,3%1,0%

100,0%


En el 82% de los casos no disponen de una segunda viviendaen propiedad, el restante 15,8% posee segunda vivienda.

El porcentaje de casos que dispone de una segunda vivienda enpropiedad es 9.6 puntos superior en los hogares con situación debienestar, que en los hogares con bajos ingresos y pobreza. Noobstante, es destacable el 8,4% de hogares que, aun en situacio-nes económicas de bajos ingresos o pobreza, dispone de segundavivienda en propiedad.

Según el Censo de Población y Vivienda del año 2001, en laciudad de Zaragoza el índice de tenencia de segundas viviendasen propiedad es mayor que el registrado en este estudio. Segúnesta fuente, el 24,9% dispone de una segunda vivienda en propie-dad, lo que supone un 9,1% más respecto al índice registrado enla presente investigación.


0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%

SI NOBienestar Bajos ingresos y pobreza Total

Ns/Nc

18,0%

79,7%

2,3%

15,8%

82,0%

2,3%

8,4%

89,5%

2,2%

90,0%

100,0%

Tenencia de segundas viviendas en propiedadsegún nivel de ingresos

Base (hogares): 400


Del mismo modo, los hogares en situación de bienestar dispo-nen de un mayor número medio de vehículos por hogar. La dife-rencia entre el número medio de vehículos en los hogares ensituación de bienestar y los hogares con bajos ingresos es de 0,63.

Según el Censo de Población y Vivienda 2001, el número me-dio de vehículos por hogar en la ciudad de Zaragoza es de 0,81(cifra levemente superior a la registrada en el presente estudio).

81

0,86

0,23


0,72

0,0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,8

0,6

0,7

0,9

1,0

Número medio de vehículos por hogar según situación económica(nivel de ingresos)

Base (hogares): 400



LA SALUD

En este apartado, se analiza el estado de salud de la personaentrevistada, teniendo en cuenta, por una parte, la frecuencia conla que ha recurrido a recursos sanitarios en el último año y, porotra parte, la percepción subjetiva sobre su estado de salud.

Existen factores de exclusión social y de mayores grados de vul-nerabilidad que pueden estar relacionados con el estado de saludde un individuo, tales como enfermedades crónicas o severas, dis-capacidades, dependencias o adicciones. Este tipo de circunstan-cias pueden llegar a limitar la autonomía del individuo que laspadece y, por tanto, pueden afectar directamente a todos los ámbi-tos de su vida.

Asimismo, es lógico que las mayores situaciones de vulnerabili-dad relacionadas con el estado de salud tengan mayor grado deincidencia sobre personas de mayor edad, siendo la edad un fac-tor primordial a considerar.

Este ámbito se aborda desde la perspectiva de comparar cuálesson las diferencias en función de la tipología de hogar a la que per-


tenece el individuo. No obstante, no se profundiza en el colectivocon una salud más frágil o dependiente, ya que se comprueba quelas muestras se reducen a tal extremo que el nivel de confianza delos datos ofrecidos es difícilmente asumible como para que éstossean generalizables.

NIVEL DE USO DE LOS SERVICIOS DE SALUD

El colectivo perteneciente a hogares con bajos ingresos hacemayor uso de los servicios médicos que el colectivo que pertene-ce a hogares en situaciones de bienestar. La diferencia es másnotable en lo referido a la asistencia al médico especialista y almédico de familia. En este sentido, cabe recordar que este colecti-vo está conformado en mayor medida por individuos de más edadque los pertenecientes a hogares en situaciones de bienestar.

Los individuos pertenecientes a hogares en situación de bajosingresos o pobres afirman haber acudido al médico especialista, enel último año, una media de 2,45 veces, casi el doble de veces quelos entrevistados pertenecientes a hogares de bienestar.

En el caso del médico de familia, las personas pertenecientes ahogares con bajos ingresos o pobres confirman que utilizaron esteservicio el doble de ocasiones que los clasificados en hogares ensituación de bienestar.

83Capítulo 1. La salud

Médico de familia (último mes)

Médico especialista (último año)

Urgencias (último año)

Ha estado hospitalizado (último año)


Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la frecuencia media de visita a los servicios médicos

Base (entrevistado): 400

1,07

0,891,78

1,34

1,562,45

0,45

0,490,66

0,120,29

0,15

0 0,5 1 1,5 2 2,5 3


AUTOPERCEPCIÓN DEL ESTADO DE SALUD

En este apartado, se aborda el análisis del estado de salud de lapersona entrevistada desde su propio punto de vista, obteniéndo-se, por tanto, información subjetiva de este colectivo. Se analiza elestado de salud considerando estados de dolor, malestar, depresióno ansiedad.

Al definir el estado de salud de estos individuos en función desu nivel de ingresos, es destacable que las personas entrevistadaspertenecientes a hogares con bajos ingresos o en situaciones depobreza extrema manifiestan tener peor estado de salud que aqué-llos que viven en situación de bienestar.

En concreto, el 17,4% de los individuos pertenecientes a hoga-res de bajos ingresos o pobres afirma sentir mucho dolor o males-tar, frente al 8,2% de los casos en hogares con situaciones de bienestar. La diferencia es aún mayor en lo referido a situacionesde malestar moderadas, ya que entre los individuos con situacio-nes económicas menos ventajosas, el 42,9% sienten dolor mode-rado, frente al 16,7% de los individuos pertenecientes a hogares ensituación de bienestar.

En este sentido, hay que tener presente que la población perte-neciente a hogares con bajos ingresos tiene una media de edadmayor que aquéllos que disfrutan de una situación de bienestar.De hecho, el 35% de los individuos pertenecientes a hogares conbajos ingresos tiene más de 65 años. Por tanto, en estos hogares semezclan factores desfavorables, como una edad avanzada, unasalud más precaria y unas condiciones económicas insuficientes.

Las causas de depresión o ansiedad se examinan también enfunción del nivel de ingresos del hogar, observándose que son loshogares con un nivel de ingresos menor los que presentan mayo-res porcentajes de personas que manifiestan sentir ansiedad odepresión.

Y como sucedía en el análisis del estado de salud subjetivo, laspersonas pertenecientes a hogares con bajos ingresos tienen una



media de edad superior al resto; así, son los mayores de 65 añoslos que, en mayor medida, afirman sentir depresión.

El porcentaje de individuos que afirma sentir algún grado dedepresión es del 18,7%, nivel que asciende hasta el 36% entre losindividuos pertenecientes a hogares con bajos ingresos y pobres yse sitúa en un 14,4% en los hogares con situaciones de bienestar(21,6 puntos menos que los hogares con bajo nivel de ingresos opobres).

85

0,0%

No tiene dolor o malestar

10,0%

Tiene moderado dolor o malestar

Tiene mucho dolor o malestar8,2%

10,1%17,4%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza Total20,0% 30,0% 40,0% 50,0% 60,0% 70,0% 80,0%

16,7%

21,9%42,9%

75,1%

68,0%39,7%


Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún la autopercepción del estado de salud

0,0%

No, en absoluto

10,0%

Sí, un poco

Sí, mucho 12,9%

Bienestar Bajos ingresos y pobreza Total20,0% 30,0% 40,0% 50,0% 60,0% 70,0% 80,0%

81,3%

90,0%

85,6%


3,1%

5,1%

11,3%

13,6%23,1%

64,0%

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún los estados de ansiedad o depresión

Capítulo 1. La salud


En conjunto, la principal causa de depresión percibida de formasubjetiva, es la relacionada con el estado de salud de parientes cer-canos (20,1%); en segundo lugar, la muerte de alguna persona cer-cana (15%). Tras las causas citadas, se encuentran los temas rela-cionados con el trabajo (14,1%) y la soledad que afecta al 10,1%de los individuos.

No se han encontrado diferencias significativas entre las causasde estados de depresión y la tipología de hogar en términos esta-dísticos.

OTROS PROBLEMAS DE SALUD

Dependencia física y/o discapacidad

Una vez analizada la frecuencia de uso de los servicios médi-cos y el estado de salud de las personas entrevistadas, en elsiguiente epígrafe se estudian posibles grados de dependencia de


Estado de salud, enfermedad propia o de familiarMuerte de alguien cercanoMotivos laboralesSoledadSituación familiar/Asuntos familiaresNo se encuentra bien consigo mismo/aProblemas económicosAnsiedadTiene personas a su cargoPor separaciónPorque antes le trataban mal/Malos tratosExámenesPor cambiar de paísNs/NcTotal

Total

Motivos de estados de depresión o ansiedad(respuesta múltiple)

Base (entrevistados): 84

20,1%15,0%14,1%10,1%9,4%8,8%5,3%3,8%3,5%2,8%1,7%1,5%1,2%

13,3%100,0%


este colectivo, examinándose para ello las posibles dificultades enla realización de actividades básicas de la vida diaria.

En función del nivel de ingresos, se advierte que es en los hoga-res con menos ingresos en donde se incrementa el porcentaje deindividuos que manifiesta tener limitaciones para realizar activida-des básicas de la vida diaria. En este sentido, cabe recordar unavez más que, en este tipo de hogar, la edad media es superior a ladel resto, ya que en ellos vive la mayor parte de las personas demás de 65 años, lo que determina, en gran medida, su estado desalud y posible nivel de dependencia.

87

Movilidad: caminarNo tiene dificultadTiene algunas dificultadesTiene muchas dificultadesDificultades permanentesNs/NcCuidado personal: lavarse, vestirseNo tiene dificultadTiene algunas dificultadesTiene muchas dificultadesDificultades permanentesNcActividades cotidianas: trabajar, estudiar, hacer vida socialNo tiene dificultadTiene algunas dificultadesTiene muchas dificultadesDificultades permanentesNcTotal


y pobreza Total

Nivel de ingresos

Dificultad para realizar actividades básicas: dependencia odiscapacidad. Personas que manifiestan algún tipo de dificultad,

según su nivel de ingresos

88,7%6,9%3,1%1,3%

-

94,4%3,3%1,1%0,9%0,3%

94,0%4,1%1,1%0,9%

-100,0%


58,2%29,1%6,3%4,7%1,6%

69,6%22,4%4,7%1,6%1,6%

69,3%22,7%3,6%2,8%1,6%

100,0%

82,7%11,3%3,7%2,0%0,4%

89,5%7,1%1,8%1,0%0,5%

89,1%7,8%1,6%1,2%0,3%

100,0%



Otros problemas relacionados con la salud

Además de los problemas de salud tratados hasta el momento,se ha investigado acerca de otros posibles problemas relacionadoscon la salud, como pueden ser las adicciones, enfermedades cró-nicas físicas o psicológicas, problemas causantes de estados deansiedad o depresión como la violencia en el hogar, problemascon la justicia, separación, accidentes graves, etc.

Esta problemática puede registrarse tanto en el entorno del indi-viduo entrevistado como en el propio hogar, pudiendo llegar a sercausante de conflictos y tensiones en el seno familiar. En definiti-va, se ha analizado la incidencia de este tipo de dificultades en elcontexto más inmediato del entrevistado, así como en el propioentorno familiar.

Al examinar estadísticamente si las diferencias resultantes serelacionan con el nivel de ingresos, el resultado es que este tipo deproblemáticas no tienen correlación con el nivel de ingresos.

Por tanto, en términos generales se detecta un 85,5% de hoga-res que en su entorno más inmediato no tiene ninguno de los pro-blemas citados, frente al 14,5% que sí se ha visto afectado poralguno de las dificultades planteadas. Cuando se pregunta acercade la problemática sufrida por la misma persona o por algúnmiembro de la familia, el porcentaje de personas afectadas aumen-ta; el 17,4% los individuos afirma haber sufrido alguno de los pro-blemas citados en el último año.


Ningún problema de los citadosUn problemaDos problemasMás de dos problemasTotal

Sufrido por él mismo omiembro de su familia

Otra problemática de salud o adicciones

85,5%8,7%2,5%3,4%

100,0%

Número de problemas


Frecuentemente en su entorno

82,6%13,1%2,7%1,6%

100,0%

Otros problemas de salud o adicciones


89

Problemas de riñas en el hogar, discusiones(sin violencia física)Problemas de violencia física en el hogarAdicción al alcoholAdicción a las drogasProblemas con la justicia, delincuenciaProblemas con el juegoTener un menor cuidado y/o educadopor otro familiar o instituciónSeparación de los padres/hijos/parejaAccidente, enfermedad grave o fallecimientode algún miembro de su familiaProblemas con ancianos o personas que necesitanayuda continua y no son bien atendidasAlguna enfermedad que provoca otro tipo de dependenciaAlgún problema de salud mentalAlguna enfermedad crónica físicaTotal

Sufrido por él mismo omiembro de su familia

Otra problemática de salud o adicciones

Otro tipo de problemas o adicciones:porcentaje de respuestas afirmativas

l2,2%0,9%2,0%3,1%2,3%1,1%

0,7%2,2%

3,5%

1,4%3,1%3,1%5,2%

100,0%

Número de problemas


Frecuentementeen su entorno

l0,2%0,2%0,2%0,3%

--

-1,0%

6,3%

0,6%2,5%3,9%9,1%

100,0%



RELACIONES FAMILIARES Y SOCIALES

INTERACCIÓN CON EL ENTORNO

La vulnerabilidad y la exclusión social son fenómenos que, pordefinición, tiene que ver con el nivel de interacción e integraciónde las personas con su entorno y, por tanto, con las personas quele rodean: la familia más allá del hogar, el vecindario y las amista-des.

En este marco, se ha tratado de analizar el nivel de relaciónentre las personas y su entorno, y en qué medida se asocia a losingresos económicos de su hogar.

Combinando las diversas modalidades de contactos socialesque puede tener una persona con su entorno, se pueden describirtres factores:


Factor 1 o de interacciones con los amigos y vecinos: Describe relaciones de amistad con contactos, al menossemanales, con amigos o vecinos. Los contactos pueden sertelefónicos, personales (visitando o siendo visitado), postaleso por medios electrónicos.

Factor 2 o de interacciones familiares:Muestra relaciones familiares basadas en contactos, al menossemanales, con aquella parte de su familia con la que noconvive.

Factor 3 o de contactos esporádicos: Muestra relaciones con amistades basadas en contactos espo-rádicos, frente a cualquier otro tipo de relación.

Estos tres factores dan lugar a dos tipos de colectivos sociales,aquéllos que tienen un nivel de relaciones interpersonales sólido onormalizado (89,5% de la población zaragozana), y aquellas per-sonas que cuentan con un nivel de interacciones sociales limitadoo precario y que representan al 10,5% de la población. En térmi-nos generales, el nivel de interacciones sociales con amigos yfamiliares es más de 2 veces superior entre las personas con rela-ciones normalizadas, que entre las que tienen relaciones limitadaso reducidas. En un entorno globalizado, se tiende a asumir que ladisponibilidad de una red social de sustento es un soporte básicopara la integración socioeconómica del individuo. Es decir, dispo-ner de un número de contactos sociales limitado es un factor deriesgo que se asocia a la vulnerabilidad y/o exclusión social.

De hecho, cuando se trata de correlacionar el tipo de relacionesdel individuo, entendidas como relaciones normalizadas o limita-das, con la situación socioeconómica de su hogar, se observa aso-ciación entre bienestar y relaciones sociales. Así, las personas queviven en hogares en riesgo de pobreza, con mayor frecuencia dis-ponen de una red social mucho más frágil, aunque esto no siem-pre es así. De hecho, aunque la relación entre ambas situacioneses estadísticamente significativa, no se puede hablar de determi-nismo. Se puede comprobar en la siguiente tabla cómo, en cual-

91Capítulo 1. Relaciones familiares y sociales


quier caso, el grupo de bienestar es mayoritario tanto entre las per-sonas con relaciones limitadas, como entre las que tienen relacio-nes normalizadas.

En conclusión, se confirma el hecho de que unas relacionessociales limitadas representan una clara amenaza de exclusión, nosólo social, que lo es por definición, sino económica, aunque node una forma determinista.

¿Qué caracteriza a las personas con unas relaciones sociales nonormalizadas? En primer lugar, su peso social, representan al10,5% del total. En segundo lugar, su perfil sociodemográfico. Lamayoría vive en situación de bienestar económico, aunque cobranmucho más peso las personas con bajos ingresos, que entre elcolectivo de relaciones normalizadas. Además, se trata de uncolectivo envejecido, con un peso de la mujer muy superior al nor-malizado, en el que también pesan en mayor medida que lo habi-tual las personas viudas, los hogares unipersonales, y las personasnacidas en otros países.

Es decir, la exclusión social, en términos de relaciones sociales,afecta especialmente a las personas mayores, a las que viven solas,si son mujeres o inmigrantes. En último término, este tipo de exclu-sión acaba relacionándose con una mayor incidencia de la falta debienestar económico.


BienestarBajos ingresos y pobrezaTotal

Relaciones limitadas

Correlación entre relaciones sociales ysituación económica en el hogar

Casos Relaciones normalizadas Total

91,9%80,0%

29464

8,1%20,0%

2616

100,0%100,0%

32080

42 358 400


PERTENENCIA O COLABORACIÓN EN ASOCIACIONES, GRUPOS O COLECTIVOS

En el ámbito relacional, se examina también el grado de cola-boración y de participación de estos individuos en asociaciones ogrupos. El índice de participación entre la población es del 28,2%teniendo en cuenta a la totalidad de personas entrevistadas.

En función del nivel de ingresos, se observa cómo el porcenta-je de individuos que afirma pertenecer a alguna asociación ogrupo, es mayor entre las personas que viven en hogares con situa-ciones de bienestar, lo que denota una mayor actitud participativaen la sociedad.

Como se observa en la tabla siguiente, entre el colectivo queafirma colaborar o pertenecer a alguna asociación o grupo, uno decada cuatro pertenece a asociaciones de tipo humanitario, social ode ayuda a personas enfermas, marginados, inmigrantes, etc. Elsegundo grupo más numeroso es el de individuos que participanen asociaciones de tipo cultural (22,2%).

En un tercer nivel, se sitúan aquellas personas pertenecientes aasociaciones religiosas y deportivas. Por último, algo más de unade cada diez, participan en sindicatos, asociaciones de padres dealumnos y asociaciones de vecinos.

93

No pertenece a ninguna asociaciónPertenece a 1 asociaciónPertenece a 2 asociaciones o másTotal

Bienestar Bajos ingresos y pobrezaTotal

Nivel de ingresos

Tipología de vivienda según nivel de ingresos


70,4%25,5%4,1%

100,0%

Pertenencia a asociaciones o grupos

77,2%20,8%1,9%

100,0%

71,8%24,6%3,7%

100,0%

Capítulo 1. Relaciones familiares y sociales



Asociación humanitaria, social: ayuda a personas enfermas, marginados, inmigrantesAsociación cultural o recreativa: teatro, apoyo actos culturalesAsociación religiosaAsociación deportiva: club, equipo,SindicatoAsociación de Padres de Alumnos (APAS)Asociación de vecinosPartido políticoEmpresarial-profesionalAsociación juvenilTotal

Tipo de asociaciones a las que pertenecen. Porcentaje de individuosque afirma pertenecer a cada asociación

Tipos de asociaciones o grupos Total

25,9%22,2%16,3%15,9%13,3%13,2%11,9%1,5%1,2%0,7%

-Base (entrevistados): 114


LOS SERVICIOS Y PRESTACIONES ASISTENCIALES

En el presente epígrafe, se analiza la incidencia de solicitudesde ayuda efectuadas en los últimos seis meses, valorando factoresde influencia, como pueden ser el nivel de ingresos de los hoga-res, la edad o posibles problemas relacionados con la salud.

En términos globales, en un 8,8% de los casos, se afirma habersolicitado apoyo de algún tipo a alguna Institución en los últimosseis meses. El nivel de solicitud es mayor en aquellos hogares consituación de bajos ingresos y pobres (el 18,5% de éstos confirmahaber realizado alguna solicitud).

En el caso de hogares que afirman haber solicitado ayuda aInstituciones en los últimos seis meses, el apoyo más demandadoha sido el de los servicios públicos (asistentes o trabajadores socia-les). Un 4,5% de los hogares de Zaragoza han demandado suayuda.



0,0%10,0%20,0%30,0%40,0%50,0%60,0%70,0%80,0%

SI han solicitado apoyo de alguna Institución

NO han solicitado apoyo de ninguna Institución


93,6%

6,4%

91,2%

8,8%

81,5%

18,5%

90,0%100,0%

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingesos y pobrezasegún solicitud de apoyo a Instituciones públicas o privadas en los

últimos seis meses


Servicios sociales públicos (asistentes o trabajadores sociales)Otras ayudas públicas: becas, ayudas vivienda,ayudas sociales como viajes del Inserso...Organizaciones humanitarias sin ánimo de lucro:Cruz Roja, Cáritas, ONG, etc.Otros servicios públicos de la Delegación del Gobierno(Policía, Guardia Civil...) debido a: maltrato, desalojo,robos, urgencias...Institución dedicada a personas con problemas de adicción:drogas, juego, alcohol..Total


y pobreza Total

Nivel de ingresos

Distribución de las situaciones de bienestar, bajos ingresos y pobrezasegún solicitud de apoyo a Instituciones en los últimos seis meses.

Porcentaje de individuos que afirman haber solicitado apoyo


2,9%

3,2%

0,2%

1,1%

0,3%100,0%

4,5%

2,8%

1,3%

1,2%

0,3%100,0%

Instituciones públicas y privadas

11,1%

1,2%

5,8%

1,6%

-100,0%


97

En los hogares con menos recursos económicos, se registra unamayor incidencia de casos en los que han demandado algún tipode apoyo. En término globales, el 1,3% de los hogares afirmahaber solicitado ayudas a organizaciones humanitarias, siendoesta incidencia del 5,8% en el grupo perteneciente a hogares conbajos ingresos y pobreza.

Según la edad, se aprecian diferencias notables respecto a lasolicitud de apoyo a Instituciones en los últimos seis meses, dadoque entre los mayores de 55 años, el índice de petición de ayudaes notablemente superior al del resto de grupos de edad en lo quese refiere a pedir apoyo a los servicios sociales públicos. Sinembargo, la petición de ayudas relacionadas con estudios y vivien-da, es más común entre los más jóvenes.

Servicios sociales públicos (asistentes o trabajadores sociales)Otras ayudas públicas: becas, ayudas vivienda,ayudas sociales como viajes del Inserso...Organizaciones humanitarias sin ánimo de lucro:Cruz Roja, Cáritas, ONG, etc.Otros servicios públicos de la Delegación del Gobierno(Policía, Guardia Civil...) debido a: maltrato, desalojo,robos, urgencias...Institución dedicada a personas con problemas de adicción:drogas, juego, alcohol..Total

De 55 añosen adelante

TotalEdad

Distribución de la edad según solicitud de apoyo a Instituciones en losúltimos seis meses. Porcentaje de individuos que afirman haber

solicitado apoyo


Instituciones públicas y privadas De 35 a 54años

De 18 a 34años

1,8%

6,2%

1,6%

1,6%

0,9%100,0%

1,9%

1,1%

0,6%

0,6%

-100,0%

9,5%

1,6%

1,4%

1,8%

-100,0%

4,5%

2,8%

1,2%

1,3%

0,3%100,0%

Capítulo 1. Los servicios y prestaciones asistenciales


AUTOPERCEPCIÓN DE LA POBLACIÓN SOBRE SU CALIDAD/NIVEL DE VIDA

En el transcurso del informe, se ha descrito la situación objetivade la muestra analizada, considerando diferentes ámbitos y rela-cionándolos con la variable "nivel de ingresos", la cual clasifica loshogares en función de los ingresos económicos percibidos.Asimismo, se han tenido en cuenta otras variables subjetivas, indi-cadores de la situación del hogar o individuo en referencia a dife-rentes variables.

Sin embargo, el análisis realizado hasta el momento, no aportainformación acerca de la vivencia subjetiva de las situaciones depobreza o de ausencia de bienestar económico.

Por ello, a continuación, se pretende conocer cuál es la per-cepción de la persona entrevistada sobre su calidad de vida, asícomo su satisfacción con diferentes aspectos de la misma según suvisión subjetiva. El análisis se ha realizado en base a diferentesvariables de cruce.


SATISFACCIÓN CON SU CALIDAD DE VIDA

En función del nivel de ingresos, destaca el hecho de que losindividuos que viven en hogares en situación de bienestar econó-mico se sienten más satisfechos con su calidad de vida que aqué-llos que viven en hogares con bajos ingresos o en situaciones depobreza. La diferencia entre la nota otorgada en los hogares consituación de pobreza y los de situación de bienestar es de 1,37puntos.

En el siguiente gráfico se muestra la valoración global respectoa la calidad de vida, en función de su edad y género. A nivel glo-bal, la nota media obtenida es de 7,21 puntos, observándose dife-rencias en función de las distintas variables citadas.

Respecto al género de la persona entrevistada, las diferencias noson muy notables, aunque las mujeres en general otorgan mejores

99Capítulo 1. Autopercepción de la población sobre su calidad de vida

7,48

6,11


7,21

0,0

1,0

2,0

3,0

4,0

5,0

8,0

6,0

7,0

Valoración de su calidad de vida(0 nada satisfactoria; 10 muy satisfactoria),

según nivel de ingresos



notas a su calidad de vida que los hombres, a una distancia de0,15 puntos respecto a la satisfacción de los varones.

Según la edad, se aprecian diferencias notables, siendo las per-sonas de menor edad, con edades inferiores a 44 años, las quemuestran mayor grado de satisfacción. El grado de satisfacción dis-minuye en la medida en que se incrementa la edad. La diferenciaentre la satisfacción de los mayores de 55 años y los menores de34 años es de -0,85 puntos.

Al examinar cuál es la satisfacción general de los individuosentrevistados con su calidad de vida en función de su estado desalud, se aprecia cómo la salud es determinante, ya que son losindividuos con mayores problemas de salud o con estados deansiedad o depresión los que otorgan valoraciones más bajas a sucalidad de vida actual.

Las personas con grados de depresión o ansiedad acusados sonlas más insatisfechas con su calidad de vida, otorgando peorespuntuaciones incluso que aquéllas que afirman sentir mucho doloro malestar físico.


Media 7,21

Sexo

Edad

Mujer

Hombre

Media

De 55 años en adelante

De 35 a 54 años

De 18 a 34 años

7,28

7,13

7,21

6,69

7,44

7,54

Base (entrevistados): 4000 1 2 3 4 5 6 7

Valoración de su calidad de vida(0 nada satisfactoria; 10 muy satisfactoria), según sexo y edad


GRADO DE SATISFACCIÓN CON DIFERENTES ASPECTOS

Una vez analizada la satisfacción de las personas entrevistadasa nivel global con su calidad de vida actual, se profundiza en sunivel de satisfacción con diferentes aspectos más concretos de suvida, tales como la vida familiar, laboral, sus relaciones sociales yde amistad, la salud, la situación económica y, finalmente, su rea-lización como persona.

Nuevamente, se analiza el grado de satisfacción con los diver-sos aspectos estudiados en función del nivel de ingresos, consta-tándose que las personas que viven en hogares en situación debienestar económico se muestran mucho más satisfechas contodos los elementos de su vida, que en el resto de hogares clasifi-cados como con bajos ingresos o pobres.

De hecho, en estos hogares, el nivel de satisfacción de las per-sonas entrevistadas con los diferentes aspectos de su vida es nota-blemente inferior. El aspecto peor valorado es su situación econó-mica junto a su salud y el mejor valorado sus relaciones sociales yde amistad y la vida familiar; en ningún caso, la valoración alcan-za notas superiores al 7,07.

101

Media 7,21

Grad

o de d

epre

sión

o an

sieda

dGr

ado d

e dolo

r

Sí, mucho

Sí, un poco

No en absoluto

Media

Tiene mucho dolor o malestar

Tiene moderado dolor o malestar

5,69

6,34

7,45

7,21

6,02

6,96

No tiene dolor o malestar 7,47

Valoración de su calidad de vida(0 nada satisfactoria; 10 muy satisfactoria), según estado de salud

Base (entrevistados): 400 0 1 2 3 4 5 6 7 8

Capítulo 1. Autopercepción de la población sobre su calidad de vida


Como ya se adelantaba en la satisfacción global con la calidadde vida, en el análisis según género, las mujeres se mostraban mássatisfechas que los hombres. En el estudio pormenorizado de losdiferentes aspectos tratados, también las mujeres se muestran mássatisfechas que los hombres en lo referido a su vida familiar, susrelaciones sociales y de amistad, su vida laboral y su realizacióncomo persona.


7,978,5

Vida familiar

8

7,5

7

6,5

6

5,5

5Relaciones sociales

y de amistadVida laboral Situación

económicaSalud Realización

como persona

Bienestar Media

7,78

6,98

7,85

7,69

7,07

7,34

7,06

5,84 5,19

6,57

6,91

7,39

7,01

5,48 6,1

7,31

7,61

Bajos ingresos y pobreza

Nivel de satisfacción con diferentes aspectos de su vida(0 nada satisfecho; 10 muy satisfecho), según nivel de ingresos


7,927,9

Vida familiar

7,7

7,5

7,3

7,1

6,9

6,7

6,5Relaciones sociales



como persona

Hombre Mujer Media

7,79

7,63

7,82

7,69

7,55

7,12

7,067,016,566,57

6,58

7,09

7,016,94

7,277,31

7,35

Nivel de satisfacción con diferentes aspectos de su vida(0 nada satisfecho; 10 muy satisfecho), según sexo



Respecto a la situación económica y la salud, los hombres man-tienen una visión más optimista. No obstante, éstos son los dosaspectos peor valorados por ambos sexos.

En el análisis pormenorizado de la satisfacción de los diferentesaspectos examinados según la edad, también son las personasmayores de 55 años las que muestran el menor grado de satisfac-ción con todos los elementos testados. Destaca sobremanera, ensentido negativo frente al resto, el bajo nivel de satisfacción con lasalud y con la situación económica.

Por el contrario, las personas más jóvenes son las más satisfe-chas con su salud, vida familiar, social, y su realización como per-sona. Los más satisfechos con aspectos como la vida laboral y lasituación económica son las personas con edades comprendidasentre los 35 y 55 años.

103

7,988,5

Vida familiar

8

7,5

7

6,5

6

5,5Relaciones sociales



como persona

MediaDe 35 a 54 años De 55 años en adelanteDe 18 a 34 años

Nivel de satisfacción con diferentes aspectos de su vida(0 nada satisfactorio; 10 muy satisfactorio), según edad


7,977,78

7,4

8,01

7,76

7,69

7,35

7,4

6,967,06

6,74

6,97

6,546,57

6,17

8,02

7,37

7,01

5,76

7,72

7,497,31

6,76

Capítulo 1. Autopercepción de la población sobre su calidad de vida


CONCLUSIONES

Niveles de pobreza

El objetivo principal del presente estudio es el de conocer lasituación de pobreza y la exclusión social de la población deZaragoza capital. En primer lugar, se trata de cuantificar a lapoblación según los índices de pobreza, para lo cual y utilizandoel método Eurostat se ha llegado a clasificar a los hogares en tresgrupos según los ingresos netos por persona equivalente en cadahogar. De esta forma, se determina cómo a través de este indica-dor objetivo, el 21,8% de los hogares vive con unos ingresos conlos que no llega a alcanzar la situación de bienestar económicoestablecida para esta sociedad, situándose en los umbrales defini-dos como de bajos ingresos. Considerando estos umbrales, el 2,0%de la población se clasifica como hogar pobre, es decir, aquelloshogares que viven en situaciones de pobreza severa (situacionesgraves situadas por debajo del 50% del umbral de bajos ingresos).

Extrapolando estos resultados, se puede afirmar que, enZaragoza capital, existen 47.107 hogares en situación de bajos


ingresos económicos, es decir, con situaciones en las que no dis-ponen de ingresos económicos potencialmente suficientes paracubrir sus necesidades básicas, los gastos necesarios para mante-ner los niveles mínimos de bienestar y comodidad esperados enesta sociedad. La pobreza extrema afecta a 4.530 hogares, consi-derando que, en estos hogares, no disponen de ingresos económi-cos suficientes para hacer frente a las necesidades más elementa-les.

Hablando en términos de personas afectadas por bajos ingresoso pobreza, se puede estimar que el 17% de los ciudadanos de laciudad de Zaragoza vive en hogares con bajos ingresos, lo quesupone que 110.600 personas se ven afectadas por situaciones debajos ingresos en sus respectivos hogares. En este sentido, lapobreza extrema afecta a 14.964 individuos que habitan en hoga-res que sufren una pobreza extrema.

Estos parámetros objetivos contrastan con la visión subjetiva delas propias personas respecto de sus hogares. Así, un 10,3% de laspersonas de referencia en los hogares admite que, con los ingresosde su hogar, llega con mucha o bastante dificultad a fin de mes.

El impacto económico de una situación de bajos ingresos esclaro, se constata cómo en la mitad de estos hogares, afirmanhaber tenido que tomar algún tipo de recorte de gastos en el últi-mo año por motivos económicos. De hecho, en tres de cada cua-tro hogares empobrecidos, afirman haber tenido que reducir gas-tos en vestimenta y calzado, así como en alimentación.

Una vez dimensionado el volumen de la pobreza, siemprehablando de personas que residen en hogares, se trata de profun-dizar en los factores asociados a este fenómeno.

Situaciones transversales a los colectivos con bajos ingresos y pobres

A lo largo de la presente investigación, se vislumbran caracte-rísticas o situaciones que son comunes a todo el colectivo con unbajo nivel de ingresos y pobres. Se trata de rasgos que aparecen

105Capítulo 1. Conclusiones


reiteradamente asociados a situaciones de pobreza o falta deingresos, aunque nunca se puede interpretar en términos causalesy mucho menos deterministas. Por ejemplo, el hecho de que lapersona que más recursos aporte al hogar sea jubilada o viudasuele aparecer asociado a situaciones de pobreza o bajos ingresos.Sin embargo, no se puede concluir que, en todos los casos, auto-máticamente la jubilación o la viudedad sean detonantes de estasituación, sino que se suelen manifestar asociados a otras circuns-tancias. Por ejemplo, la viudedad, en el caso de mujeres que nohan tenido ingresos propios por trabajo, es un factor de riesgo muyimportante.

Tal y como se sugería en el párrafo anterior, la actividad princi-pal de los miembros del hogar guarda estrecha relación con lasituación económica del mismo. Así, en los hogares con situaciónde bienestar, la mayor parte de sus miembros se encuentra traba-jando, mientras que los hogares con situaciones de bajos ingresoso pobreza están integrados, en su mayoría, por jubilados, pensio-nistas o rentistas y por personas dedicadas a las tareas del hogar.Los colectivos en los que mayor incidencia tienen las situacioneseconómicas más desfavorables son los desempleados, otras perso-nas inactivas laboralmente, incapacitados permanentes y los jubi-lados, pensionistas y rentistas.

De hecho, uno de cada dos hogares pobres o con bajos ingre-sos tiene como fuente fundamental de ingresos una prestación porjubilación. Aun más allá, uno de cada tres hogares empobrecidostiene como fuente de ingresos principal una pensión de viudedad.Además, el 5,3% de los hogares cobra también pensiones porinvalidez.

En general, la edad es un fenómeno asociado a la pobreza. Seobserva cómo en los hogares más empobrecidos, la edad media esde 54,3 años, notablemente superior a la edad media de los hoga-res en situación de bienestar (42,4). Las situaciones de bajos ingre-sos y pobreza afectan, sobre todo, a las personas mayores de 65años, detectándose también una incidencia relevante entre losmenores de 16 años.



La tipología de hogar también parece estar asociada al niveleconómico, los hogares con situaciones de bajos ingresos y lospobres se caracterizan por ser, en su mayoría, hogares unipersona-les (46,1%) o con dos miembros (30,8%). El hogar pobre ya no secorresponde con la idea de hogar "proletario" caracterizado poruna familia con un alto nivel de hijos e hijas menores. Las parejascon hijos, mayoritarias en los hogares con situaciones de bienes-tar, representan en los hogares empobrecidos el 11,6% del total.

Se detecta otros tipos de unidades familiares menos comunes,pero también en situaciones económicas más precarias, talescomo pareja ampliada, hogares monoparentales, adultos conpadres, unidades convivenciales con más de un núcleo familiar ogrupos familiares sin núcleo (15,9%). El 3,2% del colectivo conbajos ingresos o pobres está compuesto por otros tipos de unida-des convivenciales, sin existir entre ellos relaciones de parentescoentre sus miembros. Entre esas diferentes tipologías de hogar, a lasque en mayor medida afectan las situaciones de pobreza y debajos ingresos son a las de los hogares unipersonales, a hogaresmonoparentales y a los hogares con más de un núcleo familiar.

Caracterizando a los individuos según su estado civil, se obser-va también una mayor incidencia de situaciones de pobreza ybajos ingresos entre personas viudas, separadas y divorciadas.

El género también guarda relación con el fenómeno de lapobreza. Así se detecta una mayor incidencia de situaciones debajos ingresos y pobreza entre el colectivo femenino, de hecho,aunque la diferencia respecto a los hombres puede no parecernotable, en todo caso, es significativa en términos estadísticos. El20,3% de las mujeres vive en hogares con situaciones de bajosingresos o pobres, frente al 17,9% de hombres.

El nivel educativo de los individuos también marca diferenciasrespecto a la pertenencia a una tipología de hogar u otra. Así, amenor nivel formativo, mayor es la probabilidad de pertenecer ahogares con situaciones de bajos ingresos o pobres. De hecho, el80,0% de analfabetos y el 44,4% de personas sin estudios secun-



darios finalizados pertenecen a hogares con bajos ingresos opobres.

Por otra parte, aun cuando en estos hogares, siete de cada diezposeen una vivienda en propiedad, las características de estasviviendas, también constatan cómo son las viviendas de estecolectivo que presentan, en comparación con las viviendas de loshogares con situación de bienestar, unas peores condiciones dehabitabilidad. Así, un 8,4% de los hogares afirma no disponer deagua caliente, un 2,1% de inodoro con agua corriente y un 3,2%de bañera o ducha. Además, en el 16,8% se quejan de condicio-nes de insalubridad en las viviendas como grietas graves, humedado goteras

Factores de vulnerabilidad social

Para la presente investigación, se consideran otros factores quepueden llegar a ser desencadenantes de vulnerabilidad social, ade-más de los ya descritos en líneas anteriores: edad, género, empleo,nivel educativo y tipo de unidad convivencial. Estos otros factoresconsiderados son aquéllos que tienen que ver con las relacionesfamiliares y sociales de un individuo, así como con la salud. Todoslos factores citados determinan, en mayor o menor medida, que unindividuo pueda, en un momento dado, vivir en una situación eco-nómica en la que no disponga de recursos suficientes para poderalcanzar niveles mínimos de bienestar o que se vea inmerso ensituaciones de vulnerabilidad y/o exclusión.

Al profundizar en el estudio de las relaciones sociales y familia-res de la población, se confirma el hecho de que unas relacionessociales limitadas representan una clara amenaza de vulnerabili-dad y/o exclusión, no sólo social, que lo es por definición, sinoeconómica, aunque no de una forma determinista.

El colectivo con unas relaciones sociales no normalizadasrepresenta el 10,5% del total. La vulnerabilidad social, en términosde relaciones sociales, afecta especialmente a las personas mayo-res; a las que viven solas, si son mujeres o inmigrantes. En último



término, este tipo de exclusión acaba relacionándose con unamayor incidencia con la falta de bienestar económico.

Asimismo, la salud puede convertirse en un factor de vulnera-bilidad. Los hogares con bajos ingresos o pobres están conforma-dos por los individuos con las situaciones vitales más difíciles desobrellevar en la sociedad en la que nos desenvolvemos en laactualidad, siendo, asimismo, los que mayores quejas muestransobre su estado de salud, tanto físico como psicológico. Esto eslógico, en gran parte debido a que este colectivo es el de mayoredad, y que por tanto, la edad es un factor determinante en el esta-do de salud de un colectivo.

El acceso a los servicios y prestaciones asistenciales

Considerando el total de hogares de la ciudad de Zaragoza, el8,8% afirma haber solicitado apoyo a instituciones públicas o pri-vadas en los últimos seis meses. El colectivo con bajos ingresos opobre ha recurrido a algunos de estos servicios o prestaciones enel 18,5% de los casos, mientras que el colectivo con situación debienestar lo ha hecho en el 6,4% de los casos.

No obstante, se observan diferencias en el tipo de ayudasdemandadas en uno u otro tipo de hogar. Mientras que los hoga-res con situaciones de bajos ingresos o pobres han solicitado, enun 11,1% de los casos, ayuda a los servicios sociales públicos y,en un 5,8%, a organizaciones humanitarias sin ánimo de lucro, enlos hogares con situación de bienestar, la ayuda más demandadaes la que hace referencia a ayudas públicas como las becas, lasayudas para la vivienda.

Por otra parte, se constata cómo las personas de mayor edadson el colectivo que en mayor medida ha solicitado ayuda a losservicios sociales públicos.

Percepción de la población sobre su calidad/nivel de vida

Con todo lo expuesto hasta el momento, no es de extrañar que



al investigar acerca de la satisfacción de la población entrevistadarespecto a su calidad de vida y otras cuestiones acerca de la misma(como su vida familiar, relaciones sociales y de amistad, vida labo-ral, situación económica, salud y su realización personal), sean laspersonas que habitan en hogares que disfrutan de situación debienestar, las que se muestren más ampliamente satisfechas conestos aspectos de su vida, sobre el resto de individuos pertene-cientes a hogares con bajos ingresos o en situaciones de pobrezaextrema.

De hecho, las personas pertenecientes a hogares con situacio-nes de extrema pobreza y bajos ingresos son aquéllas que mues-tran una autopercepción más negativa de su situación, con unasatisfacción global de su calidad de vida de 6,11 frente al 7,48 delas personas que vive en hogares en situación de bienestar.

En este sentido, la pertenencia a un hogar en situación de bienestar o a uno de bajos ingresos o pobre influye en esta valora-ción, pero hay otros aspectos, también analizados, que son deter-minantes en la valoración subjetiva de la población. En concreto,la edad, factor asimismo ligado estrechamente con la salud, es unfactor que determina la satisfacción con la calidad de su vida. Laspersonas de mayor edad y aquéllas con estados de salud más pre-carios son las que se muestran más críticas con su situación y lasque peor valoran los aspectos anteriormente citados.



METODOLOGÍA

Acontinuación, se muestran de forma gráfica las fases y lametodología empleada en el estudio. En las siguientes páginas seexplica el detalle de cada fase y metodología.

FASE 2

FASE 1

FASE 3

Determinación de indicadores

Entrevista personal

Análisis de resultados Conclusiones y Recomendaciones


FASE I: IDENTIFICACIÓN DE INDICADORES

En una primera fase, se han definido los factores o aspectos amedir con el fin de lograr los objetivos de información previamen-te planteados y establecer indicadores adecuados que permitanmedir periódicamente distintas variables.

Todo ello se concretó con el diseño y validación del cuestiona-rio que, posteriormente, ha sido utilizado como herramienta derecogida de datos. El mismo puede consultarse en los anexos.

El cuestionario utilizado se ha vertebrado a través de lossiguientes indicadores:

1. Composición y estructura del hogar:

Tipología del hogar. Número de miembros en el hogar y tamaño medio de los

hogares. Hogares según características de los miembros: edad, sexo,

estado civil, país de nacimiento, nacionalidad.

2. Situación laboral:

Situación laboral de los miembros en activo del hogar. Tipo de empleo, ocupación profesional, tipo de contrato,

tipo de jornada laboral.

3. La educación:

El nivel de estudios de los miembros del hogar.

4. La vivienda:

Régimen de tenencia de la vivienda. Las características y equipamiento de la vivienda. Condiciones de habitabilidad de la vivienda.



5. La salud:

Asistencia, acceso a centros y recursos sanitarios. Adicciones y enfermedades relacionadas. Discapacidades u otras enfermedades que provocan depen-

dencia. Autopercepción del estado de salud.

6. Relaciones familiares y sociales:

Modo y frecuencia de relación con familiares, amigos y/ovecinos.

7. Autopercepción de la población sobre su calidad/nivel devida.

8. La situación económica del hogar:

Ingresos del hogar. El consumo y los gastos del hogar. Capacidad de ahorro. Percepción de la situación económica de la familia.

FASE II: INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA. Entrevista personal.

En la fase II de la investigación, una vez definidos los indicado-res y el cuestionario, se procedió a diseñar el plan de campo. Eldetalle de cada cuestión metodológica se explica en el siguientecuadro y se desarrolla y justifica en páginas posteriores.

Ficha técnica

A continuación se muestra el resumen de la metodología emple-ada a través de la ficha técnica de la investigación.

113Capítulo 1. Metodología



Entrevista personal en el domicilio del entrevistado.

Hogares de Zaragoza

Zaragoza capital

400

La entrevista personal ha sido realizada a individuos residentes en la ciudadde Zaragoza, mayores de 18 años, que disponían de información de todos losmiembros de la unidad familiar.

Rutas aleatorias (Random Route).

La unidad muestral se ha seleccionado por el sistema de rutas aleatorias parala selección del domicilio y aleatoria (mediante una tabla de selector aleatorio)para las personas informantes.

Aleatorios, por el sistema de Random Route.

Se establecieron 40 puntos muestrales diferentes en la ciudad de Zaragoza,lo cual garantiza la dispersión de la muestra, mediante la asignación de unacalle y un número concreto. La selección de este punto de partida ha sidototalmente aleatorio.

Se realizaron 400 entrevistas en 400 hogares diferentes.

Cada entrevistado ha proporcionado datos sobre toda su unidad convivencial,por lo que finalmente se han obtenido datos referentes a 1.056 individuos.

± 4,9 % para datos globales con un nivel de confianza del 95% en condiciones normales de muestreo (s=2, p=q=0,5).

Diseñado por Append y Cáritas.

Realizado por el equipo de entrevistadores y técnicos de Append, debidamenteinstruidos en técnicas de campo, con amplia experiencia y con formaciónespecífica para este proyecto.

Se realizó un pretest de 10 entrevistas para asegurar la validez del cuestionario.

Los controles que se han realizado en el trabajo de campo han sido los siguientes:

Control de entendimiento del cuestionario en el «briefing» a los entrevistadores. Control “in situ” de las entrevistas por un supervisor. Revisión del 100% de los cuestionarios. Supervisión de datos: Control telefónico posterior de un 10% de las entrevistas. Control de consistencia estadística de los datos principales.

Entre el 30 de mayo y el 18 de junio de 2005.

Método de recogida de datos:

Universo:

Ámbito:

Tamaño de la muestra:

Unidades de análisis:

Tipo de Muestreo:

Puntos de muestreo:

Distribución de la muestra:

Error muestral:

Cuestionario:

Equipo:

Pretest:

Controles:

Fechas del trabajo de campo:

HogaresTotal entrevistas

Muestra

PrevistaReal

400400


Apuntes metodológicos

La entrevista personal

En la presente investigación, se ha utilizado una metodologíacuantitativa, cuyo método de recogida de información ha sido laentrevista personal en hogares.

Esta técnica cuantitativa se utiliza en investigaciones realizadassobre una muestra de individuos representativa de un colectivomás amplio. Su finalidad es conseguir mediciones y datos concre-tos sobre una gran cantidad de características objetivas y subjeti-vas de la población objeto de estudio, que pueden ser generaliza-bles a la misma. La principal ventaja de la entrevista personal fren-te a otras técnicas es su capacidad para recoger datos sobre unaamplia gama de necesidades de información.

No obstante, esta técnica también ofrece algunas limitaciones ala hora de obtener información concreta sobre cuestiones relativasal nivel de ingresos, fuentes de ingresos o en temas más persona-les, ya que el individuo entrevistado puede no ser del todo francoen sus respuestas. Esta realidad se agudiza en los casos en los quela persona informante no dispone de un trabajo legal, cuando seencuentra en situaciones administrativas no legalizadas en el esta-do español o con situaciones personales conflictivas.

Otra limitación que cabe considerar es que este método derecogida de datos no permite, en ocasiones, el acercamiento olocalización de aquellos colectivos que viven en las situacionesmás precarias o a las personas más desfavorecidas. Esto puedeimplicar que estas personas queden excluidas de la muestra, pesea los esfuerzos realizados en el cumplimiento de la aleatoriedad yrutas planificadas para el trabajo de campo.

Por todo ello, la entrevista personal a la población general per-mite realizar un acercamiento a la cuantificación de la pobreza yvislumbrar posibles tendencias de vulnerabilidad y/o exclusiónsocial, aunque presenta limitaciones a la hora de profundizar en elestudio y caracterización de la exclusión social.



Por tanto, es importante tener presente que esta investigaciónofrece una imagen de las condiciones de vida de toda la poblaciónresidente en la ciudad de Zaragoza, por lo que no es un estudioque aborde de manera específica el análisis de la situación de lapoblación "pobre" o en exclusión social.

Persona informante

La persona informante en los hogares en los que se ha efectua-do la entrevista cumple el siguiente perfil: ser un miembro delhogar mayor de 18 años, capaz de informar sobre el resto de indi-viduos que habitan de forma continuada en el hogar.

La información recabada hace referencia, por una parte, a todoslos miembros del hogar; por otra parte, a la vivienda del hogar, ypor último, a la persona entrevistada:

En los bloques referentes a la composición y estructura delhogar, nivel educativo y actividad desarrollada, se presentainformación referente a cada uno de los miembros del hogar.

En el bloque referente a las fuentes de ingresos y la vivienday su entorno, se presenta información relativa al hogar o uni-dad convivencial.

En los bloques referentes a la salud, las relaciones familiaresy sociales y la autopercepción de su situación, se recoge lainformación sobre la persona que responde a la entrevista.

Es por ello por lo que a lo largo de la investigación, se hace refe-rencia a universos diferentes y que se definen a continuación:

Por una parte, el universo denominado "base individuos",hace referencia y describe información acerca de todos losmiembros del hogar (1.056 individuos).

Por otra parte, el universo que hace referencia a la unidadconvivencial, denominado "base hogares", el cual toma



como referencia los 400 hogares en los que se ha realizadola entrevista.

Finalmente, se ha diferenciado un último universo, relativo ala persona informante entrevistada, que se ha denominado"base entrevistado", y que toma como muestra a las 400 per-sonas entrevistadas.

Tipo de muestreo

El universo objeto de estudio es la población en general resi-dente en la ciudad de Zaragoza, por lo que se optó por el tipo demuestreo de sistema de ruta, también denominado de itinerariosaleatorios o random route.

Dicho sistema es el más adecuado, dado que establece unametodología mediante la cual se recoge la información de la formamás aleatoria posible. Este sistema garantiza una adecuada distri-bución geográfica, así como la aleatoriedad en un mismo edificioy entre individuos seleccionados.

Se eligen n puntos de partida aleatoriamente con coordenadassobre plano. Desde allí se desarrollan rutas no predefinidas sinoaleatorias y nunca sujetas a la voluntad del entrevistado.

Error muestral

Como ya se apuntaba en el resumen metodológico, el error teó-rico de muestreo para los datos globales de hogares ofrecidos en lapresente investigación es de ± 4,9 % con un nivel de confianza de95%. Por debajo del nivel citado, los resultados del estudio pier-den representatividad.

Asimismo, en algunos de los principales datos ofrecidos, se pre-senta el error estándar que, a su vez, mide el grado de precisióncon que un porcentaje o cualquier indicador calculado con lamuestra se aproxima al resultado obtenido si se hubiese entrevis-tado a toda la población de Zaragoza. Con el error estándar se



construyen intervalos de confianza dentro de los cuales existe unaalta probabilidad de encontrar el verdadero valor poblacional (laconfianza de encontrar el valor poblacional).

Tablas de contingencia

En la realización de este estudio se han considerado todas lasvariables recogidas en el cuestionario a fin de conocer si se esta-blecen diferencias en las condiciones de vida de la población enfunción de su pertenencia a un colectivo en situación de bienestar,con bajos ingresos o en situaciones de pobreza.

A lo largo del informe, se ha tenido en cuenta para el análisis delos datos todas las variables objeto de estudio, considerando si enéstas existían diferencias estadísticamente significativas entre losgrupos. Para ello, se han utilizado tablas de contingencia con uncoeficiente de significación p=< 0,050.

FASE III: ANÁLISIS DE RESULTADOS

Es relevante para la investigación aclarar los procesos metodo-lógicos seguidos en esta tercera fase, una vez recopilada y depu-rada toda la información extraída a través de las entrevistas perso-nales. Por ello, a continuación, se explican cuestiones claves deinterés para contextualizar este estudio. Del mismo modo, se jus-tifica cuál ha sido el enfoque de la investigación y la estructurafinal de la misma.

En el análisis de la información finalmente recabada, se exami-nó cada ámbito objeto de estudio previamente definido a través dedistintos bloques: composición y estructura del hogar, nivel edu-cativo y actividad desarrollada, fuentes de ingresos, la vivienda ysu entorno, salud, relaciones familiares y sociales, acceso a los ser-vicios y prestaciones asistenciales y autopercepción sobre su cali-dad o nivel de vida.

A través del estudio y profundización en cada ámbito, se va des-



cribiendo a los diferentes colectivos y se contextualizan las situa-ciones de hogares o de individuos, clasificados y definidos comocon "bajos ingresos o pobres", así como posibles casos de personaso familias en "riesgo de exclusión social".

En definitiva, se ha tratado, por una parte, de describir las carac-terísticas de los colectivos que en el momento de realización deeste estudio disponían de ingresos situados por debajo de losdenominados "bajos ingresos". Y, por otra parte, además de casosde pobreza económica, se ha extraído información acerca deposibles situaciones de vulnerabilidad o exclusión social en lasque pueden llegar a entremezclarse diferentes factores, no necesa-riamente ligados exclusivamente a la pobreza económica (porejemplo, relacionados con el ámbito de la salud o las relacionesfamiliares y sociales).

La variable «nivel de ingresos»

Con el objeto de detectar, cuantificar y contextualizar las situa-ciones de pobreza, vulnerabilidad y exclusión social, se ha utili-zado a lo largo del informe la variable diferenciadora denominada"nivel de ingresos", cuyo cálculo y consideraciones se explican acontinuación.

Para el cálculo de la variable "nivel de ingresos", se optó porcomputar todos los ingresos netos por unidad convivencial decla-rados por la persona seleccionada, informante de cada hogar.

Cabe considerar una salvedad en relación a los datos relativosal nivel de ingresos ya que, como se adelantaba en páginas ante-riores, el nivel de ocultación en la pregunta referente al nivel deingresos es alto. Esta ocultación no se distribuye de forma equita-tiva entre todos los grupos sociales, siendo aquellos con más ingre-sos los que mayor tendencia muestran hacia la ocultación.

Además del índice de ocultación, también cabe considerar otraslimitaciones referidas a esta variable y ya contrastadas en otrosestudios similares, como que las no-respuestas son más frecuentes



entre las familias acomodadas, así como que la ocultación deingresos puede alcanzar un nivel medio del 50%.

En concreto, en la presente investigación, en el caso de la pre-gunta relativa a los ingresos, se ha obtenido información relativa a286 hogares, un 71,6% del total de hogares entrevistados.Comparando el índice de respuesta relativa a los ingresos con laobtenida en otras investigaciones similares, se observa cómo losvalores son muy próximos.

Así, en el estudio que realizó el Ayuntamiento de Zaragozadenominado "Estudio diagnóstico de necesidades sociales deZaragoza" en el año 2001; el nivel de respuesta del 70% de lasentrevistas fue similar al obtenido en la presente investigación(71,6%). En el informe FOESSA de 1994, el índice de respuesta enla pregunta acerca del nivel de ingresos fue del 71,97%.Igualmente, en el Informe sobre "Las condiciones de vida de lapoblación pobre de Aragón" de 1995, el índice de respuesta alcan-zó el 66%.

Imputación de "no respuesta" en la variable del nivel de ingresos

Para resolver la limitación de las "no respuestas" en la variablede nivel de ingresos, se han efectuado diferentes procedimientosestadísticos que a continuación se describen.

En primer lugar, se ha realizado una imputación de los ingresosmediante un procedimiento de regresión múltiple, en el que lavariable dependiente son los ingresos y las variables independien-tes son una serie de transformaciones realizadas sobre variables decategoría.

Concretamente, se han utilizado las siguientes variables:1.- Nivel de instrucción.2.- Situación laboral / relación con la actividad.3.- Tipo de ocupación.4.- Jornada laboral.5.- Tipo de contrato.



6.- Edad de la persona.7.- Sexo de la persona.8.- Cobro de algún tipo de pensión o prestación.

Dado que en la mayor parte de los casos se trata de variables decategoría, no es posible realizar un uso directo de las mismas enuna ecuación de regresión, siendo necesaria su transformaciónprevia. Para ello, se ha procedido a tratar dichas variables a travésdel análisis de correspondencias múltiples para generar puntua-ciones factoriales con todas ellas. Dichas puntuaciones son varia-bles de tipo continuo cuya interpretación a veces resulta comple-ja, pero que pueden ser utilizadas de forma directa en una regre-sión y cuyo uso se ha limitado exclusivamente a estimar los ingre-sos de las personas que no han respondido a dicha variable. No seha utilizado, en ningún caso, para corregir o reestimar los valoresrespondidos por las personas entrevistadas.

En segundo lugar, una vez realizada la imputación descrita, seprocedió a realizar la depuración de los resultados, utilizando paraello la variable subjetiva "capacidad para llegar a final de mes conlos ingresos netos actuales de su hogar". Se eligió esta variable yaque, a través del análisis factorial de correspondencias, se demues-tra la alta correlación entre la situación objetiva económica decada hogar con esta variable subjetiva.

En tercer lugar, se procedió a la validación del método emplea-do. El método utilizado queda validado a través de la realizaciónde la prueba de ANOVA, a través de la cual se establece si las dife-rencias existentes entre los diferentes grupos clasificados son sig-nificativas, o no, a nivel estadístico.

Para esta comprobación, se utilizaron dos variables; una objeti-va, "medidas de control de gasto efectuadas en el último año pormotivos económicos" y una variable subjetiva, "grado de satisfac-ción con su situación económica actual". A través de este análisis,se comprueba cómo las diferencias entre las distintas clasificacio-nes derivadas de la variable "nivel de ingresos" son totalmente sig-nificativas estadísticamente.



Cálculo de los umbrales de pobreza

Para el cálculo de umbrales de pobreza existen diversas meto-dologías, algunas de las cuales, como la utilizada por la UniónEuropea, establecen la línea de pobreza en función de los ingresosmedios familiares (se considera pobre un hogar cuyos recursoseconómicos se sitúan por debajo del 50% de la media general deingresos familiares), mientras que otras, como la metodología deLeyde, establecen los umbrales de pobreza asociando elementossubjetivos (percepción social de los ingresos mínimos necesarios).

Los umbrales de pobreza, calculados a partir de los ingresos y/ode las rentas por unidad familiar, implican una definición relativade la pobreza, que se define no en términos absolutos (una canti-dad que se supone necesaria para adquirir los bienes y serviciosnecesarios para cubrir las necesidades básicas), sino en relacióncon el nivel de vida medio de la población del territorio en el queviven (gastos o ingresos medios de todos los hogares del territorio).En este caso, se acepta una cota de referencia de ingresos en fun-ción de los ingresos netos nacionales disponibles.

Todos estos métodos cuentan con limitaciones importantes, queevidencian que se trata de un indicador de desigualdad de la dis-tribución de ingresos dentro de una determinada sociedad.

En el presente informe, para el cálculo de los umbrales depobreza, se ha optado por el método estadístico europeo (Euros-tat), que se trata de una versión adaptada del método tradicionalempleado por la Unión Europea y por Cáritas. No se tienen encuenta, por tanto, indicadores de pobreza subjetivos, sino exclusi-vamente aquéllos que son objetivables (ingresos netos de todos losmiembros de la familia). Se trata del indicador de pobreza más uti-lizado para medir diferentes situaciones de pobreza y es el másampliamente aceptado en el ámbito internacional.

En este método, se considera el número de unidades de consu-mo del hogar, que es la suma de los miembros del hogar pondera-dos. Esta variable permite comparar la capacidad de gasto de los



hogares al tener en cuenta su composición. Con estos coeficientesse calcula el tamaño equivalente del hogar que es igual a la sumade los pesos asignados a cada uno de los miembros.

El indicador Eurostat utilizado emplea el umbral del 60% de losingresos netos medianos por persona equivalente (considerando el60% de la media de la renta disponible equivalente nacional) paraestablecer el umbral de bajos ingresos. Para el cálculo de pobrezagrave, se consideran las situaciones graves situadas por debajo del50% del umbral de "bajos ingresos" (equivalentes al 30% de lamediana).

Con ello, se supone que quienes ingresan menos del 60% queel término medio de los hogares, se encuentran en un estado decarencia con respecto a los demás, es decir, que son pobres enrelación con éstos. En resumen, el método es el siguiente:

1. Uso de la mediana.2. Aplicación del nivel del 60% de la mediana.3. Aplicación de la siguiente escala:

Considerando la metodología descrita, los umbrales de bajosingresos establecidos según el método Eurostat son los siguientes:

123

Umbrales de bajos ingresos según el método Eurostat

1 persona2 personas3 personas4 personas5 personas

650975

1.1701.3651.560

Tipo de hogar Bajos ingresos (euros) Pobreza grave (euros)

325488585683780

Capítulo 1. Metodología

— 1er adulto: 1,0— Todo adulto suplementario: 0,5— Cada menor de 14 años a cargo: 0,3


Variable final: nivel de ingresos

La variable final resultante de todo el proceso explicado ante-riormente, clasifica tres tipologías diferentes de hogar según losingresos económicos por hogar equivalente:

Hogares con situación de bienestar. Hogares con bajos ingresos (umbral del 60% de la mediana). Hogares en situación de pobreza (para el cálculo de pobreza

grave, se consideran las situaciones graves situadas por deba-jo del 50% del umbral de "bajos ingresos", equivalentes al30% de la mediana).

A lo largo del informe, y dado que el error muestral para losdatos parciales aumenta y los datos ofrecidos pierden precisión, seha procedido a clasificar a los hogares en dos tipologías diferentes.Finalmente, la clasificación ejecutada es la siguiente:

Hogares con situación de bienestar. Hogares con bajos ingresos y pobreza: clasificación que

engloba a aquellos hogares definidos como de bajos ingresosy pobres, en función de los umbrales de pobreza estableci-dos por Eurostat.

Principales conceptos utilizados

A continuación, se presenta el glosario de términos y conceptosmás relevantes utilizados en este estudio.

Las situaciones de "bajos ingresos" se asocian a una disponibili-dad de ingresos económicos potencialmente insuficientes, en unperíodo referenciado, para hacer frente, más allá de la mera cober-tura de las necesidades básicas, a los gastos necesarios para man-tener los niveles mínimos de bienestar y comodidad esperados enuna determinada sociedad y participar de las actividades y cos-tumbres normales de dicha sociedad. Se encuentran en situaciónde "bajos ingresos" los hogares que disponen, en un periododeterminado, de ingresos inferiores a los umbrales señalados para



acceder a estos niveles mínimos de bienestar esperados en unasociedad concreta. El umbral establecido en la presente investiga-ción ha sido del 60% de los ingresos netos medianos por personaequivalente (considerando el 60% de la media de la renta dispo-nible equivalente nacional).

Las situaciones definidas como de "pobreza" hacen referencia arealidades caracterizadas por una disponibilidad de ingresos eco-nómicos potencialmente insuficientes para hacer frente a la cober-tura de las necesidades más elementales. Bajo el término "pobre-za", en el presente estudio, se han englobado a aquellos hogares ya los individuos que habitan en hogares con unos ingresos econó-micos situados por debajo del 50% del umbral de "bajos ingresos"(equivalentes al 30% de la mediana).

El concepto de "ingresos disponibles por hogar" hace referenciaa la suma, calculada en términos mensuales, de los ingresos pro-cedentes de las siguientes fuentes:

Ingresos netos mensuales por trabajo remunerado. Ingresos netos mensuales provenientes de alguna de las

siguientes fuentes:

— Beneficios, rentas de la propiedad y de capital (desconta-dos impuestos), arrendamientos de tierras y bienes, nego-cios, etc.

— Alquiler de alguna propiedad (pisos, habitaciones, garajes,solares, terrenos).

— Intereses recibidos de cuentas corrientes de ahorros, inte-reses y dividendos de obligaciones, acciones, reparto dedividendos e intereses de préstamos efectuados.

— Rendimientos de rentas temporales o vitalicias y de la pro-piedad intelectual o industrial.

Ingresos provenientes de instituciones u organismos públicoso privados.

— Desempleo.



— Pensiones contributivas.— No contributivas/asistencia social.— Subsidios familiares/menores.— Otras ayudas no periódicas.— Otras ayudas (no públicas).

Otro tipo de ingresos por cualquier otra actividad.

La clasificación de los distintos hogares en la escala de "nivel deingresos" se fundamenta en los ingresos disponibles, delimitadosconforme al criterio presentado en esta definición.

Respecto a los conceptos de "vulnerabilidad" y "exclusión so-cial", según el investigador social R.Castel (1990)11, cabe lasiguiente distinción:

Vulnerabilidad, precariedad o inestabilidad: la situación secaracteriza por la fragilidad, la inseguridad de las relacioneslaborales precarias y la inadecuación de los soportes familia-res y sociales.

Exclusión o marginación: se caracteriza por la retirada delmundo laboral, la ausencia de otro tipo de protección socialy el aislamiento social.

Por último, se definen los conceptos utilizados en la presenteinvestigación respecto a la "tipología de hogar". Con la siguienteclasificación, se consigue representar a los hogares según su com-posición, relaciones de parentesco y forma de convivencia real.


11 Arriba, A. (2002) ”El concepto de exclusión en política social”. Unidad dePolíticas Comparadas (CSIC), Documento de trabajo 02-01 disponible en<http.//www.ulpg.c.es> [consultado el 30.6.05]


Hogar unipersonal: hogar en el que vive una única persona.

Pareja sola: pareja sin ningún otro individuo conviviendo en elhogar.

Pareja con hijos: parejas con descendencia conviviendo en elhogar.

Pareja ampliada: parejas que conviven con el padre/madre dealguno de ellos, o bien que conviven tanto con ascendientes y/odescendientes y algún otro familiar (tío, sobrino, primo, etc.).

Hogar monoparental/Hogar monomarental: familia encabeza-da por una sola persona adulta, (hombre o mujer, respectiva-mente) y en la que hay más miembros que dependen económi-camente y socialmente de ella.

Hogar monoparental ampliado/Hogar monomarental amplia-do: familia encabezada por una sola persona adulta, y en la quehay más miembros que dependen económicamente y social-mente de ella, que convive junto con otros individuos a los queles unen lazos consanguíneos o no.

Adulto con padres: núcleo familiar conformado por padre y/omadre y uno o más hijos en edad adulta sin emancipar y activolaboralmente.

Grupo familiar sin núcleo: personas con relación de parentes-co, aunque no forman pareja.

Más de un núcleo familiar: varios núcleos familiares.

Grupo sin parentesco ni núcleo: hogares compuestos por variaspersonas sin parentesco.



PARTE IIUNA MIRADA PRÓXIMA:

LAS PERSONAS ATENDIDAS EN CÁRITAS DIOCESANA DE ZARAGOZA

LIBRO PARTE II 7/3/06 12:09 Página 129

CAPÍTULO 2

DIAGNÓSTICO TRANSVERSAL Y SECTORIAL DE LOS PROCESOS DE POBREZA Y EXCLUSIÓN

Sin duda, uno de los principales problemas a los que se enfren-tan, hoy en día, los colectivos desfavorecidos de nuestro cuartomundo es su invisibilidad, la tendencia a su empequeñecimientosocial por parte de los que nos encontramos al otro lado de la líneade la exclusión social.

Muchas entidades sociales tienen entre sus objetivos hacer visi-bles estas situaciones.

Así, Cáritas mantiene una línea sostenida de denuncia que ya seconcretó en los anteriores informes sobre exclusión. El objetivofundamental es dar a conocer, informar y sensibilizar sobre el fenó-meno de la pobreza, no con un planteamiento pesimista o lasti-mero de contar la realidad, sino con el objeto de aportar una mira-da próxima que describa y haga ver que hay seres humanos que seencuentran en situaciones de empobrecimiento, los últimos, y queesta situación social es reversible con la voluntad de todos.

De acuerdo con las afirmaciones vertidas por José Bada y JoanHortalá en sendos artículos, el primero argumenta que "hay que


distinguir entre subsistencia, necesidades básicas y privación rela-tiva, pero sin olvidar que para el pobre no hay libertad ni dignidad.Se es pobre, aun cuando se satisfaga la alimentación, vivienda yvestido. A mayor crecimiento, mayor pobreza"; el segundo noscuestiona que "deberíamos preguntarnos si las ayudas de miseriaque reciben los pobres no serán la paga por el servicio que pres-tan; es decir, por cargar con el excedente de necesidades que pro-duce una economía opulenta"12.

En la cumbre de Varsovia (2005) las personas desfavorecidas de16 países pedían participar en la construcción de una "Europa dela dignidad de todos". Y distintos titulares nos informaron sobreque la pobreza es femenina, que más de 220.000 niños viven ensituación de pobreza en España, que 140.000 aragoneses recibenmenos del 50% de la renta media, siendo el índice de pobres enEspaña de un 18%, según datos de Eurostat. La Red Europea deLucha contra la Pobreza nos alertaba acerca de que hay trabaja-dores más pobres que los propios desempleados y todo ello, frutode la precariedad y la desprotección social. El número de hogarescon dificultades para llegar a final de mes se acercaba a los ochomillones y ninguno de los ocho Objetivos de Desarrollo delMilenio para acabar con el hambre en el planeta podrán llegar acumplirse en el año 2015 por falta de voluntad política.

También Cáritas ha constatado que es difícil asegurar los dere-chos sociales universales para los colectivos en riesgo o exclusiónsocial, a los que habitualmente acompaña en nuestras propias ciu-dades y pueblos: educación, salud, vivienda y trabajo, esos ejestransversales sobre los que se construye la inserción e integraciónsocial de cada individuo. Según los datos que se acaban de pre-sentar en este estudio, 4.530 hogares, en nuestra ciudad, seencuentran en situación de pobreza extrema lo que puede estarafectando a 14.964 personas.


12 Bada, J. "A mayor crecimiento, mayor pobreza". El Periódico de Aragón (6-1-2004). José Bada es doctor en Teología por la Universidad de Munich y licen-ciado en Filosofía por la de Valencia; Hortalá, J. "Los que vienen a mendigar". ElPeriódico de Aragón (24-1-2004). Joan Hortalá es presidente de la Bolsa deBarcelona.


No es por tanto aleatorio que nos detengamos en algunos de losaspectos de estos derechos negados –entre ellos también las nece-sidades más básicas13– que, como veremos, pueden configurar undramático panorama personal, familiar y social para muchas per-sonas. Si a todo ello le unimos la procedencia o el grado de depen-dencia, la crueldad y la indiferencia social aumentan estrepitosa-mente.

A continuación, vamos a realizar un repaso a diferentes secto-res de población y situaciones que configuran este escenario.

FENÓMENO MIGRATORIO

En primer lugar, se abordará el fenómeno migratorio. La inmi-gración ha seguido estando en la palestra, juzgada y estigmatiza-da, como uno de los puntos de insistencia en el devenir social. Esde interés que hagamos una breve descripción de lo que Cáritas veen el propio hecho migratorio y lo que significa para la persona.No en vano, el 30,29% de las ayudas económicas prestadas duran-te 2004 ha sido para el colectivo de inmigrantes.

Abordar el fenómeno de la inmigración desde nuestro punto devista implica considerar otros planos y elementos de valoraciónmás allá de su sistemática consideración como "problema" y suasociación directa a circunstancias judiciales, policiales o de segu-ridad.

Conviene saber que existen unos elementos comunes y objeti-vos que se presentan al abandonar el propio país y trasladarse aotro bastante diferente.

El primero de ellos es la pérdida de las referencias básicas psi-cosensoriales que tienen que ver con el apego, con la sensación,

133Capítulo 2. Diagnóstico transversal y sectorial de los procesos de pobreza y exclusión

13 Las ayudas económicas destinadas por Cáritas para cubrir necesidades básicashan supuesto, durante el año 2004, el 86% de los apoyos económicos presta-dos, correspondiendo el 57,35% a ayudas para alimentación y el 21,49% a ayu-das para vivienda.


en última instancia, de seguridad y bienestar. La luz, el paisaje, loscolores y los alimentos han de ser sustituidos de golpe, no se sabepor cuánto tiempo. Frecuentemente, la desesperación con la quese vive en el país de origen condiciona una auténtica negación dela realidad del país codiciado. Además de tener que adaptarse, alllegar, a condiciones de vida extremas –vivienda reducida y com-partida con mucha gente, escasas posibilidades de consumo altener que mandar dinero a casa–, el inmigrante ha de hacer unduelo, en ocasiones con rabia, de lo que dejó atrás. La idealiza-ción del otro tiene como efecto que se oculten las necesidades ydificultades. Además de para evitar el control, recurrir a la menti-ra, ocultar síntomas, tiene un sentido defensivo. A menudo, estáprohibido lo que en su país estaba bien visto –diferentes roles degénero considerados machistas, actuaciones en la familia que seven como autoritarias–. Éste es el caso de padres de familia que seven impulsados a reafirmar su autoridad de manera rígida creandodificultades para su adaptación y la de su familia.

La soledad constituye, como en otras situaciones, una fuente deagravamiento en posibles patologías mentales ya existentes o en laaparición de otras nuevas. Por esto, la existencia de redes –rela-ciones familiares, amigos o paisanos– puede facilitar la integracióny el "afrontamiento" de las dificultades inherentes a la migración.

INMIGRACIÓN E INSERCIÓN LABORAL

Respecto a los procesos de inserción laboral, es muy significati-vo constatar que más del 44% de las personas que han pasado porel Servicio de Diagnóstico de Empleabilidad de Cáritas14 han sidoinmigrantes, con una clara tendencia al alza en las cifras.Aproximadamente la mitad contaba con permiso de trabajo y deresidencia, siendo este dato más alto en los hombres que en lasmujeres (50% frente al 67% respectivamente). La población inmi-


14 Servicio dependiente del Programa de Inserción para el Empleo y compuesto porun equipo multidisciplinar de trabajadores sociales, psicólogo y promotor labo-ral que analiza, valora y diagnostica el grado de empleabilidad de la persona,proponiendo y acordando, con cada una de ellas, un plan de trabajo o inter-vención en relación al empleo.


grante, incluso la que llega a Cáritas, no presenta graves problemasde empleabilidad. Suelen ser personas con un oficio o experienciaen sus países de origen y no suelen tener dificultades de habitua-ción laboral. Sus problemas tienen más que ver con los de tipoeconómico, desubicación cultural… Así, el 76% de las mujeres yel 54% de los hombres han pasado directamente a nuestro servi-cio de búsqueda activa de empleo. En general, vienen a trabajar ya labrarse un porvenir mejor. Muestran un gran potencial que des-arrollar y una motivación por salir adelante y progresar.

La otra cara de la moneda tiene que ver con los escollos queencuentran para acceder y mantener un puesto de trabajo: los"papeles", la conciliación de la vida familiar y laboral –en el casode las mujeres solas con cargas familiares es complicadísimo–, elacceso a una vivienda digna, diferencias culturales y de idioma,los desplazamientos en la búsqueda de trabajo –dificultades al nodisponer de vehículo ni carné–.

Suelen aceptar de buen grado la formación y cualificación,siempre que se lo puedan permitir económicamente –o se lesapoye mientras dura el proceso formativo–. En el caso de "indocu-mentados", la oferta de formación prácticamente no existe y nohay posibilidad de acceder a un trabajo digno y legal remunerado.

Desde Cáritas se constata diariamente los abusos que se estándando, en los diferentes sectores, al emplear a población inmigran-te pagando salarios muy por debajo de los mínimos establecidos osin contrato: servicio doméstico por horas, subcontrataciones, traba-jo sin contrato en la construcción y el transporte… AlgunasEmpresas de Trabajo Temporal y, paradójicamente, algunasEmpresas de Inserción, pueden aprovechar la situación de la pobla-ción inmigrante atrapándolos en la espiral de la temporalidad y pre-cariedad sin posibilidad de promoción en el ámbito laboral.

INMIGRACIÓN Y FAMILIA

Los escasos apoyos a la familia -fundamentalmente a mujerescon hijos a cargo- evidencian la falta de conciliación entre la vida



familiar y laboral, especialmente, cuando se revisa el número deplazas de guarderías públicas o subvencionadas, o de los horariosque no se adaptan a los tiempos laborales.

Es muy significativo que el 50% de los niños y niñas con los queCáritas trabaja en los proyectos de Colonia Urbana pertenezca apoblación inmigrante, procedente fundamentalmente de AméricaLatina y África Subsahariana. Entre los niños la integración es muyfácil, siendo más complicada entre las personas adultas. Se cons-tata cómo los niños y adolescentes inmigrantes se encuentran amenudo entre dos culturas. En el caso de los adolescentes, deman-dan un estilo de vida más europeo teniendo que vivir, en la mayo-ría de los casos, bajo las normas y costumbres de sus padres.

INMIGRACIÓN Y SITUACIONES GRAVES DE EXCLUSIÓN

Aunque a priori ser inmigrante no debería ser un problema, sínos encontramos con circunstancias añadidas que llevan a estaspersonas a la vulnerabilidad o directamente a la exclusión social.Transeuntismo, prisión y prostitución son realidades tremenda-mente crueles que conforman el último escalón en la vida sin futu-ro de algunos inmigrantes.

Durante 2004, un 40% de los usuarios del Centro de Informa-ción y Acogida para Transeúntes de Cáritas (CIAT) fueron inmi-grantes, de los cuales sólo un 9%, de mujeres, la mayoría magre-bíes y del Este de Europa. Los centros que acogen a transeúntes nodisponen de los servicios adecuados para atender las circunstan-cias específicas de los inmigrantes (tipo de comidas permitidas porsu religión, separación de sexos en el caso de matrimonios o fami-lias, mezclas de colectivos muy distintos que dificultan la convi-vencia…). Por lo general, las demandas de los inmigrantes tienenque ver con una solicitud de vivienda, trabajo, gestiones, viajespara recoger papeles o visados… Este deambular de un lado a otro,sin encontrar las respuestas que buscan, termina convirtiéndolosen verdaderos transeúntes ,"en personas que están de paso y tran-sitan –a veces sin salir de la misma ciudad– de institución en ins-titución, sin más recursos que los que llevan encima, buscando



algo que les permita sobrevivir a corto plazo aunque sea a nivelmínimo. Personas en proceso de abandono, deterioro y exclusión,tanto por su parte como por parte de los restantes ciudadanos" 15.

Un problema, que preocupa y ocupa a Cáritas, es el de las per-sonas inmigrantes que ejercen la prostitución, mayoritariamentemujeres. Cáritas cuenta con dos recursos especializados queacompañan los procesos de estas personas. En cada uno de ellos,la población inmigrante, atendida durante el año 2004, ha supues-to un 16% y un 32%, respectivamente.

Hemos visto cómo, mientras son jóvenes y no padecen enfer-medades, ejercen durante muchas horas debido a las deudas queacarrean y a la necesidad económica. En este colectivo se da unagran movilidad geográfica que les imposibilita conocer los recur-sos sociales a los que pueden acudir. Este hecho se agudiza en elcaso de las mujeres traficadas que no pueden abandonar los recin-tos donde ejercen por presiones de sus proxenetas. Nos encontra-mos a menudo con situaciones extremas y violentas, cuando nodefinitivas, como la agresión y la muerte.

Otro de los últimos eslabones del circuito de la exclusión paralos inmigrantes es la cárcel. Cuando caen en las garras de la delin-cuencia, sufren una doble condena. Por cuestiones legales, debencumplir la pena impuesta íntegramente y, una vez cumplida, sonde nuevo condenados a la expulsión, –sin tener en cuenta su situa-ción personal, familiar o política–, o a la imposibilidad de legali-zar su situación administrativa por tener antecedentes penales,quedándose así "en tierra de nadie". Esto dificulta el poder llevar acabo una reinserción y normalización personal, laboral, social…ya que, ante la falta de perspectivas legales, se pueden ver fácil-


15 Cáritas Española (1996). Volver a Ser: modelo de intervención social con tran-seúntes. Madrid: Cáritas Española, pág. 41.


mente abocados a volver a moverse en el circuito de actividadesilegales como medio de vida. Muchos inmigrantes salen de prisiónsin dinero, sin lugar donde dormir, comer, ni medios de vida. Nopueden ser contratados y no tienen derecho a cobrar ningún sub-sidio o ayuda pública.

Posibilitar la reinserción o normalización de una persona queno puede trabajar legalmente es muy complicado. Deberá esperarentre tres y diez años para poder intentar legalizar su situación.Aun así, para los más, este estado de cosas parece mejor que vol-ver a su país de origen, por lo que podemos imaginar cuáles eransus condiciones de vida o la estigmatización social e, incluso polí-tica en algunos países árabes, que supone una vuelta como fraca-sado.

El aumento del número de personas inmigrantes en los CentrosPenitenciarios se debe al aumento proporcional de la poblacióninmigrante en nuestro país, no a que haya mayor delincuenciaentre este colectivo. En mayo de 2004, en el Centro Penitenciariode Zuera, el 28% de las personas era inmigrante y el 37%, en elCentro Penitenciario de Daroca, aproximadamente. El 90% de laspersonas inmigrantes a las que se acompaña en prisión desdeCáritas no tenían documentación legal. Este acompañamiento serealiza, precisamente, al ser uno de los colectivos más desprotegi-dos dentro de ella: por no tener vínculos familiares fuera, por ladificultad del idioma y por su propia situación administrativa irre-gular que les dificulta o impide el acceso a permisos de salida, aterceros grados y a la libertad condicional. Suele tratarse de pobla-ción joven, normalmente hombres menores de 30 años, proce-dentes del Magreb, América Latina y países del Este.

Sin duda, la inmigración va a ser un tema recurrente y presentedurante algunos años en nuestros informes.

INMIGRACIÓN Y REALIDAD EDUCATIVA

Después del recorrido realizado por algunos de los aspectostransversales que Cáritas conoce sobre el hecho migratorio, quere-mos ahondar, especialmente, sobre un aspecto que consideramos



determinante para nuestro presente y futuro: la realidad educativade la infancia y adolescencia inmigrante en Aragón. En primerlugar, por lo que tiene de alerta en el horizonte de futuro de nues-tra Comunidad Autónoma. En segundo lugar por lo novedoso eincipiente como problema. Y, en último y tercer lugar, por la falta,a nuestro juicio, de un tratamiento adecuado del tema por parte delas administraciones competentes.

Según los propios datos del Gobierno de Aragón16, los niños yadolescentes inmigrantes presentan una grave situación social,especialmente en el tema educativo que, lejos de mejorar, requie-re, de forma acuciante, soluciones. Si contemplamos la evolucióndel número de alumnos extranjeros en Enseñanzas de RégimenGeneral en toda la Comunidad Autónoma de Aragón, según nivelde enseñanza, centrándonos en los cursos 1999/2000 y2003/2004, vemos que es, por sí misma, significativa.


Total Educación InfantilEducación PrimariaEducación SecundariaESOBachillerato LOGSE Bachillerato LOGSE nocturnoCOUEstudios ProfesionalesFPIICiclos Formativos de FP grado medioCiclos Formativos de FP grado superiorGarantía SocialEducación Especial Fuente: IAEST. Estadística de la Enseñanza no Universitaria en Aragón.

1999/2000 2003/2004

11.4332.7704.9373.1592.838

29922

-529

-190139200

38

1.70333777451444066

-8

7311242711

5

16 Estadística de la Enseñanza no Universitaria en Aragón. Instituto de Estadísticadel Gobierno de Aragón. IAEST.


Lo mismo ocurre en lo que se refiere al tipo de centros en quese insertan los alumnos extranjeros en las distintas provincias ara-gonesas, así como el porcentaje que representan con referencia alalumnado extranjero en toda la Comunidad Autónoma:

Por último, parece también interesante destacar el porcentaje dealumnado extranjero sobre el total de alumnos en ese mismo curso2003/2004, según los niveles de enseñanza. No olvidemos que deeste porcentaje derivarán importantes consecuencias que más ade-lante se resaltarán.


Total

Centros Públicos

Centros privados concertados

Centros privados no concertados

Aragón Huesca Teruel Zaragoza

Nº Alumnos % Nº Alumnos % Nº Alumnos % Nº Alumnos %

11.433

8.755

2.198

480

100,0

76,6

19,2

4,2

1.782

1.396

378

8

100,0

78,3

21,2

0,4

1.198

1.042

141

15

100,0

87,0

11,8

1,3

8.453

6.317

1.679

457

100,0

74,7

19,9

5,4Fuente: IAEST. Estadística de la Enseñanza no Universitaria en Aragón.

Total Educación InfantilEducación PrimariaEducación SecundariaESOBachillerato LOGSE Bachillerato LOGSE nocturnoEstudios ProfesionalesCiclos Formativos de FP grado medioCiclos Formativos de FP grado superiorGarantía SocialEducación Especial Fuente: IAEST. Estadística de la Enseñanza no Universitaria en Aragón.

Aragón

6,407,107,845,286,352,202,593,342,581,98

12,225,68

Huesca Teruel Zaragoza

5,977,307,514,255,191,282,153,772,372,79

10,653,45

6,087,277,314,325,411,271,694,715,292,18

10,261,49

6,307,157,715,006,061,952,373,552,952,06

11,755,05


Las estadísticas hablan por sí solas: es significativo el número deniños y jóvenes inmigrantes escolarizados (11.433), fundamental-mente en centros públicos o privados concertados de la provinciade Zaragoza, algunos de ellos, (12,2%), realizando módulos deGarantía Social, lo que representa un porcentaje en torno al 7% enrelación al total de alumnos. Junto a estos datos, Cáritas disponede una visión territorial y especializada que aporta una importan-te información cualitativa a estos datos17 .

Las deficiencias del sistema educativo se han visto realzadasante la incapacidad para resolver los problemas del colectivo inmi-grante, evidenciando la falta de recursos adecuados para dar res-puesta a la nueva realidad educativa. Se constata una selecciónencubierta con generación de guetos en determinados centrosescolares. Hay una distribución desigual y discriminatoria delalumnado inmigrante. Con frecuencia, en algunos centros escola-res se producen concentraciones excesivas de alumnado inmi-grante y "huida" de los niños autóctonos hacia otros colegios.

Coexisten diferencias entre el propio colectivo inmigrante ymúltiples dificultades para conocer la normativa escolar. Todo estoda lugar a la percepción de los padres sobre el nivel educativo ylos valores que se transmiten en el centro escolar correspondiente.

Pudiera decirse que nos encontramos ante la ausencia de unaeducación compensatoria real. Es insuficiente el apoyo curricularen las primeras generaciones adolescentes y no siempre se utilizanlos recursos necesarios para la incorporación al aula, con el con-siguiente peligro de equiparar alumnos inmigrantes a alumnos conNecesidades Educativas Especiales o con deficiencias culturales.No se da la integración en los centros. Las dificultades en la aco-gida provocan una deficiente incorporación del niño al sistemaescolar establecido y es un hecho determinante la inadecuación delos temarios, con currículos discriminatorios y parcializados, con


17 Programa de Infancia y Familia; Programa de Minorías Étnicas (2005) «La edu-cación en los niños y adolescentes inmigrantes». Cáritas Diocesana deZaragoza. (Informe interno).


un desconocimiento de las materias y su consiguiente desmotiva-ción. La falta de adaptación de los materiales escolares a la nuevasituación se suple con la buena voluntad del profesorado. No es deextrañar, por tanto, la aparición del fracaso escolar.

Todo esto se agrava cuando, en determinados casos, las condi-ciones de vida del alumno son precarias, malviviendo en infravi-viendas que dificultan la adquisición de hábitos de estudio ade-cuados. Lo mismo ocurre con la incidencia de menores a cargo deotros, lo que llamamos cargas familiares. Además, existen seriasdisfunciones en la percepción o cobro de determinadas prestacio-nes de ayudas sociales, debido, fundamentalmente, a las fechas deingreso de los niños en los colegios.

Como preocupante, por sus consecuencias presentes y futuras,señalamos el desarraigo que sufren algunos inmigrantes adoles-centes por múltiples causas, entre ellas podemos indicar: la movi-lidad e inestabilidad en la escolarización por motivos del trabajodel cabeza de familia; el duelo de los hijos ante la carencia de rela-ciones familiares, tanto en el país de origen, como en España; lasdiferencias culturales, como, por ejemplo, la edad de trabajo en supaís que en España todavía puede ser edad escolar; el desconoci-miento del sistema educativo por parte de la familia extensa; elabsentismo escolar; los problemas de disciplina; los problemas deintegración que pueden dar lugar a un aumento de delitos y faltasde menores; la realidad de los menores de 16 años que tienen per-miso de residencia pero no de trabajo, con ocupaciones formati-vas que no coinciden con sus expectativas vitales y culturales; lafalta de espacios alternativos de encuentro, ocio…

A todo esto hay que añadir, por un lado, la percepción de lospadres españoles sobre la situación de sus hijos con respecto a suscompañeros inmigrantes, con muchos de prejuicios y estereotiposno fundados, fruto del desconocimiento y miedo a otras culturas.Y, por otro, la falta de sensibilización del profesorado, en algunoscasos, unida a su insuficiente capacitación, al uso de contenidosy metodologías inadecuadas y al desconocimiento de la realidadinmigratoria.



Es la precariedad laboral de los progenitores la que agrava lasituación al tener que convivir en infraviviendas, con mayoresposibilidades de promiscuidad o violencia familiar, con falta deespacios para el juego, ausencia de autonomía, falta de horariosestablecidos que afectan a sus hijos. Este hecho se complicamucho más si hablamos de hogares monomarentales con dificul-tades de acceso al mercado laboral.

Hay que incidir, de manera especial, en la escasez de guarderí-as. También, en que las existentes no cubren sus horarios con losde trabajo de los padres, en este caso inmigrantes, agudizándosecíclicamente este problema en el verano y los períodos vacacio-nales, o en situaciones, como las de enfermedad del niño, en que,ante la ausencia de redes de apoyo informal, se convierten en undramático problema no pudiendo resolver convenientemente eladecuado cuidado.

Como instrumento de integración social, el principio de inter-culturalidad debe compartirse por mayorías y minorías, apren-diendo a convivir con la diferencia y situando el valor de la tole-rancia como axioma fundamental de este proceso de integración18.

Igualmente habrá que tener en cuenta con los menores inmi-grantes, los elementos fundamentales de toda intervención reco-gidos en la Ley de la Infancia y la Adolescencia en Aragón, espe-cialmente: "la prevalencia del interés superior de los menoressobre cualquier otro interés legítimo concurrente, y el carácter pre-ferente de las actuaciones dirigidas a promover y asegurar el ejer-cicio de sus derechos y a prevenir las situaciones de riesgo o des-


18 Principios Rectores del Plan Integral para la Inmigración en Aragón (2002-2004).Gobierno de Aragón.


amparo, así como las carencias afectivas, materiales o de cualquieríndole que menoscaben su desarrollo"19.

Por tanto, a nivel educativo, consideramos como objetivos prio-ritarios:

Garantizar la igualdad en el proceso de escolarización de ni-ños y adultos inmigrantes en condiciones de equidad, respe-tando las diferencias existentes entre las diversas culturas.

Constituirse la escuela como un lugar de encuentro e inter-cambio de las diferentes culturas, potenciando la educaciónintercultural y la incorporación de los diferentes valores queaportan las distintas culturas.

Fomentar la participación de todo el alumnado y de sus fami-lias en la vida del centro, potenciando la integración de losinmigrantes en los diferentes órganos de participación de laescuela (AMPAS, Consejo Escolar...)

Los programas específicos de acogida e integración de alum-nos inmigrantes de nueva incorporación que se creen, ten-drán como finalidad facilitar su acceso, permanencia e inte-gración social y educativa:

Facilitando la igualdad de oportunidades (independiente-mente de las condiciones personales, sociales, económi-cas, de procedencia y culturales), promoviendo la discrimi-nación positiva de aquel alumnado en situación social o cul-tural desfavorecida o que presente graves dificultades deadaptación escolar.


19 Ley 12/2001, de 2 de julio, de la Infancia y la Adolescencia en Aragón.


Posibilitando la integración social y educativa de ese alum-nado potenciando actitudes de aceptación y respeto en todoslos alumnos20.

PERSONAS MAYORES Y DEPENDENCIA

Otro gran bloque que, paradójicamente, después de hablar deinfancia y adolescencia, abordaremos, a continuación, es el de laproblemática que supone para nuestra comunidad el envejeci-miento de la población y su grado de dependencia, teniendo encuenta que contamos con un 6,26% de población que supera los70 años (Padrón Municipal a 1 de enero de 2005. Datos avance).

Los diferentes niveles de dependencia son causa fundamentalde las graves dificultades personales, familiares y sociales que pre-sentan nuestros mayores para vivir de una forma autónoma e inde-pendiente. Esta misma situación social se da en personas menoresde 65 años que por malformaciones congénitas, accidentes oenfermedades invalidantes presentan una situación sanitaria querequiere una atención especializada.

La dependencia, según el Consejo de Europa, se define como"un estado en que las personas, debido a la pérdida de autonomíafísica, psicológica e intelectual, necesitan algún tipo de ayuda yasistencia para desarrollar sus actividades diarias. La dependenciatambién podría estar originada o verse agravada por la ausencia deintegración social, relaciones solidarias, entornos accesibles yrecursos económicos adecuados para la vida de las personas"21.


20 Orden de 25 de junio de 2001, del Dpto. de Educación y Ciencia y Resoluciónde la Dirección General de Política Educativa de 25 enero 2005.

21 Recomendaciones Nº R (98) 9 del Comité de Ministros de los Estados Miembros;Consejo de Europa, 1998


Aunque por razones obvias de la edad, el deterioro fundamen-talmente se da en personas mayores, los distintos tipos de depen-dencia afectan a cualquier persona y se tipifican según problemasde movilidad, psíquicos y de ayudas especiales, pudiendo entre-mezclarse y darse varios o todos a la vez.

Si bien la mayoría de las personas mayores y/o dependientesque acompaña y atiende Cáritas, tiene una edad superior a 86años, durante 2004 se ha duplicado el número de personas meno-res de 65 años que solicitó una plaza para la Residencia SantaTeresa22. Más del 70%, son personas solteras o viudas, general-mente mujeres. El 50% de los solicitantes no tiene hijos, esta cifranos explica las dificultades de las familias para atender a personascon dependencia y, por tanto, de la necesidad cada vez mayor decontar con recursos residenciales. La mayoría de las familias quepiden residencia está actualmente supervisando la atención querecibe el mayor, pero es sólo el 28% quien les atiende directa-mente. Por el contrario, casi un 24% no lo hace en ningún aspec-to. El 50% de nuestros solicitantes está apoyado, exclusivamente,por Servicios Sociales y Sanitarios.

Como dato significativo, que probablemente esté definiendouna de las tendencias futuras, un 7% de personas extranjeras soli-citó plaza.


22 Cáritas cuenta entre sus recursos para personas en riesgo o exclusión social conla Residencia para personas dependientes "Santa Teresa", que atiende a 68 per-sonas, mayores como perfil principal y menores de 65 años, en aquellos casosen los que no existen otras alternativas para su atención, excluyendo las depen-dencias originadas por problemas psíquicos si no son secundarios a una depen-dencia física.


Generalmente, la situación de dependencia que presentan lossolicitantes es física, de los cuales un 80% son personas que setipifican como dependientes para las actividades de la vida diariay un 67,4%, para las instrumentales. El 60%, no puede caminar, olo hace con ayuda y el 83%, presenta una dependencia de tiposocial: soledad, falta de apoyo familiar…

Más del 80% de los solicitantes reside en la ciudad de Zaragozay la mayoría percibe una pensión mínima de jubilación o viude-dad. Más del 50%, disponía de menos de 3.000 euros en elmomento de cursar la solicitud y sólo un 16,3%, disponía de másde 12.000 euros.

La vivienda es un factor de exclusión importante en las perso-nas mayores o dependientes, ya que si unimos las barreras arqui-tectónicas a la falta de autonomía personal, obtenemos personasaisladas, solas y con falta de acceso a los recursos y al entorno.

Casi el 60% de los usuarios de Cáritas vive de alquiler o enviviendas cedidas, generalmente por familiares. Los que disponende vivienda en propiedad no superan el 22% y, en muchos casos,son viviendas antiguas con escasas reformas y con barreras arqui-tectónicas. Destaca que el 55% de las viviendas de los solicitantesde una plaza en 2004, carece de accesibilidad y un 73% de lospisos no está adaptado para facilitar la autonomía a una personadependiente.

En estas viviendas suelen vivir mayores solos (21,4%) o en fami-lia, que suele ser el cónyuge o algún hermano (50%), por lo gene-ral también mayores. Casi un 29%, procede, bien de otras resi-dencias, ya que, generalmente, está agotando sus ahorros, o biende hospitales.

SALUD MENTAL Y POBREZA

Si para algunos de nuestros mayores la situación es tan dramá-tica, en el paisaje de la protección de la salud, las perspectivastampoco son nada halagüeñas, especialmente en lo referente a la



salud mental, y de una forma muy clara para los ciudadanos des-favorecidos.

Entre estos ciudadanos, se encuentra el enfermo mental, esegran desconocido que provoca multitud de miedos y que es injus-tamente tratado por la gran mayoría debido a los tópicos que cul-turalmente hemos construido a su alrededor.

Frente a estas actitudes que generan exclusión social, Cáritasofrece al enfermo mental sus recursos especializados atendiendo aun número significativo de ellos. Parece interesante dar a conoceralguno de los rasgos de este colectivo para un mayor conocimien-to de los problemas que sufren y de la hostil realidad social queles toca vivir.

El 98% de los enfermos mentales atendidos por Cáritas desdesus recursos de salud mental, en 2004, fundamentalmente esqui-zofrénicos, procede del medio urbano y su área de influencia. Setrata de una población adulta, de entre 46 y 55 años, aunque, pau-latinamente, va creciendo el porcentaje de enfermos de entre 36 y45 años. El 66% de estas personas tiene un certificado de minus-valía, siendo un 55%, el que tiene una incapacidad laboral per-manente. El 70%, recibe una sola prestación social.

El 65% de los esquizofrénicos usuarios de estos recursos vivecon su familia, pero también hay un porcentaje significativo del30% que está solo. En estos casos, suelen producirse con ciertafrecuencia situaciones de pobreza extrema, miseria y soledad,fruto, en ocasiones, de la dejación de responsabilidades por partede las entidades competentes, tanto sanitarias como sociales.

Vemos, pues, un primer grupo de enfermos que está dentro dela red asistencial, que cuenta con apoyos sociales informales yque, a pesar de su enfermedad mental, no presenta deteriorosocial. Dentro de este grupo de pacientes, hay dos franjas biendiferenciadas, un grupo minoritario de población joven y otro deedades elevadas; la media de edad de la población atendida es de47 años. Una de las características principales con la que cuenta



el grupo de mayor edad es la cronificación. Son personas con unamedia de más de 30 años de enfermedad, en las que no hay posi-bilidad de inserción laboral ni muchas veces ocupacional. Paraellos, los recursos que ofrece Cáritas dejan de tener un carácterrehabilitador para ser más un recurso de sostén y freno del dete-rioro.

En otro grupo, se encontrarían los pacientes que están fuera dela red asistencial, para los que no hay ningún recurso que se adap-te a sus características, con una media de edad de 50 años, sinredes informales; muchos de ellos con problemas económicos ylegales, dependientes de una red social formal (trabajadores socia-les, médicos, auxiliares…).

Así, es relativamente frecuente encontrarnos con personas diag-nosticadas de enfermedad mental grave –especialmente mujeres–,solas, que acumulan historias personales muy difíciles y problemassociales que agravan la enfermedad. No tienen adherencia a lamedicación por falta de alicientes y referencias o no se la admi-nistran bien. Otras llevan toda su vida tomando medicamentos, sinotros apoyos terapéuticos, obviamente necesarios. Personas conpatologías mentales, fruto de procesos de desestructuración, quehan ido complicando y medicalizando sus problemáticas y que,con un apoyo terapéutico adecuado, o con un proceso de rehabi-litación social, hubieran mejorado significativamente. En casos degran desestructuración, no es raro ver cómo se comercia con lostratamientos o se mezclan con otras sustancias para potenciar susefectos.

Paradójicamente, parte de los enfermos mentales que llegan alos recursos de salud mental de Cáritas han pasado por otrosmuchos recursos y en todos ellos se ha trabajado la conciencia deenfermedad. El 85% lleva más de quince años de evolución de laenfermedad. Desde el comienzo de la patología (mayoritariamen-te en la adolescencia), han tenido múltiples ingresos en hospitalesdentro de las unidades de psiquiatría, donde la toma de medica-ción es obligatoria y desde donde se trabaja lo que supone laenfermedad. De ahí, el grado de adherencia al tratamiento de un



porcentaje importante de estas personas. Por el contrario, el perfilde usuarios está evolucionando de forma diferente y comenzamosa observar en la estadística que la edad de ingreso es cada díamenor (un 26% de usuarios, entre los 18 y los 35 años). Tambiénse observa en los últimos usuarios, que han utilizado los recursosde Cáritas que la conciencia de enfermedad es escasa y que pre-sentan muchas fluctuaciones en la adherencia al tratamiento, loque supone un deterioro a nivel cognitivo mucho más pronuncia-do y evidente.

La esquizofrenia, por lo general, es una enfermedad crónica,existiendo períodos en que aparece un aumento de síntomas (posi-tivos o negativos) de la enfermedad. Estas recaídas pueden durarvarias semanas o incluso meses, su número es variable e imposi-ble de predecir en cada enfermo. Mientras que hay enfermos quepresentan una recaída cada cinco o diez años, hay otros que pue-den sufrir una cada año. Incluso en algunas ocasiones, después deaños de buena evolución, sin síntomas y llevando una vida nor-mal, puede darse una recaída. Es por eso por lo que la frecuenciade ingresos de un esquizofrénico a lo largo de un año varía mucho,dependiendo de múltiples variables. El principal factor por el quese producen recaídas es el abandono del tratamiento, aunque pue-den también observarse tras el incremento en la presión ambien-tal, por dificultades laborales o por problemas familiares y afecti-vos.

Para la mayoría de los pacientes, su núcleo familiar representasu principal soporte socioafectivo y su única alternativa económi-ca y residencial. Como ya hemos dicho, un número elevado con-vive con la familia, de ahí, la importancia que hay que dar a lamisma en la difícil convivencia con el paciente de un trastornomental grave. Cuando ese núcleo familiar falla, se produce unaclara ausencia de respuestas, especialmente en los aspectos socia-les y comunitarios, más allá de los ingresos psiquiátricos, no siem-pre adecuados.

En Zaragoza, puede verse a personas, transeúntes crónicos, conproblemas de salud mental que se encuentran en la calle dur-



miendo con carros, cartones, perros, en situaciones lamentables dehigiene o embriaguez. En el año 2004, la Coordinadora deTranseúntes censó a 25 personas que se hallaban en esta situaciónen la ciudad de Zaragoza. La respuesta, en estos casos, es el tras-lado de un sitio a otro por la policía o los servicios sanitarios.

Además y especialmente preocupantes son tanto las situacionesque sufren los enfermos con patologías duales (enfermedad men-tal y toxicomanías), debidas a la falta de recursos y/o voluntadesasistenciales para este tipo de pacientes, como la situación de des-atención que sufren los enfermos mentales en prisión. Sobre estosúltimos vamos a detenernos especialmente.

SALUD MENTAL Y PRISIÓN

La falta de recursos en salud mental y la vulnerabilidad de laspersonas enfermas mentales, sumadas a la estrecha relación con elconsumo de tóxicos, propician que un porcentaje significativoentre en el círculo de comisión de delitos, convirtiéndose las cár-celes actuales en los antiguos manicomios.

Debemos mencionar que el 13% de las personas reclusas aten-didas por Cáritas en prisión tiene un problema de dependencia delalcohol y el 53%, de toxicomanías, siendo éstas las causas de sudelito o ingreso en prisión, esto supone un 66% del grupo de per-sonas de las que atendemos. Además, un 21%, tiene problemas desalud mental severos, desconociendo en cuántos de ellos hay undiagnóstico médico certero; sin contabilizar las personas con pro-blemas mentales más leves con tratamiento de ansiolíticos, antide-presivos…

El hacinamiento y la masificación contribuyen al deterioro de lasalud mental de las personas presas. Así, aumentando la poblaciónpenitenciaria no lo hace de igual manera la plantilla de personalsanitario. Siendo la atención sanitaria de carácter público, aunqueno perteneciente al Departamento de Salud del Gobierno deAragón sino al Ministerio del Interior, se caracteriza por tener unamentalidad de custodia y no sanitaria, lo cual dificulta esta aten-



ción. La cárcel está provista como un centro de atención primariay no de atención especializada, por tanto, no cuenta con esta aten-ción psiquiátrica, aunque sí se administre gran cantidad de medi-cación. Está previsto en 2005 dotar al Centro Penitenciario deZuera de un psiquiatra, con consulta una vez a la semana, parauna población de 1.700 presos en los que se da un alto índice deproblemas de salud mental. Hay que tener en cuenta, además, queen España sólo existen dos psiquiátricos penitenciarios (Madrid yAlicante).

La vida del preso está estructurada con gran rigidez y planifica-ción absoluta, ausencia de participación y responsabilidades ydemasiado tiempo vacío en el patio. La propia estructura arquitec-tónica de los centros penitenciarios no está concebida en funciónde una intervención recuperadora sino de seguridad. Se da unclaro hacinamiento físico y psicológico al estar en permanentecompañía, sin intimidad. Todas estas circunstancias tienen susconsecuencias somáticas y psicosociales, siendo frecuente el esta-do permanente de ansiedad, alteraciones de la imagen personal,anormalización del lenguaje, alteraciones en la afectividad, dis-funciones sensoriales…

Así, podríamos considerar la institucionalización penitenciariao prisionización como un tipo de deterioro psíquico. Al menos, el13% de las personas atendidas por Cáritas en prisión presentaestos síntomas, nada extraño resulta si añadimos el dato de que el46% de los reclusos atendidos tiene una condena superior a los 6años y otro 35%, oscila entre los tres y seis años, siendo muchasde estas condenas acumuladas.

En prisión, coexisten patologías mentales graves, algunas deellas sin diagnosticar; patologías mentales leves como la depre-sión, la angustia, la ansiedad…, siendo alarmante la gran cantidadde medicación que se expide para este tipo de síntomas (calman-tes, antidepresivos, somníferos…); personas con retrasos mentales,que en la calle son molestas y biológicamente propensas a tenerproblemas de conducta y a cometer delitos cuando el retraso men-tal se une con otras circunstancias de deterioro o carencia social y



que, en la cárcel, suelen causar problemas de convivencia y derelaciones personales, distorsionando la vida del módulo en el queresiden y sufriendo a la vez el abuso del resto –suelen ser trasla-dados de centro penitenciario recorriendo la geografía española,sin que el sistema sea capaz de tratar o mejorar en la medida de loposible la situación–. El 32% de las personas acompañadas en pri-sión presenta una situación de desestructuración personal23.

SALUD MENTAL E INMIGRACIÓN

Todos los inmigrantes sufren un duelo migratorio que, en oca-siones, no se supera, dando lugar a problemas psicológicos.Inmigrar supone un gran esfuerzo psicológico y físico por lo queno es extraño que aparezcan problemas de ansiedad, reaccionesdepresivas, estrés postraumático, somatizaciones, además de losproblemas de salud mental que si ya se tenían en su lugar de ori-gen, lógicamente se complican.

A esto, debemos añadir el problema del idioma, que dificulta ladetección de posibles enfermedades mentales y la comunicación


23 Una mención aparte, ya que, actualmente y de momento, no se considera enfer-medad mental, es el trastorno de personalidad. La personas que lo sufren, en lamayoría no diagnosticadas, son susceptibles de llevar a cabo conductas ilega-les, por su impulsividad y relaciones con sustancias tóxicas que, en ocasiones,les llevan a prisión ocasionando un empeoramiento de su pronóstico. En la tesisdoctoral realizada por la Dra. Arroyo en el Centro Penitenciario de Zuera en2002, entre los datos más sobresalientes menciona que hay un 31% de trastor-nos de la personalidad en la muestra analizada y que un 90% de las personascon sanciones disciplinarias correspondía a trastornos de personalidad, siendoel 100%, toxicómanos. Nadie estaba diagnosticado.


con los profesionales para su tratamiento. Los inmigrantes tienenun concepto de salud diferente, según su país de procedencia. Estoprovoca, en muchos casos, no entender ni asumir que se padecentrastornos mentales. Además, en muchos países no existen servi-cios de salud mental, por lo que el extranjero no lo consideracomo un aspecto a tener en cuenta. Hay un desconocimientogeneralizado de aspectos culturales –brujería, mitos, mal de ojo…–,que solapa la posibilidad de detectar diferentes problemas de saludmental, en muchos casos provocados por la frustración y la faltade expectativas al encontrar una realidad laboral, social y legalque no se esperaba encontrar.

También y al hilo de lo laboral, no podemos dejar de mencio-nar que los procesos más o menos largos de desempleo y la deso-cupación, generan en las personas que los sufren procesos depre-sivos y de ansiedad que, aun siendo, en apariencia, trastornosleves de la salud mental, pueden verse agravados por la falta derecursos existentes y por la inaccesibilidad a éstos por parte decolectivos especialmente desfavorecidos –recursos privados noaccesibles por cuestión económica–.

En esta descripción, no podría faltar aquélla que da a conocerla incidencia en la salud mental de los menores. Nos interesa plan-tear vertientes o aspectos bien diferenciados. La del menor queconvive en un núcleo familiar en el que hay una patología deenfermedad mental, y la del menor que presenta conductas quepueden evolucionar en una patología mental propia -hiperactivi-dad, ansiedad, depresión infantil, agresividad…

En muchas ocasiones, los intereses de los padres prevalecen sobrelos del menor, aun en situaciones de riesgo importantes para el niño.Cuando un menor presenta conductas inadaptadas, en la mayoría delos casos se constata que son un reflejo del entorno sociofamiliar enel que se desenvuelve. Si un niño vive en un ambiente de violenciaverbal y/o física, en una infravivienda, en un entorno social degra-dado ("barrios–gueto"), posiblemente, ese niño reproduzca o mani-fieste conductas como respuesta a ese déficit: ansiedad a la hora decomer, agresividad, insomnio, tristeza, apatía…



Otro de los aspectos en la salud mental de los niños es el des-conocimiento por parte de muchas familias, que consideran comonormales algunas conductas y comportamientos de sus hijos: "esteniño es muy tímido", "este niño es malo porque no se está quietoni un minuto", "en el colegio ya me conoce el director porquesiempre lo sacan fuera de clase por pegar"… En muchos casos, elproblema radica en la falta de detección precoz y en la inadecua-da atención de situaciones que con una intervención tempranapodrían mejorarse.

Parece que el concepto de enfermedad mental está evolucio-nando y que los profesionales de la salud apuestan por una reha-bilitación psicosocial de la persona una vez diagnosticada la enfer-medad, mucho antes de que degenere tanto a nivel físico comopsíquico, combinando así el tratamiento farmacológico con el derehabilitación a nivel psicológico y social. Aun así, en este reco-rrido, se ha visto un paisaje abrupto que aún se quiebra algo máscuando se divisan las lagunas, desajustes y puntos negros, portanto, conocidos, por los que discurren muchos de estos proble-mas:

No existe una red adecuada de recursos rehabilitadores paraenfermos mentales. Los existentes son escasos y es difícil tra-bajar en equipo con algunos de sus profesionales.

Hay una carencia de recursos y equipos profesionales quehagan seguimiento domiciliario de los pacientes con finali-dades educativas y rehabilitadoras. Son necesarios apoyosdomiciliarios y terapias para los casos crónicos, desarrollo ymantenimiento de habilidades y acompañamiento de medi-cación.

Se evidencia una falta de coordinación sociosanitaria.

Hay una falta de detección precoz de enfermedades menta-les en los distintos circuitos sociales y educativos. Se da unainadecuada atención de situaciones con menores que conuna atención temprana podrían mejorarse.



Se constata una falta de servicios de traducción especializa-da con componente médico y cultural para inmigrantes.

Se detecta una excesiva medicalización sin plantearse planesde intervención comunes e individualizados, con una claratendencia a la generalización del enfermo con trastornosmentales.

En ocasiones, se abusa de la dinámica de error/acierto con loque esto supone para el enfermo ya que los psicofármacos,por definición, alteran el sistema nervioso.

La temporalización de la visitas de seguimiento en casos desalud mental se alargan hasta un par de meses entre visita yvisita, fruto, sin duda, del gran número de casos que atiendecada facultativo.

No existen recursos adecuados de salud mental para perso-nas que presentan multiproblemáticas o policarencias. Noexiste un protocolo de actuación para personas transeúntescon enfermedades mentales.24


24 Para una ampliación se puede revisar el monográfico sobre "Salud mental ypobreza" incluido en el Informe sobre la exclusión 2003-2004 de CáritasDiocesana de Zaragoza.


VIVIENDA Y OTRAS REALIDADES RESIDENCIALES25

Otro gran bloque, que no podríamos dejar de analizar en esteinforme, es el de la vivienda y su especial incidencia en el gradode independencia y configuración del estatus social de los ciuda-danos. La vivienda es un aspecto fundamental en el desarrollo dela vida de la persona. Disponer de ella o no, vivir en condicionesdignas, acceder a ella en condiciones de igualdad, sin discrimina-ción, influirá de manera importante en la vida de la persona. Cadavez con mayor frecuencia, estamos observando que la precariedadsocial no es producto sólo de tener o no tener un empleo digno,sino que también se articula en torno a tener o no tener unavivienda digna. Esta afirmación supone elevar la vivienda al gradode indispensable cuando se habla de inserción social. En este sen-tido, los datos son abrumadores cuando bajamos al terreno de lapráctica diaria en Cáritas. Sirvan de ejemplo algunas de nuestrasexperiencias:

Durante 2004, el 31,1% de los participantes en el Centro deInserción Social –adultos solos, parados de larga duración ycon especiales dificultades– tuvieron que alquilar habitacio-nes, ya que con sus ingresos, fruto de pensiones, no podíanacceder a un piso alquilado. La habitación más económica,siendo compartida, costó 120 euros, mientras que la máscara fue de 200 euros. Teniendo en cuenta que hablamos depensiones que oscilan entre los 260 euros de una pensión nocontributiva y los 625 de una pensión por incapacidad,podremos hacernos una idea de las condiciones de vida a lasque se ven abocadas estas personas. En términos generales,


25 Informes monográficos emitidos por los distintos programas del Área de AcciónSocial de Cáritas Diocesana de Zaragoza durante el año 2004. Para una amplia-ción de la información, se puede consultar el apartado correspondiente a vivien-da del Informe sobre la exclusión 2002-2003 de Cáritas Diocesana deZaragoza, así como el Informe sobre infravivienda: Yagüe, F.; Boira, S. (coords.)(2005). Informe sobre infravivienda en el Casco Histórico de Zaragoza. CáritasDiocesana de Zaragoza, ambos disponibles en <http://www.caritas-zaragoza.es/> [Consultado el 7.07.05]


nos estamos refiriendo a personas cuya media de ingresosronda los 300 euros y cuyo ingreso tipo correspondería a unIngreso Aragonés de Inserción (37% de los participantes en el2004).

En el mismo Centro de Inserción Social, el 26%, que coinci-de con los de ingresos un poco más elevados, consiguió viviren un piso alquilado, algunos de ellos compartiéndolo. Porello pagaron entre los 150 y los 480 euros, que eran los pre-cios más bajos correspondientes a las viviendas de laSociedad Municipal de Rehabilitación Urbana, aunque,durante 2004, sólo un usuario fue beneficiario de este tipo dealquileres.

También se contó en el Centro de Inserción Social con la rea-lidad de los "okupas" y "chupanos" (caseta-cobertizo abando-nada y sin ningún tipo de servicio), dos personas vivían enestas condiciones.

Debido a su escasez de medios, muchas de las personas queparticipan en los distintos recursos de inserción de Cáritas seencuentran atrapados en varios círculos o espirales de exclusión26.

Como cuentan con ingresos bajos (Ingreso Aragonés deInserción, Pensión No Contributiva…) sólo pueden acceder aviviendas de escasa habitabilidad, a viviendas compartidas oalquiler de habitaciones, etc., lo cual va a suponer, aproximada-mente, la mitad del total de sus ingresos y, como consecuencia, seven obligados a hacer uso de comedores sociales y de ayudas deurgencia municipales o parroquiales. Dicho de otra manera, nopueden salir del ambiente de la exclusión.


26 En la situación de partida, al iniciar el proceso de inserción en el Centro deInserción Social, ocho personas lo iniciaron viviendo en recursos residenciales–albergue, refugio, comunidad Proyecto Hombre,…- y una, estando en la calle.


Al contar con recursos económicos tan limitados, sólo puedenacceder a viviendas en zonas determinadas de la ciudad que sue-len coincidir con las más degradadas y donde sobreviven personascon problemas similares de los cuales intentan salir: toxicomanías,alcohol, prostitución…

Esta misma pobreza económica, unida a la necesidad de viviren algún sitio, les obliga a alquilar propiedades de determinadoscaseros que, podríamos decir, "viven de los pobres" y también anuestro pesar, de entidades como Cáritas que suelen hacerse cargodel desembolso inicial de la fianza más un mes por adelantado.

Por otra parte, Cáritas estima que el 99% de las mujeres queacompaña tiene problemas de vivienda. A menudo, son los insufi-cientes recursos económicos los que les impiden tener una vivien-da que constituya su hogar –mujeres que han de vivir en pensio-nes, casas de acogida, habitaciones realquiladas sin espacios pro-pios…–. Incluso mujeres y sus familias que han conseguido acce-der a una vivienda de bajo alquiler de la Sociedad Municipal deRehabilitación Urbana del Ayuntamiento de Zaragoza y que, da-dos sus escasos ingresos que siempre están por debajo de los gas-tos, suelen acumular deudas. Estas familias necesitan, de maneraregular, aportes de otras ayudas sociales, lo que les impide la auto-nomía y el tan nombrado protagonismo de la persona en su propioproceso.

En otras ocasiones, las condiciones estructurales o el entorno dela vivienda son poco apropiadas –infraviviendas en barrios degra-dados– o han de vivir en barracones o furgones cuando, en el peorde los casos, no tienen domicilio habitual y alternan domicilios deconocidos, coches, casas abandonadas, o la propia calle si el tiem-po lo permite.

Ponemos de manifiesto el tema económico porque la mayoríade los alquileres del mercado inmobiliario, en este momento,supera con creces el porcentaje límite del 40% de los ingresosfamiliares mensuales.



Con 288 euros de una pensión no contributiva, es material-mente imposible alquilar un piso digno y, a la vez, satisfacer lasdemás necesidades básicas. En la misma situación se encuentranlas perceptoras de pensiones de viudedad u otras pensiones asis-tenciales, como hemos visto anteriormente.

Con los trabajos marginales o empleos precarios que suelenmantener a estas familias, pagar alquileres de hasta 650 euros poruna casa con tres habitaciones en un barrio popular es impensa-ble, lo que las aboca a situaciones de hacinamiento y falta de espa-cios personales, problema que se da con frecuencia en las familiasinmigrantes. También, a viviendas sin condiciones y en barriosmuy deteriorados, a pensiones donde se acumula mucha pobla-ción excluida con problemas heterogéneos, generando un espaciomuy poco apropiado para realizar un proceso de inserción o inte-gración.

Especial significación adquiere la vinculación del IngresoAragonés de Inserción al alquiler, ya que, según sea éste mayor omenor, varía la cantidad aportada a la mujer y su familia, abocán-dola a permanecer bajo el umbral de la pobreza, paradójicamen-te subvencionada.

Otro aspecto a tener en cuenta es el de las familias que acce-den a una vivienda de bajo alquiler de la Sociedad Municipal dela Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, que aunque mejoransustancialmente sus condiciones de habitabilidad, dadas las carac-terísticas que presentan (multiproblemáticas, incidencia de enfer-medad mental o física, escasos recursos económicos, dependen-cias…) requerirían de otras ayudas para mejorar su calidad devida.

En muchas ocasiones, los profesionales que acompañan estosprocesos ponen el acento en la adaptabilidad a la realidad queviven y en la organización del hogar y los recursos de los que dis-ponen, pero objetivamente, con niveles de subsistencia tan al lími-te, resulta un malabarismo económico llegar a fin de mes.



Por otra parte, también hay que tener presente que las condi-ciones adecuadas de una vivienda para una persona adulta no tie-nen por qué serlo para un menor. Una vivienda deficiente afectatambién a los padres convirtiendo la tarea de atender a los hijos enuna situación generadora de estrés.

El hogar no siempre es el lugar donde los menores se sientenprotegidos, y puede ser el espacio donde se producen conductasviolentas y maltratos amparados en la supuesta privacidad e inti-midad. La vivienda es un elemento esencial para que los menoresalcancen su pleno desarrollo. En la casa es donde se adquieren lasprimeras normas, pautas, valores de su cultura, donde se socializacon los demás; es el principal entorno donde los niños comienzana desarrollarse social e intelectualmente. Un espacio estimulante,variado, adecuado, donde poder explorar, moverse seguro, etc. vaa favorecer el desarrollo del niño como ser socialmente compe-tente e intelectualmente curioso.

Una vivienda segura ayudará a los menores a tener seguridademocional, estabilidad y a crear relaciones con el entorno conoci-do y confiar en el mundo que los rodea.

Sin embargo, como ya hemos visto, nos encontramos conviviendas que no reúnen las condiciones adecuadas para el plenodesarrollo y cumplimiento de los derechos de los menores. Lasviviendas son, en muchos casos, pequeñas, con poca luz, condeficiencias estructurales –humedad, goteras…–, con falta de equi-pamientos básicos –agua caliente, baño, ducha…– lo que impidela adquisición de hábitos, supone un riesgo para la salud física eintelectual e imposibilita el orden y la limpieza. En otros casos, lavivienda reúne las condiciones idóneas pero las familias se venobligadas a vivir en una sola habitación, en la que sólo disponende un metro cuadrado de superficie por persona. El hacinamientoimpide el desarrollo de hábitos saludables, favorece los malos tra-tos, la promiscuidad, los abusos sexuales y los accidentes domés-ticos. Las enfermedades contagiosas se transmiten con mayor rapi-dez. Afecta, también, al bienestar psicológico; hay más ruido,mayor actividad; imposibilidad de reposar, estudiar o concentrar-



se; hay mayor crispación, etc.; causas frecuentes del fracaso esco-lar y de los comportamientos violentos.

En cuanto al entorno, éste debería garantizar la seguridad de losmenores, sin embargo, nos encontramos con que las viviendas, amenudo, están ubicadas en ambientes degradados, con falta deespacios para el juego, con peligro por el excesivo tráfico, acumu-laciones de basura, carencia de servicios sociales, recreo, trans-porte público…

Igualmente, nos encontramos con viviendas, generalmente detipo social, que reúnen unas condiciones de habitabilidad dignasy cuentan con recursos a su alcance pero, debido a su concentra-ción en una misma área geográfica, propician que los niños pier-dan la posibilidad de desarrollarse plenamente, ante la consi-guiente degradación de colegios y espacios comunes, aparición depandillas…

A esto se añade un elemento importante y relativamente fre-cuente en las familias a las que Cáritas acompaña: el desahucio ylas graves repercusiones que tiene, de manera muy especial paralos menores. Suele producirse de manera violenta, supone la pér-dida del espacio conocido y de la estructura social, a la vez que,también, de parte de los bienes que pudiera tener la familia, inclu-so puede conllevar la separación del grupo familiar. Los cambiosconstantes de domicilio impiden el sentido de pertenencia, la posi-bilidad de mantener amistades, suponen desorientación física yemocional favoreciendo el desarraigo.

En el trabajo diario de Cáritas con personas pertenecientes aminorías étnicas –gitanos e inmigrantes–, se detectan dificultadesespecíficas que, en muchas ocasiones, son las que provocan esedesarraigo o falta de integración social a causa o consecuencia delfactor de la vivienda:



El recelo de los propietarios. No siempre se puede presentaruna nómina por no tener trabajo con contrato (indocumenta-dos) y ni se pueden demostrar ingresos fijos o aval (en laactualidad, casi todos los propietarios los solicitan).

El abuso en los precios por parte de algunos propietarios.Éstos saben la falta de oportunidades que este colectivo tienepara elegir en el mercado inmobiliario y que la urgencia ynecesidad hacen pagar el precio (aunque sea abusivo) quemarcan, aun sabiendo que está muy por encima del precioadecuado para las condiciones de la vivienda.

El hacinamiento. En la mayoría de las ocasiones y provocadopor la dificultad de encontrar vivienda, muchos inmigrantesse ven abocados a compartir piso. Hay casos alarmantes porel número de personas que convive, unido al alto coste quetienen que pagar por un colchón en el suelo.

Disponer o no de vivienda, y según las condiciones en las queésta se encuentre, condicionará el poder traer o no a la fami-lia y poder solicitar la reagrupación familiar.

El idioma y la cultura. Si ya resulta dificultoso acceder a unavivienda de alquiler, encontrar dónde hacerlo, negociar uncontrato, saber precios del mercado de alquiler, etc., todavíaes más complicado cuando la persona carece de las herra-mientas lingüísticas y/o culturales necesarias.

La falta, en algunos casos, de red social de apoyo –familiares,amigos…– provoca el desconocimiento de lugares dondeacudir a buscar alojamiento, utilizar la red de pensiones orecursos para personas "sin techo".

Imposibilidad de solicitar vivienda de la Sociedad Municipalde Rehabilitación Urbana del Ayuntamiento al carecer dedocumentación o no llevar el tiempo de empadronamientosuficiente.



Parece interesante reseñar algunos aspectos preocupantes comoel que el 6,2% de las viviendas habitadas por inmigrantes carecede agua, el 2,6%, de luz y el 48%, de ducha, con un índice dehacinamiento de un 3,9% frente al 0,55% del resto de ciudada-nos27.

Si, como hemos visto, el factor de la vivienda puede ser un ele-mento provocador de desarraigo social, para los enfermos menta-les, transeúntes o presos no es una posibilidad sino una realidaddramática.

Para las personas que malviven en la calle, mendigan pertre-chados por su propia picaresca o arrastran su precaria salud pordiversos centros, las barreras para acceder a una vivienda se con-vierten en auténticos muros infranqueables.

El Observatorio Europeo para los "sin techo" destaca que cuan-do las personas experimentan dificultades sociales, económicas oalgún tipo de dificultad personal la salida depende de los recursosa los que tenga acceso en ese momento. El riesgo de convertirse en"sin techo" se ve incrementado por la falta de acceso a los recur-sos, ya sean económicos, de ayuda de familiares y amigos o de losservicios públicos o voluntarios. Por otra parte, la oferta de vivien-das es un factor crucial. Según este informe, cuatro son los facto-res que aceleran este fenómeno: los materiales (destacando lavivienda y la escasez de recursos), los personales, los afectivos ylos institucionales.


27 Datos procedentes del Estudio Diagnóstico de Necesidades Sociales de Zarago-za. Ayuntamiento de Zaragoza. 2002.


Las personas sin techo requieren una intervención integraldesde las políticas sociales y desde el trabajo voluntario. Las medi-das de política de vivienda deben integrarse en las políticas socia-les, actuando como elemento potenciador de la intervención quese hace sobre estos colectivos.

Complicando este panorama, para las personas privadas delibertad la vivienda es la propia prisión, es el espacio en el que seva a desarrollar su vida. La estructura arquitectónica de la prisióntiene una función de seguridad, no recuperadora, es un espaciodespersonalizado en el que el preso proyecta su agresividad al serel principal elemento de su encarcelamiento, elemento que leimpide y le limita. Esta configuración favorece un rápido deterio-ro, lo que influye en la calidad de la vida del preso y repercute, engran medida, en su salud, al igual que el hacinamiento. A pesar deque cuando se piensa en las cárceles se ven grandes instituciones,habrá que distinguir entre el espacio existente, el que vemos oimaginamos, y el espacio disponible, el real, el que puede usar elpreso, que es muy escaso y restringido, teniendo sólo acceso aalgunas instalaciones en momentos puntuales como concesióngraciable.

La habitación del preso –celda, "chabolo"…– es pequeña, a losumo seis metros cuadrados que comparte con otra persona, sinespacio para la intimidad o la privacidad. En el CentroPenitenciario de Zuera hay un índice de hacinamiento del 150%,baste decir que es una prisión preparada para 1.080 personas en laque conviven 1.700 presos. Por otra parte, el patio es el lugardonde se va a desarrollar gran parte de su vida, fundamentalmen-te por falta de actividades y alternativas. Es una zona inhóspita,con un alto grado de hacinamiento, en la que la práctica habituales el paseo o el descanso –paseo carcelario–, pudiéndose dar enella el intercambio de tóxicos.

La persona presa se encuentra en permanente disponibilidad delcentro penitenciario, ya que los cambios de módulo o de celda soncontinuos. Esto crea una gran inestabilidad en las personas –ansie-dad, estrés, angustia…–, con sensación de que su vida no depen-



de de ellas, en continua adaptación, en la convivencia, al espacioy a las personas con las que comparte módulo o celda. Por otraparte, estar en prisión sin domicilio de referencia, sin familia quete acoja o lugar donde residir condiciona la concesión de permi-sos, (tercer grado o libertad condicional), lo que supone, para lamayoría de los casos, años de continuar en prisión. En resumen, nodisponer de vivienda vuelve a penalizar a la persona ya que se leimpide acceder a los beneficios penitenciarios.

Si bien las personas privadas de libertad tienen las necesidadesbásicas cubiertas –alojamiento y manutención–, la situación esbien distinta al salir de prisión. En el Centro Penitenciario deZuera, menos del 10% de presos tienen derecho a destinos remu-nerados o a trabajar en talleres productivos en los que cobraránentre 59 o 250 euros al mes. La disponibilidad de salir con algúndinero ahorrado es muy baja.

El tiempo de espera, en la calle, para poder cobrar el subsidiode excarcelación –375 euros mensuales– oscila entre el mes ymedio y los dos meses. Más del 40% de las personas atendidas enprisión por Cáritas no tiene una vivienda propia o de un familiardonde poder ir a vivir en el momento de salir del centro peniten-ciario.

Acabada la condena, las dificultades de acceso a una viviendason como para el resto de personas con ingresos económicos insu-ficientes, sin trabajo y en situación de riesgo social. Aun cuandocobren el subsidio, la vivienda a la que pueden acceder –que porlo general será una habitación alquilada con derecho a cocina,muchas veces en ambientes marginales– costará entre 200 y 250euros, quedando, después de este gasto, una cantidad ínfima parasobrevivir.

Además, los largos períodos de internamiento en la cárcel, pro-ducen consecuencias para la persona, la familia y la comunidad,tanto económica como socialmente. La reinserción social en unex-recluso no equivale a encontrar trabajo, ya que el resto de pro-blemas no desaparece sin un tratamiento adecuado. El 35% de las



personas atendidas desde Cáritas no tiene una red social en elexterior de la prisión, lo cual, además de hacer más dura su estan-cia en ella, dificulta su reinserción en todos los niveles, ya que loafectivo y los apoyos externos determinan en gran medida las posi-bilidades de éxito o, por el contrario, de reincidencia.

La experiencia nos dice que, sin recursos económicos propios,hasta que se cobra el subsidio de excarcelación, la alternativa esencontrar plaza en refugios o albergues, donde los plazos de estan-cia son más cortos, por lo general, de lo que tardan en percibirlo;pero son, también, lugares con un horario cerrado y con unambiente de riesgo tanto para el consumo de sustancia tóxicascomo para volver a entrar en el círculo de la delincuencia. Dehecho, casi el 14% de los reclusos a los que se acompaña está enla indigencia.

Nuestras cifras nos dicen que el 25% de personas atendidas enprisión proceden de familias desestructuradas y que otro 20%, apesar de tener familia, no cuenta con red familiar de apoyo al salirde la cárcel. En un 10%, ha habido una ruptura total del vínculofamiliar.

En Aragón, sólo existen dos recursos privados para presos condoce plazas, de las cuales, seis son sólo para permisos y las otrasseis plazas, mixtas, es decir, para personas que salen de permiso ypara personas que salen en libertad.

Decíamos que el factor de la vivienda puede ser un elementoprovocador de desarraigo y que en algunos colectivos, como losmencionados anteriormente, es una realidad. Pues bien, ésta setorna dantesca cuando a las distintas situaciones o problemáticasse añade la de la enfermedad mental.

La concepción que tienen los enfermos mentales de su casa nodifiere mucho del resto de personas no enfermas. Tener casafomenta un sentimiento de pertenencia y control, es el lugar dondemuchos pueden encontrar la tranquilidad que necesitan, ayudan-do a evitar situaciones de marginación –sin techo– y por tanto, evi-



tando la desvinculación de las áreas de vida cotidiana. Tener casasignifica pertenecer a una comunidad, a un barrio determinado,con todas sus connotaciones. El vecindario, aunque muchas vecessea un pilar de rechazo, otras, lo es de apoyo y ayuda.

Pero debemos tener en cuenta que muchos de los enfermosmentales tienen dificultades para atender autónomamente susnecesidades de alojamiento y para acceder y mantenerse en suspropios domicilios o en una vivienda digna y adecuada a sus nece-sidades y deseos.

En estas circunstancias influyen varios factores como:

La discapacidad y el deterioro de las habilidades socialesasociado o generado por la enfermedad mental.

Los insuficientes y limitados esfuerzos de los sistemas de ser-vicios de salud mental y servicios sociales, con falta de apo-yos terapéuticos para que el enfermo mental pueda vivir enla comunidad.

La soledad y las barreras sociales como la discriminación y elestigma de la enfermedad mental, lo que conlleva a una nulaparticipación en la vida del barrio –aislamiento social– y atener problemas con los vecinos, unas veces por el simplehecho de ser enfermos mentales y otras, debido a sus con-ductas no normalizadas.

La precariedad económica de estos enfermos que se ven obli-gados, muchos de ellos, a vivir en casas con poco o nuloequipamiento y en barrios con problemas de marginaciónsocial.

Todos estos factores contribuyen a generar un conjunto de con-secuencias negativas de cara a la atención e integración socioco-munitaria de esta población: uso inadecuado de la atención hos-pitalaria, incremento de los reingresos (puerta giratoria); sobrecar-



ga familiar; incremento del porcentaje de enfermos mentales ensituación de marginación, "sin techo"; y dificultades de integracióncomunitaria.28

Comenzábamos este capítulo diciendo que nuestra mirada pró-xima y nuestra vivencia cercana con los pobres nos hacía levantarla voz para reiterar la conculcación de derechos como la educa-ción, la vivienda, la salud y el trabajo29. Creemos haber descritoalgunas de las fotografías humanas, personales, que, a fuerza derepetirse, no pueden permanecer invisibles.

Dando un paso más allá, Cáritas quiere alertar acerca de algu-nos de los problemas que ve emerger con preocupación y sobrelos que no existe una respuesta social, lo que damos por llamarproblemas sin solución.


28 Para poner caras y personalizar algo más esta descripción técnica, baste decirque de una pequeña muestra de 27 usuarios del Centro de Día San Carlos deCáritas Diocesana de Zaragoza, 9 viven solos, 3 con sus padres muy mayores,11 de estos enfermos en edades comprendidas entre los 45 y los 55 años y otros11 entre los 55 y los 65 años. La media de metros cuadrados de su vivienda esde 75 m2.

29 Este último aparece extensamente tratado a lo largo del monográfico que pre-sentamos en este mismo informe con el título de «Precariedad, empleo e inser-ción social».


CAPÍTULO 3

PERFILES Y CARACTERÍSTICAS DE LAS FAMILIAS ATENDIDAS.

EXPLOTACIÓN DE LA FICHA SOCIAL UNIFICADA

En el Informe sobre la Exclusión del 2004–2005, se presentó unavance de los primeros resultados obtenidos por la Ficha SocialUnificada (FSU). Ya se comentó, entonces, el importante esfuerzoque supone, tanto por parte de la Institución como de todos susagentes, elaborar una herramienta que nos permita conocer y valo-rar de forma sistemática las personas que son atendidas desdenuestros centros y servicios. Consideramos la FSU como uno delos elementos clave en la configuración de un Observatorio de laPobreza en nuestra Diócesis. El objetivo general que perseguimoses crear un sistema de recogida de información unificado respectoa nuestras intervenciones que nos posibilite unificar los criterios,mejorar nuestra práctica de trabajo y poder realizar unos análisismás certeros de la realidad.

En este sentido, la ficha social no se reduce sólo a una mejoradel sistema de recogida de la información a efectos de estudios yanálisis propios, implica tener muy presente el modo de entenderla intervención social, nuestros criterios de actuación y nuestrossistemas de trabajo.


El sistema se sustenta en el concepto de familia30. El hecho deque el sistema de información se base en los miembros de la uni-dad familiar y no en la persona demandante, hace que el propiosistema y el esfuerzo en la cumplimentación correcta de la ficha sehaga mucho más complejo.

Antes de comenzar a extraer conclusiones de la informaciónofrecida por la FSU, es necesario abordar algunos temas relacio-nados con la procedencia y composición de la información.Aspectos como dónde han sido atendidas las familias de las cua-les se obtiene la información, en qué tipo de Servicios se ha reali-zado la intervención y cómo está distribuida la propia red deCáritas son elementos relevantes. Estas cuestiones deben ayudar aprecisar algunas de las afirmaciones que se realizarán y a contex-tualizar los datos contenidos en este informe.

El número total de familias atendidas durante el año 2004 porCáritas Diocesana de Zaragoza fue de 2.863, lo que implica laatención a cerca de 5.683 personas y la realización de 5.604 inter-venciones sociales31.


30 El concepto de familia que va a ser utilizado a efectos de recogida de informa-ción y de configuración de la unidad de análisis se basa, por una parte, en laexistencia de parentesco y, por otra, en el hecho de compartir un domiciliocomún. En este sentido, combina los conceptos de familia y hogar. Así, nuestraunidad de análisis estará compuesta por aquellas personas hasta el segundogrado de consanguinidad, en línea ascendiente o descendiente (abuelos, hijos,nietos), que vivan en el mismo domicilio.

31 Para el trabajo de explotación, nos hemos circunscrito a los datos referidos úni-camente a Zaragoza. La implantación de este instrumento está siendo progresi-va y, por ahora, los datos del resto de la Diócesis no son significativos. Por otraparte, en la explotación de la FSU no están incluidos los datos procedentes delCentro de Orientación y Acogida para Transeúntes. Con ello, el número de fami-lias que van a ser objeto de análisis será de 1.531 que se corresponden con2.317 actuaciones realizadas.


LA RED DE SERVICIOS DE CÁRITAS DIOCESANA.LA DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS

El número total de equipos y servicios desde donde se realizanacogidas en la ciudad y que se incorporan a la FSU es de 88, delos cuales, 66, corresponden a equipos parroquiales y 22, a servi-cios especializados. Así, la distribución del número de interven-ciones en función del tipo de servicio es como sigue:

Más del 70% de las intervenciones que se realizan en Zaragozase abordan desde los servicios de información y atención primariade la red parroquial y, por tanto, desde la estructura territorial deCáritas. El resto de las intervenciones se realiza por parte de loscentros y servicios especializados. Los diferentes servicios queestán representados son los siguientes:

173Capítulo 3. Perfiles y características de las familias atendidas. Explotación de la FSU

Intervención según tipo de Servicio

29%

71%

Centros y Servicios

Información y Atención Primaria

Colonia Urbana

Programa deInfancia

Proyecto de ApoyoEscolar «San Lino»

Proyecto deEducación Familiar

Centro deInserción Social

Cursos de FormaciónProfesional

Servicio de Diagnósticode la Empleabilidad

Servicio de BúsquedaActiva de Empleo

Talleres Prelaborales

Residencia«Santa Teresa»

Servicio de Ayudaa Domicilio

Programa de Mayores

Casa de Acogida«Juan Bonal»

Centro «Fogaral»

Programa Mujer

Taller«Delicias -Almozara»

Taller «Fogaral»

Taller «San Pablo»

Centro de Día «San Carlos»(Salud Mental)

Escuela Granja Taller«Torrevirreina»(Transeúntes)

Programa de Cárcel

Proyecto de AtenciónIndividualizada (Cárcel)

Área de Infanciay Familia

Área de Formacióny Empleo

Área deMayores

Área deMujer

OtrasÁreas


Así, la participación en porcentajes de los distintos Centros yServicios en función de las áreas de atención es como sigue:

DISTRIBUCIÓN ECONÓMICA DE LAS AYUDAS32

En los procesos de acompañamiento social, una buena parte delas intervenciones sociales realizadas suponen la concesión de unaayuda económica, cuya cuantía depende de las situación socio-económica de la familia o persona acogida.

Las ayudas económicas destinadas a cubrir necesidades básicashan supuesto casi un 86% del total de los apoyos económicosprestados, ascendiendo dentro de éstas la alimentación a un57,35% y la vivienda a un 21,49%.


Intervención de los Servicios Especializados

Área de Infancia yFamilia29%

Área de Formación yEmpleo22%

Otras 8%

Área de Mujer20%

Área de Mayores21%

Distribución de las ayudas por necesidades atendidas

Necesidades básicas 86%

Otras 4%Necesidades sanitarias 2%Acceso al empleo 1%Apoyo a la educación1%

32 Los datos de este apartado se refieren a la Memoria Institucional de Cáritascorrespondiente al año 2004 y abarcan a toda la Diócesis de Zaragoza.


Esta sistemática atención a las necesidades mas básicas que,año tras año, ocupa gran parte de nuestra ayuda directa, interrogay cuestiona acerca del número significativo de personas y familiasque en Zaragoza no tienen estas necesidades básicas cubiertas.

Por otra parte, la distribución de las ayudas por sector de pobla-ción implica que los dos colectivos que mayor índice de ayudaseconómicas presentan son el de mujer con un 30,81% y el deinmigrantes con un 30,29%.

DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DE LAS AYUDAS

Nos parece interesante en este apartado la aproximación a ladistribución dentro del territorio de las ayudas ofrecidas desdeCáritas. Ciertamente, con este ejercicio no se pretende la cons-trucción de un mapa de la pobreza en nuestra ciudad. Su cons-trucción no sería posible valorando únicamente en qué zonas desarrolla Cáritas con mayor intensidad su ayuda y, por tanto, viveun mayor número de usuarios atendidos. Sin embargo, y dado quela pobreza no tiene una distribución homogénea, estas distribu-

175

0

Mujer

Inmigrantes

Familia

Comunidad Gitana

Infancia

Toxicómanos

Mayores

Sin Techo

Juventud

Cárcel

Distribución de las ayudas por sector de población

5 10 15 20 25 30 35

30,81

30,29

16,35

9,38

7,89

1,86

1,44

0,99

0,66

0,32

Capítulo 3. Perfiles y características de las familias atendidas. Explotación de la FSU


ciones ofrecen algunas pistas sobre determinadas zonas de la ciu-dad en donde Cáritas, al menos, detecta una mayor concentracióndel fenómeno.

En la primera de las imágenes, se relaciona el número de inter-vención que Cáritas ha realizado en cada una de sus zonas deatención.

Se observa que, en número absoluto de ayudas, las zonas delCasco Histórico y Margen Izquierda (MIDE) acumulan el mayornúmero.

Distribuyendo, ahora, el número de ayudas en función de losdistritos censales y si relacionamos el número de familias atendi-das en cada distrito censal con la población de los mismos, seobtiene un índice que ofrece una imagen de lo que vamos a deno-minar "intensidad de la ayuda", esto es, ordena aquellos distritosen donde la proporción entre familias atendidas respecto a lapoblación es mayor.



Los tres primeros distritos en intensidad de la ayuda son CascoHistórico, Delicias y Oliver-Valdefierro. El Casco Histórico se sitúamuy por encima de los demás y sigue siendo una zona donde seconcentran importantes bolsas de pobreza en Zaragoza. Es, ade-más, un punto de llegada para inmigrantes en situación de alta pre-cariedad. Muchos encuentran allí alojamientos de bajo costo encondiciones muy precarias de habitabilidad. Destaca, también, lasituación de Oliver–Valdefierro, éste sigue siendo un distrito endonde viven familias en situación de intensa pobreza.

La situación en la Margen Izquierda es diferente, estamos anteun territorio muy amplio en donde conviven unas zonas con unagran expansión de vivienda nueva con otras en las que se concen-tran bolsas de pobreza como en determinados sectores delPicarral, Arrabal o Barrio Jesús, así como en diferentes "grupos deviviendas" que se encuentran en el distrito.

177

Índice de la intensidad de la ayuda

0

Total Zaragoza

Casco Histórico

Delicias

Oliver- Valdefierro

Las Fuentes

Universidad

Margen Izquierda

Torrero-La Paz

San José

Barrios Rurales Oeste y Santa Isabel

Almozara

Barrios Rurales Norte y Casablanca

Centro

1 2 3 4 5 6 7



Concretando algunas zonas y calles de Zaragoza en donde resi-den familias que recurren a los servicios de Cáritas, la imagen dela ciudad que se nos presenta es la siguiente33:

El Casco Histórico de Zaragoza aglutina un número importantede calles en donde tienen su residencia usuarios de Cáritas. Lascalles de mayor concentración se sitúan en los extremos del distri-to: barrio de San Pablo, entorno de las calles Agustina de Aragóny Ramón Pignatelli y barrio de la Magdalena.


33 Las calles señaladas son las que se corresponden con un mayor número de do-micilios registrados. En azul aparecen las avenidas y calles más grandes y, portanto, con una no tan acusada concentración de domicilios; en rojo, aquellascalles más pequeñas en donde sí se produce una concentración más elevada.Los círculos representan los entornos de calles en donde observamos mayoresconcentraciones.


Ya se ha hablado sobre el enorme y desigual distrito de laMargen Izquierda que constituye un buen ejemplo de cómo lapobreza se ubica en el territorio. Junto a zonas de gran desarrollohabitadas por ciudadanos con unos niveles de calidad de vidanotables, encontramos otras caracterizadas exactamente por locontrario. En una descripción somera de las mismas, aparece, enprimer lugar, el entorno del Camino del Vado, en el barrio Jesús.En segundo lugar, la zona ubicada entre la Avenida de la Jota y laAvenida de Cataluña con calles como Pascuala Perié y José deOto. En los últimos meses están también apareciendo casos en losalrededores del Camino Torrecillas, situado al otro lado de laAvenida de Cataluña.34 Otras concentraciones estarían localizadasen los Grupos Polanco y Ortiz de Zárate y el conjunto de callescomprendidas entre la Calle Somport y General Yagüe (Batalla delEbro, Calamocha, Anzánigo, General Moscada, General Monas-terio, Bello Aragón…). También los entornos de las callesMargarita Xirgu, Pedro Saputo y Emeline Pankhurst. Por último, elentorno de las Descalzas Reales se corresponde con los barraco-nes de la Unidad de Realojo del Ayuntamiento de Zaragoza.

En el barrio de Torrero, destaca el entorno de la calle Orenseformado por esta misma calle junto con las de Oviedo, Lugo y LaCoruña, siendo especialmente significativa esta última. Se observa,en estas calles, un cambio en el tipo de familias residentes que hanpasado de ser familias pertenecientes a la comunidad gitana afamilias de inmigrantes de origen principalmente rumano y ecua-toriano.

En el barrio de San José, las atenciones se concentran en elentorno de María Moliner, fundamentalmente en las calles Cidón,Liria y Borderas.


34 También, en esta zona de la ciudad, a finales del año 2003 se derrumbaron lascasas ubicadas en torno a la calle Isla de Mallorca, algunas de estas familias setrasladaron entonces a una fábrica abandonada, situada en la misma zona, endonde siguen habitando en la actualidad.


En el barrio de Delicias, se sitúan tres zonas bastante definidas:los entornos de las calles Escosura, Santander, Tarragona…; otra enlas calles Zapata, Quevedo, San Antonio Abad… y otra en la calleSangenis.

En la zona Centro, destaca el entorno de la calle Lorente alre-dedor de las calles Bretón y S. Antonio Mª Claret de donde proce-den un número significativo de familias de esta zona.

Del barrio Oliver, destaca la zona de alrededor de la Plaza deLolita Parra y, en concreto, la del Grupo Gral. Urrutia.

Por último, destacamos en el mapa los asentamientos chabolis-tas en las zonas del Príncipe Felipe y del Camino de Enmedio.



CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICASDE LAS FAMILIAS ATENDIDAS

Dentro de las caracterización general de las familias atendidas,resaltamos tres sectores que tienen una relevancia especial. Nosreferimos a los colectivos formados por familias constituidas porpersonas en situación administrativa irregular, a las familias mono-marentales donde la demandante es una mujer y a las pertene-cientes a la comunidad gitana.

Así, de las 1.531 familias atendidas que son objeto de análisisen este trabajo, en 500 de ellas, alguno de sus miembros es denacionalidad no española y se encuentra en una situación admi-nistrativa irregular, 313 familias pertenecen a familias monoma-rentales donde la demandante es una mujer y 201 familias perte-necen a la comunidad gitana. Gráficamente los porcentajes querepresentan, respecto al total de familias atendidas, son para estossectores los siguientes:

181

0%Situación irregular

(inmigrantes)

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

SINO

Tipo de hogar(Monomarental)

Minoría étnica(C. Gitana)

68,34 79,56

31,6620,44

86,87

13,13

Sectores de atención



LA TIPOLOGÍA DE LOS HOGARES

La composición de los hogares en nuestro país ha sufrido unaimportante transformación en estos años como se muestra en elúltimo Censo de Población y Viviendas (2001). El tamaño mediode los hogares disminuye y aumenta el número de hogares uni-personales. No obstante, el modelo familiar que predomina enEspaña es el hogar formado por una pareja y dos hijos (17,7%),seguido del modelo compuesto por una pareja sin hijos (17,3%).Esta última tipología de hogar ha aumentado en medio millón enel periodo 1991-2001.

Sin embargo, la estructura de los hogares de los usuarios deCáritas varía significativamente. Si comparamos los datos con losdel Censo obtenemos el siguiente gráfico:

Se producen diferencias importantes entre ambas distribucio-nes. La más importante se refiere al menor porcentaje de atencióndesde los servicios de Cáritas a hogares compuestos por parejassolas o parejas con hijos, en beneficio de los hogares monoma-rentales y otras tipologías de hogar. El 20,4% de las familias aten-didas pertenecen a hogares en donde, el adulto es una mujer. Este


0%Hogar

unipersonal

10%

20%

30%

40%

50%

60%Tipología familiar

Parejasola

Parejacon hijos

Hogarmonomarental

Otros

Datos Cáritas. FSUEspaña


dato es significativo y se corresponde con un importante sector deatención desde Cáritas: unidades familiares monomarentales demadres solas en situación de exclusión. Cuando hablamos demonomarentalidad nos referimos a una familia donde toda la res-ponsabilidad de la misma recae tan solo en una persona, y en estecaso, una mujer en situación de vulnerabilidad. Una mujer quetiene que cumplir con los roles de padre y de madre, trabajar fueradel hogar para solventar las necesidades económicas y, además,organizar y asumir todas las tareas del hogar y la educación de sushijos35.

Respecto a las que se engloban como otras tipologías de hogar,que, en el caso de Cáritas, suponen un 36,4% de atención frenteal 11,95% de los datos nacionales, se observa que gran parte deeste porcentaje se refiere a dos tipologías específicas: hogar de másde un núcleo (10,97%) y hogar sin parentesco ni núcleo (12,93%).La primera de las tipologías se corresponde con aquellas viviendasen las que vive más de una familia y, como veremos más adelan-te, con problemas de hacinamiento e insalubridad. Esta tipologíade hogar suele ser frecuente en población inmigrante de llegadareciente y en familias pertenecientes a minorías étnicas. La segun-da, el hogar sin parentesco ni núcleo, se refiere fundamentalmen-te a pisos compartidos, habitaciones alquiladas y a personas queresiden en los centros residenciales de Cáritas.

En el caso de la distribución de hogares unipersonales, y al igualque ocurre en el Censo, el porcentaje es alto para los usuarios deCáritas (14,63%). De las personas que habitan estos hogares, el30% tiene más de 65 años. Recordemos que, según los datos sobrepobreza que se han presentado en el capítulo anterior, muchas deestas personas mayores van a quedarse, sistemáticamente, pordebajo del umbral de la pobreza.


35 Para una profundización de los problemas y estrategias de trabajo respecto a estesector podemos acudir al siguiente estudio: Escuín T.; Boira S.; Martínez A.(2005) Vivencia de la maternidad y actitudes educativas en madres solas ensituación de exclusión. Cáritas Diocesana de Zaragoza.


EL PERFIL DEL DEMANDANTEDE LOS SERVICIOS DE CÁRITAS DIOCESANA

De entre los caminos disponibles para ofrecer una imagensociodemográfica de las personas usuarias de los servicios deCáritas, se proponen dos vías de aproximación: por una parte, elanálisis de los demandantes, esto es, de aquellas personas que seacercan o son atendidas directamente en nuestros centros y servi-cios; por otra, el análisis de los demandantes más los grupos fami-liares de referencia de dichos demandantes36.

Los demandantes que solicitaron algún tipo de información oservicio a Cáritas Diocesana de Zaragoza, en el año 2004, fueron1.564 personas y el número total de las que componen las unida-des familiares de referencia es de 4.567 personas.

Sexo

Respecto a la variable sexo, un dato importante es que en el 67% de las familias atendidas por Cáritas (486 familias), el demandantede la ayuda ha sido una mujer.


Sexo del demandante

67%33% Mujer

Hombre

36 La opción de abordaje familiar de nuestro Modelo de Intervención Social y regis-tro implica la solicitud de información sobre toda la unidad familiar, lo que nosaporta una importante información sociodemográfica en esa dirección, ademásde una opción táctica en la concepción de la intervención.


Como ya se comentó en el avance presentado el pasado año,creemos que este hecho se reproduce en otros marcos de los ser-vicios sociales. En el marco de los usuarios de los ServiciosSociales Comunitarios de Aragón la proporción en función delsexo implica que el 54% de usuarias son mujeres frente al 48% dehombres. La relación muchas veces "exclusiva" con la mujer, en unmarco de intervención y ayuda a la familia, toma una especial rele-vancia desde un planteamiento de intervención familiar global, enlo que implica que sea ella la encargada de mantener la relación ysolicitar las ayudas a los servicios37.

Edad

El análisis de la edad permite apuntar algunas tendencias quepueden delimitar grupos de personas con características parecidasy con recorridos igualmente similares en los itinerarios de inclu-sión/exclusión. Ciertamente, y como se está tratando de describiry argumentar a lo largo de todo el informe, la experiencia de todoslos días dibuja estas características diferenciales. Aunque somosconscientes de la dificultad e incluso de la inconveniencia de esta-blecer tipologías concretas, aspectos como la edad ofrecen ele-mentos interesantes para la reflexión.

185

5

5

10

15

20

%

% Demandantes FSU SIUSS

0-4 5-9 10 - 15 - 20 - 25 - 30 - 35 - 40 - 45 - 50 - 55 - 60 - 65 - 70 - 75 - 80 - 85 - 90 - +9514 19 24 29 34 39 44 49- 54- 55 - 64 - 69- 74 79 84 89 94

Grupos de edad (FSU - SIUSS)

SIUSS: Sistema de Información de Usuarios de Servicios Sociales de Aragón

37 El exceso de sobrecarga que, en muchas ocasiones, hacemos recaer sobre lasmujeres en relación con la cumplimentación de los acuerdos sociales y el papelambivalente, aunque muchas veces determinante, en la toma de decisiones sontemas fundamentales.



En líneas generales, la edad de los usuarios de Cáritas, a dife-rencia de los usuarios de los Servicios Sociales Comunitarios deAragón, se caracteriza por su juventud.

En el caso de los Servicios Sociales Comunitarios, la proporciónmáxima de usuarios se alcanza a partir de los 75 años, lo queimplica una situación muy diferente en el caso de Cáritas, dondela franja de edad que contiene un mayor número de demandantesse alcanza en el grupo 35-39 años. El 45,8% de los demandantesde Cáritas tiene entre 25 y 39 años.38

Dos colectivos ayudan de forma decisiva a rejuvenecer laedad: el grupo de personas no españolas y la comunidad gitana. Sila edad media del grupo total de demandantes es de 43 años, éstadesciende a 38 años si sólo consideramos a la comunidad gitana ydesciende hasta los 36 años si se considera únicamente al grupode los "no españoles". Veamos cómo se concretan estos datos aldesagregarlos por grupo de edad:


05

101520

%

15 -19

20 -24

25 -29

30 -34

35 -39

40 -44

50 -54

55 -59

60 -64

65 -69

70 -74

75 -79

80 -84

85 -89

90 -94

+95

Grupos de edad (FSU)

25

% Demandante español% Demandante no español Demandante C. Gitana

45 -49

38 Como los mismos Servicios Sociales Comunitarios apuntan, casi la mitad de suatención se sitúa en el sector de personas mayores y muy alejados de las edadesmedias atendidas en Cáritas. Sin que éste sea el momento para una profundiza-ción de este fenómeno, lo cierto es que esta circunstancia no es aleatoria. Porotra parte, éste es un buen ejemplo de lo que se comentó al principio del capí-tulo referente a la parcialidad/complementariedad de las lecturas sobre la vul-nerabilidad y la pobreza, las cuales deben ayudar a la realización de valoracio-nes globales de estos fenómenos, la detección de problemas emergentes y laadaptación de los recursos existentes.


Estado Civil

Los datos referidos al estado civil de las personas atendidasdesde Cáritas reflejan algunas diferencias significativas respecto alos obtenidos por el Censo 2001. Decrece el porcentaje de deman-dantes solteros y casados a favor del de las personas separadas ydivorciadas. Esta diferencia es especialmente acusada para el casode las personas casadas.

Esta situación apunta, nuevamente, hacia un colectivo impor-tante que es atendido desde nuestra Institución: el grupo de muje-res separadas o divorciadas, a menudo con hijos, que se encuen-tra en situación de vulnerabilidad. De hecho, el 82,3% de las per-sonas que se encuentra en esta situación son mujeres.

Nivel educativo alcanzado

Tradicionalmente, los niveles de pobreza han venido asociadoscon bajos niveles de instrucción. En líneas generales esto siguesiendo así, aunque se observan algunos elementos que estánhaciendo cambiar esta situación: la aparición de situaciones devulnerabilidad en capas sociales más amplias y la llegada de inmi-grantes con buenos niveles formativos son dos hechos explicativosde este fenómeno.

187

Soltero/a

Casado/a

Separado/a; Divorciado/a

Viudo/a

Ns/Nc

34,5

33,9

21,3

8,6

1,8

40,7

49,7

2,2

7,4

% FSU % CENSO 2001

Estado Civil



En comparación con los datos del Censo 2001, se observa que,aun siendo las distribuciones bastante similares, el porcentaje deusuarios de Cáritas aumenta en el nivel de estudios de PrimerGrado39 en perjuicio del resto de segmentos. Sin embargo, si desa-gregamos la edad de los usuarios de Cáritas en personas españolasy no españolas la imagen que obtenemos es distinta.


0102030405060

% FSU Censo 2001Analfabetos/sin estudios Primer Grado Segundo Grado Tercer Grado

Nivel educativo FSU/censo 2001

0102030405060

No españolesAnalfabetos/sin estudios Primer Grado Segundo Grado Tercer Grado

Españoles

Nivel educativo Españoles/No españoles

39 La clasificación del nivel de estudios por grados es la aplicada en el Censo 2001.Se considera que una persona ha alcanzado un determinado nivel de instruccióncuando ha terminado y aprobado todos los cursos de ese nivel y está en condi-ciones, por tanto, de obtener el título o diploma correspondiente. Con lossiguientes valores: Analfabetos: se considera que una persona es analfabetacuando no sabe leer o escribir en ningún idioma; Sin estudios: personas quesaben leer y escribir pero fueron menos de cinco años a la escuela; Primer Grado(primarios): personas que fueron a la escuela cinco años o más sin completarEGB, ESO o Bachiller Elemental; Segundo Grado (secundarios): cuando se haterminado ESO, EGB, Bachillerato Elemental, Bachiller Superior, BUP, BachillerLOGSE, COU, PREU, FP de grado medio, FPI, Oficialía industrial o equivalente;FP de Grado Superior, FPII, Maestría Industrial o equivalente: Tercer Grado: per-sonas que han terminado una Diplomatura, Arquitectura o Ingeniería Técnicas,3 cursos de una Licenciatura, Ingeniería o Arquitectura, una Licenciatura, unaIngeniería o el Doctorado.


En el gráfico anterior, se muestra cómo los niveles formativos delos demandantes no españoles son sensiblemente superiores al delos demandantes españoles en los niveles de instrucción alcanza-dos de Segundo Grado y Tercer Grado. Así, los usuarios españolesde Cáritas quedan por debajo de las medias en lo referente a nive-les formativos alcanzados en las medias ofrecidas por el Censo2001 para la población general, invirtiéndose la tendencia al con-siderar únicamente a los usuarios no españoles.

Situación Sanitaria

La salud es un elemento esencial en el itinerario de la inclusiónsocial. Como se afirma desde el propio Gobierno de Aragón, lasalud es "un elemento transversal que junto con otros (recursoseconómicos, educativos, culturales, etc.) configura de una formamultidimensional el bienestar de los ciudadanos. La salud es unode los ámbitos donde las desigualdades sociales pueden manifes-tarse con mayor fuerza, afectando a otras esferas fundamentales enla vida de las personas"40.

Revisando el estado de salud general de todas las personas reco-gidas en la base para el periodo de estudio, se obtienen los siguien-tes datos:

189

0102030405060

Defic

iencia

intel

ectua

l

70

%

Situación sanitaria del total de la base FSU

Depe

nden

cias

No sa

be

Estad

o salu

dable

Enfer

meda

d fís

ica ag

uda

Proble

mas p

síquic

os

Enfer

meda

d fís

ica cr

ónica

40 I Plan de Inclusión Social en Aragón 2005/06.



Así, de las 4.567 personas contenidas en la base, el 65,51%, seencuentra en un estado saludable. Si concretamos estos datos parala situación sanitaria de las personas demandantes, la situación esla siguiente:

En el caso de los demandantes, disminuye el porcentaje delgrupo "no sabe" y el de personas en un "estado saludable" al 9,9%y 55,2% respectivamente. La determinación del estado de salud seproduce por una valoración constrastada dentro de los equipos deatención primaria, bien ante una situación evidente, bien por unaporte de información complementaria por parte del demandante.Estos datos implican, por tanto, que el 35% de los demandantesde los servicios de Cáritas se encuentra en una situación no ade-cuada respecto a la salud en el momento de la realización de lademanda. De estas personas, 274, presentaban una enfermedadfísica crónica; 120, problemas psicológicos y 87, algún tipo dedependencia.

Por último, y como ya se apuntó el pasado año en el avance dedatos de explotación de la FSU, se ha consolidado el referido alporcentaje de familias atendidas que incluye a algunos de susmiembros con un problema de salud mental. De las 1.531 fami-lias, 197, esto es, el 12,87%, se encuentra en esta situación.


0102030405060

Defic

iencia

intel

ectua

l

%

Situación sanitaria de los demandantes FSUDe

pend

encia

s

Enfer

meda

d fís

ica ag

uda

Proble

mas p

síquic

os

No sa

be

Estad

o salu

dable

Enfer

meda

d fís

ica cr

ónica


País de nacimiento

En cuanto al lugar de procedencia de las personas demandantesde los servicios de Cáritas, el 49,45% son españoles, lo que impli-ca que la mitad de ellos, y éste es un dato muy significativo, no loson. Si comparamos por continentes de procedencia de las perso-nas extranjeras demandantes de Cáritas con los datos del PadrónMunicipal41, da como resultado el siguiente gráfico:

Vemos que, en el caso de la atención desde Cáritas, se atiendea un menor número de europeos y asiáticos, respecto al porcenta-je de empadronados, en favor de americanos y africanos. De loseuropeos atendidos, gran parte de ellos proceden de países extra-comunitarios, exceptuando a los demandantes procedentes dePortugal. En este caso, prácticamente todos ellos pertenecen a lacomunidad gitana.

Concretando los países con mayor número de familias extranje-ras atendidas, la lista de los más importantes es la siguiente:

191

01020304050

%

Procedencia FSU-Padrón

% Padrón% FSUEuropa África América Asia Oceanía Ns/Nc/Otros

41 Datos oficiales del Padrón Municipal a 1 de enero de 2005 ofrecidos por elAyuntamiento. Zaragoza en cifras. 2005. Disponible en <http://www.ayto-zara-goza.es/estadistica/> [consultado el 9.08.05]



Por otra parte, el impacto que están teniendo en nuestra socie-dad los fenómenos migratorios es enorme. De un lado, la llegadade personas inmigrantes es siempre una oportunidad de progresoy de enriquecimiento para los pueblos; por otro, muchas de laspersonas que están llegando sufren intensas situaciones de vulne-rabilidad social y pobreza. Esta situación está generando unademanda creciente en la red de servicios sociales. En Cáritas, laatención a personas de nacionalidad no española es creciente y,desde nuestra Institución, estamos especialmente preocupados porla situación del grupo de inmigrantes en situación administrativairregular que, a menudo, se encuentra en situaciones de gran pre-cariedad. Como ya se comentó, el 32,6% de las familias atendidasdurante el año 2004 tenían a alguno de sus miembros en situaciónde irregularidad, siendo el número total de personas que confor-maban estas familias de 1.185.

LOS INGRESOS Y LOS GASTOS DE LAS FAMILIAS

Algunos especialistas de las ciencias sociales, especialmente loseconomistas, se refieren casi exclusivamente a los ingresos, al con-sumo y, hasta cierto punto, al bienestar humano, como elementos


EspañaEcuadorMarruecosRumaníaArgeliaGuinea EcuatorialColombiaPortugalGambiaArgentinaNigeria

Nº %País

765220

797469474538151411

49,514,2

5,14,84,53,02,92,51,00,90,7

País de nacimiento FSU


para entender y medir la condición de pobreza y bienestar de laspersonas42.

Si bien, no constituyen el único ni el mejor de los recursos parapoder acercarnos a la complejidad de la realidad de las atencionesprestadas, las cifras que nos ofrece la Ficha Social43 son las si-guientes:

Pese al porcentaje de familias de las que desconocemos el totalde sus ingresos, creemos significativo apuntar, aunque sea demanera orientativa, que el ingreso medio por familia sobre losdatos disponibles es de 494,19 euros.

193

%

8,921,7215,7513,5240,03

124,42338,09544,63932,15

Ingresos medios FSU

Euros

Desconocido

42 "Mientras que la definición de la pobreza en términos de recursos financierospuede ser una herramienta útil, es importante subrayar que es una herramientamuy cruda cuya utilidad es limitada. La complejidad de la pobreza no se puedecaptar simplemente midiendo los ingresos o los gastos [...] "La pobreza es unfenómeno multidimensional, multifacético que se basa no sólo en los ingresos,sino que incluye las necesidades más básicas, derechos humanos fundamenta-les y factores intangibles tales como la vulnerabilidad, el riesgo, la desigualdad,la marginalización, la discriminación, la exclusión, los sentimientos de impo-tencia, la limitación de las opciones y las elecciones". Cáritas Europa (2004)Segundo Informe sobre la Pobreza en Europa. La necesidad de políticas orienta-das hacia la familia. Bruselas: Cáritas Europa.

43 El 40 % de los datos recogidos bajo el epígrafe «Desconocido», se refiere a aque-llos casos en los que no conocemos los ingresos de las personas, debido a la difi-cultad de su obtención, o a dificultades técnicas en su tratamiento.



El siguiente cuadro explicativo nos acerca un poco más a la rea-lidad de las familias atendidas y de los ingresos medios de cadauna de ellas, en función de algunos sectores característicos deatención:

Las familias monomarentales y las familias pertenecientes a lacomunidad gitana obtienen ingresos por debajo de la media. Parauna mejor comprensión del alcance de estas situaciones debemosponerlas en relación con otras de las realidades de nuestro pano-rama actual: el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el IngresoAragonés de Inserción (IAI).

Salario Mínimo Interprofesional en 200444

Si bien es cierto que algunas familias puedan tener ingresoscomplementarios de los que no nos hayan informado, muchas deellas no llegan a las cuantías del Salario Mínimo Interprofesional.Respecto a los importes medios, las familias monomarentales y lasfamilias pertenecientes a la comunidad gitana, apenas llegan al 92y 77%, respectivamente, del mismo.


Familias ensituación irregularTotal Familias monomarentales

y demandante mujerFamilias de la

comunidad gitana

Ingresos mediospor familia 392,68 euros494,19 euros 503,05 euros 476,17 euros

Importe Diario

Hasta 30.06.2004 15,35 euros 460,50 euros 6.447,00 euros

Importe Mensual Importe Anual

Desde 01.07.2004 16,36 euros 490,80 euros 6.871,20 euros

44 R. D. Ley 3/2004 de 25 de junio, para la racionalización de la regulación delSalario Mínimo Interprofesional y R. D. 2388/2004 de 30 de diciembre, por laque se fija el Salario Mínimo Interprofesional para 2005.


Pensemos en familias cuya única fuente de ingresos puede serun IAI45 o una Pensión No Contributiva alternadas con ayudaspuntuales procedentes de diferentes entidades sociales.

En cuanto a los beneficiarios del Ingreso Aragonés de Inserción,el panorama es como sigue:

Debemos recordar que el IAI "no es sólo una prestación econó-mica destinada a garantizar unos recursos mínimos de subsisten-cia, es un programa social que lleva consigo un Plan Individua-lizado de Inserción dirigido a lograr la autonomía personal, fami-liar, social y laboral. Sin embargo, parece haber importantes difi-cultades (tratamiento de la medida, plazos, falta de seguimientosocial…)". (DECRETO 57/1994, de 23 de marzo de la DiputaciónGeneral de Aragón).

Por último, y en referencia a la población en general, un 40%de los hogares de Aragón tiene dificultad o cierta dificultad parallegar a fin de mes, según la Encuesta Continua de PresupuestosFamiliares y los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2004.

195

HUESCA TERUEL ZARAGOZA ARAGÓN

Beneficiarios del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI). Año 2004

Fuente: Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Departamento de Servicios Sociales y Familia

Beneficiarios 1.7041.39376235

Beneficiarios por 10.000 hab. 13,615,55,511,0

Importe medio anual (euros) 2.0412.0601.1822.004

Gasto anual (miles de euros) 3.477,12.869,1137,7470,9


45 En el articulado de la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2004,podemos leer: «1. La cuantía del Ingreso Aragonés de Inserción, en cómputomensual, queda fijada en trecientos ocho euros y cincuenta y cinco céntimos,con efectos desde el 1 de enero del año 2004. 2. Cuando la unidad familiar estéconstituida por más de una persona, a la cuantía anterior se le sumará un 0,3 dedicha cuantía por el primer miembro que conviva con el solicitante, un 0,2 porcada uno de los restantes miembros hasta el cuarto inclusive y un 0,1 para elquinto y siguientes.»


Pese a que éste es un dato que debemos comentar con cauteladebido a las posibles variables que pueden influir en él (hipote-cas, auge en el consumo…), ciertamente, la situación no es muyesperanzadora para muchas familias.

En cuanto a los gastos de las familias atendidas desde Cáritas, sepueden distribuir de la siguiente manera:


8,87,7

24,036,421,02,1

Mucha dificultadDificultadCierta dificultadCierta facilidadFacilidadMucha facilidad

ARAGÓN

Fuente: INE. Encuesta Continua de Presupuestos Familiares

Porcentaje de hogares según el grado de dificultadpara llegar a fin de mes (Tercer Trimestre de 2004)

925752

45101333179218

41114

276613

9

TotalesAlquilerHipotecaOtros ViviendaEnergíaAgua y VertidoAlimentación/HigieneSanitariosTeléfonoEducaciónTransporteOcioAtención Domiciliaria

N %

60,4249,12

2,946,60

21,7511,6914,24

2,687,451,764,310,850,59

401,45240,04368,90

41,1963,7216,72

215,3091,5626,6474,65

272,2952,38

287,11

Gastos FSU

Euros


En clave de satisfacción de las necesidades más esenciales y,como no podría ser de otra manera, los gastos de alquiler, con ungasto medio de 240,04 euros y de alimentación, con 215,30 euros representan dos partidas muy significativas que, en ocasiones, pue-den agotar el total del presupuesto.

Retomando el dato de hogares que llega a fin de mes conmucha dificultad, casi un 9% de ellos, en Aragón, se encuentra enesta situación. Probablemente, muchos de nuestros usuarios que-den dentro de este porcentaje y, por tanto, en una situación críticade superviviencia. De nuevo, es necesario seguir insistiendo ycuestionando tanto las políticas de gestión de los recursos econó-micos que tienen por objeto los procesos de inserción de las per-sonas, como la corresponsabilidad de todas las entidades socialesque intervenimos en estos procesos.

Sería la hora de retomar algunas propuestas que en los últimosaños se han debatido y de las que, poco a poco, es necesaria unaconcreción, como podría ser el tema del Salario Social, que tienesu origen en el respeto a la dignidad de todos los individuos por elhecho de ser personas y pertenecer a la sociedad. El nuevo con-cepto de ciudadanía social debe reconocer el inalienable derechoindividual, universal e incondicional a unas condiciones básicasde existencia y, por consiguiente, a disponer de los bienes econó-micos y materiales necesarios para ello.

Es necesaria la obligación social de proporcionar a todas laspersonas los medios precisos para hacer efectivo el pleno ejerciciode sus derechos, mediante el establecimiento de mecanismos cla-ros que, como la renta básica o el Salario Social, deben ser decarácter subjetivo o no graciable (esto es, garantizados para cadaindividuo como innegociables) y no condicionados a contraparti-da alguna en relación con el mercado laboral.



Otra propuesta puede ser poner encima de la mesa una res-puesta que, desde la Doctrina Social de la Iglesia46, se ha recla-mado en múltiples ocasiones; nos estamos refiriendo al salariofamiliar (un salario suficiente que permita mantener y vivir digna-mente a la familia47) que puede ser efectivo de diversas formas (porejemplo, a través de un tipo de prestación o "salario" de las perso-nas que tengan el trabajo del propio hogar).

SITUACIÓN LABORAL Y MERCADO DE TRABAJO

Respecto a la situación laboral y al mercado de trabajo, ya en elInforme del pasado año, se manifestaba una importante preocupa-ción por las contradicciones que, a nuestro juicio, mostraban losdatos en este sentido. Por una parte, los datos globales expresabanuna situación muy próxima al pleno empleo y un panorama muyventajoso en relación con otras Comunidades Autónomas. Por otrolado, en nuestros datos y en nuestra realidad cotidiana de trabajo,se ponía de manifiesto una realidad bien distinta. Este hecho nosllevó, como veremos en el siguiente capítulo, a profundizar en losaspectos relativos a la precariedad del mercado.

Desde el punto de vista de los indicadores más globales, elpanorama general del mercado de trabajo no ha variado significa-tivamente, como relata el último Informe del Consejo Económicoy Social referido al 2004. Ha aumentado el número de personas enedad laboral, creciendo la población activa sin que haya tenidouna incidencia en el aumento de la tasa de paro que sigue siendode las más bajas de España.


46 Bien sabemos que no estamos hablando de la relación del trabajo y el salario.Pero cuando analizamos las intervenciones que hemos realizado, la falta de tra-bajo de nuestros usuarios es uno de los elementos que nos ayuda a entender susituación de "precariedad".

47 Juan Pablo II, Carta Encíclica Laborem exercerns, 19. En este mismo punto, seabordan también otros temas vinculados con éste del salario familiar que esimportante destacar como el relativo a aquellas prestaciones sociales "que tie-nen por finalidad la de asegurar la vida y la salud de los trabajadores y de sufamilia".


Por otra parte, la tasa de actividad sigue estando por debajo dela media española y los datos de temporalidad, pese a seguir pordebajo de la media nacional, siguen siendo del 25%.

La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercertrimestre de 2005, ofrece una tasa de paro del 5,26% para Aragón.

De las 4.567 personas recogidas en la base de datos, 2.454,están en edad de trabajar y, de ellas, 1.182, están en paro. Estasituación supone que el 48,17%, se encuentra en una situación deno trabajo (bien sea éste un trabajo con o sin contrato).

La distribución de las personas que se encuentran en edad detrabajar es la siguiente:

La segunda categoría con un mayor porcentaje (12,80%) es, lade personas que si bien tienen algún tipo de actividad laboral, estano está sujeta a las reglas del mercado laboral. Esta actividad sincontrato ni seguros está incluso por encima del limitado porcenta-je de trabajadores por cuenta ajena (12,27%).


En paro

Trabajo sin Contrato ni Seguros

Contrato por Cuenta Ajena

Incapacidad Laboral para Trabajar

Estudiante

Amas de Casa

Jubilado/Prejubilado

0 10 20 30 40 50 60

Contrato por Cuenta Propia

Ns/Nc

Otras

%

Situación laboral FSU


Nos interesa, especialmente, el seguimiento de aquellas perso-nas cuya actividad laboral se desarrolla dentro de la economíasumergida. Si relacionamos a estos trabajadores con algunos de lossectores habituales de atención, obtenemos la siguiente tabla:

Según estos datos, la mayor incidencia de esta situación laboralse produce en los grupos de inmigración en situación irregular yen el colectivo de mujeres. En el caso de la comunidad gitana, sor-prende la baja incidencia que, quizás, pueda ser debido a la ocul-tación de la información. No obstante, habrá que realizar en elfuturo un seguimiento de este indicador.

Por último, hay que manifestar que las actividades laboralesmás desarrolladas por parte de las personas que se encuentran ensituación laboral son las relacionadas con el peonaje, fundamen-talmente en limpiezas y construcción.

LA VIVIENDA48

La vivienda es para Cáritas un concepto que no se agota en suconcepción como refugio, sino que se trata de un espacio vital, elhogar, cuyos elementos básicos permiten a las personas o familiasdesarrollarse en su dimensión personal y social, proyectar su dere-cho de ciudadanía y formar parte de una comunidad que las dotade identidad o pertenencia.


12,826,0415,27

5,5

Población generalPoblación inmigrante indocumentadaSólo población femeninaPoblación Comunidad Gitana

Trabajo sin Contrato ni Seguros %

48 Las afirmaciones recogidas en esta parte tienen su origen en el Informe sobreInfravivienda en el Casco Histórico de Zaragoza de Cáritas Diocesana de Zara-goza (2005).


La vivienda es un elemento esencial de desarrollo e inclusión ypuede convertirse en uno de los problemas fundamentales con losque se enfrenta el ser humano. Supone una respuesta a la necesi-dad de cobijarse, de organizarse socialmente como familias, delugar de pertenencia, de intimidad o incluso, dentro de los pará-metros de la sociedad de consumo, de organizar un espacio desdeel que se desarrolla y organiza esta dimensión.

En este sentido, la Ficha Social Unificada arroja los siguientesdatos:

Una simple mirada a los datos nos muestra que casi el 90% delos usuarios de los servicios tiene una vivienda que no les es pro-pia. Y ello, a pesar de que el mercado de viviendas es objeto deatención preferente debido al espectacular crecimiento que haexperimentado a partir de la segunda mitad de los años noventa.

La oferta crece a un ritmo inusual, ya que, desde 1999, se cons-truyen más de 500.000 viviendas al año. La demanda sigue pre-sionando, lo que se refleja en la tónica extremadamente alcista delos precios. El precio medio de la vivienda en España ha aumenta-do un 91%, entre 1997 y el primer trimestre de 2003, tasa que seeleva hasta un 118% en el caso de Madrid y un 125% en el deBarcelona. El interrogante que se abre es el de hasta qué punto essostenible esta expansión del mercado de edificación residencial.


52,43,21,44,38,96,15,7

13,1

AlquiladasNs/NcOcupadaOtrasPrestadaPropia PagadaPropia PagandoRealquilada

%Tenencia de la vivienda FSU


Los datos del último Censo de Población y Viviendas de 2001,elaborados por el Instituto Nacional de Estadística, permiten cono-cer algo mejor las características del mercado de la vivienda y delos factores explicativos de su expansión. Según el Censo, en 2001existían 20.823.369 viviendas, 3.617.006 más que las contabiliza-das en 1991, lo que supone un incremento del 21%. Con relaciónal Censo de 1971, los resultados del último Censo significan que,en treinta años, se ha doblado el parque de viviendas.

En datos de octubre de 2005, el precio de la vivienda nueva sesituó, en una ciudad como Zaragoza, en 2.481 euros/metro, lo queaplicado a una vivienda de 100 metros supone 248.100 euros(unos 41 millones de las antiguas pesetas). Estos incrementos hansido muy superiores a los incrementos del IPC y de los salarios.

Como acabamos de poner de manifiesto en el diagnóstico gene-ral y venimos, además, recordando en diferentes ocasiones, lavivienda aparece como un eje especialmente sensible a los secto-res más vulnerables de la sociedad, en el que sigue la escaladaimparable de los precios y sigue sin constatarse intentos políticosconsistentes que mejoren el acceso a la vivienda.

Repuntes de fenómenos como el chabolismo, las dificultades deacceso a una vivienda para un número cada vez mayor de perso-nas y familias, la llegada de un número importante de inmigrantes,muchos de ellos en situación administrativa irregular, son expre-siones manifiestas de esta situación.

El Censo de Población y Vivienda del año 2001 aporta para laComunidad Autónoma los siguientes datos en cuanto a los proble-mas más habituales que sufren las viviendas:



En cuanto al estado de las viviendas en la ciudad de Zaragozala situación es la siguiente:

203

14.187.169

157.219

7.377.328

2.025.439

3.181.231

2.737.239

484.646

2.510.272

1,11

52,00

14,28

22,42

19,29

3,42

17,69

Número total de hogares

Falta de servicio o aseo en la vivienda

Vivienda sin sistema de calefacción

Vivienda con malas comunicaciones

Zona de residencia con delincuencia y vandalismo

Área residencial con mucha contaminación

Vivienda con menos de 45 metros cuadrados

Vivienda construída antes de 1950

Nº

ARAGÓN

%

ESPAÑA

Nº %

443.243

3.194

105.891

61.406

70.315

80.047

10.810

83.460

0,72

23,89

13,85

15,86

18,06

2,44

18,33

Problemas de las viviendas (Censo 2001)


Total

Casco Histórico

Centro

Delicias

Universidad

San José

Las Fuentes

Almozara

Oliver-Valdefierro

Torrero-La Paz

Margen Izquierda

Barrios Rurales

Barrios Rurales

TOTAL

Suma Viviendas% Total

226.473

16.151

21.743

40.508

22.233

25.436

17.055

9.342

9.229

12.828

40.780

7.040

4.128

Ruinosas Mal Deficiente Mal estado

344

60

36

52

24

25

19

3

15

0

77

16

17

1.165

503

11

13

71

31

49

95

41

69

51

17

19

8.636

1.384

1.223

1.172

489

1.064

560

501

367

641

1.035

127

73

10.645

1.9647

1.377

1.359

584

1.120

628

599

423

710

1.629

160

109

4,7

12,1

6,3

3,2

2,6

4,4

3,7

6,2

4,6

5,5

4,0

2,3

2,6

Estado de la vivienda. (Censo 2001)


Podemos observar que, en el Casco Histórico de Zaragoza, seestá produciendo un proceso de mayor deterioro que en cualquierotra parte de nuestra ciudad y, en consecuencia, de exclusión, nosolo residencial.

En cuanto a los datos que nos muestra la FSU, al menos un 20%de las viviendas de las familias atendidas en Cáritas muestran unarealidad cercana a la Infravivienda. Algunos de los problemas quepresentan estas viviendas son:

En el Informe sobre Infravivienda en el Casco Histórico de Za-ragoza, anteriormente citado, se presentaban una serie de pro-puestas de actuación algunas de las cuales pueden ser aplicadas alresto de la ciudad:

Dotación presupuestaria sólida y decidida. En este sentido,sería conveniente atraer todos los recursos necesarios. Así,parte de las plusvalías que puedan generarse de los terrenosliberados con motivo de la Expo 2008 podrían revertirse enlos programas sociales y de vivienda.

Gestión integrada y coordinada. Otro de los puntos débilesque se constata en la valoración de la ejecución del PlanIntegral del Casco Histórico es la necesidad de fortalecer lagestión de forma integrada, centralizándola en un ente ges-tor. Si bien esto estaba contemplado, parece que los resulta-dos no han alcanzado los objetivos previstos, hecho que haprovocado que algunas voces demandasen una oficina ges-


5,77,18,01,11,3

HacinamientoInsalubridadSin Equipamiento BásicoDesalojoOtras

%

Problemas en las viviendas (Censo 2001)


tora. Quizá, este elemento no fuera del todo necesario, si setomasen las medidas oportunas con la estructura actual aun-que esa coordinación dependa directamente de Urbanismo.

Revisión de la Ordenanza Municipal de Fomento a la Reha-bilitación. Se ha detectado que los colectivos en situación devulnerabilidad social o de exclusión no acceden a las ayudasprevistas.

En esta misma línea, sería conveniente articular un mecanis-mo que permitiese identificar situaciones de infravivienda(carencia de equipamientos, grietas, humedades, etc.), con elfin de desarrollar un programa de rehabilitación destinado alas mismas, sobre todo pensando en personas propietarias sinrecursos para afrontarlas, como puede ser el colectivo demayores. Dentro de las ayudas públicas destinadas a la reha-bilitación, cabría detraer una partida para la ejecución deeste programa. En esta línea de trabajo, habría que introducirlas iniciativas privadas que existen en cuanto a rehabilitaciónde viviendas.

Fomento de la construcción de viviendas de bajo alquiler detitularidad pública o de protección oficial. Sería necesarioadjudicar partidas presupuestarias de forma planificada, a lolargo de varios años, para la construcción de este tipo deviviendas. Junto a ello, se debería revisar el sistema de adju-dicación y agilizarlo, evitando las demoras y modificar el sis-tema de sorteo por una valoración de la situación socioeco-nómica de la familia solicitante. Un cupo de este tipo deviviendas debería estar reservado para colectivos especiales,sobre todo en situación de emergencia, como pueden ser loscasos de desalojo o desahucio.

También es coincidente la necesidad detectada por parte devarias entidades de crear viviendas tuteladas o semituteladaspara mayores con bajos ingresos y para colectivos de exclu-sión o vulnerabilidad social (enfermos mentales, ex reclusos,parados de larga duración, etc.).



Otro plan de actuación importante sería potenciar el accesoa viviendas de alquiler para jóvenes.

Búsqueda de fórmulas que permitiesen controlar las prácticasde subarriendos, abusos en los alquileres, situaciones de ha-cinamiento o de mafias.

Proyectos de formación para el empleo vinculados a la reha-bilitación de viviendas en propiedad de los participantes delproyecto o la autoconstrucción, sobre todo en torno a lacomunidad gitana.

Proyectos de acompañamiento social integral vinculados afavorecer el acceso a una vivienda digna y a la integraciónsocial y laboral.

Proyectos de tutelaje social para enfermos mentales carentesde red familiar y apoyo social.

Proyecto de Acampada Controlada, para familias itineranteso asentamientos descontrolados.

Etc.



PROBLEMAS PRINCIPALES DETECTADOS

En cada una de las intervenciones desarrolladas desde los dife-rentes servicios de Cáritas, se realiza una valoración de la situa-ción por parte del equipo de acogida o del servicio especializado.La gama de problemas detectados en este contexto constituyen unelemento importante para el análisis. Complementan otros datosya ofrecidos sobre el perfil y muchas de estas informaciones van aser concordantes caracterizando las realidades vitales concretas deestas familias.49

De forma general, la distribución por áreas es la siguiente:

Los problemas encuadrados en el área de Relaciones Familiaresy Personal son los que han sido principalmente detectados.Algunos de los problemas que se incluyen en esta área son: laausencia de familia primaria, el no tener cubiertas necesidadesbásicas materiales, dificultades de organización familiar, existenciade relaciones familiares conflictivas, situaciones de violencia den-tro de la familia, problemas en la competencia parental o la inca-pacidad para identificar y resolver necesidades de los hijos, entreotros.

207

Problemas por áreasAdministrativo /Legal

5%Salud11% Economía

5%

Laboral14%

Menores14%Personal

16%

Relaciones Familiares16%

Relaciones Sociales8%

49 Las áreas en que quedan agrupados los distintos problemas son: Administra-tivo/Legal, Economía, Laboral, Menores, Personal, Relaciones Familiares,Relaciones Sociales, Salud. El área de Administrativo/Legal incluye las dificulta-des derivadas de la situación administrativa irregular de las personas inmigran-tes. El área Personal incluye las dificultades psicológicas y los problemas deri-vados de situaciones de dependencia entre otros.



Aunque como veremos, a continuación, en la descripción delos problemas concretos que son detectados, aparecen, de mane-ra significativa, algunos pertenecientes a las áreas de la economíay del empleo, esta aproximación global nos indica la importanciaque, en conjunto, tienen las dificultades personales y familiares enlas realidades vividas por muchos de nuestros usuarios y cómo,éstas, por tanto, son ingredientes fundamentales para explicar lassituaciones de pobreza y exclusión.

Así, si observamos la tabla con los problemas particularesdetectados en cada una de las actuaciones de los equipos, la situa-ción es la siguiente:

En la tabla, quedan reflejados aquellos problemas que han sidodetectados en más de un 10% de las actuaciones. En el 47,8% deellas se detecta una situación de "ingresos insuficientes" y en el31,3%, una situación de imposibilidad de encontrar un puesto detrabajo. Como adelantábamos, los primeros cinco problemas se


47,831,328,426,920,219,819,117,816,015,315,215,014,313,913,212,512,412,312,011,2

Ingresos insuficientesNo encuentra empleoDificultad económica para mantener la viviendaNo cubiertas necesidades básicas materialesCarencia total de ingresosEnfermedad orgánica crónicaAusencia de familia primariaAusencia de red en familia extensaSoledad, carencia afectiva, aislamientoInestabilidad laboralIndocumentaciónDificultad crear hogar propio / independientePérdida de empleo (Paro)Deficiencias culturales. Falta formación básica mínimaDificultad de acceso a viviendaHistoria personal difícilRelaciones familiares conflictivasCarencia de habilidades socialesDificultades dentro de la parejaCarencia de habilidades sociales (HH.SS.) para buscar empleo

Total de actuaciones %

Listado de problemas principales


refieren a cuestiones relativas al empleo, los recursos económicos,las necesidades básicas y la vivienda.

Desagregando los problemas principales detectados en funcióndel género se observa lo siguiente:

En los dos problemas principalmente detectados, no encontra-mos diferencias en función del sexo: "no encuentra empleo" y "pre-sencia de una enfermedad de carácter orgánico y crónico". Sinembargo, en los siguientes problemas, mientras en los hombres seinsiste en los derivados de la situación respecto al empleo, en lasmujeres se acentúan los referidos a las circunstancias psicológicas,el aprendizaje y la historia vital.

Resulta también interesante la desagregación por lugar de pro-cedencia. En este caso, las diferencias de los no españoles frente alos españoles estriban en la mayor incidencia de los problemasrelacionados con el empleo, la situación legal y el idioma en losextranjeros.

209

HOMBRES1. No encuentra empleo2. Enfermedad orgánica crónica3. Pérdida de empleo (Paro)4. Inestabilidad laboral5. Soledad, carencia afectiva, aislamiento

MUJERES1. No encuentra empleo2. Enfermedad orgánica crónica3. Deficiencias culturales. Falta formación básica mínima4. Soledad, carencia afectiva, aislamiento5. Historia personal difícil


ESPAÑOLES1. Enfermedad orgánica crónica2. Soledad, carencia afectiva, aislamiento3. No encuentra empleo4. Historia personal difícil5. Estrés / ansiedad

NO ESPAÑOLES1. No encuentra empleo2. Indocumentación3. Pérdida de empleo (Paro)4. Inestabilidad laboral5. Idioma


Esta situación refuerza otro de los planteamientos realizadosdesde nuestra experiencia diaria y ya apuntada: las diferenciasimportantes, tanto en las características sociodemográficas comoen las principales situaciones problema presentadas, entre las per-sonas españolas y las no españolas.



CAPÍTULO 4

PRECARIEDAD, EMPLEO E INSERCIÓN SOCIAL

EMPLEO Y TRABAJO EN UN MUNDO GLOBALIZADO

Una de las principales promesas de la sociedad industrial haagotado, desde hace unos años, las posibilidades de consumarse.Esta promesa nos hacía pensar que, a través del trabajo asalariado,las personas podrían satisfacer plenamente, no sólo sus necesida-des, sino también sus expectativas vitales. Sin embargo, una mira-da amplia a las condiciones actuales del trabajo sugiere seriosmotivos para la preocupación y la desconfianza.

La "mano de obra" ha sido considerada como un factor produc-tivo para las ciencias económicas y, desde esta condición, ha sidotratado como los demás factores productivos: materias primas,capital e innovación tecnológica. La diferencia fundamental estri-ba en que bajo el concepto de "mano de obra" subyace el serhumano y es una premisa que, aunque nos resulte evidente, hasido ignorada por algunas empresas, instituciones y Estados. El filó-sofo alemán, Emmanuel Kant, afirmaba que la dignidad consistíaen tratar a las personas como fines en sí mismos, no como medios;sin embargo, la forma como se establecen las relaciones laborales


entre el sistema productivo y los trabajadores, incita a pensar quelos segundos son medios para la consecución de los fines del pri-mero. Como afirma el sociólogo Gómez Bahillo50: "El trabajocomo elemento fundamentalmente productivo se encuentra some-tido a las leyes del libre mercado, produciéndose en estos últimosaños, una tendencia creciente hacia: la remercantilización de lascondiciones laborales; la individualización del trabajo, al conver-tirse en un bien escaso, por el que hay que competir, asumiendo yaceptando las condiciones de su demanda. Y la contratación deservicios, como forma de transacción mercantil privada, que pres-cinde de la relación contractual personalizada".

Bajo estas afirmaciones no se puede desconocer el logro demuchos derechos laborales durante el siglo XX y la progresivahumanización del empleo respecto a otros referentes de la histo-ria. No obstante, el contexto social que inaugura el siglo XXI estáexpresando nuevas formas de mediatización del ser humano comotrabajador.

Las empresas hablan de responsabilidad social promoviendoacciones solidarias externas (muchas veces desgravadas deimpuestos y maquilladoras de la imagen corporativa) pero con sustrabajadores no siempre cumplen las responsabilidades legales,especialmente cuando hay que reducir costes en la producciónpara ser más competitivas. De hecho, algunas de ellas han recurri-do a la deslocalización, no sólo como una estrategia para buscarmano de obra barata y a la vez cualificada, sino porque en muchosde los países de destino las democracias son proyectos inacabadosque favorecen una mínima exigibilidad y reconocimiento de losderechos individuales, sociales y económicos de los trabajadores.Sin embargo, no hay que irse a los países en "vías de desarrollo"para encontrar esta ruptura de la persona en su multifacética con-


50 Gómez Bahillo, C. (2001): "Globalización y crisis del estado de bienestar", 5campus.com, Sociología <http://www.5campus.com/leccion/globalcrisis> [con-sultado el 01.08.05]


dición de individuo, ciudadano y trabajador. En nuestras socieda-des del bienestar, empieza a resquebrajarse la estructura social enaras de la máxima neoliberal "más mercado y menos Estado": "Seha pasado de la primacía de la sociedad civil, en el Estado deBienestar, en donde el reconocimiento de los derechos de los tra-bajadores era prioritario, a la supremacía de la sociedad de mer-cado, en la que los trabajadores se deben someter a las condicio-nes reales que regulan la competitividad laboral y la relación ofer-ta-demanda". (Gómez Bahillo, 2001)

En este nuevo contexto, el empleo ha cambiado su significadoen muy poco tiempo. Ha pasado de ser un medio para la vida y laconstrucción colectiva de la sociedad, a ser el fin último de la viday la satisfacción de las necesidades y los intereses particulares. Estasupra-valoración del empleo como elemento integrador del sujetocon la vida social, se convierte en una consecuencia perversacuando la ausencia del mismo se torna en una constante paradeterminados individuos y grupos sociales: "En una sociedad en laque éxito económico constituye un elemento de reconocimiento eintegración social, el empleo se ha convertido en un elemento dis-criminador, perdiendo en muchas ocasiones su función social ysolidaria, dado que el trabajo se concibe dentro del contexto demercantilización de la economía global, y resultan ya históricas lasdemandas de los trabajadores de décadas anteriores". (GómezBahillo, 2001)

Bajo el horizonte de la competitividad laboral, las otras dimen-siones del ser humano quedan supeditadas al empleo: la educa-ción, la familia, el ocio, la cultura y la vivienda son factores some-tidos, al empleo que se tiene, o al que se está en disposición detener. De este modo, las habilidades y capacidades que el serhumano tiende a desarrollar son las requeridas por las empresas:capacidad para la adaptación a los cambios y a las necesidades dela producción, y disponibilidad para el cambio de tareas, para lasmodificaciones horarias y para la movilidad geográfica. La oportu-nidad para ser elegido en una organización depende de diversosfactores interdependientes: la formación del candidato, sus carac-terísticas personales (actitudes, habilidades, aptitudes), la facilidad

213Capítulo 4. Precariedad, empleo e inserción social


para establecer relaciones, la iniciativa personal, el dinamismo y lacapacidad de trabajo, la ambición profesional... junto con otrasactitudes vinculadas al propio trabajo, como la capacidad de orga-nización, liderazgo, trabajo en equipo, son aspectos que puedentener tanta importancia como el conocimiento profesional y técni-co. Asimismo, existen otras estructuras psico-sociales latentes que,en esferas microsociales, ejercen gran influencia en la incorpora-ción de la persona a un empleo: la pertenencia a una clase social,los vínculos familiares, las redes de amigos y conocidos, el presti-gio de las universidades (los MBA). En definitiva, clase social, esta-tus y capital social constituyen fuertes núcleos que pueden deter-minar las tendencias hacia la integración o la exclusión laboral y,en buena parte, social.

Estamos, por tanto, asistiendo al surgimiento de un nuevomodelo de sociedad (nuevas tecnologías de la información, frag-mentación y segmentación, etc.) y se está perfilando una nuevacuestión social. Tras ese nuevo modelo de sociedad y la nuevacuestión social podemos intuir un mundo dividido por enormes einsalvables polaridades sociales, fracturas y disfunciones socioe-conómicas que, ponen en peligro la integración, la cohesión, laparticipación y la vertebración social.

Nos encontramos ante un nuevo orden mundial desordenado yprecarizado, ante un capitalismo financiero y globalizador que, dela mano de las nuevas tecnologías, "conducen este torbellino glo-bal de acumulación de riqueza y difusión de pobreza". Un nuevoorden que genera un proceso amplio y multiforme de exclusiónsocial y que incluye la "exclusión de pueblos y territorios que,desde la perspectiva de los intereses dominantes en el capitalismoglobal, pasan a una posición de irrelevancia estructural".

Los cambios percibidos tienen mucho que ver con los cambiosen el trabajo y, como se está insistiendo, con un creciente someti-miento del trabajo a la lógica mercantil, lo que está suponiendouna amenaza para grandes colectivos de ciudadanos que se vensin la mínima e ineludible capacidad de ejercitar su propia ciuda-danía.



La precarización se está convirtiendo en un proceso central,fruto de la metamorfosis del capitalismo, de la nueva y liberaliza-dora dinámica económica, que está dando lugar a un mercadolaboral plural y fragmentado.

Nos hallamos ante la metamorfosis más drástica y compleja deltrabajo, pero que dista mucho, muchísimo, de los discursos alar-mistas, infundados e interesados que pugnan por su desaparición.El trabajo está ahí, o mejor dicho, los trabajos. Trabajos cada vezmás diversos y novedosos, que están generando nuevos escena-rios, nuevos valores, nuevas actitudes, nuevos comportamientos…y, como no podía ser de otra manera, nuevos trabajadores.

En tal sentido, la Unión Europea dirige sus recomendaciones ypolíticas hacia el perfil humano demandado por la empresa, nohacia el perfil demandado por la sociedad. Por tanto, las políticascomunitarias de empleo han establecido desde hace unos añosuna serie de estrategias orientadas a:

1. Mejorar la empleabilidad, a través de:

Fomentar la flexibilidad de los trabajadores, mejorando sucualificación por medio de programas de formación yreciclaje.Facilitar la incorporación de los jóvenes al mundo laboral,mejorando el sistema de educación y formación básica.Incentivar la contratación de los desempleados de largaduración.Detección precoz de los focos de desempleo, a fin de po-der establecer alternativas con anticipación.

2. Fomentar el espíritu de empresa y de apoyo a las pequeñas ymedianas empresas por el papel crucial que desempeñan enla generación de puestos de trabajo.

3. Fomentar la capacidad de adaptación de los trabajadores alas nuevas necesidades del mercado laboral que requieren unprototipo de trabajador flexible.

4. Promover la Igualdad de oportunidades.



Las preguntas para los próximos años girarán en torno a las rela-ciones entre las empresas y los Estados, la necesidad, o no, de unagobernabilidad mundial que dé prioridad a los derechos humanosy ambientales sobre la libertad de explotación y producción, y alinterior de las sociedades, la tensión de una ruptura interna de lapersona en cuanto ciudadana (sujeto de derechos) y empleada(objeto de producción) que determinará en buena parte las posibi-lidades reales de integración social de las personas que han que-dado al margen de esta nueva división social del trabajo.

Aquí vamos a fijarnos en algunos de esos trabajadores y a mos-trar las condiciones, el sufrimiento y los problemas psicosocialesque entraña su peculiar ubicación social: desempleados, tempora-les, informales o sumergidos, niños y adolescentes explotados, in-migrantes, y un largo etcétera.

"La escasez del trabajo y la precariedad son siniestros, porqueel trabajo sigue siendo irracional, cruel y fatalmente necesario, nopara la sociedad ni la producción, sino precisamente para la super-vivencia de aquéllos que no lo tienen, no lo pueden tener y paraquienes trabajar sería la única salvación"51.

Según nos informa la Organización Internacional del Trabajo(OIT), sólo una de cada cinco personas en el mundo dispone deuna cobertura adecuada en materia de Seguridad Social. Más de lamitad de población mundial no tiene ningún tipo de protecciónde la Seguridad Social.

Cada día, muere un promedio de 6.000 personas a causa deaccidentes o enfermedades relacionados con el trabajo, lo queequivale a un total de más de 2,2 millones de muertes en el traba-jo por año. De esas muertes, aproximadamente 350.000 se debena accidentes en el lugar de trabajo y más de 1,7 millones a enfer-medades relacionadas con el trabajo. Por otro lado, durante el tras-


51 Forrester, V. (1997) El Horror Económico. Buenos Aires, Fondo de CulturaEconómica


lado al puesto de trabajo, otras 158.000 personas son víctimas deaccidentes fatales.

Cada año, los trabajadores son víctimas de, aproximadamente,270 millones de accidentes laborales, que causan ausencias deltrabajo de tres días o más, y, aproximadamente, 160 millones depersonas sufren enfermedades relacionadas con el trabajo.

Con el costo de las lesiones, las muertes y las enfermedades enforma de ausencias al trabajo, tratamientos y prestaciones porincapacidad y por fallecimiento, se pierde alrededor del 4% delPIB mundial.

EL PROCESO DE PRECARIZACIÓN DEL TRABAJO

Uno de las frases más famosas, desde que fue enunciada allápor el año 1994, fue la de "España va bien", y, ciertamente, desdeel punto de vista de los indicadores macroeconómicos, parece quelos datos han sido positivos para España en estos últimos años. Sinembargo, esto no nos puede hacer olvidar la crisis que comenzóen los años setenta, que se prolongó hasta mediados de los añosochenta culminando con los grandes procesos de reconversiónindustrial; los años noventa, con la irrupción en el panorama labo-ral de las Empresas de Trabajo Temporal, las sucesivas reformaslaborales y la crisis económica provocaron, en los primeros añosde la década, tasas de paro por encima del 20%.

El esfuerzo ha sido importante y ha habido un crecimiento eco-nómico indudable que se ha traducido en una reducción progresi-va de las tasas de paro y en un aumento de las tasas de actividad,bien es cierto que favorecido por una coyuntura internacionalfavorable.

Sin embargo, y analizando la situación actual, esta bonanza noha repercutido en una mejora de la calidad del empleo. Es más, enestos años se constata una progresiva pérdida de derechos de lostrabajadores y un aumento de las situaciones de precariedad.



El crecimiento económico y, por ende, una mayor redistribu-ción "natural" de la riqueza para todos ha sido uno de los factoresimportantes que han justificado las demandas empresariales sobreun nuevo marco de relaciones laborales "mas flexibles" y un menorcoste social de la fuerza laboral52.

El "discurso de la flexibilidad" ha ido ganando adeptos en losúltimos años. Si nos acercamos a la "red de redes” y hacemos unabúsqueda del concepto "flexibilidad" en uno de sus buscadores,por ejemplo, en "Google"53, obtendremos un sinfín de respuestas adicha entrada.

Esteban Agulló, en un espléndido artículo sobre precariedadlaboral y exclusión social, nos caracteriza el discurso de la flexibi-lidad y describe que éste se presentó como solución a la crisis deproducción y del trabajo: "Ha sido una de las estrategias que hanpropiciado el despliegue de la precariedad laboral. Hoy constata-mos que las esperanzas puestas en la flexibilidad y en el procesode desregulación no han tenido los efectos que se esperaban. Lasmedidas desreguladoras del mercado laboral y la pérdida de pro-tección social que proponían las tesis neoliberales no han tenidoel fruto esperado. La propia Comisión Europea reconoció que lamayor flexibilidad laboral no generará mayor empleo enEuropa"54.


52 También la creación de empleo parece constituir siempre la explicación de todaslas medidas legislativas, desde los Presupuestos Generales del Estado hasta laregulación del contrato temporal. Para una mayor ampliación del tema se puedeconsultar a Navarro, V. (2002) Bienestar insuficiente, democracia incompleta.Sobre lo que no se habla en nuestro país. Madrid: Anagrama.

53 Google (http://www.google.es) es tal vez el más prestigioso de los buscadores enInternet. Bajo el concepto de "flexibilidad laboral" podemos encontrar más de800.000 entradas.

54 Agulló, T. (2000) "De la precariedad laboral a la exclusión social" en Trabajo,individuo y sociedad: perspectivas psicosociales sobre el futuro del trabajo.Madrid: Pirámide.


En términos generales, la precariedad laboral ha sido tradicio-nalmente conceptualizada como temporalidad y aquellos empleosque no aseguraban una estabilidad se identificaban, automática-mente, como empleos precarios. Ahora bien, se han producidoimportantes cambios en diversos aspectos del sistema productivo ysus relaciones de producción (tecnificación, globalización, deslo-calización, etc.), que invita a pensar que también la noción deprecariedad laboral está sujeta a nuevos enfoques.

Centrándonos en el concepto de "precariedad"55, podemos defi-nirla como un fenómeno de degradación de las condiciones devida, empleo y trabajo, padecida por personas y colectivos, quedificulta la realización de proyectos de vida personales emancipa-dos, el desarrollo de la libertad personal y colectiva y que impideel ejercicio libre de derechos ciudadanos y políticos plenos.

La precariedad entraña una situación de dependencia, vulnera-bilidad y fragilidad en la obtención de ingresos y bienes necesariospara un proyecto de vida completo, y supone una situación deriesgo de exclusión.

Podemos diferenciar diversas dimensiones de la precariedad:

Precariedad en las condiciones de empleo. Se trata de lasituación y trayectoria de empleo caracterizada por una faltade garantía de estabilidad en el empleo y, en consecuencia,

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55 "Para los países desarrollados entenderíamos por precarización cualquier degra-dación de las condiciones de seguridad y estabilidad en el empleo conseguidasen los momentos de crecimiento de las economías posteriores a la SegundaGuerra Mundial, especialmente durante la década de los sesenta, con ampliosperiodos de pleno empleo, con trabajos estables, protección frente al despido,unos sindicatos potentes con capacidad para negociar las condiciones de traba-jo y unos ingresos suficientes como corresponde a dicha situación". Joan Lerma(http://www.joanlerma.org/trabajos/trabajoprecariedadlaboral.htm)[consultadoel 13.06.05]

Capítulo 4. Precariedad, empleo e inserción social


de las condiciones de obtención de un ingreso continuo y elcorrespondiente derecho a la protección social vinculada(pensiones, prestación de desempleo, prestación de bajalaboral, etc.).

Precariedad en la calidad del trabajo. Se trata de la situaciónde trabajo caracterizada por la degradación de la organiza-ción del trabajo, los ritmos y condiciones del proceso de pro-ducción o servicio, la calidad del entorno de trabajo y elclima laboral, el incremento de los riesgos de la salud labo-ral o la siniestralidad en el trabajo.

Precariedad económica. Consiste en la situación de carestíade rentas económicas (rentas salariales, de protección social–desempleo, pensiones, otras prestaciones, etc.–, otras ren-tas,…) o de riqueza en general, propia de un grupo de con-vivencia para satisfacer sus necesidades personales y lasrequeridas para una integración socialmente aceptable.

Precariedad de libertad e igualdad. Representa la situaciónde ausencia de emancipación y subordinación a otros gruposo personas, por una situación de necesidad o incapacidadpersonal o por un contexto de dependencia social –origina-da por una desigualdad real (política, cultural, etc.) en lasrelaciones sociales–. Es, por ejemplo, el caso de mujeres,jóvenes, niños, personas con discapacidad, personas mayo-res dependientes, etc.

La precariedad es una situación de dificultad de desarrollo de lavida libre de los colectivos y personas que guarda diferentes inten-sidades de vulnerabilidad en función del origen social y el seg-mento de población.

En este sentido, y siguiendo a Agulló (2000): "un número cadavez mayor de individuos y colectivos sociales se instalan de formacuasi permanente en trayectorias inestables y erráticas que dege-neran en contextos y situaciones de exclusión social que generanun sinnúmero de mermas y disfunciones en los procesos de inser-



ción, participación y cohesión social de los implicados, y, porende, para el devenir de sus respectivas regiones y/o países".

La precariedad es un efecto del orden social y de las relacionessociales dominantes y que podemos atribuir a diferentes dimen-siones: unas relaciones de producción de la existencia socialestructuralmente determinadas por el capitalismo; un entramadolegislativo que no favorece la igualdad de derechos, según cuál seael colectivo (inmigrantes, pensionistas, jóvenes, etc.), o que nocorrige las desigualdades reales; un orden cultural condicionadopor prácticas patriarcales que generan asimetrías de trato entregéneros y generaciones; los efectos del desastre ecológico queafecta en mayor medida a aquéllos que tienen menos recursos antelos riesgos medioambientales causados por el sistema de produc-ción insostenible existente.

La "situación de precariedad" conlleva una serie de connotacio-nes muy importantes, algunas de las cuales ya hemos señalado:

La precariedad es una trayectoria de inestabilidad, que causaincertidumbre y precariedades permanentes en la situacióneconómica, social y personal.

La precariedad, aunque sea una vivencia personal dolorosa,es, fundamentalmente, un fenómeno colectivo y estructural,producto de unas normas y relaciones sociales propias delcapitalismo, y del patriarcado.

La precariedad no sólo es el conjunto de "contratos tempora-les" en el empleo. La tendencia de las últimas reformas labo-rales ha erosionado los derechos sociales y también lasgarantías de estabilidad laboral, especialmente, de los "con-tratos indefinidos"56 (que son indefinidos y no fijos, puestoque éstos son sólo para los funcionarios, y a aquéllos sólo les

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56 Los "contratos por fin de obra" también podrían entrar en este apartado.



protege una indemnización algo mayor). La inestabilidadlaboral y la precariedad económica y social son propias detoda la condición salarial, aunque, sin lugar a dudas, la inten-sidad de la vulnerabilización colectiva tenga diferentes gra-dos. En la práctica, y con las recientes reformas laborales, seasiste a una convergencia de las condiciones del contratoindefinido y temporal.

La precariedad afecta a amplios colectivos: eventuales, des-empleados, becarios, inmigrantes, trabajadores irregulares oen condiciones ilegales; muchos pensionistas; jóvenes sinrecursos; o personas dependientes (por ejemplo, por una dis-capacidad) sin recursos, etc. También, a mujeres dependien-tes del ingreso de su familia; a aquéllas que puedan tener unempleo "no regular" que afecta a un número apreciable detrabajadores, y que adopta una variedad de situaciones: loscontratos de duración determinada; a los desempleados(parados) inscritos como demandantes de empleo; a los quetrabajan a tiempo parcial pero quieren y están en condicio-nes de trabajar a jornada completa; a trabajadores que, deforma más o menos voluntaria, pasan a la jubilación antici-pada; a aquéllos que se ven obligados a realizar diferentestipos de formación. También podemos considerar como pre-cariedad muchas de las formas de auto-empleo y a todosaquellos trabajadores "frustrados" en su búsqueda.

Por último, y en cuanto a las dimensiones que caracterizan lacompleja y creciente precariedad laboral, éstas podrían resumirseen los factores siguientes citados por Agulló (2000):

La discontinuidad del trabajo (duración corta y riesgo de pér-dida elevado, arbitrariedad empresarial e incertidumbre ytemporalidad como norma, etc.).

La incapacidad de control sobre el trabajo, deficiente o nulacapacidad negociadora ante el mercado laboral (tanto indivi-dual como colectivamente), dependencia, autoexplotación,disponibilidad permanente y abusiva, sumisión, etc.



La desprotección del trabajador (pésimas condiciones labo-rales, sin derecho a prestaciones sociales, sin coberturamédico-sanitaria, alta discriminación, elevado índice de rota-ción, de explotación, segregación, etc.).

La baja remuneración del trabajador (salarios ínfimos, ningu-na promoción ni desarrollo, formación escasa o nula, etc.)

ACTIVIDAD, EMPLEO Y OCUPACIÓN EN COLECTIVOSEN RIESGO DE EXCLUSIÓN

Breve historia del concepto57

Tras toda cultura existe una ideología que fundamenta la socie-dad mediante sus sistemas educativos. A través de la educación,las nuevas generaciones van imbuyéndose del modelo social pre-dominante que, actualmente, presenta el trabajo (entendido comoempleo) como un aspecto fundamental, un objetivo en donde lapersona se relaciona, es reconocida socialmente y obtiene losingresos que servirán para satisfacer sus necesidades.

Pero no siempre se ha entendido lo mismo por trabajo. Dehecho, ahora se asocia a empleo (trabajo asalariado) pudiendoreferirnos indistintamente con uno u otro término para indicar elmismo significado. Esta acepción aparece hace, relativamente,poco tiempo, como veremos más adelante.

En civilizaciones como la griega y la romana era degradantetener que trabajar en tareas agrícolas o artesanales para ganarse el

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57 López-Aranguren Marcos, Luis Mª (2002) Las empresas de inserción en España.Un marco de aprendizaje para la inserción laboral. Consejo Económico y Social.Colección Estudios.



sustento. Y se trata de civilizaciones muy desarrolladas en aspec-tos como la ciudadanía, la política, los sistemas sociales, la parti-cipación, etc., algunos de los cuales todavía hoy utilizamos (lademocracia, sin ir más lejos, es un invento de la Grecia antigua).

El término trabajo aparece en el siglo XVI y, en consonancia conel "castigo divino" citado en la Biblia, hacía referencia al sufri-miento, la dependencia e, incluso, la humillación. Etimológica-mente, la palabra trabajo parece derivar del latino "triplaium", conel que se designaba un instrumento de tortura formado por trespalos.

Incluso en la definición de la Real Academia Española, apare-cen algunas acepciones como "Dificultad, impedimento o perjui-cio" o "Penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz" que recuer-dan ese aspecto punitivo del trabajo.

Durante el siglo pasado, con la revolución industrial y el capi-talismo, el trabajo (asalariado o empleo) se yergue como institu-ción básica, culminando, con el Estado de Bienestar en la últimamitad del siglo XX, con su transformación en el centro alrededordel que se establecen tanto la adquisición de ingresos económicos,como los derechos de protección social y el reconocimientosocial. O lo que es lo mismo, supervivencia, seguridad y relación.

Cuando absolutamente todo se reduce al aspecto productivo-consumista, ahondando solamente en un aspecto del trabajo yconvirtiendo el "Welfare State" en el "Work State", se está olvidan-do que el trabajador es una persona, pervirtiendo otros aspectos,también fundamentales y relacionados con el trabajo, como son eldesarrollo personal, la relación social, etc.

Nuestro ciclo vital está organizado exclusivamente alrededordel trabajo/empleo como factor fundamental de inserción social,sentirse "parte de", como forma de reconocimiento social y notanto como fuente de ingresos, puesto que alguna de las últimaspolíticas de empleo (planteadas, por ejemplo, por Alan Greespan,Presidente de la Reserva Federal de los EE.UU.), de las que habla-



remos en este informe, van dirigidas a fomentar el empleo aun coningresos bajos dando lugar a un efecto nuevo: el "trabajadorpobre". Con lo que, según parece, caminamos hacia un futuro deintegración débil, individual y fragmentada.

ACTIVIDAD, TRABAJO Y EMPLEO

La relación del empleo con la exclusión obliga a matizar y a cir-cunscribir los conceptos de actividad, trabajo y empleo. Términosque, en ocasiones, se utilizan de forma sinónima pero que impli-can diferencias radicales en el contexto de las personas excluidasy con graves problemas de acceso al mercado laboral.

Entendemos por "trabajo" una actividad humana. Tanto el tra-bajo doméstico, sin remuneración, como el acompañamiento aenfermos y ancianos (que puede ser perfectamente voluntario), ocavar zanjas… Sería, por lo tanto, una actividad u ocupación.Estamos convencidos, además, de que este "trabajo-actividad"(ocupación) es inherente y fundamental para el normal desarrollodel ser humano, para su inserción social, para el sentirse ciudada-no.

Por "empleo", entendemos el trabajo asalariado, que es un bienescaso, accesible para una parte, cada vez más escasa, de ciuda-danos pero no para todos.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, el artículo 35 de laConstitución española podría estar sujeto a otras interpretaciones:"Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al tra-bajo […] y a una remuneración suficiente para satisfacer sus nece-sidades y las de su familia…" Interpretaciones que, sin duda, suslegisladores/creadores ni siquiera debieron sospechar.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, cuando a las personasque se acercan a nuestros centros de acogida parroquiales pidien-do ayuda y se les pregunta por qué están en esa situación, respon-den que porque no tienen trabajo (empleo, puesto que piensan enla falta de ingresos más que en la de ocupación). Da la coinciden-



cia, por lo tanto, de que los que "quedan fuera" del empleo ("tra-bajo asalariado") son las personas con las que trabajamos desdeCáritas. Así como que al empleo al que tienen acceso, dada laoferta que el "mundo laboral flexible" nos presenta, sus condicio-nes y requisitos, es al empleo precario, temporal, de baja cualifi-cación, inestable, etc. Del que, justamente por la falta de "trabajoremunerado", además de otras carencias, son también "excluidos".

Resumiendo, debemos asumir que el trabajo asalariado oempleo, que ya no existe a tiempo completo y para toda la vida,es un bien escaso y solo accesible para una franja cada vez máspequeña de ciudadanos privilegiados. Por ello, parece claro que elempleo debe dejar de ser la institución básica para la socializacióny el acceso a la ciudadanía

Por otro lado, el ser humano necesita el trabajo, actividad u ocu-pación, como medio de sentirse útil, estar ocupado, relacionarse…Tiene el "deber y el derecho de trabajar" así que, ante nosotros, apa-recen nuevas alternativas como las actividades "socialmente úti-les".

Si a estas apreciaciones conceptuales sumamos la económica,no en balde el empleo es la vía más importante de obtención deingresos, obtendremos la necesidad de desvincular trabajo/activi-dad de remuneración y podremos adentrarnos en la valoración decuestiones como el "salario ciudadano", las "rentas solidarias", etc.Dicho de otro modo: si el empleo es accesible a unos pocos, elsueldo es inalcanzable para una mayoría que, por otro lado, puedey debe trabajar (tener actividad) y debe contar con ingresos míni-mos...


ACTIVIDAD

Empleo

TRABAJO (Ocupación)


Alrededor del empleo, "trabajo asalariado, regularizado y quenos permite la satisfacción de las necesidades básicas" u "ocupa-ción por parte del trabajador de un puesto de trabajo" aparecenotros términos, importantes como los siguientes:

Desempleo: ausencia de empleo, paro.

Desempleo terminal: aquél que se supone para toda la vida(mayores de cincuenta años).

Subempleo (Jaques Robin): empleo mal pagado, temporal, atiempo parcial...

Empleo protegido: aquél que por circunstancias de minusvalí-as u otros "hándicaps" personales de los trabajadores se dotacon una subvención que lo hace posible.

Empleo social protegido: consiste en la contratación laboraltemporal por parte de Ayuntamientos o Instituciones de ini-ciativa social para desarrollar trabajos de interés colectivo.

Empleo sumergido: aquél totalmente desregulado, y, por ello,desprotegido de derechos. Puede ser un "empleo comple-mentario", haciendo las populares "chapuzas" remuneradaspero "alegales" y sin garantías, ni para trabajadores ni para"empleadores".

Empleo precario: el de la situación que se ha impuesto ennuestra sociedad y que impide que las personas puedanacceder a un empleo fijo, con un mínimo de protección yderechos, que les permita construir una existencia personal,familiar y social digna (HOAC).

Empleo "turbulento" (Alonso): entendido como "riesgo en elempleo e inestabilidad en la protección social, como conse-cuencia de la globalización de la economía".

"Subasta de empleo": es una práctica ya puesta en marcha en



algunos países como Alemania, donde se ofrece, al mejorpostor (seguramente el que menos cobre), un puesto de tra-bajo.

"Paraempleo": entendido como aquellas prácticas en las que,detrás de un discurso legal y voluntarista, se esconde unasuplantación de empleo (algunas prácticas en empresas,alguna actividad de voluntariado, algunas prejubilacio-nes…).

EMPLEO, DESARROLLO VITAL E INSERCIÓN

Por una parte, queda definido un escenario en donde el empleoestable y en condiciones dignas es un bien escaso y en dondeestán aflorando diferentes modalidades de empleo inestables,intermitentes y, a menudo, indignas. Por otra, y propiciada por estasituación del mercado, las posibilidades de empleabilidad demuchas personas en situación de exclusión son mínimas.

Nuestra sociedad se fundamenta en la exaltación del trabajo,entendido como empleo, presentándolo como un objetivo vital,"tener un buen trabajo", y como fuente de satisfacción, "sentirserealizado". El empleo se constituye como fuente de recursos eco-nómicos y de reconocimiento social.

Siendo la Ley la única premisa para acceder a un empleo, cual-quier persona mayor de dieciséis años, en situación administrativaregular, puede ejercer su derecho y su deber de trabajar recogidoen la Constitución. Sin embargo, personas que, bien por circuns-tancias de ciclo vital (jubilados, jubilaciones anticipadas), bienpor motivos legales (inmigrantes en situación administrativa irre-gular), de salud (incapacitados, discapacitados, enfermos cróni-cos, etc.), o de pobreza persistente, van a tener dificultades.

Aquéllos que, por diferentes razones, no se adecuen a esteesquema trabajo-empleo-reconocimiento, definido como un siste-ma de expectativas y logros, podrán tener una percepción muyfrustrante de su relación con el trabajo.



Nuestra experiencia con colectivos excluidos o en riesgo deexclusión nos demuestra que no todo el mundo puede tener acce-so al empleo y desempeñarlo adecuadamente. La famosa frase "notrabaja quien no quiere trabajar" es una falacia. Se trata de una afir-mación gratuita de quien conoce solamente una pequeña parte delo que pasa a su alrededor. O lo que es lo mismo, desconoce otragran parte.

Alguna de las situaciones que conocemos a diario podrían sernarradas de la siguiente forma:

Fede, de treinta y siete años, estaba viviendo "de momen-to" en el coche porque, recién separado y en situación dedesempleo, había gastado todo el dinero en metálico pagan-do pensiones, comidas y gasolina mientras buscaba trabajo…Ahora tenía el depósito vacío, ni un céntimo en el bolsillopero Fede creía, sinceramente, que su suerte iba a cambiarcon un empleo.

O como Pepe, de cuarenta y cinco años, oficial de prime-ra de albañilería, con una extensa vida laboral reconocida,aunque sus contratos más recientes se remontan a hace másde dos años y son, según consta en su "vida laboral", de undía, máximo de una semana. Pepe reconocía haber perdidomás de un trabajo porque no era capaz de levantarse a lahora después de una noche de borrachera. Pedía adelantos ycuando cobraba… se iba de juerga… pero "antes bebíamucho más que ahora. Eso ya no me volverá a pasar.Hombre, tomo alguna cerveza pero no es ni la cuarta partede lo de antes…"

Y algunas mujeres, como Sole, de cuarenta años, que estásola, bueno… con dos hijos a su cargo (diez y siete años,respectivamente), que dejó de trabajar cuando se casó, hacedoce años; era administrativa en una fábrica, gestionabapedidos, albaranes, etc., llevando perfectamente la máquinacalculadora y la de escribir. No tiene ingresos, el padre de sushijos no le pasa pensión alguna, no sabe nada de informáti-ca y debe encontrar un empleo cuanto antes…



Cualquiera de estas tres personas puede trabajar, al menos esocreen, y están dispuestos a hacerlo "en lo que sea". Pero, ¿quién lesva a dar un empleo en las circunstancias en las que se encuentran?Y aun en el caso de encontrarlo, ¿qué calidad va a tener el mismoy qué posibilidades tendría de mantenerlo y de salir adelante?

"Un núcleo, en retroceso y cada vez más erosionado, de traba-jadores con empleos estables; un cada vez más amplio estrato detrabajadores en la cuerda floja de los empleos más o menos pre-carios; y una base cada vez más ancha de trabajadores en situa-ción desesperada, que incluye a los "woorking poors" (a finales del2003, el 8% de los trabajadores de la Unión y el 9% de los traba-jadores del Reino de España) debía considerarse pobre porquecarecía de los ingresos necesarios para poder vivir dignamente"58.

Una de nuestras intuiciones principales después de muchos fra-casos es que el empleo no es, en muchos casos, ni la primera delas soluciones, ni la solución mágica que repare todos los proble-mas, sobre todo, en aquellos casos que requieren otras interven-ciones de carácter psicosocial.

En estos casos, será necesario trabajar para mejorar la emplea-bilidad de la persona, esto es, su "mejora de las capacidades yposibilidades de encontrar un empleo y mantenerlo"59.


58 Domènech, A.; Raventós, D. (2004) "La Renta Básica de Ciudadanía y las pobla-ciones trabajadoras del primer mundo" en Le Monde Diplomatique (ediciónespañola), número 105, julio.

59 Es decir, si antes de empezar a buscar trabajo se apoya a Fede para que encuen-tre una vivienda, centre y planifique su búsqueda de empleo, piense cómo admi-nistrar mejor el dinero teniendo en cuenta que hay muchos días y hay cosas másimportantes que otras… O se ayuda a Pepe a que reconozca que tiene un pro-blema con el alcohol, que debe dejar, por completo y absolutamente, el consu-mo empezando a buscar empleo iniciando un proceso de deshabituación… Y aSole, una vez asesorada sobre el derecho de sus hijos a percibir una pensión ali-menticia de su padre y recordarle el deber a éste de colaborar en la manuten-ción, crianza y educación de sus hijos… se le facilita la posibilidad de realizarcursos de formación y reciclaje para, posteriormente, apoyarla en el diseño,supervisión y evaluación de la búsqueda de empleo.


Según la memoria del Programa Operativo de Cáritas Española"Lucha contra la exclusión 2000/2006", los usuarios de los servi-cios se caracterizan por ser: "personas con déficits importantes, nosólo en habilidades laborales, sino también en competencias per-sonales y sociales".

Aunque el empleo favorecerá los procesos de inserción, esnecesario tener unas mínimas habilidades prelaborales y unamínima estabilidad personal y social, mínimos asentados paraabordar, con ciertas garantías, el mundo laboral. Trabajamos conel objetivo de "aumentar la empleabilidad" de las personas paraque éstas terminen siendo autónomas.

Utilizando un símil, hablamos de que no podemos construir unbuen edificio, fuerte y asentado, si no se sustenta en unos buenoscimientos. Recogiendo, una vez más, los ejemplos antes citados,no podemos aspirar a mantener un empleo si no vivimos en unascondiciones mínimas; o si, siendo enfermos alcohólicos, no hemosiniciado previamente, y respondido positivamente, a un procesode rehabilitación; o si no "nos reciclamos" formándonos en las últi-mas novedades relacionadas con nuestro oficio.

Además, cualquier intento fallido de "cumplir" con un empleoserá un fracaso, seguramente otro fracaso, que minará el estado deánimo, la autoestima, la esperanza… que vendrá a empeorar, toda-vía más, una situación difícil.

Ante este panorama, se debe asumir el hecho de que, quizás,nunca alcancen un "trabajo asalariado" y de que, en el hipotéticocaso de conseguirlo, éste será precario (temporal, infravalorado,inestable…). Es necesario ampliar nuestro concepto de inserción,englobando al trabajo (actividad/ocupación) dentro de él. Es tam-bién fundamental huir de la asociación, incierta en muchos casos,de "empleo igual a inserción" que los propios usuarios de Cáritasverbalizan e, incluso, creen, asimilando la situación de inclusión ala obtención de un empleo, o mejor, de unos buenos ingresos eco-nómicos.



Cuando esta asociación de ideas; trabajo igual a dinero, igual asolución de problemas, es compartida y asumida por los agentessociales intervinientes en el proceso de inserción, podemos correrun cierto peligro, obviando una valoración en profundidad queidentifique y ayude a plantear el posible recorrido de inclusión.

Ciertamente, todas las situaciones no son iguales y la oportuni-dad de un empleo, sobre todo a personas que llevan poco tiempoen desempleo o personas inmigrantes con experiencia y formaciónque, coyunturalmente, se quedan sin empleo, es una importanteoportunidad. Será fundamental, por tanto, una buena evaluaciónde la situación psicosocial de la persona, de su deterioro y de lasposibles intervenciones complementarias necesarias.

Un alto porcentaje de las personas que acuden a los ServiciosSociales y son preguntadas por el porqué de su situación respon-den que por la falta de empleo. Y, seguramente, sea así. No tantopor la falta de empleo como por la falta de ingresos. No se olvideque el empleo es la vía habitual para conseguir ingresos económi-cos lo que puede generar, además, una importante presión enmuchos procesos de inserción.

Desde el punto de vista de la intervención social, y como, pos-teriormente, abordaremos en el apartado referido a las estrategiasde intervención, los itinerarios de inclusión social son complejos,no pueden ser referidos únicamente a la consecución de unempleo, los sistemas de protección social deben sostener econó-micamente, mientras se trabaja sobre aspectos previos aunqueesenciales, a la incorporación a un puesto de trabajo. Se debeseparar la actividad, como modo de inclusión, de lo económico.

Los sistemas liberales "a la anglosajona" rechazan los programasde protección social porque, según creen, sus actividades se con-sideran generadoras de dependencia y parasitismo sociales.Entienden que la única inserción posible para los pobres es la deltrabajo remunerado (empleo) como forma individual de procurar-se su integración social. En muchos sectores, se está generalizan-do la idea de que la flexibilización del mercado de trabajo es lamejor forma de ser competitivos.



Pero no podemos obviar que los efectos que tales iniciativasconllevan son los de un ahondamiento de las desigualdades socia-les entre ricos y pobres, así como una disparidad en las condicio-nes de trabajo y de derechos laborales entre trabajadores conpuestos "normalizados" y la de aquéllos "informales", o empleos"basura". Creando, además de la consiguiente desigualdad econó-mica, asociada a los salarios, la desigualdad en cuanto a derechoslaborales tan desarrollados en ámbitos como la Administración y,prácticamente, desaparecidos para aquellas personas que se venobligadas a desempeñar empleos precarios, temporales, etc. Ygenerando, también, como ya hemos avanzado antes, un nuevofenómeno, ya preocupante en países como los Estados Unidos, elde los "trabajadores pobres", es decir aquellos trabajadores emple-ados cuyo salario no supera el umbral de la pobreza. Este mismocaso puede darse en países como Reino Unido donde se está plan-teando supeditar el sistema de rentas básicas al desempeño decualquier trabajo. Es decir, si a un perceptor de renta mínima se leofrece un empleo con un salario muy bajo, debe aceptarlo com-pletándose su sueldo con la propia renta mínima y bajo la amena-za de que, si lo rechaza, pierde su derecho a prestación.

Se trata de trabajar (desempeñar un empleo) a cualquier preciopara demostrar que "se está por la labor". Es una idea parecida,aunque con sus evidentes diferencias, a la adoptada por el InstitutoAragonés de Empleo (INAEM) para quienes no demuestran su inte-rés por trabajar. Favoreciendo, de esta forma, un círculo vicioso dedifícil resolución para las personas implicadas.

"La desocupación no es la falta de trabajo, es la ausencia deocupación, es decir, la ausencia de proyectos de vida a corto olargo plazo. La ocupación concebida como trabajo elegido y cre-ador permite criticar el trabajo obligatorio y servil. Si persiste laactual confusión de términos y no detectamos la sutil diferencia,difícilmente podemos construir alternativas viables para la mayo-ría de las poblaciones"60.


60 Equipo Promocions (1999) «Trabajo, paro y actividad» en Documentación SocialNº 116, pág. 126


Desde estas posiciones, se puede argumentar la necesidad delllamado "salario ciudadano", "salario solidario" o "renta ciudada-na", definido como aquella cantidad pagada a todos y cada uno delos ciudadanos por el simple hecho de serlo.

La aparición de estos salarios revolucionaría todo el trabajosocial dirigido hacia la inserción, puesto que el empleo dejaría deser el objetivo fundamental como única fuente de ingresos.Algunos trabajos podrían rechazarse porque el argumento econó-mico perdería peso, los itinerarios de inserción no necesitarían serremunerados y, por lo tanto, los emprenderían solamente aquellaspersonas que realmente estuvieran interesadas en hacerlo… Y sur-giría con fuerza la importancia de la actividad, no tanto delempleo, porque como ya hemos comentado anteriormente en esteinforme, lo que la persona necesita es la actividad, para sentirseútil, realizada, etc. por un lado, y los ingresos económicos, por elotro. Si la relación empleo/ingresos se quebrara, el empleo (traba-jo remunerado) debería cambiar como concepto y potenciar lalínea, que ya tiene, de realización personal.

EL LADO OSCURO DEL MERCADO LABORAL

Consecuencias para las personas

"Detrás de cada persona desempleada, hay una familia infe-liz"61. Aunque en ocasiones la insistencia en lo obvio puede llegara saturar, lo cierto es que las consecuencias que genera el tener ono empleo, o las condiciones de éste, afectan de una u otra formaa todas las personas. Esta situación incide de forma directa en lapoblación que, a estos efectos, se denomina población activa. Sinembargo, no hemos de olvidar que toda población inactiva inmer-sa en una unidad familiar (niños, mayores, minusválidos...) se veafectada por las condiciones de vida que en dicho grupo se gene-


61 OIT. Memoria de la 89ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo,Ginebra, 2001


ran. La principal razón de que esto suceda radica en la relaciónentre empleo y obtención de ingresos económicos. Sin embargo,esta relación no es la única puesto que se dan otros elementosimportantes como es la satisfacción y autorrealización personal, laconciliación entre trabajo y familia…

Teniendo en cuenta esta premisa de que el trabajo y las condi-ciones de éste nos afectan a todos, vamos a profundizar en algu-nos aspectos que la ausencia de empleo genera a la unidad fami-liar, haciendo un recorrido que profundiza en las situaciones dedesempleo en relación con diferentes variables como la edad, elgénero, la situación sociosanitaria o el hecho migratorio.

Ciclo vital y empleo

La incorporación al mercado laboral está regulada por nuestralegislación a partir de los 16 años, una vez finalizado el periodoeducativo obligatorio. Atendiendo a la realidad de los jóvenes másdesfavorecidos, hemos de resaltar cómo las dificultades de accesoa este mercado y las carencias socioeducativas de muchos deellos, junto con su "invisibilidad social" (ante la protección delnúcleo familiar) hacen que se cree una realidad de riesgo y fragili-dad entre dicha población. Además, y como refleja el InformeJuventud 2004, "el origen social es un factor clave en la produc-ción del paro entre los jóvenes"62.

Ante el fracaso escolar, existen dos opciones: la primera impli-ca la incorporación a los ciclos de Garantía Social o aulas taller de

235

62 "…la tasa de paro (según la OIT) oscila entre un 13% en el grupo ocupacionalmás alto (el de los profesionales superiores) y un 23% en el nivel ocupacionalmás bajo (que son los trabajadores poco cualificados); es decir, que el paro escasi el doble en el nivel más bajo que en el más alto; la tasa de paro estrictamedia es del 15% pero la diferencia entre los grupos ocupacionales extremos esmás del doble (2,6 veces mayor); los parados representan en conjunto el 10% delos jóvenes de 16-29 años, pero los de hogares de trabajadores no cualificadostienen una probabilidad 3,8 veces mayor de estar en paro que los de hogares deprofesionales superiores…" Informe Juventud en España 2004. Instituto de laJuventud (INJUVE).



los Centros Sociolaborales (CSL), en ellos se puede aprender unoficio y terminar los estudios de forma que se tengan más posibili-dades de acceder al mercado laboral; la segunda opción, intentapromover la incorporación del joven al mercado laboral directa-mente o a través de algún curso o servicio de orientación y bús-queda.

Atendiendo a los datos del Consejo Económico y Social deAragón (CESA, 2004), sorprenden las cifras de ocupación juvenilen Aragón, habiéndose incrementado este último año en 3,5 pun-tos el porcentaje de activos menores de 25 años.63 Por otra parte,hay que tener en cuenta que la incorporación de activos no hasupuesto, en términos generales, un aumento de la tasas de des-empleo. Aun con todo, las tasas de desempleo entre la poblaciónjoven son muy superiores a las del resto de grupos de edad: entre18 y 24 años la tasa de paro se sitúa en 11,2 % (situándose lasmujeres 3,2 puntos más por encima de la tasa masculina). Contodo lo dicho, en ocasiones, nos encontramos con jóvenes mayo-res de 18 años que llevan más de dos y tres años sin realizar nin-gún tipo de actividad u ocupación, a la espera de ser llamados aun puesto de trabajo y sin que nadie (familia, agentes sociales yeducativos) aborde con éxito dicha realidad.

Muy probablemente, las ofertas de empleo para muchos deestos jóvenes con baja cualificación son precarias, inestables ysometidas a una fuerte estacionalidad.

Es importante llamar la atención sobre este aspecto puesto quedesde los ámbitos sociales de actuación, incidimos poco en la rea-lidad de adolescentes y jóvenes (hablamos en muchos casos de


63 "En términos relativos, el incremento más espectacular se produce en el grupode menores de 19 años, con un 15’6%, aunque en términos absolutos sóloimplique 1100 empleos más. El grupo de 20-24 años también ha crecido (un5,3%). Como consecuencia de ello, considerando a los menores de 25 años ensu conjunto, la tasa de ocupación de los jóvenes ha pasado del 37’1 % en el2003 al 40,6% en 2004." Informe CESA 2004


menores) a través de actuaciones educativas y, sobre todo, pre-ventivas. La solución no es abocarlos al mundo laboral de formaprecipitada tras haber pasado, en muchos casos, por un fracasoeducativo. Existen numerosos recursos especializados para jóve-nes que se han de promover y potenciar, que hacen hincapié en lamotivación de este colectivo y en la creación y potenciación deactitudes y habilidades para el trabajo.

Otra realidad bien distinta y que afecta también a un ampliosector de jóvenes es la relacionada con la finalización de los estu-dios universitarios. Se da el hecho de que jóvenes especializadosy formados no encuentran el trabajo deseado de acuerdo a su for-mación y expectativas64. Existe un porcentaje de ellos que tieneserias dificultades para modificar su planteamiento vital y laboraladecuándose a la realidad. En una sociedad post-capitalista comola nuestra, en la que los valores del tener y el ser se encuentraninvertidos, constituye un riesgo el promover la ley del mínimoesfuerzo para obtener el máximo rendimiento (se está haciendocreer que elevar y mantener un determinado nivel de vida es un finque hay que conseguir siempre y a cualquier precio).

Por último, es importante resaltar que si la incorporación labo-ral en los jóvenes cuenta con dificultades, lograr un trabajo establees complicado. De hecho, en Aragón, sólo el 39% de los jóvenesentre 18 y 24 años tiene un contrato indefinido. Por sexos en estamisma franja de edad, la tasa de temporalidad femenina es del17,1% frente al 11,5% de los hombres (CESA, 2004). Por contra,hay quienes una vez ultimados los estudios acceden al mercadolaboral a través de puestos no relacionados con su nivel de estu-dios y especialización; los puestos no cualificados son ocupadospor trabajadores de niveles superiores. Esto hace que otros traba-

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64 La mayoría de los jóvenes con nivel de estudios primarios aceptaría cualquiertrabajo, pero ese porcentaje va descendiendo a medida que aumenta el nivel deestudios hasta el 9% en el caso de los que tienen estudios superiores. El 39% deéstos sólo busca un empleo relacionado con sus estudios y otro 35% aunquetambién lo busca, estaría dispuesto a aceptar otros trabajos si no lo encuentra.Informe Juventud en España 2004.



jadores no cualificados se vean desplazados de los puestos queanteriormente estaban destinados para ellos, por lo que el merca-do de trabajo va sufriendo alteraciones y modificaciones estructu-rales importantes a tener en cuenta, sobre todo, si miramos en quéposiciones van quedando los últimos.

La precariedad y flexibilización del mercado son elementos queinciden directamente en la calidad de vida de las personas y susfamilias. La trayectoria laboral a lo largo de la edad adulta secaracteriza, cada vez menos, por la continuidad en una solaempresa. El concepto de carrera profesional tiende a desaparecery el final de la vida laboral hoy apenas tiene que ver con el de haceuna década. Anteriormente, la jubilación laboral se asemejaba conla decadencia del periodo vital de la persona, tras una trayectoriade cerca de 40 años de trabajo. Hoy en día, esto no es así; losperiodos de actividad laboral se reducen por la incorporación mastardía al mercado de trabajo y la salida, en ocasiones, más antici-pada; las jubilaciones y prejubilaciones obligan a la persona a rea-daptar su proyecto vital ante el choque que supone la exclusióndel ámbito laboral y la pérdida de actividad (como elementoimportante de autorrealización de la persona).

Esta realidad afecta de forma desigual a las personas: en altosniveles de empresa, se sustituye a profesionales con larga trayec-toria y cualificación profesional en su mejor (o, por lo menos, noen mal) momento vital y profesional; por el contrario, en los nive-les más bajos de puestos con escasa cualificación (en muchoscasos hablamos de puestos donde el esfuerzo físico es primordial),el trabajador ha de cumplir con la edad estipulada para ser susti-tuido, cuando las condiciones de su trayectoria profesional han idoafectando seriamente su salud y trayectoria vital (disminuyendo enmuchos casos su rendimiento profesional).

El concepto de jubilación o prejubilación (que viene de júbilo,alegría) afecta directamente a dos aspectos importantes de la per-sona: el económico (en cuanto que suele disminuir la renta dispo-nible de la persona y/o unidad familiar) y la autorrealización de lapersona y sentimiento de utilidad.



Género y Empleo

El género sigue siendo un elemento esencial en el análisis delmercado laboral. Según datos del Consejo Económico y Social deAragón, seis de cada diez mujeres en Aragón son inactivas, pese aque la tasa de actividad femenina ha aumentado 5,1 puntos en loscinco últimos años.

Por otra parte, los datos referidos a la ocupación son elocuen-tes: el 63,5% de los hombres está ocupado frente al 39,3%, de lasmujeres. Aunque, en los últimos años, la creación de empleofemenino sigue al alza, la tasa de paradas es del 8,2% frente al3,9% de parados.

La tan nombrada liberalización de la mujer y su incorporaciónal mercado de trabajo ha tenido y tiene unas consecuencias impor-tantes. Dicha liberalización no ha sido desarrollada por igual entodos los ámbitos o campos, lo que ha hecho que la incorporaciónal mercado laboral suponga una "trampa" para muchas mujeres. Elpapel que, tradicionalmente, ha desempeñado la mujer no ha sidodebidamente desmontado y repartido entre el resto de miembrosde la familia, más bien ha sido aumentado con otras responsabili-dades y obligaciones. Además, no podemos hablar de un únicomodelo familiar (la familia tradicional) y, ante la creciente realidadde familias monomarentales es preciso analizar dónde están todaslas oportunidades que preconiza para la mujer nuestro actualmodelo de bienestar.

Ante la realidad de familias monomarentales compuestas pormujer e hijos, la dificultad de conciliar vida laboral y familiar esharto sabida. El colectivo de mujeres más vulnerable por situaciónsocial, educativa, económica, sanitaria, legal (inmigrantes en situa-ción administrativa irregular) tiene gran dificultad para acceder almercado laboral; obtener por ésa u otras vías los ingresos suficien-tes para el mantenimiento de las necesidades básicas en la unidadfamiliar; mantener el puesto de trabajo (especial atención a losperiodos de vacaciones escolares y ausencias por enfermedad) yocuparse del resto de responsabilidades familiares (organización



del hogar, educación y atención de los hijos...). En estos casos, elempleo se convierte en una espiral sin inicio y sin fin: es necesa-rio acceder a toda costa a un empleo para obtener ingresos eco-nómicos pero es casi imposible mantener un empleo a la par quese atienden las necesidades familiares (hijos pequeños menores detres años sin acceso a guardería, vacaciones escolares...).

Esta realidad afecta por igual a todas las mujeres, si bien las con-secuencias más graves las sufren quienes más carencias o dificul-tades tienen. Así, sería importante tener en cuenta los datos demujeres que, ante su maternidad, abandonan (temporal o definiti-vamente) su empleo65. No nos referimos a la utilización de medi-das de conciliación (excedencias) tan difícilmente aplicables enmuchas de las empresas ante el riesgo de despido (siempre porotras causas, claro está).

Si analizamos la trayectoria, es curioso ver cómo las universi-dades están llenas de mujeres, de las cuales una pequeña minoríalogra su incorporación al mercado laboral (en puestos no siempreacordes con su cualificación) para (en otro porcentaje) abandonarsu puesto ante la llegada de los hijos (o a veces el cuidado de losmayores).66 Está claro que el discurso social no concuerda con larealidad de muchas mujeres, independientemente de su nivelsocial y educativo. Así, los datos de actividad y ocupación escon-den una realidad compleja: por debajo de los 25 años, las mujerespresentan tasas de actividad más bajas que los hombres porqueéstas alargan más sus ciclos formativos; entre los 30 y 39 años seproduce una disminución por la dificultad de compaginar trabajoy cuidado de los hijos, que se mantiene entre los 40 y los 49… Y


65 Según informe del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA, 2004), en rela-ción a las tasas de actividad por sexo y edad: "En el segmento de mujeres entre30 y 39 años se produce una disminución de la actividad, hecho que puedeexplicarse en parte por la dificultad que tiene la mujer para compatibilizarmaternidad y trabajo, abandonando en muchos casos el mercado laboral paraatender a los hijos de corta edad".

66 Parece que se está produciendo un grado de feminización en los estudios deBachillerato LOGSE y Universidad, mostrándose un ligero aumento de mujeresen carreras técnicas.


al final, nos encontramos con que la mayor tasa de inactividad enla mujer se debe a la situación de labores del hogar (siete de cadadiez, se declara en esta situación aunque ya va habiendo un 3,7%de hombres que se incluye en la misma. (CESA, 2004).

Otro elemento a tener en cuenta es la desigualdad que se dadentro del mercado laboral entre géneros. Ante un mismo puestode trabajo, el nivel de exigencia y la retribución económica no esequitativa. Con respecto a los jóvenes y según el Informe deJuventud 2004, las mujeres ganan un 27% menos que los varones,por lo que el punto de partida de la vida laboral se inicia ya conuna clara discriminación.

Hecho Migratorio y Empleo

Desde el punto de vista demográfico y económico, sorprende lavaloración positiva que se hace del hecho migratorio en nuestraComunidad Autónoma. No cabe duda de que el aumento depoblación inmigrante dignifica algo más los datos poblacionales,aumentando las tasas de natalidad y mejorando el saldo vegetati-vo (que, pese a todo, sigue siendo negativo). De hecho, la pobla-ción inmigrante supone ya un 6,2% del total de población enAragón. A efectos económicos y de mercado, el 90% de los inmi-grantes tiene menos de 45 años, por lo que el porcentaje de pobla-ción activa va aumentando. El periodo de normalización acaecidoen 2005 va a provocar diferencias notables en cuanto a datoscuantitativos con relación al empleo y a las altas en SeguridadSocial (al menos, en los seis primeros meses del año). Aun contodo, la previsión es que el número de inmigrantes en situaciónadministrativa irregular seguirá creciendo67.

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67 "Los expertos alertan de una nueva bolsa de «sin papeles»… Los regularizadosde hoy tendrán muchas dificultades para renovar su permiso dentro de un año,ya que se exige demostrar una estabilidad laboral difícil de conseguir inclusopara los españoles..." El Periódico de Aragón (23-6-2005).



Los "nuevos aragoneses" son jóvenes y con un alto índice denatalidad (de hecho contando solo a la población inmigrante se daun saldo vegetativo positivo). Este hecho se ve reflejado claramen-te en los datos referentes a educación. En términos generales, laeducación infantil y primaria ha crecido en los últimos años ennúmero de alumnos matriculados, no tanto el resto de estudios nouniversitarios68; aunque sorprende el progresivo aumento de alum-nos extranjeros en los ciclos de Garantía Social (representan un4,35%, en el curso 2001-2002 y un 15,5%, en el curso 2003-200469) y la escasa incidencia en los estudios no obligatorios.Estos datos nos pueden hacer sospechar de un alto índice de fra-caso escolar entre los jóvenes inmigrantes (además de otras posi-bles carencias en el entorno familiar) que puede hacer especial-mente difícil su inserción social y laboral. Lo cual debería hacer-nos reflexionar puesto que estos jóvenes son parte de los "nuevosaragoneses" trabajadores del mañana y deberían arbitrarse medi-das socioeducativas que faciliten su inserción y prevengan otrassituaciones conflictivas, como las que está sufriendo nuestro paísvecino.

Atendiendo a la realidad de los progenitores, se está observan-do cómo, en términos generales, el inmigrante que viene, lo hacepara trabajar, tiene estudios y experiencia laboral en su país de ori-gen y dependiendo también de su lugar de procedencia70 . Pero elnivel de estudios no siempre asegura un puesto de trabajo acorde


68 El alumnado extranjero se ha multiplicado por ocho en los últimos cinco añosy por cinco, en este último curso en los ciclos de Educación Infantil, Primaria,ESO y Garantía Social. Informe (CESA, 2004).

69 Elaboración propia a partir de la Estadística de la Enseñanza no universitaria enAragón (IAEST) y los datos del Informe (CESA, 2004).

70 Según datos propios de los inmigrantes atendidos en el Servicio de Diagnósticode Empleabilidad de Cáritas en el año 2004, el 48,5 % de los inmigrantes origi-narios de Magreb posee Estudios Primarios, cifra que, en el caso de los proce-dentes de Europa del Este y Africa Subsahariana aumenta en 52,4 y 68,4 % res-pectivamente. En el caso de los de América, posee estudios secundarios el45,2%. Con estos datos, vemos que, desde Cáritas, se está atendiendo a pobla-ción inmigrante con bajo nivel de estudios en contraposición con los datos glo-bales que se ofrecen en estudios recientes como el publicado por la FundaciónBBVA, Inmigración y transformación Social (2005).


con su formación; si no cuentan con permiso de trabajo, suelenestar una media de un año trabajando en economía sumergida71.En 2004, se han efectuado en Aragón un total de 71.545 contratosa extranjeros, suponiendo un 17,2% del total y un 19,2% más, conrespecto al año anterior. Debe decirse, también, que las 3/4 partesde dichos contratos pertenecen a hombres, por lo que la mujerinmigrante se encuentra bastante desplazada del mercado laboral.Los sectores en los cuales trabajan suelen estar muy delimitados:construcción, agricultura-ganadería, servicio doméstico-limpieza yhostelería; habiendo más o menos incidencia en cada sectordependiendo del país de origen.

Con todo esto, podemos afirmar que si bien los datos demográ-ficos y de altas en Seguridad Social hacen valorar la inmigracióncomo un bien en nuestra Comunidad, la visión sociofamiliar nosalerta de varias situaciones: independientemente del nivel de estu-dios, la tenencia, o no, de permiso de trabajo marca la trayectoriavital del inmigrante y su familia (si la trae consigo). Hacerse con unpuesto de trabajo más o menos estable, con una retribución dignapara llegar a fin de mes (mandando, si es posible, dinero al país deorigen) pudiendo asumir las responsabilidades familiares y delhogar es todo un sueño por el que luchan muchas de las familias.

Desde nuestra experiencia en la red de atención a estas familiasencontramos problemas económicos derivados de periodos dedesempleo, dificultades de insertarse en el mercado laboral ante laexistencia de menores que precisarían guarderías, falta de cualifi-cación y reciclaje profesional, así como un gran desconocimientode la legislación laboral (derechos y deberes). De igual modo,conocemos no pocas situaciones de riesgo entre la poblacióninfanto-juvenil (menores solos, adolescentes en la calle comoúnica alternativa de ocio…). En definitiva, personas y familias quecarecen de una integración efectiva tanto en el ámbito social como

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71 Informe (CESA, 2004). Pág 13 y ss.



en el laboral. Todos estos problemas se agravan en el momento enque el permiso de residencia y trabajo no es viable a corto-medioplazo y aboca a la supervivencia a través de la economía sumergi-da al menos durante tres años, que es el periodo mínimo para soli-citar el permiso por arraigo. Ésta es la situación en la que seencuentran muchos de los inmigrantes recién llegados72. Por ulti-mo, si existen además problemas de salud que incapacitan a lapersona para trabajar temporal o definitivamente, la situaciónpuede resultar absolutamente dramática para su inserción por lavía laboral.

Situación sociosanitaria y empleo

La salud y el empleo son los dos deseos más básicos que se hanrepetido a lo largo de los tiempos bajo la creencia de que posibi-litan alcanzar el resto de necesidades.

Sin duda, la salud es más prioritaria que el empleo: sin un esta-do óptimo de salud es difícil acceder y mantenerse en el mercadode trabajo. Al hablar de salud, debemos entender ésta no sólo a laausencia de enfermedades, accidentes de trabajo… sino a un esta-do óptimo físico, psíquico y social.73 Teniendo esto en cuenta, sor-prende cómo en los habituales análisis que se realizan sobre elentorno laboral cuando se habla de la salud se termina hablandocasi exclusivamente de los accidentes de trabajo. La relación entreempleo y salud es íntima e, indudablemente, la salud quedaráafectada para quien no encuentra trabajo, o para quien no logramantenerse en el mercado de trabajo aunque sea saltando deempleo en empleo y, a la vez, tiene la presión de satisfacer lasnecesidades básicas de su familia. Factores como la temporalidad,


72 Este es el caso de los subsaharianos que están llegando a nuestra tierra, traídosa la península desde los centros de internamiento de Ceuta-Melilla y Canarias.También de los recién salidos de prisión: si no tienen permisos han de esperarcinco años para solicitar permiso por arraigo.

73 Basándonos en la definición de salud según la OMS.


el desempleo, la falta de integración en la empresa, los problemasde relación en el ámbito laboral son, a la vez, causa y consecuen-cia de problemas de salud. Añadamos a esta situación que cual-quier enfermedad invalidante (temporal o permanente) convierteen toda una odisea el acceso al mercado de trabajo.74

Desde Cáritas, queremos llamar la atención ante la realidad dequienes denominamos "minusválidos sociales". Se trata de perso-nas con trayectorias vitales muy desadaptadas, con situacionessociofamiliares muy precarias, carencias económicas importantesy una situación sanitaria muy frágil. Personas excluidas en muchosámbitos de lo social, con un limitado sentimiento de ciudadanía yque, en el ámbito de lo laboral, son, a menudo, parados de largaduración. En muchos de estos casos y tras analizar su situaciónsanitaria, estas personas no obtienen la suficiente puntuacióncomo para tener un reconocimiento de minusvalía que les permi-ta acceder a un puesto de trabajo protegido o bien disponer de unapensión que garantice unos mínimos ingresos. Creemos que, sinser un colectivo cuantitativamente significativo, sí que lo es desdeel punto de vista de la ausencia absoluta de unos ingresos establesen el tiempo y de la dependencia absoluta de los servicios socia-les y sanitarios.

Atendiendo a la realidad de quienes sí son considerados minus-válidos administrativamente, se dan diferentes situaciones depen-diendo del tipo de minusvalía. A efectos laborales, determinadasminusvalías garantizan mejor un puesto de trabajo que otras, pues-to que en el mercado de trabajo se busca la rentabilidad económi-ca en términos totales. Los beneficios a la contratación de perso-nal minusválido y la existencia de los Centros Especiales de

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74 Aunque ciertamente esta afirmación pueda resultar algo exagerada e injusta, locierto es que cuesta encontrar análisis en profundidad de las relaciones entresalud y empleo más allá de algunos temas emergentes como el estrés laboral oel "mobbing".



Empleo (CEE) han favorecido la integración laboral de este colec-tivo, si bien todavía queda mucho por hacer. Es en este grupodonde más claramente podemos observar la "falsa integración porel empleo". Tener un empleo no garantiza la inserción social. Lainserción debe abarcar todos los ámbitos de la persona puesto quehay quienes no trabajan pero sí están ocupados…En este caso, loimportante es tener en cuenta tres factores: obtención de rentas, laocupación y el empleo.

Tanto en el caso de algunos minusválidos como en el de otraspersonas con especiales dificultades para acceder a un puesto detrabajo protegido o normalizado, la ocupación cobra una vitalimportancia. Es un pilar fundamental en el que construir habilida-des básicas, relacionales, laborales… potenciando autonomía yautorrealización. Y este proceso debe existir teniendo garantizada,a la vez, la existencia de rentas suficientes para vivir con dignidad,sea una pensión o una ayuda vitalicia (como puede ser el IAI enalgún caso actualmente). Así ni un empleo soluciona todo, ni unapensión soluciona todo. Una cuestión es la necesidad de rentaspara asegurar la cobertura de necesidades materiales y otra, lanecesidad de ocupación para realizarse como persona.



OPORTUNIDADES Y AMENAZAS DE LA INSERCIÓN LABORAL.

ALGUNAS PRÁCTICAS DISFUNCIONALES

La experiencia de Cáritas

Las personas que han pasado por el Servicio de Orientación yBúsqueda Activa de Empleo de Cáritas nos han dibujado en estosúltimos años un panorama muy preocupante, tanto en la evolucióndel "perfil" del que podríamos denominar "empleado precario"como en algunas prácticas que se producen dentro del propio mer-cado75. Una tendencia importante es la evolución al alza en cuan-to a la atención a personas en situación administrativa irregular. Deotra parte, y respecto a perspectivas de empleo de las personas ensituación de vulnerabilidad social, éstas se reducen sistemática-mente a trabajos temporales, de baja cualificación y con poca pro-yección personal y profesional.

En la mayoría de los casos, el trabajador de baja cualificaciónno se identifica ni con el tipo de trabajo que está realizando ni conla empresa. Las empresas a las que acceden trabajadores de nues-tros procesos de inserción suelen ser empresas del sector limpieza,agrícola y de trabajo temporal, en las cuales los convenios colec-tivos son más débiles y los salarios mas bajos.

247

75 La información contenida en este apartado se basa en las declaraciones que, co-tidianamente, recogen nuestros agentes de los servicios de empleo. Historias deexpectativas, fracasos e intentos de un número significativo de personas que uti-lizan estos servicios. Historias, también, de algunos empleadores que operan enel mercado y que desarrollan prácticas en ocasiones ilegales. No proponemosaquí una recogida sistemática ni exhaustiva de la información, se trata, másbien, de una llamada de atención y una invitación a la necesidad de profundi-zar en las dinámicas internas del mercado, de sus prácticas abusivas y de sus víc-timas, más allá de las habituales cifras. En otro lugar de este trabajo, se ha des-crito el perfil de las personas que han acudido a nuestros servicios. Recordemosaquí, únicamente, que han sido 500 personas las que han pasado por el Serviciode Diagnóstico de la Empleabilidad desde el año 2002, muchas de las cualesfueron posteriormente atendidas en el Servicio de Orientación y Búsqueda Acti-va de Empleo.



Los sueldos y las condiciones laborales son más pobres en lamedida en que la fuerza productiva pierda interés para el empre-sario. Así, siguiendo de esta manera la ley de la oferta y la deman-da, donde hay mucho para elegir, el producto se devalúa.Lógicamente, esta repercusión económica, tiene su incidencia enel resto de cobertura de necesidades básicas del individuo y susposibilidades reales de autonomía, de acceso a una vivienda y, endefinitiva, de su inserción social.

Estas prácticas y situaciones no hacen sino confirmar algunasintuiciones ya apuntadas en el análisis global del mercado y de lastendencias de precarización.

De igual modo, la revisión de los distintos recursos, tanto públi-cos como privados, que intervienen con los colectivos que tienendificultades de integración en el mercado laboral nos ofrece lucesy sombras. La posible desvinculación de los procesos de inserciónlaboral de los de inserción social, el tratamiento de colectivos deespecial dificultad, la gestión de los fondos europeos dedicados ala formación, el abordaje de las personas situación irregular… Eneste sentido, no podemos obviar las salidas profesionales de éstas,que, principalmente son la economía sumergida76, y como tal, sonde sobras conocidos los riesgos de estas estructuras en las que eltrabajador se encuentra en una clara situación de desprotección ydesventaja con respecto al empresario.

En ocasiones, es la propia red de ayuda y orientación a la bús-queda de empleo, en la que nosotros nos incluimos, la que reali-za propuestas en clave de precariedad y temporalidad77; las per-


76 Desde el Servicio de Orientación y Búsqueda Activa de Empleo, en Caritas, se ges-tionan ofertas de empleo de servicio doméstico, siendo los beneficiarios principa-les mujeres inmigrantes en situación administrativa irregular.

77 Observatorio Ocupacional del Servicio Publico de Empleo Estatal (marzo, 2004)


sonas acceden a puestos de trabajo donde las condiciones labora-les son precarias, y esos puestos de trabajo, en gran medida, hansido ofrecidos desde los propios servicios de búsqueda de empleo(servicio doméstico en economía sumergida, empresas de trabajotemporal, trabajos de sustituciones, etc.).

A modo de ejemplo, en alguna de las empresas de servicios quehan utilizado los servicios de empleo de Cáritas para proveerse depersonas para trabajar, se han detectado irregularidades importan-tes. Durante algunas entrevistas de seguimiento del puesto de tra-bajo, las personas nos informaban de que la empresa hacía casoomiso a la legislación en materia de empleo en lo relativo a tribu-tación, cotización, alta y Seguridad Social y, por supuesto, un claroabandono de las obligaciones salariales derivadas del contrato detrabajo.

Continuando con la idea de revisar y redefinir los servicios yrecursos públicos y privados que intervienen con la población ensituación de riesgo o exclusión social, vamos a comentar algunosaspectos sobre luces y sombras de los mismos.

En materia de empleo, existe una red amplia de servicios cuyoobjetivo es mejorar el grado de empleabilidad de las personas queacceden a ese tipo de proyectos. La mayoría de los servicios parael empleo, presentan el requisito de entrada de "estar apuntadocomo demandante de empleo", algunos los amplían a "situaciónde mejora de empleo", siendo requisito imprescindible, ser posee-dor de la tarjeta de desempleo. Ésta es la primera cuestión quetenemos que abordar: hay una población, desde un punto de vistacuantitativo y cualitativo considerable, que no dispone de autori-zación para residir o trabajar, ello le impide el acceso a la tarjetade desempleo y su consiguiente imposibilidad de acceso a la redde servicios públicos de empleo.

Por otra parte, una de las principales vías de financiación paraestos tipos de servicios es el Fondo Social Europeo (FSE), que tienepor misión apoyar las medidas de prevención y lucha contra eldesempleo, desarrollar los recursos humanos y fomentar la inte-



gración social en el mercado de trabajo a fin de promover un ele-vado nivel de empleo, la igualdad entre hombres y mujeres, undesarrollo sostenible y la cohesión económica y social, todo ello,teniendo en cuenta qué personas disponen de autorización pararesidir y trabajar y quiénes no disponen de esa autorización. Enresumen, la aplicación práctica de la misión del FSE se traduce enla financiación económica que ha supuesto en la creación y man-tenimiento de servicios para el empleo. La tendencia en los fondosestructurales para los próximos años no va a ser tan abundanteeconómicamente, ello condicionará en gran medida el manteni-miento de la red de recursos dirigidos al empleo, formación yorientación, entre otros servicios.

En la ciudad de Zaragoza podemos encontrar los siguientes ser-vicios y recursos para el empleo:

Instituto Aragonés de Empleo (INAEM): tiene competenciade intermediación laboral, gestión de ofertas de empleo yorientación profesional, entre otras. A pesar de los propósitosy esfuerzos de cambio y de mejora que se están produciendoen este organismo, tanto las personas en situación de desem-pleo como las empresas no siempre tienen confianza en sugestión.

Acciones de formación ocupacional: Consiste en la imparti-ción de acciones formativas para desempleados, principal-mente a través de centros colaboradores de formación.Durante los últimos años, se ha producido una abundanteoferta formativa, y aunque, lógicamente, ha existido una inci-dencia en la inserción laboral a través de formación ocupa-cional, no podemos olvidar aquellos casos, donde alumnossolapaban la falta de empleo con la realización indiscrimi-nada de cursos con beca, o bien, alumnos que no contabancon ningún tipo de interés formativo mas allá de ocupar sutiempo. En esta misma línea, una de las grandes críticas queha tenido la formación en primer lugar ha sido la difícil tem-poralización de la misma, no se sabe cuándo empieza nicuándo acaba, aunque sí que se sospecha, y ello dificulta, en



gran medida, la construcción de itinerarios de inserción. Ensegundo lugar, algunas acciones formativas descansan enunos Certificados de Profesionalidad que no siempre seencuentran actualizados a la necesidades ocupacionales delmercado de trabajo.

Acciones de orientación laboral. Con respecto a los serviciosde orientación profesional, es preciso destacar el papel de lasacciones OPEA (Orientación Para el Empleo y Autoempleo)que han proliferado significativamente, configurándosecomo una herramienta de apoyo al Instituto Aragonés deEmpleo en materia de orientación profesional. Nuevamente,vuelve a repetirse el mismo patrón de excesiva oferta queocurría con la formación, llegándose al caso de que los ser-vicios de formación u orientación deben acudir a la caza delusuario o alumno.

Quizá el aspecto más relevante de este tema es el de la canti-dad de recursos puesta a disposición para una adecuada formacióny orientación profesional y una falta de complementariedad, esta-bilidad y coordinación en las distintas acciones. No podemos olvi-darnos de la falta de estabilidad, continuidad y seguimiento pro-porcionado por estos servicios, ya que dependen exclusivamentede ayudas de fondos estructurales. Mucha población los utiliza porla posibilidad de ser incorporada a una Bolsa de Empleo, quedan-do reducida, en algún momento, la actividad orientadora a unatoma de datos con el mensaje de "cuando recibamos una oferta deempleo ya te llamaremos". Este tipo de actuaciones está haciendomucho daño a aquellas instituciones o recursos cuyo principalcompromiso es la realización de un proceso educativo de búsque-da de empleo, donde es el usuario quien debe conocer los recur-sos y estrategias para hacer frente a su búsqueda de empleo, por-que es más cómodo estar apuntado en una de estas bolsas deempleo, que estar "pateando" la ciudad y los polígonos industria-les en busca de una oportunidad.

Prácticas en empresas. Las prácticas en empresas se configu-ran como un complemento formativo para aquellos alumnos



que han asistido a los planes de formación del Gobierno deAragón. Esta iniciativa está liderada por la patronal y agentessociales y responde al principio de la formación en el puestode trabajo, una iniciativa muy interesante y con buenos resul-tados, desde el punto de vista del aprendizaje. Deberíanfomentarse esto tipo de actuaciones y, sobre todo, concien-ciar al tejido empresarial de la necesidad de esta formacióndual y eliminar cualquier idea "descabellada" de utilizar esterecurso como "mano de obra barata".

Otros de los recursos de empleo utilizados por las personasen situación de desempleo o de mejora de empleo, son lasAgencias de Colocación. Estas agencias tienen por objetivoponer en contacto a personas que buscan trabajo con empre-sas que ofrecen empleo. Este tipo de organismos tienen auto-rización del INAEM para colaborar en la intermediaciónlaboral. Nunca hemos estudiado a fondo lo motivos por losque los usuarios de Cáritas no obtienen los mismos índicesde inserción laboral a través de las Agencias de Colocación,posiblemente los perfiles para los que están diseñados estosrecursos de empleo sean para gente con mayor nivel de cua-lificación, experiencia, competencias personales, etc. La im-presión que tenemos, desde Cáritas, es que las Agencias deColocación existentes en Zaragoza, no satisfacen las expec-tativas de las personas en situación de riesgo de exclusiónsocial.

Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Estas empresas tienenpor finalidad dar cobertura a otras en materia de recursoshumanos respondiendo al principio de agilidad, flexibilidade inmediatez. Es obvio pensar en las ventajas que estasempresas proporcionan a las personas en situación de des-empleo, ya que favorecen un acceso relativamente rápido almercado de trabajo, que se convierte en una manera deadquirir experiencia laboral en distintos ámbitos productivos.No obstante, no podemos olvidar las repercusiones y conse-cuencias negativas que tiene para algunos trabajadores,sobre todo, para aquéllos que utilizan las ETT como única vía



de acceso a un puesto de trabajo y llegan a convertir esterecurso en un fin en sí mismo, en lugar de ser un medio paraconseguir un objetivo laboral.

Existen argumentos que denuncian que las empresas de tra-bajo temporal contribuyen a la precarización en el empleo.Nuestra práctica refuerza este argumento. Las ETT no ofrecenuna perspectiva de futuro al trabajador. Recordemos que son,fundamentalmente, un servicio para la empresa y no para eltrabajador. Su principal argumento es la inmediatez: "panpara hoy y hambre para mañana". Es más: "día que no traba-jas, día que no cobras". No es infrecuente las propuestas decolaboración que, desde estas empresas, hemos recibido ende Cáritas. Ha habido ofertas de empleo de Empresas deTrabajo Temporal que han sido gestionadas desde Cáritas y,lógicamente, Cáritas no ha percibido ninguna contrapresta-ción mas allá del intento de normalizar la situación sociola-boral de una de estas personas.

Empresas de Inserción Laboral (EIL). Las empresas de inser-ción laboral, hoy en día, son una de las pocas salidas para lapersonas que se encuentran en situación de vulnerabilidad oexclusión social. No hay que perder la oportunidad de elo-giar la función social de estas empresas, sobre todo, la deaquéllas, cuyo proyecto de inserción es llevado con la mayorrigurosidad y exigencia posible. No obstante, se corre el peli-gro de que algunas empresas de inserción puedan malversareste tipo de recurso de inserción sociolaboral.

El sentido del recurso puede pervertirse si éste es utilizado porpersonas con un grado de empleabilidad alto pero que, ante lafalta empleo propio, de las exigencias y dinámica del mercado detrabajo actual, utilizan estas empresas como salida profesional,estableciéndose de esta manera, un agravio comparativo conaquellas personas cuyas posibilidades de inserción son inferiores.



El propio Decreto78 que regula las Empresas de Inserción recoge losiguiente. "La oferta de trabajo para iniciar un proceso de inserciónlaboral en una E.I.L. irá dirigida a aquellas personas con gravesdificultades para lograr su integración en el mercado de trabajonormalizado debido a su bajo nivel de empleabilidad y a su defi-citario rendimiento laboral".

Según la Confederación Empresarial Española de EconomíaSocial, las EIL se sustentan en los siguientes pilares79: "Todas estaspersonas tienen en común ser personas excluidas del mercadolaboral. Han perdido su empleabilidad, por lo que las políticasactivas de empleo no las acoge".

Realmente, las Empresas de Inserción son una de las pocas sali-das que tienen las personas en situación de riesgo de exclusiónsocial. Aunque, hay que tener en cuenta las condiciones salarialesy de contratación que algunas de estas empresas ofrecen a sus tra-bajadores, como por ejemplo, sueldos que rozan el SalarioMínimo Interprofesional y contratos en precario de tres meses, seismeses o por obra o servicio. Por otra parte, la permanencia deestas personas en las empresas de inserción es transitoria, el pro-pio decreto recoge un periodo de tiempo subvencionable máximode tres años. Sin embargo, este hecho, en ocasiones, no se cum-ple. ¿Realmente este salario favorece la inclusión? ¿Realmente esasmodalidades contractuales favorecen la inserción sociolaboral?¿Son algunas empresas de inserción un trampolín al mercado nor-malizado de trabajo? Estas preguntas quedan ahí y deben hacernosreflexionar de manera constructiva sobre algunas de nuestras pro-pias prácticas.


78 DECRETO 33/2002, de 5 de febrero, del Gobierno de Aragón, por el que se regu-lan las Empresas de Inserción Laboral y se aprueba el Programa ARINSER de ayu-das económicas para la integración socio-laboral de colectivos en situación oriesgo de exclusión. (BOA de 15 de febrero de 2002)

79 CEPES <http:www.cepes.es> Empresas de Economía Social.


Por nuestra parte, creemos que es fundamental que los contra-tos favorezcan los procesos de inserción de la persona, es decir,que se valore el proceso personal y no solamente la necesidadproductiva empresarial. El itinerario de inserción personalizado esel pilar fundamental del trabajo de las empresas de inserción labo-ral. Los itinerarios de inserción deben estar desarrollados desdeuna fase anterior a la incorporación de la persona a la empresa deinserción y debe contemplarse una fase de seguimiento durante suincorporación en la empresa.

Centros Especiales de Empleo (CEE). Respecto a los Centros Espe-ciales de Empleo, éstos tienen como principal objetivo la inserciónsociolaboral de personas con discapacidad. De nuevo, y en el con-texto de la valoración que estamos realizando, este tipo de Centrosha significado una importante oportunidad de inserción paramuchas personas con una discapacidad. Sin embargo, y al igualque lo comentado respecto a las empresas de inserción, es nece-sario estar alerta sobre algunas posibles disfunciones.

Poseer un reconocimiento de minusvalía superior al 33% es lapuerta de entrada a estos Centros Especiales de Empleo. Este hechopuede discriminar el acceso a los mismos: mayor posibilidad deacceso cuanto menos afecte la minusvalía al proceso de produc-ción. Nuevamente, volvemos a una situación ya comentada, esta-bleciéndose un agravio comparativo con aquellas personas cuyaempleabilidad es inferior.

Los recursos citados anteriormente tienen un buen nivel de res-puesta y aceptación en población de carácter normalizada, peroen aquellos sectores de población, que se encuentran en situaciónde riesgo de exclusión social, tienen menor nivel de incidencia yconsiguiente efectividad.

Queremos incidir en el asunto de que todos los recursos deempleo van a cubrir la necesidad de la persona de encontrar untrabajo, pero parten de la situación en que la persona se encuen-tra en un momento adecuado para poder trabajar. ¿Cómo se tra-bajan todos los aspectos previos a la fase de empleo? ¿Es la forma-



ción ocupacional un espacio adecuado para trabajar contenidosrelacionados con las competencias y habilidades personales?Seguramente, no; es preciso contar con estructuras y espaciosdotados de recursos humanos, materiales y económicos establesdonde se pueda hacer una planificación y una evaluación a cortoy medio plazo, no con unos criterios estándar y de mínimos, sinoflexibles y adaptados a las necesidades individuales de cada per-sona.

Para terminar, es interesante destacar que el sistema actual dis-pone de unas buenas oportunidades, como es, por ejemplo, lacantidad de recursos que tiene a su disposición, por lo menosmientras se mantengan las financiaciones del FSE, pero por otrolado, y como ya se ha comentado anteriormente, existe una lagu-na importante con la población en situación administrativa irregu-lar.

EL EMPLEO COMO SOLUCIÓN MÁGICA.PROCESOS DE ACOMPAÑAMIENTO SOCIAL

Y DE INSERCIÓN PARA EL EMPLEO

¿Realmente el que no trabaja es porque no quiere? Esta frase tanoída a "pie de calle" no responde a la realidad actual y a la com-pleja situación en la que se encuentran muchas personas.

Como hemos ido viendo a lo largo de este informe, las personasse encuentran en una situación precaria o de exclusión pormuchas más razones que por la inestabilidad en el empleo. La pre-cariedad tiene que ver con cuestiones previas: la realidad familiar,la trayectoria formativa y educativa, la existencia o no de relacio-nes y el tipo de éstas…; elementos fundamentales que ayudan a laconstrucción de la persona como tal y que van a marcar como tra-yectoria vital la capacidad de acceder a un puesto de trabajo. Enesta sociedad en la que prima y se premia la especialización, nosencontramos con carencias en la formación personal de muchaspersonas que, a veces, nada tienen que ver con su nivel académi-co. Cada vez, hay más expertos en nuestras empresas pero nosiempre se traduce en más personas con visión global, con madu-



rez, con capacidad y voluntad para decidir, con habilidades rela-cionales a la altura de su responsabilidad… Si a una escasa inteli-gencia emocional se une una trayectoria vital marcada por la nece-sidad, problemática familiar, fracaso escolar y falta de habilidadesrelacionales, la probabilidad de acceder y mantenerse en un pues-to de trabajo disminuye.

Tradicionalmente, cuando se da una situación de necesidad enuna persona o unidad familiar, la orientación que se marca desdelos servicios sociales e incluso servicios de orientación laboral (ytambién desde las redes primarias: familia, amigos, vecinos) estáclara: primero, cubrir la urgencia material y segundo, hacer buscaro buscarle directamente a la persona un trabajo. El trabajo consti-tuye, así, la varita mágica para solucionar muchos problemas:aporta un dinero (a veces da igual si es mucho o poco, y decimosque hay que conformarse con lo que paguen), tiene a la personaocupada (es lo mejor para determinados problemas de salud:depresiones, duelo, determinadas dependencias…) y le ayuda aformarse, a saber trabajar.

Si el objetivo de nuestra intervención (como agentes sociales yprofesionales: trabajadores sociales, educadores, orientadores…)es hacer a la persona más autónoma para que sea capaz de ges-tionar su vida, nada hacemos solucionando nosotros lo que cree-mos que es el problema. No tener empleo, en muchos casos, supo-ne la punta de un iceberg que habrá que analizar. Y mientras noseparemos la obtención de ingresos del acceso a un empleo, pocopodremos ayudar a determinadas personas.

El salto del mundo educativo y de procesos formativos al mer-cado de trabajo encuentra algunos obstáculos: el primero es queno siempre la formación (reglada y no reglada) se corresponde conlas exigencias del mercado de trabajo. Por otra parte, a determina-das personas les hace falta un proceso de educación para elempleo, que es más que un curso de orientación laboral teórico.La metodología de trabajo de los Centros Sociolaborales con jóve-nes, del Centro de Inserción Social o talleres prelaborales deCáritas y otras entidades, podría utilizarse con otros colectivos:



parados de larga duración que han perdido hábitos laborales ycarecen de oficio o profesión, inmigrantes con o sin oficio en paísde origen (que desconocen el funcionamiento del mercado de tra-bajo en España y su legislación), desempleados mayores que trasuna larga trayectoria en una sola empresa tienen serias dificultadespara reincorporarse a un mercado de trabajo desconocido paraellos… Son recursos y metodologías de trabajo que habría queextender a toda la población y no solo a colectivos de exclusión ydesde las entidades sociales.

En definitiva, prevención e intervención en los orígenes del pro-blema es la clave que nos permitirá aportar herramientas útiles alas personas para que ellas mismas sean capaces de mejorar susprobabilidades de acceso al mercado de trabajo (mejorando así loque se conoce como su nivel de empleabilidad).

ACCIONES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN

En clave de intervención, desde Cáritas concedemos muchaimportancia a todo el proceso vital anterior al puesto de trabajo ya la valoración de los grados de desestructura previa.

El éxito de un proceso de inserción hacia el empleo es prácti-camente imposible de garantizar puesto que son varios los aspec-tos que entran en juego: la persona, el mercado laboral… inclusola coyuntura económica.

Sobre algunos de estos aspectos, importantes en estos procesos,no podemos ejercer ningún control, no dependen de nosotros,teniendo que centrarnos, por lo tanto, en aquello en lo que pode-mos repercutir: la empleabilidad de la persona.

Para intentar aumentar la empleabilidad de una persona hayque conocer primero su grado de empleabilidad, tarea realizadapor el Servicio Diagnóstico de Empleabilidad, sus intereses, posi-bilidades, experiencia, nivel educativo… serán aspectos a valorary tener en cuenta a la hora de establecer este diagnóstico.



Contando con una información previa y mediante entrevistas atal efecto, podemos detectar tanto las carencias como las posibili-dades, intentando paliar esas carencias y reforzando las posibili-dades.

El proceso como medio y no como fin. La empleabilidad

Con algunas personas corremos el riesgo de que el proceso, elitinerario, se convierta en un fin en sí mismo por las dificultades deinserción laboral que puedan entrañar o por la comodidad quepueden sentir realizando alguna actividad (habituación laboral,cursos de formación…) en la que se sienten útiles.

De hecho, es habitual que personas participantes en nuestrosproyectos, hablen de su actividad como de su trabajo. Esta per-cepción puede ser positiva, por la carga de responsabilidad queconlleva creer que es un trabajo pero puede tener también aspec-tos no tan positivos como el anclaje del proceso creyendo cumpli-do el objetivo.

Además, el actual sistema de rentas de inserción, IngresoAragonés de Inserción en Aragón, contribuye a este "malentendi-do" de creer que hacer una actividad, como contraprestación a laaportación económica del IAI, es un fin en sí misma. Y, desdenuestro punto de vista, puede pervertir el verdadero objetivo de losprocesos de inserción condicionándolos.

O sea, un proceso de inserción tiene posibilidades de éxito si, ysólo si, la persona interesada cree en él, en que le puede servir yasume, consciente y libremente, la responsabilidad de iniciarlo. Encaso de no cumplirse estas premisas, difícilmente tendremos éxito.Iniciar cualquier proceso "porque me manda la asistenta" (refirién-dose al trabajador social responsable del seguimiento del IAI)como contraprestación al Ingreso Aragonés de Inserción es apos-tar, casi con toda seguridad, por otro fracaso.

Si las personas que inician el proceso son diagnosticadas de"baja empleabilidad", éste será mucho más largo y lento, siendo el



riesgo de que confundan el medio (proceso) con el fin (hacer algo)bastante alto.

Pero también existe un muy alto riesgo de confundir medios yfines en perfiles de empleabilidad más alta. Un ejemplo claro es elde aquellos "cursillistas" especializados. Gente que todos los añoshace un curso de formación e inserción profesional, no haciendomás porque no lo permite la Ley. A veces, repite cursos parecidos(aunque gestionados por diferentes entidades), otras veces, puedeque exista un cierto sentido (por ejemplo haber hecho uno básicode cualquier oficio y luego algunos de especialización) pero lamayoría de ellas no tienen nada que ver entre sí ni con su orienta-ción profesional.

Este fenómeno del "cursillismo" se da especialmente en perfilesque, o cobran una renta de inserción por la que deben realizaractividades, o tienen reconocido un grado de minusvalía que lesda derecho a percibir una pequeña remuneración por día de cur-sillo, además de que rellena el tiempo, dada la complicación deacceso al mundo laboral.

Los itinerarios de inserción

Existe una brecha, cada vez más grande, entre los recursos deempleo y los procesos de personas excluidas. De tal manera, queestas personas tienen, por supuesto, acceso libre a este tipo derecursos pero que, debido a sus carencias y limitaciones persona-les (culturales, formativas, etc.), no les aportan nada. Un ejemploque ayudará a comprender esta afirmación es el de una persona,analfabeta, que acude a uno de estos recursos en donde le remitena un cartel lleno de ofertas de empleo que, evidentemente, noentiende. Quedando claro, por lo tanto, que los itinerarios deinserción hacia el empleo deben ser personalizados, partiendo dela realidad de cada uno de los casos. Desde este argumento esdesde dónde Cáritas plantea la necesidad de crear un recurso, elServicio Diagnóstico de Empleabilidad, cuyo objetivo es, precisa-mente, diagnosticar, a partir de la experiencia, conocimientos,intereses, posibilidades de la persona para poder diseñar una pro-puesta de intervención a medida, como un traje en una sastrería.



No tener en cuenta este aspecto y hacer pasar a todo el mundopor el mismo proceso es contraproducente si lo que se intenta esacceder a un empleo. En este sentido, en Cáritas, nos gusta decirque hacemos "artesanía" de la búsqueda de empleo puesto queintentamos trabajar cada caso como lo que es, único, planteandopropuestas específicas y personales.

Pero sí contamos con un modelo de Itinerario en el que inten-tamos reflejar todas y cada una de las fases que, creemos, debencumplir todas las personas que inician un proceso para garantizaren la medida de lo posible, su incorporación al mundo laboral.Evidentemente, si como hemos comentado en el párrafo anteriorcreemos en los "itinerarios a medida", no todas las personas debenpasar por todas las fases, ni éstas son absolutamente rígidas, tam-poco deben hacerse por riguroso orden… sino que, a partir deldiagnóstico de empleabilidad antes comentado, se establece unapropuesta de intervención teniendo en cuenta que sea flexible,adaptable, permeable.

Queda claro que, aún existiendo un modelo general de itinera-rio o itinerario tipo, existen tantos itinerarios de inserción hacia elempleo como personas que comienzan el proceso.

Así como el hecho de que el único protagonista y motor del pro-ceso es la persona interesada, siendo los agentes intervinientes(Cáritas u otros) acompañantes en el camino y que, por lo tanto, lapropuesta de intervención debe ser consensuada con el interesa-do, en ningún caso impuesta, porque si no está convencido de quepuede funcionar, no lo hará.

Una vez aceptada la propuesta de intervención por parte de lapersona interesada, se formaliza el compromiso, firmando unosacuerdos, por ejemplo, que sirvan como referencia durante todo elproceso.



EMPLEO Y POBREZADESDE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

El problema fundamental

El problema fundamental en nuestro tiempo, en todos los tiem-pos, es, sin duda, el de la pobreza extrema en que viven millonesde seres humanos en todos los continentes. El colmo de esta lacraglobalizada se constata en el elevado número de seres humanos,niños sobre todo, que mueren de hambre en el mundo, teniendoen cuenta que a escala mundial hay medios suficientes para ponerremedio, pero, y es lo peor, falta una voluntad política seria deafrontar la situación. Y lo que es general a escala mundial, es tam-bién demasiado abultado a nivel de países desarrollados, donde,como es nuestro caso, el nivel de pobreza alcanza a una de cadacinco personas, y no faltan situaciones de extrema pobreza en can-tidades inadmisibles. Los análisis de la pobreza subrayan la inci-dencia de ésta mayoritariamente en los sectores de población másdesfavorecidos: mujeres, niños y ancianos. Como también apun-tan, reiteradamente, a que las causas de la situación están en elsistema, en las estructuras. El concepto de pecado estructural,subrayado por Juan Pablo II [Carta Encíclica Sollicitudo ReiSocialis, (SRS) 1987] nos ayuda a introducir una nueva clase delectura de la realidad, menos simplista y reduccionista que la delos políticos y economistas, porque apunta a una crisis que tam-bién es social, cultural y, sobre todo, moral, antropológica, pro-fundamente humana y religiosa.

El problema de raíz del sistema que genera la marginación yexclusión social, verdadero caldo de cultivo de la pobreza, con-siste en que nuestro pretendido orden social, político, económicoy cultural, que pervive en la modernidad, descansa en el supuestode que un aspecto de la realidad, el nuestro, tiene valor universal.Nuestro sistema, el occidental, afronta y pretende resolver un pro-blema global, mundial, sólo con los medios que ofrece una cultu-ra, la nuestra, sin contar ni tener en cuenta a todas las demás. Elequívoco radica en que, al hablar de globalización, se da porsupuesto que es la nuestra, la de occidente, dando por hecho que



globalización es sinónimo de occidentalización, menospreciandoy dando de lado los elementos de todas las otras culturas. De ahíla acertada visión del Mensaje de Navidad de Benedicto XVI,"Una humanidad unida podrá afrontar los numerosos y preocu-pantes problemas del momento actual: desde la acechanza terro-rista a las condiciones de pobreza humillante en la que vivenmillones de seres humanos, desde la proliferación de las armas alas pandemias y al deterioro ambiental que amenaza el futuro delplaneta".

Los problemas del trabajo

Una de las raíces de la pobreza es el paro, la exclusión del sis-tema productivo y distributivo de la riqueza, de multitudes de sereshumanos en condiciones de trabajar. Nuestro mundo conoce losproblemas del trabajo, su escasez, su insuficiente remuneración, laincesante pérdida de puestos de trabajo, la especulación, conexcusas de la globalización y de las diferencias salariales, paraexplotar a los trabajadores y obligarles a aceptar condiciones dra-conianas "si quieren conservar el empleo"o de lo contrario, trasla-dar ciertas actividades a países donde no hay sindicatos y las con-diciones de trabajo son a todas luces injustas e inhumanas (deslo-calización). La consecuencia de todo esto es la precariedad delempleo, la inseguridad del trabajador que no le permite mirar conesperanza el futuro (adquirir una vivienda, pensar en una familia yen los hijos), todo ello supeditado injustamente a un trabajo queha dejado de ser un derecho para convertirse casi en una lotería,amen de los problemas personales relacionados con la autoestimay la salud mental de tantos trabajadores despedidos o jubiladosanticipadamente.

La posición de la Doctrina Social de la Iglesia

Desde la Rerum Novarum, el trabajo ha sido una de los temasmás recurrentes en la Doctrina Social de la Iglesia, que ha anali-zado, no sin asombro, cómo se ha relegado la dignidad humanadel trabajador y del trabajo, al haber sido éste asumido en exclu-siva por la economía con la consiguiente unilateralidad (trabajo



mercancía, mercado de trabajo, costo de producción…). Las refle-xiones de los numerosos documentos, repetidos y analizados suce-sivamente por Pío XI, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, han cul-minado, resumidamente, en la encíclica Laborem Exercens, dondese sistematiza la doctrina, tal como la Iglesia la deduce de los datosde la Revelación, como de los que encuentra en los postulados deuna ética básica fundada en los derechos humanos. Estos serían, agrandes rasgos, los principios básicos:

El trabajo es una actividad humana. De la persona recibe susentido y dignidad, y debe recibir su tratamiento y conside-ración. Toda la actividad económica, en general, debe estarsubordinada a la persona, y el capital en particular, al traba-jador. Es, por tanto, inadmisible la reducción del trabajo apura mercancía y la del trabajador a mero costo de produc-ción. La encíclica Laborem Exercens acuña la distinciónentre trabajo objetivo, el trabajo como medio de dominar latierra y hacerla útil, y el trabajo en sentido subjetivo, comoexpresión de la manera de ser del hombre, colaborador de lacreación de Dios. Distinción que no justifica ninguna divi-sión o separación de aspectos, dada la unidad del sujeto y sudignidad humana. (LE, 5 y 6)

En el plan de Dios el trabajo está relacionado con el modoen que el hombre debe proceder a su mantenimiento: elhombre debe ganarse el pan con el sudor de su frente, conel trabajo (Gen. 3,19). Por lo tanto, no pueden simplificarselas cosas, manteniendo altas tasas de paro, incluso como unideal económico para controlar los salarios, y remendando lasituación con subsidios al desempleo. Estos son una buenamedida de política social, siempre que la política económicaapunte eficazmente al pleno empleo. Porque si todos losseres humanos tienen derecho a vivir y alimentarse, tambiéntienen derecho a trabajar. Y no se puede impedir dicho dere-cho por ningun concepto, ni con despidos improcedentesaunque compensados, ni con jubilaciones anticipadas, ni porotros procedimientos disimulados que no son sino una mane-ra eufemística de negar el derecho al trabajo.



Y es que el trabajo no sólo tiene que ver con ganarse la vida,sino también con vivir, es decir, con desarrollarse como per-sona, desarrollando todas su posibilidades. "Pues éste -elhombre- con su acción no solo transforma las cosas y lasociedad, sino que se perfecciona a sí mismo. Aprendemucho, cultiva sus facultades, se supera y trasciende. Talsuperación, rectamente entendida, es más importante que lasriquezas exteriores que puedan acumularse. El hombre valemás por lo que es que por lo que tiene". (Vaticano II, Iglesiaen el Mundo, 35). El trabajo no es, por tanto, sólo un factoreconómico, una mercancía al juego de los vaivenes del mer-cado (nunca libre, siempre manipulado y dominado porestructuras monopolísticas), sino una actividad que contribu-ye al desarrollo del ser humano. Negarle el trabajo es tantocomo negarle el aire, el pensamiento, la acción. Es verdadque todo el amplio mundo del voluntariado, así como la infi-nidad de posibilidades de las aficiones personales de cadauno facilitan el desarrollo humano, al margen y más allá deltrabajo remunerado, pero lo mismo vale también para losque trabajan de hecho. Resulta, por tanto, un derecho detodos que, en caso de escasez, debe racionalizarse y racio-narse, de modo que todos puedan trabajar, es decir, vivir (nosólo comer).

Finalmente, el trabajo es la contribución de todos los sereshumanos al desarrollo de la humanidad, de la sociedad. Elderecho al trabajo es así el derecho a estar presente y parti-cipar de verdad en la sociedad, que es "como una encarna-ción histórica y social del trabajo de todas las generaciones.Todo esto hace que el hombre su más profunda identidadhumana con la pertenencia a la nación y entienda su trabajocomo incremento del bien común elaborado juntamente consus compatriotas, dándose así cuenta de que por este caminoel trabajo sirve para multiplicar el patrimonio de toda la fami-lia humana" (LE, 10).

La verdadera democracia no consiste en que todos voten,sino en que todos participen. Y el trabajo, la actividad huma-



na en todos los campos de la cultura, también en los de laeconomía, es fundamental para que la democracia no seasólo representativa, pues acaba por ser suplantadora, sinoparticipativa porque todos contribuyen desde su trabajo.Nadie puede ser jubilado antes de tiempo, ni cesado pormotivos espúreos, ni impedido con falsos pretextos, porquetodo eso son excusas para impedir su participación verdade-ra. Lo más obvio es repartir equitativamente el tiempo de tra-bajo y de ocio, de modo que todos dispongan de ambosequitativamente, y no que unos sólo tengan tiempo para tra-bajar (¿por qué ocho horas diarias, por qué seis días a lassemana, por qué treinta días al mes, por qué once meses alaño, por qué todos los años… si así no hay para todos?), yotros sólo tengan tiempo para no hacer nada, ni siquiera des-cansar o divertirse por falta de medios.

Más aún, el trabajo es participación en la salvación y fuen-te de santificación para el creyente. "El sudor y la fatiga, queel trabajo necesariamente lleva en la condición actual de lahumanidad, ofrecen al cristiano y a cada hombre, que hasido llamado a seguir a Cristo, la posibilidad de participar enel amor a la obra que Cristo ha venido a realizar. Esta obra desalvación se ha realizado a través del sufrimiento y de lamuerte de cruz. Soportando la fatiga del trabajo en unión conCristo crucificado por nosotros, el hombre colabora en cier-to modo con el Hijo de Dios en la redención de la humani-dad" (LE, 27).

La denuncia de las situaciones injustas

Desde esa perspectiva, muy lejos de cualquier consideraciónlaboral, que sólo tiene en cuenta los aspectos económicos, no losauténticamente humanos, la enseñanza de la Iglesia ha denuncia-do particularmente: la separación radical entre capital y trabajo, laprioridad del capital sobre el trabajo (y el trabajador), la insufi-ciencia salarial para una vida digna, las agresiones a la vida fami-liar (falta de ayudas a las familias numerosas), la explotación dis-criminatoria de la mujer y de los emigrantes, la explotación de los



niños y mujeres, la falta de seguridad y protección en el trabajo(demasiados accidentes y muertes), la precariedad del trabajo agrí-cola, el paro, sobre todo de los jóvenes, mujeres y discapacitados,la precariedad en el empleo, las artimañas de las subcontratacio-nes, la globalización del capital que no del trabajo y del salario,los traslados especulativos de puestos de trabajo, etc.

Por otra parte, para obviar las consecuencias del capitalismo,exige la participación de los trabajadores en la marcha y beneficiosde la empresa, cuestiona la validez de los mecanismos del merca-do de trabajo, que difícilmente pueden evitar la injusticia del mer-cado de seres humanos (trata de blancas, tráfico de esclavos, espe-culación con las necesidades),y reclama la presencia de los gober-nantes y apela a su responsabilidad para que las leyes protejan,fomenten y garanticen el derecho de todos al trabajo, regulen lasrelaciones capital y trabajo de modo que impidan los abusos delneoliberalismo dominante y promuevan políticas sociales quecomplementen y garanticen los derechos y la dignidad y seguridadde los trabajadores, sin discriminación por sexo, edad o naciona-lidad u otros pretextos.



ANEXO LEGISLATIVO

— Plan de Acción para el Empleo del Reino de España 2001.

— Constitución Española de 1978.

— Real Decreto 2393/2004, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Re-glamento de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y liber-tades de los extranjeros en España y su integración social. (BOE de 7 deenero de 2005).

— Resolución de 27 de diciembre de 2004, del Instituto Nacional deAdministración Pública, por la que se convoca para el ejercicio 2005, laconcesión de ayudas en el marco del Acuerdo de adaptación del III Acuerdode Formación Continua en las Administraciones Públicas de 11 de enero de2001. (BOE de 10 de enero de 2005).

— Orden TAS/77/2005, de 18 de enero, por la que se desarrollan las normasde cotización a la Seguridad Social, Desempleo, Fondo de Garantía Salarialy Formación Profesional, contenidas en la Ley 2/2004, de 27 de diciembre,de Presupuestos Generales del Estado para el año 2005. (BOE de 28 deenero de 2005).

— Real Decreto 205/2005, de 25 de febrero, por el que se regula para el año2005 el programa de renta activa de inserción para desempleados con espe-ciales necesidades económicas y dificultad para encontrar empleo. (BOE de26 de febrero de 2005) .

— Orden TAS/892/2005, de 16 de marzo, por la que se distribuyen territorial-mente para el ejercicio económico de 2005, para su gestión por lasComunidades Autónomas con competencias asumidas, subvenciones delámbito laboral financiadas con cargo a los Presupuestos Generales delEstado. (BOE de 8 de abril de 2005).

— Corrección de errores de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, deMedidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. (BOE de 12de abril de 2005).

— Real Decreto 364/2005, de 8 de abril, por el que se regula el cumplimientoalternativo con carácter excepcional de la cuota de reserva en favor de lostrabajadores con discapacidad. (BOE de 20 de abril de 2005).


— Orden TAS/1051/2005, de 12 de abril, por la que se establecen las basesreguladoras para la concesión de subvenciones dirigidas a actividades deestudio e investigación en el ámbito de la protección social, y se procede asu convocatoria. (BOE de 22 de abril de 2005).

— Real Decreto Ley 7/2005, de 22 de abril, por el que se modifica la Ley2/2004, de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para elaño 2005, en materia de financiación de la formación continua. (BOE de 26de abril de 2005).

— Resolución de 19 de mayo de 2005, del Congreso de los Diputados, por laque se ordena la publicación del Acuerdo de convalidación del RealDecreto Ley 7/2005, de 22 de abril, por el que se modifica la Ley 2/2004,de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2005,en materia de financiación de la formación continua. (BOE de 27 de mayode 2005).

— Resolución de 11 de mayo de 2005, del Servicio Público de Empleo Estatal,por la que se aprueba la convocatoria para la concesión de subvenciones alos programas de Escuelas Taller y Casas de Oficios y de Talleres de Empleo.(BOE de 31 de mayo 2005).

— Ley 8/2005, de 6 de junio, para compatibilizar las pensiones de invalidez ensu modalidad no contributiva con el trabajo remunerado. (BOE de 7 dejunio de 2005).

— Resolución de 11 de mayo de 2005, del Servicio Público de Empleo Estatal,por la que se determinan las cuantías cofinanciadas por el Fondo SocialEuropeo para acciones de formación continua en las empresas durante elejercicio 2005, y su forma de justificación. (BOE de 7 de junio de 2005).

— Resolución de 27 de mayo de 2005, del Servicio Público de Empleo Estatal,por la que se aprueba la convocatoria de subvenciones para la ejecución delos planes de formación continua objeto de los Contrato Programa de ámbi-to estatal suscritos al amparo de la Resolución de 17 de agosto de 2004.(BOE de 9 de junio de 2005).

— Orden TAS/1787/2005, de 7 de junio, por la que se establecen las basesreguladoras para la concesión de subvenciones sometidas al RégimenGeneral de subvenciones del área de competencia del Instituto de la Mujer,y se convoca su concesión. (BOE de 14 de junio de 2005).



— Resolución de 1 de junio de 2005, de la Secretaría General Técnica, por laque se da publicidad al Convenio de colaboración para la coordinación dela gestión del empleo por parte de la Comunidad Autónoma de Castilla- LaMancha y la gestión de las prestaciones por desempleo por parte delServicio Público de Empleo Estatal. (BOE de 23 de junio de 2005).

— Real Decreto 722/2005, de 20 de junio, por el que se regula la Comisióninterministerial del Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social. (BOEde 29 de junio de 2005).

— Disposición Adicional Novena de la Ley 12/2001 de 9 de julio de medidasurgentes de Reforma del Mercado de Trabajo para el Incremento del Empleoy la Mejora de su calidad.

— Decreto 33/2002 de 5 de Febrero de 2002, por el que se regulan las Empre-sas de Inserción y se aprueba el programa ARINSER.

— Real Decreto 27/2000, de 14 de enero por el que se establecen medidasalternativas de carácter excepcional al cumplimiento de la cuota de reservadel 2 por 100 en favor de trabajadores discapacitados en empresas de cin-cuenta o más trabajadores.

— Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los Minusválidos.

— Real Decreto 2273/1985, de 4 de diciembre por el que se aprueba el Re-glamento de los Centros Especiales de Empleo.

— Real Decreto 1368/1985, de 17 de julio, por el que se regula la relaciónlaboral especial de los minusválidos que trabajen en los centros especialesde empleo, modificado por el Real Decreto 427/1999 de 12 de marzo.

— Decreto 96/1997 de 31 de julio, por el que se crea el Registro de los Cen-tros Especiales de Empleo de la Comunidad de Madrid.

— Real Decreto 290/2004, de 20 de febrero, por el que se regulan los enclaveslaborales como medida de fomento del empleo de las personas con disca-pacidad.

271Anexo legislativo


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