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ED. 13

Racing vapuleó a Independiente con un gol de Hauche y otro de la figura, Teo Gutierrez. Se cortó la mala racha en clásicos jugando a lo Racing. Por el orgullo, por los colores...

De aTeos y Demonios

Planeta racing 2011 · 13ª edición

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Qué decir de un clásico con todos l o s c o n -dimentos

para ser un espectáculo úni-co como lo fue éste, con un recibimiento digno de una fi-nal y un equipo que contagió desde adentro a una masa que recibió exactamente lo que fue a buscar. Un clási-co jugado con la pasión de

Racing y la vieja escuela, a lo Academia…

Racing hizo en gran medi-da lo que uno, desde estas humildes líneas, pregonaba desde el primer momen-to por lo expresado por el equipo de Russo en cancha: no traicionarse. Mantuvo el esquema de juego, si; pero volvió a las fuentes en la esencia, en la idea madre que este equipo tenía con su estrella (Gio) y que, luego de perderla, tuvo que agudizar el ingenio para conservar.

Actuaciones como la del sábado en la tarde en el Uni-co Estadio de Avellaneda (al menos el único finalizado)

alientan la esperanza; mucho más que cualquier declaración de circunstancia. Los hechos siempre son más concretos que las palabras.

Racing está a sólo 3 pun-tos de la punta y en 15 días puede descontar diercta-mente esa diferencia en nuestro propio estadio. Pero para ello se viene una dura visita ante el siempre duro Argentinos de Pedro Troglio en su reducto, casi siempre esquivo para La Academia (sólo sacó un triunfo desde la reinauguración del Mara-dona). Más en un campo de dimensiones reducidas, es esencialel toque por bajo

que se propuso en los bue-nos pasajes de este Torneo y que nos devolvieron la sonrisa tras 6 años en el clásico.

Estos tres puntos obteni-dos el sábado ya valen oro por todo lo que representa-ron, pues ahora revalorizé-molos aún más a partir de ahora en la cancha partido a partido, haciendo de este triunfo un punto de partida para consolidar una filosofía de juego que cada vez sea más inalterable, ésta es la manera.

Ya sabemos lo que son los punteros...los podemos alcanzar

FuTbol para ToDos

4EditorialArielLudueña

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staff Cordinador General: Ariel Ludueña ([email protected]) · Redactores: Armando Fertitta ([email protected]) · Brian Aizenberg ([email protected]) · Juan Bronzini ([email protected]) · Luciana Ursino ([email protected]) · Mario Martínez ([email protected]) · Multimedia: Geraldine Palloni ([email protected]) · Diseño Gráfico: Yamil Gautie ([email protected]) · Diseño gráfico publicitario: Agustin Melsa ([email protected]) · Comercial: Javier González, cel: 15-5924-3400 o al mail: [email protected] 3

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RACING INDEP TEEl análisis más completo de la victoria academiaca frente a su clásico vecino.4 22 Como se vivió

desde la tribuna.

30 Tapa para recordar.

28 La Reserva se quedócon los tres puntos.

32 Enterate como va el torneo del Gran DT.

12 El uno x uno de los jugadores de Racing.

14 Estadísticas del Clausura 2011.


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el Diablo!¡al Demonio con el

Agradecimien-tos especial a Fotobaires, AP,EFE,NA,DyN yTélam


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Después de seis años, Racing venció a Independiente en el clásico de Avellaneda. El resultado final fue 2-0 con goles de Gabriel Hauche (43’ PT) y Teófilo Gutiérrez (41’ ST). En el final, Lucas Licht se fue expulsado en los locales.

el Diablo!¡al Demonio con el


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El 10 de abril de 2005, lue-go del tercer gol de Racing se desató una

alegría que no iban a volver a sentir los académicos hasta esta décima fecha del Clau-sura 2011. Algo impensado e indeseado, pero este deporte

TextoBrian Aizenberg

FotosJuan CarlosBaldovino

es así. Con buen fútbol, tran-quilidad y varios actuaciones en gran nivel, la Academia se llevó los tres puntos en su casa ante el Diablo.

Los primeros minutos fue-ron intensos, a la altura de un clásico. Fabián Assman tapó a Teófilo Gutiérrez e intentó rechazar ya afuera del área, pero la pelota re-botó en Pablo Lugüercio y los defensores rechazaron cuando se metía en el arco. El Rojo respondió con un remate de Leonel Núñez que atajó el portero Roberto Fernández y el travesaño im-pidió que la visita se ponga en ventaja por un cabezazo en contra.

El resto, todo de Racing. Assman mandó al córner un débil tiro libre de Lucas Licht y, luego, Marcos Cáce-res, sin marca, conectó de cabeza un córner que pasó cerca del palo derecho del portero. A los 43 minutos, el colombiano aguantó un pase largo y en la puerta del área le sirvió la pelota a Gabriel Hauche, quien en-tró en velocidad y selló el primero de la tarde.

La superioridad de la Academia continuó en la etapa complementaria. A tal punto que todas las lle-gadas estuvieron del lado albiceleste. El arquero de Independiente y las malas

definiciones por parte de los dirigidos por Miguel Ángel Russo fueron las principales justificaciones para que recién el partido quede sentenciado a pocos minutos del final.

Lugüercio tuvo sus chan-ces, a los 13 y 25 minutos, cuando primero entró solo en el área desde la izquier-da y el arquero le ganó el duelo, aunque después le quedó el balón tras una se-rie de malos rechazos y el pase de Teo y de tijera lo mandó afuera. El cafetero y el ex Argentinos Juniors probaron de media distan-cia, sin éxito. A los 31 mi-nutos de la segunda parte,


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el ingresado Valentín Viola desbordó por izquierda y en-vió un centro a ras del piso que fue rechazado, pero en la segunda jugada el juvenil asistió a Gutiérrez, quien cabeceó de sobre pique y la pelota se fue apenas por arriba del travesaño. Por último, Licht quedó mano a mano con el guardame-tas, amagó con pegarle y empaló la pelota, Assman dio rebote y su cabezazo también terminó por enci-ma del arco.

El segundo se hacía esperar y finalmente iba a llegar a cuatro minutos del cierre. El lateral-volante de la Academia buscó con un

centro preciso a Teo, éste definió, otra vez Assman dio rebote y el delantero decretó el resultado final con un cabezazo por arri-ba del arquero. Ahora si, Racing se hizo dueño del derby de Avellaneda. A se-gundos del último pitazo de Patricio Loustau, Licht vio la roja por un planchazo a Patricio Rodríguez.

Luego de once partidos sin victorias, Racing logró quedarse con el triunfo ante el clásico rival. Puede que sea el final del final y el principio del principio. La racha negativa contra Inde-pendiente se cortó de una vez por todas.

Teo remata ante la marca.

Cáceres se anticipa en un corner.

Yacob remata desde lejos.


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La formación del equipo con la tribuna de fondo.

Teo festejando el 2 a 0.

Licht lucha contra Parra por la pelota.

10Jugadores fueron a los que loustau les mostro la tarjeta amarilla, cinco para racing y cinco para independiente.


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DT: Miguel A. Russo

1 Roberto J. Fernández Arq.

28 Marcos Cáceres Def.

34 Matías Martínez Def.

6 Matías Cahais Def.

4 Iván Pillud Vol.

18 Patricio D. Toranzo Vol.

5 Claudio Yacob Vol.

25 Lucas M. Licht Vol.

7 Pablo A. Lugüercio Del.

9 Gabriel Hauche Del.

29 Teófilo A. Gutiérrez Del.

SUPLENTES

12 Mauro Dobler Arq.

22 Lucas E. Aveldaño Def.

3 Nicolás Sainz Def.

19 Franco Zuculini Vol.

23 Brian Lluy Vol.

17 Raúl Poclaba Vol.

20 Valentín N. Viola Del.

42´ PT Gabriel Hauche

41´ ST Teófilo A. Gutiérrez

46´ ST Lucas M. Licht

30´ PT Gabriel Hauche

12´ ST Patricio D. Toranzo

33´ ST Valentín N. Viola

35´ ST Roberto J. Fernández

48´ ST Lucas E. Aveldaño

30´ ST ENTRA Valentín N. Viola

SALE Pablo A. Lugüercio

38´ ST ENTRA Franco Zuculini

SALE Gabriel Hauche

47´ ST ENTRA Lucas E. Aveldaño

SALE Teófilo A. Gutiérrez

0´ST ENTRA Nicolás Cabrera

SALE Hernán Fredes

11´ ST ENTRA Facundo Parra

SALE Leonel J. Núñez

22´ ST ENTRA Roberto Battión

SALE Leonel Galeano

23´ PT Eduardo N. Tuzzio

38´ PT Leonel Galeano

7´ ST Cristian Pellerano

21´ST Nicolás Cabrera

40´ ST Néstor A. Silvera

NO HUBO

NO HUBO

21 Fabián Assmann Arq.

6 Eduardo N. Tuzzio Def.

2 Julián Velázquez Def.

24 Leonel Galeano Def.

3 Lucas Mareque Def.

7 Cristian Pellerano Vol.

8 Hernán Fredes Vol.

22 Jorge I. Pérez Vol.

10 Patricio J. Rodríguez Vol.

14 Leonel J. Núñez Del.

11 Néstor A. Silvera Del.

SUPLENTES

12 Adrián Gabbarini Arq.

4 M. N. Velázquez Def.

25 Carlos Matheu Def.

16 Nicolás Cabrera Vol.

19 Leandro Gracián Vol.

5 Roberto Battión Vol.

17 Facundo Parra Del.

IdependienteRacing Club

GOLES

AMONESTADOS

ExPULSADOS

Arbitro: Patricio Loustau

EstAdio: Racing Club

TV: Canal 7

CAMBiOS

GOLES

AMONESTADOS

ExPULSADOS

CAMBiOS

iNCiDENCiAS

Nº NOMBRE Y APELLiDO POS

DT: Antonio Mohamed

02OpiniónJuan BronziniPeriodista de Planta Racing

Superior, completo y sin ninguna grieta que pueda generar dudas, así fue la victoria albiceleste. Volver al triunfo es lindo, y más de esta manera, para que ningún vecino dude de quien manda.

Racing superó a Independiente 2 a 0, pero no fue solo en goles, los de Russo fueron due-ños ampliamente del clásico, no hubo línea en la que los del “Turco” se hicieran fuertes y eso también es mérito de académico.

La defensa estuvo bien parada, no sufrió en ningún momento los ataques que genera Independiente para que Silvera defina, tampo-co en una pelota parada –solo en el cabezazo en contra de Lugüercio que se estrelló en el travesaño- en la que los marcadores de hayan visto superado como venía pasando.

En el mediocampo Yacob fue amo y señor, Toranzo el conductor, Pillud y Licht coparon las bandas dejando sin grietas la zona para que ni Rodríguez, ni Pellerano jueguen libres.

El ataque fue casi perfecto, Hauche dio todo y le salieron las cosas, gran partido. Teófilo Gutiérrez es (Como lo bautizó Ar-mando Fertita) el “Psicópata del gol” y hace honor a ello, porque hace locuras, como el pase al “Demonio” para la apertura del marcador o el festejo de su propio tanto con baile incluido.

Lugüercio sigue siendo la deuda, porque mete, intenta y da todo, pero no define y le falta cinco para el peso. Después de sufrir clásicos perdidos sin motivos futbolísticos, y si por motivos extras (que no vienen al caso) Racing volvió al triunfo y de la mejor manera, jugando y superando al rival. Chechu y Silvio estarán contentos.

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nada que objetar


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Teófilo GutiérrezLa importancia del

taco en el primer gol es fundamental.

Antes, la aguantó con mucho oficio, se llevó la marca y

le dejó la pelota en bandeja a Hauche

para que defina. ¡Aplausos!

Premio Rubén "El Mago" Capria al jugador lírico de Racing del partido:

Teófilo GutiérrezGran asistencia a Hauche en el primero

y autor del segundo. El delantero quedó en la historia por su constante

búsqueda del gol y la entrega necesaria en este tipo de partidos para que la

Academia sea nuevamente el dueño de Avellaneda. El punto más alto de un

equipo con varias figuras.

Premio Rubén Paz al mejor jugador de Racing del partido:

marcos cáceresEn el segundo tiempo, el

paraguayo recibió un pase de Lugüercio en mitad de

cancha, levantó la cabeza y la mandó a cualquier lado.

Nadie se acuerda por el resultado final y como

buen botón, desde este espacio no la

dejamos pasar...

Premio Abelardo "El Karateca" Vallejos al jugador rústico del partido:

Premio Erwin Avalos al peor jugador de Racing del partido:

El cabezazo de teo que sentenció la historia.

roberto FernándezLa inseguridad en los centros lo deja en evidencia. A veces

no sale y otras calcula mal. Lo inquietaron poco y nada. Para

destacar: bien con la pelota en los pies y la intención de salir jugando

por abajo. Cada pelotazo tuvo como destino un compañero.


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UNO X UNO

matías cahais (7)La regularidad de siempre potenciada por el gran nivel de sus compañeros de zaga. Muy seguro y firme en los cruces con los delanteros rivales

marcos cáceres (7)De lo mejor del último tiempo para el paraguayo. Muy concentrado para anticiparse a su marca, llegó con peligro al área contraria inclusive

iván pillud (6)Punzante en ataque y siempre lastimando desde su proyección y verticalidad. En general errático a la hora de volver a marcar. Cumplió

patricio Toranzo (6)Tras un arranque errático, impreciso e inseguro; tras la jugada del gol y el asentamiento suyo en cancha se lo vió manejando los hilos del equipo terminando en buen nivel

matias martínez (7)Chaco jugó un clásico como él sabe. Sólido y tiempista para sacar todo lo que pasara cerca, claro para salir jugando desde abajo

claudio yacob (8)Es claramente el líder del equipo y el termómetro del nivel general. Si está bien, a Racing se le allanan los caminos. La patrulla del medio

Gabriel Hauche (8)El primer defensor del equipo de Russo; siempre picante e incisivo y con una soberbia definición ante el enorme Assmann para el 1 a 0 parcial

pablo lugüercio (7.5)El abanderado del sacrificio. conmueve verlo retrasarse tanto al servicio del equipo y el despliegue físico generoso. Estuvo poco claro en el arco.

roberto Fernández (4)Sólo una atajada (remate de Nuñez con pique previo al cuerpo) es muy poco para el bueno de Roberto. Mal en general, no dió confianza

lucas licht (7.5)Lisa y llanamente jugó un partidazo, marcó bien, se proyectó de manera clara, dió un pase gol de altísima factura a Teo, inclusive. La arruinó con la Roja

Teófilo Gutiérrez (9) El mejor centrodelantero que ha tenido la Acadé en años jugó el clásico como si ya hubiera jugado varios y como si en lugar de nacer en Barranquilla lo hubiera hecho en Avellaneda. Claro para pasar la pelota siempre a su compañero, para bancar a los defensores rivales y con el arco entre ceja y ceja. Asistió brillantemente a Hauche en el primer gol y, tras buscarlo todo el partido, convirtió el segundo por nunca desatenderse de la jugada. Un crack


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Toranzo en la lucha con Battion. Hauche pasa la marca.

Lugüercio que encabeza la contra. Pillud deja atrás a Mareque.

Assman que contiene la definición de Licht.


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EOpiniónAriel LudueñaPeriodista de Planta Racing

"Jueguen como hinchas" Ruega el clamor popular para circunstancias tan especiales y definitorias como lo son un clásico o una final. Pues bien, los juga-dores hicieron caso omiso a la máxima, gracias a Dios. Lo jugaron como saben, apostando al toque constante, con la posesión de pelota como principal siste-ma defensivo y la búsqueda de espacios para lastimar al rival como principales argumentos futbolísticos para atropellar al rival...y vaya que funcionó.

Con una defensa atenta, casi sin des-concentraciones que mostraron las me-jores versiones de Martinez y Cáceres, anticipándose a los movimientos ofensivos del rival para extirpar quirúrgicamente cada pelota, más la regularidad de Cahais, que se potencia sobre todo en los clásicos. Con la salida clara que brindaron Pillud por derecha (mejor en la proyección que en la marca) y, sobre todo, Licht (de bri-llante encuentro en ambas facetas) por las bandas.

Con el capitán Claudio Yacob en su máxima expresión partrullando el medio y con un Toranzo que intenta siempre con suerte dispar, pero sin renunciar jamás a la idea de la que es su mayor exponente de jugar un fútbol de circulación fluida de la pelota para volcarles todo lo elaborado al abanderado del sacrificio, Pablo Lugüer-cio, el super picante Gabriel Hauche (el primer defensor de su equipo, juego que entiende como nadie), y el hombre que todo lo que toca lo convierte en oro (si lo alimentan como es debido y lo ponen de frente a la jugada) Teo Gutierrez.

No es caprichoso nombrar 10 jugado-res cuando el equipo al menos todos los partidos loa comienza con once; la valla es el gran déficit de individualidades (el grupal es claramente el tratamiento de la pelota parada, tanto en defensa como en ataque) con el que Racing se complica muchos partidos, resignando puntos va-liosos en un contexto tan parejo en el que hoy navega nuestro fútbol vernáculo.

Primero De Olivera (quien, salvo el pri-mer partido ante All Boys, este campeo-nato no dió confianza) primero como Roberto Fernández ahora, representan una garantía de seguridad bajo los tres palos, sino todo lo contrario. Es un punto a solucionar claramente en el p´roximo receso.

Ahora, de cara a lo que se viene, se im-pone jugar de esta manera que hace que los rivales esten tan distantes de hacer disparos y exponer esta falla, apostando al manejo de la pelota como principal arma a la hora de evitar avances, más allá de los dibujo tácticos que se utilicen (aunque Russo está férrero a mantener el flexible 3-4-3 de la mayoría de fechas) para la ocasión. Más importante que ello, es la identidad, el patrón de juego que este equipo viene demostrando y que se emparenta con la escuela histórica que este club centenario tiene y que lo hizo lo que es a través de los tiempos: La Academia del fútbol argentino.

El camino es claro, simplemente hay que seguirlo

identidad racinguistaRacing demostró que, más allá de que algunos crean que se gana con las declaraciones o la demagogia, esto es fútbol y se gana jugando mejor que el otro.


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Teófilo Gutiérrez, el psicopata del gol, tras el 2 a 0.


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Presiones so-braban. Más allá de las lógicas que vienen apa-

rejadas cuando un clásico se impone en la agenda, y más si se tiene en cuenta que no se ganaba desde hace 6 años. Porque después de calzarse el traje de candida-to en las primeras cuatro fechas, el equipo comenzó a caer y una cosecha de tan sólo 1 punto de los últimos 12, planteaba el partido ante el eterno rival como la última chance para la resurrección. Bajo este marco poco ideal, Racing volvió. Porque no sólo se llevó tres puntos cla-ve, sino que recuperó una identidad, puso la pelota al

piso, estableció el ritmo del partido y aplastó a un rival que estuvo lejos, lejísimos, de estar a la altura de las circunstancias. Y mucho fue mérito del equipo de Russo.

Porque con un arranque donde Independiente pa-recía estar un poco mejor parado, nunca desesperó. Se acomodó de a poco en la cancha y comenzó a hacer pie en defensa después de un par de sofocones. Creció de atrás para adelante con la solidez de Martínez y el criterio de Yacob. Dominado el circuito de pelota, ser pun-zante era el próximo paso. Tuvo paciencia y buscó los espacios, muchos de ellos generados por Teófilo Gu-tiérrez. El colombiano fue pieza clave. No sólo por la asistencia y el gol que definió el debry, sino porque aguan-tó y aguantó. Cuando el rival se paraba bien en mitad de cancha, salía de Martínez

InvitadoespecialOscarRuggiero

o Yacob una pelota frontal, rasante, para Teo reciba, banque de espaldas al arco y esperara el acople por las bandas. Pivoteó y mostró gran cantidad de recursos, dejando en claro que lo suyo no es sólo meterla. Y el gol de Hauche lo demuestra. Recibió de pecho, con la marca encima y de espal-das al arco, yéndose hacia afuera, pero viendo cómo el ex Argentinos pedía pista. En un movimiento de ballet le sirvió el tanto que justificaba el desarrollo de la primera mitad y propinó un golpe del que el equipo de Mohamed jamás se recuperó.

A partir de allí, Racing fue amo y señor del parti-do. Con largas posesiones y circulación precisa, a los vecinos sólo les quedaba mirar la pelota con frustra-ción mientras pasaba de pie en pie albiceleste. Si Assman, el único del equi-po rival que se salvó de la

guillotina, no tenía una tarde épica, estábamos hablando de un resultado histórico. Podrían haber sido cuatro o cinco, pero usted, que tan-tas veces pisó el cemento del Cilindro, sabe que si no hay un poquito de angustia perdemos la esencia.

Teo se llevó su premio y selló un triunfo más que importante. Por el rival, por la racha y por las aspiracio-nes de un equipo que tiene con qué pelear. Habrá que ajustar cuestiones menores, como actitudes irresponsa-bles que se repiten en Licht o, en materia de mayor en-vergadura, la endeblez que muestra el Gatito Fernández, quien reemplazó a De Oli-vera y aún no demostró por qué. Pero eso, hoy, queda de lado. Racing disfruta de volver a codearse con los de arriba, de haber recuperado su identidad y, como premio, haberlo hecho paseando al rival de toda la vida.

VolVió racinGSeñores, Racing se llevó el clásico por delante. Con fútbol, firmeza e identidad, el equipo de Miguel Ángel Russo ganó el derby y volvió a meterse en la lucha por el título.

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así se jueGaun clásico

Desde afuera la gente de Racing cumplió su papel habitual en el derby barrial: copó el Cilindro por completo, brindó una salida conmovedora y alentó con stantemente. Los jugadores entendieron como debían jugar el clásico y le regalaron un triunfo que aún hoy se festeja en la mitad celeste y blanca de la ciudad.

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así se jueGaun clásico

Desde afuera la gente de Racing cumplió su papel habitual en el derby barrial: copó el Cilindro por completo, brindó una salida conmovedora y alentó con stantemente. Los jugadores entendieron como debían jugar el clásico y le regalaron un triunfo que aún hoy se festeja en la mitad celeste y blanca de la ciudad.


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Desde tem-prano los alrededores del Cilindro se fueron

llenando de camisetas y ban-deras albicelestes. No era una tarde más en Avellaneda. Se jugaba el clásico y las calles de la ciudad daban testimonio de ello. Miles de académi-cos se dieron cita para estar junto al equipo en “el partido que todos queríamos ganar”. Largas colas para entrar al Estadio decoraban la esce-nografía del playón, el lugar de encuentro entre amigos, entre compañeros de sangre, donde se debate antes del inicio del encuentro, donde se imagina como pueden llegar a desarrollarse las acciones dentro del campo de juego cuando el árbitro señale el inicio. Miramos el reloj, se va haciendo la hora. Entramos para matar la ansiedad, para conseguir una buena ubica-ción y para empezar a vivir el clásico cantándole desde temprano a la tribuna rival.

Ya estamos ubicados. La popular luce con mucho público, las plateas aún no, pero es lógico, todavía falta bastante para que arranque todo. Las canciones van y vienen de tribuna. Pasan del Celeste y blanco al rojo y vi-ceversa. Esas dos formas

de sentir el fútbol de forma tan distinta, idiosincrasias dispares de vivir este deporte tan hermoso que están se-paradas por más que un par de veredas. Sin embargo, algo nos une: el deseo de ganar, de humillar al otro, de gozarlos toda la semana, de sentirse los mejores del barrio y dejar con muchos problemas al vecino.

El tiempo pasa y el Cilin-dro se llena.¿Cómo harán los bombos y el grueso de La Guardia Imperial para ir de la puerta 14 hasta detrás del arco si no cabe un alfiler en esa popular abarrotada de gente? Las plateas tam-bién están llenas de gente. El Estadio presenta una es-cenografía soñada.

Y se vienen los equipos. Primero salen ellos. Los ta-pamos con silbidos. Casi ni se escuchan. Algún que otro humito de su color respectivo pero nada fuera de lo común, fiel a su estilo. Casi al mismo tiempo que aparecen en el campo la parcialidad acadé-mica empieza a desplegar su show. Desde el costado que está frente al mástil una nube de humo blanco se levanta. Del lado opuesto, es el celes-te el que predomina.

La gente se levanta al ritmo de “Racing, mi buen amigo” y de repente no se ve nada. Solamente humo celeste que se mezcla con el blanco. Se pierde de vista el campo de juego, no se ve si los jugadores están saliendo o no. Entonces comienza la lluvia de papeles. Pero no,

falsa alarma, el equipo todavía estaba en el túnel. Cuando el humo deja de ser tan espeso empieza el “Y DALE RACING DALE” y ahí si. Yacob enca-beza la fila de hombres que entran a la cancha.

Ese cántico suena más fuerte que nunca. Miles de gargantas al unísono lo gri-tan y no es casualidad, era el mensaje que bajaba de la tri-buna... Racing tenía que darle

para adelante, dejar la vida en cada pelota y entender como debía jugarse este tipo de partidos. La piel se eriza, es una escena conmovedora. La unión entre el pueblo y los jugadores emociona. Por un momento, nos olvidamos de las 3 derrotas al hilo y del nivel que fue cayendo poco a poco. No importa como se llega al clásico, sino los 90 minutos que están por

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ETextoAgustínMelsa


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venir. Baja el telón gigante agrandado especialmente para la ocasión. Se levanta y se muestran dos banderas más: la de los Racing Stones y la de La 95 (otro estreno en la jornada). Se termina la espera. Los equipos toman ubicación. El árbitro marca el inicio y se acaban las espe-culaciones, llega el momento de la verdad.

Los primeros minutos son

de ida y vuelta. Ansiedad ha-bía en el Cilindro de ambas partes. Hauche y Teo estaban picantes aunque imprecisos. Parecía que querían hacer el 2º gol antes del primero y eso los traicionaba a la hora de definir. Lugüercio casi convierte de pavota (estilo metegol) tras un rechazo de Assman que de milagro no fue gol. La gente de Racing se ilusionaba pero un par de

intentos rojos prendieron la luz de alarma. Primero, un centro donde Fernández salió muy mal y no terminó en gol porque no había nadie para empujarla y luego, en un cor-ner, un tiro al poste que dejó temblando el arco académico. En la tribuna las caras no eran las mejores. Preocupación por ese arranque y porque Racing no podía adueñarse del balón. Pero ese momen-

to de inestabilidad pasó, se pudo enderezar la nave y el mediocampo académico copó la parada. Yacob era salida clara (el rival lo dejó llamati-vamente solo todo el partido), Pillud y Litch eran la carta de llegada al área rival (aunque no podía terminar bien todo lo que insinuaban) y, lo dicho, Teo y Hauche estaban encen-didos. Solo necesitaba serenarse La Academia


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y definir con tranquilidad alguna jugada que se pre-sentara. Cáceres estuvo

a punto con un cabezazo. La cancha era un hervidero, Ra-cing se venía y la gente lo notaba, por eso el “Vamos Racing vamos, ponga huevo que ganamos" que bajaba de todos los sectores albi-celtes del Cilindro. Y se vino Racing nomás, haciendo una jugada muy bien gestada y mejor aún concluida. Toran-zo sorprendió poniendole un pase al pecho de Teo, que la dominó, se llevó la marca y con un movimiento rápido e impercetible le dejó la pelota servida a Hauche que venía peleado con el arco hace va-rias fechas pero no se puso para nada nervioso, dominó y la puso con derecha arri-ba, fuerte, para que Assman nada pudiera hacer. Y se vino el alarido. Rugió el Cilindro. Tanto fue Racing que al fi-nal se encontró con el gol. Abrazo con el que primero teníamos al lado. Grito eterno que se escuchó en cada rin-cón del barrio. Poco después terminaría el primer tiempo y el equipo se retiró del te-rreno de juego envuelto en aplausos. Había dejado una buena imagen y lo mejor… aún estaba por venir.

Miles de preguntas pa-saban por la cabeza de los académicos en el descan-so. ¿seguirá jugando Racing como lo hizo en la primera parte? ¿Se pinchará? ¿Po-

drá liquidarlo? ¿Sufriremos como generalmente pasa? ¿O metemos un gol rapido y se termina todo?

Muchos de esos interro-gantes se disiparon cuando comenzó a desarrollarse el segundo tiempo. Se vió a un Racing maduro, sereno, que hacía fluir el balón con mucho criterio buscando el hueco exacto para lastimar. Se ga-naban todas las divididas, se metía en cada sector de la cancha, se estaba viendo una gran imagen del equipo de Miguel Angel Russo mientras el rival se desteñia y sufría el partido. Solo aquella salida en falso (una vez más) del arque-ro académico generó zozobra en la gente. Casi ni se sufrió en defensa y mucho tuvo que ver la concentración de los jugadores que formaron la última linea del equipo. A Ra-cing solo le faltaba liquidarlo y su gente empujaba. Alien-to constante porque se veía venir el segundo. Pero los fantasmas dijeron presente cuando Litch regaló un mano a mano que era gol o Teo ca-beceó de pique al suelo en las narices de Assman sin poder vencerlo. Racing estaba para golear y el marcador solo lo ponía un gol por encima de un rival que estaba de actor de reparto. A poco para el final, Litch puso un centro preciso para que Teo defina. No pudo en primera instancia, pero si en la segunda. GOLLLLL DE RACINGGGGGG!!!!!!!!!!!! Y

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La gente de Racing le puso color a la tarde en el Cilindro. Humo blanco en el sector frente al mástil.

Del lado opuesto el humo celeste en la previa a la salida del equipo.

Los jugadores saludando a la gente que los recibió de una manera conmovedora.

ahí si. Basta de sufrir por no poder definirlo, basta de 6 años sin ganarles, basta de este karma que nos persigue en los clásicos. Se vuelve a ser el dueño del barrio. Es el momento de gritar con el alma el 2 a 0, de ovacionar al colombiano que llegó siendo un desconocido y hoy ya es ídolo. Es la hora de gozarlos con el “El que no salta se va a la B” o con la otra canción un poco más subida de tono con el ritmo de “Satisfaction” de los Rolling Stones. Estuvie-ron todo el segundo tiempo callados, hasta podría jurar que era una postal lo que había puesto en esa tribu-

na. Y ahora debían comerse nuestras cargadas. Así se vive el clásico de Avellaneda. Se goza y se disfruta cuando se gana, se sufre y duele cuando se pierde. El “Soy de Racing, es un sentimiento, no puedo parar” sonó fuerte al final y fue la frutilla del postre para una tarde espectacular donde se ganó en la tribuna (como siempre) pero también se triunfó en la cancha porque esta vez los jugadores estu-vieron a la altura de lo que significa un clásico para la gente y golearon futbolísti-camente hablando, aunque la diferencia en el resultado no lo indique así.


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TextoLuciana Ursino

lo s d í a s n o venían sien-do los mejo-res para este equipo que no

obtenía una victoria hace tres fechas. Las dos derro-tas por goleada y el empa-te ante Tigre, fueron claras señales de que el técnico racinguista iba aprovechar este cotejo para quedarse con los tres puntos y la glo-ria extra que implica ganarle

a su clásico rival.Las cosas no comenzaron

bien para la Academia que tuvo problemas en cuanto a llegadas al área rival y a la hora de elegir el pase in-dicado. Con el balón en su poder no pudo desarrollar mucho juego y por ende, el Rojo se convirtió en el pro-tagonista de los primeros 45 minutos.

Con Nieva, Busse y Mar-tínez, la visita logró adue-ñarse de mitad de cancha y de esta manera, encontrar la fórmula perfecta para que Vidal resuelva ante Dobler. Sin embargo, y para mala suerte de ellos, el arquero albiceleste supo tapar per-

fectamente esas pelotas al arco y pudo mantener el mismo en cero hasta el complemento.

Este ritmo de juego solo duró los primeros 15 mi-nutos, ya que lentamente Racing se fue acomodando en el campo de juego. Sin espacios por ninguno de los dos frentes y poco terreno cedido por el rival, solo se puede destacar que Inde-pendiente buscó la forma de convertir, a través de pe-lotazos de larga distancia.

Al regreso, la más clara al inicio la tuvo el Diablo tras una pelota al área que el guardameta local des-pejó en el primer palo. Sin

embargo, pocos minutos después y tras una gran ju-gada individual que arrancó de mitad de cancha, Fariña dejó atrás a cinco jugadores con casaca colorada y ante la salida de Rodríguez, de-finió cruzado contra el palo izquierdo y marcó el 1 a 0 para la Academia.

A partir de esto el cotejo se volvió de un ida y vuelta constante, con supremacía de ambos en determina-das ocasiones. La primera vino por el lado visitante ya que, a los 15 minutos, logró llegar al área y rema-tar, aunque ante el achique de Dobler el balón se fue por arriba del travesaño.

También se adueñaron de avellaneda

El conjunto de Juan Barbas disputó en la mañana del martes en el estadio Presidente Perón, el encuentro correspondiente a las decima fecha de este torneo ante Independiente. El mismo terminó 1 a 0 a favor de los albicelestes gracias a Luís Fariña, quien marcó el único gol del partido


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También se adueñaron de avellaneda Seguido a esto, fue el turno de los académicos que, tras un remate de media distan-cia de Zuculini, pudo haber ampliado la diferencia pero finalmente el balón se fue cerca del palo izquierdo.

Antes de terminar el en-cuentro, la Academia pade-ció de las aproximaciones del vecino. Las últimas dos claras por ambos lados fue-ron: por el lado celeste y blanco, un pase de Fariña a Pérez que dejó a este último ante Rodríguez. El medio-campista eludió al arquero y remató, pero su tiro fue sacado antes de la raya de gol por un defensor. Por el lado rojo y blanco, ya con el

tiempo adicionado, un tiro desde la derecha dentro del área de Stipech rebotó y dio en el palo izquierdo.

Finalmente, el resultado final fue 1 a 0 para Racing, quien volvió a la victoria, a reencontrarse con los tres puntos, a rearmar su identi-dad de juego y sobre todo, a quedarse con uno de los partidos más importantes del campeonato.

Ficha del partido:Racing Club (1):1-

Mauro Dobler (C); 2-Hugo Silva, 6-Gabriel Colombatti, 3-Gonzalo García; 8-Juan Cruz Respuela, 4-Sebastián Mayorga; 5-Bruno Zuculini,

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11-Adrián Lucero; 7-Gon-zalo Pérez; 10-Luis Fariña y 9-Brian Risso. DT: Juan Barbas.

Cambios: ST 19’ 13-Es-teban Saveljich por Respue-la y 16-Federico Girard por Risso (RC), 23’ 14-Ezequiel Lovisa por Mayorga (RC),

En el banco: 12-Leonel Caffaratti y 15-Juan Ignacio Acosta.

Independiente (0): 1-Die-go Rodríguez; 4-Gabriel Va-llés, 2-Cristian Báez, 6-Ignacio Barcia, 3-Lucas Krupsky; 11-Fabián Monserrat, 5-Nicolás Delmonte (C); 7-Walter Bus-se, 8-Brian Nieva, 10-Nicolás Martínez; 9-Patricio Vidal. DT: Cristian Díaz.

Cambios: ST 2’ 13-Sergio Ojeda por Nieva (I), 28’ 15-Rodrigo Stipech por Monserrat (I) y 36’ 14-Mar-celo Vidal por Martínez (I).

En el banco: 12-Facun-do Daffonchio y 16-Cristian Ledesma.

Gol: ST 4’ Fariña (RC).Amonestados: PT Co-

lombatti (RC); ST Delmonte (I), García (RC) y Báez (I)

E x p u l s a d o s : N o hubo.

Arbitro: Matías Aré-valo.

Asistentes: Marcos Carmarino y Damián Ore-llana.

Estadio: Presidente Perón.


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Tapa de El Grafico Nº 2557, 8 De Octubre De 1968, Racing le gano a independiente por 4 a 1.

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planeta racing ed 13

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