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Avances en el Farmacoterapia de la HAP Dr. Sergio Víctor Perrone Especialista en Insuficiencia Cardíaca, Hipertensión Pulmonar, Enfermedad Cardíaca, Enfermedad Pulmonar Terminal y Transplante Cardíaco, Pulmonar y Cardiopulmonar. Director del Programa de Transplante, Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar en varios centros médicos, como el Instituto Fleni, Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento de Buenos Aires y Hospital Italiano de Mendoza, Argentina. En los años 80, la HAP era una enfermedad bastante relegada, la cual no contaba con ningún tipo de terapia especializada. Los fármacos que se utilizaban en esa época eran para controlar los síntomas de la patología y, en ciertas ocasiones, también se usaban diuréticos en los individuos con insuficiencia cardíaca derecha o vasodilatadores como los bloqueantes de los canales de calcio. “Sin embargo, sólo un pequeño número de pacientes (5-10%) experimentaba una respuesta positiva a este tipo de terapia”, enfatiza el Dr. Sergio Víctor Perrone, quien participó en esta Primera Reunión Iberoamericana de HAP. Esta situación hizo que la industria investigara nuevas drogas, como las prostaciclinas, cuya administración inicial era vía intravenosa, lo cual generaba importantes complicaciones en los pacientes, como infecciones. “Además, la vida media de estas moléculas era muy corta; por esta razón, si se tenía que cambiar la bomba de infusión, se podía producir un efecto rebote que aumentaba mucho más el índice de HAP y, por ende, el riesgo de fallecimiento. Esto originó que este tipo de fármaco sólo se utilizara en individuos que estuvieran en lista de espera para transplante o controlados por personal altamente especializado”, aclara el Dr. Perrone. Después de algunos años, se desarrollaron nuevas prostaciclinas con una vida media más larga y con otras vías de administración, como la inhalatoria suministrada a través de nebulizaciones. “Sin embargo, el proceso también era engorroso para el paciente, debido a que se debía hacer varias nebulizaciones por día”, comenta el Dr. Perrone. Otro fármaco que se comenzó a utilizar para el tratamiento de la HAP fue sildenafil, debido a que no sólo generaba vasodilatación en el área pelviana, sino también pulmonar. De acuerdo con el Dr. Perrone, esta molécula se comenzó a usar asociada con prostaciclinas inhalatorias, combinación que permitió reducir el número de nebulizaciones. De forma paralela, se realizaban estudios sobre los beneficios de los bloqueantes de los receptores de la endotelina 1, péptido con un potente poder vasoconstrictor en los vasos pulmonares de los pacientes con HAP y un fuerte medidor de insuficiencia cardíaca. “Aunque los resultados fueron positivos, algunos pacientes con HAP registraron toxicidad hepática. Por esta razón, la FDA exige la realización de pruebas de la función hepática al menos 1 vez al mes, además de vigilar regularmente la hemoglobina y los hematocritos,

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Page 1: Perrone Aprobado

Avances en el Farmacoterapia de la HAPDr. Sergio Víctor PerroneEspecialista en Insuficiencia Cardíaca, Hipertensión Pulmonar, Enfermedad Cardíaca, Enfermedad Pulmonar Terminal y Transplante Cardíaco, Pulmonar y Cardiopulmonar. Director de l P rograma de Transp lan te , Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar en varios centros médicos, como el Instituto Fleni, Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento de Buenos Aires y Hospital Italiano de Mendoza, Argentina.

En los años 80, la HAP era una enfermedad bastante relegada, la cual no contaba con ningún tipo de terapia especializada. Los fármacos que se utilizaban en esa época eran para controlar los síntomas de la patología y, en ciertas ocasiones, también se usaban diuréticos en los individuos con insuficiencia cardíaca derecha o vasodilatadores como los bloqueantes de los canales de calcio. “Sin embargo, sólo un pequeño número de pacientes (5-10%) experimentaba una respuesta positiva a este tipo de terapia”, enfatiza el Dr. Sergio Víctor Perrone, quien participó en esta Primera Reunión Iberoamericana de HAP.

Esta situación hizo que la industria investigara nuevas drogas, como las prostaciclinas, cuya administración inicial era vía intravenosa, lo cual generaba importantes complicaciones en los pacientes, como infecciones. “Además, la vida media de estas moléculas era muy corta; por esta razón, si se tenía que cambiar la bomba de infusión, se podía producir un efecto rebote que aumentaba mucho más el índice de HAP y, por ende, el riesgo de fallecimiento. Esto originó que este tipo de fármaco sólo se utilizara en individuos que estuvieran en lista de espera para transplante o controlados por personal altamente especializado”, aclara el Dr. Perrone.

Después de algunos años, se desarrollaron nuevas prostaciclinas con una vida media más larga y con otras vías de administración, como la inhalatoria suministrada a través de nebulizaciones. “Sin embargo, el proceso también era engorroso para el paciente, debido a que se debía hacer varias nebulizaciones por día”, comenta el Dr. Perrone.

Otro fármaco que se comenzó a utilizar para el tratamiento de la HAP fue sildenafil, debido a que no sólo generaba vasodilatación en el área pelviana, sino también pulmonar. De acuerdo con el Dr. Perrone, esta molécula se comenzó a usar asociada con prostaciclinas inhalatorias, combinación que permitió reducir el número de nebulizaciones.

De forma paralela, se realizaban estudios sobre los beneficios de los bloqueantes de los receptores de la endotelina 1, péptido con un potente poder vasoconstrictor en los vasos pulmonares de los pacientes con HAP y un fuerte medidor de insuficiencia cardíaca. “Aunque los resultados fueron positivos, algunos pacientes con HAP registraron toxicidad hepática. Por esta razón, la FDA exige la realización de pruebas de la función hepática al menos 1 vez al mes, además de vigilar regularmente la hemoglobina y los hematocritos,

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ya que el uso de estas moléculas pueden asociarse con el desarrollo de anemia, aunque suele ser leve”, explica el Dr. Perrone.

Recientemente, se desarrolló otra prostaciclina que puede ser suministrada vía subcutánea. “Treprostinil sódico tiene una vida media muy larga y el paciente lo puede usar desde su casa, debido a que no genera tantas complicaciones como la administración intravenosa”, enfatiza el Dr. Perrone.

De acuerdo con los estudios, treprostinil sódico es absorbido completamente y con relativa rapidez después de la infusión subcutánea, con una biodisponibilidad de aproximadamente un 100%. Esta molécula se indica en pacientes con HAP II-IV.

Con relación a sus eventos adversos, el Dr. Perrone indica que la reacción y el dolor en la zona de infusión han sido las alteraciones adversas más comunes que han manifestado los pacientes que usan este tratamiento.

Además, comenta que las prostaciclinas producen un remodelamiento vascular positivo, por lo cual -con el pasar del tiempo- se puede ir disminuyendo la dosis de la molécula. “Lo ideal es utilizar estas drogas en etapas más tempranas, a fin de que el paciente no empeore su condición”.

Con relación al tiempo del tratamiento, el especialista apunta que muchos pacientes mantienen la terapia de por vida. También comenta que en los individuos con etapas muy avanzadas de la enfermedad es preferible utilizar terapia combinada, como prostaciclinas con bloqueantes de los receptores de la endotelina 1, debido a que promueve un remodelameinto vascular positivo, lo cual no se observa con el simple uso de sildenafil”.

El Dr. Perrone enfatiza que el especialista debe tomar en cuenta los beneficios de usar drogas que favorezcan el remodelamiento reverso vascular, a fin de prevenir que el paciente con HAP llegue a etapas tan avanzadas. Si uno detecta que un individuo sufre de HAP, se debe hacer un cateterismo derecho y buscar la causa de la patología, a fin de iniciar un tratamiento precoz, que se adapta a las características del paciente y lo ayude a mejorar su sobrevida”.