peces continentales

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En el continente sudamericano, Chile se extiende desde el paralelo 18ºS hasta el 56ºS. Esta extensión casi recta a lo largo de 38 grados de latitud ha generado un gradiente cli- mático con ríos de poco caudal en el extremo norte, que va aumentando notablemente hacia el sur del país. La distancia media entre cordillera y costa son 180 kilómetros, el ancho máximo (445 kilómetros) se encuentra a los 52º21’S en el estrecho de Magallanes, y el ancho mínimo (90 kilómetros) entre Punta Amolanas y Paso de la Casa de Piedra (31º37’S). Estas características geográcas han determinado que las hoyas hidrográcas que drenan la vertiente occidental de la cordillera de los Andes sur sean cortas, lo que, sumado al hecho de nacer sobre los 3.000 msnm, genera ríos de bajo orden, con redes hídricas poco desarrolladas y pendientes altas, las que originan caudales altamente dependientes de las variaciones pluviales y nivales, alta sedimentación y, es- pecialmente en la zona norte, alto contenido salino, en un gradiente que va desde aguas de vertiente hasta salares. Los peces, junto con algunos anbios, son los animales que tienen mayor dependencia del agua y, por ello, tanto en su riqueza actual como durante su evolución han dependido de este recurso. Desafortunadamente, el reducido tamaño, la simpleza morfológica y de coloración de la mayor parte de las especies ícticas de aguas continentales chilenas han contribuido al escaso conocimiento que la mayor parte de los habitantes del país tiene de ellas. El desarrollo de la pesca deportiva ha estado relacionado principalmente con especies introducidas como salmonídeos y, con excepción de una o dos especies nativas; las restantes pasan inadvertidas. Este desconocimiento, unido a la introducción de espe- cies, como salmonídeos, anbios y algunos mamíferos, y al progresivo deterioro del hábitat, principalmente por frag- mentación —construcción de embalses y canalización— y disminución de la calidad del agua —por contaminación, eutrozación y salinización—, han propiciado que la ma- yor parte de las especies nativas de peces de agua dulce se encuentren con algún grado de amenaza de conservación (Campos y otros, 1998) (véase el cuadro 1 de este capítulo y el listado con la clasicación actualizada realizada el año 2007 en las páginas 429 y 430). Según Niemeyer y Cereceda (1984), en Chile se pueden identicar cinco regiones hidrográcas, en función del cli- ma, la pendiente y litología. Cada una de estas regiones po- see una fauna particular adaptada a las condiciones propias de su hábitat: ríos de régimen esporádico, en la zona árida; ríos en torrente de régimen mixto, en la zona semiárida; ríos en torrente de régimen mixto, en la zona subhúmeda; río tranquilos con regulación lacustre, en la zona húmeda y ríos caudalosos trasandinos, en la Patagonia. En la provincia chilena, se encuentran representantes típicos de la ictiofauna austral, como Petromyzontiformes, Characiformes, Siluriformes, Perciformes, Atheriniformes y Osmeriformes, con especies diadrómicas de las familias Galaxiidae y Aplochitonidae, estas dos últimas con distribu- ción gondwánica. Cyrpinodontidae y Trichomycteridae tie- nen un origen neotropical y habrían permanecido en estas aguas desde o antes del levantamiento de la cordillera de los Andes, mientras que Atherinidae tendría un origen marino reciente. La presencia del desierto de Atacama en el norte, la cordillera de los Andes en el este y el Océano Pacíco al oeste como límites naturales del país, han aislado el territorio nacional. Este aislamiento, junto con la ausencia de inter- conexiones entre cuencas, las características hidrológicas y las últimas glaciaciones, habría determinado una fauna íctica única, la que podría haber evolucionado desde el Terciario, diferenciándose desde latitudes más tropicales hasta más australes. Los grupos que predominan son los Characiformes y Siluriformes con especies primitivas y muy especializadas. Ejemplo de ello es el primitivismo de algunas especies de bagres, como Nematogenys y Diplomystes. Otra característica de la fauna íctica chilena es el bajo número de especies presentes. Se han descrito tan sólo 44 peces para el territorio nacional. De estos, 24 (54 por ciento) son endémicos de Chile y tienen distribuciones muchas ve- ces restringidas a uno o dos sistemas, como es el caso de las especies de Orestias. Además, debido a la pendiente alta de los ríos que drenan el territorio chileno, característica que se relaciona habitualmente con velocidades elevadas, los peces son incapaces de remontar, lo que limita la distribución de su hábitat a alturas menores a los 1.000 a 1.500 msnm. FAUNA ÍCTICA SEGÚN ZONAS HIDROGRÁFICAS Según la modalidad de escurrimiento supercial de sus ríos, Chile puede ser dividido en dos regiones hidrológicas DIVERSIDAD DE ESPECIES PECES LÍMNICOS IRMA VILA Y RODRIGO PARDO 302

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Page 1: Peces continentales

En el continente sudamericano, Chile se extiende desde el paralelo 18ºS hasta el 56ºS. Esta extensión casi recta a lo largo de 38 grados de latitud ha generado un gradiente cli-mático con ríos de poco caudal en el extremo norte, que va aumentando notablemente hacia el sur del país. La distancia media entre cordillera y costa son 180 kilómetros, el ancho máximo (445 kilómetros) se encuentra a los 52º21’S en el estrecho de Magallanes, y el ancho mínimo (90 kilómetros) entre Punta Amolanas y Paso de la Casa de Piedra (31º37’S). Estas características geográfi cas han determinado que las hoyas hidrográfi cas que drenan la vertiente occidental de la cordillera de los Andes sur sean cortas, lo que, sumado al hecho de nacer sobre los 3.000 msnm, genera ríos de bajo orden, con redes hídricas poco desarrolladas y pendientes altas, las que originan caudales altamente dependientes de las variaciones pluviales y nivales, alta sedimentación y, es-pecialmente en la zona norte, alto contenido salino, en un gradiente que va desde aguas de vertiente hasta salares.

Los peces, junto con algunos anfi bios, son los animales que tienen mayor dependencia del agua y, por ello, tanto en su riqueza actual como durante su evolución han dependido de este recurso. Desafortunadamente, el reducido tamaño, la simpleza morfológica y de coloración de la mayor parte de las especies ícticas de aguas continentales chilenas han contribuido al escaso conocimiento que la mayor parte de los habitantes del país tiene de ellas. El desarrollo de la pesca deportiva ha estado relacionado principalmente con especies introducidas como salmonídeos y, con excepción de una o dos especies nativas; las restantes pasan inadvertidas.

Este desconocimiento, unido a la introducción de espe-cies, como salmonídeos, anfi bios y algunos mamíferos, y al progresivo deterioro del hábitat, principalmente por frag-mentación —construcción de embalses y canalización— y disminución de la calidad del agua —por contaminación, eutrofi zación y salinización—, han propiciado que la ma-yor parte de las especies nativas de peces de agua dulce se encuentren con algún grado de amenaza de conservación (Campos y otros, 1998) (véase el cuadro 1 de este capítulo y el listado con la clasifi cación actualizada realizada el año 2007 en las páginas 429 y 430).

Según Niemeyer y Cereceda (1984), en Chile se pueden identifi car cinco regiones hidrográfi cas, en función del cli-ma, la pendiente y litología. Cada una de estas regiones po-

see una fauna particular adaptada a las condiciones propias de su hábitat: ríos de régimen esporádico, en la zona árida; ríos en torrente de régimen mixto, en la zona semiárida; ríos en torrente de régimen mixto, en la zona subhúmeda; río tranquilos con regulación lacustre, en la zona húmeda y ríos caudalosos trasandinos, en la Patagonia.

En la provincia chilena, se encuentran representantes típicos de la ictiofauna austral, como Petromyzontiformes, Characiformes, Siluriformes, Perciformes, Atheriniformes y Osmeriformes, con especies diadrómicas de las familias Galaxiidae y Aplochitonidae, estas dos últimas con distribu-ción gondwánica. Cyrpinodontidae y Trichomycteridae tie-nen un origen neotropical y habrían permanecido en estas aguas desde o antes del levantamiento de la cordillera de los Andes, mientras que Atherinidae tendría un origen marino reciente. La presencia del desierto de Atacama en el norte, la cordillera de los Andes en el este y el Océano Pacífi co al oeste como límites naturales del país, han aislado el territorio nacional. Este aislamiento, junto con la ausencia de inter-conexiones entre cuencas, las características hidrológicas y las últimas glaciaciones, habría determinado una fauna íctica única, la que podría haber evolucionado desde el Terciario, diferenciándose desde latitudes más tropicales hasta más australes. Los grupos que predominan son los Characiformes y Siluriformes con especies primitivas y muy especializadas. Ejemplo de ello es el primitivismo de algunas especies de bagres, como Nematogenys y Diplomystes.

Otra característica de la fauna íctica chilena es el bajo número de especies presentes. Se han descrito tan sólo 44 peces para el territorio nacional. De estos, 24 (54 por ciento) son endémicos de Chile y tienen distribuciones muchas ve-ces restringidas a uno o dos sistemas, como es el caso de las especies de Orestias. Además, debido a la pendiente alta de los ríos que drenan el territorio chileno, característica que se relaciona habitualmente con velocidades elevadas, los peces son incapaces de remontar, lo que limita la distribución de su hábitat a alturas menores a los 1.000 a 1.500 msnm.

FAUNA ÍCTICA SEGÚN ZONAS HIDROGRÁFICAS

Según la modalidad de escurrimiento superfi cial de sus ríos, Chile puede ser dividido en dos regiones hidrológicas

DIVERSIDAD DE ESPECIES

PECES LÍMNICOSIRMA VILA Y RODRIGO PARDO

302

Page 2: Peces continentales

principales: región exorreica y región endorreica. La región endorreica se ubica entre la I y III Región, presenta áreas con escurrimiento superfi cial, pero sus cauces intermitentes no logran llegar al mar, a excepción del río Loa. Topográfi -camente, son depresiones y pueden estar rodeadas de terre-nos montañosos, donde son frecuentes los lagos, lagunas y charcas saladas, a veces con salinidad muy elevada e incluso con precipitación de sales. De acuerdo con Niemeyer y Ce-receda (1984) los ríos de esta región corresponden a ríos de régimen esporádico situados en la zona árida.

El resto de las regiones político-administrativas de Chile han sido clasifi cadas como regiones exorreicas, que se dis-tinguen porque sus ríos desembocan en el mar durante todo el año. Esta región se extiende desde los 27ºS hasta los 54ºS. Aquí, el relieve, la presencia de lluvias y el derretimiento nival, mantienen los ríos fl uyendo durante todo el año. A medida que la cantidad de agua se incrementa y aumenta la complejidad de la red hídrica, se observa, generalmente, una mayor riqueza de especies ícticas.

Ríos de régimen esporádico de la zona áridaLos ríos de régimen esporádico de la zona árida de Chile

se encuentran en la región endorreica del desierto chileno y abarcan desde la I Región hasta el extremo norte de la III Región. Tiene dos sistemas hidrográfi cos importantes, los ríos Lauca y Loa, con sistemas lacustres de importancia como los

lagos Chungará, Cotacotani y Negro Francisco, además de un número alto de salares.

La hoya hidrográfi ca del río Lauca tiene una superfi cie de 1.924 km2, incluido el lago Chungará, de 278 km2. El río Lauca en su nacimiento (18º30’S – 69º14’W) como tam-bién los lagos Chungará (18º13’S – 69º18’W) y Cotacotani (18º12’S – 69º14’W), son considerados sistemas de altura por ubicarse sobre los 3.500 msnm. En esta zona las esca-sas lluvias se concentran en verano, en eventos catastró-fi cos conocidos como invierno altiplánico o boliviano. La escasez de precipitaciones y la alta evapotranspiración en la zona altoandina determinan un clima extremadamente árido, por lo que las aguas tienden a presentar salinidades elevadas, especialmente en el contenido de sulfatos, car-bonatos y cloruros. Por otra parte, las temperaturas mues-tran una amplia variación diaria, con promedios anuales de 2 ºC en la noche y 25 ºC al mediodía. Estas particula-ridades ambientales, junto a una historia sísmica que ha fragmentado reiteradamente a los sistemas acuáticos, han creado una fl ora y fauna altamente adaptada.

Las especies ícticas que habitan estos sistemas pertene-cen a dos familias: Cyprinodontidae, con un único género y cinco especies: Orestias agassii, Cuv. y Val., 1846, Ores-tias parinacotensis Arratia, 1982, Orestias laucaensis, Arratia 1982, Orestias chungarensis Vila y Pinto, 1986 y Orestias sp (Vila com. pers). Trichomycteridae, con un género y tres

Basillichthys.Diplomystes.

Nematogenis.

Orestias.

Percilia gillissi. Fotos: Simón Elliot.Tricho areolatus.

303

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

Page 3: Peces continentales

304

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos

especies: Trichomycterus rivulatus Valenciennes, 1846, Tri-chomycterus chungaraensis Arratia, 1983 y Trichomycterus laucaensis Arratia, 1983. Sólo Orestias ha colonizado los lagos, donde viven asociados, principalmente al cinturón de macrófi tas acuáticas, las que les proveen de refugio, ali-mento y lugar de reproducción. Orestias parinacotensis y O. chungarensis viven solamente en la laguna de Parinacota y en el lago Chungará respectivamente, mientras O. laucaensis habita en el lago Cotacotani y el río Lauca, O. agassii se dis-tribuye desde el sistema Titicaca-Popo, en Bolivia-Perú hasta el salar del Huasco en Chile, incluidos los ríos Isluga y Colla-cagua (Arratia, 1982). Los bagres del género Trichomycterus se distribuyen principalmente en los riachuelos y vertientes que fl uyen en los humedales. Trichomycterus chungaraensis ha sido reportado únicamente en la vertiente Ajata, tributaria del lago Chungará y T. laucaensis en el río Lauca, mientras que T. rivulatus presenta la distribución más amplia, citándo-sele para toda la región altiplánica.

El río Loa es el más importante de la región desértica del norte de Chile y el único que desemboca en el mar todo el año. La hoya de este río tiene una superfi cie de 33.910 km2 y un largo total de 360 kilómetros. El río Loa nace (21º25’S – 69º48’W) en las cercanías de los salares de Carcote (21º20’S – 68º10’W) y Ascotán (21º31’S – 68º18’W). En esta área las lluvias ocurren cada dos o tres años y la temperatura media anual es de 13,3 ºC. El agua tiene conductividad alta a causa de los boratos y sulfatos que se disuelven desde el área de drenaje.

De los únicos cuatro peces nativos encontrados en esta área, dos pertenecen a Cyprinodontidae: Orestias ascotanen-sis Parenti, 1984, y O. agassii. Un Atherinidae, Basilichthys sp y un Trichomycteridae, T. rivulatus. Orestias ascotanensis habita exclusivamente en el salar de Ascotán. En el salar del Huasco y los ríos Isluga y Collacagua se encuentra a O. agas-sii y T. rivulatus. Basilichthys sp. ha sido encontrado solamen-te en el río Loa y difi ere de las otras especies de Basilichthys descritas para el país. Todas estas especies se asocian a las macrófi tas abundantes en estos sistemas.

Lamentablemente, los peces nativos son actualmente escasos, habiendo sido remplazados por las truchas, Salmo trutta L. y Oncorynchus mykiss (Walbaum), las que han sido introducidas en el área desde 1949, presentando en la actua-lidad altas densidades en la región de ríos esporádicos.

Ríos en torrente de régimen mixto en la zona semiárida

El clima de esta región es de tipo mediterráneo, con aproximadamente un mes de lluvia y un período seco pro-longado, por lo que los ríos presentan una alta variabilidad en su caudal, observándose amplias fl uctuaciones hidrológi-cas entre años y también estacionalmente. Los sistemas más representativos son las hoyas de los ríos Huasco y Choapa. El río Huasco (28º30’S – 70º59’W), tiene una superfi cie de 10.750 km2 y un caudal medio durante los últimos 20 años de 3,62 m3/s. Por su parte, la cuenca del río Choapa (31º39’S – 71º38’W) se extiende en un área de 8.124 km2 y su caudal varía entre 0,2 m3/s y 93,4 m3/s; la temperatura media del aire varía entre los 10 y 21,4 ºC.

En esta región la riqueza íctica aumenta a cinco familias, pero cada una con una única especie, a excepción de Athe-rinopsidae, que presenta dos especies, Trichomycteridae: Tri-chomycterus areolatus Valenciennes, 1846, Galaxiidae: Ga-laxias maculatus (Jenyns, 1842), Atherinopsidae: Basilichthys microlepidotus (Jenyns, 1842) y Odontesthes brevianalis; (Gunther, 1880), Characidae: Cheirodon pisciculus Girard, 1854. Trichomycterus areolatus habita la zona bentónica de los ríos, prefi riendo los fondos pedregosos con vegetación, al igual que C. pisciculus y B. microlepidotus. Por otra parte, Odontesthes brevianalis y G. maculatus se asocian preferente-mente a la desembocadura de los ríos.

Ríos en torrente de régimen mixto en la zona subhúmeda

El clima en esta región es templado cálido, con tres meses de lluvias, concentradas principalmente en el invierno y una estación seca prolongada. La temperatura media anual alcan-za los 14 ºC. Aquí se encuentran los grandes ríos de origen andino, como el Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito, Mau-le, Itata y Biobío, que se caracterizan por su escurrimiento to-rrencial y régimen mixto, con crecidas pluviales en invierno y nivales en primavera y comienzos del verano, estiaje pronun-ciado en otoño. Los ríos de esta región son los más estudiados del país debido posiblemente a la proximidad a las zonas de mayor población de Chile y los centros de investigación más antiguos, que propiciaron su estudio temprano.

En estos ríos se pueden diferenciar cuatro áreas naturales, que tipifi can a la mayoría de los ríos andinos de la región central:1. Área altoandina, que se caracteriza por un cauce principal

turbulento, de pendiente alta y sustrato conformado por rocas y piedras. En esta zona no se ha detectado la presen-cia de peces nativos;

2. Área media alta, que presenta cauces profundos con sus-trato de piedras y grava, baja cantidad de macrófi tas y mi-croalgas que colonizan las riberas fl uviales. En esta área se pueden encontrar bagres y algunas especies salmonídeas introducidas;

3. Área media baja, de aguas claras, cauces amplios y poco profundos, que permiten la colonización de macrófi tas. Esta área parece ser más adecuada para la fauna íctica na-tiva, aumentando considerablemente su riqueza y abun-dancia;

4. Área de desembocadura, con cauces amplios e infl uencia marina, por lo que los peces que viven en esta zona son tolerantes a salinidades mayores y fl uctuantes y con fre-cuencia migran hacia o desde el mar.

El río Aconcagua (32º55’S – 70º19’W) tiene una extensión de 7.163 km2 y presenta dos promedios máximos de caudal, uno en invierno (8,87 m3/s) proveniente de las lluvias, y otro en el verano, producto del derretimiento nival (33,2 m3/s). Las especies nativas que lo habitan representan las asociaciones típicas de los peces de las aguas continentales de la zona cen-tral del país. Los peces están representados por seis familias, con seis géneros y ocho especies. Trichomycteridae: T. areo-latus; Nematogenyidae: Nematogenys inermes (Guichenot,

Page 4: Peces continentales

305

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

1848), Galaxiidae: G. maculatus; Characidae; Ch. pisciculus; Percichthydae con Percichthys trucha (Valenciennes), Perci-lia gillissi Girard, 1855 y Percichthys melanops Girard, 1854. Atherinidae: B. australis y B. microlepidotus. Adicionalmente, podemos mencionar a Cyclostomata Geotridae: Caragola lapi-cida Gray, 1851, que se distribuye en las zonas bajas de estos sistemas. Las especies mencionadas se distribuyen desde la zona preandina hasta la desembocadura de los ríos. La región andina ha sido solamente colonizada por los salmónidos in-troducidos S. trutta y O. mykiss. Trichomycteridae, T. areola-tus y Atherinidae, B. australis son las especies más abundantes y con amplia distribución en la hoya hidrográfi ca. Percichthys melanops se asocia a los afl uentes de la cordillera de la Costa (Vila y otros, 1999). Galaxias maculatus se describe habitando preferentemente la zona de la desembocadura.

El río Maipo (33º46’S – 71º32’W) tiene una superfi cie de 14.576 m2. Los peces citados en esta hoya son mayoritaria-mente coincidentes con los reportados en la cuenca del río Aconcagua. Trichomycteridae, T. aerolatus; Nematogenydae, N. inermis; Galaxiidae, G. maculatus; Characidae, Ch. pis-ciculus; Atherinidae, B. australis; Percichthyidae, Percichthys melanops, P. trucha y P. gillissi. En esta cuenca, debido a efectos antrópicos, podría citarse el primer caso de extinción local de una especie íctica endémica de Chile, Diplomys-tes chilensis Molina, 1782, que fue descrita habitando el río Maipo. Sin embargo, esta especie no ha sido encontrada en esta hoya hidrográfi ca en los últimos 50 años, pese a que se han hecho repetidos esfuerzos de captura.

La ictiofauna dulceacuícola de nuestro país presenta 42 especies nativas y 22 introducidas, teniendo las primeras un alto grado de endemis-mo. Arriba: peladilla (Aplochiton zebra); lago San Carlos, Región de Aisén. Foto: Rodrigo Sandoval. Abajo: pejerrey chileno (Austromenidia spp); río Nilahue, Región de Los Ríos. Foto: Franco Lama. Derecha: percatrucha (Percichtys trutta); lago Puelo Inferior, Región de Los Lagos. Foto: Rodrigo Sandoval.

La cuenca del río Biobío (37º45’S – 71º45’W), que inclu-ye los lagos Galletué (38º41’S; – 71º14’W) e Icalma (38º46’S; 71º18’W), presenta una superfi cie de 24.079 km2. El río Bio-bío es la tercera hoya hidrográfi ca en extensión del país. Se origina en los lagos Icalma a 1.000 msnm y Galletué a 1.100 msnm en la cordillera de los Andes. Su extensa red hidrográ-fi ca genera el desarrollo de numerosos biotopos, lo que se re-fl eja en una de las faunas ícticas más ricas del país. Dieciocho especies nativas y cuatro introducidas se citan para esta hoya hidrográfi ca: Diplomystidae: Diplomystes nahuelbutaensis Arratia, 1987; Trichomycteridae: Trichomycterus chiltoni Ei-genmann, 1927; T. areolatus y Bullockia maldonadoi Eigen-mann, 1927; Nematogenyidae: Nematogenis inermis; Ga-laxiidae: Galaxias maculatus, Brachygalaxias bullocki (Regan, 1908); Characidae: Cheirodon galusdae Eigenmann, 1927 y Ch. pisciculus; Atherinidae: Basilichthys australis, Odontesthes mauleanum Steindachner, 1898; Aplochitonidae: Aplochiton zebra Jenyns, 1842; Percichthyidae: Percichtys trucha, P. me-lanops, Percilia irwini Eigenmann, 1927. Algunas especies de peces muestran una distribución diferencial en la hoya hidro-gráfi ca, mientras que otras se distribuyen a lo largo de todo el sistema. Aplochiton zebra ha sido encontrado solamente en los sistemas lacustres. En la zona superior y media del río se encuentran P. trucha, T. areolatus, T. chiltoni y P. irwini. Por otra parte, Geotria australis, P. melanops, O. mauleanum, O. debueni, G. maculatus y B. maldonadoi, se encuentran comúnmente en los afl uentes asociados a la cordillera de la Costa, en la zona más baja del río (Habit et al. 2005).

Page 5: Peces continentales

306

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos

Cuadro 1. Nombre científi co, nombre común y categoría de conservación de los peces límnicos nativos de Chile. La clasifi cación se realiza

por región político-administrativa de Chile según la división vigente a la fecha del estudio, basada en Campos et al. (1998): (F) Fuera de

peligro, (V) Vulnerable, (P) En peligro de extinción, (I) Insufi cientemente conocida y (R) Rara.

Especie Nombre Común I II III IV V RM VI VII VIII IX X XI XII

Geotria australis Lamprea de bolsa V V V V V V V V

Mordacia lapicida Lamprea de agua dulce I I I I I I I I I

Cheirodon galusdae Pocha de los lagos V V V

Cheirodon pisciculus Pocha V V V V V V

Cheirodon australe Pocha del sur F

Cheirodon killiani Pocha R

Diplomystes nahuebutaensis Bagre/ Tollo I I P P

Diplomystes chilensisBagre/ Tollo de agua dulce

P P P

Diplomystes camposensi Bagre/ Tollo V V

Hatcheria macraei Bagre R

Trichomycterus areolatus Bagrecito V V V V V V V V F

Trichomycterus chiltoni Bagrecito P

Trichomycterus rivulatus Bagrecito R

Trichomycterus chungarensis Bagrecito P

Trichomycterus laucaensis Bagrecito P

Bullockia maldonadoi Bagrecito P P

Nematogenis inermes Bagre grande P P P P P P P

Galaxias maculatus Puye/ Coltrao/ Truchita V V V V V V V F F F F

Galaxias platei Puye V V

Galaxias globiceps Puye R

Brachygalaxias gothei Puye V V

Brachygalaxias bullocki Puye I I I

Aplochiton marinus Peladilla I I I I

Aplochiton taeniatus Farionela/ Peladilla P P V V

Aplochiton zebra Farionela listada P P P V V

Orestias agassizi Karachi/ Corvinilla I I

Orestias chungarensis Karachi/ Corvinilla P

Orestias laucaensis Karachi/ Corvinilla P

Orestias ascotanensis Karachi/ Corvinilla P

Orestias parinacotensis Karachi/ Corvinilla P

Odontesthes mauleanum Cauque/ Pejerrey I I I F/V F/V F/V F/V

Odontesthes debueni Pirihuelo I V

Odontesthes wiebrichi Cauque de Valdivia I

Odontesthes brevianalis Cauque del norte V V I I I I I

Odontesthes molinae Cauque de Molina I

Odontesthes itatanum Cauque de Itata I

Odontesthes hatcheri - I

Basilichthys australis Pejerrey chileno V V V V V F F

Basilichthys microlepidotus Pejerrey del norte P P P

Basilichthys semotilus Pejerrey P P

Percichthys truchaPerca trucha/ Trucha criolla

V V V V V F/V F/V F/V I

Percichthys melanopsTrucha negra/ Trucha criolla

P P P P P

Percilia gillisi Carmelita/ Coloradita P P P V V V V

Percilia irwiniCarmelita de Concepción

P

Page 6: Peces continentales

307

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

Ríos tranquilos con regulación lacustre de la zona húmeda

Las características hidrológicas de estos sistemas son muy similares a los ríos europeos por la presencia de zonas ritrónicas, potámicas y de humedales típicas (Welcomme, 1992). Los sistemas más importantes en esta zona son las ho-yas hidrográfi cas de los ríos Imperial, Toltén, Valdivia, Bueno y Maullín. Según Campos (1985), las áreas ritrónicas de es-tos sistemas estarían habitadas por A. zebra, T. areolatus, P. gillissi y Galaxias platei Steindachner, 1897, mientras que en la zona potámica habitarían G. maculatus, B. australis, O. mauleanum y P. trucha. En las zonas de humedales se encon-trarían Ch. australe y B. bullocki. El río más representativo para la región es el Valdivia (39º52’S – 73º18’W), con una superfi cie de 9.902 km2, que se origina en cinco lagos prin-cipales: Lacar, en Argentina; y en Chile, el Pirehueico, Nel-tume, Panguipulli y Riñihue. Los peces descritos para la hoya hidrográfi ca son: Diplomystidae: Diplomystes camposensis Arratia, 1987; Trichomycteridae: Trichomycterus areolatus; Galaxiidae: Galaxias platei, G. maculatus, B. bullocki; Cha-racidae: Cheirodon australe Eigenmann, 1928; Atherinidae: Basilichthys australis, O. mauleanum; Aplochitonidae: Aplo-chiton zebra; Percichthyidae: Percichthys trucha, P. melanops y la lamprea Geotriidae: G. australis.

Ríos caudalosos trasandinos de la Patagonia Este es un grupo de ríos que se forman al este del macizo

andino, en profundos glaciares. Se caracterizan por presen-tar un contenido alto de material particulado. De acuerdo con Campos et al. (1984), la fauna íctica de esta región se asemejaría a la descrita para las zonas ritrónicas de los ríos con regulación lacustre, aunque con una riqueza de especies menor. El río Aisén (45º) es representativo de los sistemas de esta región. En este río habitan Trichomycteridae: Hatcheria macraei Girard, 1854; Galaxiidae: Galaxias platei, G. macu-latus y Aplochitonidae: Aplochiton taeniatus.

Ríos insulares Chile posee un considerable número de islas, las que

difi eren en su tamaño y cercanía del continente. Las islas oceánicas, como Isla de Pascua y Robinson Crusoe, no pre-sentan especies ícticas nativas de agua dulce, debido proba-blemente a la lejanía de los centros de dispersión de estas especies. Las islas cercanas al continente presentan peces; las más importantes son la Isla Grande de Chiloé y la Isla Grande de Tierra del Fuego.

Los ríos de la Isla Grande de Chiloé (42ºS) se caracterizan por ser cortos y con caudal bajo, cuyo origen es exclusiva-mente la lluvia. Sus aguas contienen una cantidad signifi ca-tiva de materia orgánica proveniente de la descomposición arbórea, lo que les da el característico color café. Una zona importante de estos presenta salinidad alta, originada por cloruros provenientes de la entrada de agua marina. A ex-cepción de Trichomycterus areolatus y Cheirodon australis, la fauna íctica presente en la isla tiene un origen marino, aunque algunos autores han sugerido un origen previo a la separación de la isla con el continente. Se encuentran cuatro familias y ocho especies: Trichomycteridae: Trichomycterus.

areolatus; Galaxiidae: Galaxias platei, G. maculatus, B. bu-llocki; Atherinopsidae: Basilichthys australis; Aplochitonidae: Aplochiton taeniatus; Characidae: Cheirodon australe.

Los ríos de la Isla Grande de Tierra del Fuego (52º31’S – 69º19’W), son resultado de la intensa actividad glacial ce-nozoica de la región, la que ha determinado la hidrología del área, donde las hoyas hidrográfi cas son cortas y con caudal bajo. Esto justifi ca la baja riqueza de la fauna, con represen-tantes exclusivamente de origen marino. Los sistemas más importantes son el río Grande, Rasmussen, Blanco y Cón-dor. Las especies encontradas en estas hoyas hidrográfi cas son las siguientes: Galaxiidae: Galaxias platei, G. maculatus; Aplochitonidae: Aplochiton taeniatus, A. zebra; y lampreas, Geotridae: G. australis y Caragola lapicida.

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Páginas siguientes: El cultivo del salmón tiene las complejidades propias del manejo reproductivo, tales como el proceso de engor-da de una especie animal en cautiverio y la sensibilidad de estos a los cambios del medio ambiente. A ello se agrega un ciclo de vida desarrollado en diferentes etapas, agua dulce y agua de mar, y una complicada logística de transporte y abastecimiento. En la foto, se aprecian algunos alevines, etapa en que los requerimientos nutri-cionales y energéticos de los peces es mayor que en cualquier otro estadio. Foto: Nicolás Piwonka.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos

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Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica