PASEO POR

EL REAL

ALCÁZAR DE

SEVILLA

La palabra alcázar, de origen árabe, tiene el doble significado de fortaleza y de palacio real, y los dos se dan en este conjunto de edificios. Lo tenéis, rodeado de fuertes y altas murallas. El nombre de este laberinto es los Reales Alcázares, pero todo el mundo lo conoce como el Alcázar de Sevilla. Tiene más de mil años. Es el Palacio Real habitado (sigue siendo residencia de los Reyes de España cuando vienen a la ciudad) más antiguo de Europa, pero también es un recinto abierto a la vida cultural: teatro, conciertos y exposiciones. La UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 1987. Comenzaremos nuestro paseo entrando por la Puerta de la Huerta de la Alcoba. Como su nombre indica daba acceso a una huerta de los Palacios, hoy convertidos en suntuosos y variados jardines.

JARDÍN DEL LABERINTO

JARDÍN DE LOS POETAS

JARDÍN DE LAS DAMAS

JARDÍN DE TROYA

JARDÍN INGLÉS

JARDÍN DE LA GALERA

JARDÍN MARQUÉS DE LA VEGA-INCLÁN

JARDÍN DEL CHORRÓN

JARDÍN DE LAS DANZAS

JARDÍN DEL ESTANQUE CON LA FUENTE DE MERCURIO

JARDÍN DE LAS FLORES

JARDÍN DEL PRÍNCIPE

JARDÍN DEL CENADOR DE LA ALCOBA

Una vez dentro del recinto veremos El Cenador de la Alcoba y la Galería del Grutesco. El Cenador es un precioso pabellón, rodeado de galerías con columnas italianas, con sus paredes forradas de cerámica de Triana y una solería muy original, incluso con una fuente en su interior. Es un lugar ideal para pasar el calor de la siesta en los veranos. Se le conoce como el Pabellón de Carlos V y fue construido en la primera mitad del siglo XVI por Juan Fernández.

Frente a este cenador se alza otro conocido como Pabellón del León, llamado así por el que preside el estanque, una de las últimas obras del manierismo sevillano.

Al fondo del Pabellón del León nos encontramos con la Galería del Grutesco, obra del arquitecto Vermondo Resta. Separa los jardines antiguos de los más modernos. Los grutescos, que tratan de reproducir artificialmente las asperezas de las grutas auténticas, sirvieron para ocultar la antigua muralla árabe y se construyeron con piedra volcánica. Si se sube se podrá tener la mejor vista de los jardines. Cruzando el estanque, llegaremos al Jardín de la Danzas, que recibe ese nombre por unas figuras mitológicas que hubo en el siglo XVI y que parecían estar danzando. En el lado derecho de este jardín está la entrada a los Baños de Doña María de Padilla con bóvedas góticas y la gran alberca donde es fama que se bañaba doña María, y al fondo una fuente gruta que se le añadió en el siglo XVI.

Una vez recorridos los jardines, llegaremos al Pabellón de la China, edificación mandada a realizar durante la estancia del Rey Felipe V en 1729. El nombre le ha sobrevenido porque dentro se guardaban todas las porcelanas, enseres y servicios que eran utilizados en el Palacio durante los banquetes reales. A continuación, nos dirigiremos al Patio de la Montería. Su nombre recuerda la afición que tenían los reyes por la caza. En este patio se reunían los nobles, armados y dispuestos a acompañar al rey en sus jornadas de cacería. Originariamente se extendía hasta la Puerta del León. Otra entrada del Alcázar. Sobre ella, pintado en unos azulejos, un león medieval nos invita a visitarlo con su lema “Estar dispuesto a todo”, que es una cita del poema de Virgilio “La Eneida”. Veremos esta puerta y la muralla desde el exterior al terminar nuestro recorrido.

PUERTA DEL LEÓN

Si miramos hacia esta puerta veremos el Patio del León. En el siglo XVII hubo aquí un teatro, el mayor de la ciudad, conocido como el Corral de la Montería. Al ser estos espectáculos la principal distracción de la época, tuvo mucha actividad, hasta que un incendio lo destruyó en 1691.

El Patio de la Montería no es de forma rectangular, sino algo trapezoidal. Tiene dos niveles, un arriate separa a ambos y en la parte más baja dos fuentes. La fachada derecha está porticada, en la misma se encuentra el Cuarto del Almirante. En la parte izquierda, según entramos, de la puerta, hay una lápida de la Academia de Ciencias, que conmemora la estancia en el Alcázar en 1796 del rey Carlos IV y su esposa Mª Luisa, lo cual dio lugar a una serie de arreglos en el Alcázar para poder alojar al monarca. Según se entra, de frente, se alza la fachada del Palacio del Rey D. Pedro I.

Atravesando este Patio, llegaremos a la Sala de Justicia y Patio del Yeso.

A la Sala de Justicia se accede por el Patio del León, a la izquierda. Fue construida por Alfonso XI, siguiendo la decoración de algunas salas de la Alhambra de Granada. Se cree que en esta sala impartía justicia el rey D. Pedro I, de la cual el apelativo de “el Cruel” o el “Justiciero”.Según la leyenda, aquí tuvo lugar el asesinato del Maestre don Fadrique, ordenado por su hermano el Rey Don Pedro I.

Es de planta cuadrada con un techo octogonal de madera. Cada cara de la sala tiene tres arcos y las paredes de yeserías. En el centro hay una fuente circular con un canalillo de desagüe hacia el Patio del Yeso.

Al lado de esta Sala se encuentra el Patio del Yeso, una joya de la arquitectura almohade. Es lo más antiguo que vais a ver en el Alcázar: delicado y elegante. Se construyó en el siglo XII. Este es de forma casi cuadrada y en el centro tiene una alberca

(estanque). En el frente norte del patio tiene una galería porticada formada por tres arcos, uno a cada lado y otro central de mayores dimensiones, sobre pilares de ladrillos y lambrequines. Pasando este frente porticado, una puerta conduce a una sala con algunas pinturas murales.

Desde el patio, entraremos en unas salas que formaron parte de la Casa de Contratación de las Indias, fundada por los Reyes Católicos para controlar el comercio con la recién descubierta América. Hoy sólo se conservan el Salón del Almirante y la Sala de Audiencias.

El Cuarto o Salón del Almirante es rectangular y alargado con una bella techumbre del siglo XVI. Aquí la Reina Isabel la Católica recibió a Cristóbal Colón a la vuelta de su segundo viaje a las Indias. Durante el siglo XVI se desarrollaron aquí labores educativas llamándosele Casa del Océano, donde se elaboraban las cartografías en base a la experiencia que aportaban los navegantes, como las “Cartas de Marear” de Juan de la Cosa, o el “Padrón Real”, prototipo de cartografía realizado en 1512.

Tiene en sus paredes una importante colección de pinturas del siglo XIX y XX. Es de colosales dimensiones la llamada “Las Postrimerías de San Fernando” obra de Virgilio Mattoni (1887). En ella se representa la muerte de San Fernando en el Alcázar.

Entre otras tenemos:

· Retrato de Francisco de Asís.

· La Toma de Loja por Fernando el Católico (1486).

· El Rey Fernando VII y su 4ª esposa Mª Cristina de Nápoles,

· Luis Felipe de Orleans y Mª Amalia .

· Antonio, Duque de Montpensier, hijo de Mª Amalia.

· La Infanta Mª Luisa de Borbón

En el frontal del Salón “La inauguración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla” el 9 de Mayo de 1929 de Alfonso Grosso.En ella aparece la familia real y otras autoridades de la época.

Actualmente se utiliza para actos oficiales y culturales por parte del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla.

Después pasaremos a la Sala de Audiencias, que os sorprenderá por su hermoso techo de madera dorada y pintada con labores geométricas del siglo XVI, muros tapizados, escudos de almirantes famosos y, sobre todo, por el altar-retablo de la Virgen de los Mareantes o Navegantes. Pintado por Alejo Fernández en el siglo XVI, es la primera representación que existe del Descubrimiento de América. Bajo el manto protector de la Virgen, se pueden ver los retratos de Cristóbal Colón, de Carlos V, de Américo Vespucio…Si os fijáis en la parte inferior del cuadro veréis una especie de muestrario de las naves de la época.

De nuevo saldremos al Patio de la Montería para visitar el Palacio del Rey Don Pedro I. Don Pedro I fue el monarca que lo mandó

construir, de ahí su nombre. Es la primera obra de grandes dimensiones que primero se construyó por un rey castellano. Su estilo es mudéjar. En ella se aúnan diferentes corrientes artísticas de los musulmanes que había en la península. El rey toma para su construcción a los principales artífices que existían en Toledo, Sevilla y Granada. Es un ejemplo claro de asimilación de la cultura musulmana por parte de los castellanos, de los que nos dan prueba los elementos decorativos empleados: Arcos de herradura, dibujos geométricos, mocárabes, caligrafía, arabescos y el agua; así como algunos de los materiales de construcción: madera, cerámica y yeso. Fue construido entre 1364 y 1366.Las estancias del palacio se configuran en torno a dos patios, el de las Muñecas de carácter privado y el de las Doncellas, público.

A-FACHADA: La fachada principal del Palacio que da al Patio de la Montería tiene tres partes; en el centro la portada mudéjar desde la cual

se accede al interior del palacio mudéjar .Sobre esta hay una leyenda con la fecha de construcción del palacio (1402), aunque la fecha que pone no es del calendario cristiano sino el del “Cesar”,(38 años antes del nacimiento de Cristo).La portada en forma de retablo lleva una inscripción gótica que dice:”El muy alto et muy noble et muy poderoso et muy conqueridor don Pedro por la gracia de Dios Rey de Castiella et de León mandó facer estos Alcázares et estos palacios et estas portadas que fue hecho en la Era de mil et quatrocientos y dos”.La del calendario Cristiano es la de 1364. Aparece también otra inscripción cúfica con el lema “Y no es vencedor sino Alá”.

B-VESTÍBULO: Es algo misterioso, con dos corredores que nos llevan, uno a los espacios donde se desarrollaba la vida pública del rey, otro, a sus habitaciones privadas. C-PATIO DE LAS DONCELLAS: Se encuentra al fondo del corredor, llegó a ser el epicentro de la vida oficial de la corte del Rey. La primera impresión es de

amplitud y elegancia: Armonía de arcos y columnas, colorido de los azulejos y puertas maravillosas, labor de carpinteros toledanos. Galerías almohades profusamente adornadas con arcos lobulados sobre columnas pareadas, paredes interiores de yesería y zócalos alicatados (siglo XV), con diseño de lazos, todos diferentes y puertas de madera doradas y policromadas por ambos lados. Después de la boda de Carlos V se efectuó una reforma, en la cual, se emplearon mármoles genoveses, llevándose a cabo sobre las arquerías del piso superior. Los techos con lacerías estrelladas de 8 puntas, que fueron construidos en tiempo de Isabel la Católica. Al patio dan tres grandes salones llamados, Dormitorio de los Reyes Moros (Alcoba Real), Salón de Embajadores y Salón del Techo de Carlos V.

Pedro I sólo preparó dos piezas en la parte alta: el despacho y el dormitorio. Os daréis cuenta que la galería superior es diferente. En efecto, es de estilo renacentista.

P

DETALLE DE ARCOS Y COLUMNAS.

INTERIOR DEL PATIO DE LAS DONCELLAS D-ALCOBA REAL:

Posiblemente se utilizó como dormitorio real, se accede a él a través de un arco de medio punto con ventanas de celosías caladas y con inscripciones. La sala en si está formada por dos partes, una sala con frisos de yesería y techo de alfarje del siglo XVI con dos ventanas que dan a la galería del patio. En la parte derecha la alcoba utilizada como dormitorio, la cual se aislaba del resto mediante una cortina sobre el arco, soportado por blancas columnas de mármol. Frente a este arco hay tres arcos de herradura sostenidos por columnas y decorados con yeserías, mediante las cuales se accede a otra estancia de similares características a la que dejamos.

E-PATIO DE LAS MUÑECAS: Se llama así por unas cabecitas que se pueden ver en el arranque de uno de los arcos. Es bellísimo, con delicados trabajos de artesanía, pero sólo es original la planta baja. El entresuelo y la galería alta se añadieron en el siglo XIX, copiando sus yeserías de la Alhambra. Es mucho más pequeño que el de las Doncellas. Lo rodea una galería pero cada lado es diferente. Los arcos se sujetan en columnas, unas de mármol blanco y otras rosado y negro,

proceden de Medina Azahara (Córdoba), las trajo el rey Almutamid. También tiene las paredes y zócalos alicatados .Es unas de las joyas de este palacio y puede considerarse como una obra de orfebrería.

F-CUARTO DEL PRÍNCIPE:

Entraremos en el dormitorio de los reyes Moros, que eran las habitaciones de verano del Rey, en el Cuarto del Príncipe, llamado así porque en él nació, en 1478, el príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos. Éste murió a la edad de diecinueve años de tuberculosis. Con su muerte se fue toda posibilidad de que la corona de Castilla y Aragón tuviera sucesión directa. En él hay un espacio central y dos alcobas laterales (alhanías). Uno de los techos de una de las alcobas sobre la superficie cuadrada va inserto un octógono y en el centro una estrella de ocho puntas. Lleva un friso en el cual van insertados los escudos de Castilla y Aragón. La otra alcoba lateral está formada por casetones cuadrados y balaustres renacentistas, decorado en su interior con piñas y lacerías. En un lado de esta sala existe una verja que da al Jardín del Príncipe y una escalera hacia la planta superior que viene a dar al oratorio de los Reyes Católicos. Es la única estancia del Palacio que tiene una ventana al Patio de la Montería. Destaca en sus tres estancias los techos.

G-SALÓN DEL TECHO DE FELIPE II:

Es un salón alargado, con un llamativo artesonado renacentista, que hace que también se conozca como la Sala de la Media Caña. En uno de sus testeros se abre el Arco de los Pavones, con tres arcos muy adornados, con ventanitas de celosías, típicamente árabes, y con representaciones de pavos reales y otras aves.

H-SALÓN DE LOS EMBAJADORES O DEL TRONO: Es la pieza más importante y espectacular del Palacio Mudéjar. Posee una cúpula espléndida, semiesférica, de madera dorada y

en cuyo centro se enmarca una estrella de 12 puntas, dando la sensación de un firmamento. Por su forma, se conocía antiguamente como la Sala de la Media Naranja. Esta cúpula se construyó en 1427. Este fue el primitivo salón del trono del palacio musulmán y Pedro I lo reutilizó adornándolo con zócalo de azulejos y cubriendo sus paredes con arabescos llenos de adornos y colores. A finales del siglo XVI se añadieron cuatro balcones de hierro torneado

sostenidos por dragones alados que comunican con las habitaciones del Cuarto Real alto. Posee además un friso que recorre todo el perímetro del salón y que es una galería de los reyes españoles, desde el rey godo Rescesvinto hasta Felipe III. Completando las casillas aparecen los retratos de treinta y dos damas y cuatro animales: perro, gato, paloma y halcón. Este salón tiene su leyenda de muerte: aquí Pedro I mató al rey de Granada Mohamed VI, conocido como el “Rey Bermejo” por ser pelirrojo. También tiene su historia de amor: bajo su cúpula se casaron Carlos V e Isabel de Portugal.

I-SALA DE INFANTES:

Tiene a su vez tres estancias, las dos laterales eran usadas como dormitorios y la parte central se utilizó algún tiempo como comedor. Hay un mármol con una inscripción donde se recuerda el nacimiento de la Infanta María Isabel de Orleans y Borbón el 21 de Septiembre de 1848. Desde aquí se puede acceder al Jardín de las Galeras y a la antecámara del Salón de Embajadores.

J-SALÓN DEL TECHO DE CARLOS V:

Fue la antigua capilla del palacio. El techo renacentista es de madera oscura de cedro, y en el friso de madera que lo sostiene se ven los símbolos del Emperador: el águila bicéfala (de dos cabezas) y las columnas con el lema “Plus Ultra”.

Continuaremos con nuestra visita y llegaremos al Palacio Gótico. Fue construido por Alfonso X el Sabio hacia mediados del siglo XIII con modificaciones posteriores en los siglos XVI y XVIII. Este rey quiso mucho a Sevilla, ciudad que le fue fiel cuando tuvo que enfrentarse a su hijo Don Sancho. Por eso le otorgó varios títulos y añadió a su escudo un lema: “Sevilla no me ha dejado”. En principio tenía cuatro salones y uno de ellos era la capilla que Alfonso X consagró a San Clemente (1271). Las fachadas muy sobrias, con torres a las cuales se ascendía por escaleras de caracol, de donde se le llamó “Cuarto del Caracol”. Aquí escribió Alfonso X sus famosas “Cantigas”, obra con muchas ilustraciones de miniaturas y orlas. En el reinado de Felipe II se remodeló todo el conjunto, se abrieron comunicaciones hacia los jardines y las paredes se cubrieron con zócalos altos de azulejos.

El “Salón de Tapices” tuvo que ser remodelado tras el terremoto de 1755. Consta de cinco tramos de bóvedas con una linterna central por la cual entra la luz que da claridad al salón. De sus paredes cuelgan doce tapices tejidos por Cornelio Van der Gotten a mitad del siglo XVIII, en la Real Fábrica de Tapices según el encargo del rey Felipe V. Estos son copia de otros de la “Conquista de Túnez”, aquí se aprecian diversas estampas de las conquistas efectuadas por el Emperador Carlos V. También se puede ver el mapa invertido del Mediterráneo Occidental, las costas norteafricanas y la Península Ibérica. En el salón hay una placa sobre la pared donde se dice que en 1982 se constituyó en este lugar el primer Parlamento de Andalucía.

En los extremos del Palacio hay dos salas rectangulares: La Capilla, presidida por un retablo de la Virgen de la Antigua, obra del siglo XVI. Desde hace muy poco, también se puede admirar en ella una obra de Velázquez:” La Imposición de la casulla a San Ildefonso” y la Sala Cantarera.

Continuaremos por el Patio del Crucero o de Doña María de Padilla. En sus orígenes fue un patio almohade (siglo XII) construido en dos niveles: uno superior soleado para el invierno y otro inferior con galerías frescas. Bajo este crucero se encuentran los Baños de Doña María de Padilla, mandados a construir por el Rey Pedro I a su bella e influyente amada.

Y…al final la salida. Por la portada del apeadero nos dirigiremos al Patio de Banderas: “escenario continuo de la grandeza de Sevilla”, su Catedral y su Giralda. Fue el lugar donde estuvo construida en el siglo VI la basílica visigoda dedicada a San Vicente Mártir, y el primer patio de armas del Alcázar original “Dar al-Imara”… y al fondo las murallas del siglo X. Este patio era usado para organizar todo tipo de actos con motivo de las visitas reales, hoy plantado de naranjos. Siguiendo las murallas, llegaremos a la Puerta de León, dando por finalizada nuestra visita a este bello y emblemático lugar de Sevilla.

APEADERO

PLANOS DE NUESTRO RECORRIDO

ROSAYAGO