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Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH

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Observatorio del ProgramaPresidencial de Derechos

Humanos y DIHVicepresidencia de la República

Observatorio del ProgramaPresidencial de Derechos

Humanos y DIH

OBSERVATORIO DEL PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DIH

DINÁMICA RECIENTE DE LA VIOLENCIA EN BARRANQUILLA

Vicepresidenciade la República

Observatorio del ProgramaPresidencial de Derechos Humanos y DIH

OBSERVATORIO DEL PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DIH

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Índice

Introducción.................................................................................... 3

Historia de BarranquillaBreve historia de Barranquilla.......................................................... 5Distribución urbana de Barranquilla.................................................. 6Fases en la conformación de la ciudad............................................. 8Primera fase: Entre el siglo XVII y finales delsiglo XVIII....................................................................................... 9Segunda fase: Del siglo XIX hastala primera mitad del siglo XX........................................................... 12Tercera fase: De la violencia política de los años cincuentahasta principios de la década de los ochenta.................................... 16Cuarta fase: De la década de los ochenta a la actualidad.................. 18

Expresión reciente de la violencia en BarranquillaGrupos armados irregulares que hacen presencia en la ciudad................................................... 22La guerrilla.................................................................................... 24Algunas anotaciones sobre la delincuencia organizada..................... 31El narcotráfico............................................................................... 32Las autodefensas............................................................................ 36Relación entre las autodefensas y el narcotráfico............................... 40Presencia de los actores armados y distribución del homicidio por comunas y sectores........................... 41Sectores sociales vulnerables........................................................... 49Un análisis prospectivo a manera de conclusión................................ 53

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El interés por llevar a cabo una aproxi-mación sobre la violencia reciente en

Barranquilla surgió a principios de 2004por el aumento de los homicidios, en par-ticular de sindicalistas, docentes, estudian-tes y tenderos, así como por la incidenciade la incursión de los grupos de autode-fensa en el incremento de este fenómeno.Lo anterior motivó la realización de uninvestigación detallada de los factores quegeneran e influyen en la actual situaciónde violencia por la que atraviesa la ciu-dad.

En una primera aproximación al tema sepudo concluir que para explicar el desarro-llo de la violencia reciente en Barranquilla,era necesario considerar y analizar las accio-nes de las agrupaciones irregulares y delin-cuenciales que tienen influencia en la capi-tal departamental, donde además de lasautodefensas se registran acciones de laguerrilla, de las pandillas y de la delincuen-cia común, sin dejar de lado al narcotráfico.

Adicionalmente, tomando en consideraciónque estudios recientes demuestran1 que enotras ciudades el ingreso de las autodefen-sas no tiene solamente como propósitoerradicar a la guerrilla sino también apro-piarse de las redes preexistentes de estegrupo armado irregular y de las organiza-ciones delincuenciales,así como de los mer-cados ilegales, se decidió explorar en quémedida la anterior situación se presenta enBarranquilla.

Se buscó, por ello, interpretar hasta dondeel incremento de las tasas de homicidio eraexplicable por la incursión de los grupos deautodefensas en la ciudad y cuál era la in-fluencia y participación de otros grupos yfactores.

De igual forma, se trató de establecer si lallegada de las autodefensas implicó alianzasy/o confrontaciones con las organizacionesarmadas irregulares implantadas previamen-te en la capital del Atlántico, y si éstas ayu-dan a entender la violencia reciente.

Introducción

1 El Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos yDIH en su última publicación, “Dinámica de la confrontación armadaen Cundinamarca” menciona algunos de estos aspectos.

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En este estudio además, se pretende com-prender porqué las tasas de homicidio deBarranquilla son más moderadas que enotras ciudades y si en el periodo considera-do, estaban relacionadas con el hecho deque la entrada de las autodefensas corres-pondía al inicio de una fase de disputa queno había llegado aún a la etapa en la cual loshomicidios se incrementan significativa-mente.El documento se focaliza también enlas comunas y los barrios de la ciudad másafectados por la violencia para relacionarloscon la presencia de autodefensas y otrasagrupaciones irregulares y delincuenciales.

De manera adicional, se estudió el impactode la violencia sobre algunos sectores vul-nerables, enfocándose en la situación de lossindicalistas, docentes y alumnos, así comoen las circunstancias de los tenderos.

Para intentar responder a estos interrogan-tes, se desarrollaron varios aspectos. En laprimera parte del informe, se caracterizóbrevemente la historia de Barranquilla,haciendo énfasis en su conformación urba-na,en su distribución en comunas y barrios,así como en la identificación de la presenciade grupos sociales en cada uno de ellos. Sepropuso entonces identificar los espaciosen donde se mueven los actores irregularesy delincuenciales.

Por otra parte, se hizo una reconstrucciónde la presencia y actuaciones de los gruposirregulares y delincuenciales en Barran-

quilla en las últimas cuatro décadas paratener elementos de orden histórico quecontribuyeran a explicar la violencia recien-te. Adicionalmente, se desagregaron loshomicidios por comunas y barrios para rela-cionarlos con la presencia de actores irre-gulares y delincuenciales.

Finalmente, con la información disponiblese estimó y distribuyó en el espacio y en eltiempo los homicidios de sindicalistas, pro-fesores y alumnos, así como de tenderos,con el objetivo de relacionar este compor-tamiento con las actuaciones de las autode-fensas y de otros grupos armados o delin-cuenciales. En este sentido se identificaronlos elementos históricos,económicos, socia-les y políticos que ayudan a comprender laconformación social actual de Barranquillay su distribución por comunas y barrios.

La segunda parte se enfoca en la violenciareciente en Barranquilla y se presentan sietecomponentes. En los cinco primeros se de-sarrolla la conformación, evaluación yexpresión actual de la guerrilla, las pandi-llas, la delincuencia organizada, el narcotrá-fico y las autodefensas. En la sexta, se estu-dia los homicidios por comunas y barrios yse relacionan con la presencia de actoresirregulares y delincuenciales. En la séptima,se estudia el impacto de la violencia sobrealgunos grupos vulnerables.

Al final del texto se expone, a manera deconclusión, un análisis prospectivo.

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HISTORIA DE BARRANQUILLA

Breve historia de Barranquilla

E l propósito de este aparte es caracterizarla estructura urbana de Barranquilla,

relacionándola con procesos económicos,sociales y políticos e incorporando aspectoshistóricos que sirvan de herramienta parainterpretar la situación presente.

Así mismo, se considera relevante tenernociones básicas sobre la conformación ur-bana de la ciudad para entender la maneracomo los actores armados irregulares se dis-tribuyen sus espacios y las relaciones quesostienen con la sociedad. Es igualmenteútil dejar en claro algunos aspectos, entrelos cuales, demostrar que el desarrollo deBarranquilla está articulado a su situaciónde puerto marítimo y a la influencia que hatenido el río Magdalena así como la ciudadha sido un espacio en el que han influidomuy variados intereses de las élites de dife-rentes zonas de la Costa caribe, así como deinmigrantes de muchas zonas del país.

La tesis del presente trabajo tiene en cuen-ta el hecho de que las autodefensas y el nar-cotráfico no nacieron en la ciudad sino que

fueron fenómenos que se desarrollaron enla región Caribe y en otras zonas del país,donde despliegan sus principales activida-des. No obstante, estos grupos utilizaron elpuerto como un espacio en el que desarro-llan algunas de ellas. Por ello, la violencia no

Municipio de Barranquilla

Departamento del Atlántico

Area Metropolitana

Ubicación Geográfica de Barranquilla

N

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Distribución urbana de Barranquilla

En la actualidad Barranquilla cuenta con 21comunas, 19 de ellas son urbanas y en tér-minos generales la ciudad se puede dividiren cuatro sectores: suroriente, suroccidentecentro y norte.

El sector suroriental está compuesto por lascomunas Seis, Siete, Ocho, Nueve, Once,Trece,Catorce y Quince.En este sector,con-fluyen los estratos bajo, medio bajo y enmenor porción el medio. Algunos de susbarrios, como el Chiquinquirá, El Rebolo, ySan Roque crecieron en el siglo XIX,pero lamayor parte de su expansión urbana se pro-dujo en los últimos 65 años. Se tiene queseñalar sin embargo que muchos de estosbarrios nacieron en el marco del clientelis-mo político que se agudizó a raíz de la crea-ción del Frente Nacional, periodo en el que

adquiere los mismos niveles que en otrasciudades del país, pues la confrontación tie-ne lugar por fuera de ella.

Comunas urbanas de Barranquilla

Río Magdalena

Estación de Policía

Río

Vía principal

Aeropuerto

Manzanas

Fuente cartografía básica: DANE.Procesado y georeferenciado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

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era muy frecuente el cambio de votos porlotes.

Los habitantes de este sector son en su granmayoría inmigrantes que llegaron a partirde 1960 y quienes al no encontrar empleoen los sectores comercial e industrial, sevieron abocados a vincularse a la economíainformal, razón por la cual sus condicionesde vida son muy precarias pues a pesar dela antigüedad de algunos de sus barrios,éstos no cuentan aún con una infraestruc-tura adecuada de servicios públicos.

El sector suroccidental comprende lascomunas Uno a Cinco y en lo esencial,estánconformadas por barrios de más recientecreación que los del suroriente, muchos deellos de invasión; existen sin embargo algu-nas urbanizaciones. Factores de orden eco-nómico y social, pero también asociados ala violencia de los últimos cuarenta años,originaron varias oleadas de migraciones, alas que se han sumado desplazamientos depoblación originados principalmente en laregión Caribe, en el Magdalena Medio y enotras regiones aledañas.

Estratos por Comunas urbanas

de Barranquilla

Río Magdalena

ESTRATO COMUNA

Estación de Policía

Río

Vía principal

Aeropuerto

Manzanas

Fuente cartografía básica: DANE.Procesado y georeferenciado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

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Fases en la conformación de la ciudad

Se pueden distinguir cuatro fases en la con-formación de la ciudad. La primera, de algomenos de dos siglos, va de principios delsiglo XVII a finales del siglo XIX y se carac-teriza por el nacimiento de la ciudad al ladodel río, la conformación de lo que es, en laactualidad, el centro de la ciudad y su pri-mera expansión al oriente, principalmenteen la parte suroriental. Surgió al lado de ladesembocadura del río y fue impulsada porun sector de comerciantes sin ataduras conla estructura colonial, razón por la cual la

Sus habitantes son de estrato bajo, variosbarrios tienen riesgo de inundación y lossectores medio y medio bajo son práctica-mente inexistentes. Su infraestructura deservicios públicos es también precaria, noobstante que las administraciones munici-pales recientes han hecho esfuerzos pormejorar el nivel de vida de sus pobladores.

El centro de la ciudad corresponde en tér-minos gruesos a la comuna Diez. Sus barriosson tradicionales, pero han sufrido un impor-tante deterioro debido a que muchos de susedificios han sido abandonados; estos inmue-bles han sido invadidos posteriormente porcomerciantes informales.

El norte está conformado por las comunasDoce, Dieciséis, Diecisiete, Dieciocho,Diecinueve,Veinte y Veintiuno. Su composi-ción es muy heterogénea, pues comprendebarrios de estratos medio y alto, algunosbarrios populares y dos corregimientosrurales. Los barrios de estratos medio y altoestán sobre todo en las comunas Dieciochoy Diecinueve. Las comunas Veinte y Vein-tiuno, principalmente rurales, comprendenlos corregimientos de Juan Mina y la Playa,respectivamente, donde existen asenta-mientos de personas desplazadas.

vocación de la ciudad era principalmentecomercial y giraba alrededor del desarrolloportuario. Además en esta primera fase, laciudad quedó articulada con otras regionesa través del ferrocarril y la navegación avapor tuvo gran importancia.Por lo anteriorse insinuó el desarrollo de la industria ytomó auge un sector empresarial. Por otraparte, empieza a aparecer el contrabando.El crecimiento adquirió proporciones im-previstas en el siglo XIX. Llegaron muchosemigrantes de la Costa caribe, particular-mente élites de la región,del interior y exte-rior del país.

La segunda fase se extiende de finales delsiglo XIX hasta mediados del siglo XX. Eneste periodo la ciudad se modernizó bajo lainiciativa de grupos privados y adquiriódinamismo industrial, comercial, portuarioy de obras públicas. Se registraron variasmigraciones y un crecimiento habitacionalimpulsado por invasiones, loteos sin servi-cios y urbanizaciones. Crece el suroriente,en lo que son hoy las comunas Catorce yOcho, se insinúa el suroccidente, en lo quees en la actualidad la comuna Dos y nacenbarrios de estratos medio y alto en el norte,en las comunas Dieciocho, Diecisiete yDoce. No obstante su auge portuario, hacia1939 el puerto fue desplazado por Buena-ventura y pasó a un segundo plano.

La tercera fase comprende los años de vio-lencia política de los cuarenta y cincuentahasta finalizar el Frente Nacional en 1970.Barranquilla se convirtió en buena parte delperíodo en polo comercial e industrial.Crecen significativamente las migraciones,lo que origina un auge en las invasiones ycrece en forma importante el sector infor-mal. Se expanden el centro, el suroriente yel suroccidente, sin embargo el primerosufre un deterioro. Proporcionalmente cre-cen menos las urbanizaciones, principal-mente en el norte.

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2 La conurbación es un concepto que define el proceso por el cual unárea urbana crece a partir de su unión con poblaciones vecinas. 3 Llegaron provenientes de Cartagena, Mompox, Santa Marta,Ciénaga, la Península Ibérica y las Islas Canarias. Eran corraleros,porqueros, esclavos de Guinea, de Angola, de la nación Jolofo, Arará,Bran y Carabalí. Así mismo las encomiendas del entorno engendra-ban población mezclada, indígenas oriundos de Malambo que llega-ron a emplearse por un jornal, agricultores, artesanos y remeros, clé-rigos y funcionarios del rey, prestamistas de dinero y otros. Ver: MiltonZambrano. Fundación y Establecimiento en el medio natural deBarranquilla: 1715 a 1813. En Juan Pablo Llinás y otros. HistoriaGeneral de Barranquilla: Sucesos. Publicaciones de la Academia dehistoria de Barranquilla. Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era.Edición. Editorial Mejoras, 1997 p.35

Finalmente, los últimos 25 años tienencomo característica central la disminucióndel ritmo de crecimiento de la población yla conurbación2 con el municipio de Sole-dad. No obstante, se registró un incrementosignificativo en las migraciones, en particu-lar por parte de personas dezplazadas, queocuparon espacios en el sur, principalmen-te el suroccidente.También se expandió elsector informal al tiempo que la industriaperdió dinamismo y se cerraron muchasunidades de producción. Las urbanizacio-nes, principalmente en el sector norte, cre-cieron proporcionalmente mucho menosque las invasiones.

Primera fase: Entre el siglo XVII y finales del siglo XVIII

Entre principios del siglo XVII y finales delsiglo XVIII, el crecimiento de Barranquillafue lento, sin embargo en el siglo XIX adqui-rió proporciones imprevistas. No obstante,casi 200 años abarcaron solamente lo quees hoy el centro y una parte reducida delsuroriente. La desembocadura del río Mag-

dalena fue la cuna de Barranquilla a princi-pios del siglo XVII, allí fueron llegando pau-latinamente personas de distinta proceden-cia étnica y condición social que se mezcla-ron en la orilla occidental del río3.

En 1747, se creó una parroquia con muypoca planeación y empezaron a llegar per-sonas de otras latitudes para cubrir las nece-sidades de mano de obra libre y se crearontalleres artesanales, produciéndose una sig-nificativa división social del trabajo y ungran mestizaje. Según el censo de 1777,Barranquilla estaba conformada por unapoblación de 2.590 habitantes distribuidaen oficios tales como navegantes y bogas (lamás numerosa), zapateros, carpinteros, mer-

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caderes y traficantes. Estos últimos teníanuna situación ventajosa en la escala social4.Desde sus orígenes, Barranquilla tuvo unavocación comercial y a partir del siglo XVIIIapareció el contrabando. En tiempos delVirreinato,Barranquilla se articuló al comer-cio exterior como puerto de tránsito entreSabanilla,Santa Marta y el interior y tambiéncomo zona a donde llegaban productos quese distribuían en las cercanías y en la propiaBarranquilla.

La población tuvo influencia del contraban-do durante el siglo XVIII que ingleses yholandeses introducían, utilizando a Saba-nilla. Cuenta la historia que este lugar eraprivilegiado por los contrabandistas nacio-nales y extranjeros para ingresar mercancíashacia el interior del país, utilizando a Ba-rranquilla como punto intermedio para eldesembarque y almacenamiento de los pro-ductos. El complejo Sabanilla-Barranquillase desarrolló durante el siglo XIX, puestoque el caño entre estos dos lugares permitíael tránsito de embarcaciones cargadas demercancías mientras que la comunicacióndesde los puertos de Santa Marta, Cartagenay Riohacha se dificultó, sobretodo desdeCartagena, por el secamiento del Canal delDique y de los caños que conectaban a laCiénaga Grande con el Río Magdalena5.

En 1857,en momentos en que el país empe-zó su experiencia federal, se le otorgó aBarranquilla la categoría de ciudad. Esemismo año se creó el Estado de Bolívar yuno de sus cinco departamentos era el deSabanilla, teniendo a Barranquilla comocapital. En 1860, Sabanilla tomó el nombrede Barranquilla y en 1876 se consolidó terri-torialmente como una de las diez provinciasdel Estado6.

La consolidación económica de Barran-quilla y de otros centros como Cúcuta yCali, dependió del desarrollo del transporte

impulsado por los gobiernos.Tal fue el casodel ferrocarril de Bolívar que comunicó aBarranquilla con Sabanilla, construido por elEstado Soberano de Bolívar,que ante la caren-cia de recursos fiscales se vio obligado a fir-mar sucesivos contratos con empresarioscolombianos, alemanes y británicos. El ferro-carril entró en funcionamiento en 1871, con-tribuyendo así a la vinculación de Colombiacon el mercado exterior.Aunque se constru-yó en medio de disputas regionales, en sumaterialización coincidieron los intereses decomerciantes samarios, de los exportadorestabacaleros de las sabanas de Bolívar y de loscomerciantes barranquilleros.

Gracias al ferrocarril, Barranquilla superólas barreras geográficas y se convirtió en elprimer puerto marítimo y fluvial, empezan-do una transformación económica y social,en la estructura de servicios, en la expan-sión urbana y en las manifestaciones cultu-rales7.

En 1893, se terminó la construcción delmuelle de Puerto Colombia para cubrir losvacíos que se fueron dando por la sedimen-tación del puerto de Sabanilla. Puerto Co-lombia también fue conectado por víaférrea; este complemento fue vital para laeconomía nacional.Al finalizar el siglo XIX,esta vía manejaba prácticamente todo elcomercio exterior colombiano y Barran-quilla se fue transformando en una ciudadmoderna, con nuevas olas de inmigrantesnacionales y extranjeros, entre éstos, miem-

4 Juan Pablo Llinás, Op. Cit p.395 Ibidem Op. Cit p.386 Alberto Wong Hiu. Sociedad y Política en Barranquilla durante elPeríodo Federal. En Jorge Villalón Donoso (compilador) y otros.Historia de Barranquilla. Coordinación editorial: Zoila Sotomayor.Barranquilla, Ediciones Uninorte, 2000. p.136.7 Milton Zambrano. Desarrollo de Barranquilla 1871 - 1905. MiltonZambrano. Fundación y Establecimiento en el medio natural deBarranquilla: 1715 a 1813. En Juan Pablo Llinás y otros. HistoriaGeneral de Barranquilla: Sucesos. Publicaciones de la Academia deHistoria de Barranquilla. Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era.Edición. Editorial Mejoras, 1997 p.65.

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8 Alberto Wong Hiu. Sociedad y Política en Barranquilla durante elPeríodo Federal. En Jorge Villalón Donoso (compilador) y otros.Historia de Barranquilla. Coordinación editorial: Zoila Sotomayor.Barranquilla, Ediciones Uninorte, 2000. pp. 141 y 142.9 Milton Zambrano. Desarrollo de Barranquilla 1871 - 1905. MiltonZambrano. Fundación y Establecimiento en el medio natural deBarranquilla: 1715 a 1813. En Juan Pablo Llinás y otros. HistoriaGeneral de Barranquilla: Sucesos. Publicaciones de la Academia dehistoria de Barranquilla. Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era.Edición. Editorial Mejoras, 1997 p.68.10 Jorge Conde “Desarrollo de Barranquilla, 1871-1905”en: Juanpablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla: Sucesos.Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla. Editor:Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. Editorial Mejoras,1997. p.73.11 Jorge Conde “Desarrollo de Barranquilla, 1871-1905”en: Juanpablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla: Sucesos.Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla. Editor:Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. Editorial Mejoras,1997. p.74.

bros de las clases pudientes samaria y carta-genera, dedicadas al negocio tabacalero yganadero y comerciantes británicos.

En la actividad comercial, también entrarona participar una colonia de hebreos de lasAntillas, alemanes, italianos, venezolanos,cubanos, norteamericanos y sirio-libaneses.De esta forma, la élite barranquillera se vin-culó a los más variados negocios relaciona-dos con las especulaciones financieras, lacompra-venta de letras de cambio, las comi-siones derivadas de agentes de casas comer-ciales nacionales y extranjeras. Otras activi-dades que permitieron acumular riquezasfueron la compra-venta de bienes raícesrurales y urbanos y la comercialización delganado y el transporte fluvial8.

La industria barranquillera tuvo también susorígenes a finales del siglo XIX. En este sen-tido, fue importante la fundación de centrosmanufactureros tales como aserraderos,talabarterías, curtiembres y fábricas de jabo-nes, artículos que tenían gran demanda enel mercado regional, con poca competenciapor parte de las mercaderías extranjeras.Hacia finales del siglo XIX, estas actividadesestaban favorecidas por medidas proteccio-nistas que fueron emitidas primero por elEstado de Bolívar y después por el EstadoCentral9.

Por otra parte, la navegación fluvial a vaporfue clave en la formación empresarialbarranquillera. Las principales compañíasde navegación instalaron su centro de ope-raciones en la ciudad, lo que fue primordialpara el desarrollo del espíritu empresarialde Barranquilla, puesto que se implementa-ron estructuras administrativas complejasque dieron origen a la formación de unageneración de jóvenes empresarios conoce-dora de sistemas contables. Estos grupos asu vez comenzaron a crear nuevas empre-sas. El inmenso movimiento comercial llevó

a que en Barranquilla, considerada entoncescomo la segunda ciudad de Colombia, pros-peraran instituciones bancarias, antes de quese produjeran la centralización de la bancacon las políticas económicas de la Rege-neración10. El crecimiento económico deBarranquilla a finales del siglo XIX permiteidentificar dos problemas que eran el resul-tado de la dinámica expansiva de la ciudad.El primero expresaba los costos del creci-miento económico a través de la utilizacióndesordenada del espacio público.El segundose refería a la conformación de una estructu-ra social piramidal, donde los sectores socia-les estaban definidos por sus situacioneseconómicas. En la base, se encontraban agri-cultores, artesanos y jornaleros que eran,ante todo, braceros y operarios que en suconjunto representaban el 62% de la pobla-ción económicamente activa. En la clasemedia, aparecían mecánicos, ingenieros,abastecedores, dueños de tiendas minoristasy panaderías, así como propietarios depequeñas y medianas embarcaciones,que ensu conjunto representaban el 19.25%. En elvértice de la pirámide, la élite barranquilleraestaba integrada por comerciantes, transpor-tadores, banqueros, ganaderos y empresariosfabriles, que en la mayoría de los casos eranlas mismas personas. Esta clase social, con-formada por empresarios nacionales yextranjeros, representaba el 9.6%11.

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Aunque la sociedad barranquillera manifes-taba una pronunciada estratificación socialy concentración de la riqueza, comparándo-la con la cartagenera,que tuvo una herenciacolonial muy fuerte, era más abierta. Su cre-cimiento económico permitía la movilidadsocial y el ascenso de los sectores vincula-dos al comercio, banca, transporte, ganade-ría e industria, actividades que daban empu-je a la ciudad. Gracias a las migraciones, laciudad adquirió un carácter pluricultural ylos recién llegados formaban colonias parano perder su identidad.

A finales del siglo XIX, las edificacionesconstruidas en mampostería de la clase altaestaban asentadas alrededor de la Plaza deSan Nicolás, en el actual centro de la ciudado comuna Diez, combinadas en usos comer-ciales y de vivienda.De la Iglesia del Rosariohacia la periferia oriental, ya se iniciaba elsector conocido como las Quintas, alejadodel bullicio y con el concepto de casa cam-pestre, en medio de grandes jardines, sectorque aún en la actualidad sigue con suestructura de grandes predios de 2.000 a3.000 metros cuadrados. Hacia el lado de lallanura, en límites con el río Magdalena, sediseminaban, en lo que es hoy en día lacomuna Ocho, viviendas pobres de lo queconstituyen los actuales barrios Chiquin-quirá, El Rebolo y parte de San Roque y quejuntos constituían, según Porfirio Ospina, el39% del total del área del momento. ElBarrio Abajo, en el otro extremo, en lo quees actualmente la comuna Diez, con condi-ciones similares a los anteriores barrios,representaba según el mismo autor el18.32% para sumar el 57.32% del área de laciudad12.

Segunda fase:Del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX

La segunda fase de conformación de la ciu-dad se extiende de finales del siglo XIXhasta el final de la primera mitad del sigloXX. Para finales del siglo XIX y principiosdel XX, las exportaciones colombianas sedirigían principalmente hacia Gran Bretaña,Alemania, Estados Unidos y Francia, al tiem-po que las importaciones provenían de esosmismos países y algunas de España, Italia yDinamarca.“Sin embargo ya entrado el sigloXX, Estados Unidos comenzó a ser nuestroprincipal comprador y vendedor con uníndice del 40% del total de cada uno de losrubros y por Barranquilla entraba y salía el60% del comercio exterior”13.

Paralelamente, la ciudad se modernizaba. En1877 se fundó el acueducto, dejando atrásel antiguo reparto de agua a lomo de burro.En 1884, la compañía telegráfica de lasAntillas y Chicago,comenzó a instalar líneastelefónicas. Una compañía anónima seencargó del alumbrado público desde 1904.

Entre 1875 y 1905, la población de Barran-quilla pasó de 16.549 a 40.115 habitantes,principalmente por las migraciones, lo queprovocó que el crecimiento habitacional seincrementara en un 43.3%.Las posibilidadesque ofrecía la ciudad favorecían la forma-ción de un mercado de mano de obra parael desarrollo industrial14. El ensamblaje deembarcaciones, cuyas piezas eran importa-das, fue cediendo terreno a la elaboración

12 Porfirio Ospino. El Desarrollo Urbano en Barranquilla y su Diná-mica Regional: 1777 - 1993. En: Luis E Sánchez Bonnet (Compi-lador). Barranquilla: Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003. P 17. 13 Jorge Conde “Desarrollo de Barranquilla, 1871-1905” en: JuanPablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla: Sucesos.Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla. Editor:Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. Editorial Mejoras,1997. p.73.14 Jorge Conde. Op. Cit p.74

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15 Milton Zambrano. Desarrollo de Barranquilla 1871 - 1905. MiltonZambrano. Fundación y Establecimiento en el medio natural deBarranquilla: 1715 a 1813. En Juan Pablo Llinás y otros. HistoriaGeneral de Barranquilla: Sucesos. Publicaciones de la Academia dehistoria de Barranquilla. Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era.Edición. Editorial Mejoras, 1997 p.74.16 Milton Zambrano. Op.Cit p.7817 Porfirio Ospino. Op. Cit P.15 18 Jorge Conde. Op. Cit p:87

de partes en talleres de artesanos que habí-an aprendido el oficio de técnicos extranje-ros. Luego, las compañías navieras estable-cieron sus propios astilleros y los artesanospasaron de ser patrones a la condición deasalariados15.

En 1905, se creó el departamento del Atlán-tico y la designación de Barranquilla comosu capital formaba parte de la política delgobierno de Rafael Reyes, que pretendíadebilitar a los tradicionales poderes regio-nales y fortalecer los emergentes. Se tieneque considerar adicionalmente que en losúltimos años del siglo XIX, la política regio-nal estuvo alterada por contradiccionesentre los intereses de Cartagena, Santa Mar-ta y Barranquilla y que el período de la Re-generación se desenvolvió en ese marco16.

Es así como Barranquilla inició su moderni-zación en las tres primeras décadas del sigloXX, resultado de la libre iniciativa privada,dado que el Estado colombiano intervinopoco en materia económica y en la presta-ción de servicios públicos. En esos años,Barranquilla se convirtió en el epicentroeconómico de buena parte del Caribecolombiano, lo que trajo un rápido creci-miento de la población y un gran impactoen la estructura urbana y de servicios públi-cos de la ciudad.

En 1897, la población estimada era de alre-dedor 22.000 personas en un área de386.47 hectáreas17. Más adelante, “Entre1905 y 1938, la población pasó de 40.115habitantes a 152.348, multiplicándose casicuatro veces, con un crecimiento anual del8.4%, constituyéndose en el mayor creci-miento poblacional de Colombia.”18

Lo anterior se debió a una tendencia gene-ralizada en todo el país al aumento de lapoblación urbana a expensas de la rural,pero sobretodo por la afluencia de corrien-

tes migratorias. En este sentido, este flujomigratorio fue el resultado de varios proce-sos de disolución de la fuerza de trabajo quenutría la economía cafetera hacia los cen-tros urbanos (en este caso Barranquilla) y aenclaves agrícolas capitalistas, como en elcaso de la zona bananera.A lo anterior, hayque agregarle que por su cercanía con lazona bananera, a Barranquilla llegaron aque-llos que aspiraban a trabajar en la economíadel banano y que no pudieron hacerlo.También llegaron personas que huían de lasinundaciones en los pueblos ribereños delrío Magdalena tales como Ciénaga, Calamar,La Dorada y Puerto Berrío, dando origen alos primeros barrios de invasión.

Fue tal la presión demográfica sobre elsuelo urbano que la ciudad creció espontá-neamente y al libre albedrío de los empre-sarios urbanizadores y de los flujos migrato-rios que invadían terrenos particulares.Desde ese entonces, se van a superponerdos situaciones. Por un lado el surgimientode invasiones, incluidos los loteos, y por elotro el nacimiento de urbanizaciones.

Muchos urbanizadores aprovecharon lademanda de vivienda para reorientar susinversiones del decadente negocio de laganadería hacia la venta de terrenos y devivienda. Los empresarios, por lo general,sólo realizaban la venta del terreno y ladelimitación de espacios comunes, sinincluir los servicios públicos. Las invasionesse iniciaron como una solución espontáneaal problema de vivienda, sin embargo con elsurgimiento de movimientos anarquistas y

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Entre 1905 y 1920, el crecimiento de la ciu-dad se orientó hacia la periferia suroriental,en lo que corresponde al barrio El Rebolo,en lo que en la actualidad es la comunaOcho. En este periodo, se dio la primerainvasión en la ciudad, en 1916, correspon-diente a seis manzanas del barrio Monte-

cristo, con población proveniente de lospueblos ribereños del Magdalena, quesufrieron fuertes inundaciones por desbor-damientos del río. Fue tan sólo en los añosveinte, cuando los grupos dirigentes deBarranquilla empezaron a ponerle atención ala planeación; hasta ese entonces la ciudadcarecía por completo de programas,planes yreglamentos urbanísticos y la administraciónmunicipal nunca se había encargado deregular la apropiación del espacio público19.

Surge, en este contexto, la primera urbani-zación del país: el barrio El Prado, en 1922,en lo que en la actualidad es la comunaDieciocho, se enmarcó en las urbanizacio-nes impulsadas por norteamericanos queconstruyeron el barrio, en asociación con laélite local. Después de El Prado, surgió el

comunistas, esta alternativa se convirtió enuna actividad dirigida y organizada, en lacual también participaron algunos sectoresliberales. Este problema estuvo determina-do por la ausencia del Estado en el diseñode una política de vivienda social y por losaltos valores de los arrendamientos. Lainfraestructura de servicios públicos entróen crisis y la clase pudiente de la ciudadempezó a preocuparse, alentando al conce-jo municipal a pedir empréstitos extranje-ros para modernizar varios servicios, comoel acueducto, el mercado municipal, la pavi-mentación de las calles y el servicio deenergía,en todos los cuales existía inversiónextranjera.

19 Ever González Chamorro. Barranquilla 1920-1930: ExpansiónUrbana. En: Jorge Villalón Donoso (compilador) y otros. Historia deBarranquilla. Coordinación editorial: Zoila Sotomayor. Barranquilla,Ediciones Uninorte, 2000. p.187.

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barrio Boston,al sur del primero.Estas urba-nizaciones coexistían con las invasiones deinmigrantes nacionales que venían crecien-do en forma significativa.

El surgimiento de las urbanizaciones coinci-dió con un mejoramiento de los serviciospúblicos. Es así como se crearon lasEmpresas Públicas Municipales en 1925 y elacueducto se fundó en 1929. En 1927, unafirma estadounidense compró la vieja plan-ta eléctrica de la familia Obregón, aumen-tando radicalmente la capacidad instalada.Lo anterior hizo que los empresarios localessiguieran invirtiendo en la urbanización dela ciudad con los barrios Las Delicias, Olayay El Recreo,en lo que es hoy en día la comu-na Diecisiete. Según el estudioso del tema,Porfirio Ospino, el “(...) área de las urbani-zaciones en este periodo es de 1.008,52hectáreas correspondientes al 62.37% deltotal. El 16.23% corresponden a invasiones,y el 21.40% a lo que se llama el loteo, queconsistía en una simple parcelación de losterrenos y delimitación de algunos espacioscomunales, pero sin ninguna clase de servi-cios públicos.”20 Dentro de esta última for-ma, se destacaron los barrios San Felipe, enlo que es hoy la comuna Catorce, Montes,en la comuna Ocho, y El Valle, en la comu-na Dos.

Las invasiones tenían en esos años unacaracterística diferente a las del periodoanterior. Ya no eran espontáneas, sino diri-gidas y organizadas por dirigentes políticosque reivindicaban a la clase proletaria.Algunos de esas invasiones tomaron elnombre de líderes políticos de esos años.Eneste sentido, se destacaron las invasionesAlfonso López y Pumarejo, en las comunasTrece y Catorce respectivamente, dirigidaspor los liberales; San Isidro y Buena Espe-ranza, también en las actuales comunasTrece y Catorce, encausadas por dirigentesdel naciente Partido Comunista. En esta últi-

20 Porfirio Ospino. El Desarrollo Urbano en Barranquilla y su Diná-mica Regional: 1777 - 1993. En: Luis E Sánchez Bonnet (Compi-lador). Barranquilla: Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003. p.21.21 Esto corresponde al actual barrio Barranquillita ubicado en laComuna Diez. 22 Luís Alarcón. La Búsqueda de la Consolidación: Barranquilla 1930-1957. En: Juan Pablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla:Sucesos. Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla.Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. EditorialMejoras, 1997. p.105

ma, el Instituto de Crédito Territorial desa-rrolló posteriormente un plan de mejora-miento de viviendas.

Luego de la recesión generalizada por ladepresión de 1929, la ciudad experimentóun gran crecimiento económico con laconstrucción del nuevo puerto al interiordel río. El impulso portuario inició el desa-rrollo de la Isla de Barranquillita, en lacomuna Diez, donde se establecieron nue-vas industrias que girarían alrededor delpuerto21. Sin embargo, esta zona no tuvo eldesarrollo previsto,debido a que el nivel delterreno es más bajo que el del río, expo-niéndola a inundaciones, sin embargo seprodujo una gran valorización de los terre-nos donde se construyó el puerto y susalrededores, como Barranquillita y la ZonaFranca.

Hacia los años treinta,Barranquilla presentóun crecimiento poblacional bastante signifi-cativo, situación que se prolongó por variosaños.“Según el censo de 1938, Barranquillatenía 152.348 habitantes, ubicándose comola tercera ciudad en población, con un cre-cimiento desde el censo de 1918 de 43.7%,superando los de Bogotá y Medellín.”22

El crecimiento de Barranquilla se debió avarios factores, entre los que se puede men-cionar la atracción que ejercía la ciudad porsu dinamismo industrial, comercial, portua-rio y de obras públicas, lo cual ocasionó unaimportante migración proveniente de otrosdepartamentos de la Costa e incluso delinterior del país.

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Tercera fase:De la violencia política de los años cin-cuenta hasta principios de la década delos ochenta

La tercera fase comienza a finales de losaños 1950,época de la Violencia y termina aprincipios de los años ochenta. El significa-tivo crecimiento de la ciudad en los añosanteriores, expresado en un gran númerode urbanizaciones, planteó la necesidad deun instrumento público que guiara el desa-rrollo. En 1957, se expidió el Plan Regu-lador, que fue el comienzo de la planeaciónde corte moderno en el país.“Sin embargo,ya para ese entonces la ciudad abarcaba2.881,85 hectáreas, es decir, un 43.48% delárea que ocupa en la actualidad.487,83 hec-táreas corresponden al crecimiento predioa predio del centro histórico, conformadopor barrios como Rosario,San Roque,Abajo,Chiquinquirá y Rebolo,que se desarrollaronentre los siglos XVIII y XIX (en la actualidadcorresponden a las comunas Ocho, Diez yTrece). Al mismo tiempo, 269,48 hectáreas(9.35%) fueron producto de invasiones y346,05 hectáreas (12%), fruto del loteo sinservicios. Las anteriores formas de desarro-llo suman 1.103,36 hectáreas, es decir, un38.29% del área total de la ciudad en 1957.Las restantes 1.778,85 hectáreas correspon-

Paralelamente al surgimiento de invasiones,urbanizaciones y loteos, Barranquilla se con-solidó como puerto marítimo en la segundamitad de los años treinta. En este contextosurgió el barrio Las Flores, ubicado en laactualidad en la comuna Doce. A partir de1936, Barranquilla se convirtió definitiva-mente en puerto marítimo, con un terminaladecuado con muelles, bodegas y equiposque facilitaban el manejo de la carga. Sinembargo, en 1939, la navegación a través delrío se dificultó porque se pararon unas obrasde dragado en Bocas de Ceniza, el puerto sedeterioró por falta de mantenimiento de suinfraestructura y en 1945, Buenaventura yahabía desplazado a Barranquilla a un segun-do plano23. Durante esos años, el movimien-to de la propiedad raíz fue considerable, sinembargo mientras la ciudad mejoraba en suaspecto urbano, simultáneamente se dabaun crecimiento desordenado en la periferia,en las invasiones ya existentes. La apariciónde barrios de invasión, que dio nacimiento alo que son hoy las comunas suroccidentales,fue menor que en los años precedentes.“El91% del área de expansión correspondió aurbanizaciones y sólo un 8.33% fue produc-to de la invasión de los barrios La Sierra y LaCeiba en la periferia sur de la ciudad”24. LaCeiba se convirtió en la zona de toleranciaen ese momento.

El Instituto de Crédito Territorial, ICT, de sulado, comenzó a tener un papel importanteen la construcción de la ciudad. Del áreaurbanizada participó en un 48%, siendo ensu totalidad urbanizaciones para la claseobrera en el sur, con excepción de Altos delPrado, en la actual comuna Dieciocho, pro-movidas inicialmente por el Instituto, comovivienda para empleados. Estos barrios cons-tituyen en la actualidad la franja de estratosmedios, que rodean el centro de la ciudad.Hacia el norte, se siguieron desarrollando losbarrios de estratos medio alto y alto como esel caso del barrio Boyacá.

23 Luís Alarcón. La Búsqueda de la Consolidación: Barranquilla 1930-1957. En: Juan Pablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla:Sucesos. Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla.Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. EditorialMejoras, 1997. pp. 101 a 103. Las obras de canalización de Bocas deCeniza, permitieron el tráfico regular de embarcaciones hacia el puer-to de Barranquilla. En 1935, por efecto de los trabajos de encauza-miento de la desembocadura del río Magdalena se produce el primerderrumbe de grandes proporciones de la barra de arena que hastaese momento había obstaculizado el acceso al río. Esta primera partede la obra se hizo debido a los problemas de sedimentación de laensenada de Puerto Colombia, que dificultaba el arribo de embarca-ciones de gran calado al muelle. Pero tuvo grandes tropiezos y dife-rentes firmas iniciaron los trabajos sin que se llegara a su ejecución,sino hasta la fecha indicada, y a lo largo de esos años hubo movi-mientos ciudadanos que presionaron a los gobiernos para que lasobras fueran terminadas.24 Porfirio Ospino. El Desarrollo Urbano en Barranquilla y suDinámica Regional: 1777 - 1993. En: Luis E Sánchez Bonnet(Compilador). Barranquilla: Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003. p.26.

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den a las urbanizaciones iniciadas en 1922con El Prado, seguida por Boston, BellaVista, Las Delicias, Olaya y otras más, pro-movidas por el capital privado, cuyos dise-ños obedecían a los criterios del urbanismomoderno...”25

En 1957, “(...) habían aparecido invasionessobre extensos terrenos privados y públi-cos. Un gran déficit de viviendas y la fuertepresión de amplias capas de la poblaciónmarginada sobre el suelo urbano se convir-tieron en los fundamentos de las invasionesque dieron origen a barrios como Carrizal(1957), El Bosque (1958), sumando 305hectáreas, Villate (1960), Las Américas(1962) y La Manga (1963) entre otros.”26 Apartir de ese año y hasta 1982, aparecieron21 barrios de invasión importantes, desesta-bilizando las pretensiones de un desarrollourbano organizado.

Entre 1951 y 1985, la población se multipli-có por 3.2 aproximadamente: de 279.627en 1951 pasó a 899.781 en 198527. Los cen-sos de 1964 y 1973 mostraban a Barran-quilla como una de las ciudades con mayorcrecimiento anual en el país. En 1964, lapoblación inmigrante ocupaba el 30% deltotal. En 1973, de 703.488 habitantes,244.735 eran inmigrantes, en su gran mayo-ría provenientes de Bolívar, Antioquia, Bo-yacá y Caldas28.

La violencia temprana y tardía obligó en elpaís a más de dos millones de personas acambiar de residencia, generando migracio-nes forzosas29. La Costa caribe fue, en ambasfases de la violencia, la menos afectada, sinembargo fue una de las más impactadas porlas migraciones interregionales. Su papel derefugio natural fue importante y la repercu-sión de este hecho para Barranquilla en sucalidad de polo comercial e industrial, lepermitió crecer considerablemente en lafase anterior al Frente Nacional.

Entre 1951 y 1975, el crecimiento deBarranquilla fue muy influenciado una vezmás por las migraciones, impidiendo cual-quier planeación en cuanto a servicios yobras públicas. La oferta de servicios nocorrespondía a la población existente y laclase dirigente no tuvo la capacidad de ade-cuar la ciudad a las nuevas circunstancias.Lo anterior contribuyó a que en el periododel Frente Nacional, Barranquilla diluyera suidentidad socio-cultural. El dinamismo demo-gráfico que presentó la ciudad en loscomienzos de siglo XX, tendencia que semantuvo hasta 1964, disminuyó acelerada-mente con efectos contradictorios para suexpansión económica.

Al iniciarse, el Frente Nacional se introduje-ron nuevas prácticas políticas. El clientelis-mo, la compra de votos y el cambio de lotespor votos, fueron los mecanismos para acce-der a las instancias del poder local. Empe-zaron a abundar por ello las invasiones;barrios como el 20 de Julio y San Nicolás, delas actuales comunas Siete y Once, son unosejemplos de estas prácticas.

Además, una gran parte de los inmigrantesno encontraba empleo en el sector indus-trial, que estaba en retroceso y se vinculó alsector informal de la economía, especial-mente en el comercio. Por lo anterior, elcentro de la ciudad empezó a deteriorarsecon la ocupación del espacio público porparte de los vendedores ambulantes y esta-

25 Porfirio Ospino. Op. Cit p. 28.26 Cesar Mendoza. Barranquilla durante el Frente Nacional, 1958-1974. En: Juan pablo Llinás y otros. Historia General de Barranquilla:Sucesos. Publicaciones de la Academia de historia de Barranquilla.Editor: Rodolfo Zambrano. Barranquilla, 1era. Edición. EditorialMejoras, 1997. p. 120.27 Cesar Mendoza. Op. Cit p.12128 Cesar Mendoza. Op. Cit p.121 y 12229 La violencia temprana cubre aproximadamente el periodo entre1946 y 1953 y la tardía desde 1954 hasta mediados de los añossesenta.

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cionarios, situación que se acrecentó con eltiempo, superando hoy los 11.000 peque-ños comerciantes informales.

Estas personas resolvieron su problema devivienda con las invasiones; durante eseperiodo tales invasiones o viviendas sub-normales alcanzaron más del 60% del áreade expansión. Las urbanizaciones para lasclases populares, por el contrario, sólosumaron 444,35 hectáreas, equivalentes aun 19% 30. Estas urbanizaciones se desarro-llaron casi todas en la década de los añossetenta, dentro de la política denominadaciudades dentro de la ciudad, que se carac-terizaron por una trama urbana poco arti-culada al resto de la ciudad. Los ejemplosson barrios como El Silencio, Los Trupillos yEl Campito, de las actuales comunas Once yDiecisiete. Por otra parte, la segunda etapade la ciudadela El 20 de julio se desarrolló aprincipios de la década de los ochenta den-tro de la política de vivienda sin cuota ini-cial, que se ejecutó durante el mandato delpresidente Belisario Betancur. Hoy en día,ese sector se caracteriza por su pobreza enmateria urbanística, con alta densidad yescasas zonas verdes, su precariedad enequipamiento comunal y espacios públicos,con un comportamiento social que está aso-ciado a problemas de violencia urbanacomo las pandillas, y a una falta de sentidode pertenencia para con el barrio.

Cuarta fase: De la década de los ochenta a la actualidad

La cuarta fase de conformación de la ciudadde Barranquilla se extiende desde princi-pios de los años ochenta hasta hoy. En losaños ochenta y principios de los noventa, lapoblación de la ciudad mostró una relativadisminución en el ritmo de crecimientofrente a los periodos anteriores.Además dela tendencia a la baja en la tasa de creci-

miento de la ciudad,se dio una conurbacióncon el municipio de Soledad.

El crecimiento poblacional de Barranquillase desplazó a otros municipios que integransu área metropolitana,por parte de la pobla-ción que requería vivienda de interés social,ante la poca oferta de tierras con servicios,que se ofrecían alrededor del Estadio Metro-politano. Lo anterior fue una de las razonesque explican la alta participación de lasinvasiones presentadas durante este perio-do que, junto con el loteo, sumaron el 94%del total del área de expansión de la ciudad.

En la parte norte, sólo se construyó la urba-nización Villa Country y la última etapa de laurbanización Villa Santos, la cual se pudorealizar porque la firma urbanizadora fuecapaz de construir su propio sistema dealcantarillado31.

La ciudad había llegado hasta la cota másalta de su pendiente hacia el río; a partir deésta, se inicia el declive que lleva las aguashacia el occidente y el sistema de arroyosque desembocan en la ciénaga Mallorquín.La expansión hacia esta zona implicaba unnuevo sistema de alcantarillado indepen-diente, para lo cual no estaban preparadaslas Empresas Públicas Municipales. Por eso,al finalizar los ochenta, la empresa entró encrisis y se liquidó en 1992,dando paso al sis-tema mixto que crea la llamada Triple A.

En líneas generales, durante el periodo ana-lizado, los problemas sociales se fueron agu-dizando. En este sentido, muchos desplaza-dos han llegado en los últimos años a la ciu-dad como consecuencia de la violencia enel Caribe colombiano y a lo largo del río

30 Porfirio Ospino. El Desarrollo Urbano en Barranquilla y suDinámica Regional: 1777 - 1993. En: Luis E Sánchez Bonnet(Compilador). Barranquilla: Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003. p.34.31 Porfirio Ospino. Op. Cit p.35.

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32 Se destacan, en su orden, las Comunas Cuatro, Tres, Dos y Uno,en el surocidente; la Diez, el centro de la ciudad; la Doce, en el nortey la Comuna 20, rural, ubicada en la periferia. Información obtenida enla Oficina de Derechos Humanos de la Gobernación del Atlántico y enla Red de Solidaridad.33 En los últimos quince años cerraron almacenes como Philips,Pavco, Peldar, Celta, Marisol, algunas empresas de textiles, Unial,una empresa naviera, Celane, Ruacel, Rusco de Colombia, Prestocei,Icopintura, Industrias Cromo, Esvit, Indunal. Adicionalmente se liquidóAvianca y de 2.000 trabajadores quedaron sólo 300. De las empresaspúblicas municipales se fueron 2.500 trabajadores. En la CerveceríaÁguila se liquidó el sindicato. En la Empresa Distrital de trabajadoresfueron despedidos 530 trabajadores. Información obtenida de entre-vistas.

Magdalena, el desempleo ha aumentado, sehan cerrado muchas industrias y como con-secuencia de lo anterior, el sector informalse ha expandido. No obstante, vale la penaseñalar que Soledad y Malambo han absor-bido buena parte de estas personas. Mien-tras que en Barranquilla se han identificado19 barrios en donde hay un importantenúmero de desplazados, en Soledad, conuna población mucho menor que la de lacapital del Atlántico, son 20.

En Barranquilla, los desplazados se han con-centrado en mayor medida en las comunassuroccidentales, en la periferia de la ciudady en menor medida en el norte y el centro32.A partir de 1994 y hasta 1996, la industriaperdió progresivamente su dinámica, como

consecuencia de ello se han cerradomuchas unidades de producción y comer-cialización33. Los barrios del sur de la ciu-dad, si bien han mejorado su situación enmateria de servicios públicos, están cadavez más habitados por sectores vinculadosal sector informal.

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La tasa de homicidio por cada cien mil ha-bitantes en la ciudad de Barranquilla

registró un aumento entre 2000 y 2003,cuando de 25 pasó a 36.2 respectivamente,sin embargo se redujo levemente en 2004,al pasar a 31.1.Algunas versiones relacionanestas tasas de homicidio con la incursiónreciente de las autodefensas en la ciudad.

No obstante, este fenómeno no se puedemirar por separado de lo que ocurre en elconjunto del área metropolitana, en dondeSoledad y Malambo experimentan alzas im-portantes, particularmente desde 2000. Enel caso de Soledad, la tasa aumentó de 22.1a 50.1 entre 2000 y 2003, mientras que enMalambo creció de 18.5 a 40 entre 2000 y2004.

Hay que agregar a lo anterior, que alrededorde 35 sindicalistas que fueron asesinadosentre 2000 y 2004. De igual manera, en elmismo lapso,han muerto 12 docentes y han

sido amenazados o desplazados cerca de 20profesores y alumnos de la Universidad delAtlántico34. Existe además alguna evidenciade múltiples homicidios ejecutados porsicarios, entre éstos, algunos fueron produc-to de ajustes de cuentas entre narcotrafi-cantes,en ocasiones protagonizados por ofi-cinas de cobro que tienen su sede en la ciu-dad de Cali.

Por otro lado, se produjeron cerca de 18homicidios de tenderos entre los años de2003 y 200435. Así mismo, fueron asesinados96 vendedores ambulantes y 61 comercian-tes en este mismo lapso. La violencia ejerci-da contra este grupo poblacional puededeberse a la apropiación del sistema tradi-cional de préstamo denominado “paga a dia-rio”, a través del cual frecuentemente se

EXPRESIÓN RECIENTE DE LA VIOLENCIA EN BARRANQUILLA

34 Cálculos hechos con base en listados suministrados por la CUT.35 Cálculos hechos utilizando la base de datos sobre homicidiosdesagregados hecho por hecho del CIC de la Dijin.

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Fuente: Policía Nacional y DANE. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

Tasas de homicidio por cada cien mil habitantes de Barranquillacomparada con Medellín, Cali y Bogotá 1990-2004

“lavan” los ingresos provenientes del narco-tráfico y se utilizan medios violentos para elcobro. En ese contexto, también hanaumentado las extorsiones.

La anterior situación no es significativamen-te diferente de la que se había vivido en ladécada pasada, cuando la tasa había subidode 24 en 1990 a 47 en 1996, el nivel másalto que registró la capital del Atlántico enlos últimos quince años, hecho relacionadocon las actuaciones del narcotráfico.

Se debe resaltar, por otra parte, que la tasade homicidio de Barranquilla siempre haestado muy por debajo de los promedios deMedellín y Cali. La tasa de Medellín, salvoalgunas oscilaciones, ha tenido un compor-tamiento a la baja desde 1991, y desde 2002se redujo significativamente. La tasa para2004, la más baja de los últimos quinceaños, fue sin embargo de 50.1, alrededor de20 puntos por encima de la de Barranquilla.Cali no ha presentado reducciones desde

1999, y la tasa de 2004 fue de 91, casi el tri-ple de la de Barranquilla y el doble de la tasanacional.

De la misma manera, la capital del Atlánticosiempre ha estado muy por debajo de lastasas presentadas por otras ciudades de laCosta como Riohacha, Santa Marta y Valle-dupar. Riohacha registró en 2004 una tasa de104.1, tres veces superior a la de Barran-quilla;Santa Marta,que viene registrando unabaja considerable, presentó un promedio de41.8 y Valledupar, que descendió notable-mente en los dos últimos años, registró unatasa de 54.6. En las mencionadas ciudades,las autodefensas o el narcotráfico han tenidouna influencia bastante evidente sobre loscambios en la tasa de homicidio; en cambioen Barranquilla, esta interrelación no es tanclara, comparado con lo que ocurre en Cali yMedellín o en las capitales más afectadas dela Costa caribe. Barranquilla, históricamente,sólo ha tenido tasas superiores a Montería,Sincelejo y Cartagena. Las dos primeras son

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Tasas de homicidio por cada cien mil habitantes de Barranquilla comparada con Santa Marta, V alledupar , Cartagena, Sincelejo,

Montería y Riohacha 1990-2004

ciudades donde los grupos de autodefensahan tenido una influencia y dominio muymarcados desde hace más de una década.Por su parte, Cartagena ha estado casi siem-pre levemente por debajo de Barranquilla,sin embargo el comportamiento del homi-cidio en esta ciudad ha sido muy parecido ala capital del Atlántico, con algunas excep-ciones, y al igual que Barranquilla registróun aumento entre 2000 y 2003.

Grupos armados irregulares que hacenpresencia en la ciudad

Un componente relevante para interpretarla violencia reciente en Barranquilla es elestudio de las organizaciones irregulares ydelincuenciales que hacen presencia en laciudad; para tal efecto se enfocó el estudiohacia la guerrilla, las mafias (marimberos ynarcotraficantes), la delincuencia, las pandi-llas y las autodefensas. A continuación seresume brevemente las características pre-

dominantes de cada uno de estos actores.

Lo anterior permite además examinar enqué medida la violencia es el resultado de laincursión de una organización, el bloqueNorte de las AUC, que somete o establecealianzas con organizaciones previamenteexistentes. Adicionalmente, posibilita haceruna aproximación sobre el peso relativo decada una de estas organizaciones en la situa-ción de violencia que afecta a la capital delAtlántico.

En primer término, se tiene que considerarla presencia de las Farc y del ELN. Al res-pecto, se da por sentado que la presenciaguerrillera en Barranquilla es bastante débil,sin embargo no se puede desconocer que elbloque Caribe de las Farc y el frente de gue-rra Norte del ELN pudieron establecerredes urbanas articuladas a los frentes rura-les o algunas milicias, y que su importanciaen términos logísticos y financieros hayasido y siga siendo importante.

Fuente: Policía Nacional y DANE. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

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36 Tres atentados dejan un muerto y 74 heridos en Barranquilla. Verampliación de esta información en la página web de la AsociaciónNacional de Industriales ANDI: http://www.andi.com.co/dependen-cias/sriagral/Conflicto2003/Conflicto900.htm

De hecho, existen reductos en algunosbarrios populares, principalmente en lascomunas del suroccidente, que eventual-mente ejecutan actos de terrorismo ycobran extorsiones,como lo reflejan los ata-ques a los almacenes Sao y Vivero36 en 2003.No obstante, lo que es evidente es que susactuaciones armadas fueron prácticamenteinexistentes, y el atentado ocurrido en 2002contra el entonces candidato presidencialÁlvaro Uribe Vélez se puede considerarcomo un hecho aislado.

En este sentido,no se identificó una presen-cia fuerte y explícita en sus barrios popu-lares, para el periodo estudiado no existíanmilicias que ejercieran dominio sobre sec-tores de barrios y no cobraban en unaforma importante cuotas a cambio de segu-ridad. Es poco probable entonces que lapresencia de las autodefensas en Barran-quilla esté exclusivamente asociada al inte-rés de erradicar a la guerrilla, pues práctica-mente ésta no existe.

No obstante, se debe resaltar que el factorsubversivo adquiere importancia cuando seevidencia el interés de algunos sectores deBarranquilla, e incluso de los narcotrafican-tes, de buscar grupos de autodefensas paraevitar que el fenómeno secuestro se gene-ralice, sobre todo a raíz del plagio masivoregistrado en la Ciénaga del Torno en 1999,en las goteras de la ciudad, o para evitar elincremento de atentados contra la infraes-tructura.

Sin embargo, existe un actor que no sepuede dejar de considerar para interpretarla violencia reciente en la capital delAtlántico: las pandillas, en particular en lascomunas del suroccidente y suroriente,másaún en un contexto en que estas agrupacio-nes han sido dinamizadas por el narcotráfi-co.En este sentido, las pandillas ejercen unainfluencia importante en unos espacios en

los barrios populares del sur, situación quellama poderosamente la atención de organi-zaciones delincuenciales, del narcotráfico yde los autodefensas. Es necesario señalarque la reproducción de las pandillas enBarranquilla brinda una fuente de recluta-miento para las organizaciones criminales eirregulares. Las autodefensas, para ganarespacio en los barrios, tienen que contarcon ellas o enfrentarlas.

Por otra parte, en Barranquilla, la presenciade la delincuencia no es reciente.Existierontradicionalmente organizaciones dedicadasa la llamada limpieza social. De la mismamanera, se desarrollaron organizaciones de-lictivas dedicadas a los asaltos que se asen-taron en barrios como El Rebolo o La Chi-nita y los circunvecinos. Se ubican tambiénen barrios del suroccidente. Si bien la delin-cuencia recluta parte de sus integrantesentre las pandillas, sus acciones se desen-vuelven en diferentes sectores de la ciudad.Los delincuentes se han dedicado a activida-des relacionadas con el sicariato y en oca-siones han sido contratados por el narcotrá-fico o las autodefensas; sin embargo estasdiferentes agrupaciones han tenido tam-bién enfrentamientos entre sí. La recienteentrada del bloque Norte de las AUC, queimplicó un aumento en los homicidios, pro-bablemente está enmarcada en procesos delimpieza orientados a la apropiación demercados ilegales.

Adicionalmente, el tema del narcotráfico escentral para explicar la violencia reciente yen particular el papel que han jugado lasautodefensas, para lo cual se tiene que estu-diar varios aspectos, unos de orden históri-co y otros coyunturales.Respecto de los pri-

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meros, hay que señalar que con el auge dela bonanza marimbera en los años setenta,varios “marimberos” se fueron a vivir enBarranquilla y trasladaron a sus hijos a estu-diar a la capital del Atlántico. La presenciade esta mafia indudablemente dejó huellasen la ciudad; la generalización de la prácticadel sicariato es una de ellas.

Posteriormente, a finales de los años seten-ta y en la década de los ochenta, se fue ges-tando una tradición en torno al narcotráfi-co. Barranquilla no fue el epicentro del nar-cotráfico ni la sede de un cartel en particu-lar. Por el contrario, se podría afirmar que lacapital del Atlántico, de bajo perfil en estesentido, ha sido un espacio que han utiliza-do representantes de mafias de todo el país,aprovechando su condición de puerto marí-timo y el paso del río Magdalena en el últi-mo tramo de su recorrido. Esta situaciónparticular ha convertido a la capital delAtlántico en un sitio estratégico para la sali-da de droga y la entrada de insumos y armas;más aún, en un contexto en el que se hanmovido intereses relacionados con el contra-bando y por las condiciones favorables parael lavado de dólares. En los años ochenta,tuvo presencia el denominado Cartel de laCosta. Entre sus integrantes más connotadosestá Alberto Orlández Gamboa, alias el“Caracol”y el clan Arana Nasser. Obviamenteestos grupos no se restringían a Barranquillay se asentaban en otros sectores de la regiónCaribe.

En el transcurso de los noventa, sobre todoen la segunda mitad, el denominado Cartelde la Costa se fue debilitando por las actua-ciones de las autoridades y por las presionesde nuevos actores, entre los cuales seencuentran personajes como “Los Mellizos”,representantes de narcotraficantes del nor-te del Valle, quienes al parecer reemplaza-ron en parte al denominado Cartel de laCosta,y que tuvieron presencia en la ciudad

pero sobre todo en la región. En el otroextremo, representantes del contrabando yel narcotráfico de La Guajira también tuvie-ron presencia en Barranquilla.

Finalmente, el tema del lavado de activos,particularmente el uso de los juegos de azarasí como la corrupción está muy influen-ciado por otros actores que tienen interesesen Sucre y Bolívar y da cuenta de la proble-mática que se vive Barranquilla en términosde la confluencia de varios factores de vio-lencia.

La guerrilla

La guerrilla es indudablemente un actor quese tiene que considerar para explicar la vio-lencia reciente en Barranquilla. No obstan-te, muy a menudo se les otorga más influen-cia de la que realmente tiene. Es frecuenteel razonamiento según el cual existe unadisputa entre autodefensas y guerrilla por eldominio de los barrios37. En este sentido, elalcalde de la ciudad en una entrevista con-cedida a un medio de comunicación argu-mentó que “a Barranquilla se la tomó el con-flicto armado” y agregó:“Yo, como alcalde,tengo limitaciones constitucionales. Hemossolicitado al señor Presidente su interme-diación para mesas, diálogos, encuentrosque permitan establecer reglas de juegoentre los actores enfrentados, para que losciviles dejen de ser blanco de ataques”38.

37 Una versión de prensa reciente le atribuye un peso importante alas disputas entre autodefensas y guerrillas aunque considera otrosfactores. Dice: “¿Quiénes caen? Las muertes no parecen provenirúnicamente de la guerra por territorio que libran guerrilla y autodefen-sas. La mayor parte de los muertos, según las autoridades, presentanalgún antecedente judicial. En la ciudad se habla de ‘grupos de lim-pieza social’. Ver: En Barranquilla, por el conflicto, los homicidios sedispararon desde el 2003 y el miedo crece. En El Tiempo, 31 deOctubre de 2004.38 Ibid.

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Contrariamente a lo que plantean muchosanalistas, lo más probable es que la violen-cia reciente por la que atraviesa la ciudadno se explique por enfrentamientos entreautodefensas y guerrillas. La ciudad de Ba-rranquilla, y en cierta medida el Atlántico,históricamente no se han destacado portener una presencia significativa de la gue-rrilla. Al menos no fue notoria y mantuvoun bajo perfil a lo largo de los años. El aná-lisis detallado de la base de datos construi-da por el Observatorio del Programa Presi-dencial de Derechos Humanos y DIH a par-tir de los boletines diarios del Das permitióadelantar algunas conclusiones. En líneasgenerales, se puede decir que la presenciade la guerrilla se divide en tres fases.

La primera comprende los años ochenta yestá caracterizada por la presencia del M-19, de la llamada Coordinadora NacionalGuerrillera, (en adelante CNG) y del ELN; lade las Farc es prácticamente inexistente. Enlo esencial, sus acciones consistieron en la

ejecución de secuestros, la colocación deartefactos explosivos y el reclutamiento. Noefectuaban ataques a la Fuerza Pública. Elaccionar de la guerrilla buscaba tener unimpacto sobre la población, llamando laatención sobre la corrupción del Gobiernodepartamental o sobre la difícil situacióneconómica. La guerrilla más dinámica enesta fase fue el ELN.

La segunda fase cubre los primeros seisaños de 1990 y se caracterizó por la desmo-vilización del M-19, un mayor impacto delELN y las Farc, y por una breve aparición dela Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar,(en adelante CGSB), que en lo esencial esta-ba conformada por las dos guerrillas antesmencionadas. El accionar de las Farc empie-za a manifestarse con alguna frecuencia apartir de 1992, utilizando procedimientosde índole terrorista; un ejemplo de lo ante-rior es la utilización de artefactos explosi-vos contra los instrumentos de navegaciónaérea del aeropuerto Ernesto Cortizzo, en

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las instalaciones de Fedegán, en las Subes-taciones de Policía de El Silencio y delbarrio Hipódromo, en el Consulado de Es-paña, en una sucursal del Banco Cafetero, altiempo que fueron incinerados algunosbuses del transporte público. Por esos años,al igual que el ELN, las Farc negociaban enla ciudad algunos de los secuestros perpe-trados en el entorno, especialmente en elMagdalena. En la segunda mitad de los añosnoventa, se empieza a notar más la presen-cia de la red urbana José Antequera; sinembargo, el accionar de este grupo ilegalseguía manteniendo un bajo perfil. En 1996,se registraron hechos relacionados conextorsiones, fue atacada de nuevo la Sub-estación de Policía de El Silencio y se pro-dujeron algunas capturas.

En la tercera fase,de 1997 al presente, se fuedesdibujando en Barranquilla el accionarguerrillero. En la medida en que los gruposde autodefensa empezaron paulatinamentea hacer presencia en el departamento delMagdalena y en buena medida en el nortede Bolívar, cada vez más las estructuras gue-rrilleras de las Farc y el ELN quedaron aisla-das de sus zonas de retaguardia en la SierraNevada de Santa Marta, en la Serranía de SanLucas y en los Montes de María. Las accio-nes del ELN fueron escasas y de muy bajoperfil, con excepción del secuestro de ochopersonas oriundas de Barranquilla en laCiénaga de El Torno, entre ellas el hijo delPresidente del Concejo de la capital depar-tamental, cuatro comerciantes y un estu-diante. Este hecho marcó un punto muyimportante, puesto que en reacción almismo, las autodefensas actuaron en laCiénaga Grande y desarrollaron accionestendientes a aislar a Barranquilla de la SierraNevada de Santa Marta y en general de laszonas rurales del departamento y de suentorno.Por lo demás, la nota predominantede esta fase fueron las capturas de integran-tes del ELN, importantes a partir de 1997.

En resumen, el ELN fue objeto de accionespor parte de la Fuerza Pública tendientes ala desarticulación de los reductos existentesy de una fuerte presión de los grupos deautodefensas, sobretodo en las zonas ruralescircundantes a Barranquilla.

En cuanto a las Farc, también se fue regis-trando un notable debilitamiento, determi-nado en buena parte por las capturas39 rea-lizadas por las autoridades de la ciudad. Porotra parte, este debilitamiento tambiénpuede estar relacionado con el accionar delas autodefensas en las áreas circunvecinas.Al respecto, es relevante hacer dos anota-ciones; la primera es que Barranquilla sirviócomo punto de enlace de los frentes queconforman el bloque Caribe de las Farc. Deespecial importancia fueron los frentes 35 y37, que actúan en zonas de Sucre y Bolívar,especialmente en los Montes de María. Asímismo, tuvieron alguna presencia los fren-tes 19 y 41, asentados principalmente en laSierra Nevada de Santa Marta, en los depar-tamentos de Magdalena y Cesar,así como enla Serranía del Perijá. Los frentes 18 y 34 deCórdoba y Antioquia, así como el 59, conasiento en La Guajira, tuvieron algunaexpresión en la capital del Atlántico. Es muyposible que muchos guerrilleros se hayanreplegado a la capital del Atlántico, buscan-do refugio y que algunos de éstos fueronlocalizados por las autoridades.

En la actualidad, según varias personasentrevistadas existen todavía unos reductos

39 En 1997 se produjo una captura de un integrante de la dirigenciadel frente Caribe de las Farc por parte de las autoridades. En 1998 y1999 hubo capturas, principalmente por extorsiones. En 2000 las cap-turas se trasladaron a Soledad. En 2001 se produjeron varias captu-ras de integrantes de estructuras rurales de las Farc, entre ellos losfrentes 19, 35, 37, así como de miembros de la Regional Urbana JoséAntequera. Las capturas siguieron en 2002 y se mezclaron conhechos aislados relacionados con las finanzas. Las capturas conti-nuaron en Barranquilla y Soledad durante 2003 y 20004 y se practi-caron a integrantes de frentes rurales y en menor medida de la redurbana José Antequera. Esta información fue extraída de la base dedatos construida por el Observatorio de DH y DIH a partir de boletinesdiarios del DAS.

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40 Una versión de prensa reciente que se interroga sobre las extor-siones, anota: “Las vacunas se las reparten todos los grupos, aunquela mayor parte de las fuentes coincide en que los ‘paras’ han ido arrin-conando a los milicianos de las Farc y el ELN a unos pocos barriosdel suroccidente y le están disputando las calles del centro de la ciu-dad a la delincuencia común. Ver: En Barranquilla, por el conflicto, loshomicidios se dispararon desde el 2003 y el miedo crece. En ElTiempo, 31 de Octubre de 2004.41 Asociación Nacional de Industriales -ANDI-, Secretaría General.Conflicto Armado N°900, Diciembre 18 de 2003.42 Fiscalía General de la Nación. Asegurados presuntos coautores deatentado contra Álvaro Uribe Vélez. Boletín de Prensa No 42.

en los barrios del suroccidente, principal-mente40, pues en el suroriente, que limitacon el río Magdalena, se registra una pre-sencia importante de autodefensas queimpide que las guerrillas se asienten en losbarrios de este sector.

Las acciones armadas de la subversión sehan caracterizado por su casi ausencia en elperíodo analizado entre 1986 y 2004, enparticular las acciones contra la FuerzaPública fueron prácticamente inexistentes.Se han presentado más bien acciones con-tra bienes civiles o actos de terrorismo rela-cionados con la extorsión; en este sentido,en 2003, se registraron tres atentados a losalmacenes Olímpica, Sao y Vivero deBarranquilla, muy posiblemente relaciona-dos con el cobro de cuotas41. Los atentadostambién han tenido propósitos políticos.Dehecho el entonces candidato a la Presi-dencia de la República, Álvaro Uribe Vélez,sufrió un atentado en la sociedad portuariade Barranquilla en abril de 2002; posterior-mente fueron detenidos milicianos de lasFarc en el sur de la ciudad como presuntos

responsables42. En menor medida, la guerri-lla cometió algunos hurtos a entidades ban-carias y otros entes.

Acciones armadas atribuidas a la guerrilla en Barranquilla 1986 - 2004

´90 ´91 ´92 ´93 ´94´86

4 3 2 1

3 1 2 1

2

9 7 7 3 1 11 12 2 10 2 5 3 0 0 2 0 2 0 3 79

2 2

2

2

7

7

4

4

3

2

2

1

1

1

1

1 1

1 1

1

1

1

1

10 10 1 8 1 3 3 1

1

1

1 1 49

TOTAL´87 ´88 ´89 ´95 ´96 ´97 ´98 ´99 ´00 ´01 ´02 ´03 ´04Destrucción deinfraestructura

ACCIONES

Arengas Panfletos

Asalto aEntidad

Ataque a instalación

ContactoArmado

Emboscada

Hostigamiento

Piratería Terrestre

Retén

TOTAL

Fuente: Base de datos construida con boletines diarios del DAS. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

Por otra parte,el secuestro tampoco fue unapráctica generalizada de la guerrilla. Sinembargo, en 1989 y 1991, esta práctica sedestaca en la medida en que el ELN perpe-tró secuestros masivos de periodistas. Lossecuestros en su conjunto aumentaronentre 1994 y 2000, al igual que los cometi-dos por la guerrilla, sin embargo la partici-pación de la guerrilla en la comisión de estedelito se ha ido mermando. Los secuestroscometidos por el ELN fueron pocos sinembargo, no sobra recordar que esta agru-

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Las Pandillas

En general, el tema de las pandillas no seaborda para tratar de explicar la violenciareciente en Barranquilla. Sin embargo, lainvestigación llevada a cabo conduce a con-clusiones diferentes. Por una parte, las pan-dillas sirven de fuente de reclutamientopara los grupos de autodefensa, el narcotrá-fico o la delincuencia común y han jugadoun rol muy importante en el mundo delsicariato. Por ello, en Barranquilla se escu-cha comunmente la expresión de “paracos”o “paraquitos” para hacer alusión a pandille-ros o delincuentes que se presentan comode las autodefensas. En este sentido, es pro-bable que los jóvenes pandilleros o los de-lincuentes, algunos de los cuáles antiguospandilleros, son contratados por estas orga-nizaciones o por el narcotráfico para desa-rrollar trabajos específicos. Por otra parte,son también objeto de la actuación de estasagrupaciones y se han convertido en vícti-mas de las llamadas limpiezas sociales,cuan-do las autodefensas los ponen contra lapared, en su intento por controlar el ejerci-cio de la violencia.

Es difícil ubicar a las pandillas en el tiempo.Según un estudioso del tema, Carlos Mario

Perea Restrepo, las pandillas ya habíanadquirido especial fuerza hacia mediadosde la década de los ochenta43. En cuanto asus integrantes, en el caso de Barranquilla,su número oscila entre diez y veinte, aun-que haya pandillas más numerosas44. A jui-cio de Perea y según entrevistas practicadasen la ciudad, están en lo esencial conforma-das por jóvenes.

De acuerdo con algunos entrevistados, ensu mayoría son menores que oscilaríanentre los 12 y los 22 años. No obstante, setiene que señalar que varía en cada caso45; lamayor parte de sus integrantes son hom-bres, aproximadamente nueve de cada diez,asunto asociado en buena medida a la bru-talidad que adquieren estas organizaciones.Son comunes en las entrevistas las referen-cias a los “Tumba Puertas” y se narra queamordazan a sus víctimas y en ocasiones lasasesinan. No obstante, la mujer también tie-ne un espacio. A juicio del referido investi-gador existen por lo menos en cuatro pandi-llas estudiadas, pero generalmente no ad-quieren el título de parceras, es decir que nojuegan un papel parecido al del hombre46.

pación plagió a nueve personas en la Cié-naga de El Torno en 1999; éstos no estánrepresentados en el siguiente gráfico por-que los hechos se registraron en el departa-mento del Magdalena. Los secuestros per-petrados en Barranquilla por las Farc seconcentraron entre 1996 y 2001, sin embar-go la participación de este grupo tampocofue significativo ni en la ciudad ni a niveldepartamental. En lo que se refiere al ELN,de los 27 secuestros cometidos en el depar-tamento en más de veinte años, 21 tuvieronlugar en Barranquilla. En el caso de las Farc,de 21 secuestros perpetrados por estegrupo en el Atlántico, sólo 11 se llevaron acabo en la capital departamental.

43 Carlos Mario Perea Restrepo, es historiador, profesor del Institutode Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la UniversidadNacional de Colombia y profesor invitado de la Universidad de laCiudad de México. Desarrolló una investigación mediante tres estra-tegias de captura de la información: la historia de vida, la observaciónetnográfica y el procesamiento de información de archivos y periódi-cos, sobre las pandillas en tres ciudades colombianas: Barranquilla,Neiva y Bogotá. Ver: Carlos Mario Perea. Con el Diablo Adentro.Pandillas y Poder en Barranquilla. Bogotá, Instituto de EstudiosPolíticos y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional deColombia, Noviembre 22 de 2002. (Versión magnética).44 En Barranquilla, según el estudio aludido, 13 pandillas estudiadasagrupan 283 muchachos, pero la realidad es que hay muchas más.Una tercera parte de las pandillas estudiadas tiene entre 11 y 20miembros, convocando el 27% de sus integrantes.45 A juicio de Carlos Mario Perea “(...) la hegemonía de lo juvenil esabrumadora” y en un caso como el de Barranquilla la condición jovense impone. Agrega que “todo indica que a la edad de los 14 años seproduce el más frecuente ingreso a la pandilla. Ciertamente la inclu-sión de los menores de 14 años alcanza el 41% en Barranquilla”.46 Actúan como enamoradas, generalmente al margen de las pandi-llas. En el caso en que ingresan al “parche” lo hacen como encarga-das de los cuidados del grupo, como por ejemplo para hacer la comi-da. Según las entrevistas, sirven a su vez como anzuelo, para atraera la víctima o para aplicarle una dosis de alguna sustancia para faci-litar el atraco o el acto delictivo. Asumen en ocasiones el papel deobjeto sexual.

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47 La exploración se centró en las comunas Una, Tres y Cinco, avan-zando sobre algunos barrios de las comunas Dos y Cuatro. En lascomunas Una, Tres y Cinco se tomaron como ejes de observación losbarrios El Bosque, Santo Domingo, 7 de Abril, las Américas y Carrizal.De las comunas Dos y Cuatro se incluyeron barrios como Malvinas,Evaristo Sourdis, el Valle, Lipaya, la Esmeralda y La Paz. Estudió untotal de 44 pandillas activas y se recolectó información sobre otras 22inactivas, lo que no deja duda sobre la importante presencia pandille-ra en Barranquilla. 48 Sobresalen barrios como José Antonio Galán, La Alboraya, LaMagdalena, Los Laureles, Las Palmas, San Nicolás, Tayrona, BellaArena y Universal, entre otros. 49 Están los barrios Cevillar, Dunas, El Carmen, La Unión, La Victoriay San José. 50 En los barrios La Chinita, La Luz, Pasadena y El Ferry.

Las pandillas surgieron principalmente enbarrios populares, aunque existen algunosejemplos en los barrios de las clases mediay alta. En Barranquilla, de acuerdo con lasentrevistas, estas estructuras tendrían pre-sencia en 17 de las 21 comunas. Carlos Ma-rio Perea concentró su estudio en las comu-nas populares del suroccidente de la ciu-dad, la Uno, Dos, Tres, Cuatro y Cinco47.Según los testimonios, estas últimas con-centran el mayor número de pandillas, puesactúan en más de la mitad de los barrios.Noobstante, de acuerdo con los sondeos reali-zados, se puede afirmar que existen tam-bién pandillas en aproximadamente lamitad de los barrios de las comunas suro-rientales. Se destaca la comuna Once48,siguen la Quince49 y la Seis50, tienen presen-cia en uno que otro barrio de las comunasCatorce, Nueve, Ocho (especialmente en elbarrio Rebolo), Siete y Trece; actúan tam-bién en el Centro, en la Comuna Diez y enel norte de la ciudad, en las comunas Docey en menor medida en la Dieciséis yDiecinueve. Es decir, se concentran en losbarrios populares.

Secuestros en Barranquilla y participación de la guerrilla 1985-2004

Fuente: DAS, Policía y Fondelibertad.Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

´90 ´91 ´92

GUERRILLAS TOTAL

´93 ´94´86´85

30

25

20

15

10

5

0´87 ´88 ´89 ´95 ´96 ´97 ´98 ´99 ´00 ´01 ´02 ´03 ´04

En los orígenes de la pandilla, son frecuen-tes el uso de la fuerza física, las piedras yaún las armas blancas. Sin embargo, termi-nan utilizando armas de fuego. Según lasentrevistas, al parecer, existe una estrecharelación entre las pandillas y el uso dearmas hechizas. Éstas son fabricadas en losbarrios y permiten que las pandillas las ad-quieran a bajo precio. El pandillero se pre-para en sus actividades cotidianas en el usode armas de fuego, por lo que indirecta-mente hace carrera para enfrentarse oingresar a estructuras delincuenciales de

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peso más significativo y también a gruposirregulares51.

Según el estudio aludido, en su mayoría lospandilleros son consumidores de drogas ilí-citas. Con el paso del tiempo, las pandillasse dedican también al atraco callejero, alrobo de apartamentos y a los asaltos alcomercio; en ocasiones practican extorsio-nes contra empresas de transporte. Las pan-dillas delinquen, sin embargo éste no es supropósito principal. Según el referido inves-tigador “(...) roban con frecuencia, un buennúmero como parte de sus rutinas diarias,pero no son empresas criminales constitui-das con el fin único de lucrar. La pandilla esmás bien una propuesta de vida cuyo afue-ra pasa entre otras por el acto de asaltar.Transgreden e imponen poder, pero la lógi-ca ordenadora de sus actos se entierra en labúsqueda desesperada de reconocimien-to”52.

Es muy útil aquí hacer algunas distincionesentre bandas53 y pandillas y señalar la mane-ra como se relacionan para entender el con-texto de violencia en el que se desenvuelveBarranquilla en la actualidad.

Lo primero es dejar por sentado que la pan-dilla se reconoce como “parche” y que laexpresión “pandilla”surge de sectores exter-nos a ellos. Se diferencian en la naturalezade los robos y en los vínculos que mantie-nen con el barrio. En el caso de las bandas,los hurtos son de mayores cuantías y losmedios utilizados más sofisticados. Las pan-dillas,de su lado,delinquen,como ya se des-cribió, pero les preocupa sobre todo man-tener sus vínculos con el barrio y en parti-cular crear miedo y sobre esa base cimentarsu poder. Prefieren por ello hacerse noto-rias. La banda, por el contrario, prefiere ale-jarse del barrio, mantenerse en la clandesti-nidad porque su naturaleza así lo exige.

No obstante, más interesante aún, es que lasdiferencias frecuentemente desaparecen ylos pandilleros evolucionan y se transfor-man en bandas; “la continuidad de la pandi-lla y la acumulación de la experiencia en eloficio suelen derivar en robos que requie-ren cada vez más osadía.” De otro lado, lospandilleros eventualmente trabajan para lasbandas. Generalmente, llegan a hacer traba-jos los integrantes más arriesgados, queestán bien conectados y que los sabenhacer. A juicio de Perea,“los modos de in-greso y permanencia dependen de la natu-raleza de la banda,pero en cualquier caso setrata de ir haciendo escuela”. El términointermedio es aceptado por el investigador,es decir que algunos de sus integrantes semantienen oscilando entre la banda y lapandilla. En este sentido, un aspecto quedistingue a las pandillas de las bandas, es el“territorio”.Es necesario,para entender esteconcepto, hacer referencia al afuera.

A juicio de Perea, el “parcero” se sale de loscírculos de la vida corriente de las personascon quienes comparten el vecindario (dehecho sale a robar y atracar),pero en últimainstancia mantiene lazos con el barrio54.Según el investigador citado,“sobreviene elconflicto. La presencia pandillera se va tor-

51 A juicio de Perea en Barranquilla, al igual que en Bogotá, “circulancon mayor facilidad las armas de fuego y mueren con más frecuenciasus muchachos, se produce con mayor facilidad la conexión con ban-das del crimen organizado y se desata de forma más vehemente laactuación de las operaciones de limpieza”.52 Según Perea, la actitud básica del pandillero es el gasto inmedia-to. “Una vez recibido un dinero se lo invierte al instante, no importa elmonto en cuestión. A lo sumo una cantidad se destina a la compra deropa, es un aditamento altamente preciado; desde ahí la plata seencamina a la satisfacción sensualista repartida entre el consumo dedroga, el trago y las mujeres”.53 Generalmente, las bandas están más asociadas al fenómeno de ladelincuencia organizada.54 A juicio de Perea: “El barrio no es el único sitio para los asaltos, enrealidad es el menos frecuentado. Los barrios circunvecinos son unblanco permanente. La situación fuerza una especie de pacto entrepandillas, ellos atracan aquí y nosotros allá, siempre y cuando no setoque alguien en conexión directa con un miembro del grupo. No obs-tante, cada ciudad tiene su geografía de la criminalidad, un espacio endonde la actividad tiene mayor probabilidad de reportar dividendos”.

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55 Luis E. Sánchez Bonnet (compilador) y otros. Barranquilla:Lecturas Urbanas. Coedición del Observatorio del Caribe Colombianoy la Universidad del Atlántico. Bogotá, Editorial Gente Nueva Ltda.,Agosto de 2003.

nando intolerable, no sólo porque su espec-táculo devela la vulnerabilidad de la institu-ción y su proyecto, sino porque su ejercicioviolento le confiere un poder macabro. Elconflicto es de proporciones mayúsculas.Las pandillas se enfrentan unas con otras;los vecinos acuden a las autoridades yarman defensas barriales; los escuadronesde la muerte y las operaciones de limpiezallueven de todos lados; las guerrillas y losparamilitares le ven como un buen aliadopara sus propósitos de crecimiento pero lereconocen como el peor adversario de susobsesiones de orden; el crimen organizadole mira como engranaje de sus propósitos yla policía le descarga, sin miramiento, larepulsión cebada entre una sociedad asusta-da y arrinconada. Cada uno reclama la cabe-za del parcero, abriendo la segunda parado-ja:pese a su afuera la pandilla eclipsa la vidabarrial.

Desentendida hasta de la familia ni tansiquiera piensa en las instancias de partici-pación colectiva; sin embargo domina laesfera local, mantiene un ojo avizor sobre elterritorio, sus tráficos e intercambios”.

Algunas anotaciones sobre la delincuencia organizada

No existe información empírica suficientepara hacer una caracterización sobre el ori-gen y la evolución de la delincuencia orga-nizada en Barranquilla. En este sentido, losentrevistados hacen referencia solamente alpasado reciente y sólo se pudieron extraeralgunas anotaciones de orden histórico dealgunos estudios sobre la ciudad55.

A parte de la influencia de la época de lamarihuana y del desarrollo del narcotráfico,es importante aclarar que en Barranquillatradicionalmente han operado organizacio-

nes de delincuentes que con frecuencia sehan dedicado al sicariato y a las llamadaslimpiezas sociales. Los textos consultadoshacen referencia a los denominados “jinetesde la moto” que actuaban como sicarios apartir de finales de los años setenta, sobretodo en los barrios Barlovento y la Chinita,entre otros. De la misma manera, en Barran-quilla la limpieza social de mendigos, reci-cladores, drogadictos, ladrones y otras per-sonas había surgido como una prácticadurante los años ochenta y noventa.

A través de las entrevistas, se estableció quela delincuencia organizada tiene una ampliatradición en el suroriente de la ciudaddonde surgieron los primeros barrios popu-lares. Algunos de ellos, como El Rebolo, ElFerry y La Luz, se constituyeron en epicen-tro de organizaciones delincuenciales des-de hace muchos años. Entrevistas practica-das a miembros de la Policía y de la inteli-gencia militar permiten caracterizar unpanorama bastante complejo en lo que serefiere a la delincuencia organizada en laactualidad. Respecto del suroriente, se hizoreferencia, entre otras, a organizacionescomo la del Monito Ñeque, el Chapi, losHijos de Mañecadena, los RR,que en los últi-mos años ejecutaron atracos a mano arma-da en otros lugares de la ciudad, principal-mente a bancos, a bombas de gasolina, asícomo llevaron a cabo taquillazos a muyvariadas entidades comerciales.

La presencia de estas organizaciones semantiene en estos barrios y su expansión alresto de la ciudad es muy clara.Se concluye,haciendo un cálculo aproximado, que susintegrantes hacen presencia en aproxima-

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damente 75% de los barrios en la ciudad.Del suroriente pasaron al suroccidente en lamedida que sus barrios crecieron en los últi-mos cuarenta años. Actúan con especialfuerza en el norte de la ciudad, en donderesiden los estratos más acomodados. Suinfluencia en el centro es también significa-tiva pues ahí se concentra buena parte delas instituciones financieras y el comercio,razón por la cual circulan muchos emplea-dos y ejecutivos de los sectores público yprivado.

Es muy difícil separar la delincuencia orga-nizada de otras organizaciones como laspandillas y el narcotráfico.Hay que tener encuenta que las organizaciones delincuencia-les frecuentemente han reclutado algunosde sus integrantes en las pandillas o queestas últimas han hecho trabajos por encar-go, un tema que ya se ha desarrollado. De lamisma manera, la delincuencia organizadalleva a cabo trabajos financiados por el nar-cotráfico, particularmente en el ámbito delsicariato. En algunas oportunidades, se hanaliado con las autodefensas y en otras seenfrentan.

El narcotráfico

Desde una perspectiva general, se caracteri-zarán tres fases para dar cuenta del origen ydesarrollo del narcotráfico en la ciudad. Sinembargo, se tiene que advertir que la infor-mación disponible es escasa para analizarcon precisión el desenvolvimiento de esteproceso, sin embargo se pretende presentarun esbozo que ayude a comprender la pro-blemática reciente. La primera fase se refie-re a la bonanza marimbera durante la déca-da de los años setenta. Después, se aborda-rán las décadas de los ochenta y noventa,cuando se dio el auge del denominado Car-tel de la Costa que se estructuró alrededorde la cocaína. Finalmente, a partir de 1997

aproximadamente, viene la incursión deagrupaciones, principalmente del norte delValle, que se apoderaron de buena parte delmercado de la cocaína.

El primer tema que se debe tener en cuen-ta para caracterizar el narcotráfico enBarranquilla es, entonces, el de los marim-beros,principalmente guajiros y del interiordel país. Estas personas llegaron a la ciudadporque era polo de atracción de la mayorimportancia,al tiempo que servía como unode los centros comercializadores del pro-ducto. El auge de los cultivos de marihuanatuvo lugar principalmente en los añossetenta y este fenómeno estuvo muy rela-cionado a su turno con el contrabando, quea su vez tuvo un impacto importante enBarranquilla56.

Los increíbles precios de la marihuana y laposibilidad de hacerse rico de la “noche a lamañana,” impedían al Estado controlar laparticipación de nuevos y numerosos sec-tores sociales que se dedicaban cada vezmás a esta nueva actividad lucrativa57. Laszonas de cultivo estaban ubicadas en corre-gimientos de la Sierra Nevada. Según infor-mes policiales,para 1976,el 80% de los cam-pesinos y agricultores de la región se dedi-caban al cultivo de marihuana. Además,según Darío Betancourt, participaban tam-bién otros grupos, que eran prominentesfiguras de la vida social y política de toda la

56 Es difícil afirmar que los marimberos eran antiguos contrabandis-tas, porque no hay evidencias empíricas, sin embargo sí se puededecir que existía una tradición contrabandista que se potenció cuan-do la producción algodonera de la Costa entró en crisis. Ver DaríoBetancourt. Contrabandistas, marimberos y mafiosos: historia socialde la mafia colombiana, 1965-1992,57 Un concejal de la época afirmaba que en Riohacha había perso-nas que renunciaron a la administración pública para dedicarse a la“marimba” y que era difícil encontrar trabajadores para otras activida-des. Numerosos colonos, algunos del interior del país y otros de lacosta, entraban a la Sierra Nevada, invadían tierras de los resguardosindígenas y ocupaban el cinturón medio del macizo montañoso paracultivar marihuana. Así lo registró la Revista Alternativa Num.159,1978, en su artículo Indígenas de la Sierra Nevada “No queremos vol-ver mañana”.

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58 Había productores directos, campesinos propietarios o poseedoresde parcelas, arrendatarios y cuidanderos, intermediarios que mane-jaban el dinero, propietarios de bestias que cargaban el producto,dueños de lanchas y muchos otros grupos que se enriquecieron rápi-damente.

Costa, como intermediarios que controla-ban la inversión.

La estructura social que se creó alrededordel cultivo y la exportación era bastantecompleja58. Se formó un sector social que sepodría denominar el de los marimberos,algunos de los cuales se trasladaron a Ba-rranquilla y a otras ciudades de la Costa. Enlo esencial, este sector se conformó comoresultado de los enormes ingresos que per-cibieron aquellos que se dedicaron al nego-cio, proceso que se llevó a cabo en muypoco tiempo. Los nuevos ricos cambiaronlas pautas de consumo y crearon un enormeimpacto en la sociedad costeña.

La principal ambición del marimbero eracomprar una camioneta Ranger con elmejor equipo de sonido para sus “parran-das”; les gustaba andar armados y lucir cade-nas y joyas de oro. En Barranquilla, hacíanchirriar las llantas, llevaban ametralladoras y

pistolas en los vehículos. Compraron casaslujosas, por lo que se dio un inusitado augede la construcción. Las inversiones de losmarimberos “juiciosos” que tenían cualida-des empresariales se orientaban a la cons-trucción de edificios y adquirían fincas derecreo, o invertían en negocios especulati-vos. En el ámbito familiar, también les gusta-ba adquirir objetos ostentosos.

En Barranquilla, el impacto de este sectorsocial se sintió en forma importante. A jui-cio del estudioso Luis E. Sánchez Bonnet, laactitud de los guajiros se convirtió en ame-naza.“Tal amenaza llegó a ser referencia dezonas residenciales, ubicadas en el corazóndel tejido social de la ciudad,con mansiones

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que daban la sensación de islas exclusivaspor el temor que infundía la ocupación desus residentes”59. De otro lado, no se puedesubestimar el efecto de los cachacos, prove-nientes del interior del país.En este sentido,buena parte de las estructuras mafiosas quetuvieron asiento en la Sierra Nevada estabandirigidas por personas tolimenses, calden-ses y boyacenses. Si bien el recuerdo de losbarranquilleros se concentra en los guaji-ros, hay que tener en cuenta que los cacha-cos asumieron un bajo perfil.

La economía marimbera, en efecto, trajocomo consecuencia un aumento de la vio-lencia. Esto se evidenció especialmente enlos departamento del Magdalena y de laGuajira60. En Barranquilla, el guajiro basabasu comportamiento en un sentimiento“machista”y el honor y la valentía se encon-traban por medio de las armas.Tales perso-najes se radicaron en el barrio Los Nogales.Según Sánchez Bonnet, los patrones cultu-rales de los guajiros “(...) se escenificaron enintersecciones viales como las de las calles72 y 84 con carrera 46, donde se hizocomún el temor al llegar al color rojo de laesquina, justo detrás de cuatro puertas,donde sonaban con frecuencia frases comoA un Guajiro no se le pita”61.Lo más impor-tante de resaltar es que estos mafiososempezaron a contratar sicarios e impulsa-ron la profesionalización y generalizaciónde este oficio en Barranquilla.

El segundo periodo del narcotráfico es másdifícil de caracterizar, puesto que se carecede información.El tráfico de la cocaína tuvovariadas manifestaciones. Existían narcotra-ficantes oriundos de Barranquilla pero losanteriores estaban lejos de controlar el mer-cado regional. Barranquilla no era la sededel cartel de la Costa y los narcotraficantestenían más peso en Santa Marta y LaGuajira, aunque la capital del Atlántico síservía para múltiples operaciones. Por el

contrario, intereses de narcotraficantes deotros lados del país, tenían tradición desdeaños atrás. Especialmente significativa era lapresencia de intereses relacionados conagrupaciones del Norte del Valle, o de sec-tores asociados al contrabando y narcotráfi-co de La Guajira, para no mencionar sinodos ejemplos.

Los narcotraficantes acabaron reemplazan-do rápidamente a los marimberos. Un ejem-plo claro es el de la familia Nasser Arana,vin-culada con negocios del narcotráfico, quetenía sede en Barranquilla. Según informa-ción de la Fiscalía, el movimiento de lascuentas de la familia Nasser Arana en ban-cos suizos experimentó un evidente creci-miento con el transcurrir del tiempo62.

Este clan logró apoderarse de bienes inmue-bles que son patrimonio cultural de la ciu-dad63.De la misma manera, se registró la pre-sencia de Alberto Orlández Gamboa, alias“El Caracol”, quien fue el líder de unaimportante organización con intereses en laCosta Caribe, que tenía como uno de suspuntos de apoyo a Barranquilla, en dondefinalmente fue capturado en 1998 y enviadoen extradición a Estados Unidos el año2000.

59 Luis E. Sánchez Bonnet. “Barranquilla: Un Espacio para laSospecha”. En: Luis E Sánchez Bonnet (Compilador). Barranquilla:Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003. p.107.60 En la Guajira, la mayoría de los muertos fueron jóvenes entre 20 y29 años. Muchos de los enfrentamientos sangrientos fueron por robosde “caletas”, peleas entre familias, las cuales culminaban con la eli-minación de todos sus miembros, en algunos casos, como el de lasfamilias Pinto y Gómez, en Riohacha, el 28 de febrero de 1982, talcomo lo registran documentos de Pactos de no Agresión.61 Luis E. Sánchez Bonnet. “Barranquilla: Un Espacio para laSospecha”. En: Luis E. Sánchez Bonnet (Compilador). Barranquilla:Lecturas Urbanas. Bogotá, 2003.62 En 1979 movieron 50 millones de dólares, para 1986 el movimien-to ascendió a 267 millones de dólares; en 1990 hicieron transaccionespor 367 millones de dólares y en 1993 la suma llegó a 441 millonesde dólares.63 Esta organización familiar logró tener a su nombre el Hotel delPrado, avaluado recientemente en más de 16 mil millones de pesos;el centro comercial Boulevard 54, valorado en más de 7 mil millonesde pesos; el edificio San Carlos, avaluado en más de mil 600 millonesde pesos; el Centro Ejecutivo, valorado en más de 5 mil millones depesos; Villa de Arte, avaluada en más 2 mil millones de pesos y el edi-ficio Promocón, que supera los mil millones de pesos.

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Más recientemente, la estructura del narco-tráfico cambió, pues grupos del norte delValle, entre ellos el dirigido por “Los Melli-zos” Mejía Múnera, desplazaron al llamadoCartel de la Costa. Las autoridades, Policía yEjército, con ocasión de la captura de unintegrante de ese clan, reportaron que laorganización liderada por los Mellizos fueresponsable del asesinato en Barranquillade colaboradores del Caracol, ya extradita-do a los Estados Unidos, así como de JorgeArana Nasser, alias Tito, integrantes del anti-guo Cartel de la Costa. El capturado, segúninformación de la Policía, dirigía toda unared relacionada con sicarios enviados desdeel norte del Valle, quienes se desplazan acualquier lugar del país para realizar ajustesde cuentas64.

Víctor y su hermano Miguel Ángel MejíaMúnera, alias “Los Mellizos”, lograron organi-zar unas redes de narcotráfico muy impor-tantes en la Costa norte. Hacia 1994, segúnun declarante en un juicio contra los mis-mos, ya se habían establecido en la zona conla acquiesciencia del “Caracol”. El principalobjetivo en ese instante era enviar a Méxicococaína para la organización de AmadoCarrillo,“El señor de los cielos”.Utilizaron enun principio medios de transporte marítimoy terrestre livianos y Barranquilla era uno desus puntos de embarque y acopio. Poste-riormente, hacia 1998, abrieron tambiénmercados en Europa y utilizaron buquesmercantes de bajo tonelaje, por lo que sucapacidad exportadora aumentó significati-vamente. Lo anterior hizo necesario contarcon organizaciones de autodefensas paragarantizar el embarque desde los diferentespuntos con los que contaban, como se verámás adelante.Además de Barranquilla, tuvie-ron puertos clandestinos en Córdoba yPanamá. Con el tiempo, hacia el año 2000,por la presión de las autoridades cerca deCartagena y Barranquilla, trasladaron suspuertos de desembarque a la ruta Orinoco y

64 Ver, DIJIN. Ofensiva contra cartel del Norte del Valle no para.Capturado Wilson de Jesús Villegas Jaramillo, otro integrante de laorganización de “Los Mellizos” .Ver http://alpha.mindefensa.gov.co/index.php?page=181&id=505

Venezuela. Las autoridades en varias ocasio-nes desarticularon sus flotas de transporte.

Por otra parte, sirve mencionar que el grupode Santander Lopesierra, el llamado “hombreMarlboro”, también tuvo presencia enBarranquilla, aunque,como es el caso de “LosMellizos” Mejía, su presencia abarcaba otrasregiones de la Costa caribe. Lopesierra estambién un personaje posterior a los repre-sentantes del Cartel de la Costa y encarna elejemplo típico de personas vinculadas al nar-cotráfico y lavado de activos a través del con-trabando. Según una crónica que describe sucaptura en 2003, se dice que el ex senadorSamuel Santander, residía habitualmente enBarranquilla, mientras que otros de los inte-grantes de su organización se movían entreMaicao y Riohacha;en Medellín y en el muni-cipio de La Estrella, en Antioquia y otros másen Cartagena y en las islas de San Andrés. Lasautoridades efectuaron varios allanamientoscasi simultáneos y en uno de los practicadosen Barranquilla se encontró la contabilidadde toda la organización. El proceso se habíainiciado el primer día de enero de 2001,cuando se incautaron 450 kilos de cocaínaen Riohacha. Las capturas finales se produje-ron sólo hasta septiembre de 2003. Estosoperativos permitieron impedir el contra-bando de precursores químicos en Barran-quilla, la exportación de heroína a Aruba, yconfiscar un cargamento de cocaína en Car-tagena.

El dinero producto del narcotráfico, según sedesprendió de la investigación, se canalizabaa través de casas de cambio en Cartagena yBarranquilla, y se legalizaba con a través deSan Andrés, Maicao y Medellín.

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Las autodefensas

En el caso de Barranquilla, es importantediferenciar dos procesos. El primero serefiere a la expansión de las autodefensasen los departamentos vecinos del Magda-lena y de Bolívar, así como en las zonas rura-les del Atlántico. Sobre este aspecto, esimportante señalar que a raíz de la creaciónde las AUC en 1997, el llamado bloqueNorte que nació en consecuencia, sometióo fusionó a varias organizaciones de auto-defensas rurales que existían previamente.Apartir de ahí,esta nueva estructura ingresó ala capital del Atlántico.

El segundo proceso tiene que ver con ladinámica de la violencia que se produjo enBarranquilla a partir del año 2000, comoconsecuencia de la incursión del bloqueNorte, que logró apropiarse de mercadosilegales y tener una incidencia en la admi-nistración pública, al desviar recursos de lasARS,y aprovechar los recursos que se mane-jan en juegos de azar como el chance. Setiene que resaltar al respecto que, así comoocurrió en las zonas rurales, esta dinámicase produce en un escenario en el que pre-viamente existían múltiples organizacionesque adquirieron vida propia, entre las quese destacan la guerrilla, las pandillas, el nar-cotráfico, la delincuencia organizada yexpresiones de autodefensas del entorno,como las que actuaban en el departamentodel Magdalena, entre las cuáles los gruposliderados por Chepe Barrera, HernánGiraldo y Adán Rojas.

El propósito de este estudio es identificarlos procedimientos adoptados por el blo-que Norte de las AUC bajo el mando de Jor-ge Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, para posi-cionarse en Barranquilla. De un lado, seestudian las alianzas que le permitieronfusionarse con otras organizaciones y delotro, los enfrentamientos que sostuvo para

someter a las estructuras previamente exis-tentes. Lo anterior coincide con un incre-mento en los homicidios entre 2000 y 2003,lo que da cuenta por lo tanto de la intensi-ficación de la violencia en Barranquilla eneste lapso.

Las autodefensas no nacieron en Barran-quilla sino en sus zonas circunvecinas y apartir de allí ingresaron a la capital delAtlántico. En el departamento del Magda-lena, existe una importante tradición en loque se refiere a las organizaciones de auto-defensas. Por una parte, se debe señalar lapresencia de las llamadas autodefensas delSur del Magdalena, bajo el mando de ChepeBarrera,que se originaron en los municipiosde El Plato, Pedraza, Chivolo, Ariguaní,Pivijay y El Difícil. Estas autodefensas esta-ban articuladas a intereses locales, princi-palmente ganaderos, coexistían con otrasorganizaciones pequeñas que defendían losintereses de ganaderos en el sur y centrodel departamento, en particular en límitescon el río Magdalena.

Por otra parte, existen grupos de autodefen-sas bajo los mandos de Hernán Giraldo yAdán Rojas. El primero se ubicó en la caranorte de la Sierra Nevada de Santa Marta,entre los ríos Buriticá y Don Diego, en laregión del Mamey, en el municipio de SantaMarta. La organización de Adán Rojas tuvopresencia en la cara occidental de la Sierra,principalmente en el municipio de Ciénaga,con influencia en las estribaciones del maci-zo montañoso y en parte de la zona bana-nera. Estas agrupaciones, principalmente lade Giraldo, estuvieron articuladas al narco-tráfico desde los años ochenta.

Es difícil identificar el momento en que elconjunto de autodefensas que existían an-tes en el Magdalena empezaran a ser some-tidas al influjo de las AUC. En este departa-mento, existen indicios de que comenzó a

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ocurrir a finales de los años noventa. En loque se refiere al sur y el centro del departa-mento, observando la evolución de la tasade homicidio por cada cien mil habitantes,se tiene que Salamina, en el Magdalena,registró niveles elevados en 1999 y 2000.Remolino, que presentó índices preocupan-tes en toda la década de 1990, fue muy crí-tico en 1997 y 2000.

Según el Departamento de Policía del Mag-dalena, las masacres pasaron de 42 víctimasen 1998, a 45 en 1999 y a 116 en 2000, sín-tomas claros del accionar de las AUC. Loanterior, sin tener en cuenta los municipiosde El Piñón,Pueblo Viejo,Salamina,Tenerife,El Banco, y Plato65.

La dinámica del corredor de movilidad queexiste entre Barranquilla y la Sierra Nevadade Santa Marta es también muy complejo.

Los municipios de Ciénaga, Fundación ySanta Marta presentan índices de homici-dios muy elevados desde 1990, situaciónrelacionada con las dinámicas propias de lazona bananera y de la Sierra Nevada de San-ta Marta, donde grupos guerrilleros y deautodefensas sostenían disputas.

Adicionalmente los enfrentamientos entre“Jorge 40”y Hernán Giraldo en el municipiode Santa Marta tuvieron lugar después de2000. Los índices en la capital del Magda-lena fueron muy elevados en los primerosaños de la década actual, y sólo presentaronuna disminución en 2004, situación que re-fleja el proceso mediante el cual “Jorge 40”absorbió a las autodefensas de Giraldo.

De otro lado, a finales de los años noventa,la situación empieza a cambiar en relacióncon la subversión. A raíz del secuestro deocho personas de Barranquilla en la Cié-naga del Torno, las autodefensas empezarona eliminar sistemáticamente los apoyos dela guerrilla presentes en el sistema de aguasque comunica a Barranquilla con la SierraNevada, especialmente en la Ciénaga Gran-de, corredor utilizado para transportar se-cuestrados hacia el macizo montañoso. Loshomicidios empezaron a aparecer en 1999,sin embargo en 2000, se elevan notable-mente con ocasión de la masacre ocurridaen noviembre en el corregimiento deNueva Venecia, municipio de Sitio Nuevo,limítrofe con Barranquilla66. En ese mismo

65 Se consultó el Departamento de Policía de Magdalena.66 “Jorge 40” fue acusado de participar directamente en la masacre.Según una versión de prensa “El 22 de noviembre, la columna para-militar Wálter Úsuga llegó al caserío Nueva Venecia, en la CiénagaGrande del Magdalena, y asesinó a 37 campesinos en una jornada dehorror que se prolongó cuatro días. Las víctimas fueron acusadas decolaborar con el ELN en el traslado a la Sierra Nevada de nueve turis-tas secuestrados en la Ciénaga de El Torno en junio del año pasado.De acuerdo con las autoridades, Tovar estuvo al frente de la masa-cre”. Ver, Un nuevo jefe paramilitar, Rodrigo Tovar Pupo, sería el res-ponsable de la masacre de 37 campesinos en la Ciénaga Grande delMagdalena. En https://worldcom.nl/pipermail/dd-es/2003-August/001165.html.

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año, Remolino, como se mencionó anterior-mente, también registró índices muy eleva-do en materia de homicidios.

En cuanto al departamento del Atlántico, lasactuaciones de las AUC han tenido lugar enel marco de viejos conflictos. El caso dePonedera, situado a orillas del río Magdale-na, ilustra la manera como viejas estructurasde autodefensas son remplazadas por auto-defensas provenientes del departamentodel Magdalena, que asimilaron a las anterio-res y que han actuado sistemáticamente,intentando resolver por la vía de la violen-cia viejos litigios relacionados con la tenen-cia de las tierras. En este sentido, algunosterratenientes se apropiaron de playonesbaldíos, previamente ocupados por campe-sinos. El Incora reconoció a los campesinosparte de estos baldíos, sin embargo algunosterratenientes han seguido ejerciendo pre-sión por la vía violenta. En Ponedera, losproblemas de tierras son antiguos, sinembargo se agudizaron a principios de losaños noventa.En marzo de 1993, fueron ase-sinados cinco activistas campesinos, poragrupaciones menores al servicio de intere-ses locales.Hacía principios de 2000, las vie-jas prácticas de los terratenientes fueronasumidas por estructuras de autodefensasprovenientes del Magdalena. Ejemplo de loanterior, es que en Puerto Giraldo, corregi-miento de Ponedera,se asentaron grupos deautodefensas bajo el mando de SalvatoreMancuso y “Jorge 40”. Desde entonces, loshomicidios y las presiones se han multipli-cado.

En 2001, fueron asesinados dos integrantesde Sintragrícola, sindicato afiliado a Fen-suagro y en 2003 fueron asesinados otrostres. De otro lado, se debe señalar que parapresionar la salida de los campesinos lasautodefensas han infiltrado personas que sededican a proferir amenazas, quemar ran-chos, tumbar cercas, envenenar las aguas,

cortar las palmas de coco y muchas otrasprácticas.Otra expresión de esa dinámica esla infiltración en el poder local y el proseli-tismo armado.El caso de Ponedera se repitetambién en otros municipios, aunque en elmarco de una dinámica diferente. Es asícomo las AUC se encuentran también en laribera del río Sabana Grande que colindacon el municipio de Sitio Nuevo y su in-fluencia es notable en Santo Tomás67, Palmary en el municipio de Soledad. De la mismamanera, se encuentran en Sabana Larga yCampo de la Cruz. En la actualidad en Pone-dera, así como en los municipios vecinos yarelacionados, actúan individuos que se des-plazan en moto e informan a los dirigentesde las autodefensas que proceden a su tur-no,enviando amenazas,protagonizando ase-sinatos y otras prácticas. Se vive una diná-mica similar en buena parte de los munici-pios ribereños del río Magdalena, en losdepartamentos de Atlántico, Bolívar y Mag-dalena.

En lo que se refiere al departamento deBolívar, su dinámica está influenciada por laregión del Magdalena Medio hacía el centroy norte del departamento. Paulatinamente,sobre todo desde mediados de los añosnoventa, las autodefensas empezaron aenvolver el río Magdalena desde el sur deBolívar hacia la Costa caribe68. En segundolugar, a partir de 1997, las AUC empiezan aarticular parte de sus estructuras y a gol-pear más eficientemente a la guerrilla ensus retaguardias,en particular en los Montesde María. Una expresión de lo anterior es laalianza que se estableció entre el hoy extra-ditado Miky Ramírez y Carlos Castaño.Entre1997 y 2004, en particular en 2003, apare-

67 El alcalde de Santo Tomás fue asesinado en mayo de 2004. 68 La dinámica de esta región no se desarrolla en este texto puesestá bastante alejada de Barranquilla. Es importante señalar que enla actualidad los municipios del sur de Bolívar están influenciados porel bloque Central Bolívar de las AUC.

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cen afectados por los homicidios munici-pios como el Carmen de Bolívar, Zambrano,Villa Nueva, San Jacinto, Calamar,Turbaco yArjona.

Las autodefensas presentes en Bolívar incur-sionaron de esta manera en el departamen-to del Atlántico y Barranquilla, principal-mente en los municipios de Piojó en 1999,El Retén en 2000 y Remolino en buenaparte de los años considerados. Entre 1997y 2004, Galapa, Piojó, Juan de Acosta,Soledad y Tubará presentaron elevados índi-ces de violencia.

Se podría concluir que las AUC terminaronsometiendo o lograron alianzas con las orga-nizaciones que existían anteriormente y seconsolidaron como una estructura unifica-da con mayor capacidad para enfrentar a lasubversión en las zonas rurales y apropiarsede mercados y negocios ilegales en lo ruraly lo urbano. A continuación se presentanbrevemente las relaciones identificadasentre las autodefensas y las organizacionesirregulares y delincuenciales existentes enBarranquilla de manera previa. En particu-lar, se trata de establecer si las AUC estable-cieron alianzas o por el contrario sostuvie-ron enfrentamientos, así mismo se trata deanalizar hasta que punto estos procesosincidieron en el incremento de la violenciaa partir de 2000.

La probabilidad de que el incremento de laviolencia a partir de 2000 esté relacionadocon el destierro de la guerrilla por las auto-defensa es muy inconsistente. Se señaló conanterioridad que tradicionalmente las Farc yel ELN fueron muy débiles y que en lo esen-cial fueron expulsadas a finales de los años1990. No se descarta que mantengan reduc-tos, sobre todo en el sector suroccidental,asociados principalmente a los frentes deldepartamento de Bolívar. Los entrevistados

sostienen que definitivamente no tienenpresencia en el suroriente; es muy posibleque por el peso de las autodefensas en eldepartamento del Magdalena, su salida deeste sector se haya registrado antes de2000. Queda la posibilidad de que algunosde los homicidios ocurridos en el surocci-dente entre 2000 y 2003 se expliquen porel hecho de que las autodefensas buscaronerradicarlas.No obstante, la mayoría de esoshomicidios están asociados a otras dinámi-cas.

Paradójicamente, las pandillas podrían tenermás peso en la violencia reciente en Barran-quilla que la guerrilla. Según las entrevistas,lo primero es señalar que hubo entrevista-dos que afirmaron que las pandillas son“letales cuando de atraco se trata”. Lo se-gundo es que en la medida que el narcotrá-fico tiene más influencia en la ciudad, laspandillas se han fortalecido y tienen porende más capacidad para cometer homici-dios, muchos de ellos por encargo. Por otrolado, existe una coincidencia estrecha entrelas autodefensas y las pandillas en el suroc-cidente y el suroriente, donde el nivel dehomicidios, a parte del centro, es muy ele-vado.

No se puede descartar que las pandillas enocasiones sustituyan a las autodefensas paragenerar más temor. No obstante, no sepuede desechar tampoco que las autode-fensas contraten a las pandillas para hacertrabajos. De otro lado, es sabido que lasautodefensas para controlar espacios en lossectores suroccidental y suroriental tienenque contar con las pandillas y que para ellosólo tienen dos alternativas: aliarse con ellaso combatirlas.Hay que tener en cuenta tam-bién que las autodefensas para ejercer do-minio en los barrios han tenido que lucharalgunas veces contra las pandillas para con-trarrestar sus abusos.

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Finalmente se tiene que recalcar que laspandillas se convierten en una fuente hu-mana para el reclutamiento por parte delnarcotráfico, la delincuencia y las autode-fensas. No se puede desconocer el impactoque tiene “Nikita” en Barranquilla, una pan-dillera que posteriormente se volvió partedel sicariato al servicio del narcotráfico o delas autodefensas. En un informe de la Fis-calía de 2003, se decía que estaba sindicadade doce homicidios cometidos en los últi-mos meses en la capital del Atlántico69.

El narcotráfico es un tema central cuandode lo que se trata es de explicar la violenciareciente en Barranquilla y en su articulacióncon los grupos de autodefensa. Con anterio-ridad, se llegó a la conclusión de que noexiste una correlación estrecha entre la pre-sencia de las autodefensas y las disputas conlas estructuras urbanas de la guerrilla.

Las autodefensas, indudablemente, tienencomo propósito central apropiarse de losmercados ilegales y el narcotráfico es unode ellos. Por lo anterior, es importante pre-sentar algunos antecedentes sobre la rela-ción existente entre las autodefensas y elnarcotráfico, aunque buena parte de esteproceso haya tenido lugar por fuera de lacapital del Atlántico.

Relación entre las autodefensas y narcotráfico

A finales de los años noventa y principiosde 2000, se debe resaltar el papel que juga-ron las autodefensas liderada por “Jorge 40”en el proceso mediante el cual grupos denarcotraficantes del norte del Valle se apro-piaron de las estructuras del Cartel de laCosta y en especial de importantes puntosde embarque para enviar la cocaína hacia elexterior. Las autodefensas, en este sentido,sirvieron como grupo de presión que ejer-ció la violencia sobre las organizaciones

que previamente controlaban los puntos deembarque. “Los Mellizos”, presionados porlas autoridades en el sector comprendidoentre Cartagena y Barranquilla, terminaroncediendo los puntos de embarque a la orga-nización encabezada por “Jorge 40”y se tras-ladaron al departamento de Arauca, desdedonde actualmente movilizan la cocaínahacia Venezuela.

La violencia ejercida después del 2000 en elconjunto de la Costa caribe es significativa.Las autodefensas de “Jorge 40”actuaron conespecial sevicia en Bahía Portete, en eldepartamento de la Guajira, en donde masa-craron varios indígenas Wayúu con el pro-pósito de apoderarse de este importantepuerto para la exportación de cocaína y laentrada de armas70. No sobra recordar queun personaje como Santander Lopesierra, el“hombre Marlboro”,que tenía participaciónen el narcotráfico y el contrabando en laGuajira, tuvo alianzas con las AUC y contabacon redes en la capital del Atlántico71.

Indudablemente las relaciones entre auto-defensas y narcotráfico en la Costa y suenfrentamiento con organizaciones delin-cuenciales que tienen asiento en Barran-quilla ayudan a explicar la violencia recien-te en la capital del Atlántico.

69 Fiscalía General de la Nación, Seccional Atlántico. Homicidios enel perímetro urbano de Barranquilla. El documento no tiene fecha niciudad pero cubre el periodo 2000-2003.70 Según algunas versiones, la masacre estuvo asociada al robo deun cargamento de cocaína de propiedad de Jorge 40. Según las auto-ridades, tiene más sentido que Jorge 40 ejecutó los homicidios paracontrolar el puerto y los comercios ilícitos que existían en BahíaPortete. En un principio, las autodefensas se aliaron con los narcotra-ficantes locales, sin embargo para apropiarse del negocio, procedie-ron a asesinarlos. Algunas versiones dicen que las autodefensas deJorge 40 controlan el 90% del narcotráfico en la Guajira, cobran vacu-nas a los transportadores y a los comerciantes de Maicao. Ver UnidadInvestigativa del El Tiempo. Masacre de “paras” contra Wayúu pone aldescubierto lucha por control de puertos. 71 El caso de Lopesierra reviste especial interés, porque al igual queen el caso de los mellizos Mejía se presentaron relaciones con lasautodefensas y especialmente con Carlos Castaño, según investiga-ciones judiciales. Esto sugiere a su turno relaciones entre Barranquilla

y el tráfico de drogas regional .

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Sin embargo, el alcance de las autodefensasen Barranquilla es difícil de establecer. Locierto es que su actividad no se reduce alcontrol de mercados ilegales como el nar-cotráfico. Según denuncias de las mismasautoridades, estas organizaciones han infil-trado el sector salud, en especial las ARS, delas que han desviado recursos72. Así mismola información recolectada señala que sehan apropiado del manejo de los juegos deazar, entre los que se destaca el chance.

Además se atribuye a “Jorge 40”, con másinfluencia en los departamentos del Mag-dalena y Cesar, la infiltración en las ARS y apersonas de Bolívar, respaldados por lasautodefensas, se les acusa de manipular re-cursos públicos como la distribución delchance en Atlántico,Bolívar y Magdalena. Sepone de presente de esta manera la articu-lación de las AUC con varias organizacionescon influencia en la Costa Caribe, que tienecomo objetivo lograr un dominio político ysocial de la región73.

Presencia de los actores armados y distribución del homicidio por comunas y sectores

Es difícil sustentar empíricamente los plan-teamientos hechos anteriormente. Sin em-bargo, la información disponible sobrehomicidios, de la que no se tiene una seriehistórica, sirve para hacer algunas aproxi-maciones y profundizar al mismo tiemposobre su distribución espacial. Para ello, acontinuación se presenta una breve síntesissobre la distribución de los homicidios porcomunas en Barranquilla en los años 2003 y2004 y se analiza la relación que podríantener con los grupos irregulares y las orga-nizaciones delincuenciales que tienen pre-sencia en la ciudad. A primera vista, las au-

2 4 6 8 1 0 1 2 1 4 1 6 1 8 2 0 2 2 2 4 2 6 2 8 3 0 3 2 3 4 3 6 3 8 4 0 4 2 4 4 4 6 4 8 5 0 5 2 5 4 2 4 6 8 1 0 1 2 1 4 1 6 1 8 2 0 2 2 2 4 2 6 2 8 3 0 3 2 3 4 3 6 3 8 4 0 4 2 4 4 4 6 4 8 5 0 5 2 5 4

2003 2004

Fuente: Base de datos construida con boletines diarios del DAS. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

Homicidios en Barranquilla por semanas 2003 - 2004 25

20

15

10

5

0

72 Ver Raponazo de los ‘paras’ al erario público. En: El Espectador, 3de enero de 2005.73 “Jorge 40” reconoce que desvió recursos de ARS. El Colombiano,10 de septiembre de 2004.

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En los mapas de los años 2003 y 2004 obser-vamos que la comuna más afectada es laDiez, en el centro de la ciudad, y le siguenvarias de los sectores suroccidental y suro-riental, como la Tres y la Ocho que entre el2003 y el 2004 registró un incremento.Finalmente, las comunas del norte de la ciu-dad son en su conjunto las menos afectadas,con excepción de la Doce que presentó unascenso de 22.5 a 40.5 entre los dos años

considerados. No obstante, para simplificarla presentación del análisis, se prefirió agru-parlas por sectores. Se inicia de esta manerapor los sectores suroccidental y suroriental,teniendo en cuenta que en ellos los homici-dios presentaron una mayor intensidadentre los años 2000 y 2002, para los cualesno se tienen cifras desagregadas.

Vistos en su conjunto, los sectores surorien-tal y suroccidental, que registran tasas ele-vadas, presentaron una disminución en loshomicidios en términos absolutos entre2003 y 2004. En el sector suroccidental, loshomicidios pasaron de 163 en 2003 a 135en 2004. En el sector suroriental disminuye-ron de 198 a 163 en el mismo lapso. Lascomunas Uno y Cinco del sector surocci-dental y las comunas Seis, Ocho, Nueve yTrece del sector suroriental fueron afecta-das en los dos años considerados. En todas,se presentaron disminuciones con excep-ción de la comuna Tres, que pasó de 18 a 27y de la Ocho que pasó de 40 a 60. Las cifraspor sectores reflejan en el fondo que elhomicidio merma en Barranquilla por lasreducciones en el sur de la ciudad, endonde las autodefensas actuaron con espe-cial fuerza entre los años 2000 y 2003.

No obstante que no se dispone de informa-ción histórica, parece claro que la irrupciónde las autodefensas empezó en estos ba-rrios. Es muy posible que los procesos deexpansión de las autodefensas del Magda-

todefensas parecen ostentar la mayor parti-cipación en los homicidios74. No obstante,como se señaló con anterioridad,otras orga-nizaciones, entre las que se destacan el nar-cotráfico, las pandillas y la delincuenciaorganizada, tienen una participación que noes despreciable75. Sin embargo, la violenciaejercida por estas organizaciones está cadavez más relacionada con las autodefensas,que es la organización que impulsa la vio-lencia en su conjunto. El punto más altoalcanzado por los homicidios en Barran-quilla, como se mencionó, se presentó en2003 con 484 y en 2004 cuando acaecieron423. De acuerdo con los datos disponibles,el promedio de homicidios por semana fuede 9.21 en 2003 y de 7.98 en 2004.La sema-na treinta de 2003 fue la que arrojó elmayor número de homicidios, un total de21,casi 12 puntos por encima del promediosemanal. También fueron críticas las sema-nas dos, con 17, la semana cuarenta y cincocon 17, y las semanas cincuenta y uno, cin-cuenta y dos y cincuenta y tres con 17, 18 y18 respectivamente. En lo que correspondea 2004, fueron críticas las semanas ocho,nueve y diez con 19,19 y 18 homicidios res-pectivamente. En resumen el homicidiosubió a su punto más alto a mediados dejulio del 2003, volvió a subir a finales defebrero y a principios de marzo de 2004 ydesde entonces tiene un comportamiento,que salvo oscilaciones, es claramente des-cendente.

74 Según el comandante de la Segunda Brigada del Ejército, GeneralGilberto Rocha “La temible unión del narcotráfico con los grupos para-militares es la responsable, en gran parte, de la inseguridad que se haincrementado en el último año en Barranquilla”. Ver Binomio AUC -Narcos agudiza inseguridad en Barranquilla. En El Heraldo 30 deoctubre de 2003. 75 Según una versión de prensa, los homicidios son el resultado de lapresencia de las autodefensas, el narcotráfico, la guerrilla, la corrup-ción y los sicarios que azotan el área metropolitana. Ver enBarranquilla, por el conflicto, los homicidios se dispararon desde el2003 y el miedo crece. En el Tiempo, 30 de octubre de 2004.

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Tasas de homicidio por Comunas Urbanas de Barranquilla 2003

Estación de Policía

Río

Vía principal

Aeropuerto

Manzanas

TASAS

Fuente base cartográfica: DANE. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

Río Magdalena

lena se hayan reflejado con más fuerza en elsector suroriental de la ciudad por la senci-lla razón de que los barrios que lo confor-man limitan con el río Magdalena y con eldepartamento del mismo nombre.

Por otro lado, los barrios suroccidentalesexpresan más la dinámica que se ha venidopresentando en el departamento de Bolívar.No obstante, la organización de “Jorge 40”actúa y tiene presencia en ambos sectores,el suroriental y el suroccidental. Según auto-

ridades de la Fiscalía y la Policía, las autode-fensas ingresaron por los barrios y las zonasmarginales en donde ofrecieron sus servi-cios. Posteriormente, se trasladaron hacialas zonas comerciales en donde empezarona cobrar cuotas voluntarias que con el tiem-po se convirtieron en obligatorias76.Las cifras en materia de homicidios son con-

76 Ver en Barranquilla, por el conflicto, los homicidios se dispararondesde el 2003 y el miedo crece. En el Tiempo, 30 de octubre de 2004.

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tundentes respecto de la participación delas autodefensas o en su defecto de estruc-turas organizadas. Considerando el conjun-to del sector suroccidental, incluyendo lascomunas menos críticas, se tiene que loscasos asociados al sicariato representaronpara los dos años considerados el 63% delos homicidios, las riñas el 20%, los atracosel 11% y el 6% restante está asociado a otrasmodalidades. En todas las comunas de estesector, el peso de las autodefensas es eleva-do pues, salvo excepciones,están en más de

la mitad de los barrios, a juzgar por lasentrevistas recolectadas. Sin embargo, esmuy probable que sus actuaciones hayan si-do más intensas en el pasado, así mismo esclaro que su participación en los homici-dios sigue siendo notable77. Como ya se des-cribió anteriormente, la entrada de las auto-

Tasas de homicidio por Comunas Urbanas de Barranquilla 2004

TASAS

Estación de Policía

Río

Vía principal

Aeropuerto

Manzanas

Fuente base cartográfica: DANE.Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

Río Magdalena

77 Esto se deduce del hecho que los homicidios en los sectores delsur vienen bajando mientras que en el centro están aumentando. Lazona norte, donde están los estratos medios y altos, ha sido la menosafectada en términos relativos.

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78 En los sectores pobres de la ciudad y de los municipios vecinos cir-culan panfletos de las AUC anunciando el ‘ajusticiamiento’ de atraca-dores y marihuaneros y la captura de indocumentados y personastatuadas, con el cabello pintado o con cortes de cabello extraños. “Sisu hijo es sano... acuéstelo temprano... Y si es ladrón... cómprele elcajón”, rezan algunos panfletos. La mayor parte de los muertos,según las autoridades, presentan algún antecedente judicial. Ver enBarranquilla, por el conflicto, los homicidios se dispararon desde el2003 y el miedo crece. En El Tiempo, 30 de octubre de 2004.

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defensas en estos barrios no tuvo como pro-pósito expulsar a la guerrilla, sino combatirestructuras delincuenciales, eliminar droga-dictos y otras personas considerados porellos como “indeseables” y apropiarse de laextorsión78. Llama la atención que este sec-tor es así mismo el más afectado por la pre-sencia de pandillas, que hacen presencia enmás de la mitad de los barrios. Con anterio-ridad, se ha señalado que estas agrupacio-nes se han fortalecido como consecuencia

del narcotráfico, y se anotó que en ocasio-nes se presentan como autodefensas. Estopermite pensar que o bien las sustituyen,

Homicidios, tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes y estratos socioeconómicos por comunas y sectores de Barranquilla 2003 - 2004

SECTOR COMUNA TASA 03 TASA 04 ESTRATO HOMICIDIOS 2003

HOMICIDIOS 2004

CENTRO 10 46 64 115,1 156,9 3

NORTE 12 6 11 22,5 40,5 3-4-5

NORTE 16 3 4 7,5 9,8 3-4

NORTE 17 18 15 19,3 15,8 4

NORTE 18 16 7 28,1 12,9 5-6

NORTE 19 22 20 23,6 21,0 5-6

SUROCCIDENTAL 1 53 38 49,7 34,9 1

SUROCCIDENTAL 2 27 22 28,9 23,1 1

SUROCCIDENTAL 3 18 27 19,3 28,4 1-2

SUROCCIDENTAL 4 29 21 72,5 51,5 1-2

SUROCCIDENTAL 5 36 27 45,0 33,1 1

SUROCCIDENTAL 6 43 21 80,7 38,6 1

SUROCCIDENTAL 7 18 10 19,3 10,5 2

SUROCCIDENTAL 8 40 60 50,0 73,5 2-3

SUROCCIDENTAL 9 27 23 40,5 33,8 2-3

SURORIENTAL 11 22 12 27,5 14,7 2-3

SURORIENTAL 13 18 16 33,8 29,4 3

SURORIENTAL 14 9 7 13,5 10,3 3

SURORIENTAL 15 21 14 26,3 17,2 3

RURAL 20 2 2

RURAL 21 3 2

8

484 423

En blanco

TOTAL GENERAL

Fuente: Policía Nacional y DANE.Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

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caso en que serían objetivo de represalias, oson subcontratadas por las mismas. Si bienno se puede descartar la primera hipótesis,la segunda parece más factible, pues tantoautodefensas como pandillas tienen almismo tiempo una presencia significativaen estos barrios.Se tiene que señalar que laspandillas tradicionalmente han llevado acabo extorsiones, práctica que en la actuali-dad es dominada por las autodefensas, unindicio más en el sentido que existen alian-zas, absorción o sujeción79. Así mismo hayque señalar que en estos barrios tienemucho impacto el sistema de cobro “paga adiario”, al tiempo que once tenderos fueronasesinados en los últimos dos años, casosque muy posiblemente estén asociados albinomio autodefensas - pandillas.

La participación de la delincuencia organi-zada y común es más difícil de descifrar, sinembargo a juzgar por las estadísticas, no esmuy elevada pues el 11% de las muertesque la Policía asoció a atracos tiene querepartirse entre estas organizaciones y laspandillas. Según entrevistas están presentesen más de la mitad de los barrios.

En lo que se refiere a la guerrilla, su presen-cia no supera el 20% de los barrios; en gene-ral es prácticamente inexistente y se reducea enlaces de frentes rurales que actúan prin-

cipalmente en el departamento de Bolívar.

En lo que se refiere al sector suroriental, elanálisis es parecido, sin embargo existenalgunas diferencias. En las comunas Seis,Ocho y Nueve, muy afectadas por el homi-cidio, tienen presencia las autodefensas enmás de la mitad de los barrios. Las pandillastambién son importantes, sin embargo entérminos relativos, su peso es inferior al quetienen en el suroccidente. La delincuencia,por el contrario, es mucho más fuerte yexisten estructuras más organizadas que enel suroccidente.

En cuanto a la guerrilla, su presencia esinexistente, síntoma incontrovertible deque al menos en este sector las incursionesde las autodefensas nada tienen que ver conun supuesto destierro de las organizacionessubversivas. Lo más probable entonces esque los homicidios se expliquen sobre todopor el hecho de que las autodefensas seapropian de los negocios ilegales, así comose apoderan de las redes de las pandillas y ladelincuencia. En menor medida, se explicapor las actuaciones de las organizaciones

Homicidios en Barranquilla en 2003 - 2004 según sectores

SECTOR 2003 2004 TOTAL GENERAL

CENTRO 46 64 110

NORTE 64 57 121

RUAL 5 5 8

SUROCCIDENTAL 163 135 298

SURORIENTAL 198 163 361

(en blanco) 8 1 9

TOTAL GENERAL 484 423 907Fuente: Policía Nacional y DANE.Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Vicepresidencia de la República.

79 Según una versión, buena parte de las 15.000 tiendas deBarranquilla pagan 10.000 pesos semanales y cuotas extraordinariasque oscilan entre 200.000 y 500.000 pesos dos veces al año. Ver enBarranquilla, por el conflicto, los homicidios se dispararon desde el2003 y el miedo crece. En El Tiempo, 30 de octubre de 2004.

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delincuenciales. Igualmente se pueden atri-buir a ajustes de cuentas entre delincuen-tes, que podrían explicar parte de los homi-cidios atribuidos a riñas.

Caso particular es el de la comuna Ocho,que limita con la comuna Diez, en el centrode la ciudad. Ya vimos que en la comunaOcho los homicidios aumentaron en térmi-nos absolutos y relativos entre 2003 y 2004.

Distribuyendo los homicidios por barrios,se destaca El Rebolo, que históricamente haregistrado presencia de estructuras delin-cuenciales, la que se mantiene a juicio de laBrigada Interinstitucional de Homicidios(Brinho), que identifica bandas de sicariosen la actualidad. Hay que señalar que limitacon el río Magdalena, utilizado por las auto-defensas y el narcotráfico como corredor demovilidad, lo que permite inferir el interésque tienen estos grupos por dominar estebarrio, para usarlo como base de apoyo ensus actividades ilícitas. Por ello, se puedepresumir que las autodefensas en esta co-muna estén atacando a ciertos sectores dedelincuentes mientras se alíe con otros, enparticular con las bandas de sicarios.En lo que se refiere al centro de la ciudad, la

comuna Diez, arrojó una tasa de 116 homi-cidios por cada cien mil habitantes en 2003,más del triple de la tasa de 36 que presentóla ciudad;así mismo registró una tasa de 157en 2004, cinco veces más que el promediode Barranquilla en ese año. Hay que teneren cuenta que por tratarse del centro, sec-tor en donde está presente una gran pobla-ción flotante, la tasa de homicidio tiende aser elevada. No obstante, es significativoque mientras los homicidios bajan en elconjunto de la ciudad, se incrementan en elcentro en términos absolutos y relativos. Esimportante señalar que sumando los dosaños, el sicariato y las modalidades de homi-cidios no reportadas representaron el 66%,el atraco el 11% y las riñas el 18%80. Estainformación señala que detrás de la mayoríade los homicidios están los grupos organi-zados y particularmente las autodefensas.No es insensato pensar que en la actualidad

80 La Policía no mantuvo los mismos criterios en 2003 y 2004. En2003 en la modalidad no reportada se registraron 349 homicidiosmientras que en 2004 sólo 19. Por el contrario en la modalidad desicariato se reportaron cuatro en 2003 y 240 en 2004. Es obvio quebuena parte de los que correspondieron en 2003 a la modalidad noreportada pasaron a la modalidad de sicariato en 2004. Para podercomparar las cifras se decidió unir las dos categorías. Esto tiene sen-tido en la medida en que buena parte de los homicidios atribuidos en2003 a la modalidad no reportada fueron en lo esencial cometidos porsicarios.

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81 A juicio de un cronista de El Heraldo que entrevistó a los coman-dantes de la Policía y el Ejercito, las autodefensas ya arrinconaron alas Farc y el ELN a unos cuantos barrios del suroccidente y hacia fina-les de 2004 “(...) le están disputando las calles del centro de la ciudada la delincuencia común”. Ver: En Barranquilla, por el conflicto, loshomicidios se dispararon desde el 2003 y el miedo crece. En ElHeraldo. Octubre 31 de 2004.82 Las colmenas corresponden al viejo mercado de Barranquilla. Enla actualidad son manejadas por comerciantes que tienen acceso alpúblico en terreno no cubierto.

las autodefensas le disputan a la delincuen-cia común y organizada el control del cen-tro de la ciudad81. Las entrevistas fueroncontundentes al respecto. Se estima que lasautodefensas están en aproximadamente el40% de los barrios de la comuna Diez,mien-tras que la delincuencia actúa en la totali-dad de la misma. Los homicidios se concen-traron en los barrios el Centro y Barranqui-llita, de acuerdo con los reportes de laPolicía. En Barranquillita, queda el mercadopúblico y en particular las llamadas colme-nas, espacios en los que tradicionalmente ladelincuencia ha actuado con especial fuer-za atracando, extorsionado y vendiendodrogas82. Las autodefensas se están apode-rando del sector, por lo que le cobran cuo-tas a los comerciantes y transportadores yllevan a acabo actividades de “limpieza”.

Adicionalmente, se apropiaron del denomi-nado sistema de cobro “paga a diario”, paralo que aplicaron un elevado nivel de violen-cia que recayó generalmente en pequeñoscomerciantes.En cuanto al barrio el Centro,

se tiene que señalar que concentra activida-des comerciales, financieras, industriales yla mayoría de las oficinas públicas, situaciónque explica que haya atracadores, haladoresde carros y motos, asaltantes de localescomerciales y bodegas, al tiempo que existamucha distribución de droga,prostitución yotras actividades al margen de la ley.

Se puede pensar que en estos barrios partede los homicidios que se producen estánasociados a ajustes de cuentas entre narco-traficantes, protagonizados por sicarios quetienen presencia en la ciudad pero que almismo tiempo están articulados a oficinasde cobro con sede en Cali, vinculadas a

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estructuras que hacen parte del Cartel delNorte del Valle.

Aparte de lo anterior, se tiene que señalarque parte de los homicidios son llevados acabo por delincuentes, como lo señala elhecho de que alrededor del 11% de lasmuertes violentas fueron atribuidas a atra-cos. Las riñas, que representaron el 18%, seexplican por el hecho de que existen mu-chos negocios de prostitución y de venta delicor. El norte de la ciudad, que concentralos sectores medios y altos, pasó de 64 a 57homicidios entre 2003 y 2004. Los índicesdisminuyeron en la totalidad de las comu-nas con excepción de la Doce, que pasó deuna tasa de 22.5 a 40.5, lo que sin embargono es muy significativo pues en términosabsolutos los homicidios subieron de 6 a 11homicidios. Es de hecho el sector menosafectado de la ciudad y sus tasas,con excep-ción de la Doce, se encuentran por debajodel promedio de la ciudad. Un aspecto quellama la atención es que el río Magdalenabordea algunos de sus barrios, principal-mente en las comunas Dieciséis y Doce.

En la medida en que el río es un corredordel narcotráfico y las autodefensas, no sepuede descartar que algunos de los homici-dios estén asociados a actividades de estasagrupaciones. Adicionalmente, se tienen ho-micidios dispersos asociados al narcotráfico.

Además, se debe señalar que un barrio co-mo el Boston, perteneciente a la comunaDiecisiete, fue el que concentró el mayornúmero de homicidios en términos absolu-tos. Es un barrio tradicional, originalmentede estratos acomodados, que sufrió un pro-ceso de deterioro, pues algunos de sus sec-tores se convirtieron en zonas de talleres,que a su turno trajeron expendios de licor ysobre todo de droga en donde ocurrenhomicidios por ajustes de cuentas. En elbarrio han actuado sicarios y no se excluye

que parte de los homicidios estén asociadosa ajustes de cuentas entre narcotraficantes.

El barrio El Prado registró 14 homicidios en2003,pero bajó a 4 en 2004.Sin embargo,esun barrio muy grande por lo que en térmi-nos relativos los homicidios no tienen unpeso significativo. No obstante que es unbarrio de estratos acomodados,en el pasadose presentaron homicidios protagonizadospor sicarios, posiblemente asociados al nar-cotráfico. Por lo demás los homicidios ocu-rrieron de manera dispersa.

Sectores sociales vulnerables

Al respecto, conviene mirar la violenciareciente en Barranquilla desde la perspecti-va de la afectación de algunos sectores vul-nerados por la actuación de los diferentesagentes de la violencia,pues lo anterior per-mite complementar el análisis planteado.Enprimer término se consideran los tenderos,sector muy mencionado por los entrevista-dos,de los cuales 15 fueron asesinados sóloen 2004. En segundo término se analizaranel medio sindical, los docentes y los estu-diantes.

Respecto de los tenderos, se pueden plan-tear varias hipótesis. Una primera señalaque la mayoría de ellos vienen del interiordel país, principalmente de los Santanderes,y que en ocasiones han creado sus negociosa través del desvío de dineros de organiza-ciones de narcotraficantes o autodefensas,agrupaciones que los asesinarían como re-presalia. La segunda señala sencillamenteque es por atracarlos. Una tercera, la mássólida, sostiene que los asesinan por nopagar las extorsiones exigidas. Se relató queexisten organizaciones que les ofrecenseguridad a cambio de una cuota. La contri-bución varía con el tipo de establecimiento,pero en lo esencial casi todos los tenderosla pagan. Existen cuotas semanales fijas, sin

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embargo igualmente exigen cuotas extraor-dinarias una o dos veces al año. Los homici-dios se producen cuando los tenderos noproceden al pago de las respectivas cuotas.

Las versiones sobre los responsables soninteresantes porque permiten avanzar en lainterpretación. Se relató que entre 1999 y2000 fueron asesinados cerca de una vein-tena de ellos a manos de bandas organiza-das que se dedicaban a la extorsión.Les des-truían los negocios para presionarlos y enúltimas los asesinaban. La Policía desarticu-ló las bandas, sin embargo durante 2004, lasituación se volvió nuevamente preocupan-te; se señaló que los responsables de estoshomicidios en la actualidad están mejororganizados y son más fuertes. Las presio-nes por el cobro son más sistemáticas, lasamenazas más contundentes y los homici-dios se producen como una advertencia algremio para que pague oportunamente.

Es muy posible que las autodefensas sehayan apropiado del negocio que antesostentaba la delincuencia. No se puede des-

cartar tampoco que las autodefensas utili-cen las pandillas u otras organizacionesdelincuenciales para efectuar los cobros. Sedebe tener en cuenta que los homicidios seconcentran sobre todo en los sectores suro-riental y suroccidental, donde se registrauna presencia muy fuerte de estas organiza-ciones. Respecto de los tenderos y lospequeños comerciantes,es significativo quelos entrevistados hayan puesto en un lugarimportante el tema del sistema de cobrodenominado “paga a diario”. Se argumentóque el problema radica en que tradicional-mente los tenderos han estado por fuera delsistema financiero, por lo que han caído enmanos de prestamistas y financiadoresinformales.El prestamista entrega un dineroque debe ser devuelto con intereses muyaltos en cuotas diarias. Tradicionalmente, elnegocio era manejado por varias personas,sin embargo recientemente existen indiciosde que se presenta un monopolio en cuantoa esta actividad. Además, el cobro se ejercecada vez más por la vía de la violencia eigualmente se llega al extremo del asesinatocomo medida para agilizar los pagos en el

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83 De los 43 asesinatos, 35 ocurrieron en Barranquilla. Es importan-te señalar que muchos sindicalistas del Atlántico han sido asesinadosen Barranquilla y Soledad. 84 No se tienen fechas sobre las amenazas y los desplazamientos,los cálculos fueron hechos con base en un listado proporcionado porla CUT Atlántico. 85 Yamil Cure fue detenido, como en el caso de Correa, por informa-cion de desertores pero después fue dejado en libertad en octubre de2004. 86 Las cedes de Sintraimagra, Sintraelecol y la CUT Atlántico fuerondinamitadas el 30 de octubre de 1999.

conjunto del sector afectado. Los cobrado-res usan motos o carros, utilizan armas sofis-ticadas y emplean el método de causardaños materiales,profiriendo amenazas paraacelerar el pago. De todas maneras, estapráctica parece ser un sistema muy eficien-te de extorsión que a su turno sirve para“lavar” activos derivado del narcotráfico.

Por otra parte, los sindicalistas vienen sien-do asesinados desde finales de los añosochenta. Sin embargo a partir de 2000, loshomicidios aumentaron significativamente.De un total de 43 sindicalistas asesinadosentre 1989 y 2004 en el departamento delAtlántico, 35 lo fueron a partir de 200083. Sedestaca la Asociación de Profesores Uni-versitarios, ASPU, con 6 homicidios, laAsociación Nacional Sindical de Traba-jadores y Servidores Públicos de la Salud,Anthoc, con 5 y el resto distribuidos en 20sindicatos. Esta cuenta excluye los profeso-res no sindicalizados, de los cuales fueronasesinados 6 a partir de 2002. Además fue-ron asesinados 9 estudiantes desde 1989, 7de ellos desde 2000.

En los últimos años han sido amenazados107 sindicalistas, profesores y estudiantes,de los cuales alrededor de 40 tuvieron queabandonar la ciudad84, sin tener en cuentamuchos líderes populares, dirigentes deacción comunal, abogados,ex-sindicalistas ymuchos otros sectores, para los que no sedispone de estadísticas desagregadas.

En el 2004, la situación se volvió preocu-pante pues fueron asesinados siete sindica-listas y el profesor Alfredo Correa de An-dreis, hechos que causaron un enormeimpacto en la sociedad barranquillera. Adi-cionalmente fue detenido y posteriormentetuvo que abandonar la ciudad el folcloristaJosé Yamil Cure Molinares85.

Los sindicalistas señalan que son víctimas

de las autodefensas como resultado de lasdenuncias que han hecho sobre corrupciónestatal y por los asesinatos que estas agru-paciones irregulares vienen cometiendo enla ciudad. Caso particular es el del sector dela salud en donde la corrupción se ha arrai-gado desde muchos años atrás. Los activis-tas de Anthoc señalan que las presiones y lasamenazas aumentan cuando denunciancasos de sobrecostos, nóminas paralelas, nocompra de insumos y en general malosmanejos. De igual manera, se citaron casosen que los homicidios y las amenazas estánasociados a las protestas, las convencionescolectivas, las manifestaciones; un ejemplode lo anterior es que tres sedes sindicalesfueron dinamitadas, coincidiendo con unparo cívico nacional86, sin embargo las ame-nazas son aún mayores cuando se trata dedenunciar la corrupción.

Así mismo se relató que el 16 de agosto de2001, el Sindicato de Trabajadores Públicosdel Distrito de Barranquilla, Sindiba, organi-zó una toma pacífica en la que se hicierondenuncias para que se mediara entre laAdministración y el Sindicato y se protegie-ran a los trabajadores contra los despidos ylas reestructuraciones.Ese día fue asesinadoManuel Santiago Pájaro, uno de los directi-vos del sindicato.

Adicionalmente cabe preguntarse sobre larelación existente entre el desvío de recur-sos de las ARS y los homicidios de sindica-listas de Anthoc. Se debe considerar que enBarranquilla es aceptado, y así lo reconoció

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“Jorge 40”, que las autodefensas desvíanrecursos de las ARS. Adicionalmente, mu-chos entrevistados, no necesariamente sin-dicalistas, arguyen que las autodefensas tie-nen una influencia sobre los funcionariosque manejan el sector, no sólo en Barran-quilla sino en varios municipios del depar-tamento87.

El caso de los docentes y alumnos es pare-cido. El caso del profesor Correa de Andreises ilustrativo al respecto. Éste fue detenidopor tener presuntos vínculos con la subver-sión, información suministrada a la FiscalíaGeneral de la Nación por un reinsertado. Elente investigativo no encontró pruebas sufi-cientes por lo que el acusado recuperó sulibertad sin embargo poco después fue ase-sinado. Sobre el particular, se debe recordarque Correa había hecho una investigaciónsobre el desplazamiento forzado en eldepartamento de Bolívar y que sus denun-cias muy posiblemente estén en el trasfon-do de los hechos.La situación de la Universidad del Atlántico

es muy particular y tiene raíces desde hacemuchos años. En las décadas de los sesentay setenta, se desarrolló un movimiento estu-diantil muy activo que fue objeto de unacierta represión por parte del Estado. Escierto también que en esos años no fueronpocos los estudiantes que se vincularon a laguerrilla. A finales de los años setenta, laUniversidad se democratizó y tuvo queadministrar sus escasos recursos para aten-der el triple de alumnos que tenía antes. Sevincularon de esta manera alumnos de losestratos populares del sur de la ciudad,donde tenía alguna presencia la guerrilla. Enesos años, sobre todo a partir de mediadosde los ochenta, aumentaron las presionessobre los activistas de izquierda y fueron

87 El bloque Norte de las autodefensas tiene una influencia muyimportante en el municipio de Ponedera, en particular en PuertoGiraldo, corregimiento de este municipio. Un entrevistado argumentóque las autodefensas tienen una influencia notoria en el sector esta-tal y particularmente en el manejo de la salud. Cosa parecida ocurreen otros municipios del Atlántico y del Magdalena, principalmente losribereños: Sabanagrande, la que colinda con Sitio Nuevo, Magdalena,Santo Tomas, Palmar, Ponedera y Suan.

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88 El entrevistado hizo referencia a 8 profesores de los cuales recuer-da los nombres de Raúl Peña, Alfredo Castro, Luís Mesa, LisandroVargas y Jorge Freyter. Los homicidios ocurrieron a lo largo de losnoventa. En el caso de Raúl Peña el muy posible que lo hayan asesi-nado por denuncias de corrupción. Luís Mesa del MOIR, fue secreta-rio de la Universidad y era candidato para ser rector cuando ocurrie-ron los hechos. Alfredo Castro, del Movimiento Ciudadano del PadreBernardo Hoyos había sido vicerrector de Bienestar y posiblementetambién fue señalado por denunciar actos de corrupción. LisandroVargas de tradición de izquierda y activista sindical tiene la caracte-rística de que su hermano había sido asesinado en la Universidad delCesar. Jorge Freyter, un químico, tenía un hijo homónimo activo en elmovimiento estudiantil y posiblemente lo asesinaron por esta circuns-tancia.

apareciendo paulatinamente los asesinatos88.

La situación cambia a partir del año 2000 yno se puede descartar que los móviles esténmás asociados a denuncias de corrupción ya luchas de poder.

Lo cierto es que el movimiento estudiantilha sido hostigado, las protestas y las mani-festaciones han disminuido, así como losincidentes que alteran el orden público. Sinembargo, las amenazas persisten y la situa-ción en el medio universitario sigue tensa.

Un análisis prospectivoa manera de conclusión

La situación en Barranquilla es indudable-mente preocupante, sin embargo es pocoprobable que ésta adquiera los niveles deotras ciudades como Cali o Medellín o decapitales de la Costa Caribe como Rioha-cha, Valledupar y Santa Marta, o de Cúcutaen Norte de Santander. El nivel de homici-dios en los últimos cuatro años subió consi-derablemente, llegando a su nivel más altoen 2003, sin embargo no alcanzaron losniveles de 1996, fruto de la disputa entre elCartel de la Costa y estructuras del nortedel Valle. Es poco factible que los homici-dios superen los niveles históricos y quesobrepasen tasas de 100 por cada cien milhabitantes, como sí ocurrió en las ciudadesanteriormente mencionadas.

Barranquilla es un caso particular porque laincursión de las autodefensas ha tenido unalto componente rural y abarca otros muni-cipios de la zona metropolitana comoSoledad y Malambo. En este sentido, lasautodefensas contrarrestaron a las guerri-llas, rodeando la ciudad y no penetrandoúnicamente en sus barrios populares paraexpulsarla. Es obvio que la guerrilla tuvopresencia en los barrios populares, sinembargo no fue necesario desalojarla, pues-

to que la estrategia consistió en aislarlas. Enla actualidad,existen todavía reductos de lasFarc, principalmente en los barrios surocci-dentales, no obstante es poco probable quese de una incursión de las autodefensas enesta zona por los motivos ya expuestos.

Barranquilla, como se anotó, es una ciudadindustrial y un puerto marítimo que se haconvertido en punto estratégica por el pasodel río Magdalena y la cercanía con su des-embocadura. Si bien estos factores llaman laatención del narcotráfico y de los grupos deautodefensa, Barranquilla, a diferencia deCali y Medellín, no fue tradicionalmentesede de un cartel en particular, sino másbien un espacio que utilizaron grupos denarcotraficantes de otros departamentosdel país. Es cierto que el Cartel de la Costafue remplazado por grupos del Valle delCauca y que en ese proceso jugaron unpapel fundamental las autodefensas, princi-palmente el bloque Norte de las AUC.

Las organizaciones de autodefensas hanmanejado un perfil mucho más discreto y sehan desgastado menos, pues sus incursio-nes en los barrios populares no han sido tanintensas, a diferencia de Medellín y Cúcuta,donde los niveles de homicidios en losbarrios adquirieron proporciones a vecesdescomunales.

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El río Magdalena es indudablemente uncorredor que utilizan narcotraficantes yautodefensas para exportar cocaína eimportar pertrechos. Por ello, no les convie-ne llamar la atención de las autoridades,porlo que sus actuaciones no son reivindicadasen una forma clara. Es importante señalarque buena parte de los barranquilleros loque percibe es la presencia de “paracos” o“paraquitos”,es decir de delincuentes o pan-dilleros que se hacen pasar por las autode-fensas. Si bien algo de lo anterior ocurre, lomás probable es que las autodefensas utili-zan a estas organizaciones para cumplir consus propósitos. No obstante, las autodefen-sas tienen como claro objetivo dominarespacios en la ciudad para controlar losnegocios ilegales. No se puede negar que lasautodefensas tienen alguna participación enel poder local, situación que se evidencia enel hecho de que desvían recursos del sectorsalud y en particular de las ARS y que tienenuna alta participación en los juegos de azar,particularmente el chance. Su capacidad noparece ir más allá de desviar recursos públi-cos para fortalecer sus finanzas.

Gran parte de la problemática es absorbidapor Soledad y Malambo, para no hablar sinode los municipios circundantes más impor-tantes. El crecimiento de población no seproduce en la actualidad en Barranquillasino en sus alrededores. Por lo anterior, esde esperarse que la situación de Soledad yMalambo se deteriore hacia el futuro. EnBarranquilla, en cambio, se puede esperarque sus barrios cada vez se asentarán más yel Estado hará más presencia. No obstante,fenómenos como los asesinatos de tenderosy la apropiación del sistema de cobro deno-minado “paga a diario” denotan que la situa-ción está lejos de ser superada. Los barriossurorientales,y en especial el barrio Rebolo,han sido muy conflictivos en los últimosaños, sin embargo parece ser un fenómenohistórico. Las “limpiezas”, el sicariato, los

homicidios fueron su característica a lolargo de los años noventa. La característicade este sector es que limita con el ríoMagdalena, que está bajo dominio de lasautodefensas,situación que les permite ejer-cer una importante influencia, sin necesi-dad de tener una presencia abierta en estosespacios. Los homicidios disminuyeron en2004 cuando se analiza el sector en su con-junto, pero aumentaron en el barrio ElRebolo, que como ya se anotó a lo largo deldocumento, tradicionalmente ha sido asen-tamiento de la delincuencia organizada. Sibien las autodefensas han establecido alian-zas con estas agrupaciones, no se puededescartar que hacia el futuro tengan quecombatir algunas de ellas,por lo que el nivelde homicidios podría mantener niveles ele-vados en el futuro próximo.

El sector suroccidental es más difícil de con-trolar porque no limita con el río Mag-dalena. Sus barrios son mucho más nuevos,menos asentados y quizás por ello la guerri-lla tiene una presencia más importante quela que ostenta en el suroriente. Es territoriode pandillas y en esa medida seguirá siendode cuidado en el futuro próximo. Sus tasasde homicidio son elevadas comparadas conotros sectores de la ciudad y, aparte de unacomuna, presentó una reducción de estedelito en 2004. Las perspectivas hacia ade-lante son preocupantes, sin embargo, cierta-mente no se llegará a niveles tan elevadoscomo los de sectores populares de otrasciudades, más si se tiene en cuenta queSoledad y Malambo absorberán cada vezmás la problemática descrita.

El centro de la ciudad es álgido, al igual quela mayoría de los centros de otras ciudades.Los homicidios se incrementaron en 2004,muy probablemente porque las autodefen-sas se están asentando en un contexto enque la delincuencia ha sido muy fuerte. Esdifícil establecer cuanto tiempo falta para

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que las autodefensas logren un posiciona-miento, se tiene que advertir por ello que lasituación puede deteriorarse en los añospor venir. Barranquilla no presencia unasituación tan crítica como otras ciudadesdel país, sin embargo seguirá siendo proble-mática, porque no se puede subestimar elpeso que seguirá jugando el narcotráfico enla ciudad. Como se mencionó, Barranquillaes una espacio que utiliza grupos que ac-túan en la Costa Caribe, algunos de los cua-les tienen sede en el Valle del Cauca. Por unlado, se puede esperar que hacia el futuro,estas organizaciones buscarán bajar aúnmás su perfil, sobre todo si se tiene en cuen-ta que el bloque Norte de las AUC, con locual tiene alianzas, está presente en la mesade negociaciones con el Gobierno nacional.Por el otro lado, no se puede descartar queestas organizaciones sigan apropiándose deredes que aún no controlan, situación quepodría estar asociada a la comisión de homi-cidios.

Adicionalmente, el tema de las pandillas nodeja de ser preocupante. En este sentido, esun caso comparable al de Cali, donde estasagrupaciones tienen fuerza, alimentándosede los recursos del narcotráfico. El fenóme-no ha venido creciendo en Barranquilla y sehacen evidentes sus conexiones con orga-nizaciones delincuenciales más organiza-das,el narcotráfico y las autodefensas.Por loanterior, mientras existan las pandillas, serámuy difícil neutralizar las otras organizacio-nes delincuenciales e irregulares. Esta situa-

ción no incidirá en aumentos bruscos en loshomicidios,pero sí estará en el trasfondo dela persistencia de la violencia en la ciudad.

La actuación de la delincuencia organizada,por su lado, es muy difícil de predecir, pues-to que sus límites con las otras organizacio-nes son difusos. El barrio El Rebolo ilustraque existen alianzas entre autodefensas,nar-cotráfico y delincuencia, pero al mismotiempo se demuestra que las primeras lacombaten cuando no se alinea a sus intere-ses. Los cambios en sus correlaciones defuerza son difíciles de predecir, por lo quese pueden presentar situaciones inéditas.Por lo anterior, no es posible de acuerdocon la información disponible predecirhasta que punto ni cuando las AUC concen-trarán la mayor parte de las redes del narco-tráfico y de la delincuencia.

Finalmente, la situación en cuanto a sectoresvulnerables se refiere, seguirá siendo depreocupación en Barranquilla, porque no sepuede esperar que las autodefensas dejen deapuntarle a sectores como los sindicalistas,docentes y estudiantes, entre los principa-les.La corrupción y la incidencia de las auto-defensas en el poder local se hacen cada vezmás claras. Por lo anterior, los activistasseguirán denunciando esta situación y porlo tanto las amenazas y las intimidacionesseguirán recayendo sobre ellos. En este sen-tido, se tiene que recalcar que en el mes demarzo de 2005 apareció una lista de sindica-listas amenazados por las autodefensas.

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