Fuenteovejuna o caos ecológico

Úrsula Oswald Spring

caos ecológico

Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias

El Colegio de Tlaxcala, A.C. Fundación Heinrich BoU

Oswald Spring, Úrsula GN75 088 Fuenteovejuna o caos ecológico/Úrsula Oswald

Spring. Cuemavaca: UNAM, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, 1999. 341 p.

ISBN: 968-36-6410-5

l. Hombre y su relación con el medio ambiente 2. Desarrollo sustentable 3. Recursos naturales -Contaminación

Catalogación en publicación: Lic. Martha A. Frías León, Biblioteca del CRIM

Disef\o de portada: Poluqui 1 ra. Reimpresión: 2002 ~2002 El Colegio de Tlaxcala, A.C. Km. 1.6 Carretera Vla Corta Santa Ana·Apizaco C.P. 90600 San Pablo Apetatitlán, Tlaxcala. Tel: 52 (01246) 464·17·07 hHp:/lwww.coltlax.edu .mx Correo Electrónico: coltlax@prodlgy.net.mx

<tl2002 Fundaci6n Helnrlch Btlll Oficina Regional para Centroamérica Residencial Zanzlbar, No. 24, Pasaje A·Oriente San Salvador, El Salvador Tet: 274-68·12 Correo Electrónico: boell@netcomsa.com

Primera edición, 1999

© Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Av. Universidad s/n, Circuito 2, Col. Chamilpa, Cuemavaca, Morelos http://www.crim.unam.mx Correo electrónico: crim@servidor.unam.mx

ISBN: 968-36-6410-5

Impreso y hecho en México

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CONTENIDO

Memoria del olvido. Santiago Genovés A manera de prólogo

Introducción Futuro de México Organización del libro Contenido del libro Metodología Escenarios de política ambiental duradera

PARTE 1 CONTAMOS CON AMPLIOS RECURSOS NATURALES

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El agua generadora de vida 39 Sin agua no hay vida 39 El agua en la tierra 41 El agua en México 44 El agua en Morelos 45 El Servicio Meteorológico Nacional 46 La red hidrometeorológica en Morelos 47 La contaminación del agua 48 ¿Hacia dónde se orienta el manejo del agua? 50

Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo 57 Erupciones volcánicas en el pasado 57 Efectos de las erupciones volcánicas en seres

humanos y en el entorno 63

Fuenteovejuna o caos ecológico

Volcanes activos en el mundo 66 Erupciones volcánicas en México 68 El Popocatépetl 69 Situación actual del Popocatépetl 70 Riesgo de erupción 72 Población que vive dentro de la zona de riesgo 73 Posible afectación de infraestructura y servicios 7 4 La sociedad ante la emergencia volcánica 7 5 Otras actividades requeridas ante una emergencia

volcánica 77 Albergues considerados 78 Activación del plan operativo del volcán

Popocatépetl 79 Perspectivas 80

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos 87 Factores que afectan la calidad del aire 87 Distribución de la actividad económica por sectores 88 Contaminantes más importantes del aire 91 Orígenes de la contaminación atmosférica 94 Red de monitoreo atmósferico 100 Resultados 102 Estudio comparativo entre 1996 y 1997 107 Red automática de monitoreo atmosférico

de Cuerna vaca, (R.A.M.A.C.) 11 O Conclusiones 113

Áreas protegidas y su federalización 121 Introducción 121 Mecanismos de protección ambiental 1 25 Obstáculos a la política de áreas naturales

protegidas 127 Federalización de la política de áreas naturales

protegidas 132 Áreas naturales protegidas en Morelos 133 Apuntes conclusivos 136

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Contenido

Plantas medicinales y sustentabilidad 141 Comentarios acerca de la historia de las plantas

medicinales 141 Plantas medicinales mexicanas en Oaxtepec 145 Desarrollo sustentable y plantas medicinales 148

Acuacultura en Morelos 155 Historia de la acuacultura en Morelos 155 Embalses de agua en el estado de Morelos 156 Acuacultura en Morelos 158 Producción acuícola anual 160 Algunas reflexiones generales sobre la

acuacul tura 166

Ciudadanos frente a la sustentabilidad 171 ¿Hay problemas en el ambiente y la sociedad? 171 Morelos ante el reto de la agenda XXI 173 El reto urbano en el estado de More los 17 5 Proceso urbano-industrial 179 Políticas culturales en la ciudad del siglo XXI 183 Planeación y participación cíudadana 186

PARTE 11 GESTIÓN AMBIENTAL, ECOLOGÍA HUMANA

Y CALIDAD DE VIDA

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social 193 ¿Qué tiene de especial Juchitán? 193 Entorno socioeconómico general 196 Oaxaca 218 Juchitán de Zaragoza 223 Geografía 224 El alimento como vehículo de justicia social 240 Juchitán es un modelo de dignidad y calidad

de vida 250

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Educación ambiental como factor de cambio social 257 Bellezas naturales 257 Crecimiento poblacional y sustentabilidad 258 Educación ambiental 262 Situación de la educación y de la cultura

ambiental en Morelos 264 Carrera entre la tecnología y la humanidad 266 El recurso natural más apreciado 271

El ambiente: un derecho humano inalienable 27 5 Derechos humanos y medio ambiente 275 Desarrollo sustentable 277 Agua, un derecho básico a la vida 281 Los problemas de contaminación del agua 284 Basura confinada y aire limpio: derechos

frecuentemente pisoteados 288 Destrucción de la biodiversidad en México 292 Perspectivas 295 Los derechos de la mujer y de los niños ante

el ambiente 296

PARTEIII

Apuntes conclusivos 307 311 México y la aldea global

Índice de cuadros Índice de gráficas Índice de mapas Índice analítico

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Memoria del olvido

A manera de prólogo

Hace 133 años, Emst Haeckel, zoólogo de la entonces ya ilustre Universidad de Jena, inventa una bien científica y hoy conocida nueva palabra: "ecología", uniendo, integrando dos voces grie­gas: "oikos" (casa, hábitat, hogar) y "logos". Más conocido Haeckel por sus acercamientos y alejamientos con Darwin (El origen de las especies es de 1859), que por este maravilloso sentido de integración, se nos olvida.

Como a M en del ( 1866, inicio de la genética). Como a von Kropotkin ( 1902, cooperación, como base de la supervivencia).

Primero fue Einstein, el científico más científico de nuestro siglo y, posiblemente de todos los siglos, -que no Sor Juana, San Juan, Ruiz de Alarcón, Santa Teresa, etc.-: "lmagination is more important than knowledge" y también: "Gravitation cannot be made responsible for people falling in love".

Después en los cincuenta, C.P. Snow con Las dos culturas. Poco después, Sir Peter Medawar, Nobel en Medicina, me es­cribe en1969: "Todos los adelantos en el campo de la ciencia, a todos los niveles, comienzan con una aventura especulativa, con una preocupación imaginativa de lo que pudiera ser cierto, preo­cupación que siempre y necesariamente, va un poco más allá (a veces mucho más allá) de aquello para lo que poseemos autori­dad lógica o de hecho para creer en ello. Es la invención de un mundo posible, de una pequeña fracción de ese mundo. Se ex­pone luego la conjetura a la crítica con el fin de averiguar si ese mundo ideado se parece o no al real, a la realidad. El pensa­miento científico es, por lo tanto, en todos los niveles, la inte-

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racción ente dos tiempos de pensamiento, un diálogo entre dos voces: imaginativa una, crítica de sí misma la otra. Un diálogo, si usted quiere Santiago, entre lo posible y lo actual, entre pro­posición y posibilidad, conjetura y criticismo. Entre lo que pu­diera ser cierto, y lo que es cierto en realidad. Dentro de esa concepción del proceso científico, la imaginación y la crítica se combinan integralmente: la pura imaginación sin crítica puede constituir no más que la profusión cómica de nociones grandi­locuentes y tontas. Por sí solo, el puro razonamiento crítico es estéril. Hacia el mismo tiempo, oigo decir a A. Schweitzer: "Nuestra era ha logrado separar el conocimiento del pensamien­to, dando por resultado que poseamos hoy, al fin, una ciencia libre, pero apenas sí, ciencia alguna que reflexione".

Sí, mientras que habíamos olvidado a Mendel, a von K.ropotkin, recordábamos, constantemente, El discurso del mé­todo (el inicio de la ciencia moderna, digamos, Descartes) hace unos trescientos cincuenta años, pero olvidando, completamen­te, que también nos dio El tratado sobre las pasiones del alma. (Tenemos alma, si no, seríamos unos desalmados). Olvidando que no es "Pienso, luego existo", sino "Dudo, pienso, luego existo". Olvidando muchos que el pensamiento científico, la cien­cia, no surgen de la certitud, sino de la ambigüedad, de la crea­dora duda.

Continúo tras la memoria del olvido: hace sólo unos cuatro millones de años, inventamos la Cultura, ese brazo extra-bioló­gico gracias al que nos salimos del nicho ecológico en el que la Naturaleza nos había colocado. Vamos avanzando a pasitos muy lentos hasta que, hace unos ocho mil años, llegamos a la Gran Revolución del Hombre: la Revolución Agrícola, mucho, mu­chísimo más esencial que las posteriores, casi, casi actuales, que todos recordamos: la francesa de hace 220 años, la mexica­na, la rusa, la china. Con la Revolución Agrícola, por vez pri­mera, nos encontramos llenos de riquezas, como el posterior rey Midas de la cultura griega. Ya no tenemos, como los nóma­das que fuimos antes, que andar día y noche de aquí para allá cazando conejos, lagartos o bisontes; recogiendo nueces y be-

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Memoria del olvido

Ilotas para ganarnos, día a día, el pan nuestro de cada día. Pode­mos sentarnos a pensar, a pensamos: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿I-Iacia dónde vamos? ¿Por qué? ¿Cómo?, etc. Tenemos granos y vegetales que cultivamos. Hemos domesti­cado a diversos animales que trabajan para nosotros. De nuevo, memoria del olvido.

¡Ah! Pero dando un gran salto que nos lleve hasta princi­pios del siglo XX, comenzamos, inconscientemente primero, consciente y torpemente después (Revolución Industrial de hace sólo unos 200 años), a destruir la Naturaleza. Aunque resurge finalmente la ecología, a partir de la interdisciplinariedad, de la multidisciplinariedad 1 que nos sugieren, entre otros, los ya cita­dos -von Kropotkin, Einstein, C.P. Schweizer, Medawar­muchos ecólogos, olvidan que somos parte de la Naturaleza. ¡Hay que proteger la naturaleza!" oímos, reiteradamente, día a día, en congresos, simposia, coloquios, cumbres, super-cum­bres, etc., casi casi, o sin casi alguno, como si nosotros fuése­mos marcianos. Como si nosotros, reitero, no fuésemos parte de la Naturaleza. Úrsula Oswald reflexiona y, desde luego, no sigue esa estrecha concepción ecológica.

He aquí el enorme mérito de Fuenteovejuna o caos ecológi­co? Sin mencionarlo explícitamente, Úrsula Oswald se encuen­tra, se ubica, es y está, en ese nuevo acercamiento que nos da el gran Basarab Nicolescu (físico técnico del CNRS): la Transdis­ciplinariedad. Acercamiento científico cultural, espiritual y so­cial, que trata de aquilatar qué es lo que hay entre las discipli­nas, a través de las disciplinas y más allá de toda disciplina, con el propósito de conocer los procesos actuales del mundo. Esto es, sin caer en el enciclopedismo de Diderot, integrar, inte_grar e integrar especializaciones sin encontrarse, para nada, Ursula Oswald, como un caballo de carreras en el hipódromo con todo y viseras, tratando sólo de llegar, en el menor tiempo posible, a una meta predeterminada.

1 Con las que, en la majoría de los casos, lo que hacemos es tocarnos sólo con la punta de unos pocos dedos -ínter-, de muchos dedos -multinter-.

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Está y es Úrsula Oswald con Octavio Paz: "Todo se empie­za/todo se acaba/nunca se empieza ni acaba nada". Con Ruy Pérez Tamayo y su Serendipia (digamos, con un ojo al gato, el otro al garabato). Con Arquímedes y los vasos comunicantes y no literalmente con Lavoisier: "Nada se pierde, todo se trans­forma", consciente Úrsula Oswald de que lo esencial, hoy, trans­disciplinaria, darwinianamente, no es si descendemos o no de los monos, sino que si nos destruimos, destruyendo la N aturale­za, de la que formamos parte, -lo que sucederá, lo que está ya sucediendo-, es que continuemos descendiendo, y acabaremos por destruir esta única, mínima, vulnerable, solitaria y aislada balsa llamada Tierra. O nos atenemos en México -y por exten­sión en el Planeta- a lo que va exponiendo y navegando Úrsula Oswald, o sí: Lavoisier tendrá razón: " ... todo se transforma", pero ¡gran pero!, no habrá aquí nadie para contárselo a nadie. Desalmadamente, sin cuerpo ni alma, llegará el caos que esta-mos propiciando.

Leamos pues, con toda nuestra atención, }o que nos va mos-trando, paso a paso, transdis~iplinariam.e~t~: Ursula Oswald ¡Nos va la vida en ello! Leer pnmero y, dmgtendolo, actuemos en consecuencia. Fuenteovejuna.

Santiago Genovés

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Introducción

Futuro de México

Antes de entrar en materia me es grato manifestar un profundo agradecimiento al director del CRIM, el Dr. Héctor Hernández Bringas, al Ing. Sergio Raúl Reynoso, al equipo de Publicacio­nes del Centro, al Lic. Ismael De Lorenz y a la Lic. Carmen León quien se encargó de esta publicación. Gracias al financia­miento otorgado por la Dra. Estela Morales Campos, Directora General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM, y al Mtro. Alfredo Femández, Subdirector, para el proyecto "Retos del desarrollo sustentable en México". Así como el cuidadoso apoyo en su ejercicio por parte del lng. Héctor Silva, Secretario Administrativo del CRIM, sus colaboradores, la Lic. Claudia Sán­chez y Ana Cecilia González.

Agradezco especialmente al Dr. Santiago Genovés su parti­cipación entusiasta en múltiples discusiones científicas acerca del futuro del planeta y la humanidad, la sugerente propuesta del título: Fuenteovejuna o caos ecológico. Las discusiones sobre el contenido recibieron importantes estímulos por parte de! Dr. Raúl García Barrios, coordinador del área "Perspectivas Socia­les del Cambio Ambiental", la Dra. Rocío Rueda, la Mtra. Catherine Bamett y la MVZ Patricia Rincón Gallardo. Los apo­yos más directos recibidos en la elaboración de alguno de los capítulos se mencionarán en el apartado correspondiente.

Preguntar acerca del futuro de nuestro país significa no sólo revisar críticamente su c.esarrollo pasado, sino analizar de ma­nera sistemática las transformaciones ocurridas dentro y fuera de México, con el fin de encontrar ciertas regularidades en el

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proceso, compararlas con otros países, pero también proponer alternativas factibles y políticas que mejoren la calidad de vida de todos sus habitantes.

No cabe duda, el proceso de crecimiento demográfico y la urbanización, nunca antes conocidos -la población mundial actual llega a 6 mil millones de habitantes (World Bank, 1999) y se incrementa semanalmente en promedio en 1.8 millones de habitantes- son los fenómenos más importantes del siglo xx. La especie humana tardó millones de años en alcanzar los mil millones de habitantes en el siglo xvrn. Un siglo más tarde esta cifra se duplicó y a mediados de los noventa del actual siglo existían ya 5 mil millones de seres humanos, cifra que crecerá exponencialmente en las próximas décadas, y se calcula que cada 17 años aumentan otros mil millones de personas; en 35 años se duplicarán los habitantes del planeta. Sólo a mediados del siglo XXI podrá estabilizarse la población mundial entre 8 y 14 millones de habitantes, dependiendo de las tasas de fecundi­dad y las prácticas anticonceptivas instrumentadas (ONU, 1998), especialmente en los países en desarrollo, donde se presentarán más del90% de los nacimientos futuros.

Sin embargo, de estos 6 mil millones de seres humanos, más de mil quinientos millones viven en estado de pobreza absoluta (UNICEF, 1996 y 1997), 120 millones se encuentran desemplea­dos, otros mil quinientos millones subempleados, otros tantos sin agua entubada y de éstos, un tercio presenta enfermedades hídricas prevenibles. Más aún, el 70% de estos pobres son mu­jeres y niños, y más de 14 millones de pequeños se mueren anual­mente por enfermedades que son evitables. Esta primera con­tradicción en un mundo con altos conocimientos tecnológicos, pero a la vez con un acceso muy segmentado a los. servicios públicos, de salud, empleo y bienestar, form~n una pnm:ra ~ar­ga pesada para la humanidad, y para su tránstto ha.cta el stg~ten­te milenio en condiciones de paz, bienestar, segundad, equtdad, empleo, salud y calidad de vida.

Una segunda reflexión está relacionada con los efectos ne-gativos que propicia el ser humano no sólo a otros seres huma-

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Introducción

nos, sino también a la naturaleza. Procesos de urbanización, des­forestación, contaminación de aguas dulces y saladas, agota­miento de los recursos hídricos, abatimiento de los acuíferos, erosión, desertificación y salinización de los suelos, emisiones de tóxicos al aire con efectos negativos en la capa de ozono y generación de un efecto invernadero; agotamiento de los mine­rales en el subsuelo y creciente escasez de energéticos dejan a las generaciones venideras en condiciones poco favorables. Este panorama poco halagador se toma más difícil ante la creciente polarización social, la iniquidad y la concentración de la rique­za en manos de grupos cada vez más restringidos.

En términos numéricos, la desforestación del planeta abar­ca más de la mitad de los bosques tropicales (FAO, 1998), que son los generadores del 42% de biomasa y_ del oxígeno de la tierra (Strahm y Oswald, 1990. pp. 94-95). África del Este y del Oeste destruyeron definitivamente el 72%, el subcontinente sudasiático el 63%, América Central y del Sur el 37% de sus selvas tropicales. Y en el estado de Tabasco se arrasó durante los ochenta como resultado de la expansión ganadera y petrole­ra el 96% de la selva alta perennifolia (Oswald, 1985, p. 73).

La escasez y contaminación del agua es tan severa que se habla del peligro de guerra por conseguir agu~ en las zonas crí­ticas del planeta, antes que otro tipo de conflagración mayor. Particularmente delicada es la zona del Medio Oriente, la re­gión al sur del Sahara (el Sahel), las partes semiáridas de la India y de China. Se calcula que en el año 2025, entre 46 y 52 países del planeta sufrirán de escasez de agua, países que cuen­tan con una población aproximada de 2.9 y 3.9 mil millones de habitantes. México sufrirá carencia de agua (en un futuro cerca­no) en sus ecosistemas semiáridos. Cuenta con una repartición poca equilibrada en cuanto a la distribución espacial del agua: en el 30% de la zona norte se genera sólo un 4% del agua, mien­tras que en la región sudeste en un 20% del territorio, existe el 50% del escurrimiento superficial del agua.

Prácticas inadecuadas de agricultura, sobrepastoreo en zo­nas semiáridas, desforestación de áreas tropicales en aras de una

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ganadería extensiva o una agricultura tropical, riego agrícola con aguas salobres o de acuíferos profundos, frecuentemente paleolíticos, destruyeron el 40% de las tierras semiáridas en el mundo y la desertificación avanza a pasos agigantados. Sobre­fertilización, mal manejo de agroquímicos, paquete tecnológico de la revolución verde y la generalización de monocultivos re­dujeron a niveles peligrosos las reservas de granos. Desde 1984 la producción de granos per cápita ha ido en decremento. Ade­más, una pesca excesiva provocó desde 1989 una reducción permanente en la captura de peces, del orden del7% por año y per cápita (Worldwatch lnstitute, 1996); todos estos fenómenos ponen en peligro la seguridad alimentaria del planeta, especial­mente de la población de menos recursos. Aunado a lo anterior, las nuevas preferencias en la ingesta de productos animales agu­dizaron los problemas mundiales de alimentación. Una tonela­da de carne de res requiere de 14 y media de toneladas de gra­nos y de 9 millones y medio de litros de agua, correspondiente a 3, 785 litros equivalentes de petróleo.

En cuanto a la biodiversidad, México es uno de los cinco países de megabiodiversidad, ya que cuenta entre un 60 y 70 % de la diversidad del planeta, gracias al encuentro de las biorre­giones neoárticas y neotropicales en nuestro país, cuya riqueza climática se ve diversificada aún más por el eje neovolcánico, que atraviesa a la República en la parte central. No obstante, 92 familias, 949 especies de hongos y fanerógamas, además de 1,420 especies de vertebrados son considerados endémicos, ra­ras o en peligro de extinción (Nom-059 Ecol-1994).

Particularmente importante en la conservación de los equi­librios ecológicos son los humedales, que ascienden en el pla­neta al 6% de la superficie terrestre. No obstante, la industria turística, el mal manejo de los agroquímicos, particularmente la sobrefertilización y la contaminación costera, destrozaron entre 1970-1998, el 46% de los sistemas costeros de Norteamérica, calculados entonces en un millón de hectáreas. En México, los grandes centros turísticos como Cancútl y Acapulco, acabaron con más de la mitad de sus manglares y las desembocaduras de

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Introducción

los grandes ríos, altamente contaminados, eliminaron en sus del­tas casi toda la biodiversidad acuática. El río Coatzacoalcos, pero también aquéllos que reciben descargas de ingenios azuca­reros como el Papaloapan, el Balsas y los de Sinaloa están co­lapsados en términos ambientales. Más aún, el incremento en la temperatura terrestre y por ende en el nivel del mar, calculado hasta en seis metros, eliminaría todos los humedales, junto con un 25% de las tierras agrícolas más productivas del planeta, asen­tadas en los grandes deltas y planicies costeras (The Ecologist, 1999).

La basura tóxica y doméstica se está convirtiendo en un las­tre en todo el planeta. Cuando Nueva York mandó un barco car­gado de desechos sólidos alrededor del mundo, ninguna nación quiso recibirlo; no le quedó más remedio a la metrópolis finan­ciera del mundo que instrumentar un manejo de reuso, recicla­miento, pero sobre todo de reducción en la generación de empa­ques y embalajes. Con ello se evita una grave contaminación de los suelos, pero también de los acuíferos, del mar y, principal­mente, se reciclan recursos aptos para tal fin. Estados Unidos cuenta con el5% de la población mundial, y genera el33% de la basura de la tierra, a la vez que utiliza más del 35% de todos los recursos naturales, renovables y no, en su proceso producti­vo y de consumo. Este modelo civilizatorio, altamente depreda­dor y abusivo de los recursos del mundo entero, no es un ejem­plo a seguir si queremos evitar el colapso del planeta entero y convertimos en fuenteovejuna de la destrucción.

Pero tampoco tanto abuso ha dado buena calidad de vida a los norteamericanos. Los niveles de violencia desde muy tem­prana edad, los altos índices de enfermedades graves, circulato­rias, inmunológicas y degenerativas, aunado a elevadas tasas de malnutrición, ponen en duda los beneficios de un modelo tan depredador. Obviamente este hiperconsumismo y despilfarro no es de imitarse: es atentatorio al bienestar no sólo de su propia nación, sino del mundo entero. No obstante, los hábitos de con­sumo "made in USA" se propagaron rápidamente por el planeta y penetraron en los rincones más remotos, donde una pequeña

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élite los adopta, a costa de la nación entera. Un particular ejem­plo son los pañales desechables, su uso en un solo bebé destru­ye 20 árboles en sus dos primeros años de vida.

En cuanto al aire, su majestad el automóvil, la quema de hidrocarburos en procesos industriales, de servicios y habita­cionales generaron graves problemas en las vías respiratorias de los habitantes de las grandes urbes. Aunque gracias a los catalizadores y filtros de aire, las muertes por inftción son ex­cepcionales en los países del Norte; no obstante, sólo en los Estados Unidos hay más de 100 millones de personas con pade­cimientos provenientes del smog. En el ámbito planetario, las emisiones del bióxido de carbono -C02-resultado de la com­bustión de hidrocarburos, está provocando un calentamiento ge­neral de la atmósfera. Un incremento de la temperatura media terrestre de entre 1.5 y 4.5 grados, provocaría un deshielo de los casquetes polares y elevaría el nivel del agua del mar entre 1.4 a 6 metros; esto inundaría una cuarta parte del planeta, afectaría a un tercio de la humanidad, y destruiría también las tierras agrícolas más fértiles en los deltas de los ríos en las costas, ade­más de provocar vientos huracanados y severos cambios climá­ticos (Oswald, 1994. pp. 97-99).

La Ciudad de México es mundialmente conocida por sus altos niveles de contaminación, y los niños menores de 5 años muestran alteraciones en sus bronquios, como procesos adapta­tivos a la contaminación permanente. Aunque se declaren con­tingencias ambientales, se suspenda la mitad del tráfico y la in­dustria altamente contaminante, sólo con una política integral de transporte público, zonas peatonales y de bicicletas, vehícu­los con baja contaminación, gasolina adecuada a la altura del Valle de México, educación ambiental, manejo alternativo de la basura y una masiva reforestación se podría mejorar a mediano plazo la calidad del aire (Bravo, 1997 y 1998).

Por último, en este diagnóstico introductorio y relacionado con el crecimiento demográfico se presenta un segundo fenó­meno propio del ftn el milenio, el de la U,rbanización. La mayor brecha en el ingreso y la huida del campo hacia las ciudades

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Introducción

perdidas en las grandes urbes es claro indicador de un creciente subdesarrollo. En el curso de menos de tres décadas la pobla­ción urbana de Kenia creció del 7 al 22%, en Zaire del 16 al 38%, en México del 51 al 71%, en Brasil del 46 al 75% y en Arabia Saudita del30 al75% (Banco Mundial, 1998). En Amé­rica Latina emigraron, por cada empleo creado, siete jornaleros agrícolas o campesinos. Además de salarios insuficientes, que no cubren los niveles de vida, seis personas quedaron sumergi­das en la economía informal, la miseria, la delincuencia y la marginalidad con complejas estrategias de supervivencia, don­de las mujeres y los niños cargan mayormente con el peso de la pobreza y desnutrición (Oswald, 1991). Las ciudades perdidas en México, Bogotá o las favelas en Río y Sao Paulo son mila­gros económicos. El barrio de Netzahualcoyotl en México tenía 62 mil habitantes en 1962. Treinta años más tarde creció a más de tres millones de pobladores. Algo similar está pasando en Chalco; Estado de México y zona conurbada de la capital. Ga­rantizar servicios como agua potable, calles, drenajes, seguri­dad pública, recolección de basura, abasto, salud, escuela y se­pelio llevan consigo fuertes inversiones, restringidos por la crisis económica que dura ya más de dos décadas. La falta de aten­ción generó ciudades y suburbios sucios, que provocan enfer­medades, inseguridad y problemas casi irresolubles.

La destrucción de la capa de ozono se presenta en la estra­tósfera, distante entre 20 y 50 kilómetros de la superficie terres­tre. Entre 1978 y 1990 la disminución de esta capa fue de15%, y a partir de 1993 aumentó a 7 .5%, con incrementos por década en la exposición a los rayos ultravioletas de 6.8% y de 9.9% a partir de 1993, y arriba de los 55° de latitud norte y sur. Aunque los clorofluorocarbonos (CFC) se sustituyeron en el mercado mundial, los ya existentes en la atmósfera no permitirán dete­ner, antes de los próximos 15 años, la destrucción de la capa de ozono, además de que se descubrieron agroquímicos, artefactos militares y otros productos que dañan también a dicha capa y que no han sido sustituidos por otros menos dañinos.

La magnitud de los problemas ambientales esbozados arri-

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ba, exige un acercamiento distinto para su solución. Como se mostró en Río de J aneiro, sólo mediante un proceso de concer­tación entre gobierno, industria, comercio, servicios, campesi­nos y población en general, se puede atacar algunos de los pro­blemas enunciados. Otros tantos dependen de la concertación internacional como son el calentamiento general de la atmósfe­ra, las lluvias ácidas, el adelgazamiento de la capa de ozono, la contaminación de los mares, el manejo de los tóxicos. En todos estos casos las Naciones Unidas tienen que jugar un papel es­tratégico, como de hecho lo hizo el Programa de Naciones Uni­das para el Medio Ambiente (PNUMA) con respecto a la sustitu­ción de los CFC, y cuya campaña fue apoyada por un boicot a los aerosoles por parte de los consumidores. En este caso preciso y en el del calentamiento global, es necesario establecer respon­sabilidades comunes, (pero proporcionales), de acuerdo a los actuales y pasados niveles de emisión a la atmósfera, política que promoverá mayor equidad entre y dentro de las naciones y ayudará, a la vez, a los países pobres a salir de sus procesos de modernización sin mayores daños ambientales.

Adicionalmente, los países en desarrollo son los mayores productores de biomasa y oxigeno y tendrán por este solo hecho el derecho de recibir, por parte de las naciones del Norte, com­pensaciones económicas que saldarían pronto sus deudas exter­nas y permitirían a estos países salir de su atraso. Obviamente, este tipo de corresponsabilidad mundial requiere de un intercam­bio eficiente de tecnologías anticontaminantes a nivel planeta­rio, conciencia generalizada de los daños que producen ciertos procesos de producción o de consumo, y una intensa participa­ción ciudadana, consciente de conservar los recursos naturales, evitar mayor contaminación y destrucción en el planeta.

Organización del libro

Este libro pretende penetrar en algunos de los problemas arriba esbozados, mediante una revisión bibliográfica y de investiga-

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Introducción

ciones que se han llevado a cabo. Además analizará algunos escenarios de desarrollo sustentable en sus contextos regiona­les, y explorará políticas ambientales generales, regionales y locales, que propicien bienestar a las generaciones actuales, sin hipotecar los recursos no renovables de las generaciones veni­deras. Pondrá especial énfasis en la educación ambiental y en los cambios de los hábitos diarios que provoquen la depreda­ción, y propone sustituir éstos por acciones no contaminantes y respetuosas de la biodiversidad.

Al sector gubernamental en el ámbito municipal, estatal y federal se presentarán políticas deseables de un desarrollo dis­tinto, que ponga al ser humano en el centro del progreso. Al sujetar las estrategias de crecimiento económico y social a la superación de la iniquidad, a la vez que se aprovechan óptima­mente los recursos naturales, se preservarán éstos para las ge­neraciones venideras y se evitará la contaminación en el pro­ceso productivo, y desde las fuentes. Pero no habrá gestión ambiental y participación ciudadana mientras el gobierno fede­ral no haga valer el Pacto Federal, declarado a principios de este sexenio. A cuatro años transcurridos los avances son mínimos, y fuera de mucha tinta y papel, los miembros del gabinete, en particular de las Secretarías del Medio Ambiente, Recursos Na­turales y Pesca y de Hacienda y Crédito Público (aunado a la historia aplacante de un centralismo a ultranza), resultan ser obstáculos casi infranqueables para transferir las decisiones al ámbito local. No obstante, sin una rápida descentralización de las funciones de gestión ambiental hacia los actores directos -léase campesinos, empresarios, colonos, presidencias m u ni­cipales y gobiernos estatales- la destrucción humana y am­biental ganará, dejando al país en condiciones mucho más difí­ciles que las pasadas crisis económicas, ya que los deterioros ambientales atentan contra la vida misma de la población. No respeta clase social, edad, ni ideología. En este sentido parecie­ra el fenómeno más democrático de nuestro país. Ojalá que la razón y la visión a largo plazo les ganen a los intereses mezqui­nos y corporativos.

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Por lo tanto, a la nación entera- inserta en un continente y un planeta- no le queda mucho tiempo. Urge actuar y el que­hacer tiene que orientarse hacia un modelo distinto de vida y economía. Este desarrollo, llamado también duradero o susten­table, implica procesos limpios desde el inicio de la produc­ción, reciclamiento de los subproductos y desechos, a la vez que crea empleos bien remunerados que mejoran la distribu-ción del ingreso y abaten la pobreza. En las empresas, en el gobierno, en las escuelas y los hogares se optimizará el manejo de los recursos naturales. La población y en particular las muje-res mejorarán el control de la fecundidad, los gobiernos en sus distintos niveles impulsarán el ordenamiento ecológico, urba-no, productivo, agrícola y territorial, todo ello dentro de un pro-ceso de participación ciudadana corresponsable pero, sobre todo, con una rigurosa evaluación de los avances, acompañados de la erradicación de la corrupción y de la ineficiencia. En síntesis, el desarrollo sustentable redefine la relación hombre-sociedad-na­turaleza y garantizará bienestar y equidad en el siglo XXI en un contexto de mayor globalización y transnacionalización, pero :'t también con más solidaridad mundial y democracia.

Contenido del libro

En cuanto al contenido del libro, la primera parte está dedicada al manejo racional de los recursos naturales. Analiza el recurso agua y su relación con la generación de la vida. En segundo término, se revisa la evolución de la corteza terrestre, la con­formación del vulcanismo y, en particular, la evolución y los peligros que representa el Popocatépetl. Termina con datos con­cretos acerca de la población que vive en las faldas de dicho volcán, analiza la preparación y los mecanismos de evacuación de dicha población y evalúa tentativamente la repercusión de diferentes grados de explosividad en los recursos naturales como el agua, el bosque y la infraestruct\ifa productiva o comu­nicativa.

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Después se revisan los componentes del aire, cuyo deterio­ro en calidad puede privar de la vida en segundos. Al contrario, mediante un manejo de conservación y mitigamiento, se recu­pera rápidamente, siempre y cuando se elimine o reduzca la fuen­te contaminante. El bosque y las selvas inciden directamente en la calidad del aire, proporcionan un hábitat a la fauna silvestre permanente y migratoria, fijan las partículas de tierra, ayudan a que se infiltre el agua pluvial en los acuíferos, mantienen la hu­medad residual, albergan la mayor biodiversidad y permiten pro­mover el ecoturismo y el recreo.

No obstante, la extremada centralización de la política am­biental en el país es un factor negativo en el manejo, la creación y el cuidado de las áreas naturales protegidas. El auténtico due­ño o usufructuario, generalmente ejidatario o comunero, se ve desplazado por una burocracia federal, que toma de decisiones en una capital lejana, cuyos resultados afectan no sólo a este propietario sino a regiones enteras y en el caso de las selvas, a todo el planeta. Por lo tanto, una gestión ambiental eficaz re­quiere de la planeación local en el estado y los municipios, obli­ga a la descentralización y exige de la activa participación de ciudadanos conscientes de la fragilidad del entorno.

Pero los recursos naturales sin una relación directa y a favor de una vida plena del ser humano pierden su sentido profundo. Por ello los dos capítulos siguientes exploran el aprovechamiento racional del agua y los peces en. cuanto al fomento de la acua­cultura. Esto no sólo incide en mejorar la alimentación de los pescadores directamente comprometidos con los procesos de captura, sino que, manejado sustentablemente, abre un poten­cial de ingresos y empleos.

A su vez, la medicina tradicional cuenta con una historia de miles de años en nuestro país. Morelos en particular, tuvo desde los tiempos prehispánicos un jardín botánico, donde se explora­ban sistemáticamente las facultades curativas de cierto tipo de plantas. El método científico de la experimentación dejó asom­brados a los españoles, quienes rápidamente se convencieron de la bondad de dicha medicina. Es más, a través de España se

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cambió en toda Europa el paradigma médico vigente, basado en los conocimientos griegos de frío y calor. Así México se con­vierte en promotor del paradigma moderno de la medicina ex­perimental y cambia profundamente los métodos curativos en el mundo entero. Hoy día y especialmente frente a los efectos tóxicos y secundarios de múltiples medicamentos alópatas, acompañado de una deshumanización del paciente, la medicina tradicional se vuelve a convertir en una alternativa, especial­mente cuando los servicios y medicamentos adquieren precios estratosféricos, fuera del alcance de la población de bajos recur­sos. Sin embargo, existe el peligro en nuestros países pobres, acosados por el neoliberalismo y la fiebre privatizadora, de que el Estado dedique los recursos públicos cada vez más al serví­cio de la deuda y se olvide de los aspectos sociales. La justifica­ción para reducir el presupuesto en salud pública radicará en los beneficios de la medicina tradicional.

El último capítulo de esta primera parte está dedicado a una nueva política de prestación de servicios ambientales, anclada en el municipio y destinada a mejorar los servicios públicos en favor de los ciudadanos. Analiza la ventaja de la concertación y de la colaboración directa de la población beneficiada en la obra pública. En momentos de aguda crisis y restricción presupuesta! es una alternativa viable, ya que reparte el costo entre diferentes niveles de gobierno y beneficiarios, quienes mejoran su calidad de vida. A fin de obtener la colaboración activa, ésta tiene que obedecer a demandas sentidas de la población e incidir directa­mente en el bienestar. En este sentido, el capítulo revisa los obs­táculos y las facilidades que promueven un proceso de mayor participación y, por ende, de democratización entre los habitan­tes. A su vez, explora alternativas de control ciudadano en la obra pública, como son la contraloría social, y propone un trato diferente entre gobierno y ciudadano, a fin de garantizar el ple­no respeto a las necesidades más sentidas, pero factibles dentro del marco de programas y planes gubernamentales. Además, reflexiona sobre el papel de la tecnologí~ y su vínculo con la sustentabilidad, sometiendo claramente los avances científico-

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Introducción

técnicos a las necesidades de los habitantes, especialmente los de menor ingreso.

La segunda parte del libro explora los componentes de la gestión ambiental en relación con la ecología humana y la cali­dad de vida. Ubica complejos procesos de desarrollo en su con­texto social, local y general. Inicia con un trabajo empírico, efec­tuado en una zona indígena de Oaxaca, donde los niños nacen con un kilogramo más de peso que el promedio nacional, pero sobre todo en mejores condiciones que los otros grupos indíge­nas, sumergidos en la absoluta pobreza. Analiza el fenómeno del matriarcado indígena, de los mercados regionales y del autoconsumo en cuanto a su incidencia en bienestar y calidad de vida de la familia y de la comunidad. A la vez propone estra­tegias alternativas a los tres niveles de gobierno, a fm de pro­mover una política social y de superación de la pobreza, que no exige mayores asignaciones presupuestales, pero sí distintas prio­ridades de desarrollo, particularmente con respecto al género.

El siguiente capítulo relaciona la gestión ambiental con el mejoramiento de la calidad de vida, la salud y el ambiente en el estado de Morelos. Un factor necesario en el cambio social es una eficiente educación ambiental, que impulse un cambio en los hábitos diarios de depredación, hacia una cultura de conser­vación. Esta educación tiene que iniciarse en todos los niveles de las escuelas, pero también debería rebasar al aula y penetrar en la vida cotidiana del hogar. No cabe duda, el mejor educador ambiental es la madre en cada casa. Ella no sólo está encargada de los procesos de socialización temprana del niño, sino tam­bién maneja las compras y los desperdicios dentro del hogar. El cambio en los hábitos diarios se convierte en la nueva cultura ambiental, al iniciar con distintos procesos de compra, donde nuevas prácticas de consumo eviten la contaminación y la ge­neración de basura desde antes de comprar. Manejo de composta domiciliaria, conciencia del ahorro del agua, de la luz, abono natural a las plantas y otras prácticas más, inculcan en el niño comportamientos respetuosos al medio.

Pero no habrá desarrollo sustentable, si no se relaciona el

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cuidado del medio ambiente con los derechos humanos básicos del homo sapiens. Sin aire limpio, agua pura, alimento suficien­te, entorno sano, desechos sólidos y líquidos saneados, bosques, flora y fauna silvestre y paisaje destinados al reposo, se infrin­gen los derechos humanos básicos. El capítulo propone meca­nismos concretos, ubicados en espacio y tiempo, a fin de mejo­rar las condiciones del entorno, la salud y el bienestar, sobre todo de las personas marginales. Los derechos humanos del ter­cer nivel, que incluyen los de un entorno sano, son poco conoci­dos por la población y la falta de los mismos puede privarlos en segundos, no sólo de una adecuada calidad de vida, sino de la vida misma. También existen procesos lentos y degenerativos, causados por daños ambientales, que pueden prolongar enfer­medades durante largos períodos. A pesar de que no pareciera un derecho humano básico, la falta de aire, agua y entorno lim­pios, exige a la ciudadanía una toma de conciencia sobre estos derechos tan vitales a la vida, a la salud, a la economía de sub­sistencia y a un entorno sano.

En una visión de conjunto se vinculará la sustentabilidad de los recursos naturales a la ecología humana y a los derechos humanos básicos. El futuro de una región o de un país se ubi­cará en un contexto mayor, el de las fuerzas transnacionales de un mercado globalizado, donde la ley de la oferta y demanda, regida por una férrea competencia mundial, pueden limitar un desarrollo duradero. El futuro de una familia, una comunidad, un estado y un país depende de cómo se insertan éstos en un mundo globalizado, con mercados macrorregionales, industrias transnacionalizadas, pero identidades microrregionales, basa­das en valores y culturas ancestrales, localmente arraigadas. Aunque los medios masivos de comunicación, el internet, los hábitos de consumo globalizado otorgan un entorno general a los aspectos culturales, el bagaje cultural individual y de peque­ños grupos, la lealtad étnica y cultural, definirán el quehacer político del siglo venidero. La amenaza de una globalización que subsuma todo, se enfrenta a la realidad de la articulación cada vez más clara de los intereses microrregionales. A su vez,

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la solidaridad mundial frente a una economía globalizada que polarice por igual en los países en desarrollo como en los desa­rrollados, permitiría tejer nuevas redes de interlocución y de colaboración en el ámbito planetario. Cambiaría también el pa­radigma existente de seguridad, basado en el terror de las armas cada vez más mortíferas, hacia una seguridad humana, de géne­ro y ecológica.

Metodología

Frente a la compleja tarea de estudiar las transformaciones ocu­rridas en el acceso diferencial a los recursos naturales -su con­taminación y sus repercusiones en el desarrollo, por parte de los distintos grupos sociales del pueblo mexicano-- se propone par­tir de un concepto holístico o integral, llamado también totali­dad dinámica o de un sistema autorregulador o disipativo.

Partir de una totalidad dinámica no significa estudiar minu­ciosamente todo, no es reproducir una fotografía de la realidad ya que ésta daría una visión estática, o sólo un corte temporal en un momento dado; por el contrario, los mecanismos de autorre­gulación que actúan dentro del sistema disipativo son los flujos. La dinámica generada no es caótica sino que se detectan dos fases específicas: primero, un flujo determinado que provoca un cambio localizado en una microestructura; y posteriormente, si los mecanismos reguladores del sistema no actúan adecuada­mente, se genera una segunda fase de inestabilidad que modifi­ca la macroestructura o el sistema en su conjunto, creando un sistema nuevo, apto para asimilar las perturbaciones pero rein­tegrando, reubicando y reorganizando elementos del sistema anterior.

El otro concepto que guiará el análisis de los siguientes ca­pítul~s es el de la cri~is. Ofrece una acercamiento dinámico, frecuentemente dialéctico, al objeto de estudio, a la vez que ubica al sujeto observador reflexivo, léase lector y autor, en una posi­ción crítica.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

México tuvo que asimilar tres recortes presupuestales du­rante 1998. En el supuesto caso de que los precios internaciona­les de petróleo sigan cayendo, el dragón asiático no se confor­maría con sólo contaminar con sus fuegos a los mercados emergentes como el nuestro, también los dirigiría al conjunto del sistema financiero internacional; Rusia sigue con su espiral inflacionaria y falta de organización en sus finanzas públicas; las bolsas internacionales continúan a la baja. Frente a cual­quiera de estas eventualidades ·(o múltiples más) y a la combi­nación de varias de ellas, la estabilidad económica, social y política del país se encuentra en el filo de la navaja. Esto es particularmente delicado cuando los gobernantes han encontra­do soluciones poco justas y parciales a los problemas, como lo demuestra el caso IBAB/FOBAPROA, probablemente la manera más injusta de encubrir incapacidad y corrupción. en el sector bancario y gubernamental.

En tiempos de sucesión presidencial es poco conveniente que los mecanismos estructurales de depauperación y de co­rrupción exacerben a la ciudadanía. Con un escenario de nuevas pérdidas en el poder adquisitivo y en la calidad de vida, es nece­sario plantear alternativas factibles que beneficien al país a lar­go plazo, tanto productiva como socialmente. Tampoco es mo­ralmente posible restringir más las políticas de combate a la pobreza, de educación, de salud, de alimentación y de fomento a la producción agropecuaria; en particular cuando los recortes anteriores suprimieron proyectos ejecutivos, que hubieran inci­dido directamente en el bienestar y la calidad de vida de am­plios sectores de los mexicanos ubicados en el peldaño más bajo de la escala social.

Los datos macro y microeconómicos hablan de manera elo­cuente de la pérdida del salario en un 85% desde 1976 a la fecha (Banco de México e INEGI). Los sectores menos favorecidos han soportado con toda la crueldad que esto implica, la ineficiencia burocrática y los injustos mecanismos de los siste­mas monetarios internacionales y nacionales, que han reducido su bienestar a niveles dramáticos de pobreza, sea por vía de

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Introducción

reducción salarial, sea mediante la casi desaparición de los gas­tos sociales.

Particularmente difícil fueron los últimos 4 años de política económica ( 1994-1998) que redujeron el Producto Interno Bru­to per cápita de la población mexicana en un 52%. Este deterio­ro se agudizó por la larga crisis que acosa a México desde prin­cipios de los ochenta y detuvo los indicadores de bienestar, calidad de vida, empleo y seguridad (Dabat, 1999). Después de casi dos "décadas perdidas" (CEPAL) y fuertes inconformidades sociales por los recientes aumentos en gasolina, impuestos, ser­vicios y la protesta de los estudiantes de la UNAM frente al au­mento de las cuotas de colegiatura, se plantea la pregunta acer­ca de la conveniencia de nuevos caminos en la macroeconomía y el quehacer político (Sen, 1997 y 1998). Más aún, el despertar democrático y participativo de los ciudadanos, las mujeres po­pulares cada vez más encargadas de las estrategias de supervi­vencia, las acciones pluripartidistas en la Cámara de Diputados y los castigos o premios consiguientes en las urnas por parte de las mayorías votantes -acosados por la pérdida del poder ad­quisitivo, altas tasas de interés, inestabilidad cambiarla, creciente pobreza e inseguridad- abren un espacio distinto.

A su vez, la globalización de la economía, su influencia en la política monetaria del país (como lo demostró la repercusión de las crisis asiática, rusa, brasileña y argentina en el mercado cambiarlo nacional) muestran la creciente fragilidad de las eco­nomías nacional e internacional (Soros, 1999). Si a esto le agre­gamos que los medios masivos de comunicación transmiten casi al instante eventos catastróficos y bélicos en cualquier parte del mundo, y que existe un acceso masivo al intemet, se podría entender y contrarrestar sus mecanismos manipuladores. El in­cremento dramático de los desastres naturales, resultado de un manejo depredador del entorno, requiere que se establezcan nuevas formas de participación ciudadana en México, a fin de mantener el frágil equilibrio existente.

Los enormidad de los problemas enunciados obliga a los gobernantes a cambiar el paradigma vigente y crear uno más

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Fuenteovejuna o caos ecológico

humano y menos expuesto a eventualidades externas. Esto sólo es posible mediante la integración de avances científico-técno­lógicos y de salud, donde los principios de equidad y democra­cia prioricen la $estación de un modelo alternativo (Sen, 1995, 1997 y 1998). Este se gesta desde abajo y está orientado hacia la sustentabilidad. El nuevo eje geopolítico fomentaría las rela­ciones multilaterales que promueven la equidad y se aprove­charían los conocimientos y valores tradicionales, enriquecidos por los avances científicos. Así se gestaría un nuevo ser, capaz de enfrentar en términos sociales, personales, éticos y económi­cos los retos del milenio venidero. En este modelo, la política fmanciera y presupuesta! estaría subordinada a las necesidades básicas de toda la sociedad, y el respeto al prójimo y a la natura­leza evitarían la destrucción, tanto en términos ambientales, de género y financieros, como en los aspectos sociales.

Por lo tanto, el nuevo paradigma relaciona los dos significa­dos de "oikos": la econonúa y la ecología, y postula que se de­berían asignar valores económicos reales a los recursos natura­les, de modo que se pague la reposición del recurso y su uso, incluidos los efectos de remediación y anticontaminación en el ámbito internacional y nacional. La clave de éxito estaría vin­culada a la gestión ambiental a nivel local, pero con una visión integral hacia la región, la nación y el planeta.

Escenarios de política ambiental duradera

El libro propone políticas alternativas factibles en sus tres par­tes. Éstas no surgen de la imaginación de la investigadora, sino que son producto de 35 años de trabajo junto a la sociedad civil, los industriales, los campesinos, pero también con científicos y tecnologías de punta, que se insertaron dentro de los métodos tradicionales de producción. La coordinación de estos esfuer­zos tuvo un primer resultado palpable en el proyecto "Salvemos el Río Apatlaco", poster que fue llevadQ; por las Organizaciones No Gubernamentales y la SEMARNAP a la Conferencia de Eva-

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Introducci6n

luación en Río de Janeiro: Río+ 5. Incluye un diagnóstico so­bre las variables socioeconómicas, ecológicas, demográficas, de salud, de educación, de gestión ambiental y de percepción de la población frente a los deterioros ambientales y sus actividades.

El esfuerzo de más de tres años de gestión ambiental colec­tiva terminó en una propuesta de inversión a corto, mediano y largo plazo, en la que se compromete a los gobiernos locales, estatales y federales, a los industriales, a los campesinos y a la sociedad en general, a encauzar los esfuerzos de gestión am­biental hacia una sola meta: la recuperación de la microcuenca, con calidad de vida. Obviamente, este trabajo no hubiera tenido éxito si no se elaborara también un presupuesto concreto por año, por habitante y en el corto, mediano y largo plazo. De modo que una recuperación compleja tiene que partir de procesos in­tegradores como: ordenamientos territoriales, medidas anticon­taminantes, áreas naturales protegidas, agricultura orgánica, ser­vicios públicos en agua, alcantarillado y plantas de tratamiento, manejo de desechos sólidos, composteo, ahorro de agua en rie­go y control de los contaminantes a la atmósfera. Adicional­mente, se vinculaban tecnologías de punta que no dañen ni el germoplasma, ni la biodiversidad del planeta -los fijadores de nitrógeno del aire al suelo, la micropropagación, la producción masiva de planta con copperbloc- a los métodos tradicionales de producción.

El libro retoma varias de estas líneas de investigación, las ubica en su espacio ecológico y en su temporalidad, a fin de ofrecer a la población interesada un proceso de gestión ambien­tal exitosa. El conjunto de este esfuerzo se refleja en la conclu­sión, donde se trata de vincular temas complejos como la biodi­versidad, la calidad del aire, la bioremediación, el origen de la tierra, el vulcanismo, las leyes ambientales, con el futuro de nuestro país, pero también con los derechos humanos indivi­duales y sociales relacionados con el ambiente.

El libro está escrito en un lenguaje accesible, con la filoso­fía de que "no importa lo que sepa el investigador, sino cuántos lo sepan". Se trata pues de un libro didáctico y a la vez proposi-

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tivo. Parte de la hipótesis de que la mayoría de los problemas ambientales son severos, pero que puedan ser resueltos, siem­pre y cuando se democratice su manejo, se transparenten los datos, se eduque a la población entera acerca de los peligros y se proponga un manejo descentralizado de los recursos natura­les, sobre todo en función de los intereses de las mayorías.

Los efectos de la contaminación no respetan zonas ni clases sociales. Dañan por igual a ricos y pobres, afectan su salud, reducen la calidad de vida y el bienestar. En este contexto gene­ralizado se abrirán perspectivas novedosas y multidisciplina­rias, propias del milenio por venir. Las situaciones venideras serán complejas, las estrategias múltiples, pero el cuidado del entorno le dará una nueva dimensión a las luchas y preocupa­ciones; también decidirá si habrá futuro deseable o catástrofe local, regional y mundial en el tercer milenio. De todos noso­tros y de cada uno en particular depende cómo se desdibuja este futuro.

Finalmente, las reflexiones vertidas llevan a relacionar el modelo imperante de desarrollo -depredador, violento, patriar­cal, exclusivista e inequitativo- con un futuro mejor. La vio­lencia social, ambiental, personal y militar obliga a todos a tra­bajar en modelos alternativos que garanticen la seguridad humana, respeten la vida del más débil, mejoren el entorno, in­tegren a las mujeres y a los niños al bienestar, garanticen segu­ridad entre y dentro de las naciones, impulsen la resolución de conflictos y fomenten un futuro con calidad de vida para todos. Esto significa una democratización profunda de todas las esfe­ras de la vida, independiente del género, raza, edad o creencia. Implica también una participación activa de cada uno de noso­tros. En tiempos de globalización es urgente asumir la respon­sabilidad personal y social, así como compartir y repartir la carga de remediar proporcionalmente los daños históricos y presen­tes. Aunque la carga no sea pareja entre continentes y naciones, ni entre individuos, el tiempo se acorta y las catástrofes se mul­tiplican. Urge actuar con democracia, d~de abajo y solidaria­mente, Fuenteovejuna no perdonará.

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Introducción

Obras consultadas

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Fuenteovejuna o caos ecológico

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PARTE 1

CONTAMOS CON AMPLIOS RECURSOS NATURALES

El agua generadora de vida*

Sin agua no hay vida

Cuando se habla del agua es necesario reflexionar sobre el valor que cada persona le da. Así por ejemplo, si pensamos en el po­blador rural, encontramos que para él el agua es un bien de pro­piedad común y local, generador de vida y de riqueza, o fuerza destructiva que condiciona su supervivencia, la producción agro­pecuaria y su bienestar. En cambio, el habitante urbano con sólo abrir una llave tiene el agua a su alcance. Es un servicio del cual puede carecer y cuando lo tiene normalmente lo desperdicia. En el caso de la industria es un insumo más en sus procesos productivos. En la mayoría de los casos no lo incorpora a la pro­ducción y una vez usado lo devuelve contaminado al medio am­biente. Las autoridades gubernamentales lo consideran un re­curso limitado, cada vez más escaso, con una demanda creciente, no sólo porque la población aumenta, sino también porque las condiciones de vida van mejorando y requiriendo mayores can­tidades de agua, y porque la escasez, además de ser natural por el mal manejo, se limita aún más por la contaminación.

Nuestros indígenas la consideran sagrada, pero en sus con­diciones de marginalidad el agua se convierte en una verdadera cuestión de vida o muerte. Podríamos seguir cuestionándonos ¿cuál es el valor que los niños otorgan al agua? ¿Las mujeres que deben invertir varias horas de su jornada de trabajo diario en transportarla de fuentes lejanas a sus hogares y hervirla en condiciones rústicas ¿Cuánto vale el agua para los estudiantes,

* Se agradece al Dr. Felipe Arreguín dellMTA por su valiosa colaboración en este capítulo.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

los ambientalistas, las amas de casa en las ciudades, los científi­cos? ¿Qué valor le damos cada uno de nosotros que reflexiona­mos sobre el tema?

Si continuamos por este camino de reflexión podemos lle­gar a la conclusión de que las cifras y los conceptos expuestos a continuación son muy relativos. Sin embargo, quisiera iniciar la presente reflexión, independientemente del valor que cada uno de nosotros le demos al agua, con esta premisa básica: este lí­quido es simple y llanamente la vida.

Muchos analistas en todo el mundo consideran que antes que el petróleo, el agua será motivo de guerras. Según Starr (1992), desde principios de 1980, los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de América estimaron que habría diez regiones en el mundo que podrían entrar en estado bélico por lo limitado de los recursos hídricos. Las cuencas internacionales potencialmente más conflictivas, según este estudio, son las de los ríos Jordán, Eufrates y Nilo.

Pero existen cuencas internacionales en casi todo el mundo. El Centro de Recursos Naturales, Energía y Transporte (CNRT) publicó el Registro de Ríos Internacionales, en el cual se identi­fican 214 cuencas de ríos y lagos que pertenecen a dos o más países. De acuerdo con esta institución cerca del47% del área del mundo (excluida la Antártida) se encuentra en cuencas in­ternacionales, y existen 44 países donde al menos el 80% de su área se ubica en este tipo de cuencas (Biswas, 1993). No es difícil suponer los problemas que pueden generarse en la medida en que la escasez de agua se manifieste de una manera crítica en estas regiones.

La FAO señaló que "no cabe duda de que la creciente esca­sez y el mal aprovechamiento del agua dulce constituyen una grave amenaza para el desarrollo sostenible de la población, sobre todo en el Tercer Mundo. La competencia entre la agricultura, la industria y las ciudades por los limitados suministros de agua ya está restringiendo las actividades de desarrollo en muchos países" (FAO, 1994 ).

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El agua generadora de vida

El agua en la tierra

A la Tierra se le llama el planeta azul porque da esa impresión cuando se le mira desde el espacio, y esto se debe a que el 70% de ella está cubierta por agua, aunque ésta sólo representa el 0.07% de su masa y el 0.4% de su volumen.

La Tierra tiene 1 360 millones de kilómetros cúbicos de agua Si se pudiera separar la parte sólida y ponerla en el espacio, se for­maría una esfera de 2 400 kilómetros de diámetro. Esto parece ser demasiado y, sin embargo, seóa bastante más pequeña que muchos de los cuerpos de hielo que se encuentran en el sistema solar.

Si se repartiera esta cantidad entre todos los habitantes del mundo, a cada uno le tocaría 300 millones de metros cúbicos, lo que parece mucho; no obstante, el 98% de esta agua es salada y la tecnología actual para tratarla y usarla en el consumo huma­no o en el riego, es restringida, dado los altos costos y los eleva­dos niveles de energéticos requeridos.

Aún más, la mayor parte del2% del agua dulce se localiza en los casquetes polares o en los acuíferos, por lo que sólo que­da disponible el 0.014% en los lagos y ríos de la superficie te­rrestre. Si nuevamente se repartiera esta cantidad de agua entre los habitantes de la tierra, ahora les tocarían solamente tres mi­llones de metros cúbicos. Aun así, esta cantidad de agua sería suficiente para vivir en plenitud.

Pero la distribución de este vital líquido en el planeta Tierra no es uniforme en el espacio, ni en el tiempo. Existen regiones que cuentan con grandes cantidades de agua, mientras en otras la escasez es tal, que cualquier clase de vida es restringida. Ade­más, en la mayoría de los países sólo llueve durante unos cuan­tos meses al año.

El problema de la disponibilidad del vital líquido se toma más complejo cuando se relaciona la cantidad de agua con la población. Por ejemplo, la disponibilidad anual de agua dulce por habitante en metr~ cúbicos es de 109 000 en Canadá, 15 000 en Rusia, 1 O 000 en los Estados Unidos de América, 5 200 en México y 160 en Arabia Saudita y Jordania.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Es globalmente aceptado que una persona con 1 700 metros cúbicos por año no sufrirá problemas de agua; cuando tiene menos de esta cantidad se dice que está "estresada hidráuli­camente", pero cuando esa cantidad cae por debajo de los 1 000 metros cúbicos por habitante y año, se considera que el país sufre una escasez crónica; más aún, cuando existen menos de 500 metros cúbicos por habitante y por año se habla de escasez absoluta.

En general, se considera que 1 000 metros cúbicos por habi­tante y por año, es la cantidad mínima de agua que otorga una adecuada calidad de vida y un desarrollo nacional moderado. En 1990, 28 países cuya población total era de 335 millones de personas se encontraban en niveles de "stress" o escasez. Se estima que en el año 2025 de 46 a 52 países se ubicarán en esta categoría y su población variaría de 2 782 millones a 3 290 mi­llones de habitantes, dependiendo de las tasas de crecimiento que puedan tener en las siguientes décadas.

El incremento constante en la demanda de agua se debe al crecimiento poblacional y a la elevación en el nivel de vida. La población mundial alcanzó cinco mil millones en 1988, casi el doble de la de 1950. Para el año 2000 es probable que se incre­mente a más de seis mil millones (ONU, 1995 y 1998). Se espera que el total de agua consumida se incremente casi diez veces, de 520 kilómetros cúbicos por año en 1990 a aproximadamente 5 400 kilómetros cúbicos por año en el año 2000.

El sector agrícola es el mayor consumidor de agua. En la mayoría de los países, utiliza más del 80% de toda el agua ex­traída. Normalmente se considera a la agricultura como el mo­tor del progreso, y al agua como el componente esencial de un desarrollo agrícola sostenible (FAO ).

Desde 1950, el área regada mundialmente se ha incrementado al triple y llega aproximadamente a 275 millones de hectáreas. Actualmente, casi la mitad del alimento en el mundo se produce en sólo el 18% de las tierras regadas. No obstante, con el afán de aumentar el área de riego, se ha preStado poca atención a la eficiencia con que operan los sistemas, y menos aún al manejo

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de los suelos, que se deterioran con una velocidad increíble por erosión, salinización y abuso de agroquímicos.

Se pierde mucha agua en la conducción desde las presas o pozos hasta las parcelas. Se calcula que, en promedio, la efi­ciencia de los sistemas de riego es del 37% a nivel mundial. Mucho del volumen perdido se vuelve improductivo o se de­grada severamente en su calidad, al arrastrar sales, pesticidas y elementos tóxicos del suelo. Por lo tanto, el problema no es siem­pre de recursos hidráulicos adicionales. En muchos casos, éstos existen, pero su manejo es ineficiente y depredador.

Esta ineficiencia pone a la agricultura en situación de des­ventaja al competir por el agua escasa frente a las ciudades y las industrias. La FAO revela que "se requieren 15 000 metros cúbi­cos para regar una hectárea de arroz, pero que esa misma canti­dad de agua podría abastecer a 450 cabezas de ganado durante tres años, o a un centenar de familias campesinas durante cuatro años, o a cien familias urbanas durante dos años, o a la clientela de un hotel de lujo durante 55 días" (FAO, 1994).

Pero si los retos en el campo son grandes, también lo son en las ciudades. A principios de siglo no había ninguna ciudad cuya población ascendiera a los cinco millones de habitantes; en 1950 ya existían seis; en 1980, veintiséis, en el año 2000, se calcula que serán sesenta y en el año 2025 la cifra podría alcanzar a noventa ciudades con cinco millones de habitantes o más.

Se espera que en el año 2000 la población urbana ascienda al 51% del total de los habitantes del planeta, es decir, se habrá multiplicado por más de 2.5 en los últimos treinta años. Tam­bién en este caso, el crecimiento es desigual. En los países desa­rrollados la población urbana pasará de 717 millones en 1970 a 1 174 millones en el año 2000, mientras que en los países me­nos adelantados habrá aumentado de 635 millones a 2 155 mi­llones en el mismo periodo. Se calcula además que sólo cerca del 75% de comunidades urbanas de los países en desarrollo dispondrán de sistemas de abastecimiento de agua entubada, y el 50% de alcantarillado.

Los principales problemas de abastecimiento del vitallíqui-

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do a los centros urbanos son el agotamiento de las fuentes loca­les, la contaminación de las mismas, los altos costos de capta­ción y conducción del agua y los conflictos generados por los intereses de los diferentes usuarios con respecto a las fuentes. Paradójicamente, frente a esta difícil situación, en las ciudades existen grandes fugas, se utilizan tecnologías derrochadoras de agua, no se reusa este recurso, los sistemas de facturación y cobranza son deficientes, las tarifas por el servicio frecuente­mente no cubren los costos del suministro y existe poca con­ciencia ciudadana frente a este severo problema.

En una ciudad se consume en promedio el 71% de la pro­ducción total de agua en las casas habitación, el12% en la in­dustria, el15% en el comercio y el2% en el sector servicios.

En las industrias, las maquinarias, los procesos y los servi­cios accesorios demandan grandes cantidades de agua. Los usos industriales de este recurso se pueden dividir en tres grandes grupos: transferencia de calor, generación de energía y aplica­ción a procesos. La contaminación resultante es muy dispersa y los procesos químico-farmacéuticos, textiles, alimentarios, me­talúrgicos, petroquímicos, arrojan en promedio, contaminantes 50 ó 100 veces mayor que en una casa habitación.

El agua en México

Con una superficie de casi dos millones de kilómetros cuadra­dos, tiene una precipitación media anual de 777 milímetros, lo cual equivale a 1 640 kilómetros cúbicos. Sin embargo, su dis­tribución espacial es bastante irregular: en el42% del territorio, principalmente en el norte, las precipitaciones medias anuales son inferiores a los 500 milímetros y, en algunos casos, como las zonas próximas al río Colorado, son inferiores a 50 milíme-. tros. Por el contrario, en el 7% del territorio existen zonas con precipitaciones medias anuales superiores a los 2 000 milíme­tros, localizándose regiones donde se tegistran precipitaciones mayores a los 5 000 milímetros. En general estas precipitacio-

El agua generadora de vida

nes se registran en unos cuantos meses ya que el 80% de las lluvias se presentan en el verano (Comisión Nacional del Agua, 1993).

Del agua que se precipita sobre el territorio nacional, el27% se transforma en escurrimiento superficial. Se genera en el su­deste en tan sólo el 20% del territorio, mientras que en una por­ción del norte, que abarca el 30% del territorio se genera sólo el 4 por ciento. ·

México tiene lagos y lagunas con una capacidad de almace­namiento de 14 000 millones de metros cúbicos, y se han cons­truido presas que almacenan 180 000 millones de metros cúbi­cos. La suma de ambos equivale al47% del escurrimiento medio anual.

Otra parte de la lluvia se inflltra, y se calcula que 48 000 millones de metros cúbicos forman el recurso renovable de los mantos fréaticos; además, los acuíferos que se encuentran de­bajo de las zonas de riego reciben una recarga artificial de 15 000 millones de metros cúbicos de agua. Finalmente, se ha estima­do que existen alrededor de 11 O millones de metros cúbicos en los acuíferos, que podrían utilizarse por una sola vez por tratar­se preferentemente de aguas paleolíticas.

La disponibilidad de agua anual per cápita también es muy variable en todo el territorio nacional. Así, existen regiones con disponibilidad que varía entre 211 y 1 4 78 metros cúbicos anuales por persona, por otro lado hay zonas donde esta disponibilidad alcanza entre 14 445 a 33 285 metros cúbicos anuales por per­sona. En promedio cada mexicano dispone de 5 200 metros cú­bicos anuales.

El agua en Morelos

Morelos cuenta con un área de 4 958.2 kilómetros cuadrados y una precipitación media anual de 1 045 milímetros, superior a la media nacional de 777 milímetros por año. Podemos hacer un análisis similar al que hicimos en el caso de la república

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mexicana. Es decir esa precipitación que equivaldría a 5 164 millones de metros cúbicos, se transforma en 2 374 millones de metros cúbicos de escurrimiento, otros 1 395 millones se infll­tran, alimentando a los acuíferos y los restantes 1 395 millones de kilómetros cúbicos se evaporan (Aguilar, 1990). Si se com­paran estas cantidades con el consumo en el estado, que es del orden de los 850 millones de metros cúbicos anuales, pudiera crearse la falsa impresión de que no existen problemas de abas­tecimiento.

También en el estado de Morelos la distribución del agua es irregular en el tiempo y el espacio. La mayor precipitación me­dia anual se presenta en las zonas noreste y noroeste, en las partes más altas de las sierras septentrionales, donde llueve en promedio 1 200 milímetros anualmente. Esta precipitación va descendiendo hacia el sur, conforme disminuye la altitud, regis­trándose los mínimos en el valle de Ticumán y en Axochiapan con 800 milímetros anuales en promedio. Con relación al tiem­po, las lluvias se presentan entre junio y octubre.

El Servicio Meteorológico Nacional

Contar con esta información tan precisa, requiere de registros sistemáticos de la información meteorológica e hidrológica del país. En México este proceso se inició en 1877, cuando se creó el Observatorio Meteorológico Nacional; en esa ocasión se ins­taló una red meteorológica y un sistema de telecomunicaciones por medios telegráflcos.

En la década de los cuarenta se inició el registro de la direc­ción e intensidad de los vientos de la alta atmósfera, mediante el lanzamiento de globos piloto; en 1948 se realizaron los prime­ros sondeos atmosféricos en la Ciudad de México y en 1970 se adquirió el primer receptor de imágenes de satélite de órbita polar GOES, con el cual se obtuvieron imágenes de la república cada media hora, facilitando la previsió~ del tiempo con el ac­ceso a imágenes nacionales, regionales y globales de la tierra.

El agua generadora de vida

En los ochenta, la cobertura y el estado de las redes de ob­servación meteorológica, climatológica e hidrométrica se con­sideraban adecuados, aunque todos los equipos eran conven­cionales. Sin embargo, los avances tecnológicos en los sistemas de medición, transmisión, análisis, síntesis y difusión de la in­formación, obligaron a que a partir de 1989 se iniciará un inten­so esfuerzo de modernización del Servicio Meteorológico Na­cional, con tres objetivos principales. Primero, la consolidación tecnológica de los grupos de trabajo del Servicio Meteorológi­co; segundo, el equipamiento que permite obtener y procesar datos a tiempo real; tercero, el manejo eficiente de la informa­ción y su difusión oportuna con metas de prevenir desastres, ofrecer al agricultor datos útiles en sus labores e informar a la población acerca del estado del tiempo.

El proceso está en marcha, el nivel técnico del personal se ha incrementado substancialmente mediante programas de ca­pacitación con apoyo de la Organización Meteorológica Mun­dial y otras instituciones. El equipo modernizado, cuya mayor parte ya está instalado, consta de 65 estaciones automáticas en los observatorios, una red base en todo el país de 600 estaciones climatológicas automáticas, nueve estaciones automáticas de radiosondeo, doce radares meteorológicos y una estación terrena, que recibe la información vía satélite. Además, se han digitali­zado los datos de 5 300 estaciones climatológicas, y se utiliza el sistema de cómputo de la Organización Meteorológica Mundial en el manejo de toda esa información (CNA, 1993).

Por otro lado, la red hidrométrica nacional cuenta con 1 023 estaciones hidrométricas y 270 laboratorios de azolves, y se ha iniciado la instrumentación por medio de telemetría en las 15 cuencas prioritarias.

La red hidrometeoroiógica en Morelos

La red del estado de Morelos cuenta con 55 estaciones climato­lógicas, suficientes para brindar una adecuada información y

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tomar decisiones a tiempo. Incluso, en un estudio reciente (Co­llada, 1991 ), se calcularon curvas de igual reducción de la va­riancia de estimación y se llegó a la conclusión de que cualquier estación adicional a la red se localizaría fuera del estado, por lo que no es necesario aumentar las mediciones de la densidad pluviométrica en Morelos. En el mismo estudio se efectuaron estimaciones de precipitación media en fechas determinadas con 50 y 40 pluviómetros, obteniéndose precipitaciones de 33.71 y 32.78 milímetros respectivamente, con una variancia del error de la estimación de 70.35 y 70.42 milímetros cuadrados respec­tivamente.

En conclusión, en Morelos existe una red climatológica ade­cuada, con un número tal de estaciones que garantiza altos ni­veles de confiabilidad en los datos obtenidos.

La contaminación del agua

Hemos hablado de cantidades de agua, sin embargo como ya se había señalado, no sólo la escasez y la mala distribución espa­cial y temporal del agua imponen restricciones a su uso, sino también el manejo inadecuado. En los últimos años, la contami­nación se ha manifestado como el principal factor negativo en el empleo del agua, el mejoramiento de las condiciones de sa­lud, de reproducción y de calidad de vida.

Las ciudades, las industrias, las actividades agropecuarias, la erosión del suelo y otras acciones humanas aportan grandes cantidades de contaminantes a los cuerpos de agua. En 1980, las aguas residuales en el mundo ascendían a unos 1 870 kiló­metros cúbicos, y se espera que esta cantidad llegue a 2 300 kilómetros cúbicos a fmales del siglo.

Las descargas domésticas contienen una gran cantidad de materia orgánica y nutrientes, que al llegar a los cuerpos recep­tores los eutrofican, es decir, producen una sobrenutrición que contribuye al crecimiento de algas, mictoorganismos, plancton y animales bentónico~. Esto puede originar que todo el oxígeno

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del cuerpo de agua sea consumido y se produzca la anoxia, lo cual provoca la muerte de peces y malos olores.

Los sistemas de tratamiento de esta clase de descargas son in­suficientes en la n1ayoría de los países y resultan de costo elevado. A ellos se asocia otro problema y éste es la disposición de los lodos, producto del tratamiento, los que se desechan a cielo abierto, son devueltos a los sistemas de alcantarillado y, en contadas ocasio­nes, se tratan adecuadamente mediante digestión o composteo.

La contaminación que produce la industria es muy variada, porque depende del giro de que se trate. Puede producir conta­minantes con efectos tóxicos crónicos (aunque se descarguen en pequeñas cantidades) difícilmente detectable en las alcanta­rillas. Los índices de cadmio, plomo, arsénico y selenio son al­tos, aguas abajo de las industrias metalúrgicas; los fenoles que sirven de base en la fabricación de medicamentos, colorantes, explosivos, herbicidas, insecticidas, detergentes, desinfectantes, y que además son auxiliares en la industria textil y del cuero, aparecen cada vez con mayor frecuencia en los monitoreos que se hacen a lo largo de los ríos y lagos.

Es indispensable que se implanten programas de pretrata­miento en las industrias, con objeto de reducir estas aportacio­nes tóxicas y reparar las aguas negras de modo que puedan ser saneadas en plantas municipales de tratamiento.

La contaminación difusa o no puntual, por ejemplo, los es­currimientos superficiales de las ciudades y de las áreas agríco­las, la infiltración a los acuíferos de los lixiviados proveniente de desechos sólidos y los depósitos de desperdicios en los ríos y lagos, pueden causar problemas de más difícil control que la contaminación puntual.

Es difícil monitorear las fuentes difusas, porque frecuente­mente abarcan grandes áreas y en ocasiones ocurren sólo du­rante el tiempo que se manifiestan los efectos de una tormenta. La agricultura tiene una gran responsabilidad en esta contami­nación porque las cantidades de abonos, herbicidas e insectici­das utilizados no siempre son los adecuados y existe una ten­dencia a emplearlos en exceso.

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¿Hacia dónde se orienta el manejo del agua?

Si volvemos al planteamiento original acerca del valor que cada uno de nosotros le da al agua, y comparamos las disponibili­dades de este recurso con la demanda que hace la sociedad a nivel mundial, nacional y estatal, llegamos a la conclusión de la relatividad de los números, pues ellos demuestran que ni los habitantes de nuestro planeta, de nuestro país, o de nuestro es­tado, deberían tener problemas de abastecimiento. Sin embargo, su distribución espacial y temporal, su contaminación, la falta de infraestructura, la carencia de estructuras sociales adecua­das, la falta de uso eficiente y muchos otros factores nos sitúan en una realidad de gran escasez en los tres ámbitos citados.

Como se dijo anteriormente, la atención de este tipo de pro­blemas requiere de la combinación de decisiones de orden polí­tico, económico, social y técnico. En un contexto global se re­quiere la atención de los problemas en forma corresponsable entre todos los países. Al interior de ellos es recomendable aten­derlos al menos a nivel de cuenca, tomando en consideración sus interacciones con otras cuencas, las transferencias de recur­sos y otras medidas de tipo hidrológico.

La cuenca hidrológica es la unidad natural para planear el uso eficiente del agua y evaluar sus resultados, pues en ella se localizan ciudades, industrias, plantas hidroeléctricas, distritos de riego y granjas acuícolas. Es en este nivel donde se reflejan más claramente las necesidades y beneficios, pues aunque en alguna medida impliquen pequeños ahorros individuales de agua (para alguno de los usuarios mencionados), puede representar mucho para otros, y aminorar fuertes riesgos de contaminación o de sobreexplotación de los recursos. El uso eficiente en este nivel es muy complejo debido a la multiplicidad de objetivos y al gran número de opciones de solución. Ello ha obligado a crear una serie de procedimientos lógicos, que permiten eliminar ra­cionalmente un gran número de opciones para resolver un pro­blema hasta reducirlas a unas cuantas, Q quizá a una en casos muy particulares.

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En la agricultura se requiere el mejoramiento de la opera­ción de los sistemas de riego, mediante la elaboración de pro­gramas de cultivo, el uso óptimo de agua salina y dulce, el mo­nitoreo de condiciones del suelo y el clima, el pronóstico de sequías, la protección de tierras agrícolas y el desarrollo y em­pleo de estructuras de aforo. Se necesita también mejorar la captación y conducción, mediante la disminución de la filtra­ción y el control automatizado de canales. Finalmente, es nece­sario el mejoramiento de las técnicas de riego, como el riego intermitente, el riego con déficit, la fertirrigación y el reuso del agua.

En las ciudades, las técnicas de uso eficiente pueden clasifi­carse en cinco grupos: comunicación y educación, detección y reparación de fugas, medición, sistemas tarifarios y reglamen­tación (Arreguín, 1991). En la industria, las principales accio­nes de uso eficiente son la recirculación, el reuso y la reducción del consumo.

Todos podemos empezar a usar mejor el agua en nuestros hogares, recordemos que dentro de una casa habitación puede utilizarse hasta un 35% del agua en los excusados, un 30% en las regaderas, un 20% en las lavadoras de ropa, entre un 3 y un 10% en las llaves de fregaderos y lavabos y un 5% en las lava­doras de trastos. En todos los casos existe tecnología para usar más eficientemente el agua.

Existen excusados de bajo consumo que funcionan con seis litros por descarga, en lugar de los 16 a 20 litros que utilizan los tradicionales, e incluso se han llegado a diseñar excusados que no utilizan agua, como los biológicos y los incineradores, que degradan las heces hasta convertirlas en abono.

En el caso de las regaderas, se han hecho grandes esfuerzos por fabricarlas de manera que consuman solamente diez litros por minuto, sin embargo no han satisfecho los requerimientos de confort de los usuarios. La reducción del flujo en las llaves de los lavabos y fregaderos se logra por medio de aereadores, los cuales incluyen ·aire y dispersan el chorro de agua, incre­mentando el área de cobertura y por lo tanto pueden llegar a

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reducir el flujo hasta en un 6%. Existen lavadoras de ropa y de platos que pueden reducir substancialmente el consumo de agua y energía eléctrica. Y en el riego de jardines, el lavado de auto­móviles y el uso de albercas, existen recomendaciones para usar mejor el agua (Arreguín y Buenfil, 1990).

Algunas acciones más generales evitarán en el mediano plazo mayor escasez y contaminación:

• Establecer sistemas de monitoreo de calidad del agua, ba­sados en indicadores biológicos y muy pocos parámetros regionales o locales, de acuerdo al tipo de actividad de la región o condiciones naturales que pudieran generar con­taminación.

• Proteger las fuentes de abastecimiento de calidad del agua a fm de evitar su contaminación.

• Adecuar la normatividad internacional nacional, estatal y municipal relativa a la prevención y el control de la conta­minación del agua, y hacerla compatible con los objetivos de calidad del agua planteados, de acuerdo con los dife­rentes escenarios.

• Hacer el inventario de las fuentes contaminantes del agua, jerarquizarla de acuerdo a la intensidad de la contamina­ción y la gravedad en la salud humana y el entorno.

• Capacitar y asistir técnicamente a las instituciones federa­les, estatales, y municipales; a los organismos operadores de agua potable y saneamiento; a organizaciones de usua­rios de riego e industriales en la prevención y control de la contaminación del agua.

• Incrementar la productividad de las zonas de riego me­diante la capacitación y la asistencia técnica a los produc­tores, el mejoramiento de la infraestructura, el incremento en el uso del agua y la energía eléctrica y el uso racional de plaguicidas y fertilizantes.

• Incorporar nuevas superficies a la agricultura con aguas saneadas. \

• Terminar la modernización de los sistemas de detección,

El agua generadora de vida

medición, análisis y pronóstico de fenómenos hidrome­teorológicos.

• Desarrollar programas de control de inundaciones que in­cluyan medidas estructurales y no estructurales, atendien­do a la planeación integral de la cuenca.

• Operar el control de suelos en los programas integrales de protección de cuencas.

• Reforzar el inventario de los usuarios del agua, mejorar los programas relacionados con el aprovechamiento de la misma y lograr un mayor control sobre su uso eficiente y no contaminante.

• Seguramente en la medida en que se use mejor el agua, se podrá incrementar la seguridad alimentaria, reducir las en­fermedades hídricas y ofrecer una calidad de vida adecua­da a nuestra generación, sin afectar la de los futuros habi­tantes del planeta azul.

• No queda claro si se puede compartir el optimismo de la FAO que afirma que, "se ha registrado un número enorme de progresos en la disponibilidad alimentaria durante las últimas décadas. Así, por ejemplo, la población que sufre malnutrición crónica en los países en desarrollo ha decre­cido substancialmente del 36 al 20%, a pesar de que la población mundial ha aumentado" (FAO, 1994 ).

No obstante, el Worldwach Institute insiste en el incremen­to de la inseguridad alimentaria, el decrecimiento de la reserva de granos, la reducción en la captura de peces y la destrucción de las tierras fértiles en el mundo. Sin un manejo más respon­sable del agua, con saneamiento, conservación y reducción de la contaminación, el futuro del planeta azul se tomará primero gris y posteriormente negro. El agua es sin duda alguna el vital líquido, el proveedor básico de vida, pero también un agente importante en la miseria, la marginalidad y la muerte.

No habrá futuro deseable ni desarrollo sustentable sin un manejo totalmente distinto del agua. Sólo con una corresponsa­bilidad entre gobiernos, industriales, ciudadanos y especialis-

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tas, apoyados por recursos públicos y privados se podría rever­tir este futuro negro. Pero es también a nivel de cada persona que hay que cambiar la actitud del "laissez-faire" y convertirse en un proveedor activo de una distinta calidad de vida con un

~ i manejo más responsable y cuidadoso de un recurso abundante, pero en peligro. En síntesis, el vital líquido no sólo incide en el bienestar, la salud y la calidad de vida del ser humano, sino que apoyó los procesos de generación de vida en nuestro planeta, además de que jugó un papel preponderante en la formación geomorfológica, el paisaje, la atmósfera y los ecosistemas de nuestro planeta, temas que se desarrollarán en los siguientes tres capítulos.

El agua generadora de vida

Obras consultadas

Águilar, S. (1990). Dimensiones ecológicas del estado de More los. Cuerna­vaca, Morelos, UNAM/CRIM.

Arreguín, F. "Uso eficiente del agua". Ingeniería Hidráulica en México, mayo-agosto de 1991. México, Instituto Mexicano de Tecnolo­gía del Agua. pp. 9-22.

____ y M. Buenfil, (1990). 68 recomendaciones para ahorrar agua en domicilios, riego e industrias. México, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, octubre.

Biswas, A.K. (1993). "Management of lnternational Waters: Problems and Perspectives". Water Resources Development, v. O, no. 2.

Collado, J. (1991). "Red Hidrometeorológica en Morelos". En: Tapia, M., coord. Primeras Jornadas de Investigación en el estado de Mo­re los. Cuernavaca, Morelos, UNAM/CRIM.

Comisión Nacional del Agua. (1993). Informe 1989-1993. México. FAO (1994). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Roma. ONU (1998). Statistical Yearbook. Nueva York, Naciones Unidas. Starr, J. (1992). "Water Security: The Missing Link in the Mideast Strategy".

Canadian Joumal of Development Studies and lnternational Water Resources Association. Canadá. Número especial.

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

Erupciones volcánicas en el pasado

De todos los fenómenos naturales, tal vez los sismos, las inun­daciones y la actividad volcánica sean los que más impactan a la humanidad, tanto por los grandes daños producidos, que no pueden ser evitados con la tecnología actual, como por la inca­pacidad de los científicos de predecir su ocurrencia y sus alcan­ces precisos. No obstante, los avances en sismología, estudios de la corteza terrestre, movimientos a grandes profundidades dentro de un volcán en actividad, análisis históricos de erupcio­nes anteriores en términos geomorfológicos -en cuanto a los daños causados a la población, sus bienes y al entorno- mejo­ran el pronóstico y permiten establecer mayores predicciones con respecto a la probabilidad del tipo de erupción y los posi­bles daños que causaría.

Los sismos y las erupciones volcánicas son de los fenóme­nos naturales más antiguos en el planeta, además de que están estrechamente relacionados. Se calcula que se han producido y siguen ocurriendo desde hace 4 mil millones de años, fecha que coincide con la formación de la corteza sólida de nuestra plane­ta (Yefimovitch, 1980. pp. 108-116). Según este autor, una de las teorías más aceptadas acerca de la formación de la superfi­cie terrestre, es una configuración muy similar a la de la Luna en la actualidad. Estaba constituida por rocas volcánicas basálticas, llenas de cráteres volcánicos y con múltiples impac­tos de meteoritos en ,toda su superficie. Se supone que otros planetas del sistema solar pasaron por procesos similares y se han modificado poco durante los millones de años de su exis-

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tencia. Sin embargo, la Tierra sufrió importantes transforma­ciones, debido básicamente a los efectos producidos por la cons­titución de la atmósfera. Según estas teorías, las erupciones vol­cánicas dieron origen a la atmósfera, al agua y, por ende, a la vida.

Con el avanzar del tiempo, la violenta actividad volcánica generalizada fue cesando paulatinamente y empezó a concen­trarse en zonas más específicas, los llamados cinturones volcá­nicos del planeta. Aliado del vulcanismo surgieron otros fenó­menos geológicos como los movimientos continentales, la compresión de la corteza sólida, acompañada por la formación de las montañas no volcánicas, los afallamientos, el proceso de erosión, la acumulación de materiales, la constitución de deltas, lagos y pantanos, fenómenos naturales que han ido conforman­do el relieve actual de nuestra planeta. De hecho la actividad volcánica continúa hoy día y sigue cambiando, en caso de algu­na erupción mayor, la configuración de una parte especial de la superficie, pero sin impacto sobre el planeta entero.

Así por ejemplo, las erupciones del cinturón volcánico mexi­cano en la época cuaternaria dieron origen a los lagos de Zira­huén, Pátzcuaro y Cuitzeo, en el estado de Michoacán y, en gene­ral, al eje neovolcánico transversal en el centro del país. Ello propició que México se constituyera en uno de los cinco países de mayor biodiversidad en el mundo, gracias al encuentro en esta zona de la biorregión neoártica con la neotropical. Son preci­samente los estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Dis­trito Federal, México, Colima y Michoacán, que se vieron más impactados por este encuentro y no es casualidad que en sus en­tidades se ubiquen los volcanes más altos del planeta, con in­fluencia directa en el clima, la precipitación, la flora y la fauna.

A pesar de estas bellezas naturales y su influencia positiva en la fertilización natural de los suelos, puesto que una quinta parte de la humanidad está asentada en las faldas de volcanes y aprovecha los suelos ricos en minerales para la agricultura, el ser humano ha creado una imagen poco\ favorable a los volca­nes. Sea por la fuerza de las erupciones, por los daños, sea por

Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

la amplitud con que ello ocurre en todo el planeta, el ser huma­no ve a los volcanes con miedo e inseguridad. Sin embargo, ellos benefician el clima, propician precipitaciones, forman sue­los fértiles, se constituyen en barreras de vientos, en depósitos de agua dulce y en hábitat agradable de la población. Prueba de ello es la permanencia de importantes asentamientos humanos en las laderas de los volcanes. México tampoco se escapa a este fenómeno y, en particular, hay cerca de medio millón de habi­tantes viviendo alrededor del cráter del Popocatépetl, aun con el riesgo que ello implica y las molestias que ha causado la emi­sión constante de cenizas durante los últimos cuatro años.

La mayor erupción volcánica documentada en nuestro pla­neta ocurrió (afortunadamente) antes de que existieran civiliza­ciones en la Tierra. Se trata de la erupción en Yellowstone, ac­tualmente un parque nacional en Canadá. Hace más de 2 millones de años, se depositaron cerca de 3 mil kilómetros cúbicos de mag­ma explosivo en sus alrededores. La última' gran explosión data de alrededor de 600 mil años, cuando aproximadamente mil kiló­metros cúbicos de magma riolita fueron expulsados en forma de grandes flujos de ceniza, dejando un cráter entre 45 y 75 kiló­metros de diámetro. En la actualidad, este cráter está parcialmen­te ocupado por el lago Yellowstone. Por fortuna, esta erupción tan violenta se dio antes de que el ser humano se estableciera en aldeas y se dedicara a actividades productivas. Las erupciones posteriores en la Tierra nunca más alcanzaron estas magnitudes.

Posteriores erupciones menores en el mismo volcán dejaron otros 1 200 kilómetros cúbicos de lava y un fenómeno mundial­mente conocido como los "geysers". Se trata de columnas de agua caliente y vapor que se calientan a unos cien metros de profundidad hasta 150° y se transforman subterráneamente en vapor. Durante los últimos 100 años, cada 40 a 80 minutos arro­ja regularmente una columna de 35 a 50 m de altura de agua caliente y vapor. Estos "geysers" reducen la presión dentro del subsuelo con columnas de agua más frías, que se empiezan a calentar otra vez por el magma y vuelven a arrojar una columna de agua vaporizada.

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En la revisión de la historia reciente, hablando en términos geológicos de los últimos 5 mil años, se calcula que la erupción más violenta se presentó en la isla Thera, cerca de Creta, en el mar Mediterráneo, cuando se liberó la energía acumuJada en el volcán Santorín (Lugo Hubp, 1991. pp. 17-20). Mediante estu­dios de análisis de espesores, tipo de rocas, estudios isotópicos, de carbono 14 y poblaciones sepultadas, se logró fechar el suce-so y determinar su alcance. En nuestra era se han registrado ~fQ[ otras siete erupciones más de este volcán, de menor intensidad ~ y con daños más leves. ~~~

Hasta el siglo XVIII, las escuelas geológicas pensaban que la 1·~ fundición de rocas y las erupciones volcánicas eran consecuen-cias de quemas profundas de depósitos de carbono. En la actua-lidad, los especialistas coinciden en que el vulcanismo es un '} proceso profundo, resultado de la evolución térmica en el cen- i~ tro de la Tierra. Se trata de flujos calientes que salen del interior ·.~ del planeta y sus explosiones pueden afectar, con su emisión de ;) gases y cenizas, amplias partes de la atmósfera. il

Todas las rocas ígneas son resultado de eventos volcánicos, y el magma que no alcanza salir a la superficie y se solidifica adentro de la tierra, se llama roca ígnea intrusiva y aquél que sale a la superficie se defme como roca ígnea extrusiva.

Es a partir del siglo XIX, cuando avanza el conocimiento sobre las ciencias de la tierra y se empiezan a acumular datos científicos y precisos acerca de las erupciones volcánicas. Los medios de comunicación modernos y los instrumentos científi­cos permitieron seguir a distancia, y de modo preciso, una erup­ción en las últimas dos décadas. Posteriormente y de manera interdisciplinaria se analizaron los datos recopilados. Por últi­mo, las tecnologías propias de las mediciones por satélites faci­litaron la explicación más global de un evento en cualquier par­te del mundo, y su repercusión en la atmósfera de todo el planeta.

En este sentido es interesante ver las erupciones más sobre­salientes de los últimos dos siglos. EllO de abril en 1815 hizo erupción el volcán Tambora, ubicado en\ una de las islas Sum­bawa en Indonesia. Arrojó más de 50 km3 de magma y cubrió

Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

con ceniza, de por lo menos un centímetro de espesor, una su­perficie de más de 500 000 kilómetros cuadrados en el mar de Java. La explosión redujo su altura inicial de 4 300 metros a sólo 1 400 metros, se perdió la punta del volcán y quedó una caldera colapsada de un diámetro de 7 kilómetros y de un kiló­metro de profundidad. Se calcula que en esta catástrofe murie­ron 92 000 personas, 1 O mil por la erupción y los tsunamis, pero otros como consecuencia de los gruesos depósitos de cenizas en las islas aledañas, que provocaron enfermedades y hambrunas, con un saldo adicional de otras 82 mil muertes. Se le considera la erupción más fuerte del siglo XIX.

La erupción ocurrida el 27 de agosto de 1893 en la pequeña y deshabitada isla de Krakatoa, entre Java y Sumatra, que se hundió en el mar, es similar en su proceso eruptivo. Aunque durante la erupción se arrojaron sólo 18 kilómetros cúbicos de lava, la mayor explosión en la mañana arrojó una nube de 80 kilómetros de ceniza de altura y la explosión se percibió en Aus­tralia, a 4 800 kilómetros de distancia de la catástrofe. De una isla de 450 m de altura y 23 kilómetros cuadrados, quedaron sólo algunas islas pequeñas como mudos testigos de dicha ca­tástrofe, mientras que la boca del volcán ahora se encuentra a 275 m bajo el nivel del mar. Sin embargo, el daño mayor lo provocó la formación de un maremoto, llamado también tsunami, con olas de 30 metros de altura que afectaron a muchas islas vecinas y causaron la muerte de por lo menos 36 mil personas en sus costas.

Ya en siglo actual, la mayor erupción se presentó el 8 de mayo en la isla La Martinique en el Caribe, cuando hizo erup­ción el volcán Mt. Pelée. Aunque arrojó menos de un kilómetro cúbico de lava, la alta velocidad de su avalancha, acompañada por gases calientes y fragmentos piroclásticos sepultaron en minutos al puerto de St. Pierre con 29 mil habitantes; algunos de ellos quedaron incinerados a su paso.

La segunda catástrofe mayor se presentó el 13 de noviem­bre de 1985 en una erupción relativamente pequeña del Nevado del Ruiz en Colombia. Un pico de 5 400 m. en los Andes empe-

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zó a fundir varios millones de metros cúbicos de hielo, en la punta del volcán, como resultado de un calentamiento súbito de la boca del volcán y la emisión de material piroclástico incan­descente. Gran parte de la ciudad de Armero, localizada a 50 kilómetros de distancia y a casi 5 000 m menos de altura, fue sepultada por lodo, agua y materiales vegetativos que arrasó la avalancha a lo largo de su recorrido, provocando la muerte de 22 mil habitantes en pocos minutos. Este tipo de catástrofe, lla­mado también lahar, es uno de los escenarios factibles en el Popocatépetl, dada su altura y sus glaciales en la punta.

Un caso de erupción explosiva lo presentó el Mount St. Helens, en el estado de Washington, el 18 de mayo de 1980, cuando un temblor de 5 grados en la escala de Richter sacudió a la montaña y provocó que el hielo en la punta se precipitara en el cráter. La parte norte de la punta empezó a mover más de 2 kilómetros cúbicos de roca y hielo, acompañado por una explo­sión de vapor y gases volcánicos. Estos fluidizaron la avalan­cha, de modo que logró una velocidad de 250 kilómetros por hora e inundó el Lago de los Espíritus a 21 kilómetros de dis­tancia y lo cubrió con una capa de 150m de grosor y un diáme­tro de 2 kilómetros. La nube de cenizas cubrió los valles aledaños ubicados a una distancia de 28 kilómetros. El Servicio Forestal de Estados Unidos calculó una destrucción de 10 millones de árboles que se quemaron por la nube caliente y 60 personas fa­llecieron a causa de la avalancha de lodo y de las cenizas. Aun­que fue una erupción cuidadosamente vigilada, es considerada como moderada por los vulcanólogos.

En nuestro siglo ha habido otras grandes erupciones volcá­nicas. La más potente se considera la del volcán Bezimiany, de 3 085 metros de altura, que parecía apagado. Inició actividades el 22 de octubre, cuando arrojó grandes cantidades de material piroclástico. Esta actividad continuó hasta el mes de enero del año siguiente, cuando aparentemente se calmaban las erupciones. No obstante, el 30 de marzo se produjo una erupción de tipo explo­sivo, que cubrió los alrededores con matetiales piroclásticos en un radio de 1 O kilómetros. Otras erupciones importantes ocurrie-

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

ron en el volcán Katamai en Alaska en 1912 y las del Shveluch en 1964 en la península de Kamchatka en la ex-Unión Soviéti­ca. Mortunadamente, a pesar de su magnitud, no hubo muertes que lamentar, dado que los tres lugares estaban deshabitados.

Efectos de las erupciones volcánicas en seres humanos y en el entorno

En forma de síntesis se puede afirmar que el 70 % de la pobla­ción que falleció por erupciones volcánicas durante los dos últi­mos siglos, se dio en los eventos descritos anteriormente en este capítulo. El restante 30% proviene de múltiples pequeñas erup­ciones. No obstante, el crecimiento demográfico hace que cada vez peligren más personas frente a una catástrofe natural. Una ilustración al respecto es lo ocurrido en el Nevado del Ruiz. Un flujo de lodo provocado por una erupción en 1845 sepultó alre­dedor de mil personas 140 años más tarde; con una erupción mucho menor y un flujo de lodo más pequeño perecieron veinte veces más vidas.

En cuanto a daños materiales provocados por erupciones volcánicas, es difícil establecer una cifra, dado que los sistemas de valor en propiedades y recursos son distintos en las diferen­tes partes del mundo. No obstante, se estima un daño promedio anual de US$ 100 millones, dato que aumenta cuando se pre­senta una erupción mayor. El daño provocado por el Mt. St. Helens en 1980 fue calculado en mil millones de dólares, por­que la industria forestal se vio particularmente afectada.

Los productos arrojados por un volcán pueden clasificarse en gaseosos y constan de vapor de agua, pero también gases tóxicos cargados de azufre, como ácido ~ulfídrico, bióxido de azufre, monóxido y bióxido de carbono. Estas se acompañan a veces con más pequeñas cantidades de hidrógeno, helio, nitró­geno, hidrógeno clori.Jrico y fluorídrico, así como mercurio. La lava se desaloja en forma líquida y a veces se funden los hielos en los picos de los volcanes. En forma sólida se considera la

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emisión de polvo cuando es menor de 1/16 mm; ceniza entre 1/ 16 a 2 mm; piedritas y carbón entre 2 a 64mm; piedras o rocas, objetos de más de 64mm; flujos piroclásticos cuando gases ca­lientes fluidizan las rocas y fmalmente, los lahares o flujos de lodos, compuestos de agua de lluvia, deshielos, agua proveniente de lagos volcánicos que se mezclan con tierra, ceniza, flujos piroclásticos, árboles, restos de construcción, animales y otros objetos arrastrados a lo largo del camino.

En cuestión de minutos, las velocidades de las nubes gaseo­sas pueden cobrar por sofocación, la vida de los pobladores de zonas aledañas. Pero también los gases tóxicos pueden causar la muerte instantánea de amplios sectores de la población, como lo ocurrido en agosto de 1986 en el lago de Camerún, en África del Oeste, donde perecieron 1 700 personas por bióxido de car­bono.

La ceniza acumulada con algunos centímetros de espesor, puede colapsar los techos, contaminar las fuentes de abasto de agua, las reservas alimenticias e infectar las vías respiratorias de humanos y animales. La ceniza propagada por cientos de kilómetros puede cubrir amplias áreas de cultivo y provocar hambrunas posteriores a las erupciones. Nubes de material pliniano se ven frecuentemente acompañadas por relámpagos que aumentan el terror de la población afectada. Además, estas nubes oscurecen a veces las áreas afectadas, y no dejan pasar los rayos solares.

Los flujos piroclásticos y los de lodos, dependiendo de la violencia de la erupción y la pendiente del volcán, pueden lle­gar a velocidades de más de 250 kilómetros por hora. Son sin duda alguna los acompañantes más peligrosos y destructivos de una explosión volcánica. Además de la velocidad pueden tener temperaturas entre 100° a 700°. Incineran y arrastran cualquier obstáculo puesto en su camino y pueden cubrir amplias superfi­cies, dependiendo de la gravedad del evento. Finalmente, se pue­den combinar los flujos piroclásticos con los lahares, avalan­chas de rocas, hielo, actividades hidroterlnales, lluvias o nevadas abundantes, nubes tóxicas, lava y tempestades eléctricas, tem-

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

blores, maremotos y terremotos, además de colapsos de pare­des de volcanes, que se derrumban bajo el impacto de las explo­siones.

Pero no todos los efectos son negativos y catastróficos. Gra­cias a las erupciones volcánicas, evolucionaron los océanos, la atmósfera, el relieve, el paisaje, la formación de suelos y los ecosistemas. Cenizas volcánicas, ricas en minerales y suelos li­mosos, permitieron a una quinta parte de la población mundial practicar una agricultura fértil y alimentan, por ejemplo en In­donesia, a los habitantes de las islas densamente pobladas.

En cuanto a los cambios climáticos, cada vez más se asocia a las glaciaciones con erupciones volcánicas importantes (Gore, 1992), ya que las erupciones plinianas pueden inyectar partícu­las tan finas a la estratósfera que no se precipitan rápidamente, sino que quedan suspendidas y pueden oscurecer a la Tierra entera durante varios años; este hecho evitará el paso de los rayos del sol, provocará un enfriamiento general y por ende, cambios climáticos globales. La primera evidencia científica al respecto se dio con la erupción del Tambora en abril de 1915, seguido en Europa y Estados Unidos por "un 1916 sin verano", como fue comúnmente llamado el fenómeno de las partículas suspendidas a grandes alturas.

Finalmente, finas partículas de ácido sulfúrico permanecen durante largos períodos en la estratósfera y provocan fenóme­nos similares a los de los aerosoles que dañan la capa de ozono. N o obstante, el feón o CFC, el bióxido de carbono, aviones que vuelen a elevadas alturas, resultado de las actividades antropo­génicas, son mucho más dañinos que las erupciones volcánicas a la frágil capa de ozono que rodea al planeta.

Un efecto positivo para las actividades humanas y la gene­ración de energía es la liberación de vapor y agua caliente. To­davía falta mucha investigación a fm de aprovechar óptimamente estos recursos geotérmicos renovables que pone la naturaleza a nuestra disposición, .. y que serían menos dañinos que la quema de hidrocarburos fósiles. ¿Podría la racionalidad humana supe­rar los intereses del lobby petrolero?

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Otro regalo del geotermismo es la fundición a altas tempe­raturas de metales preciosos como plata y oro, que se localizan dentro de las rocas. Todavía en forma líquida son arrojados por ríos, y más abajo, cuando la temperatura cambia, pueden ser recolectadas como pepitas de oro. Los "lavadores de oro" de los siglos pasados, se concentraban precisamente en ríos cerca de volcanes activos o conjuntos volcánicos apagados en la actuali­dad y lavaban la arena, con el resultado de recolectar polvo o pequeñas piezas de oro u otros metales preciosos.

Volcanes activos en el mundo

Según el Instituto Smithsonian existen en el mundo actual más de 1 300 volcanes activos, caracterizados por su apariencia ex­terior en 9 tipos distintos:

Volcán de Estratos Volcán de Escudo Volcán Submarino Calderas Volcán Complejo y Compuesto Cono Cilíndrico Campo Volcánico Apertura de Fisura y Cráter Ruidoso Domos de Lava Otros Total activos

Fuente: Simkin et al. 1981 (Enciclopedia Británica).

577 107 107

81 76 71 49 45 31

170 1 314

Entre los nueve tipos existentes destacan los volcanes de estratos, que son producto de erupciones piroclásticas y de lava, a veces resultado de miles de explosiones a lo largo de millones de años. Existen compuestos de basaltos, riolitas y su composi­ción es generalmente de andesita. Se elevan hacia la punta y cuentan con fuertes pendientes (Popocatépetl). Los volcanes de

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Vulranismo: el Popocatépetl, un volcán activo

escudos son anchos, resultado de flujos de lava y se componen generalmente de basaltos. Se forman durante muchas erupcio­nes efusivas, donde la lava sale de los múltiples cráteres. Tam­bién estos volcanes se formaron durante millones de años. Las cimas son casi planas y no exceden los 6 grados de pendiente.

Los volcanes submarinos se encuentran a veces a altas pro­fundidades y su existencia es sólo indirectamente constatada, debido a la actividad sísmica, que acompaña a una erupción. Algunos de estos volcanes están cubiertos por bancos de cora­les y otros son conos colapsados que se hundieron en el mar después de una explosión. A su vez, los volcanes de calderas tienen depresiones anchas, redondas u ovaladas, que en ocasio­nes se llenan de agua y forman lagos; también se les llama crá­teres.

Los volcanes complejos cuentan con estructuras mixtas, crá­teres sobrepuestos o ventorillos principales colapsados. Hay tam­bién volcanes de estrato, cuyo cráter colapsaba y en posteriores emisiones el cono se llenaba de lava. Norrrialmente se forman múltiples picos, durante miles de erupciones a lo largo de millones de años. El volcán Ixtaccihuátl cuenta con siete cráteres y tuvo varios episodios de mucha violencia y explosiones múltiples.

En una visión más general y ajena a las geoformas, todos los volcanes están relacionados con fuerzas existentes en el in­terior de la tierra. En su conjunto forman el llamado "cinturón volcánico", que se inicia al extremo sur de Chile, sigue sobre la costa de Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica, México, Es­tados Unidos, cruza en Alaska hacia las Islas Aleutias, llega a la Península de Kamtchatka, Japón, Filipinas, Indonesia y se abre por una parte hacia las Islas de Solomón, Samoa, Tonga y Nue­va Zelanda y por otra, hacia las de Indonesia, Java y Sumatra. Del lado africano inicia en Madagascar, sigue por Tanzania, Kenya, Etiopía, el Mar Rojo, la Península Arábiga, Siria, Tur­quía, Grecia e Italia y termina en Islandia (Simkin et al., 1981). Se trata pues de una cadena de volcanes, formada a lo largo de miles de millones de años, mientras que se enfriaba la corteza terrestre y se desarrollaba la atmósfera alrededor de la Tierra,

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que a su vez propiciaba las precipitaciones y la formación de mares, cuyo resultado final fue un planeta azul.

Por último, hay que añadir que este cinturón volcánico coin­cide también con los movimientos en las placas continentales y sólo 5% de los volcanes, particularmente los de Hawaii, no se relacionan con alguna placa. Por ambos fenómenos interrela­cionados, se constituye en la región de mayor actividad sísmica y de permanentes movimientos microsísmicos. A su vez, como se describió anteriormente, existen más de mil volcanes en acti­vidad, cuyas emisiones reducen permanentemente las tensiones al interior de la Tierra.

Erupciones volcánicas en México

Después de esta visión mundial es conveniente revisar la histo­ria de los volcanes de nuestro país. Existen numerosas referen­cias a los fenómenos volcánicos en los códices prehispánicos, en particular sobre el Popocatépetl, el Pico de Orizaba, el Ixta­ccihuátl, el Xitle y el Jabalí en el estado de Michoacán. En épo­cas más recientes se ha presentado este tipo de fenómenos en el volcán de los Tuxtlas, Tacaná, Chichonal, Ceborucco, Volcán de Colima, Tres Vírgenes, Jonillo, Paricutín, Bárcena, Xitle, Chichi­nautzin y Popocatépetl, todos ellos clasificados como activos.

La mayoría de los volcanes mexicanos se localiza alrededor del paralelo 19° de latitud norte. A este rasgo geográfico se le llama Eje Volcánico Mexicano o Faja Volcánica Transmexicana. En este eje se encuentran los grandes volcanes poligenéticos, es decir aquellos que se han formado durante varias etapas, como el Pico de Orizaba, el Popocatépetl o el Volcán de Colima, así como los monogenéticos, o sea formados durante una sola erup­ción, como el Alchichica, el Xitle, el Paricutín y el Jorullo.

Los volcanes monogenéticos se forman durante una erup­ción en una sola etapa, mediante una fisura o boca, generando un cono de arena o volcán de lava. E·ste tipo eruptivo puede durar de meses a períodos de diez años, a diferencia de un vol-

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

cán poligenético que puede tener actividad volcánica durante millones de años. Por eso, el volumen de los volcanes mono ge­néticos es relativamente pequeño, como el Paricutín con sólo 1.4 kilómetros cúbicos de material o el Xitle con tres kilóme­tros cúbicos. Cuando el vulcanismo continúa en la zona, nace un nuevo volcán al lado, en vez de reactivarse uno ya formado, ésta es la razón por la cual generalmente algunas zonas con vul­canismo de este tipo presentan una serie de "volcancitos", en lugar de uno solo de mayor tamaño.

Los volcanes poligenéticos presentan muchas erupciones con diferentes grados de explosividad y períodos de reposo entre erupciones. Los intervalos pueden variar desde meses o años hasta siglos o períodos más largos todavía, hechos que hacen olvidar a los habitantes aledaños su peligrosidad y, por el con­trario, aprovechan la intemperización de los minerales como fer­tilizantes naturales en la agricultura. Es también común que es­tos volcanes se cubran de espesos bosques, que facilitan la infiltración de las aguas pluviales a los acuíferos.

En México existen varios volcanes poligenéticos activos, pero tal vez el Volcán de Colima y el Popocatépetl representen los más altos riesgos, debido a los numerosos poblados y, en general, a la densidad de población en las áreas afectables; asi­mismo, por su historial de erupciones y por la alta probabilidad de que hagan erupción, con la fuerza que los caracterizaron en el pasado.

El Popocatépetl

El Popocatépetl o "Cerro Humeante", se ubica en la latitud norte 19° 01' y longitud oeste 98° 37'. Tiene una altura de 5 450 me­tros sobre el nivel del mar, está formado por lavas, flujos piro­elásticos, o sea una m~zcla de partículas sólidas o fundidas y gases de altas temperaturas, :que se comportan como líquido y lahares. Éstas tuvieron gran movilidad, alta velocidad no sólo por su composición, sino también por la fuertes pendientes y destruye-

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ron amplias áreas aledañas, además de ir acompañado por piro­clastos de caída en un radio de 5 kilómetros alrededor del cráter.

Los registros de su actividad mostraron eventos en el año 2999 antes de Cristo, y en la era cristiana en los años 751, 1008, 1347 y 1354. Mejores registros existen a partir de los períodos más recientes: 1519-1530, 1539-1540, 1542-1592, 1664-1667 y en 1720. Nuevamente entró en actividad en los períodos com­prendidos entre 1802-1804, 1919-1927 y finalmente, en la etapa que nos ocupa de 1993 a la fecha. Durante los períodos mencio­nados se han producido explosiones de diferentes intensidades, emisiones de nubes ardientes, lluvias de ceniza y depósitos de piedra pómez, mientras que hace cerca de un millón de años, el volcán colapsó tres veces durante grandes explosiones plinianas y las evidencias geológicas y geomorfológicas en el subsuelo indican también fuertes explosiones de tipo lahar.

Situación actual del Popocatépetl

La Dirección General de Protección Civil del gobierno del esta­do de Puebla, Morelos y México, el Centro Nacional de Pre­vención de Desastres de la Secretaría de Gobernación y el Insti­tuto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México se han encargado de dar seguimiento a la actividad del Popocatépetl, y en sus reportes más recientes señalan que el nivel de microsismicidad ha mostrado una tendencia a dismi­nuir. Generalmente los vientos dominantes se dirigen hacia el sureste a velocidades moderadas, que fluctúan entre los 20 y 30 kilómetros por hora, con dirección hacia los estados de México y Puebla y durante los meses de secas, a veces hacia Morelos.

Respecto a las emisiones de cenizas se reporta que éstas han disminuido gradualmente y que las columnas de este material tienen altitudes muy distintas, normalmente menor a un kiló­metro, aunque se dieron eventos con cenizas arrojadas hasta 5 y 8 kilómetros, y alcances en la Ciudad de México y zonas de Veracruz, además de las regiones aledañas al Popocatépetl.

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También se señala en dicho reporte que las emisiones de bióxido de azufre se consideran en un nivel medio, el cráter se está llenando lentamente con lava y con esta misma categoría se clasifica el nivel general de actividad.

Conforme al monitoreo que se realiza durante las 24 horas del día por parte del Centro Nacional de Desastres, los expertos han dictaminado que el volcán se encuentra en etapa de aparente estabilidad, y por lo tanto el semáforo de alerta volcánica está en color amarillo hace más de tres años. Esto significa un nivel de alerta moderado, llevándose a cabo las acciones tendientes a prepa­rar a la población a una evacuación, en caso de que se incremente el nivel de actividad. Las personas ya conocen el sistema de alerta, tienen sus documentos personales a la mano, conocen las rutas de evacuación y pondrán en caso de ser evacuados, una toalla blanca en la puerta, como señal de que en esa casa ya no hay habitantes.

Por otro lado, en junio del presente año el CENAPRED repor­tó lo siguiente: "Se han efectuado nuevas mediciones de la de­formación del cono, no encontramos valores que indiquen al­gún cambio importante del volcán. A partir de enero de 1995 se continuó con el crecimiento del equipo sísmico lográndose ins­talar más estaciones, habiendo actualmente 14 estaciones exis­tentes, que cuentan tanto con sismógrafos como inclinómetros".

Durante enero y febrero de 1995 la sismicidad regresó a los niveles anteriores y sólo se mantiene la emisión de cenizas, el tremor intermitente y algún evento tipo "A" (Éstos se caracteri­zan por arribos impulsivos y definidos, son de alta frecuencia e indican la fractura interna de la roca debido a la acción de es­fuerzos). Con todo, sólo hasta que la actividad muestre los ni­veles de la primera semana de octubre de 1994 se considerará que la actividad ha regresado a un nivel "seguro" y se podrá apagar el semáforo amarillo. Tanto en diciembre de 1995, 1996 como en 1997 y 1998 el volcán aumentaba su actividad, hecho que obligó a las autoridades a intensificar la labor de capacita­ción entre presidentes municipales y comités de protección ci­vil en los municipios, así como mantener una vigilancia instru­mentallas 24 horas del día.

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Los datos más recientes acerca de un incremento en la acti­vidad volcánica se presentaron en diciembre de 1998. En parti­cular, a partir del día 1 O de diciembre, el Popocatépetl entró en una fase de mayor actividad con explosiones cargadas de frag­mentos incandescentes en las laderas, pluma densa de 4 a 5 ki­lómetros de altura e incendios en pastizales alrededor de 3 kiló­metros del cráter, provocados por material incendescente. El 21 del mismo mes, además del cuadro anteriormente descrito, las cenizas llegaron a la Ciudad de México y entre las 23.30 y la 1.15 del día siguiente fueron suspendidos los vuelos en el aero­puerto internacional, debido a la lluvia de cenizas en las pistas de aterrizaje. Aunque con las exhalaciones generalmente se re­duce un poco la intensidad de la actividad en las horas subsi­guientes, sin embargo hasta el 21 de enero de 1999 seguían ex­plosiones periódicas del tamaño antes reportado (CENAPRED; 1998-99). Ante ello las autoridades decidieron mantener el se­máforo de alerta volcánica en color amarillo.

Riesgo de erupción

Existen estimaciones de riesgo de una posible erupción como la de Abrams. De acuerdo a estudios históricos se calcula que ésta po­dría presentarse entre los años 1869 y 2164. El grupo de trabajo en el que participan los gobiernos estatales involucrados, han esta­blecido cuatro escenarios de riesgo de una probable erupción. No obstante, es necesario prever una estrategia que permita atender cualquier contingencia dentro del marco de los recursos dispo­nibles, utilizándolos de manera raciÓnal y con la mayor eficiencia.

La probabilidad de que se presenten explosiones pequeñas es del 70 al 90%, una probabilidad de explosiones moderadas del1 O al25%, y una probabilidad del1 O al15% de que se colapse el domo de lava, así como entre un 2 y un 5% de probabilidad de que se presente una erupción plineana. Asimismo, dentro de este último escenario hay alguna probabilidad de deshielo abrup­to. Dada las fuertes pendientes, la avalancha de lodo puede al-

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canzar velocidades arriba de 200 kilómetros por hora. En el tra­yecto, dichas avalanchas pueden arrasar con bosques, pobla­dos, carreteras, puentes y campos, aumentando conforme avan­za el volumen de materiales arrasados. Particularmente delicados en Morelos son los parajes de las barrancas de Amatzinac, La Cuera, Atlapatlahuya y el río Cuautla en su parte localizada en el municipio de Yecapixtla. No obstante, el mayor riesgo loco­rren los habitantes del estado de Puebla.

Población que vive dentro de la zona de riesgo

De acuerdo con los datos del último Censo de Población y Vi­vienda, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geo­grafía e Informática, y considerando el escenario de mayor pro­babilidad de ocurrencia, la zona de alto riesgo comprendería los municipios incluidos en un radio de 15 kilómetros a la redonda del cono. Del lado del estado de Puebla se presentará el mayor riesgo, por la apertura del cráter y del lado de Morelos se verían afectados los municipios de Tetela del Volcán, Ocuituco, Za­cualpan de Amilpas, Temoac, Jonacatepec y la parte norte de Yecapixtla, en la cual el gobierno del estado de Morelos ha esti­mado que habitan alrededor de 72 mil personas. No obstante, el riesgo de emisiones de abundantes cenizas, pero sobre todo de un lahar podría afectar a casi medio millón de personas.

Los municipios de mayor riesgo en Morelos, donde se in­cluye el escenario de un posible deshielo súbito, comprenden:

Atlatlahucan Axochiapan Ayala Cuautla Jantetelco Jojutla Jonacatepec Ocuituco Temoac

Tetela del Volcán Tlaltizapán Tlalquitenango Tlayacapan Totolapan Yautepec Yecapixtla Zacualpan de Amilpas

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Posible afectación de infraestructura y servicios

El gobierno del estado de Morelos ha analizado, dentro de los escenarios citados anteriormente, la infraestructura y los servi­cios que podrían afectarse. Algunos de ellos son: 195 kilóme­tros de carretera; 35 puentes, el tramo del ferrocarril Yecapixtla­Axochiapan; 36 kilómetros de líneas de transmisión eléctrica en el tramo Cuautla-Tepalcingo, 41 kilómetros en el tramo Te­palcingo-Jojutla y 47 kilómetros en el tramo Cuautla-Emiliano Zapata; 80 000 líneas telefónicas; 80 pozos de agua potable, 36 manantiales, 91 equipos de bombeo, 116 equipos de cloración, 885 kilómetros de red hidráulica, 95 casetas y 186 kilómetros de acueductos. También podrían verse dañadas las instalacio­nes de la superintendencia de ventas de Petróleos Mexicanos, que cuenta con una capacidad de almacenamiento de 61 000 barriles, y que abastece a 35 estaciones de servicio.

En términos ambientales podrían afectarse 127 700 hectá­reas de superficies arboladas y cuatro y medio millones de me­tros cúbicos de bosques de pino, oyamel, encino, bosques mesófilos, selva baja y otras especies forestales.

La fauna silvestre en peligro en la zona templada abarca a 51 especies de herpetofauna, 14 especies de mamíferos y 17 de aves. En la zona de selva baja caducifolia se afectarían nueve especies de herpetofauna, siete de mamíferos y 12 de aves. En ambas zonas se interrumpiría el proceso migratorio de las aves.

En cuanto a la flora, en la zona templada se afectarían 26 especies del estrato arbóreo, 17 especies de estrato arbustivo y herbáceo y 9 especies de hongos comestibles. Se afectarían tam­bién 4 956 hectáreas de superficie frutícola, que significa el84% de la superficie estatal total cultivada.

A su tiempo, se impactaría la producción ganadera en 17 municipios: 64 228 cabeza de bovinos, 42 665 de porcinos, 21 646 de ovinos, 26 451 de caprinos, 23 563 de equinos, 13 712 896 de aves y 34 074 colmenas de abejas.

En cuanto a la producción agrícola \se calcula una afecta­ción de 200 912 hectáreas de tierras ejidales en los 17 munici-

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. ~--

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pios, sembradas básicamente con cultivos de maíz, sorgo, cebo­lla, frijol y algunas hortalizas.

Se calcula además que 79 400 viviendas podrían verse afec­tadas, de ellas 66 150 poseen agua entubada y 44 228 están co­nectadas al drenaje, además de 67 asentamientos irregulares.

En la zona de riesgo se ubican 1 295 microindustrias e in­dustrias de mayor tamaño, 8 197 comercios y 3 798 estableci­mientos de servicio que dan empleo a 34 000 personas y se ubi­can 112 unidades de salud, en sus diferentes modalidades.

Existen además 844 planteles educativos de educación bá­sica y media superior, y más de 40 sitios que encierran patrimo­nio artístico, prehispánico y arquitectónico, en particular los 11 conventos de la ruta de los volcanes, declarado "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO en diciembre de 1994.

La sociedad ante la emergencia volcánica

El gobierno del estado, los municipios, los campesinos y los industriales de Morelos han formado trece grupos de trabajo interinstitucionales que preparan las condiciones y operativos necesarios de auxilio a la población en caso de un incremento de la actividad volcánica, que pudiera poner en riesgo su vida, sus bienes y su entorno. Se decidieron tres fases previas, de acuerdo con el semáforo volcánico, consistentes en informar y entrenar a la población en los posibles escenarios, establecer los mecanismos de toma de decisión, reforzar los caminos de posible evacuación y desarrollar albergues que recibirían a la población.

La segunda fase se presentaría durante el evento, donde se conjugaría la rapidez en la disponibilidad de transporte, con la serenidad de la población y la eficaz coordinación interinstitu­cional, a fin de aprovechar minutos que pudieran significar va­liosas vidas humanas. La tercera fase sería posterior al evento y consistiría en la identificación del daño, reconstrucción y retor­no a la normalidad.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

El Consejo Estatal de Protección Civil es integrado porto­dos los sectores en el estado y sus principales funciones son:

a) Pungir como órgano de consulta y de coordinación en materia de protección civil.

b) Llevar a cabo estudios, análisis e investigaciones que per­mitan planear, organizar y establecer un Sistema Estatal de Protección Civil.

e) Fomentar la participación activa y responsable de todos los sectores de la población en actividades de protección civil. ,

d) Constituirse en sesión permanente cuando se presenten circunstancias de grave riesgo para la población.

e) Convocar, coordinar y armonizar la participación de las autoridades municipales y de los grupos sociales en acti­vidades de protección civil.

t) Promover el estudio, la investigación y la capacitación en materia de protección civil.

g) Las demás afines o relacionadas con la protección civil.

Con fundamento en el artículo 15 del Reglamento de la Ley de Protección Civil, se formaron a principios de 1995 los trece grupos mencionados anteriormente. Este artículo señala que el Consejo Estatal podrá asignar a sus miembros las comisiones específicas que se requieran para dar cumplimiento a sus a tri­buciones, con carácter temporal o permanente. Esto es muy im­portante pues una contingencia como la que podría ocurrir, re­queriría de una atención multidisciplinaria, oportuna, eficaz y desinteresada ante cualquier emergencia.

Los grupos formados son de:

• Alerta temprana • Evaluación de daños • Planes de emergencia • Coordinación de la emergencia • Seguridad

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

• Búsqueda, salvamento y asistencia • Servicios estratégicos, equipamiento y bienes • Salud • Aprovisionamiento • Comunicación social de emergencia • Reconstrucción inicial y vuelta a la normalidad • Trabajo social • Capacitación a la comunidad

Otras actividades requeridas ante una emergencia volcánica

Simultáneamente con la declaración del estado de emergencia y la instalación en sesión permanente del Consejo Estatal de Pro­tección Civil, por parte del gobierno del estado, se hará lo mis­mo en los Comités y los Consejos Municipales de Protección Civil en los municipios afectados, desarrollándose operativos de enlace y monitoreo de la actividad volcánica en sus respecti­vos territorios.

En la fase preventiva se actualizó el plan operativo "Fuerza Popocatépetl" en los tres estados afectados, conforme a los es­cenarios de riesgo elaborados por el Centro Nacional de Preven­ción de Desastres, citado anteriormente. El ejército mexicano esta­ría a cargo de la coordinación de todas las instancias que deberían intervenir en un momento dado en las tres fases del plan.

Un aspecto muy importante dentro de este operativo fue la capacitación de los maestros de educación básica que laboran en los municipios de potencial riesgo, con el objeto de difundir las acciones de prevención a los habitantes de la zona y contar con los niños como multiplicadores de las enseñanzas hacia el seno familiar.

Especial cuidado se debería dar a la capacitación de las au­toridades municipales y comunitarias, a fin de aplicar las activi­dades de prevención, 'de emergencia, de protección y de puesta a la normalidad, conforme al nivel de actividad del volcán.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

En coordinación con los trece grupos de trabajo del Consejo Estatal de Protección Civil, se realizaron trabajos de campo en las comunidades con objeto de aumentar la sensibilidad de la población frente a las diferentes manifestaciones de la actividad volcánica. Con base en este estudio se actualizaron y adecuaron los planes de contingencia a las características y la idiosincrasia de los habitantes de las zonas de riesgo.

Se llevaron a cabo reuniones de concertación de apoyo al plan operativo Popocatépetl, con los sectores social y privado para asegurar su participación solidaria en caso de requerirse, y su entrenamiento oportuno.

Se reforzó la coordinación con el Centro Nacional de Pre­vención de Desastres, y las Unidades Estatales de Protección Civil de Puebla, México, Morelos, Tlaxcala y el Distrito Fede­ral, con objeto de intercambiar información y experiencias así como ayuda mutua en caso de que ésta fuera requerida, para atender cualquier contingencia derivada de este fenómeno.

Por la topografía de Morelos, se decidió integrar un centro de operaciones en el auditorio de Teopanzolco, ciudad de Cuer­navaca, el cuál contará con una red de intercomunicación a tra­vés del sistema Matra, que permitirá enlazarse con la Secretaría de Gobernación y el Centro Nacional de Prevención de Desastres.

Albergues considerados

Considerando la amplitud de todas las zonas de riesgo, la po­blación afectada en mayor o menor grado seóa del orden de casi medio millón de personas. A efecto de resguardarla se ha previsto el acondicionamiento como albergues de 1 200 escue­las del sistema de educación básica, además de las instalaciones deportivas, salones de fiesta y atrios de iglesias. También se han establecido las rutas de evacuación hacia dichos albergues, así como los medios de transporte; en este caso se propuso el uso de combis, microbuses y autobuses, además de los particulares que contarán con medios propios de transporte.

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

Activación del plan operativo del volcán Popocatépetl

Con objeto de poner en marcha el plan operativo, se ha elabora­do toda una estrategia de activación, en el cual se señalan con toda claridad los responsables, las acciones correspondientes y los grupos de trabajo.

El Comité Técnico Asesor, integrado por el Centro N acio­nal de Prevención de Desastres de la Universidad Nacional Au­tónoma de México ( CENAPRED) y la Secretaría de Gobernación por medio de la Subsecretaría de Protección Civil y de Preven­ción y Readaptación Social son los responsables de evaluar, coordinar y apoyar las acciones.

Los responsables de tomar decisiones y ejecutarlas son el gobierno del estado, los ayuntamientos, los delegados munici­pales, los agentes municipales y los comisarios ejidales.

Al CENAPRED le corresponde operar el sistema de monitoreo y registro sísmico en la zona del volcán, analizar y evaluar las condiciones que presenta la actividad volcánica, decidir el co­lor que debe mostrar el semáforo de alerta volcánica en cada sector e informar a la Secretaría de Gobernación de cualquier cambio significativo en la actividad volcánica.

A la Secretaría de Gobernación le corresponde notificar el color del semáforo de alerta volcánica a los gobiernos de los estados y a los integrantes del Centro Nacional de Operaciones en caso de cambio de nivel de alerta. Además debe coordinar las acciones de prevención, mitigación y auxilio con los gobier­nos estatales y dependencias federales, y la difusión de la infor­mación de acuerdo al nivel de alerta. Finalmente, le correspon­de activar el Centro Nacional de Operaciones en el nivel de alarma en caso requerido.

Al gobierno del estado le corresponde notificar el color del semáforo de alerta volcánica a los ayuntamientos, a sectores y poblaciones y al centro de operaciones, de acuerdo con el nivel de alerta. Además, d&-G)e instrumentar el centro de operaciones, activarlo, mantener actualizado el Programa de Protección Ci­vil, preparar el plan de evacuación acorde al nivel de alarma.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

También le corresponde coordinar acciones de prevención, mi­tigación y auxilio, así como la difusión de información a los medios de comunicación, de acuerdo con el nivel de alarma del semáforo.

A los ayuntamientos corresponde notificar el color del se­máforo de alerta volcánica a los delegados o agentes municipa­les y a la población en general, preparar los sistemas de aviso que se van a usar, llevar a cabo reuniones de información, efec­tuar simulacros, accionar el sistema de aviso, llevar a cabo la evacuación de los pobladores, atender los albergues, todo ello de acuerdo con el color del semáforo de alerta volcánica. Los grupos de trabajo estatales y locales apoyarán al gobierno del estado, al ayuntamiento, a los delegados municipales, agentes municipales y comisarios ejidales en las áreas de competencia de cada uno de ellos.

Los datos hasta aquí expuestos muestran una grave defi­ciencia en los planes y programas gubernamentales, ya que fue­ron elaborados a espaldas de la población involucrada y sus ne­cesidades, preocupaciones y creencias. Además, sus experiencias de cientos de años de convivencia con el coloso no están refle­jados en los planes y programas gubernamentales y pudieran representar uno de los mayores obstáculos de evacuación, como de hecho ocurrió en diciembre de 1994, dado que parte de la población en riesgo se negó en abandonar sus poblados. Ante esta resistencia cultural, sólo en 1999 la Universidad de Puebla está iniciando un programa de percepción social de la pobla­ción de mayor riesgo, a fin de reorientar los planes y progra­mas, acorde a las necesidades de la población afectada y no a las de los gobiernos en sus distintos niveles.

Perspectivas

El riesgo de una erupción en el volcán Popocatépetl existe, pero es difícil saber cual sería su alcance. Un esfuerzo conjunto de los gobiernos federal, estatales de Morelos, México, Tlaxcala,

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Vulcmtismo: el Popocatépetl, un volcán activo

Puebla y del Distrito Federal, de los ayuntamientos y munici­pios involucrados, del Centro Nacional de Prevención de De­sastres, ubicado en el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, de los expertos internacionales que han colaborado con el Comité Técnico Científico Asesor y de las diversas instituciones o personas físicas, responsables de la elaboración del plan operativo del volcán, "Fuerza Tarea Po­pocatépetl" debería evitar daños humanos. Pareciera que con mayor participación de la población, los habitantes y las autori­dades podrían estar preparados para enfrentar alguna contin­gencia volcánica, pero también las emisiones de cenizas e inun­daciones posteriores a la catástrofe deberían tomarse con mayor seriedad.

Durante la evacuación de diciembre de 1994, la respuesta de la sociedad fue, en general, amplia y oportuna. Las depen­dencias y organismos que participan en los sistemas nacional, estatal y municipal de protección civil están afinando, con base en la experiencia vivida, sus planes de contingencia respecti­vos. Existan albergues, rutas de evacuación, sistemas de trans­porte, planes que preparan el abasto en los albergues. Se pro­gramarán medidas médicas o sanitarias, capaces de controlar cualquier riesgo de salud, pero sobre todo un sistema de alerta temprana ante un súbito incremento de actividad en el volcán, con varias horas, suficientes para evacuar a las personas en mayor peligro. Sin embargo, siempre existen fallas humanas, impre­vistos que no fueron preparados con el debido cuidado y que pudieran costar valiosas vidas humanas. Precisamente, la partí­cipación activa de todos los grupos sociales de la población bajo riesgo podría reducir estas eventualidades.

En caso de emergencia, un problema severo es la obtención de los recursos financieros en tiempo y monto requeridos. Adi­cionalmente, los mecanismos de coordinación entre los cuerpos de policía y el ejército mexicano, encargados de mantener el orden público, son delicados. Aun con todos los problemas enun­ciados, pareciera que.todos están preparados en un caso de emer­gencia. La población potencialmente afectada se está concienti-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

zando de tener que abandonar su casa y alojarse temporalmente en algún refugio, donde la convivencia pacífica y la colabora­ción serían los retos a superar. ¡Ojalá que no ocurra ninguna desgracia y que no sea necesario poner a prueba los planes ante­riormente descritos.

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Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo

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Escenario

Explosiones pequeñas

Explot;iob?s moderadas

Lahar o Lajar

Colapso de domo de lava

Gran erupción pliniana

Anexo Posibles escenarios eruptivos del volcán Popocatépetl

Descripción

Diversos episodios similares al del 30 de abril de 1995. Hasta 2 ó 3 veces mayores expulsiones de ce­nizas y piedras pequeñas. La actividad disminuye lentamente y termina.

Episodios con intensidad en un orden de magnitud mayor que el anterior (índice de expresividad volcá­nica de 3 a 4) incluye surges (oleadas).

Episodios de deshielos abruptos, alternados con ex­plosiones moderadas que se precipitan a grandes ve­locidades por las pronunciadas pendientes y barran­cas reducidas. Pueden llegar a velocidades hasta de 70 km por hora y en este caso abarcan amplias zo­nas, cuenca abajo.

Episodios posiblemente alternados con explosiones moderadas. La velocidad de crecimiento del domo de lava aumenta sensiblemente, rebasa el cráter y se producen colapsos que causan avalanchas y flujos piroclásticos. Si la velocidad permanece estable este escenario tomaría de 1 a 3 años.

Explosión de extraordinaria potencia que alcanza gran altura y arroja grandes volúmenes de material aunado a flujos piroclásticos.

Efectos

Afecta sólo el área más inmediata al volcán. Efec­tos letales poco probables excepto sobre individuos cerca del cráter. Ciudades con techos débiles afecta­dos por piedras y cenizas. Posibilidad de lahares pequeños en época de lluvias.

Los grandes volúmenes de cenizas y piedras produ­cen colapsos de techos de viviendas. Afectan cami­nos, comunicaciones y líneas de energía. Los efec­tos abarcan un radio de 20 km (zonas 1 y 2).

Las avalanchas de lodo, acompañadas por árboles y residuos de infraestructura destruyen poblados, campos de cultivo y buscan básicamente su desfo­gue por causas naturales como barrancas, ríos y arroyos.

Las avalanchas destruyen poblaciones cercanas ubi­cadas en barrancas. La zona afectada depende de la ubicación del derrumbe. Peligro mayor en corres­pondencia con el labio inferior del cráter.

Evento catastrófico totalmente destructivo en zo­nas 1 a 3. Efectos severos por caída de ceniza aun afuera de esas zonas.

Fuente: Fuerza Tarea Popocatépetl. Cuemavaca, 1995.

Probabilidades

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos*

Factores que afectan la calidad del aire

La dinámica económica y social de las sociedades modernas demanda satisfactores relacionados con su supervivencia y su desarrollo. Dentro de estas necesidades se encuentran vivienda, transporte, empleo, educación, cultura, recreación y esparcimien­to, entre otros. N o obstante, una vez cubierto los mínimos ne­cesarios, los incentivos y la propaganda han inducido al ser hu­mano hacia el consumo suntuario, fenómeno que se traduce en la necesidad de crear nuevos bienes y servicios. Como conse­cuencia de la producción, suministro, consumo y desalojo de dichos satisfactores, el nivel de los distintos tipos de combusti­bles se ha incrementado de manera importante en los últimos decenios.

El consumo de dichos combustibles lleva consigo la emi­sión de sustancias a la atmósfera, contaminándola. La gran di­versidad de contaminantes emitidos, su reactividad y su estre­cha relación con el comportamiento de variables meteorológicas naturales (radiación solar, temperatura, viento, lluvia y hume­dad) provocan la formación de nuevos compuestos químicos o nuevos contaminantes, que en algunos casos tienen repercusio­nes aún más serias que los que se emiten de manera directa.

Debido a este tipo de alteraciones, la calidad del aire se en­cuentra en permanente proceso de deterioro, y sólo una estrecha

* Se agradece el apoyo recibido por la I.Q. Olivia Rivera Hemández en el levantamiento y procesamiento de los datos. Una parte del trabajo se expuso en el Congreso de Femisca, Zacatepec, noviembre de 1997.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

vigilancia de los niveles y comportamiento de los contaminan­tes presentes en la atmósfera, así como de sus fuentes generado­ras, evitaría daños, algunos irreversibles, en la salud del hom­bre y la biota en general.

Con el objeto de detectar la calidad del aire se efectúan mo­nitoreos automatizados con aparatos de medición altamente sofisticados y vinculados a sistemas de captura y transforma­ción de datos computarizados, a fm de conocer en el instante las posibles alteraciones y tomar oportunamente las decisiones que protejan la salud y el entorno.

Distribución de la actividad económica por sectores

Desde el punto de vista de la generación del Valor Bruto de la Producción (VBP), la distribución de la actividad económica en el estado de Morelos muestra gran centralismo; la región Cuer­navaca, que incluye el Municipio de Jiutepec, concentra a más del 90% de la actividad y de la economía del estado. Este hecho se agudizó a partir de los años setenta, cuando se iniciaron los labores en la Ciudad Industrial del Valle de Cuerna vaca ( CIVAC),

como se desprende del Cuadro l. Esta concentración productiva es reflejo de un desigual de­

sarrollo poblacional, donde los municipios de los valles centra­les, particularmente Cuemavaca, Jiutepec, Ternixco, Xochitepec, E. Zapata, Huitzilac, Yautepec, Cuautla, Yecapixtla y Ayala, forman el corredor industrial, habitacional y productivo del es­tado, mientras que la zona sur, norte y oriente son primordial­mente regiones marginales, caracterizadas por la economía ru­ral (Cuadro 1 y Mapa 1) y la agroindustria.

Con base en lo anterior se propone una división regional que muestra las principales zonas conurbadas del estado como son Cuerna vaca, Cuautla y J ojutla, además del Oriente y del Norte. Cada una de las regiones se caracteriza por actividades socioproductivas diversas, que a su vez \derivan en cuestiones ambientales, urbanas, sociales y ·económicas distintas y propias

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

del sector productivo hacia el cual se vinculan, sea primario, secundario o terciario.

Cuadro 1 Distribución de las regiones del estado

y principales actividades

% participación estatal

Región VBP1 1993

Cuemavaca 90.93 Conurbada

Norte 0.08

Cuautla 5.55

Este 0.18

Sur 0.37

Sur-poniente 0.12

Jojutla 2.77

Total estatal 100.00

1 /

Principales actividades y productos

Industrias automotriz, farmacéutica, de las bebidas, hilados, tejidos y acabados; tejidos de punto; industria de las sustancias químicas; alfarería, cerámica; extracción y materiales de cemento, cal, yeso y otros productos; ensamble de maquinaria y equipo de uso general

Industria forestal

Agroindustrias, alimentos para animales, industria azucarera

Industria automotriz (llantas)

Beneficio y molienda de cereales

Alfarería y cerámica

Agroindustria e industria azucarera

Sin embargo, comparando los dos últimos censos de pobla­ción y económicos se observa una ligera tendencia hacia la des­concentración, que es el resultado de las políticas instrumenta-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Mapal Regionalización en el estado de Morelos

ESTADO DE MÉXICO

ESTADO DE GUERRERO

REGIONES c::J NORTE l!tx<x:d ORIENTE 1-.1 PONIENTE c_=J SUR CJCENTRO

DISTRITO FEDERAL /

ESTADO DE PUEBLA

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das por el gobierno del estado, y porque los precios de terrenos industriales son mucho más bajos fuera de CIVAC. Ello tiende a equilibrar las actividades productivas e fndustriales con los re­cursos naturales y humanos existentes en la entidad. Esto per­mitió el establecimiento del Parque Industrial de Cuautla ubica-

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Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

do en el municipio de Ayala, el Desarrollo Industrial Emiliano Zapata (DIEZ) en el municipio del mismo nombre y la cons­trucción de la Ciudad Textil en Yecapixtla. Así, las regiones de Cuautla y Zapata fortalecen su participación en la generación del valor del producto, así como la generación de empleo, pero fomentan también nuevas inmigraciones y asentamiento huma­nos, que requieren de servicios públicos, vías y medios de trans­porte, recursos naturales, alimentos y recreo. Un factor particu­larmente sensible es el deterioro de la calidad del aire, debido a actividades industriales y al aumento del parque vehicular.

Contaminantes más importantes del aire

Ozono

Se encuentra en la naturaleza como parte de la estratósfera y su función es proteger a la Tierra de los rayos ultravioleta prove­nientes de la radiación solar. En la tropósfera (capa inmediata de la superficie de la Tierra) se forma a partir de la combinación de moléculas de monóxido de carbono, monóxido o bióxido de nitrógeno (NOx), pero también a niveles más bajos es influen­ciado por los aditivos como MTBE (o TAME), hidrocarburos reactivos (HCR) en presencia de radiación solar.

Este contaminante daña las funciones pulmonares y ocasio­na que la respiración sea más difícil al realizar trabajos y ejerci­cio, provoca irritación en los ojos con lagrimeo prolongado. En las vías respiratorias disminuye la actividad celular, lo que pro­voca bajo rendimiento en atletas y deportistas, ocasiona infla­mación pulmonar, depresión del sistema inmunológico en con­tra de las infecciones pulmonares, cambios agudos en la función, estructura y metabolismo pulmonar y efectos en órganos blan­dos como el hígado. Los efectos observables son: dificultad para respirar, tos y dolor af· aspirar prolongadamente.

El daño en la vegetación se manifiesta con un deterioro visi­ble en las hojas, la reducción de su crecimiento, floración y co-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

secha. La exposición permanente al Ozono (03), contaminante

más común, se presenta en las ciudades grandes con concentra­ciones de industria y parque automotriz abundante, como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.

Monóxido de carbono

Es un gas incoloro, sin sabor y sin olor, las fuentes principales de emisión son los vehículos y la quema de basura.

El monóxido de carbono afecta sobre todo a personas con enfermedades de la arteria coronaria. Las partículas suspendi­das pueden causar reducción en las funciones pulmonares. Con­centraciones elevadas y continuas pueden causar cáncer en los pulmones. Este contaminante reduce seriamente la cantidad de oxígeno transportado a través del cuerpo, por lo que afecta las funciones cerebrales, acelera el ritmo cardiaco, causa malfor­maciones congénitas en fetos y problemas durante el embarazo. En concentraciones elevadas puede producir la muerte instan­tánea.

Bióxido de azufre

Es un gas incoloro con olor sofocante, la principal fuente de emisión son los combustibles con alto contenido de azufre, es­pecialmente los combustóleos y el diesel no centrifugado.

El bióxido de azufre puede producir humedad e irritación en las mucosas de las conjuntivas y vías respiratorias. Este gas interviene en la formación de la lluvia ácida que afecta los ecosistemas y destruye bosques y selvas a cientos de kilóme­tros de distancia. En el ser humano deteriora la superficie y re­sistencia de la piel, disminuye la función pulmonar e incide en el aumento de enfermedades respiratorias. En cantidades ma­yores puede provocar la muerte.

En las plantas, el bióxido de azufre ocasiona daños irrever­sibles en los tejidos. Por otra parte, el áaido sulfúrico derivado del bióxido de azufre, ataca materiales de construcción como el

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

mármol, la cantera, la cal y el mortero, con lo que se deterioran monumentos, esculturas y edificios. Un ejemplo al respecto lo respresenta la Acrópolis en Atenas, donde el gobierno griego, la UNESCO y los amigos de la cultura helénica luchan desespera­damente para contrarrestar los efectos de este contaminante en el mármol blanco.

Monóxido y bióxido de nitrógeno (NOx)

El monóxido y el bióxido de nitrógeno tienen efectos potencial­mente dañinos, y además son precursores del ozono y otros oxidantes. Pueden alterar la capacidad de respuesta de las célu­las en el proceso respiratorio, provocar bronquitis crónica y acu­mulación de agua en los pulmones.

El bióxido de nitrógeno es un gas de color pardo rojizo con olor irritante, al ser inhalado puede combinarse con la hemoglo­bina, lo que reduce el transporte de oxígeno en la sangre, irrita los alvéolos pulmonares, y la exposición a concentraciones ele­vadas causa la muerte.

En las plantas, el bióxido de nitrógeno ocasiona daños irre­versibles en los tejidos, el ácido nítrico y nitroso, derivados de este contaminante atacan monumentos, edificios y esculturas. Existe un amplio número de actividades agrícolas, domésticas e industriales generadoras de compuestos de nitrógeno.

Otros contaminantes

Las partículas suspendidas pueden ser emitidas como tales o producirse por reacciones fotoquímicas en la atmósfera. Cau­san reducción en las funciones pulmonares, y en concentracio­nes elevadas y continuas pueden provocar cáncer en los pulmo­nes. Estas partículas junto con el bióxido de azufre, provocan respiración agitada, .4ificultad para respirar, disminución del volumen e irritación .de las vías respiratorias.

El plomo puede ingresar al organismo humano por la vía digestiva o la respiratoria. Sus efectos pueden ser una intoxica-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

ción aguda o bien acumularse de manera crónica en los dientes, huesos o sangre. Se le asocia con alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso central y en la interferencia de los meca­nismos de defensa del organismo. En caso extremo se muestra el cuadro clínico del saturnismo.

El benceno está clasificado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer como el cancerígeno número uno. Se ha comprobado que la exposición frecuente a este elemento puede causar leucemia.

Los formaldehídos ocasionan irritación de los ojos y de la nariz, tos, náuseas y alteraciones de la respiración. Estos ele­mentos son producto de la combustión de gasolinas.

Finalmente, los hidrocarburos policíclicos aromáticos, da­ñan los pulmones o el intestino.

Los contaminantes del aire no sólo afectan a los seres hu­manos, sino que repercuten en todos los ecosistemas. Así por ejemplo, el bióxido de carbono afecta el balance de energía de la atmósfera produciendo el "efecto invernadero"; daña tam­bién la fisiología de las plantas, cambiando las relaciones com­petitivas dentro de los ecosistemas y limita el movimiento de las especies animales al regionalizar climáticamente sus áreas de supervivencia.

Orígenes de la contaminación atmosférica

En el estado de Morelos la contaminación atmosférica se debe básicamente a las emisiones provenientes de un parque vehicu­lar de 197,113 unidades, donde el 92.45% se concentra en 3 zonas conurbadas: Cuemavaca; Cuautla y Jojutla, además de las fuentes fijas que se distribuyen principalmente en la misma región, o sea la Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca ( CIVAC), el Parque Industrial ce Cuautla, el ingenio en Zacatepec y yeseras y caleras en el municipio de Axochiapan y Puente de Ixtla, donde se concentra el 86% de la contaminación industrial del estado.

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

Fuentes fijas

Las fuentes fijas emisoras de contaminantes hacia la atmósfera se distribuyen en el estado de acuerdo con la concentración de las industrias: Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca ( CIVAC), localizada en el municipio de Jiutepec, donde se ubica aproxi­madamente el 50% de las fuentes fijas del estado; Axochiapan con el 17%, representado por las yeseras; Cuemavaca con el 8%; Puente de Ixtla cuenta con yeseras que representan el 7%; el Parque Industrial de Cuautla con el4% y el restante 14% se distribuye en varias ciudades de la entidad, entre los que desta­can por su alta contaminación atmosférica, los dos ingenios azu­careros en Zacatepec y Cuautla (Mapa 2).

Los puntos más críticos por emisiones a la atmósfera, pro­venientes de fuentes fijas, se localizan en la Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca (CIVAC) en Jiutepec, los ingenios azu­careros "Emiliano Zapata" de Zacatepec, "La Abeja" de Casa­sano en Cuautla, las aproximadamente 100 yeseras en Axochia­pan, las 25 alfarerías en Ama yuca, municipio de J antetelco; las caleras de Jiutepec, Yautepec y Puente de Ixtla, así como las elaboradoras de tabique distribuidas en todo el estado. Cemen­tos Portland Moctezuma, gracias a una inversión en dispositi­vos de anticontaminantes, redujo en su nueva planta ubicada en Tezoyuca, la emisión de partículas en un 99%; además cuenta con la capacidad de incinerar aceites usados, provenientes de los talleres mecánicos y fábricas, sin contaminar a la atmósfera.

U na denuncia permanente durante el tiempo de zafra pre­senta la población que habita alrededor de los ingenios azucare­ros La Abeja en Casasano, pero sobre todo, el de Emiliano Za­pata en Zacatepec. Aunque por presiones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, los ingenios instalaron tres espreas, la población afectada sigue denunciando caída de tizne y partículas.

Un problema especialmente delicado es la quema de llantas y plásticos en las fábricas de cerámica en Amayuca, que causó la muerte de varios niños, resultado de la emisión de dioxinas.

95

------------------.......... 1

Fuenteovejuna o caos ecológico

A pesar de que todas las fábricas tuvieron que instalar gas L.P. en la noche y madrugada siguen quemando derivados del petró­leo con grave deterioro en la calidad del aire.

Mapa2 Distribución de las industrias en Morelos

1 Ingenio ~ Industria ~~ Parque Industrial

En el municipio de Zapata, los productores de cerámica de la colonia Tres de Mayo actuaron en el pasado de modo similar, pero ante la evidencia de crecientes casos de tumores malignos

96

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

optaron por usar exclusivamente gas L.P. Aunque en la actuali­dad existen hornos de alta cocción, barnices no tóxicos y com­bustibles amigables, la población sigue mostrando altos niveles de enfermedades degenerativas, particularmente cáncer.

Finalmente, las más de 100 yeseras en Axochiapan y las caleras de Jiutepec y Puente de Ixtla están en manos de em­presas familiares, con viejos sistemas productivos, altos nive­les de contaminación y baja capacidad económica. Sólo una concertación entre industrial y autoridad, acompañada por cré­ditos a fondo perdido pudieron controlar paulatinamente las emisiones a la atmósfera, además de que estas empresas de­predan los recursos naturales, sin remediar el daño causado a la naturaleza.

Fuentes móviles

En cuanto a la contaminación por vehículos automotores, los principales problemas se presentan en la zona conurbada de Cuemavaca, conformada por los municipios de Jiutepec, Te­mixco, Xochitepec y Emiliano Zapata; la Zona Conurbada de Cuautla, Yautepec, Yecapixtla y Ayala, así como la comprendi­da por Zacatepec, J ojutla y Tlaquiltenango, que en conjunto cuentan con 184 055 vehículos. Esto representa al 92.45% del total del autotransporte público y privado del estado (Mapa 3).

Con el propósito de fortalecer las estrategias que permitan contar con una mejor calidad de aire, derecho de todos los ciu­dadanos y con la premisa de que "el que contamina, paga", a partir de 1995 se implantó el Programa Obligatorio de Verifica­ción Vehicular del estado de Morelos.

Este programa cuenta con 55 centros de verificación y tec­nología de punta. Es operado por personal capacitado (Mapa 4 ). Este equipo analizador de gases, método Bar 90, es computari­zado, permite mayor eficiencia en la medición de los gases, re­duce la intervención tlel operador y permite un mejor control sobre el proceso por parte de la autoridad, al contar con una caja negra que registra acciones distintas a los programas normales.

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1

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Mapa3 Distribución del parque vehicular en Morelos

124 670 36 239 VEHÍCULOS VEHÍCULOS

13 900 VEHÍCULOS 22 367

VEHÍCULOS

Obliga a todos los poseedores de un vehículo a afinar y ve­rificarlo dos veces al año, a fin de evitar que la ciudadanía reci­ha el impacto de un vehículo mal afinado. En 1996 el total de verificaciones fue de 273 601, lo que representa el70% del par­que vehicular estatal, los taxis cumplieron en un 80%, los parti­culares en un 70%, y los posesionarlos de rutas en un 31 %, ya que el resto circula en carreteras federales y requiere por lo tan­to de la verificación vehicular federal, SCT. Lo mismo ocurre con el servicio de carga. En general, se.oontó entre verificación federal y estatal con más del 85% de cumplimiento (Tercer In-

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Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

Mapa4 Centros de verificación en Morelos

30 Cuerna vaca

5 Jiutepec

Fuente: Gobierno del estado de Morelos, 1998.

7 Cuautla

13 Resto del

Estado

forme, 1996/97). El año siguiente se redujeron las verificacio­nes a 241 280, correspondiente al 61% del parque vehicular. Destaca que sólo el 37% de los taxis cumplieron y probable­mente por la municipalización de la policía de tránsito se redujo la eficiencia en la verificación, hecho que debería revocarse en un futuro próximo, a fin de conservar la buena calidad del aire (Cuarto Informe 1997/98, p. 230). Asimismo, debería instru-

99

Fuenteovejuna o caos ecol6gico

mentarse un programa de coches que ostensiblemente conta­minan, que los obligue a afinar sus motores o retirarlos de la circulación.

El parque vehicular del estado está constituido de la siguiente manera: el 67.53% corresponde a automóviles particulares; el 25.15% al servicio de carga (camionetas y camiones); el4.75% a taxis y el2.57% a rutas o microbuses.

Red de monitoreo atmósferico

En el estado de Morelos se inició el monitoreo atmosférico a partir de mayo de 1996, con una estación móvil propiedad del Departamento del Distrito Federal. En particular, se monitoreó ozono, monóxido de carbón, bióxidos de azufre y nitrógeno, así como los parámetros de las condiciones meteorológicas exis­tentes en el momento de la mediación (Mapa 5). Se estudió la zona Centro, Plan de Ayala y Buena Vista, en el municipio de Cuemavaca y Tlahuapan y CIVAC, en el municipio de Jiutepec, región conurbada con la capital del estado.

Gracias a este primer estudio automatizado, se obtuvieron los siguientes avances:

• datos técnicamente fundados de los índices de la calidad del aire en Cuemvaca y zona conurbada.

• seguridad sobre la principal fuente de contaminación: los vehículos automotores en las zonas conurbadas de la en ti­dad, con contaminantes predominantes de ozono y de mo­nóxido de carbono.

• niveles de contaminación por parte de la industria, que requiere fortalecer sus equipos y sistemas de control de emisión a la atmósfera, así como capacitar al personal que los opera.

Como resultado de las mediciones de la red móvil propor­cionada por el Distrito Federal se pudieron detectar los puntos

100

~~~~:- ~~ ~-4·~..=.. .......... - ....... ~.~ -~ - -- - ·.' ... ·.~ ' '

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

de mayor sensibilidad en cuanto al deterioro atmosférico. Con base en estos datos, fue instalada y operada la red automatizada de monitoreo atmosférico de Morelos (RAMAMOR), constituida por dos estaciones de medición de gases; una ubicada en Palacio de Gobierno que registra ozono y monóxido de carbono y la otra en Tlahuapan que monitorea bióxidos de azufre y bióxido de ni­trógeno, así como la estación manual ubicada en Tetela del Vol­cán, a fin de checar partículas suspendidas totales en esta área de riesgo, con relación a la actividad del volcán Popocatépetl.

MapaS Red automatizada de monitoreo atmosférico

Ozono 48IMECA

Bióxido de Azufre

48 IMECA

Fuente: DDF, 1996.

'1

Monóxido de Carbono 24IMECA

Bióxido de Nitrógeno 17.78 !MECA

101

Fuenteovejuna o caos ecológico

Resultados

Monitoreo 1996

El gobierno del estado realizó con el apoyo del Departamento del Distrito Federal, un monitoreo de la calidad del aire, de la zona conurbada de Cuernavaca durante mayo de 1996 (Cuadro 2), donde se analizaron los siguientes contaminantes: monóxido de carbono, bióxido de nitrógeno, ozono, bióxido de azufre y partículas suspendidas, complementándose con parámetros me­teorológicos de velocidad y dirección de vientos, temperatura ambiente y radiación solar. Con la misma tecnología y equipo se repitió el estudio en septiembre de 1997, donde se suprimió la estación Buena Vista, ya que se había comprobado anterior­mente que aún no existe contaminación importante proveniente del Distrito Federal, rebasando al Pico del Aguila y que pudiera afectar al norte de Cuernavaca. Alternativamente se analizó el sitio de Temixco, caracterizado por fuertes congestionamientos vehiculares, particularmente los lunes, cuando se presenta el tianguis regional.

Las concentraciones de monóxido de carbono fueron lige­ramente superiores en las estaciones centro de la ciudad, Plan de Ayala y Buena Vista sin rebasar el límite de la norma, ya que las concentraciones máximas registradas se ubicaron alrededor del 50% del valor de los límites permisibles por la norma (11 ppm). Esta situación hace evidente que las fuentes generadoras de contaminación en estas áreas las constituye el parque vehicular Las mayores concentraciones oscilan entre las 7.00 y las 12.00 horas, incrementos que coinciden con períodos de actividades económicas y educativas, que se ligan con una mayor circula­ción vehicular (Gráfica 1 ).

Las concentraciones de bióxido de nitrógeno presentaron niveles ligeramente superiores en el centro de la ciudad y Ave­nida Plan de Ayala, también como re~ultado de la afluencia vehicular. Sus valores máximos no exceden de la norma, pero es conveniente señalar que los niveles presentados son suficien-

102

Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

Cuadro2 Descripción de las zonas monitoreadas

Sitio Ubicación Entorno

Alameda Central de la Ciudad Zona principalmente comercial, gubema-de Cuerna vaca (Palacio de Go- mental, de servicios, hotelera con gran biemo) afluencia vehicular particular y de uso co-

lectivo en las calles que la delimitan

2 Estacionamiento del edificio Zona principalmente habitacional y comer-"Casa de Piedra", Calle Plan cial, delimitada por la Av. Plan de Ayala y de Ay ala esq. Coronel Ahuma- Cuauhtémoc, transitada por vehículos par-da ticulares de carga, transporte foráneo y

transporte público federal

3 Calle San Juan esq. 5 de mayo. Zona principalmente industrial (CIVAC) y

Col Tlahuapan, municipio de habitacional

Jiutepec

4 Calle 4 este esq. 36 norte, Zona de tipo habitacional e industrial, ave-Unidad Habitacional CIVAC nidas con tránsito medianamente intenso

5 Estacionamiento del Estadio Zona habitacional con pequeños estable-Centenario, Sitio Buenavista. cimientos, topografía irregular, con pen-

diente que disminuye de norte a sur y zona que colinda con el Ajusco y se localiza del otro lado de la región de mayor contami-nación por ozono del Distrito Federal

6 Sitio Temixco Zona habitacional, comercial y los lunes hay tianguis con fuertes congestionamien-tos vehiculares

Fuente: Gobierno del estado de Morelos, SEDAM, 1996.

temente importantes como precursores en la formación de ozo­no, que aunado a las condiciones meteorológicas favorables, es decir fuerte insolación, tienen que cuidarse permanentemente. Las concentraciones máximas se registraron entre las 7:00 y 10:00 horas especihlmente en fines de semana, cuando se incrementa el parque vehicular por los visitantes provenientes de la capital del país (Gráfica 2).

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--------------------------

Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 1 Fluctuación del monóxido de carbono

(Concentraciones máximas) 14 ~~S~iu~.o--~~~S~iti~.o--~--~s=i~ti-o--~--s=i~ti~o--~--~S~iti~.o--~

12 Centro Av. Plan de Ayal Tlahuapan Civac Buena Vista

10

4

2

0+-------~~-------+--------~--------+-------~

1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 HORA

Fuente: D.D.F., 1996.

Gráfica 2 Fluctuación del bióxido de nitrógeno

(Concentraciones máximas) 260 ~--S-iti-.o--~---S-i_ti_o--~--~S~it~io--~--~S~iti~.o--~---S~i-ti-o~ 24° Centro Av. Plan de Ay al Tlahuapan Civac Buena vista 220~------~------~~~~~+-~~~-t------_, 200 limite máximo permisible 210 p h

180 ¡:Q 160 8:: 140

120 100 80 60 40 20 o~-------4--------~--------+-------~------~ 1:00 13:00

Fuente: D.D.F., 1996.

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1:00 13:00 1:00 13:00 HORA

1:0~ 13:00 1:00 13:00

Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

Las mayores concentraciones de ozono se presentaron en el centro de la ciudad, la Avenida Plan de Ayala y Buena Vista en un promedio de 0.09 ppm, cantidad por debajo de la norma, con mayores niveles durante el día, sobre todo entre las 10.00 y las 17.00 horas y con concentraciones máximas a las 15.00 horas. Éstas se registraron principalmente los lunes y los viernes, días en que aumenta el tráfico normal por los visitantes. Los ni veles más altos se presentaron los días con condiciones de estabilidad atmosférica y mayor flujo vehicular (Gráfica 3).

Gráfica 3 Fluctuación del ozono

(Concentraciones máximas)

160 ~------~~s~.~.------~s~·t·~~--~S~t.~ti·o--~--s~~·~u.-o--, Sitio ttio 1 10

140 Centro Av. Plan de Ayala Tlahuapan Civac Buenavista

120 ~--~~~--~~~--~~~~~~~~~~~

100

re so p..

60

40

20

0+-------~------~-------+------~------~ 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00

HORA

Fuente: D.D.F., 1996.

Los ni veles de bióxido de azufre se registraron en mayo­res concentraciones en el área de Tlahuapan, registrándose en una sola ocasión una concentración de 0.215 ppm que sobre­pasó la norma (0.130 ppm). Esto ocurrió a altas horas de la noche y la madrugada y fue provocado por las emisiones de

105

Fuenteovejuna o caos ecol6gico

calderas de la cercana Ciudad Industrial del Valle de Cuerna­vaca (Gráfica 4).

Gráfica 4 Fluctuación del bióxido de azufre

(Concentraciones máximas)

260 .-~S~t·n·~o---r--~s-~.--~--------~------~------~ ttio Sitio Sitio Sitio 24° Centro Tlah e· B . 220

Av. Plan de Ayala uapan tvac uenavtsta

200 180 160

~ 140 & 120~------~------~~~----~------_.------~ 100 80

60 40 20 0~--~--~~----~--------~~----~~~~~ 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00

HORA

Fuente: D.D.F., 1996.

En atención a la ubicación y giros industriales, se considera que las emisiones de bióxido de azufre provienen básicamente de los procesos de combustión (calderas) de la industria quími­ca, farmacéutica, automotriz y textil de CIVAC, lo que se ve fa­vorecido por falta de programas de mantenimiento preventivo y correctivo en los procesos productivos, así como personal poco capacitado durante la noche.

Las partículas suspendidas totales presentaron sus mayo­res concentraciones en Plan de Ayala corl valores entre los 109 y 121 mg/m3 que tampoco rebasaron a las normas.

106

Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

Estudio comparativo entre 1996 y 1997

Ozono

Sus mayores concentraciones se presentaron en el centro de la ciudad, en la Avenida Plan de Ayala y Buena Vista, pero siem­pre en cantidades por debajo de la norma, con concentraciones máximas a las 15 horas, principalmente los lunes y viernes, en condiciones de estabilidad atmosférica y mayor flujo vehicular. Cabe destacar que no obstante la afluencia vehicular en los dos períodos vacacionales del año, este contaminante presentó un promedio de 38 IMECA, o sea que se ubicó un 62% por abajo de los límites máximos permitidos por la norma y se presentó una disminución del 43% con relación al año anterior, 1996 (Grá­fica 5).

Gráfica 5 Concentraciones máximas de ozono

(Monitoreo de 1996 y 1997)

140~~~~--S~i~ti-o--~~Sl~.ti~o---~~S~iti~.o---~~S~iu~·o---~•s~it~io-.

Av. Plan de Ay ala Tlahuapan Civac Buena vista Temixco 120 ~--~-+....-~~4-----~....-----~--~~r-----~ 100

-Mayo de 1996

a:l 80 0.. 0..

60

40

20

0+------+--------~------~------~----------+-~--~ 1:00 13:00 1:00 l?~OO 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00

HORA

Fuente: D.D.F., 1996 y 1997.

107

Fuenteovejuna o caos ecológico

Además de condiciones atmosféricas y climáticas más fa­vorables, la afinación de los vehículos y la verificación obliga­toria incidieron en la reducción del contaminante, apoyadas por cursos de capacitación a la policía de tránsito, una sincronización automatizada de los semáforos y la prohibición de estacionarse en lugares conflictivos y avenidas principales durante la Sema­na Mayor y los días festivos. Adicionalmente, se trató de capa­citar a los choferes de taxis y microbuses, organizar paradas obligatorias y sitios fijos, a fm de evitar que los taxis circularan sin pasaje. El conjunto de esas acciones, acompañadas por la siembra de 25 millones de árboles en áreas erosionadas y, por ende, la reducción de partículas suspendidas, mejoró la calidad del aire y redujo sustancialmente al ozono, mayor contaminante en Morelos.

Monóxido de carbono

Sus concentraciones fueron ligeramente superiores en las esta­ciones Centro de la ciudad, Avenida Plan de Ayala y Tlahuapan, pero sin rebasar el límite de la norma, ya que las concentraciones máximas registradas no excedieron el 75% del valor de los lí­mites permisibles. Esta situación hace evidente que las fuentes generadoras de contaminación en estas áreas las constituye el parque vehicular. Las mayores concentraciones de este conta­minante oscilaron entre las 7:00 y 12:00 horas, incrementos que coinciden con los períodos de actividades económicas y educa­tivas, resultado de una mayor circulación vehicular, menos ve­locidad y congestionamientos en las estrechas calles del centro colonial. Su promedio anual fue de 39 IMECA, con sus mayores concentraciones en el mes de diciembre, cuando aumenta la den­sidad de tráfico por los turistas y las compras navideñas.

Bióxido de azufre

Los mayores niveles de este contaminante se registraron en el área de Tlahuapan, municipio de Jiutepec, con un promedio anual

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: = •!

Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

de 44 IMECA, que corresponde a menos del 50% del límite esta­blecido por la norma. La impactante reducción entre la primera y la segunda medición, se debió a un mayor cuidado de los in­dustriales, programas preventivos y correctivos de calderas y un mejoramiento de la calidad del combustible, ya que median­te un convenio con Pemex, se logró surtir a CIVAC con la misma calidad de combustóleo que la Ciudad de México, hecho que mejoró el proceso de combustión en las calderas y redujo la emisión a la atmósfera (Gráfica 6).

Gráfica 6 Concentraciones máximas de bióxido de azufre

(Monitoreo de 1996 y 1997)

250 ~~S~iti~.o--~~S~iu~.o--~~S~iti~.o--~~St~.ti~o--~~S~iti~o--~~Si~tio__,

Centro Av. Plan de Ayaln Tlahuapan Civac Buena vista Temixco

200

150

lOO

50

--Mayo de 1996 Septiembre

-de 1997 a 130 b

0~~~~~~~----~~--~~~~~~~ 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00 1:00 13:00

HORA

Fuente: D.D.F., 1996 y 1997.

En el monitoreo de mayo de 1996 se detectaron altas con­centraciones de bióxido de azufre entre las dos y las cuatro de la mañana. Inicialmente, existían quejas ciudadanas relacionadas con descargas nocturnas clandestinas por parte de algunas in-

109

4

Fuenteovejuna o caos ecológico

dustrias. No obstante, un estudio en la zona arrojó que los en­cargados de las calderas se dormían en la madrugada, con la consiguiente pérdida sobre el proceso de combustión. Mientras que se reorganizaba el proceso, la caldera emitía altos niveles de contaminantes. Mediante estímulos y mayor control sobre los trabajadores se reduje ron estas fallas humanas, que habían dañado severamente la atmósfera, y que además representaba un peligro para más de 50 mil habitantes que viven en las unida­des habitacionales aledañas, y que generalmente son trabajado­res de CIVAC.

Bióxido de nitrógeno

Como precursor del ozono fue el contaminante que tuvo menor presencia en todos los sitios de monitoreo, con un promedio de 17.78 puntos IMECA y una máxima de 46.4 IMECA. Mostró una reducción del 60% con relación a 1996. Sus concentraciones máximas se registraron entre las 7:00 y 12:00 horas, especial­mente en fines de semana, cuando se incrementó el parque vehicular por el turismo.

Red automática de monitoreo atmosférico de Cuernavaca (R.A.M.A.C.)

Con los resultados del monitoreo anterior, a partir de marzo de 1997 se instalaron en la ciudad de Cuemavaca y Tlahuapan, municipio de Jiutepec, dos estaciones automáticas donde se de­terminan los siguientes parámetros, estación Centro: monóxido de carbono y ozono; estación Tlahuapan: bióxido de azufre y óxidos de nitrógeno.

En la estación Centro las concentraciones detectadas en mo­nóxido de carbono oscilan entre 0.005 y 0.033 ppm, presentan­do incrementos en los períodos de mayor afluencia vehicular entre las 7:00 y 11 :00 horas de la mañana. Se repite este com­portamiento entre las 16:00 y 21:00 horas. A partir del funcio-

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

namiento de esta estación, este contaminante no ha presentado valores mayores al 33.51% del límite permitido por la norma correspondiente de calidad del aire.

Las concentraciones del contaminante ozono oscilan entre 0.05 y 0.14 ppm sobrepasando el límite únicamente en 24 oca­siones durante 3 600 horas monitoreadas, que representa el 0.67% del total del tiempo muestreado. Los valores máximos se presentaron durante las 12:00 y 17:00 horas los días festivos o de vacaciones (Gráfica 7), particularmente en Semana Santa, cuando de acuerdo a la Secretaría de Comunicaciones y Trans­porte, llegaron a Morelos alrededor de 200 mil vehículos parti­culares. Ellos duplicaron el parque vehicular normal, sin contar aquellos turistas que acudieron a la entidad en transporte públi­co, usaron taxis y microbuses y aumentaron la contaminación del aire.

Gráfica 7 Ozono. Máximos mensuales en la ciudad de Cuernavaca

(1997)

0.16

0.14

0.12

0.10

~ 0.8 0.. 0..

0.0 12345678 '

91011121314 15t6 171819

1 ·· HORAS 20 21 22 23 24

Fuente: Gobierno del estado de More los, 1997.

111

Fuenteovejuna o caos ecol6gico

La estación Tlahuapan registró durante el último año el con­taminante bióxido de azufre, cuyas concentraciones oscilaban entre 0.01 y 0.30 ppm, sobrepasando el límite de la norma para este contaminante en 8 ocasiones, lo que no se refleja en los promedios móviles (Gráfica 8). Los picos fuera de norma re­presentaron un 0.22% del total de las horas muestreadas. Lo anterior permitió también establecer los períodos en que deter­minadas empresas pudieran efectuar clandestinamente sus des­cargas al aire. Éstas se han reducido, como lo muestra este por­centaje bajo del tiempo fuera de norma. Con una red móvil se podrá detectar y ordenar aquellas empresas que no han entendi­do aún que el aire es un bien común y que ningún interés par­ticular o proceso productivo tiene derecho a degradarlo o conta­minarlo.

Gráfica 8 Bióxido de azufre

Promedio móvil 24 horas en la ciudad de Cuernavaca

limite de nonna 130 ppb

140.00 r--~t-!:PI1:,:om:::e::di::::_o _:m~óv~il_::24~h~ora~s~------:---:._

120.00

Fuente: Gobierno del estado de Morelos, 1997.

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Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

Conclusiones

De acuerdo con los resultados obtenidos por el monitoreo at­mosférico y la actual red de monitoreo atmosférico del estado de Morelos, se observó que la calidad del aire en la zona co­nurbada de Cuernavaca es satisfactoria para todo tipo de acti­vidades.

En esta zona, que comprende los municipios de Cuemavaca, Temixco, Xochitepec, Jiutepec, Emiliano Zapata y Huitzilac, las emisiones a la atmósfera son generadas en su mayoría por el parque vehicular y en menor medida por fuentes fijas.

Las políticas actuales de desconcentración industrial, im­pulsadas por el gobierno del estado y los industriales hacia los municipios de Emiliano Zapata, Yecapixtla, Cuautla, Ayala y Jojutla permitirán distribuir adecuadamente el crecimiento de la población y sus actividades. Una más racional distribución de personas e industrias no contaminantes facilitará el cumpli­miento de las normas de las emisiones a la atmósfera y propor­cionará mejor calidad del aire a la población.

Los resultados obtenidos por las estaciones de monitoreo atmosférico han permitido realizar acciones preventivas, que evi­tarán posibles contingencias ambientales e impulsarán una me­jor distribución de las actividades humanas. Asimismo, los es­tudios mostrarán que se requiere incrementar la red de monitoreo a 4 estaciones completas -que comprende los municipios de Temixco, Cuautla y Jojutla- además de una unidad móvil de monitoreo para el resto del estado, y en caso de alguna contin­gencia, como de hecho se presentó ya una vez, con el volcán Popocatépetl.

Entre las acciones complementarias para fortalecer la vigi­lancia de la calidad del aire están la actualización del padrón de establecimientos, los inventarios de empresas e industrias con emisiones a la atmósfera, rigor en el programa de inspección a fuentes fijas y fuen~s móviles, así se podrá disfrutar del clima de la "eterna primavera" a largo plazo.

En síntesis, los esfuerzos de una gestión ambiental des-

113

Fuenteovejuna o caos ecol6gico

centralizada hacia el estado, apoyada activamente por la ciu­dadanía y los sectores productivos, así como acotado dentro de un marco normativo y de vigilancia, arrojaron resultados positivos en cuanto a la calidad del aire. Es indudable y satis­factorio que el estado de Morelos tuvo una excelente calidad de aire durante 1997. Ésta es resultado, sobre todo, de las con­diciones naturales de la entidad, en especial de las topográficas, fisiográficas y meteorológicas, pero como mostró la reduc­ción de los niveles entre 1996 y 1997, también es importante el control eficiente de las emisiones de fuentes fijas y móviles que permitieron una adecuada dispersión de los contaminan­tes en el Valle de Cuernavaca y su zona conurbada. Obvia­mente estos avances no se dieron con anterioridad, dado que las autoridades federales estuvieron al frente del cuidado de la calidad del aire. Sólo con una eficiente descentralización, re­sultado de hechos fortuitos como el comodato del Distrito Fe­deral de la Red Automática de Monitoreo del Aire, permitió que Morelos y sus habitantes asumieran la responsabilidad de su calidad del aire.

Los niveles bajos de emisión de bióxido de carbono, que es consecuencia de la quema de hidrocarburos y otros combusti­bies, inciden también en fenómenos más globales como el efec­to invernadero. Gracias a un control en las fuentes fijas y móvi­les, acompañado por un proceso masivo de reforestación -se plantaron durante los últimos 5 años 25 millones de plantas con una supervivencia total del 84%- Morelos cumple con su com­promiso con el país en cuanto a las emisiones permitidas. Ade­más apoya positivamente a la Convención del Cambio Climático y sus Pautas (COP2, COP3), que fmnó México durante la Cum­bre de la Tierra, efectuada en Río de J aneiro en 1992, en Kioto en 1997 y en Buenos Aires en 1998.

El ejemplo expuesto mostró claramente que es responsabi­lidad de todos los habitantes de la ciudad, incluidos los visitan­tes, coadyuvar en la conservación de las buenas condiciones de calidad del aire. Esto sólo será posible si de manera conjunta se trabaja en:

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Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos

• reformulación de la calidad de la gasolina y de los com­bustibles, de acuerdo con las condiciones atmosféricas imperantes y las actividades productivas que se emprendan

• reducción del contenido de benceno en las gasolinas, dada su toxicidad

• promoción del convertidor catalítico y vigilancia perma­nentemente de su funcionamiento

• muestreo de los precursores de la contaminación fotoquí­mica como los NOx y HCR

• instalación de dispositivos mecánicos que optimicen la combustión adentro del motor

• instalación de controles de vapor en todas las gasolineras • control de los expendios de gas doméstico, pipas y de­

pósitos • ordenamiento de las actividades urbanas • sistema eficiente de transporte público con paradas fijas y

encierros para todas las rutas • uso de microbuses de acuerdo con la demanda, a fin de

que circulen únicamente aquellos con ocupación de pa­sajeros

• prohibición de paradas en doble fila • sitios para todos los taxis, a fin de evitar la circulación

con baja velocidad en aras de buscar pasaje (adicional­mente se mejoraría la seguridad y se eliminarían los taxis piratas)

• sistema moderno de vialidad con semáforos equipados con sensores que regulen automáticamente el flujo vehicular

• afmación de vehículos públicos y privados, y cumplimiento en tiempo y forma con el programa de verificación vehicular obligatorio

• optimización de los procesos de combustión industrial, me­diante el empleo de tecnología de punta, a fin de reducir las emisiones contaminantes

• cursos de cap~itación y vigilancia permanente sobre el personal operador de calderas y procesos de combustión

• manejo integral de la basura mediante el composteo de los

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productos orgánicos y reciclamiento de papel, cartón, plás­tico, metal, lana y otros

• prohibición y vigilancia ciudadana sobre la quema de ba­sura, esquilmos agrícolas y combate colectivo a los incen­dios forestales

• apoyo al programa estatal de reforestación y recubrimien­to de campos agrícolas durante la época de estiaje

• recuperación de áreas erosionadas mediante reforestación y recuperación vegetal

En resumen, la calidad del aire es frágil y por descuidos humanos o una concatenación de procesos de contaminación se puede deteriorar rápidamente. Es mucho más difícil recuperarla como lo muestran las acciones emprendidas en la Ciudad de México y a pesar de ello persisten los altos niveles de contami­nación y las contingencias ambientales. Tampoco es factible im­provisar con nuevas medidas anticontaminantes, sólo un proce­der científico evitará sorpresas por la aparición de contaminantes distintos, como ocurrió al sustituir la gasolina con plomo por magna sin, hecho que disparó el ozono en la Ciudad de México por el contenido de MTBE (o TAME) que forma formaldehído, precursor del ozono, al igual que los NOx. No obstante, la parti­cipación ciudadana, un marco normativo claro, su aplicación estricta, vigilancia permanente, mejor calidad de gasolina, sus­titución de carros particulares por transporte público, estacio­namientos baratos en la periferia y caros en los centros urbanos, vialidades modernas, semáforos sensibles y autoregulados, todo ello apoyado por una gestión ambiental integral, permitiría me­jorar y mantener la calidad del aire no sólo en Morelos, sino en el país y el planeta entero.

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Calidad del aire y sus contaminantes en More/os

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, Areas protegidas y su federalización

Introducción

México está considerado como uno de los países con mayor riqueza biológica del mundo. Esto se debe a sus condiciones climatológicas tan diversas, localización geográfica y caracte­rísticas topográficas. Existen especies tanto tropicales, prove­nientes del sur del continente, como de regiones templadas del norte. México ostenta ser a escala mundial el país con mayor diversidad en especies de reptiles (692 especies) y anfibios (285 especies), la mitad de ellas endémicas. En otros grupos ocupa lugares importantes en cuanto a riqueza biológica; por ejemplo, posee alrededor de 30 000 especies de plantas con flores (aproxi­madamente el 10% de la diversidad mundial), 1 000 especies de ave y alrededor de 450 especies de mamíferos. Estas caracte­rísticas colocan a México entre los cinco países de megadiver­sidad en el mundo (SEMARNAP, 1997).

Ahora bien, la crisis ecológica mundial no tiene preceden­tes cualitativos o cuantitativos en la historia, y existen pocos lugares en el mundo donde el impacto de las actividades huma­nas no haya causado severas afectaciones a los sistemas natura­les. Esto es particularmente cierto en los países del llamado ter­cer mundo o en vías de desarrollo, donde el deterioro causado a los recursos naturales ha devastado grandes zonas y provocado daños irreparables. Por ejemplo, en las últimas décadas ha exis­tido en México un ac~lerado deterioro de varios tipos de ecosis­temas, lo que ame~aza la supervivencia de un sinnúmero de organismos circunscritos sólo a nuestro país. La tala inmodera­da ha ocasionado que México ocupe un lugar importante dentro

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Fuenteovejuna o caos ecológico

de los países con las tasas más altas de desforestación. Como ejemplo, los bosques tropicales húmedos desaparecen a un rit­mo anual de 11.1 millones de hectáreas, y los bosques tropica­les secos alcanzan un promedio de 7.5 millones de hectáreas anuales. Se estima que en tres décadas sólo habrá un 17.5% del territorio con vegetación que se considere como natural. De manera que en una o dos décadas más, las áreas con vegetación natural habrán desaparecido en su totalidad.

Los problemas del deterioro ambiental han adquirido mag­nitudes impresionantes, y se han incrementado con el proceso de urbanización e industrialización. Esto se debe a que las tec­nologías utilizadas para el aprovechamiento de los recursos no han estado en concordancia con la realidad geográfica, social, económica y cultural del entorno. La producción de alimentos básicos ha cambiado de agroecosistemas mixtos y huertas, a monocultivos, y muchos de los alimentos básicos se han susti­tuido por sorgo y hortalizas exóticas, utilizados para la engorda de ganado y la exportación.

Destaca por su importancia mundial y nacional el cambio producido por la Revolución Verde: sus implicaciones en la in­dustrialización del campo, los proletarios agrícolas, los campe­sinos semiproletarios y la creciente descampesinización, es re­sultado del desplazamiento de la mano de obra no calificada. México, como cuna de la Revolución Verde, realizó importan­tes inversiones en infraestructura, esto es, creación y amplia­ción de áreas de riego, mecanización, producción masiva de se­millas hfbridas y un paquete tecnológico que intentó superar los lfmites impuestos por la naturaleza y producir en condiciones similares a las de la industria.

El abuso de agroquímicos, riego, semillas híbridas (presas fáciles de plagas y enfermedades), el deterioro de la maquinaria agrícola y la falta de infraestructura, disiparon el sueño de la Revolución Verde. Carteras vencidas, abandono de parcelas por alta contaminación, enfermedades y muertes por mal manejo de agrotóxicos, pero sobre todo la salinización y a veces sodificación de las tierras agrícolas, obligaron a cambiar de cultivos de alto

Áreas protegidas y su federalización

rendimiento y fuerte demanda, hacia los propios de suelos dete­riorados. A pesar de nuevos métodos de riego, fertiirrigación, riego por goteo y otros, el recurso más apreciado en un ecosiste­ma semiárido, el agua requirió ser bombeada de profundidades cada vez mayores. Esto no sólo implicaba costos crecientes por concepto de energía eléctrica, sino también el empleo de aguas fósiles, que sólo pueden usarse una vez, y en no pocos distritos de riego se mezcló agua salobre o salada del mar con los acuíferos de agua dulce ( Oswald, 1986).

No solamente Ernest Peder consideró a la Revolución Ver­de de "steel grey" (Peder, 1980 y 1981), el deterioro ambiental, la gigantesca deuda externa -resultado de proyectos agrícolas fallidos como el Plan Chontalpa (Barkin, 1978)- provocaron la desaparición de la selva alta perenifolia en el trópico húmedo mexicano; después se drenaron las tierras pantanosas para ins­talar caros sistemas de riego y humedecerlos, ahora con tecno­logía de punta. Este ejemplo no sólo muestra el despilfarro de los recursos financieros y naturales de una región, sino que es un prototipo de cómo los países desarrollados, mediante las agen­cias de desarrollo, imponían y siguen imponiendo conocimien­tos y manejo del medio ambiente a los países del Sur, tecnolo­gía e instrumentos probados en latitudes totalmente distintas y por ende destinados al fracaso. Pero la abultada deuda externa contraída por estos fallidos proyectos tiene que pagarse y es indudable que los servicios de esta deuda disminuyen los esca­sos recursos que se requieren para un proceso de desarrollo al­ternativo. A veces se arrebatan directamente de la mesa de los depauperados: a costa del hambre del pueblo se están pagando malinversiones, frecuentemente resultado de asesorías del Ban­co Mundial y otras agencia de ayuda al Tercer Mundo.

En grandes extensiones del territorio nacional se han gene­rado cambios de uso del suelo para satisfacer, entre otras, nece­sidades de ganadería extensiva, nuevas tierras con fines agrope­cuarios y asentami~ntos humanos adicionales. Esto se agudiza aún más con el uso de tecnologías no apropiadas, contamina­ción de los recursos naturales, consumismo excesivo y depre-

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dación. El conjunto de estos elementos aunado a la falta de pla­neación a largo plazo traen como consecuencia no sólo una cri­sis económica-social muy profunda -acompañada de una re­ducción en la autosuficiencia alimentaria- sino también la ruptura de los hábitat naturales, la extinción de una gran canti­dad de plantas, animales silvestres y niveles crecientes de con­taminación.

Este fenómeno no es privativo de México, ya que a nivel mundial se calcula que para finales de este siglo la acción del hombre habrá eliminado un millón de especies. Se considera que actualmente el promedio de extinción es de una especie de fauna y flora por día y en el año 2000 este número ascenderá a una especie por hora. Hoy día nuestros recursos naturales están bajo una presión sin precedentes que amenaza no sólo la cali­dad de vida, sino el desarrollo socioeconómico del país y la supervivencia de la especie humana.

Las razones anteriores nos llevan a plantear la urgencia de encontrar y aplicar acciones eficaces de protección y recupera­ción; así como las campañas de reforestación en el ámbito na­cional se han intensificado substancialmente, a nivel interna­cional se discuten mecanismos eficientes de combate al efecto invernadero, mediante conservación y recuperación del trópico seco y húmedo, además del control y la reducción en la q:uema de hidrocarburos fósiles, que son los productores básicos del bióxido de carbono en la atmósfera.

Estos procesos de cambio a escala mundial requieren de la participación activa de todos, y la modificación de la hábitos cotidianos de depredación. Por ello, sólo con educación am­biental a todos los niveles se pueden lograr tan ambiciosas me­tas. Así las prácticas educativas se transforman en pilares de la protección de los recursos naturales, a corto, mediano y largo plazo, además de que crean efectos multiplicadores en el seno familiar, de colonia, grupo social y barrio. Más aún, habría que recuperar algunas prácticas históricas de npestra cultura prehis­pánica y combinarlas con avances científicos y tecnología de punta. Esto posibilitará la prevención e integración de los eco-

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Are as protegidas y su federalización

sistemas, mejorará la calidad de vida y garantizará procesos pro­ductivos a largo plazo sin deterioro, donde se revaloricen los elementos culturales y conocimientos tradicionales, de acuerdo con los planteamientos y reglamentos internacionales, naciona­les y locales.

Finalmente, la aguda iniquidad que se manifiesta en los paí­ses en desarrollo, resultado del modelo neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, reforza­da por tratados de libre comercio, la Organización Mundial de Comercio, la Organización Económica y de Desarrollo ( OECD) --que obligan a los países emergentes a cumplir con reglas de desregulación, apertura indiscriminada y abolición de subsidios, sin que en los países desarrollados se acaten con el mismo ri­gor- han deteriorado la calidad de vida, de modo que gran parte de la población mundial vive en una miseria, violencia, pobreza y desempleo cada vez mayores. Paradójicamente, se trata casi siempre de los países con mayor biodiversidad y ri­queza natural (Brasil, Pero, Ecuador, Colombia, México, Indo­nesia, Madagascar, China, India, Zaire) y sólo Estados Unidos de América y Australia pertenecen a los países desarrollados.

Por último, es importante destacar que el cuidado y la pro­tección del ambiente no están divorciados de un mejoramiento del bienestar, calidad de vida, salud y empleo de la población más depauperada. Así, el paradigma de un desarrollo alternati­vo, que cuide los recursos naturales, empleos bien remunerados y propicie condiciones de vida dignas, requiere del cuidado y recuperación de los recursos naturales.

Mecanismos de protección ambiental

La protección del ambiente constituye un fundamento de desa­rrollo social, ya que los niveles de bienestar no pueden elevarse sin limitar y reverti,l·' los procesos que actúan en contra de la calidad de vida de la población y la protección de los recursos naturales. En la lucha contra la contaminación y sus efectos en

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la salud humana, y la rápida destrucción de la biodiversidad, la creación de Áreas Naturales Protegidas -con planes de mane­jo y participación de la población- han sido medidas impor­tantes en la conservación y recuperación de los recursos natura­les. De hecho, en los últimos años se han decretado muchas áreas de protección ambiental tanto a nivel mundial como na­cional. En México por lo menos el 4% del territorio nacional está ya bajo alguna categoría de protección, aunque faltan toda­vía muchos planes de manejo sustentables y sobre todo la parti­cipación de la gente, principalmente de los campesinos depau­perados que requieren de empleos bien remunerados en las áreas naturales.

Desde el siglo pasado, México ha decretado diversos rinco­nes del territorio nacional bajo protección ambiental. La mayor parte de los Parques Nacionales se estableció durante la admi­nistración de Lázaro Cárdenas. Asimismo, casi todos han fraca­sado en su cometido: primero, por la falta de un criterio ecológico aunado a la carencia de recursos materiales y humanos. Más aún, se carecía de planes de desarrollo en las reservas, se venían arrastrando problemas de tenencia de la tierra, y las comunida­des inmersas o aledañas a las áreas de reserva no participaban en su manejo. Es más, generalmente se establecían en sitios donde existían conflictos ancestrales por los linderos entre pue­blos, municipios y estados, de modo que muchas de las áreas naturales ya nacían con graves problemas y conflictos abiertos.

Es hasta mediados de los setenta cuando se incorporan cri­terios ecológicos a las propuestas de creación de áreas protegi­das y se genera así el apoyo para su planificación, manejo y operación. En 1982 se crea la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) y la Subsecretaría de Ecología, como resul­tado del esfuerzo federal por vincular criterios ecológicos al desarrollo de la nación. Es bajo dicha administración cuando se forma el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. En 1992 surge la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESqL), que absorbe algu­nas responsabilidades federales de SEDUE; y explícitamente in­tegra el paradigma del desarrollo sustentable en su quehacer

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Areas protegidas y su federalización

diario. En este año surge también la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), instancia encargada de la vigilancia, persecución y sanción de los delitos ambientales. Con la actual administración federal se crea, en diciembre de 1994, la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), donde se incluye parte de la estructura adminis­trativa de SEDESOL y de SARH; la vigilancia a través de la Procu­raduría Federal de Protección al Ambiente, la Subsecretaría de Pesca, la Forestal, la de Planeación y la Comisión Nacional del Agua. La meta era proteger de manera coordinada los recursos naturales terrestres, marítimos y mineros. Es a partir de esta fe­cha cuando se explicita el criterio de desarrollo sustentable como política rectora en la creación y administración de las áreas pro­tegidas. Con ello se intenta contrarrestar el deterioro de las áreas protegidas en México, que se manejaron con intereses y cir­cunstancias particulares y no como el resultado de un plan es­tratégico, definido en términos ecológicos y de sustentabilidad.

Obstáculos a la política de áreas naturales protegidas

Para conservar los ecosistemas y la riqueza biológica de un país se requiere coordinar una serie de instituciones, instrumentos e instancias creadas ex profeso. Cada una de ellas debería desem­peñar un papel específico pero vinculado a las otras partes. Sólo así se tendrá éxito en la conservación de los recursos naturales. Su esquema se inserta dentro de un contexto global, donde la planeación del uso y manejo de los recursos naturales se origine en un ámbito de regionalidad y condiciones socioeconómicas propicias que permitan crear empleo digno, conservar los re­cursos naturales y ayudar a superar la pobreza lacerante de mu­chos grupos sociales asentados en las áreas naturales.

En México, empero, existen obstáculos y limitantes estruc­turales y coyunturales. que impedirán un desarrollo sustentable de las áreas protegi~~s. Esto se debe, entre otros factores, a:

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Excesiva centralización de las instancias coordinadoras en el ámbito federal. La política de las áreas naturales protegidas ha sido competencia exclusiva de diversas secretarías a nivel fede­ral. Este proceder llevó, junto con la falta de presupuesto y per­sonal capacitado, a un proceso de creciente deterioro y destruc­ción de los recursos naturales. Más aún, la mayoría de las áreas naturales protegidas no tuvieron decreto de expropiación, no contaron con un programa de manejo y por lo tanto escaparon, tanto a los planes municipales como estatales de ordenamiento y planificación urbana. El resultado es un caos ambiental, una creciente destrucción de los recursos naturales, una falta de planeación a corto, mediano y largo plazo, así como un profun­do desinterés por parte de la población en cuanto al manejo sus­tentable y conservación de los recursos naturales. Al contrario, viejos cacicazgos, talamontes y traficantes de flora y fauna se aprovecharon de la poca vigilancia y destrozaron, a veces con participación de autoridades y algunos campesinos, los recur­sos naturales.

Urge por lo tanto desincorporar las áreas naturales protegi­das, involucrar a los auténticos dueños de las tierras (léase cam­pesinos, comuneros y ejidatarios) desarrollar proyectos econó­micos viables y ecológicamente sustentables y eliminar las restricciones federales que hasta hoy sólo han fomentado la des­trucción. La visión estratégicá es prevenir y conservar al máxi­mo los recursos existentes y recuperar, en la medida de las in­versiones y mano de obra disponibles, las zonas delicadas. Por ello hay que descentralizar los programas de las ANP's.

Falta de programas de manejo y proyectos sustentables. En la actualidad ellaissez-faire de la política ambiental en manos de la federación ha provocado la irresponsabilidad de la población asentada en las reservas. Asimismo, la falta de un programa de manejo y, por ende, la aplicación rígida de una legislación ajena a la realidad concreta de la zona, dio com~ resultado la destruc­ción de los recursos. Peor aún agudizó ef proceso de depaupe­ración de los campesinos originarios de las zonas, y sus auténti-

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cos usufructuarios. Para sobrevivir recurrieron a actividades ilícitas, esto es, a la tala clandestina de árboles, la producción de carbón, la extracción prohibida de tierra de monte y bancos, venta ilegal de flora, fauna endémica, cambios en el uso del suelo y otras actividades de deterioro de los recursos naturales. Se suma a lo anterior la destrucción por incendios forestales y débil participación en su detección y combate por parte de la población local, así como la poca colaboración en las activida­des preventivas. Lo mismo es válido en cuanto a la erosión y depredación que provoca el ganado menor que pasta en los par­ques nacionales.

Frecuentes cambios en las dependencias federales responsa­bles de áreas protegidas. Además de la temporalidad política de 6 años y la carencia de una coherente Ley Orgánica de la Administración Pública -que fomente la planificación, uso y manejo de los recursos naturales- existen cambios demasiado frecuentes entre los responsables del manejo de las áreas natu­rales. Inicialmente la Secretaría de Agricultura, con sus cam­biantes siglas de SAO, SARH, SAGAR, SAGDR, posteriormente la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), seguida por SEDESOL y finalmente la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, SEMARNAP, se encargaron de las áreas federales protegidas. Dentro de esta dependencia el Insti­tuto Nacional de Ecología cumple con la responsabilidad de ela­borar el programa de manejo y la operación, mientras que la PROFEPA tiene a su cargo la vigilancia y la sanción. Estos fre­cuentes cambios federales desconcertaron a la población local, provocaron duplicidad de acciones en dependencias ya sin res­ponsabilidad en el manejo, falta de techos financieros y, sobre todo, una política errática de conservación y protección de los recursos naturales. Más aún, no existía filosofía de manejo sus­tentable, tampoco esfuerzo de coordinación entre los tres nive­les de gobierno, la s~ciedad y los campesinos involucrados, lo que fomentaría su cuidado.

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Falta de personal capacitado en el manejo de áreas naturales. Personal improvisado, sin capacitación ni formación profesio­nal, burocratizado e insensible a las demandas de la población, pero especialmente sin compromiso, generó información poco confiable y ajena a la realidad de la zona. Sus reportes obede­cían frecuentemente a intereses particulares y mezquinos de gru­pos sociales pudientes, que se enriquecían a costa de los recur­sos y aprovechaban a funcionarios menores corruptos para lograr sus metas depredadoras. Y con todas estas deficiencias, ellos eran los responsables de definir los proyectos de manejo, las zonas núcleos y los permisos de aprovechamiento. El resultado está a la vista.

Intereses particulares disfrazados de preocupación ambien­tal. Talamontes, empresas de celulosa, exportadores de flora y fauna exótica, fraccionadores y cazadores furtivos han sido los enemigos principales de un manejo sustentable de las áreas na­turales protegidas. Disfrazan sus intereses con nuevos proyec­tos (dizque ecológicos), que deterioran a corto y largo plazo los recursos existentes. Otro enemigo es la corrupción a macro y microniveles, que ha inducido a cambios en el uso del suelo, desforestación, erosión, contaminación y otras destrucciones ambientales, que de manera casi irreversible han hipotecado las áreas naturales protegidas.

Participación de la población nativa. Es frecuente que las ne­cesidades socioeconómicas de una comunidad inmersa en un área protegida, no coincidan con las políticas ambientales gene­radas dentro de un contexto global, especialmente cuando se trata de acceder a recursos importantes para el bienestar cultu­ral, nutricional o económico de la población local. Esta situa­ción produce generalmente resultados negativos, que pueden desembocar en situaciones de conflicto abierto, con intranquili­dad social y hasta violencia en algunos c'asos. Por tal motivo, lo más apropiado en el manejo de estas áreas es integrar los puntos de vista de los interesados, y jerarquizarlos en función de un

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desarrollo integral de las comunidades, dentro de un marco de planeación participativa y concertada, con fundamentos que emanen del contexto ecológico, social, económico y cultural de cada región.

Pero los fracasos no sólo han tenido un lado negativo, han obligado a reconocer la urgencia de diseñar nuevos esquemas de planeación dentro del ámbito público. La integración de po­líticas ambientales es un mecanismo promisorio: compatibiliza el crecimiento económico, el desarrollo social y la protección ambiental, pero en el contexto micro, donde se depreda o se conserva, como lo demuestra la cultura indígena frente alma­nejo de los recursos naturales.

Lo contrario, esto es, seguir con una rígida política centra­lista y mantener la gestión ambiental en forma de apéndice, está causando (y provocaría en un futuro cercano) grandes costos, desperdiciaría recursos humanos y materiales, y no per­mitiría ofrecer un esquema de planeación a largo plazo. Más bien aumenta los niveles de incertidumbre y no crea actores res­ponsables que incentiven a participar en forma coordinada a todos los sectores en beneficio de 1a meta común. Más aún, la política ambiental continúa manejándose en una sola instancia gubernamental, tanto en el ámbito mundial, estatal como nacio­nal, ignorando los aspectos productivos, sociales, recreativos y hasta curativos. Por ello no existen vínculos estructurales con las instituciones privadas, públicas, estatales y municipales, ni con la propia sociedad civil y los sectores académicos, pero tampoco y especialmente, con los procesos económicos de una sociedad.

Si bien el proceso de integración de las políticas públicas pretende optimizar los sistemas mediante la compatibilización de las políticas de desarrollo y de protección ambiental, cada una de las fases del proceso puede estar manejada por diferen­tes instituciones y, grupos de interés, con sus propias aproxi­maciones al problema y retos políticos, a veces encontrados. Si el proceso de integración de políticas y estrategias se lleva-

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ra a cabo de modo apropiado, se aseguraría mayor éxito. Esto se dará en la medida en que las autoridades locales y las co­munidades participen en un clima de diálogo, concertación y confianza.

Sigue siendo una triste realidad, pero tanto el Plan Nacional de Desarrollo como los estatales y municipales, sólo tratan la protección ambiental en el apartado correspondiente, cuando se requeriría una política fiscal, productiva, comercial, de inver­sión y de investigación integrada, y bajo el amplio techo de la sustentabilidad.

Federalización de la política de áreas naturales protegidas

Con base en los logros y fracasos en materia de conservación de áreas silvestres, hemos aprendido que la consolidación del sis­tema de áreas protegidas de México exige esfuerzos enormes. Las políticas de conservación de recursos naturales deberían darse dentro de un sistema coherente, funcional y con participa­ción ciudadana.

La piedra angular de este proceso de consolidación única­mente puede darse en el marco de una descentralización de las facultades y toma de decisiones, en el ámbito de las entida­des federativas, y una participación social decidida. La fede­ralización de las áreas protegidas garantizaría el seguimiento de los acuerdos, la supervisión de los planes de manejo y de los nuevos programas de conservación, con el objeto de evitar duplicidad de esfuerzos y descoordinación. También sería importante otorgar mayor poder de decisión a las propias entidades federativas, dentro de la estructura gubernamen­tal federal, y los recursos económicos para cumplir con las metas.

La Federación se encargaría de la nonnatividad, la supervi­sión y el apoyo a los programas de manejo. Así podría coordi­nar y promover de manera más estrecha la colaboración con

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otros estados, sus municipios, sus órganos internos de gobier­no, los grupos sociales y productivos, la comunidad académica, otras instituciones no gubernamentales y la Federación, y así optimizar los recursos naturales. Con este modelo administrati­vo se podría detectar, identificar, seleccionar, supervisar y eva­luar las áreas protegidas existentes a costos menores y con real eficiencia, además de promover la protección de nuevas áreas naturales con criterios acorde a la realidad político-económica regional, y de sustentabilidad.

Áreas naturales protegidas en Morelos

Morelos es uno de los estados de la república mexicana con menor superficie territorial. Sin embargo, presenta una topo­grafía marcada por variaciones altitudinales en distancias cor­tas. Esta conformación resulta en una gran variedad climática, la que explica la amplia diversidad de sus recursos bióticos. La selva baja caducifolia es dominante en el estado, y actualmente, sólo se conserva una pequeña fracción, en la cual se encuentra inmersa la Sierra de Huautla. Afortunadamente, en esta región existe un programa de manejo integral en manos de la universi­dad, muy exitoso y que merece ser estimulado. En contraste, la región templada del norte se encuentra enclavada en el eje neo­volcánico transversal, llamado el Área de Protección de la Flora y Fauna Silvestre del Corredor Biológico Chichinautzin. Esta área protegida fue decretada con jurisdicción federal el 30 de noviembre de 1988 y carece de un programa estratégico de ma­nejo y conservación. Se encuentra a una altitud que varía de los 1 250 a los 3 450 metros sobre el nivel del mar, y corresponde a la porción noroccidental del estado de Morelos. El Corredor Bio­lógico cuenta con una superficie de 37 303 hectáreas y al unirse a los parques nacionales El Tepozteco y lagunas de Zempoala, aumenta a un total de 58 897 hectáreas, extensión que corres­ponde all1.9% del territorio estatal. Esta región colinda con la capital del país y del estado y representa un área estratégica en

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Fuenteovejuna o caos ecológico

cuanto a recarga de acuíferos; además constituye la cabeza de tres cuencas: la del Leona, la del Balsas y la del Valle de Méxi­co. Está integrado por los municipios de Huitzilac, Cuerna vaca, Tepoztlán, Jiutepec, Tlalnepantla, Yautepec, Tlayacapan y To­tolapan.

El Corredor Biológico Chichinautzin es de vital importan­cia en el estado: en esta región se encuentran varias cabeceras de ríos y arroyos y es, por lo tanto, el área principal de recarga de los mantos acuíferos de los valles de Cuemavaca, Cuautla, Yautepec y Jojutla -donde se localizan las ciudades más im­portantes del estado de Morelos- que se abastecen de agua subterránea. De manera que el crecimiento demográfico y la escasez del líquido exigen planear rigurosamente su manejo, que debe dirigirse a evitar mayores desequilibrios hidrológicos, mediante la protección de mantos acuíferos, protección del sue­lo y bosque. También es prioritario impedir la infiltración de contaminantes, desechos sólidos y aguas residuales a los acuí­feros, ya que éstos han deteriorado gradualmente la calidad de agua, principalmente en los municipios de la zona conurbada de la ciudad capital Cuemavaca.

Además, esta región alberga una diversidad considerable de flora y fauna silvestre, así como importantes asociaciones vege­tales. Dentro de los ecosistemas se encuentran los bosques de pino, oyamel y encino, la selva baja caducifolia, y el matorral rosetófilo crassicaule. En este último existen especies endémi­cas, algunas de ellas en peligro de extinción, debido a que este ecosistema se encuentra en una región donde la presión urbana es más fuerte. La riqueza faunística de la región es importante, especialmente en regiones alejadas de las manchas urbanas: se pueden mencionar al muy conocido teporingo (conejo prehistó­rico), algunas especies de felinos y un gran número de reptiles, aves, mamíferos e insectos, entre otros, algunos a punto de desa­parecer (Cuadro 1).

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Áreas protegidas y su federalización

Cuadro 1 Biodiversidad en Morelos y su relación con el país

Grupo México More los %del país

Mariposas diurnas 1 069 141 13.9

Peces 384 87 22.67

Anfibios 295 15 5.08

Reptiles 717 103 14.36

Aves 1060 340 32.7

Mamíferos 491 90 18.33

Plantas con flores 26000 2290 8.8

Fuente: CONABIO, 1986. Estudio del País Fuente: OECD, 1996. Saving Biological Diversity

Por las características mencionadas y porque el Corredor Biológico Chichinautzin representa casi el 12% del territorio estatal, su protección es estratégica y sus efectos permean las áreas económica, social y cultural del estado. Por ejemplo, las tasas más altas de crecimiento poblacional se presentan en la región norte, de manera que la presión de la mancha urbana ha generado no solamente asentamientos irregulares, sino la des­trucción del hábitat. El desarrollo urbano ha producido cambios en la vocación de tierras boscosas, agrícolas y ganaderas. Como resultado de esto, grandes extensiones de áreas naturales de la región norte se han vuelto fraccionamientos, cultivo de tempo­ral y ganadería en agostadero. La tala y la extracción de tierra alcanza cada año cifras impresionantes y el deterioro va en au-mento. 11

Frente al patétidó deterioro, la respuesta sería que las comu­nidades locales formaran parte del manejo del Corredor Bioló-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

gico Chichinautzin. La sociedad morelense, apoyada por la Uni­versidad, considera que sólo una visión holística -que incor­pore y comprometa a las comunidades en la planificación, toma de decisiones, evaluación y realización de los programas del Corredor Biológico- puede originar una relación productiva, cooperativa e igualitaria a largo plazo.

Es indudable que una de las etapas iniciales de protección del Chichinautzin debe incluir el impulso a estudios científicos en esta región. La investigación de su patrimonio natural tiene como fin conocer las estrategias más adecuadas de conserva­ción y utilización de recursos, con una mentalidad conservacio­nista. Para cumplir con este objetivo, se constituyó el Comité Técnico Científico, encargado de coordinar los trabajos de in­vestigación que incluyen aspectos biológicos y socioeconómicos del Chichinautzin. Éstos habrán de identificar las potencialida­des de cada subregión, basadas en su realidad socioeconómica y sus recursos naturales. Para lograr este objetivo se cuenta con la participación de la Universidad Autónoma del estado de Mo­relos, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México, grupos ecologistas y las autori­dades estatales y municipales. Este esfuerzo de colaboración pretende concretar soluciones a corto, mediano y, sobre todo, a largo plazo, con todo el rigor científico, con programas y dispo­nibilidad presupuesta!.

Apuntes conclusivos

La población comprometida con el entorno, consciente del va­lor ambiental, percibe la descentralización como un proceso ur­gente y necesario que beneficiaría la conservación, manejo y aprovechamiento del Corredor Biológico Chichinautzin. En el estado, las acciones de la sociedad se rigen con la premisa de que la conservación efectiva de los recursos no se garantiza si no se plantea el desarrollo sustentable a nivel local, aunque vin­culado e inserto en un contexto global. Existen las opciones de

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Areas protegidas y su federalizaci6n

tecnología, infraestructura y administración para promover un programa de manejo y desarrollo del Corredor Biológico Chi­chinautzin, de manera que la ayuda externa (nacional e interna­cional) vendría a apoyar las necesidades y los avances que la comunidad plantee y demande.

El nuevo pacto federal propuesto por el presidente Zedillo sugería cambios profundos en las leyes ecológicas, a fin de plas­mar la autonomía de cada estado en el uso racional de sus recur­sos naturales. Ello, desde luego, apoyado y sustentado por las leyes locales, donde se incluya la participación de todos los sec­tores sociales, con el propósito de lograr un desarrollo sustenta-

! ble que proporcione empleos y mejor calidad de vida, en suma, . 1 mayores beneficios económicos y sociales a los sectores donde l se localizan las áreas protegidas.

Sin embargo, a más de cuatro años del gobierno los pasos positivos en esa dirección, que se vieron con la creación de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), se desvanecieron con el programa de descentrali­zación. Cientos de años de centralismo, entre otros los cacicazgos prehispánicos, la conquista por una monarquía y un ejército vertical, la sumisión ideológica a una iglesia católica jerárquica y monoteísta, una independencia y revolución en manos de cau­dillos y un presidencialismo apoyado por un partido único, pe­san en la idiosincracia política del país. La federalización en ecología está a punto de fracasar: no sólo por las fuerzas sin di­cales que defienden intereses comparativos y mezquinos, sino también por la falta de disponibilidad presupuesta!.

El reto histórico quedó trunco. Son las fuerzas centralistas, antidemocráticas y antiecológicas las que se imponen a la razón económica, ecológica y cultural. No obstante, la lucha sigue en pie y sólo con actitudes y acciones conscientes del frágil equili­brio de los ecosistemas se garantizará a las generaciones actua­les y venideras, un desarrollo sustentable con protección y me­joría de la calidad d~ Ni da, que mantenga una relación armoniosa con la naturaleza. Por ello, deben diseñarse estrategias apropia­das para proteger la ecología y fomentar una cultura ecológica

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que logre la participación de los pobladores originarios para que ellos también contribuyan a la conservación del ambiente; todo esto dentro de un proceso de acelerada federalización y trans­misión de toma de decisión hacia los estados, los municipios y la sociedad civil. En la coparticipación ciudadana y la responsa­bilidad compartida está el futuro de los recursos naturales, de la salud y de nuestro país entero.

Es precisamente el manejo sustentable de los recursos natu­rales, ya sean plantas, animales, peces, suelos y agua los que abren en México novedosas alternativas para superar la crisis que arrastra ya casi tres lustros.

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Áreas protegidas y su federalización

Obras consultadas

Barkin, David y Adriana Zavala (1978). Desarrollo regional y reorganización campesina: la Chontalpa como reflejo del problema agropecuario mexicano. México, Centro de Ecodesarrollo y Nueva Imagen.

Feder, Emest (1981). El Imperialismo Fresa: una investigación sobre los mecanismos de dependencia de la agricultura mexicana. Méxi­co, Ed. Nueva Sociología.

____ (1984 ). Capitalismo y agricultura en crisis. México, Ed. Nueva Sociología.

____ (1978). Violencia y despojo del campesino. México, Ed. Siglo XXI. ____ ( 1980). Capital monopolista y empleo agrícola en el Tercer

Mundo. México, Colegio Nacional de Economistas. ____ (1982). "Algunas observaciones sobre el empleo". Problemas

del Desarrollo, v. 12, no. 47-48. pp. 198-205. Oswald, Úrsula y A. Flores (1985). Estudio de Gran Visión Socioeconómico,

de la Región del Golfo, México, Ed. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco /UNRISD.

____ ,Rodríguez y Flores (1986). Campesinos protagonistas de su historia (la coalición de los Ejidos Colectivos de los valles del Yaqui y Mayo, una salida a la Cultura de la Pobreza, México, Ed. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.

SEMARNAP (1997). Programa de conservación de la vida silvestre y diversi­ficación productiva en el sector rural: 1997-2000. México.

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Plantas medicinales y sustentabilidad

Comentarios acerca de la historia de las plantas medicinales

La medicina tradicional tiene una antigüedad que se remonta a los orígenes del hombre. Ante adversidades, debilidades y en­fermedades éste buscó en la flora de su hábitat, los remedios eficientes que aliviaban el dolor, curaban las enfermedades y mantenían una relación armónica con los dioses o espíritus ma­lignos que pudieron provocar los malestares. Desde el Paleo­tlítico hasta hoy se ha incrementado el acervo medicinal, me­diante la investigación y el cultivo de plantas medicinales. No obstante, según Kumate, más del98% de la flora, producto de la sabiduría popular, ha quedado sin explorar (Kumate, 1993. p. 11).

Sin duda, los mayores desarrollos en las plantas medicina­les se dieron mundialmente en China y en América, aunque las civilizaciones del Mediterráneo (Egipto con el ricino, Grecia con la colchicina, Roma con la belladona, la escopolamina, el estra­monio, el cornezuelo del centeno, y el Medio Oriente con el descubrimiento del opio) ayudaron a la práctica terapéutica. No obstante, España al igual que el resto de Europa fue privada de sus conocimientos médicos tradicionales dado que la Inquisición, en manos de los jesuitas, había matado sistemáticamente durante la Edad Media a todas las mujeres relacionadas con estas activi­dades, por considerarlas brujas o hechiceras. Esta pérdida de cientos de años de cc:illocimientos médicos tradicionales retrasó la evolución de las artes curativas, -sobre todo la de las ciencias médicas- hasta el siglo xvm (Etienne, 1980; Honegger, 1981 ).

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La sociedad indígena de Mesoamérica -apenas organizada en pequeñas aldeas- iniciaba un proceso de sistematización frente a las enfermedades, relacionado frecuentemente con su cosmovisión. Conforme avanzaba la organización social en los tiempos prehispánicos, se empezaba a experimentar con las prác­ticas médicas y con la producción de plantas curativas. Poste­riormente se dieron intercambios de plantas medicinales y prác­ticas terapéuticas, como se puede ver en diversos códices, incluso más allá de Mesoamérica. Su profundo conocimiento, la efica­cia y uso generalizado, aunado a la diversidad florística, mara­villó a los conquistadores que pronto enviaron plantas y recetas al viejo continente.

La aculturación de las plantas medicinales mexicanas a la medicina europea, enriquecida por la china, promueve la recu­peración de la actividad científica en el viejo continente. Los llamados "remedios americanos" fueron presentados por pri­mera vez a los Reyes Católicos mediante una carta de Cristóbal Colón fechada en marzo de 1493. El doctor Diego Álvarez Chan­cas, médico de cabecera de los reyes, acompañó a Colón en su segunda excursión y reportó los efectos curativos del lináloe y de la manzanilla (1494). Monardes, apoyado en sus pesquisas por Cortés, publicó en 1565 el primer tratado sobre la transfor­mación de plantas en medicamentos, y la explicación científica de "los efectos humorales", teoría médica entonces de moda en el viejo continente.

Con la obra de Pedro Arias en 1567, la del doctor Bravo en 1570, pero en particular la de Francisco Hemández, médico de Felipe TI, se incorporaron las plantas curativas a la teoría médi­ca contemporánea del siglo XVI. Una vez comprobada la efi­ciencia de múltiples plantas medicinales traídas desde la Nueva España, Alfonso López de Hinojosos (1578), Agustín Farfán (1579), los conocimientos provenientes del Libellus de Martín de la Cruz y los manuscritos de Bemardino de Sahagún abrie­ron a la Corona española un emporio comercial, donde no sólo se comercializaba con los remedios americanos, sino también con los colorantes (la grana y el añil), el textil, los productos

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Plantas medicinales y sustentabilidad

alimentarios como frutas y verduras, así como una gran varie­dad de plantas ornamentales y flores.

Ya en el siglo xvm, se consolidó científicamente la herbola­ria mexicana y tuvo su reconocimiento formal en una Cédula Real del27 de octubre de 1786, donde se introducía el concepto "moderno" a la herbolaria mexicana. Adicionalmente, se fomen­taban las expediciones botánicas con cuestionarios sistemáticos acerca de los efectos curativos de las plantas y se establecía el Real Jardín Botánico en la Ciudad de México. En pocos años se llevó a cabo una resignificación de los remedios mexicanos y se elaboró un sistema médico, donde los conocimientos biológi­cos se convirtieron en la base de la alteración del organismo, o la causante de la enfermedad, y se abandonó definitivamente la teoría de los humorales. Estos cambios implicaban el abandono de 15 siglos de teorías acerca de las galénicas, de los opuestos, de los días críticos y finalmente de las sangrías terapéuticas. Aunque inicialmente los curanderos indígenas fueron tildados de "meros empíricos", que transmitían su conocimiento por vía oral, (normalmente al mayor de la familia), los éxitos terapéuti­cos cambiaron rápidamente la tradición médica, no sólo en Es­paña, sino en toda Europa. No es el único caso donde los con­quistados transforman la ciencia y la tecnología de los países conquistadores.

A su vez, desde los estudios de Francisco Hemández, los recién llegados descubrieron que la herbolaria prehispánica es­taba clasificada en géneros, de acuerdo con sus aspectos morfológicos, con los colores, las texturas, sus cualidades, sa­bores, relación con animales, lo que marcó una transición de lo morfológico hacia lo funcional. Fuera de la clasificación linnea­na, desarrollada en el mundo occidental desde el siglo xvm, todas las culturas del planeta habían introducido criterios fun­cionales, de acuerdo a su cosmovisión o la necesidad requerida, sea medicinal, alimentaria, decorativa o ritual.

Al principio los;.españoles no entendieron que la medicina indígena era y sigue siendo, un complejo cultural y técnico, donde contaban los recursos humanos disponibles, los procedimientos

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o métodos de diagnóstico, las alternativas terapéuticas, los sis­temas de clasificación y los recursos terapéuticos materiales y simbólicos. No es casual que recientemente en todo el mundo occidental exista una demanda de humanizar a la medicina e incluir criterios sociales, económicos, personales e ideológicos en el tratamiento, prácticas que estaban perfectamente estable­cidas entre los mexicas.

Un último comentario se relaciona con la producción pri­maria de plantas, medicinas, alimentos u otras, y las actividades femeninas. Las mujeres, tanto en América Latina como en Afri­ca o Asia estaban directamente encargadas del autoconsumo, la producción de los alimentos, las plantas curativas, las de ornato y de olor, además de sus tareas de educación, crianza y cuidado del hogar. Con el avance de las relaciones del mercado, estos procesos productivos se fueron desintegrando: por una parte se aumentó la carga de las actividades femeninas en los labores asa­lariadas, y por la otra relación de éstas con su entorno, y la pro­ducción primaria se perdió paulatinamente (Bennholdt-Thomsen, 1985 y 1981; Mies, 1983; Werlhof, 1983; Badinter, 1984; Dia­mond, 1990; Shiva, 1988; Dolson, 1989; Gaard, 1989).

Esto no fue un fenómeno circunscrito únicamente a Europa, la globalización de las relaciones sociales de producción ha ge­neralizado la triple jornada de las mujeres en el mundo entero, especialmente en los países en desarrollo, donde la carga de la crisis y el consiguiente desempleo y encarecimiento de las con­diciones de vida tuvo que ser absorbido por las mujeres, y en menor proporción por los niños (Oswald, 1991). También en este aspecto, la transformación de las relaciones de producción incidió en la pérdida paulatina del componente humano: la inti­midad entre mujer, naturaleza y sociedad, acompañada de la cosificación en las relaciones de trabajo.

Los efectos de estos profundos procesos de cambio no se captan todavía en toda su amplitud, ya que los índices de pobre­za y de miseria en casi todo el planeta Son sólo la punta del "iceberg". Seguirán las destrucciones ambientales masivas, con efectos en toda la tierra y aun en la capa de la atmósfera que

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Plantas medicinales y sustentabilidad

envuelve nuestro planeta. De hecho, en la actualidad existen más de 280 millones de habitantes afectados por la desertificación, y 135 millones de seres humanos viven en per­manente hambruna como resultado de la destrucción ambiental (Strahm, 1990. p. 97). Desforestación, salinización del suelo, reducción de especies faunísticas y florísticas, abatimiento y po­lución de los mantos freáticos y las corrientes superficiales de agua, contaminación del aire, incremento del bióxido de carbo­no en la atmósfera, destrucción de la capa superior de ozono y agotamiento de minerales en el subsuelo son síntomas externos de un desequilibrio profundo de todo el sistema ecológico mun­dial. Pero son también el reflejo de una racionalidad depredadora, donde la ganancia a corto plazo y concentrada en pocas manos, rompe una profunda relación entre el elemento femenino y el entorno, la vida frente a la destrucción.

Este fenómeno es resultado de miles de años de gestación, integrado en una cosmovisión de bien, calidad de vida, respeto del ambiente y del ser humano; podrán los intereses de días, semanas o meses destruir millones de años de evolución, donde el planeta estableció un equilibrio frágil, pero a fin de cuentas equilibrio con la especie más agresiva, el hombre.

Plantas medicinales mexicanas en Oaxtepec

Regresando a las plantas medicinales, los cultivos en los tiem­pos prehispánicos no se limitaban a los aspectos curativos, sino se mejoró también la producción de alimentos, de plantas de ornatos, de productos rituales y otros productos naturales. Des­de antes de la llegada de los españoles, los reyes mexicas se habían encargado de fomentar en Oaxtepec (actualmente ubica­do en el estado de Morelos), el cultivo y el uso de las plantas ornamentales y curativas. Este lugar histórico, caracterizado por su clima, aguas y acervos florísticos excepcionales, gozaba de fama en toda Mesoamérica y a él concurrían los más connota­dos personajes de la época. Dentro del sistema de tributo y de

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comercialización mexica fueron traídas plantas de otras partes de Mesoamérica, incluso de América del Sur, aclimatadas en Oaxtepec y después se probó empíricamente su eficiencia. Con la llegada de los españoles, se integraban también cultivos eu­ropeos al acervo productivo mesoamericano, aunque el flujo de plantas fue mucho más copioso en el sentido inverso.

Así, la riqueza florística del lugar se vio favorecida en la época prehispánica con disposiciones de traer plantas de otros lugares a fm de cultivarlas, experimentar con ellas y posterior­mente usarlas. Los españoles siguieron esta tradición, y Hemán Cortés pidió que se enviase todo tipo de plantas a Oaxtepec, con el mismo fm planteado anteriormente por los indígenas. De esta manera, continuó el proceso de incorporación de plantas y de incremento de su acervo, a la vez que se consolidó un centro curativo en las tierras morelenses fértiles. Por último, la siste­matización utilizada allí estableció las bases de las ciencias bio­lógicas, taxonómicas, médicas, odontológicas y agropecuarias modernas, por mencionar sólo las más importantes (Zimbrón, 1987).

Tal fue la fama del centro curativo que a su llegada los espa­ñoles se dieron a la tarea de rescatar el conocimiento generado en la herbolaria. Se desarrollaron múltiples escritos y tratados, se dieron a conocer numerosas plantas y se especificó su uso. El producto de esos trabajos rebasó su lugar de origen y el conti­nente, y fue ampliamente conocido y difundido en todo el viejo mundo donde sirvió de base a estudios posteriores (véase bi­bliografía del siglo XVI, xvrr y xvm).

Es importante señalar que el rescate de la función curativa de las diferentes plantas como agentes farmacológicos, es sólo una de las prácticas médicas prehispánicas y de la medicina pre­ventiva, concepto desconocido entonces en Europa. Desafortu­nadamente, al correr del tiempo el uso de plantas para el cuida­do de la salud del pueblo sucumbió an~e los intereses de los grandes consorcios farmacéuticos transriacionales. Es a partir de las dos últimas décadas de severa crisis, cuando las autorida­des vuelven otra vez los ojos hacia la medicina tradicional; tam-

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Plantas medicinales y sustentabilidad

bién los países desarrollados volvieron a terapias menos agresi­vas y más hun1anas, frente a los efectos secundarios cada vez más severos de los medicamentos sintéticos.

Afortunadamente, entre la población indígena y campesina de nuestro país se ha mantenido la tradición de los conocimien­tos y usos de la flora con fines curativos, ya que ellos fueron marginados de la evolución de los servicios de salud oficial y tenían que encontrar sus propios reinedios curativos y prácticas terapéuticas. En efecto, por tradición oral el conocimiento me­dicinal tradicional ha pasado de generación en generación, en particular entre las familias dedicadas al curanderismo. Así, de manera aparentemente empírica, el pueblo ha contado con co­nocimientos y con especialistas en el uso de "hierbas" para cui­dar su salud. Esos médicos, enfermeros o curanderos, han ser­vido desde tiempo inmemorial a la población, conocen y aplican las propiedades curativas de las plantas.

Así fue como se produjo la obra de Martín de la Cruz, el Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis, conocido también como Códice Badiano. A lo largo del siglo XVI, se escribieron más de 1 O obras sobre el mismo tema. Destacan, además de la citada, la de Gregorio López, Tesoro de medicinas para todas enfermedades ( 1582) y Tractado breve de medicinas para to­das las enfermedades ( 1592 ), de Agustín Farfán; obras que pue­den ser clasificadas como aculturación médica inversa, es decir la influencia que tuvo la medicina indígena en la española y la europea en general.

Desde el punto de vista histórico, con la llegada de los espa­ñoles se inició, a principios del siglo XVI, un proceso de inter­cambio científico y de enfermedades traídas desde tierras leja­nas: en el caso español, el sarampión y la sífilis, en el caso de Mesoamérica, los males tropicales, desconocidos hasta esta fecha por los conquistadores. Lo anterior dio inicio a un proce­so que aún es vigente en nuestros días, la transformación de plantas medicinales , tn medicamentos manufacturados, desti­nados a tratamientds terapéuticos que curan padecimientos específicos.

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La diversidad y aplicación de plantas es tan amplia que aún falta mucho trabajo por realizar. Se acuerdo con Tortoriello, en la actualidad se conocen 4 500 especies botánicas con propie­dades medicinales y se tienen 120 productos terapéuticos de estructura conocida, empleados en la atención de diversas en­fermedades, incluyendo el cáncer. Lozoya y otros científicos occidentales calculan que en el mundo existen entre "250 000 y 750 000 especies de plantas superiores, de ellas se estima que el 10% (unas 25 000 a 75 000) se emplean en las hoy llamadas 'medicinas tradicionales'. Sin embargo, se ha reportado que sólo del1% (aproximadamente entre 250 a 750 plantas) ha sido com­probado, de alguna manera experimental, su valor terapéutico para los seres humanos" (Lozoya, 1993. p. 255; Farnsworth, 1984).

Desarrollo sustentable y plantas medicinales

El uso de la flora con fmes curativos probados ha propiciado que algunas especies se exploten de manera irracional; tal es el caso del barbasco que dio pie a un desarrollo terapéutico nove­doso como los anticonceptivos y los esteroides. Por ello, hoy existen esfuerzos diversos por rescatar y sistematizar el conoci­miento sobre la herbolaria medicinal, conocer con mayor pro­fundidad sus propiedades físico-químicas, pero también es ur­gente -en el contexto de los acuerdos de la Agenda XXI de la Reunión de Río- crear los medios para orientar estos esfuer­zos hacia la búsqueda de un equilibrio entre demanda y capaci­dad natural, o inducida de reproducción. Este desarrollo, tam­bién llamado sustentable porque no afecta los recursos naturales destinados a las generaciones venideras, hace explícito que los seres humanos tienen derecho a una vida saludable y producti­va, en armonía con la naturaleza, pero sin destruir este recurso natural. '

En efecto, en países como los nuestros, con tan arraigadas costumbres en el uso y aprovechamiento de sus recursos natu-

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rales, existe un reto doble en la búsqueda del desarrollo susten­table. Por un lado, hay que superar rezagos ancestrales, además de los estragos causados por la crisis económica actual, y por el otro, proteger los recursos naturales para las generaciones futu­ras, es decir promover un desarrollo con equidad, superación de pobreza, cuidado de los recursos naturales, pero sin afectar el derecho de las generaciones futuras a calidad de vida, salud y bienestar.

En consecuencia, el desarrollo sustentable es un proceso donde la política económica, fiscal, comercial, energética, agrí­cola e industrial, se formula para lograr un desarrollo perdura­ble o sostenido desde el punto de vista económico, social y am­biental, particularmente en la regeneración y recuperación de los recursos naturales.

Precisamente es aquí donde está el reto respecto al conoci­miento, uso y demanda de las plantas medicinales. Es de sobra conocido que la medicina "moderna", vasta en nombres de medicinas, menos amplia en agentes farmacológicos activos, no siempre cura las enfermedades, pero sus efectos secunda­rios, provocados por la ingestión de uno o varios medicamentos puede hasta anular la intención terapéutica, como es evidente con los tratamientos anti-sida o la quimioterapia. Por esta ra­zón, pero también por los aumentos de precios muy por encima de la inflación, la gente tiende a buscar tratamientos médicos alternativos y entre éstos se ubica, con carácter privilegiado, la medicina tradicional que nunca ha sido abandonada por el pue­blo. Pero en situaciones como la que hoy vivimos, con fallas en los alcances de la medicina moderna, elevados costos de los tratamientos que no pueden ser pagados por la pérdida del po­der adquisitivo de amplios núcleos poblacionales y, por ende, sin dinero suficiente para solucionar las enfermedades, el pue­blo buscó y fortaleció la consulta a curanderos, hierberos o mé­dicos indígenas. Como resultado hay mayor demanda de plan­tas curativas, de ahí11a urgencia por regular el uso de la flora medicinal, desde su producción hasta su recolección. Así se evi­tará la sobreexplotación y depredación de especies silvestres,

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seóa muy lamentable su extinción, no sólo por la importancia de un producto natural para México, sino útil a todo el planeta.

Los esfuerzos por rescatar el conocimiento de la herbolaria han sido diversos y de alcance irregular, aunque siempre han servido para conocer el gran acervo existente en el país, que se ha enriquecido durante siglos. Estos conocimientos debeóan lle­vrunos a una toma de conciencia acerca de la necesidad de cui­dar nuestros recursos y de su potencial de exportación, sea en forma natural, sea transformado. Cómo ya se comentó no es la primera vez que las prácticas terapéuticas mexicanas podrían cambiar el paradigma vigente en el viejo mundo, particularmente en el campo de la medicina tradicional; nuestro país junto con China podóa ofrecer alternativas médicas, menos costosas y más humanizadas al mundo entero.

Este potencial también requiere de esfuerzos específicos en el campo de la ciencia y de la tecnología aplicada. A lo largo de nuestra historia se han instalado instancias de investigación que rescatan y amplían la información existente en especies y ca­racterísticas curativas de las plantas. También se han instalado herbarios, jardines botánicos e instituciones de investigación sobre plantas medicinales y hay esfuerzos por conocer a las per­sonas dedicadas a la medicina tradicional en sus comunidades. Como resultado, se han establecido formas organizativas y pro­moción de reuniones de trabajo, de intercambio de conocimien­tos y de prácticas curativas. Estos encuentros han reforzado la convicción entre los médicos tradicionales, de que en otras par­tes del país hay especialistas realizando prácticas similares y que este tipo de medicina es ampliamente difundido y aplicado entre los mexicanos.

Por lo tanto, estos esfuerzos no han sido en vano: han servi­do para conocer que nuestro pueblo procura -por tradición, por seguridad y confianza, por carencia de recursos o por dudas hacia la salud pública- atención médica alternativa. Existen estudios que lo demuestran y mueven a la teflexión acerca de la efectividad de la medicina "moderna", y la vigencia de la cura­ción tradicional con plantas medicinales y otras prácticas tera-

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péuticas. Somos un país rico en recursos y en conocimientos de herbolaria, somos un pueblo que conoce y aprecia las bondades de sus plantas, por eso hoy, es imperante reforzar el conoci­miento de las plantas medicinales, los métodos terapéuticos y la producción masiva o recolección sostenida de éstas. Las reunio­nes de intercambio de experiencias, sin límites ideológicos, ni intereses económicos deberían incluir varios enfoques teóricos. Gracias a estos intercambios las prácticas curativas podrían evo­lucionar y producir beneficios directos, al igual que otras prác­ticas terapéuticas, para dar a la sociedad mexicana y al mundo una gama de alternativas para atender y conservar su salud.

Por sus bondades climáticas y su riqueza florística, ya sea en la zona de bosques de coníferas como en su zona de selva baja caducifolia, Morelos aporta materia prima y recursos hu­manos para resolver problemas complejos de salud. Cuenta con una tradición milenaria en medicina tradicional y obtuvo im­portantes aportaciones de plantas y terapias curativas en el pa­sado, sea de otras partes del mundo indígena, sea de la España colonial. En la actualidad, el tema es candente frente a los cos­tos desorbitantes de medicinas y hospitalizaciones de tercer ni­vel. La riqueza cultural en ambos sentidos está a la mano y ofre­ce tratamientos más humanizados y menos onerosos.

Adicionalmente a las plantas medicinales y a las prácticas curativas ancestrales, existe una cultura indígena de manejo sus­tentable de recursos naturales, no sólo para apoyar la autosufi­ciencia y soberanía alimentaria, sino también para crear em­pleos bien remunerados e ingresos familiares que mitigarían la crisis actual.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Obras consultadas

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Acuacultura en Morelos*

Historia de la acuacultura en Morelos

El agua es un recurso natural vital, cuyo uso racional es obliga­do en la satisfacción del bienestar personal, la producción de alimentos, la energía, las actividades industriales y de servicio, y las actividades de recreo. La acuacultura es una alternativa interesante en la producción de alimentos y en el mejoramiento del ingreso, no sólo en los litorales del país, también en las zo­nas del interior densamente pobladas. Al incorporar la produc­ción piscícola intensiva y extensiva en los procesos productivos del sector primario -caracterizado en todo el país por alta mar­ginalidad y graves niveles de desnutrición- podría mejorarse la alimentación de un amplio sector social. También abre atrac­tivos económicos al transformarse en un proceso productivo ren­table y comercial, cuyo resultado es un alimento de alto valor proteico y en condiciones higiénicas, destinado a la comerciali­zación local y externa.

Los amplios recursos hídricos del estado pertniten un im­portante desarrollo de la acuacultura, ya que Morelos cuenta con 17 ríos, 152 arroyos, 152 barrancas, infinidad de manantia­les, balnearios y una extensa red de canales de riego. Sumado a las 8 340 hectáreas de aguas continentales contenidas en em­balses naturales y artificiales, hace un total de 15 390 hectáreas aptas para la acuacultura. Destacan por su tamaño de almacena-

.. 1

* Se agradece al biólogo Ví~'or Orihuela González, Director de Normatividad de la Secre­taría de Desarrollo Ambiental en el Estado de Morelos, su valioso apoyo en la elabora­ción de este capítulo.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

miento el lago de Tequesquitengo, también llamado mar de Morelos, las lagunas de El Rodeo, Coatetelco, Zempoala y las presas Emiliano Zapata, La Poza, Coahuixtla, Los Carros, Cayehuacan, Lázaro Cárdenas, Tres Cruces, Emiliano Zapata entre otras, además de 142 embalses más pequeños con superfi­cies entre 1 y 1 O hectáreas. Estos reservorios de agua pluvial se utilizan en la irrigación de cultivos, abrevaderos de ganado y la piscicultura semiextensiva. Tal es el caso de los embalses El Venado, Ciruelo, Santa Cruz, Tocolote, Lavaderos, San Franciso, Apancingo, Zacualpan y el Arco.

El agua almacenada en estos embalses se distribuye de la siguiente manera (Gráfica 1): más de dos tercios son pequeños embalses entre 1 y 10 hectáreas, el 16% son jagüeyes, el 5% presas, otro 5% ollas de agua pluvial, 3% lagunas y 3% lagos. Si se comparan los volúmenes almacenados de agua y su capa­cidad de almacenamiento, la gráfica se plantearía al revés: las presas, lagunas y lagos ocuparían más del 99% del volumen de agua, mientras que las ollas y los pequeños embalses cumpli­rían una función marginal. Sin embargo, estos pequeños retenes de agua permiten a los campesinos sembrar ciertos cultivos, contar con una reserva para riego de auxilio en momentos de aguda sequía y, más importante aún, disponer del vital líquido en los auxilios domésticos y de abrevadero de animales durante el estiaje. Adicionalmente, la reproducción de peces proporcio­na a la familia campesina una proteína de buena calidad, com­plemento nutricional importante en la dieta diaria.

Embalses ·de agua en el estado de Morelos

Durante la época prehispánica, la práctica de la piscicultura en Mesoamérica estuvo limitada al simple depósito de especíme­nes pequeños en estanques construidos expresamente. Algunas antiguas civilizaciones realizaron grandes· adelantos en materia de acuacultura, como lo demuestran los estanques ícticos cons­truidos por los zapotecos. También varios códices se refieren a

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Ac:uacultura en Morelos

Gráfica 1 Embalses de agua en el estado de Morelos

• Pequeños embalses

D Jagüeyes

l!J Presas

D Ollas

1!1 Lagunas

[i§] Lagos

Fuente: Oswald, 1992 y CNA 1990-1998.

estas actividades, y parte del tributo cobrado en especie por el grupo dominante fue el producto de las actividades mencionadas.

En el siglo XIX, don Esteban Cházari impulsó la acuacultura comercial en México, promovió los primeras experimentos gu­bernamentales y se convirtió en el gran precursor de la piscicul­tura moderna de nuestro país. También a él se debe la política de fomentar la producción de peces, en aras de superar las defi­ciencias nutricionales de las clases más necesitadas, particular­mente de los campesinos. Pero es sólo durante el gobierno de Benito Juárez, cuando se reglamentó la producción y se prote­gió a las especies ícticas, a la vez que se regulaban las diversas pesquerías.

Transcurrieron más de cien años para que empezara a fomentarse la pisciclittura de manera más sistemática. Durante la presidencia del general Álvaro Obregón en 1923 se creó la Dirección de Pesquería, y Plutarco Elías Calles promulgó la pri-

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mera Ley de Pesca en 1925, con el fin de regular la explotación del recurso, dar preferencia a los pescadores nacionales y pro­mover cooperativas de producción. Es durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, mediante la Ley Federal-para el Fo­mento de la Pesca, cuando se da un impulso decidido a la pro­ducción íctica, al cooperativismo, a la venta masiva y su agroin­dustrialización en el complejo de Tepepan. La Declaración de las 200 Millas de Mar Patrimonial, que desde entonces encon­tró la oposición de los Estados Unidos, particularmente en la zona del Golfo, cambió el potencial de México en la materia, obligó a la Secretaría de Marina a modernizarse y a los produc­tores a adoptar nuevas tecnologías. Finalmente, la Ley de Pes­ca, complementada con la de Aguas, promovió el desarrollo de la acuacultura, en coordinación con otras dependencias del po­der federal, pero lo ubicó en el nivel real de planeación, es de­cir, el estatal y el municipal. Es dentro de este marco legal, tec­nológico y productivo, donde se ubica la producción íctica en Morelos.

Acuacultura en Morelos

La actividad piscícola en Morelos se efectuaba básicamente en los ríos y lagunas. Además, en el pasado era práctica común sembrar crías y pescar en los canales de riego. Pero la alta con­taminación, que es consecuencia de que los drenajes viertan sus aguas negras en los canales de riego, el mal manejo de los agro­químicos, canales asolvados de tierra y hábitos depredadores como descargas de desechos sólidos en estas aguas, impide que los campesinos aprovechen estos miles de kilómetros de con­ductores de agua de riego y así mejoren su ingreso y su dieta diaria.

Además de la contaminación, el estado sufre una disminu­ción cada vez mayor de las corrientes superficiales y de los cuer­pos de agua, resultado de la urbanización, la industrialización y el manejo poco eficiente del riego agrícola. Todo ello provocó

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Acuacultura en Morelos

un empobrecimiento de las especies y de los volúmenes de pe­ces. A fin de contrarrestarlos se constituyó el Fideicomiso para el Desarrollo de la Fauna Acuática en Zacatepec en los años sesenta, encargado de distribuir, hasta el día de hoy, las crías de tilapia, carpa y bagre hacia los productores rurales. Se im­pulsaron granjas ejidales de manejo íctico en Las Fuentes, San Gabriel, Ticumán, Chinameca, Cuautlitla y Zacapalco.

Durante el sexenio de Ortega se promovió el programa "Pes­ca sin Litorales", con la meta de construir 800 estanques para producir 8 mil toneladas de pescado y trabajo para miles de per­sonas. No obstante, al inicio de la siguiente administración, se­gún la Secretaría de Desarrollo Rural (1989), existían 32 unida­des de producción de los cuales 27 funcionaban. De los 762 estanques sólo 431 operaban, 67 requerían de mejoras, 89 de rehabilitación y 175 tuvieron que suspenderse por falta de agua, como los de Huajintlán, Los Mangos, San Andrés de la Cal, Chacaltzingo, Tetlama y Oaxtepec. Durante el periodo guber­namental 1988-1994, se logró la mayor producción de peces gi-acias a importantes inversiones y la rehabilitación de la infra­estructura (Gráfica 2). En el último año del sexenio rivapalacista se contó con una inversión de 405 millones de viejos pesos, se produjeron 2 millones de crías destinadas al consumo humano, se integró a 1 557 pescadores a las actividades con 515 redes y se contó con 111 embarcaciones rústicas.

En los primeros cuatro años del actual sexenio, la acuacultura tuvo poca inversión y poca atención. En el primer año se desti­naron $54 504, en el segundo, $57 4 72, además de la rehabilita­ción de El Rodeo y Zacatepec, como centros de reproducción. En el tercero, la operación de los tres centro acuícolas absorbió $446 140 y los productores obtuvieron mediante el Fondo Na­cional de Empresas en Solidaridad (FONAES) un crédito por $465 991, destinado a las unidades de producción de Galeana, Las Fuentes, Chinameca, El Higuerón, El Hospital, Atlacholoa­ya, Tetlama y Agua Limpia. Dicho crédito cubrió el pago de jornales de 83 produ6fores y la adquisición de 23.5 toneladas de alimento balanceado. En el cuarto año de gobierno, la situación

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permaneció de manera similar y se produjeron 6.3 millones de crías, con una inversión de $78 mil. Quince productores pidie­ron un crédito de $178 mil pesos a FONAES e iniciaron la explo­tación de peces de ornato. Otras nueve unidades, con 48 pro­ductores, mejoraron su infraestructura mediante un crédito de $118 mil pesos de capital de riesgo y se capacitó a 60 partici­pantes. Como innovación técnica se introdujo en ese año la lan­gosta de agua dulce, que tiene una fuerte demanda en el sector hotelero.

En la actualidad, Morelos cuenta con 25 fuentes de explota­ción intensiva, clasificadas como Unidades Económicas de Ex­plotación Especializada, Sociedades de Solidaridad Social o So­ciedad de Producción Rural con un total de 425 socios, de los cuales dependen aproximadamente 2 61 O familiares. No obs­tante, en las unidades mencionadas persiste el problema de or­ganización de los grupos encargados del manejo íctico. Falta, como en otras experiencias similares (tal es el caso de la expor­tación de la flor) un espíritu empresarial entre los campesinos. Tampoco todos los socios tienen conciencia de que sólo con un trabajo sistemático se lograrían beneficios, de modo que con­flictos permanentes y fuerza de trabajo poco profesional redu­cen sustancialmente las ganancias finales. Aunado a lo anterior, falta una asesoría técnica, administrativa y organizacional efi­caz que contribuya a consolidar los grupos de trabajo. Final­mente, los altos costos del alimento balanceado provoca que los socios busquen alternativas baratas de manutención y si a esto se suma la falta de higiene en ciertos estanques, el po­tencial de dicha producción se reduce, como se verá a conti­nuación.

Producción acuícola anual

Morelos cuenta con tres centros acuícchas de reproducción: Zacatepec, El Rodeo y la granja José María y Pavón, donde se producen las crías de tilapia y las postlarvas de langostino.

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Acuacultura en More/os

Además, se imparte asistencia técnica a las 21 unidades de pro­ducción, las nueve organizaciones pesqueras y las 25 granjas productoras de peces de ornato. Se efectuaron estudios de facti­bilidad con otras especies, de rehabilitación, construcción o am­pliación de estanques, básicamente rústicos. Aún así, la acua­cultura de Morelos es incipiente y en al ámbito nacional no ocupa un lugar en el Informe de Labores de la SEMARNAP, que da prio­ridad a la piscicultura en Colima, Jalisco, México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas (SEMARNAP,

1997. pp. 51-52). Al igual que en el resto del país, los productores de Morelos

se orientaron más hacia la siembra de tilapia, tanto en estanques controlados de las unidades especializadas como en el cultivo extensivo en presas, lagunas y lagos, por la alta demanda y los canales de comercialización. Durante los últimos nueve años la producción total ha fluctuado poco y gira alrededor de mil a mil 200 toneladas por año, con un pico de mil quinientos toneladas en 1990 (Gráfica 2), meta que podría lograrse nuevamente con la infraestructura existente.

Gráfica 2 Acuacultura en Morelos:

producción anual1989-1997

2000~-----------------------------------------------------------------------------~

1500-1----1000 500

o 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

1 [!)Toneladas! rf

Fuentes: Informes de Gobi~mo del Estado de Morelos 1990-1998 y SEMARNAP:

Informe Anual, octubre de 1997.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

El valor total de la producción fluctúa alrededor de los 1 O millones de pesos (Cuadro 1) y el incremento en el precio de los productos protegió a los campesinos de la inflación. Hay un dato que llama la atención y que permitiría una reconversión a fondo, con incrementos sustanciales y beneficios múltiples para los productores. Se trata de la producción controlada de las es­pecies ícticas. No sólo el bagre y la carpa están desapareciendo casi por completo del proceso productivo, cuando el bagre es un pez propio de estos ecosistemas, sino que la tilapia, más co­múnmente conocido por mojarra, se está convirtiendo en un mo­nocultivo. A su vez, en sólo tres años los montos producidos se redujeron en un tercio, no obstante las inversiones y mejoras. Esto quiere decir que en la pesca de estangue existe un impor­tante potencial en proceso de abandono. Este es resultado del tipo de pez que demandan los comerciantes y las cadenas de autoservicio, pero en especial la relación costo-beneficio. Ante los elevados costos del alimento balanceado, los productores han preferido la pesca extensiva, donde los costos de produc­ción son absorbidos por la propia naturaleza. En el Cuadro 1 se ve un incremento del 26% en la captura (en sólo tres años) y un aumento en el valor producido del32%: pareciera que en una hábil combinación entre cultivos extensivos, semiintensivos y mejoramiento tecnológico estaría un potencial insospechado de la acuacultura sin litorales.

No obstante, la alta contaminación de algunos embalses y presas ha obligado a prohibir la pesca en diversos sitios del es­tado, ya que su consumo puede provocar epidemias, en particu­lar, de cólera. Una vez terminada la veda, se pesca preferente­mente en los cuerpos de agua mayores, donde se recoge entre un 65 a un 80% de toda la producción. En términos de creci­miento, la producción se ha estancado los últimos años, mien­tras que el valor obtenido rebasa los niveles de inflación y se convierte por ende en una opción de ingreso para múltiples fa­milias campesinas, pero también en un complemento nutricio­na! que atenúa los altos niveles de desnutrición de la población marginal en el sector primario.

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l

Acuacultura en More/os

Cuadro 1 Volúmenes producidos y valor de la producción

acuícola en Morelos: 1994-1997

1994 /995 1996 /997

Millones Millones Millones Millones Toneladas de$ Toneladas de$ Toneladas de$ Toneladas de$

Controlados Tilapia 218 2612 201 2 815 129 1923 Carpa 1 17 Bagre 6 66 5 115 4 119 Langostino 25 7 000 22 1 105 16 973

Subtotal 250 3 685 228 4 035 149 3 015

Extensivos Ti tapia 671 4026 884 6635 953 8 104 Carpa 27 133 11 45 Bagre 58 870 31 660 63 1 386 Langostino 2 92 3 67 14 382

Subtotal 758 5 121 929 7 407 1030 9872

Total Tiiapia 1 227 889 6638 1085 9450 1082 10027 Carpa 120 28 140 11 45 Bagre 100 64 936 36 775 67 1 505 Langostino 24 27 1092 25 1172 30 1 355

Total 1471 1 008 8 806 1157 11442 1 179 12 887

Fuente: Primer, Segundo, Tercer y Cuarto Informe de Gobierno del Estado de Morelos, 1995, 1996, 1997, 1998.

Un factor interesante es la producción cada vez mayor de peces de ornato, donde la cría y el valor real de la producción están en constante aumento (Gráfica 3). La producción está llegando a 4.5 millones en 1997 y muestra una tasa de creci­miento anual del 10.5%. Esta alternativa productiva goza de creciente aceptación entre los productores ícticos y el incre­mento del 11% anual en el valor de la producción, lo convierte en un complemento de ingreso con alta seguridad, además de haber demostrado su,potencial para invertir en las Empresas de Solidaridad (FoN;~ES-SEDESOL), bajo la modalidad de capi­tal de riesgo.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 3 Producción y valor de peces ornamentales

10,000

8,000

6,000 D Crías

4,000 111 Valor

2,000

o

Fuente: Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Semarnap, 1998

Estos procesos muestran que los productores buscan la eco­nomía de escala y precios altos en los productos fmales, seguri­dad y comodidad, es decir, poder trabajar en su propia parcela o huerto. Además, la producción de peces ornamentales se lleva a cabo casi individualmente, de modo que los problemas organi­zacionales desaparecen, y una vez adquirida la técnica el pro­ductor aprovecha directamente los beneficios. Este proceder muestra la racionalidad económica con que trabajan los encar­gados, aunque en el caso ornamental se trata de un producto cien por ciento comercial que no puede consumir la familia.

En la producción agropecuaria y piscícola, el problema ma­yor es la fase de comercialización. Las necesidades del merca­do y ciertas modas en el consumo determinan las modificacio­nes y la producción de nuevos productos. Algunos de ellos obligan al productor a adquirir distintas técnicas de manejo: se trata de un producto que exige manejo cuidadoso y constante, ya que cualquier descuido o falta de higie~e, temperatura o ali­mento puede provocar la muerte de las crías. Sin embargo, el crecimiento anual y el éxito obtenido en la pesca de ornato mues­tran la gran capacidad del productor.

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Acuacultura en Morelos

En cuanto a la generación de crías y larvas, sólo existen tres centros en el estado, uno ubicado en Galeano con una superficie inundada de 0.4 hectáreas y una producción anual de 2 millo­nes. El segundo centro se localiza en El Rodeo, con una super­ficie inundada de 1.43 hectáreas y una producción de 4.5 millo­nes. Finalmente, Coyuca de Benítez tiene estanques con 84 metros cúbicos de agua que producen poco menos de 2 millo­nes de crías. Esto quiere decir que sin grandes inversiones se podría duplicar o triplicar la producción de cría, además de diversificarla y buscar otras especies.

En cuanto al patrón de reproducción, la "tilapización" es clara en nuestro estado (Gráfica 4); por una parte es resultado de la política nacional, ya que desde hace varias décadas los especialistas de pesca se orientaron hacia esta especie. Por otra parte, la población mexicana prefiere la mojarra y el bagre, pez propio de nuestro ecosistema, se ve relegado y hasta erradicado de sus aguas originales, puesto que la tilapia, especie mucho más agresiva, pero también más resistente, es una mejor alter­nativa económica para los campesinos de bajos ingresos.

Gráfica 4 Tipo de especies producidas en Morelos

ll Mojarra

11 Langostino

D Carpa

[] Bagre

Fuente: Gobierno del estado de Morelos, 1990-1997.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Algunas reflexiones generales sobre la acuacultura

En resumen, la actividad pesquera es poco representativa en la economía estatal, debido a la falta de capacitación y al manejo sumamente tecnificado y caro. Esto aumenta los costos de pro­ducción y reduce las ganancias, meta básica del pescador, que por lo tanto prefiere el manejo extensivo y sin alimentos ba­lanceados. El conjunto del sector genera alrededor de 407 em­pleos directos, muy inferior a 4 mil inicialmente planeados. N o obstante, la infraestructura existente, la capacidad del pro­ductor y un mercado local, turístico y de comercialización ha-

.¡ cia la capital y el exterior, ofrecen a Morelos perspectivas novedosas.

1¡ Para impulsar esta actividad se requiere mejorar la infraes-

tructura: de los 7 62 estanques, 279 están fuera de servicio, por deficiente compactación, fallas en la estructura o falta de agua, en pocas palabras, ineficiencia y corrupción. En los 483 estan­ques restantes la eficiencia es baja por la calidad y cantidad de agua, la falta de alimentos de los peces, la deficiente asistencia técnica, la débil organización productiva, los altos costos de extracción de agua (proveniente de pozos profundos) y los elevados precios en los insumos, sobre todo del alimento ba­lanceado.

En la acuacultura, al igual que en el resto del sector prima­rio morelense, subsisten problemas por falta de centros de aco­pio y centrales de abasto, canales de comercialización viciados, deficiente organización al interior de los ejidos y falta de coor­dinación en los niveles gubernamentales, relación de coinversión con los sectores social y privado, lo que obstaculiza el apoyo técnico-financiero, la distribución equitativa de crías y larvas, la imposibilidad de comercializar colectivamente y aprovechar la economía de escala y por último, crear agroindustrias, co­mercializadoras y abastecedoras eficientes y a bajo costo.

Un punto clave de estas deficiencias ~stá vinculado a la fal­ta de descentralización de las funciones técnicas, infraestructu­ra de apoyo, recursos humanos, materiales y financieros. La

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Acuacultura en More/os

pesada burocracia federal, ajena a las necesidades concretas de los productores morelenses (como lo muestra la omisión en el plan federal del año pasado), sólo agrava a la crisis entre los de bajos recursos, infla una burocracia en la Ciudad de México, evita el progreso y la democratización del país. Ya es tiempo de que se abandonen estas actitudes paternalistas y centralistas y se tome en serio el bienestar, la calidad de vida y las necesida­des concretas de la gente depauperada.

En términos ambientales, la política nacional de monoculti­vo en acuacultura reduce la biodiversidad, amenaza las espe­cies nativas, promueve especies ajenas a los ecosistemas y au­menta la vulnerabilidad de un complejo ecosistema natural. Algunos accidentes con los peces de ornatos han provocado su reproducción fuera de los estanques y éstos se han introducido en los ríos y cuerpos de agua, compitiendo por la comida y lle­vando enfermedades desconocidas a los cauces naturales. Se requeriría no sólo tomar en cuenta el aspecto económico, sino también incluir las consideraciones ambientales para no dañar más los ecosistemas (de por si expuestos a la contaminación), a la reducción de afluentes, disminución de corrientes y pérdida de diversidad en la acuafauna, así como propagación de plantas propias de sistemas de alta contaminación.

En el terreno propositivo, la actividad acuícola tiene futuro promisorio en Morelos si se cuidan ciertos aspectos que enun­ciamos a continuación:

• Descentralizar los recursos materiales, humanos, técnicos y financieros hacia los productores que serían apoyados por el gobierno.

• Dotar de apoyos económicos a los productores, adicional­mente a los créditos obtenidos por parte del FONAES.

• Promover coinversiones, entre socios y personas intere­sadas en la acuacultura del sector privado, con los cam-pesinos. 1'

• Mejorar la infniestructura existente, a fin de impulsar una actividad acuícola moderna.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

• Capacitar a las sociedades existentes en términos admi­nistrativos, psicosociales, organizacionales, ética del tra­bajo y vigilancia en los estados financieros.

• Promover el establecimiento de sociedades regionales de comercialización y adquisición de insumos, con el fin de aprovechar el mercado al mayoreo.

• Impulsar una nueva cultura de agua encaminada a sanear in situ, con procesos baratos, el agua servida y reciclarla en los estanques.

• Establecer ahorradores de agua, equipar a los pozos con arrancadores que eviten desperdicios eléctricos, y buscar tarifas de luz más baratas.

· • Producir alimentos balanceados alternativos de menor cos­to y de producción local, con la meta de integrar vertical y horizontalmente el proceso productivo.

• Aprovechar los esquilmos agrícolas producidos en la zona, al igual que los desechos orgánicos, y transformarlos en alimentos balanceados.

• Invertir recursos financieros, relacionados con el ecotu­rismo, y promover en forma concertada inversiones entre el sector social y el privado.

• Diversificar la producción de crías y larvas, que no fo­menten la "tilapización", ni la destrucción de los recursos naturales autóctonos.

• Integrar a los recursos acuícolas y piscícolas las políticas y el manejo de un desarrollo sustentable, que mejoren la calidad de vida de los productores, a la vez que conserven a largo plazo este recurso natural renovable.

El recurso piscícola de langostino, y aun de langosta, repre­sentan un importante potencial que demostró ser una alternativa económica y nutricional para los campesinos de bajos ingresos; a la vez que crea empleos limpios y bien remunerados, tiene efectos multiplicadores sobre la economía, se puede integrar a actividades ecoturísticas y de recreo, y ofrece una alternativa viable de desarrollo sustentable en un campo con una historia

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Acuacultura en Morelos

milenaria y prácticas ancestrales de manejo. Finalmente, se cons- tituye en un proceso de aprendizaje de manejo integral del agua, que podría convertirse en escuela y en socializador de otras ra- mas productivas y sujetos sociales.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Obras consultadas

Calva, José Luis, coord. (1996). Sustentabilidad y Desarrollo Ambiental. México, ADE, SEMARNAP, PNUD y Juan Pablos Editores. 2 tomos.

Comisión Nacional del Agua (1990-1998). Informes Diarios de Precipita­ciones y Presas. Morelos, CNA.

Gobierno del Estado de Morelos (1995, 1996, 1997, 1998). Primer. Segun­do, Tercer. Cuarto Informe de Gobierno y Anexos. Cuerna vaca, Morelos.

____ . Plan Estatal de Desarrollo, 1994-2000. Cuemavaca, Morelos, 1994.

INEGI (1998). Anuario Estadístico del estado de Morelos. Aguascalientes, Ags.

Oswald, Úrsula (1992). Mitos y Realidades del More los Actual. Cuerna vaca, Morelos, UNAMICRIM.

Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP)

( 1997). Informe de Labores 1996-1997. México.

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

¿Hay problemas en el ambiente y la sociedad?

La aurora del tercer milenio propicia la ocasión de reflexionar acerca del futuro de nuestro planeta, nuestro continente, nues­tro país, nuestro municipio y la colonia en que vivimos. Ante procesos de desforestación y desertificación, contaminación de aire y agua, alteración del clima, basura cada vez más tóxica, salinización y erosión de los suelos, reducción de especies fau­nísticas y florísticas, abatimiento de mantos freáticos, incremento de bióxido de carbono en la atmósfera, destrucción de la capa superior de ozono, efecto de invernadero y escasez de energéti­cos entre otros, pensar globalmente y actuar localmente es un leimotiv que guiará nuestro futuro común hacia nuevos senderos.

Si además se considera que la población mundial es ahora de 6 mil millones de habitantes, que 1 500 millones de ellos viven en estado de pobreza absoluta, 120 millones se encuen­tran desempleados, 700 millones subempleados y 1 500 millo­nes sin agua entubada; y sabiendo además que el 70% de la población que vive en la miseria son mujeres, y que 14 millones de niños mueren cada año por enfermedades que son evitables, podemos concluir que es necesario hacer un esfuerzo por bus­car mejores modelos de desarrollo y erradicar la pobreza sin dañar al ambiente.

En la Cumbre por la Tierra, celebrada en 1992 en Río de J aneiro, se logró el con.senso mundial y el compromiso político al más alto nivel sobte desarrollo y cooperación en materia del ambiente. Desde entonces le corresponde a cada país, pero tam­bién a cada persona en particular, colaborar en los compromi-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

sos ambientales adquiridos. La colaboración comprometida en­tre distintos grupos sociales, ideologías, género y edad, prome­te ser el camino más fructífero para realizar cambios profundos en nuestra relación con el entorno, nosotros mismos y nuestra economía.

En esta magna cumbre se analizaron temas como la lucha contra la pobreza, la evolución de las modalidades de consumo, la dinámica demográfica, la sustentabilidad, protección y fo­mento de la salud humana, el impulso al desarrollo duradero de los recursos humanos, la integración del medio ambiente y la adopción de escenarios, políticas y decisiones ambientales; para que generen empleo, bienestar y calidad de vida, a la vez que protejan la atmósfera, el agua, el suelo, el subsuelo, la flora y la fauna. Este enfoque integrado de planificación y ordenamiento de los recursos de la tierra, de la lucha contra la desforestación, de cuidado a los ecosistemas frágiles, de programas de recupe­ración de áreas erosionadas, de fomento a la agricultura y desa­rrollo rural sostenible, de conservación de la diversidad bioló­gica, la protección de océanos y mares, la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce, la gestión ecológicamente racio­nal de los productos químicos tóxicos, desechos peligrosos y desechos sólidos, y la gestión inocua y ecológicamente racional de los desechos radioactivos, representan retos complejos a la humanidad. Con los avances científicos y técnicos actuales se podría neutralizar a los jinetes del Apocalipsis que penden so­bre el planeta entero. Sin embargo, intereses mezquinos y aje­nos al bien común opacan estas soluciones, desvían las inver­siones hacia otros senderos y nublan las metas más importantes a lograr.

El mayor avance en la Cumbre de la Tierra giró en tomo a la filosofía de la sustentabilidad. El principio básico del Informe de la Conferencia afirmaba que "los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saltldable y productiva en armonía con la naturaleza." Con este planteamiento se abando­nó definitivamente la visión de casi cuatro décadas de desarro-

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

llo a cualquier costo, con un esquema de explotación irracional de los recursos humanos, naturales y sociales. Esta visión de corto alcance y totalmente depredadora se sustituyó por una de planeación a largo plazo, que no sólo centra sus esfuerzos en el ser humano presente, la superación de la pobreza, el desempleo, la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales, sino que incluyó también a las generaciones venideras.

A fin de incidir directamente en las políticas de desarrollo en todo el mundo, se definió la Agenda XXI, diseñada para ela­borar estrategias y políticas deseables en cada país, estado y municipio que incluyen los temas sociales, ambientales, econó-

1 micos, de superación de violencia física y estructural. México J asumió el compromiso de elaborar sus propios indicadores de

l· desarrollo sustentable y orientar sus planes y programas de de­sarrollo de acuerdo a los postulados de Río de Janeiro. A su vez, se comprometió a defmir, junto con los ciudadanos de su país, una Agenda XXI en cada región, que refleje los retos de la sustentablidad a mediano y largo plazo, tomando en cuenta sus recursos propios y los del país. Obviamente, este tipo de planeación democrática se topó con severos obstáculos, ya que ni los políticos, ni la sociedad, ni los sectores productivos esta­ban acostumbrados a decidir democráticamente y en favor de las mayorías acerca de su futuro deseable. Pero también la con­centración del poder obtaculizó desde un principio el proceso de descentralización democrática.

Morelos ante el reto de la agenda XXI

El estado de Morelos se localiza en la parte central del país a sólo 70 kilómetros de la capital, que es una de las ciudades más pobladas del planeta. Se ubica entre el eje neovolcánico y la Sierra Madre Sur y por su ubicación orográfica presenta condi­ciones bioclimáticas miicas. A pesar de tener sólo el 0.24% del territorio nacional, cue'nta con dos importantes ecosistemas: uno de pino-encino y otro de selva baja caducifolia. Los recursos

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Fuenteovejuna o caos ecológico

forestales del estado están formados principalmente por bos- ques de coníferas, mixtos, de encinos, mesófilos de montaña y de galería; por selva baja caducifolia y matorrales, y como se mostró en el capítulo sobre áreas naturales protegidas, se estima que existen 2 290 especies de plantas y árboles. La riqueza fo- restal del estado ascendía a 131 997 hectáreas. Por lo mismo, existen más de 103 clases de reptiles, más de 340 especies de aves, 90 de mamíferos, entre los cuales destaca el teporingo del Volcán o zacatuche, 84 de peces de agua dulce, 15 especies de anfibios y 141 de mariposas diurnas, así como una amplia va- riedad de insectos e ictiofauna, algunas de las cuales son únicas en el mundo.

Morelos tiene una superficie total de 495 mil 822 hectáreas, donde la ganadería explota 219 mil 652 hectáreas y la agricultu- ra 188 mil 41 hectáreas. La superficie forestal ha disminuido drásticamente en los Últimos 10 años, quedando solo 7 1 mil 9 15 hectáreas de bosques y selvas. Las restantes 15 mil 380 hectá- reas son ocupadas por áreas urbanas y, finalmente, 834 hectá- reas corresponden a cuerpos de agua. La tasa de crecimiento poblacional en Morelos es mayor que la del país, superior al 3% anual, lo que provoca una acrecentada densidad poblacional. De acuerdo con los datos censales de 1997, ésta es seis veces mayor que el promedio nacional y plantea un futuro delicado a la sociedad morelense y sus abundantes recursos, si no se pla- nea con rigor el desarrollo urbano y el uso del suelo.

Como se comentó en el segundo capítulo, Morelos compar- te con Puebla y el estado de México uno de los volcanes más altos del mundo, el Popocatépetl. Predominan por ende las ro- cas ígneas cuaternarias, en su mayor parte extrusivas, resultado de eventos volcánicos. Las intrusivas se presentan en forma de diques, y los valles y depresiones están cubiertos con rocas se- dimentarias.

Las grandes alturas en un espacio reducido producen una gran gama de climas y ecosistemas; existen seis zonas térmicas que varían de cálida con temperatura media anual mayor a 22°C y altitudes menores de 1 400 metros sobre el nivel del mar; a

Ciudadanos frente a la sirstentabilidad

muy Mas, con temperaturas medias anuales de -2°C y altitudes mayores a los 5 000 metros sobre el nivel del mar.

La precipitación media anual del estado es de 1,045 milíme- tros, superior a la media nacional de 777 milímetros por aiío. Esa precipitación equivale a 5 164 millones de metros cúbicos, la cual se transforma en 2 374 millones de metros ciíbicos de escurri- miento; otros 1 395 millones se infiltran, alimentando a los acuí- feros, y los restantes 1 395 millones de metros cúbicos se evapo- ran. Todo ello infiuye para considerar a gran parte del estado de Morelos como el de la "eterna primavera". El consumo del agua en la entidad es del orden de los 850 millones de metros cúbicos anuales, lo que arroja un amplio superávit del vital liquido, siem- pre y cuando no se contamine y se cuide su uso a largo plazo.

Sin embargo, la distribución del agua es irregular en el tiempo y el espacio. La mayor precipitación media anual se presenta en las zonas noreste y noroeste, en las partes más altas de las sie- rras septentrionales, donde llueve en promedio 1 200 milíme- tros anualmente. Esta precipitación va descendiendo hacia el sur, conforme disminuye la altitud, registrándose los mínimos en el valle de Ticumán y en Axochiapan con 800 milímetros anuales en promedio, todavía arriba del promedio nacional. Con relación al tiempo, las lluvias se presentan entre junio y octu- bre, con una sequía interestival en agosto.

El reto urbano en el estado de Morelos

La llamada "ciudad de la eterna primavera" y otras regiones del estado han sido lugaies de atracción turística desde tiempos prehispánicos. El clima, la vegetación, los paisajes, la amplitud de los recursos naturales existentes, algunas atracciones natura- les y diversiones han sido la razón de dicho fenómeno.

Al término de la lhcha armada Morelos se convirtió en el lugar privilegiado de descanso y diversión de los capitalinos del Distrito Federal, hecho que se afianza con la carretera libre Méxi- co-Cuemavaca, entonces principal via de comunicación.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

Surge en esa época, entre otras cosas, la tolerancia a los jue­gos de azar, y como resultado se instala en Cuemavaca el Casi­no de la Selva. Atraídos por el clima, la tranquilidad de la pro­vincia y la existencia de diversiones, los visitantes llegaban a Cuemavaca y Cuautla los fmes de semana; así pues, la entidad se convirtió en un lugar de esparcimiento de los políticos y de las clases medias en formación.

Así permaneció esta población flotante hasta fmales de los cincuenta, periodo en que la industrialización y la construcción de la autopista México-Cuemavaca fomentaron la inmigración no sólo temporal sino permanente; estos fenómenos indujeron el desarrollo anárquico en el estado. Por otra parte, la interrela­ción con el cercano centro financiero y de poder atrajo un mo­delo económico, propiciador de inequidad, por la excesiva con­centración de la riqueza en pocas manos y la pobreza consecuente entre la mayoría de la población morelense. La crisis económi­ca de los ochenta, el terremoto de 1985 y la contaminación cada vez mayor de la Ciudad de México, aunado a procesos de inmi­gración de personas provenientes de Guerrero, Puebla y del es­tado de México, incrementaron el flujo migratorio hacia More los (Cuadro 1).

Cuadro 1 Los efectos de la migración en la población del

estado de Morelos

Población en el estado deMorelos 1950 1960 1970 1980 1990

Población total 272,842 386,264 616,119 947,089 1,195,059

% con respecto al país 1.06 1.11 1.28 1.42 1.47

Tasa de crecimiento 3.52 4.96 ~.24 2.41

1995

1,442,662

1.58

3.4

Fuente: SIC, DGE Vll, VIll y IX Censos Generales de Población 1950,1960 y 1970; INEGI, X Censo General de Población y Vivienda 1980; México 1984; INEGI, XI Censo General de Población y Vivienda 1990; México. INEGI. Conteo Nacional de Población y Vivienda 1995. México.

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

La población en números absolutos tuvo un crecimiento del 41.61% de 1950 a 1960 (Cuadro 2). Sin embargo, los incremen­tos mayores se presentaron en las dos décadas siguientes: del 59.5% en los sesenta y del53.7% en los setenta. En el decenio de los ochenta, la población aumentó un 26.2 por ciento, aun­que en términos absolutos esta cifra equivalía a un aumento poblacional de 248.3 nril habitantes. En resumen, la población de Morelos casi se sextuplicó en cuatro décadas y media y la composición urbana pasó del43.4% en 1950, al85.6% en 1990. Por otro lado, la población rural retrocedió en el mismo periodo del 56.6% al 14.4%.

Cuadro 2 Población total, urbana y rural en el estado de Morelos

1910-1990 (en miles de personas)

Población Población Población Población en Morelos total urbana % rural %

1910 180 65 36.2 114.7 63.8 1920 103 23 22.2 80 77.8 1930 132.1 33 25.2 99 74.8 1940 183 51 27.9 132 72.1 1950 272.8 118.4 43.4 154.5 56.6 1960 386.3 205.5 53.2 180.7 46.8 1970 616.1 431 69.9 185.2 30.1 1980 947.1 699.9 73.8 247.8 26.2 1990 1.195.4 1.023.2 85.6 171.8 14.4

Fuente: Censos de Población y Vivienda y Gobierno del Estado de Morelos.

El proceso de urbanización vino acompañado por la tercia­rización de la economía, ya que gran parte de los inmigrantes no era mano de obrá 'calificada y se ubicaba en la economía informal (Cuadro 3 ).

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Cuadro3 Población económicamente activa en el estado de

Morelos para el año 1995

Población-More los

Hombres Mujeres

PEA

Población económicamente activa Población económicamente inactiva No especificado

PEA según condición de ocupación Ocupada Desocupada

PEA segtin sexo Hombres Mujeres

%

48.09 51.91

56.52 43.44

0.04

95.64 4.36

63.85 36.15

Fuente: Anuario Estadístico del Estado de Morelos; Edición 1997, INEGI y Gobierno del Estado de Morelos, p. 132.

Dos fenómenos a nivel nacional también se presentaban en Morelos: por un lado, un proceso de urbanización y por el otro, una migración del campo hacia las ciudades, especialmente a los municipios de Jiutepec, Emiliano Zapata, Temixco, Xochi­tepec, Yautepec y Ayala, conformando con ello un cinturón co­nurbado a las dos grandes ciudades del estado -Cuemavaca y Cuautla- que pronto se fusionarán en una sola mancha urbana, como lo indica por ejemplo, el surgimiento reciente de la colo­nia La Joya, que comparte con el municipio de Jiutepec y Yau­tepec territorio y recursos naturales. Es precisamente esta colo­nia de más de 20 mil habitantes que reba~a el límite fisiográfico del Valle de Cuemavaca y penetra a través del Cañón de Lobos hacia el Valle de Cuautla.

Urbanización y migración fueron en ese periodo sinónimo

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

de progreso y algo natural, producto de la inquietud de los cam­pesinos que buscaban mejoría individual y familiar. Ambos pro­vocaron fuerte impacto en el equilibrio de los recursos natura­les, ya que se destruyeron o afectaron bosques, ríos, barrancas, tierras agrícolas y en general el paisaje tan admirado por pro­pios y extraños.

Morelos se convirtió, después de la Ciudad de México y de parte del estado de México, en la entidad más densamente po­blada del país y pasó de 32.2 habitantes por km2 en 1900 a 191.3 hab/km2 en 1980, y a 258.7 hablkm2 en 1995 (INEGI). Al fenó­meno migratorio hay que sumarle la alta tasa de fecundidad, especialmente entre la población de bajos ingresos. Morelos te­nía hasta hace poco un índice de fecundidad arriba del3% anual, y el municipio de Emiliano Zapata registró una tasa de 4.95%, Temixco de 4.24 % y Xochitepec de 5.55 % (INEGI). De acuer­do con estas cifras y siguiendo la misma fuente, se calcula que Morelos tendrá una población de 1 millón 800 mil habitantes en el año 2000, cifra conservadora, pues ya en 1995 el INEGI regis­tró casi 1.5 millones de habitantes.

Si a estos datos se añaden los de la crisis y los índices de alta marginalidad en el vecino estado de Guerrero, las sequías cre­cientes por el fenómeno de "La Niña" --que afectaría más a los estados vecinos y sobre todo al norte por la escasez de agua en el subsuelo y peores condiciones climáticas- se espera una agu­dización de la inmigración hacia Morelos, especialmente de personas de bajo nivel socio-económico, educativo y cultural. Además, los altos índices de contaminación y las frecuentes contingencias ambientales en la capital, tampoco frenan el flujo migratorio de la capital hacia Morelos, lo que augura un creci­miento poblacional importante en los próximos años.

Proceso urbano-industrial

La población en Mor'elos pasó de rural a urbana en un periodo de cuarenta años; en este proceso jugó un papel importante la

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Fuenteovejuna o caos ecológico

construcción de vías de comunicación modernas, como la auto­pista México-Cuemavaca, la creación de la Ciudad Industrial del Valle de Cuemavaca y el auge de las dos grandes ciudades: Cuemavaca y Cuautla. La primera como capital del estado y concentradora de servicios, y la segunda, por su atracción turís­tica y su historia. Ambas se convirtieron en municipios de atrac­ción y hoy forman zonas conurbadas con municipios vecinos. En el primer conglomerado urbano se concentra la planta in­dustrial más importante y también los problemas más agudos de concentración de la población y, por ende, de contaminación (Véase Parte 1, Capítulo 3).

Los fenómenos descritos propiciaron un proceso de inmi­gración de las zonas rurales del estado, así como de otras enti­dades. En el primer caso, dada la escasez de tierras por repar­tir, la población campesina joven se fue a la ciudad, atraída por oportunidades en la industria, los servicios y el comercio, o simplemente por la agonizante crisis agropecuaria de más de tres y medio lustros. Se dio así un proceso de envejeci­miento de la población en el medio rural y al concentrarse la inversión en las zonas urbanas, lo acompañó otro de depau­perización en el agro. Este fenómeno se agudizó por la crisis perenne del sector primario, lo que expulsó aún más la mano de obra no calificada.

En cuanto al problema urbano, los campesinos depauperados se asentaron en las tierras que mejor convinieron a sus intereses y el resultado fue un proceso anárquico de ocupación del suelo, contaminación, destrucción de zonas arboladas e invasiones de barrancas y áreas naturales protegidas. A su vez, la prolifera­ción de fraccionamientos de la clase media y empresarial en las zonas boscosas agudizó la desforestación, así como la erosión y reducción de la infiltración y merma en la recarga de los mantos acuíferos. Otros fraccionamientos se extendieron sobre áreas agrícolas, frecuentemente tierras comun~es o ejidales, lo que indujo a cambios irreversibles en el uso del suelo y a conflictos agudos por la tenencia de la tierra.

Conforme avanza la concentración poblacional, se agudizan

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

los problemas de contaminación: agua, aire, suelos y bosques se degradan. Por otra parte, a mayor concentración de la pobla­ción, mayor consumo y más generación de basura, cuyo manejo no ha recibido una atención inicial, mucho menos una integral. Ante una infraestructura insuficiente proliferan 729 basureros clandestinos en carreteras, terrenos y barrancas, que frecuente­mente se incendian, con la subsecuente contaminación del aire, agua, suelo y acuíferos. A su vez, estos tiraderos y los munici­pales oficiales, particularmente los de Cuernavaca, Jiutepec y Cuautla, son focos de transmisión de enfermedades. Es más, el tiradero a cielo abierto de Cuernavaca, ubicado en Tetlama, a 45 kilómetros y muy cerca del aeropuerto, representa una ame­naza a los aviones que despegan y aterrizan, ya que el manejo inadecuado de la basura a cielo abierto y la presencia de pepe­nadores atrajo a los zopilotes, que forman nubes negras en los cielos aledaños al depósito de basura y al aeropuerto.

En síntesis, el desarrollo urbano-industrial anárquico, acom­pañado de un proceso de descampesinización, provocó conta­minación de aire y agua, erosión de suelos, desforestación, des­trucción de fauna silvestre, generación de basura, cambio de uso del suelo, marginalidad y falta de servicios públicos entre los inmigrantes.

Al igual que en otras partes del país, en Morelos se inició un proceso de industrialización a partir de los cincuenta y se con­solidó en los sesenta. También se aprovecharon tierras comuna­les, por cierto, las mejores tierras agrícolas del estado, para fincar una zona industrial.

El proyecto de industrialización promovido por el estado, se estableció en el municipio de Jiutepec y actualmente forma parte de la zona conurbada de Cuerna vaca. Por su cercanía con el mercado más grande del mundo, la Ciudad Industrial del Va­lle de Cuerna vaca ( CIV AC), recibió múltiples facilidades para atraer a la industria establecida en otras partes del país o promo­ver inversiones nuevas: así llegaron empresas con muy diferen­tes giros. Sólo recieiltemente se ha promovido un proceso de descentralización hacia el municipio de Emiliano Zapata, con la

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Fuenteovejuna o caos ecológico

construcción de una Central de Abasto, una Central de Camio­nes, un hospital de tercer nivel del ISSSTE y un complejo de manufactura de ropa. A su vez, en el Parque Industrial de Cuautla, asentado en terrenos del municipio de Ayala y en el vecino mu­nicipio de Yecapixtla, se está apoyando la instalación de empre­sas textiles, de vidrios y otros, a fin de crear los empleos nece­sarios que requiere la población joven.

Los hechos mencionados obligaron a un creciente intercam­bio de materias primas, productos semielaborados y terminales. Se crearon nuevas fuentes de trabajo que, a su vez, agudizaron la inmigración. El municipio de Jiutepec muestra hoy una de las más altas tasas de crecimiento demográfico en todo el país, pero en el pasado también se vio afectada gravemente la salud y ca­lidad de vida de sus pobladores por la alta contaminación que arrojan las fábricas al aire, agua y suelo.

De esta forma se establecieron polos de atracción y la in­dustria fue el sector productivo que empleó cada vez más gente, además de generar actividades secundarias o complementarias que a su vez, promovieron empleos indirectos.

De acuerdo con los datos del INEGI, a partir de 1950 lapo­blación de Morelos se vuelve cada vez más urbana, y en 1988 se censaron 1 mil 940 unidades fabriles que generaron 34 mil 463 empleos. Del total de establecimientos, 19 se ubicaron en la minería y extracción, 1 mil879 en la manufactura, 2 en electri­cidad y agua y 40 en la construcción. La mayor parte de los empleos generados se ubican todavía en el medio urbano y específicamente en Jiutepec.

La industrialización y urbanización generaron presiones sobre el uso del suelo y demanda de servicios; pronto los ayun­tamientos no pudieron responder con celeridad a los requeri­mientos de servicios demandados por la industria y la pobla­ción. El resultado más severo fue la contaminación de agua, suelo y aire; la primera por insuficiente, infraestructura para captar y tratar aguas residuales domésticas e industriales, la segunda, por la generación de basura, defecación al aire libre y el empleo de aguas contaminadas en riego agrícola, y la

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

tercera, por el creciente parque vehicular sin catalizadores y la emisión industrial a la atmósfera, sin equipo anticontami­nante.

En resumen, el resultado de este desarrollo urbano-indus­trial concentró población, generó empleos directos e indirectos, pero al no contar con medidas preventivas, ocasionó severa con­taminación de los recursos y alteró los ecosistemas, a la vez que creó procesos de marginalidad dentro de las principales zonas urbanas. Sin embargo, la población con mayores índices de po­breza se encuentra en las regiones rurales de Huitzilac, Puente de lx.tla, Ocuituco y Tetela del Volcán, además de los suburbios. Estos últimos están marginados de los satisfactores mínimos necesarios, incluso de un empleo o parcela donde sembrar sus cultivos de autosuficiencia que les permita sobrevivir. Este es el resultado polarizado de un crecimiento económico sin desarro­llo, donde la acumulación de la riqueza ha favorecido a pocos y ha provocado el empobrecimiento de la mayor parte de la po­blación, como también la destrucción de la naturaleza y de los recursos naturales.

Esta iniquidad entre abundancia y pobreza lacerante es una de las causas estructurales de los altos niveles de inseguridad y violencia. Los robos a mano armada, los secuestros, la violen­cia callejera, la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo y otros, son algunas expresiones socioeconómicas de las abismales diferencias entre ricos y pobres. Obligar a la autoridad a re­orientar el modelo de desarrollo hacia una mayor equidad es el único camino para mejorar la calidad de vida y satisfacer los servicios básicos, el empleo y el recreo sano.

Políticas culturales en la ciudad del siglo XXI

Los comentarios vertidos anteriormente demuestran que frente a la multitud de problumas sólo resta una decidida coordinación entre sociedad civil,· instancias gubernamentales, industriales, comerciales, escuelas y demás entes organizados del Estado,

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Fuenteovejuna o caos ecológico

con el fm de crear una cultura ciudadana de compromiso mutuo y de respeto hacia el ser humano y su entorno.

La educación ambiental y la creación de una cultura am­biental son el vehículo por excelencia para concientizar acerca de este futuro novedoso llamado "desarrollo sustentable", que se define como un proceso de participación activo en la cons­trucción de una relación más armónica entre sociedad y medio ambiente. En este proceso se desarrollan conceptos, actitudes y capacidades que permitan comprender, evaluar y transformar las relaciones entre ser humano y cultura. En dicha cultura, los ciudadanos adquieren conocimientos y valores acerca de la re­lación hombre-naturaleza, se gestan prácticas cotidianas y ac­ciones necesarias que contribuyan a la transformación de un entorno urbano sustentable.

El nuevo proyecto social de Morelos debe ser resultado de la unión de esfuerzos y acciones entre ciudadanos y gobierno. Lograr una conciencia ecológica que supere la pobreza sin des­truir al medio ambiente y que transforme a las ciudades en entes agradables, llenos de vida, color y movimiento y con un estricto control de los contaminantes es el reto del futuro, aunque para ello existan muchas dificultades.

El primer obstáculo a vencer en nuestros países en desarro­llo es el modelo de civilización predominante, basado en·la so­breproducción y el excesivo consumo de unos cuántos y el in­fraconsumo entre la mayoría. Sólo mediante cambios en el pensamiento y actuar se coadyuvaría a crear una sociedad eco­lógica, orientada hacia el desarrollo sustentable, con aprecia­ción de la vida en sus múltiples formas. No hay justificación alguna para explotar y contaminar los recursos naturales, bási­cos para las generaciones actuales, sobre todo para las venideras.

Es más, retomando la filosofía de Río de Janeiro, urge apli­car con rigor y sin corrupción las leyes ambientales existentes, crear la Ley de Desarrollo Sustentable de Morelos y proceder de acuerdo con el principio "él que contanÍine, tendrá que pagar y remediar el daño". Esto es particularmente válido para las in­dustrias, automóviles, centros comerciales y unidades habita-

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

cionales, cuya producción de contaminantes al aire, desechos líquidos y sólidos destruyen el entorno grato de una ciudad, pero hipotecan también los recursos localizados en el subsuelo, al infiltrar contaminantes y lixiviados a los acuíferos.

La revolución de las telecomunicaciones mostró la impor­tancia de divulgar las actividades relacionadas con la cultura ambiental entre toda la sociedad, con el fm de incidir en cam­bios de hábitos ecológicos. Sólo así se sentarán bases firmes en favor de la conservación de los recursos naturales. La educa­ción, así como el cambio de actitudes, apoyadas por los medios masivos de comunicación, trascenderán todos los ámbitos de la vida humana, y darían también un nuevo sentido de responsabi­lidad a cada uno de los ciudadanos.

La creación de una nueva mentalidad es asunto complejo, por ello la participación de los niños es fundamental. En coordi­nación con madres y autoridades educativas se debería profun­dizar en los programas "La escuela y la comunidad en la preser­vación de los recursos naturales", "Reduce, reusa y recicla tus desechos", "Produzca composta", "Afine y verifique su coche". Aunque se hayan efectuado miles de acciones de fomento de la cultura ambiental, con la participación directa de cientos de miles de personas, urge consolidar los Comités Ecológicos y Promo­tores· Ambientales, que vigilarán, restaurarán, sanearán y refo­restarán el entorno. La gran esperanza está en los más de 400 mil alumnos que separan los desechos sólidos, cuidan el uso del agua en sus escuelas, producen composta de la basura orgánica y con ello dan un ejemplo de nueva cultura ambiental a los adul­tos. Con esta medida se espera reducir la generación de basura, mediante el composteo doméstico, semi-industrial en munici­pios e industrial, así como el reuso y el reaprovechamiento de los desechos industriables. Sólo los productos restantes serán confinados en algunos rellenos sanitarios regionales, donde se evitaría la contaminación del aire y del acuífero, mediante avan­ces tecnológicos y l~"aplicación de las normas ambientales.

La difusión del cuidado y ahorro del agua en la ciudad evi­taría la escasez en un futuro cercano. En coordinación con los

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Fuenteovejuna o caos ecológico

sectores público, social y privado, se deberían difundir técnicas baratas que protejan las fuentes de abastecimiento, así como las formas más adecuadas que sanean in situ las aguas servidas y las reusan en sanitarios y jardines.

Ante la grave pérdida de la masa forestal, en los últimos cuatro años y medio se han reforestado más de 30 millones de árboles, dentro de dos programas básicos: "Tres por uno mis­mo", ya que el ser humano requiere de 3 árboles para compen­sar la emisión de co2 y "La Reforestación del Corredor Bioló­gico Chichinautzin", zona de infiltración de los acuíferos urbanos de Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Zapata y Xochitepec. Los árboles son propios de los ecosistemas del bosque templado y de la selva baja caducifolia de Morelos, y en su siembra se usa­ron fijadores de nitrógeno, copperbloc, micorrizas, fitohormo­nas y micropropagación, a fin de garantizar una adecuada su­pervivencia y una duradera reforestación. Es un ejemplo patente de cómo con tecnología tradicional, la coa y la moderna, copperbloc y fijadores de nitrógeno se pueden restaurar amplias áreas destruidas.

Pero la cultura ecológica debería penetrar entre todos los estratos de la sociedad. Mediante publicaciones científicas (li­bros, revistas, memorias), materiales de divulgación (folletos, posters, trfpticos, videos), eventos culturales, artísticos, cientí­ficos, complementado con campañas de limpieza en barrancas, reforestación, acodo de árboles, bosques urbanos, saneamiento vegetal, ahorro de agua, producción de composta, selección de desechos sólidos y ecología humana, se fortalecerá esta cultura ambiental.

Planeación y participación ciudadana

El acelerado deterioro ambiental nos induce a reflexionar acer­ca de la interrelación entre avances tecnológicos y bienestar de la gente. Si bien es cierto que por un lado estamos inmersos en un proceso acelerado de globalización merced a los adelantos

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

de la ciencia y la tecnología -sobre todo en el rubro de la co­municación- también lo es que los adelantos tecnológicos poco o nada pueden hacer a favor del ciudadano, si no se cumplan tres premisas básicas: a) que las nuevas tecnologías aplicables a la prestación de los servicios respondan con exactitud a las ex­pectativas y a los requerimientos generados dentro del entorno local, y con capacidad de adecuarse y evolucionar al parejo de esos requerimientos; b) que se manejen dentro de una estricta normatividad, tanto administrativa como de cumplimiento le­gal, a fin de que los resultados sean exactamente los esperados, es decir, que favorezcan la calidad de vida, la protección del ambiente y el desarrollo sustentado y e) que en la aplicación de esas nuevas tecnologías tenga un rol protagónico el propio ciu­dadano, que las entienda para convertirse en "actor de", en lu­gar de "receptor de".

El cumplimiento cabal de esas premisas obliga a los que detentan el poder a una rigurosa planeación-consulta o mejor aún consulta-planeación, porque ambos van íntimamente liga­dos: sin el consenso ciudadano y, sobre todo, sin su convenci­miento, no le sirve ni a la autoridad ni a la sociedad, mucho menos en épocas como la actual en que el único factor determi­nante e invariable conocido es lo inesperado y lo desconocido. Por ello, la consulta sin planeación no pasa de ser un rosario de buenas intenciones.

En este binomio consulta-planeación, es la consulta la que salva a la planeación tan vulnerada por eventos impredecibles, (sobre todo en lo financiero), pero cada vez más en lo ambien­tal. Catástrofes recurrentes como la evacuación del Popocatépetl, las sequías, las inundaciones, los incendios forestales, los acci­dentes tóxicos industriales y en carreteras, obligan a echar mano a cantidades cada vez mayores del presupuesto para salvar esas contingencias. Ante estos imprevistos, una nueva consulta, una nueva comunión entre el ciudadano y los funcionarios locales, generará una planeaci~n de contingencia, así como el compro­miso de optimizar loe: recursos escasos, donde la persona inte­resada decida directamente sobre sus prioridades, no en térmi-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

nos individuales sino dentro de un marco de planeación demo­crática y prioridades sociales claramente jerarquizadas.

Finalmente, es conveniente tener claro que en la carrera Tec­nología-Humanismo la tecnología lleva por mucho la delante­ra. Eso es de todos conocido; en cambio, lo que no hemos apren­dido aún es que para que la tecnología sea útil, debería estar supeditada al bienestar del ser humano y éste se consigue con una utilización adecuada de esos deslumbrantes avances tecnológi­cos que manejaría el aparato administrativo municipal, que es el que se e~carga de la conducción de los destinos comunitarios.

No concebimos calidad en los servicios públicos si éstos no contribuyen al desarrollo integral del hombre. No hay desarro­llo humano duradero si éste se basa en la depredación y la acu­mulación a ultranza. N o existe calidad de vida en las ciudades si el entorno no proporciona empleo, seguridad y pureza ambien­tal. En consecuencia, no concebimos calidad de vida sin educa­ción, así como participación real y convencida del ciudadano. Además, es peligro usar las nuevas tecnologías, si éstas se desa­rrollan al margen de los deseos y expectativas de la comunidad. Ejemplos históricos abundan. Sólo quisiera recordar el uso de la bomba atómica y otros medios de destrucción masiva, que pusieron en peligro a una región durante décadas, pero que por error pueden eliminar, en cuestión de segundos, a la humanidad entera.

El reto actual de la acción municipal descentralizada es en­contrar el equilibrio entre la técnica y el humanismo, entre la universalidad y la localidad, entre la planeación y la ejecución, la globalización y la particularidad. La columna vertebral para lograrlo parecen ser la educación ambiental, la participación con­vencida de la sociedad, la administración transparente y hones­ta, así como el aprovechamiento de los avances de la ciencia y la tecnología en favor del conjunto de la humanidad, y sujeto a intereses a largo plazo y de todos los sec~ores de la sociedad.

En síntesis, retomando lo afmnado al inicio, que las nuevas perspectivas en la prestación de servicios al ciudadano se basen en: pensar globalmente y actuar localmente, es el binomio del

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Ciudadanos frente a la sustentabilidad

ciudadano en su comunidad, donde debería orientarse la pla­neación y la gestión ambiental. Utilizar los avances tecnológi­cos que nos comunican globalmente para establecer un canal de articulación y comunión permanente con los actores sociales de la localidad: es una necesidad y un imperativo. La clave del éxito se ubica en la cédula de la institución municipal, a la vez que es su sustento y razón de ser.

Enfocado desde el punto de vista opuesto: los amplios re­cursos naturales existentes en el planeta, el país, el estado y la localidad, esto es, el suelo, los acuíferos, el aire, el bosque, la selva y la fauna, racionalmente aprovechados y en favor de to­dos, despejarían las incógnitas del milenio por venir. Se acaba­rían las cíclicas y recurrentes crisis que han hundido en la mise­ria a la mayoría de los mexicanos. En el manejo racional de los recursos humanos, naturales y fmancieros y a favor de las ma­yorías, es donde se ubica la solución a las dudas. La segunda parte de este libro se basa en la seguridad de que existen am­plios recursos naturales y explorará caminos alternativos de un auténtico desarrollo sustentable, con calidad de vida, participa­ción democrática y cuidado del entorno.

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PARTEII

GESTIÓN AMBIENTAL, ECOLOGÍA HUMANA Y CALIDAD DE VIDA

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J uchitán: alimentos como vehículo de justicia social*

¿Qué tiene de especial Jucbitán?

La crisis de Juchitán tiene una cara distinta a la del resto del país. En lugar de estrategias de supervivencia, niños desnutri­dos y sus consiguientes daños en psicomotricidad, desarrollo físico e intelectual, en Juchitán se encuentran bebés con un peso promedio de 3.75 kilogramos, cuando los datos comparativos del resto del país señalan que en poblaciones con características similares no alcanzan ni siquiera los 2.7 kilogramos. ¿Significa esto que en Oaxaca --que junto con Chiapas y Yucatán son las entidades más pobres de la República Mexicana, con una po­blación mayoritariamente indígena y una pronunciada influen­cia rural- existen patrones de desarrollo, trabajo y de calidad de vida distintas al resto de las poblaciones con estas caracte­rísticas?

¿Ofrecería Juchitán (guardando las particularidades propias del Istmo de Tehuantepec) alternativas de salida a la crisis, no sólo al conjunto de nuestro país sino a toda América Latina y, en el mejor de los casos, a otros países en desarrollo? Éstas son las preguntas clave que guiaron el presente estudio empírico; su explicación se basa en datos socioeconómicos, de ingresos, or­ganización social, nutrición y alimentación.

México atraviesa una profunda crisis donde existe una desi­gualdad cada vez mayor en la distribución del ingreso, crecien-

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* Algunos datos nutricional~ fueron publicados en Veronika Bennholdt-Thomsen et al. (1997). Juchitán, la CiuddJ de las Mujeres, Oaxaca, Inst. Oaxaqueño de las Culturas, pp. 55-65. Traducidos del alemán con el título: Juchitán-Stadt der Frauen.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

tes niveles de desempleo, subempleo, economía informal, tra­bajo femenil e infantil; para resolverla grupos sociales diversos se enfrentan al reto de analizar y revertir estas tendencias. No sólo el sector afectado que abarca más del 80% de la población, sino también el sector gubernamental y el empresarial se preo­cupan de garantizar una estabilidad sociopolítica y, para ello, se han abocado a la búsqueda de nuevos modelos que contrarres­ten el deterioro creciente.

En el resto del país, a excepción de Juchitán, el sector popu­lar depauperizado inició estrategias de racionalización del gas­to en comida, nuevos patrones de empleo -a veces por horas, trabajo femenil e infantil-, sustitución de alimentos caros por otros más baratos con su consiguiente reducción en proteínas y variedad (por ejemplo, en lugar de carne, huevo, pollo y pesca­do, se incrementó la ingesta de superbásicos como tortilla, fri­jol, azúcar, arroz y en ocasiones, frutas y verduras). Sin embar­go, este proceso sustitutivo pocas veces ha ido acompañado de combinaciones nutricionales adecuadas; en la mayoría de los casos las dietas se han desbalanceado y han provocado efectos negativos en la nutrición y la salud.

En cuanto al desarrollo infantil, estos fenómenos de racio­nalización se reflejan básicamente en niños leve o medianamente desnutridos, los cuales tendrán un peso y talla inferior al pro­medio de su edad. No faltan los teóricos que justifican esta in­justa situación; por ejemplo, David Seckler postula que dichos niños están sanos y mejor "adaptados biológicamente" a las condiciones de pobreza imperantes. No es la primera vez que se recurre a teorías biológicas para justificar "científicamente" comportamientos impuestos por un modelo socioeconómico injusto. Sin embargo, Gretel H. y Pertti Pelto (1989) refutan médica y nutricionalmente la teoría de "pequeños pero sanos". Argumentan que las presiones políticas, de gobiernos que inter­pretan la resistencia de las personas malnuqidas como una fuente segura de mano de obra, no permiten justificar lo injustificable. De hecho, las elevadas tasas de morbi-mortalidad infantil en niños desnutridos demuestran lo insostenible de la tesis de re-

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Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

sistencia y adaptación a un medio adverso. Por lo tanto, es ur­gente encontrar dentro de las condiciones existentes de escasez de recursos económicos, falta de empleo formal y profunda cri­sis, alternativas viables que maximicen los recursos estatales destinados a inversiones sociales, con el fin de aumentar los ingresos provenientes de diversas fuentes productivas del sec­tor popular.

La pequeña ciudad de Juchitán, a pesar de ubicarse en una zona predominantemente indígena, no presenta en sus calles cuadros de miseria. Juchitán es una zona con fuerte tránsito de mercancías e ideas en el Istmo de Tehuantepec. Sus pobladores son personas altas, generalmente un poco obesas y los niños activos, traviesos y bien alimentados. Las mujeres balancean en sus cabezas grandes canastos de comida y el mercado está lleno de productos alimenticios, destinados al consumo local. La co­mida pareciera una preocupación básica de esta localidad. ¿Será esto el inicio de un nuevo enfoque de modelo de desarrollo des­tinado al bienestar de una comunidad, en lugar del modelo ge­nerador de divisas y productos para la exportación? Los siguien­tes capítulos tratarán de explorar algunas de las preguntas planteadas.

Finalmente, el término de "ecología humana" alberga nove­dosos pensamientos, al vincular el desarrollo individual con el de salud pública y entorno natural. Parte de una totalidad indi­visible, donde bienestar, salud o solidaridad se basan en nuevos valores, a la vez que cuestionan hábitos y prejuicios culturales (etnocentrismo), propios de los países del Norte: un mayor in­greso se logra generalmente a costa del tiempo libre y del des­canso; la mayor movilidad geográfica se acompaña con la pér­dida de relaciones humanas, compromisos sociales, vínculos intrafamiliares y relaciones comunitarias; el trabajo asalariado sustituye el trabajo familiar de subsistencia, abocado más hacia la vida productiva en pequeña escala y relacionado con el auto­consumo; éxito y ascenso social limitan la calidad de las rela­ciones interpersonal#s, producen fenómenos de estrés y dejan menos tiempo libre. Por ello, el reto de un desarrollo sustenta-

Fuenteovejuna o caos ecológico

ble con calidad de vida abarca desde la economía, pasa por la salud, el bienestar y las relaciones interpersonales, propicia fe­licidad y ascenso social no a costa de otras personas, de las na­ciones o de la naturaleza, sino con solidaridad y estricto manejo de los recursos, sobriedad y ahorro. Integra las propuestas de diversas conferencias mundiales como "pequeño es bello"; "pen­sar globalmente, actuar localmente"; "menos consumismo, más calidad de vida"; "justicia y paz para todos".

Entorno socioeconómico general

La década de los ochenta y lo que va de los noventa trajeron a América Latina severos retrocesos en su economía y calidad de vida. Aunque en el aspecto político hubo avances al sustituirse varias dictaduras por gobiernos electos democráticamente, los efectos de los modelos neoliberales en el subcontinente fueron adversos sobre todo entre los sectores más depauperados de la población. Por primera vez en la historia de Latinoamérica se propagó desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego un solo mo­delo económico, caracterizado por privatizaciones de las em­presas paraestatales, reducción de subsidios y servicios públi­cos, apertura al mercado internacional mediante eliminación de aranceles, homogeneización de precios internos a los interna­cionales pero sin homologación de los salarios al dólar, y ajus­tes rigurosos de los gastos públicos. Este modelo neoliberal, cuya repercusión política y social propició en los Estados Uni­dos e Inglaterra la salida de los republicanos y de Margaret Thatcher, en América Latina en cambio, creó una deuda social gigantesca.

1 Las estadísticas al respecto son elocuentes. Según reporta el l! Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), 1! en 1991 más de 3 mil millones, dato que aumentó en 1998 a ¡] más de 4.4 mil millones (ONU, 1998) de seres humanos viven en

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1 el mundo en condiciones de pobreza y, a veces, de pobreza ex-

1 ~ trema. En 1992 tan sólo en nuestro subcontinente -refiere la ~ !

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Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

CEPAL- cerca de doscientos millones de seres humanos se en­cuentran en la más extrema pobreza. En América Latina creció en una proporción de 4% anual, lo cual significa que en los últimos 7 años pasó de 136 a 196 millones. Es decir, 60 millo­nes de "nuevos pobres" se agregaron a los rezagados históricos (Jazainy et al., 1992), ello equivale ahora al 45% de la pobla­ción regional. En 1998 la situación empeoró y de acuerdo a la misma fuente ya existen cerca de 21 O millones de pobres en el subcontinente, de ellos 98 millones en la absoluta miseria e in­digencia. Al parecer, las políticas impulsadas por los gobiernos latinoamericanos llevaron a un crecimiento concentrador de la riqueza, en contraposición al observado en los pobres: el ensan­chamiento del subdesarrollo y la desigualdad social.

Al menos 200 millones de latinoamericanos sobreviven por debajo de la línea límite de la pobreza; de esa cifra 76 millones se asientan en ambientes rurales y la mitad de esa población se distribuye en 4 países: Bolivia, 3.4 millones; Brasil, 26; Colom­bia, 4.3 y Perú, 5 millones. También es importante mencionar que de la totalidad de pobres en América Latina, 43 millones son mujeres que sobreviven en condiciones precarias. Respecto a la calidad de vida de los sectores históricamente rezagados, ésta decreció en la década pasada a tal grado que se vieron obli­gados a instrumentar estrategias de supervivencia que contra­rrestaran, a veces sólo temporalmente, su miseria y les impidie­ra morir de hambre (Oswald, 1991).

De acuerdo al Banco Mundial, la crisis financiera del su­deste asiático, que estalló en julio de 1997 en Tailandia y des­pués abarcó a Indonesia y Corea del Sur, arrojó a 20 millones de personas a la pobreza y al desempleo (Banco Mundial, Efectivi­dad del Desarrollo, 1997), de modo que el modelo neoliberal cobra víctimas también entre los "Tigres Asiáticos".

México no se escapa de la miseria. De acuerdo con la re­ciente Encuesta de Gasto Hogar (ENIGH, INEGI, 1998), el 20% de los más ricos dist)One del 55% del ingreso, mientras que el 20% de los más pobres redujo su participación, entre 1984 a 1994, de 4.8 a 4.3%. Según el índice de Gini, en el mismo tiem-

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Fuenteovejuna o caos ecológico

po, éste aumentó de 0.4292 a 0.4770, demostrando una de las más agudas iniquidades en el mundo, donde el 80% de la pobla­ción vio disminuir su ingreso en los últimos 1 O años.

Esto significa que México se ha visto expuesto al grave fe­nómeno de la depauperación, resultado de las políticas macro­económicas impuestas por las agencias financieras internacio­nales. Más de 45 millones de pobres y una clase media con aspiraciones truncas coexisten con un sector minoritario opu­lento: ejemplo de ello son los dos mexicanos que se colocan entre los 1 O hombres más ricos del mundo (Revista Fortune, 1992). Más aún, en 1993,32 familias detentaban, sólo en activi­dades bursátiles, 224 mil millones de nuevos pesos equivalen­tes casi a una cuarta parte del Pm (INEGI, 1983). Dicho de otro modo, la riqueza desproporcionada de un grupo privilegiado convive con el hambre, la desnutrición, las altas tasas de morbi­mortalidad y, en general, con una calidad de vida paupérrima de los sectores mayoritarios de la sociedad.

Pero no sólo en cuanto a pobreza México ha perdido con el modelo neoliberal. Si se compara la tasa media anual del Pro­ducto Interno Bruto (Pm) entre 1970-1982 (años de populismo) de 6.2 contra 1.9 entre 1983-1998 (años de política neoliberal), se arroja una pérdida del 59.3% del Pm per cápita en dólares entre 1990 y 1995. La calidad de vida de los mexicanos se está deteriorando, más rápido que por ejemplo la mayoría de los paí­ses europeos, involucrados en la 11 Guerra Mundial. Peor aún, tampoco los indicadores de salarios resisten una comparación positiva. Los salarios mínimos perdieron durante la última dé­cada el35.5% frente al1.9% de crecimiento durante el populis­mo. Igual de drástico se presenta el impacto en el salario medio real, donde hubo un aumento del 46.6% en el primer periodo y uno del 8.2% en el segundo, equivalente a menos de una quinta parte (Delgado, Orlando, Jornada, 21-1-98). Pero tampoco en materia de inflación el neoliberalismo pu'ede justificar s~ des­empeño: Echeverría 12.9%, López Portillo 29.6% (populistas); De la Madrid 92.9%, Salinas 18.9% y sólo 4 años de Zedillo 41.1% (Banco de México). De acuerdo con Delgado (op. cit.),

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Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

el déficit en la cuenta corriente fue de 1,171 millones de dólares en 1970, aumentó a 28,786 en 1994, cuando estalló la crisis y se ubica actualmente (1998) en 14,690 mil millones de dólares.

Siguiendo con la evaluación de los macroindicadores eco­nómicos neo liberales, también la relación peso-dólar muestra la pérdida de la riqueza y del ahorro interno: en 1975 un dólar valía 12.5 pesos y a principios de 1999 asciende a 10,400 pesos (10.40 nuevos pesos). No es necesario insistir en que esta ines­tabilidad cambiarla sólo alentó la especulación financiera y las fugas de capitales entre un sector privilegiado de nuestra socie­dad, sino que también provocó esta profunda y estructural crisis en la que se debate el país y que costó bienestar y hasta vidas inocentes entre la mayoría.

De acuerdo a Harvard y la Organización Mundial de Salud, la desnutrición infantil participa en un 55% de las muertes de niños, independientemente de que las enfermedades sean respi­ratorias, diarreicas, perinatales, de sarampión o paludismo (Mu­rray y López, 1996; Pelletier, et al., 1993).

En resumen, el modelo de ajuste por un lado incrementó y agudizó el fenómeno de la depauperación, lo que a la vez per­mitió una concentración del ingreso en un estrato cada vez me­nor. Resultado de lo anterior fue una creciente desigualdad so­cial, la cual representa no sólo un rezago comparativo, sino que refleja un problema estructural inherente al modelo de desarro­llo impulsado en toda América Latina. El dilema encuentra su origen y afianzamiento en los siguientes mecanismos: a) salarios y remuneraciones insuficientes y b) apropiación no redistributiva de la riqueza. En el primer caso, se instrumentaron políticas que reducen las altas tasas inflacionarias, restringen el gasto públi­co (en especial el destinado a servicios y subsidios), sanean las finanzas de las naciones y disminuyen el monto del principal de la deuda. En el segundo caso se implantó, mediante la especula­ción financiera y sistemas de tributación regresiva, un predomi­nio del capital financiero sobre el productivo.

Ahora bien, cab#a preguntarnos, si la igualdad de oportuni­dades de todos los seres humanos debiera ser una condición de

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justicia y equidad, ¿por qué existe tanta desigualdad? "Las re­flexiones sobre desigualdad social-de acuerdo a Béjar Nava­rro-... [han llevado a encontrar y explicar las causas en dos modelos] ... Los funcionalistas ... para ... [quienes] ... la desigual­dad social es inevitable porque no todos los hombres tienen la misma capacidad ni idéntica preparación, por lo tanto, no todos pueden percibir la misma retribución... [y] ... Los teóricos del conflicto, ... [quienes] ... enfocan el problema ... desde el punto de vista de los distintos individuos y subgrupos que existen en la sociedad ... la desigualdad, consideran, es consecuencia de la lucha por bienes y servicios de los que hay escasez ... " (Béjar, 1987).

Cabe considerar que las anteriores no son las únicas expli­caciones posibles al fenómeno, ya que desde otros puntos de vista, la desigualdad es comprendida como consecuencia de las relaciones sociales de producción, relaciones que se caracteri­zan por su complejidad sistémica y autorregulada en la perspec­tiva de la reproducción del modelo de desarrollo en curso y su consecuente continuidad, severamente cuestionada por los sec­tores que buscan una sociedad más justa y equitativa.

Este proceso no obedece a razones exclusivamente econó­micas. Son las macrodecisiones de naturaleza política, apoya­da~ desde sus orígenes por los grandes centros financieros y económicos internacionales, a través de medios masivos de co­municación, mejor dicho de convencimiento y justificación a fortiori, las que pretenden validar tales fórmulas, aunque se opon-gan a los intereses de las mayorías.

Con el modo actual de desarrollo económico se ha incre­mentado la población empobrecida en el país. Ello y otros fac­tores subyacentes imposibilitan el logro de mayor competitivi­dad y productividad, los cuales suponen mejores condiciones de vida, educación accesible a más mexicanos, mayor capacitación, alimentación y salud adecuada. Sin embargo, éstos son sólo pro­pósitos frente a las estadísticas y números crudos, los que en­cuentran la expresión de la desigualdad extrema de la sociedad mexicana en los dramas personales de pobreza e indigencia.

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Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

En México viven casi 55 millones de personas que no satis­facen sus necesidades mínimas o esenciales. De ese total, 26.3 millones se encuentran en condiciones de pobreza extrema y miseria de acuerdo a Esteban Moctezuma en la Cámara de Di­putados (julio, 1998). Según el diputado Felipe Rodríguez el 70% de los mexicanos son pobres; un 25.9% vive en pobreza moderada y el44.7%, equivalente a 40.8 millones de personas en pobreza extrema. Estos mexicanos, en su mayor parte son habitantes del campo en zonas áridas y semiáridas y de comuni­dades indígenas. Sus condiciones de vida son precarias debido a que sus ingresos, sea por salarios o producción, o sumados ambos, apenas son suficientes para adquirir el 60% de los bie­nes y servicios indispensables a sus familias. En unidades com­puestas por 5 personas o más hay analfabetismo, y la educación primaria no rebasa los 3 años de escolaridad. Se padecen enfer­medades típicas de un país en desarrollo: gastrointestinales, pul­monares, tuberculosis, sarampión y desnutrición crónica. Com­parado con otras regiones del país, la mortalidad infantil es mayor en estas zonas y la esperanza de vida es menor. Sus viviendas resultan insuficientes en tamaño y en general carecen de servi­cios de energía eléctrica, agua potable y drenaje. Su alimenta­ción es escasa en cantidad y calidad, y la desnutrición se pre­senta desde el seno materno y, muchas veces, antes de nacer un bebé. La falta de higiene de la vivienda, sumada a la desnutri­ción y un medio ambiente insalubre aumentan los riesgos de salud y mortalidad, además de dificultar las posibilidades de desarrollo sano en términos físicos y psíquicos (Solidaridad, 1990).

Los otros 14.2 millones de pobres, si bien no viven en con­diciones tan graves, son familias donde se carece de los satis­factores esenciales. Esas familias habitan fundamentalmente zonas urbanas y rurales deprimidas y también encontramos anal­fabetismo o educación primaria no concluida. En los últimos años, por el alza de los precios y la baja en el poder adquisitivo de los salarios, su ali\nentación ha disminuido en cantidad y calidad. A este renglón destinan la mayor parte de sus ingresos,

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Fuenteovejuna o caos ecológico

lo cual impide satisfacer otras necesidades. Su vivienda es, en general, precaria en espacio, calidad y poco adecuada para el número de miembros de la familia. (/bid, 1990)

La "modernización", cambio estructural al que han sido sometidas naciones como México, ha significado un incremen­to en las condiciones de pobreza para la mayoría de sus habi­tantes, manifestada en malnutrición y desnutrición, lo que re­percute más severamente entre las mujeres, los niños y la población indígena. Su desarrollo físico, capacidad inmuno­lógico-protectora, aprendizaje y escolarización se ven afecta­dos, agudizándose los cuadros de morbi-mortalidad infantil de enfermedades que se pueden prevenir, así como el resurgi­miento de pandemias (como el sarampión, la tuberculosis y el cólera) estrechamente vinculadas con la pobreza extrema y la falta de infraestructura sanitaria. Por cada mil niños nacidos vivos mueren 49, siendo en el nacimiento y en el desarrollo de los primeros dos años de esos infantes, donde la desnutrición afecta e hipoteca mejores condiciones de aprendizaje y apro­vechamiento escolar. De acuerdo con las Encuesta Nacional de Nutrición 1988 y 1996, la desnutrición aumentó del42% al 46%: 36% con leve, 9% con moderada y 1.3% con severa des­nutrición, y la estatura de niños entre 6 y 9 años disminuyó l. 7 centímetros, como consecuencia de la falta de alimento y la crisis imperante.

Los indicadores básicos de calidad de vida (Gráfica 1) mues­tran serios desequilibrios dentro del país. Mientras que los hom­bres mexicanos aspiran a un promedio de vida de 66.5 años, las mujeres llegan a 73.1 años. En Oaxaca, la expectativa de vida masculina es sólo de 59.5 años y la femenina de 64.9 años; le siguen los estados de Puebla, Hidalgo, Chiapas, Guerrero, Ta­basco, Tlaxcala, Querétaro, Michoacán y Veracruz, los 1 O esta­dos con los índices más bajos.

La tasa de mortalidad infantil (Gráfica 2) por mil nacidos vivos es en el promedio nacional de 33.8 para niños y de 26.5 para niñas. Sorprende la elevada tasa de mortalidad en Guana­juato, Tlaxcala, Puebla, Querétaro y Baja California Norte. En

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Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

Gráfica 1 Esperanza de vida

Oax Pue Hgo Chis Gro Tab Tlax Qro Mich Ver EUM

11!1 HOMBRES •MUJERES!

AÑOS

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

Gráfica 2 Tasa de mortalidad infantil

65

55

45

35

25 Gto Tlax Pue Qro BNC Tab Yuc Mor Chis Chih EUM

~HOMBRES • MUJERES

POR 1000 NVR , 1

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

cuanto a tasas de mortalidad preescolar por mil habitantes (Grá-. 1 fica 3), sobresalen críticamente Oaxaca, Chiapas, Puebla, Gua-

1 • najuato y Tabasco. 1

7.5 7.1

6.5

5.5

4.5

3.5

2.5

1.5 Oax Chis

Gráfica 3 Mortalidad preescolar

Pue Qro Zac Hgo Pue EUM

I!J HOMBRES .MUJERES

POR 1,000 HAB. DE 1 A 4 AÑOS

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

La tasa de mortalidad en general (Gráfica 4) y particular­mente la materna (Gráfica 5), muestra profundos desequilibrios poblacionales, reflejo de severos rezagos en el acceso a los ser­vicios básicos. Podemos hallar, por ejemplo, elevadas tasas de natalidad en Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Querétaro y Tabasco, de modo que se incrementa la presión sobre la demanda de to­dos los servicios (Gráfica 6). La tasa de mortalidad general en Oaxaca es casi el doble del promedio nacional y la materna llega al155.9%, dato que muestra con claridad la falta de acce­so a los indicadores de bienestar básico para un sector impor­tante de la población. De ahí las altas tasas de migración de este estado pobre hacia zonas con mejores índices de calidad de vida.

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Gráfica 4 Tasa de mortalidad general

8.5

7.78

7.5

6.75

6.5 6.45 6.40 6.23

5.63 5.5

4.5 Oax Pue Tlax Gto Yuc Chih Baja C. Chis Hid Jal EUM

POR 1000

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

Gráfica S Tasa de mortalidad materna

15.00

13.40 13.00

11.00

9.00

7.00

5.00 Oax Mex Pue Ags Yuc SLP Ver Gro Q. Roo EUM

1 (

POR 10.000 NVR

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

205

. .-.._ ~--=- _......~~- ~-&~--------- - . ~ . . .~ ..

Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 6 Tasa de natalidad general

60 57.77

50 47.93

40

30 Zac Chis Oax Quer Tab Mich Hid Gto Q. Roo Pue EUM

POR 1,000

Fuente: Conapo, Esperanza de vida 1980-2010, Estadísticas vitales SSA, DGEIE.

Las tasas de morbilidad infantil y preescolar (Gráficas 7 a 14) respaldan los datos anteriores. En el sudeste del país sobre­sale la incidencia de infecciones gastrointestinales, además de enfermedades de las vías respiratorias. Los servicios médicos de esta región son deficientes y las tasas de desnutrición infantil son altas en el medio rural, mientras que la incidencia de sa­rampión es reflejo directo de una cobertura desigual en los es­quemas de vacunación. Campañas masivas de vacunación, acompañadas por una seria labor educativa podrían reducir sig­nificativamente esta desigualdad interestatal y ofrecer a lapo­blación menor de 5 años expectativas de salud y calidad de vida distintas.

Respecto a la calidad de educación impartida, resalta un pro­medio nacional de 6.68% de analfabetismo (Gráfica 15), 6.39 años promedio de escolaridad (Gráfica 16), 15.2% de escolari-

206

•.... ;:....;-_·-........:.::_ -~·-- ~----::- ~ --. -~---- -~-

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

80000

70000

60000

50000

40000

30000

Gráfica 7 Infecciones intestinales infantiles

53,581.00 48,668.46 50,829.42 48 589.86 45,140.80 43 016 97

' 45,394.20 ' . 43,450.96 42,747.06

Fuente: Dirección General de Epidemiología/SSA, 1990.

Gráfica 8 Infecciones respiratorias infantiles

ISO 000 42 898 81 132,858.36 134 448 00 128,989.95

130 000

110000

90000

70000

50000

' . 131 ,216.1 7 123,803.50

103,274.27 106,541.36

99,650.85 91,308.56

Nvo. L. BCS Yuc. ~. RooCoah Tlax Qto Ags Col Son EUM

Fuente: Dirección General de Epidemio1ogía/SSA, 1990.

207

Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 9 Neumonías y bronconeumonías infantiles

4300

3800

3300

2800

2300

1800

1300

800 Q. Roo Qto Col Nvo. L. Bes Son Tlax BCN Mor Tab EUM

Fuente: Dirección General de Epidemio1ogía!SSA, 1990.

Gráfica 10 Sarampión infantil

Col Tab Q. Roo BCN Nay Jal Son Qto Camp Chih EUM

Fuente: Dirección General de Epidemiología/SSA, 1990.

208

22400

17 400

12400

7 400

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Gráfica 11 Infecciones intestinales en preescolar

.57 18880.67

19009.14

17511.61 16232.06 15468.73

1553 72 .41

5

Q. Roo Coah Yuc Tab BCS Nvo. L. Tlax Col Qto Ags EUM

Fuente: Dirección General de Epidemiología/SSA, 1990.

Gráfica 12 Infecciones respiratorias en preescolar

96000 82073.56

86 000 84399.36

76000 72873.21 66546.56

66000

56 000

46000

36000

67560.32 64012.86 64361.15 63167.89

57252.54 52933.06

26000 Yuc BCS Nvo~;L. Coah Q. Roo Qto Tlax Col Ags Son EUM

Fuente: Dirección General de Epidemiología/SSA, 1990.

209

·-----·-----~ .... ~ _ _,.:..-- r ,. ·~~· .. • • • • : ~ .:_,_.__::. _____ -~- --- • ~ ~ •.:.... rl

Fuenteovejuna o caos ecológico

5 000

4 500

4 000

3 500

3 000

2500

2 000

1 500

1 000

500

o

Gráfica 13 Neumonías y bronconeumonías preescolar

l"tUIIJQ,\JV

Ags Q. Roo Col Son Qto Nvo. L. Yuc Tlax Nay BCS EUM

Fuente: Dirección General de Epidemio1ogía/SSA, 1990.

1200

1000

800

600

400

200

o

8

Gráfica 14 Sarampión en preescolar

Col BCN Nay Qto Chih Gto Jal Q\ Roo Camp Tab EUM

Fuente: Dirección General de Epidemio1ogía/SSA, 1990.

210

1

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

dad incompleta (Gráfica 17), un 5.3% de deserción escolar (Grá­fica 18), un 10.3% de reprobación (Gráfica 19) y una eficiencia terminal de primaria del57.1 por ciento (Gráfica 20). El59.1% de los niños menores de 4 años acuden a la educación preesco­lar (Gráfica 21), mientras que entre los niños de 5 años este porcentaje aumenta al 72.6% (Gráfica 22).

14

11

8

5

15.03

Gráfica 15 Analfabetismo general, 1991 (en %)

Chis Oax Gro Pue Mich Oto Yuc SLP Ver Nay EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

Estos promedios nacionales indican problemas severos en cuanto al sector educativo, sin embargo, las diferencias interes­tatales reflejan desequilibrios estructurales en estados como Chia­pas, Oaxaca, Guerrero, Yucatán, Campeche, Puebla, Veracruz, Michoacán y Quintana Roo (Gráficas 15 a22). En estudios más recientes, el INEGI reporta en Oaxaca una tasa de alfabetismo del 76.8% y 23.2% de analfabetismo; 16.4% entre hombres 29.0% entre mujeres (INEGI, 1998). Se trata de los estados co­nocidos tradicionalmente como marginales, pobres, atrasados y con gigantescos problt;mas de integración al nuevo modelo eco­nómico del país y, en particular, a las demandas de capacitación creadas con la firma del Tratado de Libre Comercio.

211

!·

Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 16 Grado promedio de escolaridad

7

6

5

4

3 Chis Oax Zac Gro Gto Qto Hgo Mich Tab Ver EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

40.00

35.00

30.00

25.00

' 20.00

15.00

Gráfica 17 Escuela incompleta

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

212

Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

15.00

13.00

11.00

9.00

7.00

5.00

13.50

9.80

Gráfica 18 Deserción escolar

8.70 8.30

7.50 7.30 7.30

Chis Gro Ver Oax Yuc Camp Mich Jal Dur Gto EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

18.00

16.00

14.00

12.00

10.00

Gráfica 19 Reprobación escolar

Oax Chis Yuc Mich Q. RooCamp SLP Hgo Gro Pue EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

213

1··

Fuenteovejuna o caos ecológico

65.00

55.00

45.00

35.00

Gráfica 20 Eficiencia terminal

25.00 . Chis Oax Gro Camp Yuc Ver M1ch Tab Pue SLP EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP. 1992.

Gráfica 21 Preescolar a niños de 4 años (%)

80.00

70.00

60.00 10

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

214

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

80.00

Gráfica 22 Preescolar a niños de 5 años (%)

70.00 68.90 69.80

65.70 66.20 67.20

63.70 61.40

60.00 59.30

50.80 50.00 +----..­

71.60 72.60

Sin Ver Dgo DF Pue Mor BCS Mich Carn EUM

Fuente: Dirección General de Planeación, Programación, Presupuesto, SEP, 1992.

En lo referente a los niños, sector social mayormente afec­tado por este proyecto "modernizador", encontramos que no todos los niños desnutridos mueren antes de los 5 años. Una vez superados los dos primeros años, llamados por Adolfo Chávez, el "Valle de la Muerte", los que sobreviven a veces enfrentarán la vida viviendo en las calles (Gráficas 23, 24, 25 y 26). Al respecto, la UNICEF señala que el 45% de los menores de 18 años es pobre. Asimismo, refiere que 15 millones de niños vi­ven en la calle y más de 20 millones desempeñan alguna acti vi­dad ligada a ella. En cuanto a su nutrición (Banco Mundial, 1996) ésta es generalmente desequilibrada y deficiente.

Este fenómeno nos permite reconocer varias consecuencias de la iniquidad social; la primera es que los niños integran las estrategias que las f~lias impulsan para sobrevivir a la crisis y las políticas de ajJ$te; en consecuencia se hacen trabajadores con responsabilidades de adultos (Bar Din, 1999) la segunda,

215

Fuenteovejuna o caos ecológico

140

120

100

80

60

40

20

o

Gráfica 23 Consumo aparente por habitante en

productos básicos: arroz (1981 = 100%)

1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

Fuente: Banamex y SARH, 1993.

120

lOO

80

60

40

20

o

Gráfica 24. Consumo aparente por habitante en

productos básicos: frijol (1981 = 100%)

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

Fuente: Banamex y SARH, 1993.

216

120

100

80

60

40

20

o

Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

Gráfica 25 Consumo aparente por habitante en

productos básicos: maíz (1981 = 100%)

1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

Fuente: Banamex y SARH, 1993.

140

120

100

80

60

40

20

o

Gráfica 26 Consumo aparente por habitante en

productos básicos: trigo (1981 = 100%)

1 4 1 7

1981 1982 1983 lf984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

Fuente: Banamex y SARH, 1993.

217

Fuenteovejuna o caos ecológico

en la calle se exponen al alcoholismo, la farmacodependencia, el narcotráfico, la prostitución y la delincuencia. La tercera, para subsistir en la calle y sus vicisitudes, desertan de la escuela y enfrentan una serie de problemas psicológico-emocionales por carecer de apoyo, afecto y orientación.

En cuanto a la población indígena, sector altamente vulne­rable a la modernización, su persistencia histórica es una clara muestra del vigor de sus raíces histórico-culturales, aunque desde la colonia la condición de indio es casi por definición la de indi­gencia (Béjar y Hernández, 1993).

Por lo antes dicho, a manera de resumen, podemos expresar que la calidad de vida de los sectores históricamente empobre­·cidos durante los años de crisis y ajuste neoliberal se deteriora­ron aún más, mientras la otra escala social se enriqueció.

Oaxaca

Es una estado de singular orografía y composición social; a esta zona del país la atraviesan dos grandes cordilleras, cuya altura promedio alcanza los 2 mil metros en el caso de la Sierra Madre del Sur y 3 mil en el de la Sierra Madre de Oaxaca. La primera tiene una anchura media de 150 kilómetros y la segunda de 7 5 kilómetros. A estas formaciones montañosas hay que agregar la Sierra Madre Atravesada y parte de la Sierra Madre de Chiapas.

En extensión ocupa el quinto lugar en el país y en 1998 sus 3,228895 habitantes se distribuyen a lo ancho y largo del terri­torio. El 33% de la población habla alguna lengua indígena (INEGI, 1991).

Lo indígena marca en forma importante la conformación del espectro social oaxaqueño. La tenencia de la tierra es mayo­ritariamente comunal; también existen cooperativas de trabajo y supervivencia (Guelaguetza Agrícola \y Tequio ). Oaxaca se caracteriza por su medicina tradicional (curandería y brujería); su visión mágico-religiosa del mundo ("Tona", sacrificios de animales, consumo ceremonial de enervantes, mezcal, sincre-

218

1 ~

Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

tismos). Todavía hay familias extensas y un fuerte apego a la tierra, la tradición, la comunidad y las costumbres indígenas. Esta organización social ha permitido que los indígenas sobre­lleven las condiciones sociales adversas de la economía y la cultura nacional.

De manera esquemática, Oax~ca presenta en lo económico los siguientes rasgos: una economía campesina subordinada a sistemas tradicionales de comercialización, ahí se incluyen pro­ductos internacionales como el café, la caña y el tabaco. La agri­cultura comercial se ubica en Tuxtepec, el Istmo y la Costa, donde grandes extensiones de tierra se concentran en manos de pocos propietarios. Además, se practica la ganadería extensiva que incrementa la presión sobre la tierra en algunas regiones y es el factor de mayor depredación de las selvas y bosques. Exis­ten zonas de fuerte expulsión de población hacia diversos luga­res del país y los Estados Unidos de América.

Todavía hay escasa industrialización: 11% de la Pol}.lación Económicamente Activa (PEA) se ocupa en este sector, en parti­cular en la explotación del petróleo en manos de PEMEX. Ade­más, existe alguna extracción minera muy focalizada y reduci­da; hay aprovechamientos forestales y la fábrica de papel Tuxtepec produce celulosa. Por lo tanto, la mayor parte de la PEA se ubica en el sector terciario. Durante la última década se observa un incremento especial del empleo en el sector turismo (Martínez Assad, 1985).

En términos sociales, Oaxaca es una de las entidades con mayor índice de marginalidad en el país. Se ubica, de acuerdo con la división regional de Julia Carabias, en la región Pacífico Sur que incluye los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca. (Cordero, 1986). Presenta fuertes problemas financieros para dotar de servicios mínimos de bienestar a sus respectivas pobla­ciones. Prueba de lo anterior es que el gobierno federal por medio de su Programa Nacional de Solidaridad (1988-1994), actual­mente Progresa (1995~1999), dirigido a atenuar la pobreza y el rezago, canaliza de manera preferente sus recursos financieros hacia Oaxaca y Chiapas (Solidaridad, 1993).

219

~- ·--~·~ .. · ... .~.

Fuenteovejuna o caos ecológico

En materia política, Oaxaca se caracteriza en tiempos re­cientes por la existencia de un amplio, diverso, pero también disperso, movimiento popular, especialmente a partir del surgi­miento de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil de Oaxaca (COCEO) y la del Istmo (COCEI) surgidos en 1972 y 1974, res­pectivamente. A lo largo de la década fueron surgiendo otras organizaciones populares, algunas de las cuales aún se mantie­nen. Entre ellas podemos mencionar, además de las anteriores: el Frente Campesino Independiente de Tuxtepec (1976), el Mo~ vimiento Democrático Universitario (1977), la Federación de Obreros Agrícolas y Campesinos de Oaxaca (1976), la Organi­zación para la Defensa de los Recursos Naturales y Desarrollo Social de la Sierra Juárez (1980), el Movimiento Magisterial de la Sección XXII del SNTE (1980), Movimiento de Unificación y Lucha Trique ( 1980), Asamblea de Autoridades Zapotecas de la Sierra (1981), y recientemente un grupo armado, el Ejército Popular Revolucionario (EPR, EPRI), entre otros. Salvo el mo­mento de la luGha contra el gobierno de Zárate Aquino, que concluyó con su caída el 3 de marzo de 1977, el movimiento popular en Oaxaca ha actuado en forma dispersa y a veces en­contrada. Otro rasgo característico es su explícito rechazo a ser identificado con algún partido político, incluidos los de izquier­da que intentaron, al igual que el Partido Revolucionario Insti­tucional (PRI), infiltrar los movimientos, pero nunca lograron una penetración ideológica y política real (Martínez Assad, 1985).

Una zona de particular efervescencia política es el Istmo de Tehuantepec y la zona de Juchitán. En la década de los ochenta se presentó una marcada influencia de la COCEI, materializada con su llegada a la presidencia municipal, lo que suscitó fuertes conflictos en la región.

En términos poblacionales, debido a la diversidad étnica, cultural y social de la población oaxaque~a, así como a la dis­persión de la misma, han florecido múltiples cacicazgos y for­mas monopólicas de concentración de recursos y riquezas que han incidido negativamente en la mayoría de la población. No

220

Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

es de extrañar que el despojo a los indígenas los orilló a organi­zarse alrededor de los escasos recursos e innovar formas de ganarse la vida. Lo anterior pennite explicar la existencia de una población con fuertes carencias en el seno familiar y pocas po­sibilidades de acceso a los mínimos de bienestar proporciona­dos por el Estado. Como se documentó brevemente en los co­mentarios anteriores, existe un severo problema de marginación en Oaxaca que se ve agravado por su dinámica poblacional.

El estado de Oaxaca muestra un gran dinamismo en el cre­cimiento de su población. Entre 1940 y 1990 casi se triplicó el número de habitantes al pasar de 1' 192,794 a 3'019,056 (Gráfi­cas 27 y 28). Lo anterior es resultado de una alta tasa de fecun­didad, estrategia escogida por la población indígena con el fm de asegurar la reproducción social de la unidad familiar, ante las pocas posibilidades de atención del Estado y los reducidos niveles de empleo.

Miles

3001

2501

2001

1501

1001

501

1940

Gráfica 27 Evolución de la población en Oaxaca

1950 ·.' 1960 1(

·,' Fuente: INEGI. Censo General de Población: 1940 a 1990.

3019.56

221

Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 28 Dinámica de la población en Oaxaca

1940

1 • Hombres 13 Mujeres j

Fuente: INEGI, Censo de Población: 1940 a 1990.

En 1995, Oaxaca contó con 1,941,299 habitantes mayores de 15 años, 1,491,077 alfabetas y 450,222 analfabetas, es decir, un 23.2%; un total de 171,165 indígenas monolingües, que ha­blan 50 tipos de lenguas distintas y 867,875 personas bilingües con español y 1,773,024 personas de habla española. Hay una PEA de 775,844, de los cuales 754,305 están ocupados. De estos últimos, un 54.2% trabaja en el sector primario, un 16.8% en el secundario y un 29% en el sector terciario. Hay 589,295 vivien­das habitadas, que casi en su totalidad son particulares: 99.9% (INEGI, 1990). La ocupación promedio es de 5.09 habitantes por vivienda y 1.95 habitantes por cuarto. Este dato se redujo en 1995 a 4.9 ocupantes por vivienda. Aún así, es un claro indica­dor de precariedad. Además hay 104,626 viviendas con un solo cuarto y 175,095 con dos cuartos, cuyo segundo cuarto es ocu­pado como cocina. En 1990, 175,095 viviendas contaron con agua entubada, 301,213 con drenaje y 446,766 con electricidad. Cinco años más tarde 444,239 viviendas (68%) disponen de agua

222

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

dentro o fuera de la casa, pero 206,17 4 casas carecen de este servicio; 45 mil cuentan con drenaje y 560,660 viviendas tienen luz, equivalente al 86% (INEGI, 1998).

Por último, existe un megaproyecto de inversión en manos del capital transnacional, donde se establece mediante un tren rápido, una vía alternativa de comunicación al Canal de Pana­má mediante el cruce del Pacífico al Atlántico. Además, se con­templa introducir industrias de extracción de materia prima, es­tablecimientos de servicio y comercio, que transformarán esta zona en la de mayor inversión del país. No obstante, la limita­ción en el acceso a la información por parte del gobierno federal y de las empresas extranjeras involucradas, no permiten aún vislumbrar con precisión el alcance del mencionado megapro­yecto. No cabe duda que transformará las condiciones sociales, laborales, ambientales y políticas de toda la región.

En síntesis, las precarias condiciones de vivienda reflejan altas tasas de morbi-mortalidad, una escolaridad terminal defi­ciente, desnutrición crónica y aguda y rezagos sociales gigan­tescos como se vio en las Gráficas 11 a 28. A pesar de estas condiciones difíciles, en el estado hay todavía diferencias intra­rregionales muy pronunciadas que agudizan la marginalidad, en particular entre los indígenas. Una de estas zonas es precisa­mente el Istmo de Tehuantepec y en concreto Juchitán, lugar de nuestro estudio empírico.

Juchitán de Zaragoza

La ciudad de Juchitán de Zaragoza fue fundada antes de la caída de Tenochtitlán. Los primeros pobladores fueron los mixes, quienes abandonaron el lugar por motivos desconocidos. En el siglo XV, los aztecas ocuparon esa zona para uso militar y le dieron el primer nombre a la comunidad, "lxtacxochitlán" que significa lugar de las flo!es blancas. Posteriormente los aztecas fueron despojados por~apotecas provenientes de Zaáchila-Yoó, quienes se establecieron en Guié-Ngola (Piedra Grande).

223

__-:_._._-_--· ~--~~~~- ~~~:._.:___ - -__ • ·~4: ... _ • .

Fuenteovejuna o caos ecológico

Los zapotecas tuvieron su primera capital en Teotitlán del Valle, posteriormente formaron Mitla donde gobernó Zaachila l. No se conoce con exactitud la fecha de llegada de los prime­ros zapotecas a Juchitán. Estos pobladores ocuparon grandes terrenos y bosques propicios a la agricultura, pesca y caza. Juchitán tuvo distintos nombres como Xochitlán que significa junto o entre las flores blancas; Xochitán, Xuchitán, Xuchitlán y posteriormente, los dominicos lo bautizaron como San Vicen­te Juchitán.

La historia de Juchitán se entretejió con acontecimientos de la historia nacional, desde la Conquista y la Independencia has­ta la Revolución Mexicana. En el siglo XX Juchitán cobra im­portancia, pues en 1981 sube por primera vez a la Presidencia Municipal un partido de izquierda denominado PCM-COCEI (Coa-. lición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo). En agosto de 1983 dicho Ayuntamiento fue destituido y durante la siguiente administración municipal, el partido oficial recuperó el poder local; en 1989, nuevamente toma un partido de izquierda. Gra­cias a estos cambios políticos, Juchitán cobró fama a nivel na­cional e internacional.

Geograña

Localización

Juchitán se encuentra situada al sur de la planicie costera del Istmo de Tehuantepec y es la segunda ciudad más importante del estado de Oaxaca. Se encuentra a una distancia de 820 kiló­metros de la Ciudad de México, y a 275 kilómetros de la capital del estado.

Las coordenadas geográficas son 16°26 .. latitud norte y 95°91 .. de longitud oeste. El municipio \tiene una extensión de 414,064 kilómetros cuadrados, integra a seis localidades y se encuentra a 1 O m.s.n.m. La ciudad cuenta con una superficie de 74.6 kilómetros cuadrados y su trazo asemeja un polígono irre-

224

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

guiar. Las colindancias de Juchitán son: al norte con las pobla­ciones de El Espinal, Asunción lxtaltepec; al este con Unión Hidalgo, Santo Domingo Ingenio y San Dionisio del Mar; al sur y sureste con Playa Vicente y Santa María Xadani y al oeste con la población de Cornitancillo.

Topografía

En su mayor parte forma una planicie que se extiende al norte hasta la Sierra Atravesada. Al sur se encuentran elevaciones que corresponden al Cretácico Superior por el litoral del Pacífico hasta el Golfo de Tehuantepec, con lagunas superiores e infe­riores. Al este, la planicie continúa en forma paralela al litoral del Pacífico hasta la Sierra Madre del Sur en el estado de Chiapas y fmalmente, al oeste choca contra la Sierra de los Mixes y la Sierra Madre del Sur.

Geología

El subsuelo está compuesto por material sedimentario de la Era Cuaternaria. Entre sus aluviones se encuentran algunas rocas ígneas constructivas; al norte hay elevaciones correspondientes al Cretácico Superior. Durante algún tiempo esta zona estuvo cubierta por el mar.

Hidrografía

Los ríos de la región tienen su nacimiento en la divisoria conti­nental al sur de la Sierra Atravesada y forman varias corrientes que descienden con una trayectoria casi recta hasta desembocar en el Océano Pacífico. Los ríos más importantes son Los Perros y El Estancado Chicapa. Otro río importante es el Chicapa que nace en la Sierra Madre del Sur y su caudal es aproximadamen­te de 260m3, atraviesa las poblaciones de La Venta, Santo Do­mingo Ingenio, Unióí1 Hidalgo y Chicapa de Castro.

Además, existen los ríos El Tehuantepec y El Tequisistlán,

225

Fuenteovejuna o caos ecológico

aunque no pertenecen al municipio, son importantes para Juchi­tán, porque sus aguas riegan esas tierras. De ambos ríos se inte­gró el embalse o presa Benito Juárez, cuya capacidad de alma­cenamiento es de 942,000 m3

•

Desde tiempo atrás, el río Los Perros sirvió como asiento a lo que hoy se conoce como Juchitán. El nombre de este río se debe a las nutrias -Bícu-Nisa esto es, perro de agua- que lo habitaban y que fueron extinguidas por el hombre.

Suelos

En Juchitán existen los siguientes tipos de suelos: a) lateríteros, típicos de los trópicos de clima cálido que alterna con tempora­das de lluvias y sequías, pobres en potasio y cal, que insolubilizan el ácido fosfórico debido al nitrógeno libre y óxido de hierro que contienen; b) suelos de pradera, que se caracterizan por una transición entre los climas húmedos poblados de bosques y los climas secos donde la vegetación dominante son los prados; e) suelos negros, característicos de climas cálidos con humedad adecuada y cuyo uso es variable.

Uso del suelo

Se cultivan 200 mil hectáreas en terrenos de riego y 320 mil hectáreas de temporal. En uso pecuario se emplean 21,331 hec­táreas, donde se practica el pastoreo intensivo.

Clima

Se clasifica como cálido. Durante los meses de abril, mayo y junio se incrementa la temperatura y alcanza un máximo de 39 .5°C, con promedios de 25 a 27°C. El mes más frío es enero y cuando sopla un Norte se llegan a registrar temperaturas entre 11 y l8°C. La precipitación anual es de 835.6 mm, una tempe­ratura media anual de 27°C, una evaporación media anual de 2,856.2 mm y una curva ombro-térmica negativa.

226

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

El periodo de lluvias se inicia en mayo, disminuye en junio y en agosto se vuelve a incrementar por la influencia de los ciclones que llegan a ocasionar inundaciones por el desborda­miento de los ríos.

Demografía

La evolución de la población en el distrito de Juchitán en el periodo comprendido entre 1940 y 1990 puede apreciarse en la Gráfica 29. Existe un incremento permanente y se observa un ritmo estable de crecimiento, sin fuertes contrastes. Durante el periodo mencionado la población de Juchitán casi se cuadruplicó.

Gráfica 29 Evolución de la población en Juchitán

de Zaragoza, Oax.

Fuente: INEGI, Censo General de Población 1940 a 1990.

Entre 1940-196Gf la dinámica de la población urbana y rural dividida por sexo, es similar a la de las ciudades medianas y

227

Fuenteovejuna o caos ecológico

grandes del país, caracterizada por un claro proceso de urbani­zación. De 1970 a 1990 el crecimiento de la población juchiteca se mantuvo de manera regular y pasó de 186,311 habitantes a 296,247.

No obstante, pareciera que a partir de 1985, el dinamismo en Juchitán se agudiza y la población crece de 97,494 a 130,118 habitantes en 1990, es decir, una tasa de crecimiento del6.7% anual, cuando el promedio nacional en toda la década era del 2.2%, y en 1995 llega a 320,318 habitantes. Durante el último censo, el municipio contó con un 93.3% de población originaria del lugar y un 7.6% de inmigrantes. En los mismos cinco años antes mencionados se presentaron 7,209 nacimientos y 1 ,340 decesos.

Entre las causas de defunción, las 1 O más importantes repre­sentan más del90% de todas las muertes, entre las cuales el20.2% son por senilidad; enfermedades cardiovasculares, 17 .6%; muer­tes violentas, 14.9%; enfermedades respiratorias, 11.4%; padeci­mientos gastrointestinales, 10.2%; diabetes, 8.6%; otras infec­ciones, 9.4% y otras causas, 7.4% (Gráfica 30). En cuanto a grupos etarios, la mortalidad infantil osciló entre 3.2 a 6.6% durante 1986 y 1990. La mortandad preescolar varía de 1.6 a 4.1 %, la escolar de 1.8 a 3.5%, los adultos de 19.6 a 26%, los adultos maduros de 20.6 a 30% y los ancianos de 34.9 a 46.3o/o (Gráfica 31, datos únicamente de 1990). En cuanto a las defunciones des­taca el año 1989 (Gráfica 32) con 300 muertes, y entre 1986 y 1990 hay mayor número de decesos masculinos, resultado del alcoholismo y los accidentes. En 1996, se reportaron 361 defun­ciones y en 1997 fueron 364; sólo 14 corresponden a menores, respectivamente hubo 4 muertes de menores de un año (INEGI, 1998).

El número de nacimientos anuales gira alrededor de 1, 700 bebés y pareciera que en 1989, Juchitán llegó a su pico repro­ductor (Gráfica 33), ya que a partir de esta fecha la reducción es constante. Esta dinámica poblacional se refleja en la pirámide de edad (Gráfica 34). No obstante, en 1996 se presentaron 2,210 nacimientos y 2,259 en 1997. Aparentemente en el Registro Civil hay subregistro en infantes, preescolares y escolares, situación

228

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Gráfica 30 Causas principales de la mortalidad

CARDIOVASCULARES \

17.6% \

VIOLENCIA 14.9%

((.4%

SENILIDAD 20.2%

9.4%

OTROS 7.4%

DIABETES 8.6%

Fuente: Archivo del Registro Civil en Juchitán, junio de 1990 (tasa por 100,000 habitantes).

Gráfica 31 Defunciones por grupos de edad. Promedios de 1990

ADULTO 19.6%

¡;

ANCIANO 45.5%

Fuente: Archivo del Registro C~vil en Juchitán, junio de 1990 (tasa por 100,000 habitantes).

229

1

1

1 ¡ 1

1

Fuenteovejuna o caos ecológico

1987 265

Gráfica 32 Defunciones por año y sexo

1990 254

1986 250

FEMENINO 123

MASCULINO 177

Fuente: Archivo del Registro Civil en Juchitán, junio de 1990 (tasa por 100,000 habitantes).

común en todo México, no obstante, la gráfica general muestra un proceso piramidal normal. Cabe destacar la mayor supervi­vencia de la mujer, arriba de los 65 años.

Morbilidad

En cuanto a enfermedades se estima que el 70% de las enferme­dades son de origen respiratorio, ocasionado principalmente por los vientos provenientes del Norte. Sigue en orden de importan­cia las enfermedades gastrointestinales, con parasitosis 7%, gas­troenteritis 5%, amibiasis 2%, salmonelosis 8%, todas ellas cau­sadas por el agua contaminada y el fecalismo al aire libre, no solamente del ser humano, sino también de los animales (ma­rranos, perros y gallinas) que propicia iqsalubridad en todo el municipio. En tercer lugar, el paludismo· sigue vigente (6%, a pesar de las campañas masivas de erradicación), y el dengue (2% ).

230

1986

Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

Gráfica 33 Nacimientos en Juchitán

1987 1988 1989

• MASCULINO liJ FEMENINO

1990

Fuente: Archivo del Registro Civil en Juchitán, junio de 1990 (tasa por 130,118 habitantes).

65 y+ 60a64 55 a 59 50 a 54 45 a49 40a44

35 a39 30a34 25 a29 20a24 15 a 19 lOa 14

5a9 Oa4

35

· Gráfica 34 Pirámide de edad en Juchitán

40 35 30 25 20

• l'JASCULJNO D FEMENINO

Fuente: INEGI, Censo General d~ Población, 1990.

35

231

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Fuenteovejuna o caos ecológico

La interrelación entre enfermedades y muertes es favorable a las mujeres, ya que antes de la vejez se muere sólo un 40% de ellas, mientras que un 60% de los hombres presenta muertes prematuras. La diferencia se da por accidentes de trabajo, ho­micidios y cirrosis hepática producida por abuso del alcohol. Su ingestión puede provocar consecuencias degenerativas, y frecuentemente se aprecia que el último hijo, llamado "Shunco", nazca mal, esto es, con problemas congénitos.

Basura

Se calcula una producción diaria de 15 toneladas, de la cual, se recolecta el 60%, otro 15% se quema, el 20% se entierra y el restante 15% se arroja a la calle. Esto propicia la existencia de tiraderos al aire libre, fuertes focos de infección, además, de dar mal aspecto a la ciudad. El Consejo Municipal instaló 100 tambos con candado y cadena para depositar la basura, pero fueron ro­bados y la ciudad otra vez se convirtió en muladar. El lugar predilecto para tirar los desperdicios es el río. Pero no solamen­te existe este tipo de contaminación. También industrias como la Coca Cola y la impregnadora de durmientes de ferrocarriles, arrojan al cauce sus aguas residuales sin tratar. Ante tal situa­ción el Foro Ecológico organizó un centro de acopio de dese­chos sólidos.

Educación

La cobertura escolarizada es del 60% entre los hombres y del 40% entre las mujeres. Existe un 26.6% de analfabetismo y un 11.7% es monolingüe, es decir, sólo habla el zapoteco. Aunque en el 73% de la población el zapoteco es la lengua materna, aprendieron el español como segunda lengua, por lo que el 88.3% de los habitantes de Juchitán es bilingüe. En cuanto a la evolu­ción de la escolaridad, junto al crecimiento poblacional tam­bién puede apreciarse un aumento de la alfabetización (Gráfica 35), mientras que el analfabetismo se mantuvo al mismo nivel

232

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

entre 1980 y 1990. En general, se trata de mujeres maduras que no recibieron educación formal en las escuelas y no considera­ron la necesidad de saber escribir.

0.50

0.40

0.30

0.20

0.10

Gráfica 35 Alfabetismo en Juchitán

48%

o.oo+------1...,...,98---o---~-----:-=:=-=-----~

liii Población total B Alfabetismo o Analfabetism<il

Fuente: INEGI, X y XI Censo General de Población y Vivienda, 1980 y 1990.

Vivienda

El total de viviendas habitadas es de 12,487, de las cuales casi todas son particulares. La ocupación promedio es de 5.30 habi­tantes por vivienda y 1.9 habitantes por cuarto, lo cual es un claro indicador de la precariedad. Además hay 2,300 viviendas con un solo cuarto y 2,632 con dos cuartos, este segundo cuarto lo ocupa la cocina; 1 O/l87 viviendas cuentan con agua entubada, 8,105 con drenaje y -li,532 con electricidad.

233

- -~-

Fuenteovejuna o caos ecológico

Economía

Según el Censo General de Población, la economía de la región se basa en más del 40% en el comercio y la distribución de bienes de consumo, el restante 60% en la agricultura, la ganade­ría y un poco en industria en la Refinería de Salina Cruz. No es exagerado afirmar que las mujeres se dedican en su gran mayo­ría al comercio, y aunque en el Censo aparecen como amas de casa, en su hogar preparan totopos y los venden al anochecer. La Población Económica Activa de Juchitán constituye el29.7% de la población total y el43.8% de la población es mayor de 12 años de edad (Gráfica 36). La ocupación predominante es el comercio con un 44.1 %, y le siguen en orden de importancia, la industria y la agricultura con un 24.3% (Gráfica 37).

Gráfica 36 Población ocupada por sector en Juchitán

No. de Personas

8000

6000

4000

2000

Or---------~----------~--~----~ SECUNDARIO

SECTOR

Fuente: XI Censo General de Población, 1990.

234

70000

40000

30000

20000

10000

o

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Gráfica 37 Población económicamente activa en Juchitán

66414

j li1 Población total [J PEA O Porcentaje

Fuente: INEGI, X y XI Censo General de Población y Vivienda, 1980 y 1990.

La agricultura ha tenido altibajos, en el municipio existen los tres tipos de tenencia: ejidal, comunal y pequeña propiedad, que es la que ocupa la mayor superficie. Se cuenta con un distri­to de riego abastecido por la Presa Benito Juárez y un Centro de Desarrollo Rural. La mayoría de los productos agrícolas se des­tinan al consumo de la región; también se produce caña de azú­car y arroz, que se industrializan en dos ingenios azucareros y molinos de arroz. El maíz es el cultivo de autoconsumo, en tan­to que las hortalizas son enviadas a Veracruz, Chiapas, Puebla y la capital del estado. Durante 1989 se sembró un total de 12,849 hectáreas. De ellas se cosecharon 9,567 hectáreas de maíz; 641 hectáreas de sorgo y 642 de ajonjolí. La ganadería muestra al­gunos avances, aunque la mayoría de los criaderos cuenta con un reducido número de cabezas: es una especie de seguro de vida donde un animal s6Io se vende en caso de emergencia. Las especies son ganado bbvino, porcino, caprino, equino y ovino.

235

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

En el ganado bovino predominan las razas Holstein, Suizo, Jer­sey, Cebú e Indo Brasil. En general tienen doble propósito por­que se obtiene carne y leche.

La industria está conformada por pequeñas empresas dedi­cadas a la elaboración de manteles y servilletas, así como al bordado a mano de los cotizados trajes regionales y de artículos de ornato basados en el bordado. También existen pequeños talle­res de sastrería, costura, alfarería y filigrana de oro, entre otros. La mediana industria está presente a través de la producción de refrescos y cervezas, hielo, planta impregnadora de maderas, fábrica de calhidra, salinera y una planta de electricidad, ade­más de los ingenios azucareros. El total de establecimientos re­gistrados en el municipio, en el año de 1990 es de 637 comer­ciales: 78 industriales y 720 de servicio.

Estructura política

Como ya se comentó, la administración local la maneja un ayun­tamiento, integrado por una junta de gobierno pluripartidaria, regidores y síndicos, quienes son elegidos mediante el voto po­pular y en forma directa cada tres años, sin derecho a reelección en el periodo inmediato. El presidente municipal debe rendir un informe anual. Existen dos juzgados mixtos, uno de primera instancia y el otro de segunda y de tercera administrativa, am­bos constituidos por un juez, un secretario, un ejecutor y tres empleados. Se tienen dos agencias del ministerio público, una de investigación y la otra de carácter ejecutorio, cada una cuen­ta con un agente o titular, un secretario y tres empleados. Cabe recordar que Juchitán fue el primer municipio en manos de la oposición.

Organización religiosa \

Predomina la religión católica y se calcula que la practica un 90% de la población. En la cabecera municipal existen 7 igle­sias y capillas católicas y el Santo Patrono es San Vicente Ferrer.

236

Juchitdn: alimentos como vehículo de justicia social

Se celebran diversas festividades religiosas, conocidas como Velas, en las cuales se recuerda algún santo, pero que se han transformado en fiestas de carácter social. El calendario religio- so-social identifica 13 fiestas importantes a lo largo del año. No obstante, no pasa una semana en Juchitán sin que se presente alguna fiesta personal, un bautizo, una boda, un cumpleaños o el lavado de las ollas, así que la organización social y religiosa se complementa.

En los últimos años han aparecido otras religiones en el mu- nicipio: identificadas genéricamente como protestantes (saba- tistas, adventistas, testigos de Jehová, mormones, masónicos y evangelistas del Ave María).

Organimción familiar

La familia extensa predomina, compuesta por los abuelos, pa- dres, hermanos, en ocasiones tíos o tias y nietos. En este núcleo familiar se encuentra latente el régimen de matriarcado. La mujer es la encargada de la comercialización de los productos genera- dos al interior de la unidad familiar, y la alimentación se vincula con actividades desarrolladas en el mercado municipal.

En tomo a la familia juchiteca se desarrollan diferentes ocu- paciones. Además del comercio hay empleados u obreros, que cuentan con ingresos regulares y otros que desempeñan activi- dades agrícolas, pesqueras o artesanales. A éstos se les tipifica como estacionales y, finalmente, existe un grupo relativamente nutrido de borrachos. La alta incidencia del alcoholismo en ambos sexos ocasiona a veces la desintegración familiar.

Entre los juchitecos la alianza matrimonial y la forma me- diante la cual se realizan los matrimonios desempeña un papel importante. Esto permite a la mujer iniciar o ampliar sus activi- dades comerciales y por ende se fortalece el matriarcado. Por otra parte, el hombre poco a poco pierde presencia en el seno familiar juchiteco, sobre todo si muestra inclinación a la inges- tión de bebidas embri&antes. Esto último puede ocasionar que la mujer, al ver que su marido ya no le sirve ni para trabajar, ni

ii 1

1

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1

Fuenteovejuna o caos ecológico

como pareja, decida expulsarlo de la casa. El borracho entonces queda abandonado y probablemente se va a refugiar con algún familiar que lo cuida hasta la muerte.

El papel que juega la mujer en la sociedad juchiteca abarca funciones que van desde atender el hogar, el comercio, la elabo­ración de los alimentos y mientras más versatilidad muestre ten­drá mayor jerarquía dentro de la sociedad a la que pertenece.

Es aceptado entre los juchitecos que el hombre, si tiene re­cursos, puede tener una segunda esposa. La segunda mujer sabe de antemano que tiene un papel secundario, y muchas veces la primera esposa conoce la existencia de la segunda, y en algunos casos propicia que ésta se exponga a recibir públicamente una cachetada. De hecho, para muchos de los juchitecos la bigamia es conocida y aceptada, ya que es símbolo de riqueza.

Las mujeres viven solas por diversas causas: por no ser vír­genes en el momento del rapto, por ser viudas, separadas, aban­donada, o lesbianas. Algunas de ellas se dedican a la venta de licores en las tabernas y de ahí obtienen sus ingresos. Pero esta situación propicia que algunos hombres las desvaloricen, aun­que ellas cuentan con fuerza y prestigio social suficiente, espe­cialmente si han logrado acumular dinero y pueden ofrecer fies­tas. Se estima que en Juchitán existen 300 locales donde se expenden bebidas embriagantes y son atendidos por mujeres.

Otro integrante de esta sociedad es "el padrote", individuo que logra hacerse mantener por una o varias mujeres, y que ob­tiene beneficios como casa, comida, ropa y dinero. Generalmente es borracho, hábito que se inicia en la adolescencia a través de la cofradía de parrandas y aventuras. Esta situación prevalece durante el noviazgo, el matrimonio, la paternidad y perdura hasta que la mujer se cansa de que su hombre "beba"; en realidad, el motivo de expulsión de este borracho, es que el alcohol ha per­judicado su potencia sexual y "ya no sirve". Entonces la mujer que soportó borracheras, pleitos y gastos, decide deshacerse de él.

El grupo de homosexuales es numeroso. Se dice que es pro­ducto de la figura materna tan fuerte que a veces frustra el desa-

238

Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

rrollo de la masculiilidad, lo cual se complementa con la ausen­cia casi permanente de la figura paterna. En ocasiones, las incli­naciones hacia la homosexualidad se hacen manifiestas desde la infancia, y existe gran tolerancia entre la sociedad juchiteca hacia ella. Las mujeres aceptan al homosexual como "amiga" y comparten con él las labores domésticas. Algunos son sirvien­tes muy valorados, pues tienen la fuerza física del hombre y la habilidad doméstica de una mujer. En las fiestas hacen arreglos artesanales, decoran y bordan los trajes regionales. También hay lesbianas, quienes viven generalmente en parejas, son más esta­bles y algunas trabajan en casas de dudosa reputación.

Además, existe la costumbre de buscar su "compañía" entre mujeres que viven solas y cuentan con recursos: generalmente, se trata de una niña que escogen entre sus familiares más pobres. Si no hay niña en la familia puede adoptarse una de otro lugar.

Prostitución

La mayoría de las prostitutas son inmigrantes y provienen de ~ Centro y Sudamérica. El centro de prostitución se localiza en f , Salina Cruz, región de actividades petroleras. Se estima que to-' da vía existen pocos casos de sida en la región. ~

1• Drogadicción ~o Ir Se cultiva marihuana en las montañas y se sabe quiénes la culti-1# van, quiénes la comercializan y cómo se "lava el dinero". En el ¡e mismo poblado se acepta a la gente que se dedica a esta activi-~ dad, ya que sus ingresos se reparten en el conjunto social me-~ diante fiestas y apoyos. Hay jóvenes que también consumen p marihuana, lo cual agrava el panorama de las adicciones.

r' 1 Las fiestas

Es el mecanismo por tJxcelencia de distribución de la riqueza, a la vez que permite o&tener prestigio social y definir jerarquías

239

1

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1

Fuenteovejuna o caos ecológico

dentro la sociedad juchiteca. Una persona que festeja su cum­pleaños debe dar lo mejor que puede en música, botana y bebi­da. Entre más grande, exclusiva y bella sea su fiesta, mayor será el prestigio social que se obtenga. Es decir, conforme a su gene­rosidad de dar, será admirada y reconocida. A través de este mecanismo se aprecia el proceso de redistribución de la riqueza que ha acumulado el anfitrión durante el año.

Compadrazgo

Otro mecanismo de redistribución de ingresos y seguridad so­cial es el compadrazgo, que se da por medio de bautizo, confrr­mación o boda. El compadrazgo fortalece los lazos familiares consanguíneos y políticos cuando existen, o bien, éstos se esta­blecen a partir del padrinazgo. Generalmente el solicitante es más pobre y muestra un interés en acercarse a alguien más rico, con el fin de crear lazos de obligatoriedad hacia el padrino o madrina, quien o quienes en adelante se verán obligados a pa­gar o facilitar una serie de bienes al ahijado.

El alimento como vehículo de justicia social

Ante una creciente precariedad del ingreso en el sector popular de todo el país, las amas de casa desarrollaron miniestrategias de protección al consumo básico. Esto significa la sustitución de productos alimenticios caros por baratos, compras a diario, sistemas de fiado y créditos al menudeo, intercambio de comida por servicios, y otros. Un ejemplo particular es el municipio de Juchitán, donde la comida nunca fue afectada por los procesos de depauperación del ingreso. Al contrario, la vida diaria, y so­bre todo las fiestas personales, cívicas y religiosas, (en particu­lar las famosas Velas), hacen girar las actividades productivas alrededor del mercado y la alimentación.

Esta práctica se refleja en el gasto semanal destinado a la alimentación. Dentro de la encuesta socioeconómica global se

240

¡f 1'

Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

encontró que las mujeres solas (Gráfica 38), es decir, que for­maron una familia sin marido o el compañero está ausente, tie­nen el mayor gasto de alimentación, seguido por aquéllos que cuentan con un ingreso permanente (empleado); por último, se encuentran las familias de los campesinos, pescadores y artesa­nos, quienes tienen el menor gasto alimentario. Esto no quiere decir que en el último grupo haya desnutrición, sino que produ­ce gran parte de su propio alimento y por lo tanto destina menos a la compra de dichos productos.

Gráfica 38 Aportación semanal al gasto por grupos sociales

enJucbitán

200 160

150

100

50

• Empleado 1i1 Camp-pesc-artesano O Mujer sola CU Borracho

Fuente: Trabajo de campo, SAME, 1990.

Ahora bien, ¿cómo repercute esta po!ítica d~ optimizar Y destinar la mayoría d(!itlos recursos a la ahmentactón dentro de las condiciones globales de vida de Juchitán?

241

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1: 1' J

Fuenteovejuna o caos ecológico

Peso promedio al nacer

Uno de los indicadores más sensibles de la desnutrición crónica materno-infantil es el peso promedio al nacer. Por lo tanto, el Banco Mundial en las estadísticas mundiales toma como indi­cador básico de desnutrición al nacer un peso menor a 2.5 kilo­gramos. Aunque más tarde Eduardo Jurado García mostró cien­tíficamente que el peso relacionado con la fecha de gestación es más preciso, por razones de comparación, retomaremos el indi­cador del Banco Mundial. En los años noventa el peso prome­dio del niño mexicano es de 2. 7 5 kilogramos, dato que se redu­ce sustancialmente en los dos estados más pobres del país, Oaxaca y Chiapas y más aún, entre la población rural indígena, donde cerca de un 80% de los bebés no llega ni siquiera a este indicador básico.

En Juchitán, en cambio, el promedio de peso del recién na­cido en 1989, fecha que coincide con la Encuesta Nacional de Alimentación, es de 3.297 kilogramos y fluctúa mensualmente entre 3.200 kg y 3.405 kg (Gráfica 39). Al año siguiente, el peso promedio es similar y los datos fluctúan de 2.986 en octu­bre a 4.208 en septiembre (Gráfica 39). En cuanto a la mortali­dad infantil, un niño bien alimentado tiene mayores perspecti­vas de sobrevivir y por lo tanto, las tasas de mortalidad infantil son igualmente bajas.

Estado de nutrición en ]uchitán

La desnutrición y la mala alimentación no resisten los indicado­res científicos de peso, talla y masa corporal en relación con la edad. Asimismo, este procedimiento científico permite estudios retrospectivos sobre la calidad y cantidad prolongada de la in gesta durante la primera infancia. Est~. quiere decir que el te­jido óseo es altamente vulnerable a la falta de alimentos, y por lo tanto un indicador objetivo que refleja junto con la mortali­dad y el peso al nacer, las condiciones de vida de diversos gru­pos sociales.

242

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Gráfica 39 Peso promedio mensual de recién nacidos en Juchitán

GRAMOS

3500

3000

2500

2000

1500

1000

500

o--~--~~~~~~~==~~==~~~~==~ Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Die

[i!9s9 ·.": 199o]

Fuente: Archivo del Centro de Salud, Juchitán, 1989 y 1990.

Sin entrar a una discusión metodológica de indicadores, los estudios del Banco Mundial, de UNICEF, del Instituto Nacional de Nutrición y los nuestros propios, mostraron que talla, peso y masa corporal en relación con la edad exacta son los indicadores más precisos de un proceso adecuado de alimentación, desnu­trición, o malnutrición (obesidad).

Ahora bien, en cuanto al estado general de nutrición, medi-da por talla y edad, se puede afmnar que un 40% de la pobla­ción tiene una nutrición adecuada (Cuadro 1); el hombre con un 42% y la mujer con un promedio del37%. Esta diferencia no se debe tanto a la falta, sino al contrario, al exceso de alimento.

Un grupo particularmente vulnerable a la desnutrición en los países en desarrollo son los niños, pues el aporte alimentario depende generalmente del adulto. Éste destina la mejor comida al que aporta el ingreso, posteriormente, a la madre reproductora biológica, los sobrant~s llegan a los niños grandes, y finalmente a los pequeños. En e!(caso de Juchitán la situación es totalmente distinta, como lo muestran los cuadros de nutrición infantil ane-

243

Fuenteovejuna o caos ecológico

xos. Un 81.6% de los niños tiene una adecuada nutrición, un 16% muestra leve desnutrición y sólo 3 niños una moderada. Más interesante es anotar que la pequeña desnutrición encon­trada se ubica entre los inmigrantes, generalmente no zapotecos, sino mixtecos y guaves quienes están asentados en la periferia de la cabecera e inmigraron con el fin de superar sus condicio­nes de pobreza en el lugar de origen (Cuadro 2).

Cuadro 1 Estado general de nutrición según el indicador talla-edad

del municipio Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Nonnal Leve Moderado Severo Sexo Nonnal Leve Moderado Severo Total % % % %

Masculino 78 46 42 20 186 41.9 24.7 22.6 10.8

Femenino 68 54 45 18 185 36.8 29.2 24.3 9.7

Global 146 100 87 38 371 39.4 27.0 23.5 10.2

Fuente: Mediciones antropométricas propias de niños.

Cuadro 2 Estado de nutrición de niños según el indicador peso/talla

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Nonnal Leve Moderado Edad en años Nonnal Leve Moderado Total % % %

Oa5 37 10 o 47 78.7 21.3 0.0

5a9 41 5 3 49 83.7 10.2 6.1

lOa 14 24 5 o 29 \ 82.8 15.2 0.0

Global 102 20 3 125 81.6 16.0 2.4

Fuente: Mediciones antropométricas propias.

244

Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

De particular repercusión son los problemas de nutrición que se presentan en preescolar. El estudio de campo muestra que el 70.5% de niños menores de 5 años es adecuadamente nutrido, si se analiza el peso vinculado a su edad; un 16% tiene leve desnutrición, 4 niños moderada y dos de ellos una severa (para más detalle y separados por edad, ver Cuadro 3). Esta úl­tima se relaciona con niños que tuvieron problemas gastrointes­tinales, pero esto no constituye desnutrición crónica. En térmi­nos comparativos con la Encuesta Nacional de Alimentación (Gráfica 40), donde sólo un 40.2% está adecuadamente alimen­tada, un 25% muestra leve desnutrición, un 19% moderada y un 16% grave, Juchitán nutre bien a sus niños. Más aún, los datos promedios nacionales de los niños indígenas de Oaxaca arrojan una desnutrición arriba del 80%. Por lo tanto, pareciera que Juchitán no perteneciera a un país en desarrollo y menos a una zona indígena, ya que los datos encontrados en cuanto a nutrí­ción son mejores entre este grupo vulnerable, que en el prome­dio de los niños de la misma edad en los Estados Unidos de América.

Ahora bien, en cuanto a la subdivisión de los menores de 5 años se puede ver que el 100% de los bebés, alimentados con pecho y complementos de papillas están bien nutridos; de 1 a 3

Cuadro3 Estado de nutrición en menores de 5 años (peso/edad)

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Edad en Normal Leve Moderado Severo meses Normal Leve Moderado Severo Total % % % %

12 a 35 11 3 2 17 64.7 5.9 17.6 11.8

36a59 13 6 o 20 65.0 30.0 5.0 0.0

> 12 7 o .O o 7 100.0 0.0 0.0 0.0

Fuente: Mediciones antropo~ltricas propias.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

LEVE

40.2%

Gráfica 40 Encuesta Nacional de Alimentación

(Estado de la nutrición de la población menor de 5 años de acuerdo a talla-edad)

SEVERO

NIVEL NACIONAL

MODERADO 18.8%

Fuente: INNS, 1989.

años el 64.7% es adecuadamente alimentado, ya que en este grupo de edad se encuentran los más frecuentes episodios de enfermedades infantiles y gastrointestinales, debido a la falta de higiene en la casa y el entorno. Posteriormente, el estado nutricional normal llega a un 65% y un 30% muestra desnutri­ción leve.

En cuanto a la diferencia entre sexos se nota en el Cuadro 4 que el niño tiene una leve superioridad de nutrición frente a la niña en edad de preescolar.

Entre los adultos, la situación nutricional es distinta, ya que la dieta típica de esta región, además de contener las proteínas suficientes se excede en carbohidratos y grasas (Cuadro 5). El resultado es una población adulta con altos índices de sobrepeso que llega hasta la obesidad. En comparación con la masa corpo­ral, es decir, el peso dividido entre la talla al cuadrado, en los

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Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

Cuadro4 Estado de nutrición en menores de 5 años (peso/sexo)

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Nonnal Leve Moderado Severo Sexo Nonnal Leve Moderado Severo Total % % % %

Masculino 17 4 o 22 77.3 18.2 4.5 0.0

Femenino 14 3 3 2 22 63.6 13.6 13.6 9.1

Global 31 7 4 2 44 70.5 15.9 9.1 4.5

Fuente: Mediciones antropométricas propias.

Cuadros 5 y 6 se pueden apreciar las diferencias nutricionales. El hombre de 15 a 30 años tiene en un 54.3% una nutrición normal, 21.7% leve desnutrición, 8.7% sobrepeso y un 15.2% ya es obeso. Conforme avanza la edad, el índice de la obesidad aumenta a 35.6%.

CuadroS Índice de masa corporal por grupo de edad adulto

del sexo masculino Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Edad Sobre- Bajo Nonnal Sobrepeso Obesidad

en años Bajo Nonnal peso Obesidad Total % % % %

15 a 30 10 25 4 7 46 21.7 54.3 8.7 o

30a50 14 3 3 2 22 63.6 13.6 13.6 9.1

>50 3 3 3 10 10.0 30.0 30.0 30.0

Global 14 434 18 26 101 13.9 42.6 17.8 25.7

Fuente: Mediciones antropoméb'icas propias.

247

Fuenteovejuna o caos ecol6gico

En el caso de la mujer (Cuadro 6), la evolución de· la obesi­dad es más pronunciada. Mientras que la mujer joven tiene una masa corporal normal en un 54.4% hasta los 30 años, sólo un 6. 7% de las mujeres entre 30 y 50 años la mantiene. En cambio, de un 20.9% de jóvenes obesas, entre las mujeres arriba de 30 años ya existe en un 73.3%. Dicho fenómeno obedece no sólo al proceso de reproducción biológica de las mujeres, sino sobre todo a la integración de las mujeres a las actividades del merca­do y por lo tanto a la compra-venta de comida, así como a la participación cada vez más consolidada en las comidas rituales, donde no sólo abunda la comida sino también la cerveza. En síntesis, los datos nutricionales de los adultos juchitecos arrojan una clara tendencia a la obesidad de la mujer, aunque tampoco el hombre se escapa a dicha dinámica.

Cuadro 6 Índice de masa corporal por grupo de edad adulto

del sexo femenino Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Edad Sobre- Bajo Normal Sobrepeso Obesidad en años Bajo Normal peso Obesidad Total % % % %

15 a30 6 37 6 19 68 8.8 54.4 8.8 27.9

30a50 2 5 22 30 3.3 6.7 16.7 73.3

>50 o 3 8 12 0.0 8.3 25.0 66.7

Global 7 40 14 49 110 6.4 36.4 12.7 44.5

Fuente: Mediciones antropométricas propias.

Comparación nutricional generacional '·

Al regresar a la hipótesis principal del trabajo, donde se estipula que una sociedad orientada hacia la alimentación, el prestigio

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Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

social, la solidaridad y el intercambio diario de alimentos (y por ende la calidad de vida), en lugar de procesos hacia la acumula­ción de riqueza, no sufre efectos de desnutrición provocados por la crisis de los últimos 25 años, se confirma.

El Cuadro 7 compara la nutrición entre diversos grupos de edad. Los niños menores de 15 años cuentan con los mejores índices de nutrición en todo el poblado. Esto significa que no hubo ninguna repercusión de la crisis sobre su desarrollo y cre­cimiento; y a su vez refleja una condición excepcional a nivel del país, ya que el promedio de los niños rurales indígenas del mismo estado muestra un 80% de desnutrición.

Cuadro7 Estado de nutrición por grupo de edad (peso/talla)

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca

Edad Nonnal Leve Moderado Severo

en años Normal Leve Moderado Severo Total % % % %

Oa5 27 3 7 8 45 60.0 6.7 15.6 17.8

5a9 28 9 7 8 52 53.1 17.3 13.5 15.4

lOa 14 27 21 3 4 55 49.1 38.2 5.5 7.3

15 a30 36 33 39 9 117 30.8 28.2 33.3 7.7

30a50 23 25 25 7 80 28.8 31.3 31.3 8.7

>50 6 9 5 2 22 27.3 40.9 22.7 9.1

Global 146 100 86 38 301 39.5 27.0 23.2 10.2

Fuente: Mediciones antropométricas propias.

Ahora bien, en cuanto a los adultos se ve una nutrición ade­cuada que va empeorando conforme avanza la edad. Como ya se dijo, esto sucede PRI" falta de alimento sólo. en cas~s excep­cionales. Más bien es~consecuencia de una alimentactón poco

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Fuenteovejuna o caos ecológico

equilibrada. Los datos de talla, vinculado a la edad, muestran que las generaciones de los viejos tuvieron condiciones de cre­cimiento, cuando eran niños, muchísimo más adversas que los niños actuales: no hubo un crecimiento adecuado del tejido óseo y el promedio de estatura es bajo. Esta situación, apoyada por una dieta rica en carbohidratos, grasas y alcohol, aumenta aún más el fenómeno de la obesidad, que se refleja en ciertos cua­dros de morbilidad, como son los altos índices de diabetes, afec­ciones cardiovasculares y problemas hepáticos.

En síntesis, los datos de ingesta de alimentos, apoyados por medidas antropométricas y el peso al nacer de un bebé, índices de morbi-mortalidad infantil y adulta, estudios de la dieta y la convivencia antropológica en dicho poblado, hicieron ver que los costos sociales y nutricionales del neoliberalismo son evita­bles. En uno de los estados más pobres del país con alta influen­cia rural e indígena, es decir, de lo marginal a lo más pobre, existe un lugar llamado J uchitán, donde existe calidad de vida y nutrición, y donde se mejoraron las condiciones de vida de las nuevas generaciones.

Juchitán es un modelo de dignidad y calidad de vida

La modernización de la Tierra, junto a la revolución tecnológi­ca, industrial, comunicativa, electrónica y comercial, desgra­ciadamente no se refleja en una mejoría de la calidad de vida. Al contrario, en la aurora del próximo milenio más de 3 mil millones de seres humanos, es decir, arriba de la mitad de la población mundial vive en condiciones de indigencia.

Ante la amenaza de cataclismos mayores, todo ser humano pensante debería reflexionar acerca del futuro del planeta y del bienestar de todos sus habitantes. Frente al deterioro ambiental -resultado de un proceso despilfarrador ,y depredador de los recursos, pero con un resultado polarizador de riqueza en un Norte rico y un Sur pobre: ahí prosperidad y paz; acá pobreza, guerra y deterioro- es imperante buscar alternativas verdade-

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1 • Juchitán: alimentos como vehfculo de justicia social

ras que cambien de raíz los viejos vicios y dejen una esperanza certera a las generaciones venideras.

El "fin de la historia", es decir, un modelo regido exclusiva­mente por las fuerzas del mercado y sin intervención reguladora del Estado, provocó enormes costos sociales, en menos de dos décadas, costos que afectan a los niños pobres desde su proceso de gestación, y margina a los ancianos que a veces se vieron aventados a la calle sin techo, ropa y comida.

Las condiciones ecológicas, sociales, económicas y políti­cas, son tan complejas que una sola estrategia no podría sacar­les a flote. Esto quiere decir que cada región, cada pueblo, cada nación y cada continente tendrá que experimentar modelos pro­pios creados ad hoc, con el fin de superar los lastres de la crisis. A su vez, sólo una estrategia integradora de necesidades perso­nales, sociales y políticas dará una salida digna a las dificulta­des, lo que significa que el desarrollo económico debe basarse en rasgos culturales, estructuras sociales consolidadas y prácti­cas políticas democráticas. Tampoco pueden ignorarse las pre­siones macroeconómicas de un mundo interdependiente, donde la lógica de las fuerzas del mercado pareciera convertir en utó­pico el caso bajo estudio.

A pesar de ello, por sus condiciones de marginalidad estruc­tural, Juchitán es un rayo de luz dentro de la situación socieco­nómica tenebrosa del presente. Aunque se trate del modelo pro­pio de una sociedad indígena --en este caso la zapoteca- co~ una estructura marcadamente matriarcal, existen algunos ras­gos globales que permiten generalizar sus soluciones a los pro­blemas. El primero se aboca a la superación de las estrategias de supervivencia del sector popular, mediante procesos de in­tensificación de las jornadas de trabajo y mecanismos de autoexplotación. Nuestra población zapoteca empezó al revés. La filosofía básica de su vida y de su quehacer diario, su Welt­anschauung, parte del bienestar social y la integración de todos. En este sentido, el sentir materno, esto es la protección a todo ser indefenso, reorie~ la vida diaria hacia la calidad de vida. Las actividades productivas desde el sector primario, pesca y

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Fuenteovejuna o caos ecológico

agricultura, pasando por la transformación de los productos en suculentos platillos, se complementan con una estructura de mercado y comercialización de puerta en puerta y terminan fi­nalmente en el estómago de cualquier integrante de dicha co­munidad. El día que la "marchanta" tuvo malas ventas en el mercado reparte el sobrante entre sus amigas y sabe que el día que lo requiera tendrá lo suficiente para no sufrir hambre.

A su tiempo, el mayor prestigio social se adquiere mediante el reparto de los ingresos acumulados durante el año en una suntuosa fiesta, donde todos los pobladores tendrán acceso a abundante comida y bebida. Este mecanismo, llamado por di­versos antropólogos, renta ceremonial, no es más que un efi­ciente mecanismo de redistribución vertical de riqueza en el ámbito local y significa la superación de las condiciones de po­breza de los grupos sociales de escala social inferior. El compa­drazgo con sectores sociales inferiores institucionaliza dicho proceso de reparto, a través de lazos emocionales permanentes.

En este sentido supera con mucho los esfuerzos de los go­biernos latinoamericanos por contrarrestar los efectos de la cri­sis y el modelo de ajuste con programas selectivos y focalizados contra la pobreza; es el caso de México con el programa, llama­do antes Solidaridad y ahora Progresa. Éstos logran, en grupos determinados y con fuerza de trabajo propia, superar algunas deficiencias en infraestructura, pero no inciden en erradicar las causas estructurales y los efectos perversos de la pobreza entre los grupos altamente vulnerables, como lo demuestran clara­mente las encuestas nutricionales, las estadísticas vitales, los datos de rendimiento escolar, los indicadores de empleo, sub­empleo y economía informal. Lejos de atacar los mecanismos de concentración de riqueza, fomentan un modelo de reparto horizontal de la pobreza, ya que dejan intactas las macroestruc­turas económicas de concentración de riqueza. Los resultados saltan a la vista, además de deplorables condiciones de vida para las mayorías, bajos salarios y altos niveles de sub y desempleo, las condiciones actuales de miseria propician inestabilidad po­lítica y riesgos de estallidos violentos.

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Juchitán: alimentos como veh(culo de justicia social

Sin cometer el error analítico de establecer una falacia de niveles, el modelo de Juchitán muestra claramente que una so­ciedad basada en calidad de vida, autoconsumo, mercados re­gionales y abasto, cuidado de salud, seguridad individual y so­cial, entre otros, es inmune a los efectos de la crisis.

Poner el énfasis en el prestigio social y el bienestar dentro de un marco de seguridad cultural, donde los integrantes de di­cha sociedad saben lograr su bienestar, pero conocen las obliga­ciones con el prójimo de menores recursos y más necesitados, revierten en un micronivellos mecanismos de depauperación.

El comercio tradicional de Juchitán, en manos de las muje­res y sin monopolios o monopsonios, muestra competencia y eficiencia. Al fm de la jornada predominan los mecanismos de solidaridad con una marchanta que tuvo un mal día, sin embar­go, la cortesía y la delicadeza de estas comerciantes impiden que se trate como inferior a la menos favorecida. Existen meca­nismos culturales afianzados que facilitan el intercambio sin degradar a la persona y sin crear dependencias hacia el donador, y se refuerza así la dignidad de la mujer comerciante como gru­po social.

Asimismo, es interesante observar que los procesos políti­cos de Juchitán están impregnados profundamente por dicha cultura. Pareciera que el matriarcado, abocado a resolver pro­blemas de la vida concreta, tal vez no de lugar a una gran teori­zación, o al desarrollo de modelos macromundiales, empero garantiza una participación democrática real de cada uno de los ciudadanos, seguridad física, tranquilidad hacia el futuro, y una integración de los niños, los minusválidos, los homosexuales, los borrachos, y los enfermos o pobres que por sí solos no po­drían sobrevivir en un contexto de libre mercado y seguridad social neoliberal.

En términos generales, se puede concluir que la economía autogestiva, basada en intercambios de bienes alimenticios y calidad de vida, inmuniza al conjunto social ante adversidades macroeconómicas, fomenta procesos autogestivos de participa­ción democrática, gatantiza el futuro inmediato de los grupos

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Fuenteovejuna o caos ecológico

vulnerables y crea condiciones de estabilidad social y seguri­dad individual mediante procesos de redistribución de los ex­cedentes hacia los más necesitados y hacia el conjunto de la sociedad.

No cabe duda que en el ámbito mundial, este modelo no res u el ve los mecanismos actuales de concentración de riqueza en manos del sector financiero-especulativo, como tampoco el desempleo y los bajos salarios, ya que para ello se requerirían macromecanismos de reordenamiento mundial de la economía. Sin embargo, el nivel micro no sólo puede enfrentar efectos no­civos del descrito macromodelo sino crea condiciones dignas de vida y bienestar para todos.

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Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social

Obras consultadas

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surement, and Policy of Malnutrition". En: Sukhatme, ed. Newer Concepts in Nutrition and their lmplications for Policy. Ed. Maharashtra Association.

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Educación ambiental como factor de cambio social*

Bellezas naturales

El planeta Tierra abunda en riquezas naturales. Cada persona tendrá imágenes de diferentes lugares que lo impresionaron por su belleza: el río Nilo, el Amazonas, el Tepozteco, las cascadas de Iguazú, el lago Victoria, el Iztaccíhuatl, los Himalaya, la sa­bana Áfricana, las selvas tropicales de Sudamérica y África Cen­tral, los bosques de Canadá y Siberia, los tigres de Bengala, el cañón del Colorado, los arrecifes de coral en Australia y Cozu­mel, el mar Caribe. La lista de bellezas naturales es intermina­ble y por si esto fuera poco, existen miles de especies de aves, anfibios, reptiles, mamíferos, peces, insectos y plantas que con­forman nuestro hogar: el hermoso planeta azul que es nuestra Tierra.

En vísperas del tercer milenio valdría la pena hacer un ba­lance de nuestro comportamiento con el ambiente y rectificar nuestra actitud. El mal manejo de los recursos naturales en fa­vor del crecimiento económico, ha provocado un sinfín de ma­les ambientales: mientras usted lee este capítulo están desapare­ciendo más de 500 hectáreas de bosque tropical en todo el mundo. La cifra anual es de 11 millones de hectáreas de bosque, las que en su mayoría son transformadas en tierras para un cultivo de calidad inferior, incapaces siquiera de alimentar a los agriculto­res que las cultivan. Además, a este ritmo se espera que el 25%

* Se agradece a la Dra. Dulce."~aría Arias y Arq. Javier Izaguirre por su valiosa colabora­ción, así como la puesta!.fu práctica de la educación ambiental entre 420 mil niños y maestros en el estado de \More los.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

de las especies existentes que conforman la diversidad biológi­ca del planeta, pueda extinguirse en los próximos 20 o 30 años.

La gran desigualdad de los sistemas políticos, económicos y financieros ha polarizado a la humanidad: el Norte desarrolla­do contribuye con la generación de desechos tóxicos propios del desarrollo industrial, donde sólo 6 países consumen el 60% de los recursos mundiales en aras de su industrialización y so­breconsumo. Por su parte, el Sur subdesarrollado utiliza alrede­dor del 40% de los recursos restantes, básicamente en el auto­consumo y la subsistencia.

Esta iniquidad y las estrategias equivocadas en el manejo de los recursos renovables, ha llevado a la mayor parte de la espe­cie humana a no cubrir sus necesidades básicas, ni siquiera en términos de supervivencia. El número de pobres en términos absolutos, así como su participación relativa, aumenta anual­mente, al mismo tiempo que los recursos naturales se agotan y la basura cubre superficies cada vez mayores. El ritmo de la vida moderna y las actividades personales encubren estos he­chos y la mayoría de la gente no se da el tiempo suficiente para reflexionar acerca del ambiente y del grave daño que diaria­mente se le causa. El mundo que heredaremos a las generacio­nes venideras se está destruyendo de manera sistemática, ya que sin recursos naturales nuestros descendientes no podrán so­brevivir y menos aún desarrollarse con dignidad y calidad de vida.

Crecimiento poblacional y sustentabilidad

Una causa innegable del deterioro ecológico es la explosión demográfica que ha caracterizado las últimas décadas de la evo­lución humana. La especie humana tardó miles o más años en alcanzar los mil millones de habitantes, esto fue, alrededor del siglo xvm. Cien años más tarde la cifra se había duplicado: a mediados de 1987, la población mundial ascendía a cinco mil millones de habitantes, y en 1999 el planeta albergará casi 6 mil

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Educación ambiental como factor de cambio social

millones de habitantes; el incremento promedio es de 1.53 mi­llones de personas por semana, 218 mil al día y 9 mil por hora.

Este enorme incremento va acompañado de una gran secue­la de problemas sociales. Por ejemplo, una de cada cuatro per­sonas -especialmente un niño menor de 3 años- está ham­briento y malnutrido, al mismo tiempo que una de cada cuatro personas carece de agua potable y puede morir por ingerirla con­taminada. Por si esto fuera poco, cada día 40 mil niños menores de cinco años mueren por falta de medicina preventiva (Banco Mundial, 1998).

Es importante mencionar que, paradójicamente con estas cifras, el promedio de la producción mundial de granos para 1990 era de 0.9 kilogramos por persona y por día (Worldwatch lnstitute, 1996). Claro que esta cantidad sería real si la distribu­ción de los alimentos fuera equitativa en el mundo entero: sig­nificaría que cada persona tendría a su alcance la misma canti­dad de calorías que consume cualquier individuo adulto en un país desarrollado. Esto sin tomar en cuenta otras fuentes de ali­mentación, como el ganado vacuno, caprino, porcino y lanar que se cría para alimentación, aunado a los millones de tonela­das de hortalizas que se producen anualmente. Analizando es­tas estadísticas, la pregunta lógica es: ¿Entonces por qué existe hambre? Esta pregunta es fácil de contestar, pero extremada­mente difícil de resolver. Obliga a analizar la distribución des­igual a escala mundial, los mecanismos de acaparamiento, las bolsas de productos y materias primas, y las estructuras de ven­ta al menudeo de la región del mundo en estudio.

Esto significa que, en primer lugar, deben considerarse las consecuencias de la reproducción humana más allá de los dos individuos directamente involucrados en el proceso, o de la fa­milia cercana y del país donde habita la pareja. El conjunto del fenómeno demográfico ha alcanzado niveles que afectan direc­ta o indirectamente la estabilidad del resto de la humanidad. Es en este sentido, al igual que en la economía, que la explosión demográfica se vuel),.e un problema globalizado. Sin embargo, la repercusión más( uirecta la sufren los países en desarrollo,

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Fuenteovejuna o caos ecológico

donde ocurrirá más del 90% de los nacimientos en los próximos años.

Uno de los principales logros en la lucha contra el creci­miento poblacional en los últimos años, es la comprensión de que este problema es un gran reto para la sociedad actual, y que su solución es compleja y particular en cada región. No parecie­ran existir soluciones mágicas para disminuir el crecimiento po­blacional. Cualquier medida global tendiente a limitar el núme­ro de nacimientos está condenada al fracaso, a no ser que logre enraizar en las conciencias individuales una nueva cultura de corresponsabilidad social, algo que a corto plazo no resulta aún concebible.

Por otro lado, vivimos en un mundo con diversidad políti­ca e ideológica, a la vez que los incrementos en la producción alimenticia en un determinado tiempo son inferiores a las pro­yecciones teóricas. Más aún, conocimiento, tecnología y capi­tal están concentrados en áreas con excelentes ni veles de vida, cuando los altos incrementos poblacionales se están dando en áreas donde tales recursos son escasos. De manera que si el mundo no es una unidad desde el punto de vista de la disponi­bilidad de recursos, del conocimiento y la tecnología para cubrir todas sus necesidades, tampoco es una unidad con res­pecto al crecimiento poblacional y el manejo racional de los recursos naturales.

En particular, la distribución actual de la población humana arroja una distribución y disponibilidad desbalanceada de los recursos naturales: por un lado, millones de personas en regio­nes como Asia y África -ahora conscientes de los patrones de vida que se disfrutan en los países desarrollados- demandan la misma calidad de vida. Contradictoriamente, durante la década pasada seis de cada diez personas que se agregaban a la pobla­ción mundial vivían en Asia, y tres en América Latina y Africa. ~or otro lado, el capital y la tecnología q~e muchos países de Africa, Asia y América Latina requieren en aras de producir alimentos suficientes y atender una población en rápido creci­miento, se concentran en los países del Norte. Más aún, un solo

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Educación ambiental como factor de cambio social

país, Estados Unidos, aprovecha cerca de un tercio de todos los recursos naturales del planeta y cuenta sólo con el 5% de la población mundial.

Hay que considerar además que tener hijos en los países pobres, puede ser una de las medidas individuales más efica­ces frente a la supervivencia y el subempleo. Pero el aumento de la población incrementa de manera directa la destrucción ambiental y la pobreza de una nación. Como se mencionó an­teriormente, en muchos países con pocos recursos, la pobla­ción se ha duplicado en los últimos 25 años. Sin embargo, sus economías no permiten niveles de empleo y bienestar frente a tales incrementos, de manera que la presión demográfica es uno de los principales factores generadores de pobreza y dete­rioro ambiental. Es conveniente señalar que más de mil qui­nientos millones de personas en todo el mundo viven en con­diciones de extrema pobreza, esto es, subsisten con menos de un dólar al día. En estas condiciones, es difícil alcanzar nive­les óptimos de desarrollo sustentable; además, los gobiernos de los países en vías de desarrollo frecuentemente se prestan a sobreexplotar sus recursos naturales para hacer frente a su deu­da externa. Los grupos más desprotegidos de la sociedad, que comúnmente no tienen acceso a tierras fértiles, insumos o tec­nología adecuada, se ven forzados a degradar y destruir sus ecosistemas en busca de recursos inmediatos, sin preocuparse por las repercusiones negativas a mediano y largo plazo. La supervivencia se impone y no hay argumento ético ni econó­mico capaz de impedirlo.

En síntesis, el problema intrínseco del aumento desmesura­do de la población, hace más grave la crisis ambiental, ya que en el año 2000 el 94.4% de la natalidad ocurrirá en los países en vías de desarrollo (aproximadamente 900 millones de indivi­duos más por año). Por el contrario, los países industrializados sólo contribuirán con 50 millones de habitantes. Este proceso agravará aún más el d~sigual reparto de la riqueza y aumentará la presión sobre los é'éosistemas más frágiles, que se ubican bá­sicamente en el trópico, zonas caracterizadas por la pobreza.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Al ritmo actual, en pocos años seremos testigos de la dra­mática lucha del hombre por controlar la estabilidad de su am­biente, y sólo con nuevos hábitos culturales puede resarcirse este alto potencial reproductivo. La especie humana ha podido modificar y controlar una gran cantidad de fenómenos natura­les, empero todavía no descubre cómo evitar las consecuencias de las leyes biológicas. Sin embargo, no ha existido especie que pueda multiplicarse sin límite, por lo tanto, existen dos opcio­nes biológicas principales que podrían ayudar a disminuir rápi­damente el crecimiento poblacional: una alta mortalidad o una baja fertilidad.

A diferencia de otros organismos biológicos, los humanos pueden escoger entre estas opciones y ponerlas en práctica -forzosamente una de las dos-. Solamente el futuro dirá si el conocimiento científico generado, la ética y la racionalidad hu­mana serán guías suficiente para desarrollar una actitud respe­tuosa frente a las fuerzas de la naturaleza y la propia reproduc­ción. La respuesta no tardaría largo tiempo en llegar. No obstante, existen opciones más puntuales que pueden solucionar el creci­miento poblacional, es decir, la reproducción responsable de cada pareJa.

En síntesis, la única forma de solucionar los problemas del deterioro ambiental, crecimiento poblacional y superación de la pobreza extrema es mediante programas de desarrollo sustenta­ble, que permitan el crecimiento económico sin deteriorar el ambiente, mejorando la calidad de vida de la población sin com­prometer los recursos de las futuras generaciones. En este senti­do, resolver los problemas ambientales exige una cultura ecoló­gica integral, y una de las vías de llegar a ella es la educación ambiental y el control de la fecundidad.

Educación ambiental

La educación ambiental incluye todas las acciones que deben llevarse a cabo para ofrecer a la población un conocimiento so-

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Educación ambiental como factor de cambio social

bre la situación que guarda el medio que la rodea. Su finalidad es provocar cambios en la actitud de las personas hacia la natu­raleza y despertar su conciencia crítica, haciéndoles ver el valor de cada uno de los recursos naturales, su importancia para la vida y el desarrollo de futuras generaciones.

Es un proceso por medio del cual el individuo adquiere co­nocimientos, interioriza actitudes y desarrolla hábitos quemo­difiquen su conducta individual y colectiva, relacionando el en­tomo en que se desenvuelve con las demandas de calidad de vida y bienestar. Ahora bien, aunque la actividad individual es insuficiente para remediar problemas como la contaminación ambiental, la destrucción de recursos no renovables, la depau­peración de grandes sectores de la población, el empobrecimiento y destrucción de zonas ecológicas acuáticas y terrestres, si se suma la labor de cada persona, se formará una conciencia co­lectiva, capaz de cambiar la tendencia destructiva y transfor­marla en progreso y cuidado.

La educación ambiental no resuelve per se los complejos problemas ambientales, empero, la creación de una cultura am­biental es el vehículo por excelencia que concientiza sobre el desarrollo sustentable, como un proceso de participación activa en la construcción de una relación más armónica entre sociedad y ambiente. En este proceso se desarrollan conceptos, actitu­des y capacidades para comprender, evaluar y transformar las relaciones entre ser humano y cultura. En dicha cultura los ciudadanos adquieren conocimientos y valores de la relación ser humano-naturaleza; se gestan prácticas cotidianas y accio­nes necesarias que contribuyan a la transformación de un entor­no sustentable.

El nuevo proyecto social es resultado de la unión de esfuer­zos y acciones entre pueblo y gobierno, busca lograr una con­ciencia ecológica que supere la pobreza sin destruir el ambiente y aprovecha el entorno positivamente mediante una sociedad ecológicamente educada.

El primer obstácwlo a vencer es, en nuestros países en desa­rrollo, el modelo de civilización predominante, basado en la su-

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perproducción y excesivo consumo de unos cuantos y el infra­consumo de la mayoría. Por ello, la educación ambiental debe inducir cambios en la calidad de vida y una conciencia más re­flexiva sobre la conducta personal. Con innovaciones en el pen­samiento y formas de actuar se coadyuvaría a crear una socie­dad orientada hacia e] desarrollo sustentable, que aprecia la vida en sus múltiples formas. Ya no existe ningún derecho a explotar y contaminar los recursos naturales, que serán la herencia de las generaciones venideras. Es más, retomando la filosofía plasma­da en Río de Janeiro, urge capacitar a la sociedad entera en la vigilancia y prevención del deterioro ambiental, así como apli­car con todo rigor el principio del que contamina paga y reme­dia el daño. Esto es particularmente válido en relación con las industrias, automóviles, centros comerciales y unidades habita­cionales, cuya producción de contaminantes al aire, de dese­chos líquidos y sólidos destruyen el entorno más grato de una ciudad, frecuentemente sin ninguna medida de control y menos aún de mitigamiento. Ejemplos como los ingenios azucareros, las tenerías, las industrias metalúrgicas, las textiles, las caleras, las cementeras y otros sobran. Existe la tecnología y sólo falta que estas empresas inviertan en dispositivos anticontaminantes.

Situación de la educación y de la cultura ambiental enMorelos

En la tarea del cambio cultural la participación de los niños es fundamental. Las autoridades gubernamentales, educativas y los padres de familia promovieron en conjunto los programas "La escuela y la comunidad en la preservación de los recursos natu­rales", "Reduce, Reusa y Recicla tus Desechos", "Tres por uno mismo" y muchas otras actividades que pan involucrado a los niños desde el preescolar hasta el nivel medio básico en el me­joramiento del ambiente. Por ello maestros, alumnos, grupos ecologistas y dependencias gubernamentales efectuaron cien­tos de miles de acciones de cultura ambiental, con la participa-

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Educación ambiental como factor de cambio social

ción directa de 134 987 personas. En Morelos funcionan 778 comités ecológicos y 27 070 promotores ecológicos con cre­dencial vigente que educan, vigilan, restauran, sanean y refo­restan su entorno. A la fecha, un total de 400 mil alumnos sepa­ran en sus escuelas los desechos y con ello dan ejemplo a los adultos de un manejo alternativo de la basura. Con esta medida se espera reducir el 25% de la generación de basura mediante el composteo doméstico, semi-industrial e industrial, así como el reuso y reaprovechamiento de los materiales industriales. Sólo los productos restantes serán confinados en algunos rellenos sanitarios regionales, a fin de erradicar definitivamente la con­taminación del aire, de las barrancas, las carreteras y los mantos acuíferos.

La difusión del cuidado y ahorro del agua es tarea importan­te de un grupo de niños llamados "Vigilantes del Agua". Su labor se ve apoyada por mensajes en los recibos del agua o los mensajes alusivos en la radio o televisión. En coordinación con las instituciones del sector público, social y privado, se difun­den técnicas de protección de las fuentes de abastecimiento, de ahorro del vital líquido, así como las formas más adecuadas de mejorar la calidad del agua potable, destinada al consumo hu­mano. Existen folletos que explican cómo sanear las descargas domésticas e industriales mediante plantas tratadoras, sean do­mésticas y municipales, sean industriales. El problema ambien­tal serio se presenta cuando se mezclan las aguas residuales domésticas con las industriales y peor aún cuando se contami­nan con las pluviales. Estas últimas recargan directamente los acuíferos con filtros rústicos que retienen hojas y otros dese­chos. En cuanto a la mezcla de distintas aguas, el proceso de saneamiento se encarece, además de que se toma más ineficiente.

En cuanto a la grave pérdida de la masa forestal, los campe­sinos y la sociedad reforestaron 24 millones 600 mil árboles, en cuatro años dentro de dos programas básicos: "Tres por uno mismo" como parte de un programa destinado a compensar la emisión del bióxid~~¡tie carbono -propio de la respiración de cada habitante- cdn la siembra de tres árboles. Por otro lado

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"La Reforestación del Corredor Biológico Chichinautzin", zona de infiltración y recarga de los acuíferos estaba básicamente a cargo de los comuneros y ejidatarios de la zona. Es vital recal­car que los árboles introducidos son propios de los ecosistemas y en su siembra se usaron fijadores de nitrógeno, micorrizas, fitohormonas, copperbloc y micropropagación para aumentar la cantidad, pero sobre todo la calidad de la planta y garantizar así la supervivencia.

La meta fijada por los ecologistas es sensibilizar a todos los morelenses, por lo menos con tres pláticas sobre ambiente, con­servación, manejo de desechos sólidos, reforestación, ahorro y cuidado del agua y prevención de incendios forestales. Dichos cursos irán acompañados de la participación directa de cuando menos una acción de restauración, reciclaje o ahorro de algún recurso. Además, hay un programa de comunicación, tanto en los medios masivos como en los alternativos, que apoya esta labor titánica. Sólo mediante un proceso permanente de educa­ción y cultura ambiental distinta, anclada en el cambio de hábi­tos diarios, de depredadores hacia conservadores, con mensajes claros y concisos que promuevan la participación de todos los sectores de la población, se podrá conservar, cuidar y aprove­char sosteniblemente los recursos naturales de la entidad.

Mediante publicaciones científicas (libros, revistas, memo­rias), materiales de divulgación (folletos, posters, trípticos, vi­deos), eventos culturales, artísticos, científicos, complementado con campañas de limpieza en barrancas, reforestación, acodo de árboles, bosques urbanos, saneamiento vegetal, ahorro de agua, producción de composta, selección de desechos sólidos y ecolo­gía humana, se incidirá en la creación de esta cultura ambiental.

Carrera entre la tecnología y la humanidad 1

Finalmente, tiene que quedar claro entre los seres humanos que la carrera tecnológica lleva por mucho la delantera. Esto no es negativo si la tecnología se pone al servicio de las mayorías y

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Educación ambiental como factor de cambio social

no de intereses particulares y aislados; para que la tecnología sea útil, deberá estar supeditada al bienestar del ser humano. Como se mostró anteriormente, los conocimientos científicos en biotecnología pueden mejorar sustancialmente la superviven­cia de una planta recién sembrada, incluso en condiciones bas­tante adversas como son los varios meses de sequía que se pre­sentan en Morelos.

Sin embargo, queda pendiente la pregunta ¿quién decide el empleo de una determinada tecnología y la escoge entre las mu­chas que hay? Esta decisión, así como la utilización adecuada de los avances tecnológicos, debería estar en manos de los que dirigen la conducción de los destinos comunitarios, es decir, de las autoridades municipales. Ellas inciden directamente en pro­porcionar servicios públicos básicos como el agua potable, el saneamiento de desechos líquidos y sólidos, y los parques y jar­dines entre muchas otras funciones. Por lo tanto, son los más adecuádos para promover un manejo responsable de las tecno­logías, de acuerdo con la capacidad adquisitiva de sus arcas mu­nicipales y la de los pobladores.

N o concebimos calidad de vida y servicios públicos si éstos no coadyuvan en el desarrollo integral del hombre. No existe desarrollo humano duradero si éste se basa en la depredación y la acumulación ilimitada. No hay calidad de vida en las ciuda­des si su entorno no tiene pureza ambiental. En consecuencia, hay que subrayar que la calidad de vida se acompaña de educa­ción, así como de participación real y convencida de todos los ciudadanos. Además, la utilidad de las nuevas tecnologías es limitada si éstas se desarrollan al margen de los deseos y expec­tativas de la población.

El reto actual es encontrar el equilibrio entre técnica y hu­manismo, entre lo universal y lo local, entre planeación y ejecu­ción. La columna vertebral para lograrlo parece ser la educa­ción ambiental en cada comunidad, la participación convencida de la sociedad, la administración transparente, honesta y eficaz, así como el aprovecQ..íniento de los recursos tecnológicos pues­tos al servicio de los seres humanos.

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

En los umbrales del siglo XXI el hombre se encuentra con la paradoja de que el dominio de la tecnología lo enfrenta destruc­tivamente con la naturaleza a una escala planetaria. Cualquier observador informado tiene ejemplos de que se está poniendo en riesgo la delicada trama de la biósfera, donde existe y evolu­ciona la vida, por lo tanto, es necesario considerar con la mente abierta nuevas formas de relación con la naturaleza para adqui­rir muy pronto una cultura y ética ecológica. El cuestionamien­to de la educación tradicional proviene del impacto negativo que el desarrollo ha tenido sobre el entorno ambiental y la cali­dad de vida de las mayorías. Se ha alterado tan gravemente que, de no darse un cambio radical, enfrentaremos escenarios de­sastrosos y aterradores en el próximo siglo. Un ejemplo ya pre­sente es la calidad del aire en la Ciudad de México, que afecta gravemente a los pulmones y a la salud en general de todos los habitantes, independientemente de su ubicación social, edad o ideología. Nadie se escapa de los efectos nefastos de la conta­minación.

El hombre se puede diferenciar por su grado de conocimien­to. Así es que a lo largo de la historia trató de volver comprensi­bles los fenómenos naturales y sociales, creando sabiduría y co­nocimientos. Al finalizar este siglo, la humanidad por primera vez en su historia ve amenazado su futuro como resultado de su alta especialización tecnológica, que va a la par de un desarrollo económico e industrial basado en la sobreexplotación de la na­turaleza. Las universidades se inauguraron con este propósito y son responsables de los descubrimientos más ecocidas del últi­mo milenio: la desintegración del átomo es un ejemplo, así como la combustión de hidrocarburos, la revolución verde, la produc­ción de armas, la biotecnología, los desechos por procesos in­dustriales y muchos otros más.

Por otro lado, también es justo reconpcer que el hombre no se ha dedicado únicamente a depredar, sino también a investi­gar y a conocer cada vez más a fondo los recursos naturales. "En la actualidad, un millón y medio de plantas y animales es­tán descritos, clasificados y jerarquizados taxonómicamente, nú-

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Educación ambiental como factor de cambio social

mero que podría llegar a 30 millones si se incluye a los del tró­pico" (Oswald, 1994. p. 381). No obstante, los actuales hábitos de producción y consumo, provenientes de las sociedades con­temporáneas desarrolladas, convierten al hombre, con su formi­dable saber, en su más férreo enemigo y depredador. Si todo el mundo tuviera el mismo consumo de energía que Alemania, se requerirían cinco planetas Tierra, para ofrecer una adecuada calidad de aire.

Los estudiosos del ambiente han abarcado diferentes áreas y aspectos de la vida social y natural, ya que las modificaciones ambientales ocasionadas por la actividad humana, repercuten prácticamente en todos lo seres vivos. Hemos documentado la destrucción de bosques, la desertificación, la erosión, la conta­minación a fuentes de agua, la generación de agentes tóxicos desconocidos en la naturaleza, la extinción de especies de flora y fauna, la salinización de suelos agrícolas, y se ha destacado la necesidad de realizar estudios con mayor profundidad. Con ello se pueden comprender y difundir los riesgos de la destrucción del ambiente por efecto de la acción humana, que no contem­plan y aplican la protección del entorno. Esto es tarea de todos, no sólo de los ecólogos, que debe ejercerse con un profundo sentido ético, pero fundamentalmente pragmático.

En este sentido y dirigido especialmente a los jóvenes estu­diantes, urge crear y reforzar un nuevo paradigma del conoci­miento humano, capaz de insertarse en el desarrollo sostenible, entendido como un conjunto de prácticas productivas y de con­sumo que preserven el ambiente y se apoyen en el aprovecha­miento racional de los recursos naturales, y un bienestar social con perspectivas hacia el futuro. La racionalidad instrumental de máximos beneficios con mínimos costos, debe hacer hinca­pié en reducir el impacto del gasto ecológico. La hecatombe de la contaminación destruyó el mito del progreso a cualquier cos­to y condicionó los retos de la nueva civilización hacia un desa­rrollo sustentable. Lo mismo ocurrirá con el agotamiento de los recursos naturales ff.O renovables, si no se buscan sustitutos a tiempo. · ·

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Se trata pues de un nuevo paradigma que exige un cambio en la búsqueda de los conocimientos y valores, paradigma que sólo puede construirse en los centros e institutos de investiga­ción de punta en la materia. Es ahí donde el papel de los centros de formación académica como encargados de crear y difundir nuevos saberes y valores, es fundamental; y se convierte en ta­rea prioritaria a partir de la formación misma del estudiante.

Por último, la investigación y la docencia ecológica rebasan toda frontera disciplinaria. Se convierten en un nuevo objeto transdisciplinario que impulsa el saber y el conocimiento hu­mano, sobre sí mismo y su entorno. "Donde sólo una concep­ción epistemológica totalizadora u holística puede encontrar soluciones factibles o duraderas ante el grave deterioro. Es así que el pensar ecológico representa una revolución científica y técnica, a la vez que filosófica y ética" (/bid.) El quehacer y el saber ecológico afectan la existencia misma del ser humano y se ponen por encima de cualquier credo político o "verdad" científica.

La educación pública o privada en el estado de Morelos de­bería impulsar prácticas de sustentabilidad, dirigidas a nuestra región y en particular a los ecosistemas. El desarrollo sustenta­ble y la calidad de vida están íntimamente unidos. Y es tarea de la sociedad en su conjunto cuidar y preservar el ambiente, pero son los niños y los jóvenes estudiantes quienes fungen como principales partícipes del cambio. Urge crear mejores niveles de vida, a los que se accede no mediante títulos académicos, sino proponiendo un desarrollo basado en los valores humanos y la sustentabilidad. No se puede hablar de bienestar si no están cubiertas las necesidades básicas del ser humano, es decir, aire limpio, agua potable y alimento suficiente, permanente y de buena calidad. Para lograrlo es necesario cambiar la relación de depredación y contaminación existente, y transformarla en un proceso de desarrollo renovable, no sólo en la región, sino en todo el país y el planeta entero. Esto no sólo es una demanda, sino uno de los derechos humanos más importantes, el derecho a la vida misma.

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Educación ambiental como factor de cambio social

El recurso natural más apreciado

El recurso más preciado de una nación es su gente. Estratégica­mente, el desarrollo óptimo de un país requiere del12% de su Pm en la educación y en la preparación académica de su pobla­ción. En México se invierte el 2.9% del Pm en ellas mientras que más del 17% del presupuesto del país en 1999 se destina al pago de servicios de la deuda externa e interna y al saneamiento del sistema fmanciero (Cámara de Diputados, Ley de Egresos, diciembre de 1998). Sin embargo, aun con estos recursos limi­tados deben redoblarse los esfuerzos para otorgar una forma­ción de calidad dentro del marco de la educación ambiental, toda vez que Morelos alberga importantes centros de investiga­ción y docencia, con prestigio nacional e internacional. El país y aun el estado cuentan con la capacidad de generar recursos humanos altamente calificados, con amplios conocimientos téc­nicos y una profunda conciencia humana que promueva el de­sarrollo sustentable, la igualdad social y la superación de la po­breza. La capacitación científica y humanista son el punto de apoyo y la palanca del cambio ambiental, del económico y del social. Preservar la riqueza natural es una prioridad de la educa­ción si se quiere consolidar el anhelado desarrollo.

Hoy día nuestra civilización sufre una crisis de valores que cabalga en la locomotora del progreso y del consumismo. Se ha perseguido a sí misma buscando alcanzar el edén perdido, pero inmersa en la vorágine del eterno retorno. A través de la tecno­logía, el hombre ha manipulado algunos elementos de la natura­leza, pero ya llegó el momento de revisar el vínculo creado en­tre educación e industria. Una nueva educación ecológica presionaría a la industria y crearía procesos productivos distin­tos, que a su vez incidirían en un modelo alternativo de país, cuyo motor sería el desarrollo sustentable.

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El ambiente: un derecho humano inalienable*

Derechos humanos y medio ambiente

El derecho a aire limpio, agua pura y desechos sólidos y líqui­dos perfectamente bien confinados o tratados, son derechos bá­sicos no respetados del ser humano, cuya transgresión ha cau­sado más muertes que las guerras abiertas y los conflictos sociales en los últimos años.

Al igual que la violencia estructural, la desnutrición y la mala alimentación por falta de recursos económicos - y por una propaganda excesiva y manipuladora- han incidido en la calidad de vida de millones de habitantes, además de privar a otros millones, particularmente niños recién nacidos, de su de­recho a la vida, al combinarse la falta de higiene con la pobreza y el agua contaminada.

La Organización Mundial de la Salud ha declarado que más de medio millón de personas padecen enfermedades hídricas, esto es, contraídas o propagadas por agua contaminada. En los países en desarrollo, alrededor del 80% de las muertes evitables están de una u otra forma relacionada con el agua contaminada, sea directamente por ingesta, sea de manera indirecta, por vec­tores en ríos, pantanos, o por contagio (ONU, 1996. pp. 83-99).

De ahí que el manejo poco racional de los recursos natura­les esté creando serios problemas al planeta y a sus habitantes.

* Algunas idea aquí presentadas fueron expuestas en la H. Cámara de Diputados con el título de "Medio Ambiente, ))t;}sarrollo Sustentable y Derechos Humanos" y retomados en una publicación interna dJ{a Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Dipu­tados, Cuadernos de Derechos Humanos, no. 5, México, 1996.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Muestra de ello son la desforestación, la contaminación de aguas dulces y saladas, la desertificación, la alteración del clima, la basura cada vez más tóxica, la salinización y erosión de suelos, la reducción de especies, el abatimiento de los mantos freáticos, la contaminación del aire, el incremento del bióxido de carbono en la atmósfera, la destrucción de la capa superior de ozono, el efecto de invernadero y la escasez de energéticos.

El derecho a la paz se ve seriamente amenazado, entre otros tantos factores, por un injusto manejo de recursos naturales .como lo es el agua, al grado que muchos analistas consideran que an­tes que el petróleo, el agua será motivo de guerras. Según Starr ( 1992), desde principios de 1980 los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de América estimaron que habría diez regiones en el mundo que podrían entrar en estado de guerra a causa de los recursos hidráulicos. Las cuencas internacionales potencialmente más conflictivas son las de los ríos Jordán, Eu­frates y Nilo. El Centro de Recursos Naturales, Energía y Trans­porte ( CNRET), publicó el Registro de Ríos Internacionales, donde se identifican 214 cuencas de ríos y lagos que pertenecen a dos o más países. De acuerdo con esta institución, cerca del47% del globo terráqueo (excluida la Antártida) se encuentra en cuen­cas internacionales, y existen 44 países donde cerca del 80% de su territorio se ubica en este tipo de cuencas (Biswas,1993). Esto implica conflictos potenciales ante ~a escasez del agua, agudizados por intensas actividades productivas, y por conta­minación.

De hecho, en México ya se han presentado problemas entre diferentes usuarios y estados que exponen derechos defendibles de agua. Un caso patente es la presa El Cuchillo, donde Tamau­lipas y Nuevo León se disputan el agua de riego y de consumo humano e industrial. Cada entidad y usuario que participa en la disputa, allega derechos propios que a la vez limita los derechos de los habitantes del otro estado. ·

En términos globales, si se acepta la tesis de que los dere­chos humanos están apoyados o basados en un ambiente sano, surge una nueva pregunta: ¿cómo garantizar que ese ambiente

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El ambiente: un derecho humano inalienable

pueda conservarse para las generaciones futuras y garantizarles sus derechos humanos básicos? Es decir, ¿qué modelos de de­sarrollo deberíamos seguir para garantizar los derechos huma­nos presentes y futuros sin dañar el medio?

Estos problemas se han analizado en diversos foros interna­cionales, por ejemplo, en la Cumbre de Río de J aneiro donde se estableció una serie de principios que promueven el desarrollo, sin causar daños irreversibles al ambiente. En la Cumbre de De­sarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995, dos de los compromisos fueron crear condiciones de desarrollo social, y erradicar la pobreza como imperativo ético básico.

Vale la pena anotar también que el nuevo reto de nuestros países en desarrollo es doble: por una parte, deben superarse los rezagos ancestrales y los generados por la crisis económica ac­tual y, por el otro, proteger los recursos naturales promoviendo un desarrollo sustentable que no los destruya.

Desarrollo sustentable

¿Qué significa para el desarrollo actual y futuro del ser humano y su entorno la destrucción de los recursos naturales? No cabe duda que mientras no haya conciencia acerca del valor econó­mico de los bienes naturales, nunca habrá respeto a los dere­chos humanos relacionados con el entorno, la salud y la calidad de vida.

Todos nosotros tratamos a la empresa-naturaleza, que nos da una serie de prestaciones muy baratas o gratis, como no exis­tente. Tenemos un producto interno bruto en el que cualquier accidente automovilístico se contabiliza. Sin embargo, la des­trucción de miles de especies vegetales y animales, la destruc­ción de la capa de ozono, de la naturaleza o del paisaje, no es valorada en términos económicos.

Sólo durante la ~pntingencia ambiental de enero de 1994 en la Ciudad de Méx;{co, los especialistas propusieron un costo económico en salud~ 1 transporte y horas fábrica perdidas, pero

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nadie cuantificó los daños a largo plazo en salud, biodiversidad, calidad y aire puro. Si lleváramos a cabo estas valoraciones económicas ya tendríamos desde hace veinte años un creci­miento cero y, en muchos casos tendríamos uno negativo. Esto significa que estamos destruyendo nuestro capital-naturaleza. Todo el que se ocupe de la economía sabe que si se destruye el capital, en un tiempo previsible se estará simplemente en ban­carrota. Es así que esta economía de la naturaleza también re­quiere un concepto claro, una estrategia clara para esta tierra viva.

Como todo estudiante de primer año de economía muy bien lo sabe, un bien sólo es económico si es escaso. El aire, por ejemplo, por muy necesario que sea, no es escaso y por lo tanto no es un bien económico: no tiene precio. Siendo "escaso" y "económico" casi sinónimos, la economía moderna se ha defi­nido como el estudio de fenómenos de formación de valor bajo el supuesto de la escasez o, más crípticamente, como la atribu­ción de bienes escasos a fines alternativos. Ambas definiciones toman como acertado que una sociedad económica es una so­ciedad sometida a la ley de escasez (Oswald, 1994).

Ante este negro panorama no queda más que un modelo de futuro distinto, llamado desarrollo sustentable. El concepto no es nuevo, antes de que se pusiera de moda, se usó el término "sustentabilidad" en agricultura. El concepto se amplió en los setenta, hacia el manejo de los impactos humanos en el medio ambiente, por un grupo de científicos en el campo, reunidos en Nairobi, con el auspicio de la Organización de las Naciones Uni­das. El término fue popularizado por la Comisión Brundtland en el reporte "Nuestro futuro común", donde se definió el desa­rrollo sustentable como aquel que permite satisfacer las necesi­dades del presente, sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyc;ts. Actualmente se pue­den encontrar docenas de definiciones, varias de ellas son simi­lares, como las de la FAO y del PNUD y otras difieren de manera significativa.

Algunas de las definiciones incluyen un replanteamiento de los procesos de crecimiento, la concientización de la sociedad

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El ambiente: un derecho humano inalienable

para promover su participación activa, los cambios tecnológi­cos requeridos en sustentarlo, la transformación de la relación de depredación y contaminación existente hacia un proceso de desarrollo renovable, la compatibilidad de las políticas de desa­rrollo económico, no sólo en la preservación del ambiente, sino también en la recuperación y protección de los recursos naturales.

En síntesis, el desarrollo sustentable se constituye en el meollo de una nueva política, donde se satisfagan las necesida­des del conjunto social y se supere la pobreza en el presente, pero sin comprometer las de las generaciones futuras. El para­digma del crecimiento a cualquier costo se sustituye por el paradigma del desarrollo sustentable que no sólo adquiere un compromiso con la sociedad actual, sino sobre todo con las ge­neraciones futuras. A su tiempo, debe quedar claro que no ha­brá ningún desarrollo sustentable con los actuales problemas de pobreza, inseguridad social, altas tasas demográficas, iniqui­dad y depredación del medio. Por lo tanto, la superación de los lastres del subdesarrollo se entreteje con las acciones de conser­vación y recuperación del ambiente, generación de empleo, pro­ducción de bienes básicos y reducción del consumismo y des­pilfarro.

El desarrollo sustentable se aboca al uso eficiente del agua con dispositivos ahorradores, reglamentación y restricciones al uso, el reuso, la recirculación y la reducción en el consumo; técnicas de riego eficiente en la agricultura y a nivel de cuenca, técnicas de optimización del recurso, desde la programación li­neal hasta la descomposición y los multiniveles de optimización (Arreguín, 1991).

El desarrollo sustentable implica un replanteamiento de los procesos productivos, la concientización de la sociedad hacia un nuevo modelo de crecimiento, su participación activa y los cambios tecnológicos. No puede hablarse de bienestar si no es­tán cubiertas las necesidades básicas del ser humano como aire limpio, agua potablt1 y alimento suficiente, permanente y de buena calidad. Para\ lograrlo es necesario cambiar la relación

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de depredación y contaminación existente y transformarla en un proceso de desarrollo renovable. En otras palabras, las polí­ticas de desarrollo deberán ser compatibles, no sólo con la pre­servación del ambiente, sino con su recuperación y protección.

La gravedad de los problemas mundiales se ha agudizado con la escasez del vital líquido, y para dar solución a estas ca­rencias, 180 jefes de estado se dieron cita en la Cumbre por la Tierra, en Río de Janeiro, Brasil; cinco años más tarde los Orga­nismos No Gubernamentales efectuaron, otra vez en Brasil, una evaluación rigurosa de los avances.

En especial, la Agenda 21 creó compromisos con todos los gobiernos del mundo de conservar los recursos naturales y re­cup~rar los deterioros ambientales causados por el proceso de industrialización. Tampoco México se escapa a dichos proble­mas. Con base en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, el Ejecutivo promovió la planeación ecológica con los nuevos re­tos de la democratización. Dada la cambiante situación socio­económica, y con el fin de responder más eficazmente a las inquietudes de la población depauperada, se decidió revisar bianualmente el Plan Estatal de Desarrollo mediante procesos de consulta y planeación democrática con el conjunto de la so­ciedad. Ante grandes problemas de deterioro ambiental y solu­ciones audaces, se propusó una alianza en favor de la protec­ción y el mejoramiento del ambiente y se crearon los Consejos Nacional, Regional y Estatal de Desarrollo Sustentable, encar­gados a la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP).

Desde el inicio quedó claro que sólo con la participación de todos sectores de la sociedad -particularmente la iniciativa privada, los gobiernos estatales y municipales, pero sobre todo los campesinos, los pequeños empresarios, los empleados y las amas de casa- se podrían lograr metas más ambiciosas. La del mayor reto es sin duda alguna el abaSto y el saneamiento del agua si no a todos, por lo menos a la mayoría de los casi 100 millones de habitantes de nuestro país.

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Agua, un derecho básico a la vida

Como la tierra está cubierta de agua en un 70%, es de suponerse que interviene en todas las actividades humanas. Desde el prin­cipio de la historia de la humanidad, esto es, cuando apareció el homo erectus, éste se asentó alrededor de lagos, ríos u otros cuerpos de agua. Con el desarrollo industrial, este recurso natu­ral adquirió no sólo un valor creciente, sino que participó cada vez más en los procesos industriales, de servicio y de uso do­méstico. Los cambios en los hábitos diarios, los avances y la generalización de ciertas comodidades como el wc, la ducha, el agua entubada, el drenaje y los procesos de potabilización, cam­biaron la calidad de vida del ser humano.

Cuando se habla de agua como derecho humano es necesa­rio detenerse a pensar en el valor que cada uno le otorga. El campesino considera el agua como un bien de propiedad común y local, generador de vida y de riqueza, o fuerza destructiva que condiciona su supervivencia, desarrollo y bienestar. El habitan­te urbano usa el agua como elemento de consumo que tiene a su alcance con sólo abrir una llave, o en caso contrario, como un servicio básico faltante. El industrial la ve como un insumo más en sus procesos productivos, y en la mayoría de los casos no la incorpora a los mismos; una vez usada la devuelve contamina­da al medio ambiente.

Para los indígenas el agua alcanza niveles sagrados y se vuelve verdaderamente una cuestión de vida o muerte. En cuan­to a las autoridades, se trata de un recurso limitado con una de­manda creciente, no sólo porque la población aumenta, sino tam­bién porque las condiciones de vida van mejorando y requiriendo mayores cantidades de agua. Por ello, la escasez no sólo es na­tural, sino también provocada, puesto que la contaminación li-mita su uso.

Podríamos seguir cuestionando el valor del agua en los dis-tintos segmentos de los grupos antes mencionados: ¿en las mu­jeres que deben invertitrvarias horas de trabajo diario para trans­portarla de fuentes lej~as a sus hogares? ¿Cuánto vale el agua

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para los estudiantes, los ambientalistas, las amas de casa, los científicos?

Elementos como disponibilidad, población, procesos pro­ductivos y contaminación inciden en el acceso al vital líquido. En el42% del territorio nacional, principalmente en el Norte, las precipitaciones medias anuales son inferiores a los 500 milí­metros, y en algunos casos como en zonas próximas al río Co­lorado, en la frontera con los Estados Unidos de América, son inferiores a 50 milímetros. Por el contrario, en el 7% del territo­rio del Sudeste existen zonas con precipitaciones medias anua­les superiores a los 2 000 milímetros, localizándose regiones donde se registran precipitaciones mayores a los 5 000 milíme­tros. En general, estas precipitaciones se registran en unos cuan­tos meses.

En el territorio nacional existen regiones con disponibilidad hídrica que varía entre 211 y 1,4 78 metros cúbicos anuales por persona. Por otro lado, hay zonas donde esta disponibilidad va­ría de 14 445 a 33 285 metros cúbicos anuales por persona. En promedio cada habitante dispone de 5 200 metros cúbicos anua­les. Esta cantidad parece alta, pero debe recordarse que se trata de un promedio y que la mayor parte de la república tiene dis­ponibilidades muy inferiores a ese valor.

El sector agrícola es el mayor consumidor de agua: utiliza más del 80% de toda el agua extraída. Normalmente, se consi­dera a la agricultura como el motor del progreso y al agua como el componente esencial de un desarrollo agrícola sostenible.

Desde 1950, el área regada a nivel mundial ha aumentado al triple y se estima en cerca de 275 millones de hectáreas. Actual­mente, casi la mitad del alimento en el mundo se produce en sólo el 18% de las tierras regadas; no obstante, en el afán de incrementar el área de riego, se ha puesto poca atención a la eficiencia con que operan los sistemas.

Se pierde mucha agua en la conducción de las presas o po­zos hasta las parcelas, y se calcula que, en promedio, la eficien­cia de los sistemas de riego es del37% en todo el planeta. Gran parte del volumen perdido se vuelve improductivo, o su calidad

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se degrada severamente al arrastrar sales, pesticidas y elemen­tos tóxicos del suelo. Por lo tanto, el problema no es siempre de recursos hidráulicos adicionales. En muchos casos, los recursos hidráulicos existen pero su manejo es ineficiente y la contami­nación los deteriora.

Los principales problemas de abastecimiento a los centros urbanos son el agotamiento de las fuentes locales, su contami­nación, los altos costos de captación y conducción del agua, y los conflictos generados por los intereses de diferentes usuarios sobre las fuentes. Paradójicamente, en esta difícil situación hay grandes porcentajes de fugas, en las ciudades, se utilizan tecno­logías derrochadoras de agua, no se reusa el recurso, los siste­mas de facturación y cobranza son deficientes, las tarifas por el servicio frecuentemente no cubren los costos del suministro, y existe poca conciencia ciudadana para ahorrarla.

Las industrias, las maquinarias, los procesos y los servicios accesorios demandan grandes cantidades de agua. Por lo que los usos industriales pueden dividirse en tres grandes grupos: transferencia de calor, generación de energía y aplicación a pro­cesos. Todos ellos inciden en el deterioro del agua y por ende en la contaminación, aunque también los fenómenos sociales rela­cionados con la evolución de la población interfieren en la dis­ponibilidad y la calidad del agua.

Los acelerados crecimientos demográficos, acompañados de presupuestos sumamente reducidos en obras públicas, provoca­ron gigantescos rezagos en cuanto a infraestructura de agua po­table y saneamiento en los países del Sur. En la actualidad, la situación es tan seria que todo el presupuesto de estos países no sería suficiente para crear la infraestructura que se requiere al surtir el servicio mínimo de agua y saneamiento. Aunque los problemas presupuestales y la generación del Producto Interno Bruto no son tema de este capítulo, los procesos de moderniza­ción en los países del Tercer Mundo y su inserción en el merca­do mundial de manera desventajosa, provocaron graves retra­sos en la infraestructura hidráulica.

Resultado de ell~ son los altos niveles de enfermedades

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hídricas causadas por agua insalubre destinada al consumo hu­mano, procesos insuficientes de saneamiento y, sobre todo, gra­ve contaminación por iridustrias, frecuentemente transnacionales. Todo ello se refleja en la morbilidad creciente de enfermedades hídricas en los países pobres, así como también en las muertes evitables, resultado de epidemias y enfermedades relacionadas con el agua. Peor aún, tanto la morbi como la mortalidad se podrían evitar, si se respetaran los derechos humanos básicos de contar con agua limpia para el consumo directo y aguas sa­neadas, después de emplearlas en los procesos productivos y sociales.

Por último, el agua contaminada no sólo provoca enferme­dades por virus, protozoarios y bacterias, sino que se convierte en vector y vehículo de transmisión de otras enfermedades, no considerados propiamente hídricas. Frente a este negro panora­ma es indispensable cambiar las prioridades en la parte rica del planeta, pero también en los presupuestos gubernamentales de los países pobres. Mientras se destinen cantidades de dinero cre­cientes al pago de la deuda, al intercambio desigual y a los pro­ductos de lujo en los países pobres, no habrá posibilidad de sa­tisfacer uno de los derechos humanos más básicos, el derecho a agua limpia y a su desalojo seguro.

Los problemas de contaminación del agua

En 1980, las aguas residuales en el mundo ascendían a unos 1 870 kilómetros cúbicos y se estima que esta cantidad aumen­tará a 2 300 kilómetros cúbicos a finales del siglo (Shiklomanov, 1990). De acuerdo con los estudios de 218 cuencas que cubren el 77% del territorio mexicano, que es donde se ubica el 93% de la población, el 72% de la producción industrial y el98% de la superficie bajo riego, tan sólo en 20 cuencas se genera el 89% de la carga contaminante total, medida como Demanda Bioquí­mica de Oxígeno (DBO ).

En las cuencas de los ríos Pánuco, Lerma, San Juan y Bal-

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sas se recibe el 50% de las descargas de agua residual; otras cuencas con altos niveles de contaminación son las de los ríos Blanco, Papaloapan, Culiacán y Coatzacoalcos. Los acuíferos más contaminados se localizan en la Comarca Lagunera, el Va­lle de México, la región del Bajío y el Valle del Mezquital, así como los que subyacen a las zonas agrícolas, esto último como producto de los lixiviados de los agroquímicos.

El agua contaminada usada para consumo humano y aseo personal es una vía para la transmisión de enfermedades conta­giosas y alteraciones mutagénicas. Casi la mitad de la pobla­ción del mundo sufre enfermedades relacionadas con el agua y la mayoría de los enfermos son pobres y viven en países en desarrollo. Se calcula que solamente las enfermedades diarreicas producen la muerte a cuatro millones de niños anualmente; to­das muertes evitables con agua limpia.

La presente pandemia del cólera que afecta a casi toda Amé­rica Latina, es una muestra de los efectos devastadores que las enfermedades relacionadas con el agua pueden tener sobre la sociedad. La tarea básica de limitar las enfermedades de carác­ter hídrico que afectan especialmente a los niños menores de cinco años, es el saneamiento rural. El abastecimiento de agua potable y los servicios de drenaje en el medio urbano y el mejo­ramiento de la calidad del agua y la disposición adecuada de las excretas en el medio rural, son tareas básicas que no pueden posponerse, si se quiere reducir la mortalidad infantil.

En México hubo avances en los últimos años. Por ejemplo, se ha reducido en un 54% las defunciones de niños menores de cinco años, como resultado de las acciones del Programa Agua Limpia y de las campañas de higiene entre la población más desprotegida. Sin embargo, muchos habitantes carecen aún de los servicios de agua potable y alcantarillado. México, a pesar de pertenecer a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico ( OCDE), sigue con graves rezagos en la infraestruc­tura hidráulica y la tasa de mortalidad infantil de 32 es todavía elevada, en comparac~n con la de 9, propia de los países desa­rrollados (World Bank, 1998. pp. 104-106). Por otro lado, la

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pandemia del cólera hizo recapacitar a las instancias guberna­mentales en cuanto a las agudas carencias de México. Se revisó la política de potabilización de agua destinada a consumo hu­mano y al saneamiento de las aguas servidas; se hizo especial hincapié en un manejo más racional del apreciado líquido, se reforzó la política de conservación del agua y se recuperó las aguas tratadas en actividades agrícolas. Sin embargo, la crisis económica y los permanentes recortes al presupuesto federal, en aras de pagar al capital financiero internacional y nacional, afectan directamente las inversiones en agua y saneamiento, pro­vocando lesiones severas a los derechos humanos de contar con agua limpia, permanente y suficiente.

Existen procedimientos modernos para transformar aguas negras en aguas aptas al consumo humano, pero sus costos son elevados y la severa crisis económica, aunada a prioridades de la inversión pública, impidieron avanzar más rápidamente en las demandas sociales y la obra pública. Para resolver los severos rezagos deben buscarse alternativas técnicas menos costosas, pero igualmente eficientes. Una vez identificada la amplitud del problema es primordial buscar soluciones de potabilización y de tratamiento a bajo costo. Pareciera que filtros lentos, biodi­gestores y lagunas de oxidación son procesos de purificación del agua más acordes a la disponibilidad reducida de los presu­puestos.

Los estudios físico-químicos y los epidemiológicos de la calidad del agua muestran que el problema mayor en México es la contaminación producida por bacterias y virus, si se excluyen aquellos causados por aguas industriales y lixiviados de dese­chos sólidos y tóxicos, en lugares muy específicos (Ciudad de México, Coatzacoalcos, La Laguna, Monterrey, Salamanca y otros). Actualmente, existen procesos de cloración masiva que han probado su efectividad, no sólo comb potabilizador al ins­tante, sino también por su efecto residual, manteniendo una ca­lidad adecuada desde el pozo hasta la toma domiciliaria, salvo en los casos en que los sistemas de. distribución se encuentren muy deteriorados y permiten a lo largo del trayecto, la infiltra-

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ción de microorganismos. Esto sucede en los casos de tandeo severo o de tuberías llenas de microperforaciones. Ambos fenó­menos aumentan sustancialmente el riesgo de la contaminación y por ende de contraer enfermedades hídricas (Oswald, 1991).

Cada vez es más frecuente la discusión acerca de las venta­jas y desventajas de una macroinversión en potabilización y sa­neamiento, frente a obras más modestas con inversiones media­nas o pequeñas, donde la economía de escala permite ahorrar recursos y reduce el camino entre productor de aguas residuales y planta de tratamiento. Un ejemplo patente es si se construye una planta de tratamiento con largos y complejos sistemas de colectores, o se realiza el saneamiento in situ, es decir, en la misma casa o entre varias casas, así como el reciclamiento de las aguas tratadas en wc, jardines, huertas o campos agrícolas. En una colonia alta de Cuerna vaca, Rancho Cortés, la construc­ción de un macrosistema de saneamiento, frente a una en casas con reciclamiento, cuesta 1 O veces menos, dado que la geología y las distancias encarecen la obra (se trata de roca basáltica y fuertes pendientes). Aunque la segunda solución pareciera más económica, particularmente si se incluyen los costos de mante­nimiento de una macroplanta de tratamiento de aguas residuales y del sistema de alcantarillado, todavía falta definir y experi­mentar cuán eficiente es la remoción de contaminantes en las miniplantas, y sus costos de mantenimiento, que podrían que­dar a cargo ya sea del sistema operador o del dueño de la casa, y tendrían que efectuarse periódicamente.

Por si fuera poco, la demanda de agua potable aumenta en relación directa a la tasa de crecimiento demográfico, y a los hábitos de consumo de una sociedad cada vez más urbanizada, pero también porque la infraestructura es cada vez más obsoleta.

Por los recursos limitados, las altas tasas de inflación y la construcción de importantes obras, el país requiere de la partici­pación ciudadana activa, pero también inversiones claramente jerarquizadas, de acuerdo con acciones prioritarias. Diferenciar el agua doméstica de la i,Uustrial, las negras de las pluviales, el reuso del agua saneada en la agricultura, la reparación sistemá-

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tica de las fugas y la reposición de tuberías viejas, la reducción del gasto, mediante ahorradores de agua en casa habitación, comercio, servicio e industria y la potabilización, son algunas de las metas a corto plazo. Prioritario es sin duda el manejo adecuado de las aguas negras para evitar la contaminación a los cuerpos de aguas, ríos y acuíferos subterráneos. Sin todas estas acciones, las autoridades infringen permanentemente un dere­cho humano básico, al exponer a la población a enfermedades periódicas y aun a la muerte.

Basura confinada y aire limpio: derechos frecuentemente pisoteados

La dinámica económica y social de las sociedades modernas demanda satisfactores relacionados con su desarrollo y la su­pervivencia. Dentro de estas necesidades se encuentran: vivien­da, transporte, empleo, educación, cultura, recreación y espar­cimiento, entre otros. No obstante, una vez cubierto los mínimos necesarios, los incentivos y la propaganda han inducido al ser humano hacia el consumo suntuario, fenómeno que se traduce en la necesidad de crear nuevos bienes y servicios. Como con­secuencia de la producción, suministro, consumo y desalojo de dichos satisfactores, el nivel de los distintos tipos de combusti­bles y la generación de los desechos sólidos se ha incrementado de manera importante en los últimos decenios.

La basura se ha constituido en uno de los principales pro­blemas de contaminación, pues provoca el deterioro del suelo, del aire y del agua, además de ensuciar los paisajes naturales, inducir la proliferación de fauna nociva y contaminar los acuíferos.

La transformación de la población rural en urbana a escala mundial, la creación de ciudades perdi~as gigantescas en el Ter­cer Mundo y los cambios de hábitos de consumo, donde el em­pleo del plástico, la mercadotecnia y el uso de la misma para vender productos aparatosamente empaquetados, han provoca-

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do uno de los mayores problemas de salud y bienestar, esto es, la generación de basura.

El problema se agudiza con los procesos industriales, que producen desechos altamente tóxicos y peligrosos a la salud humana. Junto con los desechos hospitalarios se incluyen en la Norma Técnica Ecol 001/88, popularmente conocido como CRETIB, abreviatura que muestra los posibles riesgos de estos productos. Se trata de la corrosividad, la reactividad, la explo­sividad, la toxicidad, la inflamabilidad y los biológico-infec­ciosos.

No cabe duda que el mejor camino en términos ambienta­les, de riesgos a la salud humana y animal como en cuestión financiera, es la reducción o mejor aún la no-producción de ba­sura. Sin embargo, la tendencia mundial va en el sentido opues­to y cada día se generan cantidades mayores de basura, donde es necesario determinar:

• La naturaleza del residuo a tratar • Su estado físico • La concentración de la corriente a tratar • El equipo necesario • El equipo auxiliar • Pre o postratamiento requeridos • Efectividad y costo de la tecnología empleada • Efectos a largo plazo en el sitio y en sus alrededores (Fer­

nández, 1996. p. 441).

Frente a montos cada vez más inmanejables de basura, se están proponiendo procesos de reciclamiento que en sí están constituyéndose en industrias propias, encargadas de recolec­tar, seleccionar, triturar, procesar y reciclar determinados dese­chos sólidos. Todavía hay un camino más fácil, que es el reuso de materiales como latas y vidrios, que limpios y desinfectados pueden utilizarse inmediatamente. Un proceso especial en los países menos industria~ados es el composteo de la materia pri­ma, no sólo en aras d~ reducir los desechos sólidos y su caro

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confmamiento o incineración, sino su aprovechamiento en re­cuperación de suelos o en la agricultura orgánica. Ello facilita la integración y el abaratamiento de los procesos productivos al reusar o reciclar materias primas, o al producir insumos como la composta que son menos contaminantes.

Sin embargo, la tendencia mundial va en el sentido contra­rio y cada vez se tienen que confinar más recursos que se trans­forman en basura, mientras que los niveles de contaminación y los daños a la salud humana y al entorno se hacen cada vez más graves e irreversibles.

El uso indiscriminado de agroquímicos también es una fuente de contaminación difusa que daña suelos, cauces y acuíferos. A su vez, aumenta los riesgos geológicos, hidrometerológicos, quí­micos y sanitarios, al ser depositados en sitios inadecuados y sin tratamiento o confinamiento correcto. Los organoclorados y organofosforados son, en el mediano plazo, los causantes de enfermedades crónicas y degenerativas, y el incremento en las tasas de cáncer y enfermedades inmunológicas son el resultado de tales abusos y malos manejos.

A su vez, el aumento en el consumo de combustibles lleva consigo la emisión de sustancias que contaminan la atmósfera. La gran diversidad de contaminantes emitidos, su reactividad y su estrecha relación con el comportamiento de variables meteo­rológicas naturales (radiación solar, temperatura, viento, lluvia y humedad) provocan la formación de nuevos compuestos quí­micos o nuevos contaminantes, que en algunos casos tienen re­percusiones aún más serias que los que se emiten de manera directa (veáse capítulo sobre calidad de aire).

Debido a este tipo de alteraciones, la calidad del aire se en­cuentra en proceso de deterioro permanente, y sólo una estrecha vigilancia de los niveles y del comportamiento de los contami­nantes presentes en la atmósfera, así como de sus fuentes gene­radoras, evitaría daños (algunos irrev~rsibles) en la salud del hombre y la biota en general. ·

Normalmente, se efectúan monitoreos automatizados de aire, con aparatos de medición altamente sofisticados y vinculados a

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sistemas de captura y transformación de datos computarizados, a fin de conocer al instante las posibles alteraciones en la cali­dad del aire, y tomar oportunamente las decisiones que protejan la salud y el entorno. Entre los factores que más afectan la salud y el bienestar del ser humano -su entorno, la calidad de los edificios y los patrimonios histórico-arqueológicos -destacan el ozono, el monóxido y bióxido de carbono, los monóxidos y bióxidos de nitrógeno, el bióxido de azufre, el plomo y las par­tículas suspendidas, para sólo mencionar a los más importantes.

Los contaminantes del aire afectan a los seres humanos y repercuten en todos los ecosistemas. Así por ejemplo, el bióxi­do de carbono afecta el balance de energía de la atmósfera pro­duciendo el "efecto invernadero"; daña también la fisiología de las plantas, cambiando las relaciones competitivas dentro de los ecosistemas y limita el movimiento de las especies animales al regionalizar climáticamente sus áreas de supervivencia. Por otra parte, los clorofluorocarbonos ( CFC) dañan la capa superior de la atmósfera, destruyendo la capa de ozono protectora de los rayos ultravioletas, la biota del planeta; el creciente hoyo de ozono sobre los dos polos ha provocado ceguera entre los ani­males y un aumento importante en cáncer de piel entre los hu­manos.

Por ejemplo, la Secretaría de Salud reporta que cada con-tingencia ambiental en el Valle de México, hace que 522 000 personas presenten afecciones en las vías respiratorias, y que 130 000 demanden atención médica urgente. Por otro lado, el Instituto Nacional de Ecología señala que el 88% de los días del año se violan las normas de calidad del aire en la ciudad capital.

El ejemplo muestra claramente que es responsabilidad de todos los habitantes de las ciudades (incluidos los visitantes), conservar las buenas condiciones de la atmósfera, y la del go­bierno es garantizar una adecuada calidad del aire a cada ciu-dadano.

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Destrucción de la biodiversidad en México

Se calcula que en el mundo ya se ha perdido la mitad de los bosques tropicales, y que de continuar las tendencias actuales, en dos o tres décadas podrían desaparecer totalmente. La tala inmoderada, la búsqueda de espacios destinados a la agricultu­ra, ganadería, zonas urbanas y el bosque como combustible, son las causas de la desaparición de las cubiertas arbóreas. A esto debemos agregar la lluvia ácida, la erosión, los incendios, inun­daciones y sequías que afectan a grandes regiones de nuestro planeta.

Esta pérdida tiene un costo elevado para la humanidad. Bas­te recordar que la mitad de las especies de animales y plantas del mundo viven en los bosques, que los árboles limpian nues­tro aire, generan las condiciones del ciclo hidrológico y que su destrucción afecta todo el clima.

El42% de los bosques del trópico húmedo que existían an­tes de la colonización fueron destruidos definitivamente. En África Occidental y Oriental se trata del 72%; en África Cen­tral, del 45%; en América Central y del Sur, del 37%. En el subcontinente de la India en Sudasia, se destruyó el63% de los bosques húmedos y en Asia del Sudeste el 38% (Indonesia, Malasia, Filipinas) (Strahm, 1990. pp. 93 y ss.).

Los intentos para solucionarlo han sido muchos: áreas pro­tegidas, jardines botánicos, zoológicos e incluso la creación de bancos de genes; pero las soluciones de fondo deben encami­narse a recuperar los hábitats naturales de estas especies. Sin embargo, no son solamente las áreas naturales las que se en­cuentran en proceso de deterioro. Según cálculos de la Organi­zación de las Naciones Unidas si continúan las tendencias ac­tuales, para el año 2000 casi un tercio de las tierras cultivables en el mundo podrían volverse improductivas.

Con una superficie de casi dos millones de kilómetros cua­drados y una población cercana a los 100 millones de habitan­tes, la república mexicana tiene un 67% del territorio conforma­do por regiones áridas o semiáridas. Los suelos de estas zonas

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son someros, generalmente sueltos, a veces montañosos y po­bres en materia orgánica; los suelos ricos en nutrientes se loca­lizan en llanuras y valles, donde se pueden desarrollar la agri­cultura de riego y la ganadería. Los principales problemas que enfrentan los primeros son la erosión y los segundos, el aflora­miento de sales y la contaminación por agroquímicos.

La zona templada coincide con los dos principales sistemas orográficos y el eje neovolcánico. En general, sus suelos son de origen volcánico, delgados y de buena fertilidad. En esta zona predominan las actividades forestales, la ganadería y la agricul­tura. En el trópico seco, de relieve montañoso y fuertes pen­dientes, se tienen suelos delgados y de baja fertilidad. La princi­pal actividad es la ganadería y la erosión es muy alta.

Finalmente, la distribución de los suelos en el trópico hú­medo, está influenciada por la topografía. En las planicies cos­teras existen suelos con buena fertilidad que se emplean en la agricultura, y las zonas montañosas se utilizan básicamente en actividades forestales. No obstante, políticas de tala inmodera­da, plagas e incendios forestales acabaron con un 70% (INEGI, 1993) de la cubierta boscosa. Anualmente, se desforestan entre 400 000 y 800 000 hectáreas (Carabias, 1994.).

México ocupa el quinto lugar mundial en materia de biodi­versidad biológica, aunque la destrucción de hábitat, producto de la desforestación y la erosión, ha provocado que día con día se pierdan varias especies de animales y plantas. Actualmente, el 80% del territorio sufre algún nivel de erosión y en el30% esta erosión es severa (/bid.).

Sin duda alguna, es Chiapas el estado con mayor biodiver­sidad y disponibilidad de biomasa. A pesar de su enorme rique­za natural es el más pobre en cuanto a indicadores de margina­lidad, acceso a los servicios públicos, ingreso, empleo, bienestar y derechos humanos. La enorme disponibilidad de agua, acom­pañada de un clima tropical y templado en las zonas más altas, generó una excepcional riqueza de flora y fauna silvestres. De los más de siete millones de hectáreas, dos tercios tienen voca­ción forestal, de los ck'ales una cuarta parte fue protegida como

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área natural: cinco Reservas de la Biósfera (Montes Azules en la Selva Lacandona, El Triunfo, Ocosingo y Lacan-Tún); tres Parques Nacionales (Cañón del Sumidero, Lagunas de Monte­bello, Palenque); tres Monumentos Naturales (Bonampak, Yax­chilán, Ocosingo); cuatro Zonas Sujetas a Conservación Ecoló­gica (Acalá, Ocosocoal!,tla de Espinosa, San Cristóbal de las Casas y los Altos; seis Areas de Protección de Recursos Natu­rales (Cascada de Agua Azul, Selva del Ocote, Chanal, San Fer­nando, Tumbalá, Mapastepec ); cinco Áreas de Protección de Flora y Fauna Silvestre y Acuática (Chilón, Ocosingo, Ocoso­coautla de Espinosa, Tonalá, Villaflores) y cuatro Reservas Eco­lógicas (Jiquipilas, Ocosingo, San Cristóbal).

Llama la atención ]a protección ecológica para el municipio de Ocosingo, famoso no sólo por la más cruenta matanza de integrantes del EZLN, los primeros días de enero de 1994, sino también por su invaluable riqueza biológica, que obligó a las autoridades a declarar en este municipio ocho tipos de protec­ción ambiental. Asimismo, son de lamentar los gigantescos in­cendios forestales que en 1998 consumieron cientos de miles de hectáreas con alto valor biológico y difícilmente reemplazables en el corto plazo. Doblemente preocupante es (si es verdad) que dichos incendios fueron inducidos por razones estratégicas, no­ticia difundida por diversos periodistas y población del lugar. Conociendo el valor biótico que se destruyó, se trataría simple­mente de un ecocidio de monumentales dimensiones y sin justi­ficación alguna, particularmente cuando se aducen razones geopolíticas y militares.

Esto es más serio aún, puesto que el fenómeno de los incen­dios forestales provocados en Chiapas no sólo obedece a razo­nes militares, sino también a la ganadería extensiva en manos de los tradicionales caciques, que aprovechan los terrenos des­montados para pastoreo y que defienden ~us intereses económi­cos por encima de cualquier criterio social, político o ecológico. No obstante, Chiapas todavía cuenta con el 31% de todos los bosques tropicales altos y medianos del país (Ornelas, 1992) y por lo mismo con la producción de biomasa de la nación. Buena

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parte d~l mundo depende de la conservación de estos bosques, dado que el42% de la biomasa vegetal y del oxígeno en el pla­neta provienen del bosque tropical (Strahm, 1990. pp. 94-95).

Perspectivas

Todo ser humano por la sola condición de serlo posee derechos inalienables que deben ser reconocidos y amparados por las le­yes. Las diferentes civilizaciones han otorgado al hombre estos derechos, aunque no siempre se concebían de la misma manera.

Es a partir del Renacimiento y especialmente en el siglo xvn cuando empieza a generalizarse el reconocimiento a los dere­chos esenciales del hombre, y es así como la Delegación de Independencia de los Estados Unidos de América y la Declara­ción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, formulada por la Asamblea Nacional Francesa, dan pauta al reconocimiento de los derechos a la libertad, a la propiedad y a la resistencia a la opresión.

Los derechos naturales fueron declarados como la libertad de pensamiento, de expresión, de reunión, de protección contra la detención arbitraria y de trato injusto de gobernantes o jueces. La segunda generación de derechos humanos surge en el siglo XIX y se refiere a los derechos económicos, sociales y culturales. Por último, la tercera generación de derechos surge después de la II Guerra Mundial. Entre ellos destacan: el derecho a la paz, el derecho a la salud y el derecho a un entorno no contaminado.

En la Asamblea General de las Naciones Unidas del lO de diciembre de 1948, se proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se agrupan todos los derechos establecidos con anterioridad, y además se proponen otros, como el derecho a un adecuado nivel de vida, y a la educación. El23 de marzo de 1976 se instituye el Tratado Internacional sobre Derechos Civiles, en el que se incluyen casi todos los derechos de la Declaratoria Univ~sal y se agrega el derecho a la no dis-, criminación. 11

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Posteriores reuniones han incluido nuevos derechos como la propuesta hecha en la Reunión de Río, donde al principio del Informe de la Conferencia se establece que "Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sustentable. Tienen derecho a una vida saludable y productiva, en armonía con la naturaleza" (ONU, Río de Janeiro, 1992).

La garantía de todos estos derechos está estrechamente re­lacionada con el medio ambiente: se requiere un ambiente sano para garantizar los derechos a la salud, al bienestar, a la educa­ción, a un adecuado nivel de vida, a un entorno no contaminado y a la paz; en síntesis, a una vida digna.

¿Qué significa la destrucción de los recursos naturales para el desarrollo actual y futuro del ser humano y su entorno? No cabe duda que mientras no se concientice al conjunto de la so­ciedad acerca del valor económico de los bienes naturales, nun­ca tendremos respeto a los derechos humanos relacionados con el entorno, la salud y la calidad de vida.

Los derechos de la mujer y de los niños ante el ambiente

La degradación del ambiente afecta a todos los seres humanos, pero frecuentemente estos impactos son más directos en las mu­jeres, particularmente durante el embarazo y la lactancia, así como en los niños, cuanto más pequeños, más expuestos. El impacto de la desforestación, desertificación, contaminación del aire, residuos peligrosos, etc., provocan en mujeres y niños efec­tos a veces irreversibles en salud y comportamiento.

A su vez, como educadoras en el hogar, las mujeres des­empeñan un papel fundamental en la ordenación del ambiente y del desarrollo. "Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sustentable". Así lo establece el principio 20 del Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarro­llo. Más aún la política de la sustentabilidad no sólo protege al

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niño frente la contaminación, sino que también le ofrece un derecho básico de vida con calidad tanto a él como a las gene­raciones futuras.

A medida que los ecosistemas frágiles se van deteriorando, las comunidades se van desplazando, y en particular son las mu­jeres y los niños quienes se ven forzados a alejarse de las activi­dades productivas para convertirse en una potencial amenaza al ambiente. No es casualidad que 280 millones de habitantes es­tén afectados por el fenómeno de desertificación en todo el mundo; 135 millones tan fuertemente que están amenazados de hambrunas (Strahm, op. cit. pp. 96-97).

Por ello, la mujer ha tomado frecuentemente el liderazgo de promover la protección del ambiente, de reducir, reusar y reci­clar los desechos sólidos; de producir composta, pero sobre todo de disminuir el consumo para no derrochar los recursos. La mu­jer indígena por ejemplo, tiene un gran conocimiento del eco­sistema en que se desenvuelve, y es necesario fortalecer el pa­pel decisivo que desempeña en la conservación del medio. En la mayoría de las localidades, la mujer alimenta y educa a los hijos y mediante labores agrícolas adopta el liderazgo producti­vo de la familia; es muy frecuente que los hombres se desplacen grandes distancias en busca de trabajo, o se incorporen al traba­jo asalariado.

Sin embargo, casi siempre se separa a las mujeres de la toma de decisiones en materia de ambiente. A fin de evitarlo, hay que garantizar a la mujer el derecho de prepararse, de com­prometerla en la elaboración de la política ambiental de su lo­calidad, su país o el mundo, y de contar con la conservación de recursos naturales para garantizarle a ella y a sus hijos una vida digna.

No es casual que en el reporte de la Cuarta Conferencia Mun­dial de la Mujer, celebrada en Beijing1995, se establecieran en­tre otras, las siguientes bases de acción que deben ejecutar los gobiernos de casi todos los países en cuanto al papel que la mu­jer desempeña en el ~biente:

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Fuenteovejuna o caos ecológico

• "Asegurar oportunidades para las mujeres, incluyendo a las indígenas, a participar en la toma de decisiones sobre el ambiente en todos los niveles, incluyendo el de admi­nistradoras, diseñadoras, planeadoras, implantadoras y evaluadoras de proyectos ambientales."

• "Facilitar e incrementar el acceso de las mujeres a la in­formación y educación, incluyendo las áreas de la ciencia, tecnología y economía, reforzando sus conocimientos, ha­bilidades y oportunidades para participar en decisiones am­bientales."

• "Fortalecer el papel de las mujeres como productoras y consumidoras, pues ellas pueden efectuar acciones am­bientales junto con el hombre en sus hogares, comunida­des y lugares de trabajo".

• "Promover la participación de comunidades locales, en par­ticular de las mujeres, en la identificación de necesidades de servicios públicos, planeación y diseño de su infraes­tructura urbana" (ONU, 1995).

Por otro lado y con relación a la garantía de los derechos de los niños, establecidos por los gobiernos de los Estados en la Convención de las Naciones Unidas en 1989, se resaltan los derechos a la no discriminación, supervivencia y desarrollo, edu­cación, salud, niveles básicos de vida y protección contra los efectos de la guerra. Todos ellos requieren de un desarrollo sus­tentable a largo plazo.

En resumen, los derechos humanos representan una gama amplia de luchas y conquistas sociales, a fin de superar la vio­lencia estructural, la iniquidad y la pobreza. En un mundo pola­rizado por sobre y subconsumo no hay calidad de vida, bienes­tar, paz, salud mental y física. Sólo con esfuerzos de conjunto, de superación de todas las deficiencias, de potencialización de la creatividad humana al servicio de una :..sustentabilidad y una ecología humana sana, es posible transtormar los deterioros planetarios hacia un futuro deseable. Donde vecinos globaliza­dos y una responsabilidad proporcional por las emisiones y con-

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El ambiente: un derecho humano inalienable

taminantes en los países del Norte y del Sur, así como una co­rresponsabilidad mundial ante los cambios climáticos, la pérdi­da de la capa de ozono, la contaminación de agua, aire y suelo; los avances científico-tecnológicos, y más que nada, una con­ciencia mundial activa de corresponsabilidad, nos llevará hacia un futuro promisorio de paz, justicia, equidad y bienestar.

La situación es crítica: los daños y deterioros rebasan los esfuerzos de solución y conservación. Empero, no habrá futuro alguno sin el cuidado de los derechos ambientales. Es una ur­gencia que no admite aplazamientos, se pone en riesgo la vida de millones de personas.

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Apuntes conclusivos

El cuestionamiento de ¿fuenteovejuna o caos ecológico? es de­cir del futuro de México, y en particular del manejo de los re­cursos naturales, tiene múltiples aristas. Aunque la larga crisis económica que se inició en 1976, (y que todavía no parece tocar fondo),· despliega un escenario bastante desesperante para lapo­blación de bajos ingresos -los campesinos, las emergentes cla­ses medias e incluso la clase media alta- abre caminos alterna­tivos gracias a riquezas naturales y la abundancia de paisajes de nuestro país. Con ello, la "esperanza que muere al último", de acuerdo a un dicho popular, abre a las regiones y en particular a las del centro del país, alternativas de manejo y aprovechamien­to de los recursos naturales. Si durante miles de años la pobla­ción indígena fue capaz de cuidar y aprovechar racionalmente los recursos naturales --como es el caso de Morelos- no hay razón para que, con la participación comprometida de todos y una planeación gubernamental rigurosa, honesta y a favor de los menos favorecidos, no se puedan diseñar vías positivas de un desarrollo que incluya a toda la población, supere la iniqui­dad y garantice calidad de vida y bienestar a las generaciones venideras, sin destruir el entorno.

Es por ello que en el desarrollo de este libro se propusieron, dentro de un enfoque de sustentabilidad y con la participación de la sociedad, escenarios deseables que incluyan un manejo racional del espacio ecológico en su propia temporalidad. Son particularmente importantes los que se vinculan con:

• Ordenamiento ecológico y poblacional en zonas urbanas. • Regeneración ®. áreas agrícolas y naturales.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

• Procesos productivos cíclicos (integrados vertical y hori­zontalmente), que eviten la contaminación al fin del tubo

, y propicien procesos productivos limpios, con reducción, reuso y reciclaje de desechos.

• Economía y ecología relacionadas dentro de un "mercado verde", donde precios, subsidios, estímulos, impuestos, deudas, multas y otras sanciones impulsen la inversión am­biental.

• Superación de pobreza y generación de vida con calidad, mediante la creación de empleos no contaminantes y bien remunerados, dentro de un marco de desarrollo s\istenta­ble, que erradique el sobreconsumo y promueva una eco­logía humana con salud y bienestar para todos.

• Efectos globalizadores con vecinos globalizados y una res­ponsabilidad proporcional de las emisiones y contaminan­tes en los países del Sur, así como una corresponsabilidad mundial ante los cambios climáticos, la pérdida de la capa de ozono, la contaminación de agua, aire y suelo.

Pero no habrá avances, ni futuro deseable si no existen polí­ticas ambientales sostenidas o duraderas, que se gesten a partir de las demandas y en coordinación con la población directa­mente involucrada. Su ejecución estaría coordinada por las au­toridades locales y regionales responsables -y vigilada por la Federación- dentro de un marco legal distinto y totalmente descentralizado, que otorgue la normatividad general a las ins­tancias nacionales pero sin capacidad ejecutiva en el manejo. Esto evitaría la burocratización de la gestión ambiental, y dado el involucramiento de la población, impediría la corrupción, me­joraría la obra pública y reduciría las inversiones suntuarias e innecesarias. Obviamente con este proceder se erradicaría la bu­rocracia, la duplicación de funciones y se generaría una admi-nistración ágil y moderna. \

Tampoco habrá futuro con calidad de vida y bienestar sin una política poblacional y habitacional que sea integral. La pri­mera debe estar soportada y apoyada por las mujeres, mientras

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Apuntes conclusivos

que la segunda requiere de procesos de concertación, ejecución y posteriormente de una vigilancia sin corrupción en manos de funcionarios locales competentes y honestos.

Los procesos de contaminación y deterioro de la calidad de vida son provocados básicamente por la falta de una política energética y de comunicación. En la medida en que el transpor­te privado y los intereses de los "lobbies" de la industria auto­motriz y de las "siete hermanas petroleras" dominen en los ám­bitos mundiales, no habrá mejoramiento global del ambiente. Los efectos mundiales se agudizan cada vez más y el deterioro de la calidad de vida es evidente a corto y mediano plazo. EJem­plos patentes son la destrucción de la capa de ozono, los efectos cada vez más agudos del fenómeno natural de El Niño, sea por inundaciones en ciertas partes del planeta, sea por sequía e in­cendios forestales en otras.

La política económica, de industrialización y terciarización debería tomar en cuenta la generación de empleos sin contami­nación. De acuerdo con la disponibilidad de los recursos natu­rales y los mercados consumidores, se debería establecer una política de ahorro en transporte de materia prima, productos elaborados y en desplazamiento de mano de obra; además, de­bería aprovecharse la economía de escala en cada sitio. Esto significa otra vez círculos locales y regionales y no escenarios globalizados.

Una política agropecuaria, forestal y acuícola rigurosa, no sólo produce alimentos, seguridad y soberanía alimentaria e in­sumos industriales, sino que arraiga a la gente a su terruño, erradica la pobreza rural lacerante, reduce los flujos migratorios y las demandas de servicios en las ciudades perdidas. Es mucho más barato producir un empleo permanente en el campo que en una industria altamente tecnificada. Más aún, el empleo rural es sinónimo de estabilidad política y puede, bien manejada, con­vertirse en seguridad ecológica, si conserva y recupera los re­cursos naturales estratégicos y necesarios en la vida cotidiana.

En resumen, una política socio-ecológica eficiente y eficaz está basada en: ,,

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Fuenteovejuna o caos ecológico

• Participación ciudadana • Corresponsabilidad productiva • Superación de pobreza con equidad • Cuidado de recursos naturales como bienes escasos • Uso de recursos renovables en lugar de no renovables • Gestión ambiental sin corrupción, descentralizada y sin

burocracia • Servicios y obras públicas, que beneficien a la mayoría de

la población y no a sectores estratégicos de la economía, léase capital financiero y especulativo

• Fomento industrial, agropecuario y de servicio dentro de un contexto de sustentabilidad

• Instrumentos legales, normas y reglamentos, y rigurosa aplicación de los existentes, de manera totalmente des­centralizada

• Cultura ecológica y educación ambiental • Política tecnológico-científica que combine los conoci­

mientos tradicionales propios de la idiosincracia indíge­na, con los avances científicos modernos, a fin de conser­var, recuperar y cuidar al entorno

• Carrera tecnológica-humanística, donde los avances cien­tíficos y tecnológicos se supeditan al bienestar de la ma­yoría de los habitantes del planeta y no en función de inte­reses económicos mezquinos de pequeñas élites

Por último, los efectos de la contaminación no respetan ni zonas, ni clases sociales. Dañan por igual a ricos y pobres, afectan su salud, reducen la calidad de vida y el bienestar. En este con­texto generalizado se abren perspectivas novedosas y multidis­ciplinarias, propias del milenio que viene. Las situaciones serán complejas, las estrategias múltiples, pero el cuidado del entorno le dará una nueva dimensión a las luchas y preocupaciones. También decidirá si habrá futuro deseable o catástrofe local, regional y mundial en el tercer milenio. De todos nosotros y de cada uno en particular, depende cómo se desdibuja este futuro, es más, de nosotros y nuestro compromiso depende si hay o no futuro.

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Apuntes conclusivos

México y la aldea global

En este contexto valdría la pena pensar en este último capítulo ¿cómo insertar a México en un mundo caracterizado por la globalización, donde los flujos financieros están afectando eco­nomías enteras y donde se requiere con urgencia modelos alter­nativos de manejo de las condiciones socio-económicas, pero también las laborales, ideológicas y ecológicas? Esto no es un problema técnico sino que atañe a lo más profundo del ser hu­mano, su sentir y proceder moral y ético.

En la aurora de un nuevo milenio y frente a los veloces cam­bios que se presentan en el ámbito mundial, una geopolítica dis­tinta donde el conflicto Este-Oeste se desintegra, pero el de Nor­te-Sur se agudiza, y donde el continente asiático empieza a sacudir al conjunto del sistema monetario mundial, es necesario reflexionar en la solución de los conflictos de bienestar, políti­cos, económicos, sociales, bélicos y ambientales, para encon­trar caminos distintos de resolución a problemas ancestrales y recientes. Las nuevas formas de actuar tienen que incorporar también los conflictos más locales, como es el surgimiento de regionalismos, nacionalismos, acompañados de xenofobia, ra­cismo, fundamentalismo, discriminación femenina y de niños, pobreza y marginalidad. A su vez, los avances en medicina es­tán cambiando los equilibrios demográficos tradicionales: la re­ducción de la mortalidad infantil convierte a los países en de­sarrollo en pueblos jóvenes, que deben enfrentar con presupuestos limitados, graves problemas de infraestructura bá­sica, de servicio y de empleo. En cambio, en los países desarro­llados, los avances médicos y hospitalarios aumentan la longe­vidad de la población y los ancianos presionan sobre el sistema de seguridad social, sostenido por un la fuerza de trabajo acti­va, cada vez más restringida por las elevadas tasas de sub y desempleo.

Esta complejidad de problemas mundiales requiere de re-flexiones profundas y 1~e caminos novedosos, los cuales vincu­lan un concepto genet:al como el del desarrollo sustentable a

311

Fuenteovejuna o caos ecológico

valores universales de equidad, justicia y democracia. El nuevo paradigma: la seguridad humana, de género y ecológica, en un mundo cada vez más interrelacionado y globalizado, choca con la idealización de las fuerzas del libre mercado como única he­rramienta de lograr avances científicos, eficiencia, bienestar y calidad de vida. Crecen las críticas a este modelo de desarrollo, no sólo por parte de grupos progresistas, sino también por sec­tores tradicionales de las iglesias y aun del capital especulativo (Soros, 1999), ante los crecientes números de muertes por falta de agua, hambrunas, destrucciones ambientales o crisis finan­cieras. Los refugiados de guerras fratricidas y religiosas, así como los contingentes poblacionales que se vieron obligados a aban­donar sus lugares de origen por destrucciones ambientales, ta­les como desertificación, salinización, contaminación de tierras, agua y aire, inundaciones permanentes, resultado del efecto in­vernadero, enfermedades degenerativas o en el sistema inmu­nológico (causados por el adelgazamiento de la capa de ozono en todo el planeta) hacen urgente la aplicación de conocimien­tos científicos que enfrenten eficazmente dichos problemas. Urge plantear escenarios factibles y deseables en el corto o mediano plazo y proponer políticas científicas dirigidas hacia el mundo, la región y la comunidad, a fin de contrarrestar los efectos nega­tivos.

Este libro exploró algunas caminos acerca del manejo ra­cional de los recursos naturales y del mejoramiento de la cali­dad de vida. No cabe duda que el dogma del libre mercado tiene que ceder en aras de la pobreza generada durante las últimas tres décadas fracasadas de desarrollo. A su vez, la globalización de los fenómenos naturales otorga a los países del Sur un nuevo papel, no sólo como países productores de materias primas cada vez más baratas, sino también como zonas de amortiguamiento de graves daños ambientales. El reforzamiento entre avances científico-técnicos, en particular la biotecnología, la medicina tradicional, la genética (para sólo mencionar los más relaciona­dos con nuestro tema), ofrecen a la localidad, a la región, y a veces hasta al continente, alternativas al deterioro sin destruir ni

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Apuntes conclusivos

la amplia biodiversidad ni el germoplasma natural o la salud humana. Los crecientes problemas de salud pública: en el he­misferio Sur, por la carencia de servicios médicos y medicinas accesibles; y en el Norte, donde los efectos secundarios de me­dicamentos tóxicos obligan a la población a pensar más inte­gralmente los tratamientos y a cambiar sus estilos de vida, para promover una prevención eficaz contra las enfermedades, y una muerte digna a los ancianos o a los enfermos graves.

No cabe duda que el enfoque holístico que surge a partir de las reflexiones sobre el desarrollo sustentable encuentran en la medicina una inmediata aplicación, ya que también en los paí­ses industrializados los costos de un tratamiento completo de una enfermedad grave son sumamente elevados, además de ha­ber mostrado dudosa eficiencia y creciente deshumanización, más aún cuando se trata de enfermedades incurables. En este caso, los tratamientos pueden prolongar una vida precaria y fre­cuentemente el hospital es percibido por el paciente como tor­tura moderna, donde con instrumentos, quimioterapia, opera­ciones y otras terapias dolorosas, el paciente se ve aislado y se tiene que enfrentar solo a la muerte. En los países del Sur, ante carencias materiales, el enfermo espera generalmente el último paso en su casa, rodeado de sus familiares, y enfrenta su deceso de manera más "humanizada".

Pero también en cuanto a efectos negativos y secundarios de las medicinas, los avances científicos y farmacéuticos llega­ron a límites impuestos por el cuerpo humano; es necesario plan­tear un enfoque más antroposófico de los tratamientos, donde el cuerpo y el alma se manejen como unidad y donde, en aras de la calidad de vida, se puedan evitar tratamientos agresivos. Es tam­bién en este campo donde la medicina alternativa proveniente de México, China y otros países, puede aportar tratamientos me­nos aislados y más integrales. Precisamente la medicina tradi­cional está en "come-bac/C', por los elevados costos de los me­dicamentos y hospitalizaciones, pero aún entre personas con recursos que temen los.:efectos secundarios y prefieren un trato más humanizado a su(~uerpo.

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Finalmente, las reflexiones sobre equidad ubican el desa­rrollo sustentable en un nuevo eje geopolítico, donde el aprove­chamiento de los conocimientos y valores tradicionales enri­quecen los avances científicos para gestar un nuevo ser humano, capaz de enfrentar en términos sociales, personales, éticos, eco­lógicos y económicos los retos del milenio venidero.

El nuevo paradigma relaciona, por lo tanto, los dos signi­ficados de "oikos": la economía y la ecología, y postula que se deberían asignar valores económicos reales a los recursos na­turales y así obligar a las empresas a mejorar sus procesos pro­ductivos, reducir la contaminación y reciclar sús desechos. Adi­cionalmente, el factor de riesgo, al cual se ve expuesto la población y el entorno, puede adquirir valores económicos. Di­chas prácticas inciden positivamente en la reducción de los ries­gos de accidentes ambientales, ya que los costos pueden ser muy elevados y las empresas sustituyen dichos riesgos por procesos amigables con el entorno y la gente. Además, concientizan a la población frente a los peligros y por ende se inician procesos de presión social sobre un manejo alternativo y menos dañino de los procesos productivos.

Complementariamente, se deberían instrumentar políticas que impulsen los empleos limpios y bien remunerados, hecho que supera la pobreza y genera mayor equidad. A su vez, un manejo racional y eficiente de los recursos naturales permite enormes ahorros energéticos, menos contaminación y se apro­vecha la economía de escala en el reciclamiento. Fuentes alter­nativas como energía solar, eólica, hídrica, geotérmica, avances tecnológicos en ahorro y conservación de energía, manejo inte­gral de desechos sólidos, procesos completos de combustión, avances biotecnológicos que sustituyen el manejo agroquímico, producción agrícola mixta, polidiversa y con control biológico, abren retos novedosos hacia una globaijzación distinta, dentro de un marco de sustentabilidad, democracia, participación ciu­dadana, equidad y bienestar.

A su vez, el planteamiento holístico de un nuevo modelo de desarrollo reflexiona críticamente sobre las fuerzas del merca-

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.4.puntes conclusivos

do como único motor capaz de superar los problemas. El ejem­plo de Juchitán no sólo abre la perspectiva de la autosuficiencia y solidaridad intracomunal como criterio básico de vida, de con­vivencia y de corresponsablidad social, sino mostró científica­mente que no es mediante programas PROGRESA, Solidaridad y manejo sano de la macroeconomía que México puede resolver sus rezagos ancestrales y los nuevos, creados por una política macroeconómica equivocada. Más aún, la prolongada crisis, iniciado en 1976 y que arrastra cada vez mayores contingentes poblacionales hacia la miseria, es una evidencia empírica de que el neoliberalismo no es solución, sino causa de estragos económicos y caos ecológico. Lo dicho tampoco exime al Esta­do de sus obligacion~s con los pobres y adicionalmente a una política de autosuficiencia alimentaria, fomento al agro y a la pequeña y mediana industria, se requerirían programas especia­les enfocados directamente hacia aquellas personas que menos tengan o se encuentren discapacitadas. Al contrario, estos pro­gramas deberían partir desde la base de la sociedad y la idiosin­crasia mexicana como se pudo comprobar en el modelo Juchitán. Así se podrían superar las deficiencias de los programas como Progresa o Solidaridad que reparten pobreza y miseria asisten­cialmente, en lugar de generar y repartir riqueza inequitativa­mente acaparada.

Esto significa tanto en la política macro y microeconómica un giro de 180°. Vale la pena voltear los ojos hacia el interior del país. Harvard, Y ale, Stanford, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional mostraron la realidad de su modelo en la pobreza, la miseria, la violencia y la frustración crecientes. Ante un mundo "sin historia" no queda más que retomar ejem­plos de nuestro país, donde en una zona indígena, en uno de los estados más pobres existen mujeres capaces de resolver mucho más eficientemente con sus propios recursos, pero con una filo­sofía de vida distinta, los problemas de marginalidad, minusva­lidez y pobreza. El autoconsumo y los mercados locales siguen siendo en las zonas rurales, (por cierto donde existe la pobreza

{(. fi dfi" . más lacerante), un me~~uusmo e tcaz para superar e tctenctas;

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Fuenteovejuna o caos ecológico

sobre todo cuando se plantea en términos de mercados regiona­les, el intercambio justo entre materias primas y productos ela­borados o de solidaridad con el más débil. Pero las mujeres ju­chitecas muestran también al resto del mundo cómo se puede ser solidario con tacto, de modo que el beneficiado no sienta que es limosna y pueda recibir con dignidad. Estas prácticas son olvidadas y pudieran redignificar al ser humano, además de que evitarían que las personas beneficiadas abusaran o desarro­llaran una actitud de dependencia frente al donador.

¿Serán éstas las reflexiones más sobresalientes para abrir un horizonte distinto en el nuevo milenio y llegar a las genera­ciones actuales y venideras, no sólo con esperanzas prometedo­ras sino con procesos sociales de integración?

Sin embargo, el modelo planteado también contiene contra­dicciones propias. Existe un peligro real en el avance de las alternativas técnicas en biotecnología, eficiencia energética en uso y conservación, tecnología limpia, reciclamiento y sustitu­ción de materiales peligrosos. Casi todas estas patentes están en manos de grupos transnacionales. Dicho fenómeno pudiera con­centrar aún más el poder en unas pocas manos y agudizar la disparidad entre Norte y Sur, ya que los precios mundiales y los términos de intercambio son desfavorables a los países en desa­rrollo y las materias primas, mientras que se privilegian las tec­nologías, los conocimientos y los productos elaborados.

Por otro lado, la fusión atómica en el pasado, así como la quema de energía fósil, la producción eléctrica mediante termo­eléctricas, la genética y otros manejos científico-técnicos han llevado al mundo a cargas ecológicas muy delicadas, que hipo­tecan la supervivencia del planeta en el presente y el futuro. Resulta claro que el camino andado exige modificaciones pro­fundas, tanto en el Sur como en el Norte, pero la ciencia y la tecnología tendrían que servir a las ne~esidades humanas y no al gran capital transnacional y especulativo.

Frente a estos complejos problemas, países como México, caracterizados como potencia media y con amplia biodiversidad, que cuenta con universitarios capaces de generar conocimien-

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Apuntes conclusivos

tos científicos y técnicos, y una cultura indígena ancestralmente capaz de conservar ecosistemas frágiles, abren un potencial cien­tífico-tecnológico para conservar lo autóctono, innovar lo facti­ble y recuperar lo destruido por las décadas pasadas de indus­trialización contaminante y rapiña de recursos naturales.

Finalmente, esta obra fue escrita en función del ser humano que vive organizado en comunidad, barrio o ciudad. Por ello, el concepto de ecología humana alberga novedosos pensamientos que vinculan el desarrollo individual con el social. Abre el es­pacio hacia la salud individual y pública, a la vez que lo relacio­na con su entorno natural. Parte de una totalidad indivisible, donde bienestar, salud o solidaridad mundial se basan en nue­vos valores, que cuestionan hábitos y prejuicios culturales (et­nocentrismo), propios de los países del Norte, donde un mayor ingreso se logra generalmente a costa del tiempo libre y del des­canso; la mayor movilidad geográfica se acompaña con la pér­dida de relaciones humanas, compromisos sociales, vínculos in­trafamiliares y relaciones comunitarias; el trabajo asalariado sustituye al trabajo familiar de subsistencia, abocado más hacia la vida productiva a pequeña escala y relaGionado con el auto­consumo; éxito y ascenso social limitan la calidad de las rela­ciones interpersonales, producen fenómenos de estrés y dejan menos tiempo libre. Por ello, el reto de un desarrollo sustenta­ble abarca desde la economía, pasa por la salud, la calidad de vida y las relaciones interpersonales, propicia felicidad y ascen­so social no a costa de otros hombres, de otras naciones o de la naturaleza, sino en solidaridad y con estricto manejo de los re­cursos: con sobriedad y ahorro. Integra las propuestas de diver­sas conferencias mundiales como "pequeño es bello"; "pensar globalmente, actUar localmente"; "menos consumismo, más ca­lidad de vida"; "justicia y paz para todos".

Esta globalización distinta, ajena a los procesos de mono­polios y transnacionales, es anhelada tanto en los países del Norte -por la despersonalización, las enfermedades de estrés, las degenerativas y las inmunológicas, la falta de tiempo y una ca­lidad de vida consuiDt~ta, pero vacía- como en los del Sur,

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Fuenteovejuna o caos ecológico

acosados por pobreza extrema, en condiciones de vida infrahu­manas, falta de ingreso o trabajo, aguda iniquidad y creciente brecha entre grupos sociales. Sólo con un planteamiento de sus­tentabilidad individual, social, económico, político y ambien­tal, se logrará mayor equidad entre género, familia, comunidad, nación, continente y planeta. Este es el camino a seguir y no hay mucho tiempo que perder.

Los veinticinco años de crisis dejaron a los mexicanos un amargo sabor de boca, generaciones de jóvenes vieron trunca­dos sus expectativas de futuro, de vida, de trabajo, de estudio, de superación y de ascenso social. Mortunadamente México es un país rico en biodiversidad, calidad humana y solidaridad. Las catástrofes naturales están aumentando y cobrando cada vez más víctimas. Regresemos a la armonía entre naturaleza y so­ciedad; todavía estamos a tiempo y nuestro país, gracias a su privilegiada posición geográfica y social, tiene todos los recur­sos necesarios para llegar a buen fin. México tiene futuro, gra­cias a su gente y su naturaleza. ¡Trabajemos unidos en esta ar­dua, pero apasionante tarea! La recompensa será fuenteovejuna, paz, calidad de vida, bienestar, solidaridad y entorno sano, aun para las generaciones venideras.

Este llamado obedece, como se vio en la introducción, a un compromiso intrínseco a todo ser humano. Por el puro hecho de vivir en este planeta, de respirar, de comer y evacuar, pero tam­bién a la hora de insertarse en el mercado del trabajo y los procesos productivos, se presenta inmediatamente una altera­ción del entorno. Ésta puede dárse al usar los recursos natura-

¡ les, o por la contaminación que conllevan los procesos fabriles y humanos. Así se establece una manifestación de fuenteove­juna, donde la sociedad en su conjunto asume la responsabili­dad del deterioro. Nadie en particular es el causante del deterio­ro, pero todos inciden, participan y son culpables.

Esta reflexión lleva dos peligros iptrínsecos: por una parte genera un comportamiento de fatalidad frente a los procesos de deterioro, donde el simple hecho de respirar altera el entorno y como se requiere de oxígeno, se sigue destruyendo. Dentro de

318

Apuntes conclusivos

esta concepción pasiva, a veces acompañada de actitudes pater­nalistas y antidemocráticas, el fenómeno tenderá a agravarse, conforme crece el número de seres humanos y sus necesidades fisiológicas y productivas. El círculo vicioso empeora continua­mente el entorno y se llega a la falta de sustentabilidad.

El otro sentido de fuenteovejuna, por el contrario, se refiere a una sociedad consciente, educada y con visión de sus dere­chos y los daños potenciales, que se enfrenta decididamente al deterioro con gestiones de mitigamiento. De una actitud pasiva, el ser humano se convierte en gestor activo de su entorno, su presente y su futuro. Explora las posibilidades de reducir los daños antes de cometerlos, pero sobre todo establece jerarquías claras y responsabilidpdes proporcionales, de acuerdo con los niveles provocados de contaminación. Las industrias altamente contaminantes no sólo remediarán las emisiones al fin del tubo, sino que tendrán también que pagar por los riesgos ambientales y de salud a los cuales exponen a la población aledaña, pero básicamente, transformarán sus procesos productivos destruc­tores en tecnologías limpias.

Esta segunda vía establecerá niveles de responsabilidad, costos proporcionales, pero también negociaciones periódicas, a fin de neutralizar los efectos dañinos. En este sentido procede de acuerdo a los postulados del posmodernismo, donde un con­junto de mecanismos de negociación tratan de remediar los da­ños causados por los procesos. Pero tampoco escapa a la pro­funda contradicción, donde el número de recursos que se emplean es finito y mientras más se usan, menos quedan disponibles, llevando así a un callejón sin ·salida de concentración de proce­dimientos, en pocos manos, a1 propio sistema de mitigamiento. Aunque el mercado y los costos internalizados tienden, de acuer­do a la teoría liberal, a restringir los recursos a emplear, la reali­dad ya sea económica o ecológica, muestra siempre un proceso de profunda iniquida~, dado que en. este acerc~~nto la efi­ciencia se antepone stempre a la equtdad, al crecumento y a la redistribución. A su vez, el crecimiento infmito lleva a un co-r l • • , • • • lapso del mercado, a menos tnverston y acctones anttcontamt-

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Fuenteovejuna o caos ecol6gico

nantes y, por ende, al fin del desarrollo sustentable. Éste puede darse por razones políticas, dado que ante la escasez de recur­sos se puede recurrir a una apropiación bélica; por razones so­ciales, donde la miseria y el hambre acaben con los últimos re­cursos naturales, sin procurar su renovación y por causas estrictamente ambientales, donde la contaminación del aire, del agua y del suelo acaben con cualquier expresión de vida. Ob­viamente estos tres panoramas preocupantes pueden darse de manera combinada y acelerar el proceso de caos y destrucción.

Ante estos escenarios apocalípticos es conveniente retomar el leitmotiv del libro: la participación democrática y constructi­va de todas las fuerzas de las sociedad. Éstas no se pueden cons­truir en los macroespacios, sino sólo en mercados locales y re­gionales, como se vio claramente en el caso de J uchitán. Es en este escenario donde la catástrofe de una erupción volcánica, de una inundación o de un accidente ambiental, se convierten en la alternativa de un actuar solidario por parte de toda la población. Pero es también en estas fuerzas profundas y justas, donde los gobiernos locales deberían fomentar democráticamente la par­ticipación ciudadana, mediante la educación, la capacitación y el mejoramiento de los servicios públicos. Es el único nivel del quehacer humano donde puede superarse el caos, o peor aún, la nada, hacia la fuenteovejuna, con prácticas cotidianas y corres­ponsabilidad ciudadana. Sólo en este microcosmos se encuen­tran las raíces de un verdadera transformación que supera la ética inmediatista y de secuestro en un mercado, y crea las ba­ses de una sustentabilidad verdadera y a largo plazo.

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1

Índice de Cuadros

Vulcanismo: el Popocatépetl, un volcán activo Anexo. Posibles escenarios eruptivos del

volcán Popocatépetl 85

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos Cuadro l. Distrib\lción de las regiones del estado

y principales actividades 89 Cuadro 2. Descripción de las zonas monitoreadas 103

Áreas protegidas y su federalización Cuadro l. Biodiversidad en Morelos y su relación

con el país 135

Acuacultura en Morelos Cuadro l. Volúmenes producidos y valor 9e la

producción acuícola en Morelos: 1994-1997 163

Ciudadanos frente a la sustentabilidad Cuadro l. Los efectos de la migración en la

población del estado de Morelos 176 Cuadro 2. Población total, urbana y rural en el

estado de Morelos 1910-1990 177 Cuadro 3. Población económicamente activa en el

estado de Morelos para el año 1995 178

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social Cuadro l. Estado general de nutrición según

el indicador ta.U,.a-edad del municipio Juchitán de Zaragoza, (faxaca 244

321

Fuenteovejuna o caos ecológico

Cuadro 2. Estado de nutrición de niños según el indicador peso/talla Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 244

Cuadro 3. Estado de nutrición en menores de 5 años (peso/edad) Juchitán de Zaragoza, Oax~a 2~

Cuadro 4. Estado de nutrición en menores de 5 años (peso/sexo) Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 247

Cuadro 5. Índice de masa corporal por grupo de edad adulto del sexo masculino Juchitán de Zaragoza, Oaxaca · 24 7

Cuadro 6. Índice de masa corporal por grupo de edad adulto del sexo femenino Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 248

Cuadro 7. Estado de nutrición por grupo de edad (peso/talla) Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 249

Índice de Gráficas

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos Gráfica l. Fluctuación del monóxido de carbono

(Concentraciones máximas) 104 Gráfica 2. Fluctuación del bióxido de nitrógeno

(Concentraciones máximas) 104 Gráfica 3. Fluctuación del ozono

(Concentraciones máximas) 105 Gráfica 4. Fluctuación del bióxidb de azufre

(Concentraciones máximas) 106 Gráfica 5. Concentraciones máximas de ozono

(Monitoreo de 1996 y 1997) 107 Gráfica 6. Concentraciones máximas de bióxido

de azufre (Monitoreo de 1996 y 1997) 109

322

Índices

Gráfica 7. Ozono. Máximos mensuales en la ciudad de Cuerna vaca ( 1997) .111

Gráfica 8. Bióxido de azufre Promedio móvil 24 horas en la ciudad de Cuernavaca · 112

Acuacultura en Morelos Gráfica l. Embalses de agua en el estado de Morelos 157 Gráfica 2. Acuacultura en Morelos: producción

anual 1989-199.7 161 Gráfica 3. Producción y valor de peces ornamentales 164 Gráfica 4. Tipo de especies producidas en Morelos 165

Juchitán: alimentos como vehículo de justicia social Gráfica l. Esperanza de vida 203 Gráfica 2. Tasa de mortalidad infantil 203 Gráfica 3. Mortalidad preescolar 204 Gráfica 4. Tasa de mortalidad general 205 Gráfica 5. Tasa de mortalidad materna 205 Gráfica 6. Tasa de natalidad general 206 Gráfica 7. Infecciones intestinales infantiles 207 Gráfica 8. Infecciones respiratorias infantiles 207 Gráfica 9. Neumonías y bronconeumonías infantiles 208 Gráfica 10. Sarampión infantil 208 Gráfica 11. Infecciones intestinales en preescolar 209 Gráfica 12. Infecciones respiratorias en preescolar 209 Gráfica 13. Neumonías y bronconeumonías

en preescolar 21 O Gráfica 14. Sarampión en preescolar 21 O Gráfica 15. Analfabetismo general,.l991 (en%) 211 Gráfica 16. Grado promedio de escolaridad 212 Gráfica 17. Escuela incompleta 212 Gráfica 18. Deserción escolar 213 Gráfica 19. Reprobación escolar 213 Gráfica 20. Eficienpia terminal 214 Gráfica 21. Preesc0Íar a niños de 4 años (%) 214

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Fuenteovejuna o caos ecológico

Gráfica 22. Preescolar a niños de 5 años (%) Gráfica 23. Consumo aparente por habitante

en productos básicos: arroz (1981 = 100%) Gráfica 24. Consumo aparente por habitante

en productos básicos: frijol (1981 = 100%) Gráfica 25. Consumo aparente por habitante

en productos básicos: maíz (1981 = 100%) Gráfica 26. Consumo aparente por habitante

en productos básicos: trigo (1981 = 100%) Gráfica 27. Evolución de la población en Oaxaca Gráfica 28. Dinámica de la población en Oaxaca Gráfica 29. Evolución de la población en Juchitán

de Zaragoza, Oaxaca Gráfica 30. Causas principales de la mortalidad Gráfica 31. Defunciones por grupos de edad.

Promedios de 1990 Gráfica 32. Defunciones por año y sexo Gráfica 33. Nacimientos en Juchitán Gráfica 34. Pirámide de edad en Juchitán Gráfica 35. Alfabetismo en Juchitán Gráfica 36 .. Población ocupada por sector en

Juchitán Gráfica 37. Población económicamente activa en

Juchitán Gráfica 38. Aportación semanal al gasto por

grupos sociales en Juchitán Gráfica 39. Peso promedio mensual de recién

nacidos en Juchitán Gráfica 40. Encuesta Nacional de Alimentación

(Estado de la nutrición de la población menor

215

216

216

217

217 221 222

227 229

229 230 231 231 233

234

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241

243

de 5 años de acuerdo a talla-edad) 246

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lndices

Índice de Mapas

Calidad del aire y sus contaminantes en Morelos Mapa l. Regionalización en el estado de Morelos 90 Mapa 2. Distribución de las industrias en Morelos 96 Mapa 3. Distribución del parque vehicular en

Morelos 98 Mapa 4. Centros de verificación en Morelos 99 Mapa 5. Red automatizada de monitoreo

atmosférico 1 O 1

t.!

325

Índice analítico

A

abastecimiento: 43, 46, 50, 52, 186, 265,283,285

abono:27,49,51 acuacultura: 9, 25, 155, 156, 157, 158,

159, 160, 161, 162, 166, 167, 321,323

acuícola: 9, 50, 159, 160, 163, 167, 168, 309,321

acuíferos: 17, 18, 19,25,41,45,46,49, 69,123,134,175,180,181,185, 186,189,265,266,285,288,290

afloramiento: 293 África del Este: 17

del Oeste: 64 agenda XXI: 9, 148, 173 agotamiento:17,44,145,173,269,283 agricultura: 17,35,40,42,43,49,51,

52,55,58,65,69,129, 139,172, 174, 196, 219, 224, 234, 235, 252, 255, 278, 279, 282, 287' 292,293

orgánica: 33, 290 agroquímicos: 18, 21, 43, 122, 158,

285,290,293 agua: 7, 9, 10, 16, 17, 18, 20, 24, 25,

27,28,33,35,39,40,41,42,43, 44,45,46,48,49,50,51,52,53, 55,58,59,62,63,64,65,67,75, 93,123,127,134,138,145,155, 156, 157, 158, 159, 162, 165, 166, 167, 168, 169, 170, 171, 172, 174, 175, 179, 181, 182, 185, 186, 222, 22~ •. 230, 233, 265, 266, 269, 2~~~-~ 276, 279, 280, 281, 282, 283, 284, 285,

286, 287, 288, 293, 294, 299, 300, 303, 304, 305, 308, 312, 320,323

paleolítica: 45 potable: 21, 52, 74, 201, 259, 265,

267,270,279,283,285,287,302 aguas dulces: 17, 40, 41, 59, 123, 160,

172,174,276 saladas: 17, 276

ahorro:27,33,50, 185,186,196,199, 265,266,309,314,317

aire: 8, 10, 17, 20, 25, 28, 33, 51, 87, 88,91,94,96,97,99, 100,102, 108,111,112,113,114,116,117, 118, 145, 171, 181, 182, 185, 189, 230, 232, 264, 265, 268, 269, 270, 275, 276, 278, 279, 288, 290, 291, 29~ 296, 299, 300, 302, 308, 312, 320, 321, 323,327

alarma: 79, 80 alimentación: 18, 25, 30, 35, 55, 155,

193, 200, 201, 237, 240, 241, 242, 243, 245, 246, 248, 249, 259,275,325

alimentos: 9, 89, 91, 122, 144, 145, 155, 166, 168, 193, 194, 238, 242, 249,250,259,260,309,322,324

almacenamiento:45,74, 155,156,226 alternativas: 16, 26, 27, 30, 32, 138,

144, 150, 151, 160, 193, 195, 250,286,303,307,312,314,316

amas de casa: 40, 234, 240, 280, 282 ambientalistas: 40, 282 América del Sur: 146 amortiguamiento:312 ancianos: 228, 251, 311, 313

327

Fuenteovejuna o caos ecológico

anoxia: 49 Antártida: 40, 276 agricultura tropical: 18 Arabia S audita: 21, 41 áreas naturales protegidas: 8, 25, 33,

126,127,128,130,133,174,180 tropicales: 17

annonía: 148,172,296,318 arsénico: 49 asesoría técnica: 160 América Central: 17, 292 atmósfera: 20, 21, 22, 33, 46, 54, 58,

60,65,67,87,88,93,94,95,97, 100, 109, 110, 113, 124, 144, 145,171,172,183,276,290,291

autoridades educativas: 185 automóvil: 20 autorregulación: 29 auxilio: 75, 79, 80, 156

B

bagaje cultural: 28 bagre: 159, 162, 163, 165 basaltos: 66, 67 basura: 10, 19,20,21,27,92, 115,116,

171, 181, 182"," 185, 232, 258, 265,276,288,289,290

tóxica: 19 bellezas naturales: 1 O, 58, 257 benceno: 94, 115 bienestar: 16, 19, 23, 24, 26, 27, 28, 30,

31,34,35,39,54, 125,130,149, 155, 167, 172, 186, 188, 195, 196, 199, 204, 219, 221, 250, 251, 253, 254, 261, 263, 267, 269, 270, 279, 281, 289, 291, 293, 296, 298, 299, 307, 308, 310,311,312,314,317,318

biodiversidad: 10, 18, 19, 23, 25, 33, 58,125,126,135,167,278,292, 293,313,316,318,321

biomasa: 17, 22, 293, 294, 295 biorregiones neoárticas: 18

neotropicales: 18 bióxido de azufre: 63, 71, 92, 93, 102,

328

105, 106, 108, 109, 110, 112, 113, 117,291,323

de carbono: 20, 63, 64, 65, 94, 114, 124,145,171,265,276,291

de nitrógeno: 91, 93, 101, 102, 104, 110, 117, 323

bosque:24,25,134,189,257,292,295 templado: 186

burocracia 25, 167, 308, 310

e

cadmio: 49 caldera: 61, 67, 106, 109, 110, 115 calentamiento, global: 22 calidad de vida: 16, 19, 26, 27, 28, 30,

31, 33, 34, 42, 48, 53, 54, 124, 125, 137, 145, 149, 167, 168, 172, 182, 183, 187, 188, 189, 191, 193, 196, 197, 198, 202, 204, 206, 218, 249, 250, 251, 253, 258, 260, 262, 263, 264, 267' 268, 270, 275, 277' 281' 296, 298, 307, 308, 309, 310, 312,313,317,318,322,324

del aire: 8, 20, 25, 33, 87, 88, 91, 96, 99, 100, 102, 108, 111, 113, 114, 116, 118, 268, 290, 291, 302,321,322,325

cambio: 15, 20, 23, 27, 29, 39, 65, 71, 79,91, 122,123,124,129,130, 135, 137, 142, 143, 144, 151, 172, 180, 181, 184, 185, 188, 196, 202, 224, 242, 248, 253, 257' 263, 264, 266, 268, 270, 271, 279, 281, 288, 299, 300, 308,311

climático: 114 camino:40,64,172, 183,287,289,316,

318 caminos:31,75,84,189,307,311,312 campesinos: 21, 22, 23, 32, 33, 75, 122,

126, 128, 129, 139, 156, 157, 158, 160, 162, 165, 167, 168, 179,180,220,241,265,280,307

campo: 11, 15, 20, 43, 66, 73, 78, 84,

116, 122, 150, 168, 178, 201, 241,245,278,287,309,313

caos ecológico: 3, 13, 15, 307, 315 capa de ozono: 17, 21, 22, 65,277,291,

299,308,309,312 capacitación: 47, 52, 71, 76, 77, 108,

115,130,166,200,211,271,320 capital especulativo: 312 capnrra: 18,25,53,88,162,291 carencia: 17, 50, 126, 129, 150, 221,

280,286,313 carrera: 10, 13,188,266,310 casa: 11, 27, 40, 44, 51, 71, 82, 103,

152, 153, 223, 234, 238, 239, 240, 246, 280, 282, 287. 288, 294,313

ceniza: 59, 60, 61, 62, 64, 65, 70, 71, 72,73,81,84

centralización: 25, 128 centros turísticos: 18 CFC:21,22,65,291 científico: 11, 12, 13, 25, 26, 32, 116,

136,147,242,262,299,312,316 -tecnológico:317

ciudadanos: 9, 25, 26, 31, 53, 97, 171, 173,184,185,253,263,267,321

ciudades: 21, 40, 43, 44, 48, 49, 50, 51, 84, 92, 95, 134, 173, 178, 180, 184,188,227,267,283,291

perdidas: 20, 21,288, 309 clase social: 23 clima: 51, 58, 59, 113, 132, 145, 171,

174,175,176,226,276,292,293 clorofluorocarbonos: 21, 291 cobernrra:47,51,206,232 códices: 68, 142, 156 colaboración: 26, 29, 39, 82, 129, 132,

136,172,257 colonos: 23 colorantes: 49, 142 cornbustión:20,94,106,109,110,115,

268,314 cornposta: 27, 185, 186,266, 290,297 compromiso: 114, 130, 171, 173, 184,

18~ 195, 277, 27~ 2~0. 310, 317,318 1(

comunicación: 28, 31, 51, 60, 77, 80,

fndice analftico

175, 180, 185, 187, 200, 223, 266,309

concatenación: 116 concentración de riqueza: 252, 254 concentraciones:92,93, 102,103,104,

105, 106, 107, 108, 109, 110, 111, 112, 323

concertación:22,26, 78,97,132,309 conducción: 43, 44, 51, 188, 267,282,283 conflagración: 17 conflictos: 34, 44, 126, 160, 180, 220,

275,276,283,311 congestionarniento: 102, 103, 108 cono:66,67,68, 71,73 conocimientos: 16, 26, 32, 123, 125,

141, 142, 143, 147, 150, 151, 184, 263, 267, 268, 270, 271, 298,310,312,314,316

consurnidores:22,309 consurno:19,22,27,28,41,46,51,52,

87,159,162,164,172,175,181, 184, 195, 216, 217, 218, 234, 235, 240, 264, 265, 269, 276, 279, 281, 284, 285, 286, 287, 288,290,297,303,304,324

contaminación costera: 18 contarninantes:8,23,33,44,48,49,52,

87,88,91,93,94,95, 100,102, 110, 113, 114, 115, 116, 118, 134, 184, 185, 264, 287, 290, 291,298,308,319,321,323,327

continente:24,121,142,146,171,251, 311, 312, 318

contraloría social: 26 convivencia pacífica: 82 copperbloc: 33, 186,266 corresponsabilidad mundial: 22, 299,

308 corrupción: 24, 30, 130, 166,184,308,

309,310 cortezaterrestre:24,57,67 costos: 41, 44, 123, 131, 133, 149, 151,

160, 162, 166, 250, 251, 269, 283,286,287,313,314,319

cráter: 59, 62, 66, 67, 70, 71, 72, 73,84 crecimiento demográfico: 16, 20, 63,

134,182,287

329

Fuenteovejuna o caos ecológico

credo: 270 creencia: 34 crisis: 23, 26, 29, 31, 35, 121, 124, 138,

139, 144, 146, 149, 151, 167, 179, 180, 189, 193, 195, 197, 199, 202, 215, 218, 249, 251, 252,253,271,312,315,318

ambiental: 261 econóntica:21, 176,277,286,307

críticas: 17, 312 culnrra:10,12,27,83,87,93,124,131,

139, 151, 152, 168, 184, 185, 186, 219, 253, 260, 263, 264, 266, 268, 272, 273, 288, 302, 305,317

ecológica: 137, 186, 262, 310 Cumbre por la Tierra: 171, 280

CH

china: 12, 17, 125, 141, 142, 150, 313

D

DBO: 284 débil: 34,129,166,316 décadas perdidas: 31 delincuencia: 21, 218 delta: 19, 20, 58 demanda:28,39,42,50, 87,115,123,

144, 148, 149, 160, 161, 182, 204,270,281,287,288

bioquímica de oxígeno: 284 democracia: 24, 32, 34,272, 302, 312,

314 depauperación: 30, 128, 198, 199,240,

253,263 depredación: 23, 27, 123, 124, 129, 149,

188,219,267,270,279,280 depredador: 19,31,34,43,250,269 derechos humanos: 1 O, 28, 33, 117, 270,

272, 273, 275, 276, 277, 284, 286, 293, 295, 296, 298, 300, 302,304

naturales: 295

330

desarrollo: 15, 16, 22, 23, 24, 27, 29, 34,35,40,42,43,51,53,84,87, 88, 91, 94, 117, 118, 121, 123, 124, 125, 126, 129, 131, 132, 135, 137, 139, 144, 148, 149, 155, 158, 159, 164, 170, 171, 172, 173, 174, 176, 181, 183, 184, 187, 188, 193, 194, 195, 196, 197, 199, 200, 201, 202, 220, 235, 238, 243, 245, 249, 251, 253, 255, 258, 259, 261, 263, 267, 268, 269, 270, 271, 272, 273, 275, 277, 279, 280, 281' 282, 285, 288, 296, 298, 301, 302, 303, 304, 305, 307, 311,312,314,316,317

duradero: 28, 172 integral: 131, 188, 267 sostenido: 149, 311 sustentable: 6, 9, 10, 15, 23, 27, 53,

126, 127, 136, 137, 148, 149, 168, 173, 184, 189, 195, 261, 262, 263, 264, 269, 270, 271, 272, 273, 275, 277, 278, 279. 280, 298, 300, 301, 302, 303, 304, 305, 308, 311, 313, 314, 317,320

descampesinización: 122, 181 descentralización: 23, 25, 114, 132,

136, 137' 166, 173, 181 desechos sólidos: 19, 28, 33, 49, 134,

158, 172, 185, 186, 232, 266, 275,286,288,289,297,314

desembocadura: 18 desempleo: 125, 144, 173, 194, 197,

252,254,311 desertificación: 17, 18, 145, 171, 269,

276,296,297,312 desforestación: 17, 122, 130, 145, 171,

172,180,181,276,293,296 deshielo: 20, 64, 72, 73, 84 deshumanización: 26, 313 desinfectantes: 49 despilfarrador: 250 despilfarro: 279 desregulación: 125 destrucción: 10, 19, 21, 22, 23, 32, 53,

1 ~ ,l 1'

62,126,128,129,135,145,168, 171, 180, 181, 183, 188, 261, 263, 269, 276, 277, 292, 293, 296,309,320

detergentes: 49 deterioro: 23, 25, 31, 33, 87, 91, 96, 101,

121, 122, 123, 125, 127, 128, 129, 135, 186, 194, 250, 258, 261, 262, 264, 270, 280, 283, 288, 290, 292, 298, 299, 309, 312,318,319

deuda:22,26, 123,196,199,261,271, 284,308

digestión: 49 dignidad: 9, 250,253,258, 316 discriminación: 295, 298, 311 disponibilidad:41,45,53,75,136, 137,

260,282,283,286,293,309 diversidad: 18, 87, 121, 133, 134, 142,

148, 167, 172, 220, 258, 260, 290

domo: 66, 72, 84 drenaje: 21, 75, 158,201,222,223,233,

281,285

E

ecocida: 268 ecología: 11, 13, 32, 35, 126, 129, 137,

272, 273, 291, 301, 302, 303, 308,314

humana: 9, 27, 28, 186, 191, 195, 266,298,308,317,322,324

ecológico: 3, 5, 6, 12, 13, 15, 18, 24, 33,126,127,130,131,145,185, 232, 258, 265, 269, 270, 294, 302,307,314,315,341

econonúainfonnru:21, 177,194,252 ecosistema: 123, 134, 165, 167, 297 ecoturismo: 25, 168 edad: 19, 23, 34, 141, 172, 194, 228,

229, 231, 234, 242, 243, 244, 245, 246, 247, 248, 249, 250, 268,322,325 1

educación: 10, 27, 30, 3f.; 51, 75, 77, 78,87, 144,185, 1~8.200,201,

Índice analítico

206. 211, 232, 233, 264, 266, 267, 268, 270, 271, 272, 273, 288,295,296,298,304,320

ambiental: 10, 20, 23, 27, 117, 124, 184, 188, 257, 262, 263, 264, 267,271,273,310

efecto invernadero: 17, 94, 114, 124, 291,312

eficiencia: 42, 43, 72, 97, 99, 133, 142, 146, 166, 211, 214, 253, 282, 312,313,316,319,324

ejecución: 188, 267, 308, 309 El Niño: 309 elementos tóxicos: 43, 283 embalses: 9, 155, 156, 157, 162, 323 embarazo: 92, 296 emergencia: 8, 75, 76, 77, 81,235 emisiones: 17, 20, 67, 68, 70, 71, 73,

81, 94, 95, 97, 105, 106, 113, 114,115,298,308,319

empleos: 24, 25, 125, 126, 137, 151, 166,168,182,183,308,309,314

empresarios: 23,280 encino:74, 134,173 energéticos: 17,41,171,276,314 enfennedades: 16, 19, 21, 28, 53, 61,

92, 97, 119, 122, 141, 142, 147, 148, 149, 152, 153, 167, 171, 181, 199, 201, 202, 206, 228, 230, 232, 246, 275, 283, 284, 285, 287, 288, 290, 305, 312, 313,317

entorno:7,9,25,28,34,52,57,63,75, 88,103,122,136,144,145,172, 184, 185, 187, 188, 189, 195, 196, 246, 263, 264, 265, 267' 268, 269, 270, 277, 290, 291, 295, 296, 307, 310, 314, 317, 318,319

eólica: 314 equidad: 16,22,24,32, 149,183,200,

273, 299, 303, 310, 312, 314, 318,319

equilibrio: 31, 137, 145, 148, 179, 188, 267

erosión: 17, 43, 48, 58, 129, 130, 171, 180,181,269,276,292,293

331

Fuenteovejuna o caos ecológico

erupciones volcánicas: 7, 8, 57, 58, 60, 62,63,65,68

escasez: 17,39,40,41,42,48,50,52, 134, 171, 179, 180, 185, 195, 200,276,278,280,281,320

escenarios:7,23,32,52,62,72,74,75, 77,84, 172,268,307,309,312, 320,321

escuela: 21, 24, 27, 60, 78, 169, 183, 185,212,218,233,264,265,324

especialistas: 53, 60, 147, 150, 165,277 especies endémicas: 134

raras: 18 de vertebrados: 18

esquilmos: 116, 168 estabilidad: 30, 71, 105, 107, 194,254,

259,262,309 estaciones climatológicas: 47 Estados Unidos: 19, 20, 40, 41, 62, 65,

67,125,158,196,219,245,261, 276,282,295

estragos: 149, 315 estrategias: 23, 27, 34, 97, 131, 136,

137, 173, 194, 215, 258, 272, 302,303,310

de supervivencia: 21, 31, 35, 153, 193,197,251,255,304

estudiantes: 31, 39, 269, 270, 282 ético:32,261,269,277,311,314 Europa:26,65, 141,143,144,146 evacuación: 24, 71, 75, 78, 79, 80,81,187 evaporación: 226 evento bélico: 40

catastrófico: 84 evolución: 24, 60, 141, 145, 147, 172,

221' 226, 227' 232, 248, 258, 283,325

experimentación: 25 explosividad: 24, 69,289 explosivos: 49 extinción: 18,124,134,150,269

F

fábrica:95,96, 182,219,236,277 falacia: 253

332

farrrilia: 18,27,28,43, 143,147,156, 162, 164, 198, 201, 202, 215, 219, 237, 239, 241, 259, 264, 297,318

fanerógamas: 18 FAO: 17,35,40,42,43,53,55,278 fauna silvestre: 25, 28, 74, 133, 134,

181,294 favelas: 21 fecundidad: 16, 24, 179,221, 262 federalización: 8, 121, 132, 137, 138,

321 fertilidad: 262, 293 fertirrigación: 51 fetos: 92 fijadores de nitrógeno: 33, 186, 266 filtros:20,265,286 fitohonnonas: 186,266 fonnaldehídos: 94 fotoquímica: 93, 115 fragilidad: 25, 31 fuenteovejuna: 3, 5, 6, 13, 14, 15, 19,

34,307,318,319,320 fuentes fijas: 94, 95, 113, 114

móviles: 97, 113 fuerzas del mercado: 251, 314 fUgas:44,51, 199,283,288 fUncionalistas: 200 fUnciones cerebrales: 92 fUndamentalismo: 311 fUturo: 15, 17, 28, 33, 34, 53, 54, 99,

131, 138, 167, 171, 173, 174, 184, 185, 250, 253, 262, 268, 269, 272, 273, 277' 278, 296, 298, 29~ 301, 303, 308, 31~ 316,318,319

de México: 7, 15, 307

G

galería: 17 4 gasto ecolÓgico: 269 generación de vida: 54, 308 generaciones venideras: 17, 23, 148,

173,251,258,264,307,318 generador de vida: 39, 281

ganadeña: 18,123,135,174,219,234, 235,292,293,294

género:27,29,32,34, 172,312,318 genética: 11,312,316 geopolítica: 311 geotérmica: 314 geotermismo: 66 germop1asma: 33,313 gestación: 32, 145, 242, 251

ambiental:9,23,25,27,32,33,113, 116, 131, 189, 191, 308, 310, 322,324

glaciales: 62 globalización: 24, 28, 31, 34, 144, 186,

188, 272, 302, 305, 311, 312, 314,317

globalizado: 28,259,312 gobernantes: 30, 31,295 Gobierno Estatal: 83

federal: 23, 219, 223 granos: 13,18,53,259 guerra: 17,250,276,298

H

habitantes: 16, 17, 20, 21, 26, 27, 33, 39,41,42,43,50,53,59,61,62, 65, 69, 71, 73, 77, 78, 81, 110, 114, 118, 145, 154, 171, 177, 178, 179, 201, 202, 204, 216, 217, 218, 221, 222, 228, 229, 230, 231, 232, 233, 250, 258, 259, 261, 265, 268, 275, 276, 280, 281, 282, 285, 291, 292, 297,302,310,324

hábitat: 11,25,59, 124,135,141,293 hábitos: 124, 158, 185, 195, 262, 263,

269,317 de consumo: 19, 28,287,288 diarios:23,27,266,281

hambre: 123,197,198,252,259,320 herbolaria: 143, 146, 148, 150, 151,

153 hidrocarburos: 20, 65, 91, 94.}14, 124,

268 '' hidrografía: 225 1 1

lndice analftico

hiperconsumismo: 19 hipótesis: 34, 248 hogares:24,39,51,281,298 holístico:29,313,314 hombres: 178,198,200,202,211,232,

238,297,317 homo sapiens: 28 hongos: 18, 74 horizonte: 316 hortalizas: 75, 122, 235, 259 humanidad: 10, 15, 16,20,57,58, 75,

172, 188, 258, 259, 266, 268, 281,292

humedad:25,87,92,226,290 humedales: 18, 19

1

ideología: 23, 268 ~C~: 107, 108, 109, 110 inconformidades: 31 India: 17, 125,292 indígena: 27, 131, 142, 143, 147, 151,

193, 195, 202, 218, 221, 242, 245, 250, 251, 297, 307, 310, 315,317

indigencia: 197, 200,218,250 industria: 18,20,22,39,40,44,49,51,

63, 89, 92, 100, 106, 122, 180, 181, 182, 234, 236, 271, 288, 309,315

industrialización: 122, 158, 176, 181, 182,219,258,280,309,317

ineficiencia: 24, 30, 43, 166 inestabilidad: 29, 31, 199, 252 infancia: 36,239,242,302,305 infiltración 49, 69, 134, 180, 186,266,

286 llrlraestructura: 8,50,52, 74,84, 122,

137, 159, 160, 161, 166, 167, 181, 182, 202, 252, 283, 285, 287' 298, 311

productiva: 24 ingenios: 19,95,235,236,264 ingesta: 18, 194, 242, 250, 275 ingreso:20,24,27,155,158, 162,163,

333

Fuenteovejuna o caos ecológico

193, 195, 197, 198, 199, 240, 241,243,293,317,318

iniquidad: 17, 23, 125, 183, 215, 258, 279,298,307,318,319

integración: 11, 32, 124, 131, 172,211, 248,251,253,255,290,316

intereses: 23, 28, 34, 44, 65, 127, 130, 137, 145, 146, 151, 172, 180, 188,200,267,283,294,309,310

intemacionalización: 35 intemet: 28, 31 interrelacionado: 312 inventario: 52, 53 inversiones: 21, 122, 128, 159, 162,

165, 168, 172, 181, 195, 286, 287,308

irreversible: 130

J

jornaleros: 21 joven: 180,182,248 Juchitán: 9, 193, 194, 195, 220, 223,

224, 225, 226, 227' 228, 229, 230, 231, 232, 233, 234, 235, 236, 237, 238, 240, 241, 242, 243, 244, 245, 247, 248, 249, 250, 251, 253, 315, 320, 322, 324,325

justicia: 35, 196,200,299, 312,317 social: 9, 193, 240, 322, 324

K

Kenia: 21

L

lago:40,41,45,49,58,59,62,64,67, 156,161,257,276,281

laguna: 45, 133, 156, 158, 161, 225, 286,294

lahar:62, 70,73,84 laissez-faire: 54, 128

334

!!!

langostino: 160, 163, 168 lava:59,61,63,64,66,67,68, 71, 72,

84,239 leitmotiv: 320 libre mercado: 253, 312 líquido: 40, 41, 43, 53, 54, 69, 134, 156,

175,265,280,282,286 lixiviados: 49, 185, 285, 286 lobbies: 309 lodos: 49, 64 luz:27, 168,223,251

LL

lluvia: 45, 64, 72, 87, 92, 290, 292

M

macroeconomía: 31, 315 macroestructura: 29 malformaciones congénitas: 92 manejo sustentable: 128, 129, 130, 138,

151272,302 manglares: 18 maquinaria: 44, 89, 122, 283 mar: 19, 20, 60, 61, 67, 69, 123, 133,

156,158,174,175,225,257 marginalidad: 21, 39, 53, 155, 179, 181,

183,219,223,251,293,311,315 materia prima: 151, 223, 289, 309 medicamentos: 26, 49, 142, 147, 149,313 medicina tradicional: 25, 26, 141, 146,

149,150,151,218,312,313 medidas anticontaminantes: 33, 116 medio ambiente: 6, 10, 22, 23, 28, 39,

119, 123, 127, 129, 137, 170, 172, 184, 201, 272, 273, 275, 278, 280, 281, 296, 300, 301, 303,304,305

Medio Orie~te: 17, 141 medios masivos de comunicación: 28,

31,185,200 manejo descentralizado: 34 mercado globalizado: 28 Mesoamérica: 142, 145, 146, 147, 156

mesófilo: 74, 174 meteorológico: 7, 46,47 metrópolis: 19, 303 México: 5, 6, 7, 8, 10, 14, 15, 17, 18,

20,21,26,30,31,35,41,44,45, 46,55,58,59,67,68,69,70,72, 78, 79, 80, 81, 83, 84, 92, 109, 114, 116, 117, 118, 119, 121, 122, 124, 125, 126, 127, 132, 134, 135, 136, 138, 139, 143, 150, 152, 153, 154, 157, 158, 161, 167, 170, 173, 174, 175, 176, 179, 180, 193, 197, 198, 201, 202, 224, 230, 252, 255, 268, 271, 272, 273, 275, 276, 277, 280, 285, 286, 291, 292, 293, 300, 301, 302, 303, 304, 305,307,311,313,315,316,318

micorrizas: 186,266 micronivel: 253 microorganismos: 48,287 micropropagación: 33, 186, 266 migración: 176, 178, 204, 321 milenio: 16, 20, 32, 34, 171, 189, 250,

257, 268, 272, 301, 310, 311, 314,316

militar: 34, 223 minerrues: 17,58,65,69,145 miseria:21,53,125,144,171,189,195,

197,201,252,315,320 mitigamiento:25,264,319 modelo: 9, 19, 24, 32, 34, 125, 133, 176,

184, 194, 195, 196, 197, 198, 199, 211, 250, 251, 252, 253, 254,263,278,279,315,316

rutemativo: 32, 271 civilizatorio: 19 de desarrollo: 183, 195, 199, 200,

305,312,314 modernización: 22, 47, 52, 202, 218,

250,283 mojarra: 162, 165 monitoreo: 8, 51, 52, 71, 77, 79, 83,

100, 102, 107, 109, 110, 113, 114, 323, 327

atmosférico: 8, 100, 101, IJ)), 113, 117 'i

lndice analítico

monocultivo: 162, 167 monóxido de carbono 91, 92, 100, 101,

102, 104, 108, 110, 117, 119, 305,323 de nitrógeno: 91, 93, 100, 291

moral: 311 morbilidad: 206, 230, 250, 284 Morelos: 5, 6, 7, 8, 9, 10, 25, 27, 35,

45,46,47,48,55,58,70,73,74, 75,78,80,83,84,87,88,90,94, 97, 98, 99, 100, 101, 103, 108, 110,111,113,114,116,117,133, 134, 135, 136, 145, 151, 153, 154, 155, 156, 157, 158, 160, 161, 163, 165, 166, 167' 170, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 179, 181, 182, 184, 186, 255, 257, 264, 265, 267, 270, 271, 272, 273, 300, 301, 302, 303, 304,305,307,321,323,327

mortruidad: 194, 198, 201, 202, 203, 204, 205, 223, 228, 229, 242, 250,262,284,285,311,324,325

muerte: 39,49,53,61,62,64,92,93, 95,164,215,238,281,285,288, 313

mujeres: 16, 21, 24, 31, 34, 39, 141, 144, 171, 178, 193, 195, 197, 202, 211, 232, 233, 234, 238, 239, 241, 248, 253, 281, 296, 297,298,308,315,316

multidisciplinaria 5, 6 mundo indígena: 151

N

nacionruismo: 311 naturrueza: 12, 13, 14, 17, 24, 32, 65,

91, 97, 122, 137, 144, 148, 162, 172, 183, 184, 196, 200, 262, 263, 268, 269, 271, 277, 278, 289,296,305,317,318

neoliberruismo: 26, 198, 250, 315 neovolcánico: 18, 58, 133, 173, 293 niños: 10, 16, 20, 21, 27, 34, 39, 77,

95,118,144,171,185,193,194,

335

Fuenteovejuna o caos ecológico

195, 199, 202, 211, 214, 215, 243, 244, 245, 249, 250, 251, 253, 255, 257, 259, 264, 265, 270, 272, 275, 285, 296, 297' 298,302,311,322,324

nitrógeno:33,63,91,93,100,101,102, 104, 11 O, 117, 186, 226, 266, 291,323

niveldelmar: 19,61,69,133,174,175 NOM: 18,117 nonnatividad:52, 132,155,187,308 norte:17,20,21,22,44,45,62,68,69,

73, 88, 89, 102, 103, 121, 133, 135, 179, 195, 202, 224, 225, 226, 230, 250, 258, 260, 282, 299,311,313,316,317

Norteamérica: 18 nubes tóxicas: 64 nutrición: 193,194,202,215,242,243,

244, 245, 246, 247, 249, 250, 322,325

o

Oaxaca:9,27,193,202,204,211,218, 219, 220, 221, 222, 224, 242, 244, 245, 247 t 248, 249, 255, 322,325

objetivo: 136,242 OCDE: 285, 303 oikos: 11, 32, 314 ollas: 156,237 opciones: 50, 136, 262 onienanüento:24,33,115,128,172,307 organismo: 93, 94, 143 organoclorados: 290 ornamentales: 143, 145, 164, 323 oxígeno: 17,48,92,93,284,295,318 oyamel: 74, 134

p

paciente: 26, 313 países emergentes: 125

pobres:22,26,261,284

336

pandernias:202 paradigma: 26, 29, 31, 32, 125, 126,

150,269,270,279,312,314 parque vehicular: 91, 94, 98, 99, 100,

102, 103, 108, 110, 111, 113, 183,327

participación: 15, 25, 26, 34, 76, 78, 81, 89,91, 124,126,128,129,130, 132, 136, 137, 138, 184, 185, 188, 189, 197, 248, 253, 258, 263, 264, 266, 267' 272, 279, 280,296,298,302,307,320

ciudadana: 9, 22, 23, 24, '31, 116, 132,186,287,310,314,320

partículas: 25, 65, 69, 93, 95 suspendidas: 65, 92, 93, 101, 102,

106, 108, 291 patriarcal: 34 patrimonio: 75, 136 paz: 16,196,250,276,295,296,298,

299,317,318 peligro: 17, 18, 26, 54, 74, 81, 84, 110,

134,188,316 pérdida del poder adquisitivo: 31, 149 personal capacitado: 97, 128, 130 personas marginales: 28 pesca: 18,23, 127,129,137,158,159,

162,164,165,170,224,251,280 pesticidas: 43, 283 petróleo: 18,30,40,96,219,276 pez: 162, 165 pino: 74, 134, 173 piscícola: 155, 158, 164, 168 planeación: 9, 25, 53, 124, 127, 128,

131, 158, 173, 186, 187, 188, 189, 211, 212, 213, 214, 215, 267,273,280,298,303,307

planes gubernamentales: 26 planeta: 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 22,

24,25,32,33,41,43,50,54,57, 58,59,60,65,68,116,143,144, 145, 150, 171, 172, 173, 189, 25~. 257, 258, 261, 269, 270, 272, 275, 282, 284, 291, 292, 295,309,310,312,316,318

azul: 41, 53, 257 planicies costeras: 19, 293

plantas curativas: 142, 144, 149 medicinales: 9, 141, 142, 145, 147,

148, 149, 150, 151, 153 pliniana: 65, 70, 84 plomo: 49, 93, 116, 291 P~A:22,302,305 población: 8, 16, 17, 18, 19, 22, 23, 24,

26,28,31,33,34,39,40,41,42, 43,47,53,57,59,63,64,65,69, 71,73,75, 76,78,80,81,89,95, 97,113,125,126,128,129,130, 136, 147, 154, 162, 165, 171, 176, 177, 178, 179, 180, 181, 182, 183, 193, 194, 196, 197, 198, 200, 202, 204, 206, 218, 219, 220, 221, 222, 225, 226, 227, 228, 231, 232, 233, 234, 235, 236, 242, 243, 246, 250, 251, 255, 258, 260, 261' 262, 263, 266, 267, 271, 280, 281, 282, 283, 284, 285, 288, 292, 294, 307, 308, 310, 311, 313, 314,319,320,321,325

nativa: 130 urbana:21,43,227

pobreza: 16, 21, 24, 27, 30, 31, 125, 127, 139, 144, 149, 171, 172, 173, 176, 183, 184, 194, 196, 197, 198, 200, 201, 202, 219, 244, 250, 252, 255, 261' 263, 271, 275, 277, 279, 298, 308, 309,310,311,312,314,315

extrema: 196,201,202,262,318 polarización social: 17 polución: 145 Popocatépetl: 7, 8, 24, 57, 59, 62, 66,

68,69,70,72,77,78,79,80,81, 83, 84, 101, 113, 174, 187, 321

potabilización: 281, 286, 287, 288 pozos:43, 74,166,168,282 precipitaciones: 44, 48, 59, 68, 170, 282 presas:43,45, 122,156,161,162,170,

282 presidentes municipales: 71 presupuesto: 26, 33, 128, 187,211,212,

213, 214, 215, 271,:283, 284, 286, 311 l \

Índice analítico

prevención: 52, 70, 77, 78, 79, 80, 81, 83,124,264,266,313

producción: 9, 18, 22, 24, 30, 32, 33, 39,44,74,87,88,122,129,142, 144, 145, 149, 151, 155, 157, 158, 159, 160, 161, 162, 163, 164, 165, 166, 168, 185, 186, 200, 201, 232, 236, 259, 260, 264, 266, 268, 269, 279, 284, 288,289,294,314,316,321,323

productos animales: 18 programa de manejo: 128, 129, 133,

137 progresistas: 312 progreso: 23, 42, 167, 179, 263, 269,

271,282 prosperidad: 250 protección: 8, 51, 53, 77, 95, 124, 125,

126, 127, 129, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 137, 172, 187, 240, 251, 265, 269, 279, 280, 294,295,297,298

civil: 70, 71, 76, 77, 78, 79, 81, 83 ecológica: 294

protozoarios: 284 proyecciones: 260

R

racionalización: 194 radar: 47 radiación: 87, 91, 102, 290 raza: 34 recolección de basura: 21 recarga: 45, 134, 180, 266 reconstrucción: 75, 77, 84 recortes presupuestales: 30 recuperación: 33, 116, 124, 125, 126,

142,149,172,279,280,290 recursos hídricos: 17, 40, 155, 305

naturales: 6, 7, 19, 22, 23, 24, 25, 28,29,32,34,37,4,90,91,97, 121, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 131, 132, 133, 136, 137, 138, 148, 149, 151, 168, 170, 173, 175, 178, 179, 183,

337

Fuenteovejuna o caos ecológico

184, 185, 189, 220, 257, 258, 260, 261' 263, 264, 266, 268, 269, 272, 275, 276, 277, 279, 280, 294, 296, 297, 302, 307' 309, 310, 312, 314, 317, 318, 320,321,323,327

no renovables: 23, 263 renovables: 258, 31 O públicos:26,54

reducción: 18, 19, 31, 48, 51, 53, 91, 92, 93, 108, 109, 110, 114, 115, 124, 145, 167, 171, 180, 194, 196, 228, 276, 279, 288, 289, 308, 311, 314

región: 17, 28, 32, 35, 52, 68, 88. 89, 94, 100, 103, 123, 131, 133, 134, 135, 136, 139, 173, 188, 206, 219, 220, 223, 225, 234, 235, 239, 246, 251, 259, 260, 270, 285,312

reglamento: 76 remedios: 141, 142, 143, 147 repercusiones: 29, 87,261, 290 reproducción: 48, 148, 156, 159, 160,

165,167,200,221,248,262 riquezas naturales: 257, 307 resolución: 34, 311 responsabilidad proporcional: 298, 308 reproducción humana: 259 restricción: 26 reuso: 1~51, 185,265,279,287,289,

308 revolución tecnológica: 250

verde: 18, 122, 123, 268 riego: 18,33,41,42,43,45,50,51,52,

55,122,123,155,156,158,182, 226, 235, 276, 279, 282, 284, 293,300

riesgo:8,59,72,73,75,76,77,78,80, 81,101,160,163,268,287,299, 303,314

nos: 19,20,40,41,49,66,84,134,155, 158, 167, 179, 225, 226, 227, 275,276,281,284,285,288

riqueza: 17, 18,39, 121,125,127,134, 146, 151, 174, 176, 183, 197, 198, 199, 238, 239, 240, 249,

338

250, 252, 254, 261, 271, 281, 293,294,315

ritmo: 122, 227, 257, 258, 262 cardiaco: 92

Sabara: 17 Sahel: 17

S

salarios: 21, 196, 198, 199, 201, 252, 254

sales: 43, 283, 293 salinización: 17, 43, 122, 145, 171,269,

276,312 salud mental: 298

pública:26, 150,195,313 seguridad: 16,29,31,34, 76,100,115,

150, 163, 164, 188, 189, 240, 253,254,272,302,309,311,312

alimentaria: 18, 53 pública:21

selva: 74,176,189,294 alta (perennifolia): 17, 123 baja(caducifolia):74, 133,134,151,

173, 174, 186 selvas tropicales: 17, 257 SEMARNAP: 32, 121, 127, 129, 137,

139,160,161,164,170,280,305 semiárido: 123 semillas híbridas: 122 ser: 11, 12, 16, 23, 25, 32, 34, 39, 41,

49,54,57,58,59,66, 71,87,92, 93, 121, 123, 133, 144, 145, 147, 149, 168, 172, 173, 184, 186, 187, 188, 189, 199, 220, 230, 238, 250, 251, 260, 261, 263, 267, 270, 275, 277' 279, 280, 281, 288, 290, 291, 295, 296, 311,314,316,317,318,319

seres humanos: 16, 94, 145, 148, 172, 196, 197, 199, 250, 266, 267, 291 ''296, 319

servicio: 7, 26, 39, 44, 46, 47, 62, 74, 75,98, 100,155,166,223,236, 266, 267, 281, 283, 288, 298, 310,311

servicios: 8, 16, 20, 21, 22, 26, 31, 33, 40,44, 74, 77,87,91, 103,123, 147, 180, 181, 182, 183, 187, 188, 196, 199, 200, 201, 204, 206, 219, 240, 267, 271, 276, 283, 285, 288, 293, 298, 309, 310,313,320

sierras: 46, 175 siglo XXI: 9, 16, 24, 139, 153, 183,255,

268,272,302,303,305 sismicidad: 71 sistema: 18, 29, 30, 41, 42, 43, 44, 46,

47,49,51,52,57,63,71,76,78, 79, 80, 81, 83, 88, 91, 94, 97, 100, 115, 118, 121, 126, 131, 132, 143, 144, 145, 167, 199, 219, 240, 258, 271, 273, 282, 286, 287, 291, 293, 302, 304, 305, 311, 312, 319

financiero internacional: 30 monetario: 311

sistemas de riego: 43, 51, 123, 282 sistematización: 142, 146 smog: 20 sobreexplotación: 50, 149, 268 sobrefertilización: 18 sobrepastoreo: 17 sobriedad: 196,317 sociedad: 8, 9, 24, 32, 33, 50, 75, 81,

129, 131, 136, 138, 142, 144, 151, 153, 154, 160, 171, 173, 174, 183, 184, 185, 186, 187, 188, 198, 199, 200, 238, 239, 240, 248, 251, 253, 254, 260, 261, 263, 264, 265, 267, 270, 278, 279, 280, 285, 287, 296, 307,315,318,319,320

sodificación: 122 solar:41,57, 87,91,102,290,314 solidaridad mundial: 24, 29, 317 subconsumo: 298 subcontinente: 17, 196, 197, 292 subdesarrollo: 21, 197, 279 subsuelo: 17, 59, 70, 145, 172, 179,

185,225 suelo: 33, 43, 48, 51, 123, 129, 130,

134, 145, 172, 174, 180, 181,

Índice analítico

182, 189, 226, 283, 288, 299, 308,320

suministro: 44, 87, 172, 283, 288 superficie terrestre: 18, 21, 41, 57 supervivencia: 11, 21, 31, 35, 39, 87,

94,114,121,124,153,186,193, 197, 218, 230, 251, 255, 258, 261, 266, 267, 281, 288, 291, 298,304,316

sur: 17, 21, 46, 67, 88, 89, 103, 121, 123, 146, 173, 175, 197, 218, 219, 224, 225, 250, 258, 283, 292, 299, 303, 308, 311, 312, 313,316,317

sustentabilidad: 9, 10, 26, 28, 32, 118, 127, 132, 133, 141, 170, 171, 172, 258, 270, 278, 296, 298, 301, 307, 310, 314, 318, 319, 320,321

T

Tabasco: 17,202,204 trua: 121.129,135,292,293 tecnología: 10, 22, 26, 32, 33, 41, 44,

51,55,57,60,97,102, 115,122, 123, 124, 137, 143, 158, 186, 187' 188, 260, 261' 264, 266, 267, 268, 271, 283, 28~ 298, 300,301,304,312,316,319

temperatura terrestre: 19 terapias: 147, 151, 313 tercer milenio: 34, 171, 257, 310 Tercer Mundo: 40, 121, 123, 139, 283,

288 terciarización: 177, 309 textil: 49, 91, 106, 142 tierra: 7, 14, 17, 18, 19, 20, 25, 33, 41,

42,46,51,53,58,59,60,64,65, 67,68,74,84,91,114,122, 123, 126, 128, 129, 135, 144, 146, 147, 158, 171, 172, 172, 179, 180, 181, 196, 218, 219, 226, 25~ 257, 261, 26~ 278, 280, 281,282,292,305,312

topograffa:78, 103,133,225,293

339

Fuenteovejuna o caos ecológico

transnacionales: 28, 146, 284, 316, 317 transnacionalización: 24 transporte: 20, 40, 75, 78, 81, 87, 91.

93,103,111,115,116,276,277, 288,309

trópico: 123, 124, 226, 261, 269, 292, 293

u

urbanización: 16, 17,20, 122,158,177, 178,182,228

V

valor: 39, 40, 50, 63, 88, 91, 102, 108, 136, 148, 155, 162, 163, 164, 263, 277, 278, 281, 282, 294, 296,321,323

valores tradicionales: 32, 314 velocidad: 43, 61, 62, 64, 69, 84, 102,

108, 115 vías respiratorias: 20, 64, 91, 92, 93,

206,291 vida: 7, 9, 10, 14, 16, 19, 20, 21, 23,

24,25,26,27,28,30,31,33,34, 39,40,41,42,48,53,54,58,64, 75, 124, 125, 137, 139, 144, 145, 148,149,167,168,172,182,183, 184,185,187,188,189,191,193, 195,196,197,198,200,201,202, 203,204,205,206,215,218,221, 235,240,241,242,249,250,251, 252,253,254,258,260,262,263, 264,267,268,269,270,275,277,

340

281,295,296,297,298,299,307, 308,309,310,312,313,315,317, 318,320,323

viento: 20, 46, 59, 70, 87, 102,230,290 violencia: 19, 34, 64, 67, 125, 130, 139,

173,183,275,298,315 volcán:7,8,24,57,59,60,61,62,63,

64,66,67,68,69, 70, 71, 73,77, 79,80,81,83,84,101,113, 174, 183,321

volumen: 41, 43, 69, 73, 93, 156, 282 votantes: 31 vulcanismo: 7, 24, 33, 57, 58, 60, 69,

321 vulnerabilidad: 167

X

xenofobia: 311

z Zaire:21, 125 zona: 8, 17,20,27,34,44,45,46,52,

58,64,69,70,73,74,75,77,78, 79, 84, 88, 100, 103, 110, 113, 117, 119, 121, 128, 130, 151, 155, 158, 168, 174, 175, 180, 181, 183, 186, 195, 201, 204, 218, 219, 220, 223, 225, 245, 261, 263, 266, 282, 285, 292, 293, 294, 300, 304, 307, 31 o, 312,315,321

conurbada:21,88,94,97, 100,102, 113, 114, 134, 181

Fuenteovejuna o caos ecológico se reimprimió en tiro de 1000 ejemplares

en junio de 2002. Producciones Editoriales Nueva Visión México

Juan A. Mateos No. 20, Col. Obrera México, D.F. Tel. 57612257

La corrección de estilo y el cuidado de la edición los realizó Carmen A. León Saavedra.

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