número extraordinario conmemorativo 1974-1994 || la nostalgia del milagro: guadalupe loaeza y la...
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La nostalgia del milagro: Guadalupe Loaeza y la crónica como crítica culturalAuthor(s): Luis H. PeñaSource: Letras Femeninas, , Número Extraordinario Conmemorativo 1974-1994 (1994), pp. 131-137Published by: Asociacion Internacional de Literatura y Cultura Femenina HispanicaStable URL: http://www.jstor.org/stable/23022484 .
Accessed: 15/06/2014 16:12
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La nostalgia del milagro: Guadalupe Loaeza
y la cronica como critica cultural
Luis H. Pena
Davidson College
La cr6nica como producto cultural es tan vieja en Mexico como la
experiencia moderna de la Nation. Como primera forma de registro en el Nuevo Mundo sirvio tanto a exploradores dudosos como a conquistadores arrogantes,
a viajeros perdidos como a misioneros mesianicos. En el Mexico Independiente, el escritor con su pluralidad de funciones (periodista, maestro, burocrata, activista politico) ejerce una cronica de critica social, de formation de opinion
y de combate cultural e ideologico en el aprendizaje, formation y consolidation
de una "cultura national" que respondi'a a los diversos proyectos politicos del
momento. Basta recordar a Jose Joaquin Fernandez de Lizardi, Francisco Zarco,
Ignacio Ramirez, Guillermo Prieto, Melchor Ocampo e Ignacio Manuel
Altamirano entre otros. El Porfiriato y la Revolution tambien nos dieron
excelentescronistas—Manuel GutierrezN&jeray Salvador DiazMiron, Mariano Azuela y Martin Luis Guzm&n—por nombrar a algunos de los mas conocidos.
Desde la post-revolution hasta nuestros dias, al lado de la prensa oficialista
se da el periodismo critico y el testimonio valiente y combativo que hace surgir nombres de la talla de Jose Revueltas, Piflon Sandoval y Renato Leduc, quienes
enuncian las primeras crisis del Estado Mexicano Post-Revolucionario. Sin
lugar a dudas, la cronica del Mexico contemporaneo se expande y se intensifica
en el interes de los lectores al escudrinar y entrelazarse el reporte policial y
politico, el acontecimiento social y el hecho cultural. En las ultimas decadas y
con el desarrollo de la sociedad civil, la cronica del Mexico contemporaneo modela y rescata del silencio a un nuevo pais que se empieza a documentar
durante los setentas: El Mexico de masas y del desempleo, de frustacion y
esperanzas bajo tierra, en donde todo esta por escribirse, grabarse y registrarse
(Monsivais A Ustedes les consta 74, Entrada libre 14 ). Como ha expresado recientemente el escritor Carlos Monsivais, se trata de
"un Mexico animica y/o politicamente impreparado para el inicio de la destruction
del horizonte de posiblidades economicas, laborales, sociales, politicas y culturales que cuestionan y sacuden fuertemente el concepto de una modernidad
que se ha vuelto homonima del' consum ismo' de un sector m inoritario encarnado
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en la alta burguesia mexicana, agente ferviente de esa modernization suspendida en la crisis de los ochentas."
Guadalupe Loaeza, colaboradora asidua de los periodicos de vanguardia politica y cultural Unomasuno, La Jornada y Punto, pertenece a la promotion de cronistas contemporaneos que aunque pertenezcan a diferentes generaciones
comparten una misma actitud critica frente al estado de cosas actual, como
Carlos Monsivais, Ricardo Garibay, Maria Luisa Mendoza, Elena Poniatowska, Cristina Pacheco y Jos6 Joaquin Blanco quienes asumen un quehacer testimo nial a contracorriente. En Las ninas bien (1987) y Las reinas de Polanco (1988) Loaeza singulariza la inscription testimonial desde una mirada femenina que registra con un humor acido y corrosivo el paisaje cotidiano de un sector de la
burguesia nacional (las nifias bien) ante la crisis economica de los ochentas. Universo permeado de la queja lacrimosa allegada por la inflation galopante, la nationalization de la banca, la burocratizacion estatal, el control de cambio, la ineficiente renovacidn moral, la deuda externa, la baja del valor del petroleo, el
desempleo, la reduction del gasto publico, la falta de divisas, el derrumbe de certezas desde el ciego y leal apoyo a la oposicion.
El presente estudio se circunscribe a la compilation de las cronicas citadinas de Guadalupe Loaeza contenidas en su texto Las ninas bien (1982 1986) para describir algunas modalidades de inscription discursivas que evidencian las coartadas y los callejones sin salida de una elite urbana, avida de
goce y bienestar, atrapada en la encrucijada del "desencanto" y de una "insoportable escasez" de arti'culos suntuarios experienciada desde el paraiso de
la abundancia por un grupo minoritario establecido en el Estado Mexicano Post Revolucionario desde hace mas de cincuenta anos. Aguafuertes textuales de una
clase social que se consuela de su atroz decadencia revisando sus cuentas de
banco en el extranjero. Loaeza registra desde una optica femenina el estilo de vida de este grupo social en deterioro, logrando atraves del humor involuntario,
que produce el comportamiento social alienado de este grupo, capturar los
rincones de una realidad cotidiana metropolitana indiferente, arrogante y cruel
de las habitantes femeninas de una isla del privilegio del Tercermundo mexicano: Lease: la alta burguesia nacional femenina.
Una voz familiar, conversacional y analitica, conforma como centro de gravedad textual la idiosincracia femenina de la clase burguesa mexicana a partir de una cadena de situaciones cotidianas desde las que se dejan traslucir modos de vida, actitudes, h&bitos, temores y flaquezas de este sector femenino. Las situaciones van desde una fiesta entre amigos, una pl&tica constructi va sobre el menu del dia en el club privado, el sinsentido de un embotellamiento en medio de una manifestation politica, una tarde con el psicoanalista ante la depresion que causan la crisis y las "limitaciones," la interpretation del informe de gobierno, el consumo de la cultura televisiva, vacacionando en Acapulco-Las
Brisas, la fiesta de cumpleanos de la hija, la lectura de el !Hola!, perfil de la madre modelo, la consumidora-victima en la epoca navidena, la letania a favor del Pan (partido conservador de la oposici6n), la protesta de la Union de Colonos de las Lomas, la insensibilidad de los sacadolares, y la cura de depresion al ir de
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compras. En "Una tarde con el sicoanalista," la cronista inscribe la queja de la
paciente que expresa en voz alta:
Estoy como hipotecada, me siento como ladrona, rumorologa, descastada,
ilegal y muy devaluada. i,Sabe qu£?, mi problema ya s£, es un problema de
credibilidad y de identidad; nunca me enseflaron a aceptarme, ni como
mujer, ni como mexicana. El suefio dorado de mi mama era que nos
casaramos con extranjeros. No creo en nada, no encuentro respuesta en
nada. ^No habra unas pastillitas que hagan regresar la fe? Estoy triste
doctor; me siento como pifiata suspendida en el aire y tengo miedo de
caerme. ^.Sabe lo que pense el otro dia? Que todos los mexicanos estamos
conjugando el verbo aguantar desde que nos despertamos: Yo aguanto, tu
aguantas, el aguanta, nosotros aguantamos, y sobre todo, ellos aguantan
... (27-28)
La cercania de la escena, la proximidad ante la realidad descrita, la
atmosfera ironica y el tono ingenioso, ademas del trazo de la protagonista en
juego son algunos de los rasgos estih'sticos que seducen al lector a trascender la
situacion-clave que se le resefia en estas cronicas para llevarlo a conceptualizar
mds all& de la escritura, el evento al que remiten. La narradora recoge una serie
de cronicas como "Las gorda en patines," "Los motivos del lobo mexicano,"
"Happy Birthday," "La buena vida para los sacones," "Pagar el vino, las
cervezas y el gruyere," "La futura ciudadana descubre al PAN," "Cinco machos
en las Lomas" para socarronamente poner en tela de juicio los conceptos de
cultura nacional, alta cultura, cultura oficial, cultura masiva, y/o de consumo y cultura cotidiana (Maiz 101). La cronista logra en sus narraciones traslucir "la
decadencia," "el deterioro," "la insensibilidad" y el "sinsentido" de una serie de
recriminaciones, inconformidades, quejas y lamentos que parecerian azotar
inmisericorde solamente a este grupo minoritario en donde mas de ochenta
millones de mexicanos son si acaso una presencia fantasmagorica, un raido y
gris tel6n de fondo ante la tragedia personal de la perdida del poder de compra en el extranjero, la increible posibilidad de tener dos afios consecutivos el mismo
coche o el no poder ir de vacaciones a Europa el pr6ximo verano.
La voz de la narradora utiliza una variedad de modalidades de inscripcidn
que van desde el pensamiento narrado, el unidialogo, el dialogo telefonico, la
confesion psiquiatrica, el multidialogo festivo, la cita indirecta, el monologo en
voz alta, la conversation conyugal, apuntes, reflexiones, pensamientos,
comentarios, descripciones sinteticas y ejemplificaciones para explorar y
desglosar satiricamente la experiencia de este sector social en momento de crisis
economica. Desde la oyente en una iglesia, la cronista registra la letania que el
sacerdote pronuncia y que reza asi:
Que siga ganando el PAN, te rogamos Sefior, repeti'an todos. Que nos
devuelvan la banca, te rogamos Sefior. Que se traigan los restos de Don
Porfirio, te rogamos Sefior. Que no se nacionalicen las escuelas privadas,
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te rogamos Sefior. Que nos arreglen los baches de las Lomas, te rogamos
Sefior. Que desaparezcan las empresas descentralizadas, te rogamos Sefior.
Que sean juzgados y encarcelados todos los corruptos del gobierno, te
rogamos Seflor. Que Reagan pueda resolver los problemas de Nicaragua, te
rogamos Seflor. Que se destierre a Carlos Tello, te rogamos Seflor. Que
vengan a auxiliarnos las trasnacionales, te rogamos Sefior . . . (50)
A1 presentar directamente a los personajes femeninos ante el lector, la
narradora logra distanciarse de ellos, al mismo tiempo que cede su voz para que
sean ellos mismos quienes expresen su "agobiado sentir" en un mundo en el que
las esperanzas y las expectativas arribistas y/o elitistas se han evaporado. Loaeza
explora y describe desde la interioridad de una galena de personajes femeninos
{nice) como la madre modelo, el ama de casa, la sefiorita acapulquefia, la nena
bien, las nifias bien y los nifios bien, desde su logica social, llegando a articular un discurso del desencanto al verse fuera del Eden prometido, el de una
modernidad consumista primermundista a la que sienten tienen derecho genetico.
La narradora se coloca desde dentro de los acontecimientos llegando a
volverse narradora participe y testigo de los ceremoniales cotidianos que
describe. La voz de la cronista registra en un tono jocoso y mordaz una serie de situaciones abiertas, multiples y variadas que le permite deambular en este
espacio economico, social, politico, psicologico, sexual y cultural en donde lo
trivial, lo transitorio, lo efi'mero y lo epidermico pareceri'an ser prioridad existencial urgente.
La burguesia femenina mexicana ante la mirada y el habla de la cronista se
configura en un texto social legible en donde se van plasmando el sistema de
valores, la internalization de creencias, la conformation de actitudes, la
consagracion de habitos y costumbres que finamente trazan el perfil de la figura femenina que puebla este universo privilegiado. De esta manera la narradora
muestra en su inscription como se han consolidado, estructurado funcionalizado certezas, valores, roles, necesidades, quehaceres, situaciones y relaciones
sociales que a partir de la crisis se desmoronan y se vuelven inoperantes. Narra
la cronista en "jAy, por favor, ya no hablen de politica":
Nos encontramos en el interior de una mansion barraganesca en una zona
residencial de la capital. Vemos salir a los invitados del comedor y dirigirse hacia uno de los salones en donde son esperados por dos mozos, a los lados
de una mesa Camilla cubierta de fotografias, y sosteniendo en las manos una
gran charola de plata. "^Que le servimos al seflor: un cognac, un licor de
frambuesa, un Gran Manier, licor de pera, Kahlua, o un anisito?" El
segundo mozo se pasea por entre los invitados ofreciendo cafe o te en un
esplendido juego de plata. Las sefioras se sienten "chulas de bonitas", con sus vestidos muy infashion, no obstante sean de una temporada pasada. Sus
maridos, con tipo de gente de toda la vida, parecen satisfechos al encontrarse entre beautiful people. Unos de pie y otros sentados en comodos sofas
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comentan un poco de todo: "No, mira, como esta la situaci6n, o te aclimatas,
o te aclimueres ..."(17)
La voz de la cronista registra una cadena de ceremoniales, rituales y mitos
que articulan un mural social que exhibe en su panoramica, un abanico de
habitantes femeninos que van desde la nifla bien, la nifla fresa, en decadencia, la universitaria, pobretona, sonsa, intelectual, hija de politico, mocha
concientizada, desubicada, hasta las niflas bien, panista, priista, ex-banquera, nacionalista, sin olvidarse por supuesto de sus correspondientes nifios bien
(Loaeza 9-17). La narradora se asoma en "La gente bien ante la crisis" y desenmascara el
disimulo y la indiferencia diaria ante el desempleo, ante la carestia y ante el
hambre, se pasea por "Las Lomas" y captura desde su mirada juguetona el
simulacro de una clase social que insiste en mantener y conservar el parai'so del
consumo, el "Buen gusto" y el orgullo de ser pionera del deleite del primer mundo en el tercero. La cronista apunta a la impudica indiferencia de una clase
que siente nostalgia por el mundo anterior donde la ley era la influencia, la tarjeta de credito, el compadrazgo, el nepotismo, el cache y la apariencia, lamentando
con rabia tener que posponer su fusi6n y participation quizas tardi'a en el
universo de las buenas familias del pedigree internacional.
Describe a partir del detalle original y de la situation particular cambiante
acorde a la cronica en turno, diferentes caras de un grupo minoritario en
busqueda de una uniformidad de espacio, ingreso, creencias, costumbres, modas y gestos que aseguren eternamente el exito, el comfort y el bienestar
obnubilando indiferentemente el mundo del Mexico desgastado, abandonado,
malquerido y golpeado por la crisis. Loaeza logra articular sutilmente una
parodia y una satira del sentir, una sensibilidad que acoge dichos, refranes,
comentarios, malas palabras, tabues o lugares comunes de este grupo social
bombardeado por la "cultura de la civilization y del consumo."
La voz femenina individualiza cada acontecimiento que registra llegando asf a elaborar desde el perfil de la seflorona de clase alta seducida por el
hedonismo y la comodidad frustrada en su soledad y el sinsentido ante la crisis, el simulacro de lapareja "desencantadamente cosificada," presa de los artefactos
de un consumo limitado por el control de dolares y la nationalization de la banca
y la fantasmal existencia de la senora arribista deprimida al ver sus suenos
evaporados hasta el espejismo de la pretenciosa joven burguesa en su intento de
resistir el acecho y la predestinaci6n de un grupo social que la coarta y la
coacciona.
Loaeza cuestiona al lector, describe desde su interioridad el suceso desde
detras de la fachada, reflexiona entre la risa y el guifio travieso, expone, analiza,
asume y se responsabiliza publicamente del bosquejo de este sector social. Mas
que apuntar a una evaluation moral o a una predica ideologica el discurso se
regodea ante el sinumero de posibilidades del ridi'culo al que es capaz este
ampuloso grupo social. La cronista inscribe la experiencia de los habitantes de
este universo modelando la sensibilidad, el teatro fri'volo de esta minoria cuya
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practica existencial esta basada en el espejismo cotidiano de la produccion industrial ilimitada, la fe en el progreso, el derroche como condition indispen sable de su humanidad, y el consumo infinito como derecho y privilegio constitucional.
Loaeza toma la palabra y la hace deambular en este universo para explorar
rostros, mascaras, voces y acciones en un mundo que a fuerza de percibirse a si como solemne y chic se ha convertido en grotesco y circense. Universo en donde
el respeto es sinonimo de sumisi6n y la cri'tica se vuelve hom6nimo de la alabanza mecanica. La cronica de Loaeza no solo describe un hecho, personaje o situacion, sino que recorre situaciones aledanas y alude a fenomenos recurrentes
ofreciendo en su discurso una vision casi cinematica, y multifocal una experiencia singular de voyerismo de clase, una ventana indiscreta al mundo de "unos
cuantos." La voz en sus crdnicas se transforma en el lugar del encuentro y
desencuentro de una sociedad de privilegio y de carestia, en donde se presentan y configuran el eco de las voces de lo marginal y de los marginados que detras del discurso van ocupando el centro.
En esta forma la voz narrativa traza parte de la cartografia geosocial de la
ciudad de Mexico, Loaeza se vuelve testigo absorto de la opulencia, viandante
cri'tica de un lado de la frontera social, testigo de los privilegiados recintos del
poder. Como maestra de ceremonias cotidianas, Loaeza aparece y desaparece en
esta gran comedia nacional. Su escritura combina la parodia, la description, la
interpolation de la entrevista, la sentencia, la indiscretion y el autoanalisis. Su cronica da cita a lo grotesco y lo banal, a la epica y a la trivialidad, a la
espontaneidad, y a lo efimero. Su discurso concretiza el voyeurismo social que aprehende la existencia
particular de este nucleo de "personalidades" en su extension haciendo que el
lector lea, oiga y vea a traves de su discurso el habla ideologica, social y cultural del sujeto enunciado y las coordenadas socio-historicas de la situacibn, mundos,
atmosferas y ambientes que los permiten.
La forma de enunciation permeada de humor y de ambiente parodico condiciona el ritmo, pauta el flujo narrativo y llega inclusive a inmovilizar una
action, a aprehender otra situacion en movimiento o a presentar la tension
producida por el tratamiento narrativo del evento. Expande o condensa los acontecimientos ofreciendo una representation sintetica del concepto social e
ideologico en juego. La singularidad y la relevancia del discurso cronistico de Loaeza no solo se produce a traves de la selection de temas de presentation y de analisis, sino debido al tratamiento crftico de los mismos y a la estrategia textual con la que los lleva a cabo. Su cr6nica motiva al lector hacia una nueva
perspectiva de la realidad enunciada ya que su escritura desafia la
institutionalization, los mitos, cultos y monumentos "del buen tono" y de los "VIP" para desmitificarlos, para desacralizarlos a partir de la irrision, del absurdo y del ridiculo.
La cronica de Loaeza recupera en su falsa ingenuidad el espacio crftico, la
option analitica, merodeando alrededor, por encima, por abajo, desde dentro y desde afuera de los diferentes rostros, mascaras, y cirugias plasticas de la vida
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cotidiana, social, politica y cultural del Mexico trivial y frivolo que inscribe. Su escritura nos previene contra un respeto o desden que inmoviliza y una
solemnidad que castra para evidenciarnos la alienation a la historia inmediata,
a la sociedad, al lenguaje. Testigo de su tiempo, victima y juez de lo circundante,
escritura que enfrenta, ubicay recreaanalizando aquello que es, fue o esta siendo
material de historia.
Guadalupe Loaeza en Las nihas bien produce un texto en el que el humor
y analisis, la ironi'a y la critica se dan cita para evidenciar las contradicciones y los fracasos de una "modernidad" y de un grupo privilegiado que durante los 80s
enfrento incredulo la crisis ultima del Milagro mexicano.
OBRAS CITADAS
Loaeza, Guadalupe. Las ninas bien. Mexico: Oceano, 1987.
. Las reinas de Polanco. Mexico: Cal y Arena, 1988.
Maiz, Magdalena. "Cronicas de la Expulsion del Paraiso: Las ninas bien de G. Lo
aeza." Selected Proceedings from the XXXVIII Annual Mountain Interstate
Foreign Language Conference. Knoxville: The University of Tennessee, 1988.
100-106.
Monsivais, Carlos. A Ustedes les consta: Antologia de la cronica en Mexico. Mexico:
Ediciones Era, 1980.
_. Entrada libre: cronicas de la sociedadque se organiza. Mexico: Editorial Era,
1987.
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