nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades...

21

Upload: eugenia-montero-flores

Post on 02-Feb-2016

241 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales
Page 2: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales
Page 3: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra

principados y potestades espirituales.

Page 4: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Uno de los mayores desafíos que la familia tiene hoy, es

mantener la unidad.

Page 5: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Caín y Abel eran hermanos, pero se convirtieron en

enemigos.

Page 6: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

¿qué es lo que realmente causa la crisis familiar?

Page 7: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Primer Lugar,

es importante reconocer el origen de todo mal.

Page 8: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo

conocerá?”. Jeremías 17:9

Page 9: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

El egoísmo es el origen de todos

los males.

Page 10: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

No hay corazón que se resista al perdón

sincero.

Page 11: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

“Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”. Gálatas 2:20

Page 12: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Segundo Lugar,

cada vez que no hacemos la voluntad de Dios nos

ponemos automáticamente en el territorio del diablo, allí

Dios no tiene suficiente influencia sobre nosotros.

Page 13: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Esta primera crisis entre hermanos surgió en segundo lugar, porque Caín no estaba haciendo la voluntad de Dios.

Page 14: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Dios no quiere apenas buenas intensiones, Dios quiere que seamos

fieles a su Palabra.

Page 15: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

La biblia dice que debemos leer, repetir la palabra de Dios a nuestros

hijos, hasta que se graben en sus corazones, lo que conocemos como

culto familiar.

Page 16: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Otro ejemplo en la Biblia lo encontramos en Jacob, él tuvo doce hijos, pero amó a José más que a los

otros.

Page 17: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Saúl tuvo envidia y odio hacia David.

Page 18: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Dios tiene un remedio seguro contra el odio, él mismo fue odiado y despreciado y pagó

bien por mal.

Page 19: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

El remedio está en el perdón de Dios

Page 20: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Quien reconoce y acepta su propia

pequeñez, todo el tiempo crece a los ojos

de Dios.

Page 21: Nuestra lucha no es contra nuestro hermano o nuestro hijo, es contra principados y potestades espirituales

Una manera de proteger a la familia, es

humillándonos delante de Dios, y participando cada

día del culto familiar.