"Nostalgia de La Noche Buena Cubana”

    La noche Buena es una fiesta religiosa que se celebra el 24 de diciembre en todo el pueblo cristiano. Se acostumbra a poner el árbol de Navidad adornado de luces y hermosos ornamentos alegóricos a la ocasión.

El  pesebre, es el símbolo principal que nos recuerda lo que aconteció hace 2010 años en Belén, y que el nacimiento de nuestro niño Dios es el verdadero significado en estas fechas, lo que hace que la Navidad se desborde a plenitud en la generosidad de crearles un día feliz a nuestra familia y a los menos afortunados con amor y regocijo.   La Navidad nos muestra a este Dios presente en un niño, en todo igual a los hombres, necesitado de cariño y afecto,  de una madre, de gente a su alrededor...  Y los hombres necesitamos de este Dios: interioridad de nuestra vida, plenitud de ser, totalidad de amor.

  

¿Qué cubano no recuerda la felicidad de las festividades Navideñas en nuestra patria? La añorada Navidad de antaño, que un día nefasto un Herodes traidor la arrancó de nuestro suelo.

En la Cuba de ayer, este festejo familiar compartido con buenos amigos era júbilo de nuestra fe cristiana, porque la Navidad  es regocijo y alegría, es un renacer a la vida con renovadas esperanzas.

   En toda la Isla se sentía el afán y el gozo de la  preparación de la cena navideña que desde el amanecer se adueñaban del espacio con los olores de los deliciosos manjares que se servían en La Noche Buena. Las ciudades y los campos se perfumaban con el aroma de sus platos típicos.

    En mi hogar se acostumbraba a adobar el puerco en vísperas de la cena, terminando el rico aderezo de naranja agria, ajo, orégano, pimienta y sal a gusto, con una chorreada de cerveza o vino tinto por sobre el lechón, que permanecía envuelto toda la noche en hojas de plátano.  Al amanecer del 24, comenzaban a hornear el cerdo en las panaderías y en el campo lo asaban al pincho con madera de guayaba, formas que daban el toque perfecto a su delicioso sabor y olor.

Los frijoles negros eran preparados por las amorosas manos de las abuelas y mujeres de la familia, que con esmero, hacían galas de sus habilidades culinarias.      El olor del arroz blanco con su mantequita de puerco y chicharroncitos por encima invitaban al paladar.  La ensalada era espectacular: lechuga bien escogida, tomates maduros, verdes  y  pintones,  rabanitos, pepinos, cebolla, aceite de oliva extra virgen, limón o vinagre, sal a gusto y en otra fuente la del delicioso aguacate.      ¿Y qué me dicen del fricasé de guinea? ¡Delicioso!  La famosa yuca con mojo, los ricos tamales en su hoja, los postres riquísimos: los buñuelos de yuca y boniato con semillitas de anís, cuya masa  se amoldaba en forma de ocho y después de fritos se le agregaba por encima melado de caña o almíbar casera, elaborada con azúcar derretida, canela y anís.

El arroz con leche, ese día era el mejor.  Los diferentes tipos de turrones como el turrón de Alicante, el de Huevo, el de Jijona, las nueces, las avellanas y el criollo majarete.  

La casa de Abuela Eduvigis y el Gran Día de Nochebuena Por Carlos Valiente Romero / Tampa, Florida “De todos los pensamientos que vienen a nuestra mente en los meses finales de cada año, es diciembre el que guarda los recuerdos más queridos de una época llena de festejos y tradiciones que nunca quizás jamás volverán”.   http://sdlv.blogspot.com/2009_12_01_archive.html

   En la mesa no faltaban los mas destacados vinos importados y las sidras españolas, las cervezas nacionales como la Hatuey, la Cristal, la Polar y los tradicionales refrescos cubanos como la Materva, la Jupiña, el Cawy, la Salutaris, entre otros. En fin, una gama de manjares en una gran cena bien elaborada y presentada, que inspiraba exclamaciones como:

-¡Vieja... esta cena supera la del año pasado, te la comiste! –

  Mientras en el bullicio de los halagos, las risas y los abrazos se escuchaban los inolvidables danzones, guarachas y boleros.

Después de la cena, todos asistíamos a la iglesia para la Misa del nacimiento del Niño Jesús, una de las más arraigadas tradiciones del pueblo católico llamada "Misa de Gallo", que tiene sus orígenes desde los inicios de la Iglesia Católica y que ha perdurado hasta nuestros días, celebrándose el 24 de Diciembre a las 12 de la noche, en el cual las dos lecturas bíblicas y el evangelio se enfocan en la narración del nacimiento del Pricinpe de Paz.  

(Recuerdo con nostalgia mi infancia en la Cuba antes de castro, cuando los niños nos engalanábamos para representar las figuras principales del Nacimiento: La Virgen María, San José, Los Tres Reyes Magos, los Pastores y el Rebaño, tal como en la actualidad se sigue practicando en los países libres del mundo Cristiano).   Al amanecer del 25 y en adoración al Pequeño Rey, rodeábamos su cunita en verdadera comunión, coreándole bellos villancicos.   ¿Cuántos nos recordamos de cantarlos? Click here: Villancicos de Navidad

Otra Navidad llena de nostalgia, de bellos y Otra Navidad llena de nostalgia, de bellos y queridos recuerdos  florece como magia en queridos recuerdos  florece como magia en nuestras almas lejos de la tierra amada, nuestras almas lejos de la tierra amada, triste y extraña alegría de lo que una vez triste y extraña alegría de lo que una vez vivimos y quedo impreso en nuestros vivimos y quedo impreso en nuestros corazones y en la sagrada memoria de corazones y en la sagrada memoria de nuestros mayores que se van marchando con nuestros mayores que se van marchando con los sueños truncos de un ansiado regreso. los sueños truncos de un ansiado regreso. Desde nuestro exilio, hoy como siempre te Desde nuestro exilio, hoy como siempre te recordamos, Cuba, con la esperanza que este recordamos, Cuba, con la esperanza que este Nacimiento de nuestro Redentor, redima Nacimiento de nuestro Redentor, redima nuestros errores y restablezca la unidad nuestros errores y restablezca la unidad entre los hombres en el nombre de Dios.entre los hombres en el nombre de Dios. . .   

La Navidad es un

desafío al amor.  Dios nos llama a ser  creadores de nuestra libertad.  Dios nos invita a que seamos cristianos por algo más que ese nombre.

 Roguemos a Emmanuel que el milagro de esta Navidad llene nuestros corazones de paz y esperanza.

“Nostalgia de La Noche Buena Cubana “ escrito en el 2002, por Dinorah C Rivas

“Danzón "Almendra" del compositor cubano Abelardito Valdés