Navidad y búsqueda de Dios

Fecha: Miércoles 22 de Diciembre de 2004Pais: ChileCiudad: RancaguaAutor: Mons. Alejandro Goic Karmelic

1) ¿Qué es Navidad

Navidad es la conmemoración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios que se hace carne. Es un misterio de encarnación. Dios se hace hombre, toma nuestra condición humana con todas sus consecuencias hasta la muerte, para que nosotros podamos asumir la condición de hijos de Dios, con todas sus consecuencias, también de inmortalidad y resurrección.

Es un misterio, pues, de solidaridad, que funda una nueva relación de Dios con los hombres, y debe fundar también una nueva relación de solidaridad entre los hombres. En Jesús, Dios se hace solidario de nuestra causa, para que seamos en Jesús solidarios en la causa de los hombres; sobre todo, la de los pobres y excluidos. Dios está con nosotros, por nosotros, para nosotros, a fin de que también nosotros estemos los unos con los otros, por los otros, para todos.

2) Búsqueda de Dios

¿Buscas a Dios Encuéntralo en tu hermano, porque Cristo se ha identificado con cada uno de los hombres. ¿Quieres amar a Cristo, cuyo nacimiento celebramos Ámalo en cada prójimo, porque todo lo que haces a uno cualquiera de tus semejantes, Cristo lo considera hecho a Él.

Ama y respeta a Cristo en el rostro de tu esposa, de tu esposo, de tus hijos.

Ama y respeta a Cristo en el rostro del enfermo angustiado y del anciano débil y desamparado.

Ama y respeta a Cristo en el rostro del cesante desesperado, del que no tiene vivienda digna.

Ama y respeta a Cristo en el rostro de la asesora del hogar, del obrero y empleado que colabora en tu empresa o industria.

Ama y respeta a Cristo en el rostro del inmigrante y del extranjero que busca acogida y fraternidad.

Ama y respeta a Cristo en el rostro del temporero (a) que viene a nuestra Región en busca de trabajo.

Ama y respeta a Cristo en el rostro inocente del niño, en la esperanza de vida nueva del joven.

Ama y respeta a Cristo en el rostro de cada ser humano con el cual te encuentras cada día.

Si te esfuerzas, pues, en abrirte con amor a tu prójimo, si estableces con él relaciones de paz y profundo amor, tendrás a tu lado a Cristo. Y con Cristo, podrás alcanzar la meta que sueña tu corazón: un mundo más justo, más fraterno, más solidario, y por lo tanto, más humano.

¡ FELIZ NAVIDAD

� Alejandro Goic KarmelicObispo de Rancagua