Todo ser humano lleva dentro de sí, un caudal energético que es expresado en cada una de sus acciones.

Esas energías emanadas se esparcen en el tiempo y en el espacio.

Son sus energías, son su responsabilidad…

Si ese caudal es distorsionado o subutilizado, se irá haciendo cada vez más pesado, entonces continuará naciendo y muriendo por “x

cantidad de veces más”, hasta que pueda ser llevado nuevamente a la pureza inicial.

Esta pureza era la calidad del Caudal Energético que le fue entregado en el inicio del tiempo.

Cuando logre llevarlo nuevamente a ese estado, ocurrirá su liberación.

Igual sucede con cada nación…

Cada una de ellas es el resultado de la suma de las individualidades energéticas, de los cúmulos o de las almas

que conforman su población.

Ellos vibran en una misma escala o en un mismo nivel.

Tanto la carga energética individual como la carga energética de una nación, deben retornar a su pureza inicial.

La calidad de la carga, la estructura energética o el patrón kármico individual, es lo que atrae a cada alma

a cierto y determinado lugar.

Esa es la razón por la que se nace en el país, en la entidad, en la ciudad, en el pueblo o en la comunidad

en el que se debe nacer,

para poder tener “ciertas oportunidades” que le permitirán poder llevar al equilibrio esas energías que ha venido mal utilizando

en esta vida y/o en las anteriores.

Esto lo hará con el padre, la madre, los hermanos y familiares “perfectos”.

Atraerá también, los amigos, maestros, vecinos, parejas, compañeros de trabajo, desconocidos,

gobernantes, presidentes y situaciones “perfectas”,

junto a un sin número de características físicas e idiosincrasia particular de color de piel, raza, religión,

ideología, riquezas y/o pobreza, y/o enfermedades “perfectos”,

que harán posible, ese lento despertar y ese reencontrarse a sí mismo, en el momento que deba ocurrir y por sobre todo,

cuando así se quiera, preferiblemente, de manera conciente, individual, espontánea y voluntaria.

Tanto en el ADN Físico como en el ADN Energético de cada persona se encuentra “escrito” la calidad de las cargas

energéticas que tendrá que llevar al equilibrio.

Serán estas vibraciones las que lo impulsarán a una supuesta lucha por preservar sus condiciones de vida, sus ideales, los principios y valores que lo identifican, y a su vez serán

los que le permitirán lograr finalmente su liberación.

Son estas vibraciones energéticas las que lo llevan también a luchar por los llamados valores nacionales que lo identifican:

democracia, paz, verdad, pluralismo, libertad, dignidad, participación, rectitud, coraje, confianza, fe,

equidad, tolerancia, justicia, igualdad, disciplina, concordia, esperanza, orden, sensatez, respeto a la individualidad,

obligación, honestidad, no violencia,…

Es su Deber,…

Es su Responsabilidad para que de esa forma, pueda ir “Despertando” su Conciencia y

pueda ir entendiendo de qué se trata.

Elizabeth Vârga Ramírez

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