monogrÁfico final

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Inteligencia emocional y las emociones Consu Arribas Silvia Claramunt Ana López Tania Olmo Verónica Sanchis 3ºT

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Inteligencia emocional y

las emociones

Consu Arribas

Silvia Claramunt

Ana López

Tania Olmo

Verónica Sanchis

3ºT

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ÍNDICE

1.INTRODUCCIÓN............................................................................................. 3

2. JUSTIFICACIÓN ............................................................................................ 4

3.DEFINICIÓN INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EMOCIONES ......................... 6

3.1. Objetivos del desarrollo de la inteligencia emocional............................... 7

4. MARCO TEÓRICO ......................................................................................... 8

4.1 Primeros estudios sobre las emociones ................................................... 8

4.2. Aportaciones sobre las emociones. Inteligencia emocional. .................. 10

Wayne Payne ...................................................................................... 10

Goleman .............................................................................................. 10

Bisquerra ............................................................................................. 13

4.3 Clasificación de las emociones según Goleman y Bisquerra .................. 15

4.4. Las emociones en el marco curricular: .................................................. 16

5.EL DESARROLLO EMOCIONAL EN NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS. .................... 20

6. PAPEL DEL DOCENTE ............................................................................... 21

7. PAPEL DE LA FAMILIA ................................................................................ 23

8. CÓMO TRABAJAR LAS EMOCIONES EN EL AULA DE EDUCACIÓN

INFANTIL ......................................................................................................... 25

8.1. Conciencia de uno mismo. ..................................................................... 26

8.2. Autorregulación ...................................................................................... 27

8.3. Motivación .............................................................................................. 29

8.4.Empatía .................................................................................................. 29

8.5.Habilidades sociales ............................................................................... 31

9. CONCLUSIONES ......................................................................................... 32

10.BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................... 34

11. WEBGRAFÍA .............................................................................................. 35

3

1.INTRODUCCIÓN

El siguiente monográfico tiene como objetivo adentrarse en las emociones en el

aula, más concretamente en la etapa de infantil, así como la de proporcionar

tanto a nuestros compañeros como a nosotras mismas una selección de

apartados que dan forma al tema y que lo simplifican. A continuación

mostramos los puntos tratados:

En primer lugar, explicamos lo que nos movió a querer trabajar este tema

mediante la justificación, fue una decisión unánime, un impulso, un interés

compartido. Seguidamente exponemos el marco teórico, imprescindible para

conocer los primeros estudios, la fundamentación del tema, las aportaciones

más destacadas.

A continuación, mostramos una de las clasificaciones destinadas a las

emociones, existen diversas e incluso controversia con su agrupación,

finalmente escogimos la que consideramos más oportuna (no por ello la mejor

o la correcta) aunque son todas válidas.

Seguidamente hacemos un recorrido por el currículum para extraer aquellos

puntos destinados al tema de las emociones y reflexionarnos sobre su

tratamiento y su realidad en la práctica educativa, lo hemos separado por ciclos

y hemos marcado tanto las páginas cómo las secciones donde se encuentran

para facilitar su búsqueda.

Por otro lado, hemos contemplado en el monográfico las diferentes etapas de

desarrollo referentes a las emociones y sentimientos que afloran en el niño de

forma natural, por la etapa que nos interesa, éste es de 0 a 6 años.

Puesto a su total relevancia, los siguientes puntos van dirigidos al papel del

adulto, por un lado al del docente y por otro al de las familias. Sin duda,

principales agentes educativos que serán decisivos en el tratamiento de las

emociones en el aula y en sus casas, entornos primordiales del niño/a.

4

Para finalizar os mostramos nuestro parecer ante el tema abordado y la forma

en la que la hemos hecho, con nuestras impresiones más destacadas, y

seguidamente nuestras fuentes consultadas (libros, blogs, talleres, etc.).

2. JUSTIFICACIÓN

Desde hace un tiempo es común escuchar constantes elogios al hecho de

trabajar las emociones en el aula, parece ser un fenómeno de moda, una

corriente fresca e innovadora, que cierra supuestamente por fin las antiguas

relaciones profesor-alumno con tan solo un interés académico, pero… ¿por qué

es tan importante trabajar las emociones en infantil? Profundizar en esta

respuesta y en las que han sido surgiendo fue nuestro principal objetivo.

Por todos es sabido la importancia que ejercen los aspectos emocionales sobre

el bienestar y la adaptación individual y social, corrigiendo lo que hace décadas

hacían en las aulas que era relegar la emoción y los afectos a un segundo

plano, casi ocultándolos, con respecto a los conocimientos que debían adquirir

o la manera en la que debían comportarse, ya que éstas eran vistas cómo

impulsos negativos, que distraían, que enloquecían al hombre.

Nosotras consideramos que tratar las emociones es un tema importante para

trabajar en el aula desde bien pequeños, en la actualidad no se le da la

importancia que se merece, ya que muchas veces se enseñan las emociones

como conceptos cuando deberían ser un modelo de enseñanza, una filosofía

implícita por parte del maestro que les ayude a reconocerlas y expresarlas, y a

verlas no como concepto sino como parte de la personalidad. Para ello,

nosotros como futuros docentes debemos estar bien formados, en continuo

reciclaje y así poder llevar a la práctica programas efectivos que traten las

emociones en la educación infantil.

Si pretendemos abordar las emociones en el aula es imprescindible hacer una

reflexión sobre las nuestras propias, analizar nuestras reacciones, trabajar las

positivas y regular las que no lo son para que formen parte de las anteriores.

5

Las experiencias que vivimos nos afectan de algún modo, nuestro cuerpo no se

muestra indiferente ante los estímulos del entorno. Si compartimos las

experiencias con personas positivas, todo es más fácil, se crea un clima

cómodo y distendido donde poder trabajar.

Nosotras como maestras debemos tener en cuenta el desarrollo de la

personalidad integral del niño como una de nuestras prioridades, tanto en el

desarrollo cognitivo como en el emocional. No solo debemos centrarnos en la

transmisión de conocimientos (con las nuevas tecnologías el acceso a la

información es inmediato), sino que como personas, siempre debemos dar

importancia al apoyo emocional y por ende, a que el alumno se conozca así

mismo, para que así éste consiga afrontar retos con mayores probabilidades

de éxito, autocontrol y bienestar y no derive en un analfabeto emocional, que

se sienta perdido y abordado ante situaciones precarias y desagradables que le

marquen para el resto de su vida.

Como decía Gardner (el padre de las inteligencias múltiples) centrarse solo en

desarrollar las capacidades lingüísticas del niño en la escolaridad supone un

error, puesto que pueden tener capacidad en otras inteligencias, como la

inteligencia interpersonal, que es aquella capacidad que permite comprender a

los demás seres humanos, pudiendo lograr una mejor empatía e interacción,

por ejemplo, la educación es un proceso de relaciones interpersonales

impregnadas de fenómenos emocionales; o la inteligencia intrapersonal, que es

aquella que nos permite ver de forma real como somos nosotros, lo que

deseamos y como priorizamos nuestros deseos para actuar de forma correcta.

El no desarrollar estas capacidades pueden provocar fracaso escolar,

dificultades de aprendizaje, estrés en los exámenes, abandono

escolar…provocando estos hechos emociones negativas tales como la apatía,

depresión, ansiedad…en definitiva, un desequilibrio emocional que convierta

esas emociones en sentimientos, en estados de ánimo constantes que ocultan

a la verdadera persona detrás de un velo de antiguas malas experiencias y

negación a las que están por llegar.

6

Diversos autores apuntan que no existen emociones negativas puesto que

todas tienen un fin para el ser humano, un cometido. El miedo ayuda a

prepararse y protegerse, la tristeza acompaña los duelos, la ira define nuestros

límites, nuestros derechos, nuestro espacio, nuestra integridad…pero hay que

saber reconocerlas y controlarlas, por ello debemos dar más énfasis en este

campo de la que hoy en día se le da, aunque bien es cierto que el rol

tradicional del profesor transmisor únicamente de conceptos está cambiando.

Por todo esto, hemos escogido trabajar el tema las emociones en infantil,

porque pensamos que es importante aplicar programas de educación

emocional desde edades bien tempranas, que faciliten el desarrollo de las

capacidades y competencias de la persona, especialmente en la etapa de

infantil, para prevenir la violencia, el fracaso escolar, depresiones…y favorecer

el bienestar, la armonía, el crecimiento y el desarrollo integral del niño, porque

la educación emocional tiene como objetivo el desarrollo de las competencias

emocionales y la inteligencia emocional de la persona, en este caso del niño.

3.DEFINICIÓN INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EMOCIONES

La inteligencia emocional es un término muy amplio y muy tratado por diversos

autores a lo largo de nuestra historia. De todos ellos hay un psicólogo que

destaca por ser el más relevante y el cuál dio nombre a este término de

inteligencia emocional en 1995, pero de él hablaremos en el siguiente punto

correspondiente al marco teórico. Aquí solo diremos que este autor responde al

nombre de Daniel Goleman, y desde nuestro punto de vista nos da una

definición de lo que es la inteligencia emocional, bastante clara y concisa, por

eso hemos querido destacarlo a él, de entre todos los demás.

Dicha definición dice así: La inteligencia emocional es la capacidad de

reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de

manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones.

7

Dentro de la inteligencia emocional observamos el concepto de emociones, es

decir, uno va enlazado a otro, no podemos hablar de emociones sin inteligencia

emocional y viceversa, por eso debemos aportar también una definición que

nos aclare este término. La R.A.E define la palabra emoción como: alteración

del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de

cierta conmoción somática.

Podemos decir que las emociones son estados complejos, que abarcan tanto lo

biológico como lo psicológico y se generan como respuesta a agentes externos

e internos y van cambiando según las circunstancias por las que van pasando

las personas, a raíz de estas, van creando sentimientos y sensaciones nuevas,

que conllevan a una serie de emociones.

3.1. Objetivos del desarrollo de la inteligencia emocional.

Trabajar el desarrollo de la inteligencia emocional en el aula tiene unas

ventajas muy gratificantes como hemos clarificado en algunos puntos de

nuestra justificación, pero todo se hace siempre partiendo de unos objetivos y

un por qué de las cosas.

Bisquerra (otro autor relevante en el tema, del cual también se habla más

tarde) define muy bien algunos de los objetivos más generales sobre este

tema:

Aprender a identificar y etiquetar las propias emociones.

Identificar las emociones de los demás.

Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones.

Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas.

Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.

Desarrollar la manera más adecuada de expresar las emociones.

Adoptar una actitud positiva ante la vida.

8

De estos objetivos generales se pueden derivar otros objetivos más

específicos, en función del contexto de intervención. Algunos ejemplos son:

Desarrollar la capacidad para controlar el estrés, la ansiedad y los

estados depresivos.

Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar.

Potenciar la capacidad para ser feliz.

Desarrollar el sentido del humor.

Desarrollar la resistencia a la frustración o el enfado.

4. MARCO TEÓRICO

4.1 Primeros estudios sobre las emociones

Vivimos en una sociedad cada vez más compleja, con cambios sociales

constantes que van encaminados, en muchas ocasiones, a conseguir objetivos

marcados por la productividad y el resultado. Es necesario contemplar la

importancia de las emociones ya que juegan un papel primordial en nuestras

vidas y nos preparan para formar parte de esta sociedad tan "acelerada".

Sin embargo, el estudio de las emociones es relativamente reciente ya que

éstas no son cuantificables como pueden ser otras ciencias. Digamos que algo

que no se puede medir, no se puede contrastar. Es por ello por lo que su

investigación comienza a partir de los años 60.

Esta época, es por ello, una época de cambio que da lugar al surgimiento de la

psicología cognitiva, que conlleva una investigación de las emociones

estudiadas como parte del organismo.

Por otro lado, es interesante apuntar que, al igual que existieron grandes

revoluciones que cambiaron las sociedades europeas de una forma drástica

como pueden ser la francesa, la industrial, la tecnológica, etc. existe una que

no podemos dejar a un lado, la revolución emocional.

9

Esta revolución influye en ámbitos de la psicología, educación y sociedad en

general, y está impulsada mediante manifestaciones como: el aumento de

estudios y publicaciones relacionadas con las emociones en psicología, la

implicación de la neurociencia en el estudio del cerebro emocional, etc.

Todas estas manifestaciones, junto con otras, insisten en la importancia de que

la revolución emocional llegue a la práctica educativa. Los docentes no solo

transmiten conocimientos, son dueños de parte del tiempo diario de la vida de

un niño, con lo cual, su labor debe contemplar todos los aspectos de su

desarrollo mediante planes de acción meditados.

Sabemos de ante mano, que la educación es el instrumento que utilizan, entre

otras cosas, para los procesos de transformación ideológica, por ello, desde la

revolución emocional, lo que se permite en cambio, es crear objetivos

encaminados hacia la consecución futura de una sociedad que aportará para

un mundo más inteligente y feliz.

Las emociones están inmersas en cualquier situación o contexto educativo. Si

hay relación humana, la emoción existe, una cosa es que no se les dé un

tratamiento explícito, que no se manejen con cierta conciencia, que no se

trabajen o que se trate de hacer caso omiso pero sabemos que son una parte

fundamental del currículum oculto.

Anteriormente, tratando de revisar la historia, decíamos que no se habían

estudiado como tal por falta de medios o técnicas, pero no hace falta indagar

muchos años atrás para saber que las emociones siempre han existido, forman

parte de nosotros, aunque no han sido reflejadas, registradas, examinadas o

canalizadas, de hecho, más bien todo lo contrario.

Cuando un niño llega a la escuela no debe convertirse en otro tipo de persona,

debe ser él mismo. No es entendible que tratemos de marcar roles meramente

académicos, estáticos y fríos, agradecemos la tecnología, pero nosotros no

somos máquinas, somos personas, que sentimos, lo que nos ocurre no nos

deja indiferentes y enmascarar las emociones no es lo natural.

Francesco Tonucci (Frato)

10

4.2. Aportaciones sobre las emociones. Inteligencia emocional.

Wayne Payne

Según la historia del término Inteligencia Emocional, hay indicios de que se

utilizó por primera vez en 1985 por Wayne Leon Payne, un alumno graduado

en la universidad de artes alternativas liberales de los Estados Unidos, quien

escribió una tesis para su doctorado en la cual incluyó el término "inteligencia

emocional" en el título. Este parece ser el primer uso académico del término

"inteligencia emocional". En los cinco años siguientes, parece que nadie usó el

término "inteligencia emocional" en documentos académicos. Sin embargo,

después se ha conocido que el término "inteligencia emocional" había

aparecido antes en textos de Leuner (1966).

Luego en 1990 el trabajo de dos profesores universitarios de Estados Unidos,

John Mayer y Peter Salovey, trabajaron e investigaron la manera de demostrar

o medir el hecho de que algunas personas eran mejores que otras en cosas

como identificar sus sentimientos, o los de otros y resolver problemas que

involucran temas emocionales. Estos dos profesores definieron la inteligencia

emocional como: “la habilidad para manejar los sentimientos y emociones

propios y de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información

para guiar el pensamiento y la acción…”

Años más tarde le pidieron a un amigo (David Caruso) , que los ayudara a

diseñar un test de inteligencia emocional aún hoy, continúa ayudándolos a

diseñar dichos test de inteligencia emocional.

En cambio, la persona más comúnmente asociada con el término inteligencia

emocional es un escritor y consultor norteamericano llamado Daniel Goleman.

Daniel Goleman

Como decíamos, un autor de total relevancia en este campo es Daniel

Goleman. Hace un tiempo, aunque no demasiado, este concepto ha tenido una

gran repercusión en cualquier ámbito que podamos imaginar. Hasta el

momento, el éxito personal e incluso profesional era medido por su formación

académica, de hecho, se creía que era proporcional, en cambio, diversos

estudios confirman que el grado de inteligencia emocional presente en las

personas es decisivo e incluso determinante y además, logra marcar resultados

que no siempre van de la mano con dicha formación.

11

Desarrollar la inteligencia emocional es adquirir capacidades que resuelvan las

dificultades relacionadas con nuestros sentimientos y con los ajenos. Además,

no se trata de un fenómeno genético, por tanto, es educable y podemos

trabajarlo en el aula.

La inteligencia emocional no se aprende de un día para otro, es un proceso que

depende de las situaciones personales de cada uno y del momento en el que

nos encontremos, por ello, no existe un manual idéntico que funcione como la

panacea universal sino que deberemos, como maestras/os estar atentos a las

necesidades emocionales de cada niño/a porque serán muy diversas y

cambiantes.

Es un término que conlleva múltiples capacidades, como la autoestima, la

motivación, el pensamiento positivo, el control de los propios impulsos, las

habilidades de comunicación, la autonomía o la capacidad de solucionar

conflictos que se nos presentan cada día.

La inteligencia emocional podemos dividirla en dos vertientes; una referente al

desarrollo personal y otra relativa al desarrollo del entorno. Ambas las

desarrollamos a continuación:

Desarrollo personal

Autoconocimiento: Cómo somos, qué nos diferencia del resto, qué

sentimos y cómo lo expresamos. Para que un niño entienda cómo se

siente y aprenda a controlar específicos impulsos debe conocer las

emociones, ponerles nombre. Cuando siente no sabe qué siente,

simplemente actúa conforme lo hace. El papel de los adultos de su

entorno es primordial para ayudarle a conocerse.

Motivación: Motor emocional para llevar a cabo una acción. Es la

predisposición que dirige el comportamiento hacia lo deseado. La

motivación en los más pequeños es distinta según su etapa o grado de

madurez; cuando son bebés, por ejemplo, la motivación tiene que ver

con el cumplimento de sus necesidades básicas. Más adelante, éstos

necesitan motivaciones para cumplir con las obligaciones que pueden

llevar a cabo conformen crecen.

Autoestima: Depende de la percepción que tiene el niño o la niña sobre

él pero también está condicionada por lo que su entorno le trasmite,

sobre lo que lo demás piensan de él. De ahí la importancia de no crear

en el aula situaciones con roles estereotipados o marcar cánones de

belleza irreales, entre otros fenómenos sociales que encasillan o

agrupan a las personas por su aspecto físico, destrezas o lugar de

procedencia.

12

Pensamiento positivo: U optimismo. Se trata de encontrar el lado

bueno de las cosas que hacemos o que nos ocurren, de aprenden de los

errores, tratarlos con naturalidad en lugar de utilizarlos para sentenciar a

las personas. En el aula, es importante tener cuidado con el tratamiento

de este concepto, el maestro debe ser consciente del poder de sus

valoraciones a la hora de evaluar alguna actividad o comportamiento y

utilizarlo, por tanto, para motivar en lugar de para crear frustraciones o

competiciones insanas entre compañeros.

Control de los impulsos: Cómo administramos y canalizamos

momentos de ansiedad, agresividad, etc. Para ello, es importante

potenciar momentos de reflexión sobre aquéllas situaciones en el aula

de conflicto, de escucha activa, de empatía y tolerancia. En la etapa de

infantil es frecuente el egoísmo, las rabietas, etc. Es una etapa normal,

aunque la labor del maestro (y de la familia también) es utilizar aquellos

momentos descontrolados y tratarlos de forma tranquila y reflexiva.

Desarrollo del entorno

Autonomía: Es la capacidad de actuar siguiendo unas normas que el

niño o la niña se impone a sí mismo sin guías externas. Por ello, un niño

que confía en sus capacidades es más autónomo y feliz. Para fomentar

la autonomía, podemos utilizar los hábitos de higiene, alimentación,

imagen y salud. Unos correctos hábitos afianzados en la infancia pueden

convertirse en los hábitos de su vida adulta. Por ello, es importante que

en el aula animemos los logros que alcanzan día a día referentes a este

aspecto.

Empatía: Es la capacidad para comprender las emociones ajenas,

sentirlas como nuestras, ponerlos en el lugar del otro y ayudarle a

sentirse mejor. Por ello, es necesario conocer las diferentes emociones,

las nuestras propias para poder extrapolarlas cuando le ocurren a otra

persona. En el aula podemos utilizar infinidad de recursos para mostrar

los sentimientos de los demás. Es común la asamblea, aunque cualquier

momento del día puede ser propicio para reflexionar sobre lo que le

ocurre al compañero/a.

Solución de conflictos: Llegados a este concepto, es imprescindible

mirar hacia atrás y revisar los anteriores términos. Para resolver un

conflicto debemos, al menos, mostrar empatía, controlar impulsos

negativos, mostrar un pensamiento positivo, etc. Además de ello, es

fundamental identificar el problema, escuchar a la persona sin

interrumpir (escucha activa), mostrar empatía y ser responsables de lo

que decimos y hacemos.

13

Habilidades de comunicación: Mediante la comunicación verbal y no

verbal. Estas habilidades son necesarias para poder establecer y

mantener cualquier tipo de relación con el resto, un aspecto esencial

para desarrollar la inteligencia emocional. Este concepto engloba

diversas habilidades:

Escucha activa (demostrar que escuchamos y entendemos a

quién nos habla)

Asertividad (Expresarnos de forma clara y cuidadosa para evitar

daños al oyente)

La capacidad de decir que no (cuando no se logra, podremos

tener un indicador que muestra un niño tímido o inseguro)

La comunicación no verbal (gestos, postura corporal, miradas,

tono de voz...)

Rafael Bisquerra

Puesto que el objetivo de nuestro monográfico es profundizar en el tratamiento

que se da de las emociones en el aula, y más concretamente en la etapa

infantil (0-6 años), hablaremos de las capacidades emocionales. ¿A qué nos

referimos con capacidades emocionales?, según Bisquerra, (2000) es un

proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo

humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la finalidad de aumentar el

bienestar personal y social.

Es necesario hacer una distinción entre capacidades emocionales y

competencias, ya que estas últimas se desarrollan en una etapa posterior, la

de primaria. Centrándonos en las capacidades emocionales por la etapa que

nos interesa, diremos que entendemos por este concepto al desarrollo

emocional que presenta el niño para construir conocimientos, habilidades y

actitudes que le ayuden a ir tomando conciencia de sus emociones, aprender a

expresarlas y regularlas con la ayuda del adulto.

En el manual de Èlia López Cassà se recogen cinco capacidades emocionales

actualizadas de las de Bisquerra y Pérez (2007) y Bisquerra (2009):

Toma de conciencia de las propias emociones, de ahí la importancia de

conocernos a nosotros mismos para poder contribuir en el conocimiento propio

de cada niño.

14

Dar nombre a las emociones, para ello podemos utilizar infinidad de recursos

en el aula. Existen cuentos muy completos que describen cada una de las

emociones mediante imágenes y situaciones reales y también manuales que

tratan de destacar las más importantes en cada etapa.

Comprensión de las emociones de los demás, mediante la empatía, la

comprensión, la tolerancia. Ningún niño nace con prejuicios, éstos son creados

por los adultos.

Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y

comportamiento. Nuestros estados emocionales actúan en nuestro

comportamiento y éstos en la emoción y ambos pueden ser controlados por el

razonamiento y la conciencia.

Regulación emocional para gestionar las emociones. Es la relación entre

los aspectos anteriores y su combinación para entender las emociones de una

forma positiva y lograr estrategias de afrontamiento. Dentro de esta última

capacidad existen microcompetencias que la configuran como son:

La expresión emocional apropiada (el estado emocional interno no ha de

coincidir siempre con la expresión externa).

La regulación de emociones y sentimientos (regulación de la

impulsividad, tolerancia a la frustración o perseverar en el logro de los

objetivos incluso habiendo adversidades).

Habilidades de afrontamiento (de conflicto).

Capacidad para autogenerar emociones positivas (para auto-gestionar

el propio bienestar emocional y sentirse bien)...

15

4.3 Clasificación de las emociones según Goleman y Bisquerra

Existen diversas clasificaciones para las emociones, por su relevancia en este

campo, hemos decidido utilizar la de Goleman (1996) y Bisquerra (2000)

(aunque existen muchas más). Ambos las clasifican como básicas (negativas y

positivas) y ambiguas.

Emociones Básicas (negativas)

Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce

ansiedad e incertidumbre.

Aversión: Angustia, repulsión...

Ira: Rabia, irritabilidad...

Tristeza: Soledad, culpa, pesimismo...

Ansiedad: Desesperación, anhelo...

Vergüenza: Timidez, culpabilidad...

Emociones Básicas (positivas)

Alegría: Diversión, sensación de bienestar...

Humor: provoca risa, carcajada...

Felicidad: Gozo, tranquilidad...

Amor: Afecto, ternura, confianza...

Emociones Ambiguas

Sorpresa

Esperanza

Compasión

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4.4. Las emociones en el marco curricular:

Tras analizar el currículum de Primer y Segundo Ciclo de Educación Infantil,

mostramos a continuación los diferentes apartados que contienen aspectos

relacionados con las emociones.

- PRIMER CICLO -

Página 55004.

Principios generales y fines:

4. La Educación Infantil tiene como finalidad contribuir al desarrollo

físico, afectivo, social y intelectual de los niños y las niñas.

Artículo 3. Objetivos de ciclo:

d) Desarrollar sus capacidades afectivas.

Página 55008.

Introducción:

Las actuaciones educativas irán dirigidas al fomento de actitudes y

habilidades que faciliten un futuro éxito en la interacción social, como

descubrir el estado emocional de los demás.

Página 55008.

Área I. El conocimiento de sí mismo y la autonomía personal:

Las emociones en los niños se van canalizando a través de

actividades psíquicas, perceptivas e intelectuales. Las frustraciones

provocan manifestaciones sociales no correctas que los

profesionales deben conocer para reconducirlas y educarlas.

El desarrollo afectivo es el acompañante de los demás procesos de

desarrollo. El profesional deberá plantearse una buena actitud y

observar las relaciones que se den en el aula.

Página 55011.

Área I. Bloque I. El cuerpo y la propia imagen. Contenidos:

Las emociones positivas y negativas.

17

Página 55012.

Área I. Bloque 3. La actividad y la vida cotidiana. Contenidos:

La interacción y colaboración a partir de actitudes positivas para

establecer relaciones afectivas con los demás.

Página 55013.

Área II. Conocimiento del medio físico, natural, social y cultural:

La niña y el niño adquieren autoconocimiento de sus pensamientos y

sentimientos mediante la actividad social, de aquí la necesidad de

realizar actividades con los demás en las que aprendan de sí mismos

y del resto.

Objetivos:

Descubrir a las personas con las que interactúa y establecer con

ellas relaciones sociales y afectivas.

Aprender a relacionarse con las personas que les rodean aceptando

las diferentes emociones y sentimientos que se le dirigen,

expresando los suyos y desarrollando actitudes de interés y ayuda.

- SEGUNDO CICLO -

Página 55019.

Principios generales y fines:

2.3. La Educación Infantil tiene como finalidad contribuir al desarrollo

físico, afectivo, social y intelectual de los niños y las niñas, así como

facilitar que los niños y niñas desarrollen sus capacidades afectivas.

Página 55022.

Anexo:

El objeto de aprendizaje está supeditado a una implicación global de

los niños incluyendo el aspecto emocional y afectivo.

Página 55025.

Área I. El conocimiento de sí mismo y la autonomía personal. Objetivos:

Conocer, manifestar y explicitar los propios sentimientos, emociones

y necesidades, y respetar los de los demás.

18

Página 55026.

Área I. Contenidos Bloque 1. El cuerpo y la propia imagen:

d) Valoración y actitud positiva ante las demostraciones de

sentimientos, de emociones y el control gradual de las mismas.

Contenidos Bloque I. El cuerpo y la propia imagen:

a) La percepción de los deseos y estados de ánimo y su

manifestación.

Página 55028.

Área II. Conocimiento del medio físico, natural, social y cultural.

Objetivos:

6. Establecer relaciones con adultos e iguales que respondan a

sentimientos de afecto.

Página 55030.

Área III. Los lenguajes: Comunicación y representación. Introducción:

Las formas de expresión están íntimamente relacionadas con la

sensibilidad y la emotividad.

La expresión corporal es el medio por el cual el ser humano expresa

sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos con su

cuerpo.

Página 55034.

Área III. Los lenguajes: Comunicación y representación. Objetivos:

3. Utilizar las distintas formas de representación para expresar y

comunicar sentimientos conocidos, vividos o imaginados.

6. Expresar sentimientos mediante la expresión artística.

La expresión corporal es el medio por el cual el ser humano expresa

sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos con su

cuerpo.

Página 55047.

Área III. Los lenguajes: Comunicación y representación. Contenidos

bloque 7:

A) El descubrimiento de las posibilidades del cuerpo para expresar y

comunicar sentimientos y emociones.

19

- REFLEXIONES -

Centrándonos en el Primer Ciclo de Educación Infantil, observamos que hace

especial hincapié en la interacción entre los niños. Las primeras relaciones

fuera de la familia se dan mayormente en la escuela, es por ello que el

currículum da una gran importancia a la calidad de las relaciones afectivas que

se efectúan entre los niños de igual o diferente edad. En sus párrafos refuerza

el hecho de partir de actitudes positivas para un buen desarrollo de dichas

relaciones.

Por otro lado, y para sorpresa nuestra, es en la segunda área donde aparece

gran alusión a la importancia de las actividades grupales como propiciadora de

situaciones en las que los niños deben conocerse y reconocerse a través de la

interacción. El papel del profesional aparece como promotor de esas relaciones

con base a la afectividad y emotividad.

Ya en el Segundo Ciclo de Educación Infantil, los términos para formular los

objetivos y contenidos cambian, siendo éstos más exigentes con formulaciones

como: conocer, manifestar y explicitar. Con ello se pretende que los niños ya

empiecen a tener un dominio más experto de sus propias emociones y

sentimientos y los de los demás. Las relaciones en este ciclo también están

muy presentes puesto que aluden a la valoración positiva de los sentimientos y

actitudes que se puedan derivar de las interacciones entre los niños.

Por otro lado, y debido a la ampliación de contenidos en este ciclo, aparecen

un factor importante: La expresión corporal.

La expresión corporal es una conducta que está en la persona desde siempre

y que constituye todo un lenguaje con el que la persona puede expresar

sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos a través del cuerpo, que

es el instrumento de acción.

De ahí importancia de la expresión corporal en el contexto educativo, ya que

está basada en la necesidad de desarrollar las capacidades de los alumnos /as

para aprender a escuchar y sentir racionalizadamente, de una forma natural y

espontánea, las numerosas situaciones que se le presenten, de forma que no

20

existan miedos ni inhibiciones y donde se sientan seguros de sí mismos, lo cual

se consigue si son capaces de escucharse por dentro, de conocerse y, lo más

importante, de aceptarse.

5. EL DESARROLLO EMOCIONAL EN NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS.

Tras los argumentos expuestos anteriormente, ya sabemos que el desarrollo

emocional es un conjunto de cambios que se dan en las diferentes

dimensiones de la vida emocional. Ésta está constituida por expresiones

emocionales, comprensión emocional, empatía, regulación emocional y

objetivos y comportamientos.

El útero materno es el primer mundo del bebé. Si este primer mundo ha sido de

aceptación, deseo y estima, el niño crea una expectativa sobre su mundo

externo satisfactoria. Si por el contario, por cualquier circunstancia, la madre

desatiende el embarazo, esto se puede traducir en un mensaje de no

aceptación que entrará a formar parte de la personalidad del niño y de su vida

futura.

Desde el nacimiento, los bebés sonríen y muestran expresiones faciales de

interés, asco y malestar. La sonrisa no sólo refleja la experimentación de

emociones agradables, sino que para el bebé, además, es un medio de

comunicación con la madre.

Entre el segundo y cuarto mes aparecen las primeras expresiones de alegría,

cólera, sorpresa y tristeza. Es a partir del quinto mes cuando empieza a

observarse la expresión de miedo, aunque también se pueden percibir

expresiones faciales de miedo en el primer mes, cuando se le desplaza

bruscamente hacia abajo.

21

El bebé no tiene palabras para decir las cosas siendo su primer lenguaje el

llanto. Poco a poco aprenderá a hablar pero lo que no sabrá decir con palabras

lo seguirá diciendo llorando, enfadándose o gritando. Esas reacciones tendrán

una respuesta por parte del adulto: atender, valorar, ignorar o rechazar sus

comportamientos. Será por imitación como el niño aprenderá a expresar las

emociones que ha visto en los adultos, especialmente a sus padres.

Entre el segundo y tercer año de vida aparecen las emociones socio-morales

como la vergüenza, la culpa y el orgullo. Cada vez se diferenciarán más entre sí

y se manifestarán con mayor rapidez, intensidad y duración, pudiendo llegar a

transformarse en sentimientos.

En la edad comprendida entre los tres y los seis años se inicia una nueva etapa

de desarrollo. En ella se construyen nuevos intereses y necesidades, nuevas

formas de expresión y de relación con los demás. Así, el lenguaje formará parte

de la vida de los niños ya que a través de él comprenderán la realidad,

comunicarán sus experiencias y expresarán sus sentimientos e inquietudes. Es

en esta edad cuando el niño empieza a asociar acontecimientos con

determinadas emociones. (Cumpleaños-alegría, Perder un juguete – tristeza).

A partir de los seis años los niños comprenden que no es la situación en sí la

que genera las emociones, sino que éstas son el resultado de nuestras

interpretaciones.

6. PAPEL DEL DOCENTE

El papel del docente en el desarrollo de las emociones de los niños, como

hemos nombrado anteriormente, es de suma importancia, ya que los niños

pasan gran parte de su infancia y adolescencia en el aula, periodo principal en

el que se produce el desarrollo emocional del niño. De esta forma el entorno

escolar se convierte en un espacio de sociabilización emocional y el maestro

en uno de los referentes más importantes, es un modelo de inteligencia

emocional insustituible a seguir por los alumnos.

22

Por eso es necesario que el docente posea unas habilidades emocionales y

afectivas, él debe ser un buen “educador emocional”, para que el niño aprenda

y desarrolle sus habilidades con el uso inteligente de sus emociones. Al

profesor le corresponde la labor de moldear y ajustar en clase el perfil afectivo

y emocional de sus alumnos.

Para ello sabemos que el docente necesita tener unas ciertas competencias

emocionales. Debe ser empático, tiene que tener la capacidad de sintonizar

emocionalmente con los demás, de saber ponerse en el lugar del otro pero sin

confundirse con él y esto se lo debe enseñar a sus alumnos, al igual que se

debe establecer una relación empática entre ambos.

También es importante que para poder educar desde la inteligencia emocional,

el profesor debe saber reconocer e identificar sus propios sentimientos y

emociones, controlar sus expresión y no reprimirla, sino ofrecer modelos

adecuados de expresión. Esto es importante porque se sabe que es imposible

educar moral y afectivamente a los alumnos si el docente no tiene una

estructura de valores clara y un cierto dominio de las propias emociones.

Otras de las características que debe poseer un educador es tener un

conocimiento sobre inteligencia emocional, saber que son las emociones y su

relación con los procesos cognitivos, así como el papel importante que juega la

inteligencia emocional en la adaptación y establecimiento interpersonal de las

personas. También deben tener habilidades interpersonales, para poder

identificar las emociones de sus alumnos, ser empático, saber tomar

decisiones, tener liderazgo y habilidad para dirigir y persuadir las fortalezas de

los demás, percibir sus estados de ánimo, escuchar, ser justo y equitativo.

Debe tener habilidades intrapersonales, para manejar, controlar e interpretar

las propias emociones, de modo que sepa reaccionar de manera correcta con

ellas. Además de habilidades didácticas para la educación emocional, para

atender a los problemas emocionales, estimular el desarrollo armónico de los

alumnos y estimular el desarrollo de competencias didácticas creativas que

promuevan escuelas emocionales, que construyan ambientes propicios y

estimulantes para el desarrollo afectivo.

23

También es necesario que se creen vínculos positivos y nutritivos con los

niños. Es importante que los niños sientan a la persona que hay dentro del

maestro para poder establecer relaciones positivas, claras y auténticas. Los

maestros deben caracterizarse por su disponibilidad afectiva, corporal e

intelectual. Debe ser un guía en el desarrollo y progreso del niño. Por lo que es

importante que sepa educar bien a los niños en las emociones, ya que eso

contribuirá a la madurez emocional, que se desarrollará a lo largo de toda la

vida y le irá formando desde pequeños hasta adultos.

7. PAPEL DE LA FAMILIA

El papel de la familia en el desarrollo de la inteligencia emocional también es

muy importante, ya que como sabemos es el primer contexto de contacto que

tiene el niño con las personas que le rodean y los niños aprenden los

comportamientos y conductas de la imitación que realizan los adultos. Por lo

tanto, es imprescindible que los padres cuenten con la suficiente información

para conseguir que el niño desarrolle su competencia emocional.

Los niños irán formando la madurez emocional a medida que los adultos les

enseñen y practiquen con ellos. Por ello, es importante que los padres, al igual

que los maestros, les muestren confianza, sean sinceros, empáticos, sepan

ponerse en el lugar de sus hijos, para saber cómo se sienten, eviten el control

excesivo, alentarles a decir que les gusta y que no y animarles a iniciar

conversaciones y juegos.

Los padres son la principal fuente de información, por eso es importante que

ellos tengan una madurez emocional, ya que con ellos los niños tendrán sus

primeras experiencias, que tendrán una gran repercusión en el futuro desarrollo

emocional, cognitivo y social del niño. La familia será la primera escuela de

aprendizaje emocional. Esta va a influir en el desarrollo de la personalidad del

niño, ya que los padres influyen en el mayor número de experiencias de los

niños, al controlar esta parte, los padres contribuyen al desarrollo de la

cognición social. Por eso, es importante como hemos dicho anteriormente que

24

los padres entrenen y ejerciten su Inteligencia Emocional para que los hijos la

adquieran correctamente.

Es imprescindible que los padres sigan cinco principios básicos, aunque estos

principios deben ser seguidos también por el docente:

Ser consciente de sus propios sentimientos y de los de los demás.

Mostrar empatía y comprender los puntos de vista de los demás.

Hacer frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de conducta

y regularlos.

Plantearse objetivos positivos y trazar planes para alcanzarlos.

Utilizar las dotes sociales positivas a la hora de manejar las relaciones.

Estos principios, son los cinco componentes básicos de la Inteligencia

Emocional, el autoconocimiento emocional, el reconocimiento de emociones

ajenas, el autocontrol emocional, la automotivación y las relaciones

interpersonales.

Por otro lado, lo que nunca deben hacer los padres o los docentes es lo

siguiente:

Ignorar los sentimientos de de los niños, pensando que los problemas de

de los niños son absurdos y sin importancia, ya que para el niño si

tendrán importancia.

No dar soluciones emocionales alternativas y pensar que cualquier

forma de manejar las emociones, es correcta (por ejemplo, pegándoles).

Menospreciar o no respetar los sentimientos del niño (por ejemplo,

prohibiéndole que se enfade).

Los padres y en general todos los adultos debemos evitar esta serie de

conductas. También los padres deben incentivar a los niños a la toma de

decisiones, mostrar cariño y escuchar las opiniones del niño, conocer sus

gustos y preferencias, como por ejemplo, saber qué juegos le gustan, que

programas de televisión ve, saber quién son sus amigos… ya que este tipo de

25

actividades construyen la vida emocional del niño y en muchas ocasiones los

padres son grandes desconocedores de estos aspectos.

Por otra parte, otro aspecto que es importante es el del afecto que se les

proporciona a los niños. Debido a que los padres y maestros que proporcionan

amor y ternura producen efectos muy positivos en los niños, en lo cognitivo

estos serán alumnos más eficaces con mayor concentración y con menores

interferencias afectivas.

Para finalizar, mostrar una seria de preguntas que serían aconsejables que nos

hiciéramos los adultos antes de actuar, en cualquier situación conflictiva de

ámbito familiar:

¿Qué siente usted en esa determinada situación?¿Qué sienten sus

hijos?

¿Cómo interpreta lo que está pasando?¿Cómo cree que lo interpretan

sus hijos? ¿Cómo se sentiría usted si estuviera en su lugar?

¿Cuál es la mejor manera de hacer frente a esto? ¿Cómo lo ha hecho en

otras ocasiones? ¿Ha funcionado realmente?

8. CÓMO TRABAJAR LAS EMOCIONES EN EL AULA DE EDUCACIÓN INFANTIL

En este apartado trataremos de mostrar tanto recursos metodológicos como

didácticos que el docente puede aplicar en el aula para trabajar la inteligencia

emocional. Para ello nos hemos basado en las aportaciones de Daniel

Goleman.

Goleman (1996) habla de la IE como una forma de interactuar con el mundo

que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el

control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la

perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos del

26

carácter como la auto-disciplina, la compasión o el altruismo, que resultan

indispensables para una buena y creativa adaptación social.

Así pues, Goleman establece cinco factores que constituyen la I.E.:

8.1. Conciencia de uno mismo.

Este concepto hace referencia a la conciencia de nuestros propios estados

internos y la importancia de reconocerlos. Dos formas de trabajar en nuestro

aula este aspecto son los rincones y a través de las artes plásticas. A

continuación proponemos ejemplos de ellos.

El trabajo por rincones.

Desde el aula de infantil proponemos el trabajo por rincones ya que pueden

crearse y adaptarse para dicha finalidad diferenciándose entre ellos. A

continuación ponemos dos ejemplos de rincones para trabajar en el aula

- El rincón de las normas: La finalidad de este rincón es crear un buen

clima en clase. Para ello es importante que todos los alumnos pacten

qué normas deben explicitarse. Debemos tener en cuenta que deben

existir tanto normas positivas (qué debemos hacer) como normas

negativas (qué no debemos hacer).

En este caso se elegiría un espacio del aula donde realizaríamos un

mural con fotografías de los niños realizando las acciones elegidas.

- El rincón de las emociones: El rincón de las emociones tiene como

objetivo explicitar, de manera gráfica, cuáles son las emociones básicas

que estaremos trabajando con los niños. Éste será un lugar donde los

niños acudirán a hablar, debatir y escuchar cuando se encuentren en

una situación de conflicto.

Para crear un ambiente más próximo y cercano, las imágenes sobre las

emociones serán realizadas con fotografías de los rostros de los niños

expresando dicha emoción, de ese modo estaremos involucrando al niño

en la ambientación de su propio aula.

27

Actividades plásticas:

Las emociones es un tema que debe darse desde una perspectiva

transversal. Por ello trabajarlo desde las distintas áreas supone una

inmersión global en todas las disciplinas.

Mediante actividades plásticas los niños trabajarán las emociones dentro de

un ambiente motivador y creativo en las cuales tratarán de reconocerse uno

mismo para, posteriormente, reconocerlas en los demás.

- Una actividad sería la realización de la piruleta de las emociones:

A través de esta actividad los niños podrán explicitar el gesto facial. Cuando

se le pregunte cómo se siente en un determinado momento el niño

enseñaría la parte correspondiente. Es en este momento cuando

intervenimos haciéndole preguntas como ¿qué te pone contento? Con esto

estaremos haciendo que los niños piensen y reconozcan qué situaciones

provocan esa emoción.

Por otro lado, una vez ya interiorizada esta parte, la paleta se cambiaría a

rostros desconocidos con las diferentes emociones de manera que se le

preguntaría al niño ¿qué le pasa a esta persona? El objetivo de esta

actividad es que primero reconozcan en sí mismos las emociones y sus

causas para, posteriormente, ser capaces de reconocerlas en los demás,

objetivo principal de la Inteligencia Emocional.

8.2. Autorregulación

La autorregulación se refiere a la capacidad de gestionar o encauzar las

emociones debidamente. No consiste en contener o reprimir una emoción sino

que implica percibir qué sentimos y expresarlo del modo adecuado.

Un método muy efectivo para trabajar la autorregulación en el aula es mediante

cuentos o la poesía. A través de ellos el niño puede identificar pautas de

comportamiento y reflexiones implícitos en los personajes. Por su carácter

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lúdico y motivador son un buen recurso a utilizar en el aula donde la maestra/o

adopta un papel de orientador.

A continuación mostramos unos ejemplos de cuentos para trabajar la

autorregulación:

“Cuando estoy triste” autora: Tracy Moronell.

“El oso gruñón” autora: Begoña Ibarrola.

“Las emociones de Nacho” autora: Liesbet

Slegers.

Otra metodología muy conocida es la “Técnica de la tortuga”:

Ésta es una técnica conductual donde, a

través de un personaje, los niños aprenden a

pensar y reflexionar sobre lo que tienen que

hacer ante un conflicto. Cuando se dé este

hecho, les sugeriremos a los niños el uso de

esta técnica y les invitaremos a imaginar qué

ocurriría si hubiese pensado antes de actuar.

Las pautas a seguir en esta técnica son:

1. Reconocer sus emociones.

2. Pensar y parar.

3. Meterse en el caparazón y respirar tres veces.

4. Salir del caparazón y pensar una solución.

29

8.3. Motivación

La motivación son esas tendencias emocionales que guían o facilitan el logro

de nuestros objetivos.

En este apartado debemos hacer mención a un término llamado “Fluir” o

“Flow”. Este término hace referencia a ese momento en que los niños están

altamente motivados de manera que trabajan, fluyen y se inmersan en el

trabajo. Para ello, el maestro/a debe programar actividades dinámicas que

proporcionen este estado.

Un ejemplo de ello son las actividades con murales. Este tipo de actividades

se centran en un tema en concreto e incluyen unos pasos, como pueden ser

búsqueda de la información, donde los niños tendrán buena disposición de

trabajo puesto que son actividades dinámicas y que suelen brindarse a tratar

con diferentes recursos materiales.

- Mural de las emociones: en esta actividad los niños buscarán rostros en

todo tipo de revistas o magazines. Posteriormente, se recortarán y

seleccionarán para hacer un mural para cada emoción. Una idea para

encabezar el mural sería confeccionar una paleta con un palo de madera

y una esponja donde dibujaríamos la expresión de la emoción que

representa.

8.4. Empatía

Cuando hablamos de empatía nos referimos a la capacidad para ponerse en el

lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.

Según Goleman1, la conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se

erige la empatía, puesto que, cuanto más abiertos estemos a nuestras propias

emociones, mayor será nuestra destreza en la comprensión de los sentimientos

de los demás.

1. Goleman, D. (1996): Inteligencia Emocional. Editorial: Kairos. Barcelona. Septuagésima edición.

30

A continuación proponemos diferentes recursos para trabajar la empatía en el

aula de Infantil.

Los cuentos acumulativos:

Son cuentos populares de la literatura tradicional oral que favorecen, entre

otros aspectos, la atención y motivación de los niños. Son cuentos seriados

donde existe una fórmula primera a la que se van añadiendo otros elementos

progresivamente hasta construir una serie. Trabajar la empatía a través de los

cuentos potenciará las habilidades intrapersonales e interpersonales,

facilitando el trabajo en el aula.

Existen ejemplos de cuentos en los que se trabajan aspectos como la empatía

a través de las experiencias de sus personajes donde, tras su lectura, el

maestro/a puede invitar a su reflexión a través de preguntas. A continuación

nombramos un ejemplo.

- La manopla: Este es un cuento popular ruso de tipo

acumulativo el cual a través de sus personajes animales da

pie a la reflexión entorno a la comprensión de los demás.

Podemos aprovechar para representar los personajes con

marionetas y, así, reforzar los contenidos del cuento.

Películas:

Las películas son un recurso muy utilizado en la Educación Infantil que también

nos posibilita trabajar diversos aspectos, entre ellos la empatía.

- El patito feo: esta película nos hace ponernos en lugar de aquellas

personas que nosotros consideramos diferentes y sentir lo que ellos

pasan en determinadas situaciones.

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Obras de arte:

A través del arte podemos observar y especular sobre qué significa el cuadro y

qué se ve en él.

- El grito: Esta obra de Edvard Munch, nos brinda un amplio abanico de

posibilidades. Podemos exponerla a los niños/as y formularle preguntas

del tipo: ¿Qué le pasa? ¿Por qué habrá pintado con esos colores? ¿Por

qué estará así? ¿Por qué tendría miedo?

Otra actividad sería pintar entre todos o individualmente el cuadro.

8.5. Habilidades sociales

Las habilidades sociales son las conductas necesarias para interactuar y

relacionarse con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria. Entre

las más relevantes encontraríamos:

Comprender los sentimientos de los demás - empezar el autocontrol -

responder al fracaso o no entrar en peleas. Unos recursos para nuestra aula

serían:

Trabajos cooperativos: a través de murales y actividades donde los

niños deban colaborar entre ellos reforzaremos esas relaciones y

daremos pie a que se den actitudes que podamos evidenciar y corregir.

Juegos: El dado de las emociones es una actividad en la cual hay que

echar el dado y representar la emoción que toque. A esto podemos

añadir reflexiones sobre hechos pasados a la vez que les ponemos

nombre. De ese modo los niños aprenden vocabulario relacionado con el

mundo de las emociones.

Rincones: El rincón de las emociones mencionado en el primer apartado

de este punto es un buen lugar al que acudir cuando se dé un conflicto.

En él expondremos las dos partes y el maestro/a, en actitud de

moderador, reflexionará a ambas para encontrar la mejor solución.

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La educación, cada vez más, está aplicando nuevas estrategias y metodologías

acerca de las emociones. Muchos son los centros que, entre sus finalidades,

contemplan el tratamiento de las emociones, pero es en el aula donde se

llevarán a la práctica. Como maestros/as debemos estar preparados para

diseñar una metodología y actividades adecuadas que promuevan el

crecimiento emocional de nuestros alumnos. No solo nos lo debemos plantear

como un objetivo, sino que deberá ser para nosotros un compromiso.

9. CONCLUSIONES

Trabajar el tema de las emociones ha reforzado la idea que tenemos referente

a su importancia en las aulas. Sabemos que es un concepto que está en auge

en la actualidad, incluso lo vemos reflejado en el currículo, aunque no por ello

se trabaja en su totalidad o de la forma correcta.

Después de indagar más a fondo, consideramos que su tratamiento debe ser

transversal y no ocasional, de hecho, más que trabajarlo con actividades

concretas debe ser abordado como una filosofía metodológica.

Una de las conclusiones a las que el grupo ha llegado es que si durante el

trascurso del grado nos hemos dedicado en gran parte a reflexionar en lo que

realmente sería una nueva educación, una que más allá de la transmisión de

conceptos y que considera al niño como una prioridad, no podemos obviar que

las emociones son la base y el motor que los impulsa tanto a ellos como a los

docentes y por ello, en las actividades siempre debemos de tenerlo en cuenta.

El monográfico nos ha mostrado mediante las diferentes fuentes consultadas

que la preparación en este campo, hoy por hoy, no se encuentra en forma de

asignatura, pero sí que es accesible, y si aceptamos el día de mañana tener

esta filosofía deberemos de asentarla y llevarla al aula teniendo claro por qué lo

hacemos y qué objetivos conseguimos al realizarla.

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Por otro lado, la forma en la que se trabajan las emociones no dista de las

estrategias que hemos podido trabajar en las diferentes asignaturas, la

importancia en este caso es el enfoque que le damos y la finalidad con la que

las hacemos. Cualquier momento (incluso conflicto fortuito) es propicio para

reflexionar sobre lo que sentimos.

Para finalizar apuntaremos que la realización de este monográfico ha sido

realmente satisfactorio, estamos felices de haberlo abordado de una forma tan

centrada, porque es un tema que se trabaja en muchas ocasiones sin ser

conscientes de ello, de forma natural y es necesario asentar unas bases para

hacerlo de forma adecuada.

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10. BIBLIOGRAFÍA

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