mitología, patriarcado y yo

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Mitología, patriarcado y yo Jehová y los otros conversaron rápidamente al ver que el árbol de la ciencia del bien y el mal había perdido su compostura, no podían de dejar de tener miedo a la conciencia incipiente de su creación por lo que ante la posibilidad de que sucediera lo mismo con el árbol de la vida deciden tomar un plan de acción. Al escuchar que Adán responsabilizaba a su compañera de la desobediencia cometida son luego malditos por su creador, a ella se le injuria a parir con dolor y a irrestricta sumisión al hombre, en el caso del primer hombre por haber obedecido a la voz de mujer, lo es al trabajo. Johannes El Seductor decía que los dioses griegos sintieron envidia de los hombres, a pesar de la torpeza de Epimeteo, y que para sentirse mejor, deciden generar un castigo eterno, a saber, crear un ser capaz de aprisionar al hombre mediante la seducción, se le llamó mujer. Recuerdo cuando chico escuchar que Jorge González les decía a las mujeres en “Corazones Rojos” que tuviesen cuidado de lo que piensan, que tienen a alguien que las vigila y que seguirá dicha historia, seguirá ese orden, porque dios así lo quiso, ¡porque dios también es hombre! Querámoslo o no, los mitos que anteceden –entre otros- han sido piedras angulares en la construcción del pensamiento

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Mitologa, patriarcado y yo

Jehov y los otros conversaron rpidamente al ver que el rbol de la ciencia del bien y el mal haba perdido su compostura, no podan de dejar de tener miedo a la conciencia incipiente de su creacin por lo que ante la posibilidad de que sucediera lo mismo con el rbol de la vida deciden tomar un plan de accin. Al escuchar que Adn responsabilizaba a su compaera de la desobediencia cometida son luego malditos por su creador, a ella se le injuria a parir con dolor y a irrestricta sumisin al hombre, en el caso del primer hombre por haber obedecido a la voz de mujer, lo es al trabajo. Johannes El Seductor deca que los dioses griegos sintieron envidia de los hombres, a pesar de la torpeza de Epimeteo, y que para sentirse mejor, deciden generar un castigo eterno, a saber, crear un ser capaz de aprisionar al hombre mediante la seduccin, se le llam mujer.

Recuerdo cuando chico escuchar que Jorge Gonzlez les deca a las mujeres en Corazones Rojos que tuviesen cuidado de lo que piensan, que tienen a alguien que las vigila y que seguir dicha historia, seguir ese orden, porque dios as lo quiso, porque dios tambin es hombre!

Quermoslo o no, los mitos que anteceden entre otros- han sido piedras angulares en la construccin del pensamiento occidental que nos ha informado poltica, econmica y culturalmente durante aos. El origen de la vida es una de las preguntas ms importantes que nos ha velado como especie.

De los mitos expuestos es posible colegir algunos puntos en comn, a) El hombres es una creacin previa a la mujer; b) La mujer es funcional al hombre y su existencia no tiene sentido sin l y c) La existencia de la mujer problematiza la vida del hombre.

Siguiendo lo anterior, se genera una suerte de mstica patriarcal la cual obtiene sus fundamentos a partir de stos relatos, todos observables en los cimientos doctrinales teolgicos judeo-cristianos. Los hombres somos llamados a oprimir y las mujeres a ser oprimidas por mandato divino. Histricamente la autoridad divina ejercida mayoritariamente por hombres, ha replegado sus influencias en pos del modelo de sociedad al que adscriben, en el que el sexo masculino goza de innumerables franquicias en lo privado y lo pblico.

Empapados desde el primer contacto con la luz, la cosmovisin antes descrita nos lleva a que debemos reconocer que ser hombres significa ser opresores. No quiero oprimir ni ser oprimido. Cmo despojarse de aquella naturalizacin si siento algo entre mis piernas me otorga prerrogativas en cada espacio que ocupo?, cmo derribar mi ser -conocimiento, pensamiento, lenguaje y emociones- llenos de falogocentrismo? Ensimismado y ansioso por despojarme de las camisas de fuerza que privaban la llegada de un nuevo yo, reflexion en mis comportamientos, pensamientos y sentires, vindome profundamente desanimado al reconocer algunas conductas que reflejaban diariamente mis privilegios y que me acompaaban a pesar de estar conscientes de ellas. Refundar mi vida, salir de la heternoma y militar con el estandarte de la libertad al frente, sin caer en la categora de neo o posmachista, o simplemente en la caricatura. La conquista de la libertad, requiere bsqueda y lucha, mirar hacia adentro y luego hacia afuera, empatizar con los oprimides en tanto nos reconocemos como opresores y tambin como vctimas sutiles como hombres- del patriarcado en lo individual, a partir de lo institucional y estructural. Sin conviccin no es posible deconstruirse, no es posible descomponerse sin dolor y responsabilidad. Estamos dispuestos a transitar por esas rutas hacia nuestras races y descubrir un rostro nuevo de la injusticia que gobierna la humanidad?

Atacar el origen mitolgico de la vida es criticar la raz que impide nuestra liberacin como personas. Desatar de nuestras conciencias conceptos como los de Cabeza de familia, Proveedor, Hijo del Hombre, Padre de multitudes, Campen, Semental, Hroe, Creador, Guerrero, etc, etc, etc. Aquellos conceptos recin mencionados, imprimen un tipo de masculinidad que nos erosiona como pasar del fro al calor al imponer represin emocional pero nos compensa por nacer con pene para gobernar la naturaleza y a la mujer.

Universalizar nuestros cuerpos y pensamientos hacia la humanidad y no hacia el absurdo teolgico que nos mutila, es un buen punto de partida para los que fuimos convencidos de aquella verdad.

Carlos Guerrero Munita