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2015

Clément REMOND

Misión Ucrania

Misión en Ucrania 21 de Abril-2 de Mayo 2015 Clément REMOND 1/15

Ocho voluntarios, de diferentes horizontes, viajamos a Ucrania para ayudar a la comunidad de Nasha Khata. Olivier de Norges, Clément y Yoan de Planay, Eric de Chalon, Vincent de Vesoul, Christophe, Maurice y Stéphane, agricultores.

Maurice y Stéphane viajaron primero, tres semanas antes de nuestra llegada.

Ambos agricultores, su ayuda era muy valiosa para asesorar y ayudar en las labores agrícolas, así como para la cría de animales.


Día 1 y 2 : Camino a Polonia y Ucrania

El primer día, manejamos todo el día hasta Cracovia sin problemas y llegamos a nuestro destino (casa de Emaús en Cracovia) a las 23:30 aproximadamente.

A pesar de la barrera del idioma, nos acogieron calurosamente. Nos sorprendió la modernidad y la belleza del edificio que incluye una casa de vivienda y un segundo edificio con el taller de carpintería y el almacenamiento de ropa y muebles.

Desgraciadamente, no pudimos visitar la comunidad de Cracovia porque teníamos poco tiempo, tuvimos que partir rápidamente la mañana siguiente, después de un breve encuentro con el director de la comunidad.

Tomamos luego el camino de Rzeszów, donde nos esperaban para el almuerzo. Llegamos alrededor de las once en esta pequeña comunidad muy bonita, que en realidad se parece más a una tienda y ocupa dos pisos de un edificio alquilado por Emaús Rzeszów. Nos encontramos con un equipo dinámico y comprometido, e incluso con un compatriota expatriado, Cedric, que trabaja como chofer-ripper. También pudimos conocer al director de Emaús Rzeszów; ¡nos acogieron muy calurosamente!


Esta tienda está abierta todos los días de la semana y funciona bien; cuando la visitamos observamos una buena afluencia. Según Cédric, la recogida de muebles camionetas funciona bastante bien. La tienda tiene un hermoso sector de ropa y trapería, muy lindo mobiliario en el segundo piso (muchos sofás, armarios...) y un espacio de clasificación para la ropa. Nada se pierde, porque incluso la ropa de calidad inferior o ligeramente dañada se vende en bolsas a un precio bajo, y algunas de las personas que vimos traían ropa al mismo momento venían a comprar. Esto da una gran esperanza para el futuro, porque esta comunidad empezó con muy poca cosa y logró alcanzar cierta estabilidad.

Finalmente nos fuimos después del almuerzo hacia la frontera ucraniana y llegamos bastante rápido, ¡pero para cruzar la frontera la palabra "rápido" ya no se aplicó! La espera fue larga antes de poder pasar, y la barrera del idioma fue aún más difícil de franquear. Por suerte, el inglés ayuda mucho para hacerse entender. Después de tres horas y media de espera y varios puestos de control, finalmente pudimos entrar en Ucrania.

¡La aventura comienza descubriendo el estado de las rutas, llenas de agujeros! ¡Mejor no perderse, pero fue lo que hicimos! En realidad fue el GPS el que nos engañó, y terminamos dando un pequeño paseo nocturno en medio de la pampa a paso de caballo de tiro. Después de algunas peripecias, finalmente llegamos a Drogóbich pasada la media noche. Vasyl nos esperaba en la sede de Caritas con una cena, y también pudimos conocer a Taras (traductor).


Día 3: descubriendo Caritas y Nasha Khata

El jueves por la mañana, después de las emociones del día anterior y de una noche de descanso merecido, nos juntamos con Vasyl y Taras y también pudimos conocer a Ivanna y Mariana, respectivamente contadora de Nasha Khata y traductora francés-ucraniano en Caritas.

Nasha Khata se ubica a seis o siete kilómetros de la ciudad, en un terreno perteneciente a Caritas que es una antigua base militar soviética. Dos comunidades distintas comparten ese terreno. La primera, Nazaret, se sitúa en la primera parte del parque y cuenta con dos edificios y una iglesia de madera en construcción. La segunda, Nasha Khata, se ubica en la segunda parte del parque e incluye un edificio utilizado como un lugar de vida, con habitaciones para los compañeros en la planta alta, varias de las cuales están siendo reformadas. En frente del lugar de vida hay dos grandes edificios de tipo hangar, divididos en varias partes: una parte para la clasificación y el almacenamiento de ropa y muebles, una parte central vacía, bastante grande con mucho potencial, y otra parte separada para cada tipo de cría (gallinero, establo y pocilga). Detrás de las dos pocilgas hay un terreno arbolado y se utiliza una parte de este terreno que ya estaba delimitado por postes y alambre de púas como parque para los cerdos de una de las dos pocilgas (se cría dos razas diferentes de cerdos en Nasha Khata, por eso es necesario disponer de lugares distintos y separados). Pero la cerca no era muy eficaz, como pudimos constatarlo al ver algunos cerdos vagando libremente en el patio. El alambre de púas no estaba bien tendido en algunos lugares, así que era bastante ineficaz. Vasyl nos explicó su voluntad de crear otro parque para los cerdos al lado del primero, para que las dos pocilgas tengan cada una su terreno.


Ese mismo día pudimos por fin conocer a Maurice y Stéphane, los dos agricultores que ya habían llegado desde casi tres semanas. Pudimos charlar y nos presentaron un pequeño resumen de las obras ya realizadas así como sus primeras observaciones. Habían empezado las labores del campo contratando a un agricultor de la región para que prepare el terreno labrando y rastrillando para el sembrado. También se había realizado labores de desbroce y acondicionamiento de un gran terreno situado cerca de la huerta ya existente y del lugar de la vida, para poder utilizarlo para el cultivo u otra cosa.


Por nuestra parte, nos pusieron a trabajar esa misma tarde: Maurice, Yoan y yo nos ofrecimos como voluntarios para desbrozar la entrada del parque así que después de uncir los caballos de la comunidad partimos en carreta. ¡Una verdadera vuelta a los orígenes! Maurice y yo pasamos el rastrillo (enganchado a los caballos) para desbrozar y limpiar el terreno. Por mi parte, troceé y quemé con la ayuda de Bogdan, mientras el resto de nuestro pequeño grupo fue a hacer compras para la comunidad. Nuestro primer día en Nasha Khata fue rico en descubrimiento e intercambio. ¡Nuestra estadía en Ucrania comenzó bien!


Día 4: trabajos de desmonte de tierra y visita de los representantes de la Iglesia Griega Católica El viernes nos levantamos a las seis y media para tomar el desayuno con los compañeros de Nasha Khata a las siete. Por la mañana trabajamos en el terreno cerca de la huerta, donde ya se había realizado labores de desmonte y limpieza pero faltaba extender y distribuir grandes montones de tierra para nivelar el suelo y llenar los hoyos en algunos lugares. Como la tierra estaba mezclada con residuos, era necesario separar lo grueso para sacarlo con una carretilla mientras otros emparejaban el suelo utilizando palas y rastrillos. Olivier, Eric y Vasyl se encargaron de las maniobras, tapando todos los hoyos en el camino que va de la entrada del parque hasta la comunidad, con pala y grava. Yoan y Bogdan fueron a vender los productos de la granja (huevos, leche, queso) y la ropa en el mercado de Drogóbich.

Por la tarde fuimos a hacer compras para preparar la barbacoa de la noche. De vuelta en Nasha Khata, tuvimos la oportunidad de presenciar la visita de los altos representantes de la Iglesia Griega Católica, una visita muy importante para las comunidades de Nasha Khata y Nazareth ya que les otorga cierto reconocimiento. Luego compartimos una buena barbacoa alrededor de la fogata con los compañeros ucranianos y franceses, ¡buenos momentos que dejan hermosos recuerdos!


Días 5 : visita de Emaús Oselya y compra de materiales para el parque en Lviv

El sábado por la mañana nos fuimos temprano a Lviv para visitar la comunidad Emaús Oselya, y aprovechamos esta salida para comprar el material necesario para el parque (pilar, malla de hierro, alambre) a un mejor precio que en Drogóbich. Nos fuimos con la furgoneta en compañía de Nathalie que habíamos conocido el día anterior (traductora y coordinadora de Caritas) y con el camión de Nasha Khata y su remolque cargado de ropa. De hecho, los intercambios son frecuentes entre Nasha Khata y Emaús Oselya.

Llegados en Lviv, pudimos visitar la comunidad Oselya, empezando con su punto de venta: una tienda limpia y moderna con espacios bien definidos (libros, ropa usada, muebles). Seguimos nuestra visita con los talleres de fabricación de sofás porque Oselya recoge viejos sofás, aunque estén dañados, para recuperar su esqueleto y crear nuevos. Nos quedamos impresionados por la experiencia y destreza de las compañeras y los compañeros: su trabajo no sólo es recuperar, clasificar, vender, sino también fabricar sofás de muy buena calidad (telas y espuma de buena calidad, cosidos a mano, estéticos). Además, su experiencia es reconocida ya que grandes hoteles les hicieron pedidos. Almorzamos allí y cuando terminamos nos separamos: Christophe y yo fuimos con Vasyl a comprar los materiales y el resto de nuestro grupo fue a visitar la ciudad de Lviv. Después de pasar buena parte de la tarde eligiendo, negociando y pagando los materiales, volvimos con unos quince rollos de malla metálica, alambre y veinte pilares de hormigón armado de tres metros de largo. En el camino de regreso, Vasyl aprovechó estar en Lviv para pasar por un supermercado y comprar grandes cantidades de comida para Nasha Khata. Finalmente nos juntamos con el resto del grupo en Drogóbich.


Día 6: visita de Truskavecz

El domingo por la mañana teníamos tiempo libre para visitar Drogóbich y aprovechamos para tomar un café en una terraza después de pasear por el centro de la ciudad. Hacia las once, nos juntamos con Nathalie, Ivanna, Taras, Vasyl y Bogdan y fuimos a pasar el día en Truskavecz. Descubrimos una pequeña ciudad turística con una típica arquitectura ucraniana. Visitamos el museo de la ciudad y comimos en un restaurante, pasamos una tarde hermosa visitando y charlando con los ucranianos, descubriendo la cultura del país.


Día 7: obras en los parques para cerdos

El lunes por la mañana empezamos las obras en el parque para cerdos. Nos dividimos en dos grupos: el primero trabajaba en el parque ya existente y el segundo en el futuro parque adyacente. Las obras de mejoría del parque para cerdos consistieron en la instalación de malla de hierro para mejorar la eficacia de la valla, la cual se componía esencialmente de pilares de hormigón o de madera con alambre de púas, revelándose ineficaz para detener los cerdos. Empezamos cortando los rollos e instalando las piezas de malla, una operación no tan sencilla porque hay que estirar la malla para asegurar su solidez y posicionarla bien para que sea eficaz. ¡Los cerdos tienen muchísima fuerza, así que era imprescindible hacer las cosas bien! Cuando terminamos de instalar la malla, nos ocupamos de colocar mejor el alambre de púas ya presente en intervalos regulares.

Mientras tanto, el segundo grupo acompañado por Bogdan comenzó las obras en el parque adyacente: con una cuerda realizaron el trazado para delimitar el perímetro del terreno, marcaron los lugares donde se iba a instalar los pilares y cavaron las fundaciones de cada uno. El trabajo en Ucrania es muy enriquecedor porque se trabaja con los pocos medios que están disponibles y el resultado siempre es sorprendente. Así que estuvimos trazando y cavando gran parte del día. El equipo del parque n°1 avanzó bien y al final del día más de la mitad del parque estaba enrejado. ¡Gracias Taras por la ayuda!


Día 8: obras en los parques para cerdos

El martes, retomamos el trabajo donde lo habíamos dejado: por un lado cavamos, movimos los pilares y los sellamos y por otro lado terminamos de instalar, tender y atar la malla. De tarde nos juntamos para terminar el parque n°1. Fue un muy buen día de trabajo y por la noche habíamos terminado las obras en el primer parque para cerdos. ¡Estábamos muy orgullosos de nosotros mismos y del resultado final!

Día 9: último día sobre el terreno

¡El miércoles era nuestro último día en Drogóbich y Nasha Khata y estaba lloviendo! Desayunamos en Nasha Khata con los compañeros y nos pusimos a trabajar. Yoan estuvo clasificando la ropa de segunda mano con un compañero ucraniano, y pudimos observar que el sector textil está funcionando bastante bien porque había una gran cantidad de ropa. Unos días antes, habíamos tenido la oportunidad de participar en la recogida de ropa de los contenedores con Vasyl y habíamos visto que las donaciones eran frecuentes. El espacio textil por el momento también se utiliza como espacio de almacenamiento de muebles, pero en el futuro sería necesario emprender obras de rehabilitación de una parte de la pieza central del primer gran edificio. Eso permitiría armar un pequeño taller de carpintería, una necesidad dado el desarrollo del sector mueble. Vasyl nos mostró donde proyectaba instalarlo: una habitación de unos 25m

2 que necesitaría

obras de tabiquería, aislamiento y electricidad.


Por nuestra parte, continuamos las obras en el segundo parque para completar la instalación de los pilares más grandes de la futura valla, pero el mal tiempo persistente nos obligó a detenernos a las once. De vuelta en el espacio de vida de Nasha Khata, toda la comunidad no ofreció una muy linda fiestita de despedida y aprovechamos para intercambiar nuestras impresiones acerca de la última semana, franceses y ucranianos. Agradecimos todos a Nasha Khata por su acogida durante la semana. De tarde decidimos hacer una última visita de Drogóbich en compañía de Ivanna y nuestras dos traductoras Nathalie y Mariana. Subimos a lo alto de la torre del Ayuntamiento y pudimos disfrutar de una hermosa vista panorámica de la ciudad, y también visitamos el museo de Yvan Franco, un escritor importante de Ucrania originario de Drogóbich. ¡Pasamos una muy linda tarde para culminar nuestra estancia en Ucrania!


Día 10 y 11: regreso a Francia

¡La semana pasó tan rápido que ya teníamos que partir! El día de nuestra partida agradecimos y despedimos a todos los que nos habían acogido y ofrecido su tiempo en Drogóbich e iniciamos nuestra ruta hacia Cracovia. Vivimos momentos inolvidables en Ucrania y al irnos sentimos un pinchazo en el corazón. Queremos dar las gracias a la comunidad de Nasha Khata y Caritas por su acogida.

En el camino de regreso, nos volvimos a parar en Emaús Cracovia donde pasamos la noche. Salimos temprano a la mañana siguiente porque teníamos mucha ruta por delante. Finalmente, llegamos a Norges hacia la medianoche después de dejar a nuestros compañeros en su ciudad respectiva (Vincent en Vesoul, Christophe en Besançon). Después de un largo viaje a través de Europa, estábamos de vuelta en casa con la extraña sensación de aterrizar de otro planeta. ¡Pero estábamos felices de volver a Francia y de haber tenido la oportunidad de descubrir un país hermoso y una nueva cultura!


Síntesis:

Después de una semana en Nasha Khata podemos informar sobre el trabajo que queda por hacer antes de que esta comunidad adquiera un mínimo de autonomía. Cuando nos fuimos quedaba todavía mucho trabajo por hacer para terminar el segundo parque para cerdos. Uno de los próximos objetivos de la comunidad también será construir el taller de carpintería, pedir el presupuesto correspondiente y calcular la cantidad exacta de material necesaria para su realización. Por el momento, la actividad de recogida es bastante limitada por lo cual este taller no es vital para Nasha Khata, sin embargo, sigue siendo una prioridad para el futuro. También hay que destacar una cosa que nos parece importante para el desarrollo y la estabilidad de la comunidad: si uno de los puntos fuertes de Nasha Khata es el espacio disponible para alojar a los compañeros y para realizar actividades agrícolas y ganaderas, uno de sus puntos débiles es su ubicación. De hecho, el lugar estando bastante enclavado y de difícil acceso para una persona sin medios de transporte, es muy difícil para la comunidad vender sus productos u otras cosas allí. Según mi opinión, la proximidad con una ciudad como Drogóbich ofrece un potencial aún desaprovechado. Si la comunidad tuviera un pequeño local o una tienda en la ciudad, tendría un punto de venta para los alimentos, la ropa de segunda mano y los muebles, lo que le permitiría aumentar sus ventas y dar a conocer Nasha Khata entre la población, llegando a un público más amplio, especialmente las personas más necesitadas.

Confiamos en el futuro de esta comunidad y les deseamos mucho coraje porque el establecimiento y la promoción de Nasha Khata ante la población local será probablemente uno de sus retos más importantes. ¡No nos cabe duda de que una vez que esta etapa esté superada, la máquina va a funcionar sin problemas!


¡Gracias a Vasyl, Bogdan, Ivanna, Nathalie, Mariana, Taras y a todos los compañeros de Nasha Khata y Caritas por habernos acogido y por todos los momentos inolvidables compartidos en Ucrania. La ayuda y el asesoramiento de las comunidades europeas son más necesarios que nunca para Nasha Khata, al igual que el hecho de ver que la gente se interesa y viene a ayudar y compartir, a pesar de la situación en que se encuentra el país. Esto constituye un apoyo por lo menos tan importante como la ayuda financiera o material.

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