AArquidiócesis de Cumanárquidiócesis de Cumaná

Santa Misa Crismal

"Apacienta mis Ovejas"(Jn 21, 17b)

Renovación de las Promesas SacerdotalesConsagración del Santo Crisma

INTRODUCCIÓN

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Santa

Misa

Crismal

La Misa Crismal es un acontecimiento muy importante en la vida de una Diócesis, porque es el momento en el cual el Obispo, los Presbíteros y Diáconos se reúnen con el Pueblo Santo de Dios, a ellos confiados para celebrar con verdadero gozo el don del Sacerdocio que el Señor ha hecho a la Iglesia antes de su Pasión.

Es labor de los pastores estimular la participación de los fieles de la Diócesis, llevados a la Catedral por ellos mismos.

En esta Misa, en la que se bendice el Santo Crisma, es muy pedagógico estar presentes delegaciones de Confirmandos, y que una de ellas ofrezca y presente el aceite con el cual serán confirmados en este año.

Así mismo; participarán catecúmenos, jóvenes parejas de casados, ancianos y enfermos, para que puedan respectivamente presentar el aceite para el óleo de los catecúmenos y de los enfermos.

Y, es muy conveniente que en esta celebración aparezcan realmente todos los ministerios de la Iglesia según su orden y grado: Obispo, Sacerdotes, Ministros, monaguillos, etc.

En la procesión llévese el incienso. Los Evangelios, la Cruz y los ciriales… Ofrendas y óleos deberán prepararse a parte, en lugar adecuado para que puedan ser llevados procesionalmente, por la nave central de la Catedral en la presentación de aceites y ofrendas.

MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos, horas antes de dar inicio al Triduo Pascual, nos encontramos en la celebración de uno de los acontecimientos más relevantes en la vida de nuestra Iglesia Diocesana, cargado de un inmenso valor eclesial, porque es el momento en el cual el obispo y los presbíteros se reúnen ante el pueblo Santo de Dios, a ellos confiado, para celebrar con

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verdadero gozo el don del sacerdocio que el Señor ha hecho a la Iglesia antes de su Pasión.

El Obispo aparece como el gran Sacerdote; enviado a confirmar a sus hermanos en la Fe, mediante el anuncio del Evangelio. En palabras del Papa Benedicto XVI: Cada Año, la Misa Crismal, exhorta a los Presbíteros a dar un “Si” a la llamada de Dios que pronunciaron el día de su ordenación Sacerdotal. A su vez, busca renovar el compromiso que nuestros Pastores asumieron en respuesta al don de la Fe, en Aquel que los ha enviado a proclamar la Buena Nueva de Salvación, lo cual los vincula íntimamente al ministerio del Obispo y los convierte en sus principales colaboradores.

En este tiempo, nos unimos a toda la Iglesia Universal, para celebrar el “Año de la Fe”, que nos invita a renovar nuestro compromiso de conversión al Señor, profundizando en el conocimiento de las verdades de nuestra fe, cuyo origen se encuentra en el deseo de Dios, de que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Por eso, pidamos al Señor que aumente nuestra Fe, para que a ejemplo de María, podamos responder con generosidad al llamado que constantemente nos hace a la santidad, que en definitiva es vivir como Discípulos Misioneros de su Amor. ¡Celebremos con Alegría!

Oración Colecta:

Oh Dios, que por la unción del Espíritu Santo constituiste a tu Hijo Mesías y Señor, y a nosotros, miembros de su cuerpo, nos haces participes de su misma unción: ayúdanos a ser en el mundo testigos fieles de la Redención que ofrece a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo….

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LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA: Lectura del libro del Profeta Isaías: (61,1-3.8-9)SALMO RESPONSORIA: Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. SEGUNDA LECTURA: Lectura del libro del ApocalipsisEVANGELIO: Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas (Lucas 4, 16-21)

HOMILIA

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS SACERDOTALES

Monitor: El Señor Arzobispo y los sacerdotes presentes renuevan en este momento las promesas que hicieron a Dios y a la Iglesia el día de su ordenación sacerdotal.

Obispo: Hijos Amados: en esta conmemoración anual del

día en que Cristo confirió su Sacerdocio a los Apóstoles y a nosotros, ¿quieren renovar las promesas que hicieron un día ante su obispo y ante el pueblo santo de Dios?

Presbíteros: Sí, quiero

Obispo: ¿Quieren unirse más fuertemente a Cristo y configurarse con Él, renunciando a ustedes mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptaron gozosos el día de su ordenación para el servicio de la Iglesia?

Presbíteros: Sí, quiero

Obispo:

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¿Desean permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo,Cabeza y Pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?

Presbíteros: Sí, quiero.

Obispo: (dirigiéndose a los fieles presentes)Y ahora, ustedes, hijos muy queridos, oren por

sus Sacerdotes, para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus bendiciones: Que sean ministros de Cristo Sacerdote, y los conduzcan a Él, única fuente de salvación.

Todos: Cristo, óyenos. Cristo escúchanos.

Obispo: Y recen también por mí, para que sea fiel al

ministerio apostólico confiado a mi humilde persona y sea imagen, cada vez más viva y perfecta, de Cristo Sacerdote, buen pastor, maestro y siervo de todos.

Todos: Cristo, óyenos. Cristo escúchanos.

Obispo: (Concluye)

El Señor nos guarde en su caridad y nos conduzca a todos, pastores y grey, a la vida eterna.

Todos. Amén

Monitor:Un Fuerte Aplauso

PROCESIÓN DE OFRENDAS Y RECEPCIÓN DE LOS OLEOS

Monitor:

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Culminada la Renovación de las Promesas Sacerdotales, Tres de nuestros Sacerdotes presentan al obispo los óleos que serán bendecidos y repartidos a todas las parroquias de nuestra Arquidiócesis, para la administración de los Sacramentos

CANTO

ÓLEO DE LOS ENFERMOS (Pbro. Rafael)

Monitor:

El Óleo de los Enfermos, cuyo uso lo atestigua el apóstol Santiago en su Carta (Sant 5, 14), remedia las dolencias de Alma y Cuerpo de los enfermos, para que asociados al misterio de la Pasión del Señor, puedan soportar y vencer con fortaleza el mal y obtener de Él, el perdón de los Pecados.

Ministro: HE AQUÍ EL ÓLEO DE LOS ENFERMOS

ÓLEO DE LOS CATECÚMENOS (Pbro. Jorge C.)

Monitor:

El Óleo de los Catecúmenos es signo de fortaleza y compromiso, para que con él sean ungidos los futuros cristianos y reciban la fuerza necesaria que los impulse a renunciar a las asechanzas del mal y a los vicios frutos del pecado y continuar así su camino catecumenal.

Ministro: HE AQUÍ EL ÓLEO DE LOS CATECÚMENOS

SANTO CRISMA (Pbro. Jesús)

Monitor:

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El Santo Crisma, toma su nombre de la palabra Cristo, “el Ungido del Padre”, Éste Óleo se utilizara para ungir a los nuevos cristianos y así marcarlos con el sello del Espíritu Santo, signo indeleble, que los consagra como hijos de Dios, haciéndoles: Sacerdotes, Profetas y Reyes.

Ministro: HE AQUÍ EL ÓLEO PARA EL SANTO CRISMA

Monitor:

Y junto a los Óleos, presentamos el Pan y el Vino, fruto del trabajo del hombre, que se convertirán en el sacrificio santo y puro, en el que Jesucristo, nuestra pascua, se hace victima para nuestra Salvación.

Canto de Ofertorio

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas:

Te pedimos, Señor, que la eficacia de este

Sacrificio nos purifique del antiguo pecado, acreciente en nosotros la vida nueva y nos otorgue la plena salvación.Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

PREFACIO

(El sacerdocio de Cristo y el ministerio de los sacerdotes)

SANTO

PLEGARIA EUCARISTICA IIIObispo:

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Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban

todas tus creaturas, ya que, por Jesucristo, Tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

CC.

Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el

mismo Espíritu estos dones que hemos separado para

Ti, de manera que sean † Cuerpo y Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios.

Porque El mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomo pan, dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

“TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL PORQUE ESTO ES

MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES”.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo y lo paso a sus discípulos diciendo:

“TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES

EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA”

Obispo: Cristo se entregó por nosotros.

Todos: Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.

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CC.

Así, pues, Padre al celebrar ahora el memorial de la

pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y

reconoce en ella la Victima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo, Un solo cuerpo y un solo espíritu.

C1

Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para

que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, Santa Inés, Santos Joaquín y Ana, Beata María de San José, Beata Candelaria de San José, y de todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

C2

Te pedimos, Padre, que esta Victima de reconciliación

traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa FRANCISCO, a nuestro obispo DIEGO, Al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por Ti

Atiende los deseos y suplicas de esta familia que has

congregado en tu presencia.

Reúne en torno a Ti, Padre misericordioso, a todos tus

hijos dispersos por el mundo.C3

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A nuestros hermanos difuntos, en especial a nuestros hermanos en el Sacerdocio: Mons. Crisanto Mata Cova, Mons. Mariano José Parra, Mons. Alfredo Rodríguez, Padre, Enrique Brekelmans, Padre Jesús Lezama… (N.), y a cuantos murieron en tu amistad, recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,

Por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al

mundo todos los bienes.

Junto con los concelebrantes.

Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre

omnipotente en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.Todos: Amén.

RITO DE LA COMUNIÓN

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios Todopoderoso, que quienes

han participado en tus sacramentos, sean en el mundo buen olor de Cristo. El que vive y reina por los siglos de los siglos.Todos: Amén

Dicha la Oración post – Comunión, el Obispo junto a los Presbíteros, se dirige delante del altar, formando un semicírculo cara al pueblo, procede a la Bendición de los Óleos y a la Consagración del Crisma.

Monitor:

En este momento, el Señor arzobispo, se dirige al centro del Presbiterio, para bendecir los Óleos que servirán para ungir a los enfermos y a los catecúmenos que se preparan a recibir el Bautismo.

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BENDICIÓN DEL ÓLEO DE LOS ENFERMOS

Obispo:

Señor Dios, Padre de todo consuelo, que

has querido sanar las dolencias de los enfermos por medio de tu Hijo: escucha con amor la oración de nuestra fe y derrama desde el cielo tu Espíritu Santo Paráclito sobre este óleo.

Tú, que has hecho que las plantas produzcan

aceite abundante para vigor de nuestro

cuerpo, enriquece con tu † bendición este

Óleo, para que cuantos sean ungidos con él sientan en su cuerpo y en su alma tu divina protección y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores. Que por tu acción, Señor, este aceite sea para nosotros Óleo Santo, en nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Finalizada la bendición, la vasija que contiene el Óleo de los Catecúmenos es devuelta a su lugar.

BENDICIÓN DEL ÓLEO DE LOS CATECÚMENOS

Obispo:

Señor Dios, fuerza y defensa de tu pueblo,

que has hecho del aceite un símbolo de vigor, dígnate bendecir †este Óleo y concede tu

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fortaleza a los Catecúmenos que han de ser ungidos con él, para que al aumentar en ellos el conocimiento de las realidades divinas y la valentía en el combate de la fe, vivan más hondamente el Evangelio de Cristo, emprendan animosos la tarea cristiana y, admitidos entre tus hijos de adopción, gocen de la alegría de sentirse renacidos y de formar parte de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Terminada la bendición del óleo de los catecúmenos, se retira la Vasija que lo contiene y se prosigue a la consagración del Santo Crisma.

Monitor:

La oración y la alabanza a Dios tomen en este momento una solemnidad especial, porque el Señor arzobispo, con la participación silenciosa de los Presbíteros, se prepara a consagrar el Santo Crisma, que simboliza el dulce aroma de Cristo, que se manifiesta en la vida del cristiano, a través de las obras provenientes de la Fe. Para ello, nuestro obispo, sucesor de los apóstoles, soplará sobre Él, significando la efusión del Espíritu Santo.

Obispo: (Invitación a Orar)

Hermanos: pidamos a Dios Padre

todopoderoso, que se digne bendecir y santificar este ungüento, para que aquellos que cuyos cuerpos van a ser ungidos con él, sientan interiormente la unción de la bondad divina y sean dignos de los frutos de la redención.

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El Obispo, oportunamente, sopla sobre la boca de la vasija del Crisma, y con las manos extendidas pronuncia con ímpetu la siguiente oración de consagración:

Señor Dios, Autor de todo crecimiento y de

todo progreso espiritual: recibe complacido la Acción de gracias que gozosamente, por nuestro medio, te dirige la Iglesia. Al principio del mundo, tu mandaste que de la tierra brotasen árboles que dieran fruto, y entre ellos el olivo que ahora nos suministra el aceite con que hemos preparado el Santo Crisma.

Ya David en los tiempos antiguo, previendo

con espíritu profético los sacramentos que tu amor instituirían a favor de los hombres, nos invitaba a ungir nuestro rostro con óleo en señal de alegría. También, cuando en los días del diluvio las aguas purificaron del pecado la tierra, una paloma, signo de la Gracia futura, anuncio con un ramo de olivo la restauración de la paz entre los hombres. Y en los últimos tiempos el símbolo de la unción alcanzó su plenitud: después que el agua bautismal lava los pecados, el Óleo Santo consagra nuestro cuerpo y da paz y alegría a nuestros rostros.

Por eso, Señor, tu mandaste a tu Siervo

Moisés que tras purificar en el agua a su hermano Aarón lo consagraste sacerdote con la unción de este Óleo. Todavía alcanzo la

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unción mayor grandeza cuando tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, después de ser bautizado por Juan en el Jordán, recibió el Espíritu Santo en forma de paloma y se oyó tu voz declarando que él era Tu Hijo, El Amado en quien te complacías plenamente. De este modo se hizo manifiesto que David ya hablaba de Cristo cuando dijo: “El Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros”.

Los concelebrantes, en silencio extienden su mano derecha hacia el Crisma y la mantienen así hasta el final de la Oración

A la vista de tantas maravillas, te pedimos,

Señor, que te dignes santificar con tu bendición † este óleo y que, con la cooperación de Cristo, Tu Hijo, de cuyo nombre le viene a este óleo el nombre de Crisma, infundas en él la fuerza del Espíritu Santo con la que ungiste a sacerdotes, reyes, profetas y mártires y hagas que este Crisma sea sacramento de la plenitud de la vida cristiana para todos los que van a ser renovados por el baño espiritual de bautismo; haz que los consagrados por esta unción, libre del pecado en que nacieron y convertidos en templo de tu divina presencia, exhalen el perfume de una vida santa; que fieles al sentido de la unción, vivan según su condición de reyes, sacerdotes y profetas y que este óleo sea para cuanto renazcan del agua y del Espíritu Santo, Crisma de salvación les haga participes de la vida eterna y herederos de la 14

Gloria Celestial. Por Jesucristo Nuestro Señor. Todos: Amén.

BENDICIÓN SOLEMNE

Obispo:

El Dios, Padre de misericordia que en este día, les ha dado ejemplo de amor, les conceda, por su entrega a Dios y a los hombres, la mejor de sus bendiciones.

Todos: Amén

Obispo:

Y que gracias a la muerte temporal de Cristo, que alejó de ustedes la muerte eterna, obtengan el don de una vida sin fin.

Todos: Amén.

Obispo:

Y así, imitando su ejemplo de humildad, participen un día en su resurrección gloriosa.

Todos: Amén.

Obispo:

Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.

Todos: Amén.

Obispo:

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En el nombre de Jesucristo, Sacerdote Eterno, pueden ir en paz

Todos: Demos gracias a Dios.

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"Ungidos en el Ungido miremos hoy a nuestra Madre y

pidámosle que cuide la unción en nuestro corazón. Y que la

cuide también en nuestra mirada y en nuestras manos."

Card. Jorge Mario Bergoglio (Misa Crismal, 2012)

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