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MEGANTONIMEGANTONIMEGANTONIMEGANTONI, DESARROLLO, DESARROLLO, DESARROLLO, DESARROLLO SOSTENIBLE Y DUCTOSOSTENIBLE Y DUCTOSOSTENIBLE Y DUCTOSOSTENIBLE Y DUCTO.... Juan Eduardo Gil Mora (*)

Las Áreas Naturales Protegidas son escenarios naturales que una nación los protege bajo Ley por su singular significado e interés para el desarrollo de los pueblos. Megantoni con una extensión de 215,868.96 ha. ubicado en el Corredor Biológico Vilcabamba-Amboró, forma parte de la cordillera oriental de los Andes y tiene como colector principal al río Alto Urubamba y constituye un escenario excepcional en diversidad biológica, paisajística y forma parte del Hotspot de los Andes Tropicales; pertenece al distrito de Echarate, Provincia de La Convención. Megantoni fue establecido como Zona Reservada Megantoni el 10 de marzo del 2004 mediante Resolución Ministerial Nº 0243-2004-AG; por decisión del INRENA, el 18 de agosto del mismo año pasa a ser Santuario Nacional. Este Santuario, alberga especies endémicas y en peligro de extinción y culturalmente es asiento de comunidades Yines, Machiguengas y pueblos indígenas en aislamiento voluntario. En los últimos años se ha convertido en una nueva opción que se ofrece para el turismo de naturaleza en la región Cusco, pues permite observar abundante flora y fauna prístinas en un ambiente escasamente disturbado. Este Santuario evidencia importantes muestras de biodiversidad del país. Siendo un Santuario Nacional, sus objetivos más conspicuos son la conservación, con carácter de intangible, de los ecosistemas que se desarrollan en las montañas de Megantoni, las que poseen 10 de las 84 Zonas de Vida Natural que tiene el Perú; alberga bosques intactos, especies en vías de extinción entre las que se encuentran Tremarctus ornatus (oso de anteojos), Lontra longicaudis (nutria ó lobo de río), Ateles belzebuth (maquisapa cenizo) y Propyrrhura couloni (guacamayo verde cabeza celeste), especies que son de distribución restringida; fuentes de agua como las cabeceras de los ríos Timpia y Ticumpinia y altos valores culturales y biológicos entre los que destacan el Pongo de Mainique, lugar sagrado para el pueblo machiguenga. En resumen, al igual que otras Áreas Naturales Protegidas por el Estado,

Megantoni, tiene carácter de intangible y no están permitidas acciones que provoquen modificaciones y alteraciones a los ecosistemas y que generen impactos en la diversidad biológica existente; por el contrario, es el Gobierno el que debe velar a través de constantes acciones de monitoreo el mantenimiento del equilibrio de especies y ecosistemas. Es deber de todos velar que estos escenarios permanezcan como el

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reservorio más preciado que tenemos todos los peruanos para mantener los recursos genéticos en su ambiente natural. Consecuentemente, el Santuario Nacional Megantoni es un área intangible donde por Ley nacional está prohibida cualquier actividad extractiva o aquélla que implique una modificación del ambiente natural. Este Santuario Nacional, aún poco conocido y menos promocionado ha sido

motivo de controversias en las últimas semanas, y no precisamente por la riqueza biológica que posee, sino por que Transportadora de Gas del Perú –TGP, empresa especializada en el transporte de hidrocarburos, ha ingresado, con permiso de la autoridad (El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas –SERNANP- mediante la R.D. Nº 015 – 2009 –

SENANP – DGANP, autoriza a TGP el ingreso al Santuario Nacional Megantoni) al Santuario Nacional Megantoni con el fin de realizar investigaciones en “recursos naturales y medio ambiente” y sustancialmente porque este Santuario sería atravesado por un segundo gasoducto que conduzca el hidrocarburo a Lima a efecto de contribuir con este recurso para la exportación y no necesariamente para satisfacer la demanda interna de gas que requiere el país.

DESARROLLAR SIN DESTRUIR.

Somos del criterio de que los recursos naturales existentes en nuestro territorio deben de ser utilizadas adecuada, oportuna y sustentablemente para satisfacer

las necesidades básicas de la población, sustancialmente local; este criterio incluye también los recursos renovables como los existentes en Megantoni y los no renovables como es el caso del gas; empero, la tecnología a ser empleada, la metodología de uso y transformación, el valor agregado que debe de darse al recurso no tiene por que ser deteriorante, contaminante o destructivo. La extracción de un recurso no debe destruir otro; la satisfacción de las necesidades

básicas de una parte de la población no debe ser en menoscabo de la otra parte. El gas existente en territorio cusqueño, constituye un recurso excepcional y abundante, sin embargo es agotable; si bien es cierto que requiere de grandes inversiones de capital, esto no implica que quienes invierten no tengan el mayor cuidado por la población local y su entorno que debe de ser conservado. La anunciada construcción de un ducto que irrumpa el Santuario Nacional de Megantoni tiene connotaciones no precisamente de un desarrollo sostenible por la que apuesta el Perú y que por ello creó el Ministerio del Ambiente, por el contrario tiene visos de un desarrollo de los otros en nosotros; es decir, que estaríamos volviendo a épocas de enriquecimiento de pocos a costa de la pobreza de muchos, de una política extractivista con claros indicadores de una economía de enclave, esto es desarrollo con destrucción que son aspectos totalmente superados en el mundo de hoy. La construcción de un nuevo ducto podría ser interpretado

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que el actual gasoducto en operación no satisface la demanda en Lima ni tampoco la demanda externa cuyo compromiso es vender gas barato a México y otros países. Sólo entendido en ese sentido, podría sonar razonable la construcción de un nuevo ducto para satisfacer dicha demanda. En el entendido que el gobierno ha autorizado la construcción del ducto a través

del Santuario, es menester y acaso imprescindible exigir que el propio Estado respete un Área Natural que él mismo ha establecido como intangible y a su vez exigir al BID a efecto de que evalúe las condiciones del préstamo en lo referente a los aspectos ambientales vinculados a la explotación del gas y la conservación del ambiente. Además de lo anterior, el BID debe analizar cuidadosamente el apoyo a este posible ducto, considerando que

hoy la Amazonía Peruana se encuentra concesionada hasta el 59% con lotes de hidrocarburos y que un ducto en las actuales condiciones contribuiría a agravar dicha situación. De concretizarse al apoyo del BID para la construcción del ducto que atraviese Megantoni, significaría un precedente negativo para el Perú, por cuanto, constituiría un antecedente para nuevas intervenciones en zonas prioritarias de conservación de la biodiversidad. En este aspecto es preciso recordar que el BID otorgó el préstamo 1441/OCPE para fortalecer la gestión de las Áreas Naturales Protegidas en la zona de Camisea, y hoy estaría favoreciendo acciones que implican el deterioro de un Área Natural Protegida por el Estado. El BID cuenta con políticas ambientales precisas denominadas Salvaguardas ambientales; una de ellas y quizás la más específica es la salvaguarda B.9, a través de la que el Banco no apoya operaciones y actividades que sean degradantes de hábitats naturales o que dañen sitios de importancia cultural crítico. Sin duda, el Santuario Nacional Megantoni no sólo reúne estas condiciones, sino que posee singulares características que son necesarias sean salvaguardadas. El asunto de Magantoni no culmina con la construcción del ducto, sino que el

trasfondo es el empleo del gas para exportación, acción que sí otorga ganancias a las empresas; no tenemos la menor duda de que las reservas de gas en Camisea superen incluso los 15 TCF (Trillones de pies cúbicos TPC); sin embargo la reserva probada es de alrededor de 8.48 TCF de conformidad a la certificadora Gaffeney & Clyne; por lo tanto, las reservas de los lotes 88, 56 y otros deben ser destinados al mercado interno; esto

implica la renegociación y revisión del contrato de exportación con el Consorcio Perú LNG, pues la energía para el desarrollo del Perú y sus pueblos es primero, la demanda interna debe ser satisfecha primero y luego la exportación; si para exportar se requiere mayores exploraciones, mayores inversiones y si alguien tiene que esperar que se encuentren mayores reservas de gas en nuestro

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territorio deben ser Peru LNG y México y no Cusco, donde se ubican los reservorios, Puno, Arequipa, Moquegua, Tacna o el Perú. Lo cierto en este tema es que, debe de haber voluntad política para satisfacer la demanda interna a fin de impulsar el desarrollo de todos los pueblos y el gas de Camisea en Cusco, es el motor que dinamiza la economía de los pobres del Perú; un gobierno responsable tiene que pensar en impulsar el desarrollo de su jurisdicción y no de pueblos foráneos; en todo caso, si se quiere exportar, se deberá impulsar la búsqueda de mayores reservas, satisfacer la demanda interna en forma sostenible y no defender los intereses empresariales extranjeros pasando por encima los intereses de la población peruana. Ha sido anunciado que el 2011 se iniciará la construcción del gasoducto sur-andino; empero lo que se requiere es conocer con precisión las reservas probadas y no sólo las posibles, de modo que garanticen el transporte del gas

para el desarrollo de más de ocho millones de peruanos en el Sur del país que tienen el legítimo derecho a salir de subdesarrollo haciendo sensato uso de un recurso que alberga el suelo convenciano; no obstante ello, es menester conocer con precisión los estudios de impacto ambiental en los que deben tener participación las poblaciones locales. De lo contrario, la

credibilidad del actual gobierno continuará descendiendo y nuestros recursos naturales serán sólo útiles para apoyar el desarrollo de poblaciones foráneas.

Cusco, Mayo 13 del 2010.

(*) M.Sc. en Ciencia y tecnología Ambiental, Consultor en temas de gestión ambiental.

mundoandino2005@yahoo.es