medellín en equilibrio

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ EL ESPECTADOR / LUNES 27 DE JULIO 2015 / 17 Un pedazo de memoria Fueron varios los invitados de lujo en el evento de la juventud, entre ellos el escritor Héctor Abad, quien a partir de su experiencia recordó los factores esenciales para que una ciudad tenga bienestar. / p. 27 La revolución viene en bici Las ciudades han comenzado a invertir las pirámides para que los protagonistas sean el peatón y el ciclista. Para llegar a ese destino hay una opción clara: pedalear. / p. 24-25 La nueva primavera Un grupo de expertos se reunió en la capital antioqueña para discutir acerca de la importancia de la juventud para alcanzar el desarrollo sostenible y lograr transformaciones de fondo, cuya prioridad sea el bienestar ciudadano. / Alcaldía de Medellín Generación buena vida Los paisas decidieron crear un nuevo concepto sobre el joven “buena vida”. Se trata del ciudadano con claridad sobre sus habilidades, que se ha dedicado a cultivarlas para aprovechar las oportunidades. / p. 20-21 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Medellín En Eq u i l i b r i o

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Los jóvenes de Medellín no son un problema, a pesar del estigma que cargan: el 90% de ellos no presentan conductas agresivas severas, el 95% no son adictos a las drogas, el 96% de las jóvenes adolescentes no quedan en embarazo.

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Un pedazo de memoriaFueron varios los invitados de lujoen el evento de la juventud, entreellos el escritor Héctor Abad, quiena partir de su experiencia recordólos factores esenciales para que unaciudad tenga bienestar. / p. 27

La revoluciónviene en biciLas ciudades han comenzado ainvertir las pirámides para que losprotagonistas sean el peatón y elciclista. Para llegar a ese destino hayuna opción clara: pedalear. / p. 24-25

La nueva primaveraUn grupo de expertos se reunió en la capital antioqueña para discutir acerca de la importancia de la juventud paraalcanzar el desarrollo sostenible y lograr transformaciones de fondo, cuya prioridad sea el bienestar ciudadano.

/ Alcaldía de Medellín

Generación buena vidaLos paisas decidieron crear unnuevo concepto sobre el joven“buena vida”. Se trata delciudadano con claridad sobre sushabilidades, que se ha dedicado acultivarlas para aprovechar lasoportunidades. / p. 20-21

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Los jóvenes son la clave

Medellín leapuesta a laigualdadTodo un panel de expertos se reunió en la capitalantioqueña para hablar sobre la importancia deatender a la juventud para lograr el equilibrio enbienestar y desarrollo de las ciudades del futuro.

REDACCIÓN VIVIR

Valeria Mejía, secretaria de la Juventud de Medellín, durante su intervención del pasado miércoles./ Fotos: Cortesía Parque Explora

El escritor Héctor Abad Faciolince.

En Carta a una sombra, el docu-mental que revive la historia delmédico Héctor Abad Gómez, suhijo, el escritor Héctor Abad Fa-ciolince, lo define de varias mane-ras entre la nostalgia y el orgulloque le produce recordarlo. Entreellas hay una que alude especial-mente a su profesión: “Es una per-sona que dedicó toda su vida a loque más salva vidas en el campo dela medicina: la prevención”, dice.

Sobre su figura volvió el pasadomiércoles en el foro “Ciudades sa-ludables: En búsqueda del equili-

brio”, evento organizado por ElEspectador y la Alcaldía de Me-dellín. Lo rememoró de nuevoporque el tema que más apasiona-ba a Héctor Abad, el doctor, erajustamente la salud pública, esarama de la medicina que en térmi-nos muy generales busca mejorarlos índices de salud de toda la po-blación y en la que Colombia, es-pecialmente Medellín, ha dadoenormes pasos.

Cuenta el escritor que tan apa-sionado era su padre a esa disci-plina que se convirtió en el puntode partida para analizar las ciuda-des desde un espectro muchomás amplio. “Mi papá era una

persona que pensó la ciudad co-mo un ente vivo. Tanto que se in-ventó la poliatría, una profesiónpara tratar las enfermedades delas ciudades”.

Intentar ver y pensar así las ur-bes fue justamente uno de los pro-pósitos del foro que se realizó en elParque Explora de la capital antio-queña. El objetivo no era otro queanalizar los procesos de las ciuda-des teniendo en cuenta que su sa-lud no es sólo un concepto que re-mite a la medicina sino que estáconectado con múltiples factores:educación, bienestar, movilidad,infraestructura. Y en ella juega unpapel esencial la juventud.

En palabras de Juan Carlos Gi-raldo, vicealcalde de Salud deMedellín, no basta con que unaciudad tenga, como los tiene Me-dellín, siete hospitales encabe-zando el ranquin de los mejoresde América Latina, ni que el acue-ducto cubra el 98% de la pobla-ción. “La salud debe ser placente-ra. Debe enfocarse en la mayorbúsqueda de la felicidad. Y eso selogra en la medida en que, comociudad, generamos una mejorc o nv i ve n c i a ”.

Pero ¿cómo lograrlo? ¿Cómohacer que los jóvenes actuales,que son los verdaderos protago-nistas, puedan seguir ese camino?El caso de la capital del departa-mento puede dar pistas sobre có-mo construir una ruta acorde alcontexto actual. Si bien es cierto,como dice Héctor Abad, que laciudad hoy está en una especie depurgatorio luego de sobrepasar elmás difícil infierno, hoy Medellínha logrado modificar el patrón

cultural de sus habitantes.En términos más concretos, ha

logrado, después de una cruda dé-cada de violencia, reducir los ho-micidios de forma sustancial (pa-só de 15 diarios a uno) y llegar a unbuen porcentaje de la poblacióncon buen cubrimiento de salud.

Esos indicadores, sin embargo,no reflejan del todo una realidaden la que aún falta avanzar. Comoaseguró Valeria Mejía, secretariade la Juventud de Medellín, hoyhay una necesidad de proporcio-nar muchas más herramientas alos jóvenes para quebrar un am-plio margen de desigualdad.

“Alrededor de una cuarta partede la población de la ciudad es jo-ven, es decir, está entre los 14 y 28años. Eso indica que estamos en

un momento histórico para elcambio. Ellos son los que saben deciertas construcciones sociales ynosotros les debemos proporcio-nar los puentes para que logren elequilibrio que necesita una ciu-dad. Ser buena vida (en el buensentido del término) debería serhoy la prioridad. Y esa salud de laque hablamos la tenemos que em-pezar a construir desde la cotidia-nidad”.

Por ejemplo, según Mejía, el de-sequilibrio es evidente en el he-cho de que el 11% de los jóvenes es-tán al borde del delito y otro 65%son jóvenes comunes y corrien-tes. “A ellos es que debemos llegarcon políticas públicas que tenganen su agenda un elemento esen-cial: el bienestar”.

Pero el reto es mayor, si se tieneen cuenta, como lo dijo José Ma-nuel Valenzuela, sociólogo mexi-cano y experto en juventud, quemuchos de los jóvenes latinoame-ricanos viven en condiciones depobreza y la sociedad no ha podi-do cumplir sus expectativas labo-rales: “Hoy, esos son unos desafíosque hay que superar, junto a fenó-menos como el juvenicidio. Losproblemas de esa población son elreflejo de nuestros problemas”.

“Sin embargo, yo en los jóvenestengo un optimismo absoluto. Porsus nuevos valores, como el com-promiso con el medio ambiente yuna innegable solidaridad, tengofe en ellos. Tenemos que lograr unequilibrio entre la educación, lasherramientas laborales que lesofrecemos y la inclusión”, asegu-ró Juan Luis Mejía, rector de laUniversidad Eafit.

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Sobre el programa Clubes Juveniles y la esperanza

Fuego internoUn grupo juvenil son dos o más muchachos que se reúnen con cierta frecuencia ahacer algo con un objetivo específico. Ícaro, Semana de la Juventud y ClubesJuveniles son algunas de las iniciativas más pujantes en la capital antioqueña.

ESTEBAN DUPERLY

ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

La Secretaría de la Juventud, si bien trabajade manera transversal con otras secreta-rías, también ejecuta proyectos propios.Uno es la forma de volver tocables las ideasque vienen consignadas en los párrafos ga-seosos de los documentos de política públi-ca o en los acuerdos que aprueba el Concejode la ciudad.

Uno de ellos se llama Ícaro y atiende a po-blación joven muy vulnerable, a quienes es-casamente cobija otra opción. Les ayuda, demanera personalizada, a crear competen-cias, a graduarse y luego los conecta con ins-tituciones como el Sena u otras ofertas deestudio. Para que no ocurra lo de siempre, yla gente no pierda la confianza en el gobier-no local, se crearon protocolos de ingresopara que los cupos no se llenaran por la víade las influencias políticas.

Otros proyectos son: Jornadas de Vida,Semana de la Juventud, Seminario de Pe-riodismo Juvenil, Presupuesto Participati-vo para Jóvenes y Clubes Juveniles. Este úl-timo es un caso interesante por un asuntoparticular: cuando se toma un mapa de Me-dellín con los puntos críticos de homicidio odelincuencia, y sobre él se superpone otrocon presencia de clubes –o grupos juveni-les– ambos casan de manera casi idéntica.Es decir, allí donde la ciudad se agita de ma-nera más violenta y desconcierta, allí tam-

bién emerge, se organiza y se sostiene ungrupo de jóvenes que quieren hacer las co-sas al derecho. A esa capacidad de adaptarsey enfrentar la adversidad se le llama resi-liencia y los pelaos de Medellín lo llevan enla sangre.

Por definición, un grupo juvenil son dos omás jóvenes que se reúnen con cierta fre-cuencia a hacer algo con algún objetivo: co-munitario, artístico, religioso, musical, etc.Eso les da el enfoque y, de carambola, enri-quece el programa, porque corta de un tajocualquier ápice de exclusión o segregación.

Para tener el reconocimiento de la Se-cretaria y entrar a toda ley al programa, de-ben cumplir ciertos requisitos, como reu-nirse con frecuencia, hacer algún tipo deactividad con un objetivo común, llevarmás de seis meses funcionando y contarcon una institución que los avale: la parro-quia del barrio, una JAL, una Junta de Ac-ción Comunal o una universidad. “Alguienque los respalde o dé fe. Como se trata derecursos públicos hay que tener cuidado.No podemos desconocer que vivimos en lacultura del avispado y aquí hay gente quees capaz de montar seis grupos juvenilesde un día para otro con tal de mostrarlos”,dice Carlos Andrés Salazar, trabajador so-cial de la Universidad de Antioquia, 38años, y coordinador general del programaClubes Juveniles.

A cada grupo –o club– se le entrega unapoyo económico que asciende a

$1 ’500.000. Ese dinero se llama apoyo defortalecimiento. La entrega está soportadaen un plan de trabajo y de inversión quecontribuya al fortalecimiento del grupo y,además, que tenga proyección comunitaria.En 2014 se entregaron $175 millones.

Un grupo juvenil es una célula que irra-dia bienestar a un territorio. ¿Qué tan am-plio? Eso es bastante relativo. Carlos expli-ca: “Vos podés conocer a unos grafiteros,como los manes de la 13, el Perro y su galla-da, que salen de estos procesos y ya tienenuna empresa. Ya tienen El Grafitour y mon-taron casa. Eso, por ejemplo, se expande anivel ciudad. Mientras hay otros gruposque influencian sólo la parroquia. Hay unoque se llama Red Juvenil Intercorregi-miental que, a pesar de que tiene sede enSan Cristóbal, impacta los cincos corregi-mientos. Allá confluyen pelaos de los cincoc o r re g i m i e n t o s ”.

Otro ejemplo. En la Comuna 6 hay clubesde grafiteros y de hoppers. Los integranmuchachos de tres comunas, pero conflu-yen en esa. Incluso llegan de Bello. La ideaes que el Área Metropolitana funcione co-mo una sola cosa o, al menos, hablar de unasola Medellín joven. 4.500 muchachos delas 16 comunas y los cinco corregimientosintegran el programa. En las zonas donde elconflicto es más fuerte son una alternativa,“en muchos lugares los clubes juveniles le-gitiman a los jóvenes para que los combosno los coopten”, dice Carlos.

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EL FORO DELESPECTADOR ES UNAINVITACIÓN AREFLEXIONAR SOBRE LAGENERACIÓN DEESPACIO PARA LAINCLUSIÓN Y ELENCUENTRO EN LOSTERRITORIOS. ALRESPECTO, ESI M P O R TA N T ECONSIDERAR QUE LOSSISTEMAS MASIVOS DETRANSPORTE SONI N F R A E ST R U C T U R ASCUYOS PRINCIPIOSESENCIALES SON LACONEXIÓN Y LADEMOCRATIZACIÓN DELOS SERVICIOS DEMOVILIDAD DE UNREGIÓN. EN EL CASO DELMETRO DE MEDELLÍN,CADA VEZ NOSCOMPRENDEMOS MÁSCOMO UN GENERADORDE SOLUCIONES DEMOVILIDAD INTELIGENTEQUE COMO EMPRESA DETRANSPORTE POR SIMISMO. EN ESE ÁMBITO,EN EL CORAZÓN DELSISTEMA, SUBYACE UNAPRIORIDAD POR LAINTEGRACIÓN SOCIAL YLA EQUIDAD, DANDORESPUESTA A LASREALIDADES YCO N D I C I O N E SG E O G R Á F I C AS ,C U LT U R A L E S ,AMBIENTALES YSOCIALES DE LOSTERRITORIOS, ELENTRAMADO BARRIAL YEL INTERMUNICIPAL.LA MOVILIDAD ES CINCOPALABRAS: CONEXIÓN,E N C U E N T R O,S OST E N I B I L I DA D,INTEGRACIÓN YM U LT I M O DA L I DA D.

Javier Darío Ramírez ArangoDirector de ComunicacionesEmpresa de Transporte Masivo delValle de Aburrá Limitada

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Un cambio de paradigma

La nuevageneración de“b u e n av i d a s ”Jóvenes activos, conscientes de sus necesidades y de lasde la ciudad, que buscan herramientas para cumplir consus objetivos, son a los que apunta Medellín, la ciudad quele dio un giro de 180° a un concepto con mala reputación.

Para Carolina Garzón Hernández, la danza era la posibilidad de interpretar con sucuerpo lo que hacía en música a través de un instrumento./ Cortesía

ESTEBAN DÁVILA NÁDER

e d av i l a @ e l e s p e c t a d o r.co m

Alma y cuerpopara bailarSer artista no es fácil, bien lo sabe CarolinaGarzón Hernández. Sea música, danza, di-bujo o escultura, el arte exige incontableshoras de ensayo e iguales cantidades de su-dor, paciencia y entrega antes de dejarsedominar. Si, bien lo sabe Carolina que desus 24 años ha pasado 20 con su canto y suclarinete en diversos preparatorios, comoel de la Universidad de Antioquia y orques-tas de la Red de Escuelas de Medellín. Bienlo sabe ella que con sus pasos ha transitadopor incontables compañías de danza árabehasta crear una propia, su proyecto de vi-da. Bien lo sabe ella que ha visto transcu-rrir toda su vida entre salas de ensayo y ta-r i m a s.

A Carolina el baile le llegó a los 15 añosmás como una recomendación médica quecomo una pasión, aunque no tardaría mu-cho en convertirse en eso. Y es que ensayaren una silla durante ocho horas seguidaspuede generar un impacto fuerte en elcuerpo, sobre todo cuando en el momentose está sufriendo de un cuadro hipoglucé-mico, algo que hace que cualquier doctorordene un régimen de ejercicios de inme-diato, “pero a mí no me gusta el ejercicio,me aterra”, cuenta ella entre risas. Fue asícomo buscando alternativas con su her-mana Sandra se encontró con un curso dedanza árabe impartido por Comfama, unacaja de compensación familiar de Antio-quia. “Recibir la clase fue como volver a na-cer, no sé qué fue lo que pasó con nosotras,pero nos enamoramos”, agrega.

No tuvo que pasar mucho tiempo paraque las dos hermanas, junto a una compa-ñera de la clase, comenzaran a crear suspropias coreografías y a ser llamadas a pre-sentaciones en vivo, lo que las motivó agestar su compañía, primero llamadasDiosasAgher y posteriormente DanzAg-her, un nombre cargado de significado. Ex-plica Carolina que el Agher al final es, enprimer lugar, un homenaje a su madre, do-ña Agmiria Hernández, la mujer que siem-pre se esforzó por darle toda la educaciónque pidió y con quien todavía vive en el ba-rrio Aranjuez, en la Comuna 4; en segundo,por casualidad, una palabra que en persasignifica “lo mejor”, justo lo que ella sientecon respecto a este arte.

Para esta bailarina la danza oriental no

es sólo un deporte o un baile sensual quesirve para mostrar el cuerpo, para ella setrata de “una disciplina en la que puedesser bonita y sentirte bien contigo mismadesde lo que eres y puedes entregarle alpúblico, es una danza que dignifica a la mu-jer ”, un sentimiento que la llevó a quererenseñar el baile a mujeres de todas las eda-des, arrancando desde los tres años. Unatarea que ha estado haciendo desde 2008en Aranjuez, con niñas de estratos 1, 2 y 3,que a pesar de pagar la mensualidad “conlas uñas”, se entregan por completo al pro-ceso formativo con tal dedicación, que enmúltiples ocasiones han llegado a ganarbecas de circulación y financiación delpresupuesto participativo de la ciudad.

Gracias a esta iniciativa, liderada por Ca-rolina, las más jóvenes también han apren-dido el valor de sus cuerpos y el riesgo queel alcohol, las drogas y el sexo sin protec-ción representan para su desarrollo artísti-co. Además, han aprendido el valor de con-tinuar aprendiendo, algo que ha llevado ala creadora de DanzAgher a visitar otrasacademias, seminarios internacionales yprofesores de otros ritmos como el tango,la danza contemporánea y la urbana, enbusca de nuevas ideas y elementos para in-cluirlos en los procesos creativos.

La historia no termina para Carolina,quien ahora deja DanzAgher en manos desu hermana para viajar por dos años a Esta-dos Unidos, donde espera presentar suscoreografías y aprender nuevos ritmos pa-ra enseñar a sus pequeñas aprendices. Esaes la vida de quien se entrega en alma ycuerpo al arte.

Una vida dedicadaal deporteJuan Carlos Valencia pasó su infancia enel barrio Doce de Octubre, de la Comuna6, en el noroccidente de Medellín, entreescuelas de fútbol, juegos de calle y lar-gas caminatas hasta la institución edu-cativa El Pedregal. Ninguno de los ba-rrios es el más seguro ni el más acomoda-do, y eso él lo supo bien desde el día enque tuvo que trasladarse con su familiahasta Belén -un barrio dividido en 22 pe-queños belenes, que bien podría abarcarla mitad de la ciudad- para vivir con sutía. Hoy tiene 23 años y desde hace dos sededica a practicar, enseñar y popularizarun deporte que apenas está llegando alpaís, que muy pocas personas conocen yque tampoco recibe suficiente apoyo, elhockey sobre césped.

La vida de este joven siempre ha esta-do definida por dos grandes pasiones:los deportes y los idiomas, áreas entre lasque tuvo que elegir al momento de ingre-sar a la universidad. Al final, fue la rela-ción tan cercana con el fútbol lo que ter-minó inclinando la balanza hacia licen-ciatura en educación física, en la Univer-sidad de Antioquia, donde por casuali-dades de la vida terminó conociendo ladisciplina que hoy lo mueve. En 2012,cuando Medellín anunció su candidatu-ra a los Juegos Olímpicos de la Juventudde 2018, un certamen que les exige a las

ciudades aspirantes elegir como bande-ra un deporte que no se practicara en elpaís, que terminó siendo el hockey. Esto,por supuesto, requirió que el Instituto deDeportes y Recreación (Inder) de la ca-pital paisa iniciara una convocatoria porlas universidades buscando personas in-teresadas en capacitarse en el tema.

La curiosidad le pudo a Juan K, comolo llaman sus amigos y estudiantes, queentre capacitaciones, entrenamientos yseminarios se terminó enamorando deldeporte, hasta que Medellín perdió lacandidatura frente a Buenos Aires en2013, con lo que el proceso se postergó,pero la semilla quedó sembrada.

A falta de apoyo, Valencia y dos com-pañeros universitarios decidieron apo-derarse de la situación, rebuscándose eldinero para traer desde Estados Unidoslos palos y las bolas necesarios para en-trenar, pues acá no están disponibles, yconvocando amigos, conocidos y hastanovias para enseñarles todo sobre la dis-ciplina en la cancha de Belén-Las Mer-cedes. Así fue que un año después, el 15de marzo de 2014, este joven y sus com-pañeros lograron crear Pioneros de Me-dellín, un grupo de más de 25 personasque se enorgullece en ser el primer clubde hockey sobre césped del país.

Por supuesto, el proceso no paró allí

para Juan y sus Pioneros. Poco tiempodespués y aprovechando el talento natu-ral de los jóvenes paisas para el deporte,llegaron a Belen-Zafra, un barrio cono-cido como “La Favela”, por su pareci-do con los precarios asentamientosde Río de Janeiro, para iniciar unproceso formativo con los niños de lazona.

Con ellos el objetivo es formar per-sonas y deportistas para a futurocrear un seleccionado antioqueño ymás adelante uno colombiano, cuentaValencia con la ilusión de alguien quehace algo por pasión. Sin embargo, estainiciativa, que a final del año pasado levalió a Juan K y su equipo uno de los re-conocimientos de Jóvenes Destacadosque entrega la Alcaldía de Medellín aquienes resaltan por su liderazgo y porsu interés en el desarrollo urbano, tuvoque detenerse en febrero de este año porfalta de recursos y apoyo económico másallá del que el Inder les entrega a los clu-bes deportivos de la ciudad.

Aun así, los Pioneros no se detienen yno dejan de lado la idea de seguir sacan-do a los niños de las calles para formardeportistas. A pesar de que ya no se man-tiene el proceso de semillero, Juan Car-los Valencia y su equipo hacen lo posiblepor llevar el hockey a diferentes lugarespor medio de exhibiciones en diferentesbarrios e invitaciones a niños y jóvenes alos entrenamientos. Buscan el apoyo dealguna empresa privada y, entre tanto, élsigue dividiendo su tiempo entre serprofesor de fútbol de salón en el Inder yser presidente de un club que junto aotros tres que han ido surgiendo le hacenfuerza a un deporte que poco a poco vaen ascenso en el país.

Pioneros cuenta con 25 palos, por lo que muchas veces se quedan sin material para todos los jóvenes que asisten a las clases. Este año esperan ampliar sus equipos./ Cortesía

‘‘Pienso quemuchas de lasnecesidades básicasno se satisfacendentro de lascomunidades másvulnerables, comola recreación . Haytoda una poblaciónque puede aprendery jugar hockey,que lo puede hacercrecer, solo hayque llevarlo.Juan Carlos Valencia, p re s i d e n tedel Club de Hockey Sobre CéspedPioneros de Medellín.

‘‘Para bailar danzaoriental primero tienes quequitarte un montón demiedos, tabúes y prejuicios.Tienes que aprender aaceptarte como eres y adisfrutarlo, a valorarlo.Siento que eso lo ofrece ladanza oriental, es el arte porsí mismo”.

@ E ste b a n D N

Perezoso, recostado, relajado o que priori-za el disfrute por encima del esfuerzo sonlas palabras que usualmente definen al“joven buenavida”, ese individuo que poruna u otra razón habita las ciudades co-lombianas sin hacer mucho por ellas o porsí mismo. Sin embargo, en Medellín opi-nan que ser un buenavida es lo más impor-tante que hay y que, por lo tanto, es necesa-rio proteger esta posibilidad a todo rigor.Esto, por supuesto, no sería posible si laCiudad de la Eterna Primavera no le hu-biera dado antes un vuelco al concepto,llenándolo de significado y relevancia pa-

ra la sociedad.Así pues, los paisas definen al buenavida

como el ciudadano con claridad sobre susposibilidades presentes y futuras y que seha dedicado a cultivar las habilidades, he-rramientas y oportunidades necesariaspara acceder a ellas y hacerlas realidad.Con todo esto, en la capital antioqueña y, apartir de diferentes iniciativas, han ido na-ciendo nuevas generaciones de jóvenes lí-deres que, preocupados por su ciudad y sudesarrollo como seres humanos, estáncreando iniciativas novedosas para apor-tar desde áreas como la cultura, el deporte,la sostenibilidad o la investigación.

Pero ¿qué han hecho estos jóvenes enconcreto? Estas son sólo dos de tantas ini-ciativas que han tenido lugar en la capitalde la montaña y que han sido reconocidase incluso premiadas por la Alcaldía. Ade-más, ambas pueden servir de ejemplo parael resto de ciudades del país.

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Un cambio de paradigma

La nuevageneración de“b u e n av i d a s ”Jóvenes activos, conscientes de sus necesidades y de lasde la ciudad, que buscan herramientas para cumplir consus objetivos, son a los que apunta Medellín, la ciudad quele dio un giro de 180° a un concepto con mala reputación.

Para Carolina Garzón Hernández, la danza era la posibilidad de interpretar con sucuerpo lo que hacía en música a través de un instrumento./ Cortesía

ESTEBAN DÁVILA NÁDER

e d av i l a @ e l e s p e c t a d o r.co m

Alma y cuerpopara bailarSer artista no es fácil, bien lo sabe CarolinaGarzón Hernández. Sea música, danza, di-bujo o escultura, el arte exige incontableshoras de ensayo e iguales cantidades de su-dor, paciencia y entrega antes de dejarsedominar. Si, bien lo sabe Carolina que desus 24 años ha pasado 20 con su canto y suclarinete en diversos preparatorios, comoel de la Universidad de Antioquia y orques-tas de la Red de Escuelas de Medellín. Bienlo sabe ella que con sus pasos ha transitadopor incontables compañías de danza árabehasta crear una propia, su proyecto de vi-da. Bien lo sabe ella que ha visto transcu-rrir toda su vida entre salas de ensayo y ta-r i m a s.

A Carolina el baile le llegó a los 15 añosmás como una recomendación médica quecomo una pasión, aunque no tardaría mu-cho en convertirse en eso. Y es que ensayaren una silla durante ocho horas seguidaspuede generar un impacto fuerte en elcuerpo, sobre todo cuando en el momentose está sufriendo de un cuadro hipoglucé-mico, algo que hace que cualquier doctorordene un régimen de ejercicios de inme-diato, “pero a mí no me gusta el ejercicio,me aterra”, cuenta ella entre risas. Fue asícomo buscando alternativas con su her-mana Sandra se encontró con un curso dedanza árabe impartido por Comfama, unacaja de compensación familiar de Antio-quia. “Recibir la clase fue como volver a na-cer, no sé qué fue lo que pasó con nosotras,pero nos enamoramos”, agrega.

No tuvo que pasar mucho tiempo paraque las dos hermanas, junto a una compa-ñera de la clase, comenzaran a crear suspropias coreografías y a ser llamadas a pre-sentaciones en vivo, lo que las motivó agestar su compañía, primero llamadasDiosasAgher y posteriormente DanzAg-her, un nombre cargado de significado. Ex-plica Carolina que el Agher al final es, enprimer lugar, un homenaje a su madre, do-ña Agmiria Hernández, la mujer que siem-pre se esforzó por darle toda la educaciónque pidió y con quien todavía vive en el ba-rrio Aranjuez, en la Comuna 4; en segundo,por casualidad, una palabra que en persasignifica “lo mejor”, justo lo que ella sientecon respecto a este arte.

Para esta bailarina la danza oriental no

es sólo un deporte o un baile sensual quesirve para mostrar el cuerpo, para ella setrata de “una disciplina en la que puedesser bonita y sentirte bien contigo mismadesde lo que eres y puedes entregarle alpúblico, es una danza que dignifica a la mu-jer ”, un sentimiento que la llevó a quererenseñar el baile a mujeres de todas las eda-des, arrancando desde los tres años. Unatarea que ha estado haciendo desde 2008en Aranjuez, con niñas de estratos 1, 2 y 3,que a pesar de pagar la mensualidad “conlas uñas”, se entregan por completo al pro-ceso formativo con tal dedicación, que enmúltiples ocasiones han llegado a ganarbecas de circulación y financiación delpresupuesto participativo de la ciudad.

Gracias a esta iniciativa, liderada por Ca-rolina, las más jóvenes también han apren-dido el valor de sus cuerpos y el riesgo queel alcohol, las drogas y el sexo sin protec-ción representan para su desarrollo artísti-co. Además, han aprendido el valor de con-tinuar aprendiendo, algo que ha llevado ala creadora de DanzAgher a visitar otrasacademias, seminarios internacionales yprofesores de otros ritmos como el tango,la danza contemporánea y la urbana, enbusca de nuevas ideas y elementos para in-cluirlos en los procesos creativos.

La historia no termina para Carolina,quien ahora deja DanzAgher en manos desu hermana para viajar por dos años a Esta-dos Unidos, donde espera presentar suscoreografías y aprender nuevos ritmos pa-ra enseñar a sus pequeñas aprendices. Esaes la vida de quien se entrega en alma ycuerpo al arte.

Una vida dedicadaal deporteJuan Carlos Valencia pasó su infancia enel barrio Doce de Octubre, de la Comuna6, en el noroccidente de Medellín, entreescuelas de fútbol, juegos de calle y lar-gas caminatas hasta la institución edu-cativa El Pedregal. Ninguno de los ba-rrios es el más seguro ni el más acomoda-do, y eso él lo supo bien desde el día enque tuvo que trasladarse con su familiahasta Belén -un barrio dividido en 22 pe-queños belenes, que bien podría abarcarla mitad de la ciudad- para vivir con sutía. Hoy tiene 23 años y desde hace dos sededica a practicar, enseñar y popularizarun deporte que apenas está llegando alpaís, que muy pocas personas conocen yque tampoco recibe suficiente apoyo, elhockey sobre césped.

La vida de este joven siempre ha esta-do definida por dos grandes pasiones:los deportes y los idiomas, áreas entre lasque tuvo que elegir al momento de ingre-sar a la universidad. Al final, fue la rela-ción tan cercana con el fútbol lo que ter-minó inclinando la balanza hacia licen-ciatura en educación física, en la Univer-sidad de Antioquia, donde por casuali-dades de la vida terminó conociendo ladisciplina que hoy lo mueve. En 2012,cuando Medellín anunció su candidatu-ra a los Juegos Olímpicos de la Juventudde 2018, un certamen que les exige a las

ciudades aspirantes elegir como bande-ra un deporte que no se practicara en elpaís, que terminó siendo el hockey. Esto,por supuesto, requirió que el Instituto deDeportes y Recreación (Inder) de la ca-pital paisa iniciara una convocatoria porlas universidades buscando personas in-teresadas en capacitarse en el tema.

La curiosidad le pudo a Juan K, comolo llaman sus amigos y estudiantes, queentre capacitaciones, entrenamientos yseminarios se terminó enamorando deldeporte, hasta que Medellín perdió lacandidatura frente a Buenos Aires en2013, con lo que el proceso se postergó,pero la semilla quedó sembrada.

A falta de apoyo, Valencia y dos com-pañeros universitarios decidieron apo-derarse de la situación, rebuscándose eldinero para traer desde Estados Unidoslos palos y las bolas necesarios para en-trenar, pues acá no están disponibles, yconvocando amigos, conocidos y hastanovias para enseñarles todo sobre la dis-ciplina en la cancha de Belén-Las Mer-cedes. Así fue que un año después, el 15de marzo de 2014, este joven y sus com-pañeros lograron crear Pioneros de Me-dellín, un grupo de más de 25 personasque se enorgullece en ser el primer clubde hockey sobre césped del país.

Por supuesto, el proceso no paró allí

para Juan y sus Pioneros. Poco tiempodespués y aprovechando el talento natu-ral de los jóvenes paisas para el deporte,llegaron a Belen-Zafra, un barrio cono-cido como “La Favela”, por su pareci-do con los precarios asentamientosde Río de Janeiro, para iniciar unproceso formativo con los niños de lazona.

Con ellos el objetivo es formar per-sonas y deportistas para a futurocrear un seleccionado antioqueño ymás adelante uno colombiano, cuentaValencia con la ilusión de alguien quehace algo por pasión. Sin embargo, estainiciativa, que a final del año pasado levalió a Juan K y su equipo uno de los re-conocimientos de Jóvenes Destacadosque entrega la Alcaldía de Medellín aquienes resaltan por su liderazgo y porsu interés en el desarrollo urbano, tuvoque detenerse en febrero de este año porfalta de recursos y apoyo económico másallá del que el Inder les entrega a los clu-bes deportivos de la ciudad.

Aun así, los Pioneros no se detienen yno dejan de lado la idea de seguir sacan-do a los niños de las calles para formardeportistas. A pesar de que ya no se man-tiene el proceso de semillero, Juan Car-los Valencia y su equipo hacen lo posiblepor llevar el hockey a diferentes lugarespor medio de exhibiciones en diferentesbarrios e invitaciones a niños y jóvenes alos entrenamientos. Buscan el apoyo dealguna empresa privada y, entre tanto, élsigue dividiendo su tiempo entre serprofesor de fútbol de salón en el Inder yser presidente de un club que junto aotros tres que han ido surgiendo le hacenfuerza a un deporte que poco a poco vaen ascenso en el país.

Pioneros cuenta con 25 palos, por lo que muchas veces se quedan sin material para todos los jóvenes que asisten a las clases. Este año esperan ampliar sus equipos./ Cortesía

‘‘Pienso quemuchas de lasnecesidades básicasno se satisfacendentro de lascomunidades másvulnerables, comola recreación . Haytoda una poblaciónque puede aprendery jugar hockey,que lo puede hacercrecer, solo hayque llevarlo.Juan Carlos Valencia, p re s i d e n tedel Club de Hockey Sobre CéspedPioneros de Medellín.

‘‘Para bailar danzaoriental primero tienes quequitarte un montón demiedos, tabúes y prejuicios.Tienes que aprender aaceptarte como eres y adisfrutarlo, a valorarlo.Siento que eso lo ofrece ladanza oriental, es el arte porsí mismo”.

@ E ste b a n D N

Perezoso, recostado, relajado o que priori-za el disfrute por encima del esfuerzo sonlas palabras que usualmente definen al“joven buenavida”, ese individuo que poruna u otra razón habita las ciudades co-lombianas sin hacer mucho por ellas o porsí mismo. Sin embargo, en Medellín opi-nan que ser un buenavida es lo más impor-tante que hay y que, por lo tanto, es necesa-rio proteger esta posibilidad a todo rigor.Esto, por supuesto, no sería posible si laCiudad de la Eterna Primavera no le hu-biera dado antes un vuelco al concepto,llenándolo de significado y relevancia pa-

ra la sociedad.Así pues, los paisas definen al buenavida

como el ciudadano con claridad sobre susposibilidades presentes y futuras y que seha dedicado a cultivar las habilidades, he-rramientas y oportunidades necesariaspara acceder a ellas y hacerlas realidad.Con todo esto, en la capital antioqueña y, apartir de diferentes iniciativas, han ido na-ciendo nuevas generaciones de jóvenes lí-deres que, preocupados por su ciudad y sudesarrollo como seres humanos, estáncreando iniciativas novedosas para apor-tar desde áreas como la cultura, el deporte,la sostenibilidad o la investigación.

Pero ¿qué han hecho estos jóvenes enconcreto? Estas son sólo dos de tantas ini-ciativas que han tenido lugar en la capitalde la montaña y que han sido reconocidase incluso premiadas por la Alcaldía. Ade-más, ambas pueden servir de ejemplo parael resto de ciudades del país.

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El reto es escuchar a los más jóvenes

Testigos de la transformaciónA través de iniciativas y pequeños actos revolucionarios, los jóvenes no sólo han contribuido a lograr grandes cambiosen la sociedad medellinense, también ven de cerca cómo su ciudad se convierte en un mejor lugar para vivir.

No hay duda de que Medellín pa-só a ser la ciudad del miedo a laciudad de la esperanza tras un pe-ríodo de transformación lideradopor varias administraciones queentendieron que, más allá de lasprohibiciones y de atacar el fuegocon más fuego, la salida estaba engenerar oportunidades a travésde la educación y así cerrar lapuerta de entrada al conflicto.

Aunque resta camino por reco-rrer, esta ciudad empieza a pen-sar en el mejoramiento de las con-diciones de vida de sus ciudada-nos a través de iniciativas que ar-ticulan las políticas públicas conlos ciudadanos sin olvidar nuncala inclusión de los jóvenes y susi d e a s.

Valeria Mejía, secretaria de Ju-ventud de Medellín, explica elaporte de esa fuerza que se tomalas riendas de la ciudad.

¿Cuál ha sido el papel de los jóvenesen la reconstrucción del imaginariode ciudad en Medellín y larecuperación de la esperanza?

Los jóvenes de Medellín han si-do centrales: han promovido re-

sistencias desde diversos ámbitosy han sido gestores, aunque mu-chas veces invisibles, de la espe-ranza en esta ciudad. La juven-tud es vital, cargada de ener-gía y de preguntas y eso es ne-cesario para transformar.Nos devuelven la esperanzaa muchos continuamente.Uno ve las más bellas accio-nes en momentos difíciles yve muchachos que no se dejancaer y que a su manera estáncambiando condiciones difícilesy dice: “Estos muchachos inspi-ran y yo tengo que hacer algo paraque su visión se junte y conectecon las de otros y sus iniciativassean más potentes”.

Dentro de este imaginario está laconcepción de salud más allá de loshospitales y los servicios. ¿Cómo seincluye a estos en una ciudads a l u d a b l e?

Lo primero es que cuando unotiene una ciudad saludable, que esel camino que hemos empezado arecorrer en Medellín, los habi-tantes no están aparte. Al hablarde ciudad ya se habla de habitan-

tes y no sólo de vías y semáforos.Por lo tanto, el término “incluir -los” sería casi una redundancia:una ciudad saludable gira alrede-dor del bienestar del sujeto y no ala inversa. Hay que preguntarsequé necesita la gente, cómo pue-de vivir mejor y qué tipo de cons-trucciones y “habitaciones” seconstruyen, adaptan o se conser-

van para su desarrollo y equili-b r i o.

¿Desde qué prácticas se puedeempezar a generar unaconciencia sobre la necesidadde tener ciudades saludables?

Desde prácticas cotidianasen cada sector. Acá todos to-mamos decisiones cada día yde ellas depende el equilibrio

de la ciudad: que sea saludabley traiga bienestar. Si usted mira

a una persona que trabaja encualquier lugar o que va a estu-diar, ésta puede aportar cambian-do hábitos de consumo y movili-dad: menos plástico, más bicicle-ta, más conversaciones, más com-pra de producto local, más cal-ma… Eso trae en definitiva másbienestar colectivo.

¿Cuáles son esos retos para lograr laciudad que se desea?

El reto y lo que se necesita paratener una ciudad más saludablees, de un lado, construir escena-rios y tomar decisiones que pon-gan al ser humano y su bienestaren el centro. Esto debe ser eso lo

que incline la balanza. Lo ante-rior implica comprender que to-do está conectado y, si una partefalla, afecta a todos; y lo que otroshacen lo afecta a uno. Recicle,compre local, hable con el otro, noprejuzgue a los jóvenes, caminemás, hable con conocimiento yrecorra su territorio.

El transporte sostenible y labicicleta también sonfundamentales cuando se habla deespacios saludables. ¿Son losjóvenes el motor de estas iniciativasl i m p i a s?

Sin duda. Y creo que en este te-ma Medellín ha ido leyendo y po-tenciando esos llamados. Haymás ciclorrutas, hay un sistemapúblico de bicicletas y el Plan deOrdenamiento deja planteadaslas estrategias y la necesidad deque la pirámide de la movilidad seinvierta y que los peatones seanlos protagonistas. La mayoría detemas que afectan el universo delos jóvenes dependen de decisio-nes de adultos. Abrir los ojos y vereso ayuda a ser más acertadocuando se decide algo.

Recorrer el territorio, hablar con el otro e incluir prácticas sostenibles a la cotidianidad forman parte de las acciones para construir ciudades más saludables. / Alcaldía de Medellín

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Valeria Mejía, secretaria deJuventud de Medellín. / Cortesía

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Juan Luis Mejía y Carlos Vásquez

Académicos al tableroEstos dos hombres, vinculados con la formación de profesionales en Medellín, uno desde el campo privado y el otro

desde el sector público, exponen sus ideas sobre el concepto de “Joven buena vida”. Los retos y los logros de lasuniversidades en Antioquia encuentran en estas páginas dos visiones complementarias.

“Los jóvenes tienenpensamiento global”¿Qué es un joven buena vida?

Ese es un término que en el imagina-rio popular está más asociado con el lo-cho, el que no hace mucho esfuerzo. Sinembargo, a mí me gusta mucho el con-cepto de la Alcaldía de Medellín, de có-mo llenar de contenido nuevo ese con-cepto, porque el buena vida tiene quetener otros atributos. Primero, salud fí-sica y mental; segundo, motivación ha-cia algún logro. Tercero, disfrute de lasoportunidades que ofrece la ciudad entemas de ciencia, de tecnología, de cul-tura y de deporte.

¿Cómo la academia ayuda a moldear unproyecto de vida acorde con lasnecesidades de Medellín?

El gran papel de las institucioneseducativas, desde una guardería hasta

una universidad, es tratar de formarseres integrales. Insisto mucho en queen la universidad la prioridad es for-mar buenos ciudadanos de los que sedesprendan buenos profesionales.

¿En Medellín sí existen herramientas yposibilidades que permitan acceder aeste tipo de educación ciudadana?

Nosotros tenemos varias estrate-gias. Les damos mucha responsabili-dad a través de los grupos estudianti-les a nuestros alumnos. A ellos les en-tregamos autonomía, recursos y for-mas de gobierno propias con el fin deque sea una escuela de liderazgo y unaescuela de ciudadanía. Además tene-mos un programa que se llama “Atre -verse a pensar”, en el que el eje es ac-tuar de manera íntegra en la vida.

¿Cuál es el logro obtenido por laacademia en Medellín?

Veo a unos jóvenes con un gran sen-tido ambiental. Me parece que lasnuevas generaciones tienen una con-ciencia mucho más arraigada sobre laresponsabilidad con el medio am-biente. Eso repercute también en lacalidad de vida y en una nueva con-cepción de la ciudad. También tienenuna gran facilidad para los idiomas,para expresarse. Es decir, tienen unpensamiento global.

¿Cuáles son los retos a la hora de formarjóvenes conscientes de sus objetivos yde las necesidades urbanas?

Las instituciones educativas y la fa-milia vivimos siempre en una tensiónmuy grande con las tentaciones queles ofrece la sociedad a estos jóvenes.El gran daño que le hizo el narcotráfi-co a la sociedad colombiana fue querompió la ecuación esfuerzo-resulta-do y les mostró a las nuevas generacio-nes que se podían obtener resultadossin hacer esfuerzo. Ese concepto deldinero rápido alteró una estructuratácita, un pacto social que existía deque para obtener un resultado habíaque hacer un esfuerzo.

¿En Medellín sí hay jóvenes que seajusten a este nuevo concepto del buenav i d a?

Sí. Soy del lado de los optimistas, yoconvivo todos los días con jóvenes lle-nos de sueños, llenos de ilusiones y, so-bre todo, con ciudadanos comprome-tidos con el proyecto social, más quecon un proyecto individual.

Juan Luis Mejía, rector de la UniversidadEafit de Medellín. / Cortesía Parque Explora

“Ellos no aceptan elimperio de la muerte”¿Qué es un joven buena vida?

Un joven buena vida es alguien quedisfruta la vida, que la recibe y piensaen compartirla. Es alguien que liga lavida con la vida, y que sabe que labondad puede ser construida sinobedecer ningún mandato. Buenavida significa alguien que sabe en-contrar el equilibrio entre la pleni-tud de la felicidad y la manera decompartir el dolor.

¿Cómo la academia ayuda a moldear unproyecto de vida acorde con lasnecesidades de Medellín?

Respetando al individuo como al-go sagrado, acogiéndolo en su singu-laridad, ofreciéndole un espacio dedesarrollo a plenitud de sus expecta-tivas de conocimiento. Hay que com-

partir con él un grado más alto desensibilidad y ofreciéndole la posibi-lidad de formarse en una profesiónque luego repercuta en beneficio dela sociedad.

¿En Medellín sí existen herramientas yposibilidades que permitan acceder aeste tipo de educación ciudadana?

En general las ciudades contem-poráneas se caracterizan por ser hu-rañas y escasas en ofrecimientos deoportunidades para los jóvenes. Sonciudades diseñadas para el incre-mento del dinero y hostiles a los sue-ños. Por eso, los jóvenes experimen-tan desencantos.

¿Medellín está haciendo algo paracambiar esta noción de ciudad?

Hablar genéricamente es muy di-fícil. Cuando la universidad y la ciu-dad expresan su rechazo ante la in-dignidad, la miseria y la muerte, losjóvenes en eso tienen un liderazgoindiscutible. Ellos odian la muerte,aborrecen la mentira y rechazan lafrivolidad y el cinismo. No aceptan elimperio de la muerte.

¿Cuál es el logro obtenido por laacademia en Medellín?

La Universidad de Antioquia tieneuna vocación hacia el talento de losjóvenes. Aquí el único criterio es eldeseo de transformar desde adentrola propia existencia. Nuestros jóve-nes aman el conocimiento y se abra-zan a la lectura.

¿Cuáles son los retos a la hora de formarjóvenes conscientes de sus objetivos yde las necesidades urbanas?

Hay un reto gigante y es curar a losjóvenes del desencanto. Tenemosque aprender de ellos de decir no a loindigno y lo intolerante. Los jóvenesle dan sabor a la academia.

¿En Medellín sí hay jóvenes que seajusten a este nuevo concepto delbuena vida?

En Medellín existen muchos jóve-nes maltratados, incomprendidos yterriblemente vulnerados en sus de-rechos. Nosotros tenemos que recu-perar la capacidad de respirar, el pla-cer de la conversación. Existe la po-sibilidad de establecer que la juven-tud se puede prolongar hasta la ve-jez. Hay que mantenerse joven sien-do siempre un niño.

Carlos Vásquez, vicerrector de laUniversidad de Antioquia.

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La revolución viene en bici

Pedalear la vida

Leye n d a / credito

CONECTAR A LOSJÓVENES CON LACONSTRUCCIÓN SOCIALES EL GRAN RETO DELAS CIUDADESSALUDABLES. SONELLOS UN PRESENTELLENO DE IMAGINACIÓN,DE CAPACIDAD DEINNOVAR Y DE CREAR;DE "JUGÁRSELA TODA"POR UNA BUENA CAUSA.CELEBRAMOS LAPOLÍTICA PÚBLICA DEJUVENTUD DE MEDELLÍNQUE PROMUEVE ESACO N E X I Ó NESTRUCTURAL DE LOSJÓVENES, PERO PARAQUE SUPERE LARETÓRICA PÚBLICA,DEBEMOS ACEPTAR YAPOYAR LAS PEQUEÑASREVOLUCIONES DE LOSJÓVENES COMOAPROPIACIÓN DE SUPROPIO DESTINO Y DESUS COMUNIDADES. ENP R OA N T I O Q U I ACREEMOS QUE ENNUESTROS JÓVENESHAY MÁSPOTENCIALIDADES QUEP E L I G R OS .

Rafael Aubad LópezPresidente FundaciónP R OA N T I O Q U I A

‘‘

Hablar de ciudades saludables sin hablar debicicletas es como comer bandeja paisa sinarepa. Por eso este medio de transporte to-ma fuerza dentro de los discursos de los go-biernos que promueven el crecimiento delas urbes pensadas para la gente, en dondelos vehículos pasen a un segundo plano y lasestructuras urbanas tenga preferencias porlos peatones y los ciclistas.

Aunque Medellín y su área metropoli-tana no es la región con más viajes diariosen bici ni donde más se pedalea, su poten-cial para convertirse en un lugar dondeesta sea protagonista fue una de las razo-nes que motivaron que el pasado febrerofuera la sede del Foro Mundial de la Bici-cleta. Y en esta materia ya se han dado los

primeros movimientos para que los pai-sas tengan en los pedales una verda-

dera opción para no sólo ir a la uni-versidad, sino hacer diligencias

diarias o ir al trabajo, una metaen la que los jóvenes siguen

teniendo un papel preponderante.Lina López Montoya, una de las coordi-

nadoras de EnCicla, el sistema de bicicletaspúblicas para el área metropolitana del Va-lle de Aburrá, señala que desde 2012 se halogrado un incremento en la adopción de lacicla como un medio de transporte en losdías laborales y que la oportunidad de po-der utilizar una bicicleta pública tambiénha impulsado el uso de la particular. “Elaporte de esta iniciativa ha sido importante,estamos comenzando y es una estrategia amediano y largo plazo”, señala, y agrega queel trabajo continúa para llegar a más públi-cos. Según la funcionaria, en el inicio, el 74 %de quienes usaban este sistema eran estu-diantes, pero hoy en día esa relación es del54 - 45% y ya es común ver sobre las ruedas ylos radios a personas en traje, hombres ymujeres mayores.

En este sentido, Mauricio Mesa, directordel colectivo Siclas, considera que la bici-cleta está dejando de ser vista como un ju-

guete y cada vez es mayor la concien-cia de su uso como medio de transpor-te. “Los jóvenes están muy sensibiliza-dos. Estamos ayudando para que máspersonas se decidan por ella y ser res-ponsables en la vía”, indica. Es precisa-mente la carretera uno de los mayoresobstáculos para la utilización de la cicla.

López explica que se han identificadobarreras físicas, psicológicas y socialesque dificultan que las personas optenpor la bici como su principal mediode transporte. En el primer grupode barreras figura la ausencia deinfraestructura en varios pun-tos de la ciudad y el área me-tropolitana, donde no hay bi-cisendas ni andenes, lo quepodría contribuir a generarlas barreras psicológicas,concentradas en el miedoque genera la carretera alas personas por el tráfi-co de vehículo y el po-tencial riesgo a la vida.“Estas barreras son lasmás complicadas devencer. Hay gente que

las bicicletas plegables, lo que según JuanCamilo Gómez, funcionario de Planeaciónde este sistema de transporte paisa, ha au-mentado el número de usuarios que fre-cuentan los trenes con sus bicicletas alhombro. “La apuesta siempre ha sido por lamovilidad sostenible, así que debemos inte-grar los medios de transporte para generaroxigenación al cuerpo y emitir menos agen-tes contaminantes”, señala.

Gómez explica que se han realizadopruebas piloto para permitir el ingreso debicicletas tradicionales al Metro durante lashoras valle, para que las personas no tengaque dejarlas en parqueaderos aledaños, si-no que puedan continuar en su mismo vehí-culo una vez terminado el recorrido en elsistema. En este momento, se analizan losresultados de estos ensayos para determi-nar qué lugares serán utilizados dentro delos vagones para viajar con las bicis. Gómezconcuerda con López en que la meta debeser la generación de una cultura de trans-porte en la que predominen los viajes com-b i n a d o s.

No hay duda de que la bicicleta es la pro-tagonista de una revolución que busca lapreservación del medio ambiente a travésde la convergencia de los modelos detransporte sostenible, que, además de re-ducir tiempos para llegar a los lugares enmedio de mares de carros, tiene impor-tantes aportes a la salud de las personas ylas ciudades. Y que cada viaje es bicicletatermina por ser un paseo para ver, como através de una ventana, el estrés y la furiade las selvas de cemento.

Andar en dos ruedas empieza a dejar de verse desde labarrera. La decisión lidera profundos cambios en lamovilidad y la conservación del medio ambiente.

pasaría por una vía si no transitaran carros,así que uno de los retos es pacificar el tráficode la ciudad”, señala la funcionaria.

La tercera barrera es la social, que se re-fiere a las zonas de la ciudad donde los bi-ciusuarios no transitan por la inseguridad,en la que la apuesta es llegar con proyectosintegrales que garanticen la confianza y lavida. Junto a esta idea, Mesa afirma que lasautoridades deben tener especial atenciónsobre la procedencia de las bicicletas de se-gunda que son vendidas y que el compromi-so de la ciudadanía es no dar papaya y sermuy cuidadosa para no comprar bicicletasro b a d a s.

A estos tres obstáculos a la cultura de labici se le suman las largas distancias de lasciudades, ya que esta es una gran aliada paramuchos que recorren a diario distanciascortas, pero que por tiempo y estado físico,se les dificulta a otros tantos. La respuesta aeste inconveniente en la multimodalidaddel transporte, es decir, trabajar en sistemasque permitan la combinación de la bicicletacon los buses, los metros, etc. “No decimosque la bici tiene que ser el vehículo para ha-cer todo el trayecto. Se puede salir de la casaen bici o utilizar una bici pública, estacionaren un biciparqueadero, usar el Metro y, alllegar a la estación de destino, continuar elcamino en bicicleta”, indica López, hacien-do énfasis en el fortalecimiento de la segu-ridad en los sitios de parqueo de ciclas.

Para llegar a este fin, luego de finalizar elForo Mundial de la Bicicleta, el Metro deMedellín abrió las puertas para que los pa-sajeros puedan transportar en los vagones

50

74por ciento de

los viajes en2012, el primer

año delsistema, fue

realizado pore st u d i a n te s .

33kilómetros de

ciclorrutaexisten en lacapital de la

montaña.

Las mujeresre p re s e n t a n

actualmente el30 % de los

viajes. La metaes llegar al

50%.

Se espera que para el 2030 se cuentencon 400 kilómetros para que los ciclistaspuedan pedalear con mayor seguridad.

Desde febrero de este año se puedentransportar bicicletas plegables en elsistema Metro. Se están realizandopruebas para permitir el transportede la bicicleta tradicional.

estaciones tendrá en totalEnCicla, el sistema de bicicletaspúblicas del área metropolitanadel Valle de Aburrá.

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La revolución viene en bici

Pedalear la vida

Leye n d a / credito

CONECTAR A LOSJÓVENES CON LACONSTRUCCIÓN SOCIALES EL GRAN RETO DELAS CIUDADESSALUDABLES. SONELLOS UN PRESENTELLENO DE IMAGINACIÓN,DE CAPACIDAD DEINNOVAR Y DE CREAR;DE "JUGÁRSELA TODA"POR UNA BUENA CAUSA.CELEBRAMOS LAPOLÍTICA PÚBLICA DEJUVENTUD DE MEDELLÍNQUE PROMUEVE ESACO N E X I Ó NESTRUCTURAL DE LOSJÓVENES, PERO PARAQUE SUPERE LARETÓRICA PÚBLICA,DEBEMOS ACEPTAR YAPOYAR LAS PEQUEÑASREVOLUCIONES DE LOSJÓVENES COMOAPROPIACIÓN DE SUPROPIO DESTINO Y DESUS COMUNIDADES. ENP R OA N T I O Q U I ACREEMOS QUE ENNUESTROS JÓVENESHAY MÁSPOTENCIALIDADES QUEP E L I G R OS .

Rafael Aubad LópezPresidente FundaciónP R OA N T I O Q U I A

‘‘

Hablar de ciudades saludables sin hablar debicicletas es como comer bandeja paisa sinarepa. Por eso este medio de transporte to-ma fuerza dentro de los discursos de los go-biernos que promueven el crecimiento delas urbes pensadas para la gente, en dondelos vehículos pasen a un segundo plano y lasestructuras urbanas tenga preferencias porlos peatones y los ciclistas.

Aunque Medellín y su área metropoli-tana no es la región con más viajes diariosen bici ni donde más se pedalea, su poten-cial para convertirse en un lugar dondeesta sea protagonista fue una de las razo-nes que motivaron que el pasado febrerofuera la sede del Foro Mundial de la Bici-cleta. Y en esta materia ya se han dado los

primeros movimientos para que los pai-sas tengan en los pedales una verda-

dera opción para no sólo ir a la uni-versidad, sino hacer diligencias

diarias o ir al trabajo, una metaen la que los jóvenes siguen

teniendo un papel preponderante.Lina López Montoya, una de las coordi-

nadoras de EnCicla, el sistema de bicicletaspúblicas para el área metropolitana del Va-lle de Aburrá, señala que desde 2012 se halogrado un incremento en la adopción de lacicla como un medio de transporte en losdías laborales y que la oportunidad de po-der utilizar una bicicleta pública tambiénha impulsado el uso de la particular. “Elaporte de esta iniciativa ha sido importante,estamos comenzando y es una estrategia amediano y largo plazo”, señala, y agrega queel trabajo continúa para llegar a más públi-cos. Según la funcionaria, en el inicio, el 74 %de quienes usaban este sistema eran estu-diantes, pero hoy en día esa relación es del54 - 45% y ya es común ver sobre las ruedas ylos radios a personas en traje, hombres ymujeres mayores.

En este sentido, Mauricio Mesa, directordel colectivo Siclas, considera que la bici-cleta está dejando de ser vista como un ju-

guete y cada vez es mayor la concien-cia de su uso como medio de transpor-te. “Los jóvenes están muy sensibiliza-dos. Estamos ayudando para que máspersonas se decidan por ella y ser res-ponsables en la vía”, indica. Es precisa-mente la carretera uno de los mayoresobstáculos para la utilización de la cicla.

López explica que se han identificadobarreras físicas, psicológicas y socialesque dificultan que las personas optenpor la bici como su principal mediode transporte. En el primer grupode barreras figura la ausencia deinfraestructura en varios pun-tos de la ciudad y el área me-tropolitana, donde no hay bi-cisendas ni andenes, lo quepodría contribuir a generarlas barreras psicológicas,concentradas en el miedoque genera la carretera alas personas por el tráfi-co de vehículo y el po-tencial riesgo a la vida.“Estas barreras son lasmás complicadas devencer. Hay gente que

las bicicletas plegables, lo que según JuanCamilo Gómez, funcionario de Planeaciónde este sistema de transporte paisa, ha au-mentado el número de usuarios que fre-cuentan los trenes con sus bicicletas alhombro. “La apuesta siempre ha sido por lamovilidad sostenible, así que debemos inte-grar los medios de transporte para generaroxigenación al cuerpo y emitir menos agen-tes contaminantes”, señala.

Gómez explica que se han realizadopruebas piloto para permitir el ingreso debicicletas tradicionales al Metro durante lashoras valle, para que las personas no tengaque dejarlas en parqueaderos aledaños, si-no que puedan continuar en su mismo vehí-culo una vez terminado el recorrido en elsistema. En este momento, se analizan losresultados de estos ensayos para determi-nar qué lugares serán utilizados dentro delos vagones para viajar con las bicis. Gómezconcuerda con López en que la meta debeser la generación de una cultura de trans-porte en la que predominen los viajes com-b i n a d o s.

No hay duda de que la bicicleta es la pro-tagonista de una revolución que busca lapreservación del medio ambiente a travésde la convergencia de los modelos detransporte sostenible, que, además de re-ducir tiempos para llegar a los lugares enmedio de mares de carros, tiene impor-tantes aportes a la salud de las personas ylas ciudades. Y que cada viaje es bicicletatermina por ser un paseo para ver, como através de una ventana, el estrés y la furiade las selvas de cemento.

Andar en dos ruedas empieza a dejar de verse desde labarrera. La decisión lidera profundos cambios en lamovilidad y la conservación del medio ambiente.

pasaría por una vía si no transitaran carros,así que uno de los retos es pacificar el tráficode la ciudad”, señala la funcionaria.

La tercera barrera es la social, que se re-fiere a las zonas de la ciudad donde los bi-ciusuarios no transitan por la inseguridad,en la que la apuesta es llegar con proyectosintegrales que garanticen la confianza y lavida. Junto a esta idea, Mesa afirma que lasautoridades deben tener especial atenciónsobre la procedencia de las bicicletas de se-gunda que son vendidas y que el compromi-so de la ciudadanía es no dar papaya y sermuy cuidadosa para no comprar bicicletasro b a d a s.

A estos tres obstáculos a la cultura de labici se le suman las largas distancias de lasciudades, ya que esta es una gran aliada paramuchos que recorren a diario distanciascortas, pero que por tiempo y estado físico,se les dificulta a otros tantos. La respuesta aeste inconveniente en la multimodalidaddel transporte, es decir, trabajar en sistemasque permitan la combinación de la bicicletacon los buses, los metros, etc. “No decimosque la bici tiene que ser el vehículo para ha-cer todo el trayecto. Se puede salir de la casaen bici o utilizar una bici pública, estacionaren un biciparqueadero, usar el Metro y, alllegar a la estación de destino, continuar elcamino en bicicleta”, indica López, hacien-do énfasis en el fortalecimiento de la segu-ridad en los sitios de parqueo de ciclas.

Para llegar a este fin, luego de finalizar elForo Mundial de la Bicicleta, el Metro deMedellín abrió las puertas para que los pa-sajeros puedan transportar en los vagones

50

74por ciento de

los viajes en2012, el primer

año delsistema, fue

realizado pore st u d i a n te s .

33kilómetros de

ciclorrutaexisten en lacapital de la

montaña.

Las mujeresre p re s e n t a n

actualmente el30 % de los

viajes. La metaes llegar al

50%.

Se espera que para el 2030 se cuentencon 400 kilómetros para que los ciclistaspuedan pedalear con mayor seguridad.

Desde febrero de este año se puedentransportar bicicletas plegables en elsistema Metro. Se están realizandopruebas para permitir el transportede la bicicleta tradicional.

estaciones tendrá en totalEnCicla, el sistema de bicicletaspúblicas del área metropolitanadel Valle de Aburrá.

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Acerca de la iniciativa Escuela de Animación Juvenil

Una apuestapor la juventud

A través de una metodología llamada animación sociocultural, Medellín buscaentender y formar a sus jóvenes de acuerdo con su entorno y así convertirlos en líderes.

Hablar de juventud es también hacer re-ferencia al futuro. Tener en cuenta a estapoblación para el desarrollo económico,social y cultural es un asunto casi obliga-torio si se busca un verdadero progreso ycambio a corto o mediano plazo. Y aun-que parece algo obvio, son pocas las ciu-dades que tienen políticas públicas con-solidadas para formar juventudes críticasy participativas. Ese es el caso de Medellíny su Escuela de Animación Juvenil (EAJ),una alianza que nació de las institucionespúblicas y privadas hace 15 años.

Se trata de una serie de ofertas de for-mación, información e investigación parapersonas que trabajan con muchachos opertenecen a esta población. En los últi-mos años esta institución ha hecho un es-fuerzo mancomunado para reforzar laparticipación ciudadana de los jóvenes enla capital del departamento de Antioquia.En palabras de su directora, Mónica Se-púlveda, “hacemos cursos, planes, diplo-mados, actividades, y ayudamos a cons-truir apuestas, proyectos, sueños de genteque está empezando a formarse y quebusca un cambio en su comunidad”.

No es una tarea fácil, sobre todo si setiene en cuenta lo heterogénea que pue-de ser la juventud. Por eso esta iniciativacreó una metodología llamada “anima -ción sociocultural”, que busca entender

los contextos donde cada uno de los mu-chachos creció. “No es lo mismo com-prender a un joven de una comuna quede un municipio aledaño”, explica la di-rectora. El objetivo es formarlos a travésde la educación experimental, que losconvierte en protagonistas de su reali-dad y sobre todo en partícipes de losproyectos que allí se desarrollan.

La inclusión, la diversidad, el respetoa la diferencia y la convivencia son sóloalgunos de los temas en los que se aden-tra esta escuela. “Todo esto lo hacemos através de actividades culturales quefuncionan como medio para reflexionary para formarse. Utilizamos la danza, elteatro y la pintura para desarrollarnuestros procesos”, dice Sepúlveda.

En la EAJ se han desarrollado tresgrandes proyectos. El primero de ellosconsiste en la oferta de diplomados deformación para adultos que trabajancon jóvenes. Por un lado está la capaci-tación de funcionarios públicos encar-gados de la formulación de políticas pú-blicas y, por el otro, la de docentes y pro-fesionales de las áreas biomédicas.

Otro proyecto importante es el de Es-cuelas Juveniles para la Participación,que se realiza con jóvenes que nuncahan intervenido en la vida comunitaria.La idea es que los muchachos entiendan

su rol en el mejoramiento de su entorno,a través de proyectos propios o colecti-vos. Por último está la Escuela de Ani-mación Juvenil, por medio de la cual seayuda a los municipios en la creación depolíticas públicas y planes de desarrollopara las juventudes.

Para Lilian Rueda, egresada de la es-cuela, es determinante que Medellín pro-ponga estas estrategias, pues se empieza atratar a la juventud como actor responsa-ble del cambio hacia ciudades más diver-sas e incluyentes. Para la docente, el tra-bajo con los jóvenes es un reto porque sonuna población dinámica, activa, que semuestra de maneras muy distintas.

“Están en un proceso de construccióny desarrollo constante. Creo que sonmuy importantes porque desde esaedad se empiezan a hacer cuestiona-mientos y reflexiones fundamentales.Es fundamental estar en su proceso dereencuentro, definición y reflexión,porque formamos adultos con pensa-mientos distintos que enriquecen a unasociedad”, puntualiza.

Los jóvenes también son conscientesde esta oportunidad para su crecimien-to. Luisa Fernanda Echeverry, de la co-muna 11 de Medellín, asegura que parti-cipa en las actividades “por las ganas deconocer y luego de transmitir ese cono-

cimiento a los demás”. Para ella, “esta esuna forma de transformarnos, porquecreo que Medellín necesita un cambioliderado por los jóvenes”.

Es claro que lo importante para la es-cuela es mejorar la calidad de vida de losjóvenes y de quienes trabajan con ellos,además de satisfacer sus necesidades ycompromisos que durante 15 años la Es-cuela de Animación Juvenil ha logradocon creces. Hasta ahora su labor se resu-me en 2.000 egresados, 875 profesionalesy funcionarios que trabajan con juventuden diplomados, además de los 1.000 jóve-nes y adultos en laboratorios y cursos cor-tos. Eso sin contar con las tres investiga-ciones y la asesoría a los municipios ale-daños a Medellín en la construcción desus políticas.

Ahora las directivas y los estudiantessaben que el desafío está en fortaleceralianzas. Hasta el momento formanparte la Asociación Cristiana de Jóve-nes (ACJ-YMCA), la Universidad Pon-tificia Bolivariana (UPB) y la Secretaríade Juventud de la Alcaldía de Medellín,pero se espera que esta iniciativa se ex-panda y que sean más los actores quequieran participar, para que el futuro deMedellín no quede a la deriva y sean losjóvenes quienes lideren el cambio haciaun lugar plural, incluyente y equitativo.

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MedellínEnEq u i l i b r i o

Ponencia de Héctor Abad Faciolince

Héctor Abad Faciolince durante su charla en el Parque Explora, en Medellín./ Cortesía Parque Explora

Cuando oigo decir que Medellín estámuy bien me pregunto cómo estarán lasotras ciudades. Yo lamento empezar conuna frase así. Pero en realidad tampocovine a hablar mal de Medellín. Cuandouno sabe de dónde venimos y trata depensar a dónde vamos y cuando ya tieneel pelo blanco se da cuenta de que la Me-dellín de los años 80, de los 90 y de prin-cipios de este siglo era realmente un in-fierno. Lo que tenemos ahora no es nimucho menos un paraíso, pero sí ha deja-do de ser un infierno. Es más un purgato-rio. Purgatorio del que intentamos salir.

(...) Este foro sería impensable en Me-dellín en el año 89 o a principios de la dé-cada del 90. El Espectador aquí funcio-naba en la clandestinidad. El periodistaencargado del periódico en esos años enMedellín escribió un libro bellísimo, Lasllaves del periódico, donde él contaba có-mo El Espectador funcionaba en casasescondidas e iba variando de casa por-que no podía circular. Lo quemaban sivenía en camiones de Bogotá, lo com-praban o recogían si traía una noticia ne-

gativa sobre Escobar.Entonces de allá venimos. De una ciu-

dad donde en 1991 mataron a 7.500 per-sonas y a mil policías. Me imagino quecuando decimos que Medellín está bienes porque no todos somos tan jóvenes,probablemente la mayoría del públiconació después de 1990 y ha oído histo-rias de sus padres sobre la ciudad terri-ble. Es bueno que los más viejos haga-mos memoria.

Creo que Valeria Mejía me invitó al fo-ro porque estudié un semestre de medi-cina o porque soy hijo de mi papá, queestaba dedicado a la salud pública. Mipapá fue una persona que pensó la ciu-dad como un ente vivo y que se inventóincluso un término: la poliatría, y unaprofesión: el poliatra. La poliatría vienede poli (ciudad) y diatría (t ra t a m i e n t o ) .Era el tratamiento de las ciudades. Y elpoliatra era una especie de doctor quetrata las enfermedades de la ciudad.

(...) Cuando mi papá era estudiante demedicina una de sus grandes luchas eraporque un compañero de clase se murió

de tifo. Entonces su lucha y luego su obse-sión fue por lo más elemental. Para hacerciudades saludables hay que empezar porlo más elemental. Eso es, primero que to-do, tener agua limpia, tener aire limpio, te-ner donde vivir, que haya alcantarillados.

(...) Me decían que el año pasado enMedellín no se murió un solo niño dediarrea. Eso es maravilloso. Tal vez poreso es que Medellín, a pesar de que nossiga pareciendo un purgatorio, puedeparecer un ejemplo para muchas ciuda-des del tercer mundo. (...) En relación ala violencia también se ha hecho mucho.Mi papá pensaba la violencia como unaenfermedad, como una epidemia. Pero¿qué es la violencia? ¿Un síntoma de otraenfermedad? ¿De algo más grave por fal-ta de trabajo, marginalidad, falta deoportunidades o una gran diferencia so-cial? ¿O es la enfermedad en sí? Proba-blemente es las dos cosas. Probable-mente hay síntomas de un virus o de unmalestar más profundo, pero sin dudahay que tratarlos.

(...) Cuando volví de Italia a vivir a Me-dellín, veía las propuestas de algunos al-caldes que querían encerrar la ciudad enguetos, en barrios. Vi que había pro-puestas terribles de encerrar a las perso-nas de las comunas más apartadas. Metocó asistir a campañas de aparente sa-neamiento de la violencia. También veía

cómo una élite se apartaba de la ciudad yformaba un gueto aparte en El Poblado ohacia Llano Grande.

Por eso me inventé la fantasía de unaciudad dividida y donde tendíamos a sercomo es hoy Jerusalén o como es la fron-tera entre Estados Unidos y México: unaciudad donde hay murallas y donde haypuestos de control como los hubo en laBerlín anterior a la caída del muro.

(...) Pero a pesar de todos esos esfuer-zos seguimos viendo jóvenes muy ence-rrados en sí mismos y muy dominadospor una práctica muy mafiosa: la de lavacuna y de la miniextorsión (...) Esapráctica de la microextorsión, de la mi-crovacuna, es uno de los problemas másserios que hacen que se creen esos gru-pos pequeños que no permiten que losjóvenes se apropien de un territorio am-plio. Porque para eso es la ciudad.

La Secretaría de Educación del depar-tamento decía que el gran origen de losproblemas de salud pública está en lapobreza y en la desigualdad. Es ahí don-de hay que insistir y es ese el camino queMedellín emprendió desde principiosde este siglo para tratar de crear una so-ciedad, una ciudad más incluyente don-de debemos seguir trabajando.

(...) Espero haberles dejado algunasideas que no son mías todas, que las he oí-do en mi casa. Que las oigo de mi hijo, porejemplo, que me dijo que para dar ejem-plo debería haber venido en bicicleta y noen el carro. No le hice caso. Por eso mequedé atrancado en una marcha por elderecho a la salud. Hay dos hospitalesprivados aquí: el Pablo Tobón Uribe y elSan Vicente de Paul. A veces los que másprotestan son los que menos hacen. Mecontaban que en el Pablo Tobón Uribeatendieron dos indigentes el año pasado.En el San Vicente más de 600. Ahí se dauno cuenta dónde está la fuerza de lagente que está ayudando a que las perso-nas más necesitadas de Medellín vivanen un entorno más saludable.

Pensar la ciudadcomo un ente vivo

El escritor antioqueño recordó, a partir de su experienciay la de su padre, los factores esenciales para que una urbebrinde bienestar. Esta fue su reflexión.

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MedellínEnEq u i l i b r i o

Reflexión de Holly Pearson

Durante el foro, organizado por El Espectador se analizaron las estrategias para que una ciudad sea sostenible. / Parque Explora

Nuestra misión es reformar las ciudadespara mejorar la salud de los humanos yla naturaleza. El enfoque para lograrloes el diseño y la implementación de po-líticas, herramientas y estrategias edu-cativas para evitar el consumo exagera-do. Es usual que veamos la ciudad comoun espacio de asfalto, de concreto e ina-nimado, como si estuviera fuera de la na-turaleza, pero ésta sigue allí. La ciudades en verdad un ecosistema con una se-rie de ciclos que son el resultado de unarelación sin armonía entre sus diferen-tes partes y actores.

No sólo se trata de ver su forma física,que es algo estático. También compren-de una dinámica en la que intervienenestilos de vida y todas las decisiones yhábitos diarios.

Ecocity Builders, la empresa en la quetrabajo, se basa en el planteamiento dePaolo Soleri, creador del concepto de ar-cología, un sistema basado en la arqui-tectura y la ecología, el cual se piensa apartir de la tridimensionalidad de lasciudades. Según él, deben ser compac-tas y orgánicas.

Asimismo, nos basamos en el trabajode William Rees, quien acuñó el término“ecología económica”. Sus principiosestán basados en los conceptos de laciencia de la naturaleza y la idea de la ca-pacidad de aguante y carga del planeta.

Pero, ¿qué significa entonces la soste-nibilidad en el contexto de la ciudad?Una ciudad sostenible tiene un equili-brio saludable entre tres factores: la eco-nomía, el medio ambiente y la sociedad.

Dentro de este marco existen cinco te-mas interrelacionados que determinansi un sistema funciona o no. Cada una deestas dimensiones corresponde al usodel suelo y las formas urbanas.

El primero consiste en tener todo cer-ca y a la mano, es decir, dejar de lado lanecesidad del servicio de transportemotorizado y crear un buen diseño parala movilidad de peatones y bicicletas.

En términos de energía y recursos na-turales, que constituyen el segundo fac-tor, promovemos las fuentes renovablesde energía, como la solar y la geotérmi-ca. También las políticas y técnicas paraedificios ecológicos diseñados para

aprovechar los beneficios de la produc-ción natural. Están pensados para sereficientes en el consumo de agua y ener-gía, incluso para reciclar agua y materia-les renovables tanto como sea posible.Finalmente, promovemos la gestiónsostenible de los recursos sólidos, ade-más del reciclaje.

En referencia al espacio verde y a laagricultura, es evidente que hoy constitu-yen un punto crítico que se sale del entor-no urbano. Necesitamos espacios verdespara recrear a la gente, para que respire ai-re libre y así genere activos para desarro-llar su estilo de vida y haga la diferencia entérminos de bienestar social.

El quinto y último factor apunta a laexistencia de movimientos activos quepromueven la agricultura, la jardinería ylas huertas urbanas. Éstas están basadasen la filosofía de que podemos cultivarnuestros alimentos. Existen tambiénmuchas posibilidades de utilizar tem-poralmente minigranjas y zonas subuti-l i z a d a s.

Todos estos puntos nos permiten en-tender que la sostenibilidad depende de

una vida cultural vibrante, con arte, ce-lebraciones comunitarias y tradiciona-les que hacen parte de los hábitos de lapoblación de una ciudad. También sig-nifica diversidad en cuanto a identidadde género y edad. Es esencial que hayarespeto, tolerancia y equidad.

Además, para lograr la sostenibilidad,hay que apoyar a los miembros más vul-nerables de una ciudad. Es imprescindi-ble que exista una cohesión social, tal y co-mo ocurre en la economía. Debe haber re-des fuertes que unan a la gente en épocasde crisis como los desastres naturales, losterremotos o las inundaciones.

¿Cómo medir estos factores que per-miten lograr una sostenibilidad? Hayvarias herramientas y métodos que sepueden utilizar. Un buen ejemplo es elInternational Ecocity Frameworks andStandards, que es un marco de 15 indica-dores utilizados para evaluar el nivel desostenibilidad de ciudades en todo elm u n d o.

Algunos de ellos son el acceso por pro-ximidad compacto; un diseño eficienteque tenga en cuenta las características

físicas como el aire, el agua y la calidaddel suelo; las características sociales yculturales, que equivalen a la capacidadcomunitaria, a la gobernanza y los impe-rativos ecológicos. Éstos a su vez com-prenden sistemas ecológicos saluda-bles, el hábitat, la biodiversidad, la capa-cidad de carga y aguante y la integridadecológica, que se refiere a que el sistemapueda establecer una regeneración delos recursos.

La segunda iniciativa que vale la penadestacar es el proyecto del mapa mun-dial ecociudadano. Este proyecto utilizaherramientas de cartografía basadas ensistemas digitales, incluyendo informa-ción geográfica y aplicaciones multime-dia en línea. El objetivo es mostrar infor-mación gráfica sobre el estado del eco-sistema urbano y el consumo de recur-sos como el agua y la energía. Su enfo-que, principalmente, se basa en el meta-bolismo urbano, en el flujo de los recur-sos que entran y salen de la ciudad, y ensaber cuánto, cómo y para qué son utili-z a d o s.

Otro de los objetivos de este proyecto

es conectar vecindarios y zonas urbanascon herramientas de mapas urbanos di-señados para investigar, explorar, eva-luar y comprender la salubridad de laciudad.

Entonces el programa busca aplicarun abordaje desde abajo, es decir, desdela comunidad, para fortalecer la capaci-dad de los ciudadanos a la hora de reco-lectar y analizar datos.

Justamente, esa recolección de datoses el primer paso a seguir. Por lo general,aquella recopilación se hace con infor-mación de agencias gubernamentales ycompañías de servicios públicos sobretemas de vivienda y espacios abiertos. Elsegundo componente del proyecto eseducativo y en él nos aliamos con lasuniversidades locales.

Por lo general, la ruta que seguimos esseleccionar una zona de la ciudad paraestudiarla. Luego contactamos grupos ylíderes comunitarios. Los estudiantes seunen a ellos para llevar a cabo todo tipode investigaciones: sobre uso del agua, laenergía, sobre qué tipo de transporte seutiliza y en qué se necesita mejorar.

De igual manera, se recurre a diferen-tes tecnologías para establecer relacio-nes entre distintos elementos. Asimis-mo, se puede utilizar el sistema de infor-mación del metabolismo urbano paraidentificar hacia dónde se dirigen y enqué se utilizan.

Algunas ciudades en las que se hanimplemantado planes pilotos son ElCairo, en Egipto; Casablanca, en Ma-rruecos, y Lima, en Perú.

Para cerrar, aunque no implementa-mos totalmente el proyecto en Medellínantes del Foro Mundial, hicimos unaalianza con la ciudad para crear un mapabase que muestra las iniciativas de la re-gión que le apuntan a la sostenibilidadde la ciudad.

Para mí es un gran honor porque en losúltimos más años son cada vez más fre-cuentes los comentarios que escuchosobre Medellín, sobre sus programastransformadores y la gran inversión quese ha hecho para mejorar el bienestar dela sociedad y lograr una adecuada movi-lidad. Eso es trascendental para el desa-rrollo de la ciudad.

La clave deuna ciudads o st e n i b l eEn el foro organizado por El Espectador y la Alcaldía deMedellín, la conocida planificadora urbana explicó en quéconsisten las estrategias que ha implementado en otras urbespara reformarlas en estructuras sostenibles y ecológicas.

‘‘La ciudad es unecosistema con una seriede ciclos que son elresultado de una relaciónsin armonía entre laspartes y los actores”.

‘‘Es necesario crear unbuen diseño para el pasode peatones y bicicletas”.

‘‘Debe haber redessociales fuertes que unana la gente durante lascrisis”.

Pearson esespecialista ene st rate g i a slocales parapromover las o ste n i b i l i d a d ./ Archivo particular

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Reflexión de Holly Pearson

Durante el foro, organizado por El Espectador se analizaron las estrategias para que una ciudad sea sostenible. / Parque Explora

Nuestra misión es reformar las ciudadespara mejorar la salud de los humanos yla naturaleza. El enfoque para lograrloes el diseño y la implementación de po-líticas, herramientas y estrategias edu-cativas para evitar el consumo exagera-do. Es usual que veamos la ciudad comoun espacio de asfalto, de concreto e ina-nimado, como si estuviera fuera de la na-turaleza, pero ésta sigue allí. La ciudades en verdad un ecosistema con una se-rie de ciclos que son el resultado de unarelación sin armonía entre sus diferen-tes partes y actores.

No sólo se trata de ver su forma física,que es algo estático. También compren-de una dinámica en la que intervienenestilos de vida y todas las decisiones yhábitos diarios.

Ecocity Builders, la empresa en la quetrabajo, se basa en el planteamiento dePaolo Soleri, creador del concepto de ar-cología, un sistema basado en la arqui-tectura y la ecología, el cual se piensa apartir de la tridimensionalidad de lasciudades. Según él, deben ser compac-tas y orgánicas.

Asimismo, nos basamos en el trabajode William Rees, quien acuñó el término“ecología económica”. Sus principiosestán basados en los conceptos de laciencia de la naturaleza y la idea de la ca-pacidad de aguante y carga del planeta.

Pero, ¿qué significa entonces la soste-nibilidad en el contexto de la ciudad?Una ciudad sostenible tiene un equili-brio saludable entre tres factores: la eco-nomía, el medio ambiente y la sociedad.

Dentro de este marco existen cinco te-mas interrelacionados que determinansi un sistema funciona o no. Cada una deestas dimensiones corresponde al usodel suelo y las formas urbanas.

El primero consiste en tener todo cer-ca y a la mano, es decir, dejar de lado lanecesidad del servicio de transportemotorizado y crear un buen diseño parala movilidad de peatones y bicicletas.

En términos de energía y recursos na-turales, que constituyen el segundo fac-tor, promovemos las fuentes renovablesde energía, como la solar y la geotérmi-ca. También las políticas y técnicas paraedificios ecológicos diseñados para

aprovechar los beneficios de la produc-ción natural. Están pensados para sereficientes en el consumo de agua y ener-gía, incluso para reciclar agua y materia-les renovables tanto como sea posible.Finalmente, promovemos la gestiónsostenible de los recursos sólidos, ade-más del reciclaje.

En referencia al espacio verde y a laagricultura, es evidente que hoy constitu-yen un punto crítico que se sale del entor-no urbano. Necesitamos espacios verdespara recrear a la gente, para que respire ai-re libre y así genere activos para desarro-llar su estilo de vida y haga la diferencia entérminos de bienestar social.

El quinto y último factor apunta a laexistencia de movimientos activos quepromueven la agricultura, la jardinería ylas huertas urbanas. Éstas están basadasen la filosofía de que podemos cultivarnuestros alimentos. Existen tambiénmuchas posibilidades de utilizar tem-poralmente minigranjas y zonas subuti-l i z a d a s.

Todos estos puntos nos permiten en-tender que la sostenibilidad depende de

una vida cultural vibrante, con arte, ce-lebraciones comunitarias y tradiciona-les que hacen parte de los hábitos de lapoblación de una ciudad. También sig-nifica diversidad en cuanto a identidadde género y edad. Es esencial que hayarespeto, tolerancia y equidad.

Además, para lograr la sostenibilidad,hay que apoyar a los miembros más vul-nerables de una ciudad. Es imprescindi-ble que exista una cohesión social, tal y co-mo ocurre en la economía. Debe haber re-des fuertes que unan a la gente en épocasde crisis como los desastres naturales, losterremotos o las inundaciones.

¿Cómo medir estos factores que per-miten lograr una sostenibilidad? Hayvarias herramientas y métodos que sepueden utilizar. Un buen ejemplo es elInternational Ecocity Frameworks andStandards, que es un marco de 15 indica-dores utilizados para evaluar el nivel desostenibilidad de ciudades en todo elm u n d o.

Algunos de ellos son el acceso por pro-ximidad compacto; un diseño eficienteque tenga en cuenta las características

físicas como el aire, el agua y la calidaddel suelo; las características sociales yculturales, que equivalen a la capacidadcomunitaria, a la gobernanza y los impe-rativos ecológicos. Éstos a su vez com-prenden sistemas ecológicos saluda-bles, el hábitat, la biodiversidad, la capa-cidad de carga y aguante y la integridadecológica, que se refiere a que el sistemapueda establecer una regeneración delos recursos.

La segunda iniciativa que vale la penadestacar es el proyecto del mapa mun-dial ecociudadano. Este proyecto utilizaherramientas de cartografía basadas ensistemas digitales, incluyendo informa-ción geográfica y aplicaciones multime-dia en línea. El objetivo es mostrar infor-mación gráfica sobre el estado del eco-sistema urbano y el consumo de recur-sos como el agua y la energía. Su enfo-que, principalmente, se basa en el meta-bolismo urbano, en el flujo de los recur-sos que entran y salen de la ciudad, y ensaber cuánto, cómo y para qué son utili-z a d o s.

Otro de los objetivos de este proyecto

es conectar vecindarios y zonas urbanascon herramientas de mapas urbanos di-señados para investigar, explorar, eva-luar y comprender la salubridad de laciudad.

Entonces el programa busca aplicarun abordaje desde abajo, es decir, desdela comunidad, para fortalecer la capaci-dad de los ciudadanos a la hora de reco-lectar y analizar datos.

Justamente, esa recolección de datoses el primer paso a seguir. Por lo general,aquella recopilación se hace con infor-mación de agencias gubernamentales ycompañías de servicios públicos sobretemas de vivienda y espacios abiertos. Elsegundo componente del proyecto eseducativo y en él nos aliamos con lasuniversidades locales.

Por lo general, la ruta que seguimos esseleccionar una zona de la ciudad paraestudiarla. Luego contactamos grupos ylíderes comunitarios. Los estudiantes seunen a ellos para llevar a cabo todo tipode investigaciones: sobre uso del agua, laenergía, sobre qué tipo de transporte seutiliza y en qué se necesita mejorar.

De igual manera, se recurre a diferen-tes tecnologías para establecer relacio-nes entre distintos elementos. Asimis-mo, se puede utilizar el sistema de infor-mación del metabolismo urbano paraidentificar hacia dónde se dirigen y enqué se utilizan.

Algunas ciudades en las que se hanimplemantado planes pilotos son ElCairo, en Egipto; Casablanca, en Ma-rruecos, y Lima, en Perú.

Para cerrar, aunque no implementa-mos totalmente el proyecto en Medellínantes del Foro Mundial, hicimos unaalianza con la ciudad para crear un mapabase que muestra las iniciativas de la re-gión que le apuntan a la sostenibilidadde la ciudad.

Para mí es un gran honor porque en losúltimos más años son cada vez más fre-cuentes los comentarios que escuchosobre Medellín, sobre sus programastransformadores y la gran inversión quese ha hecho para mejorar el bienestar dela sociedad y lograr una adecuada movi-lidad. Eso es trascendental para el desa-rrollo de la ciudad.

La clave deuna ciudads o st e n i b l eEn el foro organizado por El Espectador y la Alcaldía deMedellín, la conocida planificadora urbana explicó en quéconsisten las estrategias que ha implementado en otras urbespara reformarlas en estructuras sostenibles y ecológicas.

‘‘La ciudad es unecosistema con una seriede ciclos que son elresultado de una relaciónsin armonía entre laspartes y los actores”.

‘‘Es necesario crear unbuen diseño para el pasode peatones y bicicletas”.

‘‘Debe haber redessociales fuertes que unana la gente durante lascrisis”.

Pearson esespecialista ene st rate g i a slocales parapromover las o ste n i b i l i d a d ./ Archivo particular

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Foro Ciudades Saludables de El Espectador

Ur b a n i s m opara la calidadde vidaEn el Parque Explora una de las charlas fue acerca de cómo lograrciudades que beneficien la salud y el bienestar de las personas.Participaron La Ciudad Verde y la Secretaría de Salud.

Que las ciudades puedan ser planeadasde tal manera que el urbanismo generelas condiciones para el bienestar de sushabitantes fue la discusión del panel“Vida posible, en equilibrio”, del ForoCiudades Saludables: en búsqueda delequilibrio, realizado esta semana enMedellín por El Espectador. En el au-ditorio del Parque Explora estuvieronhablando sobre este tema Gabriel Jai-me Guarín, secretario de Salud de laciudad, y Sara Arango, del colectivo LaCiudad Verde. Andrés Roldán, directordel Parque Explora, moderó el debate.

Andrés Roldán comenzó la discusiónplanteando si los diagnósticos médicostambién deberían tener en cuenta queel entorno en el que viven las personastiene impacto en su salud y bienestar,por ejemplo cuando alguien vive juntoa una fábrica o una autopista. A propó-

sito, el secretario de Salud mencionóque justamente una de las tareas haciauna ciudad saludable es que los gober-nantes propicien condiciones para quela gente tenga mejor calidad de vida y re-trase la aparición de las enfermedadescon el hecho de vivir en un mejor entor-no, en mejores condiciones. “La ciudaddebe reflexionar sobre aspectos comoque tal vez no tendríamos los 17.000 he-ridos que cada año tiene Medellín si sehubiera actuado frente a la falta de seña-lización en las vías, la preferencia por elvehículo o el que nos guste manejar a to-da velocidad. Es posible construir ciu-dades saludables en esa interacción conel entorno”.

Roldán resaltó que el colectivo LaCiudad Verde ha motivado la acción y lareflexión ciudadana con el objetivo depensar en ciudades sostenibles a partir

de estrategias como revisar las ciclorru-tas y los puntos donde a esta infraestruc-tura le faltan conexiones. Frente a esto,Arango, que es matemática, explicó queel grupo ha realizado intervencionescreativas como Palacé para Todos. “Pa -lacé es una vía en la ciudad con cinco ca-rriles para carros y los señores de losconcesionarios -sin culparlos, porqueellos creen que ese es su derecho- deci-dieron que iban a parquear los carros enlos andenes por donde pasa la gente.Fuimos e hicimos yoga y esa gente no sa-bía qué hacer con nosotros”, agregó laa c t i v i st a .

En medio del debate, Roldán tambiénplanteó ¿cómo pensar en un urbanismoque tenga en cuenta la salud para que laplanificación del territorio genere unavida saludable? Ante este punto, Guarínseñaló que es necesario que los gobier-nos recuerden la importancia de temascomo el fomento del espacio público.“Medellín tiene 3,5 m2 por habitante.Vamos a llegar a 5 m2, pero el promedioen América Latina es de 7,5 m2 y en paí-ses como Canadá es de 15 m2 por habi-

tante. El espacio público resuelve unacantidad de cosas y genera resultadosen términos de salud. Otro aspecto fun-damental es el número de árboles paracambiar el CO2. En nuestra ciudad de-beríamos tener 7'500.000 y hemosavanzado y tenemos 5'000.000 de ár-boles. El reto es lograr los dos millonesadicionales”.

Sara Arango anotó que el reto es ha-cer del urbanismo algo transversal.“Por ejemplo, en Londres hicieron algoque acá no les gustaría a muchos y fuerestringir el uso de carros en el centro,hicieron una red de ciclorrutas compa-rables con autopistas de bicicletas yuna red de buses impresionante. Fuealgo fuerte, pero allí se disminuyó en25% el flujo vehicular y disminuyó untercio la contaminación del aire. Ese ti-po de cosas sólo las logramos con un ur-banismo integral”.

Finalmente, Roldán reiteró la impor-tancia de integrar disciplinas e infor-mación a la hora de planear inteligen-temente la ciudad, de tal forma que seaun espacio para la vida.

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MedellínEnEq u i l i b r i o

Uno de los ciclopaseos en la ciudad de Medellín. / Secretaría de Movilidad de Medellín

De izq. a der.: Andrés Roldán (director Parque Explora), Sara Arango (de La Ciudad Verde)y Gabriel Jaime Guarín (secretario de Salud de Medellín), en el Foro Ciudades Saludables.

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MedellínEnEq u i l i b r i oAnálisis de la realidad juvenil

Los jóvenesdesafíanlas normasEl sociólogo y experto en juventud José Manuel Valenzuelaplanteó en su charla los dilemas de Latinoamérica desde larealidad actual de los adolescentes. Sus problemas, dice,son el reflejo de nuestras dificultades.

José Manuel Valenzuela, sociólogo y experto en juventud. / Cortesía Parque Explora

Decía Carlos Monsiváis que “el futurode la juventud es la vejez de la juventud”.Infortunadamente no podemos plan-tear esto como una certeza. Con Freud eItalo Calvino podría comenzar diciendoque las ciudades como los sueños seconstruyen con miedos y deseos. Y la ha-bitabilidad de nuestras ciudades ha sidopoblada con más miedos que deseos o entodo caso con la proscripción y muchasveces la incomprensión de esos deseos.

Muchas veces los deseos quedan sim-plemente como marcas en la disputa porla inteligibilidad de nuestras ciudades.Muchas veces esos deseos están anida-dos en lo que son las expectativas, lasculturas y las formas de expresión de lasy los jóvenes de nuestros países.

El futuro ya fue, en cierto sentido.Cuando Walter Benjamin analizaba elcuadro de Klee Ángelus novus, este án-gel de la historia con las alas desvencija-das, aparentando avanzar, pero en reali-dad en retroceso sobre un mundo devas-tado, un mundo en llamas, un mundo co-lapsado, mostraba de manera muy claralo que era el fracaso del discurso de lamodernidad como promesa de futuro.La narrativa del discurso moderno fra-casa y Walter Benjamin lo expresa en es-ta perspectiva donde parecería decirque el futuro ya fue.

El futuro ya fue tiene que ver con la de-bacle de discurso moderno de Sigel, ba-sado en la razón, la educación y el futurocomo progreso. En ese sentido, observa-mos que tenemos la generación másgrande de jóvenes que ha existido en to-da la historia, la generación más educa-da en términos de escolaridad y, al mis-mo tiempo, vemos la evanescencia de lascertezas, del progreso y del futuro. Laexpropiación del futuro en millones dejóvenes latinoamericanos.

Pensar la juventud nos obliga enton-ces a tener una mirada diferencial. Noexisten los jóvenes, la condición juveniles un concepto vacío de contenido fueradel contexto histórico, específico, situa-cional, relacional. Nunca han existidolos jóvenes como tales. Y la construc-ción de lo que entendemos como lo juve-nil nos obliga a tener una perspectiva enla cual, ni en términos sincrónicos nidiacrónicos, podemos pensar en una di-mensión homogénea de juventud.

Los jóvenes están muy lejos de lo queahora tenemos como referente parapensar la juventud. Antes estaban el mo-delo caballeresco, la revolución indus-trial, la incorporación del joven al mer-cado de trabajo como elemento defini-

torio del tránsito de la infancia a la adul-tez, la masificación de la educación enlos siglos XIX y XX y el surgimiento delestudiante como un elemento que otor-ga la posibilidad de pensar a la juventuddesde una condición particular y espe-cífica con procesos de vida distintos aldel mundo de los adultos.

Esto nos ha colocado frente a un desa-fío importante de entender lo que signi-fican los mundos juveniles. Ahí se ubicauno de los asuntos importantes que des-tacaba también Walter Benjamin cuan-do hablaba de la tríada egregia: juven-tud, educación y cultura.

Esa tríada egregia pensada desde elmundo actual y desde América Latinamuestra grandes deficiencias. Si pensa-mos en los datos duros de América Lati-na estamos hablando de más de 200 mi-llones de personas que viven en condi-ciones de pobreza, la situación de no ge-neración de empleos de los jóvenes queingresen al mercado laboral: se reque-rían cerca de 7 millones de empleos paralos jóvenes latinoamericanos que entra-rían a ese mercado laboral en los prime-ros diez años de este siglo, que no se hang e n e ra d o.

(...) Estamos hablando de la genera-ción más educada de jóvenes, pero tene-mos paradojas fundamentales. Resultaque estos jóvenes ganan menos que losotros grupos, que los jóvenes que estu-dian una carrera en su mayoría no van atrabajar en esa carrera y que el desem-pleo de los jóvenes que estudian una ca-rrera universitaria es proporcional-mente mayor al desempleo de otros gru-pos juveniles.

Tenemos un asunto grave que tieneque ver con la conformación de los dis-positivos de proyectos de vida para losjóvenes. La educación se ha desdibuja-do como un recurso certero para la mo-vilidad de los jóvenes en América Lati-na. Pensemos que los elementos centra-les que fueron las instituciones que die-ron sentido a esa certeza de movilidadde quienes crecimos bajo el milagro eco-nómico de la posguerra no existen comotal. La expropiación de la esperanza enmillones de jóvenes en un asunto quedebe de convocar nuestra atención e in-terés. Ellos expresan el colapso de lo queeran las trayectorias de vida de la mo-dernidad con sus instituciones: familia,escuela, trabajo y jubilación.

Es importante pensar esa heteroge-neidad de necesidades juveniles. Queasí como no puede haber una idea de ju-ventud, tampoco una del tiempo. En la

Edad Media la edad promedio eran 28años y en la época actual, en las zonas ur-banas más rica de México, la esperanzade vida de los hombres puede ser 9 o 15años más que la esperanza de vida de lasmujeres indígenas de Oaxaca o las selvasde Chiapas.

(...) Pensado desde esta perspectiva esimportante entender que hablar de lacondición juvenil implica colocarlos enun campo heterogéneo con distintas ne-cesidades. ¿Cuál es entonces la partici-pación de los jóvenes? ¿Cómo se hacenvisibles? Entramos al terreno de lo quehan sido las grandes estrategias políti-cas hacia la juventud. Lo que tenemos esun agotamiento de la fórmula tradicio-nal de pensar lo político. Lo que tene-mos es una redefinición de la políticadesde las agendas de la juventud.

(...) Por otro lado, podemos pensarotras formas de participación y resisten-cia que tienen que ver con la disputa porel sentido y significado de las ciudades.El grafiti tiene que ver con la disputa dela inteligibilidad de las ciudades y la per-tenencia de los jóvenes. Sería muy sanoque antes de la criminalización de estasprácticas tratemos de entender lo quenos están diciendo. Las paredes oyen ytambién hablan. Y las paredes nos dicensueños y frustraciones de jóvenes. Si

aprendemos a leer esos códigos enten-deremos que hay elementos de trans-gresión y demandas. Las paredes han si-do un acompañamiento de los sectoresque no tienen los medios de expresión.

(...) Vale la pena destacar tres proce-sos. El migratorio, el feminicidio y el ju-venicidio (que tiene que ver con lamuerte sistemática de jóvenes).

La conclusión es que los grandes pro-blemas de los jóvenes no se resuelvendesde la condición juvenil, más bien sonlos grandes problemas de nuestros pro-yectos nacional y social.

Desde las perspectivas dominantes enAmérica Latina, juventud, cultura yeducación carecen de los atributos egre-gios de Benjamin. No entendemos losmundos juveniles, ni sus problemas. s

(...) Cierro diciendo que las ciudadescomo los sueños se construyen con mie-dos y deseos y aquí hay que recuperar eltema de Benjamín de la experiencia.Cuando los adultos regañan a los jóve-nes, esa mutilación de los sueños tem-pranos, al fin y al cabo lo que están con-frontando estos adultos es la vergonzan-te situación de reconocer que traiciona-ron sus propios sueños.

Antes de criminalizar a los jóvenescomprendamos sus sueños y los dispo-sitivos que tienen para realizarlos.

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EL ESPECTADOR / LU N E S 27 DE JULIO 2 01 5

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MedellínEnEq u i l i b r i o

Un panel dedicado a los jóvenes “millennials”

Juan Luis Mejía Arango, rector de la Eafit; Mariangela Rubini, directora de “Shock”, y Gonzalo Pérez Rojas, presidente de Suramericana. / Cortesía Parque Explora

Conversar sobre los jóvenes, sus ilusio-nes, sus motivaciones, sus aspiracioneslaborales y su interacción con la socie-dad fue el propósito del panel “¿ E st u d i a so trabajas?”, del foro Ciudades Saluda-bles, organizado por El Espectador enMedellín (Antioquia). Juan Luis MejíaArango, rector de la Universidad Eafit, yGonzalo Pérez Rojas, presidente de Su-ramericana, subieron a la misma tarima,frente a un auditorio con público juve-nil, para debatir los retos que tienen lasuniversidades y las empresas frente a losmillennials, una generación conforma-da por personas entre 18 y 30 años que searriesgan, que le imprimen sentido a ca-da uno de sus pasos y que no trabajan só-lo por una remuneración monetaria.Mariangela Rubini, directora de Sh o c k ,fue la encargada de moderar el diálogo.

La pregunta e hilo conductor del con-versatorio fue reformulada por Mejíadesde su primera intervención. “Si no es-

tudias, no trabajas”, sentenció el acadé-mico, al considerar que el mercado labo-ral exige cada vez más profesionales cua-lificados. “Hace unos años en Medellín,Rodrigo Salazar, en ese entonces secreta-rio de Tránsito, tomó la decisión de qui-tarle a la Policía las funciones de tránsitoy creó un cuerpo de guardias civiles, quehoy llamamos los azules, pero que en esaépoca eran los policías bachilleres. Laciudad estaba revolucionada porque pa-ra ser policía había que ser bachiller. Hoy,tener sólo el bachillerato es un signo deque te vas a quedar toda la vida en un ni-vel salarial muy bajo”, agregó Mejía.

Promover la educación superior estan importante y trascendental para unasociedad que, dice Mejía, esta filosofíaes una de las razones por las que los índi-ces violentos en la capital de Antioquiase han reducido en los últimos años. En1991 la tasa de homicidios en la ciudadera de 390 por cada 100.000 habitantes yse espera que este año cierre en 18.

“Esas cifras no sólo se explican por lasmedidas de seguridad o represivas. Hayotro elemento y es cómo esta ciudad halogrado incorporar a muchos jóvenes enla educación superior”, dice Mejía. Elimpacto del fondo EPM en la región, porejemplo, ha sido fundamental en la ta-rea. Invertir los excedentes de las Em-presas Públicas de Medellín en la for-

mación universitaria de cerca de 30.000jóvenes es arrebatarle a la delincuenciala posibilidad de cooptarlos en las esqui-nas y ofrecerles dinero para actividadesi l e g a l e s.

Pero la educación no basta si no secomplementa con el fomento de la crea-ción de empresas. Un caso para ilustraresta tesis es el de España. “Nunca la so-ciedad española tuvo una juventud taneducada como ahora, pero el 56% de éstano encuentra empleo. Incluso los jóve-nes han llegado a ocultar que tienen dosmaestrías porque sienten que podríanestar sobrecalificados para ciertos car-gos”, explica Mejía.

Al respecto, Gonzalo Pérez Rojas, pre-sidente de Suramericana, afirma que elreto de las compañías es ser capaces dedejar que los empleados expresen su in-dividualidad. “Las empresas podemosser el espacio para que esos jóvenes mi -llennials sean emprendedores, capacesde tomar riesgos y de equivocarse. De-ben ser irreverentes, preguntar por quéy para qué, no seguir instrucciones sinoser inspiradores”.

A este primer gran reto del sector em-presarial se suma el de hacer partícipes alos jóvenes de las decisiones trascenden-tales de las compañías. Esa es una de lasmejores formas de retener los nuevos ta-lentos, recién egresados, que no dudan

en tomarse un año sabático para recorrerel mundo y para los que el salario deja deser la única motivación laboral.

No dejar fugar a las mentes brillantestambién pasa por no juzgar los estereo-tipos. Atrás quedaron los parámetrosque establecían como estáticas las apa-riencias físicas, las profesiones y los mo-delos de pensamiento. “Hace unos añosnos dimos a la tarea de contratar a antro-pólogos, sociólogos, políticos e historia-dores en Suramericana, porque quería-mos cambiar nuestro pensamiento yromper las barreras en nuestros proce-sos de selección. La diferencia suma”,sostiene Pérez.

Y son precisamente esas diferenciaslas que hay que incentivar cada vez másen Medellín y en el país. Mejía aseguraque, aunque existen cada vez más dispo-sitivos electrónicos, la sociedad paisa si-gue incomunicada y fragmentada. “Nosólo hay barreras invisibles sino que laciudad está mal diseñada, vivimos en elnorte pero trabajamos en el sur y la mo-vilidad en las horas picos es tremenda”.

Para acabar con esa fragmentación esnecesario propiciar espacios donde seencuentren todos, los estudiantes deuniversidades públicas y privadas, losestratos 1 y 6, los homosexuales y hete-rosexuales. Y la fiesta es un vehículo pa-ra esto. “Medellín cometió un graveerror en 1916, cuando suprimió el Car-naval, porque éste era la posibilidad deencontrarnos sin diferencias ni jerar-quías. Tenemos la Feria de las Flores, pe-ro seguimos siendo de actores y especta-dores. Necesitamos más espacios”, con-cluye Mejía.

¿Estudias o trabajas?Juan Luis Mejía Arango, rector de laEafit, y Gonzalo Pérez Rojas,presidente de Suramericana,conversaron sobre los retos de lasuniversidades y compañías paraatraer a las nuevas generaciones.