masacre en parís

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AFP MASACRE EN PARIS SUPLEMENTO ESPECIAL

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Suplemente especial del Diario PERFIL sobre los atentados del Estado Islámico.

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Page 1: Masacre en París

AFP

MASACRE EN PARIS

SUPLEMENTO

ESPECIAL

Page 2: Masacre en París

2 - suplemento especial Domingo 15 de noviembre de 2015 - perfil

Viaje al infiernoel Viernes Del horror

Una de las ciudades más bellas del mundo transformó su fisonomía bajo la sangre y el fuego de los ataques de estado islámico. el mundo se escandalizó ante esas imágenes. Pero, como escribió Baruch Spinoza en el siglo XVII, “ante tragedias como ésta no hay que llorar sino comprender”.

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suplemento especial - 3perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

manos. El recibimiento formal de Raúl en el aeropuerto; el fervor de los cubanos y la solemne ceremonia en la Plaza de la Revolución, custodiada por la imagen icónica del Che Guevara, y las banderas de la Santa Sede y de la isla.

fotos: ap y afp

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4 - suplemento especial Domingo 15 de noviembre de 2015 - perfil

Por qué no se pudo evitarsin resPuestas

Las fuerzas de seguridad advierten que era casi imposible anticipar el accionar de los terroristas. Formados en el extranjero, los yihadistas aprendieron a utilizar la tecnología para permanecer en el anonimato hasta el momento de la acción. el temor a que pueda repetirse una nueva tragedia.

Michel MOUTOT Desde París (AFP)

Sobrepasados por la cantidad de yihadis-tas que regresan de Siria teledirigidos o inspirados por Esta-do Islámico (EI), los

servicios de inteligencia franceses reconocen que se veían venir un ata-que terrorista de una envergadura inédita como el que este viernes en-sangrentó París.

Los medios adicionales en hom-bres y material otorgados a la lu-cha antiterrorista tras los atentados contra Charlie Hebdo y una tienda

kosher en enero, la movilización del ejército y la adopción de una ley so-bre los servicios de inteligencia no fueron suficientes. La operación rei-vindicada ayer por EI, que promete que se trata tan sólo de un principio, fue obra de al menos ocho hombres armados o kamikazes coordinados y marca un nuevo nivel de las acciones terroristas contra Francia.

Los atacantes eran hombres “al parecer aguerridos y perfectamente entrenados”, según una fuente po-licial. Y a pesar de su envergadura, la operación pudo ser montada sin llamar la atención de los servicios policiales o de inteligencia.

“No hay nada que hacer”, confió Alain Chouet, ex jefe de los servicios de inteligencia de la DGSE. “Nunca se podrá impedir que ocho tipos re-sueltos, formados en el extranjero y enviados o motivados desde Siria pasen a la acción”.

“Los atacantes del viernes segura-mente se conocían y estaban forma-dos como para no llamar la atención, para quedar fuera del radar, avanzar por separado y dar el golpe juntos”, agrega. “Se puede abrir un Guantá-namo francés en Larzac –un lugar remoto en provincias– y encerrar a miles de hombres que regresan de Siria, pero nunca se va a impedir que

ocho tipos tomen las armas”.Los kamikazes estaban equipados

con cinturones o chalecos explosi-vos que accionaron para cometer su atentado o en momentos en que eran abatidos por la policía: un hecho inédito en Francia, señal de que la red yihadista dispone de un experto en explosivos capaz de fabricarlos, lo cual no está al alcance del primer aficionado formado en internet.

Parece que ha sido muy fácil para los terroristas. “Eso es lo novedoso –prosigue Alain Chouet–, y será sin duda uno de los ejes de la investiga-ción. El especialista en explosivos es demasiado valioso y no participa

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suplemento especial - 5perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

horror. Se trató de un golpe organizado y coordinado por los terroristas. Los tiroteos se produjeron casi todos, en simultáneo, en varios puntos de la capital francesa. Los servicios de inteligencia no pudieron detectar a tiempo las alarmas.

fotos: ap / afp

en los ataques. Por lo tanto por ahí anda, en algún lugar...”

El involucramiento de París en la guerra contra EI en Irak y Siria mo-viliza –y lo seguirá haciendo– a miles de voluntarios internacionales que se suman a las filas de EI y una canti-dad aún más importante de internau-tas simpatizantes, que ya el viernes saludaban el éxito de los atentados, glorificaban a sus autores y amena-zaban con otros ataques.

“Por supuesto es necesario movi-lizar todos nuestros medios, pero es necesario saberlo: habrá otros”, afir-ma a la AFP una fuente policial que solicitó el anonimato. “Resulta tan

fácil para un joven hallar un arma, tomar un auto y pasar a la acción. Miren a Israel: es un pequeño país, con enormes medios de seguridad, servicio militar de tres años, y lo gol-pean todo el tiempo”.

Por otra parte, el ataque contra Charlie Hebdo, perpetrado por dos hermanos conocidos desde hacía años por los servicios de inteligen-cia, demuestra que además de tener que vigilar a los que regresan de Si-ria también es necesario hacerlo con los ex miembros de redes yihadistas, aumentando así la cantidad de sos-pechosos, que terminan siendo una cantidad imposible de manejar.

“Tal como están las cosas, todo es posible”, confiaba ayer una fuente cercana a la investigación. “Puede ser que fuesen tipos llegados des-de el exterior, pero también lo su-ficientemente astutos y entrenados como para haber pasado inadverti-dos. Pero también puede tratarse de agentes durmientes, en apariencia inofensivos desde hace años: es el eterno problema de las prioridades. Hacemos listas por orden decrecien-te de presunta peligrosidad. ¿Cómo estar seguros de que no nos equivo-camos?”

Aunque los medios de los inves-tigadores y de los servicios antite-

rroristas hayan sido reforzados este año, las contrataciones, la formación de agentes, la implementación de nu-merosas disposiciones de la ley de inteligencia están en marcha y aún no son operacionales.

A lo largo de los años, y gracias a los miles de páginas de instrucciones y tutoriales disponibles en internet, los yihadistas aprendieron a utilizar los medios técnicos que les permi-ten permanecer anónimos. Como por ejemplo la mensajería WhatsApp, o los teléfonos de última generación, cuyos sistemas de encriptación son por el momento imposibles de pene-trar. n

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6 - suplemento especial Domingo 15 de noviembre de 2015 - perfil

Estado Islámico declaró una guerra global

complEja rEalIDaD

las cinco horas que duró el múltiple ataque en parís permitieron comprender, entre otras cosas, que se amplió el perímetro de la confrontación con el terrorismo yihadista y que el mundo entró en una dimensión atroz de la política, con la cual será necesario convivir durante un largo tiempo.

Christian riavaleDesde París

Los horrendos atentados del viernes en París re-presentan una escala-da en la estrategia del movimiento yihadista Estado Islámico (EI)

para extender el perímetro de la gue-rra al exterior de Oriente Medio y, en particular, a Estados Unidos y a las

principales potencias europeas. Pero ese círculo del terror ciego también incluye otros países en lucha contra los grupos islamistas más radicales, como Rusia, el movimiento chiita Hezbollah y probablemente Irán.

Esa interpretación, formulada por expertos en cuestiones de terrorismo islamista y por los servicios de inteli-gencia franceses, confirma el sentido que tiene la serie de recientes aten-

tados reivindicados por el grupo te-rrorista que dirige el autoproclamado califa Abu Bakr al-Baghdadi.

También surge de una proclama difundida en marzo pasado por el vo-cero oficial del EI, Abu Mohammad al-Adnani, anunciando que su movi-miento proyectaba atacar París “an-tes de Roma y antes de Al-Andalous” (nombre de España durante la domi-nación árabe de 711 a 1492). En la mis-

ma declaración, prometía igualmente “hacer explotar la Casa Blanca, el Big Ben y la Torre Eiffel”, clara alusión a posibles ataques contra Washington, Londres y París.

En esa lista, curiosamente, no figu-ra Alemania. Esa ausencia se explica, tal vez, por el hecho de que ese país tiene una participación extremada-mente limitada en la lucha contra el EI, también conocido como Daesh o

contexto. Los ataques en París se inscriben en la misma lógica de extrema violencia que caracterizó las tres operaciones anteriores, destinadas a “sancionar” a los enemigos. del EI, que en los últimos meses intensificaron su participación en la guerra contra los yihadistas en Siria. Ahora faltarían Irán, Estados Unidos y varios países europeos.

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suplemento especial - 7perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

contexto. Los ataques en París se inscriben en la misma lógica de extrema violencia que caracterizó las tres operaciones anteriores, destinadas a “sancionar” a los enemigos.

ISIS, por sus siglas en árabe o en in-glés.

La extensión del perímetro de la guerra comenzó con el atentado per-petrado el 11 de octubre en Turquía, que provocó 97 muertos y 507 heri-dos durante una manifestación kur-da por la paz en el centro de Ankara. El ataque, oficialmente reivindicado por Daesh, fue el más sangriento de la historia moderna del país. Desde el punto de vista político, constituyó una agresión contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, que había mantenido una posición ambigua en el conflicto sirio hasta que pactó una revisión de su alianza con Estados Unidos. Erdo-gan aceptó facilitarles el uso de la ba-se aérea de Incirlik y lanzar ataques contra el EI a cambio de tener manos libres para bombardear a los resisten-tes kurdos en la frontera sirio-iraquí.

Detrás de ese episodio se produjo la explosión de una bomba colocada en un Airbus A-321 de la empresa rusa Metrojet, que había despegado poco antes de la estación balnearia de Sharm el-Sheikh, en la península del Sinaí. El atentado perpetrado el 31 de octubre, que provocó 224 muertos, fue reivindicado por el grupo yihadis-ta Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), rama egipcia de Daesh, en represalia por la intervención rusa en Siria des-de fines de septiembre.

El tercer ataque de gran envergadu-

ra ocurrió el jueves pasado en el ba-rrio de Bourj al-Barajné, un feudo del movimiento chiita Hezbollah ubicado en el sur de Beirut. Dos kamikazes hicieron estallar sus cinturones con explosivos en una calle comercial, en lo que constituyó el atentado más san-griento perpetrado en el Líbano desde el final de la guerra civil, en 1990: 41 muertos y más de 200 heridos.

Los ataques de París se inscriben en la misma lógica de extrema vio-lencia que caracterizaron las tres operaciones anteriores, destinadas a “sancionar” a los enemigos del EI que en los últimos meses intensificaron su participación en la guerra contra los yihadistas en Siria.

Si el EI continúa con ese método, faltarían ahora Irán, Estados Unidos y los países europeos descriptos por Al-Adnani en marzo último.

En cualquier caso, a la luz de los atentados de París, resulta evidente que en las últimas semanas el EI dio un verdadero salto cualitativo y cuan-titativo en su acción. En lugar de los ataques punitivos puntuales contra objetivos simbólicos, como ocurrió en enero último en París con el se-manario satírico Charlie Hebdo y el supermercado judío, ahora las ope-raciones tienen un carácter masivo e indiscriminado.

“Entramos en una nueva etapa del terrorismo. Ya no hay blancos privi-

legiados. Matan donde ven que hay vida”, analizó Christophe Caupenne, ex negociador del RAID (siglas fran-cesas de Investigación, Asistencia, Intervención y Disuasión), cuerpo de élite de la Policía francesa.

Otra característica de esa escalada es que eligen “objetivos extremada-mente vulnerables, en los que hay una gran presencia de público y que, por definición, son extremadamente difí-ciles de proteger”, indicó por su parte el profesor Mathieu Guidère, experto en geopolítica e historia del mundo árabe y musulmán. “El único objetivo que persiguen es causar miedo, mie-do, miedo”, agregó.

Conociendo ese modus operandi, las fuerzas de seguridad se preparan desde hace años para ese tipo de ac-ciones.

El cambio de estrategia comenzó a operarse después de la toma de rehenes en el teatro de la Dubrovka de Moscú, en octubre de 2002, y en la escuela de Beslan (Rusia), organi-zada en septiembre de 2004. Ambos ataques, perpetrados por terroristas chechenos, tuvieron como pretexto emprender una larga negociación con las autoridades con el argumento de organizar la liberación de rehenes a cambio de los prisioneros de ese gru-po separatista. Pero, en realidad, “el verdadero objetivo es lograr un fin propagandístico: ganar tiempo para

que crezca el sentimiento de miedo en la población”, explica Frédérik Gallois, ex responsable del Grupo de Intervención de la Gendarmería Na-cional (GIGN).

Por esa razón, cuando se trata de tomas masivas de rehenes –como el viernes en París–, los cuerpos de élite no se dejan arrastrar a un proceso de negociación porque saben que, in fine, los secuestradores quieren dilatar el desenlace y nunca liberarán la gente que tienen en su poder.

Fue esa experiencia la que indujo al RAID y al GIGN a desechar los con-tactos que intentó el comando que irrumpió a sangre y fuego en la sala de espectáculos Bataclan. En dos oca-siones, aparentemente, los terroris-tas intentaron tomar contacto con la policía para abrir discusiones. Pero, sabiendo que el comando había pro-vocado numerosas víctimas y que se-guía matando uno a uno a los rehenes, la única posibilidad de poner término a ese baño de sangre era intervenir en forma inmediata, explicaron Caupen-ne y Gallois.

Las cinco horas que duró el múltiple ataque de París permitieron –entre otras cosas– comprender que se am-plió el perímetro de la confrontación con el terrorismo yihadista y que el mundo entró en una dimensión atroz de la política con la cual será necesa-rio convivir durante un largo tiempo.

del EI, que en los últimos meses intensificaron su participación en la guerra contra los yihadistas en Siria. Ahora faltarían Irán, Estados Unidos y varios países europeos.

fotos: afp

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fotos: ap / afp

Nuevo golpe Del fuNDameNtalismo islamico

un déjà-vu prospectivoel peligro de la radicalización para dar respuesta a la tragedia. lo que está en juego desde el

viernes es un avance o un retroceso de la civilización. el mundo entero está expectante.

Esta locura sólo re-clama una respues-ta. Contra el pánico, dignidad. Contra los asesinos seriales, firmeza. Contra el

desconcierto, lucidez”. Esta afir-mación editorial de Le Monde, el día mismo de los atentados en Pa-rís, la firmaría cualquiera, menos un fundamentalista, de la religión que fuese. El fundamentalista re-publicano Donald Trump reaccio-nó así: “Se rieron de mí cuando les dije de bombardear los campos petroleros controlados por Estado Islámico. Ahora los enemigos se están riendo por no hacer lo que dije”. Entre las primeras adhe-siones llegadas a Francia figuró la del fundamentalista primer ministro de Israel, Benjamin

Netanyahu: “Israel es-tá junto al presidente y el pueblo francés en la guerra común contra el terrorismo”.

Para el caso, todo el mundo es sincero. Tanto Le Monde como Trump o Netanyahu expresan ideas y proposiciones, corrientes de opinión distintas, desde países democrá-ticos. Ante la locura asesina del fundamentalismo islámico, cada uno es sincero en sus propuestas y en lo que dice defender. Pero lo que interpela a las corrientes que expresan Trump y Netanyahu, hoy en auge en la mayoría de los países occidentales, es la última afirmación de Le Monde: “Fren-te al desconcierto, lucidez”. Ya

que en la situación ac-tual ¿qué es lo que Oc-cidente entiende por “lucidez”? Si por “Oc-cidente” entendemos no sólo a sus funda-mentalismos políticos y religiosos sino a las mayorías democráticas y a las corrientes polí-ticas que las represen-

tan, no es precisamente la lucidez lo que se destaca. No al menos en las acciones de cada gobierno y del conjunto de los gobiernos, ya que numerosos intelectuales y la opinión pública occidental se muestran cada día más proclives a una actitud autocrítica, a con-siderar lo que realmente está en juego: un avance o un retroceso de la civilización.

Porque el problema se presenta cada vez más como militar, béli-co, pero aun en el extremo de esa lógica –una conflagración mun-dial– la razón indica que habrá que tener razón; es decir, haber hecho lo necesario para no llegar a ese extremo; haberse “cargado de razón” histórica, civilizatoria, al momento de apretar el botón. Ya que a eso parece que vamos, lenta pero firmemente. Los atenta-dos de París dan la pauta de lo que vendrá, pero se trata una vez más de un déjà-vu prospectivo, de algo que cada vez se había advertido que volvería a ocurrir, agravado, y en efecto, cada vez volvió a ocu-rrir, agravado y en el corazón del sistema. La respuesta fue siempre militar –Israel en Gaza, Francia/Estado Islámico, Estados Unidos/

Carlos Gabetta*

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suplemento especial - 9perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

“Esta locura reclama una respuesta. Contra el pánico, dignidad. Contra los asesinos seriales, firmeza.”

Siria, etc.–, y aun así, dispersa, desordenada, incoherente. O pu-ramente preventiva, al interior de cada país. Pero la lucidez que reclama Le Monde rara vez se manifestó en asumir y resolver las causas históricas, políticas, dando razón a la civilización oc-cidental, aun en una situación militar límite.

LA MECHA. Todo lo que ocu-rre viene de muy atrás. Las res-ponsabilidades históricas del capitalismo desarrollado en la situación actual del mundo ára-be-persa no pueden dejarse de lado. Mucho menos las causas estructurales y los efectos de la crisis mundial del capitalismo en nuestros días. ¿Acaso el proble-ma de los centenares de miles de refugiados que afluyen a Europa puede disociarse de esos antece-dentes; de la crisis económica y financiera mundial; del terroris-mo y las guerras que asuelan al mundo árabe-persa? (ver recua-dro “Notas…”).

Pero hablando de lucidez, el ejemplo negativo es la estrategia del Estado de Israel. Su política en la región no es la única causa que “carga de razón” al mundo árabe-persa y a sus fundamen-talistas, pero sí la mecha que enciende todo lo que ocurre, lo

primero que hay que apagar. Hoy fueron los atentados en París. Desde hace semanas asistimos al progresivo aumento de la violen-cia entre israelíes y palestinos, a los mutuos ataques y represa-lias, a los mutuos asesinatos: un déjà-vu regional que en París se expresó mundial. Ya ocurrió en Estados Unidos y en otros países. En la medida en que las causas del problema no se abordan, esos sucesos volverán a repe-tirse hasta que el agravamiento de la violencia resulte definitivo, entren en liza otros Estados ára-bes, hagan lo mismo las grandes potencias según sus intereses y el desmadre militar y terrorista acabe con todo, o casi. Hoy re-sulta imposible imaginar a un vencedor al cabo de una guerra en Medio Oriente, o mundial. En cualquier escenario de alianzas, todas las partes dispondrían de armamento atómico, bacterio-lógico, químico. Los recursos a mano del terrorismo son infi-nitos y el terrorismo torna a ser una excusa militar, como prue-ban los asesinatos con drones, entre otros. Una guerra abierta, regional o mundial, es hoy por hoy una sinrazón absoluta.

Allí reside el peligro estratégi-co para el Estado de Israel, de-masiado confiado en su supre-

macía táctica. El mundo está en crisis, y ante la eventualidad de tomar parte en una guerra en-tre árabes e israelíes, abriendo grandes las puertas a una guerra mundial, las principales poten-cias podrían reacomodarse y el Estado de Israel resultar aisla-do, o muy debilitado. Tiene todas las fichas para perder aliados en una situación límite, que pusiese en peligro la paz y los intereses mundiales. La población árabe-persa es mucho más numerosa y, después de todo, la mayor parte de los judíos no vive en Israel. Los territorios árabe-persas son infinitamente más vastos y ricos que el minúsculo Israel.

Muy distinta sería la situación si Israel cumpliese con las re-soluciones de Naciones Unidas, devolviendo los territorios ocu-pados, reconociendo al Estado Palestino y aceptando una Je-rusalén compartida por las tres religiones monoteístas. A las potencias occidentales les resul-taría imposible abandonarlo; a Rusia, China, India y Pakistán nada les iría en el asunto, ya que casi todo el mundo árabe-persa se apaciguaría respecto de Is-rael. Fuese cual fuese el tablero, los únicos que quedarían real-mente aislados serían los fun-damentalistas musulmanes. En

cuanto a los fundamentalistas judíos, seguirían bregando, co-mo cualquier partido de extrema derecha del mundo.

“El corazón tiene razones que la razón no conoce”, según Pascal, matemático y religioso. Los fundamentalistas políticos y religiosos vienen apelando a razones del corazón desde hace siglos.

Pero estamos en la era atómi-ca…

*Periodista y escritor.

otros artiCulosEl autor ha abordado en varias oportunidades esta cuestión en artículos publicados por PERFIL y otras publicaciones. Aquí, un listado de algunos de ellos.

◆ Hacia dónde va el Estado de Israel. ◆ Medio Oriente y la doble cara de la barbarie. ◆ El fracaso de Occidente. ◆ La responsabilidad de Occidente. ◆ Lo judío y el Estado de Israel. ◆ Desafío a la razón occidental.

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10 - SUPLEMENTO ESPECIAL Domingo 15 de noviembre de 2015 - PERFIL

Entre la yihad y la islamofobia, el camino que va al terrorismo

SORPRESA, MUERTE Y HORROR. Uno de los cafés parisinos en donde los terroristas volcaron sus ataques con armas de fuego, durante

Desde la muerte de Bin Laden, los afiliados o c lones de A l Qaeda han te-nido sus más

grandes éxitos, incluyendo la to-ma de Raqqa en la parte oriental de Siria, la única capital provin-cial de aquel país en caer ante los rebeldes en marzo de 2013. En enero de 2014, ISIS se apoderó de

Faluya, ciudad ubicada apenas a 65 kilómetros al oeste de Bagdad y que, como todo el mundo sabe, fue sitiada y atacada por los ma-rines estadounidenses diez años atrás. Al cabo de unos cuantos meses, ISIS también había to-mado Mosul y Tikrit. Las líneas de combate pueden seguir cam-biando, pero la expansión gene-ralizada de su poderío será difícil de revertir. Gracias a los veloces

ataques efectuados en junio de 2014 en muchos frentes a la vez a lo largo del centro y el norte de Irak, los militantes de ISIS han desbancado a Al Qaeda como el grupo yihadista más poderoso y efectivo del mundo.

Estos sucesos causaron impac-to en políticos y especialistas cu-yos puntos de vista acerca de lo que estaba ocurriendo a menudo eran superados por los aconteci-

mientos. Una de las razones fue el retorno de la yihad, por lo que resultaba demasiado arriesgado para los reporteros y observado-res extranjeros visitar las áreas donde ISIS operaba, debido al enorme peligro de ser secuestra-dos o asesinados. “Aquellos que solían proteger a los medios ex-tranjeros ya no pueden proteger-se a sí mismos”, me comentó un intrépido corresponsal al expli-

Dos libros para entender lo inexplicable. El mejor ensayo sobre EI (ISIS, como lo denomina el autor), que se adjudicó los ataques y una novela que describe la tensión de Occidente con los musulmanes.

la noche del viernes pasado para provocar el mayor atentado que sufrió Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

El retorno de la Yihad

◆ El autor, Patrick Cockburn, es un perio-dista irlandés que ha estado trabajando en el Oriente Medio como co-rresponsal para el Finan-cial Times y, desde 1991 para The Independen.◆ El libro fue publica-

do en febrero de 2015 por la editorial Paidós. ◆ Es una investiga-

ción periodística sobre el terrorismo luego de Al Qaeda, de los cuales ISIS es el más impor-tante.◆ El trabajo analiza la

influencia de estos gru-pos en Siria, Iraq y sus vecinos cercanos. Có-mo operan y cómo se fi-nancian. Cuáles son sus técnicas para superar a Al Qaeda.

CRISIS DE RELIGION Y CULTURA

Page 11: Masacre en París

suplemento especial - 11perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

sorpresa, muerte y horror. Uno de los cafés parisinos en donde los terroristas volcaron sus ataques con armas de fuego, durante

carme por qué ya no regresaría a la Siria tomada por los rebeldes.

Esta falta de cobertura fue conveniente para los Estados Unidos y otros gobiernos oc-cidentales, ya que les permitía restar impor tancia a la magni-tud del catastrófico fracaso de la “guerra contra el terrorismo” en los años que siguieron al 11 septiembre de 2001. Este fracaso también ha quedado enmasca-rado por los engaños y autoen-gaños por parte de los gobier-nos. Al hacer referencia en West Point al papel que desempeñan

los Estados Unidos en el mundo, el 28 de mayo de 2014 el presi-dente Obama dijo que la princi-pal amenaza para los Estados Unidos ya no venía de Al Qaeda central, sino de “los afiliados y extremistas descentralizados de Al Qaeda, muchos de ellos con agendas enfocadas en los países donde operan”. Agregó que “a medida que la guerra civil siria se extiende más allá de sus fron-

teras, se incrementa la capacidad de ir tras nosotros por parte de los grupos extremistas endure-cidos por la guerra”. (...)

Un oficial de inteligencia de un país de Oriente Medio vecino a Siria me dijo que los miembros de ISIS “dicen que siempre se sienten complacidos cuando se envían armas sofisticadas a gru-pos anti Assad de cualquier tipo porque siempre pueden quitarles las armas mediante amenazas, por la fuerza o mediante pagos en efectivo”. Estos no son sim-ples alardes. Las armas suminis-

tradas por los aliados estadouni-denses como Arabia Saudita y Qatar a las fuerzas anti Assad en Siria han sido capturadas de manera regular en Irak. (...)

El apoyo occidental a la opo-sición siria pudo haber fracasa-do en derrocar a Assad, pero ha tenido éxito en desestabilizar a Irak, como los políticos iraquíes predijeron que ocurriría hace mucho tiempo.

El fracaso de la “guerra contra el terrorismo” y el resurgimien- to de Al Qaeda se explican de manera más amplia a través de un fenómeno que se hizo eviden-te a pocas horas de los ataques del 11 de septiembre. Los prime-ros movimientos de Washington dejaron en claro que la guerra antiterrorista se llevaría a cabo sin ninguna confrontación con Arabia Saudita o Paquistán, dos aliados cercanos a los Estados Unidos, a pesar de que sin la participación de estos dos países hubiera sido poco probable que

dichos ataques ocurrieran. De los 19 secuestradores que actua-ron ese día, 15 eran saudíes. Bin Laden procedía de la élite saudí.

En documentos oficiales es-tadounidenses varias veces se puso énfasis en que el financia-miento de Al Qaeda y de los gru-pos yihadistas procedía de Ara-bia Saudita y de las monarquías del Golfo. En cuanto a Paquistán, desde principios de los noventa

su ejército y su servicio militar desempeñaron un papel determi- nante en impulsar el poder a los talibanes en Afganistán, donde acogían a Bin Laden y Al Qaeda. Después de una breve interrup- ción durante y después del 11 de septiembre, Paquistán retomó su apoyo a los talibanes afganos. Al hacer referencia al papel central de Paquistán en el respaldo a los talibanes, el fallecido Richard C. Holbrooke, representante espe-cial estadounidense ante Afga-nistán y Paquistán, dijo: “Qui-zás estemos luchando contra el enemigo equivocado en el país equivocado”.

La importancia de Arabia Sau-dita en el surgimiento y el regre-so de Al Qaeda con frecuencia se malentiende y se subestima. Arabia Saudita ejerce influen-cia debido a que su petróleo y su vasta riqueza la hacen poderosa en Oriente Medio y más allá. Sin

embargo, no sólo los recursos financieros hacen que sea un jugador importante. Otro factor es la propagación que hace del wahabismo, versión fundamen-talista del islam del siglo XVIII, que impone la ley sharia, relega a las mujeres a ser ciudadanas de segunda clase y considera a los musulmanes chiitas y sufíes como no musulmanes que deben ser perseguidos como los cristia-nos y los judíos. Esta intoleran-cia religiosa y este autoritarismo político, que tiene muchas simi-litudes con el fascismo europeo de la década de 1930 en cuanto a su presteza para utilizar la vio-lencia, lejos de mejorar está em-peorando. Por ejemplo, en años recientes, un saudí que creó un sitio web liberal en el que se po-día criticar a los clérigos fue sen-tenciado a 1.000 latigazos y siete años de prisión.

“Desde la muerte de Bin Laden, los afiliados o clones de Al Qaeda han tenido sus más grandes éxitos.”

fotos: afp

la noche del viernes pasado para provocar el mayor atentado que sufrió Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

Page 12: Masacre en París

Sumisión

◆ Escrito por Michel Houellebecq, un poeta, novelista y ensayista francés. ◆ Periodista de in-

vestigación, está espe-cializado en temas del Vaticano.◆ Es una novela edi-

tada por Anagrama en abril de 2015. ◆ Recrea el futuro

imaginario de Francias, cuando en las eleccio-nes presidenciales de 2022 triunfa Mohammed Ben Abbes, un carismá-tico líder de una nueva formación islamista mo-derada..

12 - SUPLEMENTO ESPECIAL Domingo 15 de noviembre de 2015 - PERFIL

Entre la yihad y la islamofobia

Suave y susurrante, su discurso continuó durante unos diez minutos antes de que pasaran a las pre-guntas de la prensa.

Yo había notado desde hacía un tiempo que los periodistas más agresivos estaban como hipnoti-zados, reblandecidos en presencia de Mohammed Ben Abbes. Me pa-recía, sin embargo, que había pre-guntas embarazosas que podrían habérsele hecho: la supresión de

la enseñanza mixta, por ejemplo, o el hecho de que los docentes de-bieran abrazar la fe musulmana. Pero, después de todo, ¿no era eso lo que había sucedido con los ca-tólicos? ¿Era necesario ser bauti-zado para enseñar en una escuela cristiana?

Reflexionando, me di cuenta de que no sabía nada de eso, y en el momento en que terminaba la conferencia de prensa compren-dí que había llegado exactamente allí donde el candidato musulmán

quería llevarme: una suerte de du-da generalizada, la sensación de que no había nada de lo que alar-marse, ni nada verdaderamente nuevo.

Marine Le Pen contraatacó a las doce y media. Violenta, recién salida de la peluquería, filmada en leve contrapicado delante del Hôtel de Ville, estaba casi bella –lo que contrastaba claramente con sus apariciones precedentes: des-pués del giro de 2017, la candidata nacional se había persuadido de

que, para acceder a la magistratu-ra suprema, una mujer debía pa-recerse necesariamente a Angela Merkel, y se aplicaba en igualar la respetabilidad poco atractiva de la canciller alemana, llegando inclu-so a copiar el corte de sus tailleurs. Pero esa mañana de mayo parecía haber encontrado una brillantez, un arrebato revolucionario que recordaba los orígenes del movi-miento.

Desde hacía un tiempo corría el rumor de que ciertos discursos

“La supresión de la enseñanza mixta, o el hecho de que los docentes debieran abrazar la fe musulmana.”

DESOLACION DESPUES DEL HORROR. Fuerzas de rescate, de emergencias y paramédicos se retiran durante la madrugada tras las múltiples explosiones y ataques terroristas que asolaron la capital francesa. La masacre se había consumado.

Page 13: Masacre en París

suplemento especial - 13perfil - Domingo 15 de noviembre de 2015

suyos eran escritos por Renaud Camus, bajo la supervisión de Florian Philippot. No sé si ese rumor era fundado, pero en todo caso ella había hecho progresos considerables. De entrada, fui im-presionado por el carácter repu-blicano, e incluso decididamente anticlerical, de su intervención. Sobrepasando la referencia ba-nal a Jules Ferry, se remontaba hasta Condorcet, del que citaba el memorable discurso de 1792 ante la Asamblea Legislativa,

donde evoca a los egipcios y a los hindúes, “en los que el espíritu humano hizo tantos progresos, y que volvieron a caer en el embru-tecimiento de la más vergonzosa ignorancia, en el momento en que el poderío religioso se apro-pió del derecho de instruir a los hombres”.

—Yo creía que ella era católica –me hizo notar Myriam.

—No lo sé, pero su electorado no lo es, el Front National nun-ca llegó a penetrar en los católi-

cos, son demasiado solidarios y tercermundistas. Ahora ella se adapta. (...)

En la estación Place Monge tu-ve la mala idea de tomar la salida Arènes de Lutèce. Ciertamente, en el plano topográfico estaba justi-ficado, desemboqué directamente en la Rue des Arènes; pero había olvidado que esta salida no tenía ascensor, y que la estación Place Monge estaba situada cincuenta metros por debajo del nivel de la calle, estaba completamente ex-

hausto y sin aliento cuando des-emboqué de esa curiosa boca de metro, cavada dentro de las mu-rallas del jardín, con sus gruesas columnatas y su tipografía de ins-piración cubista, cuya apariencia general neobabilónica era perfec-tamente incongruente con París –y lo hubiera sido, por otro lado, prácticamente en cualquier otro lugar de Europa.

Al llegar al 5 de la Rue des Arè-nes, me di cuenta de que Rediger no sólo vivía en una calle encan-tadora del Quinto Distrito, sino también en una casa peculiar del Quinto Distrito, incluso mejor: vi-vía en una casa histórica peculiar. La casa del número 5 no era otra que esa inverosímil construcción neogótica, flanqueada por una to-rrecita cuadrada que quería evo-car un torreón angulado, donde Jean Paulhan había vivido desde 1940 hasta su muerte, en 1968. A título personal, nunca había podi-do soportar a Jean Paulhan, tan-to su costado eminencia gris así como sus obras, pero había que reconocer que había sido uno de los personajes más poderosos de la edición francesa de la posgue-rra; y que había vivido en una ca-sa muy bella. Mi admiración por los medios financieros puestos a disposición de la nueva universi-dad por Arabia Saudita no hacía más que crecer.

Llamé a la puerta y fui recibi-do por un mayordomo cuyo tra-je blanco crema, con un saco de cuello Mao, evocaba un poco la vestimenta del antiguo dictador Kadafi. Me presenté, se inclinó li-geramente, en efecto me estaban esperando. Me pidió que espera-ra en un pequeño vestíbulo ilu-minado por vitrales mientras él iba a avisarle al profesor Rediger. Esperé durante dos o tres minu-tos hasta que una puerta se abrió a la izquierda y una chica de unos quince años, vestida con un jean de tiro corto y una remera de He-llo Kitty, entró en la pieza; sus largos cabellos negros ondeaban libremente sobre sus hombros. Al verme soltó un alarido, intentó torpemente disimular su rostro con sus manos, dio media vuelta y salió corriendo. En ese mismo instante apareció Rediger en el rellano superior, y descendió la escalera a mi encuentro. Había visto el incidente, e hizo un gesto resignado tendiéndome la mano.

—Es Aïcha, mi nueva esposa. Va a estar muy disgustada, ya que usted no debería haberla visto sin velo.

—Lo siento mucho.—No, no pida disculpas, es cul-

pa de ella; ella tendría que haber preguntado si había un invitado antes de pasar al hall de entrada. En fin, todavía no está habituada a la casa, ya lo estará.

—Sí, parece muy joven.—Acaba de cumplir quince

años.

“Aïcha es mi nueva esposa. Va a estar disgustada, ya que usted no debería haberla visto sin velo.”

fotos: afp

desolacion despues del horror. Fuerzas de rescate, de emergencias y paramédicos se retiran durante la madrugada tras las múltiples explosiones y ataques terroristas que asolaron la capital francesa. La masacre se había consumado.

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ECOS DE LA MASACRE

Cómo relatar la muerte

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SUPLEMENTO ESPECIAL - 15PERFIL - Domingo 15 de noviembre de 2015

París fue la palabra que dominó las primeras planas de los principales diarios del mundo, y no por los celebrados encantos de la capital francesa. En el mundo global, el terror y el miedo son globales. Cambian los idiomas, cambian los estilos, pero el objetivo es uno solo: tratar de entender qué pasó y

por qué, y pensar si el horror puede llegar hasta a las playas propias.

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No tengo miedo. Lo peor que puede suceder en estos casos es tener miedo. Más bien, lo que vivo y lo que se vive en París, es la sensación de tristeza generalizada. Porque un atentado de este tipo –por dónde fue, por cómo fue– es inevitable que

le llegue a gente cercana.Y esta vez también ocurrió: todo el día de hoy, sábado, lo pasé

conversando con amigos, intentando localizar gente, imaginando quién pudiera haber estado en Le Bataclan. Y las noticias son desalentadoras: tal como era de esperar, hay gente conocida, amigos de amigos, entre los muertos. Es la peor de las sumas: la tristeza de la muerte más la sorpresa infinita.

No tengo miedo, no. El día del atentado de Charlie Hebdo estaba en los funerales de una tía mía, lejos de donde todo pasaba. Pero, tanto Charlie Hebdo como Le Bataclan quedan relativamente cerca de mi casa, en la zona de París Este y el viernes, me encontraba en la casa de unos amigos cuando empezaron a llegar las noticias. Al principio todo era confuso, pero cuando empecé a saber más, mi reacción fue salir a la calle.

La imagen del estado de excepción fue, precisamente, única. Nunca vi a París así, militarizada. Y lo que fue una reacción solidaria, intentar salir para ayudar en todo lo que podía, no fue tan fácil. La calle no es un lugar amigable hoy, porque las precauciones de las fuerzas de seguridad siguen siendo extremas. Aún no sabemos por cuánto tiempo más se mantendrá este estado y cuáles son las implicancias exactas en la vida de cada uno de nosotros.

Lo que puedo decir sí, es que los parisinos salieron espontáneamente a la calle, para ser solidarios con sus vecinos. Lo que sí puedo afirmar que ni Le Bataclan, el teatro, ni el barrio, es un lugar donde van los poderosos. Se trata de una zona popular, donde no hay particularmente un público muy rico y, sí, lo que es mucho más tremendo, mucha gente joven. El promedio de edad de un lugar como el del atentado es menor a los 25 años.

Es una zona de París ideal para que un viernes a la noche te tomes una cerveza, un vino, no para hacer grandes gastos. Por eso, todo adquiere una dimensión diferente. Y las víctimas, muchas veces, seguramente la generación, la clase económica, y muchas cosas más con los victimarios.

Y la situación se prolonga hasta bien entrada la noche del sábado. París sigue siendo una ciudad en estado de shock y colapsada. Es cierto sí que volvió a normalizarse el metro, lo que es parte del corazón y del funcionamiento, pero todo lo que es el ocio del sábado a la noche está prácticamente suspendido. Yo tenía entradas para el teatro, y se suspendió la función. Son muchos los cines

que han cerrado las puertas. Lo mismo sucede con los restaurantes. Eso hace que la situación se tense aún más y que todo el mundo lo viva de una manera más intensa.

Pero, afortunadamente, esa tensión está acompañada de la solidaridad de todos. No percibo un entorno paranoico. Como si todos tuviéramos claro que es algo que viene de otra parte y que no está en tu vecino. Aunque este vecino tuyo sea musulmán, o árabe. No vi ningún gesto de la gente común, de cada uno de nosotros, contra personas de ese origen. Y, de más está decir, que son muchos árabes que han salido a la calle a manifestar su estupor. Son muchos los que dicen, sin dudarlo, “esto no lo hicimos nosotros. Quien lo hizo, no nos representa para nada”.

Algo similar escuché de los políticos. Está claro que existe la voluntad de saber quiénes fueron, cómo lo hicieron. De encontrar a los responsables. Pero, hasta ahora, no escuché que se traduzca todo esto en formas de xenofobia. Mi temor es que desde la extrema derecha, desde los grupos liderados por Marine Le Pen, surjan expresiones en este sentido –aún no pasó– y que encuentren eco en la gente. Cuando pasan cosas así, cuando conocés a los muertos, cuando las víctimas son gente como cada uno de nosotros, el riesgo de que prendan relatos así, es muy grande. Y estamos más cerca de las elecciones regionales. Y en dos años son las presidenciales. Mi temor es que todo esto tenga más ecos en este tipo de eventos más que en la visita de los presidentes de otros países.

Desde Charlie Hebdo también nos preparamos para manifestarnos con todo lo que está pasando.

La semana que viene sale una edición especial, en la que todos colaboramos. No hay que olvidar que Le Bataclan está en la misma

zona de París que la redacción de la revista. Y la seguridad alcanzó rápidamente a todas las oficinas. Es uno de los puntos más custodiados de París, porque se supone que podría ser un blanco de ataques. Hoy voy a dedicar toda la madrugada a escribir un artículo diferente. Obviamente, lo que había

escrito apenas unos días atrás, perdió toda su vigencia.No tengo miedo, no. Pero

estoy convencido que la vida de todos los parisinos cambió definitivamente a partir del 13 de noviembre de 2015.

*Periodista de Charlie Hebdo. Vino este año a la Argentina para recibir el Premio Perfil

a la Libertad de Expresión Internacional.

ANTONIO FISCHETTI *

“No tengo miedo”AP

No tengo miedo, no. Pero estoy convencido que la vida de todos los parisinos cambió definitivamente a partir del 13 de noviembre de 2015.