Más allá de la violenciaEl poder de la ciudadanía en la

constitución del espacio público

Más allá de la violenciaEl poder de la ciudadanía en la

constitución del espacio público

Dra. María Teresa MuñozUniversidad Intercontinental

EpígrafeEpígrafe

Lo que propongo [...] es una reconsideración de la condición humana desde el ventajoso punto de

vista de nuestros más recientes temores y experiencias. Esto, evidentemente, es materia del pensamiento, y creo que la falta de pensamiento

[…] es una de las características principales de nuestro tiempo. Por eso lo que yo propongo es

muy sencillo: nada más que pensar en lo que hacemos.

(H. Arendt, La Condición Humana)

Lo que propongo [...] es una reconsideración de la condición humana desde el ventajoso punto de

vista de nuestros más recientes temores y experiencias. Esto, evidentemente, es materia del pensamiento, y creo que la falta de pensamiento

[…] es una de las características principales de nuestro tiempo. Por eso lo que yo propongo es

muy sencillo: nada más que pensar en lo que hacemos.

(H. Arendt, La Condición Humana)

II. El presupuestoII. El presupuesto

El pensamiento surge de los incidentes de la

experiencia viva, que son los únicos indicadores que permiten orientación.

Si tal es el caso, es imprescindible desvelar los orígenes de

aquellas experiencias y fenómenos que constituyen la vida.

El pensamiento surge de los incidentes de la

experiencia viva, que son los únicos indicadores que permiten orientación.

Si tal es el caso, es imprescindible desvelar los orígenes de

aquellas experiencias y fenómenos que constituyen la vida.

II. La “metodología”II. La “metodología”

La comprensión de la política desde un acercamiento novedoso a los conceptos y fenómenos políticos en torno a los que se articula.

La comprensión de la política desde un acercamiento novedoso a los conceptos y fenómenos políticos en torno a los que se articula.

II. El objetivoII. El objetivo

Esclarecer el entorno conceptual del concepto “violencia” con el fin de rechazar la

identificación entre poder y violencia.

Esclarecer el entorno conceptual del concepto “violencia” con el fin de rechazar la

identificación entre poder y violencia.

II. La hoja de rutaII. La hoja de rutaI. PreámbuloII. Presupuesto, metodología y objetivoIII. El entorno conceptual del concepto ‘violencia’IV. La propuesta normativa arendtianaV. Conclusiones y propuestas:

1. La política es asunto de todos2. El poder se genera en el apoyo o rechazo que los ciudadanos prestamos

a las instituciones fundamentalmente a través de las opiniones3. La violencia conduce a la pérdida de legitimidad del poder político

A) La constitución de una ciudadanía participativaB) La vía democrática

Colofón

I. PreámbuloII. Presupuesto, metodología y objetivoIII. El entorno conceptual del concepto ‘violencia’IV. La propuesta normativa arendtianaV. Conclusiones y propuestas:

1. La política es asunto de todos2. El poder se genera en el apoyo o rechazo que los ciudadanos prestamos

a las instituciones fundamentalmente a través de las opiniones3. La violencia conduce a la pérdida de legitimidad del poder político

A) La constitución de una ciudadanía participativaB) La vía democrática

Colofón

III. El entorno conceptualIII. El entorno conceptual

Obligar, forzar, usar la fuerza, violentar, violar, quebrantar,

manipular, controlar, vigilar, agredir, atentar, asaltar, transgredir,

vulnerar, dominar, someter, imponer, coaccionar.

Obligar, forzar, usar la fuerza, violentar, violar, quebrantar,

manipular, controlar, vigilar, agredir, atentar, asaltar, transgredir,

vulnerar, dominar, someter, imponer, coaccionar.

III. Una definición III. Una definición

coacción por parte de un agente o un grupo de agentes a otro u otros para

llevar a cabo acciones y adoptar creencias.

coacción por parte de un agente o un grupo de agentes a otro u otros para

llevar a cabo acciones y adoptar creencias.

III. Una preguntaIII. Una pregunta

¿Hay violencia legítima? ¿Hay violencia legítima?

III. La acción violenta como un derechoIII. La acción violenta como un derecho

1. La violencia como un usufructo legal de los individuos para reclamar sus derechos frente a un gobierno usurpador de las garantías constitucionales. (Locke)

2. la violencia como un instrumento requerido por el Estado para garantizar el orden social de una Nación. (Weber)

1. La violencia como un usufructo legal de los individuos para reclamar sus derechos frente a un gobierno usurpador de las garantías constitucionales. (Locke)

2. la violencia como un instrumento requerido por el Estado para garantizar el orden social de una Nación. (Weber)

III. La acción violenta como un derechoIII. La acción violenta como un derecho

El concepto de violencia se vincula con el uso

instrumental de la fuerza como una herramienta «natural» de defensa, bien de los individuos para salvaguardar su vida o bien de los grupos o clases para defenderse de sus opresores.

(Revolución de independencia 1810, Revolución Mexicana 1910)

El concepto de violencia se vincula con el uso

instrumental de la fuerza como una herramienta «natural» de defensa, bien de los individuos para salvaguardar su vida o bien de los grupos o clases para defenderse de sus opresores.

(Revolución de independencia 1810, Revolución Mexicana 1910)

III. La acción violenta como un derechoIII. La acción violenta como un derecho

El Estado, con la pretensión de acabar con la violencia privada (i.e., la anomia), monopoliza la violencia como instrumento para la dominación y fortalecimiento de su autoridad

El Estado, con la pretensión de acabar con la violencia privada (i.e., la anomia), monopoliza la violencia como instrumento para la dominación y fortalecimiento de su autoridad

III. El poder políticoIII. El poder político

El poder político se basa en la fuerza y en la

posesión de los medios de coacción física.

El poder político se define como el que ejerce el monopolio de la violencia legítima.

El poder político se basa en la fuerza y en la

posesión de los medios de coacción física.

El poder político se define como el que ejerce el monopolio de la violencia legítima.

III. Poder político y violenciaIII. Poder político y violencia

La identificación entre poder y violencia.

Un prejuicio: la dominación constituye el

problema central de los asuntos políticos.

La identificación entre poder y violencia.

Un prejuicio: la dominación constituye el

problema central de los asuntos políticos.

IV. Una propuesta normativaIV. Una propuesta normativa

Arendt separa la idea de poder de las de

dominación y violencia, destacando y oponiendo a esta concepción

un concepto consensual y comunicativo del poder

Arendt separa la idea de poder de las de

dominación y violencia, destacando y oponiendo a esta concepción

un concepto consensual y comunicativo del poder

IV. Una propuesta normativaIV. Una propuesta normativa

La distinción entre poder y violencia Los orígenes del totalitarismo (1951) donde Arendt

enfatizaba la negación de la potencialidad humana por medio del terror y de la violencia muda de los campos de concentración.

En La condición humana (1958) opondrá la acción en concierto a la violencia de toda actividad instrumental (cuyo modelo es la fabricación).

Más tarde, en 1969, retoma el tema en sus ensayos Sobre la revolución (1963) y “Sobre la violencia” (1969).

La distinción entre poder y violencia Los orígenes del totalitarismo (1951) donde Arendt

enfatizaba la negación de la potencialidad humana por medio del terror y de la violencia muda de los campos de concentración.

En La condición humana (1958) opondrá la acción en concierto a la violencia de toda actividad instrumental (cuyo modelo es la fabricación).

Más tarde, en 1969, retoma el tema en sus ensayos Sobre la revolución (1963) y “Sobre la violencia” (1969).

IV. La propuesta arendtianaIV. La propuesta arendtiana

La condición humana que se caracteriza por tres dimensiones de la actividad:

labor, trabajo y acciónTres atributos de la condición humana

a la labor, la potencia; al trabajo, la violencia; y a la acción, el poder.

La condición humana que se caracteriza por tres dimensiones de la actividad:

labor, trabajo y acciónTres atributos de la condición humana

a la labor, la potencia; al trabajo, la violencia; y a la acción, el poder.

IV. El poder según ArendtIV. El poder según Arendt

El poder es la capacidad de los hombres para

actuar concertadamente. El poder se entiende siempre como colectivo

nunca como un ejercicio individual.

El poder es la capacidad de los hombres para

actuar concertadamente. El poder se entiende siempre como colectivo

nunca como un ejercicio individual.

IV. La condición política del hombre

IV. La condición política del hombre

El ser humano es un ser político que desarrolla plenamente su identidad en el marco de su

existencia en comunidad, como una forma de convivencia más allá de aquella determinada por la naturaleza (labor)

y la necesidad (trabajo).

El ser humano es un ser político que desarrolla plenamente su identidad en el marco de su

existencia en comunidad, como una forma de convivencia más allá de aquella determinada por la naturaleza (labor)

y la necesidad (trabajo).

IV. La violenciaIV. La violencia

• Poder corresponde a la capacidad humana, no simplemente para actuar, sino para actuar concertadamente. El poder nunca es propiedad de un individuo; pertenece a un grupo y sigue existiendo mientras que el grupo se mantenga unido.

• Hannah Arendt, “Sobre la violencia” en Crisis de la República, Madrid, Taurus, 1999, p. 146.

• Poder corresponde a la capacidad humana, no simplemente para actuar, sino para actuar concertadamente. El poder nunca es propiedad de un individuo; pertenece a un grupo y sigue existiendo mientras que el grupo se mantenga unido.

• Hannah Arendt, “Sobre la violencia” en Crisis de la República, Madrid, Taurus, 1999, p. 146.

IV. La violenciaIV. La violencia

“la potencia designa inequívocamente a algo en una entidad singular, individual; es propiedad inherente a un objeto o persona y pertenece a su carácter (…)”. Idem

“la potencia designa inequívocamente a algo en una entidad singular, individual; es propiedad inherente a un objeto o persona y pertenece a su carácter (…)”. Idem

IV. La violenciaIV. La violencia

• La Fuerza, que utilizamos en el habla cotidiana como sinónimo de violencia, especialmente si la violencia sirve como medio de coacción, debería quedar reservada en su lenguaje terminológico, a las “fuerzas de la Naturaleza” o a la “fuerza de las circunstancias” (…).

• Ibidem, p. 147

• La Fuerza, que utilizamos en el habla cotidiana como sinónimo de violencia, especialmente si la violencia sirve como medio de coacción, debería quedar reservada en su lenguaje terminológico, a las “fuerzas de la Naturaleza” o a la “fuerza de las circunstancias” (…).

• Ibidem, p. 147

IV. La violenciaIV. La violencia

Un concepto menos delimitable es el de autoridad cuya característica es “el indiscutible reconocimiento por aquellos a quienes se les pide obedecer; no precisa ni de la coacción ni de la persuasión”. Idem

Un concepto menos delimitable es el de autoridad cuya característica es “el indiscutible reconocimiento por aquellos a quienes se les pide obedecer; no precisa ni de la coacción ni de la persuasión”. Idem

IV. La violenciaIV. La violencia

• De todas ellas, la violencia se distingue por su carácter instrumental. Para Arendt, la violencia “[f]enomenológicamente está próxima a la potencia, dado que los instrumentos de la violencia, como todas las demás herramientas, son concebidos y empleados para multiplicar la potencia natural hasta que en la última fase de su desarrollo, puedan sustituirla”.

• Ibidem, p. 148

• De todas ellas, la violencia se distingue por su carácter instrumental. Para Arendt, la violencia “[f]enomenológicamente está próxima a la potencia, dado que los instrumentos de la violencia, como todas las demás herramientas, son concebidos y empleados para multiplicar la potencia natural hasta que en la última fase de su desarrollo, puedan sustituirla”.

• Ibidem, p. 148

IV. La violenciaIV. La violencia

• [...] la ciencia política [...] no distingue entre palabras clave tales como "poder", "potencia", "fuerza", "autoridad", y, finalmente, "violencia" —todas las cuales se refieren a fenómenos distintos, diferentes, que difícilmente existirían si éstos no existieran— [...] El empleo correcto de estas palabras no es sólo una cuestión de gramática lógica, sino de perspectiva histórica [...] Emplearlas como sinónimos no sólo indica una cierta sordera a los significados lingüísticos, [...] sino que también ha tenido como consecuencia un tipo de ceguera ante las realidades a las que corresponden.

• Ibidem, pp. 145–146

• [...] la ciencia política [...] no distingue entre palabras clave tales como "poder", "potencia", "fuerza", "autoridad", y, finalmente, "violencia" —todas las cuales se refieren a fenómenos distintos, diferentes, que difícilmente existirían si éstos no existieran— [...] El empleo correcto de estas palabras no es sólo una cuestión de gramática lógica, sino de perspectiva histórica [...] Emplearlas como sinónimos no sólo indica una cierta sordera a los significados lingüísticos, [...] sino que también ha tenido como consecuencia un tipo de ceguera ante las realidades a las que corresponden.

• Ibidem, pp. 145–146

IV. El ciudadanoIV. El ciudadano

El ciudadano debe estar dispuesto a contribuir activamente en la construcción de una esfera pública auto-realizadora, que tenga en cuenta la pluralidad y la responsabilidad por los otros.

La política debe brindar las condiciones para que la acción pueda desplegarse

El ciudadano debe estar dispuesto a contribuir activamente en la construcción de una esfera pública auto-realizadora, que tenga en cuenta la pluralidad y la responsabilidad por los otros.

La política debe brindar las condiciones para que la acción pueda desplegarse

IV. El poderIV. El poder

“El poder, (…), sólo es posible donde palabra y acto no se han separado, donde las palabras no están vacías y los hechos no son brutales (...) surge entre los hombres cuando actúan

juntos y desaparece en el momento en que se dispersan”.

“El poder, (…), sólo es posible donde palabra y acto no se han separado, donde las palabras no están vacías y los hechos no son brutales (...) surge entre los hombres cuando actúan

juntos y desaparece en el momento en que se dispersan”.

IV. El poderIV. El poder

El concepto de ´poder´ que defiende Arendt se caracteriza por no ser poder sobre la voluntad de otras personas, es decir, no es un poder como dominación

sino un poder como poder-hacer, como capacidad, como potentia de una comunidad de personas.

El concepto de ´poder´ que defiende Arendt se caracteriza por no ser poder sobre la voluntad de otras personas, es decir, no es un poder como dominación

sino un poder como poder-hacer, como capacidad, como potentia de una comunidad de personas.

IV. El poderIV. El poder

El poder de la comunidad consiste en:1. evaluar, en su calidad de espectadores

reflexivos, los correspondientes actos y tomas de posición innovadores, desviantes y negadores,

2. otorgar consentimiento y proferir elogios o increpar al actor con crítica y desprecio.

El poder de la comunidad consiste en:1. evaluar, en su calidad de espectadores

reflexivos, los correspondientes actos y tomas de posición innovadores, desviantes y negadores,

2. otorgar consentimiento y proferir elogios o increpar al actor con crítica y desprecio.

IV. Acción política y discursoIV. Acción política y discurso

La acción política y el discurso constituyen el espacio público, en el cual los agentes, en su actuar juntos, revelan los que son y lo que desean que sea el mundo.

La acción política es, pues, una actividad de autorrevelación colectiva.

Lo que está en juego en la acción es la constitución de fines, y con ello la constitución de la persona

La acción política y el discurso constituyen el espacio público, en el cual los agentes, en su actuar juntos, revelan los que son y lo que desean que sea el mundo.

La acción política es, pues, una actividad de autorrevelación colectiva.

Lo que está en juego en la acción es la constitución de fines, y con ello la constitución de la persona

IV.Espacio público y poderIV.Espacio público y poder

En el espacio público, el poder es un fin en sí mismo, y se manifiesta como protección y

promoción de la libertad a través del consenso

En el espacio público, el poder es un fin en sí mismo, y se manifiesta como protección y

promoción de la libertad a través del consenso

IV. La acción y la palabraIV. La acción y la palabra

El problema central de la política es la constitución de espacios donde los hombres puedan manifestarse a través de la acción y

de la palabra.La naturaleza del poder es completamente

distinta, e incluso opuesta, a la de la violencia. El concepto de poder está en estrecha

relación con el concepto de legitimidad.

El problema central de la política es la constitución de espacios donde los hombres puedan manifestarse a través de la acción y

de la palabra.La naturaleza del poder es completamente

distinta, e incluso opuesta, a la de la violencia. El concepto de poder está en estrecha

relación con el concepto de legitimidad.

IV. El poder es un fin en síIV. El poder es un fin en sí

“El poder, lejos de ser el medio para llegar a un fin dado, llega a ser la condición para que un

grupo de personas piense y actúe en términos de la categoría de medios y fines”.

(H. Arendt, Sobre la violencia, p. 48. )

“El poder, lejos de ser el medio para llegar a un fin dado, llega a ser la condición para que un

grupo de personas piense y actúe en términos de la categoría de medios y fines”.

(H. Arendt, Sobre la violencia, p. 48. )

V. CONCLUSIONES 1. La política es un asunto de todos

V. CONCLUSIONES 1. La política es un asunto de todos

Nuestro deber como ciudadanos es rescatar la

capacidad de ejercer poder con el fin de defender nuestros derechos. En este proceso no estamos ajemos a la violencia, sin embargo

contaremos con la legitimidad de nuestras acciones amparada por la legalidad de

nuestras instituciones.

Nuestro deber como ciudadanos es rescatar la capacidad de ejercer poder con el fin de

defender nuestros derechos. En este proceso no estamos ajemos a la violencia, sin embargo

contaremos con la legitimidad de nuestras acciones amparada por la legalidad de

nuestras instituciones.

CONCLUSIONES2. Poder lo gestan las opiniones

CONCLUSIONES2. Poder lo gestan las opiniones

El poder se genera en el apoyo o rechazo que

los ciudadanos prestamos a las instituciones, fundamentalmente a través de las opiniones,

expresadas, como estamos viendo actualmente en el Mundo Árabe y Europa, a través de las manifestaciones, las protestas,

las rebeliones, entre otras.

El poder se genera en el apoyo o rechazo que

los ciudadanos prestamos a las instituciones, fundamentalmente a través de las opiniones,

expresadas, como estamos viendo actualmente en el Mundo Árabe y Europa, a través de las manifestaciones, las protestas,

las rebeliones, entre otras.

V. CONCLUSIONES3. La violencia: pérdida de legitimidad del poder

político

V. CONCLUSIONES3. La violencia: pérdida de legitimidad del poder

político

Quien tiene la dirección política suele recurrir al incremento de la violencia cuando el poder que lo sustenta (legitimidad) disminuye.

Confundir el poder con la violencia y servirse de ella para alcanzar metas, por muy legítimas que puedan parecer, sólo conduce a la pérdida de legitimidad del poder político.

Quien tiene la dirección política suele recurrir al incremento de la violencia cuando el poder que lo sustenta (legitimidad) disminuye.

Confundir el poder con la violencia y servirse de ella para alcanzar metas, por muy legítimas que puedan parecer, sólo conduce a la pérdida de legitimidad del poder político.

V. PROPUESTAS 1. La constitución de ciudadanía participativa

V. PROPUESTAS 1. La constitución de ciudadanía participativa

La constitución de una ciudadanía participativa, éticamente responsable es el único camino para a mediano plazo superar la violencia

Sólo una ciudadanía comprometida puede orientar las prácticas políticas hacia una

reinstauración del ordenamiento institucional del Estado.

La constitución de una ciudadanía participativa, éticamente responsable es el único camino para a mediano plazo superar la violencia

Sólo una ciudadanía comprometida puede orientar las prácticas políticas hacia una

reinstauración del ordenamiento institucional del Estado.

V. CONCLUSIONES2.La vía democráticaV. CONCLUSIONES

2.La vía democrática Repensar las instituciones político jurídicas

propias de la democracia representativa de manera más participativa.

Pensar la democracia no solo como procedimiento de elección de los gobernantes sino también

como democracia económica y social. La legitimidad misma de la democracia como

sistema de gobierno radica en los valores de justicia que deben darse en su seno.

Repensar las instituciones político jurídicas propias de la democracia representativa de

manera más participativa.Pensar la democracia no solo como procedimiento

de elección de los gobernantes sino también como democracia económica y social.

La legitimidad misma de la democracia como sistema de gobierno radica en los valores de

justicia que deben darse en su seno.

VI. ColofónPoder sin violencia

VI. ColofónPoder sin violencia

La noción arendtiana de lo público como comunidad política nos permite reivindicar,

frente a la violencia, la palabra como forma de acción política.

La noción arendtiana de lo público como comunidad política nos permite reivindicar,

frente a la violencia, la palabra como forma de acción política.