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MARÍA MAGDALENA Preparado por Humberto E. Corrales Julio 2015

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MARÍA MAGDALENA

Preparado porHumberto E. Corrales

Julio 2015

Su nombre era María, que significa "preferida por Dios", y era natural de Magdala, ciudad a la orilla del Mar de Galilea, o Lago de Tiberiades; de ahí su sobrenombre de Magdalena.María Magdalena es venerada por la Iglesia católica oficialmente como Santa María Magdalena. Existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta santa católica.

MAGDALA

BETANIA

Tumba de Lázaro

Ruinas de Magdala

María Magdalena en el Nuevo Testamento

María Magdalena es citada en los evangelios canónicos en cuatro ocasiones:1. Alojó y proveyó materialmente a Jesús y sus discípulos

durante su predicación en Galilea. Se añade que anteriormente había sido curada por Jesús: “Le acompañaban los Doce y también algunas mujeres a las que había curado de espíritus malos o de enfermedades: María, por sobrenombre Magdalena, de la que habían salido siete demonios” Lucas 8:1-3.

2. Estuvo presente durante la crucifixión de Jesús y en el momento de su sepultura, por eso vio donde era colocado el cuerpo de Jesús. Se la menciona junto a María la madre de Santiago el menor.

3. En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la resurrección. Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás apóstoles.

4. Fue testigo de una aparición de Jesús resucitado.

Los citados son los únicos pasajes de los evangelios canónicos en los que se nombra a María de Magdala. La tradición católica, sin embargo, aunque sin apoyarse en evidencias textuales de ningún tipo, ha identificado con María Magdalena con otras mujeres que son citadas en el Nuevo Testamento.

La confusión con otras mujeres

Cuando algunos hablan de María Magdalena, equivocadamente se refieren a tres personajes de los evangelios, a quienes identifican con ella: 1. La mujer desconocida que unge la cabeza de

Jesús en casa del fariseo Simón el leproso, en Betania, mencionada en los Evangelios de Mateo y de Marcos.

2. La mujer pecadora de Betania, que unge con perfumes los pies de Jesús y los enjuga con sus cabellos en casa de Simón el fariseo, y mencionada por Lucas en su Evangelio.

3. María de Betania, hermana de Lázaro, a la que se atribuye en el Evangelio de Juan el haber ungido también los pies del Señor.

Mateo 26, 6-13La mujer anónima que derrama perfume sobre la cabeza de Jesús

Jesús se encontraba en Betania, en casa de Simón el leproso. Se acercó a él una mujer, mientras estaba a la mesa, con un frasco de mármol precioso lleno de un perfume muy caro, y se lo derramó en la cabeza. Al ver esto, los discípulos protestaban: “¿Para qué tanto derroche? Este perfume se podía haber vendido muy caro para ayudar a los pobres”.Jesús se dio cuenta y les dijo: “¿Por qué molestan a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es realmente una buena obra. Siempre tienen a los pobres con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre. Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella preparaba mi entierro. En verdad les digo: dondequiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, se contará también su gesto, y será su gloria”.

Marcos 14, 3-9La mujer anónima que derrama perfume sobre la cabeza de Jesús

Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el Leproso. Mientras estaban comiendo, entró una mujer con un frasco precioso como de mármol, lleno de un perfume muy caro, de nardo puro; quebró el cuello del frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Entonces algunos se indignaron y decían entre sí: “¿Cómo pudo derrochar este perfume? Se podría haber vendido en más de trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres”. Y estaban enojados contra ella.Pero Jesús dijo: “Déjenla tranquila. ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo es una obra buena. Siempre tienen a los pobres con ustedes y en cualquier momento podrán ayudarlos, pero a mí no me tendrán siempre. Esta mujer ha hecho lo que tenía que hacer, pues de antemano ha ungido mi cuerpo para la sepultura. En verdad les digo: donde quiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, se contará también su gesto y será su gloria”.

Lucas 7, 36-50La pecadora anónima que unge los pies de Jesús

Un fariseo invitó a Jesús a comer. Entró en casa del fariseo y se reclinó en el sofá para comer. En aquel pueblo había una mujer conocida como una pecadora; al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, tomó un frasco de perfume, se colocó detrás de él, a sus pies, y se puso a llorar. Sus lágrimas empezaron a regar los pies de Jesús y ella trató de secarlos con su cabello. Luego le besaba los pies y derramaba sobre ellos el perfume.Al ver esto el fariseo que lo había invitado se dijo interiormente: “Si este hombre fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora, conocería a la mujer y lo que vale”Pero, Jesús, tomando la palabra le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. Simón contestó: “Habla, Maestro”. Y Jesús le dijo: “Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientas monedas y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a ambos. ¿Cuál de los dos lo querrá más?”.

Simón le contestó: “Pienso que aquel a quien le perdonó más”. Y Jesús le dijo: “Has juzgado bien”. Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me has recibido con un beso, pero ella, desde que entró, no ha dejado de cubrirme los pies de besos. Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le quedan perdonados, por el mucho amor que ha manifestado. En cambio aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor”.Jesús dijo después a la mujer: “Tus pecados te quedan perdonados”. Y los que estaban con él a la mesa empezaron a pensar: “¿Así que ahora pretende perdonar los pecados?” Pero de nuevo Jesús se dirigió a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.

Juan 12, 1-8María, la hermana de Lázaro, que unge los pies de Jesús

Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Allí lo invitaron a una cena. Marta servía, y Lázaro estaba entre los invitados. María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume.Judas Iscariote, el discípulo que iba a entregar a Jesús, dijo: “Ese perfume se podría haber vendido en trescientos denarios para ayudar a los pobres”. En realidad no le importaban los pobres, sino que era un ladrón y, como estaba encargado de la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.Pero Jesús dijo: “Déjala, pues lo tenía reservado para el día de mi entierro. A los pobres los tienen siempre, pero a mí no me tendrán siempre”.

MATEOBetaniaSimón el leprosoMujer

desconocidaUnge la cabeza

MARCOSBetaniaSimón el leprosoMujer

desconocidaUnge la cabeza

LUCASNo especifica

Simón el fariseoMujer

pecadoraUnge los pies

JUANBetania

No se sabeMaría

hermana de Lázaro

Unge los pies

La identidad de María Magdalena como María de Betania y «la mujer quien fue una pecadora» fue establecida en la homilía 33 que el papa Gregorio I dio en el año 591, en el cual dijo: “Ella, la cual Lucas llama la mujer pecadora, la cual Juan llama María [de Betania], nosotros creemos que es María, de quien siete demonios fueron expulsados, según Marcos”.Difundida por los teólogos de los siglos III y IV, esta teoría gozó de mucha popularidad en el siglo XIX y constituyó un tema frecuente en la iconografía cristiana occidental.

¿Quién fue realmente María Magdalena?

Hoy en día se considera que el identificar a la mujer anónima que unge la cabeza de Jesús, a la mujer pecadora y a María de Betania con María Magdalena, es más bien una confusión "sin ningún fundamento”. La Iglesia Católica ha considerado oportuno atenerse sólo a los datos seguros que ofrece el evangelio.De modo que hoy podemos asegurar que María Magdalena no fue "pecadora pública", "adúltera" ni "prostituta", sino sólo seguidora de Cristo, de cuyo amor ardiente fue contagiada, para anunciar el gozo pascual a los mismos Apóstoles.

En 1969, el papa Pablo VI retiró del calendario litúrgico el apelativo de “penitente” adjudicado tradicionalmente a María Magdalena; asimismo, desde esa fecha dejaron de emplearse en la liturgia de la festividad de María Magdalena la lectura del Evangelio de Lucas acerca de la mujer pecadora.Desde entonces, la Iglesia Católica ha dejado de considerar a María Magdalena una prostituta arrepentida.

OraciónSeñor, Dios nuestro, Cristo, tu unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de ella, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.

Santa María Magdalena