marcuse, herbert. el hombre unidimensional. ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial...

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-.¡d¡*_f DOMINACIÓN En la reaiidad social, a pesar de todos los cambios, la dominación del hombre por el hombre es todavía Ia continuidad histórica que liga a la razón pre-tecnolo' gica con la tecnológica. Sin embargo, la sociedad que proyecta y realiza la transformación tecnológica de la naturaleza altera la base de la dominación reemplazan- do gradualmente la dependencia personal ( del esclavo con su dueño, el siervo con el señor de la hacienda, el señor con el donador del feudo, etc.) por la depen- dencia al "orden objetivo de las cosas" (las leyes económicas, los mercados, etc.). Desde luego, el "or- den objetivo de las cosas" es en sí mismo resultado de la dominación, pero también es cierto que la domi- nación genera ahora una racionalidad más alta: la de nna socieciad que sostiene su estructura jerárquica mientras explota cada vez más eficazmente los recur- sos mentales y naturales 1' distribuye los beneficios dc Ia explotación en Lrna escala cada vez más amplia. Los límites de esta racionalidad, y su siniestra fuerza, aparecen en la progresiva esclavitud del hombre por parte de un aparato productir,'o que perpetúa la lu- cha por la existencia y la extiende a una lucha inter- nacional total que arruina las vidas de aqueiios que construl'en y usan este aparato. En este punto, se hace claro que algo debe estar mal con la racionalidad del sistema mismo. Lo que está mal es la forma en que los lioriibres iran organizado su trabajo social. Esto ya no está en duda en los tiem- pos actuales cua:ido, por un lado, los mismos grandes empresarios están dispucstcls a sacrificar las ventajas cle Ia emprcsa privada y la "libre" competencia a las ventaias cic las órdenes y las rcgulaciones del gobier- no, nrientras, de ctro la¿lo,Ie cónstrucción soüalista situc procecliendomeCientc l;r ciominación pr-ogresiva. Sin embargo, la pregunta no puedé queclarsc en ese 163 el q- -L*,.-J, v<4 í*I I *! on --9- í r,I ,a.4*.- t A-{r.+., , L16s.i I rT. _t t I iI '$

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DOMINACIÓNEn la reaiidad social, a pesar de todos los cambios, la dominación del hombre por el hombre es todavía Ia continuidad histórica que liga a la razón pre-tecnolo' gica con la tecnológica. Sin embargo, la sociedad que proyecta y realiza la transformación tecnológica de la naturaleza altera la base de la dominación reemplazando gradualmente la dependencia personal ( del esclavo con su dueño, el

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Page 1: MARCUSE, Herbert. El hombre unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada, Ed. Joaquín Mortiz, México, 7ª edición, 1970, trad. Juan García Ponce,

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DOMINACIÓN

En la reaiidad social, a pesar de todos los cambios,la dominación del hombre por el hombre es todavía Iacontinuidad histórica que liga a la razón pre-tecnolo'gica con la tecnológica. Sin embargo, la sociedad queproyecta y realiza la transformación tecnológica de lanaturaleza altera la base de la dominación reemplazan-do gradualmente la dependencia personal ( del esclavocon su dueño, el siervo con el señor de la hacienda,el señor con el donador del feudo, etc.) por la depen-dencia al "orden objetivo de las cosas" (las leyeseconómicas, los mercados, etc.) . Desde luego, el "or-den objetivo de las cosas" es en sí mismo resultadode la dominación, pero también es cierto que la domi-nación genera ahora una racional idad más al ta: la denna socieciad que sostiene su estructura jerárquicamientras explota cada vez más eficazmente los recur-sos mentales y naturales 1' distr ibuye los benef ic iosdc Ia explotación en Lrna escala cada vez más ampl ia.Los límites de esta racionalidad, y su siniestra fuerza,aparecen en la progresiva esclavitud del hombre porparte de un aparato productir,'o que perpetúa la lu-cha por la existencia y la extiende a una lucha inter-nacional total que arruina las vidas de aqueiios queconstrul 'en y usan este aparato.

En este punto, se hace claro que algo debe estar malcon la racional idad del s istema mismo. Lo que estámal es la forma en que los l ior i ibres i ran organizado sutrabajo social . Esto ya no está en duda en los t iem-pos actuales cua: ido, por un lado, los mismos grandesempresarios están dispucstcls a sacr i f icar las ventajascle Ia emprcsa pr ivada y la " l ibre" competencia a lasventaias cic las órdenes y las rcgulaciones del gobier-no, nr ientras, de ctro la¿lo, Ie cónstrucción soüal istasi tuc procecl iendo meCientc l ; r c iominación pr-ogresiva.Sin embargo, la pregunta no puedé queclarsc en ese

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ffi€ '#iüil ii,iffii:i+¡e',¡íri4i'.-;:i', punto.'.. la organ.r:¿aclon' equrvocaoa. oe Ia' socreffro ef¡- \rr:i Le una explicáción más ámplia en vista:dé Ia situación ,\

laevr uvosv e¡ l,ru¡wrl,¡rr, .rv ¡¡gHá,llv(,:gDLi¡ r¡;I¡ tlr' ur,ro¡ü¡v_v¡.

I o i nh umano én la -'humaii izición;; laí, ¿i'iláüfi id. :Uii¡"i,lá]liberación. Esta dinámica es la ile la realidad y'üdIa de Ia mente, pero es la de una realidad en la que lat'imente científica tiene una parte decisiva en la tarea ,

que, desde eI prin-cipio;.1

de reunir la raz6n teórica y la práctica.

de la sociedad industrial avanzala, en la que la inte-.gración de las fuerzas sociales anteriormente negativaly trascendentes con el sistema establecido parece crearuna nueva estructura social.

Esta transformación de la oposición negativa enpositiva señala el problema: la organización "equivo-cadz", al convertilse en totalitaria en sus bases in-ternas, rechaza las aiternativas. Por supuesto, es bas-tante natural, y no parece exigir una explicaciónprofunda, el que los beneficios tangibles del sistemasean consiclerados dignos de defenderse: especialmen-tó a Ia vista de la Íuerza repelente clcl cbmunismoactual que parece ser l" olta'-'.-,tiva histórica. Perosólo es natural para una for-m^- de pensamiento y deconducta qu.; no dcsea y quizás r:s incapaz de com-prcnder lo qr-re cstá pasanclo y por quó está pasando,una foruna de pensamiento y conciucta que es inmunea cualquier orden que no sea la racionaliclad cstable-cida. En el grado en qlre corrcsponden a la re¡lida<i$ada., c l pensamiento y la ccncluctr expresan un-a falsaconciencia, respondiendo 1' contribuyendo a la prc-sen,ación de un faiso orden de hechos. Y esta falsaconcrencie ha l legado a estar encerrada en el aparatotécnico prevaleciente que A slr \ ¡cz la reprociuce.

Vii' i¡nos y rnorimos racional y productivamente. Sa-bemos que la destrucción es ei precio del progresocorlo Ia mucrte es el l i i 'ecio cle la vic la. que la renun-biación y* cl esfuerzo son los prerrequisidbs para iagratificación y el placer, que los ncgocios deben iraclciante y quc las al ternat ivas son utópicas. Esia ideo-logía ¡rertenece al aparato social estableciclo; cs unrcquisi to r iara su cont i i iuo funcionamiento y es partede s'r racional idaci .

Si¡i embargo, cl aparato derrota a su ilropio propo-si to porqug 5rr pfopósito es crear un¿r existencia hu-mar:a sobre la base clc una naturalez¿t humanizada,Y si éste no es su pr-opósito, su racional idad es toda-vía nnás sospechosa. Pero rambién es más lógico por-

164

La sociedad se reproduce a sí misma en un creciente ordenamiento técnico de cosas y relaciones queincluven la utilización técnica del hombre; cn otraspalabras, Ia lucha por Ia existencia y la explotacióndel hombre y la naturaleza llegan a ser incluso máscientíficas y racionales. El doble sentido de "racio-nalización" es relevante erl este contexto. La admi-nistración científica y la división científica del trabajoaumentan ampliamente la productividad de la em-presa eccnómica., pol í t ica y cul tural . El resultacio es:cl más al to nivel dc vida. Al mismc t iempo y sobre.Ias mismas bases, esta emprcsa racional produce -qnmodelo cle mental idad y conducta que just i f ica yal i .suclvc incl¡ :so los aspcctos nr/ ts destruct ivos y opre.: ; ivos clc la crnprcsa. La racional idad tócnica y cien-t í f ica y ia manipulaci i -¡n c.stán solcladas cn ; iuevas for-mas dc control sccial . ¿Puede uno descansar trarnqui loasumienclo quc estc resultado ant ic ientí f ico cs el pro-ciuctrr de una ui i l icaciórz social específ ica de la ciencia?Yo crco que le dirccción gcneral cn la que l legó a serapl icado era inhcrente cn Ia ciencia pura, inclusocuando no se buscaba ningún propósito práct ico, yque puccle ic lent i f icarse el punto en el que la tazón.tcór ica se ccnvicrte en práct ica social . En este in-tcrrlo, recorclaré brevcmente los orígenes mctodoló-gicos de Ia n'¡cva racional idad, contrastánciolo con losaspectos dei modelo pretecnológico discui ido en elcapÍtulo anter ior.

La cuant i f icación de la naturaleza, que l levó a su ex-pl icación en términos de cstruc¡ui 'as matemáticas,separó a la real idad de todos sus f ines inherentes y,consecuentemente, separó lo verdadero de Io bueno,Ia ciencia de la ét ica. r \o importa cómo pueda def inirairora la ciencia la obiei iv idad de la natr-¡raleza v la

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16s

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fl-ilijclgnLlucBlngl¡t€:' en .i fcflllllluI '.:i(¡t'.r¡'r |;aI¡s.ÍD" rf¡l(llEJ r

ffi.!:p-ir-ie ¿J tó consiitutivó-quJ puéaa ser el papel::del;i:t:. süjeto como punto',de obserwación, cáIcrrlo y medida, 'j este Sujeto no puede jugar su papel cientlfico como

.agente ético, estético ó polltico. La tensión entre laraz6n por un lado y las necesidades de la población(que ha sido el cbjeto pero raramente el sujeto de la

#fl iifríeüfi tíCá*tit: il'üiüiei'sóio j son lidealesi' ; no perturbafiindebidamedte la forma de vida establecida-v no son

niiflcadíén te ii'éii: l

razónl por el otro, ha existido desde el principio del+.¡¡r-.-. ,pensamiento filosófico y cientffico. I-a "naturaleza de

las cosas", incluyendo la de la sociedad, fue definidapara justificar la represión e incluso la supresión

, iomo perfcctamente racionales. El verdadero conoci-' ' miento v la razón demandan la dominación sobre

' -si no ia libcración de- los sentidos. [.a unión deLogos y Eros lleva ya en Platón a la supremacía de l-o-gos; en Aristóteles, la relación entre el dios y elmundo moviclo por él es "erótica" sólo en términosde analogía. Entonces la precaria liga ontológica en-' tre logos y l3ros se rompe y la racionalidad científicaapaiece corno csencialmente neutrai. Aquello por loque la naturulcza (incluyendo al hombre) debe estarluchando cs cic¡r'líficamente racional sólo en términosde las leyes gcncrales del movimiento: físico, químicoo biológico.

Fuera cic csta racional idad, uno vive en un mundode valorcs y los valores separados de la realiclad ob-jetiva se hacen subjetivos. La única manera de res-

' catar alguna validez abstracta e inofensiva para ellos'parece ser una sanción metafísica (la ley divina y na-tural). Pero tal sanción no es verificabÉ y por tantono es realmente cbjetiva. Los rraloi'es pueden teneruna dignidad más alta (moral y espiritualrnente), perono son reales y así cuentan menos en el negocio realde la vida -cada vez menos mientras más alto sonelevadcs por encíiita de la reaiidad.

La misma desrealización afecta a todas las ideas que,i)or su misma naturaleza, nc pueden ser ver i f icadasmeCiante un método cientí f ico. No imnorta cuantoscan reconociclas, respetadas y sant i f icadás, en su pro-

' ¡rit> clcrccl:o, sufren de no ser objetivas. Pero precisa-¡r'lcntc su falta de obietividad las convierte en factores

' tis

invalidadas por el hecho de que Ia conducta dictada".liiuTffipor las necesidades diarias de los negocios y Ia polf- ,:ii',i:l.$tica las contradice.

Si lo bueno y lo bello, la paz y la justicia no pue-den ser deri'.'adas ya sea de condiciones ontológicaso cientlfico'racicnales, perrnaneccn como asuntos depreferencia y ningún rcsucitamiento de algún tipocie filosofía aristotélica o tomista nuedc salvar la si-tuación, porque es refutada a rtiiori por la tazór:-cientí f ica. El carácter "acientí f ico" de estas ideas de-bilita fatalmente la oner:rrión a la realidad estable-cida; las ideas se convie.ten en meros ideales y suconteniCo crítico y concreto .sc evapora cn la atmós-fera ética o metafísica.

Sin embargo, parodój icamcnte, el mundo objet ivo, alque se ha dejado equipado sólc con cuaiidades cuanti-ficables, llega a ser cada vez más dcpendiente delsujeto para sü objet iv idad. Este largo proceso em-pieza con la algebrización cle la geometría que reem^plaza las figuras geométricas "visibles" ccn purasoperaciones mentales. Encuentra su forma extremaen algrrna concepción de la f i losofía cientí f ica con- 'temporánea, de acuerdo con Ia cual toda la materiade la ciencia f Ís ica t iende a disoiverse cn relacioneslógrcas o matemáticas. La misma noción de una sus-tanc!a ob_ietiva, cavada ccntra el ,sujeto, parece cies-integrarse. Desde muy di ferentes cl i recciones, los cie.n-t í f icos y los f i lósofos de la ciencia l legan a hipótesissimilares sobre la exclusión de géneros particulares decnt ldades.

Pt ' r ejemplo, ia f ís ica "no mide las cuai idacies obje-tivas ciei mundo exterior y matcrial . . . éstos son sólolos resultados obtenidos por el luglo dc taies opera-ciones".1 Los obietos Derrnanecerr sólo como " inter-mediar ios convedientes^", como "proposiciuires cul tu-

1 Herbert Dingler, en Nature, r.ol. 168 (ig'l), p. ó30.

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iet

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de su inletprctación en términos de metafísica pita-górico.platt'r¡ric¿r, Ia Naturaleza matematizada, la rea-lidad cicntllica ¡rarece ser una realidad de las ideas.

Estas sou clcclaraciones extremas y están rechazadaspol inter¡rt'ctaciones más conservadoras, que insistenen que la.s ¡rruposiciones en la fisica contemporáneatodaria sc rcf icren a "cosas físicas".3 Pero las cosasfísicas rc.sr¡ll¿r¡¡ scr "sucesos físicos" y entonces lasproposicioncs sc refieren a (y se refieren sdlo a) atri-butos y t't ' l l¡r:ir¡r¡cs que caracterizan varios tipos decosas y proccs()s físicos.a Max Born declara:

. . . la tcot ' f ¡r r lc l¿r relat iv idacl . . . nunca ha abandonadotodos los ilrtcnt<.¡s clc asignarle propiedades a la ma-

' te¡- ia. . . l l 'c¡r¡ l ¡ r mcnudo L¡na cant idacl nrecl iblc no csuna pro¡ric¡l:rrl clc una cosa, sino una propiedad de sur, : . i ;c i t i t t c( ,r¡ () l r '¿ls cosl ' rs. . . La mayor parte de las me-ci idas crt l Ís iur ¡r<¡ cstírn cl i rcctarnente preocqpadas conias cos¡t : ; ( lu(, : n()s i ¡ tc icsan, sino con alguna clase de

' p.o.-r 'ecci t i ¡ t . t ' l ¡ ¡rrrnclo to¡uaclc en el ser i t ido más ampl iot ;o:: ihlC.í

Y \, \ ' . I - [c: is( ' r r l ) ( . r ' rJ :

Lo quc ¡ l ()s() tr ' ( ,s cstablecenros matern/t t icamcnte cs un

estructura dei sueeso o la relación. En otras palabfas,'el sujeto tratado aquí es ano constitutivo; esto es, unsujetó posible para el que algún d'ato debe ser_o que.de ser-concebible como suceso o relación. Si éstees el caso, la declaración de Reichenbach será verda-'clera todavía: las proposiciones en física pueden for'mularse sin referénciás a un observadot real, y las"perturbaciones por medio de la obsewación" se debln no al observador humano, sino al instrumentocomo "cosa física".?

la estructura de la mente: una interpretación que

cont iene un fuerte elemento ideal ista-:

. . . los objetos inanimados, sin duda, sin e-rror, s imple-mcn¡e por su existerrcia, están integrando las ecua'ciones áe ias cuales no saben nada. Subjetivamente,la naturaleza no es mental: no piensa en términos ma-

{ ' * t ¡ ¡4.-

l : ¡ i i . _. - . - r ¡1r I , . ig i66g.. : ; ' ' I R.ei . ' l r . ' ; r l r ¡c i r , en Phi i ipp G. Frank (cd.) ,, ,1 \ ' : - . i I i l i ¡ ! - t t , 'or ies (Boston, Reacon Press,rc; t ; , - : . : , tor \ . l . r lF Gri . inhaum).

; : . j ,1Í Gi- i : : i l raum, íbíd., pp. 87 s.! , Ib:,d., F; ' . SS s. (ctrr.siyas del autor).

r 68.

,; "iJbcr Ccn Begriff 'Abgeschlossenelo! . l I , Ne 1. l9{8, p. 333.

; Phil ipp G. Frank, lc.rc. cif., P. 85.

The Vaiidatíott1954), pp. 85 s.

Theorie,' " en Dialectica,

1o,","'' ii;*ff iiiltiü$ii,";rili"p*iuilia"á"r"-: pu¿¿¿;' ser ;ispifi¿uh"ñ;íié ou¡ea-.'1fivos sólo para un sujeto: no sólo en térrninos.deobservación y medida, sino en términos de la miima ':

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; Í;ehi,bblüüiüüéá?e :lá. iiatüníGá, áí iBét pcnsada enrtérminos matemáticos.8 : i

rección de la transformación de la naturaleza,l,niza la totalidad.

Acabamos de ver que la filosofia con

Ia naturaleza. Sin embargo, la nueva forma de pen- .r,samiento pone de nuevo al idealismo "a sus pies"- ;Hegel epitomizó la ontología idealista: si la razónes el común denominador del objeto y el sujeto, lo es .como síntesis de los opuestos. Con esta idea, la onte 'logÍa abarcó la tensíótt entre objeto y sujeto; fuesaturada dc concrcción. La rea.lidad de la raz6n eracl juego dc esta tensión en la naturaleza, la historiay ia f i losofía. Así, incluso el s istema más moníst icomantenía la idea de una sustancia gue se desenvuelvea sí misrna cn sujeto I ' objeto: la idea de una real i -da<1 antagónica. El espír i tu cientÍ f icc ha debi l i tadocada vcz más este aniagonismo. La filoscfía cienti-fica moderna puede cmpezar muy bien con la nociónde dos sustancias, res cogitans y res extensa; peroconfoi-mc la materia alcanzada se hace comprensibleen ecuaciones matemáticas que, trasladadas a la tec-nologra, "rehacen" esta mateiia, la res extensa pierdesu carácter como sustancia independiente.

I-a antigua división del mundo en procesos objetivosen el espacio y el tiempo y en la mente en la queestos procesos se reflejan -en otras palabras, la dife-rencia cartesiana entre res cogitans y res etctensx-,)'a no es un pr-rnto Ce partida adecuado para nuestracor-¡nrrnsión de la c iencia moderna.:o

1r, 1\' He'cenbers, The P/z_r'sicisf's Conception of Nature (Lon-clres: i{utclrinson, 1958), p. 29. En s¡r Pá_r'sícs and Phítosophy( Londies: Alle¡r and Unrvin, 1959), p. 83, Heisenberg escribe:"[-a'cosa en-si-:nisma'es para ei iÍsico atórnico, si usa en algocste conccpto, una estructura matemática finalmente; peroesta estructura es -contrariamente a Kant- deducida indi-rectarnente de la experiencia."

t7t_

L9v¡vsr:v.r

es" cede 'ante'"¿f ill5ieñdd iriSbada su erectivid#;";;1;;óli,ii"if,¡i$-Hffi;a príori: predeterrnina la experiincia, pioyü:talii

de la ciencia parece estar luchando con un elemento-$ídealista y, en sus formulaciones extrernas, :9 mqqlve peligrosamente cerca de un concepto idealista de

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l'aür'fiüfálíi' t '¿ . .. ducla cn

-_tu BttDlo terrcno también. iéiálo

t.z

que, el IJgr¡ -cnr.tcslnno, en último análisi!, no era

realmcnlo une $ustn¡rcla independiente sino más bienel "reslduo" o lftuitc tlc cuantificación; parece ser quela idea clcl rtirirtlo tlc Galileo como rei extens¿ "uni-

nicaS.en'sui

versal o .nbsollrlnrnerrtc ¡)ura" dominaba a priori laconcepción c¡tr,los:::rln.rr i-¡,tr tal caso, el dualismo car-esiano scrfu rlecc¡rtilo y el ego.sustancia pensante

cle Dest:nrlt-.s sr.r.(n tigtral

á l^ ,el extensa, antlcipandocl zujcto cit'r¡li l ' icp ilc obser-vación y medida cuanti-f icablt :s. El t [ rrr l is¡¡ .¡ c le Descartes impl icaría ya sun-cgacitin; ¿¡cl¡rr'¡r¡'f¡r u¡rtes que cerraría el camino haciacl es[¡rblccirni t : ¡¡¡1¡ dc un universo cientí f ico unidi-¡uensit¡n¿rl crr r . l t ¡ rrc: Ia naturaleza es "objet ivamentedc l : r rncnlc". . , i . , , , del suieto. y este sujeto estárclacir¡rurr l () ( . (¡n slr rurrnclo i le , . rna n- lancra muy cs-¡rcc: i l r l :

-_. .1: t turf rr¡ ' i l l t . . . : r . .c l rucsta bajo el s igno del hombre ac-I ivt¡ , t lc l l to¡ l r l , r ¡ . . ¡rrc ' inscr. ibe ñ técniá en la naturaleza.Lz

l- l t t ' i r ' ¡ rc i l r t i t . l . r rraturaleea se clesarrol la ba. jo elt t ¡ t r . ' i t t t ' i ! , 'e r¡olr i i : i . . ( ) que proyecta a la naturaleza c<¡mou. l r r ¡ rs l ¡ r ¡n l ( . l l to Pqr¡g¡¡6lal , t rn equipo de control y or-l l l l t l lz:r( ' t ( ) l r . \ ' l l r urrrcnsión de i¿r naturaleza comoinsl rrrnrcrr( t l ( l r i ¡ . rqr1qr t ico) precede al c lesarrol lo cle tocla(¡r 'guniz:rci t in l r . i , . . r r ice part icular :

' 11. l l rortr l r rr . lu(r \ lL.rno toma la totai idacl c lel ser como

l l .

rente a los fi¡res políticos; puede re volucionar o retra'sar una sociedad. Un computador electrónico puedeservir igualmente a una administración capitalista osocialistá; un ciclotrón puede ser una herramientaigualmente eticaz para un partido de la paz

-comopára ,.,no cle la guérra. E:j!r: net-rtraiidad es refutadapor Marx en la controvcrsi."'a declaración de que_un;'molino de mano te hace socic de un señor feudal;'un molino de vapor te hace socio de un industrialcapitalista".l4 Y ésta declaración es modificada másaúh en la misma teoría marxista: la forma social déproducción y no la tócnica es el factor histór ir-o básico. 'Sin embargó, cuando la técnica llega a ser la formauniversal di la producción material, circunscribe todauna cultura, pruryecta una totalidad histórica: un"muuclo".

¿.Podeui,,s decir que la evolución det método cientí'i ico "refleja" merámente la transformación de la rea-liCad natural en realidad técnica dentro del procesodc Ia civilización inciustrial? For-mular la relación

r.1 X4artin Ileiclegger, Holztvegc (FranlJurt, Klostermann,1950), pp. 2óó ss. Veilambién su Vortriige attd Aufsiitze (Pfüllin-gen, Günther Neske, 1954), pp. 22-29.- aa The Pot'erty of Phitoióphy, capÍtulo rr, "Segr''lda Q!se¡-vación", en A Ilantlbook of Marxísrzz,-ed. E. Burns, Iriueva York,i935, p. 355.

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ft m:''i;'r¡iFiffii ffi i#.-WBffi if ffinueda ser la c0nerdÓR entre los dos-desarrouoff;. implican ni sé. ¿éftn"r, entre sí,' 'I;á'

or.rr¡r tto es cicncla npllcadn; conserva su identidad yiu ralidez apartc clt: su utilización. Más aún, estanoción de la nuürullúad esencial de Ia ciencia secxtiende también n l¡t técnica. La máquina es indife-rente a los usos st¡cittles quc se hagan de ella, en tantoesos usos estén tlcnlt'o ctc sus capacidades técnicas.

Ante el caráctcr intcrno instn¡mentaiista del méto. ...$q científico, csla ittlcrprctación parece inadecuada.

Ü¡ia relación más f t t l i ¡na l )arecc prevalecer entre elpensamiento cicnl í l ' ico y su apl icación, entre el uni-i 'erso clel razonamicrrlrl cicntífico y el del razona-mic-nto y la conducl l r r¡rc l i r rar ios; una relación en laquc ambos se mucv('n bajo Ia misma lógica y raciona-l ic iad cle la dominaci l ¡n.

En un desarrol lo pirrrr tk i i ico, los esfuenos cientí f icospera establecer Ia r ígir l r r obfet iv idad de la naturalezaconCttcen a una clcsrrr :r tcr ial ización cada vez mayorclc la ¡raturalcza:

' La i , lca de una n¿rtrr¡ '¿r l r .z¿r i ¡r f in i ta gue existc como tal ,r.-sta idea que tcncnrr)s (t(rc clesechar, es eI mito de la

' ciéncia moderna. La cit.lrcia ha emDezado destruvendoel rnitc de la Eclacl Mcclia. Y ahora ia ciencia se ve for-zada por su p_ropia consistencia a comprender quemerhmente ha levantado otro rnito en su lugar.lb

F.l proceso, que empieza con Ia eliminación de sus-tancias independientes ) ' causas f inales, l lege a la idea-l ización de la objet iv iáad. fero es una

- iñeal ización

inLri ' .específ ica, en la que eI objei .o se const i tuve a'í m,ismo en una- relación bastantc prtíctica coh elsu icto:

, \ ' qui 'es !a mater ia? En la f ís ica atómica, la mater ia' iicfinp por sus posibles l-eacciones a experimentc,s;r :¡ í lnos ] , por las ]cvcs uiatenrát icas _esio t :s, inte_

' ( I : . . \ 'crn Wei: ls¿icl:cr, 7' l te I l istorl , oi i , [aturc, lcc. ci t . ,

sf misma tecnológid:

La ciencia pragmática tiene la opinión de la aaturalezaque corresponcie a la edad té¿nica.rz

En el grado e¡¡ el que este operacionalismo llega aser el centro de la empresa científica, la racionali-dad asume la forma de la construcción metódica; or-ganización y tratamiento de la materia como el simplematerial de control, como instrumentaliCad que selleva a sí misma a todos los propósitos y fines: ins-trumentalidad per se, en "sí misma".

I-a actitud "correcta" hacia la instrumentalidad esel tratamiento técníco, el logos correcto es teano-Iogí.a.,que proyecta y responde a una realidad tecttológica-teEn esta realidad, tanto la materia como la ciencia esneutral ; la objet iv idad no t iene ni un telos en sí mis-ma ni está estmcturada hacia un telos. Pero es pre-cisamente su carácter neutral el que relaciona laobjet iv idad a un sujeto l i istór ico específ ico; o sea, aIa conciencia que prevalece en la sociedad para laque y en la que esta neutralidad se establece. Operaen las precisas abstracciones que constituyen la nue-va racionalidad: como un factc¡r interno más bien

lc ' Ibíd., p. 142 (cursitas del autor).t t tota. , p. t r .18 Espero que no se me malinterpretará como si sugir iera

que los conceptos de la física matemática son nombradoscomo "herramientas", que tienen ui-ra iniención técnica prác-t ica. [ .a tecnología es más bien la " intuición" a priori o apre-hensión del universo en el que la cien:ia se mueve, en el quesc consti tul 'e a sí misn:a como cic¡cia pura. La ciencia purapcrrnancce comprometida con cI a príorí del que se abstrae.Scría más ciaro hablar del horizor:fe instrumental ista de lafÍsica maternátira. Ver Suzanne Bachelard. La Conscience.de rat ional i t i (París: Presses Universi ta i res, 1958), p. 31.

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, , 'libre de valores y no estipula ningrln fin práctico, es"Deutral" a cualesquier valores extraños que puedanimponerse sobre ella. Pero esta neutralidad es uncarácter positivo. L¿ racionalidad científica requiereuna organización social específica precisamente por-que proyecta meras forrnas (o mera materia: en esteterreno, ios términos de otra manera opuestos, con-vergen) quo pueden llevarse a fines prácticos. Laformulación y la funcionalización son, antes que todaaplicación, la "forma pura" de una práctica social con-creta. Mientras la ciencia iiberaba los fines naturales

'de los inherentes y despojaba la mater ia de todas. las cual idades que no sean cual: t i f icables, la socieclad

liberaba a Ios lrombres <ln la ierarquía "natú,ral" de ladependcncia pcrsonal v los rclacionaba entre sí c leacuc:- l lo con cual idades cuant i f icables; o sea, comounidade.s del pocler abstracto cle trabajo, calculableen uniclades de t . icmpo. "Gracias a la racional izaciónde las formas clc: traba.io, la eliminación de las cua-l idades cs translcr ida clel universo de la ciencia alde la exper.iencia cliaria.." 1e

Entrc los clos l )rocesos de cuant i f icación cientÍ f icay social , ¿l ia l ' a lgúrn paralel isrno y causación o suconexión es simplcmente obra de la vis ión sociológicarezagacla? La discusión anterior propuso que !a ñue-va racional idad cicntí f ica era en sí misma, en su mis-ma a.hstlacción y pllreza, operacional en tanto quese desan'ol laba baio un horizonte instrumental ista.La obsertación y el experimento, la organrzación me-todológica de los datos, las proposiciones 1, conclusio.

'nes nunca se real izan en un espacio sin é'structurar,neutral , teór ico. El proyecto Cc conocimiel t to envuei-ve operaciones coll objetos o abstracciones de obietosque existen en un universo dado del razonamiento 1'de la acción. La ciencia observa, calcula y teor izadescle una posición en ese universo. Las esirellas queobservaba Galileo eran las mismls en Ia antieüedadciásica. pero el di ferente univeiso de ratonui l i "nto

. rr) l\1. Ilolkheinrcr y T. W. Adorno, Diatektik der .lufkiiirtutg,¡ r , r : . ( : ¡ i . , p. i0.

11A

racionalidad científica gracias aI cual es una'tecno-logía a priorí, y el a priorí de una tecnologla espe-cífica; esto es, una tecnología como forma de controlsocial y de dominación.

El pensamicnto científico moderno, en tanto quees puro, no proyecta metas prácticas particulares niformas particulares de dominación. Sin embargo,no existe tal cosa como la dominación per se. Con-f'orne la teoría procede, se abstrae de, o rechaza, uncontexto factual teleológico: el del universo del razo-namiento y la acción dada y concreta. Es dentro decstc unir¡erso que el proyecto científico se realiza ono se realiza, que la teoría concibe o no concibe lasaltcrnat ivas pclsibles, que sus hipótesis subvierten o ex-t icnCcn Ia rcal ic lad prestablecida.

Los pr incipios dc la ciencia moderna fueron estmc-trrrados ct príor i de tal rnodo que pueden sen' i r comolnsirumcntos conceptuales para un unirrerso de co4-trol procluctivo autoexpansivo ; el oper:acionalisr¡o teó-rico llegó a corresponder con el operacionalismo prác-t ico. El nrétodo cientí f ico que I leva a la dominacióncacia vez más efectiv¿r de Ia naturaleza llega a proveer¿rsí los conceptos puros tanto corno los instrumentospara la clominación cada vez más efectiva del hom-bre nor el hombre a lravés de la dominación de lan¡.turaleza. La razón teórica, p€lrrtat-leciendo pura yncr¡ i r-ai . entra al sen' ic io c1e la rnzón práct ica. Lar-¡niórr rcsulta bcnéf ica para ambas. Hoy, la domina-ciórr sc ¡rerpctúa y se e:: t iendc a sÍ misma no sólo atr-a\'(is cic la tecrrología sino conto tecnología, y lar i l t in ' : r r)ro\ . 'ec l t i gran leei t i inación .Jei poder polí t icocu crprnsir in, que absorbe toclas Ias esferas de lacLr l t t r ra.

En cste ' . rniverso, Ia tecnología también prorree lagran racionai ización para la fal ta Ce l ibertad del hom-

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i -*t{.-

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quinas; reinar sol)re una población de máquinas ava-sallando a fodo cl mundo es todavia reinar, y todo

' reino implica la aceptación de esquemas de servi-dumbre.so

La'incesante dináurica del progreso técnico ha lle-gado'a estar permcabilizada de contenido político, yel Logos,de las técnicas ha sido convert ido en unLogos de continua servidumbre. La fuerza liberadcrade la tecnblog''a -la instrumentalización de las co-sas-. se conviertc cn un encadenamiento de.la libera-ción; la instrumentalización del hombre.

Esta interpretación ligaría el proyecto cientÍfico (mé-todo y teoría), anteríor a toda apl icación y ut i l iza-ción, a un proyecto social específico, y vería Ia Iigaprecisamente en la forma interior de la racionalidadcientífica, p. ej., en eI carácter funcional de sus con-

:ri Gilbert Simonclon, Du l4ode d'existence ties obiets techni-r¡rres (París: Aubier, 1938), p- 127.

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:'q :; j';'"; i: i: ;1,;l Ícep! jt$$"i"""¿,ü*#ü,

expresión lógico-matemática) sería el horizonté de '1una práctica social concreta que se preservarí¿ en eldesarrollo del proyecto científico.

Pero, incluso aceptando el instrumentalismo inter-no de la racionalidad científica, esta asunción no esta-blecería todavía Ia validez sociológica del proyectocientífico. Concediendo que Ia formación de los con-ceptos cieni í f icos más abstractos todavía preserva lainterrelación entre sujeto y ob. jeto en un universodado de razonamiento y cle acción, la liga entre larazón teórica y la práctica puede ser entendida enformas muy diferentes.

_-Tal interpretación difercntc es ofrecida por JeanPiaget en su "epistemología genética". piaget inter-preta la formación de conceptos científicos en térmi-nos de di ferentes abstracciones de una interrclacióngeneral entre sujeto y objeto. La abstracción no pro-cecie ni del rncro objeto, de tal modo que el sujetofuncione sólo como el punto neutral de obsen'acióny meciicia, ni del sujeto como vehículo de la purarazón cognoscitiva. Piaget hace una distinción entreel proceso de conocimiento en matemáticas ,v en físi-ca. El primero es abstracción "a I' intérieur de I'actioncomme tel le":

Contrariamente a Io que se dice a menudc, las caii-dades matemáticas no son el resultado de una abstrac-ción a partir de Ios objetos, sino más bien de unaacciórr efectuada en el seno de las acciones como tales.Reunir, ordenar, mover, etc., sc:1 acciones más genera-les que pensar, empujar, etc., porque ellas tienden a Iacoordinacién misma de todas las acciones narticularesy entran en cada una de ellas como fáctor coor-di¡iador.21

21 lqtroduction d I'épi:tó,mologíe génétique, tomo III (pressesUniversitaires, París, 1950), p. 2S7.

-

S, po las proposiciones especlficas sobre ta estn¡,itu¡á$,tde la materia, la energla, étc., sino Ia proyección de IaiF-^¿---- t - - -naturaleza como materia cuantificablé, cómo guiando ;$el tratamiento hipotético hacia la objetividaá y su :, '

racionalmente totalitaria :

"'a'¡[¡6 puede llamar filosofía autocrática de las técnicasa aquella que toma el conjunto técnico como un lugaren él que las máquinas son usadas para alcanzar elpoder. I-a máquina es sólo un medio; el fin es la con-quista de la naturaleza, Ia domesticación de las fuer'zas naturales mediante un primer avasallamiento: Iamáquina es un esclavo que sirve para hacer otros es-clavos. Una inspiración dominante y esclavista puedeencontrarse paralclamente a la búsqueda de libertadpara'el hombre. Pcro cs difícil l iberarse trasfiriendola esclavitud a otros seres, hombr-es, animales o má-

!79 t {rfl' r li l !

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t l r 4 l i

'' I¡E proposiciQngs -maieqá!i,cáé-;;ffi;accomoclütion générale b lbbj€t",':*'

Ias acluptaciones particulares que sori, caractérfstica3de l4g proposiciones verdaderas en ffsica." La fógicáy la lógica nratemática son "une action sur tbbjet qtrel-conqLlc (c'cst-á-dire une action cccomodée de fagongénéralc",zl y esta "acción" es de validez general entanto quc

csla :.tbslrlrcción o difercnciación se extiende hasta elmistno ccntro de las coordinaciones hereditarias, por-<¡trc los rnccanismos coordinadores de la acción estánsictn¡rrc li¡¡ados, en sus orígenes, a coordinaciurres re-flcias c irrstitutivas.B

E¡r l 'ísi<:r¡. la abstracción procede del objeto perose clc:he l :rr:ciones específicas por parte del sujeto,así la ulrstr'¡¡t--ción asulllc necesariar¡ente una formalógico-r rr l r tc,¡ ¡ui t ica porque

l; ts : t t ' r ' ion,.s part icularcs dan lucar al conocimientos<'rlo si c:;t:irr coordinaclas entre el'Ías y si esta coordi-r'::rcií¡rr (:s. Ir(lr- su propia naturalcza, Iógico-matemática.2+

La abst¡ '¿¡gqi l i r r cn f ís ica l leva lecesariarnentc de re-gi:cso :r lu :rbstracción lógico-maternática y Ia últimaes, c:()¡ l l ( ) l ) ln-: l coordinación, la forma general de laacci<irr : " l i r aeción como tal" (" I 'a.ct ion conune tel le") .Y c: : l r t c(¡or-cl inación const i tuye la objet iv idad porquecoltst ' l ' \ r i l csl t 'ucturas hereditar ias, "ref lexivas e inst in-t i vas ".

La i rr tcrprctación de Piaget reconoce el carácterpráct ico i rr lcrno de la razón teór ica, pero lo derivade tt¡lt cstructura general de acción dtre, en últimoanál is is, cs Llna estructura hereditar ia, bioiógica. EIrnétoclo cir-:ntífico descansarÍa finalmente err rrna fun-daci<in l - , i t i iúgica que es supra -(o más bien infra)-histór ice. Es- l lás,^si se conóede que todo conocimientociett t i t ' ico presupone la coordinación cle acciones par-i iculelcs. !1o veo poi ' qué tal coordinación es, "por.su mlslna naturaleza" lógico-matemática, a no ser

! : I ¡ i .1. . p.2"r8.! l , ' i : , / . , p. 269.:r{ I : : , - j . . p. 29I .

1E0

En contraste con eI análisis más bien psicológicói,$biológico de Piaget, Husserl ha ofrecido una epistqimología genétic.a que está centrada en la estruóturdii,:jisocio-histórica de la razón cieutífica. Me referiré aqul :.:.-',ia la obra de Husserl s sólo en tanto que acentúa elgrado en que la ciencia moderna es la "metodología"de una realidad histórica pre-dada dentro de cuyouniverso se mueve.

Husserl empieza con el hecho de que la matemati-zación del universo llevó a un conocimiento practicoválido: en la construcción de una realidad "ideal"que poctía ser "correlacionada" efectivamente con larealidad empírica (p. 19; 42). Pero el logro científicollevaba de regreso a un práctica precientíhca queconstituía Ia base original (el Sinr¿esfundatnent) de laciencia galilcana. Esta base precientífica de la cienciaen el mundo de la práctica (Leberswefr), que deter-mina ia estructura teórica, no había sido puesta enduda por Galileo; es más, fue disimulado (verdeckt)pcr el desarrollo posterior de la ciencia. El resultadofue la ilusic¡n de que la matematización de la natu-raleza creaba una "verdad absoluta autónoma" (eigen-stiindígc) (pp. 49 s.), cuando en realidad, permanecíacomo un método y una técnica específicos pcr laLebenswelt. Et ideal pelo (Ideenkteíd) de la cienciamatemática es así un velo de símbolos que represen-tan y aI mismo tiempo enmascaran (vertritt y ver-kleidet) eI mundo de la práctica. (p. 5Z).

¿CuáI es el intento y contenido precientífico origin{que se preserva en- la estructura conceptual de laciencia? La medida en La práctica descubre la posi-bilidad de r:til izar ciertas fórmulas, configuracionesv relacioncs básicas, que están universalmente "dis-

25 [)ie Krisis der Europiiischen lVissenschalten und die tratu'cettdetúale Pl i t inontettologíe, loc. ci t .

{ ' -É.-

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P0nlbles' 'como slerrrpre iguales, para determinar yOaleular exactamente-obietos v relaciones emDfricasi' Es anticipar (Voraassehen) y proyectar (lyoaleular exactamente- objetos y empfrica(p. 25). A través de toda abstracción y generalización,ttl método cientlfico crlnser-vr lv enmascara) srr es-( La ciencia galileana es la ciencia de la an

método cient{fico conserva (y enmascara) su es-Ituctur& téc:rica precientffica; el desarrollo de la pri-

É-. ! Sin tluda, el álgebr:a y la lógica matemática cons-t t 'uycn una real idad ic leal absoluta, I ibre de las in-

. t -rr lculalr lcs incert idumbres i ' part icular idades de ia' I,cbcnsu,clt y de los suietoi que Ia vi'"'en. Sin em-l]argor csta construcciü,, idcal ¿s la teoría y la técnicat le " i r lc l r l izar" la nueva Lebenswelt :

' En l¡r práctica r¡atemírtica alcanzamos lo que nos csnegirrlo en la práctica cmpírica; p. cj., la exactiitd.PorQrrc cs posible determinar las' formas idcales entérnri¡ros d,e ídentídad absoluta. . . Como tales ellasse hut.c¡ l universalmente alcanzables i disponibles.. .

. (p. 241-

l .n co<-rrci in.rción (Zuordnung) de lo ic leal con el mun-do empírióo nos permite ,,plbyectar las regularidaclesrnt ic ipaclas de la Lebenswélt práct ica' , : -

tlna, vcz qu-e uno posee las formulas, uno posee Ia'tttsiótt attticípada que se desea en Ia práctica.

is :

mundo en términos de relaciones calculables, prede- 'cibles, entre unidades exactamente identificabies. Eneste proyecto, la cuantificación universal es un prerre- 'quisito pera la daminación de Ia naturaleza. L¿s cua-lidades individuales no cuantificables se levantan enel camino de una organización de ios hombres y lascosas de acuerdo con el poder medible que debe serextraído de ellas. Pero es un proyecto sociohistóricoespecífico, y Ia conciencia que asume este proyectoes el sujeto oculto de la ciencia gal i ieana; Ia úl t i -ma cs la técnica, cl arte c1e Ia anticipación extendidahasta el infinito (íns Unendliche ertueiterte Voraus-sícht : p. 51).

Pero precisamcnte porque la ciencia gal i leana es, en laformación de sus eonceptos, la técnica de una Lebens-rr,¿/1 específica, no trasciende y no puede trascenderesta Lebensrvelt. Permanece esencialmente dentro delmarco experimental básico y dentro del universo defines establecido por su realidad. Según la formula-ción de Husserl, en la ciencia galileana el "universoconcreto dc la causalidad se convierte en matemáticasapl icadas" (p. 112); pero el mundo de percepción yexperiencia,

en el que vivimos toda nuestra vida práctica, penna-nece coino lo que es, incantbi:Ldo en su estructu¡aesenciai, en su propia concreta causalidad... (p. 51,cursivas del autor),

Una deciaración pror.oca-tiva, que es fácilment" mi-nimizada, y sobre la que me tomo la l ibertad de haceruna posible sobreinterpretación. La declaración nose refiere simpiemente ai hecho de que, a pesar dela geometría nc euclidiana, nosctros pércibimcs y ac-.

proyección metódica y sistemática. Pero ,-y esto'é-S]Edecisivo- de una anticipación y proyección específicas;.i,,o sea, aquella que experimenta, abarca y configura el:;,i

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irá':.pii!al. I del : bótiéptQiÍ Aé':'inii{iáliiesar¡Ael Conceptorr::¿51¿q¡"tico" cle" ca¡¡SQlidad; to..:,:, davld actuamos, con'sentido cour¡ln, de-acuerdo coni las-"¡ntiguas" leyes de causalidad. Ni tampoco con-

;;:{!a

' tradice la declaración los cambios perpetuos en elmundo de la práctica diaria como resultado de las"matemáticas aplic4das". Lo que está en juego esmucho más: cl límite inherente de Ia ciencia y el mé-todo científico establecido gracias al cual ellos extien-den, racionalizan y aseguran la LebenswelÍ preva-Ieciente sin alterar su estructura esencial; esto es,sin plantear un rnodo cuqlitatívannente ftuero de "vcr"y sin plantear relaciones cualitativamente nuevas en-ire Ios hombres y entre el hombre y Ia naturaleza.

Con respecto a las formas de vida institucionaliza-das,la ciencia (tanto la pura como la aplicada) tendríaasí una función estabilizaclora, estática, conservadora.fncluso sus logros más revolucionarios serían sólouna construcción y destrucción de acuerdo con unaexperiencia y organizp,ción específica de la realidad.

' La continua autocorrección de la ciencia -la revo-Iución de sus hipótesis que es construida dentro desus ruéto.dos- propa5a y extiende en sí propia elmismo universo históhco, Ia misma experiencia bá-sica. Conserva eI mismo a priori formal, que lucha

' por'un. contenido práctico muy material. Lpjos deminimizar eI cambio fundamental que ocurrió con el

' establecimiento de la ciencia gal i leana, la interpreLa-ción cle I{Lrsserl señala el rompimiento radical con i¿ttradición pre-gnlileana ; el universo-instrumentalista delpensamiento era eir realidad un nuel'o horizgn(e. Creó

. un nuevo mundo de razón teórica y práctica, peroha permanecido comprometido con un mundo espe-cÍfico eu9 tiene sus Iímites evidentes; en teorÍa tantocorno en la práctica, -n sus métodos puros tanto comoen los apl icados.

Leleológicas, etc. Admito que esia suspicacia está jus.

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esta habilidad depende del grado en el que la materia(cualquier? que sea) es organizab y comprendidacomo aquello que ¿s ella misnra en todas las formasparticulares. En estos términos, Ia ciencia contern-poránea tiene una validez objetiva inmensamente rna-yor que sus predecesoras. Incluso se puede agregarque hoy el método cicntÍfico cs el único que puedepedir para sí tal validez: eI interjuego de hipótesis yhechos obser-vablcs cla valiclcz a las hipótesis y los he-chos observados. El punto al que estoy tratando dellegar es quc Ia cicncia, gracícts e tLL propío nzétodoy sus conceptos, ha proyectado 1' promovido un uni-verso en el que la dominación de la naturaleza hapermanecido l igada a la dominación del hornbre: unlazo que tiende a ser fatal para el universo como tota-lidad. La naturaleza, comprendida y dominada cien-ríficamente, reaparece en el aparato técnico de pro'<iucción y destrucción que sostiene y mejo;:a ia vidatie ios individuos al tiempo que los subordina a losdominadores del aparato. Así, la jerarquÍa racionalsc i-aezcla con la social. Si éste es el caso, el cambiocii ia dirección del progreso, que puede cor-tar estelazc fatal, afectará también la rnis¡na estructura de laciencia: el pro¡ 'cctc cientí f ico. Sus hipótesis, s in per-der su carácter racional, se desarroilarán en urr cuttlex-to experimental esencialmente diferente ( ci de unmundo pacif icado); consecueulcmertc, la ciencia I Ie-gana a conceptos esencialmente cliferentes sobre lanaturaleza y establecería hechos esencialmente dife'rentes. La sociedad racional subvierte la idea cle razón.

Ya lie seiralado que los elementos de esta subver-sió¡r , las nociones de otra racicnal i iad, estaban pre-sentes en la histor la del pensair i iento desde sus pr in-cipios. La ant igua idea de un estado . londe el ser.

!o Vsr hrfra, capíLulos rx I' x.

i '-F.t,*

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- i ;,. ;.'1¡i¡r¡ii1r"{qii:¡i".:1f¡i'{,"{G',-'{iq,'YI 'rYltigri

alanza. la realización, donde ta téribtóii';éltré:"&''y :;''.i'.:i"debe" se resuelve en el ciclo del jeterno'rretorno, sésepara de la metafisica de la dominación. Y tambiénpertenece a Ia metafísica de Ia liberación: a la recon-

. ciliación de Logos y E,ros. Esta idea encierra el llegar-a:descansar de Ia productividad represiva de la raz6n,el fin de la dominación en la gratificación.

un goce estót ico de las propiedades de la naturaleza.. .ál conocimiento como un medio de control secular"p?El pénsamiento clásico estaba suficientemente com-

, prometido con la lógica del contro! secular y hay uncomponente de acusación y rechazo en el pensamientomoderno sr-rficiente para invalidar la formulación deJohn Dewey. La raz-ón, como pensamiento concep-tual y forma de conclucta, es necesariamente domina-ción. El Logos es ley, regla, orden mediante el cono-cimiento. AI incluir cn una regla casos particularesbhjo un universal, al someterlos a su universal, el pen-samiento alcanza el dominio sobre los casos particu-lares. Llega a ser capaz no sólo de abarcarlos, sinotambién de actuar sobre el los, controlándolos. Sinembargo, aunque todo pensamiento se hal la bajo elmando de la lógica, el desarrol lo de esta lógica esdiferente en las dist intas formas de pensamiento. Lalógica clásica formal y la lógica simbólica moderna,la lógica trascendentai y la dialéctica, qada una go-bierna sobre un universo ciiferente del iazonamiento

-v la experiencia. Todas se Cesarrollaron dentro del

continriu histórico de la donilinación al que pagan tri-brrto. Y este continuo impone sobre las formas delpcnsanriento posi; i ro su carácter conformista e ideo-lógico; y sobre las del pensamiento negat i l ¡o su ca-: ' r ictel ' cspeculat i r-o v utópico.

(1,¡¡lro :lcs.rrnen. tr:atare^mos de ictentificar más cla-¡ ' : rnrcntc cl sujeto oculto de la racional idad cientí f ica

::; l(¡lrl l)crvcl'. The etrst .t 'cr Certainty (Nueva york: Min-r , , i r . l t ; t lc l r : : i r i t Co., I92g), pp. '95, i00.

I l r i

potético", depenciiente de un sujeto que Io verificay le da validez.

Los procesos de validación y verificación puedenser puramente teóricos, pero nunca ocurren en unvacío y nunca terminan en una mente privada, indi-vidual. El sistema hipotético de formas y funcionesse hace dependiente de otro sistema: un universopreestablecido de fines en el que y para el que se des-arrolla. Lo que aparecía extraño, ajeno al proyectoteórico, se muestra como parte de su misma estruc-tura (sus métodos y conceptos); la objetividad purase revela a sí misma como obieto para una subietívLdad que provee los Telos, los fines. En la constrlrc-ción de Ia realidad tecnológica no existe una cosa comoun orden científico puramente racional; ei procesode la racionalidad tecnológica es un proceso político.

Sólo en el medio de la tecnología el hombre y lanaturaleza se hacen objetos fungibles de la organiza-ción. La efectividad y productividad universal del apa-rato bajo el que están sometidos vela por los irrieresesparticulares que organizan al aparato. En otras pala-bras, la tecnologra se ha convertido en el gran vehículode la reificación; la reificación en su forma másmadura y efectiva. I-a posición social del individuoy su relación con los demás pai-ece cstar determinada.no sólo por cualidades y leyes objetivas, sino que estascualidades y le;'es parecen perder su carácter miste-rioso e incontrolable; aparecen como manifestacionescalculables de la racionalidad (científica). El rnundotiende a convertirse en el material de la administra-ción totai, que absorbe incluso a los administradores.La tela cie araña de la do¡ninación ha llegado a serla tela de araña de Ia razón misma, y esta sociedadestá fatalmente enredada en ella. Y las formas tras-

#fffii*ii'i,iifi, j; r,os''fint!ü',i8iffrídíÍíüii'::''¡liii¡iái{iá."-{iiiü}i,Er:i co¡iéitb' cientffr co de'' üna r :üá turaleza.' 1ffiy-snselm ente cont-ro-lable proyecta á Iá naturaleza como interminable ¡n-a-

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parecenzón misma.

Bajo estas condiciones, el pensarniento cientlfico(científico en el sentido más amplio, como opuestoal. pensamiento confuso, metafÍsico, emocional, ilógico)fuera de las ciencias fisicas asume la forma de unpuro y autoconienido formalismo (simbolismo) porun lado y de un empirismo total, por el otro. (Elcontraste no es un conflicto. Véanse las muy em-píricas aplicaciones de las matemáticas y la lógicasimbólica en Ia industria electrónica.) En relacióncon el universo establecido de razonamiento y con-ducta, Ia no contradicción y la no trascendencia es elcomún denominador. El cmpiricismo total revela sufunción ideológica en Ia filosofía contcmporánea. Conrespecto a esta función, algunos aspectos del análisisIingüístico scrán cliscutidos en el siguiente capítulo.Esta discusión está encaminada a preparar el terrenopara el intento de mostrar las barreras que impidena este em¡rirismo llegar a apresar la realidad y es-tablecei' (o más bien re-establecer) los conceptos quepueden romper esas barreras.

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