manuscrito voynich

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Manuscrito Voynich El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés. A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno consiguió descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno. Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificialescomo los élficos de Tolkien o el klingon de Star Trek no cumplen esta regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él. El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale. En 2009, investigaciones de la Universidad de Arizona (EE.UU.) demostraron, mediante la prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95%, que el pergamino del manuscrito podía datarse entre 1404 y 1438.1 2 Por otra parte, el McCrone Research Institute de Chicago demostró que la tinta fue aplicada no mucho después, confirmando así que el manuscrito es un auténtico documento medieval.1 Sobre el lugar en que pudo haberse escrito, tan solo se dispone de una posible pista. En una de sus ilustraciones aparece una ciudad amurallada, y son sus almenas dibujadas las que aportan una orientación. Su forma es la de las almenas llamadas de cola de golondrina, un estilo estético que más tarde, en el renacimiento, se popularizó por toda Europa, pero que en el momento en que supuestamente se elaboró el manuscrito, según los últimos estudios de la Universidad de Arizona, solo se podía encontrar en el norte de Italia. Quizá en la amplia región que transcurre entre Milán y Venecia. Descripción El libro tiene alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de las mismas (la cual es aparentemente posterior al texto, quizás del siglo XVI), lo que sugiere que varias páginas se habían extraviado ya antes de su compra por Voynich. Para evitar extravíos posteriores el padre Theodore C. Petersen lo fotocopió en 1931, repartiendo dichas copias entre varios investigadores interesados en su estudio e intento de traducción. Se utilizó pluma de ave para escribir el texto y dibujar las figuras con pintura de colores; según se puede apreciar, el

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Page 1: Manuscrito voynich

Manuscrito Voynich

El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace

unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible,

el denominado voynichés.

A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por

numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas

estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno consiguió

descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo

Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la teoría de que el libro no es más

que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.

Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas

la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas

más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo

de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en

alguna lengua natural, ya que lenguajes artificialescomo los élficos de Tolkien o el klingon de

Star Trek no cumplen esta regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la

economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos

energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente

imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos

después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.

El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo

adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke

de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.

En 2009, investigaciones de la Universidad de Arizona (EE.UU.) demostraron, mediante la

prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95%, que el pergamino del manuscrito podía

datarse entre 1404 y 1438.1 2 Por otra parte, el McCrone Research Institute de Chicago

demostró que la tinta fue aplicada no mucho después, confirmando así que el manuscrito es un

auténtico documento medieval.1

Sobre el lugar en que pudo haberse escrito, tan solo se dispone de una posible pista. En una de

sus ilustraciones aparece una ciudad amurallada, y son sus almenas dibujadas las que aportan

una orientación. Su forma es la de las almenas llamadas de cola de golondrina, un estilo estético

que más tarde, en el renacimiento, se popularizó por toda Europa, pero que en el momento en

que supuestamente se elaboró el manuscrito, según los últimos estudios de la Universidad de

Arizona, solo se podía encontrar en el norte de Italia. Quizá en la amplia región que transcurre

entre Milán y Venecia.

Descripción

El libro tiene alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de las

mismas (la cual es aparentemente posterior al texto, quizás del siglo XVI), lo que sugiere que

varias páginas se habían extraviado ya antes de su compra por Voynich. Para evitar extravíos

posteriores el padre Theodore C. Petersen lo fotocopió en 1931, repartiendo dichas copias entre

varios investigadores interesados en su estudio e intento de traducción. Se utilizó pluma de ave

para escribir el texto y dibujar las figuras con pintura de colores; según se puede apreciar, el

Page 2: Manuscrito voynich

texto es posterior a las figuras, ya que en numerosas ocasiones el texto aparece tocando el

borde de las imágenes, algo que no ocurriría si éstas hubiesen sido añadidas posteriormente.

Ilustraciones

Las ilustraciones del manuscrito no aclaran los contenidos del texto pero denotan que el libro

consta de seis "secciones", con diferente materia y estilo. Exceptuando la última sección, que

contiene únicamente texto, casi la totalidad de las páginas contienen al menos una ilustración.

Las secciones y sus nombres convencionales son:

Herbario: cada página muestra una planta (en ocasiones dos) y algunos párrafos de texto,

un formato típico de herbarios europeos de la época. Algunas partes de estas ilustraciones

son copias en mayor escala y detalle de bocetos vistos en la sección farmacéutica (debajo).

Astronómica: Contiene diagramas circulares, algunos de ellos con soles, lunas y estrellas, lo

que sugiere que trata de astronomía o astrología. Una serie de 12 diagramas muestra

símbolos convencionales para constelaciones zodiacales (dos peces para Piscis, un toro

para Tauro, un soldado con un arco para Sagitario, etc.). Cada símbolo está rodeado por

exactamente 30 figuras de mujeres en miniatura, la mayoría de ellas desnudas, cada una

sosteniendo una estrella. Las dos últimas páginas de esta sección (Acuario y Capricornio) se

extraviaron, mientras que Aries y Tauro están separados en cuatro diagramas con 15

estrellas cada uno. Algunos de estos diagramas se encuentran en páginas desplegables.

Biológica: Un texto denso y continuo con figuras de pequeñas mujeres desnudas tomando

baños en balnearios públicos o tinas interconectadas por una elaborada red de tuberías,

algunas de ellas claramente en forma de órganos del cuerpo. Algunas de las mujeres llevan

coronas.

Cosmológica: Más diagramas circulares, pero de naturaleza desconocida. Esta sección

también posee páginas desplegables, una de ellas de seis páginas de largo, que contiene

una especie de mapa o diagrama con seis "islas" conectadas por calzadas, castillos y

posiblemente un volcán.

Farmacéutica: Varios dibujos con leyendas de partes de plantas aisladas (raíces, hojas,

etc.); objetos similares a jarras farmacéuticas (albarelos) a lo largo de los márgenes y

algunos párrafos de texto.

Recetas: Muchos párrafos cortos, cada uno marcado con una "viñeta" en forma de flor (o

estrella) que hacen pensar en una serie de órdenes, pasos o instrucciones para elaborar algo

(presumiblemente un producto químico o alquímico).

Page 3: Manuscrito voynich

El texto

El texto (llamado voynichés) fue claramente escrito de

izquierda a derecha, con un margen derecho desigual.

Las secciones más largas se encuentran partidas en

párrafos, a menudo con "viñetas" en el margen izquierdo.

No hay evidencia de signos de puntuación.

El texto es fluido, como si el escriba entendiera lo que

estaba escribiendo mientras lo hacía; el manuscrito no da

la impresión de que cada carácter haya tenido que ser

calculado antes de ser escrito en la página.

El texto consiste de más de 170.000 glifos, normalmente

separados unos de otros por pequeños espacios. La

mayoría de los glifos están escritos con uno o dos trazos

simples. Considerando que existen disputas sobre si

ciertos glifos son distintos o no, se calcula que el alfabeto

entero consta de entre 20 y 30 glifos totales para casi

todo el texto, con raras excepciones de algunas docenas

de caracteres "extraños", encontrados una o dos veces

en todo el texto.

Los espacios más anchos dividen el texto en alrededor de 35.000 "palabras" de longitud variada.

Estas parecen seguir una cierta fonética o reglasortográficas de cierto tipo; por ejemplo, algunos

caracteres deben aparecer en cada palabra (como las vocales en el castellano), algunos

caracteres nunca siguen a otros, algunos pueden ser dobles pero otros no.

El análisis estadístico del texto reveló patrones similares a los de lenguas naturales. Por ejemplo,

la frecuencia de palabras sigue la Ley de Zipf y laentropía (alrededor de 10 bits por palabra) es

similar a aquella de textos en latín. Algunas palabras aparecen exclusivamente en ciertas

secciones, o sólo en algunas páginas; otras son frecuentes en todo el manuscrito. Existen muy

pocas repeticiones entre las miles de "leyendas" adjuntas a las ilustraciones. En la sección

herbario, la primera palabra de cada página aparece solamente en esa página, pudiendo

representar el nombre de la planta.

Por otro lado, el "idioma" del manuscrito Voynich, el voynichés, es distinto de los idiomas

europeos en varios aspectos. En particular no existen palabras con más de 10 "letras". Además,

la distribución de letras dentro de una palabra es algo peculiar: algunos caracteres aparecen

solamente al principio de una palabra, otros solamente al final y algunos siempre en el medio,

esta característica es muy particular en lenguas como la arabe, donde la misma letra se

representa de diferentes formas, dependiendo de donde esté ubicada en la palabra, de esta

manera se escribe diferente al inico, en el centro o al final, lo que presume que podriamos estar

frente a un alfabeto más reducido, en el entendido de que estamos mirando como un simbolo

distinto a lo que podría ser el mismo.

El texto parece ser más repetitivo que los típicos idiomas europeos; existen secuencias en las

cuales la misma palabra común aparece hasta tres veces consecutivas.

La sección "biológica" del texto contiene

texto apretado e ilustraciones de mujeres bañándose desnudas.

Page 4: Manuscrito voynich

Resumen

Se atribuye a los primeros propietarios reales del manuscrito la

creencia de su autoría por parte de Roger Bacon (1214-1294). El

manuscrito presenta notables parecidos con una obra del autor

inglés Anthony Ascham, "A Little Herbal" (Un pequeño herbario),

publicada en 1550.

Los primeros propietarios teóricos del manuscrito habrían sido

Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) (nieto de Carlos I de España)

y Jacobus Horcicky de Tepenecz (que lo habría poseído entre 1612

y 1622), quien a su vez se lo habría pasado a Georgius Barschius

(quien en teoría lo habría tenido entre 1622-1665). De este último

personaje no se tienen noticias más que por unas cartas

posiblemente escritas por Johannes Marcus Marci (poseedor del

libro en 1665), dirigidas a Athanasius Kircher. Quizá emulando al

orientalista Andreas Mueller, que había conseguido estafar a

Kircher con un texto fraudulento, y con la colaboración de Raphael

Missowsky, habría escrito el manuscrito y creado toda la

representación anterior.

Permanecería en manos de Athanasius Kircher desde 1665 hasta 1680, sin que pudiera

descifrarlo, pasando a la biblioteca del Collegio Romano (actualmente la Universidad Pontificia

Gregoriana) hasta 1912, momento en el que lo compraría Wilfrid M. Voynich (entre 1912 y

1930) para pasar posteriormente a su viuda,Ethel Boole Voynich (entre 1930 y 1961), a Hans

Peter Kraus (entre 1961 y 1969), el cual lo cedió a la Universidad de Yale.

Extendida

Se desconoce si Kircher respondió al pedido, pero aparentemente se encontraba lo

suficientemente interesado como para intentar adquirir el libro, que Barschius rehusó vender.

Tras la muerte de Barschius el manuscrito pasó a manos de su amigo Johannes Marcus Marci, en

aquel entonces rector de la Universidad Carolina de Praga, quien rápidamente envió el libro a

Kircher, su amigo corresponsal. La carta de Marci (1665) se encuentra aún adjunta al

manuscrito. En esta carta le ofrece el manuscrito para su descifrado y menciona que fue

adquirido por el emperadorRodolfo II de Bohemia (1552-1612) por 600 ducados de oro. La carta

menciona luego que en la corte de Rodolfo II se creía que el autor del manuscrito era Roger

Bacon (el fraile franciscano que vivió entre 1214 y 1294).

No se encuentran menciones del libro en los dos siglos siguientes, aunque muy probablemente

fuera conservado, junto con la correspondencia de Kircher, en la biblioteca del Collegio

Romano(actualmente la Universidad Pontificia Gregoriana). Allí permaneció probablemente hasta

que las tropas de Víctor Manuel II de Italia conquistaron la ciudad en 1870, anexionando los

Estados Pontificios al nuevo Estado italiano. El nuevo Gobierno italiano decidió confiscar muchas

de las propiedades de la Iglesia, incluyendo la biblioteca del Collegio. De acuerdo con las

investigaciones de Xavier Ceccaldi y otros, justo después de este acontecimiento muchos de los

libros de la biblioteca de la universidad fueron transferidos precipitadamente a las bibliotecas

personales de su facultad, donde quedaban a salvo de la confiscación. La correspondencia de

Kircher, incluyendo el manuscrito, se encontraba entre estos libros.

Parece ser que alrededor del año 1912 el Collegio Romano se encontraba en una situación

económica precaria y decidió vender, discretamente, algunas de sus propiedades. Así fue cómo

Wilfrid Voynich (1865–1930)

adquirió el manuscrito en 1912

Page 5: Manuscrito voynich

Wilfrid Voynich adquirió 30 manuscritos, entre ellos el que nos ocupa. Treinta años después de la

muerte de Voynich, en el año 1961, su viuda vendió el libro a otro marchante de libros antiguos,

llamado H. P. Kraus. No pudiendo encontrar un comprador, Kraus donó el manuscrito a la

Universidad de Yale en 1969.

Teorías acerca de la autoría

Se han propuesto muchos posibles autores del manuscrito Voynich. A continuación se citan sólo

los más populares.

Roger Bacon

Dado que el alfabeto del manuscrito Voynich no se

asemeja a ningún tipo de escritura conocida, y que el

texto continúa sin ser descifrado, la única evidencia

práctica de la edad y origen del libro son sus

ilustraciones. En especial los atuendos y peinados de las

figuras humanas y algunos castillos vistos en los

diagramas. Todo es característicamente europeo y,

basándose en esta evidencia, la mayoría de los expertos

fechan el libro entre los años 1450 y 1520. Esta

estimación es apoyada por otras pistas secundarias.

El primer dueño confirmado del manuscrito fue un cierto

Georgius Barschius, un oscuro alquimista que vivió en

Praga a comienzos del siglo XVII. Aparentemente

Barschius se encontraba tan confundido con respecto al libro como nos encontramos en la

actualidad. Tras enterarse de que Athanasius Kircher, un erudito jesuita del Collegio Romano,

había publicado un diccionario de copto (etíope) y "descifrado" los jeroglíficos egipcios, envió

una muestra del manuscrito Voynich a Kircher en dos ocasiones, pidiéndole pistas. Su carta a

Kircher en 1639, recientemente hallada por René Zandbergen, es la mención más antigua del

manuscrito hallada hasta la fecha.

La carta, adjunta al manuscrito, de Marci a Kircher (1665), dice que, según su último amigo

Raphael Mnishovsky, el Emperador Rodolfo II de Bohemia(1552-1612) habría comprado el libro

por 600 ducados (unos miles de dólares en moneda contemporánea). Según la carta, Rodolfo (o

tal vez Raphael) creían que el autor era el fraile y polígrafo franciscano Roger Bacon (1214-

1294).

A pesar de que Marci dijo que "no opinaba" acerca de la anterior afirmación, Voynich la tomó

bastante en serio e hizo todo lo posible por confirmarla. Su convicción influyó poderosamente en

la mayoría de los intentos de desciframiento durante los 80 años siguientes. Sin embargo, los

estudiosos que han visto el manuscrito y están familiarizados con la obra de Bacon han negado

rotundamente tal posibilidad. También hay que advertir que Raphael murió en 1644, y la compra

debió ocurrir antes de la abdicación de Rodolfo, en 1611 —al menos 55 años antes de la carta de

Marci—.

John Dee

R. Bacon

Page 6: Manuscrito voynich

La hipótesis de la autoría de Roger Bacon condujo a

Voynich a concluir que la única persona que pudo vender

el manuscrito a Rodolfo fue John Dee, un matemático y

astrólogo de la Corte de Isabel I de Inglaterra, y conocido

por ser propietario de una gran colección de manuscritos

de Bacon. Dee y su scrier(ayudante "medium") Edward

Kelley vivieron varios años en Bohemia, donde habían

esperado ofrecer sus servicios al Emperador. Sin

embargo, los minuciosos diarios de Dee no mencionan

esta venta, lo que la hace bastante improbable. De todas

formas, si el autor no fuera Bacon, la relación de Dee con

el manuscrito simplemente desaparece. Por otra parte, el

propio Dee lo podría haber escrito, y luego propagó el

rumor de que era una obra original de Bacon, con la

esperanza de venderlo posteriormente.

Edward Kelley

El compañero de Dee en Praga, Edward Kelly, o Kelley, era un extravagante alquimista, que

presumía de poder transmutar el cobre en oro gracias a un polvo secreto que había extraído de

la tumba de un obispo en Gales. Como scrier de Dee, también afirmaba ser capaz de invocar a

los ángeles con una bola de cristal, y mantener largas conversaciones con ellos, que Dee

anotaba escrupulosamente. Al lenguaje de los ángeles lo llamaba "enoquiano", derivado de

Enoc, el padre de Matusalén; según el apócrifo "Libro de Enoc", Enoc fue llevado a visitar el Cielo

en un carro tirado por ángeles, y luego escribió un libro acerca de lo que allí vio. Algunos han

sugerido que, igual que Kelley inventó el "enoquiano" para engañar a Dee, podría haber creado

el manuscrito Voynich para estafar al Emperador (quien además pagaba a Kelley por sus

presuntos conocimientos alquímicos). Sin embargo, si Roger Bacon no es el autor del

manuscrito, la relación de Kelley con el mismo es tan improbable como la de Dee.

Wilfrid Voynich

Se ha sospechado en muchas ocasiones que el propio Voynich elaboró el manuscrito. Como

anticuario de libros, seguramente tenía los conocimientos y medios necesarios, y un "libro

perdido" de Roger Bacon habría valido una fortuna. Sin embargo, el reciente descubrimiento de

la carta de Baresh a Kircher, ha eliminado completamente esta posibilidad, salvo que Voynich

hubiese "quitado" la carta del libro original que la contenía y hubiese falsificado un libro nuevo

basándose en el contenido de dicha carta.

John Dee

Page 7: Manuscrito voynich

Jacobus Sinapius

Una reproducción fotostática de la primera página del manuscrito

Voynich, hecha por Voynich en algún momento anterior a 1921,

mostraba el rastro débil de unas palabras que habían sido borradas.

Con la ayuda de algunos productos químicos, se pudo leer que el texto

decía "Jacobj `a Tepenece": es decir, Jakub Horcicky de Tepenec, en

latín Jacobus Sinapius, un especialista en hierbas medicinales, médico

personal de Rodolfo II y encargado de sus jardines botánicos. Voynich,

y muchos otros después, dedujeron de esta "firma" que Jacobus poseía

el manuscrito Voynich antes que Baresh, y vio en ello una confirmación

de la historia de Raphael. Otros han sugerido que el propio Jacobus

pudo ser el autor.

Sin embargo, la caligrafía de las palabras difuminadas no coincide con

la de la firma de Jacobus, que aparece en un documento recientemente localizado por Jan

Hurich. Por ello es posible que la escritura de la primera página fuera añadida posteriormente

por un dueño o librero, y sería sólo la hipótesis de esta persona acerca del autor del manuscrito.

En los libros de historia de los jesuitas de los que disponía Kircher, Jacobus era el único

alquimista o médico de la corte de Rodolfo que merece una entrada de una página completa

mientras que, por ejemplo, apenas si mencionan a Tycho Brahe. Además los productos químicos

aplicados por Voynich han deteriorado tanto el pergamino que actualmente apenas si se puede

ver rastro de la escritura, así que también existe la sospecha de que la firma fuera falsificada por

Voynich para contribuir al fortalecimiento de la hipótesis de la autoría de Roger Bacon.

Johannes Marcus Marci

Johannes Marcus Marci conoció a Kircher cuando encabezaba una delegación de la Universidad

Carolina de Praga a Roma en 1638, y en los 27 años siguientes los dos eruditos intercambiaron

correspondencia sobre una gran variedad de disciplinas científicas. La misión de Marci formaba

parte de la lucha continua de la facción secularista de la Universidad para mantener su

independencia respecto a los jesuitas, quienes dirigían el Colegio Clementinum de Praga, rival de

la Universidad. A pesar de esos esfuerzos, las dos universidades se fusionaron en 1654 bajo

control de los jesuitas. Por tanto, se ha especulado que la animosidad política contra los jesuitas

llevó a Marci a "fabricar" la carta de Baresch, y más tarde el manuscrito Voynich, en un intento

de desacreditar a su "estrella" Kircher.

La personalidad y conocimientos de Marci parecen adecuados para llevar a cabo esta tarea, y

Kircher, un "Doctor Sabelotodo", era una presa fácil, pues se le recuerda más por sus errores

espectaculares que por logros genuinos. Incluso la carta de Baresch guarda cierto parecido con

un fraude que el orientalista Andreas Mueller hizo al propio Kircher: Mueller elaboró un

manuscrito ininteligible y se lo envió a Kircher, con una nota adjunta que explicaba que procedía

de Egipto. Pidió a Kircher una traducción, y se sabe que Kircher hizo una inmediatamente.

Merece la pena señalar que las únicas pruebas de la existencia de Georg Baresch son tres cartas

enviadas a Kircher: una remitida por Baresch (1639) y dos por Marci (como un año después).

También es curioso que la correspondencia entre Marci y Kircher acaba en 1665, precisamente

con la carta adjunta al manuscrito Voynich. Sin embargo, el resentimiento secreto de Marci

contra los jesuitas es pura conjetura: era un católico devoto, él mismo había estudiado para

hacerse jesuita, y poco después de su muerte en 1667 le fue concedida la pertenencia honorífica

a la Orden.

J. Sinapius

Page 8: Manuscrito voynich

Raphael Missowsky

Raphael Missowsky, amigo de Marci al que se atribuye la historia de Bacon, era criptógrafo entre

otras muchas cosas, y parece que inventó un cifrado presuntamente indescifrable. Esto ha

llevado a la hipótesis de que elaboró el manuscrito Voynich como una demostración práctica de

dicho cifrado, y convirtió al pobre Baresh en un involuntario conejillo de Indias. La hipótesis

sigue con que después de que Kircher publicase su libro sobre el copto, Raphael pensó que

engañar a éste sería un trofeo mucho más jugoso que engañar a Baresch, y convenció al

alquimista para que pidiera ayuda al jesuita. Habría inventado la historia de Roger Bacon para

motivar más a Barech. El hecho de que se abstuviera de dar su opinión en la carta adjunta al

manuscrito Voynich puede significar que Marci sospechaba que era una mentira. Sin embargo,

no hay pruebas definitivas de esta teoría.

Anthony Ascham

El doctor Leonell Strong, investigador del cáncer y criptógrafo aficionado, intentó descifrar el

manuscrito Voynich. Strong dijo que la solución era "un peculiar sistema doble de progresiones

aritméticas de un alfabeto múltiple". Strong defendía que el texto revelaba que el autor del

manuscrito Voynich era el autor inglés del siglo XVI Anthony Ascham, cuya obra incluía A Little

Herbal("Un pequeño herbario"), publicado en 1550. Aunque el manuscrito Voynich contiene

secciones parecidas al herbario, el principal argumento contra esta hipótesis es que se

desconoce dónde habría obtenido este autor los conocimientos literarios y criptográficos

necesarios.

Teorías acerca de su autoría y propósito

La impresión general que proporcionan las páginas que

nos han llegado del manuscrito sugieren que su propósito

era servir como una farmacopea o desarrollar temas

comunes en la medicina medieval o renacentista. Sin

embargo, los detalles intrigantes de las ilustraciones han

alimentado muchas teorías acerca del origen del libro, su

contenido, y los fines para los que fue concebido.

Herbario

La primera sección del libro es casi seguro un herbario,

pero han fracasado completamente todos los intentos

para identificar las plantas, ya sea con especies

existentes o con los dibujos estilizados de los herbarios

contemporáneos. Sólo se pueden identificar con alguna

certidumbre un par de plantas, entre las que se incluyen

el pensamiento silvestre y el helecho "culantrillo" o

"cabello de Venus". Los dibujos del herbario que se

asemejan a los bocetos "farmacológicos" parecen ser

"copias en limpio" de éstos, salvo que se completaron las partes que faltaban con detalles

inverosímiles. De hecho, muchas de las plantas parecen ser compuestas (jocosamente se les ha

llamado "frankenplantas"): se juntan las raíces de una especie con las hojas de otra y las flores

de una tercera; en ocasiones las raíces han sido adornadas con "ojos", zarpas o incluso garras:

F34r, sección herbal

Page 9: Manuscrito voynich

se desconoce qué significan estos adornos (salvo que fuesen claves o pistas visuales de algún

tipo).

Girasoles

Brumbaugh cree que una ilustración representa un girasol del Nuevo Mundo, lo que ayudaría a

fechar el manuscrito y abriría posibilidades intrigantes acerca de su origen. Sin embargo, la

semejanza es escasa, sobre todo si se la compara con la especie silvestre original; y puesto que

se desconoce la escala del dibujo, la planta podría representar un ejemplar de una amplia familia

botánica, compuesta por muchas especies (margarita, camomila,...) y extendida por todo el

mundo.

Ricinus communis

Otra de las posibles especies que se distinguiría en las hojas y en los frutos es la planta Ricinus

communis.

Alquimia

Los recipientes y tubos de la sección "biológica" podrían indicar una relación con la alquimia, lo

que sería relevante si el libro contuviera instrucciones para la preparación de compuestos

médicos. Sin embargo los libros alquímicos del periodo comparten un lenguaje visual común, en

el que se representan los procesos e ingredientes por medio de imágenes específicas (el águila,

el sapo, un hombre en una tumba, una pareja en la cama, el sol, etc.) o símbolos textuales

convencionales (un círculo con una cruz, etc.); no se identifica ninguno de ellos en el

manuscrito.

Herbario alquímico

Sergio Toresella, experto en herbarios antiguos, señaló que el manuscrito Voynich podría ser un

herbario alquímico, que de hecho no tiene nada que ver con la alquimia. Se trata de un herbario

ficticio con dibujos inventados, con el que los curanderos cargaban para impresionar a sus

clientes. Parece que existió una pequeña industria doméstica de tales libros en alguna parte de

Italia Septentrional, justo en esa época. Sin embargo, esos libros eran muy diferentes del

manuscrito Voynich en estilo y diseño, y siempre estaban escritos en lenguaje normal.

Herbario astrológico

Las consideraciones astrológicas siempre tuvieron un papel importante en la recolección de

hierbas medicinales, sangrías y otros procedimientos médicos comunes en la época más

probable de elaboración del manuscrito (ver, por ejemplo, los libros de Nicholas Culpeper). Sin

embargo, aparte de los obvios signos zodiacales, y un diagrama que parece mostrar los planetas

clásicos, nadie ha sido capaz de interpretar las ilustraciones dentro de las tradiciones

astrológicas conocidas (sean europeas o de otros lugares).

Page 10: Manuscrito voynich

Microscopios y telescopios

Un dibujo circular en la

sección "astronómica" (folio

68 vuelto, sección 3)

representa un objeto de

forma irregular con ocho

brazos curvados y estrellas

amarillas y azules en su

interior; algunos lo han

interpretado como el dibujo

de unagalaxia, que sólo se

puede observar con un

telescopio e incluso se ha

insinuado que el propio

Roger Bacon pudo fabricar uno con un espejo cóncavo: sin embargo incluso con los mayores

telescopios actuales ninguna galaxia presenta ese aspecto salvo que se utilice la fotografía; la

Galaxia de Andrómeda aparece bastante de canto y no de frente como la que se aprecia en el

manuscrito.

El parecido es muy discutible: en una inspección ocular el centro de la "galaxia" se asemeja más

bien a un estanque de agua mientras que los presuntos brazos son líneas espirales con texto, no

con estrellas amarillas o azules.

Se han interpretado otros dibujos como células vistas a través del microscopio: ello implicaría un

origen moderno del manuscrito (siglo XVII), más que medieval.

Energía nuclear

Jacques Bergier, en su obra Les livres maudits (editorial J' ai Lu, París, 1971), traducida al

español como Los libros condenados (Plaza & Janés, 1973), propone una interesante y casi

horripilante hipótesis: el autor del Manuscrito Voynich poseía conocimientos extraordinariamente

avanzados y demasiado peligrosos para el mundo moderno, por ejemplo el secreto de las

estrellas novas, por lo cual los ocultó para evitar nuestra propia autodestrucción.

No hay pruebas de tales conocimientos avanzadísimos en el manuscrito, salvo algunos diseños

"astronómicos" (por ejemplo estrellas que parecen "explotar" en los folios 68 anverso y 69

reverso, aunque pueden representar cualquier otra cosa): de todos modos es altamente

improbable que Voynich en 1912, por no mencionar al dúo mágico-alquimista Dee-Kelley (hacia

1585) o incluso el propio Roger Bacon supiese qué es la energía nuclear, cómo manipularla o

liberarla de modo artificial.3 4 5

Autores múltiples

Prescott Currier, un criptógrafo de la Marina de los Estados Unidos, que trabajó con el

manuscrito en los 70, observó que se podían separar las páginas de la sección "herbario" en dos

conjuntos, las manos A y B, con propiedades estadísticas distintas y caligrafías diversas.

Concluyó que el manuscrito Voynich era la obra de dos o más autores con diferentes dialectos y

convenciones ortográficas. Sin embargo, estudios recientes han puesto en duda esta conclusión.

Un experto en caligrafía que examinó el libro opinó que una sola mano había redactado el

manuscrito entero. Además, cuando se examinan todas las secciones, se ve una transición más

En estas tres páginas del manuscrito aparecen objetos que parecen

astronómicos

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gradual, con el herbario A y el herbario B en los extremos opuestos. Así, las observaciones de

Prescott podrían ser tan sólo la consecuencia de que las secciones del herbario hubieran sido

escritas en dos épocas muy separadas en el tiempo; también cabe la posibilidad de que el

manuscrito actual haya sido cosido a partir de secciones que, originalmente, tenían otra

disposición.

Teorías acerca de la lengua

Se han avanzado muchas hipótesis acerca de la naturaleza de la lengua del manuscrito Voynich.

Sigue una lista no exhaustiva:

Cifrado de letras

Según esta teoría, el manuscrito Voynich contiene texto con significado en alguna lengua

europea, que se hizo oscuro a propósito convirtiendo las letras mediante algún sistema de

cifrado: unalgoritmo que operaba sobre letras individuales.

Ha sido la hipótesis de trabajo en la mayoría de intentos de desciframiento durante el siglo XX,

incluido un equipo de criptógrafos de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU.) dirigido

por William F. Friedman, a principios de los años cincuenta. Primero agrupó el First Study Group

(1944-1946) y luego el Second Study Group. Se descartaron los cifrados de sustitución simple,

porque son muy fáciles de descifrar. Por eso los esfuerzos se han dirigido en general hacia los

cifrados polialfabéticos, inventados por León Alberti hacia 1460. Este tipo incluye el popular

cifrado de Vigenère, tal vez reforzado por el uso de símbolos vacíos o equivalentes, reordenación

de letras, rupturas falsas de palabras, etc. Algunos autores suponen que se eliminaron las

vocales antes del cifrado. Algunos han pretendido el éxito en el desciframiento siguiendo estos

supuestos, pero ninguno ha sido ampliamente aceptado, principalmente porque los algoritmos

de desciframiento propuestos dependen de tantas suposiciones por parte del lector que se podría

obtener un texto con significado de cualquier serie aleatoria de símbolos.

El principal argumento para esta teoría es que el uso de un alfabeto extraño por un autor

europeo no es muy explicable, salvo como un intento de ocultar información. Lo cierto es que

Roger Bacon sabía de cifrados, y la fecha estimada para el manuscrito apenas coincide con el

nacimiento de la criptografía como disciplina sistemática. Contra esta teoría está el argumento

de que un cifrado polialfabético normalmente destruiría las características estadísticas

"naturales", que se observan en el manuscrito, tales como la Ley de Zipf. Además, aunque los

cifrados polialfabéticos fueron inventados hacia 1467, las variantes sólo se hicieron populares en

el siglo XVI, un poco tarde para la fecha estimada del manuscrito.

Cifrado con libro de códigos

Según esta teoría, las "palabras" del manuscrito Voynich en realidad serían códigos para

consultar en un diccionario o libro de códigos. La prueba principal de este aserto sería que la

estructura interna y la distribución de longitud de esas palabras son similares a las de los

números romanos -en ese tiempo hubiera sido un código natural para elegir-. Sin embargo, los

cifrados basados en un libro de códigos sólo son viables en textos cortos, pues son muy

engorrosos para leer y escribir.

Page 12: Manuscrito voynich

Cifrado visual

James Finn propuso en su libro Pandora's hope (La esperanza de Pandora, 2004) que el

manuscrito Voynich es en realidad hebreo codificado visualmente. Una vez se han trascrito

correctamente las letras, usando como guía el E.V.A., se pueden leer muchas de las palabras del

manuscrito en hebreo, y se repiten con diversas deformaciones para confundir al lector. Por

ejemplo, la palabra AIN del manuscrito significa “ojo” en hebreo, y también aparece con formas

distorsionadas como “AIIN” o “AIIIN” para hacerlas parecer como palabras diferentes cuando en

realidad son la misma. También se utilizan otros métodos de criptografía visual. Esto explicaría

el fracaso que los demás investigadores han tenido al descifrar el manuscrito, porque se basan

más en una metodología matemática. El principal argumento en contra es que tal codificación

cualitativa constituye un obstáculo formidable para el talento del descifrador individual, dada la

multiplicidad de posibles interpretaciones visuales alternativas del mismo texto. Sería difícil

separar cuánta interpretación es del texto genuino, y cuánta refleja simplemente la subjetividad

del intérprete.

Esteganografía

Esta teoría mantiene que el texto del manuscrito Voynich carece en su mayor parte de

significado, pero contiene la información oculta en detalles discretos: por ejemplo, la segunda

letra de cada palabra, o el número de letras en cada línea. Esta técnica, llamada esteganografía

(en griego, “escritura encubierta”) es muy antigua, y la describió, entre otros, el abad Johannes

Tritemiusen 1499. Se ha sugerido que el texto traducido ha de ser obtenido mediante una rejilla

de Cardano de algún tipo. Esta teoría es difícil de probar o rechazar, puesto que los textos

esteganográficos pueden ser arbitrariamente difíciles de transcribir. Un argumento en contra es

que usar un texto que aparenta estar cifrado va en contra del principal objetivo de la

esteganografía, que es ocultar la propia "existencia" del mensaje secreto.

Algunos han sugerido que el texto con significado podría estar codificado en la longitud o forma

de ciertos rasgos de la escritura. Hay ejemplos de esteganografía de aproximadamente esa

época, que usan el tipo de letra (por ejemplo regular frente a cursiva) para ocultar información.

Sin embargo, cuando se examina con un gran aumento, los rasgos de escritura del manuscrito

Voynich tienen un aspecto natural y aparecen afectados principalmente por la superficie rugosa

del pergamino.

Lenguaje natural exótico

El lingüista Jaques Guy ha sugerido que el texto del manuscrito Voynich podría estar expresado

en una lengua natural exótica, aunque escrito con un alfabeto inventado. Ciertamente, la

estructura de palabras es similar a la de muchas familias lingüísticas de Asia Oriental y Central,

principalmente la sino-tibetana (chino, tibetano y birmano), la austroasiática

(vietnamita,jemer,...) y tal vez la tai (tailandés, lao,... ). En muchas de estas lenguas, las

"palabras" (es decir, las unidades lingüísticas más pequeñas con un significado definido) constan

de una sola sílaba; y esas sílabas tienen una estructura bastante rica, incluidos patrones tonales.

Esta teoría goza de cierta plausibilidad histórica. Aunque esas lenguas disponen en general de

sistemas de escritura propios, éstos suelen ser notablemente difíciles para los visitantes

occidentales, lo que motivó la invención de varios alfabetos fonéticos, habitualmente usando

letras latinas, pero a veces se emplearon letras inventadas. Aunque los ejemplos conocidos son

muy posteriores al manuscrito Voynich, la historia registra cientos de exploradores y misioneros

que lo podrían haber hecho (incluso antes del famoso viaje de Marco Polo en el siglo XIII), pero

especialmente después de que Vasco de Gama descubriese la vía marítima a Extremo Oriente en

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1499. El autor del manuscrito Voynich podría ser también un nativo del Lejano Oriente que vívía

en Europa, o bien se educó en una misión europea.

El principal argumento a favor de esta teoría es que es consistente con todas las propiedades

estadísticas del texto del manuscrito Voynich que han sido comprobadas a la fecha, incluyendo

las palabras dobladas y triplicadas que aparecen en los textos escritos en chino y vietnamita con

la misma frecuencia aproximada que en el manuscrito. También explica la aparente falta de

números y de características sintácticas occidentales (tales como artículos y cópulas), y la

inescrutabilidad general de las ilustraciones. Otra posible pista la constituyen dos grandes

símbolos rojos en la primera página, que han sido comparados con el título de un libro de estilo

chino, dado la vuelta y pobremente reproducido. Además, la aparente división del año en 360

grados (en lugar de 365 días), en grupos de 15 y comenzando en Piscis, son rasgos propios del

calendario agrícola chino (jie q'i). El principal argumento en contra de esta teoría es que nadie

(incluidos los eruditos de la Academia de Ciencias de Pekín) ha podido encontrar ningún ejemplo

claro de simbolismo oriental o de ciencia asiática en las ilustraciones.

A finales de 2003, el polaco Zbigniew Banasik propuso que el manuscrito es texto redactado en

idioma manchú, y dio una traducción incompleta de la primera página del manuscrito.

Lengua políglota

En el libro Solution of the Voynich Manuscript: A liturgical Manual for the Endura Rite of the

Cathari Heresy, the Cult of Isis ("La solución al manuscrito Voynich: un manual litúrgico del rito

de Endura en la herejía cátara, el culto a Isis", 1987), Leo Levitov afirmó que el manuscrito era

una transcripción sencilla de una "lengua oral políglota", que definió como "una lengua literaria

comprensible para aquellos que no entendieran el latín, a quienes se les podría leer en esta

lengua". Propuso un desciframiento parcial en una mezcla de lengua flamenca medieval con

muchos préstamos lingüísticos del francés antiguo y antiguo alto alemán.

Según Levitov, el rito de Endura no era sino un ritual de suicidio asistido, asociado con la fe

cátara (aunque la historicidad de este ritual está puesta en duda). Explica que las plantas

quiméricas no están destinadas a representar ninguna especie botánica, sino que son símbolos

secretos de la fe. Las mujeres en las tinas junto a la red de tuberías representan el propio

suicidio ritual, que incluiría la venesección: cortarse las venas para que la sangre se derramase

en un bañera con agua caliente. Las constelaciones sin análogo celestial representan las estrellas

del manto de Isis.

Se cuestiona esta hipótesis en varios frentes. Uno es que se sabe muy bien que la fe cátara era

un gnosticismo cristiano, y no se asociaba de ninguna forma con Isis. Otro es que esta teoría

sitúa el origen del libro en los siglos XII o XIII, con lo que sería considerablemente más antiguo

que lo que incluso los partidarios de la teoría de Roger Bacon defienden. Levitov no ofreció

ninguna defensa frente a este argumento, más allá de su traducción.

Lengua artificial

La peculiar estructura interna de las “palabras” del manuscrito Voynich ha llevado a William F.

Friedman y John Tiltman a postular por separado que el texto podría ser simplemente una

lengua artificial, y más específicamente, una lengua filosófica. Las lenguas de este tipo tienen un

vocabulario organizado según un sistema de categorías, por lo que se puede deducir el

significado general de una palabra por la secuencia de las letras que la componen. Por ejemplo,

en la lengua artificial moderna Ro, bojo es la categoría de los colores, y cualquier palabra que

comience con esas letras sería el nombre de un color: así rojo es bofoc, y amarillo es bofof (es,

pues, una versión extrema de la Clasificación Decimal Universal que se usa en las bibliotecas).

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Este concepto es bastante antiguo, como lo prueba el libro Philosophical Language (“Lengua

Filosófica”) de John Wilkins. En los ejemplos más conocidos, las categorías se subdividen

añadiendo sufijos; como resultado, un texto sobre una materia concreta tendría muchas

palabras con prefijos similares. Por ejemplo, todos los nombres de plantas empezarían con letras

similares, y análogamente con todas las enfermedades, etc. Esta característica podría entonces

explicar la naturaleza repetitiva del texto Voynich.

Sin embargo, nadie ha podido asignar un significado plausible a cualquier prefijo o sufijo del

manuscrito, además de que todos los ejemplos conocidos de lenguas filosóficas son bastante

tardíos (siglo XVII).

Engaño

Las extrañas características del texto del manuscrito (tales como las palabras duplicadas o

triplicadas) y el contenido sospechoso de sus ilustraciones (tales como las plantas quiméricas)

han llevado a muchos a pensar que el manuscrito es en realidad un engaño.

En 2003 el especialista en computación doctor Gordon Rugg mostró que se podía reproducir

texto con características similares a las del que contiene el manuscrito, mediante el uso de una

tabla con prefijos, raíces y sufijos, que habrían sido seleccionados y combinados por medio de

una plantilla de papel perforado. Este mecanismo, conocido como rejilla de Cardano, se inventó

hacia 1550 como herramienta criptográfica. Sin embargo los pseudo textos generados en los

experimentos de Gordon Rugg no tienen las mismas palabras y frecuencias que el manuscrito

Voynich, y su parecido con el voynichés es sólo visual, no cuantitativo. Puesto que también se

puede producir un galimatías aleatorio que se parezca al español (o a cualquier otra lengua) en

una medida similar.

Algunas referencias

D' Imperio (1978) (1980). The Voynich Manuscript: An Elegant Enigma. Aegean Park Press.

Frattini, Eric (2007). El Quinto Mandamiento. Espasa Calpe. ISBN 978-84-670-2442-5.

Joven, Enrique (2007). El castillo de las estrellas. Roca Editores. ISBN 978-84-965-4494-9.

Dos Santos, Marcelo (2006/2005). El Manuscrito Voynich. Madrid/Bogotá: Editorial

Aguilar. ISBN 84-03-09587-2/ISBN 958-704-314-6

Kennedy, Gerry & Churchill, Rob (2006). El manuscrito Voynich: un enigma sin resolver.

Barcelona: Editorial Melusina. ISBN 84-934214-5-6.

Pérez-Ruiz, Mario M. (2003). El manuscrito de Voynich y la búsqueda de los mundos

subyacentes. Barcelona: Editorial Océano Ámbar. ISBN 84-7556-216-7.

Violat Bordonau, Francisco (2005). Breve ensayo sobre el Manuscrito Voynich. Ed. Asesores

Astronómicos Cacereños, Cáceres.

— (2005). Sobre el posible autor del Manuscrito Voynich. Ed. Asesores Astronómicos

Cacereños, Cáceres.

— (2006). El ABC del Manuscrito Voynich. Ed. Asesores Astronómicos Cacereños, Cáceres.

Wollet, Benjamin (2001). The Queen's Conjuror. Flamingo, Londres.

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Notas

1. ↑ a b Mysterious Voynich manuscript is genuine - Evidence in 2009 showing that the manuscript is

indeed old as had been suspected

2. ↑ Daniel Stolte. «UA's Findings». Experts determine age of book 'nobody can read'. Consultado el

10-02-2011.

3. ↑ Jacques Bergier

4. ↑ Los libros condenados. Plaza & Janés, (1973)

5. ↑ El ABC del Manuscrito Voynich. Francisco Violat Bordonau, Ed. Asesores Astronómicos

Cacereños, Cáceres, 2006