La economía de Australia acaba de publicar su peor crecimiento nominal desde 1962

The Beatles realizan en un club antes de firmar su primer contrato de grabación, Liverpool, Inglaterra, 1962. Foto: Getty Images

El lanzamiento de hoy de Q2 PIB de Australia estaba en el extremo más bajo de las expectativas con un resultado de 0,2% en el trimestre y una tasa de 2% de crecimiento para el año a junio.

Pero, los datos de título refleja medición del crecimiento "real" de los estadísticos. Eso es un crecimiento ajustado por inflación.

Mientras que la tasa trimestral de 0.2% de crecimiento y la tasa de crecimiento año a año el 2% eran decepcionantes suficiente, es el tipo de "nominal" de crecimiento que era verdaderamente horrible.

El ABS, dijo en su comunicado:

El crecimiento nominal del PIB fue del 1,8% para el ejercicio 2014-15. Este es el crecimiento más débil en el PIB nominal desde 1961 hasta 1962.

Ya áreas de la economía y los negocios asociados a la minería, y el fin del auge de la minería son efectivamente en recesión. Pero, con una tasa de crecimiento nominal bajo como la economía en su conjunto se va a sentir moribunda en todo el país.

En efecto, mientras que la tasa real Australia del crecimiento del PIB podría no ser un crecimiento nominal de recesión es más débil que en la última recesión de Australi a principios de 1990

Hay más de una buena política de aumentar el PIB

Los economistas son criticados regularmente para preocuparse por el producto interno bruto (PIB) y medidas similares. La declaración clásica del caso fue por Robert F Kennedy:

"Demasiado y demasiado largo, que parecen haber rendido los valores de excelencia de la comunidad y de la comunidad en la mera acumulación de cosas materiales. Nuestro producto nacional bruto ... si debemos juzgar a América por eso - cuenta la contaminación del aire y la publicidad de cigarrillos y ambulancias para despejar nuestras carreteras de carnicería. Cuenta cerraduras especiales para nuestras puertas y las cárceles para aquellos que los rompen. Cuenta la destrucción de nuestros bosques de secuoyas y la pérdida de nuestra maravilla natural en la expansión caótica. Cuenta napalm y el costo de una ojiva nuclear, y vehículos blindados de la policía que luchan disturbios en nuestras plazas. Cuenta rifle de Whitman y el cuchillo de la mota, y los programas de televisión que glorifican la violencia con el fin de vender los juguetes de nuestros hijos.

"Sin embargo, el producto nacional bruto no permite para la salud de nuestros hijos, la calidad de su educación o la alegría de su juego. No incluye la belleza de nuestra poesía o la fortaleza de nuestros matrimonios; la inteligencia de nuestro debate público o la integridad de nuestros

funcionarios públicos. Mide ni nuestro ingenio ni nuestro coraje; ni nuestra sabiduría ni nuestro aprendizaje; ni nuestra compasión ni nuestra devoción a nuestro país; que mide todo, en fin, excepto lo que hace que la vida valga la pena. Y nos dice todo acerca de América, salvo por eso estamos orgullosos de que somos americanos ".

Gran parte del tiempo esa crítica está fuera de lugar. A los efectos de la gestión macroeconómica de mediano plazo - es decir, tratando de mantener el pleno empleo y baja inflación - es importante para medir la cantidad de actividad económica va en conjunto. Si la demanda agregada es débil, por ejemplo, es razonable para estimular la economía mediante la reducción de las tasas de interés o el aumento del gasto público. El PIB es la mejor medida de la actividad económica, precisamente porque recoge toda la producción, tomando los precios de mercado existentes como la medida del valor.

Pero en el largo plazo, los problemas con el PIB comienzan a la materia, incluso en cuestiones relativamente estrechos de la política económica. Al medir el rendimiento económico (en oposición a la actividad), el PIB adolece de tres inconvenientes importantes a este respecto

Es bruta - es decir, la depreciación del capital físico y natural, no se descuenta.

Es interno - es decir, se mide la producción producida en Australia, a pesar de que el ingreso resultante puede fluir en el extranjero [1].

Es un producto - el objetivo último de la actividad económica no es la producción en sí, sino los ingresos que genera, que debe tomarse para incluir el valor económico de ocio, el trabajo doméstico y así sucesivamente.

Si queremos mirar a las políticas que promueven nuestro bienestar económico a largo plazo, tenemos que empezar con otra medida, producido por las mismas cuentas nacionales que nos dan PIB, pero con los errores anteriormente fijo. Esa medida es el ingreso neto nacional (NNI): la cantidad de ingresos obtenidos por los australianos, después de sustituir el capital depreciado.

Idealmente, la depreciación debe ampliarse para tener en cuenta la depreciación de, o mejoras, el capital natural como los bosques de secuoyas de Kennedy. Esto se hace en alguna medida en "cuentas satélites", elaborado por la Oficina Australiana de Estadísticas.

Más importante aún, al considerar el bienestar económico, tenemos que tener en cuenta el valor del ocio y el trabajo no de mercado. Esto se puede hacer con crudeza, al observar el ingreso nacional neto por hora trabajada como una medida del bienestar. Enfoques más sofisticados, que implican conceptos de ingreso total, se han desarrollado, pero no se han aplicado en las cuentas nacionales.

Ingreso nacional neto por hora trabajada no mide la belleza de la poesía o de la fuerza de los matrimonios, pero es una buena guía para el éxito o el fracaso de la política económica en el largo plazo. Es esta variable que deberíamos estar mirando a la hora de considerar qué tipo de políticas de reforma económica necesita ser perseguido.

Esto ha sido señalado muchas veces, pero también muchos economistas australianos seguirá centrándose en el PIB. El ejemplo más reciente es un informe publicado por el Instituto Grattan, titulado "Game cambiadores: prioridades de reforma económica para Australia". Hay mucho que gusta de este informe. La discusión es generalmente sensible, y hay una buena encuesta de opciones de política económica.

Desafortunadamente, las recomendaciones centrales son las condiciones que bien puede aumentar el PIB, al tiempo que reduce el bienestar económico para los australianos. El informe afirma:

"Pero por ahora, sólo tres reformas - reforma mezcla de impuestos, participación laboral de las personas de sexo femenino y mayores - pueden cambiar el juego. Ellos deberían ser las prioridades de reforma económica fundamentales para los gobiernos de Australia ".

El informe estima que cada una de las reformas que considere podría elevar el PIB en aproximadamente $ 20-25 millones de dólares al año, o alrededor de 1,5 por ciento. [2] El problema es que el PIB es la medida equivocada. Esto es más evidente en relación con la tasa de actividad femenina, donde se discuten brevemente los temas. El aumento de la participación femenina en el mercado laboral es probable que surjan principalmente como resultado de las reducciones en el trabajo doméstico no remunerado, lo más importante de cuidado de niños. El informe sostiene que el trabajo de mercado será de mayor valor económico que el trabajo no remunerado que desplaza. Esta es dudosa, pero incluso si es correcto, la ganancia será una pequeña fracción del aumento medido en PIB.

Al menos, el informe menciona los costos de una mayor participación de las mujeres. Por el contrario, la producción adicional que podría obtenerse alentadores o forzando a los australianos a trabajar más tiempo es tratado como una ganancia pura. La idea de que, después de 40 o más

años de trabajo por cuenta ajena, los trabajadores podrían beneficiarse más de la jubilación que de los ingresos adicionales que pudieran generar por permanecer en el trabajo, ni siquiera se considera. Una vez más, una evaluación correcta mostraría un incremento mucho menor en el PIB.

La opción política final es la reforma fiscal, con un enfoque principal en la reducción de impuestos a las empresas. El argumento aquí es similar a la de la Henry Review, que encontró que la reducción de impuestos a las empresas aumentaría la inversión y, por tanto, del PIB.

Pero echemos un (aunque no totalmente irreal) ejemplo estilizado y ver cómo funciona. Supongamos que una empresa extranjera establece una planta en Australia, trayendo en $ 1000 millones de su propio equipo de capital. Supongamos, además, que el negocio es lo suficientemente intensivas en capital que el impacto sobre el empleo puede no tenerse en cuenta, y que cualquier material de entrada utilizados de otra manera se han exportado sin transformar.

Supongamos que la empresa produce el retorno de serie en el capital obtenido en el mercado internacional, por ejemplo el 8 por ciento. Entonces es fácil ver que el producto interno bruto anual se ha incrementado en un 8 por ciento de los $ 1 mil millones, o US $ 80 millones. ¿Qué hay de la renta nacional neta? Los $ 80 millones en ingresos de capital todos los flujos en el extranjero, por lo que el impacto en la NNI es un cero redondo grande.

¿Qué medidas debería importar a los políticos australianos? La respuesta - muy claramente - es que la presencia o ausencia de la planta no hace ninguna diferencia para el bienestar económico de cualquier persona en Australia, por lo NNI da la respuesta correcta y el PIB el equivocado.

Por supuesto, el ejemplo estilizado no es perfectamente preciso. El aumento de la inversión de capital puede dar lugar a una mayor demanda de mano de obra y por lo tanto a los salarios más altos para los australianos. Pero estos efectos indirectos serán un orden de magnitud más pequeño que los efectos sobre el PIB, y se pueden compensar parcialmente o completamente (por ejemplo, si el aumento de la demanda se satisface mediante el aumento de la inmigración).

Más sutilmente, el mismo tipo de argumento se aplica al caso para preferir los impuestos sobre el consumo a los impuestos sobre la inversión. Si impuesto sobre el consumo, es probable que aumentar el ahorro y por lo tanto tienen una mayor utilidad en el futuro. Pero eso no es necesariamente algo bueno. Para evaluar el impacto sobre el bienestar económico que tenemos que tener en cuenta tanto los costos actuales (menos consumo de ahora) y los beneficios futuros (más consumo posterior). Bajo supuestos estándar, estos dos se aproximadamente anular de bajos y moderados índices de ingreso

Hay un montón de espacio para el debate sobre la mejor dirección para la política económica de Australia en el mediano plazo. Pero mientras esta cuestión se enmarca en términos de maximizar la tasa de crecimiento del PIB, que vamos a obtener las respuestas equivocadas.

John Quiggin es una Federación Fellow en Economía y Ciencias Políticas, y autor de Zombie Economía: Cómo Dead Ideas todavía caminan entre nosotros.

Notas al pie

Como la cita de Kennedy indica, la discusión utiliza para centrarse en las medidas del producto nacional bruto. El cambio a PIB refleja el hecho de que, en términos macroeconómicos, no importa mucho si la actividad económica produce ingresos para los australianos como para los extranjeros. Este interruptor ilustra además el punto de que el PIB no está diseñado como, y no debe ser utilizado como una medida de bienestar económico.

Tenga en cuenta que incluso en las estimaciones exageradas aquí, estos "cambiadores de juego" en su conjunto sería solamente aumentar el PIB en 4.5%, en un período de por lo menos una década. Eso es solamente equivalente a una o dos años de crecimiento económico, y mucho menos de la variación media del año a año en los ingresos familiares. Aunque sin duda sería bueno para aumentar los ingresos en un 5%, con respecto a la tendencia, en la próxima década, sería apenas representan una transformación que cambia el juego de la economía australiana.