m1 etica y deontologia

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tica y deontologa en psicologa

tica y deontologa en psicologaObjetivosDiferenciar la tica de la deontologa. Conocer las reglas ticas que tienen que guiar el ejercicio profesional. Conocer los principales dilemas ticos que aparecen en el trabajo del psiclogo. Conocer las limitaciones de la tica para la prctica profesional. Conocer los principales dilemas ticos que aparecen en el trabajo del psiclogo. Adquirir criterios con el objetivo de utilizar los principios ticos para resolver dilemas ticos.

La definicin de tica y sus limitacionesQu es la tica Biotica y psicotica

Qu es la ticaLa tica es la parte de la filosofa que estudia los fundamentos de la moralidad de los actos humanos, es decir, aquello en virtud de lo cual stos pueden ser considerados buenos o malos. La tica tambin designa el conjunto de principios y valores que gobiernan la conducta individual y colectiva, los cuales orientan a las personas y a los grupos a comportarse de acuerdo con lo que se puede considerar "el bien" o "la moral". La palabra tica muchas veces se ha confundido con la de moral, que hace referencia a la manera como las personas ponen en prctica sus criterios ticos.

As, por ejemplo, las personas decimos que una persona "no tiene tica" o bien que es una persona "amoral" o "de moral irreprochable". La moral existe antes de que los individuos la conozcan. Estas normas y reglas las aprendemos de distintas fuentes: la familia, la nacionalidad, la religin, la organizacin social, la escuela, etc. Estas normas morales se transmiten de generacin en generacin, frecuentemente de manera implcita, con el resto de las normas sociales. Por el contrario, las normas morales de las profesiones, entre las cuales se incluye la del psiclogo, se aprenden durante los aos de formacin acadmica y el ejercicio profesional. Cada sociedad establece unas normas que hacen posible la convivencia. En nuestra sociedad occidental la separacin entre sociedad y religin, la pluralidad de culturas y la poltica basada en la democracia marcan unas bases para entender la moral imperante. Podemos tratar de entender los criterios morales tan diferentes que pueden tener personas que sigan los principios de la moral juda, catlica, musulmana, etc. Difcilmente personas de culturas diferentes se pondrn de acuerdo en identificar sus criterios morales individuales. Como podemos apreciar, la tica se manifiesta en unos comportamientos que desde el punto de vista social pueden ser considerados moralmente aceptables o no. En todo caso, esta diferenciacin entre tica y moralidad desde un punto de vista prctico se ha diluido y se ha optado por referirse nicamente a la tica. Aunque pueda parecer que la tica tiene como objeto de anlisis aspectos subjetivos, como si un comportamiento es tico o no para una determinada persona o sociedad, no es as. Lo que trata de hacer la tica es evaluar la objetividad de las acciones de las personas; por lo tanto, no se trata de analizar ticas individuales diferentes, sino los criterios universales que pueden ser considerados buenos para cualquier humano.

Podis encontrar un anlisis detallado de la relacin entre tica y moral en la obra siguiente: A. Snchez Vidal (1999). tica de la intervencin social. Barcelona: Paids.

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Los principios ticos universales son: la justicia, la libertad, la honestidad y la verdad. Los principios ticos universales nos dan las razones para actuar personalmente y profesionalmente con criterios que van ms all de las creencias personales de cada persona y cada psiclogo.

Qu es la deontologaLa deontologa es la parte de la tica que se ocupa de los deberes de los profesionales, es decir, de los actos que tienen que hacer los integrantes de una determinada profesin. La lista de los deberes de la profesin de psiclogo se rene en su Cdigo deontolgico. Es necesario entender que las reglas de actuacin profesional, recogidas en el Cdigo deontolgico, son ms detalladas y precisas que los principios ticos que rigen la profesin de psiclogo. Los principios ticos de los psiclogos son las aspiraciones, los ideales, a partir de los cuales tendran que orientar su actuacin profesional, y no tienen carcter exhaustivo ni son reglas que se tengan que cumplir obligatoriamente. Es, pues, evidente que la tica y la deontologa representan dos niveles diferentes de compromiso del psiclogo con su profesin. Algunos aspectos que permiten diferenciar la deontologa de la tica son los siguientes: Deontologa Se ocupa de los deberes del psiclogo. Adopta el punto de vista del psiclogo. tica Se ocupa de las necesidades y los derechos del cliente. Adopta el punto de vista del cliente.

En este mdulo, el trmino cliente se refiere, siguiendo la propuesta del "Metacdigo de tica de la Federacin Europea de Asociaciones de Psiclogos (EFPA)", a "cualquier persona, paciente, personas en interdependencia u organizaciones con quienes los psiclogos tienen una relacin profesional, incluyendo relaciones indirectas". A partir del cuadro anterior, podemos entender fcilmente que hablar nicamente de deontologa profesional es un enfoque sesgado, dado que deja de lado los derechos de los usuarios y, por lo tanto, afecta a la manera en la que se entienden las relaciones que se establecen entre el psiclogo y su cliente. Es evidente que la persona a la cual el psiclogo presta servicio tambin tiene derechos y deberes. De este modo, por lo tanto, adoptar una perspectiva tica, y no exclusivamente deontolgica, es una manera diferente de afrontar los dilemas ticos que se producen en las relaciones entre los psiclogos y las personas. Esto nos permite establecer unas relaciones psiclogo-cliente ms equilibradas, en las que el psiclogo no es superior al cliente y se da una relacin entre dos personas con derechos, lo cual nos permitir evitar relaciones paternalistas y de dependencia del cliente hacia el psiclogo.

La tica nos proporciona criterios para determinar qu actos son correctos o incorrectos. La deontologa detalla los deberes y las normas de conducta profesional de los psiclogos. Podemos decir que trata las normas para la "buena prctica" psicolgica. Biotica y psicoticaBiotica es un neologismo que hace referencia al estudio de la vida desde el punto de vista de la tica. Es decir, analiza las ciencias de la vida y la salud a la luz de la moral y la tica, e intenta establecer cules son las soluciones satisfactorias para todas las personas e instituciones implicadas en un dilema tico (el sistema sanitario, el paciente, su familia y el mismo profesional). La biotica ha experimentado un rpido desarrollo causado por los avances de la biologa y la medicina. Algunos ejemplos son los avances en trasplantes de rganos, la reproduccin humana y la ingeniera gentica, y tambin los progresos en reanimacin y tratamiento del dolor en oncologa. Estos avances han llevado a los profesionales de la salud a plantearse si todo lo que es tcnicamente posible es ticamente correcto. La biotica ha experimentado una rpida expansin en la sociedad americana, con una posicin socialmente relevante de la medicina y otras ciencias de la salud. El pluralismo de esta sociedad ha posibilitado la aparicin de visiones diferentes frente a las intervenciones sanitarias y de salud.

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Podis ampliar este apartado sobre biotica en la obra de Mara Jess Goikoetxea (1999). Introduccin a la Biotica. Universidad de Deusto: Cuadernos de Teologa Deusto (nm. 20). Ante esta disparidad de visiones e interpretaciones posibles sobre qu decisin es ticamente correcta cuando surge un dilema en cuestiones de salud, la biotica representa un intento de establecer un sistema racional de decisin que no est afectado por razonamientos jurdicos ni convicciones religiosas. En este sentido, la biotica se fundamenta en la pluralidad y en el respeto a los diferentes valores de las personas. Esta fundamentacin con respecto a los diferentes valores de las personas aceptada por la biotica se basa en el principio de que todos los humanos merecen consideracin y respeto. Este principio, el de dignidad humana, especifica cul es la referencia en cuestin de tica, pero no "cmo" se tiene que llevar a cabo este principio. Para resolver esta dificultad se adoptaron una serie de normas ticas: los principios de la biotica.

La primera vez que se formul la necesidad de respetar los principios morales de beneficencia, justicia y autonoma en las investigaciones con humanos fue en 1978 con el Informe Belmont. National Comission for the Protection of Human Subject of Biomedical and Behavioral Research; The Belmont Report. Ethical principles and guidelines for the protection of human subjects of research. Maryland: Bethesda. Los cuatro principios de la biotica son: la no maleficencia, la justicia, la autonoma y la beneficencia. Hoy en da hay un amplio consenso hacia la validez de estos principios como el mejor mtodo para mostrar el respeto absoluto y consideracin para los seres humanos en las relaciones sanitarias (Goikoetxea, 1999). Sin embargo, el anlisis de los principios que tienen que regir la solucin de conflictos o dilemas que pueden aparecer cuando se tienen que tomar decisiones sobre, por ejemplo, si se tienen que aplicar o no determinadas tecnologas que puedan prolongar de manera artificial la vida de las personas parece, al menos aparentemente, que tiene poco en comn con los dilemas con los que se puede encontrar un psiclogo en su prctica profesional. Los psiclogos no se suelen enfrentar a decisiones con estas implicaciones. Por lo tanto, parece que los principios ticos que tendran que guiar la prctica profesional de la psicologa podran ser diferentes, al menos en parte, a los que guan otras ciencias de la salud. A pesar de esta apariencia, la realidad indica que las decisiones que toman los mdicos y psiclogos tienen bastante en comn: la incertidumbre y la ausencia de criterios objetivos completos para decidir. Tanto un mdico como un psiclogo se enfrentarn a la necesidad de decidir cul es el trastorno, enfermedad o padecimiento que tiene la persona que le pide ayuda. La biotica, en tanto que trata los aspectos ticos de la salud de las personas y stas pueden ser consideradas desde una perspectiva biopsicosocial, de hecho ya incluye los aspectos psicolgicos humanos. Por lo tanto, algunos autores han optado por incluir los aspectos ticos de la prctica psicolgica como un caso especial de la biotica. En todo caso, la especificidad de los dilemas ticos propios de las relaciones entre los profesionales de la psicologa y las personas o colectivos a los cuales prestan servicio hace posible considerar que la biotica no abraza la especificidad de las relaciones ni conflictos que se pueden producir. Por esto, algunos autores han propuesto la existencia de la psicotica como una disciplina con identidad propia. Desde este punto de vista, la tica de la prctica psicolgica, la psicotica, tiene como objeto de estudio y reflexin los dilemas ticos que se producen en la prctica profesional de los profesionales de la salud mental (Frana-Tarrag, 1996).

Pensad si, desde vuestro punto de vista, la realidad y los dilemas a los cuales se pueden ver expuestos los psiclogos y otros profesionales de la salud son tan diferentes como para justificar la existencia de una psicotica diferenciada de la biotica.

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La biotica intenta establecer principios de razonamiento racional frente a dilemas ticos en el mbito de la salud. El respeto a los principios de la biotica es, hoy da, la mejor manera de cumplir con el deber de respeto a los humanos. La psicotica estudia los aspectos ticos de la prctica psicolgica. El papel de los principios ticos de la prctica psicolgica El principio bsico de la psicoticaEl papel de los principios ticos en el desarrollo profesional La prctica profesional de la psicologa es una actividad que coloca a los psiclogos en situaciones en las que se ven comprometidos a tomar decisiones sin tener toda la informacin necesaria. Por ejemplo, un psiclogo se puede ver obligado a hacer un peritaje penal, hacer una valoracin de daos en un trabajador que ha sufrido un accidente o hacer un diagnstico a un nio que no sigue el ritmo escolar del resto de los compaeros. En situaciones como stas, el psiclogo habitualmente no dispone de toda la informacin necesaria, y se ve obligado a tomar decisiones sabiendo que no sabe todo lo que necesitara saber. Situaciones como stas hacen que el psiclogo se plantee si acta de manera correcta y cules podran ser las consecuencias de su actuacin para estas personas.

Pensad en las posibles consecuencias de las decisiones del psiclogo que tiene que hacer el peritaje penal, la valoracin de daos y el diagnstico del nio. Qu pasara en cada una de las situaciones? La solucin encontrada por los organismos profesionales, en nuestro caso los colegios oficiales de psiclogos, para tratar de resolver algunas de estas situaciones ha sido establecer unas normas ticas y de comportamiento profesional que prevean tanto las normas de actuacin profesional como las responsabilidades derivadas del rol profesional del psiclogo. Son los cdigos ticos y deontolgicos. En estos cdigos, antes de detallar los deberes profesionales, se hace una enumeracin ms o menos detallada y exhaustiva de los principios ticos que los psiclogos tienen que respetar en el marco de su ejercicio profesional. Estos principios ticos representan un intento de aclarar y garantizar el compromiso tico de la profesin hacia la sociedad y favorecer la confianza mutua entre los psiclogos y las personas o instituciones a las cuales presta servicio. La aparicin de los principios ticos en los cdigos deontolgicos representa un avance importante que nicamente es posible cuando la acumulacin de experiencia profesional indica que hay reas que frecuentemente son objeto de duda o dificultad y, posiblemente tambin, de queja para los clientes. Este intento de dotar la psicologa de unos principios ticos tambin representa un intento de obtener respetabilidad y de solucionar los problemas que deterioran la imagen de la profesin de psiclogo y la confianza en la misma (Snchez Vidal, 1999). Para Snchez Vidal (1999), los requisitos bsicos para la aparicin de los principios ticos de una profesin, como la psicologa, son los siguientes: La existencia de identidad profesional. El reconocimiento de la necesidad de normas para asegurar el cumplimiento de los deberes profesionales. La existencia de una masa crtica de profesionales que avale la necesidad de un sistema de responsabilidad tica y de autorregulacin colectiva. En el caso de la psicologa, estos requisitos se satisficieron de manera clara hacia finales de los aos ochenta y principios de los noventa, cuando los colegios profesionales ya tenan bastante historia y entidad para empezar a preocuparse por la dimensin tica de la profesin de psiclogo. El principio tico bsico de la psicotica Los principios ticos bsicos de la psicologa, la psicotica, se derivan del principio tico ms general de respeto de la dignidad humana.

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El valor tico mximo, del cual se deriva el resto de los principios ticos, es el respeto de la dignidad humana y hace referencia a la necesidad de considerar que cualquier intervencin con las personas tiene por nica finalidad su desarrollo y perfeccionamiento. Este principio se concreta y se detalla en los principios ticos bsicos, que primero la biotica y posteriormente la psicotica han adoptado como gua para la prctica profesional. El cumplimiento de estos principios es el camino mediante el cual los psiclogos pueden llevar a la prctica un comportamiento profesional que respete la dignidad de las personas. En este nivel de detalle, no hay unanimidad entre los autores ni entre los diferentes cdigos deontolgicos sobre cules son los principios ticos propios de la profesin de psiclogo. Mientras que Frana-Tarrag (1996) destaca tres normas ticas, el Ethical Principles of Psychologist and Code of Conduct de la American Psychological Association (APA, 1992) detalla seis principios, el borrador de cdigo tico que actualmente expone pblicamente el APA (APA, 2001) los reduce a cinco y el metacdigo de tica de la de la Federacin Europea de Asociaciones de Psiclogos (EFPA) enumera cuatro (Infocop, 2001). Los cdigos deontolgicos que hay en nuestro pas (Cdigo Deontolgico del Psiclogo, 1993; Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua, 1990) hacen referencia, aunque de manera poco explcita, a ocho.

Los principios ticos ilustran el compromiso de la psicologa hacia la sociedad y favorecen la confianza mutua entre los psiclogos y las personas o instituciones a las que presta servicio. Los principios ticos representan un intento de obtener respetabilidad y de solucionar los problemas que deterioran la imagen del psiclogo. Los principios ticos de la psicologa se derivan del respeto a la dignidad humana. Los principios y las normas de la psicoticaEl principio de beneficencia El principio de no maleficencia El principio de autonoma El principio de justicia Las reglas psicoticas Los principios ticos de la APA Los principios ticos en los cdigos deontolgicos espaoles El metacdigo de tica de la EFPA Una ojeada al futuro: los prximos principios de la APA

El principio de beneficenciaEl principio de beneficencia expresa el deber bsico de hacer el bien a las personas. Es un principio que proviene de la tica mdica que se ha extendido a la tica psicolgica.

Para entender mejor este apartado, podis consultar la pgina 34 del libro siguiente: A. Wadeley; T. Blasco (1995). La tica en la investigacin y la prctica psiolgicas. Barcelona: Ariel. El principio de beneficencia puede ser entendido como la obligacin de procurar el bien a las personas con las que tenemos responsabilidad. En el caso de los psiclogos, este principio indica que, mediante sus conocimientos, el psiclogo tiene el deber de

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tratar de ayudar a las personas que piden sus servicios. Este principio histricamente ha permitido que los mdicos y otros profesionales sanitarios, como los psiclogos, hayan podido decidir qu era lo que convena a los pacientes y las personas a las cuales prestaban servicio. Esta concepcin del mdico y del psiclogo como "experto" que saba lo que se deba hacer para solucionar los problemas de las personas posibilit la aparicin de relaciones paternalistas. Es evidente que el respeto de este principio nos puede llevar a situaciones comprometidas. Tenemos que respetar la voluntad de un toxicmano de continuar consumiendo herona, a pesar de saber que esto, probablemente, acabar con su vida? Puede el psiclogo tratar de persuadirlo, de modificar su conducta amparndose en el principio de beneficencia? No hay duda de que unos psiclogos se decantarn por la primera opcin, mientras que otros lo harn por la segunda. Los que adopten la opcin de respetar la voluntad del toxicmano podran argumentar que si la decisin de consumir no comporta daos a terceras personas, se tiene que respetar. Por el contrario, los que adopten la segunda opcin pueden argumentar que es una manera de llevar a cabo el deber de beneficencia. Una situacin que tambin representa un conflicto tico tiene lugar cuando el psiclogo est interesado en atender a un cliente por intereses profesionales, como puede ser la propia necesidad econmica y el prestigio profesional, en lugar de atender los intereses del cliente. En estas situaciones el inters profesional entra en contradiccin con el bienestar del cliente, el propio beneficio sustituye el beneficio del cliente (Snchez Vidal, 1999).

Imaginad la situacin en la que os encontrarais si un da un poltico conocido viniera a vuestra consulta y os pidiera ayuda para tratar la bulimia de su hija, un trastorno en el que no tenis ni formacin ni experiencia profesional. El caso es muy atractivo, ayudar a este poltico probablemente os ira muy bien desde el punto de vista profesional, y ha dicho que est dispuesto a pagar lo que sea necesario. Qu harais? Con estos ejemplos, ya podis apreciar que el respeto de los principios ticos muchas veces nos lleva a situaciones de conflicto o dilema: cul es la actuacin ms ajustada a la tica profesional? Actualmente, este modelo paternalista de relacin profesional entra en contradiccin con los principios de autonoma y con la realidad plural de las sociedades en las que vivimos. Esta realidad ha permitido la aparicin de reivindicaciones de los pacientes y clientes de tener derecho a ser ellos mismos, en tanto que afectados, a decidir qu se tiene que hacer con su cuerpo y su salud. Evidentemente, estas reivindicaciones se han extendido a la posibilidad de decidir si se quiere aceptar el tratamiento que propone al mdico o el psiclogo o no. Por esta razn, la concepcin paternalista del principio de beneficencia no se considera ticamente aceptable si no tiene en consideracin los deseos, las opiniones y los valores de la persona afectada por las decisiones sanitarias y de otros profesionales, como los psiclogos. Pensad que tratando de ayudar a una persona la podemos llegar a degradar, que es la situacin en la que nos encontramos si le imponemos nuestros criterios sobre lo que es correcto, sobre lo que tiene que hacer o sobre lo que le conviene. Lo que para el psiclogo puede parecer una actuacin respetuosa con la tica, para los clientes puede ser una actuacin profesional que puede ser vivida como una injerencia en su vida. En este caso, como en otros semejantes (riesgo de suicidio, entre otros), el psiclogo se ve obligado a distinguir si el sujeto decide por s mismo, con conciencia y libertad, o no. Si la apreciacin es que la persona no puede decidir por s misma, la intervencin se tiene que encaminar a permitir que la persona recupere el dominio sobre s misma, para que pueda decidir de manera autnoma. Estas intervenciones se consideran, como indica Frana-Tarrag (1996), un ejemplo de "paternalismo dbil" y representan la intervencin mnima a la cual est obligado el psiclogo. Finalmente, hay que considerar una manera ms amplia de aplicacin del principio de beneficencia: el deber de hacer el bien al conjunto de la persona, es decir, no limitarse a resolver los problemas puntuales.

"El objetivo de la intervencin profesional es beneficiar a la persona y posibilitar una mejor relacin con el resto de las personas, y aumentar su capacidad de vivir conscientemente y libremente de acuerdo con sus valores." O. Frana-Tarrag (1996). tica para psiclogos: Introduccin a la psicotica. Bilbao: Descle de Brower. Por lo tanto, el principio de beneficencia actualmente se entiende como la obligacin de hacer el bien a las personas con las que tenemos responsabilidad, pero respetando sus valores y proyecto vital (Goikoetxea, 1999).

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No es aceptable querer hacer el bien a una persona que depende de nosotros si de esta manera no respetamos sus valores, su proyecto de vida o le imponemos nuestra visin de lo que est bien.

Segn el principio de beneficencia, el psiclogo tiene el deber de hacer el bien con la ayuda de sus conocimientos. No es aceptable ayudar a las personas si con esta ayuda no respetamos los deseos, las opiniones y los valores de la persona. La intervencin mnima a la cual est obligado el psiclogo es ayudar a la persona a recuperar la posibilidad de decidir por s misma. El principio de no maleficenciaEl principio de no maleficencia se entiende como la obligacin de no lesionar la integridad de un ser humano. Ha sido, y todava es, un principio bsico de la tica mdica. Puede ser discutible si es prioritario no perjudicar o, por el contrario, la prioridad es hacer el bien, cuando tratamos de ayudar a una persona o un colectivo con el que tenemos una relacin profesional. Para un psiclogo puede ser prioritario que su intervencin no comporte ningn mal a la persona a la cual presta su servicio, dado que no siempre podemos garantizar una mejora de la persona, pero se tiene que considerar que no causar mal es un deber mnimo, imprescindible y bsico. Cuando una persona pide los servicios de un psiclogo es evidente que espera no ser perjudicada por los actos del profesional. El psiclogo tiene el deber tico de no perjudicar de manera intencionada con su actuacin. Sin embargo, este mandamiento tico no se acaba aqu, un psiclogo no slo tiene que evitar perjudicar a su cliente, sino que le debe ayudar a solucionar sus problemas o dificultades. Esto es lo que se espera de l y la razn por la cual las personas le piden ayuda y consejo.

Volved a leer el ejemplo anterior en el que al psiclogo le llega a la consulta un caso de bulimia. Pensad en las posibles consecuencias negativas que podra tener para la hija del poltico una intervencin poco eficaz del psiclogo. Vulnerara el principio de no maleficencia?

Un ejemplo de vulneracin del principio de no maleficencia sera el caso de una psicloga que estaba en trmites de divorcio, lo que le provocaba sentimientos de agresividad contra los hombres. Esta agresividad se traslad a su actuacin profesional: en el transcurso de sus terapias, la psicloga entraba fcilmente en discusin con sus clientes hombres sin razones objetivas. Estas discusiones y la percepcin de la agresividad de la psicloga provocaron sentimientos de culpabilidad y confusin entre sus clientes.

Desde el punto de vista del principio tico de la no maleficencia, la actuacin del psiclogo se tiene que orientar hacia el desarrollo y perfeccionamiento de las personas. El principio de autonomaEste principio implica que la persona tiene derecho a gobernarse y dirigirse a s misma, y las decisiones tomadas de acuerdo con este principio tienen que ser respetadas, siempre que no comporten perjuicios para los otros. Por lo tanto, las personas tienen derecho a establecer sus principios y valores, y tambin a desarrollar su proyecto vital. La autonoma significa que las personas tienen derecho a optar por las normas y los valores que consideren vlidos.

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El principio de autonoma se basa en la concepcin de la persona como un ser con capacidad de autodeterminacin, considerada como una caracterstica bsica de la persona por los psiclogos. Esta capacidad de autodeterminacin se manifiesta en la habilidad que tenemos las personas de establecernos objetivos. Por otra parte, esta autonoma individual necesita ser protegida; frecuentemente hay riesgo de desequilibrio de poder entre las personas y las instituciones y la autonoma puede ser fcilmente vulnerada.

Una persona que se encuentra mal no est en las mejores condiciones de defender su derecho a decidir por s misma; por el contrario, el profesional que la atiende est sano y tiene ms conocimiento. En este caso, el psiclogo se encuentra en situacin de superioridad y tiene poder sobre su cliente. Las implicaciones de este principio respecto del ejercicio profesional son muy importantes cuando sugiere que una persona tiene derecho a decidir por s misma y, por lo tanto, debemos respetar sus decisiones. Cuando los valores del cliente entran en conflicto con los del psiclogo, ste tiene que respetar y facilitar su autodeterminacin y permitirle la toma de decisiones. No hay respeto a la dignidad de las personas si no respetamos sus diferencias. Sin embargo, esta obligacin tica de respetar la autonoma del cliente tiene sus limitaciones. Las personas nicamente pueden decidir por s mismas si estn en condiciones de considerar de manera consciente sus valores y pueden actuar sin limitaciones externas. Por lo tanto, una de las obligaciones principales del psiclogo es informar adecuadamente a su cliente para permitirle decidir de manera autnoma. Las implicaciones y limitaciones del principio de autonoma son claramente visibles en las situaciones en las que las personas piden ayuda al psiclogo. Cuando una persona va a un psiclogo, por ejemplo con un trastorno mental o con una angustia elevada por las relaciones laborales, lo hace en unas condiciones en las que no puede decidir de manera autnoma. Su trastorno no le permite actuar y decidir con conocimiento y libre de influencias externas. Su voluntad y su sistema de valores se ven alterados y es tarea del psiclogo ayudarla a recuperar su autonoma. Otro caso muy ilustrativo del principio de autonoma hace referencia a la posibilidad de los clientes de un psiclogo de decidir si quieren seguir el tratamiento o las pautas de intervencin propuestas por el profesional. Una persona a la cual proponemos utilizar un procedimiento de implosin para tratar de solucionar su fobia tiene el derecho a decidir si quiere seguir este procedimiento o, por el contrario, prefiere un procedimiento que no le genere tanta angustia. En la relacin psiclogo-cliente, este ltimo tiene derecho a consentir, o no, si la intervencin que le propone el psiclogo se tiene que llevar a la prctica. La relacin profesional se tiene que establecer en trminos de igualdad de condiciones. Esta obligacin del psiclogo de garantizar la autonoma del cliente es de una especial relevancia en los casos de menores o personas que no puedan decidir por s mismos, en los que es necesario el consentimiento de sus padres o tutores. Otros grupos especialmente sensibles que pueden sufrir los efectos de decisiones externas sin consentimiento son los drogadictos, los ancianos y las personas ingresadas en instituciones (como las personas con retraso mental o disminuciones psquicas). Del principio tico de autonoma se derivan algunas obligaciones morales que han sido recogidas por los cdigos deontolgicos de los psiclogos: No revelar la informacin referente al cliente. Fidelidad a los compromisos adquiridos. Veracidad en la informacin aportada al cliente. Si un psiclogo quiere atender de la mejor manera posible los intereses de sus clientes, tiene que entender cul es el mejor modo en el que los clientes perciben y valoran las ventajas e inconvenientes de su intervencin.

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El principio de autonoma nos obliga a dar toda la informacin necesaria para que nuestro cliente est en condiciones de decidir por s mismo. La relacin que establecen el psiclogo y su cliente tiene que ser de igualdad total. Los grupos sociales ms desfavorecidos son los que ms se tienen que beneficiar del respeto al principio de autonoma. El principio de justiciaEste principio nos obliga a respetar a todo ser humano y a procurar igualdad de oportunidades, lo que se traduce en la necesidad de evitar todo tipo de discriminacin, bien en razn de edad, sexo, raza, religin, nacionalidad o clase social. El principio de justicia nos indica que todos los ciudadanos son respetables y que tienen derecho a la igualdad de oportunidades. El principio de justicia lo podemos entender como una extensin social del principio de no maleficencia. Es decir, indica que tenemos la obligacin tica de no lesionar la consideracin social de los seres humanos. Este principio implica que, como psiclogos, tenemos el deber de procurar igualdad de oportunidades, lo cual se puede traducir en que tambin debemos velar para que las personas tengan acceso a la mejora de su salud, educacin y trabajo. Puesto que en la realidad hay diferencias significativas entre distintos grupos sociales, nicamente podemos considerar aceptables las menores diferencias posibles y las que favorezcan a los grupos ms perjudicados. Esto nos obliga muchas veces a dejar de lado nuestros intereses particulares y profesionales para actuar de manera que la persona o colectivo con el que trabajamos tenga un acceso equitativo a prestaciones sociales y sanitarias. Con respecto a este principio, hay que considerar que las personas tienen derecho a desarrollar sus necesidades bsicas (salud, educacin, trabajo), aunque pueden optar por desarrollar otras o bien sacrificar alguna para obtener un mximo nivel en otra. Hay personas o colectivos que optan por vivir alejados de pueblos y ciudades, sin asistencia mdica o sin escuela, para poder disfrutar de su libertad. Tambin encontramos que las personas priorizan el trabajo por encima de la educacin.

Las personas que viven en "comunas" o como "neohippies" optan por vivir en contacto con la naturaleza, lejos de un mdico o de una escuela. Igualmente, muchos jvenes optan por empezar a trabajar lo antes posible sin haber acabado los estudios.

Son iguales los cuatro principios ticos?Ya hemos visto antes que el respeto a los principios ticos de la psicotica nos puede llevar fcilmente a situaciones de dilema y conflicto. Es difcil respetar los cuatro principios al mismo tiempo y a veces dos principios o ms parece que entran en conflicto.

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Pensad que el psiclogo est obligado a respetar los derechos de su cliente. El cliente o usuario quiere que respetemos sus valores, quiere tirar adelante con su proyecto vital y tomar decisiones de acuerdo con sus convicciones. Tambin aparecen los intereses de las familias, que muchas veces nos piden que ayudemos a su hijo o su pareja, con la idea de que ste no decide con autonoma. Finalmente, las instituciones muchas veces nos obligan a cumplir normas que nos pueden colocar en situaciones comprometidas (imaginad si no podemos atender a una persona porque no nos puede pagar nuestros honorarios). Aparentemente, el criterio de la familia no siempre se tiene que respetar, quiz ira contra los intereses legtimos de nuestro cliente. Imaginad que una familia nos pide tratar la adiccin a las drogas de su hijo mediante un internamiento en un centro cerrado. Por otra parte, tambin tenemos la obligacin tica de respetar el principio de beneficencia hacia la familia. Desde una perspectiva de justicia, el internamiento quiz no es el recurso teraputico prioritario, es un recurso escaso que quiz sera ms adecuado para una persona en una situacin ms extrema. Finalmente, quiz el hijo puede ver lesionado el derecho a su autonoma y capacidad de decisin como persona. En todo caso, es obvio que se le tiene que procurar toda la informacin necesaria sobre su diagnstico y pronstico. La existencia de conflicto entre los diferentes principios es evidente. Ahora bien, nos obligan en la misma medida los cuatro principios? Esto depender de si el comportamiento al que afectan es pblico o privado. Si lo que analizamos es una cuestin privada de las personas, son los principios de beneficencia y autonoma los que tienen prioridad. Por el contrario, si el dilema tico es de carcter pblico, es decir, afecta a la sociedad, entonces son los principios de no maleficencia y justicia los que se convierten en prioritarios. De hecho, estos principios son jerrquicamente superiores (de primer nivel) en tanto que recogen los principios que la sociedad considera prioritarios, recogen la idea de que hay cosas que no se pueden hacer a los otros aunque nos las podramos hacer a nosotros mismos (Goikoetxea, 1999).

Un psiclogo no puede permitir que un suicida acabe con su vida aunque lo haya decidido de manera autnoma y consciente.

El principio de justicia (social) nos obliga a velar para que las personas tengan acceso a mejoras en su salud, educacin y trabajo. Desde una perspectiva individual, los principios ticos que hay que considerar de manera prioritaria son el de beneficencia y el de autonoma. Desde una perspectiva social, los principios ticos que hay que considerar de manera prioritaria son el de no maleficencia y el de justicia. Las reglas psicoticasHasta ahora hemos visto cules son los principios ticos que guan la actuacin profesional del psiclogo y que comparte con otras profesiones relacionadas con las ciencias de la salud, como la medicina. Estos principios ticos bsicos son la aspiracin y el ideal a los cuales el psiclogo tiene que tender, pero por s mismos no nos permiten

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evitar ni resolver las situaciones conflictivas a las cuales, seguramente, se enfrentar el psiclogo en su ejercicio profesional. Estos principios generales y bsicos de la psicotica y de la biotica se han ido traduciendo en una serie de normas ticas ms especficas que, como afirma Frana-Tarrag (1996), son "como las condiciones imprescindibles para que aqullos se puedan poner en prctica". Frana-Tarrag (1996), en su tica para psiclogos: Introduccin a la Psicotica, destaca tres normas o reglas que considera bsicas y prescriptibles en la relacin psiclogo-persona.

Podis leer una discusin detallada de este apartado en la pgina 33 y siguientes del libro de O. Frana-Tarrag (1996). tica para psiclogos: Introduccin a la psicotica. Bilbao: Descle de Brower. Estas tres reglas son las siguientes:

La regla de confidencialidadEsta regla tiene mucha tradicin en las relaciones profesionales e implica que el psiclogo tiene que respetar las confidencias, privacidad, intimidad y confianza de la persona a la cual presta sus servicios. Es evidente que esta regla es bsica para facilitar una relacin fluida, respetuosa y al mismo tiempo bastante ntima que posibilite una relacin teraputica y/o asistencial ptima. Por otra parte, romper el acuerdo, explcito o implcito, de secreto, implica una vulneracin del principio de autonoma y, por lo tanto, una falta de respeto hacia la autonoma y los derechos de la persona. Toda informacin aparecida en el transcurso de la relacin psiclogo-persona es considerada secreta. Tambin se tiene que considerar la posibilidad de que la informacin aparecida a lo largo de la relacin psiclogo-persona o psiclogo-colectivo tenga que ser protegida, dado que su divulgacin puede tener consecuencias para la persona que nos la facilita. Imaginemos que en el transcurso de una entrevista con un adolescente en un centro de secundaria nos confiesa que es portador del virus del sida. Os podis imaginar las consecuencias que podra tener para el joven el hecho de que esta informacin saliera de entre las cuatro paredes del despacho del psiclogo? Imaginad tambin las consecuencias que tendra para el prestigio profesional del psiclogo entre los estudiantes y el profesorado. Ahora bien, imaginemos la situacin en la que se encuentra un psiclogo cuyo cliente le avisa de que quiere suicidarse, o bien que quiere cometer un asesinato. Posiblemente dudar sobre si tiene que respetar la confidencialidad de su cliente o tiene que avisar a los familiares o la polica. Aqu se tiene que aclarar que la regla de confidencialidad, si bien en principio se tiene que respetar, tambin debe evaluarse si entra en conflicto con otras reglas o principios de orden superior, como el de beneficencia o el de autonoma. De esta manera, un suicida puede atentar contra su dignidad humana y el asesino contra los derechos de terceras personas.

La regla de veracidad y consentimientoLa regla de veracidad y consentimiento es una aplicacin del principio de autonoma, que se basa en el hecho de que las personas tienen derecho a disponer de s mismas y, por lo tanto, tambin tienen derecho a dar consentimiento a las actuaciones del psiclogo. Toda persona tiene derecho a decidir y consentir las actuaciones del profesional que la afecten. Para que se considere vlido, el consentimiento tiene que cumplir algunos requisitos: debe ser expreso, se tiene que dar antes de que el psiclogo inicie sus actuaciones, la persona tiene que ser informada, se tiene que encontrar en condiciones de decidir y, finalmente, no debe recibir presiones externas. Es evidente que una de las razones por las cuales las personas tienen derecho a dar su consentimiento antes de que el psiclogo empiece a actuar es para preservarlas de los posibles abusos o de las consecuencias negativas que se puedan derivar de esta intervencin. La otra razn del consentimiento es facilitar la confianza entre el psiclogo y su cliente, lo cual implica una responsabilidad compartida entre las dos partes: la relacin se establece para mejorar la calidad de vida de la persona que solicita los servicios del psiclogo. Aunque puede parecer obvio que el cliente tiene derecho a dar su consentimiento previo al principio de las actuaciones del psiclogo, en la prctica diaria es frecuente encontrarse en situaciones en las que es difcil llevar a cabo esta regla. Si quien est en nuestra consulta es un nio, una persona con sus capacidades intelectuales

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disminuidas, una persona con un trastorno grave que disminuya su capacidad de decisin o un inmigrante con dificultades para entender correctamente nuestras explicaciones, nos podemos imaginar la dificultad que representa para ellos decidir de manera autnoma y para nosotros aceptar sus decisiones como una muestra de consentimiento vlido. En estos casos nos podemos plantear si la persona ha entendido correctamente las explicaciones que le hemos dado, si puede prever las consecuencias de su conducta y de las actuaciones que le propone el profesional y si puede decidir voluntariamente, sin presiones, de acuerdo con sus expectativas y situacin social. Claro est que no tenemos indicadores claros, evidentes y fiables de si una persona est en condiciones de decidir y consentir vlidamente y, por lo tanto, el psiclogo deber tener mucho cuidado y ser prudente cuando se enfrente a estas situaciones. De todas maneras, hay algunas pautas de comportamiento profesional que minimizan el riesgo de que el cliente tenga dificultades aadidas para decidir y consentir. De esta manera, el psiclogo tiene que garantizar que su cliente reciba, de manera comprensible, la informacin necesaria sobre el proceso que estn a punto de empezar, los costes y los posibles beneficios que se derivarn de esto.

Una psicloga, consciente de sus obligaciones ticas, informaba de manera sistemtica a sus clientes, incluso les daba expedientes con toda la informacin por escrito. Describa su papel como psicloga y sus expectativas respecto de sus clientes, cuando explicaba los resultados de la evaluacin psicolgica con tests evitaba exagerar la utilidad de los tests y no daba ms informacin que la obtenida por este medio. Cuando explicaba el proceso de psicoterapia, pona mucho nfasis en explicarlo, en aclarar qu se poda esperar de ella como psicoterapeuta y los posibles riesgos que haba (como la tensin creada por el tratamiento). Otro psiclogo, que trabajaba en el departamento de recursos humanos de una compaa y que frecuentemente tena que seleccionar a candidatos para puestos de trabajo, siempre informaba a los candidatos de la poltica de la empresa de que no daba informacin referente al proceso de seleccin. Igualmente, siempre informaba a los candidatos de que su cliente era la compaa, no el candidato. El psiclogo tiene que brindar a sus clientes informacin que tendra que incluir como mnimo datos referentes a la formacin que ha recibido, bsicos y especializados, el tipo de ayuda que le puede ofrecer y los beneficios que se pueden derivar de la misma, y tambin el coste econmico y la confidencialidad de la informacin, verbal y escrita.

La regla de fidelidad a los acuerdosEsta regla se basa en el clsico juramento hipocrtico que hacan los mdicos y que trasladado al mbito de la psicologa se puede equiparar con el compromiso que adquieren los psiclogos que adoptan el Cdigo deontolgico como regla de actuacin. De esta manera, se puede entender que el psiclogo adopta un compromiso pblico e implcito de prestar los servicios profesionales con competencia y respetando el cdigo tico y deontolgico. Por lo tanto, cuando un psiclogo acepta iniciar una relacin profesional con una persona, se crea una serie de expectativas hacia la actuacin del psiclogo y las consecuencias de esta actuacin sobre su vida que hace que si este compromiso se rompiera muy probablemente tendra efectos muy negativos sobre la misma. Cuando un psiclogo y un cliente aceptan iniciar una relacin profesional hay un acuerdo de prestar servicio por parte de psiclogo y de recibirlo por parte del cliente. Este acuerdo de prestacin de servicios implica que el psiclogo dar el servicio de acuerdo con sus conocimientos tcnicos y saber profesional, mientras que el cliente tendr que cumplir las instrucciones recibidas. Es evidente que en el marco del establecimiento de las bases de una relacin profesional, una vez el psiclogo ha decidido iniciar esta relacin adquiere un compromiso hacia el cliente que tiene carcter de promesa inviolable. Por lo tanto, parece recomendable delimitar el alcance de la relacin profesional, cules sern las actuaciones profesionales y las consecuencias que tendrn sobre el cliente, para evitar que el cliente desarrolle expectativas poco realistas que posibiliten una vivencia de que las promesas que se le haban hecho no se han cumplido.

Comparad las reglas psicoticas propuestas por Frana-Tarrag con los principios bsicos de la psicotica. ;Podemos decir que los principios incluyen las reglas? Razonad vuestra respuesta.

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Las reglas psicoticas bsicas son normas y, por lo tanto, las podramos considerar como ms propias de la deontologa que de la tica. Las reglas psicoticas son las tres igualmente importantes, no podemos considerar una ms importante que las otras. Podemos considerar las reglas psicoticas como los aspectos bsicos de la intervencin profesional del psiclogo. Los principios ticos de la APALa American Psychological Association, en su "Ethical Principles of Psychologists and Code of Conduct" (APA, 1992), establece seis principios ticos generales que, de hecho, son considerados el cuerpo tico de la profesin de psiclogo. Estos seis principios los podis consultar en: www.apa.org/ethics/code.html. Los seis principios son los siguientes:

CompetenciaEste principio especifica la necesidad de que los psiclogos mantengan una elevada competencia en su trabajo, lo cual implica reconocer las propias limitaciones y procurarse una formacin continuada. Las implicaciones de este principio incluyen lo siguiente: a. Utilizar nicamente las tcnicas y prestar los servicios para los cuales se est cualificado, entrenado y preparado.

Imaginmonos el caso de una psicloga que ha hecho un cursillo de hipnosis de una duracin de cuatro horas, sin prctica ni supervisin posterior. Un da decide utilizar esta tcnica para disminuir la ansiedad de una cliente suya. Justo despus de empezar la hipnosis, su cliente experimenta un leve ataque de pnico que le provoca un estado de ansiedad que la psicloga no es capaz de aligerar. b. Actuar con cuidado y prudencia cuando se tiene que intervenir en reas en las que no hay estndares claros de actuacin profesional, para velar por el bienestar de las personas o grupos con los que se trabaja.

Un psiclogo experto utilizaba tcnicas de meditacin oriental para tratar a sus clientes. A pesar de no tener muchos aos de experiencia, nunca haba tratado de contrastar ni publicar sus experiencias. Tampoco explicaba a sus clientes el carcter experimental de su actuacin profesional. Algunos de sus clientes experimentaban mejoras "milagrosas", otros no notaban mejoras e, incluso, algunos empeoraban su estado. Uno de estos clientes lo denunci por incompetente. Nagy, T. F. (2000). Ethics in plain english: An illustrative casebook for psychologists. Washington: American Psychological Association. Los psiclogos nicamente tienen que hacer lo que estn preparados para hacer, aunque muchas veces se tiene la tentacin de ir ms all y poner a prueba nuevas tcnicas. Su trabajo tiene que reflejar su formacin acadmica, el entrenamiento en el uso de tcnicas y la experiencia profesional acumulada.

IntegridadEste principio indica la necesidad de que los psiclogos sean ntegros, honestos y respetuosos en su ejercicio profesional. La aplicacin de este principio implica que los psiclogos tienen que conocer sus valores, sus creencias, sus necesidades y sus limitaciones, y tambin el modo en el que afectan a su manera de ejercer la profesin. Finalmente, hay que recalcar la necesidad de que los psiclogos eviten daar o hacer afirmaciones errneas o falsas respecto de las personas con las que tienen relacin.

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Imaginmonos a un psiclogo que trata a un vendedor de coches a causa de su estado depresivo. Un da el psiclogo decide comprar un coche de segunda mano y acude al concesionario de su cliente, quiz esto contribuira a aligerar su depresin. Unos das ms tarde, el psiclogo tiene una avera y el mecnico que le atiende le dice que el coche est en unas condiciones muy deficientes. El psiclogo piensa que su cliente lo ha engaado y decide dar por acabada su relacin profesional. El vendedor se siente culpable y abandonado al mismo tiempo por su terapeuta. l nunca le hubiera vendido el coche en otras circunstancias. El psiclogo haba sobrepasado la relacin profesional con un resultado de perjuicio para su cliente. Siempre se tiene que evitar hacer dao a nuestros clientes. Si creemos que un cliente nuestro se puede sentir maltratado, debemos intentar minimizar al mximo el posible dao.

Responsabilidad profesional y cientficaSegn este principio: a. Los psiclogos tienen que tratar de aclarar sus roles y sus obligaciones profesionales, y tambin aceptar la responsabilidad de su comportamiento y adaptar sus mtodos a las diferentes poblaciones en las que intervienen. Una implicacin de esto es la responsabilidad de consultar y/o cooperar con otros profesionales o instituciones para dar el mejor servicio posible a las personas o al colectivo al que atiende. b. El comportamiento y la moral privada de los psiclogos, evidentemente, es una cuestin personal, excepto en las situaciones en las que afectan a sus responsabilidades profesionales o la confianza de las personas en la psicologa y los psiclogos. Igualmente, los psiclogos estn comprometidos con el cumplimiento de las normas ticas de sus colegas y, por lo tanto, tendran que prevenir los comportamientos contrarios a la tica de otros psiclogos.

Respeto de los derechos de las personas y su dignidadSegn este principio, los psiclogos tienen que respetar los derechos fundamentales y la dignidad de todas las personas, especficamente el derecho a la privacidad, la confidencialidad y la autonoma. Igualmente, tienen que ser conscientes del hecho de que hay diferencias culturales e individuales, como de religin, orientaciones sexuales, lengua, tnicas, nacionalidad, gnero, edad, discapacidad y nivel socioeconmico. Por lo tanto, tienen que tratar de eliminar el sesgo provocado por estos factores en su ejercicio profesional, y tambin de condenar prcticas discriminatorias y de no participar en las mismas.

Una mujer sudamericana de unos cincuenta aos haba ido a Barcelona a visitar a sus parientes y fue llevada por un taxista al servicio de urgencias de un hospital porque la haba atropellado con el taxi cuando cruzaba despistada por el medio de la calle. El mdico no apreci ningn dao fsico, pero encontr que la mujer mostraba sntomas de ansiedad y alteracin cognitiva, con aparentes delirios. La mujer hablaba constantemente, y de manera incoherente, de muertes y el psiclogo del hospital diagnostic un ataque de pnico con posible trastorno psictico leve. Su recomendacin era el internamiento en el hospital. Afortunadamente, en urgencias haba un mdico de origen sudamericano que consigui averiguar la causa de su estado: a su hijo le haban diagnosticado un cncer. El mdico recomend que se avisara a la familia para que la fueran a recoger al hospital y se pudiera recuperar en su entorno familiar, un elemento clave en su cultura de origen, en lugar de estar aislada en un entorno extrao para ella. Cuando trabajis con personas de cultura, raza, orientacin sexual o religin diferente, os debis asegurar de que entendis estas diferencias antes de poder ofrecer una intervencin de calidad. Tratar a una persona con menos cuidado porque es gay, incapacitado fsico, pobre, inmigrante o musulmn puede representar un delito de discriminacin.

Implicacin en el bienestar de los otrosLos psiclogos tratan de contribuir al bienestar de las personas con las que tratan en su ejercicio profesional. Esto incluye a los clientes, estudiantes, sujetos de investigacin y animales de investigacin. Especialmente se tiene que evitar crear o explotar las situaciones de diferencia de poder que se pueden dar en las relaciones profesionales.

Responsabilidad socialLos psiclogos tienen una responsabilidad, como profesionales y cientficos, con el conjunto de la sociedad y en concreto con la comunidad en la que viven. Por lo tanto, pueden hacer pblica su condicin de psiclogos, utilizar su

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conocimiento para contribuir al bienestar y el desarrollo humano y evitar el mal uso de su trabajo. Se hace un nfasis especial en que los psiclogos dediquen parte de su tiempo de trabajo a actividades sin finalidad de lucro.

Encontraris una descripcin y discusin esclarecedoras en la pgina 32 del libro de A. Wadeley; T. Blasco (1995). La tica en la investigacin y la prctica psiolgicas. Barcelona: Ariel.

Un ejemplo de responsabilidad social de los psiclogos se puede ver en la intervencin que hicieron, de manera voluntaria, muchos psiclogos con motivo de la catstrofe del camping de Biescas.

Haced una comparacin entre los principios bsicos de la psicotica y los principios ticos de la APA. Os podis ayudar de un cuadro. Os parecen ms prcticos los principios de la psicotica o los principios ticos de la APA? Razonad la respuesta.

Los principios ticos de la APA se han convertido en un estndar de referencia en cuanto a tica psicolgica. Los seis principios ticos representan el ideal de actuacin de los psiclogos. No podemos establecer una jerarqua de principios ticos de la APA, ya que los seis son igualmente relevantes. Los principios ticos en los cdigos deontolgicos espaolesAntes de empezar este apartado, puede ser recomendable que os bajis uno de los dos cdigos ticos vigentes en nuestro pas. Para esto, podis acceder a las pginas web del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua (www.copc.org) y a la del Colegio Oficial de Psiclogos (www.cop.es/cop/codigo.txt), desde donde los podris bajar. Otra fuente de consulta es el libro de Wadeley y Blasco, en el cual aparecen los dos cdigos.

Los principios ticos en los cdigos deontolgicos del Estado espaolLos cdigos deontolgicos existentes en el Estado espaol (Cdigo deontolgico del psiclogo, 1993; Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua, 1990), a pesar de tener una larga trayectoria, se han desarrollado de una manera menos precisa y detallada que, por ejemplo, el cdigo tico y deontolgico de la APA.

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Esto es debido a la corta historia de la profesin de psiclogo en el Estado espaol, y claro est, no se puede comparar el grado de desarrollo de los cdigos de Espaa con los de una organizacin como la APA, con una historia ms larga y, por lo tanto, una preocupacin mayor por los aspectos ticos y deontolgicos. Hay que destacar que la APA tiene una divisin con dedicacin exclusiva a la revisin de su cdigo deontolgico y que, en este momento, ha presentado una sptima versin del nuevo "Ethical Principles of Psychologists and Code of Conduct" (podis consultar y bajar esta nueva versin en la direccin http://anastasi.apa.org/draftethicscode/). La primera cosa que hay que destacar cuando accedemos a los cdigos deontolgicos del Estado espaol es la ausencia de principios ticos explcitos. La referencia a los principios ticos que tienen que guiar la actuacin de los psiclogos la encontramos, aunque con la denominacin de objetivos y principios comunes a toda deontologa profesional. Los artculos en los que se hace referencia a aspectos ticos son los siguientes: Artculo 5 Finalidad humana y social. Objetivos: el bienestar, la salud, la calidad de vida y la plenitud del desarrollo de personas y grupos. 6 Con respecto a la persona, proteccin de los derechos humanos, sentido de la responsabilidad, honestidad, sinceridad con los clientes, prudencia en la aplicacin de los instrumentos y tcnicas, competencia profesional y solidez de la fundamentacin cientfica. No llevar a cabo prcticas que atenten contra la libertad y la integridad fsica y psquica de las personas ni contribuir a esto. Informar de la violacin de los derechos humanos que llegue a conocer mediante su prctica profesional. No har discriminacin de las personas y/o grupos por razones de edad, sexo, nacionalidad, clase social, raza o idioma. Respetar las opciones y los criterios ideolgicos, morales y religiosos. No utilizar su posicin en la relacin profesional como situacin de poder o superioridad. Descripcin

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Comparad los objetivos y principios de los cdigos deontolgicos vigentes en nuestro pas con los principios ticos bsicos y con los principios ticos generales de la APA. Os podis ayudar de un cuadro. Cul de las recopilaciones de principios os parece ms adecuada? Razonad la respuesta.

Los principios ticos aparecen en los cdigos deontolgicos vigentes en el Estado espaol con la denominacin de objetivos y principios comunes a toda deontologa profesional. El metacdigo de tica de la Federacin Europea de Asociaciones de PsiclogosEl Colegio Oficial de Psiclogos es miembro de la Federacin Europea de Asociaciones de Psiclogos (EFPA), y las iniciativas propuestas por esta federacin implican a las asociaciones integrantes. La EFPA elabor en 1995 un metacdigo, el cdigo que recoge los elementos comunes a los cdigos ticos y deontolgicos de las asociaciones de psiclogos europeos, que se ha convertido en el marco de referencia y contraste con el que se tendrn que comparar y revisar las futuras versiones de los cdigos ticos y deontolgicos del psiclogo en el Estado espaol.

Podis encontrar una introduccin y valoracin, y tambin la traduccin, del "Metacdigo de tica de la Federacin Europea de Asociaciones de Psiclogos" en las pginas 34 a 39 del suplemento informativo de la revista Papeles del Psiclogo (Infocop, nm. 80, 2001). Esto es de una especial relevancia en un momento en el que ya se ha creado el Consejo de Colegios de Psiclogos, fruto del proceso de independizacin de los diferentes colegios de psiclogos de las autonomas que forman el Estado espaol. Este proceso seguramente conducir a la revisin de los cdigos deontolgicos vigentes en el Estado espaol. El nuevo cdigo, entre otras modificaciones, deber tener en cuenta la referencia europea en asuntos deontolgicos, plasmada en el metacdigo de tica de la EFPA:

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Los principios ticos propuestos por el metacdigo son los siguientes:

Respeto de los derechos y la dignidad de las personasSegn este principio, los psiclogos tienen que respetar y promover los derechos y la dignidad de las personas.

"Respetarn los derechos de los individuos en la privacidad, la autodeterminacin y la autonoma [...]." C. del Ro (2001). Metacdigo de tica de la Federacin Europea de Asociaciones de Psiclogos. Infocop, 80. En lo que respecta al respeto de los derechos y la dignidad de las personas, el metacdigo dice lo siguiente: El respeto de los derechos y la dignidad de las personas se concreta en respetar los conocimientos, las experiencias y la especializacin de los clientes, colegas, estudiantes y pblico en general. Los psiclogos tienen que ser conscientes de las diferencias individuales en cuanto a cultura, gnero, capacidad, orientacin sexual, raza, etnia, nacionalidad, edad, religin, idioma y nivel sociocultural. Los psiclogos tienen que evitar prcticas profesionales que sean resultantes de parcialidad e injusticia, y tambin las que puedan derivar en discriminacin.

CompetenciaLos psiclogos tienen que mantener su competencia profesional y reconocer sus limitaciones y su rea de especializacin. Igualmente, slo utilizarn las tcnicas para las cuales estn cualificados y formados. Actuar con competencia incluye la obligacin de tener un buen conocimiento del cdigo tico y de la integracin de los aspectos ticos en la prctica profesional. Actuar con competencia tambin incluye conocer los lmites de los procedimientos, la actualizacin profesional y no ejercer cuando la habilidad o el juicio profesional estn afectados.

ResponsabilidadLos psiclogos tienen que ser conscientes de sus responsabilidades profesionales y cientficas con sus clientes, la comunidad en la que viven y trabajan y con el conjunto de la sociedad. Igualmente, tienen que evitar producir daos con sus actuaciones. El psiclogo tiene responsabilidad respecto de la calidad de su intervencin y de las consecuencias de sus intervenciones. La responsabilidad del psiclogo implica que se tienen que evitar y minimizar los daos causados por una mala utilizacin de los conocimientos o una mala prctica. Esto implica una responsabilidad del psiclogo tanto durante la intervencin profesional como despus de la finalizacin, en caso de que se deriven consecuencias negativas para el cliente. Otro aspecto importante de este principio es que el psiclogo es responsable del respeto de los principios ticos de sus trabajadores, ayudantes, supervisados y estudiantes. Si se tiene conocimiento de una accin no tica, el psiclogo est obligado a criticar razonablemente la actuacin de un compaero y, si es el caso, informar a la asociacin profesional.

IntegridadLos psiclogos tienen que promover la integridad como cientficos, docentes y en su prctica profesional. Por lo tanto, tienen que ser honestos, sinceros, justos y respetuosos con los otros, tratar de aclarar sus roles profesionales y actuar de acuerdo con stos.

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El principio de integridad implica mostrarse abierto hacia los lmites personales y profesionales, y tambin frente a las recomendaciones de asesoramiento en situaciones difciles. La honestidad se concreta en la obligacin de ser preciso al informar de las propias calificaciones y experiencia y aceptar hiptesis alternativas, las propias finanzas profesionales y los informes que se presenten por escrito. La sinceridad implica la obligacin de evitar el engao y no ocultar informacin respecto de otros procedimientos alternativos. Si un psiclogo engaa, est obligado a restablecer la confianza.

Comparad los principios ticos del metacdigo europeo con los principios ticos del cdigo de la APA y los principios de la psicotica. Os podis ayudar de un cuadro. Hay coincidencias en los principios que incluyen? Razonad la respuesta.

El metacdigo indica que la resolucin de un dilema tico requiere sopesar los cuatro principios presentados. El metacdigo especifica que decidir y actuar de manera tica requiere reflexin del psiclogo aunque no haya una situacin conflictiva. Una ojeada al futuro: los prximos principios de la APAComo ya hemos comentado anteriormente, la American Psychological Association es un organismo que dispone de una divisin dedicada permanentemente a revisar la tica y la deontologa profesional de los psiclogos y, por lo tanto, su cdigo tico y deontolgico. Fruto de este inters y dedicacin, la APA trabaja de manera continuada en borradores abiertos a discusin y anlisis por sus asociados, en los que se intenta que los psiclogos acten de acuerdo con principios ticos y deontolgicos adecuados al momento histrico y las demandas de la sociedad. Actualmente la APA ha presentado la sptima versin (mayo de 2002), que marca la tendencia en tica y deontologa psicolgica y que puede ser recomendable consultar. Este documento lo podis bajar en http://anastasi.apa.org/draftethicscode/.

Los principios ticos generalesEn el actual borrador de sus "Principios ticos y Cdigo de Conducta", la American Psychological Association propone cinco principios ticos que representan el ideal de la actuacin de un psiclogo y que tienen que guiar su prctica profesional. El principio de beneficencia y no maleficencia Segn este principio, la actuacin profesional de un psiclogo tiene que ir encaminada a beneficiar a las personas con las que trabaja. Para beneficiarlas, el psiclogo tambin tiene que ser cuidadoso, con el objetivo de evitar todo tipo de daos. En caso de duda, la solucin debe hacer prevalecer el principio de evitar o minimizar los posibles daos a las personas con las que trabaja u otras que puedan resultar afectadas. Esta responsabilidad se extiende a la influencia de los juicios y actuaciones del psiclogo; por lo tanto, los psiclogos se tienen que mostrar sensibles a las posibles consecuencias de sus actuaciones. Fidelidad y responsabilidad La actuacin de los psiclogos se caracteriza por el compromiso con las personas con las que trabajan y, por otra parte, tienen que ser conscientes del alcance de su responsabilidad hacia la sociedad y la comunidad en la que desarrollan su actividad profesional. Para poder mantener este compromiso, los psiclogos tienen que revisar sus criterios de actuacin, aceptar la responsabilidad de sus actuaciones y tratar de evitar que los conflictos de intereses a los cuales se ven sometidos puedan derivar en situaciones de explotacin o daos a las personas. Otro punto afectado por este principio es la recomendacin de que el psiclogo consulte y/o coopere con otros profesionales e instituciones para dar el mejor servicio posible a sus clientes. El compromiso y la responsabilidad de los psiclogos tambin los implica hacia la actuacin profesional y el respeto de los principios ticos de otros psiclogos. Integridad Los psiclogos tienen que promover la honestidad y la veracidad en su actuacin profesional. Por lo tanto, no se

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tendran que implicar en fraudes ni dar informacin parcial o insuficiente. Igualmente, segn este principio se tienen que cumplir las promesas hechas y hay que evitar implicarse en promesas o compromisos poco claros y difciles de llevar a cabo. Si por circunstancias o para evitar daos el psiclogo no fuera del todo honesto y pudiera dar explicaciones incompletas, tendra que considerar las posibles consecuencias de su actuacin y aceptar la responsabilidad de corregir los malentendidos u otros posibles efectos indeseados de estas intervenciones. Justicia Este principio reconoce el de todas las personas a acceder a las contribuciones de la psicologa y beneficiarse de las mismas, y tambin a recibir servicios psicolgicos de la misma calidad que los que reciben el resto de las personas. Por lo tanto, el psiclogo tiene que ser prudente y evaluar si su actuacin es sesgada, de una calidad inferior o si da apoyo a prcticas injustas con las personas. Respeto por los derechos humanos y la dignidad de las personas Los psiclogos tienen que respetar los derechos y la dignidad de todas las personas. Esto implica el derecho a la privacidad, la confidencialidad, la autodeterminacin y la autonoma. Este principio supone, adems, que los psiclogos deben tener mucho cuidado para salvaguardar y proteger los derechos y el bienestar de las personas y los colectivos ms desfavorecidos. Concretamente, los psiclogos tienen que velar por respetar las diferencias individuales y culturales, como las de edad, gnero, raza, etnia, origen, religin, orientacin sexual, incapacidad, lengua y estatus socioeconmico. El psiclogo tratar de eliminar los sesgos basados en estas diferencias cuando trabaje con personas de estos grupos y evitar o condenar toda actividad basada en prejuicios.

Diferencias entre los actuales principios ticos de la APA y el futuroComo podis ver despus de leer este avance sobre los principios ticos que guiarn la actuacin de los psiclogos americanos (y muchos otros de todo el mundo, incluyendo a espaoles), la APA ha dado un giro con respecto a los principios ticos elegidos.

Comparad los principios ticos presentados en el borrador del prximo Cdigo tico de la APA con los del actual cdigo de la APA, los de la psicotica y los del metacdigo. Qu conclusin extrais de esto?

Actualmente, el prximo cdigo tico y deontolgico de la APA reduce a cinco los principios ticos que tienen que guiar la actuacin del psiclogo. El borrador del cdigo tico de la APA fusiona principios provenientes de la biotica con principios clsicos de la tica psicolgica. Los cdigos deontolgicos del Estado espaolEl Cdigo deontolgico del psiclogo Los cdigos deontolgicos del Estado espaol

El Cdigo deontolgico del psiclogoHemos visto en los apartados anteriores que la prctica de la profesin de psiclogo a menudo presenta situaciones en las que los psiclogos se enfrentan al reto de tomar decisiones que tienen fuertes repercusiones para las personas. Tomar estas decisiones hace que los psiclogos se planteen las posibles consecuencias de sus actuaciones y, en definitiva, si sus actuaciones se corresponden con lo que se espera de un psiclogo: ayudar a las personas, los grupos y las instituciones que reclaman sus servicios. Este cuestionamiento hacia su propia actuacin, al cual constantemente se ve abocado el psiclogo, requiere la aplicacin de criterios y principios ticos que le permitan decidir cul es la mejor actuacin posible. Sin embargo, ya hemos visto que los principios ticos no son una panacea, no nos dan pautas claras de actuacin en situaciones concretas.

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La acumulacin de experiencia profesional y la constatacin de que hay determinados temas que repetidamente son objeto de conflictos o dilemas entre los profesionales, y tambin la constatacin de que la manera de ejercer la profesin de psiclogo era un tema que empezaba a ser importante, y lo sera todava ms en el futuro, llev al Colegio Oficial de Psiclogos (COP) a empezar a desarrollar en 1987 el Cdigo deontolgico del psiclogo, que finalmente fue aprobado en 1990. El Cdigo deontolgico del psiclogo surge por iniciativa del Colegio Oficial de Psiclogos (COP), entidad a la cual la Ley de Creacin del Colegio Oficial de Psiclogos (Ley 43/79) encarga el ordenamiento de la profesin de psiclogo. En virtud de esta ley, los psiclogos estn obligados a pertenecer al colegio profesional para ejercer la profesin y tienen que cumplir sus normas y respetar el Cdigo deontolgico de la profesin de psiclogo. La deontologa puede ser entendida como un manual de "buenas prcticas", de buenas maneras y actuaciones profesionales correctas, que posibilita y asegura una buena praxis profesional al tratar de evitar errores y prevenir formas de intervencin profesional que estn fuera de aquello que es aceptable y razonable.

Podis leer una argumentacin completa sobre este tema en el artculo de V. Bermejo (2001). "Los lmites de la Psicologa y de la profesin de Psiclogo". Infocop (nm. 80, pgs. 26-29). El Cdigo deontolgico es el documento en el que se recogen los lmites de la psicologa y del ejercicio de la profesin de psiclogo.

La Comisin DeontolgicaLa Comisin Deontolgica del Colegio Oficial de Psiclogos (COP) y del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua (COPC) se constituy el 29 de noviembre de 1991 como resultado de la aprobacin del Cdigo deontolgico del psiclogo de la Junta de Gobierno del COP en el ao 1987. Es un rgano autnomo e independiente del Colegio que acta al servicio de los rganos de gobierno del Colegio y la Asamblea General. La Comisin Deontolgica tiene por misin defender la profesin desde el punto de vista deontolgico y las buenas prcticas profesionales. En esta Comisin participaban los presidentes de las diferentes comisiones deontolgicas de las delegaciones del COP de todo el Estado espaol, pero a partir de 1992 el COPC cre su propia Comisin Deontolgica. Dentro de la Comisin Deontolgica hay una comisin permanente, de la cual forman parte cuatro cargos elegidos entre los integrantes de la Comisin y el asesor jurdico del COP, que tienen por misin resolver los expedientes que tienen carcter de urgencia. El resto de los asuntos se resuelven de manera ordinaria en los diferentes plenos que se convocan dos veces el ao. La Comisin utiliza como instrumentos para resolver los conflictos o las denuncias que hay el propio Cdigo deontolgico, su reglamento y los estatutos de constitucin del COP. Es relevante aadir que sus decisiones son de carcter vinculante, cuando se trata de sanciones, y consultivas cuando se trata de asuntos deontolgicos y profesionales. Cuando un psiclogo recibe una sancin de la comisin de su delegacin, puede recurrir a la Comisin Deontolgica estatal en segunda instancia. Aparte de resolver aspectos disciplinarios y de velar por las buenas prcticas profesionales de los psiclogos, la Comisin Deontolgica tambin ha iniciado una tarea de divulgacin de temas deontolgicos. De esta manera, algunos de los documentos de consulta de los que disponis en esta asignatura han sido aportaciones y reflexiones hechas por miembros de comisiones deontolgicas o por las propias comisiones.

El Cdigo deontolgico permite que el psiclogo acte de manera profesional y evite cometer errores o acte de manera poco aceptable. Las decisiones disciplinarias adoptadas por la Comisin Deontolgica son de cumplimiento obligado. La Comisin Deontolgica tiene el encargo de divulgar la deontologa profesional entre los psiclogos colegiados.

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Los cdigos deontolgicos del Estado espaolActualmente son dos los cdigos deontolgicos vigentes en el Estado espaol: el Cdigo deontolgico del psiclogo, del Colegio Oficial de Psiclogos (COP) y el Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua (COPC).

El Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos (COP)El Cdigo deontolgico del psiclogo se desarroll como resultado del compromiso adquirido por la Junta de Gobierno en el I Congreso del Colegio Oficial de Psiclogos del ao 1984. En el proceso de elaboracin posterior del Cdigo intervinieron representantes del COP, del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua y de distintas universidades y entidades profesionales. El Cdigo deontolgico del psiclogo lo ratific la Junta de Gobierno del COP el 22 de mayo de 1987 y la Asamblea General del COP el 27 de marzo de 1993. Con esta aprobacin, el cdigo se convirti en la norma de conducta de los psiclogos colegiados y de los miembros de diferentes entidades psicolgicas espaolas, como la Sociedad Espaola de Psicologa y la Sociedad Espaola de Evaluacin Psicolgica, entre otras. Para estudiar este apartado es recomendable que leis el texto completo del Cdigo deontolgico del psiclogo que tenis disponible como material complementario de la asignatura. Tambin lo podis encontrar en la pgina web del COP (http://www.cop.es/cop/codigo.txt). Este Cdigo est compuesto por un ttulo preliminar y cinco apartados. a. El "Ttulo Preliminar" consta de cuatro artculos en los que se indica que el cdigo es la regla de conducta profesional, se subordina la actividad del psiclogo a los principios de legalidad democrtica propios del Estado, se recuerda la necesidad de que los psiclogos valoren las consecuencias de sus actuaciones y se proclama la independencia profesional de los psiclogos. b. El primer apartado, "Principios Generales", consta de once artculos en los que se expresa lo siguiente: La finalidad del ejercicio de la psicologa es el bienestar, la salud, la calidad de vida y el desarrollo de las personas. Los psiclogos tienen que colaborar con otros profesionales que tengan los mismos objetivos profesionales. Los principios de la deontologa profesional son el respeto a las personas, la proteccin de los derechos humanos, la responsabilidad, la honestidad, la sinceridad, la prudencia, la competencia profesional y la fundamentacin cientfica de las actuaciones profesionales. Los psiclogos no pueden contribuir a prcticas que atenten contra la integridad de las personas. Si se tiene conocimiento de violaciones de derechos humanos o maltratos, hay que informar de esto. Se tienen que respetar los criterios morales y religiosos de los clientes. Tampoco se puede discriminar por razones de edad, raza, sexo, creencias, ideologa, nacionalidad ni clase social. Se tiene que evitar el abuso de superioridad sobre los clientes y es necesario ser prudente en el uso de etiquetas diagnsticas. En situaciones en las que se presenten intereses contrapuestos, el psiclogo tiene que actuar con mxima imparcialidad. c. El segundo apartado consta de ocho artculos dedicados a la competencia profesional y la relacin con otros profesionales. Se detalla lo siguiente: El derecho del psiclogo a la independencia y la autonoma profesional. La necesidad de la calificacin profesional y la formacin continuada. La obligacin de utilizar mtodos o procedimientos contrastados. La obligacin de custodiar la informacin obtenida en su ejercicio profesional.

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d. El tercer apartado consta de nueve artculos dedicados a la intervencin psicolgica. Se detalla la necesidad de evitar el mal uso de las actuaciones de los psiclogos, la obligacin de informar adecuadamente a las personas o grupos en los que se tiene que intervenir y no crear falsas expectativas hacia su actuacin. e. El cuarto apartado consta de seis artculos dedicados a la investigacin y la docencia. Se indica la obligacin de los psiclogos a contribuir al progreso de la ciencia comunicando sus conocimientos, y evitar producir daos en el transcurso de la investigacin, pedir consentimiento a los participantes en las investigaciones y respetar la dignidad de las personas y los animales utilizados con finalidad experimental. f. El quinto apartado consta de once artculos dedicados a la publicidad. Se detalla que la publicidad de los psiclogos tiene que incluir su condicin de colegiado y su rea de trabajo, y que no se puede ofrecer la imagen de los psiclogos para hacer publicidad de bienes de consumo. Los psiclogos s que pueden informar a la poblacin con finalidad educativa, sanitaria, laboral o social. g. El sexto apartado incluye seis artculos dedicados a los honorarios profesionales. Se detalla que no se pueden aceptar retribuciones que impliquen desvalorizacin de la profesin o competencia desleal, aunque se pueden prestar servicios gratuitos a personas necesitadas. Es obligatorio informar de los honorarios profesionales y no tienen que estar condicionados al resultado de la intervencin. h. El sptimo apartado consta de cinco artculos y est dedicado a las garantas procesales. Detalla el papel de la Comisin Deontolgica, la obligacin del Colegio Oficial de Psiclogos de defender el secreto profesional y la independencia de los colegiados.

El Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua (COPC)El Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua (COPC) aprob su Cdigo deontolgico el 2 de noviembre de 1989. Este cdigo, fruto tambin del proceso de elaboracin del Cdigo deontolgico del psiclogo, consta de cincuenta y ocho artculos divididos en un ttulo preliminar y nueve apartados. Aunque tiene menos artculos y su estructuracin en apartados es diferente, el Cdigo deontolgico de la COPC y el Codigo deontolgico de la COP son perfectamente equiparables. Para estudiar este apartado, conviene que tengis a mano una copia del Cdigo deontolgico, que encontraris disponible como material de consulta de la asignatura. Tambin lo podis localizar en la pgina web del COPC (www.copc.org).

Comparad el Cdigo deontolgico del psiclogo con el Cdigo deontolgico del Colegio Oficial de Psiclogos de Catalua. Cules de los artculos que hay en el Cdigo deontolgico no estn presentes en el Cdigo deontolgico del COPC? Provoca esta reduccin en el nmero de artculos una posible disminucin de los derechos y deberes de los psiclogos catalanes?

En el proceso de elaboracin del cdigo intervinieron representantes del COP, del COPC y de distintas universidades y entidades profesionales El Cdigo deontolgico del psiclogo del COP y el Cdigo deontolgico del psiclogo del COPC son totalmente equiparables. Relaciones entre principios ticos, deontolgicos y leytica, deontologa y ley La psicologa jurdica o forense La "mala prctica" profesional

tica, deontologa y leyEn los apartados anteriores hemos visto cules son los principios ticos y las normas deontolgicas que guan y regulan el ejercicio de la profesin de psiclogo. En el apartado de psicotica hemos analizado los principios que guan la actuacin profesional, y en el apartado de deontologa hemos analizado los cdigos deontolgicos vigentes que regulan lo que hemos definido como la "buena prctica" profesional.

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Ahora bien, los principios ticos no son leyes, tienen carcter de recomendaciones o aspiraciones que permitan a los psiclogos orientarse hacia un ejercicio responsable de su profesin. Por otra parte, aunque los cdigos deontolgicos son normas emanadas del ordenamiento legal vigente (la legislacin estipula que es el colegio profesional la entidad responsable de velar por la buena prctica profesional), no tienen el rango de ley y, por lo tanto, el hecho de no respetar el Cdigo deontolgico no se puede considerar una vulneracin de una ley. La deontologa representa nicamente el conjunto de normas que los mismos profesionales consideran correctas, obligan nicamente a los miembros del colectivo profesional, mientras que las leyes nos obligan a todos por igual. En este sentido puede ser interesante recordar que las leyes son de cumplimiento obligado: estamos obligados a respetarlas aunque no las conozcamos. Si una persona vulnera el Cdigo de circulacin, ser sancionada de acuerdo con lo que establece la ley, aunque no sepa cul ha sido su falta.

Pensad, por ejemplo, que sals de vacaciones con vuestro coche a un pas extranjero. No conocis su Cdigo de circulacin, no sabis cules son sus lmites de velocidad, pero si os sancionan por exceso de velocidad tendris que pagar la sancin exactamente igual que un residente en el pas. Por el contrario, una violacin de las normas expresadas en el Cdigo deontolgico no representa una violacin de la legislacin. La sancin que habr que imponer ser nicamente la prevista por el mismo cdigo, no tiene ms repercusiones legales.

Un psiclogo es denunciado ante la Comisin deontolgica del Colegio Oficial de Psiclogos por un padre que argumenta que se difundieron datos suyos en un informe pericial presentado en un juicio para dilucidar cul de los progenitores obtendra la patria potestad. En su informe, el psiclogo hace afirmaciones sobre la personalidad del padre sin haber tenido ninguna entrevista con l. Si la Comisin Deontolgica establece que el psiclogo ha actuado de manera contraria a la deontologa profesional, lo podr sancionar de acuerdo con las propias disposiciones del Cdigo (apertura de expediente o inhabilitacin profesional, por ejemplo). Aunque una vulneracin de las normas deontolgicas no es una falta ni un delito, se puede dar el caso, cada vez ms frecuente, de que una persona que se considere afectada por una "mala prctica" profesional reclame por va civil, e incluso penal, por daos y perjuicios. Una situacin diferente es la que se produce cuando la tica, la deontologa y las leyes entran en conflicto. As, si un psiclogo es llamado a declarar en un juicio y alega secreto profesional para no revelar datos sobre un cliente suyo, porque estima que revelar estos datos va contra la norma de respeto de la confidencialidad, puede actuar de acuerdo con la deontologa profesional, pero, por el contrario, desde el punto de vista jurdico su comportamiento podra ser constitutivo de falta o delito. Un caso diferente es la violacin del secreto profesional. El artculo nmero 40 del Cdigo deontolgico del psiclogo prev la obligatoriedad de respetar el secreto profesional. Igualmente, el artculo nmero 199 del Cdigo penal protege a las personas de la divulgacin de sus datos sin su consentimiento. Se puede ver, entonces, que a veces deontologa y ley implican las mismas obligaciones. En casos como stos, la vulneracin de una obligacin profesional tambin puede representar una vulneracin de las leyes y, por lo tanto, puede ser constitutiva de delito. Como plantean Wadeley y Blasco (1995), los psiclogos tienen que ser conscientes de cundo se guan por la tica, por la deontologa o por las leyes. En el campo de la psicologa hay dos reas que han acumulado la mayor parte de conflictos entre tica, deontologa y ley. Son las intervenciones profesionales del psiclogo en relacin con la justicia (la psicologa jurdica o forense) y la "mala prctica" profesional.

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Un psiclogo se puede comportar de acuerdo con la tica y la deontologa profesional y al mismo tiempo ser acusado de una falta o un delito. Una actuacin profesional contraria a la tica y la deontologa profesional acostumbra a ser denunciada delante del rgano colegial encargado de velar por el buen comportamiento de los psiclogos: la Comisin Deontolgica. Cada vez es ms frecuente que una actuacin profesional contraria a la tica y la deontologa se acabe convirtiendo en una demanda legal. Psicologa jurdica o forenseLa intervencin del psiclogo en relacin con la justicia se hace de dos maneras: la primera tiene lugar cuando un psiclogo, que ya trata a su cliente, se ve involucrado en cuestiones legales y es llamado a declarar; y la segunda, cuando el psiclogo es llamado por el juez para hacer un informe psicolgico de una persona.

La prueba pericial de parteEl primer tipo de intervencin acostumbra a aparecer cuando una de las partes implicadas en un proceso legal pide que un psiclogo declare o redacte un informe con intencin de obtener argumentos favorables y poder ganar el juicio (por ejemplo, en un caso de separacin matrimonial en el que se dilucida quin obtendr la custodia de los nios). En estos casos, si el informe se elabora a peticin de una de las partes (el padre o la madre, por ejemplo), el psiclogo fcilmente se puede ver coaccionado. Si es as, la imparcialidad y la objetividad del psiclogo se ven amenazadas. Entonces, un informe elaborado sin las garantas ticas y cientficas mnimas puede ser fcilmente causa de reclamacin delante de la Comisin Deontolgica e, incluso, de demanda ante los juzgados, por va civil e incluso penal. Las principales violaciones de la deontologa profesional que se produzcan en estos casos son las siguientes:

Podis encontrar una descripcin detallada de la casustica relacionada con la vulneracin del Cdigo deontolgico en relacin con los informes periciales de parte en el artculo de C. del Ro (2001). "Deontologa profesional, informes de parte en conflictos matrimoniales: Implicaciones deontolgicas". Infocop (nm. 77, pgs. 15-20). a. Elaborar informes que aporten datos personales y/o psicolgicos de una persona que no ha sido evaluada, como cuando se presenta un informe en el que se hacen afirmaciones de la pareja de nuestro cliente sin haber tenido ninguna relacin con la misma. b. Ser parcial, como cuando elaboramos un informe que implica a ms de una persona (madre, padre e hijos) con datos aportados nicamente por una de las personas. c. Comentar datos de una persona sin autorizacin previa. Todos los temas tratados entre un psiclogo y su cliente no pueden ser revelados en un informe pericial, es necesario el consentimiento expreso. Una excepcin a la regla de confidencialidad, en la que est permitido revelar informacin confidencial, se produce cuando recibimos una orden de un juez.

Si tenemos sospechas de que una persona est en peligro porque nuestro cliente expresa su intencin de agredirla, o bien hay maltratos o abusos sobre un nio, tenemos que actuar con celeridad para proteger a la vctima potencial. Si dudamos, tenemos que consultar a la Comisin Deontolgica. d. Presentar datos irrelevantes con el objetivo del informe. Los informes tienen que ser claros, concisos y relevantes. Debemos considerar que la informacin presentada en el informe probablemente se har pblica durante el juicio. e. Evaluar a menores de edad sin el consentimiento de sus padres o tutores.

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Estas situaciones se suelen producir cuando un progenitor no tiene la custodia de su hijo o hija y pide un informe psicolgico para recurrir contra la sentencia anterior. f. Utilizar etiquetas diagnsticas de manera indiscriminada o bien trminos poco cientficos para referirse a alguno de los sujetos mencionados en el informe. Las etiquetas diagnsticas no tienen que ser utilizadas fuera del mbito clnico por el riesgo de estigmatizacin social que comportan. Igualmente, trminos como subnormal, histrica, egosta, sdico y otros con connotaciones peyorativas representan un comportamiento profesional poco prudente. g. No utilizar pruebas diagnosticas contrastadas o elaborar informes sin el rigor cientfico necesario. h. Extraer conclusiones basndose en juicios de valor, opiniones, comentarios o hechos aislados, sin argumentos cientficos que los avalen. De hecho, la firma del psiclogo al final del informe indica que asume todo el contenido y, por lo tanto, se debe tener la precaucin de no salirse de los conocimientos y las competencias propios del psiclogo.

La prueba pericial penalEl segundo tipo de intervencin se suele producir cuando un juez necesita determinar cul era el estado emocional o mental de un imputado en un delito en el momento en el que cometi el presunto delito. En estas situaciones, los dilemas desde el punto de vista tico y deontolgico pueden ser los siguientes: a. La amenaza a la imparcialidad y la honestidad del psiclogo si ya conoca previamente al inculpado o su presunto delito afecta a la objetividad del profesional.

Pensad en la situacin en la que se encuentra una psicloga que tiene que hacer un informe pericial sobre un presunto violador. Se puede dar el caso de que esta psicloga sea madre de nios de la misma edad que los que han sido vctimas y, por lo tanto, est tan impresionad