Attika caféAttika es un café-bar administrado por dos amigos: Juan, el fundador y Armando que se unió recientemente por petición de Juan. Tiene el privilegio de quedar en toda una esquina cerca a la iglesia principal del parque de Prado. Es un segundo piso de lo que hace tiempo era una casa, al menos eso dicen los pobladores, en el primer piso hay una panadería por eso a veces huele a pan recién horneado.

Tiene tres áreas de reunión con diferentes cuadros y muebles, hay una zona de mesas y un balcón con vista al parque aunque no se alcanza a ver la iglesia. Nadie sabe de dónde saco Juan el nombre de Attika, un día salió con el nombre para el lugar y a los pocos días tenía el diseño y el letrero.

Attika se volvió popular por el ambiente, la música y los jueves de película. Lo mejor es la música un tributo al rock y a las baladas y el control de sonido permite que existan lugares donde se escuche la música fuerte y en otros se pueda tener una conversación fluida. Un día a Armando se le ocurrió exhibir películas clásicas los jueves y aunque la idea parecía loca, funcionó. No caben muchas personas pero en general está lleno, pero los jueves está más lleno de lo normal.

Se escuchan muchas historias en Attika, Armando dice que todos los clientes traen un mundo diferente cada semana y Juan dice que cada fin de semana llegan chicas mas lindas.

Prado

Prado es un lugar pequeño, algo retirado de Medellín. Allí nunca pasa nada.

El parque es pequeño tiene la tradicional iglesia y un hospital, aunque se ha ido modernizando. Su rápida urbanización a traído una oleada de nuevos habitantes lo que lo hizo que se mejorara el transporte.

Prado es una tierra fría, aun cuando brilla el sol el viento es frio lo que ayuda a que los habitantes salga mas, pero en general está lloviendo y las personas casi siempre llevan sombrilla.

Hay parques infantiles por todos lados y a veces parece que solo vivieran niños. En la mañana cuando todos salen a sus trabajos se saludan y muchos cogen el mismo bus al centro de la ciudad, en la noche cuando regresan a sus casas parece que nadie se conociera y solo se escucha el ruido del bus.

Se rumora que hace unos años Prado era un lugar peligroso para vivir. Pero desde hace un tiempo no matan a nadie o al menos ya no se sabe que maten a alguien.