love. olmecas

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1 CONFERENCIAS DEL MUSEO POPOL VUH 2005-4 Los Olmecas en la Costa Sur de Guatemala Michael Love California State University, Northridge Introducción Estilo y cultura son conceptos básicos en la ar- queología, pero ¿estamos de acuerdo que signifi- can? ¿Son adecuados para obtener repuestas a las preguntas actuales sobre la vida antigua? En el presente ensayo, deseo examinar estos dos conceptos básicos en la costa del Pacífico de Chiapas y Guatemala en el preclásico medio (figu- ra 1). Sugiero que si vamos entender los aconte- cimientos del preclásico temprano y preclásico medio, tenemos que volver a las preguntas bási- cas: ¿Que es cultura? ¿Que es estilo? ¿Que rela- ción existe entre la vida social y la cultura mate- rial? Queremos cuestionar lo que quiere decir “estilo olmeca” y la manera en que analizamos la relación entre estilo y cultura en el contexto del desarrollo de la sociedad compleja. Lo olmeca: ¿Cultura, estilo, o qué? La palabra “olmeca” ha sido utilizada para referir- se a un estilo de cultura material que tiene una amplia distribución en Mesoamérica. También se usa para referirse a una cultura de la costa del golfo de México. Muchas veces se confunden los dos sentidos de la palabra en un sentido que im- plica que todo que es del “estilo olmeca” tiene sus orígenes en la costa del golfo de México. Las cues- tiones de los orígenes del estilo son importantes, pero también son importantes cuestiones de los usos sociales de la cultura material en el preclá- sico temprano y preclásico medio. A veces el uso de la frase “estilo olmeca” nos permite evadir un examen a fondo de temas importantes en el estu- dio del preclásico. El concepto de un “estilo olme- ca” puede oscurecer más que aclara. Figura 1: Mapa de la Costa Sur de Guatemala

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    CONFERENCIAS DEL MUSEO POPOL VUH

    2005-4

    Los Olmecas en la Costa Sur de Guatemala

    Michael Love

    California State University, Northridge

    Introduccin Estilo y cultura son conceptos bsicos en la ar-queologa, pero estamos de acuerdo que signifi-can? Son adecuados para obtener repuestas a las preguntas actuales sobre la vida antigua? En el presente ensayo, deseo examinar estos dos conceptos bsicos en la costa del Pacfico de Chiapas y Guatemala en el preclsico medio (figu-ra 1). Sugiero que si vamos entender los aconte-cimientos del preclsico temprano y preclsico medio, tenemos que volver a las preguntas bsi-cas: Que es cultura? Que es estilo? Que rela-cin existe entre la vida social y la cultura mate-rial? Queremos cuestionar lo que quiere decir estilo olmeca y la manera en que analizamos la relacin entre estilo y cultura en el contexto del desarrollo de la sociedad compleja.

    Lo olmeca: Cultura, estilo, o qu? La palabra olmeca ha sido utilizada para referir-se a un estilo de cultura material que tiene una amplia distribucin en Mesoamrica. Tambin se usa para referirse a una cultura de la costa del golfo de Mxico. Muchas veces se confunden los dos sentidos de la palabra en un sentido que im-plica que todo que es del estilo olmeca tiene sus orgenes en la costa del golfo de Mxico. Las cues-tiones de los orgenes del estilo son importantes, pero tambin son importantes cuestiones de los usos sociales de la cultura material en el precl-sico temprano y preclsico medio. A veces el uso de la frase estilo olmeca nos permite evadir un examen a fondo de temas importantes en el estu-dio del preclsico. El concepto de un estilo olme-ca puede oscurecer ms que aclara.

    Figura 1: Mapa de la Costa Sur de Guatemala

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    Estilo y cultura En el sentido abstracto, la cultura consiste en lo que uno aprende como miembro de un grupo o una sociedad y contrasta con comportamiento que est determinado biolgicamente (Tylor 1986 [1871]). Tambin utilizamos la palabra cultura en un sentido mas concreto, para referirnos a un grupo o una sociedad, como la cultura zapoteca o la cultura maya. El estudio de la cultura siempre ha sido el enfo-que principal de la antropologa sociocultural. Mientras que la antropologa se enfoc en el estu-dio de grupos pequeos y aislados, fue adecuado pensar en la cultura y la sociedad como equiva-lentes. Pero cuando estudiamos sociedades ms grandes, o sea sociedades complejas, all entran los problemas, porque en estas sociedades exis-ten muchos grupos con distintas formas de com-portamiento. Es decir que en sociedades comple-jas confrontamos sociedades que en algn grado u otro, son multiculturales. El estilo tiene un lugar importante en la arqueo-loga, la antropologa y la historia del arte. En algunas definiciones, estilo representa la inter-seccin de tiempo y espacio (Schapiro 1953). En este sentido, estilo es diagnstico de un individuo o un grupo en un rea y tiempo especfico. La arqueologa usa los estilos para definir grupos, especialmente grupos tnicos, o culturas. Sin embargo, en una sociedad compleja, otros tipos de grupos (clases econmicas, grupos definidos por parentesco, casas, o asociaciones volunta-rias), tambin pueden crear estilos distintos. Pueden desarrollar distintas formas de hablar y de vestir. Pueden tener distintas comidas y cultu-ra material. Utilizamos los estilos para identificar grupos y a veces individuos. Se encuentran pro-blemas cuando el grupo o tipo de grupo que co-rresponde a un estilo no est definido claramente. Margaret Conkey (1990) opina que un problema principal en utilizar estilo como un modo de an-lisis es precisamente que asumimos que podemos identificar grupo por estilo, cuando en reali-dad no se sabe que ese sea el caso. Siempre de-bemos buscar evidencia que nos indique qu gru-po y qu tipo de grupo est asociado a la varia-cin que identificamos en la cultura material. Estilo y cultura no existen afuera del comporta-miento humano. Cultura y estilo son estructuras que reconocimos porque tienen una duracin larga; tienen una distribucin en el tiempo y el espacio. Segn el socilogo Anthony Giddens (1984), las estructuras de las sociedades huma-nas son propiedades emergentes de acciones co-tidianas y no determinan estas acciones. Esto quiere decir que los estilos y culturas son produc-tos de las acciones humanas y no viceversa. Esta perspectiva tiene mucho sentido para la arqueo-

    loga, porque nos hace pensar en la relacin entre las estructuras sociales y el uso cotidiano de la cultura material. Las acciones cotidianas se reali-zan en un mundo cultural, llamado por Pierre Bourdieu el mundo de objetos (Bourdieu 1977: 91). Bourdieu reconoce que la cultura material no solo refleja las acciones humanas, sino tambin las influye. La cultura material tiene gran impor-tancia en la reproduccin social y por eso, el cambio de la cultura material es una parte impor-tante de los cambios sociales y polticos (Love 1999). Estilo, informacin y comunicacin En la literatura arqueolgica norteamericana en la dcada de los 60, ha surgido una perspectiva que se enfoca en los usos del estilo y su valor comunicativo. En esta perspectiva, estilo es una variacin en la cultura material que lleva infor-macin, especialmente informacin sobre la iden-tidad social, incluyendo etnicidad, parentesco, clase, gnero, ocupacin, y otras. Muchos artcu-los en sta literatura enfatizan que la forma de comunicacin depende mucho del contexto social en que se us. El mismo artefacto puede sealar afiliacin tnica en un contexto mientras que en otro contexto lleva informacin sobre parentesco. Muchos escritores tambin identifican distintas formas de estilo. Por ejemplo, Isocrstico versus iconolgico (Sackett 1977) Emblemtico versus asertivo (Weissner 1983) Estocstico versus emblemtico (Franklin 1986) Corolgico versus semiolgico (Love 1991) No es mi intencin revisar sta literatura a fondo en el presente artculo. Solo deseo indicar que la interpretacin de estilo no es sencilla. No todos los objetos en el mundo de la cultura material demuestran estilo en la misma manera. El uso y el significado del estilo dependen del tipo de obje-to y el contexto social en que sea utilizado. As, si no consideramos factores como material, contexto social, y otros, vamos llegar a una conclusin equivocada o incompleta. En cualquier sociedad, pero especialmente en las sociedades complejas, no podemos analizar estilo como el equivalente de cultura. Esto implicara una unidad en el mundo de los objetos que no existe. Lo olmeca y el desarrollo de las sociedades complejas en Mesoamrica Los fenmenos ms importantes del preclsico son los siguientes: 1) El desarrollo de sociedades complejas: socie-

    dades con sistemas polticos centralizados, economas intensificadas, desigualdad social, y especializacin laboral.

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    2) La formacin de una identidad compartida entre las lites de distintas zonas de Mesoa-mrica.

    3) La formacin de ideologas que explican y jus-

    tifican el desarrollo de la desigualdad social. La transformacin de la cultura material en gene-ral, o sea el mundo de objetos, fue integral a los procesos mencionados, porque muchos de los mensajes sobre nuevas identidades sociales, es-pecialmente la desigualdad social y la identidad de lite, fueron comunicados por la cultura mate-rial, o sea por el estilo (Love 1990, 1991, 1999a). Sin embargo, otras identidades adems de la identidad de lite surgieron en este tiempo y no podemos descartar la posibilidad de que el estilo fuese utilizado para sealar muchas formas de identidad social. No existe ninguna duda que lo que llamamos el estilo olmeca esta relacionado en gran parte con el desarrollo de la sociedad compleja en muchas reas de Mesoamrica, especialmente en las rutas principales de comercio. Pero el debate entre las perspectivas de cultura madre y culturas her-manas nos ha distrado del fenmeno ms so-bresaliente, el cual es la relacin entre los cam-bios sociales del preclsico y los cambios en la cultura material. Hemos sido engaados por en-focarnos en el punto de origen de una parte de los elementos materiales que acompaaron los cam-bios sociales, hasta quedarnos ignorantes de los patrones ms amplios. Los estilos olmecas Las culturas complejas se desarrollaron en casi toda Mesoamrica en la segunda parte del precl-sico temprano y la primera parte del preclsico medio. Al mismo tiempo se observan cambios en la cultura material: la aparicin de escultura mo-numental, arquitectura monumental, nuevas for-mas de cermica con nuevos iconos pintados e incisos, nuevas formas de figurillas. Existe una unidad entre estos diversos aspectos de la cultura material? Lo que ha sido llamado estilo olmeca se mani-fest en muchos aspectos de la cultura material, incluyendo escultura, cermica, y figurillas. En que sentido podemos decir que existe una unidad entre estas diversas formas de cultura material que nos permita llamarlas un estilo? Para decir que existe solo un estilo, uno tiene que asumir que corresponden al mismo grupo social, o la misma cultura. Claramente no es as. Las varias manifestaciones del estilo olmeca se encuentran en contextos desde el preclsico temprano hasta finales del preclsico medio, y tal vez an en pe-riodos ms tardos. Se encuentran en zonas geo-grficas desde la cuenca de Mxico hasta El Sal-

    vador, y en zonas an ms lejanas. Sabemos muy poco de los contextos sociales en que se usaron estos materiales, y an menos sobre quin los utiliz. Asumimos que la escultura funcion en contextos rituales o tal vez sagrados, pero otras clases de materiales, como las figurillas y la ce-rmica ciertamente se utilizaron en las unidades domsticas. Dada la amplia distribucin en el tiempo, espacio y contextos sociales, debemos pensar en ms que un solo estilo. El concepto de un solo estilo olmeca es demasiado limitado. Aqu entramos a una pregunta interesante: Cua-les fueron los usos de los varios estilos olmecas? Cuales fueron los usos de otras formas de estilo? Las sociedades complejas y el mundo de los objetos La transformacin del mundo de los objetos fue importante para las transformaciones sociales del preclsico, pero fue mucho ms compleja que la distribucin de un solo estilo. Para entender esta transformacin, debemos tener una vista ms amplia que pensar en culturas y estilos como totalidades integradas. El concepto de estilo an tiene su lugar en nuestras interpretaciones, pero no es por ser el equivalente arqueolgico de una cultura. Tenemos que pensar en una multitud de estilos que se desarrollaban en el preclsico, te-nemos que entender no solo las interacciones culturales, o sea regionales, sino tambin las in-teracciones sociales. Como un ejemplo de sta forma de interpretacin, en lo que sigue voy a presentar una interpretacin de los acontecimien-tos del preclsico medio en la costa del Pacfico en Chiapas y Guatemala. An estamos en el pro-ceso de investigacin de estos eventos, y por eso mis interpretaciones son muy preliminares. Lo olmeca en la costa del Pacfico de Chiapas y Guatemala La costa sur de Guatemala y Chiapas fue una parte importante del mundo mesoamericano en el preclsico, especialmente en la interaccin entre las primeras sociedades complejas. La ruta de comercio entre el golfo y altiplano mexicano con Centroamrica pas por la costa pacfica, y por eso haba contactos econmicos, sociales, y cul-turales desde el periodo arcaico. El comercio tam-bin dio la oportunidad para la formacin de des-igualdad social, ya que los que controlaron los excedentes econmicos se beneficiaron del co-mercio ms que otros sectores de la sociedad. Desde los cacicazgos del preclsico temprano en Mazatn, Chiapas, hasta las ciudades-estados de Takalik Abaj, Izapa, y El Ujuxte; los asentamien-tos de la poca preclsica en la costa sur siempre han sido reconocidos por estar entre los ms grandes de Mesoamrica. El desarrollo de la so-ciedad compleja en el preclsico ha sido analizado

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    por Love (2002a) como una serie de ciclos carac-terizados por periodos de integracin poltica que alternaron con periodos de descentralizacin. Estos ciclos existen dentro de un patrn general que incluye un aumento en la centralizacin pol-tica y un crecimiento de la poblacin. La relacin dialctica entre integracin y desintegracin obe-dece a varias causas, entre ellas al deseo de las lites de consolidar su poder y a la resistencia de otros sectores de la sociedad a dichas aspiracio-nes. Asimismo, factores naturales tales como epi-sodios de sequa y factores demogrficos tambin ejercieron papeles importantes. Los cuatro episodios son los siguientes (todas las fechas no son calibradas): Episodio 1: Mazatn, Chiapas (1500-1200 AC). Episodio 2: Cantn Corralito y Ojo de Agua (1200 900 AC). Episodio 3: La Blanca (900 600 AC). Episodio 4: El Ujuxte, Izapa, y Takalik Abaj (ca. 500 AC 100 DC).

    La secuencia del preclsico temprano en Maza-tn, Chiapas ha sido discutida en varios artculos recientes. En el presente artculo no es mi prop-sito presentar un nuevo resumen de estos datos y las interpretaciones ya presentados. Solo deseo mencionar algunos antecedentes del preclsico medio. El primer ciclo, el cacicazgo de las fases Locona y Ocs en Mazatn, est considerado ge-neralmente como preolmeca (Clark y Hodgson 2004; Clark y Pye 2000; Rosenswig 2005). Segn Clark y Pye, el segundo ciclo representa el impac-to de San Lorenzo en la costa del Pacfico. Clark y Hodgson (2004) sugieren que Cantn Corralito representa una colonia de San Lorenzo en la cos-ta del Pacfico y que San Lorenzo conquist la regin durante la fase Cuadros. En la fase si-guiente, el centro regional se traslad una distan-cia corta, hacia el sitio de Ojo de Agua. A finales del preclsico temprano, o sea en la fase Jocotal, el sistema poltico de Ojo de Agua colaps y la regin de Mazatn fue casi abandonada. Despus del colapso de Ojo de Agua entramos al preclsico medio, cuando los centros de poder se trasladaron al este, llegando a lo que actualmente es territorio de Guatemala. Sugirieren nuevos centros de poder y nuevas formas de organizacin social. Tambin cambi el mundo de los objetos.

    Figura 2: Esculturas de Takalik Abaj. (A) Monumento 16/17. (B) Monumento 55. (C) Monumento 1. (D) Monumento 23. (E) Monumento 42.

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    El preclsico medio en la costa sur de Guate-mala Hay evidencia del desarrollo de la sociedad com-pleja a lo largo de la costa Pacfica de Guatemala en el preclsico medio, pero especialmente en la costa sur occidental. All haba un par de sitios mayores, Takalik Abaj y La Blanca (Love 1999b). Takalik Abaj est localizado en la boca costa, mientras que La Blanca se ubica en la planicie de la costa a solo 10 km del mar. La presencia de dos sitios grandes del preclsico medio en la cos-ta pacfica de Guatemala, separados por solamen-te 35 km, indican un cambio dinmico entre la costa pacfica y el golfo de Mxico. A pesar de que el golfo de Mxico tal vez fue dominante durante el preclsico temprano, para el preclsico medio la regin de la costa pacfica alcanz igualdad con los centros del golfo en poder econmico y nivel de complejidad social. Takalik Abaj se conoce especialmente por su corpus de escultura monumental, que representa uno de los mayores del preclsico medio fuera de la costa del golfo de Mxico. El corpus de Takalik Abaj incluye una cabeza colosal, una cabeza co-lumnar, varios petroglifos, figuras humanas, y figuras en nichos (figura 2; Graham 1979, 1981, 1989; Graham, Heizer y Shook 1978; Schieber de Lavarreda y Orrego Corzo 2002). No obstante la gran cantidad de escultura del preclsico medio, no sabemos mucho de la orga-nizacin social ni poltica de Takalik Abaj en sta poca. No hay datos sobre la organizacin regio-nal en los alrededores del sitio, ni estudios de zonas residenciales. Es cierto que Takalik Abaj fue un sitio mayor, pero an no se sabe su exten-sin total para el preclsico medio. Para obtener una vista ms completa de la organizacin social y poltica en la costa sur guatemalteca, tenemos que enfocarnos en el otro sitio mayor de la regin: La Blanca. All tenemos datos tanto regionales como de unidades domsticas, as como estudios de muchas clases de la cultura material. La Blanca La primera investigacin en La Blanca ocurri en 1972, cuando una carretera asfaltada fue cons-truida desde la ruta CA-9 al pueblo costea de Tilapa. En este tiempo, Edwin Shook llev a cabo operaciones de rescate y el Instituto de Antropo-loga e Historia de Guatemala (IDAEH) tambin arm un proyecto de rescate bajo la direccin del Licenciado Guillermo Folgar. Ninguno de los dos proyectos fue publicado. Como consecuencia de la construccin de la ca-rretera, el montculo 1 fue casi nivelado cuando su masa de tierra, barro y arena fue tomada para elevar el nivel de la nueva carretera. Este mont-

    culo originalmente meda 25 m de altura, con una base de 100 por 150 m. La figura 3 es una foto del montculo tomada por Edwin Shook.

    Figura 3: Montculo 1 de La Blanca

    Love realiz investigaciones en La Blanca de 1983 a 1985. El proyecto incluy un reconocimiento regional, as como levantamiento topogrfico, re-coleccin de la superficie, y excavaciones. Este trabajo logr revelar que La Blanca era uno de los asentamientos ms grandes en todo Mesoamrica durante el preclsico medio y que es un sitio cla-ve en la red de interaccin cultural y comercial que atraves Mesoamrica (Love 1990, 1991, 1999a, 2002a). En 2003 se promovi un proyecto nuevo en La Blanca, el cual es una parte del Proyecto La Blan-ca/El Ujuxte (PROBLALUX), una colaboracin multidisciplinaria con investigadores de varias instituciones acadmicas. El propsito del proyec-to es entender el papel de La Blanca y El Ujuxte en el desarrollo de la sociedad compleja en Me-soamrica, y su relacin con otros sitios del mundo mesoamericano. Tambin, se est investi-gando cmo fue utilizado el estilo en la costa del Pacfico de Guatemala, y especialmente cmo el ritual y la ideologa se relacionaron con el poder de las lites. Adicionalmente, el proyecto desea entender la base material del poder de las elites, por medio del estudio de la organizacin de la economa domstica. El sistema regional de La Blanca La Blanca surgi como un centro regional des-pus de la cada de Ojo de Agua a finales de la fase Jocotal (1000-900 AC, sin calibracin). La regin de Mazatn sufri un colapso demogrfico, mientras que en la zona del Ro Naranjo haba un gran aumento. La regin al oeste de La Blanca, o sea el rea que actualmente corresponde al de-partamento de Retalhuleu, Guatemala tambin perdi poblacin, lo que indica que La Blanca recibi emigrantes de dos lados. Love (2002a) sugiere que haba una concentracin de la pobla-

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    cin por fuerza indicando el nuevo poder de las lites de La Blanca. La figura 4 indica la situacin regional antes y despus de 900 AC, lo que localmente representa el inicio de la fase Conchas. Comparado con el sistema social de Ojo de Agua, el sistema de La Blanca fue ms grande, mas centralizado, y tena ms diferenciacin social. Adems de un gran aumento en la poblacin regional tambin vemos la formacin de un sistema regional bien definido y muy jerrquico. Adems del centro regional, haba dos sitios secundarios, La Zarca y El In-fierno. Bajo de este nivel, haba dos clases de asentamientos netamente residenciales. Recien-temente, Rosenswig (2005) sugiere que haba un tercer nivel de centro administrativo, representa-do por el sitio Cuahtmoc. El centro regional, La Blanca, fue una ciudad temprana y se encuentra entre los sitios mayores de Mesoamrica en el preclsico medio. Cubri un rea estimado en casi 200 hectreas. Tena una zona central bien planificada, que contena arreglos formales de arquitectura monumental y escultura. Adjunta a la zona central haba resi-dencias elitistas, y ms all un nmero grande de residencias de la gente comn. No ha sido posible determinar precisamente el nmero de residen-cias en el sitio debido a los daos sufridos por construccin de la carretera en 1972 y 1973. Asociados a los cambios manifestados en la orga-nizacin poltica, tambin haba cambios econ-

    micos. Hay evidencia de la intensificacin econ-mica, que se nota especialmente en el aumento del consumo del maz (Blake et al 1992; Love 1999c). Hay evidencia de muchas formas de in-tercambio, especialmente de la obsidiana, que fue muy centralizado y controlado por la lite (Jack-son y Love 1991; Love 2004). El aumento en las cantidades de bienes de prestigio sugiere que haba ms especializacin laboral. Cambios en el mundo de los objetos en el pre-clsico medio Se puede ver que haba cambios sociales muy dramticos asociados a la transicin al preclsico medio en la costa sur occidental de Guatemala. La Blanca represent una nueva forma de organi-zacin social y tambin una nueva forma de ciu-dad. La cultura material tambin se transform en forma dramtica. No solo hubo cambios en las formas de cultura material ya existentes, sino tambin se crearon formas completamente nue-vas. Esta transformacin del mundo de los obje-tos sirvi para comunicar informacin sobre nue-vas relaciones sociales, pero tambin alter el comportamiento de los miembros de la sociedad, contribuyendo as a la prctica cotidiana de la ideologa (Love 1991, 1999). En esta transforma-cin vimos el uso de un gran nmero de estilos cuyos usos fueron variables. Voy a discutir bre-vemente algunos ejemplos de las formas de la cultura material y los estilos que expresan.

    Figura 4: Situacin regional antes y despus de la fase Conchas.

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    Arquitectura monumental Es posible que la construccin de la arquitectura monumental fuese la transformacin ms impor-tante en la cultura material del preclsico medio en la costa pacfica. La arquitectura monumental es uno de los rasgos definitivos de la sociedad compleja. Es evidencia de muchos elementos de la sociedad compleja, incluyendo la produccin y control de excedentes econmicos y la capacidad de movilizar la fuerza laboral. Tambin es impor-tante a la transformacin del ambiente social, porque es una expresin material de la ideologa y modifica las prcticas sociales cotidianas. Love (1999b) ha discutido como la arquitectura mo-numental transforma las acciones sociales coti-dianas y produce sujetos disciplinados (sensu Foucault 1977). En breve, la arquitectura monu-mental sirve para definir muchas relaciones es-paciales, incluyendo interacciones sociales. Los grupos de construcciones monumentales sirvie-ron para construir espacios sagrados y el acceso limitado a estos espacios sirvi para definir a la lite.

    La fase Conchas presenci la construccin de los primeros templos pirmides en la costa del Pacfi-co, los cuales quizs fueron tambin los primeros en Mesoamrica. El ms grande era el montculo 1 de La Blanca. Tambin se construyeron templos piramidales en los centros secundarios de La Blanca. Aunque el montculo 1 fue destruido en su mayor parte en 1972 y 1973, an existen 2 m de la base sobre el nivel actual del terreno circundante. En 2003 y 2004 PROBLALUX realiz excavaciones y encontr que existen otros 2.5 metros de la cons-truccin debajo de la superficie actual, o sean 4.5 en total. El anlisis de la cermica recuperada en las excavaciones determin que la primera etapa de la construccin, la cual forma casi todo el vo-lumen del montculo, fue realizada entre 900 y 800 AC (fechas no calibradas).

    Es difcil analizar el montculo 1 desde la pers-pectiva del estilo. Claramente la arquitectura co-munica informacin y, como ya se indic, tuvo gran influencia sobre el comportamiento humano. Sin embargo, no comparte ningn rasgo formal con las otras formas de la cultura material del preclsico medio. A que grupo social correspon-de? Podramos decir que fue un smbolo del poder de la lite y por ser demasiado grande fue eviden-cia de consumo conspicuo (ver Trigger 1990). Tambin sera posible indicar que el templo fue un smbolo de la comunidad porque sirvi como sede de rituales pblicos. Tal vez sera razonable decir que fue un smbolo del sistema poltico de La Blanca. No existe ninguna contradiccin en decir que todas las interpretaciones ya mencio-nados pudran ser vlidas al mismo tiempo. Escultura La Blanca cuenta con tres ejemplos de escultura, y Edwin Shook report que haba un cuarto, una estela, que fue destruida hace muchos aos. Dos de las piezas son de piedra y en general corres-ponden a las caractersticas formales que definen el estilo escultrico olmeca (Ver De la Fuente 1977, 1981). El monumento 1 es una cabeza, mientras que el monumento 2 es un fragmento de pierna (figura 6). Los dos monumentos se encon-traron en el centro del sitio, en zonas que proba-blemente fueron pblicas o lugares de rituales pblicos. El monumento 3 de La Blanca (figura 5), recien-temente descubierto, es de tierra compactada y barro. El monumento representa un altar de for-ma cuatrifoliada que funcion como un portal en rituales (Guernsey y Love 2005; Love et al 2005). El monumento 3 se encontr asociado a una re-sidencia elitista. Aunque sera fcil decir que los monumentos de La Blanca, especialmente los monumentos 1 y 2, son de estilo olmeca, qu significar esto? Nos ayuda a analizar como funcionaron en el contexto social de La Blanca? Solamente si podemos defi-nir el grupo social a que corresponde el estilo. Una posibilidad es afirmar que corresponde a una lite, y con esta escultura, la lite de La Blanca demostr su relacin con las lites de otras regio-nes de Mesoamrica, por participar en el estilo olmeca. Pero tambin se podra decir que, por funcionar en contextos pblicos, representan ejemplos de la identidad comunitaria. Y otra vez, no existe una contradiccin entre las varias in-terpretaciones. El monumento 3 nos presenta otros problemas. La forma del monumento 3, cuatrifoliada, se co-noce en otros sitios del preclsico medio, espe-cialmente Chalcatzingo. Tambin, es bien conoci-da en la iconografa maya en la poca clsica

    Figura 5: Monumento 3 de La Blanca

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    (Guernsey y Love 2005). Sin embargo, la forma cuatrifoliada no se encuentra en el corpus de es-cultura preclsica del golfo de Mxico. Es olme-ca, o no? Pero, si este monumento corresponde al mismo grupo social y funcion en la misma ma-nera que los otros monumentos de La Blanca, Podemos decir que es del mismo estilo?

    Figura 6: Monumentos 1 y 2 de La Blanca

    Cermica utilitaria Localmente, la primera parte del preclsico medio est definida como la fase Conchas (Coe 1961; Love 2002). La extensin geogrfica de la fase Conchas tambin sirve para definir la zona polti-ca controlada por La Blanca (Love 2002). La cermica de la fase Conchas comparte muchas de sus caractersticas con la cermica de otras zonas de Mesoamrica: la presencia de cermica monocroma blanca y negra, el uso de lneas inci-sas como decoracin, especialmente la doble lnea interrumpida (Love 2002). Hay muchas semejan-zas entre la cermica de la costa del Pacfico y la costa del golfo de Mxico. Ser olmeca la cermi-ca Conchas? No obstante las semejanzas con otras regiones, la cermica de la fase Conchas tiene un sabor local; hay muchas caractersticas que no aparecen en ninguna otra regin. Espe-

    cialmente distintiva es la vajilla Alamo, una ce-rmica de color rojo anaranjado, de uso domsti-co. La vajilla Alamo aparece principalmente en forma de tecomate, de uso domstico. La cermica domstica, o sea utilitaria, contiene muchas formas de estilo. Primero, en cierto sen-tido demuestra lo que Sackett llama isocrstico, o sea un estilo que representa la forma en que los miembros de una cultura hacen algo. En este sentido, la cermica Conchas es conforme a las normas culturales de Mesoamrica en el preclsi-co medio. Al mismo tiempo, es conforme a un estilo Conchas que es netamente caracterstico de la regin del Ro Naranjo. Si analizamos la distribucin de los tipos cermi-cos utilitarios en la regin, vemos que no hay mucha variacin. Todos los sitios y casi todas las residencias compartieron la misma cermica. Todos tienen Alamo Rojo, Melndrez Blanco, Me-lndrez Negro, y Cuca Rojo sobre Bayo, entre otros tipos. En este sentido, el grupo social que corresponde a la cermica Conchas es la sociedad del Ro Naranjo y es posible que la cermica utili-taria corresponda a una identidad compartida entre todos los habitantes de la regin. Sin embargo, si analizamos la distribucin de formas y decoracin, surge otra perspectiva. Cier-tos motivos aparecen solamente en residencias elitistas. Ciertas formas de vasijas tambin tienen una distribucin mucho mas restringida. En las vajillas Melndrez Blanco y Cuca Rojo sobre Ba-yo, los platos ms grandes aparecen en residen-cias elitistas. Aqu parece que la cermica utilita-ria demuestra el estilo emblemtico de Weiss-ner, estilo que comunica activamente informacin sobre la identidad social de un grupo. En este caso, el estilo comunica esta informacin solo porque hay una asociacin entre la cultura mate-rial y el grupo. La asociacin viene de su uso co-tidiano. Cermica ritual Adems de la cermica utilitaria, existe otro gru-po de tipos que podemos llamar cermica ritual. Esta cermica consiste en vajillas finas, de caoln, decoradas con incisin fina. Las tres vajillas de este grupo son Ramrez Blanco, Ramrez Negro, y Margarita Rojo sobre Crema. El anlisis de las caractersticas qumicas del barro indica que son de fabricacin local (Tejeda et al. 2004). La distribucin de este grupo de tipos est res-tringida y asociada a residencias con altas canti-dades de jade y joyera (Love 2002). Es probable que el mero uso de esta cermica comunicara mensajes sobre identidad social y funcionara co-mo una barrera social entre las lites y no lites (Love 1991).

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    Entre los motivos decorativos de la cermica fina hay algunos que hacen referencia a la ideologa. Hay representaciones de seres sobrenaturales (como en la figura 7 a, b, e). Otros, como el moti-vo de la estrella, hacen referencia a la cosmologa (figura 7c, d). El uso de tales iconos no est res-tringido a la cermica fina, pero all tiene su ma-yor representacin. En estos casos confrontamos lo que Sackett llama estilo icnico. Este tipo de estilo comunica mensajes en un sentido activo. Aqu los mensajes son vinculados con la ideologa poltica, y comunican la relacin entre la lite y los poderes sobrenaturales. Los estudios de la iconografa se enfocan en el estilo icnico y existe una gran literatura sobre el significado de la simbologa. En este artculo no deseo presentar interpretaciones de la iconografa de La Blanca, sino indicar que sta forma repre-

    senta una manifestacin del estilo. Los iconos representan un sistema de cdigos ms formal. Aunque no podemos asumir que los iconos tenan el mismo significado para todos, es cierto que llevaron mensajes sofisticados. Por encontrarse principalmente en las residencias elitistas, pode-mos inferir que tenan algo que ver con la identi-dad de la lite, pero la diferencia aqu es que adems de sealar la identidad de la lite, la ex-plican. En algunos sentidos los iconos en la cermica fina comparten la funcin de la escultura: hacen referencia a lo sobrenatural y tienen que ver con la ideologa poltica. Sin embargo, el contexto de su uso fue muy diferente. No se encuentran en contextos pblicos, sino dentro de las residen-cias de la lite. Por ende, su uso social fue muy distinto y su audiencia mucho mas restringida.

    Figura 7: Diferentes motivos en cermica ritual.

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    Ornamentacin personal El vestuario y otras formas de ornamentacin personal son utilizados en todas las sociedades humanas para marcar la identidad individual y colectiva. En algunos modelos de estilo, sta for-ma de cultura material tiene un lugar prominente (e.g. Wobst 1977). En las interacciones sociales cotidianas, el vestuario y la ornamentacin per-sonal son las formas como presentamos la cara al mundo. En el preclsico medio hay una abundancia de evidencia sobre vestuario, joyera y otras formas de ornamentacin. La distribucin de los varios elementos no ha sido estudiada en detalle, y las propuestas presentadas aqu son especulativas. Sin embargo, la evidencia disponible indica que estos elementos de la cultura material fueron utilizados para representar una multitud de iden-tidades y tal vez fueron ms importantes que los otros materiales ya mencionados. Tenemos dos clases de informacin sobre el ves-tuario y ornamentacin del preclsico medio. Primero, estn los artefactos encontrados arqueo-lgicamente, como orejeras, narigueras, cuentas, y talismanes. Tambin tenemos la evidencia de representaciones, principalmente en la forma de figurillas de barro (figura 8). Muchas formas de vestuario, joyera, y adornos personales estn indicadas en las figurillas de barro que se en-cuentran en abundancia en todas las residencias del preclsico medio. Aunque no se sabe la funcin precisa de las va-rias representaciones, se acepta generalmente que fueron utilizadas en rituales domsticos. Tambin es probable que las figurillas que repre-sentan gente lo hagan en general de una manera realista, porque muchos elementos de ornamen-tacin personal, incluyendo orejeras, narigueras, y otra joyera corresponden a ejemplos encontra-dos arqueolgicamente. Otros elementos en las figurillas representan formas de vestuario y or-namentacin que no se conservan en contextos arqueolgicos, tales como tejidos, artculos de cuero, cascos, tocados, y tatuaje. Varias formas de ornamentacin claramente se-alaron rango social e identidad de la lite. La joyera de jade tiene una distribucin limitada en las residencias de La Blanca y su presencia est relacionada con otros indicios de rango social alto. Las piezas encontradas incluyen fragmentos de cuentas para collares, orejeras, y narigueras. Las orejeras y narigueras de cermica con deco-racin tambin indicaron un rango social alto. La joyera de mica es mas rara que el jade, y hasta el momento ha sido recuperado en solo tres resi-dencias. Ciertas formas de narigueras, especial-

    mente las redondas, tambin pudran estar vin-culados con el rango alto. El gnero est claramente indicado por el vestua-rio, as como por los tocados. Es claro que hay diferencias en los cascos asociados con hombres y mujeres, y es posible que ciertos cascos indi-quen ocupaciones. Otras clases de identidad co-lectiva, tales como grupos definidos por parentes-co, por edad o por ocupacin podran estar repre-sentados, aunque no hay evidencia definitiva. Muchos elementos, especialmente el tatuaje, son nicos y probablemente estn vinculados con identidad individual. Es interesante sealar que muchos de los elementos que definen la identidad humana tambin estn presentes en las repre-sentaciones de animales y en entidades sobrena-turales que combinan rasgos humanos y anima-les. Aunque no tenemos un estudio definitivo de todos los elementos del vestuario y ornamentacin per-sonal, se puede apreciar la importancia que tu-vieron en la vida antigua. No es posible clasificar como funcion el estilo en las varias formas de vestuario y representacin, porque eran tan va-riables. Es ms probable que el tipo de comuni-cacin manifestado por el estilo variaba de acuer-do con el contexto social.

    Figura 8: Figurillas Costa Sur

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    Resumen Esta breve consideracin del uso de estilo en el preclsico medio no pretende llegar a conclusio-nes finales. Solo deseo indicar algunas posibili-dades para la interpretacin de la cultura mate-rial y su lugar en el desarrollo de la sociedad compleja. En el preclsico medio de la costa del Pacfico, haba cambios dramticos tanto en la organiza-cin social, as como en el mundo de los objetos. La sociedad fue reorganizada bajo un nuevo sis-tema poltico. El mundo de objetos tambin cam-bi, desde los objetos ms grandes (la arquitectu-ra monumental) hasta los ms pequeos (orna-mentacin personal). Estos cambios estn vincu-lados en la cultura material por las prcticas so-ciales cotidianas. La cultura material representa una parte activa de la vida social. El concepto de estilo tiene utilidad en el anlisis del desarrollo de la sociedad compleja, pero te-nemos que ser conscientes de que el estilo se manifiesta de muchas maneras. El estilo no es un fenmeno simple. El estilo se manifiesta de mane-ra distinta en cada forma de cultura material. Tenemos que buscar nuevas definiciones de esti-lo, basado en la teora social, que sean adecuadas para responder a las preguntas que tenemos.

    En el preclsico medio haba una proliferacin de nuevas identidades sociales basadas en nuevas relaciones sociales. En el mundo de los objetos en el formativo medio haba una proliferacin de estilos. Los varios estilos se vincularon con distin-tas formas de identidad social y comunicaron identidad social en distintas maneras. El concepto de un estilo olmeca no tiene mucha utilidad en el anlisis, porque no se refiere a un grupo social bien definido. Lo que ha sido llama-do olmeca consiste en muchos estilos cuyo sig-nificado y uso dependi del contexto. En este sen-tido no existe un estilo olmeca. Mucho de lo que ha sido olmeca tiene que ver con el desarrollo de las lites en varias partes de Mesoamrica. Uno de los fenmenos ms sobresalientes del preclsi-co fue la formacin de una identidad elitista. Ad-mito la posibilidad de definir una(s) identidad(es) elitista(s) que radica(ron) a lo largo de Mesoameri-ca en el preclsico, pero el nmero y naturaleza de las identidades estn por ser definidas. Tam-bin debemos tomar en cuenta la posibilidad de que otras formas de identidades sociales estn manifestadas dentro de los estilos que estudia-mos.

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