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Salvador Fornés Bover

Árbitro 3ª División Balear

Profesor Escuela Balear de Fútbol

LOS PRIVILEGIOS DE LOS PORTEROS

Un buen día dando una clase de reglas de juego, y viendo que el personal empezaba a dormirse, (en este caso los que padecían mi rollo eran un grupo de entrenadores) se me ocurrió, con toda la intención del mundo, pedir al respetable si sabían qué privilegios tenían los porteros respecto a los demás jugadores.

Algunos de los que estaban despiertos contestaron lo más sencillo y obvio. Contestaron lo primero que nos viene a todos a la cabeza si nos lo pidieran a nosotros y no es otra cosa que tocar el balón con la mano en su área. Creo que éste es el gran privilegio que se le concede al portero de un equipo en un partido, poder tocar deliberadamente el balón con la mano dentro de su área penal.

Pero hay más. No conforme y viendo que todavía había gente medio dormida, les insté a que me dijeran que privilegios concede el reglamento a los (para mi) valientes porteros, y aquí es donde la unanimidad de antes se empezó a resquebrajar.

Unos dijeron llevar una camiseta de distinto color que los demás jugadores. Gran error. El hecho de llevar una camiseta de distinto color que lo diferencie de los demás jugadores no es un “privilegio” es una “obligación”, por lo que no acepté “pulpo” como animal de compañía.

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Otros dijeron llevar guantes, y tampoco es un privilegio específico de los porteros ya que cualquier jugador puede llevar guantes siempre que su finalidad sea protegerse, como por ejemplo del frío. Uno me dijo: “Llevar pantalones largos”. Si señor. Los únicos que pueden llevar pantalones largos para jugar son los porteros. Ya teníamos dos privilegios que les conceden las reglas a los porteros. Uno de los que estaba dormido se despertó (valía más que hubiera seguido dormido) y dijo: “Los porteros pueden decir MIA” y otro dijo “También pueden salir con la rodilla por delante sin que sea falta”. Y aquí es cuando se lió. Cuando les dije que el reglamento no permite al portero decir “MIA” o que tampoco permite al portero salir con la rodilla por delante y arrollar al delantero, lo que había sido una clase sosegada y plácida se convirtió en una guerra sin cuartel en contra del árbitro (como es habitual) y ese caso concreto yo y además no llevaba ni las tarjetas ni el silbato encima.

La verdad es que desconozco el motivo, pero existe una costumbre generalizada de permitir o consentir al portero determinados privilegios que no vienen contemplados en las reglas de juego. Hay costumbres que se convierten en “norma” porque todo el mundo lo hace y esta es una de ellas.

El reglamento indica que cualquier jugador (sea portero o no) será culpable de conducta antideportiva si distrae de forma verbal a un adversario durante el juego.

Según el reglamento, el hecho de decir “MIA” o “DEJALA” o cualquier otra expresión que pueda engañar, si hay adversarios alrededor, se ha de interpretar por parte del árbitro como falta, sea quién sea quién lo diga, incluso si es el portero. Yo sabía que me estaba metiendo en un callejón sin salida ya que les puse la pregunta a “huevo” (perdón). Me dijeron con toda la razón: ¿Y por qué nadie lo pita?, ¿Por qué nadie lo pita si es falta?. Desgraciadamente creo que todavía están esperando la respuesta.

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Pero claro, como estaban animaditos, (ya nadie dormía), y querían que yo pagara todos los platos rotos de las “impecables” y “espectaculares” actuaciones de mis compañeros árbitros durante el fin de semana pasado, se quisieron cebar conmigo con lo de que el portero tampoco puede salir con la rodilla por delante para protegerse cuando salta para coger un balón. Aquí, excepto a unos pocos, creo que les convencí. Les dije: “Olvidaros de que es el portero, olvidaros de que está dentro del área, pensad que es cualquier otro jugador y la acción se comete en el centro del campo. ¿Verías normal que un jugador saltando arrollara con la rodilla a un adversario?”. Nadie dudaría de que es falta. Pues lo mismo para el portero en su área.”.

El portero puede salir con la rodilla por delante, siempre y cuando no arrolle a nadie, igual que cualquier otro jugador. La potestad que tiene de tocar el balón con la mano no le permite cometer falta sobre nadie. Y si sale con la rodilla por delante y arrolla a un adversario, aunque tenga el balón, es falta del portero y por tanto penalti.

Y por último y como guinda del pastel estaba el privilegio me dijeron algunos de que no se puede tocar al portero dentro del área pequeña (léase área de meta). Esto es verdad, pero una verdad a medias. Y me explico. Lo que dice el reglamento es que cuando el guardameta controle el balón con sus manos, ningún adversario podrá atacarlo. Por tanto, mientras que el portero no controle el balón con las manos se le podrá atacar, cargar, obstaculizar, etc… como a cualquier otro jugador, pero cuando el portero controle el balón con las manos ya sea en el área pequeña (léase área de meta) o área grande (léase área penalti) no se le podrá atacar.

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Como no podía ser de otra forma la clase terminó sin agresiones ni insultos, como tendría que pasar siempre en los campos de fútbol y con la satisfacción de que todo el mundo aprobó incluso los que se habían dormido. Un saludo a todos. Salvador Fornés.