los primeros caidos en la historia del nacionalsindicalismo cristobal cordoba

8/6/2019 Los Primeros Caidos en La Historia Del Nacionalsindicalismo Cristobal Cordoba

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Falange Espaola de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista(Junta Provincial de Crdoba)

Cristbal Crdoba. Noviembre de 2.003

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Los primeros Cados en la historia del Nacionalsindicalismo


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asesinado. Algn tiempo despus el propio Jos Antonio se referira a l con estasescuetas palabras: vino, oy, crey y muri.

Apenas un mes despus del asesinato de Ruiz de la Hermosa, el 8 de

diciembre de 1.933, mientras pegaba unos pasquines propagandsticos en el pueblode Zalamea de la Serena (Badajoz), caa abatido por las balas de un obrero marxista,con el que antes haba tenido una discusin poltica, Juan Jara Hidalgo, panadero deoficio y perteneciente al grupo fundacional de la Falange de su pueblo.

Todava antes de acabar el ao, el 26 de diciembre, el falangista Toms PoloGallego perda la vida en Villanueva de la Reina (Jan). ste iba celebrando laNavidad con otros camaradas por las calles cantando villancicos cuando un grupo demarxistas intent acallar sus cnticos. Los camaradas no les hicieron caso, por lo queuno de los enemigos de la Patria le apual por la espalda, dndose a la fuga.

Es por esas fechas cuando la Falange edita su primera revista. FranciscoBravo comenta como Falange Espaola tuvo que asistir al espectculo de ver durantealgunas semanas cmo caan asesinados militantes suyos, sin poder adoptar

represalias por estas dos causas fundamentales: porque Jos Antonio que ms tardeescribira aquello de que la accin, cuando no est regida por el pensamiento, es pura barbarie senta unos invencibles escrpulos de conciencia a convertir a lanaciente Organizacin en un instrumento de terrorismo irreflexivo, y tambin porqueFalange Espaola, como todo grupo que nace a la lucha, no resulta apta para lanzarsea la violencia, por mltiples razones que slo podemos apreciar debidamente los quepor fuerza hemos tenido que soportar el terrorismo y su atmsfera enrarecida.

El marxismo aprovech la aparicin del semanario F.E. para mostrar suhostilidad a la nueva entidad. Los vendedores profesionales y los quioscos se negarona venderlo, por orden de la Casa del Pueblo. Tuvieron que salir a la calle a ofrecerlo alpblico los propios militantes de la Falange. Y stos eran muchachos entusiastas eingenuos, valerosos, pero sin entrenamiento para la accin, que salan a ofrecer susvidas en un acto de servicio, con un valor que incluso renunciaba a la defensa1.

Efectivamente, apenas haba comenzado 1.934, durante la noche del 11 deenero, un pistolero marxista llamado Felipe Gmez Ruiz mat frente al Cine Alczar deMadrid, sito en la Calle de Alcal, al joven estudiante Francisco de Paula SampolCorts, quien se ganaba la vida como mecnico de la Telefnica. Su nico delitohaba sido el de ir hojeando un ejemplar de F.E. que acababa de adquirir a unosescuadristas del S.E.U. (Qu libertad tan extraa!). Al da siguiente los falangistasacudieron al entierro de este joven de 22 aos donde gritaron por primera vez elPresente!que en adelante sera la invocacin ritual ante el nombre de sus Cados. Elsumario instruido por su asesinato en el Juzgado nmero 10, no consigui identificar alos criminales.

El primer da de febrero la Falange tena una norma de estilo, una pauta deconducta, que Jos Antonio hace pblica en el quinto nmero del semanario F.E.,expresada en siete puntos, del que su punto primero dice literalmente que la muertees un acto de servicio. Ni ms ni menos. No hay, pues, que adoptar actitudesespeciales ante los que caen. No hay sino seguir cada cual en su puesto, como estabaen su puesto el camarada cado cuando le elevaron a la condicin de mrtir.

Efectivamente, como venimos demostrando, la muerte se haba convertido enun acto de servicio para los falangistas, y este escrito de Jos Antonio en uno de susartculos premonitorios, a modo de presagio. Sigamos comprobndolo:

1 Francisco Bravo Martnez. Jos Antonio: El hombre, el jefe, el camarada. Pgina 43.Ediciones Espaolas, S.A. Madrid. 1.939.


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El da 18, en el Paseo de la Independencia de Zaragoza, el estudiante de 23aos y miembro del S.E.U., Manuel Baselga de Yarza, estaba siendo acosado por ungrupo de socialistas por lo que busc refugio en un caf. Una vez estuvo dentro fue

alcanzado por los disparos de uno de sus perseguidores. Cul fue su delito?Ninguno, la prensa izquierdista le haba sealado como uno de los falangistas que,unos das antes, haba participado en defensa de las Iglesias durante la huelgageneral convocada en la ciudad por los anarcosindicalistas (Qu crimen tan increble!Verdad?).

Pero prosigamos. El da 27 de enero, las huestes socialistas asesinaban en laCalle de Clavel de Madrid al encargado de venta del diario La Nacin, Vicente PrezRodrguez. Su crimen? Ganarse la vida como capataz de venta de F.E., sin siquierapertenecer a la organizacin falangista.

El 9 de febrero, en la esquina de la Calle Mendizbal de su adorada CiudadUniversitaria, cuando Matas Montero y Rodrguez de Trujillo regresaba tranquilamentea su domicilio tras haber participado en la venta del semanario F.E., un pistolero del

grupo Vindicacin de las Juventudes Socialistas mandadas por Santiago Carrillo,llamado Francisco Tello Tortajada, le dispar tres tiros por la espalda. En el momentoen el que Matas cay tendido al suelo, lo remat con otro disparo a bocajarro. Segnel diario El Soldel da 20, cuando Francisco Tello fue detenido pocos das despus dehaber perpetrado el brutal y cobarde asesinato, la Polica le encontr una relacin depersonas peligrosas para el socialismo. Fue condenado en el juicio por esta causa aveintitrs aos y siete meses de prisin, en el que actu de acusacin particular elpropio Jos Antonio. Dos aos ms tarde, con la llegada al poder del Frente Popular,fue amnistiado y puesto en libertad.

El entierro de Matas Montero, al da siguiente de su asesinato, volvi a llenarde intensa emocin a la Falange. Los jvenes escuadristas acudieron a acompaar alcamarada cado y, por primera vez, las calles madrileas presenciaron el inusitadoespectculo de gentes, a cuyo frente iba un Jos Antonio serio y conmovido, brazo enalto y cantando la versin espaola del Yo tena un camarada.

Al pie del sepulcro, en medio de un profundo silencio, Jos Antonio, con vozemocionada y firme pronunci las siguientes palabras:

Matas Montero: Presente!Aqu tenemos, ya en tierra, a uno de nuestros mejores camaradas. Nos da la

leccin magnfica del silencio Otros, cmodamente, nos aconsejarn desde sus casasser ms animosos, ms combativos, ms duros en las represalias. Es muy fcilaconsejarnos! Pero Matas Montero no aconsej ni habl; se limit a salir a la calle a cumplir con su deber, an sabiendo que posiblemente en la calle le aguardaba lamuerte. Lo saba porque se lo tenan anunciado. Poco antes de morir, dijo: s que

estoy amenazado de muerte pero no me importa, si es para bien de Espaa y de lacausa. No pas mucho tiempo sin que una bala le diera cabalmente en el corazn,donde se acrisolaba su amor a Espaa y su amor a la Falange.

Hermano y camarada Matas Montero y Rodrguez de Trujillo! Gracias por tuejemplo.

Que Dios te d su eterno descanso y a nosotros nos lo niegue hasta quesepamos ganar para Espaa la cosecha que siembra tu muerte!

Por ltima vez: Matas Montero y Rodrguez de Trujillo!. Invocacin a la quetodos contestaron al unsono, con voces entrecortadas y un nudo en la garganta conel Presente!del ritual falangista.

Con la congoja de su recuerdo aade David Jato, Rafael Snchez Mazascompuso su Oracin por los muertos de la Falange, que con el final de las palabras


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de Primo de Rivera haban de constituir ya el rito obligado del entierro de nuestrosmrtires2.

Despus del entierro los nervios de algunos camaradas se agitaron tanto que

el Jefe de la Falange toledana, Jos Sinz, hombre de gran arrojo personal, lleg aincrepar a Jos Antonio con estas palabras: Es que nos vamos a dejar matar comomoscas?. A lo que respondi Jos Antonio: No, pero tampoco nos vamos a convertiren una banda de asesinos.

El da 4 de marzo, en la ciudad de Valladolid, tras la salida del acto deproclamacin de Falange Espaola de las J.O.N.S., ocho socialistas golpearon yapualaron saudamente a ngel Abella Garca, un estudiante de Medicina que nomilitaba en ninguna organizacin poltica pero que haba cometido la grave falta deencontrarse paseando en aquellos momentos por la Calle Zapico, cercana al TeatroCaldern, lugar donde se haba celebrado el mitin falangista.

Segn Jato, en el grupo asesino figur Calle, un marxista, Presidente de laF.U.E. de la Escuela Normal, contra quien mantuvo una gallarda acusacin, en el acto

del juicio, otro seusta, estudiante tambin de Medicina, Gonzlez Vicn.Tras dos das de eterna agona, ngel Abella fallecera en el hospital. Sus

compaeros de la Facultad acompaaron su cuerpo hasta la estacin, desde dondesera trasladado a su tierra asturiana de Pravia para ser inhumado.

El da 8, con motivo de la venta del nmero 9 del semanario falangista seoriginan refriegas en la Glorieta de Bilbao y en la Calle Fuencarral de Madrid; vctimasde esta ltima resultaban heridos seis falangistas, entre los que se encontraba ngelMontesinos Carbonell, quien morira al da siguiente.

Durante el entierro, realizado en la maana del da 10, Jos Antonio, en unaclara leccin de estoicismo, se dirigi a los camaradas que haban acudido a despedirpor ltima vez a su camarada con las siguientes palabras:

Firmes! Otro! Y este es un hombre humilde. Los que nos creen incapacesde entender el dolor de los humildes, sepan que desde hoy la Falange, adems de porsu resuelta voluntad, est indisolublemente unida a la causa de los humildes por estesacramento heroico de la muerte.

La muerte! Unos creern que la necesitamos para estmulo. Otros creernque nos va a deprimir; ni lo uno ni lo otro. La muerte es un acto de servicio. Cuandomuera cualquiera de nosotros, dadle piadosa tierra y decidle: Hermano, para tu alma,la Paz; para nosotros, por Espaa, adelante.

Firmes otra vez! ngel Montesinos! Presente!.Al atardecer del da 23 de aquel mes resultaba herido de gravedad por un

balazo que le atraves la femoral Jess Hernndez Rodrguez de Oviedo, unestudiante de Bachillerato que tan slo contaba 15 aos de edad, pero cuya fortaleza

fsica y corpulencia le haban permitido incorporarse al sindicato falangista afirmandoque tena dieciocho aos. Los hechos ocurrieron mientras se llevaba a cabo unaaccin contra la Casa del Pueblo de la Calle Augusto Figueroa de Madrid. Como leocurrira a ngel Abella, Jess tuvo que soportar dos interminables das de agonaantes de fallecer. El entierro, celebrado el da 27, tuvo que realizarse en la intimidad,segn rdenes particulares del Jefe Superior de la Polica, para evitar posiblesmanifestaciones de los fascistas.

Felipe Ximnez de Sandoval explicara aos despus como la muerte deJess Hernndez caus un gran revuelo, desatando una campaa contra la Falange

2 David Jato Miranda. La rebelin de los estudiantes (apuntes para una historia alegre delS.E.U.). Pgina 83. Talleres Grficos CIES. Madrid. 1.953.


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acusada de reclutar para acciones peligrosas a nios seducidos por la violencia.Una ley prohibi el ingreso en partidos polticos a los menores de dieciocho aos...aunque no a las Juventudes marxistas. Los ms jvenes falangistas tuvieron que

sustituir su carnet de tales por el de afiliados al S.E.U.Detenido como supuesto autor del crimen un anarcosindicalista apellidadoGarca Guerra, se celebr el proceso ante el Tribunal de Urgencia en la Crcel Modeloel da 10 de abril. Jos Antonio, despreciando las amenazas recibidas, y contrariandosu vocacin de civilista, asumi con gran gallarda la misin de acusador privado. Perola prueba result favorable al acusado, el Ministerio Fiscal retir la acusacin, la Salalo absolvi y los afiliados a las juventudes libertarias asistentes al juicio demostraronclamorosamente su jbilo.

Por verdadero milagro, la Falange no tuvo aquella maana nuevos cados,pues al salir de la crcel Jos Antonio, con sus fieles acompaantes Cuerda, Sarrin yGmez, al llegar por la Calle de Princesa a la altura de la de Benito Gutirrez, cuatroindividuos all apostados arrojaron contra el coche dos petardos de gran potencia que

destrozaron el parabrisas. Jos Antonio y sus tres camaradas se lanzaron en persecucin de los agresores, que dispararon contra ellos sus pistolas, sin lograrapresarlos. Al da siguiente, en una entrevista que para el ABC le hizo CsarGonzlez Ruano, Jos Antonio declar que hubiera sentido le sorprendiera la muerteaquel da por no saber si estaba preparado para morir. La eternidad me preocupahondamente. Soy enemigo de las improvisaciones. Igual en un discurso que en unamuerte. La improvisacin es una actitud de la escuela romntica y no me gusta3.

Mientras tanto, en lugares como Don Benito (Badajoz), Valencia, Jerez de laFrontera o Madrid, se sucedan incidentes como los que causaron el 6 de junio lamuerte a Jos Hurtado Garca, un pequeo propietario agrcola de Torreperojil (Jan)de 22 aos de edad. Los hechos ocurrieron cuando, a las seis de la maana de eseda recibi la visita de casi dos centenares de huelguistas con la intencin de obligarleal despido de unos jornaleros que tena contratados para la recoleccin de la aceituna.Tras esta obra caritativa estos buenos defensores de los trabajadores marcharon alCortijo Poco Humo, de la misma localidad, a continuar con sus andanzas. Algunosinstantes despus, Jos fue requerido por tres guardias civiles y un guardia municipal,para que les ayudaran a impedir los desmanes que estos huelguistas estabancometiendo en el referido cortijo, al que haban prendido fuego con la familia del dueo(herido en la cabeza de un balazo) en su interior. Jos se arm con su escopeta decaza y acompa a la Fuerza Pblica hasta el cortijo, donde recrimin a loshuelguistas su conducta y acto seguido atraves el fuego que rodeaba la propiedadpara intentar salvar a los sitiados. Cuando se dispona a salir por la puerta principalcon la hija del dueo en brazos, una nia de tan slo tres aos, fue recibido a tiros,

repeliendo la agresin con la escopeta y regresando al interior de la casa, desdedonde consigui abrir un agujero en una de las paredes por el que se desliz con lania, pero con tan mala fortuna que fue descubierto por los huelguistas, quienes ledispararon en la cabeza, matndolo.

No sabe uno qu pensar... Cmo pudo suceder esto? Qu locura entr enaquellos fanticos descerebrados para asesinar a esta buena gente? No lo s, pero delo que s tengo la certeza absoluta es de que la lista de Cados por la RevolucinNacionalsindicalista continuaba en aumento, as llegamos al 10 de junio de 1.934cuando los acontecimientos rebasan el lmite de lo descriptible. Al pasar por El Pardo

3 Felipe Ximnez de Sandoval y Tapia. Conferencia El Teln de los Cados. Madrid. 9 defebrero de 1.973.


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un grupo de falangistas, escucharon a los chbiriscantarLa Internacionaly la silbaron.La colisin sobrevino en el acto. Los socialistas, muy superiores en nmero, cayeronsobre Juan Cullar Campos, un joven estudiante de dieciocho aos, quien apualado

y alcanzado a quemarropa por diversos disparos, fue pisoteado, machacado su crneocon un cntaro de vino y, finalmente, en apoteosis brbara, una joven socialistallamada Juanita Rico, con bestialidad satnica, orin sobre su cuerpo destrozado.Llegan en su auxilio nuevos escuadristas de la Falange, Miguel Primo de Rivera, primode Jos Antonio; Guillermo Aznar; Escartn; Palao..., y cuando la lucha se hageneralizado acude la Guardia Civil, ante la que huyen los cobardes asesinos y a laque denuncian el horrendo hecho los falangistas, quienes son detenidos por rdenesgubernativas. El cadver del joven Cullar que, segn su propio padre quedirreconocible, fue trasladado al Juzgado de El Pardo, desde donde, ocultamente, fuellevado al Depsito Judicial. A la madre de Juan nunca se le permiti ver el cuerpodestrozado de su hijo.

Jos Antonio, que se encontraba en su despacho, recibi la noticia, y

acompaado por Julio Ruiz de Alda, Ansaldo y Fernndez-Cuesta, se traslad hasta ellugar del crimen donde, tremendamente impresionado murmur: Esto tiene queacabar. Como apuntara ms tarde Felipe Ximnez de Sandoval, el da de la muertede Cullar, Jos Antonio se resign a que la Falange dejara de ser angelical, como lla haba soado.

El cuerpo de Juan Cullar, que recibi cristiana sepultura dos das despus,tuvo que ser enterrado clandestinamente y al amanecer por orden del Gobierno. Sinembargo, el de Juanita Rico fue enterrado de da y entre una manifestacin deopresores puos en alto.

Continuando con las agresiones, en San Sebastin, la maana del 9 deseptiembre, cuando sala del nmero 32 de la Calle de Prim, donde se haba reunidocon Jos Manuel Aizpura y otros camaradas de su Falange donostiarra, asesinaronpor la espalda a Manuel Carrin Damborenea, dirigente de la Falange Local y hombremaduro, honesto y trabajador que regentaba el Hotel Ezcurra, un modesto hotel deesta ciudad vasca. Cabe mencionar que Manuel estaba amenazado de muerte desdehaca algn tiempo por sus asesinos, aunque l siempre restaba importancia ante suscamaradas.

Para Felipe Ximnez de Sandoval, la principal diferencia con los anterioresCados de la Falange es que Carrin no era un muchacho, sino un hombre maduro,honrado y trabajador, propietario de un modesto hotel. Es decir, tampoco era unseorito, en el sentido que se daba al aplicar despectivamente esta palabra a losfalangistas.

El 3 de octubre, el falangista Eleuterio Lpez, barrendero de oficio, resultaba

herido de gravedad cuando varios socialistas que se encontraban emboscados letirotearon al salir de prestar servicio en el Centro de la Falange de Madrid. Seis dasms tarde morira en el Hospital General de Madrid.

Un da despus del atentado que le cost la vida a Eleuterio Lpez se reunien el domicilio social de la Calle del Marqus del Riscal (Madrid) el Primer ConsejoNacional de Falange Espaola de las J.O.N.S. bajo la presidencia de Jos Antonio. Enel orden del da existan tres asuntos fundamentales: la aprobacin de unos Estatutosdefinitivos; la fijacin de unos puntos programticos y la eleccin de la nueva direccinnacional, cuyo carcter unipersonal o colectivo habra de resolverse definitivamente.Para ello fueron convocados todos los miembros de la cesante Junta de Mando, elSecretario General de la organizacin, los jefes de los todos los servicios, un


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representante de cada regin y una veintena de militantes designados nominalmentepor la Junta de Mando en su ltima sesin del 28 de agosto.

El Consejo Nacional, con una duracin prevista de tres das, inici sus

sesiones con una intervencin de Jos Antonio. Al fondo del saln se haba colocadouna bandera rojinegra, y sobre ella, con letras doradas, estaban escritos los nombresde los falangistas Cados hasta ese momento. Jos Antonio, con evidente emocin,pronunci unas palabras en recuerdo de todos ellos y salud a los consejeros.Inmediatamente, stos se repartieron entre las distintas ponencias.

En la sesin correspondiente al da 5, tras largas deliberaciones, se aprobque la direccin del Movimiento recaera sobre una sola persona (mando nico).Ponencia defendida por los partidarios de Jos Antonio frente a la defendida por losseguidores de Ramiro Ledesma, partidarios del mando compartido o Triunvirato.Adoptada ya la resolucin de que el Mando recayese sobre una sola persona se pasa decidir quin debera ser el Jefe Nacional y fue el propio Ramiro Ledesma el quepropuso espontneamente a Jos Antonio para el cargo, quien lo acept con toda

autoridad y toda responsabilidad. Seguidamente y por decisin del recin nombradoJefe Nacional de Falange Espaola de las J.O.N.S., se eligi la camisa azul mahn,como prenda de uniforme y mortaja de los falangistas, y se dieron las instrucciones alos camaradas de toda Espaa para acudir a la lucha contra los sublevados durante larevolucin marxista-separatista de octubre de 1.934.

En Asturias como en el resto de Espaa los hombres de la Falange sedestacaron por su valor. Tanto es as, que el Gobierno condecor a los falangistasInnerrity y Surez Pola por su extraordinaria actuacin en Gijn. Actuacin queconsisti en portar en una piragua desde la costa hasta el crucero Libertad, bajo elincesante fuego de los sublevados y ms tarde de la marinera del propio buque quelos haba confundido con saboteadores rebeldes, un parte de la guarnicin asediadaen el que se indicaban las concentraciones que los sediciosos marxistas tenan enCimadevilla. Y entonces sabis qu pas camaradas? Pues que a la misma vez quemientras el Gobierno condecoraba a estos camaradas por su actuacin heroica, laPrensa recibiendo rdenes del mismo Gobierno censuraba la noticia.

En actuaciones similares a la anterior y en das sucesivos, cerca de uncentenar de falangistas fueron heridos y al menos cinco camaradas cayeron en actode servicio mientras defendan a Espaa de la barbarie marxista. El nombre de estoshroes era Jos Montes Campal, lvaro Germn Gutirrez, Francisco Daz Nereo(Daz Nerco, segn Ximnez de Sandoval)y Jess Siz Hierro. Vayamos por partes:

Jos Montes y lvaro Germn cayeron mientras defendan el Centro CatlicoMinero de la Moreda (atacado por los rebeldes con armas de fuego y cartuchos dedinamita) junto a un reducidsimo grupo de mineros, desde las primeras horas de la

maana del da 5 hasta las del da 6, permaneciendo en su puesto hasta que todos lossupervivientes de la defensa se haban retirado.Francisco Daz era el Jefe Local de las J.O.N.S. de Torrelavega (Santander),

un joven abogado e industrial que cooperaba con la Guardia Civil de la localidad envarios servicios. El da 9 de octubre, l y varios falangistas se encontraban escoltandounas camionetas a las rdenes de un sargento del Instituto Armado cuando fueronemboscados al llegar a un recodo de la carretera desde una casa abandonada.Francisco Daz muri en el acto, mientras que el sargento, uno de los guardias y losfalangistas Mariano Dez Blanco y Valentn Sollet Gmez, resultaron heridos deconsideracin.

Por las acciones que estos bravos camaradas realizaron en Asturias, JosAntonio les impuso la Palma de Plata de la Falange.


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El ltimo de estos cinco falangistas, Jess Siz Hierro, fue asesinado en lalocalidad de Arija (Burgos) durante la noche del 17 de octubre por algunos terroristasde significacin socialista que le apualaron junto a su hermano Salvador cuando se

disponan a regresar a su domicilio. Jess result muerto en el acto, mientras que aSalvador result herido de gravedad.Tal y como expuso Felipe Ximnez de Sandoval en su conferencia de 1.973,

el Gobierno radical-cedista, liquid la brbara Revolucin de Octubre, aplicando elrigor de las leyes nicamente a dos revolucionarios de menos cuanta: el sargentoVzquez, fusilado despus de saludar a la Bandera Nacional, y un pistolero apodadoel Pichilatu, mientras arropaba en la ms tibia y suave impunidad a losorganizadores del tremendo atentado contra la paz y la unidad de la Patria. Y,naturalmente, la sangre falangista sigui regando los suelos de Espaa.

El 29 de octubre, coincidiendo con el primer aniversario del mitin del Teatro dela Comedia, la Falange, en memoria de sus Cados, celebra un funeral en la Iglesia deSanta Brbara, en cuyas amplias escaleras exteriores se presentaban sobremanera a

las vibrantes invocaciones de los nombres de los muertos en actos de servicio4.Pero... conozcamos algunos detalles ms de aquel funeral:Aquel primer aniversario se conmemor, solemne y cristianamente, con una

misa funeral oficiada en la Iglesia de Santa Brbara de Madrid, Santa Brbara de laFalange en el monasterio de las Salesas, parroquia de la casa natal de Jos Antonioy templo donde recibi las aguas de cristianar bautismales. En aquella fecha seconmemor el recuerdo y el ejemplo de los que buscaron la gloria en una nuevadimensin de guardia eterna de Espaa.

Con recogimiento y devocin, con lgrimas contenidas, con el dolor recientede sus prdidas, el amplio templo, panten real, se llen con los escuadristas de la primera lnea, los ms intrpidos, los ms ardientes, los arietes; con aquelloscamaradas de una edad ms madura y que militaban en la segunda lnea de combate,ms curtidos, pero con la misma e idntica ilusin que los muchachos jvenes y con laincipiente Seccin Femenina, las mujeres sacrificadas y abnegadas de la Falange queya, en aquel primer aniversario, se aproximaban al centenar de mujeres patriticas quese arremolinaban en torno a Pilar Primo de Rivera. Y all concurrieron tambin losestudiantes, los muchachos del S.E.U., los que pregonaban que el estudio era precisopero acompaado de la accin en caso necesario. La nave de la iglesia estaba repletade una juventud apiada que se convocaba cristianamente a rezar por sus cados. Enel atrio formaban las filas de las escuadras. El otoo madrileo, climatolgicamente, esuna mezcla de rigor y de condescendencia. Por eso, bajo la chaqueta, se vesta ya lacamisa azul mahn, desabrochada en el cuello, que haba sido elegida, como prendade la vestimenta militante, en el Primer Consejo Nacional que se haba celebrado en

Madrid, el pasado da 5 de octubre. Al llegar Jos Antonio acompaado de los mandos de la Falange, al gran patio que da acceso al recinto sagrado, un bosque de brazos en alto acoge supresencia. Eran como aspas levantadas hacia el viento y el cielo, hacia las nubes y losluceros, donde se tena la certeza y la seguridad moral que pernoctaban lospredecesores en el sacrificio martirial.

La misa fue profunda. Un silencio mstico, de recogimiento, se escucha en elinterior, slo quebrantado por las invocaciones latinas del oficiante con casulla negra ydorada.

4 David Jato Miranda. La rebelin de los estudiantes (apuntes para una historia alegre delS.E.U.). Pgina 120. Talleres Grficos CIES. Madrid. 1.953.


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A la salida del templo, desde el mismo prtico, Jos Antonio acompaado deRaimundo, el Secretario General, corresponde brazo en alto al saludo de suscamaradas. Desde lo alto de la escalinata, al pie del atrio, Raimundo Fernndez

Cuesta lee, con voz enjugada en lgrimas, el nombre y los apellidos de los quincecados que suenan a redoble, contestndose con la expresin unnime de ritual:Presente!. En aquel patio cada uno de los cados se hace eco y proximidad. Se lesnombra por este orden:

Jos Ruiz de la Hermosa. Juan Jara. Toms Polo Gallego. Francisco dePaula Sampol Corts. Matas Montero y Rodrguez de Trujillo. ngel MontesinosCarbonell. Jess Hernndez Rodrguez de Oviedo. Jos Hurtado Garca. Juan CuellarCampos. Manuel Carrin Damborenea. Jos Montes Campal. lvaro GermnGutirrez. Francisco Daz Nereo. Eleuterio Lpez. Jess Sainz Hierro

PRESENTES!A continuacin, Jos Antonio, con voz grave, apagada, lee la Oracin por los

muertos de la Falange, una oracin fnebre redactada por su amigo y camarada

Rafael Snchez Mazas, que se haba publicado ya en el semanario F.E. del da 22de febrero de 1.934.

Se cierra el acto con el grito y el anhelo de todos los asistentes, con laexplosin contenida de los cientos de gargantas que necesitaban el desahogo ante laPatria en ruinas: Arriba Espaa5.

Finalizaba el ao de 1.934 con un balance de diecisis camaradas muertos amanos de los enemigos de Espaa. Pero lo peor, an estaba por llegar.

A las cuatro de la tarde del 2 de abril de 1.935, en la Calle Arrieta de Madrid,varios marxistas, que se encontraban apostados, dispararon contra un humilde ysencillo panadero afiliado a las C.O.N.S. llamado Jos Garca de Vara, matndolo enel acto.

A pesar de los esfuerzos gubernamentales y de las amenazas de losmarxistas por impedirlo, el entierro de Garca de Vara en el Cementerio de laAlmudena, reuni por la tarde del da siguiente, con Jos Antonio a la cabeza, a casitoda la Falange madrilea. La oracin fnebre, pronunciada por el Jefe Nacional, fuems extensa que de costumbre:

"Otro glorioso cado. Otro mrtir que, como tal, ha sabido ofrendarlo todo,hasta su vida y su sangre, en el altar de la Espaa inmortal.

Otro cado en aras del amor. l supo cumplir una misin sagrada dentro de laFalange Espaola de las J.O.N.S., y el plomo marxista le cercen la vida antes detraspasar el umbral de la Patria naciente.

Por luchar por el amor te ha matado el odio. Camarada! Tu sacrificio no servano: Todos los que podemos an saludar tu tumba con el brazo en alto, sabremos

seguir tu ejemplo magnfico. Todos estamos dispuestos a llegar, como t, hasta elsupremo sacrificio por cumplir nuestra misin. Misin en el neto sentido de la palabra,en el sentido religioso. Espaa, que no es un territorio ni una fantasa hija decalenturientas imaginaciones, sino que es una realidad intangible y suprema; que es elesfuerzo de nuestros hermanos, las hazaas gloriosas de nuestros padres y la sangrefecunda de nuestros abuelos, amenaza hoy morir, cobardemente abandonada. Ysomos nosotros, los nacionalsindicalistas, los llamados a correr en su auxilio, en suapoyo, en ayudarla a levantarse. Bendita sea la Falange, si ella nos lleva a morir porEspaa! Tengamos siempre presente que Espaa es una unidad de destino en lo

5 Jos Luis Jerez Riesco. Elegidos para la Gloria. Palmas de Plata de la Falange. Pgina 18 ysiguientes. Ediciones Nueva Repblica, S.L. Barcelona. 2.003.


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futuro y sepamos demostrar, cara al mundo y al sol, con orgullo de espaoles, que sisomos muchachos de edad, somos, en cambio, hombres para morir y vivir por Espaaen el cumplimiento de un sagrado deber.

Somos jvenes. Demasiadas veces hemos odo repetirnos con nfasis desuperioridad que luchamos as porque nada tenemos que perder. Nada? Los mismosque tal dicen no lo sienten, no lo pueden sentir. Demasiado saben ellos, porquetambin fueron jvenes, que vale ms un porvenir por hacer que uno ya hecho. Quevale ms una ilusin que una realidad.

Yo os aconsejo que cerris los odos para esas gentes que ahora, comosiempre, se dolern lastimeramente por la muerte de nuestro camarada, y quiz osaconsejen extremar las represalias. Yo os pido que demostris con vuestra conductacmo sabemos sufrirlo todo, recogiendo de entre la sangre de nuestros hermanos suanimoso espritude esa sangre que vuelve a ser el abono fecundo en el suelo deEspaa para la futura cosecha- para seguir imperturbables nuestra ruta.

Quiz os digan, en tono de insufrible superioridad, que no debis permanecer

en nuestras filas, que hagis caso a su consejo de hombres y os dejis delocuras. Replicadles que los hombres no se miden por la estatura ni por laspalabras: que los hombres se miden y se ven en el terreno de los hechos, de la accin,que es nuestro terreno. Y si es verdad que somos locos, bendita locura la de esteamor, que nos lleva a entregar a la Patria lo ms precioso que nos dio: nuestra sangre!

Hacerles ver, clara y rotundamente, cmo son los responsables directos de lamuerte de nuestros camaradas con su egosmo, con su incapacidad y con sucobarda; que el problema de vida o muerte que tiene Espaa planteado no seresuelve con palabras; que mientras ellos en sus casas, o en los cafs, arreglan aEspaa, estamos nosotros en estas calles espaolas, que parecen destinadas a sersiempre regadas por la sangre de sus hijos, cruel y cobardemente asesinados por elsolo delito de tener corazn, de tener de sobra todo el corazn que a ellos les falta, yque, en ltimo trmino, preferimos morir todos, del primero al ltimo, antes de seguirencenegados en el oprobio y la vergenza.

Otra vez nos vemos precisados a rendir el pstumo homenaje al camaradacado. Vil y cobarde, mal nacido el que ahora se retrase de la primera fila; ese no esdigno de llamarse camarada del muerto en esta hermandad suprema de la Falange.

Otra vez las Falanges Firmes! Todos en las filas de choque, en lavanguardia, ahora ms que nunca y como siempre. Hay ya uno ms entre los mrtiresde Espaa. Jos Garca Vara: Todos a una, Presente! Arriba Espaa!6.

El da 11 del mismo mes, en Salamanca, cuando el falangista Juan PrezAlmeida (un sencillo obrero electricista) paseaba por el Parque de la Almedilla enunin de su novia y de su hermana Carmen, una nia de doce aos, un nutrido grupo

de marxistas, bien parapetado entre los muros de la verja del parque, dispar sobreellos varias descargas. Carmen muri en el acto pues una de las balas le habaalcanzado en la cabeza, mientras que su hermano, herido de gravedad, falleci el da5 del mes siguiente. Segn escribi Jos Antonio a Bravo el 16 de abril, la Falangepas por el dolor de la muerte de este camarada, cuya mejora haba esperado conemocin e impaciencia.

Debido a este brutal atentado, desde aquel trgico da nos sugiere JulinPemartn Carmen, que por edad nunca pudo estar afiliada a la Seccin Femenina,fue considerada por muchas camaradas como la primera de sus Cadas7.

6Arriba. Nmero 4. 11 de abril de 1.935.7 Julin Pemartn Sanjun. Teora de la Falange. Pgina 62. Editora Nacional. Madrid. 1.942.


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En el Presenteque se le dedic en el semanarioArriba, se deca:Cay Juan Almeida, por Espaa, muerto a traicin con la hermanita que

tanto quera, en uno de los episodios ms conmovedores, en uno de los atentados

ms viles que la Falange ha sufrido. Guardad todos en el fondo de vuestras almaseste nombre y este dolor y pensad que all arriba, con Juan Almeida y con los veintenuestros, hay una nia que han matado a una familia de gentes de bien, pero que nosla han matado tambin a nosotros.

El da 29 de abril, se presentaron cinco falangistas en el municipio deAznalcllar, un pueblecito sevillano formado por mineros de la Mina Caridad, con laintencin de distribuir el semanario Arriba entre sus gentes. Cuando acababan decomenzar su venta fueron vctimas de un ataque perpetrado por un numeroso grupode marxistas ante el cual, y dada su inferioridad numrica, tuvieron que replegarse.Tras conocer la noticia, al da siguiente regresaron al pueblo veinte falangistas parafinalizar la venta del semanario inacabada el da anterior por sus camaradas. Al llegaral pueblo fueron recibidos a pedradas por los elementos izquierdistas, con tan mala

suerte que una de las piedras impact contra la cabeza del falangista Manuel GarcaMguez, un periodista de 30 aos de edad (aunque segn Sancho Dvila era peritoindustrial), quien al caer abatido fue rematado de un disparo. En el mismo incidente,tambin result herido el camarada Francisco Moreno Vela, quien al ser alcanzado porotra piedra, solamente lleg a perder el conocimiento por unos instantes.

Segn relat Ximnez de Sandoval, la Falange de Sevilla acuda a estepueblo para vender Arriba pese a la feroz oposicin de los marxistas, que se hizo msviolenta que nunca en la maana del 29, por lo que a la tarde siguiente, llegaron a Aznalcllar en tres taxis, veintin falangistas, dispuestos a vender a toda costa elnmero 6 de nuestro peridico, en el que se denunciaban las blandenguerasgubernamentales con los separatistas catalanes. Unos guardias municipales trataronintilmente de impedirlo. Los marxistas, parapetados en las casas y las esquinas,abrieron fuego con pistolas y escopetas contra los falangistas, quienes les dieronrplica rotunda, hasta que al aparecer la Guardia Civil inician la retirada. En aqulmomento, Manuel Garca Mguez, gallego de mediana edad, trasplantado a Andaluca,"perito industrial y buen aficionado a las letras", cae sangrante y sin sentido aconsecuencia de una pedrada en la sien. Un grupo de enemigos se abalanz sobre ldisparndole a quemarropa, agredindole con palos y navajas. El jefe de la expedicinfalangista recoge a su camarada moribundo con el brazo izquierdo y sigue disparandocon su revlver hasta agotar las balas, logrando unirse al cabo de la Guardia Civil

Pocos das ms tarde sera asesinado en Sevilla, uno de los taxistas quecondujeron a los falangistas hasta Aznalcllar. Aunque muri vctima de los mismosenemigos de la Revolucin Nacional, su nombre no pas al Teln de los Cados, por

no estar afiliado.Continuando con la persistente oleada de atentados a la que estaban siendosometidos los falangistas, el 31 de mayo de 1.935, en Linares (Jan), Jos MoyaTorres, Andrs Crdenas, Jaime Sabina y Miguel Soriano Jimnez, mientras repartanpropaganda en la Calle de la Virgen, fueron agredidos por un grupo de comunistas.Miguel Soriano, de 27 aos, quedaba herido de gravedad despus de que el pistolerocomunista Juan Garca Mrquez le disparara a bocajarro; su camarada, Jos MoyaTorres, a pesar de ser tambin agredido (recibi una puada en el cuello), eradetenido por la autoridad. Seis das despus de estos trgicos sucesos mora MiguelSoriano Jimnez, un falangista del que apenas tenemos datos, salvo los de esteatentado que le provoc la muerte.


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Cuatro das despus caa asesinado en las calles de Mlaga el falangistaJos Soto Daz, un joven de 27 aos, al verse sorprendido por su asesino, un perjurodel Nacionalsindicalismo llamado Blas Latorre, de 47 aos, quien vaci sobre l todo el

cargador de su pistola.Tres das antes de la Reunin de la Junta Poltica en el Parador de Gredos,es decir, el 12 de junio de 1.935, una bomba hizo explosin en el local de la Falangede Oviedo, sito en el nmero 23 de la Calle Campoamor, provocando la muerte alfalangista Enrique Moyano, de 21 aos de edad, y dejando malheridos a suscamaradas Jos Molina, de 29 aos, y Jos Mara Surez Lpez, de 32 aos, quienfallecera un das despus. Segn los describe Felipe Ximnez de Sandoval, ambosfalangistas eran dos jvenes, fuertes, bien plantados que acababan de or el discurso pronunciado por Jos Antonio en el Teatro Principal de Oviedo el 26 de mayo ytodava les cantaran en los odos y los corazones las ltimas y emocionantes palabrasdel Jefe, asegurando a sus camaradas:

"La Revolucin Nacional la haremos nosotros, slo nosotros, camaradas de lascamisas azules, y la haremos por un mvil espiritual, que es por lo nico que se muere. Losmineros de Asturias, equivocados, pero valerosos, no hicieron la revolucin por ellos, queganan los mejores jornales de Espaa, sino por los trabajadores hambrientos de Andaluca.Nosotros tampoco haremos nuestra Revolucin para nosotros, sino para Espaa. Ya veriscomo acaban por entendernos los mismos mineros de octubre, a los que podemos decir: Noempleis vuestro magnfico coraje para luchas estriles. Haced que os depare, adems de lajusticia y el pan, una Patria digna de vuestros padres y de vuestros hijos".

En estas circunstancias llegamos a la maana del da 8 de agosto; da enque la Falange de Sevilla se vestir nuevamente de luto por el asesinato de otrocamarada: Antonio Corpas Gutirrez. Poco sabemos de este camarada, salvo que

era un joven dependiente de comercio procedente de las filas comunistas al quefrecuentemente vena amenazando personal de la Unin Local de Sindicatos, afectaal Partido Comunista. La amenaza se cumpli durante la noche del 7 al 8, cuando alregresar de acompaar a su novia hasta su casa, un comunista llamado JernimoMesa (o Misa, segn otras versiones) le estaba esperando emboscado en la CalleArroyo para atravesar su cuerpo con cinco descargas mortales. El da 8, cuando laPolica detuvo a su asesino, ste confes que un tal Rafael Fernndez, tambin delPartido Comunista, le haba propuesto la agresin y le haba proporcionado la pistolacon la que realiz el atentado; a cambi de ello, el pistolero cobr veinte pesetas.

Segn Ximnez de Sandoval, el asesino de Antonio Corpas, fue condenadoa muerte por un Tribunal de Urgencia, cuyo indulto no le import a Jos Antonio serel primero en pedir, en la maana del domingo 26 de diciembre de 1.935. (Qu gran

diferencia de tica y estilo!).Durante la noche del 6 al 7 de noviembre, nuevamente en el pueblo deAznalcllar, dos falangistas fueron ametrallados por varios comunistas mientraspegaban en la Calle San Vicente pasquines de propaganda. Uno, Eduardo RivasLpez, un modesto pintor de 30 aos y subjefe de las milicias sevillanas a quien sehaba concedido la Palma de Plata por su heroica actuacin en Aznalcllar, muri enel acto; el otro, Jernimo Prez de la Rosa Jimnez, de 18 aos, un estudianteafiliado al S.E.U. de la Escuela Industrial que se ganaba la vida como mecnico deferrocarriles, mora al amanecer.

En el nmero 19 del semanario Arriba (14 de noviembre de 1.935) sereprodujeron las palabras con que Jos Antonio denunci ante el Parlamento, elasesinato de estos dos camaradas que se alistaron en la Falange porque se dieron


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cuenta de que el mundo est en una crisis espiritual, de que se ha roto la armonaentre el destino de los hombres y el destino de las colectividades. Ellos dos no erananarquistas; no estaban conformes en que se sacrificase el destino de la colectividad

al destino del individuo; no eran partidarios de ninguna forma de Estado absorbente ytotal; por eso no queran que desapareciese el destino individual en el destinocolectivo. Creyeron que el modo de recobrar la armona entre los individuos y lascolectividades era este conjunto de lo sindical y de lo nacional que se defiende,contra mentiras, contra deformaciones, contra sorderas, en el ideario de la Falange.Y se alistaron en la Falange, y salieron hace dos noches a pegar por Sevilla losanuncios de un peridico permitido. Y cuando estaban pegando los anuncios en lapared, fueron cazados a mansalva; uno qued muerto sobre la acera, y el otro murien el hospital, pocas horas despus.

Los atentados del da 7 provocaron las iras de sus camaradas del S.E.U.,quienes organizaron al da siguiente una huelga y una manifestacin en las ciudadesde Sevilla y Valladolid para protestar contra los atentados y por la indefensin de sus

miembros. Durante el entierro, realizado ese mismo da, tres camionetas de la Guardiade Asalto intentaron impedir el acceso de los falangistas al cementerio municipal deSevilla para dar sepultura a sus dos camaradas asesinados, aunque al finalaccedieron gracias a la intervencin del Jefe de la Falange andaluza, Sancho Dvila,quien les dio su palabra de honor de que no se producira ningn incidente.

Llegamos al ao de 1.936, ltimo ao que nos ocupa en esta historia y si, tal ycomo estamos comprobando, Falange Espaola de las J.O.N.S. era menospreciadapor las derechas, no ocurra lo mismo con las izquierdas que la valoraban en su justamedida, hacindola objeto predilecto de su rencorosa saa. Durante los das queprecedieron a las elecciones de aquel ao se produjeron mltiples agresiones contrasus militantes: A la Falange le correspondieron hroes y mrtires mientras que a losdems, derechas e izquierdas, los diputados electos.

El 22 de enero mora Jos Alczar Torrero, un joven de 27 aos afiliado a lasC.O.N.S. madrileas, a quien dos pistoleros marxistas haban disparado el da anterioren una calle del Puente de Vallecas.

El da 7 de febrero, en Vigo (Pontevedra), una veintena de anarquistasarmados con pistolas intent asaltar el centro falangista de la ciudad, sito en el nmero1 de la Calle del General Riego. Tras irrumpir en el centro y apagar la luz fueronrechazados gracias a la bravura de sus cuatro defensores, quienes resultaron heridos.Enrique Gameselle Lago fue herido de bala en la ingle; a Carlos Garabal Ojeda, unabala le parti un brazo; Constantino Cea Vilario, result herido de bala en un costadoy, Luis Collazo Campos, de 21 aos, morira dos das despus como consecuencia delas heridas que una bala le produjo en el vientre. Rafael Snchez Mazas, el autor de la

hermosa Oracin por la Cados de la Falange escriba en el Presente dedicado aeste camarada que fue muerto de buena lid, de cara al enemigo, defendiendo ennuestra pobre casa viguesa, el honor de la Falange. Su vida generosa ofrece aEspaa un ramo fresco de flores y de hojas verdes de esperanza. Acoja el Seor conpiedad a nuestro hermano. Porque all, en las escuadras de arriba, l va a juntarsecon aquellos otros de los nuestros que con el brazo en alto saludan a las banderas dela eternidad.

Continuando con la interminable lista de los Luceros falangistas, el mismo daque se realizaban las elecciones generales, el 16 de febrero, mora en Oviedo JosMolina despus de sufrir una agona desde que el 12 de junio de 1.935, la explosinde una bomba en el centro falangista le dejara malherido. Por la noche de ese mismoda, en la Felguera, un socialista apual en el vientre al camarada Vctor lvarez


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Ajuria, de 20 aos, cuando ste se encontraba dando un paseo en solitario. Estecamarada, debido a la gravedad de las heridas recibidas, morira cinco das despus.

El da 20, otro grupo de marxistas asesinaba en el pueblo de Yecla (Murcia) al

falangista Pedro Marco Ortn. Cuatro das despus, en Pechina (Almera), Jos DazGarca iba con su padre cuando de una manifestacin marxista se destacaron variosindividuos y lo mataron a tiros.

En Mlaga, el da 26, gentes rencorosas asesinaban a Antonio Daz Molina,de 19 aos de edad y albail de oficio, por haber puesto al servicio de la Falange elmpetu que acrisol en otras organizaciones revolucionarias. En este camarada se diola circunstancia de que, tras abandonar las filas del Partido Comunista, dos aos antesde su asesinato, fue amenazado de muerte por sus antiguos compaeros en el quecaso de que decidiera continuar perteneciendo a la Falange. Una vez ms, cumplieronsu cruel y democrtica amenaza.

Tambin ese mismo da, en Mendavia (Navarra), varios serenos de militanciamarxista, capitaneados por el alcalde del pueblo, tirotearon a dos falangistas. El

primero de ellos, Martn Sinz, no sufri dao alguno, pero su camarada, MartnMartnez Espronceda result herido, falleciendo algunos das despus.

El da 28, en el cementerio de la capital, y con ocasin del entierro de estecamarada cado, los falangistas locales, acompaados por elementos del Requetnavarro, organizaron una concentracin con la que pretendan rendirle un ltimohomenaje, pero la Guardia de Asalto, que reciba rdenes, lo impidi cargando contraellos y deteniendo a varios de los asistentes.

A las ocho y media de la tarde del jueves, da 27, mientras se cerraba elnuevo centro de la Falange en Madrid, en el Barrio de Vallecas mora vctima de losdesmanes marxistas Jos Rodrguez Santana, un empleado del trabajo manual queestaba afiliado a la Falange.

El da 6 de marzo, en Madrid, un grupo de obreros de las C.O.N.S. quetrabajaba en la demolicin de la vieja Plaza de Toros de Vista Alegre fue tiroteado pormilicianos del P.S.O.E. y de la U.G.T. Murieron en el acto dos de ellos, Jos Urra Goiy Ramn Faisn; otros dos quedaron malheridos, Rafael Lacambra y Manuel Chopera,mientras estos ltimos eran trasladados hacia una casa de socorro por sus propioscompaeros del tajo otro grupo de socialistas intent lincharlos, pero afortunadamenteesta vez acudi a tiempo una escuadra de Falange.

Por qu se asesinaba a esta pobre e inocente gente? Quines eran enrealidad los parias de la Tierra? Cul era la famlica legin? Cuentos, cuentos yms cuentos...! Pero esto es otra historia diferente, as que prosigamos con el temaque nos ocupa.

Alejandro Corniero Surez, en su peculiar Diario de un rebelde, da otra

versin por cierto, muy parecida sobre este atentado contra los consistas de VistaAlegre:Ayerlo escribe el 7 de marzo nos toc en nuestra propia carne. En las

obras de la Plaza de Toros (para su derribo) unos pistoleros dispararon contra cuatrotrabajadores de nuestra CON-S, matando a los cuatro. Yo conoca de vista, deencontrarle a veces en el Centro, a uno de ellos, negro de raza: Johnson. La tercerabandera ha ido al entierro8.

Al tratarse de un diario personal, me inclino por pensar que estos datos lefueron rumoreados, y no pudindolos contrastar, los acab por anotar de esta forma.

8 Alejandro Corniero Surez. Diario de un rebelde. Pgina 148. Ediciones Barbarroja. Madrid.1.991


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Ese mismo da, en Ares (La Corua), un grupo de trabajadores del sindicatofalangista fue ametrallado, resultando heridos dos de ellos y muertos otros cuatro. Porla noche, en La Puebla de Almoradiel (Toledo), otro grupo de marxistas tiroteaba al

Jefe Local de Milicias, Higinio Seplveda Verdugo mientras regresaba a su casa. Unavez que cay tendido al suelo fue rematado a culatazos. Al da siguiente estabaprevisto por sus familiares darle cristiana sepultura en el cementerio local, pero laautoridad municipal lo haba prohibido si tambin acudan los falangistas, as que unapequea comitiva de sus camaradas se dirigi a la casa del alcalde para que lespermitiese asistir al entierro. No pudieron alcanzar su objetivo pues, durante eltrayecto, fueron tiroteados. Siete falangistas resultaron heridos por las descargas delas armas, a la vez que sus camaradas Ramn Perea y Toms Villanueva fallecan enel acto, incrementando la lista de los Luceros de la Falange.

El da 9, en la Calle Juan de Castilla de Palencia un grupo de comunistasatac al camarada Jess lvarez Barn, cuando, en compaa de su hermano sediriga hacia su domicilio. En la pelea, su hermano logr huir, pero l, como se

encontraba herido no pudo hacerlo, siendo rematado por un guardia de Asalto que,apoyando a los asaltantes, le efectu varios disparos a quemarropa.

En la tarde del 11 de marzo, un grupo de comunistas situado en la madrileaCalle de Alberto Aguilera se dedicaba a cachear a la gente pistola en mano. Detienenal miembro del S.E.U. de Derecho Juan Jos Olano Orive, de 18 aos, y a sucompaero de los Estudiantes Tradicionalistas, Enrique Varsovel (Bersoley, segnotras versiones), un ao menor que el anterior. Ven sus carns y entonces uno de lossicarios dice en voz alta: vosotros sois fascistasles conminan a seguir y apenas hanavanzado unos pasos disparan sobre ellos a quemarropa derribndolos. Juan JosOlano falleci en el acto, mientras que su compaero tradicionalista, Enrique, resultherido de gravedad. El Gobierno prohibi que se le enterrara pblicamente o se leefectuara homenaje alguno. No se poda llorar, haba que continuar dijo JosAntonio ese era el verdadero homenaje que se poda rendir al camarada fallecido.

El da 15, en el pueblo murciano de Jumilla un joven marxista moraaccidentalmente al dispararse la pistola que portaba uno de sus compaeros, por loque para justificar el hecho, se acord inculpar de la muerte a los falangistas locales.Justificado ya el hecho, las autoridades, cmplices de los marxistas, detuvieron atodos los falangistas del municipio. Durante la madrugada del da siguiente, una vezque los falangistas ya haban sido encarcelados, las turbas asaltaron la prisin,desarmaron a los guardias que los custodiaban, matando a hachazos a dos de losfalangistas que se encontraban encarcelados: Jess Martnez Eraso y Pedro CutillasSnchez.

El 27, mora en Pamplona el falangista de Mendavia Martn Martnez de

Espronceda herido en el atentado que sufri diez das antes, cuando, en compaa desu amigo Isidoro Ochoa, fue tiroteado por un grupo marxista que capitaneaba elalcalde del pueblo.

El ltimo da de marzo, en Sevilla, caa asesinado por los disparos que leefectuaron varios frentepopulistas el joven falangista Manuel Girldez Mora mientrasse encontraba desayunando tranquilamente en un bar.

El da 14 de abril, con ocasin de la conmemoracin republicana y durante eldesfile organizado ante el Presidente interino, con asistencia del Gobierno y delCuerpo Diplomtico, estall una traca detrs de la tribuna presidencial, lo que hizocundir el pnico. Cuando se repuso el orden, al desfilar la Guardia Civil, los grupossocialistas que flanqueaban el Paseo de Recoletos abuchearon e insultaron a la


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Benemrita. Cuando sali en su defensa el Alfrez Anastasio de los Reyes Moralesfue muerto a tiros all mismo.

Aquel incidente sera el detonante de toda una cadena de sucesos violentos:

El da 16 el fretro del alfrez De los Reyes parti del cuartel de la Guardia Civilsituado en los altos del Hipdromo para ser enterrado en el Cementerio de NuestraSeora de la Almudena. Escoltando al cadver, que iba a hombros de suscompaeros de Cuerpo, haban acudido numerosos militares y civiles. Durante eltrayecto se produjeron frecuentes y cruentos tiroteos, tanto es as que en diversoslugares la comitiva, acosada por los tiros de las huestes marxistas, tuvo que depositaren tierra el atad y contestar, pistola en mano, a las agresiones. En una de esasrefriegas, cay muerto Andrs Senz de Heredia y Arteta, de 24 aos de edad,militante de la Falange y primo hermano de Jos Antonio, quien se encontrabaacompaando a la comitiva fnebre.

Cuando el fretro y sus acompaantes llegaron a la Plaza de Manuel Becerra,una compaa de Guardias de Asalto oblig a disolverse a los manifestantes cargando

sin contemplaciones. Se volvieron a producir nuevos altercados violentos, y en uno deellos, el Teniente Jos Castillo que era de filiacin socialista e instructor militar de sus juventudes, descerraj un tiro a quemarropa al joven tradicionalista Llaguno, el cualqued malherido. En ese tiroteo tambin falleci el estudiante de Farmacia y miembrodel S.E.U. Manuel Rodrguez Gimeno.

El 17 de abril, mientras Falange Espaola de las J.O.N.S. era declaradailegal, en Canillas (Madrid), varios marxistas dispararon contra los hermanos yfalangistas Manuel, Antonio y Eloy Gmez Fernndez. Eloy morira instantneamente,mientras que su hermano, Antonio, lo hara poco despus.

Tres das despus era asesinado en Yecla (Murcia) el falangista Jos CaroBautista.

El da 3 de mayo caa asesinado en las afueras de Carrin de los Condes(Palencia) el camarada Jos Fierro Herrero, de 22 aos de edad, cuando paseaba junto a sus camaradas Jos Nieto y Esteban Villafruela. Los marxistas le habanperseguido hasta alcanzarle en las inmediaciones de la Escuela de ExperimentacinAgrcola, donde le efectuaron siete descargas con sus armas que le provocaron lamuerte en el acto. El sepelio por Jos Fierro fue celebrado tres das despus de sumuerte en Carrin; prohibiendo la autoridad que sus camaradas de la Falangeacompaasen el cadver hasta el cementerio con la excusa de evitar incidentes.

Ese mismo da, tambin caa asesinado en el pueblo de Calzada de Calatrava(Ciudad Real) el falangista Rafael Len cuando se encontraba dando un paseo por lava pblica. Al ser reconocido por varios socialistas fue agredido, por lo que tuvo quesacar su pistola para defenderse; en ese momento, varios guardias municipales, que

se haban unido a los marxistas, le dispararon, dejndolo malherido en el suelo,debilidad que aprovecharon los atacantes para rematarlo a pedradas y a garrozatos.Tambin ese mismo da, en Villamuriel de Cerrato (Palencia) fueron atacados

los falangistas Mximo Incln Bravo e Isidoro Lpez Daz. Mximo Incln moriradespus de recibir catorce pualadas y romperle la columna vertebral a palazos,mientras que su camarada Isidoro Lpez resultaba herido de gravedad por armablanca y apaleamiento.

El 19 de mayo, Santiago Casares Quiroga anunciaba durante su intervencinen el pleno de las Cortes a los diputados del Frente Popular que contra el fascismo elGobierno es beligerante. En efecto, esa misma madrugada falleca en Pontevedra elfalangista Secundino Espern despus de haber recibido cuatro impactos de bala.Algunas horas ms tarde, en Santander, mora el falangista Jos Olaverrieta Ortega


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como consecuencia de las heridas recibidas en el atentado del da 5 de mayo; al dasiguiente, en Zamora, mora el falangista Francisco Gutirrez Rivero tras recibir un tiropor la espalda cuando paseaba por la Plaza Mayor de la ciudad y un par de das

despus, en Madrid, resultaban gravemente heridos los falangistas Pascual Lpez Gily Jos Cruz Aldea tras ser atacados por una treintena de comunistas cuando sedisponan a salir del Bar Pekn. Jos Cruz recibira varias lesiones en la cabeza que lehicieron perder el conocimiento durante unos instantes, mientras que su camarada,Pascual Lpez, recibi un balazo en el pecho que le producira la muerte al dasiguiente. ste ltimo, poco antes de fallecer en el Hospital de la Princesa de Madrid,pudo reconocer a varios de sus atacantes, que eran miembros del Centro Comunistade la Calle Cartagena.

El da 27, en la Plaza de San Torcuato de Zamora, varios socialistasapualaron y apedrearon al falangista Martn lvarez Hernndez hasta dejarlo sin vida.

El 30 de mayo, da de la Romera del Roco, en Castilleja de la Cuesta(Sevilla), el camarada Manuel Rodrguez Montero estaba viendo pasar a los romeros

cuando un grupo de marxistas dio gritos comunistas que provocaron el sentimiento delos romeros. Valientemente, este camarada se opuso a ellos dando gritos de ArribaEspaa! Ante esta inesperada reaccin, los comunistas se arrojaron sobre lapualndolo y acribillndole a tiros, lo que le provoc la muerte al instante.

El da 3 de junio moran en Santander los falangistas Amadeo Pico Rodrguezy Pedro Cea Gutirrez, estudiante del S.E.U. y maestro nacional respectivamente. Unda ms tarde, el falangista Manuel Panadero Martnez caa abatido en Sevilla por unanutrida descarga cuando, por la noche, se dispona a cruzar el puente llamado de lasFronteras en la Barriada de Amate.

Al da siguiente, en el Hospital de San Antonio Abad de Len, falleca elfalangista Santiago Monje Dez, un honrado jornalero de 40 aos, como consecuenciade las lesiones que, algunos das antes, le haban realizado los marxistas.

El da 10, mora en la Casa de Salud de Valdecilla de Santander el falangistaFrancisco Marcano Igarta a consecuencia de las lesiones sufridas durante elatentado del 25 de mayo cuando, a las diez de la noche, un grupo de marxistas le hirigravemente en el pueblo de Los Corrales de Buelna mientras regresaba slo a sucasa desde el pueblo de Collado. Los marxistas lo apedrearon y apalearon hastadejarlo exnime en la cuneta, de donde no fue recogido hasta las siete de la maanadel da siguiente. Tan slo dos das despus caa en Albacete el falangista FranciscoGabaldn.

El da 15 caan asesinados en la Calle Arjona de Sevilla los falangistas JosRus Lucenilla y Federico Langehold Gutirrez. Tres das despus, los miembros de lasC.O.N.S. Jos Luis Obregn Ciurana y Luis Cabaes Abarca, empleados de la Real

Compaa Asturiana de Minas, eran asesinados a tiros por un grupo marxista deSantander.El 21 mora en Oviedo el seusta Antonio Menndez a consecuencia de las

lesiones que sufri en el atentado del 28 de abril.El da 30, el joven de 18 aos Jos Mara Snchez Gallego, hijo de un famoso

empresario circense, fue secuestrado mientras conduca su automvil. Su cadveraparecera cinco das ms tarde en el pueblo de Pozuelo de Alarcn. Durante los cincodas que dur el secuestro Jos Mara estuvo atado a una silla en la que sus raptoresle golpeaban con saa. Cul haba sido su delito? Segn pudo averiguar la polica,este joven, que no estaba afiliado a organizacin poltica alguna, fue asesinado porqueentre sus amistades se encontraban varios falangistas.


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El 2 de julio, en Madrid, los marxistas ametrallaron desde un coche en marchaa varios falangistas que estaban tomando caf en la terraza del Bar Roig de la CalleTorrijos, resultando muertos tres de ellos: Miguel Arriola, Jacobo Galn, estudiantes de

19 y 18 aos de edad respectivamente y Aquilino Fuster, electricista de profesin.Llegados a este punto, Francisco de Ass de la Vega Gonzalo intenta aclararalgunas lagunas que existen sobre ese atentado:

Algunos autores nombran al primer cado como Miguel Arriba. AlejandroCorniero anota que los falangistas asesinados fueron tres y no dos: Noticias deMadrid, tensas, trgicas: el da 2, en un bar de la calle Torrijos, tertulia fascista. Pasaun coche y dispara. Tres muertos y varios heridos, entre ellos, Flix Quesada, elfamoso defensa del Madrid. Los tres muertos eran de F.E.: Miguel Arriba (Sic) yJacobo Galn estudiantes) y Aquilino Fuster (electricista). (Alejandro CORNIEROSUREZ: Diario de un rebelde, p. 174).

Federico Bravo Morata, en cambio, afirma que los muertos fueron cuatro: Elda 2... en un bar de la madrilea calle de Torrijos, un grupo de la extrema izquierda

dispara sobre las mesas llenas de pblico, produciendo una masacre de cuatromuertos y ocho o nueve heridos. (Federico BRAVO MORATA: Historia de laRepblica Tomo II, 1.934-1.936, Daimon, Barcelona, 1.977. p.355).

El diputado de la C.E.D.A. Antonio Bermdez Caete confirma estas cifras enla interpelacin que hace en las Cortes al da siguiente del atentado: Y las docevctimas de anoche? Los sucesos en un bar de la calle Torrijos, esquina a la calle deDon Ramn de la Cruz, han causado cuatro muertos al disparar sobre mesas llenas degente? La agresin indiscriminada, vehculo en marcha, corri a cargo de un grupo desocialistas. (Joaqun ARRARAS: Historia de la Segunda Repblica, Tomo IV, p.340y Miguel RAMOS GNZALEZ: op., cit., p.73 y op., cit., p. 149 que fecha errneamenteeste atentado el 3 de julio)9.

Ese mismo da, 2 de julio, en el pueblo sevillano de Villanueva de San Juan,tambin caa asesinado el camarada Juan Martnez Pichardo.

Un da despus, el camarada Rafael Panadero Martnez, herrero de oficio yque sufra de cojera, regresaba de la Ciudad Jardn (Sevilla) hacia el Cerro del guilacon un amigo cuando al pasar por un puente sobre las 10 de la noche un grupo demarxistas lo acribill a tiros dejndolo muerto en el suelo. Este mismo da, JosAntonio escribi una carta a Onsimo Redondo en la que, entre otras cosas, le deca:

Hazme el favor de comunicar a la familia de nuestro camarada muerto enAldeamayor, Abundio Sanz Miguel, mi sincero pesar, y recbelo t en nombre de esassufridas J.O.N.S. de Valladolid. No olvides escribir a Raimundo detalles de la muertede ese muchacho para contarlo entre nuestros mrtires.

El da 5 caa en el pueblo de Miguelturra (Ciudad Real) el falangista Claudio

Fernndez. Segn escribi Julin Pemartn en su Almanaque de la Primera Guardia,los marxistas asaltaron el casino del pueblo, del que era conserje el padre de nuestrocamarada; y cuando ste iba a recoger a un hermano pequeo que se encontraba enel local, uno de los asaltantes le dispar un tiro, que le caus la muerte.

A los dos das caa asesinado en el pueblo de Camuas (Toledo) el falangistaConsuelo Escribano Ortega, de profesin cartero. Consuelo fue llevado por suscamaradas hasta el hospital provincial, donde falleci, ya que los mdicos no pudieronhacer nada por salvar su vida, dada la extrema gravedad de sus heridas. Tal y como

9 Francisco de Ass de la Vega Gonzalo. Aniquilar la Falange. Cronologa persecutoria delNacionalsindicalismo. Nota 47 al captulo correspondiente al ao 1.936. Pgina 221. EdicionesTARFE, Artes Grficas S.L. 1.999.


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haba sucedido con la inmensa mayora de los Mrtires falangistas, las autoridadesquisieron enterrarlo a escondidas, pero sus camaradas no lo permitieron, asistiendo alos oficios fnebres varias escuadras perfectamente uniformadas y dispuestas a

intervenir por si se producan contratiempos. En una mezcla de dolor, rabia eindignacin llegaron hasta las mismas puertas del cementerio de Toledo, donde losrestos mortales de Escribano, uno de los ms humildes falangistas, recibieron cristianay perpetua sepultura10.

Dos das despus falleca en Jerez de la Frontera el estudiante del S.E.U.Pedro Guerrero Torres a consecuencia de la paliza que le haban propinado varioscomunistas casi un mes y medio antes. Al da siguiente, 10 de julio, mora por esemismo motivo su camarada Manuel Guerrero Gutirrez.

El da 12, cuatro guardias municipales del pueblo de Villarrubia de los Ojos(Ciudad Real), comandados por su Alcalde, intentaron asaltar el domicilio del JefeLocal de la Falange, Gregorio Cabezas Millarrojas. Durante el asalto resultaronmuertos l, su padre y uno de sus hermanos. Los hechos ocurrieron cuando ste

regresaba a su casa despus de haber estado detenido en la Prisin Provincial deCiudad Real, fue entonces cuando la autoridad local mand a su domicilio a losguardias que, al intentar allanarla, entablaron un tiroteo.

El 14 caa abatido en Madrid el falangista Jos Valencia cuando variosguardias de Asalto, de conocida significacin socialista, le efectuaron varias descargascon sus armas reglamentarias. Un da despus, a iniciativa de Renovacin Espaola,se celebr en la capital guipuzcoana un funeral por el eterno descanso del alma deJos Calvo Sotelo, asesinado dos das antes. A la salida del funeral, los asistentes,brazo en alto, entonaron el Cara al Soly en manifestacin se dirigieron por la CalleLoyola hacia la avenida; en ese instante los guardias de Asalto trataron de impedirlohaciendo fuego sobre los manifestantes entre los que se hallaba el falangista ManuelBarns, quien muri en el acto.

Dos das ms despus, el 17 de julio de 1.936, mientras las tropas espaolasde Melilla se sublevaban, en Valladolid caa abatido el estudiante del S.E.U. deMedicina, Regino Sevillano. Tan slo contaba 19 aos de edad y pereci al frente desu escuadra falangista en aquellos tiempos iniciales y extremadamente difciles delAlzamiento Nacional.

Tal y como cit al comenzar este anexo, todos estos camaradas que, antesdel Alzamiento Nacional murieron por Dios, por Espaa y su Revolucin Nacional-Sindicalista alcanzaron la formacin de una Centuria y hoy forman una Guardia Eternade Luceros. Ms adelante sobrevino una guerra civil en la que entregaron su vidavaliosos camaradas en los campos de batalla frente al enemigo, en los asaltos a lascrceles, en los paseos, en las checas y en las sacas de la zona adueada por los

rojos. A continuacin lleg la Segunda Gran Guerra y en ella tambin intervinieron losvoluntarios falangistas combatiendo al comunismo en su misma guarida. Por finarribaron los tiempos de paz, pero los falangistas siguieron cosechando vctimas entresus filas; esta vez lo fueron del terrorismo y, hasta del propio franquismo derechista, ytodo, porque los autnticos falangistas, los leales a la doctrina joseantoniana, siemprereclamaron para s el privilegio de ocupar los puestos de mayor peligro en el frente ylos ms sufridos en la paz.

Si mi cuerpo se quedara roto,

10 Jos Luis Jerez Riesco. Falange Imperial (Crnica de la Falange Toledana). Pgina 217.Fuerza Nueva Editorial, S.A. Madrid. 1.998.


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formara en la Legin de Honor,montara la guardia en los Luceros,

marchara junto al Mejor.

Montara la guardia en los Luceros,Marchara junto al Mejor.

Jos Antonio haba predicado con su ejemplo que la muerte era un acto deservicio, y as lo entendieron los que hoy forman esa Guardia Eterna de Luceros.Luceros que en su da derrocharon el valor y la sangre necesarias en la consecucinde la Patria, el Pan y la Justicia.

Rindamos aqu un recuerdo a aquellos que cayeron en la lucha por alcanzarun sueo llamado Revolucin Nacional-Sindicalista y elevemos una plegaria al Seorpara que acoja eternamente en su seno a los Mrtires de la Falange.

Cados por Dios, por Espaa y por la Falange: Presentes!!!

Arriba Espaa!!!


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ndice cronolgico de Cados nacionalsindicalistas11

Jos Ruiz de la Hermosa. Daimiel (Ciudad Real). 2 de noviembre de 1.933.

Juan Jara Hidalgo. Zalamea de la Serena (Badajoz). 8 de diciembre de 1.933. Toms Polo Gallego. Villanueva de la Reina (Jan). 26 de diciembre de 1.933. Francisco de Paula Sampol Corts. Madrid. 11 de enero de 1.934. Vicente Prez Rodrguez (Capataz de la revista F.E., no pertenece al Movimiento).

Madrid. 27 de enero de 1.934. Matas Montero y Rodrguez de Trujillo. Madrid. 9 de febrero de 1.934. ngel Abella Garca (No perteneca al Movimiento, aunque algunos autores le sitan

como uno de los espectadores del acto de proclamacin de Falange Espaola de lasJ.O.N.S.). Valladolid. 4 de marzo de 1.934.

ngel Montesinos Carbonell. Madrid. 9 de marzo de 1.934. Jess Hernndez Rodrguez de Oviedo. Madrid. 25 de marzo de 1.934. Jos Hurtado Garca. Torreperogil (Jan). 6 de junio de 1.934.

Juan Cullar Campos. Madrid. 10 de junio de 1.934. Manuel Carrin Damborenea. San Sebastin. 9 de septiembre de 1.934. Jos Montes Campal. Moreda (Asturias). 6 de octubre de 1.934. lvaro Germn Gutirrez. Moreda (Asturias). 6 de octubre de 1.934. Francisco Daz Nereo (o Nerco). Torrelavega (Santander). 8 de octubre de 1.934. Eleuterio Lpez. Madrid. 9 de octubre de 1.934. Jess Siz Hierro. Arija (Burgos). 17 de octubre de 1.934. Jos Garca Vara. Madrid. 2 de abril de 1.935. Carmen Prez Almeida (Era hermana de Juan Prez Almeida, a quien acompaaba

cuando fue asesinada. No perteneca al Movimiento debido a su corta edad. A pesarde este dato, autores como Julin Pemartn la consideran la primera Cada de laSeccin Femenina). Salamanca. 11 de abril de 1.935.

Manuel Garca Mguez. Aznalcllar (Sevilla). 30 de abril de 1.935. Juan Prez Almeida. Salamanca. 4 de mayo de 1.935. Miguel Soriano Jimnez. Linares (Jan). 6 de junio de 1.935. Jos Soto Daz. Mlaga. 10 de junio de 1.935. Enrique Moyano. Oviedo. 12 de junio de 1.935. Jos Mara Surez Lpez. Oviedo. 13 de junio de 1.935. Antonio Corpas Gutirrez. Sevilla. 8 de agosto de 1.935. Manuel Arrabal. Mlaga. ? de octubre de 1.935. Eduardo Rivas Lpez. Sevilla. 6 de noviembre de 1.935. Jernimo Prez de la Rosa Jimnez. Sevilla. 7 de noviembre de 1.935. Jos Alczar Torrero. Madrid. 21 de enero de 1.936.

Luis Collazo Campos. Vigo (Pontevedra). 10 de febrero de 1.936. Jos Molina. Oviedo. 16 de febrero de 1.936. Pedro Marco Ortn. Yecla (Murcia). 20 de febrero de 1.936. Vctor lvarez Ajuria. La Felguera (Asturias). 21 de febrero de 1.936. Jos Daz Garca. Pechina (Almera). 24 de febrero de 1.936. Antonio Daz Molina. Mlaga. 26 de febrero de 1.936. Jos Rodrguez Santana. Madrid. 27 de febrero de 1.936.

11 Rectificacin a la lista elaborada por Francisco de Ass de la Vega Gonzalo en su libroAniquilar la Falange. Cronologa persecutoria del Nacionalsindicalismo. Pgina 229 ysiguientes. Ediciones TARFE, Artes Grficas S.L. 1.999.


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Higinio (o Miguel) Seplveda Verdugo. Puebla de Almuradiel (Toledo). 6 de marzo de1.936.

Jos Urra Goi. Madrid. 6 de marzo de 1.936.

Ramn Faisn. Madrid. 6 de marzo de 1.936. Ramn Perea. Puebla de Almuradiel (Toledo). 7 de marzo de 1.936. Toms Villanueva. Puebla de Almuradiel (Toledo). 7 de marzo de 1.936. Jess lvarez Barn. Palencia. 9 de marzo de 1.936. Juan Jos Olano Orive. Madrid. 11 de marzo de 1.936. Jess Martnez Eraso. Jumilla (Murcia). 16 de marzo de 1.936. Pedro Cutillas Snchez. Jumilla (Murcia). 16 de marzo de 1.936. Martn Martnez de Espronceda. Pamplona. 27 de marzo de 1.936. Manuel Girldez Mora. Sevilla. 31 de marzo de 1.936. Andrs Senz de Heredia y Arteta. Madrid. 16 de abril de 1.936. Manuel Rodrguez Gimeno. Madrid. 16 de abril de 1.936. Eloy Gmez Fernndez. Canillas (Madrid). 17 de abril de 1.936.

Antonio Gmez Fernndez. Canillas (Madrid). 17 de abril de 1.936. Jos (o Juan) Caro Bautista. Yecla (Murcia). 20 de abril de 1.936. (Desconozco el nombre del carpintero falangista fallecido este da). Sevilla. 1 de

mayo de 1.936. Jos Fierro Herrero. Carrin de los Condes (Palencia). 3 de mayo de 1.936. Rafael Len. Calzada de Calatrava (Ciudad Real). 3 de mayo de 1.936. Mximo Incln Bravo. Villamuriel de Cerrato (Palencia). 3 de mayo de 1.936. Secundino Espern. Pontevedra. 19 de mayo de 1.936. Jos Olavarrieta Ortega. Santander. 19 de mayo de 1.936. Francisco Gutirrez Rivero. Zamora. 20 de mayo de 1.936. Pascual Lpez Gil. Madrid. 24 de mayo de 1.936. Martn lvarez Hernndez. Zamora. 27 de mayo de 1.936. Manuel Rodrguez Montero. Castilleja de la Cuesta (Sevilla). 30 de mayo de 1.936. Amadeo Pico Rodrguez. Santander. 3 de junio de 1.936. Pedro Cea Gutirrez. Santander. 3 de junio de 1.936. Rafael (o Manuel) Panadero Martnez. Sevilla. 4 de junio de 1.936. Santiago Monje Dez. Len. 5 de junio de 1.936. Francisco Marcano Igarta. Santander. 10 de junio de 1.936. Francisco Gabaldn. Albacete. 12 de junio de 1.936. Jos Rus Lucenilia. Sevilla. 15 de junio de 1.936. Federico Langehold Gutirrez (o Langeheldt Rodrguez). Sevilla. 15 de junio de

1.936. Jos Luis Obregn Ciurana. Santander. 18 de junio de 1.936.

Luis Cabaes Abarca. Santander. 18 de junio de 1.936. Antonio Menndez. Oviedo. 21 de junio de 1.936. Abundio Sanz Miguel. Aldeamayor (Valladolid). ? de junio de 1.936. Juan Martnez Pichardo. Villanueva de San Juan (Sevilla). 2 de julio de 1.936. Miguel Arriola (o Arriba). Madrid. 2 de julio de 1.936. Jacobo Galn. Madrid. 2 de julio de 1.936. Aquilino Fuster. Madrid. 2 de julio de 1.936. Rafael Panadero Martnez. Sevilla. 3 de julio de 1.936. Justo Serna Enamorado. Madrid. 4 de julio de 1.936. Claudio Fernndez. Miguelturra (Ciudad Real). 5 de julio de 1.936. Consuelo Escribano Ortega. Toledo. 7 de julio de 1.936. Pedro Guerrero Torres. Jerez de la Frontera (Cdiz). 10 de julio de 1.936.


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Gregorio Cabezas Millarrojas. Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). 12 de julio de1.936.

Jos Valencia Marciel. Madrid. 14 de julio de 1.936.

Manuel Barns. San Sebastin. 15 de julio de 1.936. Regino Sevillano. Valladolid. 17 de julio de 1.936.

los primeros caidos en la historia del nacionalsindicalismo cristobal cordoba

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