los ojos de los enterrados

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Mito y Realidad en Ojos de los Enterrados de Miguel Angel Asturias Uno de los problemas fundamentales de la novela moderna es el de l s relaciones entre la realidad que circunda a los hombres y la concien- cia que éstos tienen de ella. En algunos autores y criticos este problema se presenta en la interpretación existencialista de la dicotomía de la rea- lidad exterior y la interior o humana, del hombre. En una forma bastante original, las relaciones entre la realidad y la conciencia de los hombres caracterizan lo que en la novela latinoameri- cana se dio en ll m r realismo mágico , del que Miguel Angel Asturias es uno de los representantes. Los críticos hablan a menudo de dos vertientes que alimentan... la obra de Miguel Angel Asturias, la mitológica y la realista ,' y Luis Justo cree que estas dos vertientes representan dos elementos espirituales, el europeo (racional) y el indio (mágico), que coexisten en la mente del autor. 2 Sin embargo, el propio Asturias declara que su obra se fun- damenta en una concepción más dialéctica y profunda. En numerosos reportajes se destaca que Asturias habla constantemen- te de la solidaridad... entre el escritor y su pueblo , deduciendo de eso la tarea fundamental del escritor latinoamericano:  n la obra a realizar en América, el escritor debe buscar, de prefe- rencia, el tema americano y llev rlo a su obra literaria con lenguaje americano. Este lenguaje americano no es el uso del modismo, sim- 1 M. A. Asturias, Mulata de tal (Buenos Aires, 1963), texto de la sobrecu- bierta. 2 L. Justo, Miguel Angel Asturias: ulata de tal , en Cuadernos del Con. greso por la ibertad e la Cultura 81 febrero 1964, p. 91. J. Corrales Egea, Tres escritores hispanoamericanos en París. II: Miguel Angel Asturias , en Insula n? 197, p 12.

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"Mito y Realidad en Los Ojos delos Enterrados, de Miguel AngelAsturias" Adalbert Dessau

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  • Mito y Realidad en Los Ojos delos Enterrados, de Miguel Angel

    Asturias

    Uno de los problemas fundamentales de la novela moderna es el delas relaciones entre la realidad que circunda a los hombres y la concien-cia que stos tienen de ella. En algunos autores y criticos este problemase presenta en la interpretacin existencialista de la dicotoma de la rea-lidad exterior y la interior o humana, del hombre.

    En una forma bastante original, las relaciones entre la realidad y laconciencia de los hombres caracterizan -lo que en la novela latinoameri-cana se dio en llamar "realismo mgico", del que Miguel Angel Asturiases uno de los mayores representantes.

    Los crticos hablan a menudo de "dos vertientes que alimentan...la obra de Miguel Angel Asturias, la mitolgica y la realista",' y LuisJusto cree que estas dos vertientes representan dos elementos espirituales,el europeo (racional) y el indio (mgico), que coexisten en la mentedel autor.2 Sin embargo, el propio Asturias declara que su obra se fun-damenta en una concepcin ms dialctica y profunda.

    En numerosos reportajes se destaca que Asturias habla constantemen-te de la "solidaridad... entre el escritor y su pueblo", deduciendo deeso la tarea fundamental del escritor latinoamericano:

    En la obra a realizar en Amrica, el escritor debe buscar, de prefe-rencia, el tema americano y llevarlo a su obra literaria con lenguajeamericano. Este lenguaje americano no es el uso del modismo, sim-

    1 M. A. Asturias, Mulata de tal (Buenos Aires, 1963), texto de la sobrecu-bierta.2 L. Justo, "Miguel Angel Asturias: Mulata de tal", en Cuadernos del Con.greso por la Libertad de la Cultura, n 81, febrero 1964, p. 91.

    J. Corrales Egea, "Tres escritores hispanoamericanos en Pars. II: MiguelAngel Asturias", en Insula, n? 197, p. 12.

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    plemente. Es la interpretacin que la gente de la calle hace de larealidad que vive: desde la tradicin hasta sus propias aspiracionespopulares.4

    Estas observaciones confirman lo siguiente: Asturias, que muchas ve-ces haba dicho que "la miseria de estas poblaciones" era la base de todassus obras, exige la representacin de la realidad americana en su totali-dad a la vez material y espiritual. Es de importancia que Asturias serefiera especficamente a los pueblos de Amrica Latina, es decir, a losseres humanos, y no principalmente a las distintas formas de la realidadobjetiva americana, inclusive las condiciones en que viven los hombres.De ese modo, el tema americano deviene sobre todo la conciencia y au-toconciencia de los hombres de extraccin popular. Este fundamento posi-bilita que el autor supere con obras de una nueva categora las variantesde la novelstica latinoamericana anterior, como la costumbrista, la na-turalista y buena parte de la indigenista.

    A base de estas premisas proporcionadas por el propio Asturias, re-sulta interesante analizar las relaciones entre mito y realidad en una desus novelas marcadamente "sociales", Los ojos de los enterrados, quecorona su conocido ciclo bananero.

    El tema fundamental de todas las novelas de Asturias es directa oindirectamente el pueblo,5 sobre todo la poblacin campesino-india en la"interpretacin que... hace de la realidad que vive". La conciencia dela poblacin campesina de los pases latinoamericanos est compenetradade elementos numerosos, que nacen de las peculiaridades de la confron-tacin con la naturaleza, de tradiciones tnicas y de las condiciones de lasociedad semifeudal en que vive. Por consiguiente, el concepto del mun-do que gua las acciones de esta poblacin no es racional. En eso consistela gran dificultad que Asturias tiene que dominar en sus obras:

    .. .el hecho tan corriente entre nosotros... de sucesos reales quela imaginacin popular transforma en leyendas o de leyendas quelegan a encarnar acontecimientos de la vida diaria. A mi me pare-ce muy importante en el existir americano esa zona en que se con-funden, sin lmite alguno, la irrealidad real... de lo legendariocon la vida misma de los personajes.8

    'J. C., "Miguel Angel Asturias en Montevideo", en Repertorio Americano,10 de marzo de 1950, p. 82.5 Vase J. A. Castelpoggi (Miguel Angel Asturias, Buenos Aires, 1961), p. 66.

    s R. Trigueros de Len, "Miguel Angel Asturias", en Perfil en el aire (SanSalvador, 1955), p. 130.

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  • EsTUDIos

    As resulta que en la obra de Asturias no domina una vertiente de ladicotoma mencionada de lo mgico-espiritual y lo objetivo-real, sino unatendencia fundamental ms homognea: la representacin de la realidadhumana de Amrica Latina en el sentido de la vida espiritual de la po-blacin,7 su confrontacin con el mundo y sus conflictos sociales. Eso esla "recreacin del mundo americano"8 que constantemente ha preocupa-do a Asturias.

    Es notable que esta preocupacin costante se realice en la obra lite-raria de Asturias a base de un largo proceso cognoscitivo con respecto alos problemas de su pueblo. As, la trayectoria de su obra parte de lafundamentacin del ser guatemalteco en la unidad bifactica que consti-tuyen la grandeza espiritual de las tradiciones en Leyendas de Guatemala,y la miseria espiritual presente en El Seor Presidente, y llega hasta Losojos de los enterrados, abarcando el largo camino que va desde un huma-nismo espiritualista hasta posiciones francamente favorables a la revo-lucin. Despus de verse privado del contacto directo con la vida y luchade su pueblo y Latinoamrica en general, el autor vuelve a recrear elpatrimonio mitolgico y legendario de su pas en Mulata de tal y El es-pejo de Lida Sal.

    Dentro de esta trayectoria ocupa un lugar destacado la trilogia bana4nera con Viento fuerte (1951), El papa verde (1954) y Los ojos de losenterrados (1960).

    Viento fuerte es una obra contradictoria. Por un lado, el autor, segnsus propias explicaciones, quiere transponer al terreno de la novela loque ley en el libro El imperio del banano, de Kepner y Soothill. Porotro lado, relaciona esta materia narrativa con la vida del pueblo y susconceptos mgicos en los captulos finales que describen el "viento fuer-te" desencadenado por el brujo Rito Perraj. La gnesis del libro explicaque mito y realidad, en Viento fuerte, no estn plasmados en una unidadperfectamente lograda.

    En El papa verde estos dos elementos tampoco forman una unidadperfecta. Sin embargo, el autor descubre nuevas dimensiones del mito enel sentido de que este no es tanto un concepto mgico sino mis bienun anhelo a la libertad o a la realizacin de los hombres en la pleni-tud de la vida. Desde esta posicin Asturias capta la dialctica en lavida de Geo M. Thompson y crea nuevos mitos, sobre todo el de Mayari,la novia de Thompson que se suicid en una noche de honda significa-

    7 Vase V. N. Kuteiikova, Roinan Latinskoj Aneriki v XX veke (Mosc,1964), p. 268.

    8 R. Trigueros de Len, op. cit., p. 122.

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    cin ritual para escapar al matrimonio con quien haba quitado la tierray -en un sentido ms amplio, lo ms hondo y esencial de la vida-,a sus compatriotas.

    Al final de El papa verde los protagonistas y el lector se encuentranfrente a muchos mitos derrumbados por una realidad cruel y el nuevomito de Mayar que se sacrific trgicamente y sin resultado directo parasu gente. El lector tambin sabe que entre los campesinos de Bananeracunde la rebelin. Con el grito de "Chos, chos, moyn con", ellos man-tienen despierta su conciencia. La comparacin de Viento fuerte y E)papa verde muestra que Miguel Angel Asturias ha conservado el elemen-to central de su imagen del hombre, la idea de la esperanza como fuerzamotriz de sus acciones. Pero el tratamiento de lo mgico ha cambiado.As, el autor procede distintamente con la historia del viento fuerte y sumotivacin mgica. La retoma cuando Rito Perraj se queja resignada-mente de que la tempestad le haya trado a la compaa bananera el ma-leficio, pero sin obsequiar al pueblo la justicia esperada.9 Sin embargo,ms adelante, Rito Perraj es convertido en el guardin de la esperanzade la justicia: "Esperar que amanezca es tu papel supremo. Transmitir degeneracin en generacin esta virtud de la esperanza, tu designio","o ypara la realizacin de esta misin Rito Perraj pronostica un "viento fuerteformado por masas humanas que barreran con la 'Tropicaltanera'. .. ".11Con eso Asturias atribuye al mito, adems de la representatividad nacio-nal y popular, una relevancia social directa, empezando a convertir laconciencia mgica de sus protagonistas en una fuerza revolucionaria.

    Este tratamiento del mito y la magia como elementos orientadores dela actuacin social de los hombres culmina en Los ojos de los enterrados.

    Ya en El papa verde hay una alusin a la leyenda de los muertos quecierran los ojos cuando hay justicia.12 Con esta leyenda, que no slo per-tenece al pueblo guatemalteco, sino que es conocida universalmente, sedefine la posicin que el libro ocupa en la triloga bananera. La novelaexpresar el comienzo de la edad de la justicia. La motivacin se men-ciona en relacin con la expulsin de los campesinos por Geo M. Thomp-son; la edad de la justicia, por ende, no se puede medir sino. por la re-paracin de este acto cometido contra el pueblo.

    Por eso la perspectiva de esta novela ha cambiado considerablementeen comparacin con las otras dos partes del ciclo. La trama de Los ojosde los enterrados resulta posible slo cuando el pueblo guatemalteco,

    9 M. A. Asturias, El papa verde, 21 ed. (Buenos Aires, 1957), p. 164.10 Ibid., p. 167.11 Ibid., p. 267.12 Ibid., p. 51.

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  • ESTUDIOS

    como protagonista activo, se convierte en el personaje central de la no-vela. De ah que Asturias alcanza en este libro, como escribe IvernaCodina, "en esa lnea ascendiente de la toma de conciencia de un pue-blo... una magistral descripcin de masas en marcha".1

    La novela est obviamente construida sobre esta base conceptual, yaque su accin se extiende desde el fracaso de la huelga de los trabaja-dores en la costa del Atlntico hasta la cada de Ubico en 1944, y trata,en un sentido ms estrecho, la expansin del movimiento huelgustico alterritorio de la costa del Pacfico."

    La conexin indisoluble entre la dominacin de la compaia fruteray la dctadura se fija claramente:

    Derrocar a la fiera militar de turno dejando a la frutera intacta,era engafiarse, y atacar a la compaa, con el dictadorzuelo enci-ma, era imposible. Haba que acabar con los dos al mismo tiempo."-

    El movimiento empieza con demandas como el uso de la moneda nacio-nal, el empleo del idioma espaol en vez del ingls, y el permiso deizar la bandera patria en vez de las franjas y estrellas." Con el correrdel tiempo, el grito de "Chos, chos, moyn con" se convierte en el lemade la rebelin para todo el pas. La realidad tratada en Los ojos de losenterrados es, pues, la de la revolucin y sus causas.

    Siendo as, no es de admirar que Asturias explore detalladamente yen varios lugares el problema de la revolucin, entrelazndolo con consi-deraciones histricas. Su protagonista, Tabio San, participa primero enuna conspiracin para asesinar al dictador. Despus del fracaso observa:" .. operaba con gentes que no comprendian demasiado y no se les ocul-taba que en una revuelta popular, ellos tambin peligraban, sobre todosus intereses. .. ".17 Ms tarde comenta las manifestaciones estudiantilescontra Ubico: "Era comienzo de un tiempo de ficcin", para continuarms adelante:

    Hubiera querido no decir aquella frase literaria. Pero, cmo desig-nar de otra manera el parntesis de luz que se abra en el cotidia-no vivir de gentes de pan y sueo, sino como un tiempo de ficcindemocrtica, si los trabajadores organizados no le daban un conte-

    '3 I. Codina, Amrica en la novela (Buenos Aires, 1964), p. 59.14 Vase M. A. Asturias, Los ojos de los enterrados, 2! ed. (Buenos Aires,1961), p. 48.

    15 Ibid., p. 250.16 Vase M. A. Asturias, Los ojos de los enterrados, ed. cit., p. 376.17 Ibid., p. 181.

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    nido que fuera ms all del arrebato estrujador y embriagante dela libertad altibelisona. . . tls

    El hecho de que en Los ojos de los enterrados Asturias dej detrslas ideas liberales, se debe evidentemente al proceso cognoscitivo mencio-nado, cuya trayectoria se hace patente si se compara la obra de Asturiascon las novelas de su contemporneo guatemalteco ms importante, Ma-rio Monteforte Toledo.'1

    La posicin y el objetivo del autor tienen consecuencias muy grandespara la elaboracin de la novela. El problema que resulta de ello es ml-tiple: El autor tuvo que conectar la novela con sus predecesores, por locual son dados el lugar principal de la accin, Tiquisate, y un extensogrupo de personajes con una prehistoria correspondiente. Sin embargo, larevolucin de 1944 tuvo lugar principalmente en la ciudad de Guatemala.Asturias resuelve el problema de manera que la confrontacin de los tra-bajadores con el "trust" ocurre bajo la influencia de los acontecimientosen la capital. Esto facilit la solucin de otro problema: habia que pre-sentar cmo los obreros de Tiquisate se alistaron en el movimiento revo-lucionario. Por consiguiente era inevitable presentar a ste como un pro-ceso que se extiende a Tiquisate y organiza a los trabajadores. La tramade Los ojos de los enterrados resulta de esta problemtica. Dos asuntosse combinan y entretejen: el desarrollo del movimiento revolucionario enGuatemala -encarnado en los personajes de Tabio San y Malena Ta-bay- y el destino de los personajes de la regin bananera ya conocidospor el lector.

    Es interesante cmo en la historia de Tabio San y Malena Tabay,Asturias combina su humanismo integral con sus ideas sobre la revolu-cin. En lo poltico, revolucin quiere decir liberacin de la dominacincombinada de la empresa bananera y el dictador y reinstalacin de la jus-ticia perdida. Su medio, la huelga general, es cnsiderada como "desin-tegracin integradora",2 0 y la inquietud del pueblo est expresada porla parfrasis del Pater noster: "Nuestro pas de cada da, ddnoslohoy !".21 Eso revela que, segn Asturias, detrs de la accin poltica existeun anhelo profundamente humano: la restitucin de la esperanza, delmito y de la renovada posibilidad de una vida plenamente realizada. Por

    18 Ibid., p. 393.19 Tal comparacin podra efectuarse con respecto a la perspectiva de las no-

    velas, sobre todo a base de Donde acaban los caminos (1953) y Una manera demorir (1957).20 Vase M. A. Asturias, Los ojos de los enterrados, ed. cit., p. 212.

    I bid., p. 442.

    82?

  • ESTUoDIos

    consiguiente, la revolucin no es slo un proceso socio-poltico, una em-presa prctica, sino la liberacin del hombre en todos los aspectos de suvida, en la totalidad de su humanidad.

    Es obvio que en Los ojos de los enterrados Asturias contina un hu-manismo integral que ya puede observarse en Vento fuerte y otras obrasanteriores, pero lo sita en un contexto social visto de una manera di-ferente. Por eso hay un significado muy profundo cuando la leyenda delos ojos de los enterrados es interpretada del modo siguiente por un per-sonaje secundario:

    Si, el da de la justicia resucitarn los muertos, pero no los queestn bajo la tierra, sino los enterrados en vida, estos hombresque son como esqueletos de carnes transparentes como las alas delas moscas.22

    La misma transfiguracin del elemento mitolgico se hace patentecuando Tabio San discute la leyenda del viento fuerte:

    Esperar, como es de creencia aqui, que otro Hermenegildo Puac dsu cabeza al brujo, y que se desencadene un nuevo "viento fuerte'',es dejar en manos sobrenaturales problemas que tenemos que re-solver nosotros. . . 23

    Lo que determina en adelante el destino de los mitos originados duranteel transcurso de la triloga bananera es la categora de su mensaje, susignificacin social. Las ideas e imgenes concretas que encubren esta sig-nificacin sucumben a la nueva realidad. Por eso mito y magia, en susaspectos netamente cognoscitivos, es decir, no adecuados a la realidad,pierden su funcin en la vida de los protagonistas y ocupan cada vezms una posicin perifrica en la novela.

    As resulta que Juambo el Sambito no interpreta la leyenda de losojos de los enterrados segn su verdadera significacin, sino al pie de laletra. La relaciona con asuntos personales y quiere reparar una injusticiaque cree haber cometido contra su padre, trabajando como jalador defrutas. Despus de algn tiempo desentierra el cadver de su padre paraver si tiene los ojos cerrados, 24 mientras que al mismo tiempo los otrostrabajadores preparan la huelga. El mito, privado de su significado so-cial, se convierte en una supersticin intil y sin trascendencia.

    22 Ibid., p. 394.23 Ibid., pp. 474-75.24 Ibid., pp. 380, 382 ff. y otras.

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    La transfiguracin de los mitos es el problema ms importante parala consideracin de la relacin entre nito y realidad en Los ojos de losenterrados. El mito se justifica en esta novela segn l grado en quepuede ser factor tradicional y orientador -portador de la esperanza-en la gesta libertadora del pueblo;

    Sin embargo, eso es slo la mitad del problema. En el fondo, casitodas las novelas de Miguel Angel Asturias son creaciones de mitos. Esoocurre tambin en Los ojos de los enterrados y ha sido confirmado porel autor en cuanto, segn l explic la refundicin de esta obra, queraal final dar expresin a una esperanza. De ese modo cre un nuevomito libertador.

    Vale la pena investigar los procedimientos usados por Miguel AngelAsturias. La victoria de la revolucin guatemalteca sobre la dictadura en1944 ocurri del modo siguiente: Despus de la cada de varios dicta-dores centroamericanos, una serie de acciones de protesta tuvieron lugartambin en Guatemala, principlmente en la capital, y efectuaron la ca-da de Ubico. La manifestacin ms importante tuvo lugar cuando enjunio de 1944 los estudiantes dieron al presidente el ultimatum de 24horas para reabrir la Universidd y garantizar la libertad de la palabra.25El 22 de junio empieza la huelga.Mis tarde maestros, mdicos y miem-bros de otras profesiones se unieron a ellos. 'Despus de una manifesta-cin iniciada por los estudiantes el 26 de junio, Ubico trat de sofocarel movimiento, pero sin xito. Este se ensanch, y el 29 de junio Ubicotuvo que retirarse.

    Asturias sigue los acontecimientos hasta este punto, y de aqu en ade-lante, ellos influyen en los trabajadores de Tiquisate. Pero hay que notarque el 29 de junio de 1944 una junta de generales bajo Federico Poncese apoder del gobierno y trat de continuar el rgimen de Ubico connuevo equipo. Slo el 19 de octubre una insurreccin de jvenes oficialese intelectuales logr el triunfo de la democracia, y este acontecimientofue casi en nada precedido de manifestaciones populares.2 6

    Hay dos momentos en que Miguel Angel Asturias interpreta libre-mente los acontecimientos histricos: primero, cuando la dictadura cae,el 29 de junio, como resultado de manifestaciones populares iniciadaspor los estudiantes, y segundo, cuando el autor relaciona este suceso di.rectamente con la lucha de los trabajadores bananeros contra el "trust".Eso tambin es una correccin literaria de lo que ocurri en 1944. con

    25 Vase W. Krehin, Democracia y iranias en el Caribe (Buenos Aires, 1959),p. 97.2 Vase ibid., pp. 102-106.

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  • EsTUD os 8

    el propsito de dar expresin a uia esperanza, es dcir, proyectada ha-cia el porvenir.

    Este manejo libre del material real r concreto es caracteristico delmodo de presentacin de Asturias. Seymour Menton comenta:

    ... todos sus libros se basan fuertemente en los acontecimientos ypersonajes histricos de. Guatemala, slo que Asturias lo conviertetodo en fantasia por medio de su estilo vanguardista.

    Tambin en este respecto se puede observar algo esencialmente nuevoen Los ojos de los enterrados. Los mitos hasta entonces creados por elautor eran, en cierto modo, entresacados del. material histrico, y sin dudahan desempeado un papel en la toma de conciencia del autor y sus lec-tores, pero slo en el sentido de una esperanza incierta. En Los ojos delos enterrados, al contrario, se crea, de acuerdo con la concepcin de lanovela, el nuevo mito o, como dice Manuel Tuin de Lara, la prefigu-racin del da de la realizacin 28 a travs de una correccin literaria delos acontecimientos de 1944.

    Dentro de la novela latinoamericana actual, Los ojos de los enterra-dos ocupa un lugar destacado y, en cierto sentido, nico entre las dostendencias del realismo mgico y la novela de tipo existencialista. Conlas dos tiene en comn que Asturias trata de captar y presentar a sus per-sonajes desde adentro, desde su conciencia. Se distingue de la novela detipo existencialista por su imagen del hombre que, considera como un sersocial y popular que suea en su plena, realizacin como. tal. Parte delrealismo mgico que considera como expresin de un ser no enajenadoy reproduccin del espritu nacional vivo sobre todo entre los campesi-nos indgenas a travs de un rico patrimonio mitolgico y legendario.

    La temtica de la triloga bananera plante el problema de la con-frontacin del pensamiento mgico con la situacin actual del pais. Anteeste problema Asturias desarroll considerablemente sus ideas acerca delmito como fuerza espiritual orientadora de las acciones de los hombres.Descubri la diferencia entre magia y mito, es decir, entre forma y con-tenido de la espiritualidad de sus personajes.

    La magia como forma que reviste el mito, resulta histricamente re-lativa. Es un elemento cognoscitivo condicionado por circunstancias his-tricamente lejanas, superado por la realidad moderna y los instrumentos

    27 S. Menton, Historia crtica de la ncvela guatemalteca (Guatemala, 1960),p. 234.

    2S Vase M. Tunn de Lara, "Un romancier social des trpiques: Miguel AngelAsturias", Les Temps Modernes, 107 (Pars, noviembre 1954), p. 657.

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    cognoscitivos que sta brinda a los hombres. Ante el saber humano (yhumanistico) moderno, el saber mgico tradicional resulta supersticiososi se considera como mtodo de conocimientos.

    Algo distinto sucede con el mito que Asturias tiende a identificar conla esperanza que, a su vez, considera como un anhelo innato del hombre.Es obvio que, directa o indirectamente, esta idea es una prolongacin delpensamiento espiritualista bergsoniano. Desde muy temprano Asturias aso-cia esta metafsica humanista a la idea del "jornal ganado", como escribeen una de sus primeras poesas,29 es decir, a la tica del trabajo y eldeber. Esto le permite ver, en Los ojos de los enterrados, la realizacincreadora y libre de los hombres, precisamente en la vida activa de losdeberes diarios del hombre de extraccin popular, que describe como elforjador de su destino.

    As, pues, el mito resulta un contenido que, segn las circunstanciashistricas, reviste formas distintas: desde la mgica hasta la cientfica.Si estas formas se revelan como relativas, el mito, como lo concibe As-turias, es un elemento constitutivo del ser humano y, por ende, duradero.

    A base de esa distincin dialctica entre mito y magia como conte-nido y forma, Miguel Angel Asturias logr descubrir una nueva dimen-sin para el llamado realismo mgico y abrir a la novela latinoamericanauna interesante perspectiva de desarrollo.

    ADALBERT DESSAUUniversidad de Rxrtock,Repblica Democrtica Alemana

    Vase M. A. Asturias, Obras escogidas (Madrid, 1955), I, pp. 933-934.

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