los niveles de la memoria: reconstrucciones del pasado dictatorial argentino

5/13/2018 Los Niveles de la Memoria: reconstrucciones del pasado dictatorial argentino - slidepdf.com

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Los niveles de la memoria: reconstruc-

ciones del pasado dictatorial argentino

Elizabeth felin *Susana C. Kaufman **

Numerosos interrogantes se presentan acerca de la cons-

truccion de memorials sobre el pasado conflictivo y

violento del periodo de la dictadura militar en Argen-

tina{1976-1983) y sobre sus dolorosas consecuencias. Este traba-

jo se pr.egunta acerca de como se produce y construye la memo-

ria. Parte de lapremisa que sostiene que la memoria y el olvi -

do, el recuerdo y las formas de la amnesia social (0 en su forma

institucionalizada como amnistia), constituyen ejes de la cons-

truccion de identidades, tanto en el plano individual como en

el colectivo. Suobjetivo es "desagregar" lamemoria, preguntan-

dose analiticamente sobre los proc~sos de reconstruccion y de

significacion de pasados. Nuestra perspectiva 0,0 es proveer

materiales (documentos, testimonios) que puedan ayudar en el

proceso social de construccion de la memoria historica sino

analizar elproceso de rememorar (y olvldar), y los varios nive-

les y capas en los cuales esto seda. En este intento, ponemos el

enfasis en la relacion entre algunos hechos "duros", las violen-

cias fisicas, los encuentros y confrontaciones en el plano de la

realidad vivida, y su lugar en el presente, en los procesos -con

sus tensiones y vaivenes- de encontrar significados, incluyen-

do el "inventar" tradiciones e "Imaginar" comunidades.

Muchos actares sociales en Argentina no cuestionan la ne-

cesidad de recordar. Para ellos el mandata de la memoria es

normalmente una prernisa, una consigna basad a en el "recordar

para no repetir", en la"lucha contra elolvido" y en la necesidad

de saber acerca de 10 ocurrido como parte de la busqueda de

una sociedad que ha compartido, ha sufrido, y desea seguir co-

nociendo. Las consignas pueden, en este punto, tener mas de

un sentido. La "memoria contra el olvido" 0 "contra el silencio"

esconde 10 que en realidad esuna oposicion entre distintas me-

morias rivales, cada una de elias incorporando sus propios 01 -

vidos. Es, en verdad, "memoria contra memoria" .

• UBA-CONICET

• • U BA

e Ent re pa sa dos - N Q20/21, 2001: 9 - 34



En este trabajo analizamos. por un lado, algunas in iciativas

de sectores de la sociedad argen tin a orientadas a poner en el es-

cenario publico la memoria del terrorismo de estado; por otro,

las maneras mas per sonales y particulares de recordar. Conta-

mos con dos cuerpos de datos diferentes pero relacionados. En

primer lugar, un seguimiento de las iniciativas de rememora-

cion de los veinte alios del golpe militar (en 1996). tomando en

cuen ta las agendas de organ ismos e instituciones de derechos

humanos y las convocatorias de d ivers o s acto res a marchas, ex-

posiciones art is ticas y cinematogri llcas, actos , ateneos, publica-ciones, etc. Este seguimiento se realize a par tir de 10 publicado

en d iar io s y revistas de circulacion masiva y de la observacion

participante. En segundo lugar, el mater ial d e histo rias de vida

recogidas en el curso de una investigacion de campo. donde las

marcas y rastros de ese pasado se despliegan en el curso de vi-

da y en las experiencias cotidianas.

No debemos esperar una co rrespondencia un fvoca entre es-

tos dos conjuntos. En efecto, en la medida en que la realidad es

cornple ja , mult ip le y contradic toria . y que las insc ripciones sub-

jetivas de las experiencias nunca son reflejos especulares de lo s

acontecimientos publicos, no podemos esperar encontrar una

"integracion" 0 cor relacion directa entre las memorias ind iv i-

duales y publicas, 0 la presencia de una memoria unica. Haycontradicciones. ten siones. silencios. con flictos, hiatos y dis-

yunciones, as! como instancias de "integracion". La realid ad so-

c ia l es cont radictor ia . I lena de tensiones y confl ictos, La memo-

r ia no es una excepcion,

La tarea que nos propusimos en este trabajo no resulto sen-

cilia. La cor iceptualizacion y teorizacion sobre el tema es inci-

piente en la region. EI plano de nuestro compromiso personal y

nuestros afecto s es aun mas cr ucial. EI proposito de investig ar

las hue lias y referentes de la memoria individual y su dimen-

sion colectiv a y pub lica surge de nuestr o prop io compromiso

emocional y etico con un pasado y un presente de los que so-

mos actoras. Hay un lugar en el eslabon generacional que que-

remos destacar. Pertenecemos al grupo eta rio que fue participe

de las luchas politicas de la epoca, testigo s de 10 que esiaba ocu-

rriendo. Formamos parte de la cadena de narrativas y relatos

de la epoca.y esto implica participar en dos tareas basicas: una,

mas sencilla, estar disponibles para narrar y conta r a quienes

nos preguntan 0 i nt erpe lan; o tra. mas cornple ja (como 10es en .

par te est e a rti cu lo), e s romper si le ncios, can la intencion provo-

cadora de gener ar p regun tas por parte de quienes, mas jovenes

o mas alejado/as de los acontecimientos, puedan empezar a

cuestloriar. En la tradicion p reconizada po r C. Wright Mill s. i n-

tentamos contribuir a develar algunos enigmas que se gestan

en ese punto de convergencia entre las inquietudes y senti-

mientos personales y l as preocupac iones publi cas que permean

la sociedad argentina. Intentamos hacerlo con profundidad y

rigor analitico. desde una postura de compromiso etico y poli-

tico con la dignidad humana. Esto nos !leva a veces, y no sin in-

quietud, a revisar criticamente nuestras propias creencias y

sentidos de pertenencia.

Argentina: entre la verdad, la memoria y el Nunca mas

En el con tex te de la v io lencia politica reinante en Ia Argen-

tina a mediados de los afios setenta, que culmin6 con el goJpe

de Estado de 1976 y la violaci6n rnasiva y s is temati ca de dere-

chos humanos duran te el gobierno militar , se fue conformando

un nuevo actor co lectivo. el mov imiento de derechos hurnanos.

De manera casi invis ible y escondida a l comienzo, fue ganando

paulatinamente mayor visibilidad y centralidad polftica. Du-

rante l a dict adura mil it ar (1976-1983) . e l movimiento desa rrol lo

una varied ad de tareas: la denuncia y la p rotesta abierta, la con-

tencion a victim as y familiares. la d ifusion de la informacion so-

br e la magnitud de las violaciones, la organ izacion de la solida-

ridad y la promoci6n del tema a nivel internacional. La tarea

mas urgente e inmediata era intentar parar los secuestros. la

tortura y las desapariciones, y liberar a los detenidos (jelin.

1995).

Durante la ultima etapa del regimen militar (1982-1983). la

informacion cornenzo a circular de manera mas publica, en la

medida en que los testimonios de victimas fueron publicados y

diseminados. A medida que disminufa el miedo y aumen taba la

indignacion moral, las accioncs co lcctivas or ientadas a den un-

ciar y demandar se expandieron. inc luyendo marchas cal lc jc ras

de decenas de miles de personas. En esa epoca, la ocupacion del

espac io publi co estaba acornpanada por nar r a tivas persona les,

por demandas de justicia, de "aparicion con vida". y de memo-

ria. EI period ismo , incluyendo un "show del hor ror" sensacio -

nalista en revistas y en la television. se dedico a con tar, a deve-

lar. a indagar y excavar en el dolor de quienes no podian encon-

trar una tumba 0uri cuerpo.

) 10 ( ) 11 (

f /,



En este contexte de enorme visibilidad, las acciones del mo-

vimiento de derechos humanos durante la campana electoral

d e 1983 estuv ieron dirigidas a asegu rar alguna forma de "justi-

c ia" para los responsables de la represion. Los ac tivi st as y orga-

ruzac iones sennan la urgeneia de eonoeer y hacer publica la na-

tural eza de las vio lac iones mas ivas y si ste rnat icas a los dere-

ehos human os durante la dietadura militar -la demanda de

"verdad"- y de asegurarse que los eulpables fueran castigados

-la demanda de " ju sticia". El rnovimierito se debatia entre su rol

politico e institucional, expresado en la demanda de justicia, y

su rol sirnbolico en la construccion de una memoria historica,

que implicaba una constante activ id ad promoviendo el no olv i-

do y desarrollando de distintas maneras y en diversos escena-

rios los simbolos y acontecimientos que preservanan la memo-

r ia viv ida de la exper iencia viv ida.

En 1983, no resultaba claro que tipo de castigo podia 0 de-

hia ser aplicado. La demanda de justicia no tenia un mecanis-

mo institucional claro. Por un lado , el tema se r eferfa a como ac-

tuar frente a las victirnas. cuyos derechos debian ser restaura-

do s y los dartos r eparado s. Esto incluia a los directarnenr e afec-

tad os y su s familiares, mcluyendo a los ch icos secuestrados can

sus padres 0 nacidos en cau tiverio. Por otro lado, la transicion

a la democracia implica la construccion de un nuevo orden ins-

titu cional, que p roteja lo s derechos humanos de la ciudadania.

i_Como asegura r ese futuro? i_Que t ipo de t ransformac iones ins -

titucionales se requerian?

Uno de los ternas centr ales de la campana electoral y de la

agenda inicia l del gobie rno const ituc iona l fue e l manejo inst itu-

c iona l de las vio laciones a los derechos humanos . Los act iv ist as

de derechos humanos pedian una corrusion parlamentaria que

investigara la represion y la actuacion de algun tipo de juicio.

EI Ejecutivo actuo de otra manera. En vez de una Cornision

parlarnentaria, la invcstlgacion iba a ser realizada por una co-

miston independiente, la Conadep (Corniston Nacional sob re la

desapar icion de personas). establecida en diciembr e de 1983. EImandata er a obtener info rmacion detallada sobre el destino de

los desaparecidos. Las 50.000 pag inas de evidencias inclu idas

en el inf orrne fueron presentadas al presidente en setiembre de

1984. Un prog rama de television, con testimon io s de sobrevi-

v ientes y famil iares , fue emit ido en esa ocasion , y el libro NUN-

CA M A s , con el in forrne oficial fue pub licado inicialrn en te en

noviembr e de 1984. Como se vera mas abajo, ellanzamiento del

libro fue una fecha especialrnente significativa para mucha

gente. Ellibro se ha convertido en parte de la vida personal y la

memor ia de la soc iedad.

El titulo del informe de la Conadep, NUNCA MAs, propor-

ciona una clave del clima cultural del pais, asi como del senti-

do que se estaba dando a los aetas de recordar. Que la experien-

cia no debia repetirse n un ca m as se cornenzo a identificar con 1a

"verdad", con Ia recoleccion de toda la informacion sobre las

atrocidades. Y para "no repetir", se debra mantener viva la me-

moria. Recordar p a ra n o r ep e ti r fue surgiendo como mensa je y co-

mo imperat ivo cultural.

Eljuicio y el rol del testimonio

La condena moral , i_es sufi ci ente? S i l a democrac ia se ref ie re

a institueiones en funcionamiento, a normas y a participacion.

i_como puede la condena moral t rans formarse en e l fundamento

de la democracia? La etapa siguiente debia desarrollarse en un

escenar io inst itucional d iferente . -Si l a Conadep era e l comienzo

de la verdad , ahara hab ia llegado el tiempo de demandar J usticia.

El juicio a lo s ex-eomandantes de las juntas militares fue el rno-

mento de mayor impacto de la lucha por los derechos hurnanos

en 1aArgentina '. E l jui cio se desar ro llo durante 1985. Impli caba

un procedimiento juridico, con todas las formalidades y los ri-

tuales que ponian al Poder Judicial en el centro de la escena ins-

t it uc iona l: l as vic timas se t ransformaron en "testigos" , los repre -

sores se tomaron los "acusados" , y los actores polit icos debieron

transformarse en "observadores" de la acdon de jueces que se

presentaban como autoridad "neu tral", que definia la sttuacion

segun reglas l egit imas prees tablecidas. ' Despues de cinco meses

de testimonios (hubo mas de 800 test igos ). t est imonios de perso-

nas que se sobrepusieron al miedo y a la dificu ltad de revelar pu-

blicamente experiencias personales humillantes, cinco de los

nueve cornandantes recibieron una sentencia condenatoria.

La construccion de la prueba jurfdica no fue (area sencilla.Se baso en el testimonio de las victir nas, ya que lo s registros y

archivo s militar es no estaban disponibles. Esto implie6 el reeo -

nacimiento de sus voces y de su derecho a hablar. El testimo-

nio, sin embargo, debia ser presentado con forme a las reg las le-

gales de la evidencia aceptable. Lo que no podia ser mostrado

(el acto de agresi6n ) debia ser narrado, pero en condiciones pre-

cisas y controladas, de modo que 10 que se denunciaba pudie ra

ser ver if icado. De heche , 10 aceptable como prueba juridica es

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l a her ida corpora l. Los sent imientos y e l suf rimiento no pueden

ser medidos 0 i nc lu idos. Durante l as sesiones de tes timonios .

debian ser suspendidos. Cuando un/a testigo se veia envuel-

to/a en emociones. los ju eces su spend ian el testimonio hasta

que la calma volviera. Este patron intermiten te tuvo un efecto

muy especial: el mensaje oculto era que. en todo su detalle, en

su totalidad. la experiencia no podia ser narrada; menos aun

podia ser escuchada.

EI testimonio judicial es una narrativa personal de una ex-

per ienc ia viv ida, pero e l marco jur id ico 1 0 quiebra en pedazos

y componentes: el r equerimiento de identificacion personal. el

juramento de decir la verdad. la descripcion detallada de las

c ircunstancias de cada acontecimiento . EI dis curso della testi-

go tiene que desp renderse de la experiencia y transformarse en

ev idencia. Si la desapariclon es una experiencia para la cual no

hay ley y no hay norma. en la cual la vfctima deja de existir co-

mo sujeto de derechos. el testimonio en la corte (de la propia

victima y de quienes han estado buscandola) se convierte en un

acto que insiste en el reconocimiento. Como serialo un testigo

(que fue victima de desaparicion y despues de larga prlston),

"el ju ic io e li rn ino esos test imonios fantasmas en la soc iedad, pu-

so a las victimas como seres humanos, las igualo al resto de los

seres human as .. ." (Norberto Liwski. entrevista Cedes.1/10/1990).

EI resu ltado del ju icio y la sentencia (en diciembre de 1985)

fue mas alia de la condena a los ex-cornandantes. ya que el ve-

redicto abrto la puerta para mas p rocesamiento s y ju icios, Esto

provoco crec iente inquie tud mil it ar . f rente a la cua l e l gobie rno

impulse la Ley de Punto Final y la Ley de Obediencia Debida. ,

que implicaron una amnistfa para la mayo ria de lo s miembro s

de las fuer zas armadas. Unos aries mas tarde. en 1989y 1990.-el

pr esidente Menem uso la prerr ogativa presidencial del indulto

para liberar a los militares presos, asi como a algunos lideres de

la guerrilla que estaban pres os 0 procesados.

La histo ria no termina aqui, sin embargo. EI movimiento de

derechos humanos continuo denunciando y demandando ju sti-c ia . con a lt ibajos en su per fi l publi co y en su capacidad de mo-

v ilizacion social. Ademas, durante todo el periodo -intensifi-

candose en los aiios 90- las presiones in ter nacionales han esta-

do muy activas. [ueces y cortes espafiolas y frances as han in-

vestigado la responsabilidad de los militares argentinos en Ia

desaparicion de ciudadanos de 'esos paises. Esto resulto, en

marzo de 1990. en una sentencia (in absentia) de cadena perpe-

) 14 (

I

..L._

tua al ex- cap itan Alfr edo Astiz. culpable de la desaparicion de

dos religiosas fr ancesas. Las cortes espaiio las. a su vez, h an es-

tado recibiendo numerosos testimonios de testigos en sus in-

vestigaciones sobre violaciones de derechos humanos en Ar-

gentina. Desde 1998. las cortes espanolas ocuparon el centro de

la atericion internacional con el caso Pinochet, un caso que esta

trayendo a la luz el Operativo C6ndor. que vinculaba y coord ina -

ba a los aparatos represivos de los seis paises del Cono Sur

(Boccia- Paz. 1999).

La memoria social, 1aconmemoraci6n publica

En 1995 , a no del decirno an iversario del juicio. la escena po-

litica y cultural d e la Argentina se via sacudida por la confesion

~ de un mar ino acerca de como se llcvaban a cabo las desaparicio-

nes: vuelos sobre el Rio de la Plata. en los cuales se tiraban al

agua a prisioneros que aun estaban vivos. previa inveccion de

t ranqui lizantes (Verbit zky. 1995) . Era la primera vez que a lguien

que habia par ti cipado direc tamente en la represion confesaba 1 0

que se habia heche y como se habia hecho. No habia un tone de

arrepentimiento , solamente una confesi6n para reconocer l aver -

dad (Feld, 1991 ). La confesion llego a los medios masivos, espe-cialmente a la telev ision. convirtiendo estes pedazos de in for-

macion en parte de las noticias cotidianas. Tarnbien hubo una

respuesta inst ituc ional a est as confes iones. por par te del General

Baiza. coman dante en jefe del Ejer cito, quien reconoci6 que el

e je rc ito habfa comet ido crimenes y pidio perdon a la poblac ion,

Dur an te 1995, el decirno aniversario del ju icio tar nbien rue

rememorado en e l Congreso ..y l a memor ia social fue reavivada

con la pub licacion de numero sos libros, p eliculas, v id eos y ex-

po siciones. Tamb ien resulta significativo que esc ana surgio un

nuevo grupo de derechos humanos: HUOS. la organizacion de

los h ijos de desapar ecidos. compuesta en su mayoria por jove-

nes de poco mas de veinte anos.

En 1996 se cump len vein te anos del golpe r nilitar en Argen-tina. A 1 0 largo del ano, y particularmente durante el mes de

rnarzo, la esfer a pub lica fue ocupada po r conmemoraciones.

can el impacto emocional de los relatos. la posibilidad de ha-

blar 1 0 cal lado, l a sorpresa de escuchar 1 0 desconocido. recono-

cer 1 0 parcial 0 1 0 totalmente negado 0 corrido de la conciencia.

La gente se enf renta con la "r ealidad" de revivir los miedos y las

sensaciones desconcertantes . confusas 0 contradictorias . para

) 15 (



)

p reguntarse como fue posib Je que sucediera el horr or. mientras

la vida parecia mantener cierto visa de normalidad ..

En mementos asi , el trabajo de la memoria es mas inclusivo

y compartido, e invade la vida cotidiana. Se trata de un trabajo

duro para todos, en los distintos bandos del conflicto, para ac-

t ares de edades y experiencias diversas. Se ordenan hechos, se

desordenan esquemas ex isten tes, aparecen las voces de nuevas

y viejas generaciones que preguntan, relatan. cr ean espacio s in-

t ersubjet ivos . com par ten c laves de 10vivido, 10 escuchado, 0 Jo

ornitido.Hay acontecimientos y lugares con una referericia muy di-

recta a Ia memoria colectiva: las iniciativas dirigidas a MAR-

CAR los espacios f is icos de la represion. los centros de deten-

cion clandestinos, los lugares de la desaparicton, En realidad, se

trata de intentos de marcar los lugares reales, materiales, don-

de los cuerpos materiales de 10.genre ingresaron al mundo fan-

tasmatico , desapareciendo. Las conmemoraciones de este tipo,

asi como los intentos de establecer memoriaIes, museos y rno-

numentos. son parte de las luchas politicas par 10 . memoria . Son

politicas en al menos dos sentidos: primero, porque su instala-

cion es siempre el resultado de conflictos politicos; segundo,

porque su existencia es un recordatorio fisico de un pasado.

conflictivo, que puede actuar como chispa para reavivar el eon-

flicto sobre su significado en cada nuevo periodo historico 0 pa-

ra cad a nueva generacion . Quienes promueven las ccnmemora-

ciones a menudo se eneuentran enfrentados con quienes actuan

como si "aqui no paso nada" y can quienes demandan el reco-

nacimiento del "hcroisrno" y el "patriotismo" desp1cgados por

los agemes del terrorismo de estado. Estan tambien quienes "no

sabian 10 q ue estaba pasando", quienes no vieron nada -Ios ve-

cinos del horror.

Asi, a mediados de 1995, dos concejales introducen en el

Concejo Deliberante de 10 .Ciudad de Buenos Air es un p royecto

de Ordenanzapara la creacion de un Museo de 10 .Memoria en

el predio de 10 q ue fue el campo de concentraclon EI Olimpo,

que opere entre mediados de 1978 y 1979, donde funciona el

Departamen to de Verificaci6n Au to rnotor de la Policia Federal.

EI tema se actualiza en marzo .de 1996. , cuando los concejales

que habian 'promovido la ordenanza intentan que el cuerpo la

vote, y piden autorizacion para una inauguracion simbolica el

22 de rnarzo. En las actividades promov idas desde los organis-

mos de derechos humanos, la convocatoria a una concentracion

en EI Ol impo y la iniciativa de pintar un mural en el paredon

) 16 (

.~

de ese predio. que marcaria la rnauguracion simbolica del Mu-

seo de Ja Memoria NUNCA MAs, figuran de manera reiterada.

Pero los planes no siguen necesariamente un curso suave,

sin escollos, segun 10previsto. Dist in tas voces se levantan. En

el Concejo Deliberante, las negociaciones se demoran. "Si esto

no 10 votamos esta sernana, cuando se conrnemora el golpe.

despues no 10 s acamcs del cajon nunca mas". Debido al boicot

de algunos concejales, solo se lagro quorum para votar un pro-

yecto de resolucion, que en vez de ordenar al Ejecutivo recomien-

da su concrecion al intendente. En parte estas demoras tienenque ver can la respuesta del [efe de Policia Federal al pedido de

autorizac ion para rea li za r l a inaugurac i6n si rnbolica: "Si pintan

el Olimpo. me tengo que ir".

EI 22 de marzo, una muralla de un centenar de policias reci-

bio a lo s manifestantes r odeando las paredes del predio. Cerca,

esperaban los carros hidrantes. La presencia po licial indicaba

que solo permitinan pintar las paredes cuando la creacion del

rnu seo sea avalada po r una ley nacional. "Ante tamano desplie-

gue, las trescien tas personas que hab ian llegado hast a el barrio

de Floresta dieron una vuelta a la manzana y, sabre el asfalto

mojado,llegaron a p in tar: "Museo de 10. Memoria Nunca Mas".

(?agina 12, 23/3/96. p. 5). Al dia siguiente, los diaries incluye-

ron una foto del cerco policial y otra de una madre de Plaza de

Mayo, que co rto el cordon policial 'jIogro ace rcarse al pared6n

para depositar un ramo de flares.

En otro intento de marcar un lugar, los organismos de dere-

chos humanos convocaron a una J or na da d e 1a memoria en ellu-

gar don de fu ncion o e l C lub A t 1e t ic o , centro clandestino de de-

tencion en el centro de Buenos Aires.' Era, en realidad, la se-

gunda convocaroria. EI ana anterior, en julio de 1996, unas 50 0

personas hab ian participado en esas [or nadas, habian arr nado

un arbol , y un recordatorio con caras de victimas en papel rna-

che: La misma noche, bornbas molotov prendieron fuego al ar:

bol y 0.1 recuerdo. En la S eg un da Ja ma da p or Ia M em or ia se colo-

co una placa recordatoria de los desaparecidos, se grabaron los

nombres de los represores y, durante el festival artistico de la

convocatoria, se constr uyo colectivamente un monumento, un

. " totem", en una de las columnas de la autopista -alambre tejido,

recubierto con pinturas de caras de desaparecidos-. Por la no-

che, "un grupo destruyo la placa recordatoria, tiro abajo el to-

tem, tapa con pintur a los nombres de los represores.'

La lucha por los monumentos y recordatorios sigue des ple-

gada en el escenario politico argentino actual. Se trata de inicia-

) 17 (



tivas generadas desde los organismos de derechos humanos.

con el apoyo de o rgan izaciones sociales d iversas {sindicatos.

cooperadoras escolares . a sociaciones profesiona les. organiza-

c iones es tudianti le s}. Se promueven act iv idades, los famil ia res

y amigos pub lican recordatorios. se conmemoran f echas. se pu -

blican libr os.' se pr oponen nombr es recordatorio s para plazas

o cal le s (pocas veces aceptados s in conf1ic to). Las organizac io-

nes de la sociedad empu jan, promueven, p iden. Estas in iciati-

v as comienzan a tener eco en las instancias gubernamen tales

hacia f ines de los alio s noven ta. Ast, la Legislatu ra de la Ciudad

de Buenos Aires aprob6 la creacion de un Parque de la memoria

en 1998, con un concurso de disefio y de las escu1turas que se

van a instalar (Comisi6n Pro Monumento, 2000). La Legislatu- '

ra de la Provincia de Buenos Aires, por otro lado, creo una Co -

mis io n Pr ov in cia l d e la Memoria, que esta lIevando adelante ini-

c la tlvas dlversas en esta dlreccl6n .

L Que sucede cuando la propuesta de marcar fisicamente el

acto de recordar, en un monumento 0 una placa . f racasa? Cuan-

do se rnalogra la iniciativadel rnonu rnen to . se pone clararnen -

te de manifiesto la presencia de la subjetividad. del deseo y el

p roposito de las mujeres y hombres que intentan const ru ir lo .

La energia para continuar la lucha se renueva. No hay pausa,

no hay descanso. porque no ha podido ser "depositada" en nin-

gun lugar. EI deseo tiene que permanecer en la mente y en el co-

razon de la gente. La cuestion de transformar los sentimientos

unicos, persona les e intransfer ib les en signif icados publi cos v'colectivos queda abierto y activo. La pregunta que cabe hacer

aqui es si es posible "dest ru ir" 10 que se in tenta recordar 0per-

petuar. ",No sera que el olvido que se quiere imponer con la

opostcton.'r epresion po licial tiene el efecto parado jico de mu l-

tiplicar la memoria y de actualizar las preguntas y el debate

ace rca de 10 vivido en e l pasado reciente?"

En suma, en e l contexte socio-cultural a rgentino contempo-

ran eo -y se pod ria decir 10 mismo para cualquier contexte so-

cio-cultural- es irnposible encontrar Una memoria. Hay una lu-

cha politica activa acerca del sentido. acerca del sentido de 10ocurrido y tam bien ace r ca del sentido de la memoria misrna.'

Como se dijo al comienzo. el escenario de las luchas politicas

por 1a memoria no es simplemente una confrontacion entre

"memoria" y "olvido", s ino ent re dist in tas memor ias. Adernas,

el "campo de la memoria de la represion" no es un frente homo-

geneo y unificado. Hay luchas que surgen de la confrontacion

entre difer entes actor es acer ca de las maneras " apropiadas" de

) 18 (

conmemorar. acerca del contenido de 10 que debe ser conrne-

morado publicarnente, y acerca de la legitimidad de distintos

actores de ser los portadores de la memoria (el tema de la "pro-

piedad" de la memor ia ) ( Ie lln, 1995) . Hay controversi as y con-

f1 icto s po liticos acer ca de monumentos. museo s y mernoriales

en todos lado s. desde Berlin hasta Bar ilo che. Se trata de afirma-

clones y discursos, de hechos y gestos, una materialidad con un

Significado politico. colectivo y publico.' Son marcas publicas y

colectivas que afirman y t ransmiten e l s entimiento de per tenen-

cia a una comunidad. sobre la base de compartir una identidad

en raizada en una h istoria tragic a y t raumat ica, Pueden tarnbien

funcionar como clave de transmision intergeneracional de la

continuidad his tori ca . aunque esta t ransmis i6n y su significado

no estan asegurados de antemano.

Los niveles de 1amemoria personal

No existe una manera facil 0 unlca de conectar los lugares

publicos de la memoria y las conmemoraciones con la memoria

y el olvido personales. En el nivel individual, un primer nivel

indica que solo se puede olvidar 10 que se ha v ivido. Sin embar-

go. hay tarnbien un costado "transmitido" de la memoria y el 01 -

vido , basado en las tradiciones y narrativas experimentadas

porotro/as que son incorporadas por la persona. es decir, na-

rrativas cargadas de sentimientos y de sentidos que las trans-

forman en exper ienc ias propias .

Para estudiar la manera en que la gente in corpora en sus

propias vidas las experiencias de la dictadur a en Argentina. lle-

vamos a cabo una serie de entrevistas de historias de vida en

profundidad." Realizamos dos entrevistas con cada sujeto. La

primera era una historia de vida muy abierta, en la cual ella en-

trevistadol a establece los parametres y terrninos de su propia

narrativa (con unas pocas preguntas guia por parte della entre-

vistador/a. La segunda incluia una serie de ternas mas organ i-

zados , que debian se r cubie rtos . EI objetivo era ob tener una na-r ra tiva del suje to de su his tori a famil ia r. l os vinculos signif icat i-

vo s du rante su in fancia y adolescencia, el compromiso f amiliar

con la rel ig ion. l a pol ft ica y la ideologfa . la s visiones del rnundo.

10 $ i deales educacionales y pol iti cos. l as per tenencias grupa les,

Interesaba tambien cubrir la experiencia labor al y lo s temas lig a-

dos a vocaciones y car re ras. En general . e st abarnos interesadas

en develar el alcance de la Iibertad de elegir. los exitos y fraca-

) 19 (



sos en la bu squeda de un espacio personal, y lo s estilos persona-

les de acercarse a la vida publica. Las narrativas de la/os entre-

vistada/ os son muy variadas: alguna/ os comienzan con su na-

cimiento y desarrollan desde alii su curso de vida; otro /as par-

ten de la situaci6n presente, desde la cual ob servan retro specti-

vamente su pasado: otro/as se mueven hacia delante y hacia

arras en el tiempo de sus biografias. Para la mayor ia de las per-

sonas, hay una dimensi6n central de sus vidas, un eje que orga-

niza la narrativa. Puede ser una preocupacion familiar, una vi-

sion de la vida centrad a en sf mismo/a -sea en un proyecto per-sonal de auto- realizaci6n con relaci6n a otro s (un proyecto inte-

lectual , euco 0 de cualquier otra naturaleza) 0 un p royecto des-

vinculado de lo s o tr os->, una vincu lacion permanen te con la po -

litica nacional 0 in temacional, una carrera (en el sentido de acu-

mular conocimientos. capital, avances. en la situacion laboral,

etc.),o un v inculo con 10 sobrenatural. Casi todas las reflexiones

a 10 largo de la entrevista toman este eje 0 dimension como pun-

to de referencia para evaluar logr os y fracasos, para exp resar de-

seos y suenos, para mirar retrospectivamente 0 para proyectar la

pro pia vida hacia el futuro. La segunda entrevista tenia un for-

mato diferente, con una guia ternatica que incluia instancias de

participaci6n social y las v isiones sobr e elias ( histo ria del com-

po rtamiento electoral, de encuentro s con la poJicia y la ju sticia,

par ti cipacion en movimientos soc ia les y pol it icos, exper ienc ias

de sol idar idad social ,. e tc .) . Habia tambien una secci6n con te-

mas de "memoria historica", es decir, exper iencias y memor ias

ligadas a los acontecimientos impo rtantes en la historia argenti-

na reciente Cincluyendo la tran sicion a la democr acia en 1983, el

golpe militar de J976, Y eventos anteriores). EI diseno de hmuestra inc luyo a hombres y mujeres de d if erentes estratos so-

ciales, que pertenecian a tres coho rtes de edad distin tas. No hay

ninguna pretension de repr esentatividad estadlstica, sino mas

bien de proporcional substancia, contenido y Signif icado a las

pr eguntas p lanteadas en el proyecto de investigaci6n. La detec-

ci6n de posibles entrev istados se hizo a tr aves de redes inf orma-

les de coJegas, amigos, insti tuciones y activistas de organizacio-

nes no gubemamentales en barrios populares del area de Bue-

no s Aires. Dentro de cada celda 0 combinaci6n de los tres para-

metros usados para definir los casos (edad, genero y clase so-

cial), lo/as entr ev istada/s f ueron eJegidos tr atando de maximi-

zar la d iversid ad social. Por ejemp lo, si h ab iamos entrev istado a

un varon joven profesional con educaci6n unive rs it ar ia , trat aba-

mos de encontrar a un joven de clase media en las artes 0 los ne-

) 20 (

gocios. Si ten iamos a alguien con una educaci6n catolica estric-

ta, buscabamos a alguno de tradici6n judia 0 a alguien que se

crio en un amb ien te laico. Si teniamos una mujer adulta prof e-

sional, buscabamos otra que fuera ama de casa 0 que trabajara

como vendedora 0 secret ar ia . Buscabarnos casado/as y sol te -

raj os. con y s in hijos , con y sin vinculos comunita rios, mlgran-

t es y nat iva/ os. Las ent revi st as fue ron grabadas, t ranscr ip tas y

organizadas como para permi ti r mul tiples abordajes y lecturas."

En las entrevistas, la construccion de la memoria ocurre de

diferentes formas: a veces una pregunta aparentemente inge-nua desencadena anecdotes y rernemoraciones de la epoca de

la represion. Otras veces, los recuerdos surgen sin o tras asocia-

c iones, como acontec imientos c rucia les que se tornarori puntos

de inflexion en el cur so de vida (experiencias de asesin atos po-

liticos cer canos, ex ilio s, etc.) . En algunos casos, el recuer do de

una exper ienc ia persona l 0 vivida por parientes 0 amigos cer -

canos es narrado de una manera en que 10 p ersonal y la his t o-

ria del pais sc muestran como una unidad indisoluble, una mis-

rna historia, Otras veces, las nar rativ as son mueho mas "pr iv a-

das" , s in reconoc imiento del contexto pol it ico."r Un primer nivel de Ja memoria personal es el relato "factico"

~a experiencia vivida:

"]. [un pariente muy cercano] fue asesinado. Era dirigente

politico, 10 secuestraron y aparecio muerto ...Tuvimos que vivir

un t iempito escapados de nues tra casa Sintener nada que ver ,

porque nuestro nombre estaba en una agenda . ..Hicimos todo 10

que podiamos hacer los que no tienen nada que ver". (Horacio)

"Muchas veces han sacado bombas delcolegio donde yo iba,

que eran bombas deverdad, noeran chiste.. .Mi mama me habia

comprado unos taponcuos del tamano del fil tro de este cigarri-

lIo,y yo bajaba a jugar con mis arniguitas a laplaza. A las tres de

la tarde sonaba una siena. que era como una s irena de una usi -

na pero mucho mas fuerte, y nOSOlrOSabiamos que cuando 50-

naba esa sirena nos teniamos que poner los taponcitos porque,

segun mi mama, a esa hara rompian paredes . .. Entonces yo pa-

ra no escuchar el estruendo, me coJocaba lostaponcitos". (julia]

"Un ano, en el ana 75, y o me tuve que if de urgencia a Tu-

curnan porque habia fal lecido una hermana mia . Era un dia de

frio. Me fui en avion . .. Ellaestaba en un pueblo. . .Torno el om-

nibus y en la ruta paran e lomnibus . ..Can lapavi ta , los solda-

dos tomando mate. Un frio de Cristo Jesus rnio hacia. Cuando

sube un policia y dice, 'documentos , docurnentos '. yo saco mi

cedula y se la rnuestro. Y me dice, ·lQue lepasa, senora? ', Mi-

,.. .

) 21 (



resenor , no me haga bajar. Estoy deshecha. vengo a enterrar a

una herman a aca, EI hombre subio a toda la gente al colectrvo

y seguimos e l via]e. Eso me paso a mi". (Lucia)

Cuando estes acontec imientos ocurr ieron , Ju li a t enia 7-8

anos: Horac io e ra un adul to [oven de unos 25 ; Lucia, unos 45 . En

el momenta de las ent revi sta s (1995-1996) Jul ia , una joven de ori-

gen de c1ase media urbana, est a fuertemente comprometid a con

el act ivismo polit ico y dedica mucho tiempo a un centro co rnu-

nitario de mujeres de c1ase trabajado ra. Horacio es un pequeno

i ndus tr ia l de 44 anos, casado y con dos hijos adolescentes, muy

dedicado a1 bienestar de su familia. Lucia es una mujer de 65

anos. de origen popular rural. Migro a Buenos Aires a fines de

lo s alios cuarenta, en la epoca en que el gobiemo de Peron desa-

rrollo gran parte de sus polfticas de bienestar orientadas a las

c1ases trabajadoras. Cuando Ilego a la ciudad fue obrera de fa-

brica, y despues trabajo como empleada de un consultorio pr i-

vado de un medico. Se j ubil6 unos aiio s an tes, y nunc a se caso,

Los tres recuerdan sus experiencias personales, pero de ma--

nera muy diferente. Adernas de la pertenencia a clase y genero, \

la edad, 0 mejor dicho el momenta de su curso de vida en que rocurrieron estos acontecimien tos, es un factor crucial que mar-

ca la manera en que fueron vivid os y el sentido de esas expe- j

riencias en el momenta en que ocur rtan :

"i"Cuando yo era chica. para mi era muy no rmal que nos sa-

caran del colegro porque colocaban bombas...Tenia slete aries.

y para mie l malo era e lque mor ia .. .E n t od a mi infanria. para mi

todo esto f ue m uy n or ma l. Yo veia 10 que pasaba can los ojosde

un chico". Qulia)

"En esa epoca uno nos ab ia si el que esta at lado de uno es

uno de los que te busco ... Escomo que el que estaba en esta ofi-

cina secuidaba del de allado . ..Uno se cuidaba del otro. nunca

se sabia muy bien quien pertenecia a que bando . .. Charlaba. pe-

ro no daba mis opiniones . Nunca dije. "si se 10 lIevaron por algo

es", ni 10 contrario. Me preocupaba de que pas aban cosas...Tra-

t aba de nohabla r t anto . que se yo... Sabia demasiado. 0me ima-

ginaba mas de 10 que leia.. .Yyo recuerdo que en esa epoca leiael diario y me descamponia. Meagarraban mareos. me bajaba la

presion. me portia como nervioso, casi inconscientemente. Es

decir. me iba dando cuenta, a medida que lela..."(Horacio)

n... despues que vino Peron ya vinieron los militares . I .CO-

rno IelIamaban a eso? Cobierno de facto?Que iban unos, y vol-

vian. y sal ian . .. Estoy un poco olvidada, porque ya uno ha vis-

to tanto que ya se desmoraliza de esc". (Lucia)

) 22 (

.,

;

Transcurrieron veinte ano s desde esas vivencias. La expe-

r ienc ia pos ter ior, con mas informac ion. con distancia temporal.

permite reinterpretar y dar nuevos sentidos a 10 vivido, pero no

de manera uniforme. Depende de las eta p as del curso de vida

y de las experiencias posteriores .

Para Lucia, el referente politico clave de su relata de vida es

el primer peron ismo (l946-1955). De eso habla mucho, 10 rela-

ciona can su rnigracion de la provincia a Buenos Aires. EI pri-

mer gobierno de Peron es parte de su vida personal:

"[Vine a Buenos Aires] en febrero de 46. en la epoca en que

el Peronismo entraba y que era e l furor del Peronismo. Todo e l

mundo decia, 'Si, vamos a ganar bien elPeron; con Peron vamos

a estar regio!' Seestuvo bien con Peron un t iempo. Yo no deja

de reconocer que elprimer gobierno que Peron hizo fue magni-

fico, me 10 acuerdo tan bien...Pero ya elsegundo ..."(Lucia).

A 10 largo de la en tr ev ista expresa reiteradamente un fuer-

te compromiso emocional can esa epoca Lo que paso despues

es parte de su "olvido" y su "desrnoralizacion", Confundc algu-

nas fechas (habla del gobierno de Vldela en 1975, y 10ubica pre-

so en Magdalena, p ar ejemplo), y Ie resulta dificil diferenciar

ent re ae tas cometidos por los mil ita res y por lo s mon toneros. La

violencia y las vio laciones no Ieson a jenas, pero son incorpora -

das en un descreimiento y falta de confianza en la politica:

"Fue t remenda laepoca esa que pasamos en el 75. 76, hasta

mas 0menos has ta e l 80... Se comenlaban tantas cosas . Que

mataron tanta gente . que hadesaparec ido lagente y que no las

han vuelto aver . .. i .,vos leiste el libra ese. "Nunca Mas"? Yo he

leido algunos capitulos . no todos. Me 10 prestaron porque me

quedaba t raumat izada cuando lei a a lgo .. .Yo no me caso can

nadie. Nicon lapoli tica. nicon los gobiernos. nl con los milita-

res . ni con nada. Pero que los militates s i lashan hecho. las han

heche! Usted vio como es la polil ica: que uno Ie cuenta una co-

sa. el otro Ie dice otra ..." (Lucia)

Horacio ya tenia puntas de referencia para interpretar 10

que estaba ocurriendo en su morncnto. Con el pasaje del tiem-

po , r ein ter preta sus p ropio s sen timiento s y angustias durante ladictadura:

"Ysupongo que era de la impotencia de pensa r que pasa-

ban casas . que leia casas . que era mucho mas 10 que estaba pa-

sando y que uno. de a lgun modo. seguia t raba jando. seguia .. .

adelante. como que no Ieimportaba . .. Como es a scnsaci6n d e q ue

esto esta p es sn do e n o t ro lu ga r. n o esla pasando a ll ad o m io ni a gen-

re qu e puede ser a m ig a m ia . Con el tiempo fueron desaparecien-

) 23 (



do. genre conocida rnia. .. Yhemos ido escuchando y escuchan-

do.. .Como que no podia dos if ica r l a informacion. c om o q ue 1a

i nf or ma c io n p o r d en tr o m e. m e a lu rd ia . Porque eso es 10 que yo te-

nia. Mareos. Pero era como que rnientras iba leyendo eldiario

seme empezaba a nublar la vis ta . ." (Horacio)

Para Jul ia . l a busqueda del sentido de 10 ocurr ido se con vir -

tio en una constante en su vida. Revive y reinterpreta perrna-

nentemente. conciente de su propia biografta":

"y despues de muchos anos me di cuenta . ..No romp ian pa-

redes . fusilaban a esa hora! porgue tocaban la.slrenapara tapar

elruido de las balas . P er o d e c od o e s ta y o me en t ere cuando Iui m a s

grande . . . Naci en una epoca en donde e lno te metas, e l cal la te,

el no viste nada, vos no digas nada, no hagas 10 otro, estaba

muy en boga. ," (julia)

Y en otro momento de la entre vista. ubica la etapa del "dar~

se cuenta": _..--!

"0 sea . esas cosas a mi me marca ron. no de chica . perc des-

pues, de grande . ..Cuando ernpece a militar. Yoernpece a mili-

tar un poco jugando, como empiezan todos los chicos... 'Coinci-

d e con que se lanzabaellibro Nunca Mas. y que ya 10 habian

terrninado. Yalano siguiente se lanzo lareedici6n. Y bueno, yo

me inserte en esta mil itancia con otro grupo de chicos, Apane

mefue muy fac ll empezar a mili ta r porque yo saba del colegio

y habia un comite enfrente ..... (lulia)

En realidad, la mayoria de 101 as entrevistadol as recuerdan ~

el lanzamiento del l ibra Nunca M as -10 hayan leido a no- como

un memento en el que su experiencia de vida personal se "to-

co" con el r econocimiento pub lico de las violaciones a los der e-

ehos humanos. Ellibro se ha convertido. sin duda, en una mar-

ea de identif icacion para una gran parte de la poblaci6n.

Cuando se llega al presente. las marcas y huellas tarnbien ~

son diferentes. En la entrevista a Lucia. las marcas de la dicta-

dura militar de los setentas aparecen como un caso en una pers-

pectiva de largo plazo , un caso mas de la inestab ilidad pohtica

e incertidumbre que domino la historia argentina durante las

ultirnas decadas, Hay indicaciones ctar as de su sen saci6n de es-

tar viviendo en un ambiente amenazante, de su sentimiento de

inseguridad y de falta de pro teccion. Estos sen timientos los ex -

presa can relacion a su entorno cotidiano. pero tambien con re-

lacion a la esfera politiea. Hay un contraste muy fuerte entre

sus sent lmientos sobre e l presente y las expec ta tivas y esperan-

zas que el peronismo de los anos cuare nta habian despertado

en ella. Horacia sufre los dolores y trisrezas de haber perdido a

) 24 (

1

:..

I

un pariente muy cercano. Los rastros estan en sus miedos y en

sus recurrentes enfermedades. La culpa es una marca perma-

nente de sus reflexiones. y se pregunta si hubiera podido hacer

algo diferente 0 algo mas. Habla de los miedos del pasado, de

las marcas del presente, de la transmisi6n a sus hijos:

"La epoca era dificil . Habia mucho miedo. Yorecuerdo que

salia can miedo. S ib ien estaba tranquilc. uno tenia esa sensa-

cion de que s in tener nada que ver . . .Como que nosot ros esta-

mos marcados. Yo me s iento marcado de por vida . .. Por ejern-

plo, yo paso par Libe rt ador . no puedo dejar de mirar a la Es-

cuela de Mecanica de laArmada. no puedo dejar de dobla r. S i

vengo de la vereda de aca, doblo para alia; si vengo de la ma-

na de ahi, doblo para e lo tro . .. No puedo sacar l avi sta de Ese

edificio. Son cosas que a mi me hacen ref lexionar . LPor que?

'LPor que? LPorque yo s iempre miro? Esmas fuerte que-yo. no

hay una pos ib il idad . Cuando voy con mis hijos les digo, "aca

estuvieron . .. . y desaparecieron. y mataron". Les cuento un po-

copara que sepan. Mas que nada, l ahistor ia de 10 que les pas6

a los padres tarnbien". (Horacio)

Par a Ju lia. mas joven, las huelJas del miedo estan ub icadas

en sus padres:

"Porque en mi casa la palabra guerril la . l a p a1 abr a m o nt ane -

to, la palabra tevolucion, e ran mnornbrables, no por e l rechazo

hac ia esa genre s ino por e lmiedo . .. Pasan los anos y a mi vie jo

Iequeda ese miedo. Ayer fue lamarcha de estudiantes a P laza

de Mayo y rni mar ido estaba en lasegur idad de lamarcha . .. Y

por televisron 10 enfocaron a mi mar ido . .. Ybueno, mi papa se

broto, l lama y yo no estaba, habl6 con elcontestador. que como

pueden hacer esas casas. que t ienen que tener sumo cuidado.

que el dia de manana vas tarnbien te vas aver involucrado. 0

sea. es como que1'1escata esa imagen y l a t rs sp es e a l pasado . Diga-

mos. no? 0 sea que e lmiedo esta". ( ju li a]

Para ella. 10v ivido de ehica era "normal". Solo ernpezo

a hilar, a desentrafiar 10 sucedido. anos despues, Y entonces, tu-

vo miedo:

"Yo todo esto que te conte .de la epoca de la dic tadura 10

e rnpece a hil ar en ese contexte, y cuando medi euenta de t o ti o e l

horror qu e habia pasado e n to ao eso. tenia tanto miedo! Hasta me

habia agarrado miedo de militar, porque yo pensaba que si rni-

l itaba me podia pasa r de que por ahi volvian los mili ta res y yo

estaba en un par tido pol it ico . Iba a se r una desaparecida mas.

Relacionaba esa epoca, un poco 10 que me t ransmit ian rni s pa-

dres. el miedo. que era 10 que a mucha genie paral izo durante

rI

II

) 2 5 (



muchos anos. Pero bueno. despues ernpece a ver que con AI-

Ionsin no iban a volver los mil itares". (julia)

Ju li a vive su presente y su vision de futuro en otra dave. Sus

ilusiones y su energia estan puestas en actividades diversas, de

militancia politico-social. Sus miedos estan ligados a esa vision

de futuro:

"Yo a veces tengo miedo . Pero lVOS sabes a que Ie tengo

miedo? No a l desaparece r. Le teogo miedo ados cosas : una es

el exilio, porque existe esa posibilidad y para mi seria terrible.

porque soy muy nac iona li st a, quie ro rnucho a mi pais . quiero

mucha ml tierra. Dejar mis amigos, mi gente, mis costurnbreslYade solo pensar lo me enferma. Ese esun miedo. Ye l otto rnie-

do es a desaparecer y no haber hecho nada que dlga. por ad

paso Julia. No 10 de laplaca, porque eso de1aplaca no t iene na-

da que ver. s ino hechos concretes". (julia)

La reflexi6n personal de Horacio se centra en la relaci6n con

los otro s, en 10 que uno hace, 0 no hace, 0 puede hacer :

"No se, hay muchas cosas que uno secuestiona en lavida .

Lavoragine con laque uno vive, escomo que . Leomo no me di

cuenta que a mi amigo le pasaba tal cosa? LComo no me di

cuenta que a mi esposa I e pasa ...? i.Como no rnedi euen ta 10

que a mi hijo Ie pasa? Son tantas cosas que uno despues dice.

Leomo no me di cuenta? y a veces no se si vale la pena volver

a rras. En a lgunas cosas . .. Ese momento . s i, es e fue un ternor.

Supongo que en mi, capaz que quedo eso, esa sensaclon de

miedo . ..Cuando uno tiene algun instante de reflexlon personal

de las cosas que no hizo, me agarr a esa impo tencia de pensar

que no hice nada y que tampoco se que tend ria que haber he-

cho. Es un poco parecido a 1 0 que a mi me pasaba con mi papa

cuando semuri6, que me quede can lasensacion de culpa .. .Es

como que uno trato de decir, bueno, tengo rni familia, voy a

pro teger esto . Me voy a p reocupar de que esto este bien. De

cualquier forma estoy 10 sufi ci entemente t ranqui lo de que no

hice nada malo para proteger esto. no para proteger esto Ie t ire

alga encima al de al lado. Fcro quien saber no hice nada par a

saca rl e a lgo de enc ima a l de a ll ado. Creo que debo per tenece r

a la mayorfa del "no te metas", No me paso nun ca. Pero esta es

mi pr egun ta y tr ato de ser primero honesto conmigo : no creo

que hubie ra hecho mucho s ihubiera sabido que ad. a l l ado es-

taba pasando algo . Y no se si no hubiera dicho , "po r a11:' es",

como dijo mucha gente . "Por a lgo se 1 0 habran llevado", Es t ' es

e lcuest ionamiento . Esun dil ema que a uno Iequeda adent ro y

que no sabe. .. Es dec ir . me puedo conformar . me puedo buscar

) 26 (

l a respuesta que mas me gustc, me puedo deci r, "no . no hubie -

ra" . Pe ro no es verdad. no estoy seguro de que yo. .. Porque no

me voy a enganar ami rnisrno". (Horacio)

Par supuesto, con excepcion de los afectado s directos y per-

sonas que se han convertido en figuras publicas, que han testi-

moniado y siguen p resentando su testimonio sobr e la d ictadu-

ra, no son ternas de los que se hable cotidianamente. De ahi que

la ocasion de poder hablar y reflexionar en la situacion de en-

trev ista es reconocida po r los sujetos:

(la entrevista) "Me rnovio un poco todo. un poco los recuer-

des . un poco e lpasado. Pero es lindo a veces mover lo , porquemient ras t evas acordando teacordas de detal le s que por cues-

t iones de rutina te olvidas . EIotto dia comentaba ta enlrevista

que tuve con vos con una amiga , ya rai z de tu ent revis ta sa ll e-

ron a la luz un menton de recuerdos que los t enes ahl guarda-

dos, pero ni teacordabas . .."(jul ia]

"Es que cuando estoy hablando con vos es como 51 yo ha-

blara conmigo ..." (Horacio).I Es en los registros de la rcmcrnoracion y Ja inclusion del pa-

sado en la subjetividad del presente. donde se pueden ver los

' :: 't rJ lbajos de Ia memor ia" en sus diferentes niveles: como narra -

tivas de los hechos y los recuerdos de ese pasado: como senti-

mientos record ados y como sentimientos generados en el acto

de remernoracion en Ja entrevista misma: miedos sobre seres

.~ cercanos, si lenc ios person a les y grupa les, ret raccion: como for -I mas de tr an smision intergeneracional: quien cuen ta. qu ien red-

• be, quien silencia; como reflexiones sobre 10 v ivido, en funcion

del momento del curso de vida en que se vivio, y l as miradas ac-

'. tuales sobre ese pasado; como reflexion sobre el propio lugar de

t cada uno en el mundo y sobre la propia responsabi lidad soc ia l.

A modo de conclusion. Los niveles (las capas, los estra-

tos) de 1amemoria

Volvamos a nucstra inquietud inicial: la construcci6n de me-morials y la complejid ad que los difer en tes niveles del analisis

plantean. Se trata de una multiplicidad de construcciones que

se encuentran en el mundo subjetivo, en el con junto social y en

la relacion entre ambos campos, en los diferentes d iler nas, dis-:

cursos y sentidos.

La memor ia , sujet a a los procesos indiv idua les y vincula res.

es siempre una relaci6n inter-subjetiva, basada en el acto de

) 27 (



)

)

transmision y reinterpretacion, que requiere de otros y a otros

para recordar: es el soporte grupal que da cohesion y estructu-

ra a la vida; tambien a la memoria (Halbwachs, 1992 [1941]).

Cuando se Jes da la ocasion (como en la situacion de entrevis-

tal Jagenre habJa, los recuerdos aparecen, las narrativas surgen,

como si los recuerdos del pasado estuvieran ahi , esperando 0,

aprovechando la oportunidad de construi r una memoria narra-

t iva, en que el pasado cobra sent ido (Bal , 1999). La experiencia

se expresa en relates y es el conjunto de ell os que nos acercan a

una epoca y a la construccion de sentidos que los sujetos hacen

de su relacion can hechos vivid os, como sent imientos evocados

y como afectos actuales en el momenta de la remernoracion _

sensaciones de miedos, silencios personales y grupales. mo-

memos de retracci6n personal y social.

Pero, Lque es recordar y olvidar? Rememorar irnplica que

previamente hubo un proceso de grabar, de fijar una experi en-

cia 0una percepci6n. Rememorar implica una construccion ac-

tual. una relacion con el pasado en tiempo presente, en el cual

se le atribuye un nuevo senttdo." Olvidsr, par su parte. no es

ausencia. Es presencia si lenciada, neg ada, y su naturaleza no

solo es individual. s ino tarnbien una const ruccion social com-

part ida, producto de pactas de silencio grupales 0 politicos. Es

. tam bien el resultado del sufrimiento que produce huecos y va-

cios en esa memoria social blaqueada par el terror.

Ela lvido social es. repet imos, un asunto inter-subjetivo. Irn-

plica un quiebre societal, un ruptura entre la memoria indi vi-

dual y las practicas publicas y/o colectivas (que pueden tornar-

se repetitivas y ritualizadas), 0 una fisura en el proceso de

transmisi6n intergeneracional. Las interpretaciones y explica-

clones del pasado, como manifestaciones de posturas y luchas

pol it icas por la memoria, no pueden ser transmitidas autornat l-

camente de una generacion a otra, de un periodo a otro. Cada

nueva generacion recrea y "crea" una nueva interpretacion y un

mundo de nuevas signif1caciones que a suovez se convierten en

referentes de identidad y de un "nosotros" para esa generacion,

EI pas ado debe ser transmitido activarnente a la generacion si -

guiente, y esta generaci6n resigni ficara los hechos, 10vivido y

10 narrado por las generaciones precedentes (Yerushalmi, 1989).

Cuando se incorpora el nivel de la subjetividad, no hay mane-

ra de obturar reinterpretaciones, relecturas 0 la vigen cia de

nuevos sentidos. Porque la "misma" historia, la "misma" ver-

dad, cobra sent idos diversos y es desaf1ada por contextos nue-

vos y por nuevos .actores de la vida social.

) 28 (

En este trabajo, hem os analizado las confrontaciones politi-

cas acerca de las interpretaciones del pasado y ace r ca de las

conmemoraciones. y los varios niveles de las memorias mas

personales y aun privadas. En el medio, la dina mica social de

la memoria ocurre en una diversidad de escenarios. L Cualesson los estandares para rememoraciones y memoriales? LQuien

es la autoridad que decide cuales son las formas "apropiadas"

de rememorar? L Quren tiene el derecho (y eJdeber) de personi-

ficar la memoria VERDADERA? Nuest ra hipotesis, que cierta-

mente requiere mayor investigaci6n futura, es que en la medi-

da en que no hay canales insti tucional izados oficiales que reco-

nozcan la experiencia del pasado reciente de violencia y repre-

sian. IQlucha sobre la "verdad" y sobre las mernorias "apropia-l

das" se despl iega en el escenario societal. En el contexte cultu:.-

ral argentino post-dictatorial, han aparecido algunas senales de

una tendencia a esencializar en la bialogia y en el cuerpo la le-

gi timidad de la VERDAD. El sufrimiento personal , especial-

mente cuando se ha sufrido "en carne propla" 0 en relaciones

famil iares cercanas, es para muchos el criterio basi co de legit i-

midad. Pero si la legitimidad social para expresar la memoria

colect iva queda en manos de quienes tuvieron una experiencia

personal de sufrimiento, estas personas pueden l legar a ejercer

un poder y una autoridad simb6lica que los lleve a intentar mo-

nopolizar los signif1cados y contenidos de la memoria y la ver-

dad." Este poder, a su vez, puede obstruir los mecanismos de

creaci6n de compromisos sociales (la arnpliacion del "noso-

tro z'as") y latransrnision intergeneracional de lamemoria, alno

permitir la reinrerpretacion del sentido de las experiencias

t ransmitidas. De esa manera, hay un doble pel igro historico: el

olvido y el vado insti tucional por un lade; la repetici6n ri tual i-

zada del horror y la his toria tragica, sin posibil idad de creacion

de nuevos sentidos y nuevos sujet os."

Al analizar la memoria, estarnos frente a multiples inter-

subjetividades, multiples transmisores y receptores de recuer-

dos parciales, multiples senti dos, ambiguos, contradictorios, en

puja. Se trata de un fenorneno por naturaleza fragmentado y

contradictorio, hecho de jirones y pedazos, pianos superpues-

tos, huel las , monumentos y recuerdos y amnesias/olvidos.

Cuando se plante a de manera colectiva, como memoria his tori-

ca 0 como tradici6n, como proceso de conformacion de la cul-

tura y de busqueda de las raices de la identidad, el espacio de

la memoria se convierte en un espacio de lucha pol itica. Alude

ala capacidad de preservar el pasado, pero esa capacidad nece-

) 29 (



sariamente impl ica participar en la lucha por el sentido de ese

pasado a la luz de las luchas del presente y los ideales de futu-

ro. Las rememoraciones colectivas cobran entonces importancia

politica, como instrumentos para legitimar discursos, como he-

rramientas para establecer comunidades de pertenencia eiden-

tidades colectivas y como puentes hacia futuros deseados.

) 30 (

Notas

, Los av at ar es de l a p ol it ica d e just ic ia de l gobierno d e A lfon sfn -qu e

inc1uyen un inten to dejuzgamien to en lajus ticia mil itar y e l pos te rior abo-

camiento por parte de la Camara Federal - son analizados en Acuna y

Smulovitz, 1995.

'Desd e un a pe rs pe ct iv a jur id ica , l a t ar ea era c asi imposibl e, y a que se

debra usar l a l eg is la ci6n pe na l r ef er ida a homic id ios pa ra juzg ar algo mas

p arec id o a un g eno cidio. S e d eb ra juzg ar a p er so na s que pos ib lemen te no

habfan matado personalmente, que no habian dado ordenes de matar a

personas especificas (can nornbre y ape ll ido), s ino que habian organizado

y ordenado secuestros mas ivos . tortu ra . muerte y desaparic i6n de miles depersonas. La e st ra teg ia d e l a f isc al fa fue p res en ta r e vide nc ia s q ue indi ca -

ba n l a e xi st en ci a de un plan si st emat ic o, l Ie va do a ca bo e n toda s l as p ar te s

d el p ai s c an e l m ismo metoda d e de te nc io ne s i leg al es , t or tu ra y desapari-

ci6n.

, Ese evento ocurr i6 en agosto de 1997 .. EI lugar es un vacf o ba]o una

a utop is ta , " en e sa med ia c al le q ue qu cda b ajo l a a utopi st a, d ondc los au to s

escapan de Ia Capital" ( P a g in a 1 2 , 1 21 8 / 97 , p . 12).

•Un vec ino informa . "Yo era p ibe, solamente vera estacionados ahi mu-

c hos a utos d e l a po ll ci a. a ht , en f ren te de dond e es ta l a u er ra. . E Io bjet iv o

de ell os es hacer como si aca no hubi er a pasado nunca nada". ( P ag in a 1 2 ,

1218/97, p . 12),

•Un lib ro rec iente sabre la memoria colec tiva y las politicas del olvido

es pe ra que. " ar temas d e se r un homenaje a todo s aque llos q ue l Iev an a c a-

bo ac to s c ot id ian os d e res is ten ci a c ont ra e l o lv id o, s ea t am b ie n un monu -

mento simb6l ico a las victimas del terr or de est ado en Ar gent ina y Uru-

gu ay ., " Ycont in ua d ic ien do, "Es te I ib ro e s en to nce s un monumento en e l

mismo senti do en que 10 son una placa que r ecuerda ." un r el oj de sol que

conmemora . .. o u na ca ll e d e Buenos A ires q ue I lev a el n ombre d e . .. " (Ber -

gem y Reati, 1997, p. 27), .

•C laudi a Koon z (1994) pl an te a e l de ba te a ce rc a d e los memor ia les e n

los c ampos d e c on ce nt ra ci6n e n A lemania, most ra ndo quel a luc ha s e in-

t ens if ica , mas que a ca ll ar se, a med id a qu e pa sa e l t iempo y se su ce de n los

camb io s pol it ic os e n l a r e gion . Una d e l as cont ro ve rs ia s a ce rc a de los me-

mor ia le s es en que med ida l a c ons truc cion de monumentos y lugares de

memoria lradicionales deses timula e l compromiso soc ia l. Tarnb ien esta en

cu est ion si ha y maneras (no n ece sa ri amen te lug ares ) q ue 10 es timu le n. La

confron taci6n entre rncmorias populares y las memorias nflcialcs tarnb ien

es p er ti ne nt e e n e st e p un to.

, No ese l objet ivo de este traba jo ana liza r e l e scenario y los contenidos

de es a luc ha pol tt ica , P ara da r so lamen te un d at a, e n a go sto d e 1997 apa-

redo en los quioscos de Buenos Ai res un nuevo li br o, L a o tt» c am pa na d el

Nunes Mas, (de un tor tu ra do r proc es ado y c onde nado e n jui cio] . E I I i bro

ge ne r6 un d eb at e publ ic o sign if lca ti vo s ab re e l qu e y e l como del pasado

de l a r e pres i6 n de be s er mos tr ado , p res en ta do , d is cu ti do . E Id eb at e ge ne -

rado rnuestra. "en acto" , la rea lidad del confl ic to polit ico, la irrea lldad de la

"reconc ll tacion" y la profund idad de las heridas de la h is to ria.

) 31 (



• Hay transforrnaciones historicas y variaciones inrerculrurales en las

rnane ras en qu e l as s oci edad es en caran l a h ist or ia. I amemor ia, l os rnonu-

memos , l os lug ares y las conmemoraciones (Yerushalmi. 1989; Nora, 1987;

Gil lis, 1994). Esta tradicion de inves tigacicn pracuca rnerue no ha Uegado a

America Latina.

, Las entrevistas fueron recolec tadas duran te 1994-1996 como parte del

proyecto sobre Derechos y r e sp o ns a b il id a d es : e x p er i en c ia s v it a le s d e c i ud a da n ia

e n u na d e m oc r ac i a e m er g en c e, desarro llado con e l patrocinio de una beca de

l a J ohn C. and Cather in e T. MacAr thur Founda tion (Re search and Wr it in g

Fellowship) . o to rgada a Elizabe th Jel in en 1994. Marina Elberge r participo

act ivarneme en la sel ecci6n de t est imonios a tnclui r y en l as cl ave s int er -p re tauvas de la memoria . Las preguntas e imageries resca tadas y des taca -

da s p ar Ma rina (Mar in a e s d e una gen eracion que vivi6 1 a di ct adura e n su

infancia) nos puso. en e l p ropio proceso de inves tigaci6n , en una perspec -

tiva de dialogo inter-generacional. enriqueciendo el analisis.

10 En este trabajo, tratamos ca n los t emas de l amemor ia histories de la

r ep res ion . Ot ros r esu lt ad os publ ic ado s de est e proyec to se enc ueruran en

Galperin, [elin y Kaufman , 1998. y en jelin e t a I. , 1990. Otros ana lisis e stan

en curso.

II Elegimos presentar en este tex to los tes timonios de solo tre s entrevis-

t ad os. E sto permue p res ent ar alguna informa cion c on textual d e c ada uno .

No fue faci l el egi r l os cas os. y a que en toda s l as e nt revi st as ha y informa -

cion qu e p ermue mos tr ar l a comp lej idad de Iamemo ri a y del o lv ido, los

envoltorios, las huellas, los miedos y las reflexiones de los sujetos.

" "Est a anecdote que te voy a cont ar no es cormca pero vista por l os

ojos de un chi co te puede ll egar a causar un poco de risa. Tenia una com-

p ai ie ri ta d el c ol eg io, u na arnigu it a. Yo tend ri a oc ho, n uev e anos. Mi ami -

guita vivia en los edificios de pre fectura, que tenian quince pi sos, y yo vi -

via en uno de diez .. . Un dia me invito a su casa y me d ijo, "vern que t e t en-

g o qu e rnos tr ar 1 0que t ien en los so ld ado s en una p il et a, den tro d el cu ar -

lei". Y bueno, yo f ui a iomar la leche, y dentro de la pileia tenian mani-

quies. segun est a chica. que a Ia noche los juntaban y los guar daban, y al

oiro dfa a 10 mejor no los poman, y por alii venia oi ro dfa y por uan mani-

quies. Vos te imaglnas que cuando Ilegue a mi casa, corue 10que hab iavis-

to por la ver uana. Bueno, a mi mama Ie s ubio l a p resion a 20, mi papa me

p roh ibio volver a ve r a est a ne na, q ue a l a c asa d e e st a ch ica yo no iba mas.

Te imagi nas que a r edo esto yo no Ie encontraba serui do porque, como te

decia, el chico no ve la mal dad a las casas. y yo no le veia la maId ad a esa

n ena , n i a los pa dres, n i a nad a" . Uul ia )

u En palab ras d e Enr ique z, se t rai a de c ons trui r u n "compromiso nu e-

vo" ent re el pasado yel preserue "La rememoracion es el r esultado de un

proceso psiqu ico operante que consiste en irabajar los res tos de un recue r-

do pamal la, de un famasma 0 de un sueno, de manera de const rui r un

compromiso nuevo entre 10que represeruan el pasado acontecial.libidinal,

identif icatorio , del sujeto, y su problernauca actua l respecto de ese pasado,

10que e l tolera ignorar y conocer de este" (Enriquez , 1990, p . 121).

. .Los simbo los d el dolor per son al l .i ende n a e st ar c orpor iz ados en l as

mujeres -la s Madres y Abu .el as en el cas o d e Arge nt ina-mient ra s q ue los

mecan ismos ins tt tucionales parecen "pe rtenecer" a 105varones . La impor-

) 32 (

tanci a de esta dimensi 6n de genera en el tema, y l as di l1cultades de que-

brar la t ipificaci6n de roles y recursos de poder en terminos de genero, s in

dud a requier en mayor a ten cion , La mvesugac ion futura r arnbi en l endr ia

qu e o cup ar se de l a impor tanc ia, d ent ro d el movimiento de derecho s hu-

manos y en la sociedad en su conjunto, de las demandas de VERDAD ba-

sa das en el su fr im ie nto y de llug ar d e l a f am il ia y l as r el ac ion es fam il iar es

(File , 1997) en e l p roceso de construcc i6n de una cultu ra de lac iudadan ia

y la igualdad.

r s • •. the mere repet it ion ofwhat is remembered by, Of said to, those who

do not r ea ll y w ish to remembe r, i ts el f al so sounds l ik e a broken and st am-

• mering gr amophone: one wor d here and one there, a mixt ure of associa-t io ns that ha ve lost t hei r o riginal mean ing . a l angu age of fol ly and of non-

communica tion . There is nothing left to t ransmi t if nobody is there t o r e-

ceive the message . (Passertru, 1992, p . 2 -3 ).

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) 34 (

La construcci6n del IIarrepentimiento ":

los ex rep resores en la television 1

Claudia FeJd•

E I acontecimiento

El2 de rnarzo de 1995 Mariano Grondona entrevisto en el

p~ograma televisivo Hots C~avea l per iodi st a Horac io Ver-

bitsky que acababa de publicar un lib ra. EI Vueld . con el

t est imonio de Adolfo Sc il ingo sabre lae liminacion de detenidos-

desaparecidos por parte la Armada durante la d ictadura militar.

En una carta dirigida a Videla y leida al aire en la misma emi-

sion por una locutora en off , Sc il ingo afi rmaba:

~...partictpe en dos traslados aereos, el prlmero con 13 sub-

versivos a bordo deun Skyvan de la Prefec tura , y e lo tro con 17

te rror ist as en un Elect ra de laAviac i6n Naval . Se les dijo que

sedan evacuados a un penal del sur y por c lio debian se r vacu-

nados. Recibieron una primera dosis de anestes ia. laque seria

reforzada por otra mayor en vuelo. Finalmente en ambos cases

fueron arrojados desnudos a aguas del Atlantico Sur desde los

aviones en vuelo."

Este relato rue repetido en esa ernision casi en los mismos

terrninos por la voz grabada del propio ex marino. Ante la am-

plia repercusi6n de estas declaraciones. Scilingo se acerc6 al

prog ram a de Grondona con la intencion de hablar en la siguien-

te ernision, La entrevista, registrada previamente. se ern itio e] 9

de marzo con el titulo "Adolfo Francisco Scilingo da 1a cara":

"Absolutamente todo 10 que Figura en ellibro 10 d ije yo. Vine al

program a porque quiero dar la cara y ac1arar le s a todos las que

tal vez no entiendan par que hable ahara", cornenzo diciendo

Scil ingo en esa ocasion . En ter rn inos generales, en es ta entrevis -

t a e l ex represor reaf irmo 10que habia dicho anter iormente, y re-

la t6 e l recorr ido que 10 l levo . desde envia r notas a sus superiores

y a otros jefes mil itares -notas que Sci lingo l levo a l programa

para mostrar a1 aire y que fue leyendo a medida que avanzaba

en fa narracion- has ta habla r ante las camaras de televi sion .

Despues del primer prograrna tel evisiva , l as dec la raciones

de Sci lingo se t ransformaron rapidamente en un acontec imiento

rnediatico. De pronto , el tema de la represion dictator ial ernpe-

zaba a ocupar espacio en diarios y revistas, en program as de ra-

·UBA

Entrepasados . NI! 20/21, 2001: 35 - 54

los niveles de la memoria: reconstrucciones del pasado dictatorial argentino

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