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5/21/2018 LOS AFRICANOS Y LA TRTA DE ESCLAVOS.pdf

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Los africanos y la trata de esclavos

en el frica bant en los siglos XVI y XVII

NICOLS NGOU-MV"

COMO SE SABE, EL EXPANSIONISMO europeo a partir del siglo XV

tuvo en frica dos etapas: la trata de negros y, ms tarde, lacolonizacin. La trata dur desde mediados del siglo XV hasta

finales del XIX, es decir, cerca de 450 aos. Consisti en la extraccinmasiva y forzada de africanos hacia Amrica, donde gener otro fenmeno histrico: su esclavizacin.

Tradicionalmente, la trata y la esclavitud de los negros se han ahordado

separadamente, como si, por un lado, la trata hubiera sido un negocio detransporte martimo ordinario, particularmente lucrativo, organizado porlas naciones europeas, y, por otro lado, como si los negros introducidosen Amrica y hechos esclavos hubieran surgido de la nada, sin tomar encuenta la historia africana anterior a la trata.

Estos enfoques han dado lugar a que la trata sea vista slo como untema doloroso del que no conviene hablar porque translorm a seres

humanos en simples vctimas de la historia; de ah la corriente que ha circulado recientemente sobre indemnizar a los africanos por la trata. Perocontra esta corriente, ya se vena afirmando desde la poca de la trataque los negros siempre tuvieron su propia esclavitud y que la trata nuncase hubiera realizado sin estos antecedentes y la colaboracin de los mismosafricanos. Todo esto ha dificultado, por un lado, la comprensin del papel

que desempe realmente el africano en la trata y, por el otro, la interpretacin de la conducta de los negros introducidos en Amrica.

Dirigir correspondencia a la Universidad Ornar Bongo, B.P. 2820, l.ibreville, Gabon, frica Central, e-

mail: [email protected].

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mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]


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En vez de esto podramos considerar a la trata y a la esclavitud como dosfases de una misma operacin, que para los europeos consisti en trasladara Amrica para resolver problemas concretos millones de africanos

portadores de culturas milenarias; operacin que puso en marcha, a travsdel Atlntico, mltiples interacciones entre Europa, frica y Amrica.

Apoyndose en trabajos recientes que han subrayado la superioridadnumrica del frica bant en la introduccin de negros en Mxico, esteartculo no pretende inventar nada nuevo, sino servirse de la documentacinexistente y disponible, de africanistas y americanistas y en la de los

negreros, cuando sea posible, para intentar descifrar ya no solamente loque le han hecho al africano, sino sobre todo lo que l mismo hizo en elfrica bant durante la trata. As, podremos ver, quizs, que la trata de negrosfue un negocio creado por el expansionismo europeo en el que, sin duda, losafricanos participaron pero al que luego se opusieron enrgicamente, prolongando esta resistencia en Nueva Espaa hasta los siglosXVIy XVII.

LACOLABORACIN

Desde el siglo XVI hasta hoy, para justificar la trata, los negreros y susdescendientes han utilizado una argumentacin que atribuye la responsabilidad de la trata a los mismos africanos. Sus prcticas ancestrales y sucolaboracin con los blancos1 son presentadas como los factores sin los

cuales la trata de negros nunca hubiera nacido, nunca se hubiera realizado.Se subraya, por ejemplo, que el Kongo se haba desarrollado, muchotiempo antes de los portugueses, gracias a un desplazamiento forzado demano de obra desde las regiones vecinas y perifricas hasta la capital,Mbanza Kongo: el que una parte de estos desplazamientos habituales hayasido orientada hacia los portugueses a cambio de mercancas entraba simplemente en la misma lgica de desarrollo.2Pero en el frica bant, la rea

lidad cultural no fue nunca tan simple y mucho menos las relaciones entreel gran reino del Kongo, sus "vasallos" y los portugueses.

1 I'ANTOIA,2000,p. 93.

' I'IIORNTON. 2001, p. 46.

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Los inicios

Volvamos primero a los antecedentes para recordar que, al finalizar el

siglo XV, la Europa cristiana e ibrica se haba lanzado al descubrimientode "nuevos mundos" poco despus de haberse liberado ella misma de unalarga dominacin musulmana, y que una reconquista de varios sigloshaba puesto a los cristianos en una intolerancia religiosa que haca legalla conquista y la esclavizacin de los "infieles". Con este mismo espritu,en 1455, por la bula Romanus Pontifex,el papa Nicols V haba atribuidoa Portugal el derecho de "conquistar los pases de los infieles desde el

Cabo Bojador y Num hasta Guinea [...] esclavizar a sus habitantes ydespojarlos de sus pertenencias".3 Ms tarde, en 1493, los ReyesCatlicos reclamaron y obtuvieron del papa Alejandro VI una bula idntica, de la que se valieron los espaoles para esclavizar tambin a los"indios". Estas son las bases psicolgicas, ideolgicas y jurdicas queavalaron el expansionismo europeo hacia los mundos "nuevos". En ambos

lados del Atlntico, los ibricos no esperaron conocer los usos de losamerindios ni de los africanos para decidir que la suerte de toda esa genteera ser sus esclavos. Era suficiente que los pueblos "descubiertos" dieranalguna muestra de no comprender qu cosa era el Evangelio, para hacerles la guerra. Estas guerras recibieron el ttulo de "Guerra Justa". Decirlono es culpar a los europeos ni transformar a los africanos en vctimas dela historia.

Veamos ahora la manera como se condujeron los unos y los otros en elfrica bant: el primer Estado con el que los portugueses entran en contacto es el reino del Kongo, tambin el ms importante. Ah, el pretextodel rechazo del catolicismo por los nativos fue hbilmente esquivado porla jerarqua kongo. Y as se evit la guerra. La llegada de Diogo Cao a ladesembocadura del ro Zaire en 1482 provoc un gran entusiasmo en

Portugal. El Kongo fue celebrado como el ms grande de todos los reinos"descubiertos" hasta entonces en las costas de frica. Pero poco despuslleg la desilusin y luego estall la guerra. Por qu?

KONETZKE, 1982, p. 22.

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El 19 de diciembre de 1490, ocho aos despus del primer contacto,zarp de Lisboa rumbo al Kongo donde se haba visto que el comercioera prometedor, una flota de tres barcos con misioneros, soldados enarmas, campesinos, aJbailes, carpinteros con sus herramientas y algunasmujeres de Portugal. As, el 29 de marzo de 1491, la flota portuguesalleg al puerto de Mpinda. Antes de continuar su camino a MbanzaKongo, los portugueses recibieron, el 3 de abril, la adhesin al cristianismo del jefe de la provincia. Fueron conducidos y recibidos con honores en Mbanza Kongo. Traan ricos regalos al rey Nzinga-a-Nkuvu,

como telas de terciopelo y otros artculos suntuosos. El 3 de mayo de1491,el rey se dej bautizar con el nombre de Joo I y, junto con l, grannmero de los miembros de su corte y jefes de provincias. Entre ellos, supropio hijo y heredero, Mvemba-a-Nzinga, jefe de la provincia deNsundi, quien tom el nombre cristiano de Alfonso. El mismo ao, llegaron los primeros misioneros franciscanos4 y, en junio, se termin laconstruccin de la primera iglesia de Mbanza Kongo.

Modernizarel pas

La rapidez y la facilidad con que el catolicismo se instal en el Kongopueden sorprender. Sin embargo, detrs de este proceso estaba el intersmaterial. Los portugueses esperaban hacer buen comercio en este reino y,

por su parte, las autoridades locales vieron pronto que el entablar relaciones profundas con esta gente les poda reportar beneficios, ya que losblancos traan abundantes y ricas mercancas y, con sus barcos y caones,demostraban tener mucho poder. En vez de tratar de oponerse a tanimpresionante potencia, el Manikongo resolvi aliarse con los blancospara descubrir el secreto de su potencia, que pareca residir en su religin.En otro ensayo hemos subrayado toda una serie de factores que pre

disponan favorablemente a los pueblos bant hacia la nueva religin.5

As, desde el principio, los dirigentes y el pueblo acogieron a los extran-

' M I K I I i , l 'J 'U.p. 134.SNuOl! .Mvf. 2001. pp. IK8 20)

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jeros, aceptaron su evangelio, les ofrecieron regalos y les confiaron sushijos para que los educaran, es decir, para que les transmitieran su cienciay su potencia.

En 1506, muere Nzinga-a-Nkuvu o Joo 1, rey del Kongo. Su hijoMvemba-a-Nzinga sube al trono con el nombre de Alfonso 1 (1508-1543).En 1509 hizo construir los locales de la primera escuela portuguesa, paraunos 400 alumnos, miembros de su familia. Otros jvenes fueron enviadosa estudiar a Portugal, entre ellos el propio hijo del soberano, don Enrique,quien ms tarde sera el primer obispo bant de la historia. As, con el reyAlfonso I se inici en el Kongo una poltica de modernizacin y burocrati-

zacin del Estado, que se apoyaba en la creacin de una lite kongo evangelizada y alfabetizada. Entre tanto, haban llegado misioneros de variasrdenes: en 1508, un grupo de frailes azules de la Congregacin de SanJuan Evangelista, seguido por otras rdenes religiosas que competan paratener el privilegio de enviar monjes al Kongo.6 Es probable qie en esosaos unos misioneros franciscanos hayan redactado e hicieran imprimir uncatecismo en ki-kongo, primer libro escrito en una lengua bant. Al principio pues, los portugueses se lanzaron, a peticin de los africanos, a unaactividad misionera que, en ciertos puntos, poda compararse con la quesimultneamente empezaban a realizar los espaoles en Amrica.

Obviamente la evangelizacin y alfabetizacin se dirigan prioritariamente a los miembros de la lite kongo, dado que a sta le correspondamodernizar el reino. Su colaboracin con los europeos alcan/ tales nive

la que el catolicismo lleg pronto a transformarse en el smbolo delpoder poltico. Para las lites se trataba no slo de adoptar y copiar losusos europeos, sino tambin de penetrar y asimilar su estructura social ysu modo de pensar. Ya se ha visto que esta corriente se inici con el reyAlfonso I, aliado de los portugueses que le haban ayudado a subir alpoder contra su hermano y rival, el tradicionalista Mpanza-a-N/.inga.

Esta corriente colaboracionista se impondra definitivamente durante elreinado de Diogo I de Kongo (1543-1561).

6 BlRMINGHAM. 2000, p. 259.7BMANDIF.R, 1965. p. 56.

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Segn J. Thornton, quien ha estudiado sus cartas, Alfonso I tena unaprofunda comprensin del funcionamiento de las cosas en Portugal quese deba a su estrecha implicacin en los asuntos portugueses y a la simili

tud entre los sistemas sociales vigentes en Portugal y el Kongo.8Desde supoca, una corriente migratoria de estudiantes kongo hacia y desdeLisboa le permiti enterarse constantemente de la estructura social portuguesa y de los acontecimientos diarios que ocurran en Portugal. Otroskongos vivan en Lisboa, desempeando a veces altas funciones o conduciendo negocios. Uno de ellos, Antonio Vereira, se cas con una mujerde la familia real portuguesa. En la isla de Sao Tom vivan tambin ricoshombres kongos con sus familias, y sus hijas se casaban con portugueses.El mismo Alfonso 1tena tantos intereses en Sao Tom que, en 1514,pidi al rey de Portugal que le donara la isla.9 Los esfuerzos de acul-turacin de la lite kongo eran tales que hasta su antroponimia habaempezado a europeizarse.

Por entonces los esfuerzos portugueses por cristianizar, alfabetizar y

modernizar el Kongo se situaban todava fuera de los intereses mercantiles.Pero es claro que, desde Alfonso I, esta estrecha cooperacin con loseuropeos sirvi para fortalecer el poder central. Pronto surgiran las contradicciones y las dudas, tanto entre los portugueses como entre loskongo, inclusive entre la propia lite.

FIN DELSUEO

En efecto, hasta el primer decenio del siglo XV], el balance que se podrahacer de la cooperacin entre los europeos y el Kongo es una evange-lizacin rpida y superficial del reino, la construccin de escuelas e iglesias, el envo a Lisboa y la formacin de los hijos de la nobleza kongo enesta ciudad, la introduccin de mercancas europeas y la adopcin de

usos y gustos portugueses por la nobleza kongo. Pero, de acuerdo con lamentalidad mercantil portuguesa, la pregunta clave que uno puede

"THORNTON, 2001, p. 51

" liioRNTON,2001,pp.52-53.

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hacerse ahora es: qu ganaban ellos con todo esto, ademas de teneracceso a los circuitos del poder?, qu ofrecan los gobernantes kongo acambio de modernizar su tierra?

El dilema mercantil

Segn las apariencias, el "buen comercio" que, al llegar, los portuguesespensaban hacer con el Kongo no se refera al de los esclavos, ya que lagente haba adoptado el catolicismo, evitando la "Guerra Justa".Tampoco podemos afirmar, como los negreros, que para los africanos la

entrega de jvenes a los portugueses se hiciera con la idea de "vender"esclavos, puesto que estos jvenes eran hijos de la familia real.Parece que al principio era ms importante la disposicin de los

africanos a comerciar con ellos, que los productos propiamente dichos.Pues los productos que ofrecan los africanos (el marfil, algunas especias,rafia, conchas, etctera) no tenan una demanda importante en laeconoma portuguesa de ese entonces. En cambio, desde 1415, lo que sahogaba a esa economa era la escasez de trigo, de oro y de azcar10y, porsupuesto, la falta mano de obra necesaria para su produccin. Son puesestos productos, y esencialmente el oro, los que los portugueses esperabanencontrar en el Kongo. Y efectivamente, desde su llegada haba esperanzas de encontrar minas de oro, de cobre y de plata en el interior del pas.En el siglo XVII, O. Dapper observ que los comerciantes de Loango,

adems de los esclavos y el marfil, ofrecan cobre a los portugueses,trayndolo de unas minas situadas al nordeste del reino del Kongo, haciael territorio de los Anzicos." Pero estas minas, los portugueses las siguieron buscando hasta 1667 y nunca las encontraron ni las explotaron.12

Prosiguieron esta bsqueda hasta el reino de Ndongo, vecino y "vasallo"del Kongo, que ellos llamaran "Angola".

Suponemos que la trata en el frica Central naci de este dilema, y node una tradicional esclavitud entre los negros, ni de los desplazamientosde trabajadores forzados hacia Mbanza Kongo. Porque si fuera por estas

,0MBOKOLO. 1995. p. 205.1 1 DAPPER, 1974. p. 328.I2BALANDIER. 1965, p. 65.

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razones, no se entiende por qu los portugueses no se apoyaron en estasprcticas tradicionales para explotar el suelo y el subsuelo africanos deuna manera sistemtica, como lo hacan los espaoles en Mxico, trans

formando, por ejemplo, el coatequitl de los aztecas en "el repartimiento"colonial. No se entiende por qu prefirieron desterrar a esta gente delKongo a la isla de Sao Tom, donde xampoco haba minas, pero donde seinstalaban plantaciones de caa de azcar y por donde pasaba la rutamartima hacia El Mina, hacia Portugal y ms tarde hacia Amrica, esdecir, hacia los destinos donde los negros eran solicitados como mano de

obra y esclavizados.13

En el frica bant, este dilema dio lugar a la reorientacin de lapoltica portuguesa en dos sentidos: 1) hacia el abandono de la modernizacin del Kongo y el desarrollo del ttfico negrero y2) hacia la conquista de nuevos territorios.

Hay que recordar que desde su llegada a las costas del frica Central,los portugueses haban instalado su base de operaciones en la isla de Sao

Tom. La cooperacin con los reinos de la regin estaba bajo el controlde los colonos de la isla, que tenan contratos comerciales para explotarlas costas del continente. La reorientacin de la poltica portuguesa diorienda suelta a sus apetitos y puso fin a los principales aspectos de lamodernizacin del pas: la evangelizacin y la alfabetizacin. En ciertomomento, los infantes kongo enviados a Portugal para su escolarizacin

eran confiscados en Sao Tom y hechos esclavos. Ms tarde, ante unasolicitud de ms obreros portugueses para seguir modernizando elKongo, la Corona portuguesa contestara que no convena poner a la disposicin del reino africano tales tcnicos porque sera motivo de desobediencia, o sea, de independencia.14

Los contratos de los colonos de Sao Tom se extendan hasta Luanda,adonde enviaban sus expediciones. El acercamiento directo hacia estereino se aceler a partir de 1563, segn Beatrix Heintze, tomando ungiro decisivo en 1575 con la llegada a Luanda de Pablo Daz de Novis,

1 1 MACALHABGOMNHO, 1971, p. 151 y u.1 4 BAIANOIIK. 1>K.S. |v 74.

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para llevar a cabo in situ la explotacin minera y el comercio deesclavos.15

Todo esro significa que los antecedentes portugueses de esclavizar a los

infieles y su afn de lucro se combinaron para que, por su propia iniciativa, se empezaran a abandonar los esfuerzos iniciales para modernizar elKongo. Slo as llegaron efectivamente a aduearse de las rutas comerciales y otras estructuras preexistentes para reorientarlas al servicio de sutrfico. Pero esta reorientacin extraa ru precisamente uno de loshechos que provocaron las tempranas reticencias de la lite y del pueblokongo para seguir colaborando con ellos.

Lacolaboracincon la trata y la guerra

En la costa, la mayor parte de los jefes aceptaron inicialmente colaborarcon los portugueses, incluso en la entrega de algunos esclavos. Peroninguno de ellos aceptaba vender gente de su propio pueblo. Sus

primeras reticencias a este respecto y la necesidad de ir a buscar gente deotros pueblos hicieron necesaria la introduccin de la fuerza en este negocio. Durante la conquista del reino de Ndongo, los portugueses firmabanacuerdos de vasallaje con diferentes jefes locales, ofrecindoles su proteccin militar a cambio del pago de tributo y de la libertad comercial en suterritorio. La poca prisa de los nuevos vasallos a satisfacer las exigenciasportuguesas atraa sobre ellos represalias sangrientas.16

Muchos autores insisten en que los europeos de aquel entonces notenan una superioridad tecnolgica decisiva sobre los africanos,1 pasandopor alto este cambio dramtico provocado por la introduccin del fusilcomo principal herramienta de un nuevo tipo de colaboracin. Las aunasde fuego no eran una "tecnologa" como cualquiera, sino servan ysirvieron sobre todo para capturar y para matar hombres y mujeres del

frica Central, para debilitar a los reinos. Al crear una nueva demanda, los

HE1NTZE, 2001, pp. 117-146.

LlENHARD, 2001, p. 80.

BALANDIF.R, 1965. pp. 39-62.

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europeos dieron tambin a sus socios un nuevo medio para satisfacerla.Con la introduccin del fusil, se les impona la guerra a los africanos contra ellos mismos. Es el fusil el que sometera a todos los africanos (colabo

radores u opositores) a la dependencia tecnolgica europea.No se trata de insinuar que los portugueses inventaron la guerra en el

Kongo y Ndongo. Al contrario, mucho antes de la llegada de loseuropeos, el poder siempre se conquistaba por la violencia, la guerra. Perocon la intromisin de los portugueses en la poltica del Kongo, estas guerras se transforman primero en la lucha de los modernistas (que aceptan y

utilizan la nueva fe) contra los defensores de la tradicin, la lucha entre lacolaboracin y la resistencia.Con la reorientacin de la poltica portuguesa, el armamento kongo se

enriqueci considerablemente entre los siglos XVI y XVIII. El arco, las flechas con puntas de acero, el palo de madera dura usado como garrote,eran las armas ofensivas tradicionales ms conocidas. Por ejemplo, lostekes llevaban al costado una funda de piel de vbora, donde guardaban

puales.18 Exista tambin la lanza y la azagaya. Hoy da en el fricaCentral estas armas no han desaparecido. Pero en el siglo XVII se mencionan ya armas nuevas: la daga, el hocino, el hacha pequea, la espada, lasbotas de guerra y naturalmente las armas de fuego, todas introducidaspor los portugueses. Desde el siglo XVI, lo esencial de las mercancasintroducidas por los europeos eran estas armas, siempre con el pretexto

de aumentar la potencia de tal reino frente a sus vecinos y, a la vez, lapotencia de stos contra aqul.

Entre los africanos del frica Central la principal finalidad de las guerras fue la captura de esclavos. Los vencidos de una batalla se retiraban endesbandada, perseguidos por los vencedores, que capturaban prisionerosde guerra y mataban a los viejos. Despus de esta persecucin los vencedores se regresaban a su pueblo con las presas, gritando la victoria. Cadasoldado presentaba su captura y tena que ofrecer al rey una parte. Losprisioneros eran despus vendidos a los europeos. Segn Proyart, en elsiglo XVIII la trata era todava la actividad principal del reino de Loango:

BAU 1974. pp. 32-35.

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esos esclavos eran esencialmente prisioneros de guerra, que se vendan enel mismo campo de batalla o a veces en la costa, no directamente a loseuropeos, sino a unos intermediarios designados por el rey.19

Otras guerras eran las lanzadas por los portugueses. Segn los datosque Parreira ha recogido de Cadornega, militar y negrero portugus delsiglo XVII, los portugueses lanzaron o participaron directamente enunas 117 guerras de 1603 a 1679 en el frica Central. Los periodos msbeligerantes fueron el de 1617-1620 (con diecisis guerras) y el de 1641-1642 (con igual nmero de guerras). Ocho fueron lanzadas en la regin

de Kisama slo entre 1603 y 1607 y cuatro en la de Mbuila en ese mismoperiodo. Slo en 1607, hicieron cinco guerras.2'Conviene subrayar que, en estas guerras, los portugueses encontraron

en los yagas sus socios ms eficientes. De hecho, los portugueses y losyagas fueron, juntos o separados, un factor permanente de disturbios enel frica Central y Austral de los siglos XVI yXV11. Participaron en todoslos actos de guerra dirigidos contra los Estados de la regin. Pandillas deyagas se multiplicaron desde la costa hasta las tierras de Matamba, formando en todas partes unas avanzadas de los ejrcitos portugueses.Dapper seala que el Loango tena con los tekes del interior un comercioque hubiera sido muy floreciente si los caminos no hubieran sido constantemente cortados-por los yagas.22

En efecto, los yagas eran como mercenarios procedentes de diferentes

pases. Su historia ha sido objeto de varios estudios y debates que aqu novamos a analizar.23 Sin embargo, segn estos especialistas, varios avcn-rureros, esclavos huidos, jvenes prisioneros de guerra, etctera, se juntaban con los yagas o se hacan yagas, conformando unos ejrcitos fundados en un conjunto de ritos militares llamados "kilombo". Estos ritos lesprohiban tener familia y destruan en ellos todo vnculo afectivo que

PROYART, 1776, pp. 149-160.

CADORNEGA, 1972.

PARREIRA, 1990, pp. 99-109.

DAPPER, 1974, p. 328.

MILLER, 1995.

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podan tener con la tierra o con sus habitantes. La antropofagia formabaparte de estos ritos.24

Mientras tanto y a consecuencia de esta atmsfera de terror, se desarrollaba la exportacin de los prisioneros. As, segn el padre Alonso deSandoval, de 1600 a 1642 salan cada ao del puerto de Luanda, capturados en los reinos de Loango, Kongo, Ndongo y Matamba, unos 15 000esclavos para las Indias. Por ejemplo, en 1622, once barcos negreros deSanlcar y Cdiz salieron del puerto de Luanda. En un solo da (el 22 deagosto) los negreros se llevaron a unos 23 048 esclavos capturados en

Ndongo, con destino a "Brasil e Indias".25

LA RESISTENCIA

Se ha hablado mucho de la colaboracin de Alfonso I con los portugueses y de su de papel como gran promotor de la trata. As, por ejemplo,se menciona que fue en 1512 cuando envi por primera vez a su "realhermano de Portugal" un cargamento de esclavos. Pero al mismotiempo no se recuerda el hecho de que, en 1526, este mismo soberanoescribi a otro "hermano real" suyo, el rey Joo III de Portugal, paraprotestar contra los abusos de los negreros. La resistencia de losafricanos contra la dominacin portuguesa no se inici siempre amanos de sus adversarios declarados, sino muchas veces en las mismas

filas de los adeptos de la colaboracin. Son las contradicciones y losabusos de todo tipo los que empezaron pronto a provocar las dudas delos africanos en cuanto a la sinceridad de sus nuevos socios. Las reticencias se fueron radicalizando tanto en el mbito religioso y cultural comoen el poltico y militar.

l'so le decan al padre Alomo de Sandoval en Cartagena de Indias los esclavos que procedan de

i lumia SANDOVAL, I 987. pp. 115-114.

vNIKlVAI. I'>87, p. IOS.2 6 M lR lr T , 1991. p. I3V

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LOSAFRICANOSY LATRATA DE ESCLAVOS EN El FRICA

La resistenciacultural yreligiosa

La conversin al cristianismo de Nzinga-a-Nkuvu en 1491 no fue sola

mente el punto de partida de la colaboracin entre la lite kongo y losportugueses, sino representa tambin el antecedente inmediato de las reticencias que pronto iban a surgir dentro de esta misma lite en cuanto alos lmites de la colaboracin. Pues poco despus de esta histrica conversin, como es sabido, el soberano kongo tuvo que renunciar al cristianismo, al descubrir las exigencias contradictorias e intolerables que estaadhesin le impona.

Por ejemplo, cmo admitir que a un rey se le exija renunciar a todaslas mujeres del pas para quedarse con una sola? Cmo comprender quese le exija al rey despojarse de los amuletos que le dan potencia, cuando lhaba adoptado el cristianismo para aumentar esta potencia?

Creo que en toda la historia de las relaciones entre europeos yafricanos, la poligamia y la "brujera" son las prcticas culturales con

tra las que la Iglesia catlica ha luchado ms. Pero son tambin lasprcticas que el pueblo bant ha conservado con ms energa. Hastahoy, en el frica Central la poligamia sigue vigente, incluso en lasleyes orgnicas de los diferentes Estados modernos. La magia, losritos secretos y todo lo que los cristianos llaman "supersticiones",siguen igualmente vigentes, no solamente en las selvas sino tambinen las ciudades, las oficinas de los ministerios, los hospitales, las

escuelas, los laboratorios, etctera. Y toda esta gente proclama sucristiandad, confiesa y comulga cada domingo en iglesias catlicas,apostlicas y romanas.

Estos ejemplos expresan todo el dilema al que desde el siglo XV seenfrenta el frica negra, entre la modernidad y la tradicin. Quizsel papel paradjico desempeado por los primeros sacerdotes en la

evangelizacin del frica Central fue un factor agravante de estedilema.

En efecto, hasta donde hemos podido investigar, las autoridades portuguesas no parecen haber concebido un proyecto social concreto ni unprograma preciso para evangelizar el Kongo, como los espaoles enAmrica. La conquista y colonizacin del Kongo y Ndongo no tuvieron

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su Bartolom de Las Casas ni sus "Leyes de Burgos". 27 Pero s susTorquemada y sus hogueras: el 2 de julio de 1706, Doa Beatriz Kimpa

Vita de Kongo, fundadora de la iglesia de los "antoninos", fue quemadapor los misioneros portugueses por hereje.28 Aunque al principio de laaventura africana las rdenes religiosas se precipitaron para enviar sacerdotes al Kongo, la mayora de ellos eran extranjeros que no compartanlas ambiciones imperiales de la Corona de Portugal; de ah las frecuentestensiones entre estas rdenes y el Estado portugus.

Ya hemos hablado de la reorientacin de la poltica portuguesa en el

frica Central y cmo los comerciantes y los religiosos de Sao Tomdesempearon un papel decisivo en esto. Hombres de poca conviccinmisionera, ms aptos a seguir los lincamientos de la Corona, no dudaronen comprar y vender esclavos.

No parecen haber tenido ni la voluntad, ni el tiempo, ni los mediostericos idneos para llevar a los nativos a adecuar sus prcticas con la

palabra de Cristo. Otros se dejaron llevar por una vida licenciosa. Se habladel caso de un sacerdote portugus, el padre Ribeiro, quien lleg a vendersus objetos de culto para comprarse esclavos,29 hecho que simboliza todala conducta de la Iglesia en el frica Central, caracterizada por el abandono de la evangelizacin y la participacin en el trfico de cristianos.

Pero, sobre todo, cmo comprender este empeo de los cristianos enesclavizar a otros cristianos? Un documento del Archivo General deIndias, escrito al rey de Espaa por frailes capuchinos el 19 de agosto de1644, revela que, segn la prctica comn, los religiosos no veanninguna incompatibilidad en utilizar a los negros como moneda parasufragar los gastos de su viaje al Kongo para la "evangelizacin" del reino:

Fray Francisco de Pamplona, en nombre de los misionarios del Reyno de Kongo:

dice que por decrcro de V.M. se comitio al Consejo de Indias informase sobre la pre-

Hubo defensores aislados c individuales de la causa de los negros, pero dnde esiin las obras de un

I ilim ilc lienavenle o de un Jernimo de Mendieu sobre la conquista de frica'

"NOOU-MVt, 2001, p. 194.

"BALANDIFR. 1965, p. 71.


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tensin que cieen de que para mas racil expedicin de su viaje diese V.M. licencia ypermisin a la persona que los condujese al dicho Reyno de que abiendolos dejadoen el pudiera llevar a qualquiera de los puertos de las indias occidentales 150 a 200negros [...] porque con la permisin de los dichos negros los llevara el dueo del

navio sin fletes ningunos. E tambin es muy considerable el beneficio que se ara a losvasallos de V.M. de las indias ocidentales donde se llebaren por la gran falta que aydellos l . . . ] 3 0

Frente a todas estas profundas contradicciones, una actitud generalizadaen el frica bant consisti en tratar de evitar a estos sacerdotes, definitivamente vistos como gente nociva e infiel a Dios, para buscar el contactodirecto con este mismo Dios o con el papa.

As, el pueblo creyente, que haba abrazado el cristianismo, entr enprofundas dudas, y empez a adoptar posturas contrarias a la fe cristianacomo, por ejemplo, la de crear nuevas iglesias y nuevos mcsas, sustituirlos smbolos europeos por smbolos africanos: as fue como naci elmisticismo de Kimpa Vita. Hasta hoy, en el frica Central siguen cren

dose nuevas iglesias "nacionales" para salvar el pueblo.Por su parte, varios soberanos trataron de establecer relaciones directas

con la Santa Sede, como fue el caso de Alvaro I y Alvaro II. ste ltimotrat de hacer del papa el descolonizador del Kongo a travs de unapoltica de distanciamiento con los colonialistas Espaa y Portugal: envial portugus Duarte Lopes como su embajador a Roma en 1583 paratratar de solicitar la ayuda directa de la Santa Sede a favor de la evange-lizacin verdadera del reino. Pero Felipe II ejerca sobre el cristianismo delKongo un fuerte Regio Patronato que impidi todo contacto. En 1641,cuando los holandeses ocupan Luanda, nace una solidaridad de los reinosdel frica Central con los invasores y contra los portugueses. De estaforma, el rey Garca II Alfonso pudo por fin establecer relaciones directascon Roma, despus de la eviccin del intermediario portugus. 31

Desgraciadamente, los portugueses ocupan de nuevo Kongo y Angola en

Archivo General de Indias (en adelanteAG). IruUfrrrnu27%.

BALANDIER, 1965. pp. 63-64.

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1648 e imponen a Garca II un tratado por el que renunciaba a las minasdel pas. La resistencia de su sucesor, Antonio I, fue motivo para que losportugueses lanzaran contra el reino una guerra total que concluy enAmbuila el 25 de octubre de 1665 con la derrota definitiva de los kon-gos.El rey Antonio I fue muerto y sus restos hechos "quartos".

Resistenciamilitar

Los usos militares en el frica bant se describen como esencialmente

idnticos entre los diversos pueblos. La campaa de guerra se preparabacon un arsenal mgico destinado a solicitar la ayuda de las potenciasocultas. Siempre iban unos brujos con los soldados y cada uno de stostena sus propios amuletos de proteccin. Se utilizaba como excitante laraz de un arbusto {mundyondyo) despus de macerarla en vino depalmera. Serva tambin para exaltar las pasiones y provocaba visionesdurante las guerras o los ritos iniciticos.

1.a organizacin militar, las tcnicas guerreras, el orden de las tropas, elarmamento, la estrategia, los medios para exaltar la valenta de los soldados y las armas eran parecidos entre los soldados del Kongo y del Ndongo.El combate se haca a pie, despus de dividir al ejrcito en varios cuerposdispuestos segn la configuracin del terreno. Segn Duarte Lopes, paraprotegerse de las flechas enemigas, los soldados tekes hacan girar delante

de ellos, a gran velocidad, una de sus propias flechas, de tal manera que laflecha enemiga se paraba en el aire sin hacer impacto al blanco.33 Losmovimientos del combate eran dirigidos por el general y transmitidos a lossoldados al sonido de campanillas y tambores previamente arreglados,informando, advirtiendo y dando rdenes a los soldados. En la escaramuza, stos demostraban gran vivacidad lanzando sus armas y saltando deun lado a otro para evitar las enemigas. Cuando el general senta fatiga en

su gente, haca tocar la retirada. Los primeros se iban efectivamente perollegaban otros en su lugar, hasta que los ejrcitos se agotaran.

BAIANHIH, 1%S, pp.63-64.

BAL.1974.pp.32JJ

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Ya hemos mencionado el efecto devastador que las guerras portuguesastuvieron sobre la poblacin y los ejrcitos de Kongo y Ndongo, temadetalladamente descrito por los especialistas. En estas largas guerras de

resistencia contra los europeos, los africanos del frica Centralatribuyeron a la selva un papel estratgico. Los portugueses describieronampliamente el pavor que les causaba este espacio impenetrable, y tambin la presteza con la que los negros la utilizaban como asilo y fortaleza.En sus diferentes refugios, la reina Nzinga se apoy singularmente en estealiado natural.34 La construccin de las aldeas se haca segn los imperativos de su defensa: en lugares altos para observar el vecindario, rodeada

de alguna fortaleza natural o en lugares apartados de las grandes vas detrnsito de las tropas. Se instalaban diversas trampas alrededor de lasaldeas para protegerse de los ataques enemigos. Antes del enrrentamiento,se tomaban toda una serie de precauciones para asegurarse de la victoria.

Pero durante casi un siglo, la resistencia militar se cristaliz en la figurade una mujer, la reina Nzinga de Matamba, y en una institucin, el kilom-

bo de los yagas, sobre los que existen abundantes y acalorados debates yuna extensa bibliografa de la que se pudo hacer la siguiente sntesis.Desde 1581 y hasta su muerte en 1617, Ngola Kiluanji, soberano del

Ndongo, vivi resistiendo contra los portugueses. En esta digna obstinacin, ser remplazada por su hija, Nzinga Mbandi, quien efectivamente resisti contra la dominacin portuguesa hasta su propia muerteen 1663.35

Nzinga haba heredado de su padre el orgullo, el valor, la tenacidad yel odio a los extranjeros. En una frica Central que los portugueseshaban hundido en interminables guerras, stas eran virtudes que le tra

jeron la notoriedad histrica y la simpara de su pueblo. Aunque ielugiada en las tierras de Matamba a la muerte de su padre en 1617 paraescapar de la ambicin y crueldad de su hermano, Nzinga se enteraba de

las actividades portuguesas, de sus alianzas con los jefes locales y con losguerreros yagas, de la progresin de sus ejrcitos hacia las minas de

LlENHARD, 2001, p. 76.

SOROMfcNHO, 1962, pp. 47-53.

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ULA 2/JULlO-DICIEMBRE DE 2003

Kambambe en el Ndongo, de la huida de su hermano Ngola Mbandiautoproclamado rey y de la captura de Mocambo, su hermana. Frente aesto, ella acept ir a Luanda a negociar la paz con los portugueses, tratn

dolos de igual a igual. Con el fin de lograr la paz entre su pueblo y losportugueses, Nzinga se dej bautizar por los jesutas en 1621 con el nombre de Ana de Souza. Pero de regreso a su tierra, deshizo la alianza e hizomatar a los que queran adherirse a ella, incluso a su hermano, el rey deNdongo, proclamndose reina en su lugar. La nueva reina de Ndongoatac a todos los jefes locales que intentaban ponerse al servicio de losportugueses. En su represalia, stos pusieron todas sus fuerzas en marcha,

apoyndose en los yagas. Fue una guerra total, en la que la reina tuvo queir de refugio en refugio hasta regresar nuevamente a su base estratgica deMatamba en 1622, proclamndose reina de Ndongo y de Matamba.Prosigui la guerra durante treinta aos contra los portugueses, parareconquistar el Ndongo. En esta lucha, que se convirti en una verdaderaobsesin, tuvo que buscar y entablar alianzas con el Kongo, con los yagas,

con los holandeses y con todos aqullos que se oponan a la trata. Ya, enotro trabajo, hemos visto cmo Nzinga, en su tenaz resistencia contra losportugueses, foment la huida de los esclavos en toda el frica Central, 36

transformando su reino de Matamba en el mximo smbolo de laresistencia antiportuguesa: los esclavos escapados de las zonas controladaspor los portugueses buscaban asilo en las tierras de Nzinga, quien lesofreca libertad y tierras. Para resistir a los yagas con sus mismas armas y

tcnicas, la reina Nzinga se cas con el jefe yaga Cangola, inicindose alos ritos del kilombo y hacindose comandante de tropas yagas. Al hacerlo, adopt tambin para sus ejrcitos los ritos, las creencias y las costumbres de los yagas e inclusive todas sus tcnicas militares. De estaforma puso la pericia del kilombo al servicio de la resistencia contra losportugueses. Esto le permiti a sus fuerzas recibir el apoyo del Kisama y

del Kongo. 1.a resistencia obstinada de Nzinga Mbandi fue un obstculomayor al flujo comercial portugus en el siglo XVII.

Ncou-Mvt 1999, pp. 7-40.

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La terrible y temida eficacia de los yagas hizo que algunos soberanosafricanos, adems de recurrir a sus servicios, como ya se ha dicho, losintegraran a veces a sus centros de poder y decisin. Otros soberanos se

hicieron yagas al adoptar el rito del kilombo. En efecto, este rito era unainstitucin a la que se poda adherir cualquier hombre que aceptarasometerse a su frrea disciplina sin importar su origen, su tribu o sulinaje. Esta particularidad facilit la diseminacin de los yagas y la propagacin del kilombo en el frica Central, haciendo de l la institucinbant ms conocida de su poca. Hoy da todava encontramos variospueblos "yagas" o "bayag" en diferentes pases del frica Central, que

reclaman ser los autnticos descendientes de los famosos guerreros.37

Alonso de Sandoval, en Cartagena de Indias, a partir de sus conversaciones con los esclavos bant, escribi que en las guerras cincuenta yagaseran ms temibles que quinientos soldados normales; que sus enemigosslo se consolaban por el hecho de que el nmero de ellos no era muygrande, dado que no queran tener mujeres. Los yagas capturaban a los

muchachos incircuncisos para iniciarlos a sus ritos y transformarlos ensoldados (su nico mtodo de reproduccin); si capturaban a una mujer,la degollaban por ser intil en la guerra. Sus armas eran "jarretaderas".Quiz esto explique la sorprendente pericia con la que los negros esclavosde la ciudad de Mxico usaban armas como dagas, "medialunas" y "dcs-

jarretaderas" en acciones sediciosas.38 En el combate, los que hacan marcha atrs eran muertos. No tenan ley ni rey,pero se ponan al servicio de

un rey y luego de otro.39

En el combate, los soldados yagas eran divididos en escuadronescomandados cada uno por un lder llamado musungo, colocado en estepuesto slo por sus demostradas capacidades guerreras. Antes del combate, una unidad de reconocimiento llamada pumbo se destacaba del

Casi todas las tribus actuales de Gabn dicen tener un pasado de guerrero. I'ern ms particularmentelos fangs y los bapunus. stos ltimos se llaman a si mismos "ba-jag", es decir, los yagas. En el actual Congo-Brazzaville, son las tribus bayaka, yaka y ya'a, que viven en las regiones de Sibiti, Mikamba, etctera.OBENGA, 1974, p. 72.

3 8 AG,Mixtea, 136.3 9 SANDOVAL, 1987, p. 135.

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ejrcito principal en busca de un primer contacto con el enemigo, al quese trataba de localizar con tiempo para permitir al grueso de las tropasorganizarse para la batalla. Al establecerse este contacto, los guerreros

eran concentrados en una posicin alta, donde esperaban a los enemigospara atacarlos. La batalla propiamente dicha duraba poco, pues la altadisciplina de los soldados del kilombo se impon/a sobre sus enemigos,que generalmente abandonaban el campo de batalla.40

Para ofrecer a los guerreros el valor, la unidad y la invulnerabilidadtotal durante los combates, se les untaba el cuerpo con un ungento lla

madomaji a samba4i

omaji a somba, que consista en una masa de carney sangre obtenida de la trituracin de los restos mortales de un nio. Deacuerdo a los orgenes de este rito, esta masa se obtuvo por primera vez delos restos mortales de la propia hija de la legendaria soberana yaga TembaAndumba, preocupada en dar la invencibilidad a sus soldados. Adems,cada guerrero llevaba consigo unos amuletos personales, garanta de supropia invencibilidad.

En el frica Central la resistencia contra la trata era a veces desesperada y continuaba hasta el momento de ser embarcado para Amrica. Elpadre capuchino Cavazzi de Montecccolo, testigo de las conquistas portuguesas en Angola, cuenta:

Los esclavos de los portugueses obedecen a las palabras y a los gestos de sus amos

pues temen ser llevados a Brasil o a Nueva Espaa porque quedan convencidos deque en esas tierras, seran matados por sus compradores; los cuales segn creen, sacande sus huesos la plvora y de sus carnes y su meollo el aceite que llegan a Etiopa.Slo por el terror que les infunde la idea de ser enviados a Amrica, se agitan y, sipueden, se huyen a la selva o se ahogan en elmar.42

Abundan escenas de este dramatismo.

Vase I.Itcticade lo soldados de Yanga enLAURENCIO,1974, p. 36.

I'ARRHRA, 1990,pp. 153-160.

CAVAZZI DE MONTECCCOLO. 1965, p. 160.

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Yagas y amarrones en Nueva Espaa

En Nueva Espaa precisamente, adonde hemos visto que durante los

"asientos portugueses" llegaron una mayora de cautivos del fricaCentral,43 las autoridades establecan una estrecha relacin entre estas llegadas masivas en el puerto de Veracruz, el aumento de la poblacin negraen todo el pas (pero sobre todo en la ciudad de Mxico), la multiplicacin de conspiraciones de negros y la intensificacin del cimarronaje.As, el 8 de marzo de 1608, el licenciado Francisco de Len, miembro dela Audiencia de Mxico, escribi al rey de Espaa que:

Tambin puedera dar cuidado lo mucho que crojc el nmero de los negros que ayen este reino pues para cada hespaol ay diez u ms y son ms temidos de los indiosy como se ha visto en ocasiones pasadas y ellos lo comunican en sus juntas y conversaciones conocen muy bien la ventaja que tienen y assi podr* ser que conviniesscacortar las licencias de tantos navios como vienen cargados de negros pues para losingenios y trapiches de adcar y otros obrajes bascan los que ay y dellos se multipli-can [...] Y no es de tan poca consideracin este negocio que ia no hai.i lugares o ranchos de a ms de 400 vecinos negros cimarrones que en lugares fuertes y montuososestn levantados y acometen y desvalijan a quadrillas muy grandes de pasajeros comocada da lo vemos con harta confusin de ver que no haia para esto remedio. 44

Si para las autoridades era tan evidente la relacin entre la trata de negrosy la intensificacin del cimarronaje, es quizs porque saban quienes eran

los negros que llegaban de frica. Pues aunque no tenan pie en ese continente, los espaoles deban recibir a travs de los negreros portuguesesecos de lo que ah ocurra. Como hemos visto, la trata instal en el fricaCentral una atmsfera guerrera desconocida antes, pero a la que losafricanos tuvieron que contestar. Esta respuesta puso de relieve a losyagasy su kilombo.

Situndonos en nuestra perspectiva triangular, no podemos dejar de

relacionar estos fenmenos con una prctica singular y universal entre losesclavos africanos en Amrica: el cimarronaje, llamado as y de diferentes

4 3 NGOU-MV, 1998.4 4 AG.Mxico72. Ramo 12-178.

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otras maneras porlos espaoles y"kilombo" por losportugueses, verdaderos especialistasde las realidades africanas. La terminologa espaolarelacionada a estos fenmenos ("palenques", "cimarrones", etctera)hainducido amuchos aocultar elhecho que setrataba simplemente de lareproduccin enAmrica de laluchay de las tcnicas guerreras desarrolladas en el frica bant contra la presin negrera de los portugueses.

Para esos aos, la tensin cimarrona ibacreciendo en lasregionesdeVeracruzyAcapulcoy laagitacin delos negrosdeMxico tomaba formas alarmantes.45 El 7 dediciembre de 1605, el virrey don JuandeMendoza y Luna dio comisin aPedrode Escobar Melgarejo, castellano

del puerto de San Juan de Ula, para que hiciera prisionerosycastigaraalos negros cimarrones que

se an juntado rrecogidoypoblado en una yslctaypunta que dizen AncnyZardo,yhechos fuertes all conla aspereza dellugar,ya otros que se rrecogenyhuyen del servicio de sus amos, saliendo de sus rrancheras con dexarretadoras a matarelganadodelas estancias comarcanasyhaziendo ottros daos dignos de rremedio[...J46

En Mxico, elcimarronaje hasido estudiado por Adriana Naveda parala zona deVeracruz, quien hace interesantes comparaciones deestefenmeno en dos periodos diferentes: los siglos XVIIyXVIII. Todas susobservaciones yconclusiones pueden examinarse paralelamentea la luzdelo que precede y dealgunos documentos de archivos. Veamos sloalgunas.

Adriana Naveda llega a la conclusin (por los juicios a residentesdeSan Lorenzo) de que el pueblo de Yanga se convirti enunlugar de refugiode cimarrones africanos, provenientesde diferentes puntosdeNuevaEspaa y aveces deCampeche.48 Larevisin de losarchivos espaolesindica que, durante este mismo periodo, las autoridades coloniales mencionan una serie de focos de cimarrones, no solamente en lo que es hoy el

** VHAZQUEZ GUTIRREZ.2001, pp.27l-277.4 6ACil. Mxia 27,RumoJ.47NAVVX>A. 2001, pp. 157-174.48NAVH1A. 2001. p. 170.

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LOS AFRICANOSYLA TRATA DE ESCLAVOS EN EL FRICA.

estado de Veracruz, sino tambin en Puebla y en una vasta zona alrededor de Acapulco. Pero el centro que concentra su preocupacin y elinters por los mismos cimarrones parece ser el kilombo de Yanga. Esto

hace pensar en unas acciones coordinadas desde ah y sobre todorecuerda el papel que vimos desempeaba la reina Nzinga en Matamba,como figura que concentraba toda la rebelda de los negros contra elrgimen colonial portugus, desafiando a sus autoridades. Recordemosque Nzinga Mbandi incitaba a los esclavos a escaparse de la autoridadde los portugueses, ofrecindoles asilo y libertad pero tambin alistndolos en sus ejrcitos de resistencia. La misma atraccin parece haber

ejercido Yanga sobre los africanos quedados en la servidumbre. Comola reina Nzinga, Yanga oblig a los espaoles a negociar con l, segnlas recomendaciones que el mismo rey de Espaa envi al virrey el 16de mayo de 1609:

[...] y as os mando que, en la forma y como mejor os pareciere, procure que sereduzcan por bien, aunque sea lomando para esto con ellos el asiento y con las

condiciones que mis convengan, asegurndoles en mi nombre que todas ellas se lesguardarn y cumplirn como por la presente mando que se les guarden y cumplansin que faltecosa alguna [...]49

A la luz de esto, llama particularmente la atencin la toponimia y laantroponimia bant usadas en la regin de Veracruz. En particular, losnombres de Yanga, Matamba y Mocambo, en la historiografa y laonomstica africanas estn vinculados con la reina Nzinga y con laresistencia de frica contra el colonialismo. Nzinga Mbandi se fue a refugiar, como ya vimos, en Matamba, regin de la que se proclam reina yde donde sali para Luanda en 1621 para ir a liberar a su hermanaMocambo, prisionera de los portugueses. Yanga podra ser, como lo hanpropuesto varios especialistas, tanto la deformacin de anga, topnimo

bant recurrente, como la deyaga o simplemente la de nganga (mdico,brujo o sacerdote): todos son trminos de crucial importancia en la cultura y la sociedad bant.

4 9 ACI,Mxico1065,L5, f. 122v.

31


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La onomstica bant ha demostrado que las cosas, los lugares y loshombres reciben nombres que no son nunca el fruto de la simple fantasa, sino la descripcin de la realidad o de la historia a la que estn aso

ciados los objetos designados. Esto da la impresin de que los esclavosbant quisieron hacer de esta zona de Veracruz el centro de la resistenciacontra la colonizacin europea, como en su propia regin de origen. Eneste sentido, Yanga fue para todos los negros de la regin (y quizs tambin para los dems) un rey verdadero que desafiaba a los espaoles. Porsupuesto, los archivos espaoles no pueden dejar sealar directamente la

importancia y la amplitud de las acciones de Yanga. Pero el ritmo con elque los virreyes cambiaban a los responsables de la represin de los cimarrones, puede ser un indico implcito de su preocupacin y de la ineficaciade esta represin.50 Asimismo, Adriana Naveda menciona varias veces lapreocupacin de las autoridades locales para saber cmo pagar los gastosde la lucha anticimarrona. Los archivos espaoles muestran que cuandoms fuerte fue la presin cimarrona, se tuvieron que gastar de las cajas

reales sumas considerables51 y que algunos vecinos acomodadosofrecieron sus medios para erradicar lo que obviamente se considerabacomo una amenaza mayor contra la integridad de todo el virreinato.

Adems, Naveda observa que los esclavos se huan hacia todas partes.52

Pero es curioso notar que hubo esclavos que se huyeron hacia Oaxaca yAcapulco, en el Pacfico. En efecto, algunos documentos sevillanos men

cionan a sta como la zona de cimarronaje intensivo hacia 1609, almismo tiempo que en Veracruz. De costa a costa, Puebla desempequizs cierto papel en la coordinacin de las acciones cimarronas. Los dospuertos eran efectivamente lugares estratgicos para cualquier tipo de

Por ejemplo: Comiln a don Pedro Escobar Melgarejon, ACi,Mxico 127,Ramo I, 1605; Comisin adon Alvaro de Baena. Ai".I,Mxico127, Ramo5. 13 de junio de 1607; Comisin a Amonio Rodrguez[.ovillo. ACI.Contadura 711, Ramo .5 "Dana", 28 de mano de 1608; Comisin a Don Pedro Ochoa deUgarte (para Acapulco), Ai'.l.Mxico27.exp. 66-B. 5 de mayo de 1609.

' Ai.l,Contadura882.La cuenta del 20 de agosto de 1608 al 14 de octubre de 1609 presenta la cantidad de 62 108 pesos y 8 tomines como 'gastos de guerra", incluso la "entrada" contra los cimarrones. Luego,enContadura88\. cuenta del 14 de octubre de 1609 al 28 de febrero de 1611, el detalle de lo que se le paga l'rdro Ciontilez deI le-i rota

"NA VFD A. 2001, p. 160.

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objetivos que hayan tenido los negros. Recordemos que en el fricaCentral, en esos mismos aos, cuadrillas de yagas obstaculizaban elcamino comercial que una el reino de Loango con las ricas regiones mi

neras de Nsundi, en el norte del Kongo. Adems, en Angola, el nicocamino que una Luanda con el interior estaba frecuentemente cortadopor otras pandillas de yagas.

Considerando todo lo anterior, parece que los yagas trataron de hacenen las regiones de Veracruz y Acapulco lo mismo que en frica. En esapoca estas dos regiones mexicanas deban presentar para los africanosmltiples semejanzas con sus propias regiones de origen. Pero entre lasdos, quizs la de Acapulco sirvi como una especie de retaguardia para lareproduccin y conservacin de usos culturales bant, al contrario de la deVeracruz expuesta a todas las olas de inmigracin europea. As, hemospodido observar en un viaje reciente a la regin de Acapulco, el uso de lapalmera para sacar una bebida refrescante; uso que, segn antroplogosmexicanos, slo existe en zonas de poblacin afrodescendente. Hoy, en el

frica Central, la palmera desempea mltiples funciones curativas,arquitectnicas, alimenticias, religiosas y decorativas. Un estudio recienteha demostrado la incomparable recurrencia de la palmera en la toponimiade un pas como Gabn.53 La produccin del vino a partir de la palmerase incorpora, desde los siglos XVI y XVII, a la ejecucin de muchos riiossagrados bant. Los yagas, segn Heintze, eran conocidos como grandesbebedores de vino de palmera. El testimonio de los europeos de los siglos

XVII y XVIII demuestra que la tcnica de su produccin no ha cambiadodesde entonces.54

Otro tema latente en lo que precede y que merece el inters de futurasinvestigaciones es el de la conducta de Yanga, de la reina Nzinga y, engeneral, de los bant frente al cristianismo. En el Kongo, hemos visto queson los africanos los que pedan la evangelizacin, pero al ver la falta de sin

ceridad de los misioneros, buscan entrar en contacto directo con la SantaSede o con el Dios de los cristianos, ya no a travs de sacerdotes, blancos

SSIMBA, 1997.

DEGRANDPR. 1801, pp. 83-85.

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ULA2/JUUO-DICIEMBRE DE 2003

sino de sacerdotes africanos. En su Matamba, la reina Nzinga acept elcomercio libre de mercancas portuguesas y abri las puertas de su reino aunos sacerdotes capuchinos que ella conoca personalmente como

opuestos al trfico negrero, sin recibir para eso ninguna presin del enemigo. Notamos una actitud similar en Yanga y sus cimarrones deVeracruz, que invitaron a unos sacerdotes a bautizar a sus hijos.55 Y,desde que llegan al kiiombo, los sacerdotes se dedican a unas misiones deinteligencia para medir las fuerzas de los rebeldes y comunican toda lainformacin a las autoridades.56

CONCLUSIN

Al terminar este trabajo, esperamos haber dejado claro tanto la colaboracin de los africanos con los portugueses en la trata de negros, como sulucha contra este funesto comercio en el frica Central. Pero puede serque no parezca evidente el inters de tal afirmacin aplicndola sola

mente a la trata. En cambio su verdadera importancia est en el hecho deque este trfico no se concibi ni se organiz como un asunto de africanos contra otros africanos, ni como un simple comercio lucrativo, sinopara prolongarse en Amrica y servir como instrumento de colonizacinen este continente.

Por otra parte, la conducta de los africanos en la sociedad novohispana

(esta eterna ambigedad entre colaboracin y resistencia, entre integracin y rebelda), y quizs la de los espaoles hacia ellos, no puedencomprenderse completamente si pasamos por alto la continuidad, defrica hacia Amrica, de la dominacin europea y de la respuesta que losafricanos le dieron. -^ "

En esta perspectiva, el artculo ha enfatizado slo algunos aspectos dela resistencia, dejando otros para ms tarde, as como aqullos que se

refieren a la colaboracin, a la integracin de los africanos a la sociedad.Por lo menos, este enfoque permite comprender que para los negros

N. .'< Mvf. 1997.

MU,Mfiacv27.niim.SIDupli.

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LOSAFRICANOSY LA TRATADE ESCLAVOS ENELFRICA

cimarrones y quizs para todos los negros,' los nombres de Mocambo,

Matamba, Yanga y quin sabe cuntos otros ms, eran mensajes que los

espaoles no supieron descifrar y que por s mismos llamaban a la

resistencia, y eran tan significativos para ellos como lo eran los deGuadalajara, Crdoba o Mrida para los espaoles.

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