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LÍNEAS PROGRAMÁTICAS

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A. Hacia una gestión municipal transparente, democrática y participativa

Queremos ayuntamientos que fomenten la democracia participativa y la posibilidad de

decidir cómo queremos que sea el futuro, y que esa decisión determine los procesos de

planificación de nuestros municipios. Queremos dignificar la vida política con un

ayuntamiento transparente para todos y todas. Necesitamos una administración abierta y

transparente, cercana a la ciudadanía; pero también una ciudadanía que quiera, pueda y

sepa aproximarse a los procesos de organización y gestión urbana.

Estamos a favor de la recuperación de las competencias municipales eliminadas por la

Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, exigimos la

restauración del poder municipal sustraído por ser la institución más cercana a los y las

vecinas de Granada.

Medidas

• Realizar una auditoría pública de la deuda.

• Implantar el sistema de Gobierno Abierto.

• Publicar las actas.

• Hacer plenos abiertos y retransmitidos.

• Utilizar sistemas operativos de software libre y programas de código abierto.

• Defender la no profesionalización de la política.

• Rendir cuentas y dotar de mecanismos de revocación de cargos.

• Generar espacios de presentación de propuestas y presupuestos participativos.

• Asegurar acceso libre a las cuentas del ayuntamiento a toda la ciudadanía.

• Garantizar conciencia y austeridad en el uso de los recursos públicos.

• Fomentar y educar en la importancia del barrio como eslabón básico de la sociedad




granadina.

• Fomentar la creación o fortalecimiento

de las asociaciones de vecinos de los barrios y su participación en los plenos.

• Garantizar la libertad religiosa y evitar la prevalencia de cualquier confesión.




B. Hacia una economía orientada al bien común: generadora de empleo, justa, sostenible

y centrada en lo local

La crisis económica, social y ambiental que estamos viviendo es también una oportunidad

para construir un nuevo modelo de sociedad basado en la equidad social y la

sostenibilidad, que ponga la economía al servicio de la ciudadanía. Ese modelo en su

aspecto económico aporta más empleo y de mayor de calidad, mayor participación y

transparencia, más sostenibilidad y mejor calidad de vida para todas las personas y las

generaciones futuras que ninguna otra opción de desarrollo económico.

Es más necesario que nunca fomentar una economía local que permita tanto a

productores como consumidores ser partícipes y beneficiarios del desarrollo de la ciudad.

Granada es una ciudad llena de recursos que tenemos que poner en valor y promover para

que sea un referente en generación de empleo de calidad que revierta en la sociedad

granadina.

Granada es una ciudad privilegiada por contar con una de las mejores universidades del

país y, por tanto, formar a unos de nuestros mejores jóvenes, para que no tengan que

emigrar. Es imprescindible fomentar e invertir en I+D+i para que tengan un futuro y puedan

poner a Granada en la cabecera de la innovación y el desarrollo en este país.

La Economía del Bien Común sirve como modelo base, en tanto que es síntesis de

modelos alternativos, como la economía social y solidaria, la economía ecológica, el

decrecimiento, la economía colaborativa, la economía basada en recursos o la economía

verde.

También asume e integra herramientas como la compra pública ética, el comercio justo,

los presupuestos participativos, el conocimiento de código abierto, la banca ética o el

consumo responsable.




Medidas

• Reorientar la fiscalidad al rendimiento social y la financiación de la economía local.

• Favorecer nuevas fuentes de empleo: el turismo verde y cultural, poniendo en valor

el patrimonio artístico, arquitectónico, cultural y natural; la movilidad sostenible; la

gestión y conservación de la biodiversidad forestal; energías renovables.

• Reestructurar la gestión de residuos: gestión integral municipalizada.

• Aplicar incentivos fiscales para el comercio local

• Crear sinergias entre la universidad y los centros de investigación como soporte

para las iniciativas privadas en I+D+i.

• Impulsar la creación de viveros de empresas y telecentros, y apoyar la iniciativa de

emprendedoras y emprendedores, impulsando la creación de microempresas.

• Crear la certificación «Granada Natural», destinada a reconocer a aquellos

productores granadinos que respeten la materia prima, y produzcan de forma

natural y sostenible.

• Favorecer la economía, la producción y el consumo de proximidad. El

mantenimiento de zonas agrarias productivas o el apoyo a la producción local son

algunos ejemplos.

• Facilitar suelos de propiedad municipal para la formación en agricultura ecológica y

comercialización como nuevo nicho de empleo. Poner en marcha experiencias de

huertos urbanos gestionados de manera participativa por vecinos y vecinas.

• Relocalizar subcontratas claves como la gestión de residuos, la gestión y el

saneamiento de aguas y la limpieza municipal.




C. Por la cultura como instrumento democratizador y fuente de riqueza

La cultura es un derecho y un bien común irrenunciable. Es un elemento democratizador

de primer orden y una herramienta de cohesión social. Una sociedad democrática debe

garantizar el acceso de toda la ciudadanía a la cultura como valor, como experiencia y

como creación, así como darle reconocimiento a sus creadores, potenciar su labor y

apoyar su difusión. Por otro lado, la creación artística que se desarrolla en una ciudad

tiene proyección hacia afuera de ella. Este hecho pone la cultura en relación con el

turismo y la sitúa en un lugar importante en cuanto a la generación de riqueza y la

creación de empleo. Apostamos con fuerza por la cultura como un medio de regeneración

–tanto espiritual como económica– de nuestra ciudad. Para conseguir este objetivo, nos

comprometemos a subir el presupuesto destinado a esta área a un 5 % del presupuesto

total del ayuntamiento y desarrollar una serie de medidas que tienen un objetivo doble: por

un lado, reconocer la cultura como un derecho y un servicio público; por otro, dotar de una

infraestructura básica a la actividad artística existente, transformando nuestra ciudad en

un referente nacional e internacional en materia de arte.

Medidas:

• Desarrollar programas innovadores que aseguren experiencias pedagógicas que

repercutan realmente en la educación de nuestros niños y niñas, haciendo realidad

el atributo de Granada, Ciudad Europea de la Infancia.

• Descentralizar la oferta de actividades culturales y llevarla de manera decidida a los

espacios periféricos de la ciudad.

• Poner a disposición de la ciudadanía espacios suficientes para el desarrollo de la

actividad cultural autogestionada.




• Realizar una programación cultural

municipal que sea de calidad y tome en

cuenta todos los públicos de Granada, de su área metropolitana, así como a los

visitantes externos, nacionales y extranjeros.

• Crear un equipo de marketing para difundir la creación artística y la programación

cultural que se desarrolla en la ciudad y la provincia.

• Dotar de calidad y transparencia a la gestión pública de la cultura e implicar en ella

a la ciudadanía. Apoyar las iniciativas privadas y autogestionadas.




D. Por una ciudad que garantice los derechos sociales básicos: vivienda, suministros,

alimentación, atención a la dependencia y a las emergencias sociales

Queremos una ciudad a medida de sus vecinos y vecinas. Una ciudad donde valgamos por

lo que somos, no por lo que tenemos. Una ciudad que garantice la igualdad de derechos y

oportunidades, y proteja y atienda a los grupos vulnerables (infancia, inmigrantes,

personas con discapacidad...). Es necesario favorecer la integración, la autonomía y el

bienestar social de todas las personas a través de unos servicios sociales de calidad. Por

eso es importante recuperar los servicios públicos que han sido externalizados y que son

gestionados por empresas privadas, como el Servicio de Ayuda a Domicilio o la limpieza.

Los servicios básicos considerados como necesarios para una vida digna han de ser

reconocidos y declarados como Bienes Democráticos Comunes. No queremos más

desahucios en Granada. La vivienda es un derecho, no una mercancía, y vamos a

garantizar ese derecho a todos los granadinos.

Medidas

• Declarar Granada ciudad libre de desahucios.

• Elaborar un censo del estado de las viviendas en Granada.

• Aumentar el IBI de forma proporcional al número de inmuebles en propiedad.

• Garantizar equipos interprofesionales en todos los centros de servicios sociales

municipales.

• Vincular el desarrollo de los Servicios Sociales a la creación de empleo estable y de

calidad, dado el potencial de este sistema para generar empleo y su elevado nivel

de retorno económico (numerosos estudios vinculan el desarrollo de los Servicios

Sociales al crecimiento económico y la reducción de la pobreza).




• Trasladar a la gestión pública la gestión

del agua potable.

• Llevar a cabo un programa de emergencia social ante situaciones de pobreza

energética (una política de bono social de la luz y agua efectiva y realmente

accesible).

• Apoyo en la obtención de crédito para la rehabilitación energética.

• Extensión de la red de escuelas infantiles municipales.

• Crear aulas municipales como espacio de convivencia familiar en horario de tarde,

con el fin de que sean atendidos por personal docente los niños cuyos padres

trabajan en dicho horario.

• Utilizar el padrón municipal como forma de integración de la población inmigrante.

• Crear un observatorio municipal de inmigración y de la casa del inmigrante.

• Generar empresas municipales que creen empleo y den respuesta a determinadas

necesidades sociales, como las desigualdades de género o los problemas

energéticos.

• Garantizar la convivencia y la seguridad ciudadanas. Revisar las competencias y

actuaciones de la policía local en materia de orden público.

• Organizar actividades de ocio y culturales para jóvenes, que sean una alternativa

real a beber en la calle los fines de semana.

• Abrir y posibilitar la disponibilidad de instalaciones deportivas por barrios.




E. Hacia un urbanismo centrado en los barrios y atento a las necesidades cotidianas de

las personas

Es preciso recuperar un urbanismo de la ciudadanía, en equilibrio con el ecosistema, que

mejore la vida cotidiana de los barrios y favorezca la economía local mediante el impulso

a la rehabilitación. Para ello debemos apostar por mejorar la ciudad existente frente a los

nuevos desarrollos urbanísticos, así como tomar medidas que ayuden a integrar y

potenciar mutuamente la Granada urbana y la Granada agraria, en diálogo con el resto del

área metropolitana. Asimismo, debemos tender hacia un urbanismo de corte participativo

en todas las fases de su desarrollo, no sólo en los momentos de planificación sino

también en su gestión diaria. Queremos construir una práctica urbanística que se base en

principios de igualdad, tanto entre los barrios como entre los distintos grupos de

población que habitan la ciudad, con especial énfasis en atender las necesidades de los

más vulnerables, que incluya perspectivas de género, edad, origen y situación económica.

Por último, es preciso apostar por un modelo de ciudad basado en la proximidad, que

reduzca la necesidad de desplazamiento, y por un modelo de movilidad que, en el

contexto metropolitano, tienda a facilitar y promover los modos más sostenibles y

minimice las desigualdades entre zonas de la ciudad y favorezca la accesibilidad de los

barrios.

Medidas

• Revisar en profundidad del Plan de Movilidad Urbana Sostenible.

• Municipalizar el transporte público.

• Impulsar y apoyar procesos de planificación participativa para la rehabilitación

urbana sostenible de los barrios de la ciudad, en coordinación con los programas




públicos disponibles, tanto autonómicos

como estatales y europeos.

• Introducir moratoria a la ampliación del suelo urbanizable y apostar por la

rehabilitación de edificios y fincas desocupadas a través de incentivos y regulación

fiscal.

• Proteger y apoyar a la actividad de la Vega como espacio productivo, de

autoabastecimiento y de ocio.

• Plantar árboles y arbustos en las grandes vías de comunicación de la ciudad

(utilizando únicamente especies autóctonas y de uso tradicional en el entorno de la

ciudad), especialmente en las zonas de mayor tránsito de vehículos a motor y en

los lugares de paseo y esparcimiento

• Promover las calles verdes, es decir, calles que utilizan procesos naturales para la

gestión de aguas pluviales en el lugar donde se originan.

• Identificar todos los puntos de vertido de residuos a los ríos en el municipio y

eliminarlos, redirigiéndolos a la red de saneamiento de aguas

• Aumentar la peatonalización de zonas céntricas

• Fomentar un urbanismo que incluya la perspectiva de género y facilite la vida

cotidiana y la economía de los cuidados. Planificarlo barrio a barrio y con

participación.

• Organizar una jornada escolar anual destinada a la promoción del uso de la

bicicleta.

• Implantar aparcamientos y sujeciones para bicicletas por toda la ciudad, con no

más de 300 metros de distancia entre ellos.

• Adecuar el diseño de las vías, señales y normas de circulación para dar prioridad a

la movilidad ciclista sobre el transporte a motor privado.




F. Hacia una ciudad energéticamente

eficiente, autónoma y sin pobreza energética

El modelo energético actual causa graves problemas, que se manifiestan tanto a escala

global como en el ámbito local. A los conocidos problemas medioambientales, como el

calentamiento global o la contaminación atmosférica, se unen problemas sociales y

económicos cada vez más acuciantes, como son el preocupante incremento de la

población que carece de un acceso adecuado a la energía, o la falta de transparencia e

información de los mercados energéticos. Los precios de la energía se incrementan

debido al agotamiento progresivo de los combustibles fósiles, lo que, unido a la altísima

dependencia energética del estado español y al hecho de que la energía constituye un

elemento transversal a la economía y al desarrollo social, hacen necesaria una

transformación urgente del modelo energético que debe abordarse a todos los niveles. El

sistema energético debe transitar desde un modelo basado en el consumo desmesurado

de recursos –como los combustibles fósiles y la energía nuclear– hacia otro modelo

basado en el ahorro, la eficiencia y las energías renovables. Las administraciones locales

son las administraciones públicas más cercanas a la ciudadanía y deben utilizar los

recursos a su disposición para garantizar, dentro del marco de sus competencias, una

transición ordenada hacia un modelo social, medioambiental y económico sostenible, en

el que la energía, el urbanismo, la educación, el empleo y la protección social, deben

cumplir una función destacada. Queremos que Granada avance hacia un nuevo modelo

energético. Nos basamos en la propuesta «Ciudades con futuro» elaborada por la

Fundación Energías Renovables para las elecciones de mayo de 2015, la experiencia de

los municipios como el catalán Rubí que han puesto en marcha con éxito proyectos de

cambio de modelo energético, así como en las obligaciones que ha asumido Granada al

firmar el Pacto de Alcaldes y la Agenda 21. Nos comprometemos a cumplir el

Compromiso de Emisiones Cero (CO2) para el 2050 en la ciudad poniendo en marcha una




serie de medidas y programas de actuación a

corto y largo plazo (en línea con el escenario

2050 de la Hoja de Ruta 2050 de la Unión Europea para una UE descarbonizada, con

reducción general de emisiones de un 95 %: reducción del 30 % de las emisiones de gases

de efecto invernadero [EGEI] para el 2020, del 55 % de las EGEI para el 2030 y del 80 % de

las EGEI para el 2040).

Medidas

• Realizar una auditoría energética de todos los edificios y espacios municipales.

• Contratar la energía eléctrica municipal con garantía de origen 100 % renovable.

• Desarrollar campañas de sensibilización, formación y fomento de la cultura

energética en todos los ámbitos de la ciudad (ciudadanía, comercio, industria,

primario) mediante actos públicos, talleres, jornadas, cursos y congresos.

• Aplicar medidas de lucha contra la pobreza energética: talleres de formación en

eficiencia energética y facturas a trabajadores sociales y familias, difusión y

tramitación del bono social, pequeñas inversiones en mejoras de aislamientos e

instalaciones.

• Implantar programas de eficiencia energética en los centros educativos, como el

proyecto 50/50, probada herramienta de ahorro y educación ambiental, consistente

en devolver el 50 % de los ahorros a la escuela, mediante subvención directa y

reinvertir la otra mitad en nuevas medidas de ahorro, eficiencia y renovables en el

mismo centro educativo, con la participación en la decisión de la corporación

municipal.

• Revisar las ordenanzas municipales para eliminar las trabas administrativas

innecesarias que pudieran dificultar la instalación y posterior operación de

sistemas de autoabastecimiento energético a partir de energías renovables.

• Establecer medidas fiscales de fomento de la eficiencia energética y las energías renovables.

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