laudes fiesta de la madre bernarda-.definitivo- 3.docx

7
¡Volver al primer Amor..! SIGNO: Colocar un chamizo junto al altar. Música de fondo. MOTIVACIÓN ( Leerla personalmente cada una despacio y dejando que Dios hable a su corazón) Los tiempos que vivimos son difíciles y hay momentos en la vida en los que estamos lejos de vivir en el oasis de paz, de serenidad y de madurez que habíamos soñado dentro de la vida religiosa franciscana; en este tiempo, podemos llegar a sentirnos como perdidas viviendo un sentido difuso de frustraciones, y de insatisfacciones. Ante tal situación, en lugar de tomar oxígeno y tener la valentía de volar hacia espacios más abiertos que ciertamente nos ofrece nuestro estilo de vida, tendemos a perder las ganas de seguir adelante, porque en ocasiones la meta nos parece inalcanzable y, aunque lo fuese, el esfuerzo para alcanzarla parece desproporcionado para nuestra débil y frágil humanidad. Y, entonces, sentimos ganas de renunciar a la búsqueda, a la conquista, a la lucha; quizás sintiendo que nuestro corazón ha envejecido, que nuestro paso se ha vuelto cansino, y que ya no tenemos ganas de recomenzar. Y es entonces cuando se nos acumulan las preguntas: ¿Tiene sentido aún nuestra vida dentro de la Congregación? ¿No nos habremos equivocado al optar por esta Forma de Vida? ¿Para qué seguir luchando si los resultados a nivel personal y fraterno en ocasiones son tan escasos? Y es así como nos puede venir la tentación de dejarlo todo, de mirar atrás, de tomar un atajo en nuestro camino.

Upload: vicky-vasquez

Post on 10-Nov-2015

229 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Volver al primer Amor..!

SIGNO: Colocar un chamizo junto al altar.

Msica de fondo.

MOTIVACIN ( Leerla personalmente cada una despacio y dejando que Dios hable a su corazn)

Los tiempos que vivimos son difciles y hay momentos en la vida en los que estamos lejos de vivir en el oasis de paz, de serenidad y de madurez que habamos soado dentro de la vida religiosa franciscana; en este tiempo, podemos llegar a sentirnos como perdidas viviendo un sentido difuso de frustraciones, y de insatisfacciones. Ante tal situacin, en lugar de tomar oxgeno y tener la valenta de volar hacia espacios ms abiertos que ciertamente nos ofrece nuestro estilo de vida, tendemos a perder las ganas de seguir adelante, porque en ocasiones la meta nos parece inalcanzable y, aunque lo fuese, el esfuerzo para alcanzarla parece desproporcionado para nuestra dbil y frgil humanidad. Y, entonces, sentimos ganas de renunciar a la bsqueda, a la conquista, a la lucha; quizs sintiendo que nuestro corazn ha envejecido, que nuestro paso se ha vuelto cansino, y que ya no tenemos ganas de recomenzar. Y es entonces cuando se nos acumulan las preguntas: Tiene sentido an nuestra vida dentro de la Congregacin? No nos habremos equivocado al optar por esta Forma de Vida? Para qu seguir luchando si los resultados a nivel personal y fraterno en ocasiones son tan escasos? Y es as como nos puede venir la tentacin de dejarlo todo, de mirar atrs, de tomar un atajo en nuestro camino.Pero precisamente es en este momento en el que no podemos rendirnos, aprovechando esa situacin para hacer memoria del camino recorrido. Urge que nos detengamos y recordando el camino recorrido podamos ver con ms claridad la direccin hacia la cual nos hemos de orientar, reencontrar la orientacin necesaria en momentos de dudas, y no caer en lo que el Seor reprueba a la Iglesia de feso: Tengo contra ti que has abandonado el amor primero (Ap 2,4). Justamente en los momentos de desaliento y de confusin dejemos resonar en nuestro corazn, aquellas palabras fuertes y, al mismo tiempo, ricas de ternura: nimo, pueblo mo! Porque yo estoy con ustedes (Ag 2, 4).

El reto que se nos hace hoy, se hace cada vez mas evidente:Vivirelproyectoderadicalidadevanglicadenuestra vidafranciscana lo que significa centrarnos en Jess yabrirnosalosotros. Encontrarespaciosdeinterioridad,desilencioparapoderentrarennosotras mismasyacogeralOtroyalosotros.Setrata, detrabajarenlahospitalidadyen laacogidafraternayfamiliardetal modoqueel Otroylos otrospuedanquedarseconnosotras.

Vivirelproyectoderadicalidadevanglicadenuestra vidafranciscana es entrarenunamentalidadnueva,quenoesotrasinolalgicadel Evangelioycomporta:el pasode lalgicadelaautorrealizacin,alalgicadelperderseacausadelEvangelio;elpasode lalgica delosresultadosalalgicadelserviciogratuito;elpasodelalgicadelclculoala lgicadeladonacintotalysinreservas.Todo ellohablademuerteaunomismoparadarfruto.

Por lo tanto, por difcil que sea, vale la pena buscar nuevamente el amor primero una y mil veces, porque siempre existe la posibilidad de re-encontrar motivaciones renovadas, ms coherentes e incisivas que entren a formar parte del tesoro de nuestro corazn. Alguien nos espera, tambin en las noches oscuras, cuando el camino se hace intransitable, y tal vez hayamos cado a la vera del camino. l est dispuesto a cogernos de la mano y ayudarnos a levantarnos y ayudarnos a retomar el camino. Hay Alguien que puede darnos de nuevo el beso de la vida. Ese es Jess de Nazaret, el Resucitado. Slo l puede hacer saltar de gozo un corazn triste y decepcionado, como el de los discpulos de Emas (cf. Lc 24,13ss).

Himno: Una vida Luminosa.SALMO: Respondemos lo que est en negrilla.

SeorJess: Haztepresenteennuestrocamino!

Sehacetarde,caelanoche,lastinieblasnoscircundan,sentimoselpesodelasoledad,yelmiedoseapoderadenosotros.Tenecesitamos:esdenocheyelcaminosehacelargo.Tenecesitamos:Qudateparacenar,lamesaestservida!SeorJess: ExplcanoslasEscrituras!

Tenecesitamosparanoseguirhablandocosasdelpasado.Tenecesitamosparamantenervivalaesperanza,elcaminonosecierreynoprevalezcalanoche.Tenecesitamos:sintilatristezanosimpediraverfuturo.SeorJess: Caminaconnosotros!

QuetuSoploaviveelfuegoquepareceapagarseennuestroscorazones. Quetuvozseanuestracompaaenlasnochestormentosasdelavida.Quetumanoamiganoslevantecuandocaigamos.Entodomomentoreavivaeldondenuestravocacin.SeorJess: Compartenuestramesa!

QuetuPalabraardaconstantementeennuestroscorazones,nosabraalaverdadenmomentosdeduda,nosilumineenmomentosdeoscuridad,nosanimeysostengaenmomentosdemiedoydecansancio.SeorJess: Abrenuestrosojoscansados!Quenuestrosojosestnpuestosenti,tereconozcamosresucitadoenlafraccindelpan,hermanoycompaeroenloshermanosquenoshasregalado,necesitadoenlosquesufrenyyacenalaveradelcamino.

SeorJess: Qudateconnosotros!

SoloaspodremoscorrerdevueltaaJerusaln,delaquenoshemosalejado,Yall,encomuninconloshermanos,podremosanunciar:Cristoharesucitado.S,verdaderamenteharesucitado!.

Seora Santa Mara,Cuandoelvinodelamorvengaafaltarennuestrasvidas,comoenCan,muestraatuHijonuestranecesidad.Yentonceselaguasetransformarenvino,yhabrvinoenabundancia:elvinodelamor,elvinodelaalegra.Fiat,fiat.Amn,amn.Disco o Canto.

SALMO

MAESTRO entre los DISCIPULOS, AMIGO, entre los AMIGOS, DIOS, entre los HOMBRES.Como los doce, estamos en oracin puestos nuestros ojos en TI, y te suplicamos:prepara nuestra tierra,renueva los surcos de nuestro corazn, deja caer tu lluvia sobre nuestra sequa, aparta las piedras y las durezas pesadas del camino.

HAZNOS:tierra permeable,mullida y abierta a tu voluntad,DONDE pueda brotar la ESPERANZA,DONDE se pueda recoger ALEGRIA,DONDE pueda detenerse el JOVEN que empieza a vivir,el VIAJERO, cansado de la vida,el que BUSCA y el que DESESPERA.

Te lo pedimos UNIDAS, entre nosotras y con MARIA.Te Lo pedimos UNIDAS a TI, porque slo as podemos encontrar la VIDA.

PALABRA DE DIOSEste tesoro o llevamos en vasijas de barro, para que se vea bien que ese poder extraordinario procede de Dios y no de nosotros.

La Madre Bernarda nos habla: (Una Historia, una vida, un compromiso)

Con frecuencia afirmaba Bernarda que las tribulaciones son necesarias para que Dios pueda derramar su bendicin sobre los trabajos de las misiones. Jess mismo se encarg de ensear a su esposa que los sufrimientos formaran parte esencial de su misin en este mundo. Ella comprenda muy bien que las cruces son grandes beneficios, porque nos hacen crecer en la virtud.

El Espritu de Bernarda estaba sumergido en Dios. En esta unin ntima con l estaba precisamente la fuente de su energa para soportar todos los trabajos y penalidades. Cada vez que emprendo un viaje, apenas subo al caballo, me embarco en la Canoa, me siento sumergida en la oracin, y as me quedo con frecuencia varias horas, casi sin interrupcin. As renovaba continuamente las fuerzas de su alma para seguir animosamente el camino de la cruz y del martirio.

Hermanas, vuelvan al primer fervor y al primer amor. Se los suplico! Pdanselo a Cristo en la Eucarista, pdanselo en la oracin. Si alguna de ustedes nunca hubiera experimentado este carisma, no se amilane por ello bsquelo desde ahora y perseveren en l. Nunca lo abandonen, no sea que les tengan que aplicar estas palabras apocalpticas: Ojal fueras fro o caliente, voy a vomitarte de mi boca. ( C.M.B.No.21)

Los ttulos son un honor, pero no sin dolor! Encierran obligaciones y exigen responsabilidad. Hermanas, su ttulo de consagradas equivale a un compromiso doble: Glorificar a Dios por su coherencia personal, y glorificarlo por su apostolado en la extensin del Reino.

EL PAPA FRANCISCO AFIRMA: Aflicciones, humillaciones, lucha por la justicia, cansancios en la conversin cotidiana, dificultades para vivir la llamada a la santidad, persecuciones y otros muchos desafos estn presentes en nuestra vida. Pero, si abrimos la puerta a Jess, si dejamos que l est en nuestra vida, si compartimos con l las alegras y los sufrimientos, experimentaremos una paz y una alegra que slo Dios, amor infinito, puede dar. Ensanchen sus corazones! Como deca el beato Piergiorgio Frassati: Vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, y sin sostener, en una lucha continua, la verdad, no es vivir, sino ir tirando. Jams debemos ir tirando, sino vivir

REFLEXION EN PAREJAS.

RITO: 1. Cada hermana escribir:

En la raz del rbol: En este momento de mi vida que est sosteniendo mi opcin en el seguimiento de Jess? Hojas y frutos del rbol: Qu me llena de esperanza y anima mi opcin en la Congregacin en este momento de mi vida?

2. Colocar en la raz y las ramas lo que cada una escribi.

3. PADRE NUESTRO.

4. ORACIN FINAL.Seor, haz que vivamos el Evangelio del encuentro: aydanos a humanizar la tierra y a crear fraternidad, llevando las fatigas de quien est cansado y no busca ms, la alegra de quien espera, de quien busca, de quien custodia signos de esperanza.

Espritu Santo, Fuego que ardes, ilumina nuestro camino en la Iglesia y en el mundo. Danos el coraje del anuncio del Evangelio y la alegra del servicio en la cotidianidad de los das.

Abre nuestro espritu a la contemplacin de la belleza. Custodia en nosotros la gratitud y la admiracin por la creacin, haz que reconozcamos las maravillas que t realizas en todo viviente.

Mara, Madre del Verbo, vela sobre nuestra vida de hombres y mujeres consagrados, para que la alegra que recibimos de la Palabra llene nuestra existencia, y tu invitacin a hacer lo que el Maestro dice nos encuentre activos intrpretes en el anuncio del Reino. Amn.