las senoritas de escasos medios - muriel spark

7/24/2019 Las Senoritas de Escasos Medios - Muriel Spark

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Ambientada en las ruinas de Londres durant

as estaciones difciles de primavera y verande 1945, esta historia satrica es considerad

una de las mejores novelas de Muriel Spark

Este cuento seductor ahonda en el mund

deliciosamente despreocupado de un grupo d

chicas que viven en un club residencial par

olteras y ofrece un panorama histrico de u

ustero Londres que se levanta de las cenizas

Una novela hilarante de las costumbres y u

nlisis despiadado de afectos y lealtades, est

ibro pertenece a la gran tradicin de la novel

nglesa de la posguerra.


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Captulo 1

Hace tiempo, en 1945, toda lbuena gente era pobre, salvo contadaexcepciones. Las calles de las ciudadeeran una sucesin de edificios en maestado o sin arreglo posible, zonabombardeadas llenas de escombros

casas como enormes dientes con lacaries agujereadas por el torno de udentista que hubiera dejado la cavida

abierta. Varios de los edificioreventados por las bombas parecacastillos en ruinas hasta que, vistos d

cerca, resultaban tener habitacione


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normales, unas encima de las otras, coas paredes empapeladas, expuesta

como en un escenario de teatro, con unpared suprimida; en algunos casos uncadena de retrete colgaba perdida en eaire desde el techo de un cuarto o quint

piso; casi todas las escaleras habasobrevivido, como objetos de una nuevforma de arte, subiendo hacia un destin

mpreciso que obligaba a forzar lmaginacin. Toda la buena gente er

pobre; o, en todo caso, eso pareca, pue

os mejores de entre los ricos erapobres de espritu.No tena absolutamente ning

sentido deprimirse por la situacin, y


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que habra sido como deprimirse por lexistencia del Gran Can del Colorado de algn otro fenmeno natural al qufuera imposible acceder. La gente seguhaciendo comentarios sobre lo muchque le depriman el mal tiempo y la

noticias, o la curiosidad de que eAlbert Memorial se hubiera mantenidodesde el primer momento, inclume

as bombas.El club May of Teck estaba

ransversalmente, justo delante de

Memorial, en una fila de casas quapenas se mantenan en pie; en las calle los jardines del barrio haban cad

varias bombas, dejando los edificio


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resquebrajados por fuera y endebles podentro, pero temporalmente habitablesEn las ventanas reventadas habapuesto unos vidrios que traqueteaban aabrirlas o cerrarlas. A las ventanas devestbulo y el cuarto de bao le

acababan de quitar la pintura bituminosque se usaba para camuflarlas. Laventanas tenan su importancia durant

ese ltimo ao de decisiones crucialespor ellas se saba al instante si una casestaba ocupada o no; y en los ltimo

iempos haban adquirido un grapredicamento, pues constituan lpeligrosa frontera entre la viddomstica y la guerra que afectaba a la


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calles de la ciudad. Al sonar las sirenasodos decan: Cuidado con la

ventanas. No os acerquis. Lofragmentos de cristal son peligrosos.

Las ventanas del club May of Tecse haban roto tres veces desde 1940

aunque el edificio se haba librado das bombas. Las habitaciones de arrib

daban a las onduladas copas de lo

rboles de los jardines de Kensington, para ver el Albert Memorial bastaba coestirar el cuello y girar la cabez

igeramente. Desde los dormitoriosuperiores se vea a la gente que pasabpor la acera frente al parque, personadiminutas, en pulcras parejas o po


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separado, con carritos minsculos en loque asomaba la cabeza de alfiler de unio rodeado de provisiones, con bolsade la compra del tamao de un puntoTodos salan de casa con una bolsa, posi tenan la suerte de pasar por un

ienda que acabara de recibir algo quno fueran los escasos vveres deracionamiento.

Desde los dormitorios de abajo lgente que pasaba por la calle parecener un tamao casi normal, y lo

senderos del parque se distinguan bienToda la buena gente era pobre, perohaba pocas personas tan decentes, ecuanto a decencia propiamente dicha


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como las chicas de Kensington que poa maana se asomaban a la ventan

para ver qu tiempo haca o quatisbaban por la tarde el verdor deparque como pensando en los mesevenideros, en el amor y sus vericuetos

Sus ojos brillaban con un entusiasmque, pareciendo rozar la genialidad, ersimple juventud. La primera norma de

estatuto, redactado haca tiempo y con lngenuidad caracterstica de la poc

eduardiana, an se les poda aplicar

as chicas de Kensington sin apenacambio alguno:

El club May of Teck existe


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para proporcionar seguridad

econmica y amparo social a

las seoritas de escasos medios,

con una edad inferior a los

treinta aos, que se vean

obligadas a residir lejos de sus

familias por tener que

desempear un trabajo en

Londres.

Como ellas mismas saban en mayoo menor grado, por aquel entonces hab

pocas personas ms encantadorasngeniosas, conmovedoramente bellas y

en ciertos casos, salvajes, que la

seoritas de escasos medios.


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Tengo que contarte una cosa

dijo Jane Wright, la mujer columnista.Por el auricular del telfono le lleg

a voz de Dorothy Markham, duea de l

clebre agencia de modelos del mismnombre.Querida, dnde te habas metido

le pregunt con el entusiasmsuperlativo que tena ya desde suiempos de debutante.

Tengo que contarte una cosa. T

acuerdas de Nicholas Farringdon? Echico aquel que se dejaba caer por eMay of Teck justo despus de la guerra

que era anarquista y una especie d


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poeta. Ese tan alto queEl que pas la noche en la azote

con Selina?S, Nicholas Farringdon.Ah, algo me acuerdo. Ha vuelto

aparecer?

No, le acaban de martirizar.Le acaban de qu?Martirizar. En Hait. Le ha

asesinado. Te acuerdas de que se hizoHermano de?

Pero si precisamente vengo d

Tahit. Es un sitio maravilloso dondodo el mundo es maravilloso. Y tcmo te has enterado?

La noticia viene de Hait, no d


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Tahit. Acaba de llegar un boletn deReuters. Estoy segura de que es emismo Nicholas Farringdon porqudicen que era un misionero que antes fupoeta. Casi me da algo. Le trat muchosabes?, en los viejos tiempos. Supong

que procurarn que no se sepa, lo de loviejos tiempos, si quieren convertirlo ea historia de un mrtir.

Cmo muri? Es todo muruculento?

Uy, yo qu s. Solo viene u

prrafo.Tendrs que usar tus contactopara sacarles ms datos. Yo estoy hechapolvo. Tengo un montn de cosas qu


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contarte.

El Consejo de Direccin

quiere expresar su sorpresa

ante la queja de las socias en

cuanto al papel pintado elegido

para el saln. El Comit desea

sealar que la cuota de las

socias cubre el hospedaje, pero

no incluye los gastos demantenimiento. El Comit

lamenta que el espritu de las

fundadoras del May of Teck sehaya deteriorado tanto como

para que se produzca semejante

protesta. El Comit ruega a las


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socias que se remitan a los

trminos en que se fund el

club.

Joanna Childe era hija de un prrocrural. Tena una inteligenci

considerable y sentimientos taprofundos como sombros. Mientras spreparaba para ser maestra de elocuci

asista a clases de teatro y tena inclusalumnas propias. Como ventaja en sprofesin contaba con su buena voz

con un amor por la poesa comparable aamor de un gato por los pjaros; lpoesa declamatoria, en concreto, l

provocaba un apasionado entusiasmo; s


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anzaba sobre el material, recrendosen l con su mente febril, y, una veaprendido de memoria, lo recitaba coun deleite voraz. Sola dar rienda suelta su pasin al dar sus clases delocucin en el club, donde se la ten

en alta estima por ello. Cuando llamabaos novios de las socias, la vibrante vo

de Joanna declamando en su habitaci

o en la sala de juegos donde le gustabensayar, en opinin de todas, aportabcierta elegancia y personalidad a

centro. Sus gustos en poesa se acabaromponiendo en el club. Le gustabaespecialmente ciertos pasajes de lBiblia del Rey Jacobo, adems de


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Libro de Oraciones, Shakespeare Gerard Manley Hopkins, y acababa ddescubrir a Dylan Thomas. La poesa dEliot y Auden no le impresionaba, salvoeste verso del segundo:

Posa tu cabeza soolienta, m

amor,

indulgente, en mi brazo infiel.

Joanna Childe era grandona, con upelo claro y brillante, los ojos azules

as mejillas sonrosadas. Estaba covarias socias ms del club cuando leya notificacin firmada por lady Juli

Markham, presidenta del comit


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colgado en el tabln de anuncios dfieltro verde, y no pudo por menos dmurmurar:

Arrogante es el necio, una y otrvez, pues sabe que su tiempo escasea.

Pocas de las presentes saban que e

verso alude al diablo, de modo que lehizo rer. No era, sin embargo, lntencin de Joanna, que casi nunc

citaba nada por su pertinencia ni contencin conversacional.

Joanna, que ya era mayor de edad

votara a partir de entonces por lopcin conservadora en las eleccionescosa que en el club May of Teck sasociaba en aquellos tiempos con u


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estilo de vida apetecible, algo quninguna de las socias poda recordar poexperiencia propia, dada su corta edadEn principio todas daban su visto buenal contenido del comunicado del comitPor eso a Joanna le asust la divertid

reaccin ante su cita, la cordiacarcajada con que aceptaron quaquellos tiempos se haban acabado, s

as socias de turno no podan alzar lvoz contra el papel de la pared desaln. Principios aparte, era obvio qu

el puetero comunicado tena graciaLady Julia deba de estar bastantdesesperada.

Arrogante es el necio, una y otr


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vez, pues sabe que su tiempo escaseaLa pequea Judy Redwood, una jovemorena que trabajaba de mecangrafa eel Ministerio de Trabajo, dijo:

Me parece a m que, como sociaspodemos opinar sobre las cuestione

administrativas. Tengo qupreguntrselo a Geoffrey.

Era el hombre con quien Judy estab

prometida. Ahora se encontraba en eejrcito, pero haba terminado Derechantes de alistarse. La hermana de este

Anne Baberton, que estaba delante decartel junto con el resto de las sociasdijo:

Geoffrey es la ltima persona


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quien yo pedira consejo.Al decir eso, Anne Baberton quer

dejar claro que ella conoca a Geoffremejor que Judy; lo dijo con voz dcarioso desdn; lo dijo porque era epico comentario propio de un

hermana bien educada, pues de hechestaba orgullosa de l; y junto a todello haba un matiz de irritacin en su

palabras Geoffrey es la ltimpersona a quien yo pedira consejopues saba que la intervencin de la

socias en el asunto del papel pintado nena ningn sentido.Anne tir una colilla sobre la

baldosas rosas y grises del enorm


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vestbulo Victoriano y la pisdesdeosamente. Su gesto fue detectadpor una mujer delgada de mediana edaduna de las pocas socias mayores ququedaban, si bien no era de las mantiguas.

No est permitido apagar colillaen el suelo dijo.

Sus palabras no hicieron mella e

as mujeres del grupo, que las oyerocomo oan el reloj de pared que haba sus espaldas. Pero Anne pregunt:

Ni siquiera se permite escupir eel suelo?Por supuesto que no dijo l

solterona.


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Ah, pues yo pensaba que s spoda dijo Anne.

El club lo abri la reina Mara antede casarse con el rey Jorge V, cuandoan era la princesa May of Teck. Unarde, entre el compromiso y la boda

consiguieron que la princesa fuese Londres a inaugurar oficialmente el cluMay of Teck, sufragado por varia

fuentes de noble procedencia.Ninguna de las seoras originale

permaneca ya en el club. Pero a tres d

as socias que entraron despus se lehaba permitido quedarse pasado emite estipulado de treinta aos, y ahor

estaban en la cincuentena, habiend


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vivido en el club May of Teck desdantes de la Primera Guerra Mundiacuando, segn contaban, haba quponerse de tiros largos para bajar cenar.

Nadie saba por qu a estas tre

mujeres no les haban rogado que smarcharan al cumplir los treinta. Y ni edirector ni los miembros del comit

saban por qu se haban quedadoAhora ya era tarde para echarlas squeran seguir manteniendo las formas

ncluso era tarde para sacarles el temde su prolongada estancia. Losucesivos comits anteriores a 193decidieron que las socias mayore


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ejerceran, con toda probabilidad, unbuena influencia sobre las jvenes.

Durante la guerra el asunto quedolvidado, ya que el club estaba medivaco; en cualquier caso, las cuotas das socias eran necesarias, pues lo

bombardeos estaban haciendo tantoestragos y llevndose por delante tantavidas que era razonable preguntarse s

anto las tres solteronas como el propiclub lograran mantenerse en pie. E1945 ya haban visto llegar y marchars

a muchas chicas, aunque solan caer biea las llegadas en la ltima tanda, que laobsequiaban con insultos si sentrometan y con confesiones ntimas s


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optaban por mantener las distancias. Laconfidencias casi nunca eran del todciertas, especialmente si venan de lavenes que ocupaban el piso superior

A las tres solteronas llevaban aolamndolas por los motes de Collie (l

seorita Coleman), Greggie (la seoritMacGregor) y Jarvie (la seoritJarman). Fue Greggie quien, estand

ante el tabln de anuncios, le dijo Anne:

No est permitido apagar colilla

en el suelo.Ni siquiera se permite escupir eel suelo?

Por supuesto que no.


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Ah, pues yo pensaba que s spoda.

Con un suspiro indulgente, Greggise abri paso entre las socias mvenes. Sali al enorme porche y s

qued ante la puerta abierta, mirando e

anochecer como una tendera en esperde clientela. Greggie siempre se portabcomo si el club fuese suyo.

El gong estaba a punto de sonarAnne dio un puntapi a su colillaenvindola hacia una esquina oscura.

Anne, ah viene tu novio lavis Greggie, volviendo la cabezdesde el porche.

Puntual, por una vez en la vida


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dijo Anne, con el mismo aire desdeosoque haba usado al referirse a shermano Geoffrey: Es la ltimpersona a quien yo pedira consejoCon su desenfadado bamboleo dcaderas, avanz hacia la puerta.

Un hombretn de piel sonrosadentr sonriente, vestido de uniformngls. Anne le mir como si fuese l

ltima persona del mundo a quiepedira consejo.

Buenas noches le dijo el reci

legado a Greggie, como cualquiehombre educado saludara a una seorde su edad.

Al ver a Anne hizo un vago sonido


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nasal que, adecuadamente articuladobien podra haber sido un hola. Ecuanto a ella, no profiri el menor gestde reconocimiento. Sin embargoestaban a punto de comprometerse ematrimonio.

Quieres entrar a ver el papepintado del saln? le dijo Annentonces.

No, vmonos pitando.Anne fue a recoger su abrigo de l

barandilla donde lo haba dejado tirado

Adis, Greggie dijo.Buenas noches dijo el soldadmientras Anne le tomaba del brazo.

Que os divirtis dijo Greggie.


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Son el gong de la cena y continuacin se oy un barullo de pieapartndose del tabln de anuncios correteando por los pisos de arriba.

Una noche de verano de la semananterior, el club entero, las cuarenta pico socias, acompaadas del joven d

urno cado por all, salieron comveloces aves migratorias al oscurfrescor del parque, y atravesaron su

praderas como cuervos volando hacia epalacio de Buckingham, para expresacon el resto de los londinenses salegra por la victoria en la guerr


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contra Alemania. De dos en dos y dres en tres, se abrazaban unas a otraemerosas de que las pisotearan. A

separarse se agarraban o bien sdejaban agarrar por la persona mcercana. Unidas a la gran oleada

surcaron la hierba y cantaron hasta quecon intervalos de media hora, una lunundaba el diminuto balcn del lejan

palacio sobre el que aparecan cuatrpequeos dgitos lineales: el rey, lreina y las dos princesas. Los miembro

de la familia real alzaban el brazderecho, y agitaban la mano comlevados por una suave brisa; eran tre

velas encendidas vestidas de uniforme


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otra vela engalanada con las pieles de lreina, que iba de civil en tiempos dguerra. El gigantesco murmullo orgnicde la multitud, en nada semejante a lvoz de un ser animado, sino ms biecomo una catarata o una alteraci

geolgica, se propagaba por los parque el Mal. Solo los hombres de la

ambulancias Saint John, firmes ante su

camiones, conservaban su identidad. Lomiembros de la familia real alzaron ebrazo una vez ms, hicieron un amago d

marcharse, remolonearon y volvieron saludar, desapareciendodefinitivamente. Brazos desconocidorodeaban cuerpos desconocidos


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Muchos amoros, algunos duraderossurgieron esa noche; y numerosos bebde la variedad experimental, deliciosoen su tono de piel y estructura raciavinieron al mundo al cumplirse scorrespondiente ciclo de nueve meses

Las campanas repicaban. Greggicoment que aquello era uacontecimiento a medio camino entr

una boda y un funeral, pero a escalmundial.

Al da siguiente todos empezaron

plantearse el lugar que ocuparan partir de entonces en el nuevo orden demundo.

A muchos les entraban ganas,


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algunos incluso cedan al impulso, dnsultar a los dems para demostrar alg

o bien para ponerse a prueba.El Gobierno tuvo que recordarles

as gentes que seguan en guerraOficialmente era algo innegable, pero

salvo para quienes tenan parientes eas crceles de Extremo Oriente, o paros que se haban quedad

nmovilizados en Birmania, la guerrempezaba a considerarse un asuntejano.

Varias tipgrafas del club May oTeck procuraron buscarse empleos mseguros, es decir, en empresas privadaque no estuvieran relacionadas con l


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guerra, como los ministerios temporaledonde muchas de ellas haban trabajado

Sus hermanos y amigos soldadosque an tardaran en licenciarse, yhablaban de proyectos interesantes parcuando llegase la paz, tales com

comprar un camin y montar unempresa de transportes.

Tengo que contarte una cosa dijo Jane.

Espera un segundo, que voy cerrar la puerta. Los nios esthaciendo mucho ruido dijo Anne, queen cuanto volvi al telfono, dijo: Ya


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estoy, cuntame.Te acuerdas de Nichola

Farringdon?El nombre me suena de algo.Acurdate, uno al que traje yo a

May of Teck en 1945, que vena mucho

a cenar. Ese que acab liado con SelinaAh, Nicholas. El que se subi a

ejado? Anda que no ha pasado tiempo

ni nada. Le has visto?Lo que he visto es un boletn qu

acaba de mandar Reuters. Le ha

asesinado en una revuelta en Hait.En serio? Qu espanto! Y quhaca all?

Pues se haba metido a misioner


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o algo as.No me digas!S. Una tragedia tremenda. Yo le

conoca mucho.Horroroso. Menudos recuerdos t

raer. Se lo has contado a Selina?

La verdad es que an no hogrado dar con ella.

Ya sabes cmo est ltimamente. No

se pone al telfono y hay que pasar pomiles de secretarias, o lo que sean, sique sirva de nada.

De esto puedes sacar una buenhistoria para el peridico, Jane dijAnne.

Ya lo s. Estoy pendiente de


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conseguir ms datos. Es evidente que hpasado mucho tiempo desde que lconoc, pero sera una historinteresante.

Dos hombres poetas en virtud dque escribir poesa era lo nicconsistente que haban hecho en su vid

, adorados por dos de las chicas deMay of Teck, y de momento por nadims, estaban sentados con su

pantalones de pana en un caf dBayswater, en compaa de suadmiradoras y oyentes, hablando defuturo que les esperaba, mientra


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hojeaban las galeradas de la novela dun amigo. Sobre la mesa, entre amboshaba un ejemplar de Peace News.

Qu ser de nosotros ahora, sios brbaros? dijo uno de los hombre

al otro. Esa gente era una especie d

solucin para todo.Y el otro sonri, medio aburrido

pero consciente de que en la gra

metrpolis y sus provincias adjuntaeran muy pocos los que conocan lprocedencia de esas lneas. El otr

hombre que sonrea era NicholaFarringdon, no conocido todava, ni coprobabilidad alguna de serlo.

Quin ha escrito eso? dij


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Jane Wright, una chica gorda qurabajaba en una editorial, consideradista en el May of Teck, pero sin

satisfacer del todo los requisitosociales del club.

Ninguno de los dos hombres l

respondi.Quin ha escrito eso? dij

Jane otra vez.

El poeta ms cercano a ella la mira travs de los gruesos cristales de sugafas, y le dijo:

Un poeta alejandrino.Es nuevo?No, pero en este pas s qu

resulta bastante nuevo.


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Cmo se llama?El hombre no contest. Los do

haban vuelto a su charla. El tema era edeclive y cada del movimientanarquista en su isla natal, centrndosconcretamente en los personaje

afectados. Esa noche ya estaban hartode educar a las chicas.


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Captulo 2

Joanna Childe estaba en la sala duegos, dando una clase de elocucin a seorita Harper, la cocinera. Cuando

no daba clases, la seorita Childe soldedicarse a preparar el siguientexamen. Era frecuente que los ecos de s

retrica resonaran por toda la casa. Cocada alumna ganaba seis chelines lhora, cinco si era una socia del May o

Teck. Nadie estaba al tanto del acuerdoeconmico que tena con la seoritHarper, pues en aquellos tiempos la

encargadas de la despensa solan hace


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rueques que resultaran convenientepara ambas partes. En cuanto a la clasen s, el mtodo de Joanna consista eeer cada estrofa ella antes y hacer qu

su discpula la repitiera.Todos los que estaban en la sala d

uegos oan los sonoros nfasis deNaufragio delDeutschland.

El ceo de su rostro ante m, e

fragor del infierno detrs, dnde habun dnde haba un lugar?

El club estaba orgulloso de Joann

Childe, no solo porque recitaba poescon la barbilla en alto, sino por lconstitucin tan slida que tena, por saspecto tan robusto y sano. Era l


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encarnacin potica de esas hijas dprroco robustas y sanas que no usabani pizca de maquillaje, que apenasalan del colegio se metan de lleno eas organizaciones benficas que llevaba Iglesia desde el comienzo de l

guerra, que antes de eso haban sidmonitoras de su clase y a las que nadihaba visto derramar una sola lgrima n

maginaba verlas llorando jams, porqueran estoicas por naturaleza.

Lo que le pas a Joanna fue que nad

ms acabar el colegio se enamor de usacristn. La historia no sali bien. PerJoanna decidi que ese sera el amor dsu vida.


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No es amor el amor

que se muda al hallar mudanza

o flaquea con la lejana par

alejarse.

Todas sus nociones del honor y eamor procedan de la poesa. Estabvagamente familiarizada con lacategoras y subcategoras del amor

anto del humano como del divino, y cosus diversos atributos, pero esconocimiento provena ms bien de la

conversaciones escuchadas en lrectora cuando reciban all la visita dalgn clrigo con mentalidad de telogo

era un aprendizaje de rango distinto a


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de las creencias populares del tipo Lgente que vive en el campo es mvirtuosa, y ajeno al principio de quuna buena chica solo debe enamorarsuna vez en la vida.

Joanna pensaba que su afecto por e

sacristn no merecera el apelativo damor, si es que llegaba a buen trmino eafecto similar que empez a sentir po

otro sacristn, ms adecuado y an mguapo. Si admites que puedes cambiar eobjeto de un sentimiento poderoso

socavas toda la estructura del amor y dematrimonio, y con ella toda la filosofdel soneto de Shakespeare; esta era lopinin aceptada, aunque tcita, de l


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rectora y de sus elevadas estanciascargadas de fervor religioso. Joannrefren sus sentimientos hacia esegundo sacristn, rebajndolos graciaal tenis y al esfuerzo blico. No habdado la menor esperanza al segund

sacristn, pero lo aor en silencihasta un domingo en que le vio de piante el plpito, anunciando su serm

sobre el evangelio:

Por tanto, si tu ojo derecho

te hace pecar, scatelo y tralo.Ms te vale perder una sola

parte del cuerpo y no que todo

l vaya al infierno.


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Y si tu mano derecha te hace

pecar, crtatela y arrjala. Ms

te vale perder una sola parte

del cuerpo y no que todo l vaya

al infierno.

Era la misa de tarde. En la iglesihaba muchas chicas del barrio, algunacon el uniforme del Servicio Nava

Femenino. Una en concreto tena loojos vueltos hacia el sacristn, con surosadas mejillas realzadas por la luz de

atardecer que entraba por las vidrierasel pelo suavemente ondulado sobre e

gorro del ejrcito. A Joanna le costaba

maginar que existiera un hombre m


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guapo que este segundo sacristnAcababa de tomar los hbitos y estaba punto de alistarse en el ejrcito. Era unprimavera llena de preparativos enigmas, pues se iba a abrir un segundfrente contra el enemigo, en frica de

orte segn unos, en los Paserdicos, el Bltico y Francia seg

otros. Entretanto, Joanna escuchab

atentamente al joven del pulpito, lescuchaba de modo obsesivo. Ermoreno y alto, con un rostro cincelad

de mirada profunda bajo unas cejaoscuras y bien perfiladas. En su anchboca, Joanna vea un rasgo dgenerosidad y humor, la clase d


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generosidad y de humor propios deobispo que llevaba dentro. Era muatltico. Este sacristn, al contrario quel anterior, pronto manifest bien a laclaras sus sentimientos por JoannaComo primognita del prroco que era

Joanna escuchaba a aquel hombratractivo sin cambiar de postura nmanifestar el menor inters por l. N

volva el rostro para mirarle como haca bonita mujer del uniforme. El oj

derecho y la mano derecha, deca l, so

recursos especialmente preciados parnosotros. Lo que dice la Bibliaexplicaba, es que si algo especialmentvalioso para nosotros se vuelv


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daino Como sabis, la palabrgriega que aparece es, empleadfrecuentemente en las SagradaEscrituras con la connotacin descndalo, ofensa o tropiezo, comcuando san Pablo dijo Lo

campesinos, que eran mayora en lcongregacin, le miraban con sugrandes ojos impvidos. En ese instant

Joanna decidi arrancarse el ojderecho, cortarse la mano derecha, pueera claramente daino para su prime

amor el tropiezo que representaba aqueadorable hombre del plpito.Ms te vale perder una sola part

del cuerpo y no que todo l vaya a


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nfierno, tronaba la voz del cura. Enfierno, por supuesto, es un concept

negativo. Pongmoslo en positivoDndole un matiz positivo, el textdira: Ms te vale entrar tuerto en eReino de los Cielos que no entrar

Todo ello esperaba llegar a publicarloen un volumen de sermones escogidospues an era inexperto en mucho

sentidos, aunque luego se curtira ecierto modo como capelln del ejrcito.

Joanna, por tanto, haba decidid

entrar tuerta en el Reino de los CielosAunque lo cierto es que no parecuerta, ni mucho menos. Consigui u

empleo en Londres y se instal en e


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club May of Teck. En su tiempo libre sdedicaba a la elocucin. Al final de lguerra comenz a estudiar y se entreg ello por completo. El mundo de lpoesa sustituy al mundo del sacristnpara sacarse el diploma empez a da

clases a seis chelines la hora.

Los crueles soldados de l

caballerahan matado a mi fauno, que pronto

morir.

Nadie en el club May of Tecconoca del todo bien la historia d

Joanna, pero se daba por hecho qu


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ena una trascendencia heroica. Se lcomparaba con Ingrid Bergman, y era das pocas que no intervenan en la

discusiones entre las socias y empleadasobre asuntos como si la comidengordaba mucho o poco, inclus

estando como estaba racionada por lguerra.


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Captulo 3

En todas las habitaciones dormitorios los dos temas preferidoeran el amor y el dinero. En primer lugaba el amor, mientras que el dinero s

consideraba algo subsidiariomprescindible para cuidar el aspect

fsico y para hacerse con los vales dropa en el mercado negro a su precioficial, que era de ocho cupones por un

ibra.El club estaba en una amplia cas

victoriana cuyo interior haba sufrid

muy pocos cambios desde los tiempo


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en que era un domicilio privado. En sdistribucin se pareca a la mayora das residencias femeninas, que ofreca

un ambiente respetable por un precisensato, y que abundaban desde que lemancipacin femenina empezara

forzar su aparicin. Ninguna de lanquilinas del club May of Teck lo

consideraba una residencia, salvo e

momentos de desnimo tales como loexperimentados por las socias jvenescosa que solo les suceda cuando u

novio las abandonaba.El stano de la casa estaba ocupadpor las cocinas, la lavandera, el horno os depsitos de combustible.


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En la planta baja estaban lodespachos del personal, el comedor, lsala de juegos y el saln, reciempapelado en un color marrparecido al barro. Por desgracia, emolesto papel haba aparecido e

grandes cantidades al fondo de uarmario. De lo contrario, las paredepodan haber seguido siendo igual d

grises y cochambrosas que antes, comas paredes del mundo entero.

Los novios de las socias poda

cenar como invitados por un mdicprecio de dos libras y seis peniquesTambin estaba permitido recibir a lavisitas en la sala de juegos, la terraz


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que comunicaba con ella y el salncuyas paredes de color barro resultabaan tristonas en aquellos tiempos (pueas socias no saban que, aos despus

muchas de ellas forraran las paredes dsus propias casas con un papel de ton

similar, que para entonces se habrconvertido en un signo de elegancia).

Sobre esta zona, en el primer piso

donde en pocas previas de privadoesplendores hubo un gran saln de baileahora haba un gran dormitorio. L

estancia estaba dividida en numerosocubculos separados con cortinas. Allvivan las socias ms jvenes, chicaentre los dieciocho y los veinte aos


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procedentes a su vez de los cubculos dos internados que salpicaban l

campia inglesa, chicas que saban dsobra lo que era vivir en un dormitoricomo aquel. Las inquilinas de estplanta an no saban hablar de hombres

Todo giraba en torno a si el hombre ecuestin bailaba bien y tena sentido dehumor. Como las Fuerzas Areas tenan

mucho predicamento, la Cruz de VueloDistinguido daba una clara ventaja. E1945 tener un historial en la batalla d

nglaterra, a ojos de las inquilinas dedormitorio del primer piso, equivala echarse aos encima. Lo de Dunkerquera otras de esas cosas raras que haca


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sus padres. Los que triunfaban de verdacon ellas eran los heroicos pilotos de lbatalla de Normanda, dados repantigarse en los cojines del saln declub. Con ellos el entretenimiento estabasegurado:

Os sabis la historia de los dogatos que se fueron a WimbledonResulta que uno de los gatos convence a

otro de ir a Wimbledon a ver el tenis. Acabo de dos sets un gato le dice al otroLa puetera verdad es que me aburro

o consigo entender por qu te interesanto el deporte del tenis. Y el otrogato le contesta: Pues porque mi padre da cuerdaal negocio!.


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Ay! gritaban las chicasronchadas de risa ante la absurd

creencia de que las cuerdas de raquetse hacan con tripas de gato.

Pero la historia no se acaba ahDetrs de los dos gatos se haba sentad

un coronel. Estaba viendo el teniporque, en plena contienda blica, nena nada que hacer. El caso es que e

coronel en cuestin iba con su perroAs que cuando los gatos se pusieron hablar, el perro se volvi hacia e

coronel y le dijo: Has odo a esos dogatos que tenemos delante?. Nocllate, dijo el coronel. Estoy viendel partido. Vale, dijo el perro, que


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era un animal muy alegre. Pensaba que podan sorprender dos gatos qu

hablan. Hay que ver dijo esnoche una voz en el dormitorio. Qusentido del humor tan fenomenal! aadi con una risita alborozada.

En vez de unas chicas a punto ddormirse parecan unos pajarillos quacabaran de despertarse, porque Qu

sentido del humor tan fenomenal!podra ser perfectamente la eufoncoral de las aves del parque cinco hora

ms tarde, si alguien se parase escucharla.Encima del dormitorio estaba el pis

donde dorman las empleadas y la


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socias que podan permitirse un cuartcompartido en lugar de un simplcubculo. Estas mujeres, que dorman ehabitaciones de cuatro camas, o inclusde dos, solan ser jvenes de paso, bien socias temporales que estaba

buscando un piso o un apartamentndividual. En la segunda planta viva

dos de las solteronas mayores, Collie

Jarvie, que llevaban ocho aocompartiendo habitacin, porquestaban ahorrando con vistas a la vejez.

Pero en el piso superior parecahaberse reunido, por una especie dacuerdo instintivo, la mayora de laclibes; solteronas de carcter estable


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edades variadas que haban optado pouna vida no matrimonial, junto a variams que estaban abocadas a acabar dgual modo, pero sin ser an consciente

de ello.Esta tercera planta contena cinc

dormitorios grandes, ahora convertidomediante tabiques en diez pequeos. Sunquilinas iban desde las jvene

vrgenes monas y remilgadas, en quienenunca se revelara la mujer que llevabadentro, hasta las marimandonas d

veintitantos aos, que eran demasiadhembras para rendirse jams a uhombre. Greggie, la tercera de lasolteronas mayores, tena su habitaci


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en este piso. Era la menos mona, pero lms simptica de todas.

En este rellano tambin tena shabitacin Pauline Fox, una jovechiflada que tena la costumbre darreglarse mucho algunas noches

ponindose esos trajes largos questuvieron de moda en los aonmediatamente posteriores a la guerra

Tambin usaba esos largos guanteblancos que se llevaban entonces y sdejaba el pelo suelto, que le caa e

bucles sobre los hombros. Estas nochesola decir que se iba a cenar con efamoso actor Jack Buchanan. Comnadie lo puso en duda abiertamente, s


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ocura pas inadvertida.All estaba tambin la habitacin d

Joanna Childe, a quien se oa ensayar selocucin cuando la sala de juegoestaba ocupada:

En primavera las flores

nos perfuman los dolores.

En la parte superior de la casa, en ecuarto piso, era donde tenan suhabitaciones las chicas ms atractivas

elegantes y divertidas. Todas tenaanhelos sociales variados y cada vems intensos, conforme la paz ib

entrando sigilosamente en sus vidas. Lo


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cinco dormitorios superiores loocupaban solamente cinco chicas. Trede ellas tenan amantes, adems damigos a los que trataban con vistas amatrimonio, pero sin casarse con ellosDe las dos restantes, una estaba a punt

de comprometerse y la otra era JanWright, una chica gorda pero con eatractivo intelectual que le daba e

hecho de trabajar en una editoriaMientras buscaba marido se entretencon una serie de intelectuales jvenes.

Encima de esta planta no haba nadms que el tejado, antes accesible por eventanuco que haba en el techo decuarto de bao, ahora un cuadrado d


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madera intil desde que lo clausurararas la guerra, cuando entr por ah uadrn o bien un amante que atac a un

socia (aunque tal vez solo discutiera coella, o, como mantenan algunas, se loencontraran a los dos metidos en l

cama); sea como fuere, el incidente dejras de s una leyenda poblada de grito

en la noche, y desde entonces l

claraboya estaba cerrada a cal y cantoLos obreros que iban de vez en cuando hacer alguna reparacin en el tejado n

enan ms remedio que subir por edesvn del hotel contiguo. Greggie decque se saba la historia entera, porqudel club lo saba absolutamente todo. E


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ms, fue ella quien, inspirada por usbito recuerdo, guio a la directorhacia el armario donde estaba aquearsenal de papel color barro que ahorprofanaba las paredes del saln, comdesafindolas a todas a plena luz de

da. Las chicas del ltimo piso splanteaban a menudo la posibilidad dsalir a tomar el sol en la azotea

subindose a una silla para ver si de esmodo lograban abrir la trampilla. Pera portezuela no se mova ni u

centmetro, y de nuevo fue Greggie quiees explic por qu. Cada vez que lecontaba la historia, se las arreglaba parmejorarla.


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Si hubiera un incendio npodramos salir dijo SelinRedwood, que era extremadamentguapa.

Es evidente que no sabes lo qudice el manual de emergencias dij

Greggie.Eso era cierto. Selina casi nunc

cenaba en el club, de modo que jam

haba odo las normas. El manual lo lea directora cuatro veces al ao despu

de cenar, y esas noches no estab

permitido traer invitados. Al fondo de lplanta superior haba una escalera dncendios con dos rellanos, que daba

una salida de emergencia en perfect


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estado, y el edificio entero estabdotado de cajas con los utensilioprecisos para estos casos. En las nochesin invitados tambin se recordaba a lasocias que no deban tirar cosas grandeal retrete, por los problemas que daba

as caeras antiguas y lo difcil que erconseguir un buen fontanero en loltimos tiempos. Tambin se le

recordaba que cuando daban un baile eel club tenan que dejarlo todo en ssitio. El hecho de que algunas socias s

marcharan a la discoteca con su noviopensando que ya recogera alguien todo que ellas haban desordenado, er

algo que la directora, segn deca, er


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ncapaz de entender.Selina, que nunca haba asistido

ninguna de estas cenas con la directorase haba perdido todo aquello. Por sventana se vea, a la misma altura que eltimo piso del club y tras los caone

de las chimeneas, la azotea compartidcon el hotel contiguo, que habra siddeal para tomar el sol. Ninguna de la

ventanas de su cuarto daba al tejadopero un da cay en la cuenta de que sse poda acceder a l por el ventanuc

del cuarto de bao, una estrechabertura que se haba visto reducida ams cuando, en algn momento de lhistoria del edificio, el muro dond


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estaba se subdividi para construir loaseos. Para ver el tejado haba qusubirse al retrete. Selina midi eventanuco. Era un rectngulo ddieciocho centmetros de ancho poreinta y cinco de largo. Con un clsic

modelo de bisagra.Estoy segura de que pued

colarme por la ventana del bao l

dijo a Anne Baberton, que ocupaba lhabitacin de enfrente.

Por qu quieres colarte por l

ventana del bao? dijo Anne.Porque da al tejado. Es un saltitde nada.

Selina estaba delgadsima. En l


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planta de arriba el asunto del peso y lamedidas tena una enorme importanciaLa capacidad o incapacidad de colarspor la ventana del bao sera una desas pruebas usadas para demostrar qua poltica alimenticia del club hac

engordar a sus socias innecesariamente.Una decisin suicida dijo Jan

Wright.

Acomplejada por su gordura, Janviva siempre entre ansiosa y temerosde la siguiente comida, decidiendo l

que poda comer y lo que deba dejarsen el plato, y tomando contramedidapor el hecho de que su trabajo en leditorial era bsicamente intelectual, l


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que significaba que su cerebro precisabuna alimentacin ms consistente que ldel resto de la gente.

De las cinco socias de la plantsuperior, las nicas capaces de colarspor la ventana del bao eran Selin

Redwood y Anne Baberton, y Anne soloo consegua desnuda y con el cuerp

embadurnado en margarina. Tras u

primer intento en que se torci el tobillal saltar y se hizo un rasguo aencaramarse para volver a entrar, Anne

decidi que a partir de entonces usarsu racin de jabn para suavizarle lsalida. El jabn lo tenan igual dracionado que la margarina, pero era u


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bien ms preciado porque, al fin y acabo, no engordaba. En cuanto a lcrema hidratante, era demasiado carpara desperdiciarla en la aventura de lventana.

Jane Wright no lograba entender po

qu a Anne le preocupaba tanto sacarlres centmetros y medio de cadera

Selina, si en cualquier caso estab

delgada y ya se haba prometido ematrimonio. De pie sobre la tapa deretrete, le tir a Anne su gastada bat

verde para que se cubriera con ella ecuerpo enjabonado, y le pregunt qu tase estaba en el tejado. Las otras dochicas de esa planta iban a pasar todo e


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fin de semana fuera.Anne y Selina estaban asomadas

una parte de la azotea que Jane nograba ver. Al regresar le informaron

de que desde all se vea el jardn datrs, donde Greggie estab

ofrecindoles una visita guiada a dos das nuevas socias. Les estaba enseand

el sitio donde cay la bomba que n

estall y que tuvo que ser retirada por uequipo especial de la polica, operacidurante la cual todas las socias s

vieron obligadas a abandonar eedificio. Greggie tambin les ense esitio donde, en su opinin, an quedabotra bomba que no haba estallad


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odava.Las chicas volvieron a entrar en l

casa.Greggie y sus intuiciones dij

Jane, tan harta del asunto que le dabaganas de ponerse a gritar. Esta noch

hay tarta de queso aadi. Cuntacaloras tendr?

La respuesta, cuando lo miraron e

el grfico, era de aproximadamentrescientas cincuenta caloras.

Luego hay compota de cerezas

dijo Jane. Una racin normal sonoventa y cuatro caloras, a no ser que lpongas sacarina, en cuyo caso sosesenta y cuatro caloras. Hoy y


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levamos ms de mil caloras. Lodomingos siempre pasa lo mismo. Solel budn de pan con mantequilla yiene

Yo ni lo he probado dijo Anne. El budn de pan con mantequilla e

puro suicidio.Lo que hago yo es comer u

poquito de todo dijo Selina

Aunque me paso el da muerta dhambre, la verdad.

Ya, pero es que yo hago una labo

ntelectual dijo Jane.Anne estaba paseando por el rellanoquitndose la margarina con unesponja.


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Adems de la margarina, en estme he gastado todo el jabn dijo.

Pues yo no te puedo prestar nadde jabn este mes dijo Selina.

Selina tena asegurado un lote dabn todos los meses, gracias a u

soldado americano que lo sacaba de usitio llamado el Economato, donde habmuchsimas cosas apetecibles. Per

Selina estaba haciendo acopio y por esno le prestaba a nadie.

Me trae sin cuidado tu pueter

abn dijo Anne. Pero t tampocovuelvas a pedirme el tafetn.Se refera al traje de noche d

afetn, un Schiaparelli que le hab


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regalado una ta suya fabulosamentrica, despus de ponrselo una sola vezEl maravilloso vestido, que siemprograba crear un cierto revuelo, l

usaban todas las inquilinas del pissuperior en ocasiones especiales, meno

Jane, porque le quedaba pequeo. Acambio del prstamo, Anne conseguuna serie de cosas gratis, como vale

para ropa o trozos de jabn a mediusar.

Jane regres a su labor intelectua

cerrando la puerta con un rotundo clicEn esta cuestin era algo tirnica, y spasaba el da quejndose del ruido das radios en el rellano y de lo tonta


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que eran las discusiones con Anncuando alguna de las chicas le peda evestido, dado que cada vez estaban mde moda las noches de largo.

Para ir al Milroy no te lo puedeponer. En el Milroy ya lo han visto do

veces Y en Quaglinos tambin loienen visto. Selina se lo puso una noch

para ir al Quags. La verdad es que ya l

conocen en todo Londres.Pero si me lo pongo yo parecer

otro vestido distinto, Anne. Y te dara

una hoja entera de vales parcaramelosNo me interesan tus maldito

vales para caramelos. Si yo los mos s


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os doy todos a mi abuelaEntonces Jane asomaba la cabez

por la puerta.Dejad de decir simplezas y n

gritis tanto deca. As no hay quiepiense.

Jane tena un solo tesoro en sarmario, una falda negra y una chaqueta juego, sacados de un traje de noche d

su padre. Despus de la guerra, englaterra quedaban pocos trajes d

vestir que no hubieran sido sometidos

algn arreglo. Pero la valiosa prenda dJane era demasiado grandona parprestrsela a nadie; alguna ventajendra estar tan gorda. La naturalez


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exacta de su labor intelectual era umisterio para las socias del club, porqual preguntarle sobre el asunto lerecitaba de carrerilla una lista dprolijos detalles sobre costesmprentas, listas, manuscritos, galerada

contratos.Oye, Jane, deberas cobrarles l

cantidad de tiempo libre que le dedica

a ese trabajo.El mundo de los libros es ant

odo altruista deca Jane.

Siempre se refera al negocio de ledicin como el mundo de los librosSola andar mal de dinero, as quprobablemente tendra un sueldo escaso


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Precisamente por querer ahorrar unochelines para el contador de gas de lcalefaccin, no poda, segn ellaponerse a dieta en invierno, justo cuandhaba que mantener la habitacicaliente adems de alimentar el cerebro

El club otorgaba a Jane, gracias a sabor intelectual y a su empleo en un

editorial, un respeto considerable que s

neutralizaba desde el punto de vistsocial cuando entraba en el vestbuloodas las semanas ms o menos, u

extranjero plido y delgado, quclaramente rebasada los treinta, vestidcon un abrigo oscuro manchado dcaspa, y que preguntaba en la entrad


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por la seorita Jane Wright, aadiendosiempre la frase: Deseo verla eprivado, por favor. Las secretariacorrieron la voz de que muchas de lalamadas de telfono que reciba Jan

eran de aquel hombre.

Es el club May of Teck?S.Puedo hablar con la seorit

Jane Wright, por favor? En privado.En una de las ocasiones la secretari

que le atendi le dijo:

Todas las llamadas que recibeas socias son privadas. No nodedicamos a escuchar.

Bien. De no ser as lo sabra


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porque espero a or el clic antes dempezar a hablar. Le ruego que lo tengen cuenta.

A raz de este incidente, Jane tuvoque pedir disculpas a las secretarias.

Es extranjero dijo. Tiene qu

ver con el mundo de los libros. No eculpa ma.

Pero otro hombre distinto, y m

presentable, tambin del mundo de loibros, haba ido a ver a Jan

recientemente. Tras hacerle pasar a

saln, se lo present a Selina, a Anne ya la chalada de Pauline Fox, la que svesta de tiros largos para ver a JacBuchanan en sus noches lunticas.


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El hombre en cuestin, NicholaFarringdon, era bastante simpticoaunque tmido.

Es reservado dijo Jane. Noparece listo, pero en el mundo de loibros es un recin llegado.

Trabaja en una editorial?Todava no. Es un recin llegado

Est escribiendo algo.

La labor intelectual de Jane era dres tipos. En primer lugar, y en secreto

escriba una poesa de orde

estrictamente no racional, compuesta en proporcin similar a la de las cerezade una tarta de palabras que elldescriba como de una naturalez


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ardiente, tales como entraas desvelos, la raz, la rosa, esargazo y la mortaja. En segundugar, y tambin en secreto, escrib

cartas en tono amistoso, pero con clarntencin comercial, bajo los auspicio

del plido extranjero. En tercer lugar, ms abiertamente, a veces trabajaba upoco en su habitacin, labor que s

solapaba con sus responsabilidadediarias en la pequea editorial.

En Huy Throvis-Mew Ltd. la nic

oficinista era ella. Huy Throvis-Mewera el dueo de la empresa, y la seorde Huy Throvis-Mew apareca comdirectora en el membrete de las cartas


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El nombre secreto de Huy Throvis-Mewera George Johnson, o al menos lo habsido durante varios aos, aunqualgunos de sus buenos amigos llamaban Con y los ms antiguos llamaban Arthur o Jimmie. Sea como

fuere, en la poca de Jane se le conocpor el nombre de George, y ella ercapaz de darlo todo por George, su jef

el de la barba blanca. Jane envolva loibros, los llevaba a la oficina d

correos o los reparta ella misma

contestaba el telfono, preparaba el tcuidaba al nio cuando Tilly, la esposade George, se marchaba a ponerse en lcola de la pescadera, anotaba lo


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ngresos en el libro de cuentas, mantendos versiones paralelas de los gastogenerales y del resto de la contabilidaempresarial, y en ltima instancia erella quien llevaba el pequeo negocieditorial. Al cabo de un ao George l

permiti hacer de detective con algunode los autores nuevos, labor quconsideraba esencial para la buen

marcha del negocio editorial, y lencarg investigar su situacieconmica y carencias psicolgicas

para as poder sacarles el mximbeneficio.Al igual que su costumbre d

cambiarse el nombre cada cierto tiempo


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cosa que haca con la sola esperanza dmejorar su suerte, esta prctica dGeorge era bastante inocente, puenunca lograba descubrir toda la verdasobre ningn autor, como tampoco lsirvieron nunca de nada su

nvestigaciones. Sin embargo, aquel erel sistema que segua, y sumaquinaciones daban una cierta emoci

al trabajo de cada da. En otra pocesas pesquisas bsicas las haba hechl mismo, pero en los ltimos tiempo

haba decidido que tal vez tuviera msuerte si le encomendaba a Jane seguial autor ms reciente. Un envo de librodestinados a George le haba sid


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confiscado en el puerto de Harwich, os magistrados locales tenan orden d

quemarlos por su obscenidad, lo quhaca que George se sintiera pocafortunado en aquel preciso momento.

Por otra parte, gracias a Jane s

ahorraba los gastos y el agotamientnervioso que implicaban los cordialealmuerzos con escritores imprevisibles

durante los que se lograba determinaquin sufra un caso de paranoia graveEntre unas cosas y otras, resultaba m

conveniente dejar que hablaran con Janen una cafetera, o en la cama, o dondfuera que a ella se le antojara llevarlosBastante angustioso le resultaba ya


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George tener que esperar a recibir sunformes. Estaba convencido de qu

Jane le haba librado en numerosaocasiones de pagar ms de lo necesaripor un libro, como cuando le informabde que algn escritor tena un

necesidad urgente de dinero en metlicoo cuando le deca exactamente qu partdel manuscrito era la que fallaba

generalmente la que le proporcionaba umayor orgullo al autor, para propiciauna menor resistencia, por no hablar de

derrumbe total, del autor en cuestin.George haba obtenido tres esposavenes en rpida sucesin gracias a senaz elocuencia sobre el mundo de lo


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ibros, que ellas consideraban un temelevado fue l quien abandon a lados anteriores, no ellas a l, y jamse haba arruinado, a pesar de que a largo de los aos haba emprendid

varias modalidades confusas d

reconstruccin empresariacircunstancia que a sus acreedores debde suponerles una excesiva inquietu

egal, puesto que ninguno lo hablevado an los tribunales.

En estos momentos le interesab

mucho la experiencia de Jane en emanejo de un autor literario en concretoEn contraste con la verborrea qudesplegaba con su esposa Tilly junto


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a chimenea, a Jane le daba en leditorial unos consejos muy cautelosospues en lo crepuscular de su mente tena vaga nocin de que los autores eraan astutos como para hacerse invisibles podan llegar incluso a remansars

bajo las sillas de las editoriales.Vers, Jane deca George

Estas tcticas mas constituyen una part

esencial de la profesin. Todos loeditores las usan. Y las grandes firmaambin lo hacen, casi de form

automtica. Los peces gordos se puedepermitir el lujo de hacerlo asautomticamente, sin trabajrselo conciencia como hago yo, porque tiene


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demasiado que perder. A m me haocado discurrir cada paso sin ayuda d

nadie, pero teniendo muy claro todo lreferente a los autores. En edicin unse enfrenta a una materia prima cargadde temperamento.

Acercndose a un rincn dedespacho, apart la cortina que ocultabel perchero, lo atisbo durante uno

segundos y volvi a cubrirlo, diciendo:Si piensas seguir trabajando en e

mundo de los libros, Jane, siempr

debes considerar a los autores como tmateria prima.Ella, por su parte, estaba convencid

de ese particular. Ahora le haban


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encargado inspeccionar a NicholaFarringdon. Segn George, apostar pol supona un tremendo riesgo. Jancalculaba que deba de tener poco mde treinta aos. De momento erconsiderado un poeta de talento escaso

un anarquista de dudosa lealtad a lcausa; pero al principio Jane ni siquierestaba al tanto de esos pequeo

detalles. Haba trado a George un fajmustio de pginas mecanografiadassueltas en una carpeta marrn. El ttul

de aquello eraLos cuadernos sabticosEn ciertos aspectos crucialesicholas Farringdon era distinto de lo

otros escritores a los que hab


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conocido. Destacaba, sin evidenciarlde momento, en que se sabnvestigado. Jane tambin observaba e

l una mayor arrogancia e impaciencique la de otros autores de tipntelectual. Por eso le pareca m

atractivo.De momento, nuestra chica se hab

apuntado un tanto con el intelectualsim

autor deEl simbolismo de Louisa Maylcott, que George estaba vendiend

muy bien y muy rpido, en determinado

mbitos, gracias a su notoricomponente lsbico. Tambin habenido un cierto xito con Rudi Bittesch

el rumano que sola ir a verla al club.


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Pero Nicholas haba lograddesconcertar ms de lo normal George, que se mostraba incapaz ddecidir entre su admiracin por un librque no lograba entender y su miedo que resultara un fracaso. En cuanto

icholas, tras habrselo encomendado Jane para que lo pusiera en tratamientoGeorge pudo al fin pasar las noche

quejndose a Tilly por estar en manode un escritor vago, irresponsablensufrible y astuto.

En un momento de inspiracin, Jane haba preguntado una vez a uescritor:

Cul es turaison dtre?


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Aquella estrategia le funcionmaravillosamente. Por eso decidiensayarla con Nicholas Farringdocuando se dej caer por la editorial parpreguntar por su manuscrito, un da eque George estaba reunido, es decir

bien escondido en la habitacin defondo.

Cul es su razn de ser, seo

Farringdon?La respuesta de l fue una muec

algo abstracta, como si Jane fuese u

altavoz averiado.En otro de sus momentos dnspiracin Jane le invit a cenar en e

club May of Teck, cosa que acept co


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una humildad considerable, obviamentdebida al inters por su libro. Ya se lohaban rechazado diez editoriales, comocurra, por lo dems, con la mayora dos libros que caan en manos d

George.

Gracias a su visita, Jane ganerreno en el club. No se le haba pasadpor la cabeza que su invitado pudier

reaccionar con tanto entusiasmoMientras Nicholas se tomaba un Nescafsin leche en el saln, en compaa d

Jane, Selina, la pequea y morena JudRedwood y Anne, el escritor mir a salrededor y esboz una sonriscomplacida. Jane haba elegido a su


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acompaantes de esa noche con enstinto de una alcahueta experimenta

Al caer en la cuenta del alcance de sxito se arrepinti y alegr a parteguales, pues, por lo que haba odo, n

estaba claro si Nicholas era de esos

os que les gustaban los hombres, ahora al menos saba que le iban los dosexos. Las largas e insuperables pierna

de Selina se organizaron en diagonadesde las profundidades de la butaca eque estaba apoltronada con aire de se

a nica mujer presente que podpermitirse el lujo de apoltronarse. En eapoltronamiento de Selina haba algque recordaba a la grandeza de un


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reina. Mientras escudriaba a Nicholacon aire regio, l se dedicaba a paseaa mirada por la habitacin, observand

a los grupos de chicas que charlabaaqu y all. Por las puertas abiertas de lerraza entraba el frescor de la noche

momento en que les lleg de la sala duegos la voz de Joanna, que estab

dando una de sus clases de elocucin:

Record a Chatterton, el prodigio

aquel

cuyo recio espritu muri por sualtivez,

embozado en la gloria y el placer,

tras su yugo no pens jams volver


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Divinos nos haca el valer

a los poetas nacidos con ventura,

llevados al hasto y la locura.

Ojal vuelva al Naufragio deeutschland dijo Judy Redwood

A Hopkins lo borda.Recuerda que el nfasis va e

Chatterton, seguido de una breve paus

se oy decir a Joanna. Y la alumna deJoanna recit:

Record a Chatterton, el prodigi

aquel.

El nerviosismo en torno al ventanuc


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dur lo que quedaba de tarde. La labontelectual de Jane continuaba con erasfondo de las voces procedentes de l

gran habitacin donde estaban los aseosYa haban vuelto las otras dos inquilinadel piso superior, tras pasar el fin d

semana con la familia en el campo. Unera Dorothy Markham, la sobrina pobrde lady Julia Markham, presidenta de

comit del club, y la otra Nancy Riddleuna de las numerosas hijas de cura quhaban pasado por la institucin. Com

ancy quera quitarse el acento de lzona de las Midlands, daba clases delocucin con Joanna.

Jane, concentrada en su labo


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ntelectual, supo por las voces qulegaban del cuarto de bao que Doroth

Markham haba conseguido escabullirspor la ventana. Dorothy tena noventa res centmetros de cadera y solo setent nueve de pecho, cosa que no l

desanimaba, pues pensaba casarse couno de los tres hombres de su squito quienes les gustaban las mujeres d

cuerpo aniado y, sin saber tanto deasunto como su ta, Dorothy erconsciente de que su cuerpo sin cadera

ni pecho siempre gustara a ese tipo dhombre que se senta ms cmodo couna mujer escurrida. Dorothy era capade emitir, a cualquier hora de la noche o


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el da, una chchara de colegiala quanimaba a deducir que cuando no estabhablando, comiendo o durmiendosencillamente no pensaba en nada, salven sus tpicos latiguillos: Una comidbestial. Qu boda tan fenomenal

Parece ser que l la viol y ella squed pasmada. Una pelcula atrozEstoy asquerosamente bien, gracias. Y

?. Su voz, que vena del cuarto dbao, distrajo a Jane.

Maldita sea. Me he manchado d

holln. Estoy hecha una asquerosidad.Abriendo la puerta de Jane silamar, asom la cabeza y dijo:

Tienes un poquillo d


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aboncillo?Varios meses despus volvi a

aparecer en la puerta de Jane y anunci:Qu espanto. Estoy embarazosa

Vente a la boda.Cuando le pidi que le prestara s

abn, Jane dijo:Me dejas quince chelines si t

os devuelvo el viernes?

Era su recurso de emergencia paribrarse de alguien cuando estaba e

plena labor intelectual.

A juzgar por el ruido, era evidentque Nancy Riddle se haba quedadatascada en la ventana y se estabponiendo histrica. Pero al fin lograro


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sacarla y tranquilizarla, comatestiguaba la gradual sustitucin de lavocales de las Midlands por las vocalenglesas en las voces procedentes de

cuarto de bao.Jane sigui con su trabajo

dicindose que deba seguir en la luchaEl club entero usaba la misma expresia todas horas, procedente de las chica

vrgenes de los internados, que la habaaprendido a su vez de los soldados.

De momento, Jane haba dejado d

eer el manuscrito, que tena sntrngulis. De hecho an no habcaptado el tema del libro, cosnecesaria para elegir el fragment


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concreto que se iba a poner en tela duicio, aunque ya se le haba ocurrido e

comentario que pensaba sugerirle George para que se lo dijera al autorNo te parece que esta parte resultalgo derivativa?. La idea era fruto d

un momento de inspiracin.Pero ahora tena el libro relegado

En ese momento estaba dedicada a u

serio trabajo adicional, por el quadems le pagaban. El asunto tena quver con Rudi Bittesch, a quien odiaba e

aquella etapa concreta de su vida, por saspecto poco atractivo. Aparte de todoo dems, era demasiado mayor par

ella. Cuando se deprima procurab


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recordar que solo tena veintids aosporque la idea siempre conseguanimarla. Oje la lista de autorefamosos que le haba dado Rudi, con ladirecciones correspondientes, para vequin le faltaba. Sac una cuartilla

escribi la direccin de la casa dcampo de su ta abuela, seguida de lfecha. A continuacin puso:

Querido seor Hemingway:

Le envo esta carta a su editoria

con la conviccin de que se la harlegar.

Aquel era un prembul


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aconsejable, segn Rudi, porque a veceos editores reciban instrucciones d

abrir las cartas de los autores y tirarlaa la basura si el contenido no parecener ningn inters comercial, pero est

comienzo, ledo por un editor, tal ve

ograra llegarle al corazn. En cuantal resto de la carta, lo poda escribiella a su completo antojo. Tras espera

unos instantes a que le llegara lnspiracin, Jane escribi:

Estoy segura de que recibirmuchas cartas entusiastas y por ello h

dudado antes de aadir una ms a s

buzn. Pero desde que sal de la crcel


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donde he pasado los ltimos dos aos y

cuatro meses de mi vida, cada vez m

arece ms importante que sepa lo

mucho que han significado sus novela

ara m durante todo ese tiempo. E

risin reciba pocas visitas. La

escasas horas de ocio que tena cad

semana las pasaba en la biblioteca

or desgracia, en la sala no hab

calefaccin, pero la lectura mayudaba a entrar en calor. Ningn

ibro me dio tanto nimo para afronta

el futuro y forjarme una nueva vida asalir como Por quin doblan la

campanas. Su novela me devolvi la

anas de vivir.


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Solo quera hacrselo saber y darl

as gracias.

Sinceramente, (Seorita)

J. Wrigh

P.D.: Esta carta no es para pedirle

nada. Le aseguro que si optara po

enviarme dinero, no dudara en

devolvrselo.

En caso de que la carta le llegaraera posible que Hemingway lrespondiera de su propia mano. Era m

fcil obtener contestacin con unmisiva enviada desde la crcel o emanicomio que con un texto ms clsico

pero adems haba que saber elegir u


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escritor con corazn, como decRudi. Los escritores sin corazn nsolan responder, y si lo hacanescriban a mquina. Por una cartescrita a mquina y firmada, Rudpagaba dos chelines si el autgrafo e

cuestin escaseaba, pero si la firma deautor era fcil de conseguir y la carta simitaba a una simple respuesta forma

no pagaba nada. En el caso de una cartmanuscrita daba cinco chelines por lprimera pgina y un cheln por cada un

de las siguientes. Jane deba agudizar engenio, por tanto, para dar con el tipde carta que llevara al destinatario responder con un texto totalment


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holgrafo.Lo que s pagaba Rudi era el pape

de escribir y los sellos. Deca que lacartas le interesaban por motivosentimentales, para tenerlas en mcoleccin. Era cierto, porque Jan

haba visto la coleccin con sus propioojos. Pero sospechaba que laconservaba pensando que su valo

aumentara ao tras ao.Si las escribo yo, me salen meno

autnticas y no consigo ningun

respuesta interesante. Adems, el inglque hablo yo no es el mismo que el duna joven inglesa como t.

Jane tambin hubiera querido tene


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su propia coleccin, pero como le hacfalta el dinero que se ganaba con lacartas, no poda permitirse el lujo dguardarlas con vistas al futuro.

Jams pidas dinero en tus cartale advirti Rudi. No saques el tem

del dinero. Podran acusarte de cometeun delito de estafa.

Pero en uno de sus momentos d

nspiracin, a Jane se le ocurri lo daadir la posdata, por si acaso.

Al principio le preocupaba qu

alguien descubriera su treta y acabarmetindose en un lo. En cuanto a esoRudi la tranquiliz.

T dices que es una peque


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broma. No es un delito. Adems, quise va a poner a hacer comprobacionesCrees que Bernard Shaw se va dedicar a hacerle preguntas sobre ti a tanciana ta? Bernard Shaw es un hombrclebre.

Bernard Shaw, de hecho, habresultado decepcionante. Respondi a lcarta de Jane con una postal escrita

mquina:

Gracias por su carta alabando mi

escritos. Ya que dice que la hanconsolado de sus desgracias, n

abundar en mis comentario

ersonales. Y puesto que dice no quere


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dinero, no le enviar mi firma

holgrafa, que tiene un cierto valor. G

. S.

Las iniciales tambin estaban mquina. Con el tiempo, Jane haba id

ganando experiencia en el asunto. Cosu carta sobre un hijo ilegtimconsigui una amable respuesta d

Daphne du Maurier, por la que Rudpag el precio estipulado. Con algunoautores lo que funcionaba era un

pregunta sobre algn asunto acadmiccomo la intencin subyacente. Un da, eun momento de inspiracin, Jan

escribi una carta a Henry James y se l


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mand al Ateneo.Eso que hiciste fue una bobada, l

verdad, porque James est muerto dijo Rudi.

Te interesa una carta de uescritor llamado Nicholas Farringdon

le pregunt ella.No dijo l. A Nichola

Farringdon le conozco. No vale nada. L

ms probable es que jams llegue a seun escritor clebre. Qu ha escrito?

Un libro llamadoLos cuaderno

sabticos.Es de tema religioso?Bueno, l dice que es sobr

filosofa poltica. Consiste en una seri


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de notas y pensamientos.El ttulo tiene un cierto tufillo

religin. Ese hombre acabar convertiden un catolicn devoto del Papa. Ya lopredije yo antes de la guerra, por cierto

Pues es un hombre con muy buen

pinta.Jane odiaba a Rudi, que no era nad

atractivo. Tras poner la direccin y e

sello a la carta de Ernest Hemingway, lomarc en la lista como Hecho, y anota fecha junto al nombre. Ya no se oan

as voces de las chicas en el cuarto dbao. La radio de Anne cantaba:

En el Ritz cenaban los ngeles


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y en Berkeley Square cantaba un

ruiseor.

Eran las seis y veinte. Tena tiempopara escribir otra carta antes de cenarJane repas la lista.

Querido seor Maugham,

Le envo esta carta a su club con l

conviccin

Tras pararse a pensar, Jane se comi

una onza de chocolate para manteneactivo el cerebro durante el tiempo que quedaba antes de la cena. Poda se

que a Maugham no le gustaran las carta


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carcelarias. Rudi le haba contado quena una opinin muy cnica de l

humanidad. En un momento dnspiracin record que Maugham hab

sido mdico. Quiz fuera buena ideescribirle desde un sanatorio. En est

caso poda llevar dos aos y cuatrmeses enferma de tuberculosis. Al fin al cabo, era una dolencia imposible d

atribuir al gnero humano y, por tantoncapaz de inspirarle ningn cinismo

Mientras lo meditaba le empezaron

entrar remordimientos por haberscomido el chocolate y dej lo ququedaba al fondo de un estante dearmario, como quitndoselo de la vista


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un nio pequeo. La voz de Selina desdel cuarto de Anne pareci confirmar eacierto de esconder el chocolate ascomo la equivocacin de haberscomido un trozo. Entre tanto, Anne habapagado la radio y se oa a las do

chicas hablando. Selina estara echaden la cama de Anne con su languidez dsiempre, lo que se confirm cuand

Selina empez a repetir, con lentitud solemnidad, las Dos Frases.

Las Dos Frases eran un sencill

ejercicio nocturno prescrito por lnstructora Jefe del Cursillo dCompostura que haba estado estudiandSelina en los ltimos tiempos, po


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correspondencia, en doce lecciones, que le haba costado cinco guineas. Ecursillo recomendaba firmemente lautosugestin y aconsejaba a la mujerabajadora que quisiera mantener l

compostura repetir dos veces al da la

dos siguientes frases:La compostura es el equilibri

perfecto, una ecuanimidad del cuerpo

a mente, una serenidad perfecta ecualquier entorno social.

Vestimenta elegante, limpieza

nmaculada y modales perfectocontribuyen a lograr la seguridad en unmisma.

Hasta Dorothy Markham interrump


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su chchara durante unos segundos, a laocho y media de la maana y a las seis media de la tarde, por respeto a SelinaTodo el piso de arriba le guardabrespeto. Al fin y al cabo, el asunto lhaba costado cinco guineas. Los do

pisos inferiores se mostrabandiferentes. Pero las chicas salan dos dormitorios al rellano a escuchar

atnitas, aquella palabrera que saprendan con alegre ferocidad, parhacer rer a sus novios los soldado

como descosidos, pues esa era lexpresin que usaban en sus crculosPor otra parte, las chicas de lodormitorios tenan envidia de Selina


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porque saban que jams alcanzaran scategora en cuanto a la apariencifsica.

Ya haca un buen rato que las Frasehaban dejado de orse cuando Jane pusfuera de su vista y de su alcance lo qu

e quedaba de chocolate. Entoncesigui escribiendo la carta. Jane llevaba bastante tiempo con tuberculosis

Soltando una tosecilla, pase la miradpor la habitacin: un lavabo, una camauna cmoda, un armario, una mesa co

una lmpara, una silla de mimbre, unsilla de madera, una estantera, unestufa de gas y un contador para medisu consumo, cheln a cheln. Por u


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nstante, a Jane le dio la impresin destar realmente en la habitacin de usanatorio.

La ltima vez dijo la voz dJoanna desde el piso de abajo.

Estaba dando clase a Nancy Riddle

que en ese preciso momento parecestar empezando a dominar las vocalenglesas bsicas.

Y una vez ms dijo JoannaTenemos el tiempo justo antes de cenarLa primera estrofa la leo yo y t m

sigues.

Hileras de manzanas en el desvn

y la luz que una claraboya dej


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entrar.

Manzanas de color aguamar

y una nube sobre la luna otoal.


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Captulo 4

Estbamos en julio de 1945, tremeses antes de las elecciones generales

Bajo las sombras vigas, hileras d

manzanas

que sobre el corvo suelo atraen la

una temprana.

Cada manzana luce cual luna vana

Y bajo la escalera, ay, no suena

nada.

Ojal vuelva al Naufragio d

eutschland insisti Judy.


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T crees? A m me gustManzanas a la luz de la luna respondi alguien.

En este momento Nichola

Farringdon se hallaba en su trigsimercer ao de vida. Tena fama d

anarquista, pero en el club May of Teck

nadie se lo acababa de creer, dado locorriente de su aspecto. Es decir, tena apariencia algo disipada del bal

perdida procedente de una buena familinglesa, cosa que era, por cierto. Amediados de la dcada de 193abandon Cambridge. Sus hermanos


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dos contables y un dentista ldescriban como un poco desastre, lverdad, algo que no sorprenda a nadie

Para saber ms de l, Jane Wrighacudi a Rudi Bittesch, que le habfrecuentado durante toda la dcada d

1930.No pierdas el tiempo con l l

dijo Rudi. Es una calamidad. L

conozco bien. Es muy amigo mo.Pareca ser que, antes de la guerra

icholas se debati entre vivir e

nglaterra o en Francia, pero fue incapade decidirse, cosa que le sucedambin con las mujeres y los hombres

pues haba vivido apasionado


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ntervalos amatorios con miembros dambos sexos. De igual modo, le costabescoger entre suicidarse o acometer uplan igualmente drstico, en el que tenque ver un tal padre DArcy. Segn lexplic Rudi, el susodicho era u

filsofo jesuita especialista en tratar dconvertir a los intelectuales britnicoscon exclusividad absoluta. Nichola

haba sido pacifista hasta que estall lguerra, y entonces se alist en eejrcito.

Le vi un da en Picadilly, vestidode uniforme dijo Rudi. Y va y mecuenta la historia de que la guerra le hrado la paz. Entonces deja el ejrcito


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despus de pasar por el psicoanlisisuna patraa, y se mete en el servicio dnteligencia. Los anarquistas le dan po

perdido, aunque l se consideranarquista, por cierto.

En vez de predisponer a Jane contr

icholas Farringdon, los retazobiogrficos aportados por Rudi ldotaban de una aureola heroica que Jan

encontraba irresistible, cosa que logrcontagiar a las chicas del piso superior.

Tiene pinta de genio dec

ancy Riddle.Nicholas tena la costumbre ddecir: Cuando sea famoso al hablade su futuro lejano, con la misma alegr


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rona que el conductor de autobs de lnea 73 iniciaba sus peroratas sobre l

Ley del Suelo: Cuando llegue apoder.

Jane ense a Rudi el manuscrito dos cuadernos sabticos, ttul

nspirado en el pasaje bblico que decaEl sbado se hizo para el hombre, no ehombre para el sbado.

Si George piensa publicar algas, es que se ha vuelto loco dijo Rudcuando le devolvi el manuscrito.

Estaban los dos sentados en la salde juegos del club donde, esquinadunto a los ventanales abiertos al jardn

una joven tocaba escalas al piano co


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odo el estilo que era capaz daportarles. El lejano tintineo recordaba una caja de msica y se entremezclabcon los dems sonidos dominicales lbastante como para no importunar Rudi mientras lea en voz alta, con s

ngls extranjero, fragmentos del librde Nicholas, con la clara intencin ddemostrarle algo a Jane. Lo haca com

ese comerciante de paos que vende smejor gnero sacando unos retales dcalidad inferior, animando al cliente

ocarlos y pronunciarse sobre el asuntomientras l se encoge de hombros aparta las telas con un gesto ddesprecio. Jane, convencida de que Rud


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ena algo de razn al criticar lo que ibeyendo, estaba de hecho fascinada poa personalidad de Farringdon, que Rude iba esbozando con sus disperso

comentarios. Nicholas era el nicntelectual pasable que haba conocid

en su vida.No es ni bueno ni malo dij

Rudi, inclinando la cabeza a izquierda

derecha al hablar. Es purmediocridad. Recuerdo que esto lescribi en 1938, en una poca en que s

acompaante de turno era de sexfemenino. Una mujer pecosa, anarquist pacifista. Por cierto, escucha esto

aadi, volviendo a leer en voz alta:


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X est escribiendo una historia de

anarquismo. El anarquismo

ropiamente dicho no tiene una

historia como la que X pretend

desarrollar, es decir, dotada de una

continuidad y un sentido. Se trata de u

movimiento popular espontneo

asociado a una poca y una

circunstancias concretas. Una historia

del anarquismo no sera anloga a unahistoria poltica, pues se parece m

bien al latido de un corazn. Puede

hacerse descubrimientos sobre easunto, pueden variar las condiciones y

as reacciones subsiguientes, pero no

hay nada nuevo en s.


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Jane estaba pensando en la novipecosa con la que Nicholas se acostaben aquel entonces, y por unos instanteos imagin metindose en la cama coos cuadernos sabticos.

Qu fue de su novia? dij

Jane.No es que esto sea malo dij

Rudi. Pero no es una verdad ta

grandiosa como para plantarla tagrandiosamente sobre el papel, y en usolo prrafo, por cierto. Fabric

epigramas como si le diera perezescribir el ensayo correspondienteEscucha esto

Qu fue de esa chica? dij


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Jane.La metieron en la crcel po

pacifista, creo, no lo s dijo l. So fuera George, no tocara ese libro n

de lejos. Escucha esto

Todo comunista tiene un rictus

ascista;

todo fascista tiene una sonris

comunista.

Ja! dijo Rudi.

Pues a m me parece una idea muprofunda dijo Jane, puesto que era lnica frase que le sonaba.

Por eso la ha metido. Sabiend


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que el maldito libro tiene que lograhacerse con un pblico, el muy listo lmete unos cuantos aforismos, de esoque os gusta or a las chicas como tpor cierto. Esto no significabsolutamente nada. Qu sentido tiene?

A Rudi se le oa ms de lo quhubiera querido, dado que la chica depiano se estaba tomando un descanso.

No nos pongamos nerviosos dijo Jane, alzando la voz.

La pianista empez con otra serie d

intineos fragmentados.Mudmonos al saln dijo RudiNo, que esta maana est lleno d

gente dijo ella. En el saln n


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hay un solo rincn tranquilo.A Jane no le apeteca demasiado

exponer a Rudi ante las socias del club.Las escalas de piano suban

bajaban interminablemente. De lventana de arriba sala la voz de Joann

dando una clase de elocucin a lseorita Harper, la cocinera, que tenun rato libre antes de ponerse a hacer l

carne asada del almuerzo del domingo.Escucha esto deca Joanna.

Ah, hastiado girasolque cuentas los pasos del sol,

en pos del gualdo calor dulzn

donde el viajero al fin arrib!


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Ahora te toca a ti deca Joann. La tercera lnea es muy lenta. Piensen el gualdo calor dulzn al recitarla.

Ah, hastiado girasol

Las locuaces chicas de lodormitorios salan del saln y se ibadesparramando por la terraza, y a

hablar parecan recitar el parlamento das aves de Chaucer. Las diminutas nota

de las escalas sonaban una tras otra

obedientemente.Escucha esto dijo Rudi:

Convendra recordar a la


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gente hasta qu punto ha cado

el mundo en desgracia y cuan

pattico ha sido el batacazo.

Tanto, que hoy est regido por

polticos, pese a que el

sentimiento de las gentes, tanto

si es de consuelo matutino como

de temor vespertino

Has visto lo que dice, eso de quel mundo ha cado en desgracia? Ahest la explicacin de que el tipo no se

anarquista, por cierto. Lo echarocuando empez a hablar como si fuerun hijo del Papa. Este hombre es un pur

caos que dice ser anarquista. Pero lo


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anarquistas no se dedican a hablar sobrel pecado original y dems. Solo leestn permitidas las tendenciaantisociales, la conducta amoral dems. Nick Farringdon es udiversionista, por cierto.

Una vez ms se oy decir Joanna.

Ah, hastiado girasol

Escucha esto dijo Rudi:

No obstante, aprovechem

las senoritas de escasos medios - muriel spark

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