LA VIRGEN MARÍA EN LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA

HISTORIA DE UN “INDECIBLE AFECTO”De San Francisco a San Maximiliano M.

Kolbe

1. SAN MAXIMILIANO KOLBE EN EL CONTEXTO DE LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA

San Maximiliano Kolbe fue un verdadero hijo y hermano de san Francisco.

Rasgos característicos: espíritu de obediencia y penitencia evangélicas, la profunda “devoción” eucarística, el amor y la obediencia a la Iglesia, la fraternidad, el celo apostólico por la salvación de todas las almas, la intrepidez misionera, el trabajo y la pobreza con alegría…

Especialmente: el “indecible afecto hacia la Madre de Dios”.

Diálogo confiado y amoroso con Aquella que engendró en el tiempo al Hijo de Dios (Juan Pablo II).

Estudio y reflexión: la Orden franciscana había amado a la Virgen con un “afecto entrañable”, pero que le faltaba dar un paso más…

2/. RECORRIDO HISTÓRICO-ESPIRITUAL

a. LA VIRGEN MARÍA EN SAN FRANCISCO- Material: lo que él mismo dijo de la Virgen y lo que sus biógrafos nos cuentan acerca de su relación con María. Ermita de santa María de los Ángeles. - Profunda devoción del Santo de Asís por la Madre del Señor desde la época de su conversión.- Su visión mariana se apoya en el contexto de la Historia de la salvación culminada con la encarnación y prolongada en la Iglesia por obra del Espíritu Santo.- Referencia inmediata: la maternidad divina de María, su relación con la Sma. Trinidad y de modo especial con el Espíritu Santo.

- Insistirá también en aspectos más “humanos” como la pobreza y la humildad de la encarnación, el nacimiento en el establo de Belén, etc.

- Título con el que Francisco llama a la Virgen en la antífona del Oficio de la Pasión: “esposa del Espíritu Santo”.

- María y la Iglesia: es la “Virgen hecha iglesia”.

- Mediación de María: presentada como “Madre de misericordia”; Perdón de Asís o Indulgencia de la Porciúncula.

- Inmaculada Concepción: san Francisco, como hijo de su tiempo, nunca menciona este privilegio de la Virgen, pero lo cierto es que algunas de las afirmaciones sobre la santidad singular de María apuntan hacia este privilegio.

b. LA VIRGEN MARÍA EN SANTA CLARA DE ASÍS- Material: ocurre lo mismo que con san Francisco, habría que diferenciar entre lo que ella misma dijo de la Virgen y lo que su biógrafo y los testigos de su canonización nos cuentan.- La humildad y la pobreza de la encarnación y del nacimiento en Belén. - La unión espiritual con María: adherirse a ella, a sus actitudes, fijarse cómo respondió al Señor, mirarla con el deseo de seguir sus huellas…

Testimonio de sor Bienvenida: “Santa Clara a punto de morir fue visitada por algunas vírgenes, entre las que sobresalía por altura y belleza la Virgen María. Ésta se acercó al lecho de Clara y se inclinó sobre ella de tal forma que los dos rostros quedaron fundidos en uno y ella no pudo distinguir el uno del otro” (Proc 11, 4).

c. LA VIRGEN MARÍA EN SAN ANTONIO DE PADUA- En los escritos de san Antonio se encuentran muchas enseñanzas sobre la Virgen, también preciosas oraciones.- Destaca la maternidad divina: es la explicación de su plenitud de gracia. Por ella, ha sido adornada con la santidad, con la pureza total, con todas las virtudes. En ella el Hijo de Dios había de recibir nuestra humanidad y nuestra debilidad.- Conjuga dos aspectos muy interesantes: pobreza y belleza. - Santificación de María: san Antonio no trata acerca de la Inmaculada Concepción, pero algunas expresiones apuntan hacia una comprensión implícita de este misterio…- Con mucha frecuencia habla de María como mediadora e intercesora.

d. LA VIRGEN MARÍA EN SAN BUENAVENTURA- Una de las personalidades más ricas que ha habido en la Iglesia. Se hizo fraile menor por un milagro de san Francisco. Predicador, filósofo, teólogo y místico. Muy joven fue elegido Ministro general de la Orden. Gregorio X lo creó cardenal y obispo de Albano. Murió con fama de santidad en Lyon, durante el II Concilio. - Habla de la Virgen para referirse esencialmente al papel de la Madre de Cristo, al de cooperadora de la obra de la Redención y al de mediadora universal de las gracias que brotan de la Redención.- Parte del privilegio más sublime, el de Madre de Dios, e insiste mucho en que María es también Madre nuestra.

- Santidad de la Virgen: en previsión de la colaboración de María en la obra de la Redención, afirmando que Dios preparó su cuerpo virginal y creó bellísima su alma, llenándola de gracia; y la libró de todo lo que pudiera empañar en lo más mínimo esta obra de arte suya insuperable.- Otros aspectos destacados: María puerta del cielo y mediadora y distribuidora de las gracias, como ejercicio de su maternidad espiritual.- María “corredentora”, aunque no usa el título sí le atribuye términos afines, como “liberadora”, “reparadora”. - Fruto supremo de la Redención, defendiendo que María había sido redimida antes del nacimiento de Cristo. No se opondrá a la Inmaculada Concepción, afirmando que es posible, pero tampoco llegará defender explícitamente este misterio: salvaguardar la excelente dignidad de Cristo y la universalidad de la Redención.

e. LA VIRGEN MARÍA EN EL BTO. DUNS ESCOTO- Nacido en Escocia entorno al año 1265, fue admitido en la Orden de los Frailes Menores. Dotado de una viva y aguda inteligencia. Ordenado sacerdote en 1291, fue enviado a París para completar sus estudios. Enseñó en Cambridge, Oxford, París y Colonia, donde murió santamente.- Tuvo dos grandes méritos teológicos en la historia de la doctrina cristiana: sus tesis sobre el primado absoluto de Cristo y sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen María. - Cuando la doctrina contraria a la Inmaculada Concepción era corriente entre los teólogos (San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, otros Maestros de París…) corroborada por la autoridad de los grandes maestros, «bajó a la palestra el Doctor providencial que Dios mandó a la Iglesia para este caso», decía el antiguo Oficio de la Inmaculada: el Beato Juan Duns Escoto.

La Inmaculada Concepción de María- Escuela franciscana, con Duns Escoto a la cabeza: la Encarnación del Verbo es la “obra maestra absoluta de la Santísima Trinidad”. Dios la quiso por sí misma, por su intrínseca bondad suma; es decir, la quiso de manera absoluta, sin estar condicionada al probable pecado de Adán.- Con el mismo e idéntico designio con el que ha querido incondicionalmente la Encarnación del Hijo, ha querido también a Aquella que debía ser la Madre del Verbo Encarnado. - La ha querido porque ha querido al Verbo Encarnado y, por tanto, la ha querido también independientemente del probable pecado de Adán.- Ahora bien, después del pecado original se introdujo un nuevo elemento: la necesidad de la Redención.- Este aguijón de muerte sólo podía ser arrancado del hombre por el Verbo Encarnado, Redentor de todos los hijos de Adán.

- Pero María - sostiene Escoto -, aún siendo hija de Adán y Eva pecadores, no obstante, habiendo sido elegida y querida por Dios como Madre del Verbo Encarnado, no fue redimida simplemente como los demás seres humanos, sino que, por voluntad divina, fue redimida perfectísimamente, es decir, preservándola.

- En otras palabras: Escoto distingue entre la Redención curativa y la preservativa. Esta última es, en opinión suya y ante el testimonio de la razón, redención más perfecta. Escoto defiende la superioridad de la gracia preservadora sobre la gracia purificadora, diciendo que Dios puede hacerlo, como en el caso de María.

- Por lo que la Virgen, en su privilegio, lejos de menoscabar el honor de Cristo escapando a su influjo, como temían los antiguos, depende de Él en forma más brillante y más efectiva. De hecho, fue sumamente conveniente que, en cuanto Madre de Dios, desde el primer instante de su existencia en el seno materno fuese llenada de gracia santificante, es decir, fuese preservada totalmente del pecado original, en previsión de los méritos redentores del Hijo.

- Resumiendo: Duns Escoto funda el privilegio de la Virgen Inmaculada sobre el dogma de la Redención universal y el primado de Cristo como mediador, sin menoscabar la doctrina secular de la Iglesia. Su explicación va más allá del famoso: “potuit, decuit, ergo fecit”. - Duns Escoto no legó a la posteridad una Mariología terminada, sino más bien: enunció principios, indicó caminos, delineó fragmentos, dio orientaciones, acumuló los más fecundos estímulos.- Constitución Ineffabilis Deus de Pío IX: definición dogmática de la Inmaculada Concepción de María.- Concilio Vaticano II: Lumen Gentium 53.  

f. LA VIRGEN MARÍA EN OTRAS FIGURAS DESTACADAS DE LA ORDEN

- Beata Ángela de Foligno (1248-1309)- San Bernardino de Siena (1380-1444)- San Juan de Capistrano (1386-1456)- San Jaime de la Marca (1393-1476)- Fray Francisco de Osuna (1492(?)-1540)- San Lorenzo de Bríndisi (1559-1619)- San José de Cupertino (1603-1663) - San Francisco Antonio Fasani (1681-1742)- San Maximiliano Kolbe (1894-1941).

3. CONCLUSIÓN:

- La relación de san Francisco y de su Orden de la Virgen María es la historia de un “indecible afecto”.

- “Sembrar el amor a la Virgen en las almas, es asegurar que estas den frutos de santidad para gloria de Dios”.

¡PARA LA MÁXIMA

GLORIA DE DIOS

Y DE SU MADRE

INMACULADA!