la victoria del amor divino -...

WILLIAM SOTO SANTIAGO44

Laodicea, a nada,” seguimos adelante, porque nos esperan las

grandes bendiciones de parte del Señor; tanto aquí en esta

Tierra, en lo espiritual, como allá en la otra dimensión.

Así que, Dios nos ayude en esta noche, Dios nos guarde. Y

a medida que Él sigue obrando en nuestros corazones, todas

las preguntas van como que desapareciendo ¿Verdad?

¿Cuántas preguntas tenía usted cuando empezamos en el

mensaje por el ‘74 al ‘75? Ahora ¿Cuántas tiene? ¿Cuántas

tenía el año pasado? De las que tenía el año pasado, ¿cuántas

le han sido contestadas? ¿Verdad? Un sinnúmero de ellas, lo

único que ha pasado es que ahora tiene unas cuantas más,

pero que le van a ser contestadas también.

Así que un día estaremos sin preguntas; pero sabemos que

el Señor nos va a ir contestando todas las preguntas, a medida

que el Amor Divino y el mensaje del Amor Divino, el

mensaje de esta Edad de la Palabra, a medida que va

viniendo, va contestando nuestras preguntas del corazón.

Dios nos bendiga y Dios nos guarde en esta noche.

“LA VICTORIA DEL AMOR DIVINO.”

LA VICTORIADEL

AMOR DIVINORev. William Soto Santiago

2 de julio de 1976Puerto Rico

LA VICTORIA DEL AMOR DIVINO 43

Dios hace en este tiempo.

Así que, no estamos caminando a ciegas, no estamos

imaginándonos las cosas, sino que estamos caminando firmes

en la Palabra de Dios conforme a las promesas que Él ha

hecho, y ahora nosotros entrando en Sus promesas, entrando

en el cumplimiento de lo que Él ha prometido. Y eso es la

causa por la cual hay tanta alegría en el corazón de los

escogidos; porque eso lo que produce es alegría, regocijo, y

entonces, ¿qué pasa? Usted no tiene que estar ni molesto, ni

triste, ni con problemas con otras personas, sino feliz y

contento y sabiendo que nuestros días aquí en la Tierra ya

están terminando y que de un momento a otro nos vamos de

esta dimensión; y entonces esta dimensión, y los que viven

aquí, van a dejar de ser, y después regresamos nosotros.

Pero sabemos que este es un tiempo para estar en el

mensaje del Amor Divino, y dejar que el Amor Divino se

manifieste en nosotros plenamente, y entonces, si realmente

el Amor Divino se manifiesta en nosotros, luego entonces

encontraremos algo muy especial de parte de Dios en nuestras

vidas; usted notará su vida transformándose de adentro para

afuera. ¿Ve? Porque el mensaje del Amor Divino nos llena

del Amor Divino.

Entonces, ¿de qué lo llena entonces? Lo está llenando de

Dios. Y si lo está llenando de Dios, entonces ¿qué está

haciendo? Dios se está encarnando en usted y en mí. Entonces

el Amor Divino estará encarnado en usted y en mí. Dios, que

es Amor, estará plenamente encarnado dentro de poco tiempo

en cada uno de nosotros.

Así que, en esta noche Dios nos bendiga y nos ayude para

que sigamos hacia adelante siempre, sin mirar hacia atrás;

porque si miramos hacia atrás, lo único que hay es Laodicea.

Tendremos que decir entonces: “¿Y a quién iremos? A


Amor Divino.

Por lo tanto, en esta noche para nosotros tiene que ser

motivo de regocijo, motivo de alegría, y ver que en esta noche

en la cual nos encontramos aquí, y no solamente aquí, sino

bajo una Carpa pequeña, podemos entonces mirar y ver que

se proclamaría también el mensaje del Amor Divino ¿dónde?

En una Carpa, ahí se proclamaría, ahí se cumpliría, ahí sería

efectuado, y Dios lo haría notorio como lo hace notorio para

nosotros de que estamos viviendo el pleno cumplimiento de

la tremenda victoria del Amor Divino.

Porque este es el tiempo en que es proclamada la liberación,

es proclamado el año del jubileo. Y si es proclamado el año

del jubileo, es para una completa restauración, para regresar

a nuestro lugar original. ¿Y para qué Él viene? Para llevarnos.

¿Para dónde nos va a llevar? Para nuestro lugar original;

primero nos lleva en lo espiritual a nuestro lugar original,

¿ve? Al Huerto del Edén espiritual, y luego nos lleva en lo

literal ¿para dónde? Para nuestro lugar original. Por eso nos

saca de esta dimensión, y de este cuerpo de carne, y nos

transforma y nos pasa ¿a qué? a un cuerpo glorificado. O sea,

transforma este cuerpo, y entonces tendremos un cuerpo

glorificado como el de Él, porque seremos... le veremos como

Él es y seremos como Él es.

Por lo tanto entonces, ¿a qué Él viene? A buscarnos, ¿para

qué? Para llevarnos para donde Él está, para llevarnos para Su

dimensión, y para que seamos como Él es; porque somos Sus

hijos. Entonces, eso es algo por lo cual nosotros debemos de

darle gracias al Señor, el saber lo que sabemos de parte de

Dios, lo cual está en la Palabra; porque escrito está.

Y ahora, lo que está escrito, pues cumplimiento tiene. Y

ahora nosotros estamos entrando en el cumplimiento de lo que

Dios prometió, lo cual está escrito para respaldar todo lo que

LA VICTORIA DEL AMOR DIVINO

Rev. William Soto Santiago

2 de julio de 1976

Puerto Rico

Muy buenas noches, amados hermanos, el Señor nos

continúe bendiciendo a todos en esta hermosa noche en

que podemos congregarnos para adorar a nuestro Dios y oír

Su gloriosa Palabra.

Vamos inmediatamente a buscar nuestras Biblias en

Primera de Juan, capítulo 4, comenzando en el verso *7, de

ahí en adelante, y dice la Palabra del Señor:

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de

Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a

Dios.

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es

amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,

en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que

vivamos por él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos

amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a

su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también

nosotros amarnos unos a otros.

Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros,

Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado

en nosotros.

En esto conocemos que permanecemos en él, y él en

nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha


enviado al Hijo, el Salvador del mundo.

Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios

permanece en él, y él en Dios.

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene

para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en

amor, permanece en Dios, y Dios en él.”

Oremos al Señor: Padre, he aquí ante Tu presencia

estamos en esta noche, y Te rogamos Dios eterno, Tú quitesde nuestros corazones toda cosa, todo impedimento quehaya para Tú hablarnos, y háblanos en lo profundo denuestro corazón Señor. Te ruego unjas nuestros oídos paraoír, y nuestros corazones para recibir Tu gloriosa Palabra.

Padre, Te lo pido todo en el Nombre del Hijo de David.Amén, amén.

En la lectura que tuvimos en esta noche vimos que el

apóstol San Juan, el cual fue el apóstol que tuvo la revelación

del Apocalipsis, fue el apóstol que vio este tiempo, fue el

apóstol que vio todo lo que ha pasado, y está pasando y pasará

en este tiempo en que estamos. Él dijo: “Dios es amor.”

También hay otro lugar donde dice que Dios es luz, porque él

vio todo esto y él supo lo que es en realidad Dios.

Ahora, en esta noche vamos a ponerle como tema a la

enseñanza de la Palabra que tendremos: “LA VICTORIA

DEL AMOR DIVINO.”Si es la victoria del Amor Divino, entonces ¿es la victoria

de quién? La victoria de Dios, porque Dios es amor.

Ahora, entonces, sabemos que Dios tiene una victoria

gloriosa que ha de manifestar, y cuando esa victoria

plenamente esté efectuada, entonces, sorbida es la muerte con

victoria. ¿Qué victoria? La victoria del Amor Divino, sorberá

la muerte; la victoria del Amor Divino sorberá todo lo que no

es de Dios. La victoria del Amor Divino quitará de nosotros


santificación; el de los pentecostales, le dio la tremenda

victoria de la restauración de los dones y amor fraternal; pero

hay una tremenda victoria para nosotros, y es: la tremenda

victoria del Amor Divino, ¿con qué? Con el mensaje del

Amor Divino que corresponde a la Edad de la Palabra.

Por eso el mensaje que corresponde a esta Edad de la

Palabra, que es el mensaje de la tercera dispensación, no es un

mensaje para estar nosotros con las caras largas, es un

mensaje para que usted esté lleno del Amor Divino, para que

usted esté llene del regocijo de Dios, para que usted esté

contento siempre, aunque pase por prueba. Usted quiere

paciencia. La prueba produce paciencia; así que no esté

mirando la prueba como un problema, sino mírela como una

bendición, mírela como algo que Dios permite por lo cual

usted pasar para beneficio de usted; porque después ya

hayamos pasado todo, luego nos encontraremos allá, y

entonces no va a haber ninguna prueba.

Así que, si sufrimos con Él, pues reinaremos con Él. Así

que es motivo de alegría y de regocijo para nosotros estar en

la Edad del Amor. En la Edad del Amor, con el mensaje del

Amor Divino, predicando que estamos en el mensaje del

Amor Divino, que Dios se hizo carne. ¿No fue ese el mensaje

del amor que predicaron en el Día de Pentecostés? “Porque

de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo

unigénito.” [San Juan 3:16].

Entonces, encontramos que el mensaje del Amor Divino

¿es qué? Es el mensaje que proclama la Venida del Señor en

carne humana. Y la proclamamos con alegría de corazón,

reconocemos que Dios vino en carne humana en Elías, para

restaurarnos, para efectuar y tocar la trompeta del año del

jubileo, y sigue sonando la trompeta del año del jubileo en

este tiempo, ¿proclamando qué? La tremenda victoria del


el mensaje de Lutero, que es Justificación, porque el mensaje

de Lutero, si lo predicamos lo que produce es Justificación,

pero la gente siguen bebiendo y fumando, siguen fumando y

bebiendo como fuman y beben los luteranos.

Imagínese, usted encuentra que Lutero en una ocasión

estaba bien cansado, y vino un hombre (me parece que fue un

rey), y le dio una cerveza a Lutero, y él le bendijo por eso,

usando la Palabra: “Y cualquiera que dé a uno de estos

pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es

discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.”

[San Mateo 10:42]. ¿Ve usted? ¿Por qué? Porque con lo que

él tenía no podía hacer más en él (eso usted lo encuentra en

los mensajes, no sè si es en las Edades). Pero eso era lo que

había, y con lo que había, de donde pasó, Lutero no se podía

pasar.

Pero después vino el mensaje de Wesley y pudo hacer un

poquito más, y entonces entró Santificación. Pero después

entró el mensaje pentecostal, y entonces pudo hacer un

poquito más, y entonces pudieron recibir la restauración de

los dones y Amor fraternal.

Pero como ya el mensaje de la Edad de Laodicea terminó,

ya se corrompió, y ya hasta el amor fraternal, ustedes saben,

algunas veces escasea.

Entonces, encontramos que se corrompe todo el que recibe

un mensaje que ya pasó de tiempo; pero el mensaje de esta

Edad de la Palabra, es el mensaje ¿de qué? Del Amor Divino.

Por lo tanto, con la predicación del mensaje de la hora, que es

el mensaje del Amor Divino, se gana entonces ¿qué? Se gana

la batalla de este tiempo, y nos da la tremenda victoria del

Amor Divino.

El mensaje de Lutero, le dio la tremenda victoria de la

justificación; el de Wesley, le dio la tremenda victoria de


todas las imperfecciones, la victoria del Amor Divino quitará

de nosotros todo lo que sea antipalabra, y solamente

permanecerá ¿qué? el amor, y Dios es amor.

Por lo tanto, solamente permanecerá, en cada uno de

nosotros, Dios, que es amor. Y Él es amor, y Él también ¿es

qué? La Palabra, porque: “En el principio era la Palabra, y la

Palabra era con Dios, y el Palabra era Dios.” [San Juan 1:1].

El que es amor también es la Palabra.

Por lo tanto, podemos ver a Dios expresado en diferentes

formas: expresado como la Palabra, expresado como amor,

pero es el mismo Dios en Sus diferentes formas y diferentes

ángulos para nosotros verlo. Pues sabemos que si Él es la

Palabra, y Él es amor, entonces la Palabra es amor y el amor

es la Palabra. ¿Ve? Es el mismo Dios, pero expresado en esa

forma.

Ahora, sabemos que esa grande victoria del Amor Divino

es la victoria ¿de quién? De la Palabra, es la victoria de Dios;

porque Dios es la Palabra, y Dios es amor.

Ahora veamos aquí en el mensaje titulado “Divorcio y

Casamiento,” ahí nos habla algo acerca de esa grande victoria

del Amor Divino, la cual está prometida para los escogidos.

Y cuando esa victoria del Amor Divino haya sido efectuada

en nosotros como individuos, entonces ya sabemos que la

muerte ha sido sorbida con victoria. Sabremos entonces que

lo que habrá en cada uno de nosotros, como individuos, será

la victoria del Amor Divino.

Por lo tanto, entonces, no tendremos la necesidad de morir,

porque la muerte ha sido sorbida con la victoria del Amor

Divino.

Ahora, quiero buscar por aquí en el mensaje titulado

“Divorcio y Casamiento,” porque estaremos hablando sobre

la victoria del Amor Divino en esta noche, y no queremos


traer nada de nuestra cuenta, sino lo que ya Dios ha hablado.

Y entonces veremos cómo será que esa victoria del Amor

Divino, cómo se ha de desarrollar para bendición, para

beneficio de todo el pueblo de Dios, y entonces todos seremos

beneficiados de esa grande victoria del Amor Divino. Página

8 del mensaje titulado “Divorcio y Casamiento,” Dios nos

dice a través del hermano Branham de la siguiente manera...

Esta fue la ocasión en que el hermano Branham estaba

predicando allá en cierto lugar a los hombres de negocios,

cuando predicó allá entre ellos, fue en esa ocasión en que

Dios se manifestó en esta forma a través de los dones del

Espíritu, del don de profecía a través de un joven, y entonces

fue hablado algo muy importante que no debemos de perder

en esta noche.

Fíjese, aquí en la página 6 y la página 7, usted encuentra

donde narra sobre el acontecimiento de esto. También narra

de una yunta que le regalaron al hermano Branham, unas

yuntas que fueron hechas de piedra. Y esa piedra fue tomada

de allá de Palestina en el lugar donde el Señor había sido

crucificado, donde Él había derramado Su Sangre. Y allí un

joven muy bueno de los Estados Unidos, muy amigo del

hermano Branham, de allí cortó un pedazo de piedra, se la

trajo para los Estados Unidos, y como sabía preparar las

piedras y preparar yuntas, entonces preparó unas yuntas con

ese pedazo de piedra. Preparó unas yuntas, y esas yuntas que

preparó en el centro tenía un camino que pasaba, un camino

angosto (como rojo), como de sangre, cada una de las yuntas.

Entonces, encontramos que se la regaló al hermano Branham.

El hermano Branham las mira (imagínese, a un profeta no

se le escapa nada de eso), las observó bien, y entonces supo

lo que eso significaba. Fíjese, ¿fueron tomadas de dónde? De

donde fue crucificado el Señor, donde Él derramó Su Sangre.


y nos iremos de aquí, imagínese si es una tremenda victoria;

si lo que nos aguanta aquí es el cuerpo este.

Es una tremenda victoria que nos va a transformar este

cuerpo físico, y nos vamos a ir de aquí uno de estos días, y

después no vamos a regresar hasta que pase la tribulación.

¿Ve? Vamos a quedar allá arriba por tres años y medio,

disfrutando de las cosas que usted ha deseado ver, mirar, y

participar allá; porque usted, fíjese, usted cuando ve que el

hermano Branham nos narra de sus experiencias, de sus

viajes, y luego la gente hoy en día están hablando tanto de

viajes a otros planetas, de viajes a otros lugares, y no han ido

más que a la luna ¿verdad? A otros planetas, a Marte lo que

han podido enviar es algunas cositas, y desde allá ven unos

retratitos.

Pero nosotros sabemos de uno de este tiempo, de este Siglo

XX, que fue a la sexta dimensión, estuvo allí, habló con ellos,

y si no lo echan para acá, se queda allá. No que se le acabó el

combustible para venir, porque él dice que es más rápido, es

tan rápido, que de allá él podía mirar para acá. ¿Ve? Y de acá

se puede mirar para allá si la persona es profeta; si no es

profeta, pues tiene que esperar, o a que muera y coge el otro

cuerpo porque con el otro cuerpo se mira de acá para allá y de

allá para acá. O esperar la transformación, o un poquito antes

de la transformación viene algo, viene algo que nos va a hacer

exactamente igual a como es un profeta; ustedes hermanas y

ustedes hermanos serán como es un profeta, tendrán las dos

conciencias juntas. ¿Ve? Por eso es que podrá ver los muertos

resucitados aún antes de usted ser transformado, de otra

manera no los podrá ver, porque ellos estarán en otra

dimensión.

Pero fíjese, todo eso Él lo hace ¿cuándo? En ese tiempo de

la tremenda victoria del Amor Divino. No estamos predicando


Pero antes de estar escrito primero tuvo que estar ¿qué?

Hablado. Si usted ve, fíjese, la Biblia, el Antiguo Testamento,

cuando el Señor decía: “Escrito está”, pero antes de haber

estado escrito, Dios lo habló y se lo habló a Su profeta y el

profeta después vino y la escribió, o si no sabía escribir tenía

un escribiente: “Escríbeme tal cosa, escribe así, así ha dicho

el Señor: tal y tal y tal cosa,” y después de... la Palabra

hablada se convirtió después ¿en qué? En la Palabra escrita,

y entonces cuando Jesús vino, podía decir: “Escrito está.”

Y ahora usted y yo podemos decir: “Escrito está.” La

tremenda victoria en el Amor Divino ¿dónde? ¿dónde dice

Dios que será llevada a cabo? Allá atrás en la Carpa pequeña

uno de estos días; y Dios lo hará notorio, escrito está, así que

no puede fallar.

El misterio del Séptimo Sello, que es la Segunda Venida del

Señor, ¿cómo habría de venir? ¿cuándo había de venir? Y

¿qué haría en Su Venida? Sería dado a conocer ¿cuándo?

Cuando Èl regresase para encarnarse en nosotros y llevarnos

de aquí. Para eso es que Èl regresa; Èl es la Palabra, Èl

regresa para eso, para encarnarse en cada uno de nosotros.

Escrito está, por lo tanto tiene que cumplirse como está

escrito; entonces... bueno ahí podríamos decir muchísimas

cosas mas ¿verdad? Podríamos hasta predicar un mensaje

titulado “Hoy se ha cumplido esta Escritura” que hay bastante

para ponerlo delante del público y ver si se ha cumplido o no

se ha cumplido, y si se ha cumplido entonces decir: “pues

entonces hoy se ha cumplido esta Escritura ante vuestros

ojos.”

Pero estamos hablando en esta noche sobre la tremenda

victoria (no sencilla, tremenda, porque es la victoria más

grande) imagínese si en esta victoria tan tremenda estamos

siendo transformados por dentro y después por fuera también;


Y ahora él tiene esas yuntas que le son regaladas, y entonces

él dice que eso concuerda con lo que él cree, que eso

concuerda con todo lo que corresponde para este tiempo final.

Fíjese, una cosa tan sencilla; en esas dos yuntas estaba un

mensaje, un mensaje del tiempo actual.

Bueno, entonces encontramos que también vino una

profecía con relación al hermano Branham, y al ministerio y

a lo que había en él, y entonces fíjese lo que sucedió en esa

ocasión. Fue esa vez en que... mírelo, lo voy a leer aquí en la

página 7 para tener el cuadro completo, comenzando en el

verso 30, dice:

“Tan pronto dijo... ahora, el muchacho era un bautista y

nada sabía acerca de lo sobrenatural (ese joven a través del

cual vino esa profecía). Con sus brazos a mi alrededor

comenzó a hablar en una lengua desconocida. Y cuando cesó

de hablar en lengua desconocida, allí había una mujer

morena y gruesa, sentada directo en frente a mí, la cual se

levantó y dijo: ‘Eso no necesita ninguna interpretación.’ Ella

dijo: “Yo soy de Shreveport, Louisiana, Baton Rouge,

Louisiana, eso claramente es francés.’ Víctor Le Dioux, que

es francés también, sentado allí dijo: “Ciertamente, yo soy

francés, y eso fue perfectamente francés.’ Yo dije: ‘esperen

un minuto, anote usted lo que él dijo, y escriba lo que él dijo

antes de decirlo, anoten lo que usted dijo y vamos a ver la

anotación.”

O sea, cada uno de los que entendió lo que aquel

muchacho, en una lengua desconocida, que era francés, había

hablado. ¿Ve? Había hablado en una lengua desconocida, en

un idioma desconocido. “Entonces cada cual de los que

entendió allí, anote cada cual lo que oyó, lo que entendió en

ese idioma desconocido, en esa lengua, en ese otro idioma,

tráiganmelo y vamos a comparar, a ver la interpretación o lo


que fue dicho.” Entonces, vamos a ver: “Así que uno escribió

y el otro también...”

O sea, el muchacho francés escribió lo que había dicho este

otro muchacho, y la señora, que también sabía francés,

escribió lo que él había dicho en ese idioma, en francés.

“Así que uno escribió y el otro también; y aún la

puntuación era la misma.”

La puntuación aún era la misma; la puntuación de lo que

dijo la señora que el muchacho había hablado en otro idioma,

y lo que dijo el muchacho francés que el otro joven había

hablado en otro idioma, aún la puntuación, todo era... las

palabras y todo, pues era lo mismo, exactamente igual.

“Entonces justo en ese momento, cuando ellos traían sus

notas, un muchacho rubio y bien parecido se acercó

caminando desde atrás (allí no había suficiente espacio para

él sentarse, él estaba parado atrás), él se acercó y dijo:

‘espere un minuto, a mí también me gustaría colocar una

nota (o sea, colocar la interpretación de lo que había sido

hablado en otro idioma).’ El dijo: ‘Yo soy el interprete de

francés para las Naciones Unidas.’ El dijo: ‘me gustaría

dejar mi nota también (me gustaría dejar ahí escrito lo que fue

dicho en ese idioma que él conocía muy bien).’

Y aquí, todas las tres notas eran exactamente lo mismo,

francés. Y aquí está la forma en que se lee. Estos son las

notas originales tomadas, las notas tomadas enseguida. Esta

es la nota del mismo Dani, el la metió en su bolsillo. Por

supuesto entró en los Hombres Cristianos de Negocio, y así

sucesivamente.

‘Por cuanto (ahora vamos a leer la nota, o él la va a leer)

has elegido la senda estrecha, el camino más difícil, has

caminado en tu propia elección.

Has hecho la decisión y correcta y precisa, y es Mi


“Esto vendrá a suceder… tal vez en la Carpa pequeña uno

de estos días puesta allá atrás, Él lo hará notorio.”

Si lo va hacer notorio, entonces, pues tiene que hacerlo

notorio ¿cómo? En un idioma desconocido para los

americanos.

Bueno, entonces ¿Él hará notorio qué? Él hará notorio el

misterio o el secreto del Séptimo Sello, que es la Segunda

Venida del Señor, que es ese misterio que fue dicho que

nadie... [Corte de audio]... sabe lo que le espera. Así que la

última parte de la Tercera Etapa, que es en un idioma

desconocido, no estará añadiendo nada ni quitando nada, sino

que lo único que estará es dando a conocer públicamente las

cosas que públicamente no se sabían, porque estaban ocultas

del público; pero estaba ahí todo.

Así que vemos entonces que la hora en que nosotros

vivimos, es la hora de ¿qué? Es la hora de la tremenda

victoria del Amor Divino; y en esa hora de la tremenda

victoria del Amor Divino, vemos entonces de que se trata

todo el asunto; vemos entonces la Venida del Señor para

efectuar esta tremenda victoria en el Amor Divino. No puede

haber ahí nada que estorbe al pueblo de Dios para llegar a

donde tenemos que llegar, porque estamos en la Edad de la

Piedra Angular, estamos en el lugar mas importante de todos,

estamos en la Edad ¿de qué?... en el dibujo de la pirámide

¿cómo se llama esa piedra angular? Amor.

Entonces estando en la Edad del amor, entonces la victoria

es la victoria del Amor Divino; ¿ve usted lo sencillo que es

todo esto? ¿ve usted dónde estaba escrito? Porque es que todo

está ahí. Por eso la grande importancia para el pueblo de

Dios, de los mensajes siendo pasados a letra ¿por qué? Porque

entonces todos tenemos la oportunidad de ver dónde está

escrito; y entonces podemos decir: Escrito está.


¿Ve? De la visión, ¿de qué visión estará hablando ahí?

(vamos a ponerlo así) debe ser de la visión de cuando el

hermano Branham fue allá a la otra dimensión, donde una

porción grande del Cielo lo estaba esperando.

“Él nunca había oído acerca de la visión, ¿Ven ustedes?

ustedes recuerdan la visión: ‘Una porción enorme del cielo

te espera. ¡Qué decisión tan gloriosa has hecho tu! (¿Ven?)

esto en sí mismo...ahora aquí está, de aquí en adelante yo no

entiendo. ‘Esto en si mismo es eso.’ paréntesis grandes

alrededor de ello (es eso, ¿y qué es eso? Quiere decir algo

importante). ‘Lo cual dará y hará (dará y hará) dará y hará

venir a pasar la victoria tremenda en el Amor Divino (ahora

escuchen).’ Yo no sé que quiere decir eso, esto vendrá a

suceder...tal vez en la carpa pequeña uno de estos días puesta

allá atrás, Él lo hará notorio.”

¿Qué le parece eso? ¿Para dónde está prometida la

tremenda victoria del Amor Divino? Entonces, ¿está usted

esperando la Carpa grande? Bueno, ahí dice que es en la

Carpa pequeña. No se preocupe, entonces, de no ver la Carpa

grande literal todavía. ¿Ve usted? Porque entonces, los que

estén en la grande serán beneficiarios de todo lo que Dios

tenga en lo pequeño.

Ahora, ¿quieren que se lo pruebe? Los que estaban en la

Carpa grande en la visión ¿adónde pasaban? ¿Hacia dónde

pasaban para recibir el beneficio? Para la Carpa pequeña.

Así que lo importante no es estar en la grande, es en la

pequeña; porque ahí en la pequeña es que Dios dice que ahí

es que ¿se cumplirá qué? La tremenda victoria del Amor

Divino, ¿por qué? Porque Dios estará ahí, ¿en qué? En el

cumplimiento de la última parte de la Tercera Etapa, que es en

un idioma desconocido haciendo ¿qué? Notorio. Porque él

dice: “Él lo hará notorio ahí.” ¿Lo dijo o no lo dijo él ahí?


Camino. A causa de esta decisión trascendental, una grande

porción del Cielo te espera. ¡Que gloriosa decisión has

hecho! (y eso es Dios hablando, Dios hablándole al hermano

Branham, Dios hablándole a Su profeta)¡Que gloriosa

decisión has hecho!.

Esto en sí mismo es lo que dará y hará acontecer la

tremenda victoria en el Amor Divino (así que no es cualquier

cosa lo que está siendo hablado ahí).

Ahora, el hombre firmó su nombre aquí: ‘La declaración

arriba fue interpretada de la profecía de Daniel Henry sobre

el Hermano Branham, dada por tres testigos en la cafetería

en los Ángeles, California.’ Ahora, este mismo joven, que da

esta profecía, no sabiendo lo que está diciendo, estuvo en

Jerusalén como un mes atrás, él tuvo el privilegio de salir, y

estuvo en la tumba en donde Jesús fue sepultado. Y mientras

estaba allí, dice que yo vine fuertemente a su mente, y

comenzó a llorar.

Él dijo: ‘cómo habrá sido tan duro para el hermano

Branham estar en contra del mundo, estas cosas, y todas las

iglesias.’ Como una vez fue dicho de uno de los de la parte de

Billy Graham: ‘podemos ver a Billy Graham, que hizo que

todas las iglesias estuvieran unida en común por él. Podemos

ver a Oral Roberts, a los Pentecostales. Pero ¿cómo

tendríamos alguna vez algo, cuando es contrario a lo que a

la gente le ha sido enseñado?’ Es Dios. Y Dani, como un

pasatiempo hace piedrecitas, él caminó hacia donde estaba

la cruz, donde había sido colocada, hacia donde ellos dicen

que la cruz descansó en la roca. Nadie estaba en los

alrededores, así que él rompió un pedazo de roca y lo metió

en su bolsillo como un recuerdo; regresó a su casa e hizo de

ella un par de yuntas, y algo extraño, cuando él las hizo

parecían estar manchadas de sangre, y directo a través de


cada unas de ellas, en continuidad, corre un camino estrecho

y recto a través de ambas. Ahora, eso puede que sea solo

un… ¿Ven? ¿Ven? Puede que ningún otro lo haya notado,

pero para mí es complementario de las cosas que yo creo;

creo que toda cosa tiene un significado (igual que el de

nosotros estar aquí ¿verdad?).

Y ahora, en este tiempo, sea lo que tenga el Señor, si esto

no es lo que está profetizado en Malaquías 4 y Lucas 17, y en

muchas otras Escrituras que han de cumplirse en este día

final, puedo decir esto en conclusión: estaría puesto el

fundamento para el hombre cuando él venga. Así que estoy

muy agradecido que el Dios Todopoderoso, que esa fuese la

manera y me haya permitido hacer algo en mi condición de

poca instrucción, para mostrarle mi aprecio por Su amor

para conmigo, mi amor para con Él, y nuestro amor para la

gente. Por lo tanto, en sinceridad, me acerco a este tema de

Divorcio y Casamiento. Que Dios tenga misericordia de

todos nosotros.”

Fue cuando fue a predicar “Divorcio y Casamiento.”

Ahora fíjese, aquí pues leímos las dos cosas también a la

misma vez (lo de las yuntas), ya vemos que el mismo que hizo

las yuntas fue el mismo que Dios usó y profetizó del camino

estrecho que había escogido el hermano Branham. Y aun en

las yuntas se lo había traído también el mensaje; primero se lo

trae en las yuntas, y después se lo trae profetizado también, la

misma cosa.

Usted sabe que el camino allá ¿fue qué? Él dijo: “Yo soy el

camino.” ¿Y era quién? La Palabra hecha carne. Ahora vemos

dos yuntas ¿verdad? Dos yuntas. Entonces, con un camino

estrecho cada una. ¿Ve? Aquel fue el camino allá, y el camino

era estrecho y la puerta era estrecha también. Y ahora acá hay

un camino, y hay una puerta para entrar a la tercera


que la Tercera Etapa es la Palabra.

Ahora, vamos a ver entonces, sabemos que esa Tercera

Etapa es la Palabra.

Ahora, sabemos que la tremenda victoria del Amor Divino

es la Tercera Etapa también, es la Tercera Etapa. Vemos ya

dos partes, y la última parte es la que concluye todo, y

entonces, al concluirlo todo, entonces nos iremos de aquí.

Déjeme ver por aquí, buscar... vamos a buscar en la página

54 del “Libro de Citas,” párrafo 464, nos dice... es de lo

mismo que les leí, pero ahora esto lo dice en el mensaje

titulado “Sello de Pascua” predicado en el ‘61, dice:

“Porque tú has escogido la senda angosta, la vía más

dura; tú has andado en tu propio escogimiento. Ahora mire,

ahora este hombre...ahora cuiden como está escrito, ustedes

ven que está escrito en unas palabras extranjeras: ‘tú has

escogido la decisión correcta y precisa y ella es mi vía.’

Bendito Dios, ‘Ella es mi vía.’ Él dijo: ‘Por causa de esta

decisión tan importante, una porción enorme del cielo te

espera.”

¿Qué es lo que hay en el Cielo? Pues los escogidos que ya

se fueron. ¿No dice el hermano Branham, que cuando él llegó

allá, lo estaban esperando? Cuando él tuvo la visión o fue

trasladado allá, él fue trasladado, y estuvo allá, seguida

vinieron, y cuando apareció por allí vinieron, y seguida se

reunieron al lado de él; las hermanas llegaron primero, y

después llegaron los hermanos, todos jovencitos, y entonces

lo abrazaban: “Oh, precioso hermano Branham.” Y después

lo colocaron en un lugar alto. “¿Y por qué me colocan aquí en

este lugar tan alto? Es que tu fuiste un líder allá.” ¿Ve?

Entonces, ya usted puede saber entonces qué es lo que le

espera allá, y qué es lo que él tiene para llevar a cabo allá.

“Él nunca había oído acerca de la visión...”


y que la otra segunda parte así abiertamente no fue hablado.

Fue traída la revelación de eso, pero aún siendo traída, al

público le estaba velada, no le estaba abierta esa revelación;

porque sería abierta después que se fuera Elías. Entonces él

regresaría, el mismo Espíritu de Elías regresaría por quinta

vez, y entonces continuaría lo que comenzó. ¿No sabe usted

que la venida del Espíritu ministerial del quinto Elías es la

continuación del cuarto? Lo que continúa ¿es qué? La Tercera

Etapa, lo que continúa es la parte que faltó ¿de ser qué?

Efectuada, la última parte. Ahora, fíjese, aquí sigue diciendo

[“Los Sellos,” página 471]:

“Y allá en el Cañón Sabino, Èl me dijo: ‘Esta es la tercera

etapa.’ Hay tres cosas muy grandes (tres cosas, y muy

grandes) que acompañan la tercera etapa. Una de ellas se

abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo

interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero

estuve allí parado, y lo miré directamente; y esta es la tercera

etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios... ¡Oh,

hermano! ¡Por eso fue que todo el Cielo estuvo en silencio!

Ahora, fíjese lo sencillo que es todo: las primeras dos partes

de la *Tercera Etapa estuvieron en un idioma que él conocía,

imagínese, si estuvieron siendo manifestadas a través de él.

¿Ve? Entonces, la última parte de la Tercera Etapa, y tiene

tres partes nada más, no tiene cuatro ni cinco, tiene tres

partes; tres partes, ya dos pasaron, y la tercera no viene en el

idioma de inglés. Y el mensaje no puede salir de América,

porque si sale de América, entonces adonde se encuentra

después ¿es dónde? En Palestina. ¿Qué le parece? Y lo que

Dios le mostró en la Visión de la Carpa, donde Dios le dijo

ahí: que esa es la Tercera Etapa, allí lo que él vio ¿fue qué?

Gente, gente de color así, latino, americanos; pero americanos

que no hablan inglés, ¿no fue eso lo que él vio? Y usted sabe


dispensación, y el camino es angosto y la puerta es angosta

también. Así como el camino y la puerta de la segunda

dispensación era angosta también la puerta y angosto el

camino. Pero era el camino para caminar hacia la salvación,

y la puerta para entrar a la salvación, que ofrecía Dios a través

de la segunda dispensación.

Pero estamos en una tercera dispensación y el camino sigue

siendo el mismo, sigue siendo el mismo camino siempre; lo

único que Dios cambia es de velo.

Entonces, el camino allá era la Palabra hecha carne en

Jesús, y el camino acá es la Palabra hecha carne, como vimos

que se hizo carne. Por lo tanto, el camino para entrar, o para

caminar hacia la puerta de esta tercera dispensación, vemos

que es angosto. Siempre el hermano Branham dijo: “El

camino es angosto, y la puerta es angosta,” porque sabemos

que la puerta estaba allí frente a todos, porque la puerta

¿siempre ha sido qué? La Palabra hecha carne.

Cuando la Palabra estaba hecha carne en Jesús, Él dijo: “Yo

soy la puerta.” Cuando la Palabra estuvo hecha carne en

nuestro amado hermano Branham, allí estaba la puerta, y era

estrecha. Y sabemos que sobre la puerta siempre el Nombre

de Dios está. ¿Ve? No está en otro lugar, sino que el Nombre

de Dios siempre está sobre la puerta.

Por lo tanto, si se quiere saber quién está detrás de esa

puerta, lo único que hay que mirar es el nombre que tiene esa

puerta.

Por lo tanto, entonces, sabemos que si detrás de esa puerta

estaba Dios manifiesto en toda Su plenitud, entonces el

nombre que tenía esa puerta, pues es el nombre del que estaba

dentro. ¿Ve? Eso es lo que Dios nos enseña en el mensaje “El

Único Lugar de Dios para Adoración,” y “El Lugar

Escogido de Dios para Adoración.” Ahí nos enseña que


siempre Dios pone Su Nombre en la puerta. Y la puerta

sabemos que ¿es qué? Que es Dios hecho carne.

Ahora, hemos visto entonces, hemos estado mirando ahora

comenzando, hemos estado mirando cómo se desarrollará esa

grande victoria del Amor Divino. Hemos visto que eso, ese

escogimiento, escoger el camino angosto, ese glorioso

escogimiento es lo que daría la victoria, la grande victoria, o

la tremenda victoria del Amor Divino.

Ahora, ya vemos entonces con qué se relaciona esa grande

victoria del Amor Divino que está prometida para todo el

pueblo de Dios, y es la grande victoria del Amor Divino, por

lo tanto, es la grande victoria ¿de quién? Del Dios

Todopoderoso, el cual se hizo carne en este tiempo. Así como

fue una grande victoria en el Amor Divino cuando Dios se

hizo carne la primera vez: “Porque de tal manera amó Dios

al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo

aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

[San Juan 3:16].

Por lo tanto, fíjese, aquella fue una tremenda victoria del

Amor Divino. Y para esa victoria ser efectuada, la victoria

sobre el pecado y sobre el diablo tuvo que Dios, que es amor,

hacerse carne. Y entonces pudo haber una victoria grande,

tremenda, sobre el pecado. ¿Ve? Pudo entonces Dios redimir

a Sus escogidos.

Ahora, vemos que para que pueda haber una victoria del

Amor Divino en este tiempo, pues Dios nuevamente tenía que

hacerse carne, conforme a como Él había prometido en Lucas

17:30, y en Malaquías 4, ahí estaba prometido que Dios se

haría carne nuevamente en el tiempo final. Él se personificaría

en carne humana, o sea, que Él vendría por segunda vez. Y

entonces ¿qué sería eso? Eso sería la Segunda Venida del

Señor en carne humana.


nosotros, y entonces después nos vamos.

Ahora, vea usted entonces el tiempo tan grande y tan

glorioso en el cual nosotros estamos viviendo, porque Él ha

venido para encarnarse en nosotros; Él es la Palabra, Él es el

mensaje de la hora. Y ese mensaje de esta tercera

dispensación tiene lugar en nuestro corazón para que se

encarne ahí, y cuando esté encarnado todo el mensaje de esta

tercera dispensación en usted y en mí, entonces ¿qué

seremos? Seremos la Palabra, la Palabra hecha carne, seremos

la Palabra encarnada; seremos lo mismo que era Jesús, lo

mismo que era el hermano Branham, lo mismo seremos

nosotros.

Ahora, sabemos que esta es una hora muy grande, muy

hermosa, la cual nosotros estamos experimentando, y en la

cual Dios tiene todas las bendiciones que Él ha prometido

para nosotros. Y si Él lo ha prometido, entonces Él es

poderoso para cumplir lo que Él ha prometido.

Veamos que una de las cosas que serían reveladas, serían

abiertas al público ¿sería qué? El Séptimo Sello, y el Séptimo

Sello ¿es qué? La Segunda Venida del Señor. Cuando

nosotros viéramos el Séptimo Sello siendo dado a conocer al

público, que es la Segunda Venida del Señor, y conociéramos

cómo Él habría de venir, y cómo se cumpliría la Venida y la

viéramos cumplida, entonces ¿qué estaríamos viendo?

Estaríamos viendo el cumplimiento de lo que fue prometido;

que Él revelaría o daría a conocer esas cosas a nosotros, en el

tiempo cuando Él regresase de nuevo.

Cuando regresase de nuevo, entonces ¿sería qué? Si cuando

estaba, Él estaba allí, Dios en carne humana en Elías, y ese

secreto Él no lo dio a conocer, Él no dio a conocer

públicamente que la Segunda Venida del Señor estaba

cumplida en él, y que la primer parte estaba cumplida en él,


mire para qué viene después cuando regresa para revelar,

viene, después regresa en Moisés ¿para qué? Para revelar,

para dar a conocer el misterio del Séptimo Sello, que aunque

estaba allí, pero no estaba abierto al público, viene entonces

con los Truenos, y algo más, viene para algo más. Mire, dice:

“Y lo demás nos será dado allí en el tiempo cuando

aparezca Jesús nuevamente sobre la tierra para llamar a Su

Novia.”

¿Para qué viene? Para llevarnos. ¿Ve usted? Vino para

redimirnos, para restaurarnos en Elías, y ahora, después

cuando viene la segunda parte de la Segunda Venida, cuando

viene para cumplir la última parte de la Tercera Etapa, ¿viene

para dar a conocer qué? El misterio de la Segunda Venida del

Señor, el propósito, todo lo que ahí hay. Y también viene

¿para qué? Para llevarse a Su Novia, para eso viene. Y

entonces, ¿cómo Él va hacer para llevarse a Su Novia? Dice

Dios por Su Palabra, que no podemos hacer el rapto sin la

Palabra; para hacer el rapto literal, tenemos que ser la Palabra

hecha carne.

Por lo tanto, Él viene ¿Para qué? Él viene para encarnarse

en cada uno de nosotros, y comienza a encarnarse con

Moisés, y sigue con cada uno de nosotros. Y cuando esté

totalmente encarnado en nosotros, entonces nos vamos de

aquí.

¿Ve usted el propósito para lo cual Él viene en la última

parte de la Tercera Etapa? Para llevarnos. Y para podernos

llevar Él tiene que encarnarse en usted y en mí, y eso es lo

que Él hace cuando nosotros ¿recibimos qué? Cuando

nosotros recibimos la revelación genuina, la revelación

completa del Séptimo Sello; porque estaba prometido que lo

demás nos sería dado en ese tiempo cuando Él viniera para

buscarnos. Y para buscarnos Él viene y se encarna en


Por lo tanto, eso es una promesa de parte de Dios, la cual

Dios no podía fallar.

Ahora, veamos, página 152 del “Libro de Citas,” párrafo

1352, dice así:

“En Malaquías 4 Él dijo que Jesucristo descendería (fíjese,

los que le están esperando descender) y se personificaría a Sí

Mismo en carne humana.”

¿Dónde fue que dijo eso? En Malaquías 4. ¿De qué está

hablando entonces en Malaquías 4? Está hablando de la

Segunda Venida del Señor. ¿Ve usted? Muchas personas

piensan que ahí de lo que está hablando es simplemente de un

simple profeta, pero no. Ahí está hablando de la Segunda

Venida del Señor para personificarse en carne humana, para

hacerse carne en un profeta. ¿Ve? Ahí está hablando de eso.

Y entonces, encontramos que Malaquías 4 lo que está

anunciando es la Segunda Venida del Señor. Cuando se

cumpla Malaquías 4, se ha cumplido entonces la Segunda

Venida del Señor.

Ahora, por supuesto nosotros sabemos que la Segunda

Venida del Señor tiene dos partes: la primera y la segunda.

¿Ve? Sabemos que el Señor vendría y se personificaría en

carne humana. Y encontramos que se personificó, se hizo

carne. Era Jesucristo mismo descendiendo del Cielo, y estuvo

manifiesto en carne humana.

Ahora, bueno, ya nosotros sabemos el orden de Su Segunda

Venida. Malaquías 4 también dice el orden de Su Segunda

Venida, ¿no sabían ustedes eso? Mírenlo ahí, si no lo han

visto; dice: “Mas a vosotros los que teméis mi nombre,

nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y

saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis

a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de

vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de


los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué

en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el

día de Jehová, grande y terrible.” [Malaquías 4:2-5].

¿Ve? Primero habíamos visto solamente que ahí hablaba de

un profeta, pero ahora, si leemos detenidamente, vemos que

habla de Moisés y de Elías.

Ahora sabemos, sabemos nosotros que Moisés cuando

venga, él vendrá con los mandamientos del Señor. Con los

mandamientos del Señor que Dios ha encargado y ha dado en

Su santo Monte, ¿que es cuál? El monte actual, el Monte de

Sión. Y los mandamientos del Señor, conforme a como ya

nosotros sabemos ¿son qué? Son los Sellos. ¿Ve? Eso es

cuando venga, eso es lo que va a dar, esos son los

mandamientos que va a traer. Y también Elías, uno primero

y otro después. Ahora, sabemos que Elías vendrá primero.

Ahora, fíjese, encontramos que el hermano Branham nos

habla de la tremenda victoria del Amor Divino que va ser

llevada a cabo. Y en esa victoria del Amor Divino es que para

el pueblo del Señor se efectuará una total victoria, una total

conquista de todo lo que antes no había sido conquistado.

Entonces encontramos que ya Dios ha establecido la forma

en que vendrá esa tremenda victoria del Amor Divino. Vio

usted que ahí en lo que leímos fue dicho:

“A causa de esta decisión trascendental, una grande

porción del Cielo te espera. ¡Qué gloriosa decisión has

hecho! Esto en sí es eso (fíjese, esto en sí es eso) es lo que

dará y hará acontecer la tremenda victoria en el Amor

Divino.”

Que hará acontecer. Así que, vemos cómo Dios está

poniendo todo allá en Su manifestación en carne humana en


también lo omitió. Vemos pues que es un misterio por

completo, y la hora todavía no ha llegado para que se diera

a conocer este misterio. Hemos llegado hasta aquí, y lo

demás nos será dado allí en el tiempo cuando aparezca Jesús

nuevamente sobre la tierra para llamar a Su Novia, o lo que

llegue a suceder en ese tiempo.”

Oh, fíjese, lo demás, lo que faltó, lo demás ¿cuándo sería

dado? Cuando aparezca Jesús nuevamente sobre la Tierra.

Sabemos que estaba allí sobre la Tierra, pero él dice: “Cuando

aparezca otra vez, cuando aparezca de nuevo.” Estaba allí...

vamos a ver si estaba allí, porque no estamos tratando de

decir algo, estamos citando lo que ya Elías dijo. Dice [“Libro

de Citas,” página *150, párrafo 1352]:

“En Malaquías 4 Él dijo que Jesucristo descendería y se

personificaría a Sí mismo en carne humana, como hizo en

Sodoma. Eso es correcto. Él dijo que el mundo estaría en una

condición sodomita. Y Él dijo que como fue entonces, el Hijo

del Hombre será revelado ese día.”

¿Ve usted? ¿Fue o no fue? ¿Estaba personificado en carne

o no? Pero luego habla de que cuando nuevamente, entonces,

el Señor regrese, y Él es la Palabra, ¿y para qué va a regresar?

Fíjese, cuando regrese va a dar a conocer públicamente ¿qué?

El misterio del Séptimo Sello. ¿Y qué es el Séptimo Sello? La

Segunda Venida del Señor. ¿Cómo Él viene? ¿Mostrará qué?

La carne donde viene, el propósito de Su Venida, todo eso

será mostrado ¿cuándo? Cuando Él regrese de nuevo Él lo

mostrará, y Él es la Palabra.

Ahora, vea usted para qué Él viene: vino en Elías, y

después tiene que venir ¿en quién? En Moisés, porque ese es

el orden de Su Segunda Venida, ese es el Séptimo Sello; la

Segunda Venida del Señor, en Elías primero y en Moisés

después. Ahora, vemos para qué vino en Elías. Ahora


demás nos ha sido abierto, pero esto no. Pero sentado allá en

el cuarto, vi esto abrirse y mostrar estos Siete Truenos.”

¿Qué le parece? ¿Vio abrirse qué? Vio abrirse la Venida del

Señor, él vio cómo vendría, él vio el orden de Su Venida, él

vio todo. ¿Y él vio qué? Él vio el cumplimiento de la Segunda

Venida.

Ahora fíjese, fíjese bien:

“Confío que cada uno sirva a Dios y hagan lo que es

correcto; ámenle toda su vida y sírvanle, y Dios se encargará

de lo demás.

Ahora, en la obra completa tenemos, por la gracia de Dios,

todos los misterios de los seis Sellos que habían sido sellados,

y sabemos y entendemos que el séptimo Sello no será dado a

conocer al público.

En la hora de Su venida cuando acontecerá la destrucción

de la tierra, Uds. saben cuando le hicieron la pregunta en

cuanto a cuándo sería la señal de Su venida y del fin del

mundo en Mateo 24. Èl les contestó eso y les habló de Israel

estando de nuevo en su país, en el versículo 31; pero luego se

fue a las parábolas.”

¿Cuando le tocó hablar de qué? Del Séptimo Sello, habló

de Israel. ¿Por qué? Porque el Séptimo Sello tiene que ver

con Israel también.

“Está hablando de Israel en su propia patria. Pero,

¿notaron que Èl no habla nada de la revelación de este

séptimo Sello.”

Entonces comenzó hablar ¿en qué? En parábola, comenzó

hablar en parábola. Esa parábola de la higuera ¿está hablando

de qué? Del Séptimo Sello, está hablando la relación que hay

del Séptimo Sello y el pueblo de Israel.

“El no habla nada de la revelación de este séptimo Sello;

y también acá en Apocalipsis en la apertura de los Sellos,


Malaquías, en Elías (Malaquías 4:5, en Elías). En su

manifestación de Dios en carne en Elías, Él está poniendo

todo para efectuar la tremenda victoria del Amor Divino. Así

como en Jesús Él lo colocó todo, e hizo todo lo que tenía que

hacer, para luego entonces en el Día de Pentecostés, de ahí en

adelante, fue comenzado a ser proclamada la tremenda

victoria en contra del diablo y en contra del pecado. Y esa

tremenda victoria que fue proclamada en la segunda

dispensación, fue una tremenda victoria en el Amor Divino;

porque fue el Amor Divino encarnado el cual nos trajo esa

victoria para la segunda dispensación para recibir el perdón de

nuestros pecados. ¿Ve usted? Ya nosotros pasamos por la

segunda dispensación y recibimos todo ese beneficio.

Ahora, usted vea, que primero Dios pone todo el

fundamento y efectúa todo, y luego se proclama esa victoria.

Entienda bien eso. Al proclamarse esa victoria, o al

proclamarse la Palabra correspondiente a esa victoria, a lo que

Dios hizo a través de carne humana en Su Venida, entonces

es que entramos nosotros como individuos a recibir nosotros

esa victoria en nuestra vida.

Así como recibimos la victoria en contra del pecado cuando

recibimos la Primera Venida del Señor, así recibimos la

victoria también que nos trae la Segunda Venida del Señor.

Porque Él no viene por venir, Él viene con un propósito

específico.

Entonces, encontramos que allá se llevó a cabo la

Redención. Fíjese, allá en la Cruz del Calvario, en la Primera

Venida del Señor, se llevó a cabo la Redención. Él nos

redimió allí. Pero sin embargo... usted estaba allí, pero sin

embargo, no estaba allí. ¿Ve? Usted entienda lo que le quiero

decir; usted estaba allí representado en el cuerpo del Señor,

pero no estaba allí en lo literal, porque usted es una persona


que vino a vivir aquí a la Tierra en este Siglo XXI.

Ahora, fíjese cómo es que recibimos el beneficio de lo que

Él hizo allá. Cuando vinimos aquí, a vivir en este Siglo XXI,

así como los que vivieron en otras edades, ellos ya habían

sido redimidos allá en la Cruz del Calvario, usted y yo; pero

sin embargo, como individuos no había recibido el beneficio

de esa Redención hasta que lo aceptamos. ¿Ve? Aceptamos

la Primera Venida de Dios en carne humana y el plan que le

trajo a esta Tierra. ¿Qué de la Segunda Venida del Señor?

Cuando la Biblia nos dice…fíjese, nos dice: “Y no contristéis

al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados (¿hasta

cuando?) para el día de la redención.” [Efesios 4:30]. ¿Ve?

Así que viene otra Redención, viene otra Redención.

Entonces, encontramos que Dios nos dice que este es el día

de redención, este es el tiempo de redención. Aquel fue un

tiempo de redención también allá, ¿Ve? Él nos redimió del

pecado, Él nos redimió del pecado original que la primera Eva

cometió, ¿Ve usted? Pero sabemos que la Segunda Eva

también pecó. ¿Qué le parece eso? Cuando se cometió allá en

el jardín del Edén el primer pecado, y después tuvo que venir

Dios en forma de carne humana para arreglar eso. ¿No es

acaso la misma cosa que Dios tendría que hacer entonces

cuando la Eva espiritual cometió pecado en el Edén de Dios?

Dios tuvo que venir en este tiempo en carne humana

nuevamente, para arreglar ese problema y redimirnos

espiritualmente.

Porque redimir ¿sabe lo que quiere decir? Porque es que

cuando algunas veces oímos esa palabra solamente pensamos

del tiempo allá cuando el Señor vino la primera vez, pero nos

es anunciado que el bautismo del Espíritu Santo, como

primicias, lo tendríamos, y que no lo contristáramos (al

Espíritu Santo), porque estábamos sellados con el Espíritu


Bueno, ahí dice que no fue escrito, yo no puedo decir otra

cosa.

Todo fue silencio, nada aconteció en ese tiempo. Ni los

Ángeles ni nadie sabe cuando Èl viene.

Pero habrá las siete voces de estos Siete Truenos que darán

a conocer esa gran revelación en ese tiempo.”

¿Qué gran revelación darán a conocer los siete Truenos?

Darán a conocer la gran revelación de la Segunda Venida del

Señor. ¿Y cómo el Señor ha de venir? Déjeme ver si por

aquí... Déjeme ver: “Entonces, yo creo que para nosotros que

no conocemos esto, no será conocido hasta ese tiempo

(¿hasta qué tiempo? Hasta ese tiempo, hasta ese tiempo que

va a venir), pero sí será revelado en aquel día, en la hora

cuando debe ser revelado; lo que nosotros debemos hacer, es

ser sumamente reverentes ante Dios y servirle y hacer todo lo

que sabemos hacer y vivir vidas justas, vidas Cristianas.

Entonces encontramos que nos ha sido abierto el sexto

Sello, y lo vemos. Sabemos que el séptimo Sello no puede ser

abierto al público hasta que llegue esa hora.”

¿Y qué es el Séptimo Sello? La Segunda Venida del Señor,

no puede ser abierto al público la Segunda Venida del Señor,

¿qué? No puede ser abierto al público la Segunda Venida del

Señor.

“Ahora, hubo alguna razón por la cual Dios permitió la

declaración de estos Siete Truenos, porque tiene que venir.

Hallamos que Cristo, el Cordero, tomó el Libro en Su mano

y abrió el séptimo Sello, pero es un misterio escondido; nadie

lo conoce, y eso cuadra exactamente con lo que Èl dijo, que

nadie conocería cuando sería Su venida (y nosotros sabemos

el orden de Su Venida). Tampoco conocerían nada acerca de

este misterio de los Siete Truenos. Entonces esas dos cosas

están unidas, de eso ya tenemos conocimiento, porque lo


“Ahora noten, que la apertura del séptimo Sello, también

es en un misterio triple (un misterio triple, ¿como lo es qué?

el Sexto Sello también; misterio triple del Sexto Sello, tiene

tres partes). Les he dicho que es el misterio de los Siete

Truenos (el Séptimo Sello es el misterio de los siete Truenos).

Los Siete Truenos en el Cielo abrirán este misterio. Será en

la mera venida del Señor Jesucristo.”

Está anunciando la Venida del Señor, y nosotros sabemos

que vino en Elías. Bueno, lo que faltara... vino en Elías y

cumplió las dos primeras partes. ¿Ve? Así que lo que faltara,

la otra parte, entonces Él la cumpliría. Y ya sabemos entonces

cómo la habría de cumplir.

Las primeras dos partes vino en Elías hablando inglés, ¿ve?

Siendo traída o siendo manifiesta esa Tercera Etapa, esas dos

partes primeras, manifiestas en inglés a través de Elías. Luego

la otra parte que falte, que vendrá manifiesta en otro idioma,

depende el idioma que hable, ¿ve? Que hable aquel en el cual

se ha de manifestar esa Tercera Etapa, esa última parte final,

para beneficio ¿de quién? De todo el pueblo, donde entonces

la tremenda victoria del Amor Divino será efectuada y todos

seremos beneficiados.

Vamos a ver entonces, vamos a ver por aquí... ya habíamos

leído, pero vamos a ver la última parte de la Tercera Etapa a

ver si... a ver si viene siendo predicada en inglés:

“Los siete truenos en el cielo abrirán este misterio, será en

la mera venida del Señor Jesucristo, porque Èl mismo dijo

que ninguno sabía cuándo Èl iba a volver. ¿Notaron cómo

fue cuando los judíos le hicieron la pregunta?

Sigue diciendo...

“Entonces vimos que el séptimo Sello no aparece, porque

el mismo Cristo dijo que solamente Dios lo sabe, ni siquiera

los Ángeles lo saben, y con razón, porque no fue ni escrito.


Santo hasta el día de Redención.

Así que... ¿y no había pasado ya el día de Redención? Es

otra Redención que viene. Ese día de Redención es el día de

la Segunda Venida del Señor, en donde Él viene para

redimirnos. Ya nos había redimido del pecado original de allá

del Edén literal, pero ahora viene para redimirnos, volvernos

nuevamente a nuestro lugar original; porque redimir es:

volver nuevamente, o volverlo nuevamente a su lugar de

origen. Una cosa que es redimida es una cosa que es retornada

a su dueño original, a su sitio de origen.

Entonces encontramos, que el Señor redimir a Su pueblo en

este tiempo, redimirlo es restaurarlo nuevamente a su lugar

original, restaurarlo nuevamente, otra vez al lugar donde

estaba antes de la Iglesia (la Segunda Eva) haber caído.

Entonces nos lleva de nuevo al Huerto del Edén espiritual,

donde estaba la Novia del Señor cuando nació allá en el Día

de Pentecostés. Nos lleva de regreso otra vez a la fe de los

padres, los apóstoles. ¿Ve usted? ¿Para qué vino Malaquías?

Para restaurar la fe de los hijos ¿adónde? A la fe de los

padres. ¿Ve usted? O sea, para redimir al pueblo, retornarlo

de nuevo a su lugar original. Y entonces ahí, al ser retornados

de nuevo, entonces no va a haber caída después que ya son

restaurados de nuevo.

¿Ve usted que ya el pecado original que allá en el Huerto

del Edén literal se cometió, ve que ya ese pecado no se puede

volver a repetir para caer de nuevo, porque ya Dios lo

arregló? ¿Ve que ya entonces después que Dios lo arregló,

pues ya entonces aún los hijos de Dios han podido tener sus

hijos a través de las vías del sexo? Pero antes no se podía,

¿ve? Antes de la caída.

Pero ahora, fíjese, encontramos que esa Novia no caería, (y

como vimos ayer en la noche), vemos que esa Novia no podía


caer; fue restaurada otra vez, fue redimida a su lugar original,

para entonces Dios tratar directamente con ella, con esa

Novia, y allí entonces Él traer Sus hijos por la Palabra

hablada.

Entonces, los hijos de esa Edad de la Palabra, los hijos

entonces que nacen en el Huerto del Edén espiritual de Dios,

en ese nacimiento, ellos no nacen a través de intelecto

humano, a través de predicación intelectual, ellos no nacen a

través de ninguna organización, ellos nacen a través de la

Palabra hablada; porque son llamados del polvo de la Tierra.

Entonces, encontramos que usted y yo tenemos un cuerpo,

¿y de qué es ese cuerpo? Del polvo fue tomado, así que Dios

no tiene la necesidad de estar llamando, o sea, llamando a Sus

hijos, tomando polvo y haciendo nuevos cuerpos, sino que ya

usted está en ese cuerpo. Entonces de ahí Dios lo llamó, y

entonces usted responde, y sigue con ese cuerpo terrenal hasta

que sea transformado.

Ahora, hemos visto entonces, que así como en la segunda

dispensación, en la tercera dispensación entonces hay un

nuevo nacimiento; ese nuevo nacimiento es nacer del agua y

del Espíritu como fue allá, el mismo orden, la misma regla.

Entonces, hay que nacer de nuevo; para nacer, primero hay

que morir; hay que morir ¿a qué? Hay que morir a la edad

pasada; hay que morir a la última edad, que fue la edad de

Laodicea, hay que morir a la edad de Laodicea, hay que morir

a las cosas de la edad de Lodicea, hay que morir a las cosas

de la edad de la segunda dispensación, o sea, la edad de la

Gracia o la Dispensación de la Gracia; hay que morir a todo

eso y nacer de nuevo a una nueva dispensación.

Ustedes saben que, fíjese, las personas que cuando entraron

a la segunda dispensación también tenían que morir a la

primera dispensación; morir a todo aquello, a las cosas viejas,


Así que no hay ningún problema, no se puede mover de ahí,

porque si se mueve, el otro lugar adonde va ¿es adónde?

Palestina. No podemos dejar que se mueva hasta que haga lo

que debe de hacer. Si se llegara a mover de América (entre los

que hablan inglés) a Palestina, nos hubiéramos quedado

nosotros ¿cómo? Pero en América, entre los que hablan

inglés, se movieron dos partes de la Tercera Etapa.

Dos partes de la Tercera Etapa se movieron entre los

americanos que hablan inglés. Pero Dios dejó ¿qué? la última

parte de la Tercera Etapa... porque la Tercera Etapa tiene tres

partes. ¿Ve? Y ellos tuvieron dos, y dos es más que uno

¿verdad? Pero eso depende (je, je), eso depende, porque el

último vino es el mejor, y el fin del negocio es mejor que el

principio. ¿Ve? Mejor es el fin del negocio que el principio.

Entonces, encontramos que dos etapas se cumplieron

plenamente en los Estados Unidos de América. Y veamos que

dice Dios a través del hermano Branham que la Tercera Etapa

es la Palabra hablada, la Palabra hablada. La Tercera Etapa es

el mensaje de los Sellos que ¿vino por qué? Por Palabra

hablada.

Entonces, encontramos que el mensaje, realmente el

mensaje es la Tercera Etapa, y las primeras dos partes de la

Tercera Etapa, las primeras dos partes del mensaje, se

movieron en inglés. ¿Ve? Porque si es la Palabra hablada, si

sale, pues tiene que salir en algún idioma. Entonces, esas dos

partes primeras se movieron en inglés, porque es el Séptimo

Sello, el Séptimo Sello es la Segunda Venida del Señor, y los

Truenos son los que dan a conocer ¿qué? La Segunda Venida

del Señor. Y el Séptimo Sello es la Tercera Etapa.

Por lo tanto, entonces, vemos esas dos primeras etapas

cumplidas... Ahora leyendo aquí en la página 481 de “Los

Sellos,” nos dice:


que... fíjese, a través de las edades, el mensaje y el mensajero

eran de cierta área, y de esa misma área ¿era qué? Los

escogidos que habrían de recibir el mensaje en ese tiempo;

porque el Evangelio camina con el sol. ¿Ve? Entonces se

sigue moviendo, y donde está el mensajero, ahí están los

escogidos de ese tiempo.

Ahora, entonces, nosotros sabemos que el último lugar en

que el mensaje estará antes de estar en Palestina de nuevo

¿será dónde? En América, y gracias al Señor que hay... que la

América se compone de americanos que hablan inglés y de

americanos que hablan español. ¿No sabía usted eso? Los

americanos de Norteamérica son americanos, porque viven en

América. Pero recuerde que está América del Norte, América

Central y América del Sur, todos son americanos, todos son

americanos ¿Ve usted? Así que no hay ningún problema, lo

que pasa es que unos son americanos que hablan inglés, y

otros son americanos que hablan español. ¿Ve? Están los

Latinoamericanos, pero son americanos porque están en

América.

Entonces, vea usted dónde estaría el mensaje en el tiempo

final, ¿dónde? En América. Por lo tanto entonces, se tiene que

mover ¿cómo? De los americanos, entre los americanos que

hablan inglés, y luego moverse para los americanos que

hablan español.

Vea usted, entonces, si la Palabra estaría en América, y la

Palabra del tiempo final, y el mensaje de esta tercera

dispensación, ¿es qué? es la Tercera Etapa, ¿ve? Entonces,

fíjese dónde se movería la Tercera Etapa. ¿Dónde dijo el

hermano Branham que se movió la Tercera Etapa, lo que ya

se había movido? Allá en América. ¿Y si se vuelve a mover?

Se tiene que mover en América de nuevo.

Entonces, nosotros también somos americanos ¿verdad?


y las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Así es cuando se pasa de una dispensación a la otra.

Encontramos entonces que cuando va a suceder algo así o

va a dar comienzo una dispensación, lo primero que vemos es

que Dios desciende en carne humana. Dios desciende en

carne humana para efectuar la entrada a esa dispensación y

también poner el fundamento para esa dispensación. Lo hizo

para la Ley: descendió en el monte Sinaí y allí descendió y

esa Palabra luego estuvo en Moisés, y entonces fue

establecida la primera dispensación, la Dispensación de la

Ley.

Encontramos que para poder cambiar la Dispensación de la

Ley a la Dispensación de la Gracia, Dios tuvo que venir

nuevamente en carne humana y entonces estableció el

fundamento e hizo el cambio y luego el Día de Pentecostés se

entró, como individuos, entraron a esa segunda dispensación.

Y ahora, cuando encontramos que el hermano Branham o

Dios a través del hermano Branham, en el mensaje titulado

“El rapto,” pág 4, nos dice:

“Estamos haciendo un cambio de dispensación...”

Entonces ¿qué pasa? Dios viene en carne humana

nuevamente, como le hemos visto venir y entonces pone todo

el fundamento y entonces luego como el Día de Pentecostés,

cuando llega ese momento, entonces como individuos

comenzamos a entrar a esa tercera dispensación. Entonces

todo es de acuerdo al mensaje que corresponde para el tiempo

en que uno vive.

Cuando era en el tiempo de Noé, pues era conforme al plan

que Dios le había dado a Noé; el que no lo siguió y entró por

esa puerta, ¿vé? Porque había una puerta para entrar, el que

no entró, pues ¿qué le pasó? El agua se lo llevó.

Pero al que entró ¿qué le pasó? El agua lo subió; fíjese: las


mismas aguas que salvaron a Noé y a su familia levantándolos

en el arca, fueron las mismas aguas que ahogaron a los que no

entraron por la puerta ¿ve usted? Así que lo mismo que salva

a uno condena a los incrédulos que no entran por la puerta

que Dios abre.

Pero vea que después que Dios la cierra, Èl es el que cierra

y ninguno abre, como también es el que abre y ninguno cierra.

Cuando Dios abre la puerta de una dispensación, nadie la

puede cerrar, porque Èl es el que la abre. Por supuesto Èl

tiene Sus instrumentos a través de los cuales Èl lo hace, pero

es Èl el que lo hace.

El Día de Pentecostés fue abierta la puerta de la segunda

dispensación, porque la puerta era ¿quién? Cristo, y Èl fue

abierto al público allí, fue abierta la Primera Venida del Señor

públicamente, fue dado a conocer el plan, y entonces, al ser

abierto, entonces la invitación estaba para todos aquellos que

quisieran recibir salvación conforme al plan de la segunda

dispensación, olvidándose de la primera dispensación ¿ve?

Entonces pues fíjese, se interesaron muchísimo aquellos que

oyeron aquel mensaje y le dijeron a Pedro: “Varones

hermanos, ¿qué haremos para ser salvos?.”

En cada dispensación hay salvación, pero siempre hay una

pregunta, y Dios tiene la contestación: “¿Qué haremos para

ser salvos en esta segunda dispensación que se está abriendo

en este Día de Pentecostés, varones hermanos?” Allá

entonces... él les dice: “Aah eso es bueno: querer salvación;

ese es el propósito de Dios, cuando Dios abre Su puerta, Èl la

abre para que haya salvación para los que quieren salvación,

eso es lo que ustedes quieren y lo que ustedes necesitan es

arrepentirse y bautizarse cada uno de ustedes en el Nombre

del Señor Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el

don del Espíritu Santo;” allí les fue dada ¿qué? La receta


y luego entonces pasaba al otro cuerpo teofánico.

Pero fíjese, nosotros tenemos el privilegio de que lo que

Dios dijo a través del apóstol Pablo, de que no todos

ciertamente morirían, él deseó vivir este tiempo; porque él

entonces no hubiera tenido la necesidad de decir que quería

morir, sino que él podría entonces decir: “No tengo que

preocuparme, porque sé que dentro de poco, con el mensaje

que les estoy predicando, es el mensaje ¿de qué? Del año de

pentecostés, el mensaje de liberación, en donde aún todos

nosotros seremos liberados de este cuerpo carnal, y será

transformado este cuerpo a un cuerpo glorificado sin

necesidad de ver muerte.”

Por lo tanto, entonces, él no tendría entonces que decir que

se consolaran cuando él muriera, sino que no habría esa

necesidad, sino que habría más bien motivo de regocijo

cuando eso pasara en su día.

Ahora, vea usted que él tenía que esperar todo este tiempo,

para entonces recibir lo que Dios prometió: un cuerpo

glorificado. Esa promesa es para Él cumplirla en el tiempo del

año del jubileo, ahí es que se cumple esa promesa. Ahí es que

los muertos en Cristo resucitan transformados; no nuevamente

con cuerpos así como el de nosotros, porque ese ha sido el

problema siempre de los hijos de Dios, el carapacho que

llevan encima. ¿Ve? Ese ha sido siempre el problema, y por

ahí es que el diablo ha obrado para hacerle daño a usted.

Ahora, entonces, vea usted que esa tremenda victoria del

Amor Divino en esta tercera dispensación, ¿tiene que ser qué?

Proclamada, tiene que ser anunciada a todos los hijos de Dios

dondequiera que se encuentren.

Ahora, sabemos una cosa, y es que los hijos de Dios que

viven en este tiempo, la mayoría están en cierta área, eso es lo

que Dios nos dice a través del hermano Branham. Él nos dice


porque era una total restauración.

Ahora, fíjese que esas fiestas representan las siete edades de

la Iglesia, y la fiesta o el año del jubileo, el año cincuenta,

¿representa qué? La Edad de la Palabra, la Edad de la Piedra

Angular, o sea, el tiempo en que nosotros estamos viviendo.

Nosotros estamos viviendo ¿en qué tiempo? En el tiempo

del jubileo, en el año del jubileo, que es el año cincuenta,

donde nada tiene que ver con las fiestas que pasaron. Ya las

fiestas que pasaron, pasaron, y ahí no pudimos recibir todo lo

que Dios tenía prometido para nosotros. Por eso es que a

través de las edades de la Iglesia nadie pudo llegar a donde

Dios dice que a Sus hijos Él los va a llevar.

Por eso entonces, encontramos que las promesas que Dios

ha hecho para Sus hijos, las cuales no pudieron ser cumplidas

en las edades de la Iglesia, serán cumplidas ¿en dónde? En

este año del jubileo, que es la Edad de la Piedra Angular.

Ahora fíjese, ahí es que se entra a una total liberación, ahí

es entonces que se proclama ¿qué? La tremenda victoria del

Amor Divino, ahí es que se proclama esta tremenda victoria

del Amor Divino que se hizo carne humana en este tiempo.

Entonces, vea usted que eso que está prometido que ha de

ser manifiesto, ¿ha de ser qué? Proclamado, ha de ser

efectuada esa victoria, porque es promesa de Dios. Y cuando

esa victoria esté siendo efectuada, entonces gradualmente

comenzaremos a recibir liberación espiritual, y después toda

esa liberación espiritual que recibimos, luego se transforma o

se materializa, y recibiremos liberación también física.

Por ejemplo, el apóstol San Pablo quería ser liberado ¿de

qué? Del cuerpo. ¿No es eso lo que él dice? “Quisiera estar

mejor presente a Dios, y ausente a ustedes, quisiera ser

librado.” ¿Librado de qué? Quería ser librado de aquel

cuerpo. ¿Ve? Y para eso él tenía que pasar por muerte, morir,


eterna. Durante todo el tiempo que estuviera esa segunda

dispensación con la puerta abierta, había que usar esa receta.

Entonces, ¿qué hicieron ellos? Enseguida, entonces,

creyendo, fueron bautizados y fueron añadidos a la Iglesia.

¿Fueron añadidos cuántos? Unos cuantos miles. Oh, eso fue

algo muy hermoso, cómo enseguida que fue abierta la puerta

de la segunda dispensación, cómo entraron llenos de alegría

y de regocijo, y compungidos de corazón también. ¿Ve?

Tristeza por un lado, pero alegría por otro.

Entonces, entraron con grande regocijo, porque allí se

estaba llevando a cabo ¿qué? Se estaba manifestando esta

tremenda victoria del Amor Divino que Él llevó a cabo a

través de carne humana en Jesús de Nazaret. Y allí estaba

manifestándose para el pueblo todo el beneficio que había de

lo que Dios había hecho a través de carne humana.

Ahora, sabemos que si hay un camino estrecho allá, y hay

un camino estrecho acá, y si hay una puerta allá, y una puerta

acá, entonces tenemos que ver el mismo plan moviéndose,

pero en dispensaciones diferentes.

Entonces la regla es la misma, lo único que cambia es las

cosas que eran en lo simbólico, se convierten en cosas reales.

Entonces, encontramos que si la puerta de la tercera

dispensación ha de ser abierta, tiene que ser abierta también

en pentecostés. Pero cuando hablamos de pentecostés, no

estamos hablando de la religión pentecostal, o de la

denominación pentecostal, ¿ve? Estamos más bien hablando

de un pentecostés de Dios. Y el hermano Branham, o Dios a

través del hermano Branham, en el mensaje titulado “¿Por

qué Pequeña Belén?” Nos dice que Él quiere un trago de

agua, pero de agua pentecostal.

Así que hay que buscarle un trago de agua pentecostal, hay

que buscar el mensaje que corresponde para esta tercera


dispensación, y tiene que ser un mensaje pentecostal. Y el

hermano Branham dice que la edad pentecostal, la edad de

Laodicea terminó; así que está muerta, Dios no trata más con

ella, así que no podemos buscar un mensaje de restauración

de los dones, porque ese nos es el que Él está pidiendo.

Tampoco podemos ir a buscar allá el mensaje del Día de

Pentecostés, porque Él dice que el mensaje de una edad o de

una dispensación no funciona para la otra. Entonces tenemos

que buscar el mensaje de pentecostés de la tercera

dispensación, y entonces tenemos que buscar un pentecostés

que tenga que cumplirse... Allá ellos estaban en el Día de

Pentecostés, así que tiene que haber otro pentecostés. Así

como había una redención allá y fue llevada a cabo, y después

nos es anunciada ¿qué? Otra redención. Nos es anunciada otra

redención, nos es anunciado y nos es dicho: “Y no contristéis

al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el

día de la redención.” [Efesios 4:30]. ¿Ve? Anunciándonos un

día de redención que viene. También entonces, ¿hay un

tiempo de qué? De pentecostés, prometido para el pueblo de

Dios.

Encontramos que las *siete fiestas que celebraba el pueblo

de Israel allá, en lo espiritual representan... las siete fiestas

representan las siete edades de la Iglesia. Pero después de las

siete fiestas de allá de Levítico, después de eso (Levítico 23),

después de eso viene Levítico 25, después de las siete edades

de la Iglesia viene Levítico 25, que ¿es qué? El año de la

Santa Convocación. ¿Y es qué? El año cincuenta, y cincuenta

es pentecostés.

Por lo tanto, el año cincuenta, el año de pentecostés ¿tendrá

qué? Un mensaje de pentecostés; pero no el mensaje de la

edad de Laodicea, ni tampoco el mensaje de allá del Día de

Pentecostés, sino el del año de pentecostés. Entonces así


como en el mensaje del Día de Pentecostés era un mensaje

que anunciaba liberación, y una victoria grande para todos los

hijos de Dios, porque le era anunciada la victoria del Amor

Divino que había sido ganada por Cristo Jesús, ahora en el

mensaje del año de pentecostés se nos tiene que anunciar, se

nos tiene que predicar la grande victoria del Amor Divino,

que Él ha efectuado y que Él ha ganado para nosotros en este

tiempo de redención o restauración, para regresarnos a

nuestro lugar original.

Entonces, es un tiempo ¿de qué? De liberación, porque

pentecostés es liberación, es año cincuenta. Y conforme a la

fiesta establecida por Dios para los hebreos en la primera

dispensación, encontramos que en el año cincuenta era el año

de la liberación, era el año en que todo quedaba libre, y que

todos los hijos de Dios quedaban libres (que habían sido

vendidos y estaban en esclavitud), quedaban libres cuando la

trompeta del año del jubileo sonaba. Hasta ese día estaban en

esclavitud.

Pero fíjese, no salían en ninguna otra, en ninguna otra de

las fiestas salían, solamente después que terminaban las siete

fiestas, y la última era la de los tabernáculos, que representa

la fiesta de la edad de Laodicea, entonces luego venía el año

del jubileo, donde se sonaba la trompeta del jubileo; no la

trompeta del año de los tabernáculos, sino la trompeta del año

del jubileo, la trompeta de pentecostés, del año de

pentecostés, en donde ¿se anunciaba qué? Liberación; eran

liberados o libertados todos los hijos de Dios. Eran también

libertadas las propiedades de los hijos de Dios, eran libertados

los familiares de los hijos de Dios, eran reunidos todos con

sus familiares. ¿Ve? Así que todo lo que se había perdido, y

que no había sido restaurado en las fiestas pasadas, era

restaurado en el año del jubileo que era el año cincuenta;

la victoria del amor divino -...

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